Cuentos Cortos

6
Cuentos Cortos Por: Sara Rico

description

Dos hombres, dos esposas, dos misterios.

Transcript of Cuentos Cortos

Cuentos

Cortos

Por: Sara Rico

Miércoles de ceniza

En una calurosa tarde de marzo leía el periódico

sentada en una silla de mimbre. No había luz y

apenas se escuchaba el murmullo de los pájaros a lo

lejos. Pensaba nada más en la tibia mañana en que lo

había visto por última

vez despedirse de mí y

contemplaba la noticia

“Apuñalado

encuentran a hombre de unos treinta y cinco años”.

Mis párpados comenzaron a cerrarse en un inútil

intento por mantenerme despierta y yo solo pensaba

en él; recordaba sus palabras golpeadas, su presencia

horrorosa y toda su ira hacia mi manifestada aquel

día en que no gritó nunca más. Cerré los ojos y me

desvanecí en un instante; tuve en mis labios su beso

efímero y mortal, me convertí en aire contaminado de

ciudad y tuve la sensación de viajar por lugares

inexistentes. Cuando desperté ya había pasado

alrededor de media hora, tenía el periódico extendido

sobre mis piernas y el cuerpo arqueado en la silla de

mimbre. Y entonces lo vi. Parado ahí frente a mí. Su

mirada era la misma de siempre, ojos negros

endemoniados y semblante de enojo eterno, parecía

que quería hablarme pero no podía hacerlo. Un hilo de

terror y aire congelado recorrió mi cuerpo de pies a

cabeza, sin embargo no me moví.

- ¿Qué hacés aquí? – le dije con voz lánguida y baja. Él

solo me miró con los ojos aguados y sin articular

palabra alguna, yo tenía miedo, estaba aterrorizada

pero decidí no demostrarlo.

- Andate de una vez, ya no tenés nada que hacer aquí,

vos estás muerto…estás muerto. Por un momento creí

verlo llorar, pero lo odié, lo odié tanto que volví a

cerrar los ojos para hacerlo desaparecer. Cuando los

abrí él se había ido. Se había ido de nuevo y esta vez

quizás para siempre.

Me levanté hacia la cocina para lavarme la herida de

la mano, todavía temblando. El corazón me brincaba

como dispuesto a salirse de su cavidad y tenía un

dolor de cabeza insoportable. Cuando vi hacia la

ventana que daba al cerro era ya de noche, pero al

menos la luz había regresado. Pensaba en que haría

de cenar mientras observaba la luna sobre el cielo

oscuro y triste; estaba sola, pero estaba bien, porque

él ya no estaría aquí, y no lo vería nunca más.

Lucía Salazar**

Affaire

Ese día habrían de encontrarse a las 2 de la tarde. Ella

miraba absorta su reflejo en el espejo mientras pintaba

sus labios de rojo carmesí, peinaba las ondas de su

cabello cual movimiento de olas y pensaba en su próximo

encuentro pasional. Él, nervioso e inseguro, le escribía

una carta que encerraba

su deseo febril y su amor

impetuoso. Se vestía de

gala y ya podía ver en su

mente la silueta de ella

dominando su mundo

entero y haciéndolo olvidar todo. Salió de la habitación,

vio a su esposa y le dio un beso de despedida.

- Me voy a trabajar, amor.- Ella lo observó fijamente

hasta verlo salir de la casa y cerrar la puerta. Tenía que

pensar en la cena que prepararía para su esposo al

volver de trabajar, y en que tendría que ir a recoger a los

niños de la escuela.

Lucía Salazar**

FIN