Cuestionario de Imagen Corporal

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cuestionario para la imagen

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  • C. JENARO, N. FLORES, B. G. BERMEJO Y M. CRUZ / ACCIN PSICOLGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 7-20. ISSN: 1578-908X 7

    BODY IMAGE QUESTIONNAIRE FOR EARLY DETECTION OFEATING DISORDRES

    CUESTIONARIO DE IMAGEN CORPORAL PARA LA DETECCINTEMPRANA DE TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

    Cristina Jenaro1, noelia Flores1, Beln G. BermeJo2 y mariBel Cruz31 Dpto. de Personalidad, Evaluacin y Tratamiento Psicolgicos,

    Facultad de Psicologa, Universidad de Salamanca2 Psicologa Evolutiva y de la Educacin, Facultad de Psicologa,

    Universidad Nacional de Educacin a Distancia3 Hospital Everardo Neumann. Soledad de Graciano Snchez, San Lus Potos, Mxico

    Resumen

    El presente artculo presenta los resultadosobtenidos tras desarrollar y validar el Cuestio-nario de Imagen Corporal, con una muestra de395 personas pertenecientes a poblacin clnicao general. El instrumento permite valorar la po-sible existencia de trastornos de la conducta ali-mentaria relacionados con la bulimia, anorexia,obesidad, vigorexia y ortorexia. Todos los facto-res y la escala en su conjunto mostraron ade-cuada consistencia interna y el anlisis facto-rial confirm la multidimensionalidad de laescala y por tanto, avala su validez de construc-to. Los resultados obtenidos de la aplicacin delinstrumento sugieren que la existencia de ante-cedentes personales o familiares relacionadoscon estos trastornos o con ansiedad o depre-sin, incrementan la probabilidad de presentarproblemas de conducta alimentaria. Ello es con-sistente con la literatura y apoya su validez ex-perimental.

    Abstract

    This paper presents the results obtained af-ter developing and validating the Body ImageQuestionnaire with a sample of 395 persons be-longing to clinical or general population. Theinstrument allows assessing probable eating di-

    sorders related to bulimia, anorexia, obesity, ort-horexia, and bigorexia. All the factors and totalscale showed good internal consistency. Factoranalysis confirmed the multidimensionality ofthe scale and therefore, its construct validity.The results of the instrument implementationsuggest that the existence of personal or familyhistory related to these disorders or to anxiety ordepression, increase the likelihood of develo-ping eating disorders. This is consistent withthe literature and supports the experimental va-lidity of the measure.

    Cuestionario de Imagen Corporal parala deteccin temprana de trastornos dela conducta alimentaria

    Los trastornos de la conducta alimentaria(TCA) constituyen un problema de salud que in-cide negativamente en las relaciones sociales yfamiliares, en el estado de nimo, la salud fsica,la alimentacin, los estudios, la vida laboral y endefinitiva, en la calidad de vida de afectados yen su entorno (Etxeberria, Gonzlez, Padierna,Quintana y Ruiz de Velasco, 2002; Quiles , Teroly Quiles, 2003). Cambios en la conducta ali-mentaria y aumento del sedentarismo, junto conotros factores familiares, sociales y culturalescontribuyen a explicar el aumento de estos pro-blemas (Gordon, Castro, Sitnikov y Holm-De-

    Artculo recibido: 31/10/2010Artculo aceptado: 15/12/2010

  • noma, 2010; Henrickson, Crowther, y Harring-ton, 2010; M. Jimnez, 2006; Jimnez-Cruz ySilva-Gutirrez, 2010; Leone, Sedory y Gray,2005; Moreno, 1999; Rogers y Petrie, 2010; Sal-daa y Tomas, 1999; Vzquez y Raich 1997)

    En nuestro pas, estimaciones de prevalenciade los TCA varan entre un 3% y un 6,2% (Pel-ez-Fernndez, Labrador Encinas y Raich Es-cursell, 2008), a lo que hay que aadir un 12,4%de adolescentes que presentan actitudes poten-cialmente patolgicas (Carbajo, Canals, Fer-nndez-Ballart y Domenech, 1995). Otros tra-bajos obtienen porcentajes incluso ms elevadosespecialmente en el caso de las mujeres (Sn-chez et al., 2000), pues stas son un grupo espe-cialmente vulnerable a presentar estos trastor-nos (p.e. Keel, Baxter, Heatherton y Joiner, 2007;Vzquez, Estada, Claramonte, y Maiques, 1999),salvo en el caso de la vigorexia (Olivardia, 2001,2009). As, Snchez et al., encuentran un riesgode sufrir un trastorno de la alimentacin, del19,8% en las mujeres y del 1,76% en los hom-bres. Por su parte, Ramos et al., (Ramos, Riveray Moreno, 2010) obtienen datos muy similares alos encontrados por Snchez et al., (2000) y ade-ms concluyen que la razn que lleva a los chi-cos a realizar dietas para adelgazar no es el pesocorporal real, sino la percepcin que tienen desu cuerpo, mientras que en el caso de las chicases el grado de satisfaccin con el mismo (Ramoset al., 2010). Otros trabajos encuentran que, encuanto a los hbitos de salud de los jvenes, loshombres tienden a hacer ejercicio mientras lasmujeres tienden a cuidar la alimentacin, lo queha de ser tenido en cuenta a la hora de desarro-llar programas educativos de fomento de actitu-des y conductas positivas hacia la salud en losjvenes (lvarez y Lpez, 1999; Vera Guerrero,1998; Villena y Castillo, 1999). En otras pala-bras, se trata no tanto de modificar conductasde riesgo sino de proporcionar estrategias per-sonales para reducir la influencia de factores deriesgo asociados a los TCA (Casado y Helguera,2008).

    En los pases desarrollados estn aparecien-do adems otros TCA como la vigorexia (dis-morfia muscular) y la ortorexia (obsesin porcomida saludable) (Dudas y Tury, 2008; Kinzl,Hauer, Traweger y Kiefer, 2006; Zamora, Bona-echea, Sanchez y Rial, 2005). Incluso se distin-gue entre la vigorexia y la fobia a la grasa cor-

    poral que constituyen un TCA en personas quepractican culturismo (Ferenc y Andrea,2006).Sin embargo otros autores rechazan la in-clusin de la ortorexia y la vigorexia como TCAy reclaman la necesidad de criterios diagnsti-cos e instrumentos estandarizados (Meyer-Grossy Zaudig, 2007; Murray, Rieger, Touyz y De laGarza, 2010).

    En el terreno de la evaluacin, la mayorade los estudios emplean el Test de Actitudes Ali-mentarias (EAT) (Garner y Garfinkel, 1979), o elEDI en sus diferentes versiones (Carbajo et al.,1995; Casillo, Castro y Gngora, 1996; Cruz yMaganto, 2002; Herrero y Via, 2005; Jimnez-Cruz y Silva-Gutirrez, 2010; Machado et al.,2004; Toledo et al., 1999; Via y Herrero, 2006).Los resultados indican que las mujeres puntande modo superior en las diferentes variablesanalizadas, relacionadas con el deseo de estarms delgadas, la percepcin de sobrepeso u obe-sidad o la realizacin de dietas, entre otras va-riables (A. Snchez et al., 2000). Conviene sea-lar aqu que mientras en algunas investigacionesla dieta es entendida como una conducta deriesgos de TCA, en otras se asocia a beneficiospara la salud (Snchez, Lpez, Asens y Fauqueti Ars, 2008). En este sentido parece que la claveson las razones que llevan a las personas a po-nerse a dieta (Chernyak y Lowe, 2010; Ramos etal., 2010; Stice, Bohon, Marti, y Fischer, 2008).

    Esfuerzos adicionales se han realizado conotros instrumentos como el Cuestionario de Ali-mentacin de Stunkard y Messick (Three-Fac-tor Eating Questionnaire, TFEQ) (Stunkard yMessick, 1985) que ha sido adaptado prelimi-narmente a una muestra de estudiantes univer-sitarias de Espaa (n=335) y que encuentra tanslo los factores: Restriccin y Desinhibicincomo explicativos de la varianza del instrumen-tos, pero no el tercer factor de la escala originaldenominado Hambre (Sanchez-Carracedo,Raich I Escursell, Figueras Piqueras, Torras Cla-raso, y Mora Giral, 1999). Tambin se han desa-rrollado cuestionarios para la evaluacin de es-tos trastornos y variables conceptualmenteasociadas como la autoestima (Gila, Castro, G-mez, y Toro, 2005). De este modo, se ha encon-trado una asociacin entre alimentacin, auto-concepto o autoestima, e imagen corporal(Esnaola, 2007; Gila et al., 2005; Gmez y Acos-ta, 2000; Lopes de Sousa, 2008; Snchez, 2005).

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  • Respecto a esta ltima variable, cabe destacarel trabajo realizado por Fernndez et al (1994)en el que se pone de manifiesto que la distor-sin corporal en pacientes con TCA debiera serconsiderada como una autoevaluacin negativade s mismos y de su cuerpo, ms que como unadistorsin perceptiva (Fernndez y Probst, 1994),aspecto en el que coinciden en gran medidaotros autores (Seplveda, Botella, y Len, 2001).

    De un modo similar, contamos en nuestropas con Inventarios como el de AutoeficaciaPercibida para el Control del Peso, que muestraadecuadas propiedades psicomtricas de sustres subescalas: estilo de alimentacin, influen-cia de los estmulos externos en la conducta desobreingesta y patrones de actividad fsica(Alonso, 2006; Romn, Daz, Crdenas y Lugli,2007). En relacin con la actividad fsica, si bienen estudios como el comentado o en otros seconsidera un factor de riesgo (Currie, 2007; Cu-rrie y Morse, 2005; Hulley, Currie, Njenga y Hill,2007; Thompson y Sherman, 2010), en otros tra-bajos se encuentra sin embargo que sta, juntocon la prctica de actividades deportivas se en-cuentra asociado a estilos de vida saludables enadolescentes (Castillo, Balaguer Sol, y GarcaMerita, 2007; R. Jimnez, Cervell, Garca, San-tos e Iglesias, 2007).

    Pese a lo expuesto previamente, en la actua-lidad este campo ha de hacer frente a varios re-tos. En primer lugar, a la persistencia de pro-blemas conceptuales relacionados con el propiodiagnstico de estos trastornos y sus criteriosmdicos de gravedad (p.e. Berrocal Moya, Rivas,Bersab, y Castro, 2003). De especial relevan-cia son los escasos avances en la comprensin,clasificacin y tratamiento de la anorexia ner-viosa (Guisinger, 2008).

    En segundo lugar, los estudios se han cen-trado en los TCA clsicos, dejando sin explorarotros trastornos. Por ejemplo, son muy escasoslos estudios sobre la vigorexia (Cantn, Revert yChvez, 2008). El trabajo de Cantn et al., ponede manifiesto la existencia de una asociacinentre deportistas con un bajo nivel de autoesti-ma o de insatisfaccin con su imagen corporal yperfil vigorxico. Igualmente escasos son las pu-blicaciones sobre ortorexia. En este sentido,existen intentos en otros pases por estudiar esteTCA consistente en una obsesin manaca por

    alimentos saludables, que sugieren una preva-lencia del 6,9% de la poblacin (Donini, Marsili,Graziani, Imbriale y Cannella, 2004)

    En tercer lugar y en relacin con la limita-cin previamente expuesta, los instrumentosms comnmente utilizados para la evaluacinde los TCA son el EAT y el EDI, que han sido va-lidados en numerosos estudios (p.e. Castro,Toro, Salamero y Guimera, 1991; Merino, Godsy Pamba, 2002; Merino, Pombo y Gods, 2001).Sin embargo estos instrumentos se centran enlos TCA ms comunes, dejando de lado otrosposibles trastornos relacionados. Son adems ypor lo general, adaptaciones de cuestionarioscreados originalmente en otros pases (Las Ha-yas Rodrguez et al., 2003).

    A la vista de lo expuesto, en el presente estu-dio pretendemos contribuir a incrementar latecnologa de evaluacin existente en el campo.Es tambin nuestra intencin considerar losTCA desde una perspectiva ms amplia, inclu-yendo trastornos escasamente estudiados hastala fecha como la vigorexia y la ortorexia. Es portanto un primer objetivo, la construccin de unaescala con adecuadas propiedades psicomtri-cas, para la evaluacin de diversos trastornosrelacionados con la conducta alimentaria. Ade-ms y tras su aplicacin, esperamos encontrardiferencias significativas en las puntuacionesobtenidas en las escala en funcin de factores deriesgo de los participantes como el gnero, acti-vidad profesional y el historial de salud propia yde familiares de primer grado.

    Mtodo

    Participantes

    La muestra estaba compuesta por 108(27,3%) hombres y 287 (72,7%) mujeres, ha-ciendo un total de 395 participantes que parti-ciparon voluntariamente tras asegurarles la con-fidencialidad de los resultados. El promedio deedad fue de 23,9 aos (DT= 7,8; rango: 13 a 79).La mayora se encontraban solteros (86,6%), sibien porcentajes pequeos incluan a partici-pantes casados o conviviendo en pareja (11,4%),viudos (3%) o divorciados o separados (1,8%).Los anlisis de la posible asociacin entre las

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  • variables gnero y estado civil no revelaron unaasociacin significativa (Chi cuadrado =4,103;gl=3; p=0,251).

    Por lo que se refiere a la procedencia de losdatos, un 21,8% fueron obtenidos de asistentes agimnasios, centros de preparacin fsica o equi-pos deportivos; un 5,8% se obtuvieron de her-bolarios, parafarmacias o tiendas de diettica,un 7,1% se obtuvieron de centros de salud y/oasociaciones o clnicas de TCA, un 3,8% se ob-tuvieron de agencias de modelos, un 3,5% seobtuvieron de dependientas en tiendas de moday un 58% correspondan a poblacin general enla que, a priori, no existieran factores de riesgo.La asociacin de esta variable con el gneropuso de manifiesto la existencia de una asocia-cin significativa (Chi cuadrado =39,451; gl=5;p=0,000), siendo ms frecuente que la muestrade hombres procediera de gimnasios, mientrasque en el caso de las mujeres era ms probableprovenir de clnicas de TCA, agencias de modeloo tiendas de moda.

    En cuanto a la situacin laboral, un 52,1%de los participantes se encontraban estudiando,un 27,2% trabajando y un 20,8% estudiaban ytrabajaban. En este caso los anlisis chi cuadra-do revelaron una asociacin significativa entreesta variable y el gnero (Chi cuadrado= 8,454;gl=2; p=0,015), lo que sugiere que es ms pro-bable encontrarse estudiando a tiempo comple-to en el caso de las mujeres. Por lo que se refierea la profesin de los participantes, un 63% nodesempeaba una profesin de riesgo, un 8,6%eran deportistas profesionales, un 4,1% mode-los, un 9,4% desempeaban una profesin queexiga gran forma fsica, un 14,4% desempea-ban una profesin en la que se exiga una apa-riencia fsica delgada o bien, musculosa, y un0,5% eran a la vez deportistas profesionales ymodelos. El anlisis de la asociacin entre am-bas variables fue significativo (Chi cuadrado=45,334, gl= 5; p=0,000) y los datos sugierenque hay un porcentaje bastante ms elevado dehombres deportistas profesionales o cuya pro-fesin requiere una gran forma fsica. Por otrolado, hay ms mujeres que trabajan como mo-delos.

    En cuanto a los factores de riesgo de experi-mentar un TCA en la muestra objeto de estudio,55 participantes (13,9%) haban tenido obesidad

    en el pasado o en el presente, 205 (51,6%) habanrealizado intentos repetidos de ponerse a dieta,127 (32,2%) haban experimentado grandes os-cilaciones de peso en poco tiempo, 104 (26,3%)haban experimentado problemas de ansiedad odepresin que haban requerido la consulta deun profesional, 79 (20%) haban presentado pro-blemas relacionados con la alimentacin que ha-ban requerido la consulta de un profesional.Por otro lado 86 participantes (21,8%) tenan fa-miliares de primer grado con problemas de an-siedad o depresin que haban requerido con-sulta profesional, mientras que 40 (10,1%) tenanfamiliares de primer grado con problemas rela-cionados con la alimentacin que haban reque-rido la consulta de un profesional. En total, 88participantes (22,3%) no mostraban factores deriesgo, 124 (53,7%) presentaban uno, 74 (18,7%)presentaban dos, 51 (12,9%) presentaban tres,35 (8,9%) presentaban cuatro, 12 (3%) presenta-ban cinco, 7 (1,8%) presentaban seis, y 4 (1%)presentaban siete. Existe adems una asociacinsignificativa entre el nmero de factores de ries-go y el gnero (Chi cuadrado =25,518; gl=7;p=0,001), y los datos sugieren que es ms co-mn tener ms factores de riesgo en las mujeresque en los hombres de la muestra.

    Instrumento

    El cuestionario aplicado, Cuestionario deEvaluacin de la Imagen Corporal (CIC), fueconstruido para el presente estudio, ante la au-sencia de instrumentos que nos permitieranidentificar la percepcin de dicha imagen cor-poral en TCA y en otros nuevos trastornos quetienen en la base una percepcin desajustadade la imagen corporal. La escala en su versininicial estaba compuesta por 27 items distribui-dos en 9 items que evaluaban la anorexia, 7items que evaluaban la bulimia, 5 items que eva-luaban la vigorexia, y 4 items que evaluaban laortorexia. Los tems fueron seleccionados deinstrumentos de evaluacin empleados ms co-mnmente, a lo que se unieron criterios clnicospara la seleccin de tems relativos a la vigorexiay ortorexia. Un equipo de cuatro profesionalescon experiencia en el campo ejerci de juecespara valorar la adecuacin de cada tem y paraevitar la inclusin de tems que pudieran perte-

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  • necer a ms de una categora de TCA. El CIC(vase Anexo) se punta en una escala tipo Li-kert de 6 puntos.

    Anlisis de las propiedadespsicomtricas del Cuestionario deImagen Corporal

    Tras la aplicacin del CIC, se procedi a de-terminar el poder discriminativo de los tems,previa identificacin de dos grupos en la mues-tra: un grupo alto (i.e. puntuaciones correspon-dientes al percentil 75 o superior) y un grupobajo (i.e. puntuaciones correspondientes al per-ceptil 25 o inferior). Se realizaron entoncespruebas T de Student y tres tems cuyo poderdiscriminativo fue insuficiente fueron elimina-dos de posteriores anlisis.

    En segundo lugar, se emple el anlisis fac-torial (mtodo exploratorio, rotacin Varimax,Normalizacin de Kaisser) para identificar agru-paciones relevantes de tems. As, el anlisis re-sult en cinco factores que explicaban conjun-tamente el 63,18% de la varianza. El primerfactor, con un valor propio de 6,23, explicabaun 25,94% de la varianza e incluy los7 temsque valoraban la Bulimia, optando por tantopor denominarlo as. El segundo factor, con unautovalor de 3,50 explicaba un 14,59% de la va-rianza e inclua 5 items que valoraban la Anore-

    xia. El tercer factor, con un valor propio de 2,36explicaba un 9,84% de la varianza y se compo-na de los 5 items que medan la Ortorexia. Elcuarto factor, con un valor propio de 1,64 expli-caba un 6,84% de la varianza e inclua trestems relacionados con la Percepcin de obesi-dad, pasando a denominarse de este modo. Fi-nalmente el factor 5, con un autovalor de 1,43explicaba el 5,97% de la varianza total e incluatres items que evaluaban la Vigorexia.

    En tercer lugar, procedimos a analizar la fia-bilidad de cada una de las subescalas y del cues-tionario considerado globalmente. En el apn-dice se puede observar cmo los valores sonplenamente satisfactorios para todas las subes-calas y escala considerada globalmente, si biensera recomendable mejorar los resultados dela Escala de Vigorexia.

    En cuarto lugar, procedimos a realizar el cl-culo de las correlaciones entre las diferentes es-calas (vase Tabla 1). En la Tabla 1 se puede ob-servar cmo las correlaciones entre lassubescalas son bajas o no significativas en lamayora de los casos, y ms elevadas respecto altotal de la escala. Estos resultados avalan lamultidimensionalidad de los TCA y su relativaindependencia. Suponen tambin un apoyo a lavalidez de constructo de estos trastornos.

    La escala en su versin definitiva de 24items, ha sido la empleada en los posterioresanlisis.

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    Tabla 1. Correlaciones entre los factores del CIC y el total de la escala

    Anorexia (F2) Ortorexia (F3)Percepcion deObesidad (F4)

    Vigorexia (F5) CIC_tot

    Bulimia (F1) 0,293** 0,346** 0,284** 0,001 0,728**

    Anorexia (F2) 0,106* 0,557** -0,175** 0,692**

    Ortorexia (F3) 0,116* 0,264** 0,581**

    Percepcin deObesidad (F4)

    -0,082 0,685**

    Vigorexia (F5) 0,153**

    ** La correlacin es significativa al nivel 0,01 (bilateral)* La correlacin es significante al nivel 0,05 (bilateral).

  • Procedimiento

    Los datos fueron recogidos en un periodode cuatro meses, a lo largo del ao 2007. Se tra-t de recoger una muestra de la que la mitad re-flejara distintos escenarios donde es ms pro-bable la presencia de estos trastornos objeto deinters, mientras que la otra mitad se refiriera apoblacin general sin riesgo a priori. As pues,se solicit la participacin a personas que acu-dan a gimnasios, centros de salud, agencias demodelo, o que trabajaban en tiendas de moda.En las instrucciones escritas para solicitar laparticipacin se indicaba el objetivo era ayudara los participantes a determinar la posibilidadde tener un trastorno alimentario que requierade atencin profesional. Se insista en que laherramienta era slo orientativa y no estaba di-seada para realizar diagnsticos de trastornosalimentarios, ni para sustituir al diagnstico oasesoramiento profesional.

    Anlisis

    Para realizar los anlisis se utiliz el progra-ma SPSS v.15.01 (2006). Se realizaron anlisisdescriptivos y se emplearon pruebas paramtri-cas para el contraste de hiptesis tras compro-bar el cumplimiento de supuestos paramtricosde normalidad de la distribucin y homogenei-dad de varianzas. El nivel de significacin esta-blecido fue de Alfa =0,05.

    Resultados

    Tras computar las puntuaciones en cada fac-tor y en el total de la escala, analizamos en pri-mer lugar las posibles diferencias entre gruposen funcin de factores de riesgo. En primer lu-gar, el gnero. En este sentido, los anlisis reali-zados no evidenciaron diferencias estadstica-mente significativas en funcin de esta variable.

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    Tabla 2. Estadsticos descriptivos y significacin de las diferencias (Anova) en las puntuaciones en el CIC en funcin de la existencia o no de obesidad

    N M D.T. F p

    Bulimia (F1) 20,219 0,000

    No obesidad 340 2,26 1,07

    Obesidad 55 2,97 1,22

    Anorexia (F2) 2,990 0,085

    No obesidad 340 3,71 1,31

    Obesidad 55 4,03 1,06

    Ortorexia (F3) 5,065 0,025

    No obesidad 340 3,09 1,08

    Obesidad 55 3,43 ,92

    Percepcion deObesidad (F4)

    6,914 0,009

    No obesidad 340 2,25 1,10

    Obesidad 55 2,67 1,12

    Vigorexia (F5) 6,224 0,013

    No obesidad 340 3,40 1,44

    Obesidad 55 3,91 1,11

    CIC_TOT 22,483 0,000

    No obesidad 340 2,90 ,71

    Obesidad 55 3,39 ,68

  • En segundo lugar, el anlisis del posible impac-to de la profesin del respondiente (profesinsin riesgo, modelo, deportista profesional, etc.)no arroj tampoco diferencias significativas. Entercer lugar, analizamos la existencia de posi-bles diferencias en funcin de haber tenido ono o tener obesidad. Se puede observar (vaseTabla 2) cmo los 55 participantes (13,92%) queresponden afirmativamente puntan significati-vamente ms elevado en los factores bulimia,ortorexia, percepcin de obesidad, vigorexia yen el total de la escala.

    Por lo que se refiere a la variable, haber rea-lizado intentos repetidos de ponerse a dieta, 204participantes respondieron afirmativamente(51,65%), encontrndose diferencias estadsti-camente significativas en el total de la escala.Quienes manifestaron haber realizado intentosrepetidos de ponerse a dieta, obtuvieron pun-tuaciones ms elevadas. Por lo que se refiere a lavariable haber experimentado grandes oscila-ciones de peso en poco tiempo, 127 participan-tes (32,15%) respondieron afirmativamente.Adems los datos indicaron la presencia de di-ferencias significativas en el factor Vigorexia y

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    Tabla 3. Estadsticos descriptivos y significacin de las diferencias (Anova) en las puntuaciones en el CIC en funcin de familiares de primer grado

    con problemas de ansiedad o depresin

    N M D.T. F p

    Bulimia (F1) 5,752 0,017

    Sin antecedentes 308 2,29 1,13

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 2,61 1,03

    Anorexia (F2) ,009 0,923

    Sin antecedentes 308 3,75 1,30

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 3,77 1,23

    Ortorexia (F3) 6,173 0,013

    Sin antecedentes 308 3,07 1,05

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 3,39 1,08

    Percepcion de Obesidad (F4)

    ,062 0,804

    Sin antecedentes 308 2,30 1,12

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 2,33 1,12

    Vigorexia (F5) ,016 0,899

    Sin antecedentes 308 3,46 1,44

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 3,49 1,31

    CIC_TOT 4,529 0,034

    Sin antecedentes 308 2,93 ,74

    Familiares con ansiedad o depresin

    86 3,12 ,66

  • en el total de la escala. En ambos casos quienesafirmaron haber experimentado grandes osci-laciones de peso, obtuvieron puntuaciones sig-nificativamente ms elevadas.

    En cuanto a la posible influencia de la va-riable: tener familiares de primer grado con pro-blemas de ansiedad o depresin que han reque-rido tratamiento profesional, 104 participantesse manifestaron afirmativamente al respecto(26,33%). Los datos indicaron diferencias sig-nificativas en los factores Bulimia y Ortorexiaas como en el total de la escala (Tabla 3). En to-dos los casos, las personas que respondieronafirmativamente, obtuvieron puntuaciones sus-tancialmente ms elevadas.

    Los mismos resultados se obtienen tras elanlisis de posibles diferencias en funcin de

    tener familiares de primer grado con problemasde alimentacin (Tabla 4), aspecto que fue res-pondido afirmativamente por 40 participantes(10,13%).

    Por otro lado, en aquellos casos en los quelos encuestados indican haber tenido o tener al-gn problema relacionado con la alimentacinque ha requerido de ayuda profesional, los re-sultados indican diferencias significativas en lasvariables Vigorexia y total de la escala, y las per-sonas que responden afirmativamente, un totalde 79 (20%) puntan ms elevado en dichas va-riables.

    Finalmente y dado nuestro inters por utili-zar este Cuestionario como instrumento de cri-baje de posibles TCA, procedimos a identificarel porcentaje de participantes con puntuacio-

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    Tabla 4. Estadsticos descriptivos y significacin de las diferencias (Anova) en las puntuaciones en el CIC en funcin de familiares de primer grado

    con problemas de alimentacin

    N M D.T. F p

    Bulimia (F1) 7,106 0,008

    Sin Antecedentes 350 2,30 1,11

    Familiares con TCA 40 2,79 1,04

    Anorexia (F2) ,880 0,349

    Sin Antecedentes 350 3,73 1,30

    Familiares con TCA 40 3,93 1,15

    Ortorexia (F3) 5,209 0,023

    Sin Antecedentes 350 3,10 1,04

    Familiares con TCA 40 3,50 1,18

    Percepcion de Obesidad (F4)

    ,007 0,931

    Sin Antecedentes 350 2,32 1,12

    Familiares con TCA 40 2,30 1,07

    Vigorexia (F5) 1,424 0,233

    Sin Antecedentes 350 3,43 1,42

    Familiares con TCA 40 3,71 1,37

    CIC_TOT 6,371 0,012

    Sin Antecedentes 350 2,93 ,73

    Familiares con TCA 40 3,24 ,71

  • nes iguales o superiores en las diferentes subes-calas. As, encontramos que 24 participantes(6,08%) se encuentran en riesgo de presentarbulimia, 117 (29,62%) de presentar Anorexia,47 (11,9%) de presentar ortorexia, 29 (7,34%)de percibir obesidad, y 112 (28,35%) de presen-tar Vigorexia. Logicamente, estos casos de ries-go son muy superiores a los casos declarados odiagnosticados.

    Discusin

    En el presente trabajo hemos tratado de do-tar, al campo de los TCA, de un instrumento quepermita la deteccin temprana de problemas re-lacionados con la conducta alimentaria, inclu-yendo trastornos de reciente consideracincomo la vigorexia o la ortorexia. Los anlisis defiabilidad y validez de la escala avalan la ade-cuacin de la misma. Contar con instrumentosvalidados es crtico para justificar un diagnsti-co y realizar un adecuado seguimiento de losprogresos teraputicos (Anderson, Lundgren,Shapiro, y Paulosky, 2004). No obstante, estu-dios posteriores, y anlisis de la validez discri-minante, predictiva, etc., del instrumento, con-firmarn su utilidad.

    Varios resultados merecen la pena ser desta-cados. En primer lugar, en este trabajo hemosencontrado una escasa asociacin entre trastor-nos de la conducta alimentaria, lo que apoya laexistencia de mecanismos distintos que subya-cen a los diversos trastornos. En segundo lugary en contra de nuestras predicciones, no hemosencontrado diferencias en funcin del gnero,as como tampoco en funcin de la profesinde los participantes. Posibles explicaciones pu-dieran relacionarse con las caractersticas de lamuestra. Esto es, la muestra estaba compuestapor personas que voluntariamente decidieronparticipar e informar o no de un posible TCA.En este sentido, creemos que un porcentaje sus-tancial de la muestra estaba compuesto por ca-sos probables de trastornos de la conducta ali-mentaria. As lo sugiere el hecho de que un13,92% de los participantes indicara tener unahistoria de obesidad, ms del 50% indicara ha-ber intentado ponerse a dieta, un 32,15% infor-mara de haber experimentado grandes oscila-ciones de peso en poso tiempo, un 26,33%

    informara de antecedentes familiares de psico-patologa y un 10% de antecedentes familiaresde TCA. Tambin llama la atencin que un 20%indicaran tener algn problema relacionado conla conducta alimentaria. En este sentido, el he-cho de contar con una muestra fundamental-mente clnica ha podido ejercer un papel unifi-cador en los anlisis efectuados.

    En tercer lugar y en cuanto a los principalesfactores de riesgo asociados a un TCA, desta-can la obesidad y la existencia de parientes deprimer grado con problemas de ansiedad, de-presin, o problemas de alimentacin. Estos re-sultados coinciden con un gran nmero de es-tudios previos (Allen, Byrne, Forbes, y Oddy,2009; Anderson y Paulosky, 2004; Eddy et al.,2007; Garca, Arrondo, Guilln, y Aguinaga,2006)

    Caben sealar varias limitaciones del pre-sente estudio. En primer lugar, la muestra estcompuesta por personas que voluntariamentedecidieron participar y que, del mismo modo,decidieron informar o no de un posible TCA.En este sentido, y como hemos indicado cree-mos que un porcentaje sustancial de la muestraestaba compuesto por casos probables de tras-tornos de la conducta alimentaria. En segundolugar, en posteriores estudios sera necesariocontrastar o triangular la informacin aportadapor los entrevistados con datos procedentes deotros informantes. De especial relevancia es laobtencin de informacin sobre diagnsticos dela muestra, datos del ndice de masa corporal,etc. Por otro lado, atendiendo a la multidimen-sionalidad del propio concepto de imagen cor-poral (Hrabosky, 2006), es necesario recoger in-formacin sobre los elementos cognitivos,afectivos, comportamentales y perceptivos aso-ciados.

    Pese a las limitaciones expuestas, creemosque el instrumento puede ser empleado para ladeteccin precoz de posibles problemas relacio-nados con la conducta alimentaria. Dicha de-teccin ha de ir seguida de acciones educativasque fomenten la salud nutricional (Prez Lan-cho, 2007), a travs del fomento de actitudes yconductas positivas hacia la salud (lvarez yLpez, 1999; Vera Guerrero, 1998; Villena y Cas-tillo, 1999).

    C. JENARO, N. FLORES, B. G. BERMEJO Y M. CRUZ / ACCIN PSICOLGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 7-20 15

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    Num. Items Alfa

    1. Como con moderacin ante otros y me atraco cuando se han ido 0,8272. Como y bebo a escondidas 0,8236. Cuanto estoy preocupado, como 0,8547. Estoy preocupado por comer demasiado 0,8458. Pierdo el control antes o durante los atracones 0,8219. He pensado en vomitar para perder peso 0,840

    12. Me harto de comida 0,857Total Factor 1 (Bulimia): 0,858

    4. Creo que las proporciones de mis caderas son las justas 0,83411. Me gusta la forma de mi trasero 0,83714. Me siento satisfecho con mi fsico 0,82016. Mi estmago tiene el tamao adecuado 0,86718. Mis muslos tienen el tamao justo 0,841

    Total Factor 2 (Anorexia): 0,868

    10. Limito el tipo de alimentos que ingiero 0,72613. Me siento culpable cuando me salto mis convicciones dietticas 0,70819. Paso ms de tres horas al da pensando en comida saludable 0,73122. Planifico con antelacin el men de cada da 0,71223. Trato de comer nicamente comida biolgicamente pura 0,731

    Total Factor 3 (Ortorexia): 0,765

    5. Creo que mis msculos son demasiado gruesos 0,83917. Mi trasero es demasiado grande 0,79220. Pienso que mi estmago es demasiado grande 0,80821. Pienso que mis caderas son demasiado anchas 0,768

    Total Factor 4 (Percepcin de Obesidad): 0,844

    3. Creo que estoy demasiado esculido 0,43615. Mi dieta se caracteriza por una elevada ingesta excesivas de protenas

    e hidratos de carbono, y escasas grasas 0,63524. Utilizo anabolizantes, testosterona, esteroides o aminocidos 0,361

    Total Factor 5 (Vigorexia): 0,574

    Total Escala: 0,851

    Apndice I. Cuestionario de Imagen Corporal: Items y fiabilidad

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