CUENTO LA PRINCESA LLORONA 8. ENGRATA TEATRE

1
12 13 La corte vio el corte con corte y decidió tomar cartas en el asunto el valiente caballero Don Din-don. Apodo que le venia por sus patas de campana y patillas cortas. En un alarde de valentía, aseguró que la sopa debía de tomarse en plato de plata y sin platicar. Todos aplaudieron menos el Rey, la Reina y la Princesa, que se- guía llorando. El caballero, aver- gonzado por su fracaso, para salir del paso, dijo: “Ya veo que no me hizo mucho caso”. La princesa no cesaba de llorar. El Rey no cesaba de estar pre- ocupado y de hacer preguntas a la Princesa . “¿Quieres sopa de cebolla?; ¿Quieres sopa de ajo?” “¿Quizás sopa cubierta?; ¿Sopa de menudillos?” “¿Tal vez sopa de letras?; ¿Sopa de fideos?” “¿Sopa de tortuga?; ¿Aleta de tiburón?; ¿Ancas de rana?...” El Rey se empeñaba en buscar una rápida respuesta, mas solo obtenía la misma respuesta. Lloros de princesa. Un político comentó que se tendría que concebir un debate pa- ra la creación de un referéndum y que el pueblo fuera el que decidie- ra. Su propuesta fue desestimada por que es sabido que los proble- mas reales se sirven de soluciones reales. Un científico, sugirió analizar la sopa... Un médico, que habría que darle vitaminas... Nada de nada para nada.

Transcript of CUENTO LA PRINCESA LLORONA 8. ENGRATA TEATRE

Page 1: CUENTO LA PRINCESA LLORONA 8. ENGRATA TEATRE

12 13

La corte vio el corte con corte y decidió tomar cartas en el asuntoel valiente caballero Don Din-don. Apodo que le venia por sus patasde campana y patillas cortas. En un alarde de valentía, aseguró que lasopa debía de tomarse en plato de plata y sin platicar. Todos aplaudieron menos el Rey, la Reina y la Princesa, que se-guía llorando. El caballero, aver-gonzado por su fracaso, para salir del paso, dijo: “Ya veo que no me hizo mucho caso”.

La princesa no cesaba de llorar. El Rey no cesaba de estar pre-ocupado y de hacer preguntas a la Princesa. “¿Quieres sopa de cebolla?; ¿Quieres sopa de ajo?” “¿Quizás sopa cubierta?; ¿Sopa de menudillos?” “¿Tal vez sopa de letras?; ¿Sopa de fideos?” “¿Sopa de tortuga?; ¿Aleta de tiburón?; ¿Ancas de rana?...”

El Rey se empeñaba en buscar una rápida respuesta, mas soloobtenía la misma respuesta. Lloros de princesa.

Un político comentó que se tendría que concebir un debate pa- ra la creación de un referéndum y que el pueblo fuera el que decidie-ra. Su propuesta fue desestimada por que es sabido que los proble-mas reales se sirven de soluciones reales. Un científico, sugirió analizar la sopa... Un médico, que habría que darle vitaminas...

Nada de nada para nada.