Departamento de Pastoral FM

DA, 2016

Crucemos a la

otra orilla

PEDAGOGÍA DE JESÚSPOR MG. LORENA E. PÉREZ Q.Y PROF. NELSON IBARRA

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YO TENGO FE

Yo tengo fe que todo cambiaráque triunfará por siempre el amoryo tengo fe que siempre brillarála luz de la esperanza no se apagara jamás.

Yo tengo fe yo creo en el amoryo tengo fe también mucha ilusiónporque yo sé será una realidadel mundo de justicia que ya empieza a despertar.

Yo tengo fe porque yo creo en Diosyo tengo fe será todo mejorse callará el odio y el dolorla gente nuevamente hablará de su ilusión.

Yo tengo fe los hombres cantaránuna canción de amor universalyo tengo fe será una realidadel mundo de justicia que ya empieza a despertar.

Yo tengo fe que todo cambiaráque triunfara por siempre el amoryo tengo fe que siempre brillarála luz de la esperanza no se apagará jamás.

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La Pedagogía de Jesús en

Mc 4, 35 – 41

Mc 5, 1 – 20

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Mc 4, 35 – 41Jesús Calma la Tempestad

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Mc 5, 1 – 20 El Endemoniado de Gerasa

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I. PARA ACERCARNOS A LA LECTURA TOMEMOS ATENCIÓN EN:

En el evangelio de Marcos, Jesús constantemente se encuentra trasladándose de una orilla a la otra.

En la orilla primera, Jesús se encuentra en un contexto de creyentes. El pueblo creía en el Dios Yavhé, y muchos esperaban la venida del mesías.

Este lugar de seguridad, en donde se encontraba el pueblo creyente y que busca el sentido de su vida en el cumplimiento de la Promesa.

Dentro de las opciones de vida que tenía Jesús, podría haberse quedado allí, pero no. Decidió arriesgarse y cruzar a la otra orilla.

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II. LA OTRA ORILLA:

Esa otra orilla es un lugar de incertidumbre, de inseguridad. Un contexto de diversidad de respuestas a las búsquedas de felicidad y sentido.

Esta orilla ofrece un sinfín de propuestas no creyentes o creyentes en otros dioses para vivir con o sin sentido.

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III. JESÚS TOMA LA INICIATIVA DE CRUZAR

Invita a los discípulos a cruzar a la otra orilla y subirse a la barca.

La barca, ejemplificando el camino de la vida, se enfrenta a la tempestad, que se puede homologar a las dificultades, miedos, temores, problemas, etc. que emergen en la vida.

En ese camino Jesús nos acompaña, no nos obliga, es una constante invitación.

Incluso frente a los momento que más autosuficientes nos creemos, el se mantiene allí, pero no se interpone a nuestra libertad, más bien, la respeta ante todo.

IV. ¿QUÉ PASA CON LOS DISCIPULOS?

En el camino de la vida, vida que muchos hemos aceptado vivir con Jesús, cabe la posibilidad de olvidar nuestras opciones y comenzar a creer en nuestras propias fuerzas y autosuficiencias.

Nos quedamos solos en ese camino de egocentrismo por creer o vivir al estilo de sí mismo y no al estilo de Jesús, a quién olvidamos y dejamos dormido.

Cuando ya no pueden más con la tempestad, los discípulos se dan cuenta que Jesús duerme y lo despiertan. A la misma forma en que nosotros recurrimos a Jesús voluntariamente, cuando tomamos conciencia que solos no podemos.

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V. JESUS ACOGE EL DOLOR, EL SENTIRSE SOBREPASADO:

Jesús responde al llamado de los discípulos e inclusive, su respuesta pedagógica es preguntar, no reprimir: ¿Por qué tienen miedo?

Se preocupa de lo que sucede, de lo que acontece. Su preocupación llega al extremos de calmar la tormenta. Con él la vida se ve de manera distinta. Las dificultades, nuestras tormentas, toman un nuevo significado, que además recoge las palabras de Jesús cuando les pregunta por su fe.

Decimos que creemos, pero el creyente fluctúa comúnmente entre la creencia y la increencia. Duda. Y después de volver a Jesús, se acepta bajar de la barca y seguir con él.

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VI. JESUS TOMA LA INICIATIVA BAJANDO PRIMERO DE LA BARCA Jesús baja de la barca a ese lugar de

incertidumbre, un contexto desconocido.

En ese contexto de reflexión los demonios representan las distintas posibilidades que ofrece el mundo para vivir.

Algunas de esas posibilidades otorgan na vida con sentido y otras son falsos sentidos y derechamente otras son opciones de sin sentdio.

Esa persona endemoniada esta enfrentada a muchas posibilidades y reconoce en Jesús una opción valida al punto de reconocerle como hijo del hombre.

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VII. EL ENCUENTRO DE JESÚS Y EL ENDEMONIADO

Ese encuentro de Jesús, es un encuentro con un mundo que da diversas opciones.

Pero, el endemoniado ve en Jesús a Dios. Jesús es su respuesta a encontrarse consigo mismo, pero ese encuentro implica

mirarse profundamente, inclusive mirar aquello que lo atormenta. Es mejor evadir, hacerle el quite, y vagar por los sepulcros, ya que es muy doloroso enfrentarse a sus propias penumbras.

Sin embargo Jesús lo libera, y el endemoniado queda libre de sus tormentos. Ahora es el ex endemoniado el que quiere seguir a Jesús.

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VIII. JESUS DESCONCIENTA HASTA EL FINAL:

Ese encuentro con Jesús fue tan significativo que el endemoniado comenzó a vivir una vida plena y con sentido.

El ex endemoniado es una persona nueva, que solo quiere estar con Jesús

Jesús es desconcertante: le dice claramente que vuelva a casa.

En el fondo, Jesús le invita a cruzar su propia orilla e ir a la orilla de la incertidumbre y que pueda dar testimonio de su encuentro de intimidad con él.

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SÍGUEME SOY CAMINO

Mira Jesús yo te traigo una gran inquietudque debo hacer nuestro mundo sufre esclavitud.Le falta paz y en muchos no hay esperanzadime, Señor ¿cómo puedo sembrar más amor?

Sígueme soy camino única ruta a seguirsígueme soy la vida que con amor debes compartir.

Oigo tu voz en la calma de mi oraciónoigo tu voz en el pobre que me pide pan.Desde tu cruz tú me pides mayor compromisodime Señor ¿cómo puedo sembrar más amor?

Yo cómo tú buscaré dar más que recibirno hay amor sin sufrir, sin luchar, sin servir.Mas sin tu amor, olvidando te pierdo de vistagrita Señor aún más fuerte que te pueda oír.