Curso Normas y Limites

CURSO: ¡NO PORQUE TE QUIERO! ESTABLECER LÍMITES Y NORMAS

0 | P á g i n a

Contenidos del curso impartido en la plataforma

www.familiasenred.es

¡NO PORQUE TE QUIERO! ESTABLECER LÍMITES Y NORMAS

EN CASA

http://www.familiasenred.es/


1 | P á g i n a

¡NO PORQUE TE QUIERO!. ESTABLECER LÍMITES Y NORMAS EN CASA

Contenidos del curso impartido en la plataforma

www.familiasenred.es




2 | P á g i n a

¡NO PORQUE TE QUIERO! ESTABLECER LÍMITES Y

NORMAS

ÍNDICE DE CONTENIDOS

1. Introducción

2. La necesidad de la normas

3. ¿Por qué les cuesta tanto a los padres y madres

establecer normas?

4. ¿Qué consecuencias puede tener no poner normas?

5. ¿Cómo se relacionan los diferentes estilos educativos y las

normas?

6. ¿Qué condiciones son fundamentales para establecer

correctamente normas y límites?

7. ¿Cómo poner límites y normas adecuada?

8. Bibliografía


3 | P á g i n a

1 INTRODUCCIÓN

Actualmente la relación con los hijos ha evolucionado

positivamente y es más estrecha y cercana. Sin embargo no han

evolucionado los métodos educativos y de control, y

afortunadamente, los recursos con los que se contaba antes,

agresiones físicas, castigos excesivos, etc...no resultan

adecuados. Además, los objetivos de la sociedad ya no coinciden

con los de las familias, ya que el aumento de libertad en la

sociedad ha propiciado que ésta sea más permisiva que las

familias.

En una sociedad que avanza y cambia tan rápidamente, los

padres y madres se sienten confusos a la hora de educar a sus

hijos e hijas. Muchos padres y madres que quizás vivieron una

educación estricta y autoritaria, donde había mucha disciplina

pero escasa manifestaciones de cariño y amor, o que quizás

tuvieron que conformarse con poco para vivir y pasaron algún

tipo de penurias, no quieren lo mismo para sus hijos y por eso

rechazan la disciplina no estableciendo normas ni límites a sus

hijos y sí ofreciendo todo tipo de regalos materiales. Otros

además, desconocen que su tarea como padres o madres es la

de educar a sus hijos/s y en lugar de llevarla a cabo intentan ser

amigos/a de ellos/as.

Sin embargo, como se verá en el curso, los hijos/as necesitan

que sus padres ejerzan como tales, sin que ello signifique que

deba faltar el afecto y cariño, y establezcan las normas y límites

que los hijos necesitan para ayudarles en su camino hacia la

madurez.

La educación tiene como objetivo principal el de formar

personas libres, motivadas para conseguir lo que quieren,

compasivas y generosas con los demás, etc.. y para ello, además

del cariño y la comprensión los hijos necesitan disciplina a través

de las normas.


4 | P á g i n a

Las normas y los límites funcionan como “señales” que les

indican hacia donde dirigirse para que poco a poco, sus

comportamiento se conviertan en hábitos saludables con los

demás y con ellos mismos.

Muchos padres, por diversos motivos, se sienten inseguros y sin

fuerzas para enfrentarse a sus hijos, no teniendo la paciencia

necesaria para hacer cumplir esas normas. Para establecer

normas y límites de manera correcta los padres y madres deben

ser firmes en sus decisiones, coherentes el uno con el otro y con

ellos mismos y consistentes en el tiempo para que el hijo/a

perciba la firmeza.

No existen recetas mágicas para ser buen padre o buena madre,

así como para garantizar que el niño/a sea feliz y se comporte

ajustadamente. Sin embargo, existen ciertos ingredientes que

combinados en su justa medida, pueden facilitar la tarea de la

educación y contribuir a formar personas saludables: Afecto y

comunicación, normas y límites, y autonomía. Como combinar

estos elementos dependerá de muchos factores como la

situación concreta, la edad del hijo, su personalidad y su grado

de madurez, las creencias y valores como madre o padre, etc...

2 LA NECESIDAD DE LAS NORMAS

Los límites y las normas son las reglas y pautas que los

padres establecen para educar a sus hijos/as, permitir su

crecimiento y desarrollo personal.

Aunque, aparentemente establecer normas y límites puede

generar un esfuerzo y gasto de energía, ya que se ha de ser

firme, paciente y vigilar su cumplimiento casi de manera

constante, resulta una tarea imprescindible en la educación de

los hijos/as, ya que:


5 | P á g i n a

Les permite predecir como se van a comportar los padres

antes determinadas situaciones y comportamientos de

sus hijos.

Aportan protección, seguridad y confianza, ya que si el

hijo/a es más fuerte que los padres, no se podrá sentir

protegido/a por ellos.

Ayudan al hijo/a a tener claros determinados criterios

sobre las cosas ya que son una referencia.

Enseñan a los hijos a negociar y aprender defender sus

derechos.

Enseñan al hijo/a a saber renunciar a sus deseos, y ello le

prepara para situaciones futuras de la vida en las que no

podrá conseguir lo que desea o no le quedará más

remedio que aplazarlo.

Sirven de referencia y ayuda al niño/a a tener claro las

reglas que marcarán su vida, sobre si son normas

adecuadas y con referencia a las que se va a encontrar en

la sociedad y momento en el que viven.

¿Qué es educar?

De manera general la educación de los hijo/as tiene varios

objetivos, entre los cuáles está el de formar hijos libres, con la

capacidad de elegir y tomar decisiones con conciencia propia.

Además con la educación persigue crear personas responsables

que, por un lado tengan motivaciones por conseguir cosas

positivas y no defensivas que impliquen miedo a una situación

adversa o de determinadas personas, y por otro sean capaces de

dirigir su voluntad para conseguir lo que quieren. Por último la

educación también persigue formar personas autónomas e

independientes intelectual y afectivamente, que sepan tolerar

las frustraciones, posponer la satisfacción, aceptar el siempre

necesario sufrimiento y saber superarlo.

Pero para ello, los hijos necesitan que, a pesar de todo y por

encima de todo, se les quiera y se les exprese el cariño y el


6 | P á g i n a

amor, que sus padres le den seguridad (aunque no sea

solicitada) y que, aunque protesten, se les pongan límites.

Educar significa además, no darle a los hijos/as todo lo que

piden o darle cosas mejores que a los otros, ya que además de

impedirle disfrutar de conseguir algo por sí mismos, se harán

personas egoístas.

Educar a los hijos/as también implica ayudarlos a permitir ser lo

que quieren ser y no lo que quiere la sociedad, los padres u

otras personas, respetando sus necesidades y características

personales. Las personas son diferentes los unos y los otros y

cada niño/a tiene una personalidad propia, por lo que los padres

deben saber como favorecer los aspectos positivos de cada

uno/a y como disminuir los negativos. Por este motivo, no

funciona tratar a cada hijo/a de la misma forma y aunque las

base debe se la misma, se tiene que ajustar a las necesidades de

cada uno/a.

Finalmente, educar significa poner límites adecuados a la edad,

aunque protesten y, sobre todo al principio, no estén de

acuerdo con ellos.

"Existen padres empeñados en hacer de su hijo un inútil. Les van abriendo todas las

puertas para que no tropiece, y luego él por sí mismo no es capaz de abrir ninguna. Le van

allanando todos los caminos, y después no es capaz de sortear ningún obstáculo...”


7 | P á g i n a

3 ¿POR QUÉ LES CUESTA A ALGUNOS PADRES ESTABLECER LÍMITES Y NORMAS?

Si las normas son tan necesarias y tan beneficiosas para el

desarrollo y crecimiento de los hijos, ¿por qué cuesta tanto

establecer normas?

La educación es una tarea muy complicada porque

en la mayoría de las ocasiones el papel de los

padres es como el de un “copiloto”, que ven los

peligros a los que se exponen sus hijos y pasan

miedo por ello, no pueden sino advertir y

acompañar en el proceso. Además, en muchas

ocasiones los hijos muestran rechazo a las normas

que se establecen y reaccionan de manera

inadecuada (llorar, chillar, insultar, etc..) pero a la

larga las acaban acatando (siempre que seamos

firmes y no se le de importancia a esa reacciones

inadecuadas). Además pocas veces los hijos/as son

capaces de agradecer los límites y las normas y al contrario

hacen culpables a sus padres de su sufrimiento, utilizando las

más diversas y creativas maneras de llamar la atención y hacer

chantaje emocional para salirse con la suya.

Quizás el ritmo de vida de la sociedad actual, la excesiva y

confusa información existente sobre estos temas, las creencias

erróneas sobre la educación junto a otros factores, hace que

muchos padres y madres les cueste enormemente establecer

normas y límites.

De manera más específica se trata de padres que:

Sienten que no tienen energías suficientes para

enfrentarse a sus hijos.


8 | P á g i n a

No saben la importancia de establecer normas para el

crecimiento y desarrollo de sus hijos.

Intentan, de esta forma, compensar el poco tiempo de

dedicación que les pueden dar.

Padres inseguros y con poca autoestima, que desean ser

aceptados por sus hijos, y que no confían en sus propias

decisiones ni en su capacidad para defenderlas.

No saben como establecer normas.

Intentan ganar su confianza a través de jugar a ser sus

amigos o creen que es la mejor manera de educarlos par

que no les ocurra lo que les paso a ellos.

Pocas habilidades para manejar el estrés diario.

Padres que no se respetan entre sí y como tienen

opiniones distintas sobre una misma situación, se

infravaloran o desacreditan mutuamente en lugar de

llegar a un acuerdo, sobre todo en temas esenciales.

Poner normas y límites era hace unos años una tarea mucho

más fácil de realizar, ya que una norma que no era cumplida

conllevaba una consecuencia segura a modo de sanción o

castigo. Además los límites eran similares a nivel familiar y

social, coincidiendo los objetivos de la sociedad con los de la

familia. Esto convertía a cada adulto en una figura de

“autoridad” frente a todos los hijos, propios o ajenos. La

situación ha cambiado, y las relaciones dentro de la familia son

más abiertas y cercanas, ya que ha aumentado el diálogo,

(algunas veces un diálogo ineficaz), y los padres intentan

que las pautas educativas sean más positivas. Sin

embargo, a pesar de esta buena voluntad por parte de los

padres actuales, está faltando la autoridad y la disciplina,

que antes se apoyaban en, la mal vista hoy en día,

imposición. Actualmente, parece que resulta complicado

llevar una educación que una el respeto a los

sentimientos, el diálogo y el desarrollo de

responsabilidades, con el ejercicio de la autoridad y la disciplina.


9 | P á g i n a

4 ¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDE TENER NO PONER NORMAS NI LÍMITES A LOS HIJOS/AS?

No poner normas puede tener consecuencias negativas

para el niño o niña y por consiguiente para la familia. Cuando a

un niño siempre se la han concedido sus deseos, aunque

parezcan cosas insignificantes, se puede convertir en una

persona que crece creyendo que tener el derecho a ser

complacido y tener todo lo que quiere, llegando incluso a negar

el derecho de los demás. Este niño no ha aprendido a renunciar

o aplazar sus deseos y cuando se encuentra una oposición a

ellos, su comportamiento será, con mucha probabilidad de

agresividad.

Las consecuencias de no poner límites adecuados a un hijo/a

puede ser convertirle en una persona insatisfecha para la que

nunca es suficiente, donde sus exigencias son más elevadas y a

cada negación que reciba reaccionará cada vez peor y con más

violencia ya que no ha aprendido a aplazar su deseos o ser

rechazado.

Es necesario poner límites desde que son pequeños porque será

más fácil empezar a los 2 años (incluso desde que son bebes)

que a los 10 años. Es más fácil decirle “NO” a una golosina al

niño de 2 años que decirle “NO” a los 10 cuando pide un juguete

o con 15 años a la ropa de marca, llegando, en casos extremos a

ser los padres quienes pagan la droga de sus hijos temiendo sus

posibles reacciones. Acceder a los chantajes desde muy

temprano, equivale en convertirte en sus servidores lo que

implica mucho sufrimiento interior (consciente o inconsciente).

Muchos padres y madres creen que deben darles a sus hijos

todo aquello que sus padres no le dieron a ellos y que esa es la

mejor manera de educar a sus hijos. Sin embargo no es

recomendable cumplir todos los deseos a un niño ya que


10 | P á g i n a

cuando este niño se encuentra con los límites que establecer la

sociedad o la misma familia, se convertirá en un niño agresivo y

manipulador que sabrá sacar el sentimiento de culpabilidad de

los padres para conseguir lo que quiere. Los padres se sienten

culpables porque, de manera inconsciente o quizás

conscientemente, van en contra de sus propias creencias o

pensamientos ya que han prometido a su hijo/a algo que no

pueden cumplir.


11 | P á g i n a

5 ¿CÓMO SE RELACIONAN LOS DIFERENTES ESTILOS EDUCATIVOS Y LAS NORMAS?

A la hora de educar a los hijo/as y hacer que cumplan las

normas, los padres tienen ciertos hábitos y comportamientos

que conforman estilos educativos. Se pueden diferenciar cuatro

estilos o formas de comportarse con los hijos e hijas:

Autoritario, evitativo, asertivo /democrático y sobreprotector.

Sin embargo eso no quiere decir que siempre un padre o una

madre se comporte de la misma manera con su hijo, sino que

esa será su tendencia habitual. A continuación se describe en

que consiste cada estilo educativo y las consecuencias que tiene

para los hijos:

Estilo Autoritario:

Se caracteriza por un estilo donde existe

mucho control y poco afecto, donde los padres

son los únicos que definen las necesidades de los

hijos y casi toda la comunicación gira alrededor

de órdenes y mandatos que se deben de cumplir

de manera inmediatamente. También se

caracteriza por el uso frecuente de castigos, ya

sean físicos o verbales, mucha reprimenda

desaprobatoria y privaciones de privilegios,

recompensas e incluso del amor. Generalmente

los padres tienen escasos recursos emocionales,

gran dificultad para controlar los sentimientos de enfado o

desaprobación hacia el hijo y lo sacan de forma impulsiva hacia

el hijo.

Los padres con este estilo educativo además se caracterizan por

tener una comunicación de una sola dirección, siempre de

padres a hijos y escasas habilidades negociadoras.


12 | P á g i n a

Las consecuencias de este estilo educativo para los hijos/as son:

Se sienten culpables con no poder cumplir todas las

expectativas de los padres. Esto puede generar que traten

de escapar o alejarse, se resignen o que traten de

interpretar un papel ante ellos para aparentar lo que sus

padres quieren.

Suelen ser personas muy rígidas y con dificultad de

cambiar planes, opiniones, etc..

Tendencia al escaso autoconocimiento personal, baja

autoestima y poca autonomía personal.

Tienden a sentir rencor, angustia, culpabilidad y a escapar

de todo ello mediante métodos inadecuados.

Puede que destaquen académicamente porque tienen un

alto nivel de exigencia propia.

Son buenos acatando las normas aunque a veces pueden

rebelarse, casi siempre de manera agresiva.

Estilo Evitativo:

Este estilo educativo se caracteriza por dejar que los hijos

aprendan por sí mismos, tener excesiva tolerancia a todo tipo de

errores y la evitación sistemática de conflictos. Los padres no

establecen normas y no dan apoyo y seguimiento a los hijos,

invirtiendo los padres el menor tiempo en sus hijos ya que

delegan las pautas educativas en otras personas como

educadores, profesores, vecinos, otros familiares, etc...


13 | P á g i n a

Los padres muestran una total indiferencia hacia actitudes, ya

sean positivas o negativas de los hijos, mostrando una excesiva

permisividad y pasividad, pasando a la agresividad cuando sus

hijos se pasan demasiado.

Este estilo tiene numerosas consecuencias negativas en los

hijos, sobre todo si no hay afecto:

Suelen mostrar comportamiento desviado de la

normalidad ya que no tienen modelo de referencia de

comportamiento.

Suelen ser hijos inestables con falta de equilibrio

personal.

Suelen ser inconsistentes en los propósitos y sus metas.

Tienen dificultad para trabajar en equipo.

Suelen tener pobres resultados académicos porque no se

esfuerzan y su nivel de exigencia en bajo.

Muestran escasa autonomía personal.

Si además no hay afecto, tienen muy bajo autoconcepto y

autoestima lo que le hará buscar el afecto en cualquier

lugar o persona.

Suelen mostrar retrasos en el aprendizaje.

Estilo Asertivo / Democrático:

El estilo educativo asertivo o democrático se caracteriza

por haber un máximo afecto y de un control adecuado a la edad,

donde suele existir una alta sensibilidad hacia las necesidades

del hijo y su aceptación incondicional como persona diferente y

única. En estos ambientes las normas son claras, con firme

seguimiento mediante el uso de mandatos, refuerzos positivos y

si es necesario de castigos, estimulando la independencia de los

hijos con responsabilidad y libertad adecuada a la edad.

La comunicación es abierta y bidireccional padres/hijos,

fomentándose un proceso de control externo (normas) hacia el


14 | P á g i n a

control propio a través de interiorizar las normas y los valores

asociadas a ellas.

En el estilo educativo / asertivo se sabe con antelación las

consecuencias del cumplimiento o no de las normas y eso no

depende del estado de ánimo de los padres sino de lo hablado

previamente. Se valora lo normal, se refuerza lo bien hecho, se

destaca lo excepcional, se ignoran las pequeñas desviaciones

(como propias del aprendizaje) y se corrigen las grandes.

El estilo educativo de los padres democráticos / asertivo tiene

numerosas ventajas para los hijos:

Personas con capacidad para tomar decisiones de manera

consciente y valorando los pros y contras de cada una de

ellas.

Suelen ser personas con alta autoestima y confianza en

sus capacidades

Suelen ser creativos, con autonomía e iniciativa.

Niño/as con buenas relaciones y cooperativos con los

demás.

Estilo Sobreprotector:

En el estilo educativo los padres sobreprotectores se

hacen responsables de los problemas de los hijos, se sienten

muy culpables poniendo normas y por tanto no las ponen o no

las exigen y si el hijo no lo cumple se le chantajea

emocionalmente o se culpa al exterior con tal de no

responsabilizar al hijo.

Además de otorgar todo tipo de deseos al hijo, ya que creen no

poder soportarla la frustración, se le protege de las

consecuencias de sus actos, siendo sus padres los que las sufren.

Según Castells, estos son los padres que no quieren que sus

hijos sufran lo que ellos pasaron a nivel educativo o económico,

han sufrido una ruptura de pareja o pasan poco tiempo con sus


15 | P á g i n a

hijos, porque quizás los dos trabajan demasiado y no pasan

tiempo con ellos. También puede tratarse de niños con alguna

enfermedad o padres con carencias afectivas por parte de la

pareja que utilizan al hijo/a para suplirlas.

Otras razones por las que los padres suelen tener un estilo

educativo sobreprotector es porque los padres no se entienden

entre sí. También puede ocurrir que sea un hijo no deseado, lo

que engendra culpabilidad. Por último también se da los casos

en el que alguno de los padres son inmaduros y tienen la

necesidad de que su hijo le necesite lo que hace

que haga lo posible para que su hijo/a lo necesite

en todo.

Las consecuencias para los hijos que son educados

con el estilo educativo sobreprotector son:

Niños con mínima o escasa tolerancia a la

frustración y escaso autocontrol.

Tiende a reaccionar con ansiedad ante las

dificultades y se muestra excesivamente inseguro en sus

capacidades.

Con baja autoestima y alta dependencia del medio y a los

demás.

Cuando se encuentra fuera del ambiente familiar es

incapaz de defenderse por sus propios medios,

Como no han tenido que esforzarse por conseguir las

cosas, no saben valorarlas.

Suelen ser egoístas e incapaces de agradecer a los demás

las cosas que hacen por ellos.

Suelen ser propensos a enfermedades físicas o

psicosomáticas así como fobias, terrores nocturnos, etc..


16 | P á g i n a

6 ¿QUÉ CONDICIONES SON FUNDAMENTALES PARA PODER ESTABLECER SATISFACTORIAMENTE LOS LÍMITES Y LAS NORMAS A LOS HIJOS?

Para que el niño tenga la disposición de colaborar en la

aceptación de las normas o los límites marcados por los padres,

es imprescindible que exista un buen clima familiar, de afecto y

cariño. Los padres deben estar seguros de aquello que exigen y,

por tanto, han de luchar para su cumplimiento y deben

comportarse de forma coherente a lo exigido, pues uno de los

principales métodos de aprendizajes de los hijos/as es la

observación e imitación de sus padres (modelado). Los padres

además deben de diferenciar lo que son las necesidades reales

de los hijos (comida, higiene, protección, etc..) de los deseos de

éstos (comida en exceso, excesiva diversión, premios

materiales, etc..

Las normas establecidas por los padres han de ser lo

más claras y necesarias posibles, y, por tanto, no han

de ser excesivas, ya que eso dificultaría mucho su

cumplimiento. Además, hay que contar con que es

normal y, muchas veces recomendable, que el niño quiera

probar través de su comportamiento, la paciencia de los padres

y su posible reacción. Es en esos momentos cuando los padres

deben mostrarse firmes, pues si se cede, después costará

mucho más retomar nuevamente el respeto de esas normas.

Todo ello implica la necesidad de que los padres adopten una

mentalidad flexible que les permita ir adaptando esas normas a

la situación, al momento y edad concreta del niño.


17 | P á g i n a

7 ¿CÓMO PONER LÍMITES DE MANERA ADECUADA?

Como se ha visto anteriormente, existen varios estilos

educativos, de los cuales el más idóneo es el estilo democrático,

pero ¿Cómo establecer la disciplina propia del estilo

democrático?

A diferencia del, por ejemplo, estilo evitativo o autoritario, en el

estilo democrático – asertivo, toda la familia conoce las razones

de las normas que se establecen, ya que los padres la explican,

lo más claramente posible y negocian con sus hijos/as, pudiendo

llegar a cambiarlas la normas si hay buenas razones y es

necesario. En este estilo tanto padres como hijos/as deben

hacer que las normas sean coherentes (lógicas y razonables) y


18 | P á g i n a

consistentes, para que se apliquen de forma estable en el

tiempo. Esto permite que sean conocidas y predecibles de

manera que no sea una sorpresa y se formen continuas

discusiones.

Las razones que se dan intentan mostrar el interés de la norma

para el que tenga que obedecerla y no para quien la impone. En

esto se diferencia del chantaje emocional, muy perjudicial para

los niños/as, donde las razones se dan en función de quien pone

la norma y como se siente en ese momento. Con el estilo

democrático /asertivo se atiende a razones objetivas, claras y

concretas de la conducta.

Además en el estilo educativo se expresa el cariño y el amor de

una manera adecuada ya que, demuestra en todo momento

incondicionalidad hacia los hijos, ya que ellos necesitan sentirse

aceptados y queridos sin condiciones, lo que hace que tengan

seguridad emocional y una autoestima adecuada.

Como establecer límites y normas:

Qué limites poner y, cómo hacerlo es, es quizás la duda más

importante de los padres de hoy en día. Los padres no saben

qué hacer y esta situación genera un sentimiento de

culpabilidad que lleva a lugar a respuestas demasiado

permisivas, agresivas o fuera de lugar.


19 | P á g i n a

Establecer disciplina no significa que se castigue sin avisar o

exigir muchas normas que los hijos no entienden o no están de

acuerdo. Además normalmente, se establecen un número

excesivo de normas lo que hace difícil su cumplimiento.

En muchas ocasiones son los padres quienes de manera

unilateral y sin contar con los hijos/as elaboran e imponen las

normas, originando que no sean acatadas y seguidas por ellos ya

que suelen ser normas que no entienden, con las que no están

de acuerdo o que, a veces son innecesarias o poco adecuadas.

También ocurre que no se establecen las consecuencias para

cada norma lo que hace que los hijos no sepan lo que entraña

no cumplirla.

Esto hace que la típica reacción de los padres sea fuera de lugar

y se establezcan castigos excesivos o injustos que sirven para

poco más de aplazar el problema. Todo esto viene por la falta de

coherencia de los padres que amenazan sin llegar a cumplir con

lo que dicen.

Tampoco es rentable dedicar la mayor parte del tiempo a

perseguirles recordándoles cada una de ellas, quejarse porque

no la llevan a cabo o amenazar con unas consecuencias que no

se suelen cumplir, lo que puede llegar a convertirse en un juego

entre hijos/as y padres, con reglas cambiantes, que dependen

del estado de ánimo y nivel de cansancio de cada uno y donde

los padres tienen todas las papeletas para perder.

Por tanto, para hacer la disciplina mas flexible y firme tenemos

que tener en cuanta una serie de aspectos esenciales.

1. Elaborar una lista de normas con su necesidad y

condiciones a cumplir. Por ejemplo, por qué es necesario

realizar la tarea, ayudar en casa o no pegar a un hermano

2. Pensar en las consecuencias naturales del cumplimiento

de cada norma, tratando de llegar a un acuerdo entre


20 | P á g i n a

padres e hijos en este punto. Por ejemplo, si no hace la

tarea no hay tiempo para dibujos animados y los tendrá

que acabar al siguiente día.

3. Recordarles en cada momento las normas y sus

consecuencias a modo de señales de advertencia para

hacerles tomar conciencia.

4. Ser firme, es decir, cumplir con lo establecido y no

permitirles en ningún momento traspasar el límite sin que

cumpla las consecuencias, salvo en situaciones

excepcionales.

No olvidar que hay que ser flexibles en los dos primeros pasos y

contar con todos los puntos de vista o ceder un poco para que

los hijos aprendan a ceder. Por ejemplo, se puede negociar el

tiempo dedicado a la tarea y la cantidad de la misma

Hay ciertas cuestiones donde la elaboración de unas normas, e

incluso la manera de imponerlas, puede ser menos participativa

y dialogante, sobre todo aquellas en la que existe peligro para la

vida o para la salud del niño/a. Un ejemplo puede ser la toma de

medicamentos, o situaciones peligrosas como acercarse a las

ventanas o cruzar las calles sin mirar, etc.


21 | P á g i n a

7 Bibliografía

Buela-Casal, G. y Fernández, J. Manual para padres

desesperados... con hijos adolescentes. Editorial Pirámide.

Madrid 2002.

Clemens H., Bean R. (2001). Como inculcar disciplina a sus

hijos. Ed. Debate. Madrid.

Green C. (1999) Domar niños: guías para los padres con

hijos de uno a cuatro años. Ed. Medici. Barcelona.

Herbert M. (1995). Entre la tolerancia y la disciplina: una

guía educativa para padres. Paidós. Barcelona.

Kast Zahn. A. (2002). Aprender normas y límites: Desde

bebe hasta la edad escolar. Ediciones Medici. Barcelona

Tierno, B. Tu hijo: problemas y conflictos. Del niño al

adolescente: 125 respuestas para padres. Ediciones

Temas de hoy. Madrid 2000

Torres. A.D. (1998) Límites a los niños. Ediciones Medici.

Barcelona.

Webs

http://www.orienta21.com/%C2%BFpor-que-establecer-

normas-y-limites/

http://www.monografias.com/trabajos16/tecnicas-didacticas/tecnicas-didacticas.shtml#DEBATE

http://www.orienta21.com/%C2%BFpor-que-establecer-normas-y-limites/

http://www.orienta21.com/%C2%BFpor-que-establecer-normas-y-limites/


22 | P á g i n a

http://www.guiainfantil.com/educacion/comportamiento

/limites.htm

http://www.sontushijos.org/articulos.php?id=7&a=277

http://http://familiaescuela.blogspot.com.es/2008/12/est

ilos-educativos-y-corresponsabilidad.html

http://www.guiainfantil.com/educacion/comportamiento/limites.htm

http://www.guiainfantil.com/educacion/comportamiento/limites.htm

http://www.sontushijos.org/articulos.php?id=7&a=277

http://http/familiaescuela.blogspot.com.es/2008/12/estilos-educativos-y-corresponsabilidad.html

http://http/familiaescuela.blogspot.com.es/2008/12/estilos-educativos-y-corresponsabilidad.html

Curso Normas y Limites

Documents

Transcript of Curso Normas y Limites