Del,crecimiento al,retraso económico: unarevisión,de los recientes debates sobre la...

28
* Ciclos, Año IX, Vol. IX, N° 18, 2dosemestre de 1999 , Crecimiento.banca !f capitalismo eti fa JlLrgentina , Del,crecimiento al, retraso económico: una revisión,de los recientes debates sobre la historia económicay social argentina * Colin M. Lewis **, " ,El'debate acerca del fracaso en mantener el crecimiento económico o, dicho de otro modo, sobre el proceso de declinación relativa (o absoluta) que tuvo la eco- , nomía argentina es de un interés que va más allá de lo 'estrictamente académico. Durante gran.parte del período al que se refiere este trabajo, los argentinos fueron conscientes del lugar que correspondía a su país en el "ranking" económi- co internacional. Realizando positivas comparaciones entre las trayectorias de crecimiento propias y las de los en las postrimerías del siglo XIX, muchos estudiosos' expresaron su creencia en un futuro brillante, mientras que algunos lí- deres políticos preveían incluso un rol de liderazgo continental. Inmigrantes. de Italia y España, llegados en grandes cantidades en la anteúltima década del siglo' pasado-y en la primera de éste, fueron la prueba concreta de que las condiciones materiales eran significativamente mejores en la república del sur que en gran par- te de Europa. los años '20 los ingresos per capita eran altos según los están- dares europeos y latinoamericanos,'relativamente superiores a los salarios y jor- nales' otras áreas de reciente asentamiento, como, Australia. Durante las déca-, ," das de entreguerras, Argentina contaba con la economía más próspera de Suda- méríca -con casi la mitad de la producción del continente y del comercio interna- cíonal- y era por lejos el país más industrializado. Mantuvo esta posición durante casitoda la primera mitad del siglo XX. .Mástarde, en los '60, se plantearon ya con- Traducción de Andrés L. Rapoport. ** London School Economic and Political Scíences - Institute of Latin American Studies, University London.

Transcript of Del,crecimiento al,retraso económico: unarevisión,de los recientes debates sobre la...

*

Ciclos, Año IX, Vol. IX, N° 18, 2dosemestre de 1999

,Crecimiento.banca !f capitalismo eti fa JlLrgentina ,

Del,crecimiento al,retraso económico:una revisión ,de los recientes debates sobre la

historia económicay social argentina *

Colin M. Lewis**, "

,El'debate acerca del fracaso en mantener el crecimiento económico o, dicho deotro modo, sobre el proceso de declinación relativa (o absoluta) que tuvo la eco­

, nomía argentina es de un interés que va más allá de lo 'estrictamente académico.Durante gran .parte del período al que se refiere este trabajo, los argentinos

fueron conscientes del lugar que correspondía a su país en el "ranking" económi­co internacional. Realizando positivas comparaciones entre las trayectorias decrecimiento propias y las de los E~.UU., en las postrimerías del siglo XIX,muchosestudiosos' expresaron su creencia en un futuro brillante, mientras que algunos lí­deres políticos preveían incluso un rol de liderazgo continental. Inmigrantes. deItalia y España, llegados en grandes cantidades en la anteúltima década del siglo'pasado-y en la primera de éste, fueron la prueba concreta de que las condicionesmateriales eran significativamente mejores en la república del sur que en gran par­te de Europa. E~ los años '20 los ingresos per capita eran altos según los están­dares europeos y latinoamericanos,' relativamente superiores a los salarios y jor­nales' d~ otras áreas de reciente asentamiento, como, Australia. Durante las déca-,

, " das de entreguerras, Argentina contaba con la economía más próspera de Suda­méríca -con casi la mitad de la producción del continente y del comercio interna­cíonal- y era por lejos el país más industrializado. Mantuvo esta posición durantecasitoda la primera mitad del siglo XX. .Mástarde, en los '60, se plantearon ya con-

Traducción de Andrés L. Rapoport.** London School oí Economic and Political Scíences - Institute of Latin American

Studies, University o~ London.

6 Colin Lewis

trastes negativos con el curso y ritmo de desarrollo de las repúblicas vecinas yotras economías. Yaen los '80, los argentinos estaban aún menos confiados en suprosperidad y posición internacional.

Este trabajo examina el crecimiento histórico y estudia la historiografía enbusca de una explicación a la aparente inhabilidad para efectuar una transiciónadecuada entre el veloz crecimiento y los cambios institucionales que se produje-

,ron a fines del siglo pasado, y una política y economía desarrolladas durante la se­gunda mitad del siglo XX. El trabajo comienza desplegando los datos de la pro­ducción y el ingreso de los últimos cien años, para luego explayarse sobre la lite­ratura y criticar las principales contribuciones al análisis de la 'involución econó­mica argentina';

Los datos sobre el crecimiento histórico

Los cálculos recientes de Roberto Cortés Conde y. Angus Maddison corroboranampliamente las investigaciones previas de Carlos F: Díaz Alejandro. Díaz Alejan-'dra postula que el 'desempeño económico de la república a fmes del siglo pasadoestablece un récord internacional.1 Pocos países pueden igualar la experiencia ar­gentina desde 1870 hasta las vísperas de la Primera Guerra Mundial en cuanto alas altas tasas de .crecimiento sostenidas durante un período relativamente largo.Faltándole Inicialmente infonnación estadística confiable sobre el Producto B~­to Interno (PBl), Díaz Alejandro sostiene su tesis con los datos sobre el comerciointernacional, el movimiento de fronteras (la extensión de tierra cultivada), el ere­cimiento de la inmigración, ,y de la población, y la inversión pública decapital re­presentada por el sistema ferroviario, El record internacional establecido duran- .te esas décadas se mantuvo probablemente hasta promediar el siglo XX, cuando "fue quebrado por los rápidamente industrializados países del este asiático comoTaiwan y.Corea del s.ur.2

El cuadro 1 muestra la magnitud del logro argentino. Hasta la Primera GuerraMundial la economía creció rápidamente. De hecho, las tasas de producción du­rante el período establecieron no sólo un récord internacional sino también unamarca propia que sólo ahora está siendo 'igualada. Este hecho es aún más' desta-

1. Cf. Díaz Alejandro, Essays on the Economic Hristoryof the Argentine Republic (NewHaven, 1970), pp. 2-3.

2. R. Summers y A. Heston, "The Penn World Table (Mark5): an expanded set of interna­tional comparisons, 1950-1988"" Quarterly Journal oiEconomics 106:2(1991) 327-368,cuadro JII, pp. 357-358) crecimiento estimado del PBI: 9,3% (1960-1973), 6,9% (1973­1980) Y8,3%(1980-:-1988) para Corea del Sur y 10,5%,8,4%Y6,7%para Taiwan y DíazAlejandro (Essays~ .. , p. 3) concluyen que el PBI total argentino creció al menos en un5%p.a. durante los 50 años anteriores a 1914.

Crecimiento y retraso econÓmico 7

Cuadro 1

Argentina: tasas 'de crecimiento anuales promedio, %..

Producción* PBI per capita**

• r·

1875-1896 3,7 1870~1890 1,91896-1912 2,3 1890-1913 2,21912-1928 -0,1 1913-1950 0,71928-1948 2,3 1950-1973 2,11948-1961 0,3 1973-1989 -2,2'1961-1976 2,31976-1987 -1,8

Fuentes: - .(*) R. Cortés Conde, "El crecimiento económico de la Argentina en el largo plazo" trabajoinédito presentado en la Universidad Carlos 111, Madrid, 26-27 de mayo, 1994.(**) A. Maddison, "Long-ron Economic Growth in the European Periphery", trabajo inédi­to presentado en la European Historical Economics Society Workshop, La Coruña, 1993.[para datos ligeramente diferentes, véase "A Comparison oí Levels oí ~DPPer Capita inDeveloped and Developing Countríes, 1700-1980", Journalof Economic Historu, .43:1(1983), Cuadro 1]

. cable dado que la población Se expandía con velocidad. Las altastasas de creci­miento per capita se mantuvieron a pesar de que la población total se duplicó pri­mero entre 1869 y.1895, fechas.del primero y segundo censo nacional, .y'nueva­mente entre 1895 y 1914, cuando se realizó el tercer censo. Entre 1869 y 1914 el

. incremento de las tasas de población anualespromedió un 3,4%.3La inmigración internacional conformó aproximadamente la mitad .del crecí­

.miento de la población durante el período, siendo más intenso durante la décadade 1880 y en los años inmediatamente anteriores a 1914. ". .

El cuadro también sugiere que' la Primera 'Guerra Mundial tuvo un impactoad- .verso en la economía argentina, E~ crecimiento de la producción total fue negati­vo entre 1912y 1928, a pesar de una recuperación moderadamente fuerte en la mi­tad de los '20, viéndose el promedio disminuido por una aguda contracción eco­nómica en 1914,'seguido por otras en 1916'y 1917. Como .. en muchas economías

.abiertas, en 1914.el comercio exterior se sumergió en el caos, dado el cierre de losmercados fmancieros europeos, '~a caída de los servicios internacionales de trans­porte y la declinación del comercio mundiaL Las fuentes de capitales de largo pla-

3. Díaz Alejandro, Essays..., p.3.

8 . Colin Leuns

zo estaban agotadas y el acceso al crédito comercial no era posible, mientras quelos bancos del hemísferio norte luchaban por fortalecer el balánce doméstico exí-

· .giendo empréstitos.4 . .

. El shock exógeno se transmitió rápidamente a la economía doméstica a travésde una declinación en el poder 'de compra y una contracción ñscal, Los gobiernosargentinos fmanciaron por mucho tiempo una parte significativa del gasto, públi­co así como de la inversión, mediante préstamos internacionales. Sin embargo,como .ocurriera a principios de los '30, algunos sectores económicos comenzaron

· a recuperarsecon bastante velocidad. En el último cuarto de 1917, la mejoría pa­reció generalizarse. El colapso en las exportaciones fue cediendo, mientras que elcomercio mejoró considerablemente, ayudado por compras por parte de los paí­ses' aliados de artículos de primera necesidad..La recesión volvió con el ñn delboom de posguerra, pero a finales de 1925 la mayoría de los índices de producciónmostraban un incremento y la posición doméstica e internacional se fortaleció.Esta recuperación aumentó el impacto de la crisis de 1929. En 1933 la producción.doméstíca comenzó a recuperarse excediendo,' en 1935,.el nivel de 1929.5 CortésConde estima que el índice del PBI, de 405,3 en 1929 (1900=100), se redujo a 370,3

.. en 1930 y a 363,3 en 1931 antes de caer hasta 346,5 en 1932. Hubo una pequeña re-" .cuperación en 1933, perolaproducción.ascendió repentinamente en 1934 y 1935, ,, momento en el cual el índice era de 428,4.6 El nivel de mejoría es notable, consi­.derando la declinación ·en un 14%de la producción total entre 1929 y 1932, Yel he-:­cho de que.los 'ingresos por exportaciones habían caído un 34% en 1930.

Como muestraCortés Conde, el registro total del segundo cuarto del siglo XX· no 'es del todo distinto a aquel de los tiempos inmediatos anteriores a la PrimeraGuerra Mundial. 'El crecimiento del ingreso per capita fue menor debído a las al­tas tasas de crecimiento ~e la población: se registrauna vez más la duplicación de .ésta entre el tercero y el cuarto censo" confeccionado en 1947. A pesar de ser sus­tancialmente baja en el período anterior a 1914, la. inmigración se mantuvo confuerza en las décadas de entreguerras, y la tasa de crecimiento natural se' sostuvo.por el crecímíento temporario de la inmigración antes de la guerra. Sin embargo,entre 1913 y 1~29, el promedio anual de crecimiento de la población fue del 2,8%;'yentre 1929 Y 19~9, del 1,8%, menor al 3,5%del período 1890-1913.7 Posteriormen­te, las tasas de crecimiento demográfico cayeron dramáticamente, y esa reduc- .

4. B. Albert, South Anierica and the First World War: tite impact of the war on Brazil,Argentina, Peru omdChile (Cambridge, 1988), pp. 37, -38.

'. 5. G. Di Tella y ~. Zymelman, Las. etapas del desarroUo económico argentino (BuenosAires, 1967), apéndíces.Big.C, .

6. R. Cortés. Conde, "Estimaciones del producto bruto interno de Argentina, 1~75-1935",.Universidad de San Andrés, Economía, Documento de Trabajo n°. 3, Buenos Aires,1994, p~17. '. .

. 7. A. M.Taylor, "Three Phases 'of Argentíne Economic Growth", National Bureau of Eco­nomic Research Working Paper, Cambridge, Mass., 1994, pp. 5-7, 24 (Cuadro' 2).

Crecimiento y retraso económico .' 9

ción contribuyó sin duda al desempeño relativamente positivo de la economía du­rante el período clásico de la industrialización por sustitución de importaciones.Esto está implícito en los datos provistos por Cortés Conde para el período 1961­1976 Y en las estadísticas per capita de Maddison del período 1950-1973.

. Maddison y Cortés Conde coinciden también en que.el desempeño económicototalen el siglo XXparece haber sido afectado' por un crecimiento débil o negati­vo en dos períodos particulares: (i) la Primera Guerra Mundial y los años d~ pos- .guerra y (ii) los últimos años de la década del '70 y los '80. Las últimas fechas vir­tualmente coinciden con la fase más reciente de dominio militar y con la crisis dela deuda. Como se indíca más abajo, fue durante estos dos períodos cuando la po­sición de Argentina exhibió una caída mayor en relación con economías compa­rabIes. Las tasas de crecimiento ya vacilaban antes de que los militares tomaranel poder en 1976 y de que el proceso argentino fuera explícitamente presentadocornoproyecto para reestructurar la economía y la sociedad. Rechazando el con­senso posterior a la Segunda Guerra Mundial en favor de una industríalízación

. sustitutiva. de importaciones, las fuerzas armadas y los tecnócratas civiles llega­ron a la conclusión de que el crecimiento sostenido se lograría através de la aplí­cación de.una terapia de shock neo-liberal y una amplia apertura respecto a la eco­nomía mundial."

Como' se estableció más arriba, la Primera Guerra Mundial y sus consecuen­cias, y el lustro anterior y el posteriora 1980, fueron años en donde el desempe­ño económico relativo .de Arg.entina comenzó a divergir del de otros países, lista­dos .en el cuadro 2.

Cuadro 2Desempeño económico comparado:

.Tasas anuales promedio de crecimiento y PBI per copita

Argentina Brasil México' Australia Canadá R.U. EE.UU.'1900-1913 2,5 1,4 1,8 1,1 3,3 0,7 2,01913-1950 0,7 2,0 1,0 0,7 1,5 0,8 1,6i900-1950 1,2 1,8 1,2 0,8 2,0 0,8 1,71950~1973 2,1 3,8 3,1 2,5 2,9 2,5 2,21973-1987 ..0,8 2,2 0,9 1,5 . 2,2 1,5 1~5

1950-1987 1,0 3,2 ~,3 2,1 2,0 2,2 1,91900-1987 1,1 2,4 1,6 1,4 2,3 1,4 1,8

Fuente: A. Maddison, The Wárld Economy in the Twentieth Century (París, OECD, 1989)pp -. 15, 35.

8. L. A. Sjaastad, "Argentine Economic Policy, 1976-81" en R. Dombusch y G. Di Tella(eds.),The Political Economy oiArgentina, 1946-83 (Londres, 1989) pp. 254-5; D. Az­piazu y B. Kosacoff, 'Exports and Industrialization in Argentina, 1973-86', CEPAL Re­view 36 (1988) 62.

10 Colin Lewis

Las estadísticas aportadas por Maddison confirman que a .principios del siglo XXArgentina poseía una de las economías de más rápido crecimiento en el 'grupo delcuadro 2. Aunque de alguna forma superadas por Canadá,de 1900a 1913, lastasasanuales promedio de crecimiento per capita de Argentina eran más altas que lasde los Estados Unidos, las de otras repúblicas latinoamericanas y las de Australia,economías con las que se lassuele comparar.

El período siguiente veal país caer desde el tope del cuadro hasta el fondo, in­dicando que de todos los países enlistados, Argentina fue el más afectado por laguerra y la depresión. A pesar de que el registro del crecimiento mejoró sustan­cialmente entre 1950y 1973,la república del sur fue superada por todos los demáspaíses. Fue durante este período que la 'brecha de crecimiento' con resp.ecto alresto de las economías latinoamericanas se ensanchó en perjuicio de la Argenti­na. Yéste fue un período en el cual un crecimiento veloz de la población en Bra­sil y México habría podido reducir sus índices per capita enrelación con el núme­ro de la Argentina.

, Habiendo crecido sustancialmente más rápido que Brasil y México en el medio'siglo anterior a la Primera Guerra Mundial, el país ahora se encontraba conside­rablemente rezagado detrás de esas economías. Entre 1973y 1987,Argentina es e~

único país en el cuadro en el que se registra crecimiento negativo. Dada la impre­sionante tasa de crecimiento económico lograda a principios de siglo, cierto nivel .de' caída era inevitable. La pregunta crítica es por qué, al contrario de Canadá, quecreció con particular rapidez inmediatamente antes de la Primera Guerra Mun­dial, Argentina fue incapaz de mantener luego esas tasas medias de crecimiento.. Díaz Alejandro provee indicios similares de divergencia y desaceleración' a tra­vés. de la estimación ,de la producción per capita (cuadro 3). Sus datos para Ar­gentina, Australia y Brasil describen comportamientos parecidos a los que surgende los cálculos de Maddison.

Cuadro 3Producto Bruto Interno per copita

a) US$ a precios de 1970

188019011913192$

',1939194519551970,1973'1980

Argentina4.70780

10301200117012801380196020492184

Australia1520'136016901590167019402340347037234022

Brasil139190,230340430470670,

110014591924

Fuente: Carlos R Díaz Alejandro, "No less than One Hundred Years of Argentine EconomicHístory plus sorne Comparisons" en A. Velasco Trade, Deoelopmeni and theWorld Eco­nomy (Oxford, 1986) p. 233.

Crecimiento y retraso económico 11

b) US$ a costo de factores de 1965

Argentina Brasil México España R.D. EE.UV..1870 ·420 101 110 668 5671913 804 169 143 444 1025 13441950 1013 .309 282 401 1439 23841965 1301 479 427 976 2046 32291980 1632 1113 643 160~ 2544 4295

Fuente: A. Maddison, 'A Comparison oí the Levels oí GDP per capita' in "Developed andDeveloping Countries, 1700-1980", Journal ofEconomic Histoty, 43:1 (1983) pp. 27-42.

A pesar de la diferencia en los puntos de partida, Díaz Alejandro muestra comoArgentina comienza a alcanzar a Australia. entre 1880 y 1920. Posteriormente, labrecha Vuelve a ensancharse a partir del mayor avance del PBI de Australia. Elcontraste con Brasil es también notable. Entre 1955 y 1980, el PBI de Brasil percopita virtualmente se. triplica mientras que el argentino apenas crece lá mitad;Las conclusiones que se derivan del cuadro de Maddison.son similares.

Volviendo al cuadro 1; se puede apreciar que a pesar de utilizar una periodiza­ción diferente, tanto Maddison como Cortés Conde ofrecen una cronología simi­lar del desarrollo a largo plazo. Sus aproximaciones apuntan a largas oscilacionesantes que a las etapas rigurosamente esquematizadas, sugeridas por Di Tella y Zy­melman." La creciente disponibilidad de información ·cualitativa.y cuantitativa delas décadas posteriores a 1870 provee 'indicios razonablemente sólidos para sos­tener la idea de que el medio siglo anterior a 1912-1914 fue la época más dinámi­ca en la historia económica argentina. Eventos internacionales de trascendencia,como las dos guerras mundiales y la crisis de 1929 tuvieron gran impacto, aunque.'no son considerados como puntos de inflexión significativos. De todos modos, los'años de entreguerras fueron obviamente un período de 'ajuste y, posiblemente, dereestructuración. Desde esa época, las tasas de crecimiento a largo plazo estuvie­ron lejos de ser poco significativas, por lo menos hasta los años '70.

Recientes cálculos de Cortés Conde avalan dos interpretaciones adicionales.En primer lugar, indican tres fases distintivas en la historia económica moderna

. de Argentina. Desde mediados de 1870hasta 1912 se registra una tendencia haciaun fuerte crecimiento. A pesar de una actuación lenta a mediados de 1870 y a ñ­

nales de siglo y una caída a comienzos de la última década del siglo XIX, el PBIper capita registra una notable alza. En las décadas de entreguerras se alcanzauna meseta; hay dos ciclos pronunciados pero ninguna tendencia general. El nivelde producción per capita inmediatamente anterior a la Primera Guerra Mundialno fue vuelto a alcanzar hasta finales de los años '30. Luego ocurre otra fuerte al­za, que dura hasta mediados de los '70.

9. Di Tella y Zymelman, Las etapas ... , pp. 22-32.

12 Colin Lewis

En segundo" lugar, la información también muestra que después de cada caída'importante, la recuperación llevó tiempos más largos, Después de la primera cri­sis de la Baring de 1889, el PBI per capita registra una fuerte recuperación en1892. Con el shock de la Primera Guerra Mundial, la caída que arranca eil1913, ter­mina en 191,6. Similarmente, en el pico de depresión de entreguerras, el punto másbajo se registra en 1932. La caída que comienza en 1947 termína en 1952~ pero laocurrida a fines de los 70' no alcanza su nivel más bajo sino una década después.10

Esto nuevamente suscita divergencias. No en relación con el hecho de 'que Argen­tina se desvió sustancialmente de la actuación internacional promedio durante elperíodo en el cual el país crece particularmente .rápido, alrededor de principiosdel siglo XX, sino de cuál fue la causa del fracaso en mantener, tiempo después,tasas que se aproximaran a la media internacional.

Lo que la periodización del cuadro 1 esconde es la creciente volubilidad de laeconomía durante la segunda mitad del siglo :XX, particularmente a principios de.los '60, la última parte de los '70 y en los '80. Los índices anuales registran sólo' unaño de crecimientonegativo entre 1900 y 1,913..En el período turbulentodeIülda 1946 inclusive, la economía no logró crecer solamente en ocho ocasiones.. En los~50 y '60, hubo dos años de crecimiento negativo en cada década; en los '70 tres yen los '80 cinco, incluyendo a 1988, cuando el nivel de actividad económica s~ re­dujo casi un cuarto." Estos fueron también años de acelerada inflación; culminan­do con los embates de hiperinflación del período 1988-1990. A mediados del sigloXX, los ciclos económicos se acortaron. Ciclos de tres él cinco años desplazaronlas oscilaciones previas, de aproximadamente ocho años." Di Tella y Dombuschregistran la creciente volatilidad de la economía y la descomposición política quela acompaña en relación con los cambios de régimen. Entre el comienzo de la pri-

.mera administración de Juan D. Perón en 1946 yla de Alfonsín en 1983 hubo 19. presidentes (el período constitucional era de seis años) y 38 ministros de econo­

mía." Entre 1946 y 1983 sólo un presidente terminó su mandato y hubo 13 golpesmilitares; en diversas ocasiones una facción de las fuerzas armadas intervino con.el objetivo de desplazar a un general que había perdido la conñanzade sus cole­gas, o instalar uno perteneciente a otra cúpula militar.

ro. Cortés Conde, "Estimaciones... ", p. 17 Y"The Growth ofthe Argentíne economy in thelong-run, 1875-1988", comunicación inédita presentada a la London School of Eco­nomícand Political Science, noviembre, 1995.

11. Statistical Abstract ofLatin America y The Americes and Australasia, varios núme­'ros.

12. Díaz Alejandro, Essays... ; Di Tella y Zymelman, Las etapas.... Véase también Di Tellay Dornbusch (eds.) ThePolitical Economy ofArgentina y C.M. Lewis, "Cycles and Ma­croeconomic Policy since the 1930s" en C. M. Lewis y N. Torrents (eds.) Argentina in .the Crisis Years, 1983-1"990 (Londres, 1993).

13. Dornbusch y Di Tella (eds.) Political Economy..., pp. xiii-xvi.

Crecimiento y retraso económico 13

El colapso de las instituciones democráticas se sucedió en diversos momen­tos, como en 1930 cuando, con un amplio apoyo civil, el ejército derroca a Hipó­lito Yrigoyen (1928-1930) de la Unión Cívica Radical, electo democráticamente, ocomo en 1943, cuando intervienen nuevamente las fuerzas armadas para derrocara la particularmente corrupta 'presidencia del vicepresidente Ramón Castillo(quien había asumido luego de la enfermedad terminal de Roberto M. Ortiz [1938­i942]), o ~n 1955, cuando la segunda presidencia de Perón se ve interrumpida porun coup que cuenta con un amplio respaldo de la clase media. Pero si el accionarmilitar de 1930, 1943 Y 1955 fue acompañado por una aprobación civil sustancial,las intervenciones posteriores se inclinaron por un programa surgido casi exclu-

. sivamente de círculos militares y, enun grado menor, de círculos fmancieros. Des­pués de 1955 el único golpe que atrajo un considerable apoyocívíl (o que brindóun alivio) fue el derrocamiento de Isabel Perón en 1976.

¿Cuál es la relación entre los ciclos económicos y políticos? ¿Prefiguró la des­composición de la instituciones políticas el colapso económico, o fue el estanca- .miento económico el que reveló la fragilidad de las instituciones sociales y políti­cas, precipitando un descenso hacia la violencia? Pocos podrían negar .el hechode que la crisis en apariencia 'permanente' de las instituciones políticas a partir de1955 afectó el nivel de actividad económica. Estudiosos de la historia política ar­gentina ofrecen una cronología comparable a las fases de expansión, ajuste e ines-tabilidad marcadas por los historiadores económicos. 14 '

Las décadas de 1850 y 1860 fueron testigos de la formación del estado oligár­quico, cuyas instituciones probaron ser notoriamente estables entre 1870 y 1910.¿Fueron los años alrededor del cambio de siglo un período de reforma, culminan­do en nuevos arreglos electorales (la ley Sáenz Peña: en 1912) que pusieron enmarcha un experimento de democracia entre 1916 y 1930? ¿O fue este períodosimplemente una extensión de la república oligárquica" a pesar de la aparienciadel ejercicio de políticas democráticas formales? El nacionalismo, aunque no ca­rente de confrontaciones, era la corriente dominante desde los '30 a los '70, y pu­do haber servido durante parte de esteperíodo como fuerza capaz de mantener lacohesión. social, o al menos enmascarar los crecientes antagonismos sociales, da­do el clamor por acceder al poder político de, en primer lugar, la clase media, yluego el proletariado urbano. Los '80 y '90 marcaron un retroceso del nacionalis­mo ,Yuna nueva búsqueda por establecer instítucíones políticas durables.

14. N. Botana, El orden conservador: la política arqentina entre 1880 y 1916 (Buenos Ai­res, 1979); O.Rack, Politics in Argentina, .1890-1930: the rise and JaUojRadicalism(Cambridge, 1975); C.H. Waisman, Reversal oj Development in Argentina: postwarcounterrevolutionary policies and their structural consequences (Princeton, 1987); J.C. Torre and L. de Riz, 'Argentina since 1946' en L. Bethell (ed.) Argentina since Inde- .pendence (Cambridge, 1993).

14 Colin Lewis

Explicando la involución económica

¿Por qué la temprana promesa de un crecimiento económico veloz en el cambiode siglo no se tradujo en un crecimiento sostenido? Muchos historiadores se hanenfrentado a la pregunta con poco éxito. La historiografía económica argentina seha visto resquebrajada por una disputa que tendió a demonizar antes que ti infor­mar, En demasiadas ocasiones la búsqueda de explicaciones se tomó en la de chi­vos expiatorios -individuos, grupos, regímenes, períodos- y en aserciones politi­zadas en lugar de la reflexión o el análisis. Ideólogos militantes buscaron repartirculpas en vez de iluminar los procesos, y vindicar proyectos en relación con unpasado idealizado destruido voluntariamente o deteriorado por adversarios polí­ticos. La historiografía abunda en 'eras doradas', oportunidades perdidas, puntos.de inflexión y opiniones firmemente sostenidas que desafían el consenso.

Las instituciones argentinas modernas cobraron forma luego de 1853, siguien- .do el derrocamiento del dictador Juan Manuel de Rosas en 1852. ¿Pero fue el arre­glo establecido en la constitución de 1853 y en la efectivización de I880-resultan­do en la federalización· de la ciudad de Buenos Aires- un modelo para el desarro­llo nacional, o fue más bien el proyecto de un grupo, laclase terrateniente de lasprovincias del litoral? Gran parte de la controversia en la historiografía, y las dis­cusiones sobre el curso subsecuente de la historia nacional, surgen de esta pre­gunta. Así se produjo el nacimiento de una visión dicotómica del estado, la socie­dad y la economía. ¿Lograron los eventos de 1852 (o.de 1879/1880) liberar el paísde un pasado despótico, sustituyendo el bucólico barbarismo de la anarquía y elvicio -las políticas de los caudillos- y la acumulación primitiva por el constítucio­nalismo y el progreso social? ¿O fue el sistema de valores. tradicionales -el catoli­cismo romano, la jerarquía (mitigada por un rudo individualismo y por una toscaigualdadj- sacrificado en el altar del internacionalismo en la búsquedade una ga­nancia económica. transitoria, distribuida inequitatívamente?

Una certeza es que el rápido crecimiento a finales del.siglo XIX fue atribuidoa efectos encadenados que derivan de una suma favorable de factores -el aparen­temente inacabable stock de tierras fértiles, complementado con suministros. im­portados de capital y trabajo- y de la inserción en una economía internacional di­námica." A finales del siglo pasado, funcionarios públicos e ideólogos del libera­lismo medían el crecimiento a partir del incremento de la población, la expansión·en el comercio internacional, el flujo de capitales externos y el aumento del gas­to del gobierno, que no descuidaba la inversión en áreas sociales. Muchos histo­riadores continuaron esta tradición. 16 ¿Pero podía o debía el crecimiento (propul-

15. Véase R. Cortés Conde El proqreso argentino, 1880-1914 (Buenos Aires, 1979); C. B.Schedvin "Staples and Regíons oí Pax Britannica", Economic History Reoieui 43:4(1990) pp. 533-559: V. Vázquez-Presedo, El caso argentino: migración defactores, co­mercio exterior y desarrollo, 1875-1914 (Buenos Aires, 1971).

16. Véase ejemplo en E. Tornquist, The Economio Development of the Argentine Republic

Orecimientou retraso económico 15

sado por las exportaciones) promover un desarrollo que se sostuviera a sí mismo,cómo lo predice la teoría económica clásica?' Algunos historiadores económicosy sociales cuestionan la inevitabilidad del desarrollo. Factores domésticos, es­tructurales y coyunturales han sido identificados como 'limitativos de la dinámi­ca del proceso afectando el multiplicador económico interno, así como los efec­tos de depresiónsocial, los que podrían provenir de la expansión basada en las ex­portaciones. Algunos autores se limitan a explicar. y describir la dimensión del fra­caso argentino en sostener el crecimiento económico. Otros ofrecen tanto expli- .caciones como soluciones.

Se pueden identificar' diversas corrientes en la hístoriografía económica y so­cial. En·un orden histórico aproximado, se las puede exponer de la siguiente ma­nera:

a) Emergiendo de' trabajos publicados. alrededor de la Primera Guerra Mun­dial, se' encuentra una crítica nacionalista a los enfoques liberales, que habíaninfluido hasta ese momento en la literatura histórica y en la valoración de laactuación económica de la República Argentina, así como de sus políticas gu­bernamentales.b) Esta corriente ejerció su influencia sobre otra escuela, el estructuralismo,que se popularizó luego desde fines de los años '40.e) La teoría de la dependencia en los '60 y en los '70 también produjo un im­pacto en la historiografía, siendo crítica tanto del proyecto de 1880 y de losprocesos económicos y sociales que engendró, como de las soluciones desa­rrol1istas aplicadas para evitar la pérdida del dinamismo sufrida en las décadasdel '50 y del '60.d) En esa línea, una cuarta escuela estuvo hasta cierto punto en deuda tantocon la literatura estructura1ista como con la de la dependencia. La misma tuvoplanteos desafiantes, revisionistas e historicistas, .sobre la fuerza y la duraciónde la 'era dorada'. del crecimiento orientado hacia la exportación, tal como lodescribía la literatura ortodoxa de la modernización.e) Con una perspectiva opuesta, se han puesto en boga más recientemente teo­rías radicales neolíberales, que ensalzan el progreso económico del período deinserción internacional y desafían el pensamiento intervencionista y el anti-in­temacionalismo asociado con parte de la literatura estructuralista y con loscrudos análisis de la dependencia. Autores adscriptos a esta líneade perisa­miento apuntan al alto costo del aislamiento económico, aun en los problemá­ticos años '30.

in the Last Fifty Years (Buenos Aires, 1919).Díaz Alejandro hace uso de este materialen su estudio clásico, Essays... , pp. 2-3: entre 1865/1869 y 1910/1914la construcciónde vías ferroviarias aumenta, en promedio, un 15,4~ por año (comparado con 1,4% poraño entre 1910/14y 1925/29); la población crece un 3,4%(2,8%); las exportaciones un

.6,1%en términos monetarios (3,9% en volumen); las importaciones un 5,4%en térmi­nos monetarios (2,4% en volumen); el.PBI real crece por lo menos un 5%entre la déca­da de 1860 y la de 1910.

16· Colin Lewis

f) Asimismo, inspirándose en esa historiografía liberal, economistas neo-polí­ticos señalan a los factores sociales como responsables de los cambios en laspolíticas económicas e, implícitamente, de los errores de estas políticas, subra­yados por los neoliberales, y de las malas administraciónes, señaladas aún an­tes por los estructuralistas y otros.g) Finalmente, una amplia literatura que estudia especialmente ·la coyunturainternacional del segundo tercio del siglo XX, vista como particularmente des':'ventajosa para el país, se hace eco de alguno de los argumentos de las escue­las mencionadas para los períodos anteriores.

Esta lista no es de ningún modo exhaustiva, y no incluye, por tanto, todas las co­rrientes o escuelas existentes. Muchas de ellas atribuyen además diferentes gra­dos de importancia al mismo asunto o serie de eventos. Un aspecto interesante deestas contribuciones y análisis es la cantidad de autores argentinos que, habiendoparticipado en el debate desde los años '30, tuvieron cargos políticos o altas res­ponsabilidades como funcionarios públicos."

Muchos contemporáneos ya observaban un retardo general en la tasa de ere­cimiento de las exportaciones luego del cambio de siglo. Estaban particulannen­te preocupados por el impacto ·de la volubilidad del"mercadoexterno en los íngre-:sos domésticos y en la eficiencia total del sector exportador. Mientras que algu­nos eran críticos de los mecanismos de la economía exportadora, otros, más di­rectos, cuestionaban la capacidad del sistema de brindar lo que se describirá mástarde como cambio estructural. Las críticas más coherentes y consistentes eranarticuladas por nacionalistas conservadores asociados con la Revista M Econo- .mía Argentina, Unapublicación que circulaba en los círculos académicos, oficia­les y probablemente, ñnancíeros." El miembro más prolífico de esta 'escuela' fue .AlejandroE. Bunge, quien pasó de cuestionar la eficacia de un modelo orientadohacia la exportación, a refutar su utilidad como vehículo para el desarrollo "nacio-

. nal", Mientras otros apoyaban una mayor competencia entre las compañías deservicios públicos, mayormente extranjeras, y un programa estatal de moderniza­ción de la infraestructura para lograr que los artículos' de primera necesidad ar­gentinos fueran más competitivos y estuvieran menos expuestos a las fluctuacio­nes de los mercados mundiales, Bunge proponía una reforma tarifaría para impul­sar la industrialización "natural" y la exportación de productos con un mayor va­lor agregado. Bunge y los nacionalistas defendían la acción del estado en el desa­rrollo de recursos físicos para uso interno. Muchas de las ideas de Bunge encon­trarán más tarde su expresión, en el plan de 1940para la reactivación. económica,

17. Por, ejemplo, Raúl Prebisch, Roberto Alemann, Aldo Ferrer, Guido Di Tella yDomingoCavallo.

18. M. Falcoff, "Economic Dependency in a Conservative Mirror: Alejandro Bunge and theArgentinefrustration 1919-1943";·Inter-American Economic Affairs 35:4 (1982), pp.57.-75. ·

Crecimiento y retraso económico 17

un paquete de medidas que influirá, en su momento, en las estrategias peronistasposteriores a 1946.19

Miembros de la escuela de la Revista de Economía Argentina concibierontambién políticas sociales más activas, sobre todo en salud y en vivienda, con elfin de promover un crecimiento vegetativo de la población (antes que inmigrato­rio) para inculcar disciplina y prevenir la "agitación" proveniente de los extranje­ros." Parecían existir en el tono de la discusión rasgos cercanos a las ideas deFriedrich List y de Otto Bismarck.

Tomadas en conjunto, estas visiones representaban una evaluación exhaustivade los mecanismos y de las consecuencias del desarrollo nacional hasta ese mo­mento. Muchas de estas críticas fueron absorbidas por estudios subsecuentes,Además, varios de los elementos del debate entre los tecnócratas de ese tiempo-vulnerabilidad externa, eficiencia macroeconómica, .y la necesidad de promoverla manufactura- serán más adelante retomadas por las tempranas publicacionesde la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Esto rio es del todosorprendente. Raúl Prebisch, quien se convirtió más tarde en el secretario gene­ral de la CEPAL, comenzaba entonces su carrera como funcionario público y aca­démico. Inicialmente, editaba la publicación económica del influyente Banco dela Nación Argentina, antes de alcanzar puestos más altos en el mismo banco, enla Comisión de Control de Cambios y en el Banco Central, de-ser asesor de, Fede­rico Pinedo, en su momento ministro de Hacienda, quien diseñó el plan de reacti­vación económica de 1940. Otro hecho destacable del debate académico argenti­no del momento sobre las opciones de la política económica era su profundidad 'y su alcance. En la década de 1910, se podían encontrar críticos individuales de lo ,

19. J. J. Llach, 'El Plan Pinedo de 1940, su sígníñcado histórico y los orígenes delaecono­mía política del peronismo', Desarrolla Económico '23:92 (1983/4).

20. Véase, en particular, A. E. Bunge, Riqueza y renta de la Argentina: su distrioucioa y . 'su capacidad contributiva (Buenos Aires, 1917); Los problemas economicos delpre­sente: población, trabajo costo de la vida, poder de la compra de la moneda, produc­ción e industrias nacionales (Buenos Aires, 1920); La economía argentina (1926-8),"Costo de vida en la Argentina de 1'910a 1917: números Indicadores", Revista de eco­nomia argentina 1:1 (1918). Para otros informes "contemporáneos", véase también J.B. González, El encarecimiento de vida en la República Argentina, (Buenos Aires,1908), M. A. Carcano, Evolución histórica del régimen de la tierra pública, 1810-

, 1916 (Buenos Aires, 1916). Para discusiones más recientes, véase N. Girbal de Blacha,:Estado, chacareros y terratenientes, 1916-1930 (Buenos Aires; 1988), H. Sábato, "tra­bajar para vivir o vivir para trabajar: empleo ocasional y escasez de mano de obra enBuenos Aires -ciudad y campaña-, 1850-1880"en N.Sánchez Albornoz (ed.), Poblaciotiy mano de obra en América Latina (Madrid, 1985); J. Adelman, "The Harvest Hand: 'wage-labouring on the pampas, 1890-1914" en J. Adelman (E~.), Essays in ArqentineLabour History, 1870~1930 (Londres, 1992) y "Social Insurance: ideology and policyin the Argentine, c. 1920-1966" en C. Abel y C, M.Lewis (eds.), Latin 'America: wel-fare, PO'l)erty and development (Londres, 1983).

18 Colin Lewis

que luego se conoció como 'crecimiento orientado hacia la exportación', en diver­sos países latinoamericanos. Lo destacable de la Argentina era la emergencia de'escuelas' de pensamiento, algunas de ellas dentro del mismo régimen conserva­dor. Ideas nacidas en estas escuelas fueron sostenidas durante largo tiempo ofre­ciendo, además, estrategias alternativas a aquellas en boga en el momento."

Paradójicamente, variantes surgidas de la teoría de la modernización conven­cíonalayudaron a los críticos de la ortodoxia liberal. Un controvertido estudio deGuido Di Tella y Manuel Zymelman argumenta que el cambio del crecimiento aldesarrollo estuvo lejos de ser automático. Extendiendo la teoría de las etapas decrecimiento elaborada por Rostow, agregaron una fase extra, 'la gran demora',cuando el país fracasó en cumplir la predicha transición del 'despegue' al 'crecí­mento sostenido por sí mísmo'r" Aceptando estas reservas, y opiniones apareci­das en la Revista de Economía Argentina, los estructuralistas señalan un mayorespectro de fallas y equivocaciones en el proyecto liberal. Empleando los concep­tos de centro-periferia e inspirándose en el debate sobre los movimientos secula­res de términos de intercambio contra las economías primarias exportadoras, for­mulado por la CEPAL, la crítica estructuralista más completa del crecimiento ar­gentino orientado hacia la exportación pertenece a Aldo Ferrer" Para Ferrer, lainestabilidad de los precios de exportación y el lento crecimiento registrado en elsiglo XXse deben a una combinación de factores tnternos y externos. Con el cie­rre de las fronteras en los años '20, el sistema extensivo de producción que preva­leció hasta el momento -dependiente de importaciones de trabajo .y capital parala explotación de tierras recientemente incorporadas- estaba condenado. La na­turaleza precaria de los patrones extensivos de crecimiento expuso fallas pasadaspara resolver problemas de eficiencia (asociados con la configuración de la inver­sión para la infraestructura, con los patrones de tenencia de tierras y con políti­cas oficiales erróneas que resultaron en un desequilibrio regional, sectorial y so-

21. D. Rock, Authoritarian Argentina... , pp. 120-122 Y 127-128. Para otros países, véaseA. Encina, Nuestra inferioridad económica (Santiago de Chile, 1912) y A. Molina En­ríquez, Los grandes problemas,nacionales (México, 1909}

22. G. Di Tella y M. Zymelman, Las etapas... , en diversas partes del texto, especialmentepp. 22-32, 71-103 Y"El desarrollo de los espacios abiertos", en El Trimestre Económi-co 30:116 (1962). .

23. A. Ferrer, The Argentine Economy (Berkeley, 1967) y Desarrollo sin dependencia(Buenos Aires, 1974). Las ideas de Ferrer fueron elaboradas por primera vez en el ar­tículo "Los problemas de la transición: el caso argentino", El Trimestre Económico,30:117 (1963) pp. 1-14. R. T. Alemann, Breve historia de la política económica argen­tina, 1500-1989 (Buenos Aires, 1990) también ofrece un punto de vista estructuralis­taen el largo plazo. Mucha de la literatura estructuralista se inspira en gran medida enla CEPAL "Economic Development of Argentina" en Economic Development cfLatinAmerica, 1949 (Nueva York, 1951), pp. 89-195 Y El desarrollo económico argentinovol. 1 (México, 1959).

Crecimiento y retraso económico 19.

cíal). Estrategias de industrialización mercado-internistas poco felices llevadas acabo durante los años '40 condujeron a una desarticulación económica, un proble­ma que se intensificó debido a cambios sistémicos en el escenario económico in­ternacíonal, El desplazamiento de Gran Bretaña, todavía un mercado relativamen­te abierto para las exportaciones del Río de la Plata, por Estados Unidos, la ma­yor economía inversora y comercial del mundo, unido con el deterioro inexorableen los términos de intercambio, provocaron un ciclo de crisis en la balanza de pa­gos y una inflación que frustró los programas de ajuste, impulsando U11a luchaconstante entre la. inversión y el.consumo, que a su vez fomentó. la inestabilidadpolítica por varias generaciones. En este revuelto escenario, las instituciones do­mésticas se mostraron incapaces de resolver los conflictos en la distribución sinrecurrir a la coerción. La solución al problema, dice Ferrer, se halla en una expan­sión industrial dirigida por el estado Y' en una eficiencia mayor en la exportación.Algunos de estos programas no estaban tan distantes de las ideas ofrecidas conanterioridad por nacionalistas conservadores.

Críticos radicales tanto del proyecto liberal como de las solucionesestructu­ralistas -industrialización sustitutiva de las importaciones- estaban en deuda conlos diagnósticos nacionalistas y estructuralistas. Impulsores de varias corrientesde la teoría de la dependencia resaltaron las distorsiones económicas y socialesresultantes de la inserción en la economía mundial. El crecimiento orientado a laexportación había beneficiado a una pequeña porción de la sociedad precisamen­te porque el modelo estaba concebido sectoria1mente por una oligarquía terrate­niente y sus aliados comerciales y ñnancieros del extranjero. Citando las críticasnacionalistas de los años '30 a las relaciones bilaterales con Gran Bretaña (y laperniciosa influencia de Gran Bretaña en las políticas internas y la economía delsiglo XIX24

) y el supuestamente positivo impacto de la Primera Guerra Mundial yde la depresión de entreguerras en la producción doméstica industrial, los depen­dentistas abogaron por una revolución social y afirmaron que un desarrollo autó­nomo nacional sólo podría surgir de un 'desprendimiento', una separación de laArgentina de la economía íntemacional."

Los dependentistas aceptaron las interpretaciones de los ·cepalistas en cuantoa los movimientos relativos de precios internacionales y su análisis de la desigual­dad en el intercambio entre .economías 'periféricas', productoras .primarias, y el'centro' industrializado, pero tildaron a las estrategias estructuralistas de meros

24. Véase, por ejemplo, R. Scalabrini Ortiz, Política británica en el Río de la Plata (Bue­nos Aires, 1940) o R. y J. Irazusta, La Argentina y el imperialismo británico: los es­labones de una cadena, 1806-1933 (Buenos Aires, 1934). Para una tesis alternativa,particularmente sobre los eventos de los años '30, véase P Alhadeff, "Dependency, His­toriography and Objections to the Roca Pact" en C. Abel y C. M. Lewis (eds.), LatinAmerica: economic imperialism. and the state (Londres, 1991).

25. J. E. Corradi, Thefitful Republic (Londres, 1985).Para textos más polémicos, J. Fuchs,Arqentina: su desarrollo capitalista (Buenos Aires, 1965).

,20 Colin Lewis

paliativos. Los programas de Intervención e industrialización forzada no dieronpor resultado una economía "semi-cerrada" eficientemente regulada, provocandoen cambio ineficiencia administrativa y productiva, como.consecuencía de la con­ducta olígopólica o monopólica llevada a cabo por poderosos bloques anti-progre­sistas capaces de controlar el 'estado. Durante el período del íntervencionísmo es­tatal como impulsor del desarrollo, se decía que las desigualdades en el ingresohabían empeorado y que las corporaciones transnacionales penetraron en el sec­tor de- la manufactura, profundizando la dependencia de Argentina. Estas críticasdispararon el debate, y tuvieron su efecto en el discurso político; inspirando la ac­ción directa de grupos descontentos, pero no tuvieron un impacto en la políticacomparable al del desarrollismo cepalista." En los años '70 la crítica dependentís­taose fue haciendo cada vez más estéril. Proveía un notable análisis del desparejodesarrollo posterior a la Segunda Guerra Mundial pero no lograba reconocer el

, potencial de la prescripciones estructuralistas y el ritmo de cambio enla econo-mía global." , ,

Tulio Halperin Donghi y otros señalaron la relativa brevedad del período decrecimiento realmente rápido, la socialmente fragmentada y políticamente limita­da naturaleza de 'la modernización de fines del siglo pasado, la perpetuación deagudas dicotomías regionales y los aspectos negativos de la inversión extranjeradirecta." Unos pocos ejemplos alcanzan. Expositores del modelo de desarrollo li­beral pueden haber enfatizado la utilidad de la,inmigración europea, especíalmen­te en términos de' disciplina laboral y' alfabetísmo, pero para los campesinos crio-

. 26.' G. O' Donnel1, Él estado burocrático-autoritario (Buenos Aires, 1981), especialmenteel capítulo 5; R. Gillespie, Soldiers oiPerón: Arqentino:» montoneros (Oxford, 1982).

27." Para una provocativa crítica marxista "tradicional'" de la dependencia, véase B. Wa­rren, Imperialism: pioneer of capitalism. (Londres, 1980). La exposición original deWarren aparece como "Imperialísm and Capitalist Industríalisation", New Left Review81 (1973). Véase también la respuesta deA. Emmanuel, NLR LXXXV (1974). Para un 'recuento revisionista de los logros de la estrategia de desarrollo .estructuralista, véaseE. Ablin Y J. Katz, "From Infant Industry to Technology Exports: the Argentíneexperíence on the sale oí industrial plants and engineering work" en J. Katz (ed.), Tech­nology Generation in Latin American Manufacturing Industries (Londres, 1987); L.R. Alschuler, "Argentina: from egalitarian stagnatíon to authoritarian growth" en L. E.

, Alschuler (ed.), Multinationals and Maldevelopment (Londres, 1987); M. Rodríguez,B. Kosakoff (eds.), El 'desafío de la competitividad: la industria arqentina en troms­formación (Buenos Aires, 1993).

28. T. Halperin Donghi, "The Argentine Export Economy: intimations of mortalíty, 1894­1930" en G. Di Tellay D.'C. M. Platt (eds.), The Political Economu ofArgentina, 1880­'1946 (Londres, 1986); D. Rock, "Argentina in 1914" en L. Bethell (ed.) The CambridgeHistory ofLatinAmerica, volume \t': c. 1870 to 1930 (Cambridge, 1986); J. S. Tulchin"I'he Relationship between Labour and Capital in Rural Argentina, 1880-1914"en G. DiTella y D. C" M. Platt (eds.) The Political Economy oiArgentina, 1880-1946 (Londres,1986); M. Rapoport, Economía e Historia, (Buenos Aires, 1988).- '

Crecimiento y retraso económico, 21

llos analfabetos el afluir 'de inmigrantes y capitales extranjeros representaba másuna amenaza que una fuerza de liberación. La respuesta era, en muchas ocasio­nes, ,una protesta violenta. 29·Tanto los gauchos como los descendientes de ex-es­clavos" sujetos a las opresivas leyes que condenaban la vagancia, constituyeron'entonces una clase marginal urbana y rural. En el extremo de la economía de ex­portación, estos grupos estuvieron social y políticamente marginados hasta losaños '40.30 También otros sectores consideraban negativamente a la inversión ex­tranjera y a la presencia cada vez mayor de corporaciones internacionales en elmercado interno. Ese proceso y el acceso limitado al crédito produjo el descon­tento ,de los aspirantes a convertirse en empresarios locales, particularmente de

. los dueños de pequeñas ñrmas que proliferaron en la depresión y en los años dela guerra." '

Esto reforzo la crítica al ,crecimiento orientado hacia las exportaciones queapareció prominentemente en los sectores nacionalistas y estructuralístas de losaños 30' y de los '40. De cualquier modo, bastante antes del fmdel siglo XIX, laselites provinciales del interior eran conscientes del problema. Facciones de la vie­ja oposición federal al centralismo. y dominio de Buenos Aires estaban menoscomprometidas con el crecimiento orientado hacia la exportación que sus contra­partes pampeanas, La inserción en el sistema mundial era vista por muchas elitesprovinciales como un proyecto porteño que traería beneficios sólo transitorios yamenazaría con perturbar 13& frágiles bases del poder local. 32 '

Hacia fmes del siglo XIX, los terratenientes de la pampa húmeda estaban capa­citados para producir un ganado de alta calidad destinado al lucrativo comercio

29. E. Gallo "Argentina: Society and politics, 1880-1916" en L. Bethell (~d.), The Cambrid­ge History of Latin America Vol. ~ c. 1870 to 1930 (Cambridge, 1986), pp. 370-371;C. Solberg, "Farm-workers and the Myth of Export-led development in Argentina",The Americas 32:2 (1974), pp. 121-138.

30.: R. W. Slatta, Gauchos and the Vanishing Frontier (Lincoln, Nebraska, 1983) pp. 2-6;R. Salvatore, "Labor Control and Discrimination: the contratista system in Mendoza,Argentina, 1880-1920"Agricultural History 60: (1989; R. S. Shipley, "On the OutsideLooking In: a social history of the porteño worker during the "Golden Age" of Argenti­ne Development, 1914-1930", (disertación inédita, Universidad de Rutgers, 1977); 801­berg, "Farm-workers", Para los reformadores liberales de la época, el gaucho era unanatema. Era el epítome del atraso de la sociedad tradicional argentina y tambiénconstituían una amenaza política, habiendo sido movilizados por Rosas. Véase D. ESarmiento, Lije in the Argentine Republic in the Days of the Turasus (Nueva York,)961), J. Lynch, Argentine Dictator: .Juasi Manuel de Rosas, 1829-1852 (Oxford,1981) pp. 38-39, 101-109, 189-192.

31. J. Teichman, "Interest Conflicts and Entrepreneurial Support for Perón" Latin Ameri­can,Research Review, 16:1 (1981), pp. 144-155.

32. D. Rock, Authoritarian Argentine: the nationalist movement, its history and its im­pact (Berkeley, 1993) pp. 51-52;'Gorostegui de Torres, La organización nacional; F. J.

. McLynn, "Political Instability in Córdoba Province during the 1860s",1bero-Amerika­nisches Archiv 6:3 (1980) pp. 263-264. Véase también N. Botana, El orden conserva­dor: la política argentina entre 1880 y 1916 (Buenos Aires, 1977).

22 Colin Lewis

internacional de la carnee Yendo del ovino al bovino, de la exportación de ganadoen pie a las exportaciones de carne congelada y, fmalmente, a las de carne enfria­da, los productores de la pampa húmeda se embarcaron en un programa de espe­cialización que impulsaba la concentración en grandes .unidades de producción,.ínterrumpíendo el proceso de pasaje hacia las empresas de m.ediana escala aso­ciadas con el ciclo de la lana de mediados ,del siglo XIX y, más tarde, la predomi­nancia del cultivo de cereal en las colonias agricultoras de Santa Fe, Entre Ríos yCórdoba." ¿Inlpidió la concentración de la cría de ganado en las pampas la emer­gencia de una clase de pequeños o medianos granjeros o chacareros? Se ha dichoque la oligarquía rural rentista frustró el desarrollo de un patrón dinámico del' cul­tivo mixto de mediana escala.34 ¿Dependían las ganancias de los ganaderos pam­peanos del uso del poder político para inclinar las reglas del juego en favor delsector terrateniente?" Alternativamente, se puede decir que el cambio hacia la,producción de carne de primera calidad reflejó el talento empresario de la oligar­quía rural bonaerense y ejemplificó la vitalidad económica del 'latifundismo ar­gentino que, como el sistema tripartito inglés de propiedad a gran escala, arrenda­mientos y proletariado rural, permitía respuestas efectivas y flexibles a las seña­les del mercado."

La diversificación de los artículos de primera necesidad pudo también haberextendido la fase de crecimiento dinámico de las exportaciones. Prescindiendo delas interpretaciones sobre la causa o el curso de los eventos, resulta' claro que va­rios grupos fueron excluidos de los beneficios (o se consideraron ellos mismosmarginados) del proceso de crecimiento orientado hacia la exportación y que elempuje del sector comenzaba a vacilar en las primeras décadas del siglo XX. Sec­tores marginados como los trabajadores rurales, las elites del interior y aquellosque se oponían a los desafíos económicos y sociales planteados por el crecimien-

33. E. Gallo, "Santa Fe en la segunda mitad del siglo XIX: transformaciones en su estruc­tura regional" en Di Tella y T.Halperin Donghi (eds.) Los fragmentos del poder (Bue­nos Aires, ~969) y La pampa gringa: la colonización agrícola en Santa Fe, 1870-1895(BuenosAires, 1984); H. Sábato, Agrarian Gapitalism and the World Market: BuenosAires in the pastoral age, 1840-1890 (Albuquerque,.1990).

3,4. J. R. Scobie, Revolution on the Pampas: a social history of Arqentine wheat, 1860­1910 (Austin, Texas, 1967), pp.31, 45-46,50-51: C. Solberg, "Rural Unrest and AgrarianPolicy in Argentina, 1912-1930", Journal ofinter-Americen Studies and World Affairs13 (1971), Y The Prairies and the Pampas: agrarian policy in Ganada and Arqenti­na, 1880-1930,(Stanford, 1987).

35. J. F: Sábato, Nota sobre la formación de la clase dominante en la Argentina moder­na, 1880-1914 (Buenos Aires, mímeos/CISEA 1979) en todo el texto, especialmentepp.135-163; A Pucciarelli, El capitalismo agrario pampeano, 1880-1930 (Buenos Ai­res, 1986) pp.55-68; Scobie, Revolution on the Pampas... ; Solberg, The Prairies andthe Pampas..., pp.146-155: Rock, Argentina, 1516-1982, Alianza, Buenos Aires, 1986,pp. 139-142. -

-36. Adelman, Frontier Deoelopment, pp.73-74, 76-77, 78-78,96.

Crecimiento y retraso económico 23

to orientado hacia la exportación proveyeron un grupo de electores que los opo­sitores del 'proyecto liberal' y del internacionalismo economicista encontraránmás tarde fácil de movilizar,"

Como se verá más abajo, estos grupos formaron la base del apoyo político alas políticas económicas nacionalistas o intervencionistas a las que más tarde losneo-liberales acusarán de socavar la competitividad internacional de Argentina. Silas políticas de crecimiento "hacia adentro" del tercer cuarto del siglo XXfueronresponsables del estancamiento económico; la ineficiencia institucional y la 'ex­clusión' política hacia fines del siglo XIXy principios del XX, contribuyeron a laformación de,alianzas que configuraron estas políticas. Por otra parte, aun si losintentos de revisar "hacia abajo" la duración de la fase de crecimiento realmenteveloz de la época agroexportadora son exagerados, parece claro que el dinamis­mo del "bien primario de exportación" no podía durar indefmidamente. Pero re­sulta igualmente claro que la flexibilidad institucional fue vital para la expansióneconómica continua y que los factores sociales posteriores al cambio de siglo ten­dieron a reducir antes que a aumentar esa flexibilidad.

Las instituciones arcaicas confrontaron la transformación económica proban­do ser notablemente resistentes durante la modernización capitalista. De acuerdocon Brown, los patrones de tenencia de tierras reflejaban un orden social pre-mo­derno y perpetuaban un sistema de discriminación social que frustraba el proce­so de modernización en el conjunto de las clases sociales. De allí que el liberalis­mo autoritario de la república oligárquica surgiera de un cambio social incomple­to,y a su vez asegurara los experimentos populistas del segundo tercio del sigloXX.3S Las formas institucionales pre-capitalistas fueron sostenidas, antes que de­bilitadas, por el crecimiento económico, que impulsó políticas de contención.Grupos subordinados, "fragmentos de clase", intereses sectoriales y facciones ri­vales fueron manipulados -y puestos a competir unos contra otros- por los sec­tores dominantes. Detrás de la fachada de la reforma organizativa, las altas esfe­ras políticas eran controladas por un grupo relativamente pequeño de familias dela elite que absorbía el ambicioso talento de los inmigrantes. Por lo tanto, el per­sonalismo y el autoritarismo fueron rasgos comunes al régimen de Rosas, a lasaparentemente 'meritocráticas' políticas de la pax rosista, a los períodos de com-

37. D. Rock, "The Survival and Restoration oí Peronism" en D. Rock (Ed.), Argentina inthe Twentieth Century (Londres, 1975), pp. 183-184YArgentina, 1516-1982, pp.234-4;C.H. Waisman, Reversal ofDeoelopment in Argentina: postwar counierreooiutionarupolicies and their structurol consequences (Princeton, 1987); P Waldmann, El pero­nismo, 1943-1955 (Buenos Aires, 1981), pp.22-23; Salvatore, "Labor Control"; 1\ Luna,Perón y su tiempo: la Argentina era una fiesta, 1946-69 (Buenos Aires, 1984), espe­cialmente pp.41-140, 214.

38. J. C. Brown, "The Bondage oí Old Habits in Nineteenth-Century Argentina", LatinAmerican Research Review 21:2 (1986), pp. 3-32..

24 Colin Lewis

petencia partidaria en el siglo XXy,no en menor medida, 'alperonato. 39 Como Ro­sas, Perón fue capaz de presentarse ante el establishment del momento como unaalternativa al caos, en' este' caso enfatizando el bienestar social como alternativa'a la revolución social."

~ Los-datos que sostienen la tesis de que el período de crecimiento muy rápido. fue relativamente corto, están presentes en los cuadros. El cuadro 1 muestra 'que

las tasas de crecimiento globales para el período 1896-1912 eran aproximadamen­te un tercio más bajas que para el período 1875-1896. Además, para todo el perío­do, de 1875 a-l912, las tasas per copua estuvieron por debajo delas globales. Es­to sugiere que la economía sufrió de retornos decrecientes una vez que el "shock

, de oferta" por el incremento en el stock detierras fértiles y en trabajo y capitalesimportados comenzó a desvanecerse. Esto se confirma comparando -lalentitud dela economía argentina, respecto de la australiana, durante y después de las déca­das de entreguerras ycon la de Brasil luego de la Segunda Guerra Mundial, comose verifica en .el cuadro 3. De hecho, los cuadros 2 y 3 muestran una caída relati­va de la mayor parte de las economías después de la Primera Guerra Mundial.

En años recientes se ha asistido a una reivindicación de la ortodoxia liberal-oneoliberal-. Ésta se ve impulsada tanto por los análisis históricos comparativoscomo por la severidad de las dificultadesdel país. En losaños '70, muchos argen­tinos comenzaban a discutir asuntos como ~l estancamiento económico, la crisisde legitimidad del régimen y el próximo colapso institucional al darse cuenta ca­da vez más de que la performance de la economía desde la Segunda,Guerra Mun­dial había-sido desfavorable en relación con los antecedentes históricos, con las

_experiencias contemporáneas de otras -grandes economías Iatinoamerícanás ycon puntos _de referencia tradicionales como Italia y España o Australia y Cana­dá." Corno lo indica el cuadro 1, a pesar de la diferente periodización adoptadapor Cortés Conde y Maddison, la pérdida del impulso económico en términoscomparativos fue mayor en dos períodos: los años alrededor de las guerras mun-

39. D. M. Richmond, Carlos Peüeqrini and the Crisis ofthe Argentine Elites, 1880-1916(Nueva York, 1989); Rock, Argentina, 1516-1983, pp. 50-60, 71-79,152-202; Rock, Po­litios in Argentina, pp. 265-267.

40. Waísman, Reversal of Development in Arqentina, pp.212-229, especialmente p. 226.Véase también Lynch, Argentine Dictator, pp.2-3, 123, 125, 157.

41. Véase, por ejemplo, D. Díaz Fuentes, Las políticasjiscales latinoamericanasfrente ala gran depresión: Argentina, Brasil y México, 1920-1940 (Madrid, 1993) y Crisis ycambios' estructurales en América Latina: Argentina, Brasil y México durante elPe.­nodo de entrequerras (México, 1994); T. Duncan y J. Fogarty, Australia and Argenti- ,na: on paraUelpaths (Melboume, 1986); J. Fogarty, E. Gallo 'y JI. Diéguez (eds.), Ar­gentina y Australia (Buenos Aires, 1979); ,D. C. M. Platt y G. Di Tella (eds.), Argenti­ne, Canada and Australia: studies in comparative development, 18·70-1965 (Lon- ,dres, '1985);·D. C. M. Platt·(ed.), Social Welfare, 1850-1950: Australia, Argentina andCanada compared (Londres, 1989); l. Ortiz Donat, "Economic Transitions: state andindustry in Argentina and Spain, 197~1990", inédito, University oí London, tesis, 1993.

Crecimiento y retraso economice 25

diales y el período que va desde mediados de los '70 a mediados de los '80. Algu­nos apuntaron a los costos económicos y sociales asociados con las estrategias dedesarrollo "hacia adentro" aplicadas desde los años '40 a los años '70, que provi­nieron de una degradación de las señales del mercado. Otros autores dedican tam­bién una considerable atención a los factores organizativos y a los asuntos técni­cos tales como la dependencia demográfica. Estas nuevas interpretaciones de lahistoria económica argentina se inspiran en las técnicas estadísticas de la econo­mía aplicada y en el enfoque microeconómico de la nueva economía política, asícomo en la teoría económica clásica, con el fm de analizar las características del.'crecimiento nacional y hacer comparaciones con otras economías."

Teóricos neo-liberales admiten que el sistema internacional se fue haciendocada vez más inestable durante el segundo cuarto del siglo :XX, y que esto planteóproblemas particulares a la Argentina. No obstante, usando la trayectoria de cre­cimiento actual de Canadá y Australia como ejemplos representativos, un análisisreciente calculó que la economía argentina debería haber sido al menos un 50porciento másgrande (y posiblemente más del doble aún) en la década de 1980, si po­líticas menos aislacionistas e intervencionistas se hubieran aplicado' desde losaños '20.43

Mientras muchos neo-liberales consideran la pobre actuación posterior a la Se-'. gunda Guerra Mundial en términos de estrategias mal concebidas' y errores en las

políticas, algunos .neo-dífusionistas se previenen. de hacer comparaciones pococuidadosas con otras áreas de "asentamiento reciente" como Australia o Canadá.Taylor, por ejemplo, reconoce que el proteccionismo aumentó el costo de las im­portaciones de capital, con lo cual se redujo la eficiencia de los ahorros, y que laprioridad' del consumo por sobre la 'inversión durante los primeros años de Perónredujo más aún el stock de fuentes de inversión. A pesar de ello, haciéndose ecode Halperin, Taylor sostiene también que la declinación relativa anticipó la aplica­ción de políticas decididamente estatistas." Comparadas con.las principales eco-.nomías industrializadas y con esas otras áreas de características aparentementesimilares, las tasas de crecimiento argentinas comenzaron a debilitarse en losaños '20. Los errores en las políticas durante la posguerra simplemente ampliaronla distancia. Para Taylor, las altas tasas de inmigración antes de la Primera Gue-

42. Lamayor parte de la literatura de los nuevos economistas políticos que trabajan sobrela Argentina se encuentra en deuda con D. C. North, especialmente Structure andChange in Economic History (Nueva York, 1981) e Institutions, Institutional Chan­ge and Economic Performance (Cambridge, 1990), y E. L. Jones, Growth Recurring:economic change in world history (Oxford, 1988).

43. Y Mundlak, D. Cavallo y R. Domenech, Agriculture and Economic Growth in Argen­tina, 1913-84 (Nueva York, 1989), en todo el texto, especialmente pp. 116-117, 119..

44. ·A.M. Taylor, "Three Phases oí Argentine Economic Growth", National Bureau oí Eco­nomic Research, Working Paper Series on Historical Factors in Long Run Growth N60 (Cambridge, Mass., 1994).

,26 Golin Leuns

rra Mundial explican los más bajos niveles per capita de producción, comparadoscon otras áreas de "reciente asentamiento". La carga demográfica contrajo 'losahorros, inhibió la ampliación del mercado de capitales y, en general, frustró laformación de capital doméstico en un momento crítico de liquidez Internacionallimitada hacia mediados del siglo XX.45 En contraste, Canadá y Australia gozabande una relación hombre/tierra aún más favorable y poblaciones más pequeñas (yunas tasas inmigratorias mucho más bajas). Estos factores fueron responsablesde unas tasas de PBI per capita sustancialmente más altas a principios de siglo.La brecha entre ingresos y ahorros comparando Argentina por un lado, y Canadáy Australia por el otro, se ensanchó con la oleada inmigratoria y con el crecimien­to de las tasas argentinas de dependencia demográfica (debido a un incremento,natural y a los saldos migratorios). Siguiendo el razonamiento de Taylor, se pue­den aplicar argumentos similares a la aplicación de la seguridad social más tarde,en el mismo siglo. El gasto masivo en el bienestar social redujo la "eficiencia" dela inversión cuando el capital era escaso o indujo a una mayor rigidez en un tiem­po en que los mercados de trabajo ya se estaban estrechando. Los debates sobrelas tasas y la eficiencia de los ahorros domésticos y las imperfecciones en el mer­cado de trabajo son tan aplicables en los años '80 y en los '90 como en períodosanteriores.46 , , '

Schedvin sostiene que la ubicación geográfica y la naturaleza de los productosprincipales para la exportación (combinación de artículos de primera necesidad y.característícas de la producción) explican sólo parcialmente la declinación. Lasestructuras institucionales domésticas fueron, probablemente, más importantes yexplican por qué la Argentina fue aún menos exitosa que Australia y Nueva Zelan­dia en escapar de la "trampa de la producción principal". Como los productosprincipales estaban expuestos a retornos decrecientes, la flexibilidad de los recur­sos fue esencial para asegurar la diversificación estructural 'alrededor de labasede artículos de primera necesidad, con el fin de abastecerse para los cambiantespatrones de la demanda doméstica y global. 47 Los' derechos de propiedad, defmi­dos con imperfección, -especialmente los derechos de propiedad rural, en prime­ra Instancia, y luego la incertidumbre acerca de la interacción entre los dominiospúhlicos y privados- limitaron los efectos de difusión social de la producción pa- ,ra la exportación y, junto con la creciente inestabilidad política que resultó encambios frecuentes de las "reglas del juego", impulsaron la búsqueda de rentas ex­tras.48

'45. A. M. Taylor, "External Dependence, Demographíc Burdens and Argentíne EconomicDecline after the "Belle Epoque", Journal of Economic History 52:4 .(1992), pp. 916­917,920-922.

46. Lewis "Cycles and Macroeconomic Policy", pp.116-117 y "Sociallnsurance", pp.178­179, 194-195.

47. Schedvin, "Staples and Regions", p.534. Véase también J. Fogarty, "Staples, Super-sta­pIes and the Límíts oí Staple Theory", en D. C, M. Platt y G. Di Tella (eds.), Argentina,Australia and Ganada: studies in oomparatiue development (Londres, 1985).

48. Adehnan, Frontier Deoelopment, pp.67-68;R. Sautu, "The role oí the Private Sector in

Crecimiento y retraso económico 27

Análisis económicos como los de Schedvi.n y Taylor, que reconocen la Impor­tancia de la economía política y de las instituciones, se hacen eco implícitamentede las ideas de Brown. Éste sostiene un enfoque sociopolítico derivado de la si­guiente premisa: el crecimiento capitalista no pudo cambiar los principios básicosorganizativos de la sociedad argentina, visión indirectamente reconocida en inter­pretaciones recientes de la historia política. Populismo, distribucionismo y auto­ritarismo son los términos que dominan la literatura de la ciencia política moder­na," Por cierto, ideologías y estructuras estuvieron conspicuarnente ausentes delas políticas electorales argentinas del siglo XX, dominadas por "líderes" y "movi­mientos". En este clima, tanto el autoritarismo como las políticas de cooptación yexclusión florecieron. El éxito -y la supervivencia- del sistema depende del cre­cimiento económico.

Los límites de este arreglo sociopolítico fueron revelados desde mediados delsiglo XX. Nuevos grupos (primero las clases medias urbanas, luego las clases tra­bajadoras urbanas) exigieron acceder al sistema en el momento preciso en que lastasas de crecimiento habían comenzado a decaer. Consecuentemente, la políticay la economía se convirtieron en un juego de suma-cero, perpetuando el conflic­to en lugar del compromiso, mientras las ganancias de un sector se traducían enpérdidas de otro. El sistema se mostró incapaz de establecer instituciones con elpoder de resolver la crisis en la distribución cuando la coyuntura internacional ydoméstica era favorable. De ahí que la debilidad sistémica fuera exacerbada porlas políticas del nuevo orden posterior a la Segunda Guerra Mundial.50 Los proyec­tos populistas -desprolijos, multiclasistas, en su mayor parte alianzas urbanas en­cabezadas por un líder carismático carente de consistencia ideológica o de un"proyecto ideológico"- proveyeron una fachada de política innovadora que en­mascaró temporalmente las profundas fisuras estructurales del cuerpo político.

the Industrialisation of Argentina", en Lewis y Torrents (eds.), Argentine in the CrisisYears, pp. 159-175.

49. G. ü'Donnell, Burocratic Authoritarianism: Argentina, 1966-1973, in comparativeperspective (Berkeley, 1988) y "Estado y alianzas en Argentina, 1956-76", DesarroUoEconómico, 16:64 (1977). Para una discusión más amplia del populismo, particular­mente una definición, véase M.L. Conniff (ed.), Latin American Populism in Compa­rative Perspective (1982), pp.13-20, A.E. Van Niekerk, Populism and Political Devel­opment in Latin America (Nueva York, 1974), pp. 22-31.

50. G. W. Merkx, "Sectoral clashes and political change: the Argentine experience", LatinAmerican Research Review 4:3 (1969), pp. 89-116 Y"Recessions and Rebellions in Ar­gentina, 1870-1970", Hispanic American Historical Review, 53:2 (1973); Rock, Poli­tics in Argentina, pp. 265-267; A. Canitrot, "La experiencia populista de redistribuciónde ingreso", Desarrollo Económico 16:59 (1975); P H. Smith, Argentina and the Fai­lure oiDemocrac.y: conjlicts amongst political elites, 1904-1955 (Madison, 1974); M.Peralta Ramos, Acumulación de capital y crisis política en Argentina, 1930-74 (Bue­nos Aires, 1979); R. D. Mallon y J. V. Sourrouille, Economic Policymaking in a Con-jlict Society: the Argentine case (Cambridge, Mass., 1975); G. W. Wynia,Argentina in

28 csu« Lewis

Los defectos institucionales domésticos fueron 'ciertamente resaltados por ladeteriorada situación exterior. Hasta aquí estrechamente' conectado con GranBretaña, el país se veía comprometido por la declinación económica yla pérdidade prestigio político internacional del Reino Unido. Si el crecimiento rápido y laorientación económica hacia Europa en el período anterior a los años ,'3D habíaimpulsado a las clases dirigentes a alegar un presunto liderazgo en Sudamérica ya alentar la formulación de una política exterior independiente de Estados Unidos(y hasta opuesta a este país), tal programa sólo pudo sersostenido apartir de allícon un gran costo, incluso en términos de .permitirle al país encontrar en EstadosUnidos un "sponsor" alternativo, en lugar del ahora decadente "patrón", el ReinoUnido. 51 Éste fue precisamente el momento en que Brasil y México se aseguraronuna relación más cómoda con los vecinos del norte..La mayoría de lós estudiososde las relaciones económicas internacionales aceptan el alto precio exigido porEstados Unidos debido a la neutralidad argentina durante la Segunda Guerra Mun­dial yla oposición de Washington a los intentos de Perón por construir un "tercercamino" que no fuera ni capitalista ni comunista, en los añosde posguerra.52,

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el país parecía estar encerrado en 'unarelación comercial y financiera con Gran Bretaña, que se intensificó durantela guerra, provocando la irritación de los intereses norteamericanos. Los balancesen libras esterlinas bloqueados, resultado de las exportaciones detiempos de gue­ITa para losAliados y mantenidos en el Ban~o de Inglaterra, parecían prometer un

the Post-War Era: Politics and economic policy-making in a divided country (Albu­querque, 1978); D. Tamarin, "Yrigoyen and Peron: the limits oí Argentine populism" enConnif (ed.), Latin American Populisrri; P J. Lewis, The Crisis ojArgentine Capita­lism (Chapel HiIl, 1990); ~ Gerchunoffy L. Llach, El ciclo de la ilusión y el desencan­to (Buenos Aires, 1998); J. C. Neffa, Modos de regulación, regímenes de acumulacióny sus crisis en la Argentina (Buenos Aires, 1998); G. Vitelli, Los dos siglos de la Ar­gentina. (Buenos Aires, 1999).

51. J. J. Llach, "El Plan de Reactivación económico ante el Honorable Senado", Desarrollo'Económico 19:75 (1979) p. 404.

52. La literatura es ahora extensa: véase, por ejemplo, C. Buchrucker, Nacionalismo y ,pe­ronismo: la Argentina en la crisis ideológica mundial, 1927-1955 (Buenos Aires,1986); C. Escudé, 1942-1949: Gran Bretaña, Estados Unidos y la declinación argen­tina (Buenos Aires, 1983) y La Argentina vs. las grandes potencias: el precio del de­safío (Buenos Aires, 1,986); G~ Di Tella y D. C. Watt (eds.), Argentina between the Great

Pouiers, 1939-46 (Londres, 1989); M. Rapoport, Gran Bretaña, Estados Unidos y lasclases dirigentes argentinas, 1940-1945 (Buenos Aires, 1980) y El laberinto argenti­no, (Buenos Aires, 1997); M. Rapoport y C. Spiguel, Estados Unidos 11 el peronismo,{Buenos Aires, 1997);~. S. Tulchin, Argentina and.the United Sta tes; a conjlicted re­lationship (Boston, 1990). Véanse también A. 0'Connell y J. Fodor, "La Argentina y laeconomía atlántica en la primera mitad del siglo veinte", DesarrolloEconómico, 13:49(1973), pp. 1-67 y.contribuciones en G. Di Tella y D. C. M. Platt (eds.), The Polituxü 'Economy oiArgentina, 1880~1946 (Londres, 1986).

Crecimiento y retraso-económico 29

acceso preferencial de los exportadores británicos al mercado argentino luego delconflicto. Pero el país no ganó mucha confianza en Estados Unidos por haber fi­nanciado parcialmente el esfuerzo aliado. Por el contrario, .la insistencia de Bue-

.nos Aires en mantener la neutralidad y los lazos con el Eje provocaron la' ira delDepartamento de Estado, que se inclinaba a describir al régimenmilitar de 1943­1946Y a Perón como profascistas. Paradójicamente, con el estallido' de la GuerraFría, se consideraba que el gobierno' de Perón era capaz de facilitar la penetracióncomunista en el continente. El resultado fue un embargo estadounidense del co­mercio argentino yun intento por colocara los mercados internacionales contralas exportaciones argentinas. Debería discutirse la idea de que el boicot económi- .co de Estados Unidos en 'ese punto no hizo más que intensificar un proceso de osi­ficación estructural e institucional, ya avanzado.

Conclusiones

La historiografía ofrece un mayor consenso .e~ cuanto a los orígenes del crecí- .miento en el siglo XIXque en relación con las causas del estancamiento y la cri­sis emergente en el siglo XX.

No obstante, los estudios actuales dedicados a la 'economía política. apuntancentralmente a una falla institucional como explicación de la declinación. 'La im­perfección de la modernización institucional puede ser explicada pormecanis­mos de incorporación en la economía internacional, el funcionamiento del síste­roa global, y la aparente flexibilidad de los arreglos políticos domésticos existen­tes, que se .acomodaron al desafío del crecimiento sin cambios fundamentales. Lacoyuntura internacional tuvo sin duda su impacto en la economía argentina, con

. independencia de cómo esa coyuntura es presentada. Yasea en términos.de la ex­tensa asociación con Gran Bretaña durante el segundo cuarto del siglo XX, cuan­do la economía británica se debilitaba, como con el boicot estadounidense de losaños '40; del debate sobre el intercambio desigual popularizado por la CEPALodel lustre menos optimista que Halperin yotros dieron a la "era dorada" del cre­cimiento orientado hacia la exportación. A pesarde esto, como la situación glo­bal no era tan distinta para otros países que lograron sostener su crecimiento yefectuar el cambio del crecimiento al desarrollo, la clave debe hallarse en·las ins­tituciones domésticas:

Se puede sugerir una combinación de factores y proc.esos. En el segundo cuar­to del siglo XX, el agotamiento de l~ fronteras' y la creciente volatilidad de losmercados internacionales marcaron el fm del proyecto de crecimiento extensivo.El impacto en el desarrollo de un surgir de los factores de oferta junto con la ab­sorción de tierra fértil y la importación de trabajo y capitales. se estaba desvane­ciendo, mostrando el comienzode una época de retornos decrecientes, seapor las

. pobres mejoras tecnológicas. o por la tendencia internacional hacia el proteccio­nismo..Se requería un nuevo modelo de acumulación para mejorar la capacidad

30 Colin Lewis

de los ahorros domésticos y sostener la transición a un patrón de desarrollo conmayor intensidad de capital. En este punto preciso, las demandas de consumo seextendieron mientras el sistema político 'se encontraba frente a nuevos gruposqué se esforzaban por acceder al poder. Desafortunadamente, la transformaciónincompleta de la sociedad argentina durante las últimas décadas del siglo XIX ylos comienzos del siglo 4X limitaron la capacidad de lograr una resolución efi- 'ciente del conflicto distributivo -. Esto derivó en una pérdida de legitimidad y enunas condiciones en donde las reglas del juego eran o imperfectamente aplicadaso repetidamente revisadas, un arreglo que impulsó actitudes rentísticas antes quela maximízación de las ganancias y, por último, un juego de suma-cero en dondelos factores de poder (empresas, trabajo, y el mismo estado) fueron incapaces deimponer su propio proyecto pero lo suficientemente poderosos 'co~o para anularpropuestas de otros. La fragilidad o rigidez institucional se limitó a la capacidadde responder eficientemente a una situación cambiante, tanto intemacionalcomodoméstica. Es posible que la combinación de presiones -vulnerabilidad exterior,desafíos a un orden.doméstico establecido y la necesidad económica de ajustarse

, en el cambio de un patrón de acumulación a otro- habría dañado hasta el sistemamás fuerte. Ciertamente, demostró ser una combinación letal para la Argentina.

'RESUMEN

El trabajo comienza presentando una serie de datos sobre el crecimiento económico y so­cial argentino: producción e ingreso en los últimos cien años.

Desde la década de 1870y hasta la Primera Guerra Mundial las tasas de crecimiento dede su economía ubicaron a la Argentina en ~n privilegiado lugar en el "ranking" ínternacío-n~. .

Incluso durante el período de entreguerras, la Argentina contaba con la economía máspróspera de Sudamérica, con casi la mitad .de su producción y comercio internacional ycon una industria avanzada en términos relativos.

Fue hacia mediados del siglo XX, que se planteó el problema del retraso económico.La revisión historiográfica que realiza el 'autor busca ubicar el período en el cual se en­

sancha la 'brecha de crecimiento'. con respecto al resto de las economías latinoamericanasy una explicación ante la pérdida del ritmo de crecimiento del país, analizando. críticamen­te las principales contribuciones y debates sobre la 'involución económica argentina'.

Crecimiento y retraso económico 31

ABSTRACT

This paper starts with a set: 01elata on Argentina~ economic and social growth: produc­tion and. income over the last hundred years.

From the 1870's untilthe first world war, the Argenttne economu's rates oi growthplaced the countru in a privileged position in the .international ranking. "

Evenduring' tite period between the two uxnid wars, Argentina had the most pros­. perouseconomy in South Americe; wi~h almost half of production and international

trade and with arelatively advanced industry.It was towards the middle of the XX century that the economy would start to lag

behind.The author's historiographical review. seeks to .determine the .period in which the

'growth gap' in relation to the rest of the Latin American economieswidens and tofind, -

an explanationfor the lossofpace in the country's growth rate throuqña critical.analy-sis ofthe main contributions and debates on 'Arqentine economic involution'.