Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

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  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

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     ritica Juridica   Estudios de erecho

    JOAQU1N HERRERA FLORES

    Professor Catedrático de Fílosoña do Direito na Universidade de Sevilla.

    1. Hacia una Universidad Democratica

    1.1.Aspectos de poluica educativa

    Comoen casi todas las esferas de la cultura occidental, los problemas sociales

    y educativos con que nos enfrentamos hoy en día proceden de la falta de realiza-

    ción de los ideales ilustrados. Estos ideales no han sido unívocos ni producto de

    una sola línea de pensamiento. Estamos acostumbrados a considerar la historia de

    las ideas como si estuvieran sometidas a una ley evolutiva unidireccional. El pen-

    samiento ilustrado no surge

    011

    la Francia revolucionaria de [males del XVIlI. En

    esa época se lograron formular e incluso positivizar jurídicamente ideas y valores

    que venían de antiguo. La forma i lust rada de pensar se remonta a los ant iguos

    presocráticos, a esos filósofos artesanos queanteponían la ciudady las habilidades

    manuales a las jerarquías políticas tradicionales. Ese modode pensar fue continu-

    adopor los sofistas y su concepción humanista dela medida delas cosas. Las ideas

    de los utopistas sociales y de los revolucionarios radicales del XIX, llevaron a su

    culmentodo este bagaje de praxis ilustrada. La Ilustración, entendiendo por ella no

    CRiTICA JURiD/CA y ESTUDIOS DE DERECHO 199

    sólo la vertiente cientifista y elinsta, supuso un avance decisivo en la conformación

    de nuestro modo de pensar

    y

    actuar en la sociedad. Sin embargo, por la misma

    radicalidad de sus postulados, muchas veces totalmente alejados de la realidad

    histórica, o, quizá, por la resistencia de los grupos e individuos amenazados por la

    eclosión de un tipo de pensamiento libre y crítico, la Ilustración ha encontrado

    obstáculos a menudo insalvables en loque se refiere a su puesta en práctica.

    Plantear una transmutación de los valores tradicionales, colocando al indivi-

    duo en sociedad como el único portador de las nuevas ideas axiológicas, junto a la

    confianza en el papel de la praxis humana como elemento racionalizador de la

    sociedad, hacen de la Ilustración unacorriente de pensamiento de indudable impor-

    tancia a la hora de hablar del problema educativo en las sociedades occidentales

    desarrolladas.

    Fue Condorcet el que intentó sistematizar elnuevo ideal aplicado a la enseñan-

    za. Para este pensador el ideal ilustrado se proponía proporcionar a los individuos

    los elementos necesarios, no sólo para la consecución de su bienestar personal,

    s ino , asimismo, el de la colectividad en la que se inserta. Estos elementos

    COI11-

    prendían el desarrollo de las artes, el conocimiento de las funciones cívicas a las

    que podía ser llamado encualquier momento, el despliegue de sus facultades físicas,

    intelectuales, morales, etc.; desarrollo que tendía, en última instancia, a contribuir

    al perfeccionamiento de la especie humana en su conjunto, desterrando cualquier

    división artificial entre amos y esclavos al enarbolar el pabellón e la razón universal.

    Con sólo echar unvistazo alestado decosas contemporáneo, podemos percibir

    la distancia que aún nos separa detal ideal. En primer lugar,

    y

    salvo algunas excep-

    ciones muy marginales, el proceso educativo no se ha adecuado a las premisas

    ilustradas del hombre total, sino que, hasta los mismos dogmas que sí se han reali-

    zado - véase el caso dela extensión del acceso a la educación,

    y

    la democratiza-

    ción formal de su estructura - tienen un carácter netamente contradictorio.

    Por un lado, esa extensión del acceso al proceso educativo, ha sido llevada a

    cabo de un modo incontrolado y falto de los modelos teóricos y políticos necesarios

    pata evitar los males de la masificación y la paulatina devaluación de las titula-

    ciones académicas. Por otro, esas exigencias de democratización, no han ido a la

    par de un aumento real de la participación social en la enseñanza. Más quemateria-

    l izar en la escuela

    y

    en la universidad las potencialidades participativas de la

    democracia, se ha tendido a reproducir los fallos y deficiencias de la democracia

    formal. Quizá uno de los males más necesitados de solución, sea paradójicamente

    el de determinar qué significa democratización de la enseñanza. La democracia, a

    todos los niveles, debe entenderse no sólo como una forma de acceso y reproduc-

    ción en el poder, sino C0l110 unproceso devida, un sistema de relaciones sociales y

    unmarco de proyectos e ideas. La democracia es la base a part ir de la cual pode-

    mos trabajar en un plano de igualdad

    y

    l ibertad para llevar a la práctica nuestra

    concepción de la sociedad y de lajusticia. Desde las estructuras democráticas for-

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    REVISTA DE DlREnV ALTERNATIVO

    ma les, e s como se pue de c omenz ar a solucionar los problemas, es dec ir, a relle na r

    de conten idos soc ia le s y humanos las ins ti tuciones en las que nos ins ta lamos. No

    basta con reconocer participaciones Y s is temas de con tro l, s ino que es prec iso po-

    nerlos en práctica, discutir propuestas y criticar situaciones consolidadas; aunque,

    eso sí, de jando siempre abie rta la puerta a la misma critica. Esa misma relac ión de

    la e nse ña nz a c on una democ rac ia dinámica

    y

    par ticipa tiva obl iga a a sumir e sos

    ideales ilustrados

    Y

    luchar por romper la dicotomía que tradicionalmente se ha

    da do entre la ciencia y la prá ctica . Este problema se ve mucho más a cuciante en los

    e stud ios t radiciona lmente denominados humaníst icos somet idos a un proce so de

    abandono Y e sc leroti zaci ón, cuya causa fundamental reside en l a dejac ión que se

    ha hecho de la crítica y en la asimilación de las tendencias tecnocráticas o

    teorocráticas de la racionalidad cientif ista dominante .

    Ante estos fenómenos ¿podemos seguir defendiendo esa ilustración

    corno

    mo-

    delo educativo, o más bien declarar su defunción? ¿hay que dedicarse a buscar

    parámetros educa tivos ant ií lust rados? Afi rmar e sto, tal y como a fi rma la

    fi losofia

    post-moderna , impli ca partir de una posición idealista que ide ntific a l os logros y

    los fracasos reales con contenidos de conciencia. Que un ideal no haya s ido puesto

    en práct ic a, no t iene por qué s igni fica r su supe ración. Serán las condiciones socia-

    les , e conómicas , po lí tica s. h is tór ic as, é tica s, etc., las que darán la medida de su

    posibilidad o imposibilidad de realización.

    y e sta e s prec isamente la postura que defendemos: ese ideal ilustrado continua

    vivo, prec isamente por su falta de plasmaci ón rea l. Cua ndo lle gue e l momento e n

    que esos presupuestos educa tivos demuest ren su inope ranc ia en la r ea lidad soc ia l e

    histórica, entonces y sólo entonces, habrá que pensa r en sus ti tu irlos por o tros más

    adecuados a la s ituación del momento. Mientras que esto no ocurra habrá que ir

    pensando en las modalidades institucionales Y e st ructurales que permitan su rea -

    lización.

    Pienso que e st as moda lida de s pasan por la resolución de los tema s antes ex-

    puestos , s iguiendo a lgunas l ínea s que aqu í intere sa ría p lantea r como marco de d is -

    cusión.

    En prime r luga r, e l tema de lamas if ic ac ión. La c la ri ficación en este punto e s de

    una importancia crucial para planificar la docencia universitar ia. Por supuesto, que

    aquí no se aboga por una universidad de

    élites,

    basada en un rígido proceso de

    selección. Partir de esta premisa sería contradecir desde el principio ese ideal

    ilustrado que he comentado con anter ioridad. Sin embargo, la extensión cuasi-uni-

    ve rsal que se está producie ndo en lo que se re fie re al a cce so, crea muchos proble-

    mas que no encuentran solución al no integra rse e n una política educati va global.

    Son prec isas, pues, una seri e de medidas que palie n de a lgún modo, no e l acc eso

    universal

    y

    generalizado, sino esos problemas antes señalados.

    Cre emos que son necesa ria s dos vías: una de política educativa ,

    y

    otra de au-

    mento de la sensibi lidad soc ia l hac ia la Unive rs idad Y de ésta hacia la soc iedad.

    CRITICA JURlDICA y EST UDIOS DE DERECHO 201

    En primer t érmino ha bria que se ña lar la desconexión que se da entre los dife -

    rentes nivele s de la educac ión. La e nse ña nz a prima ria camina por derroteros dife -

    rentes de la enseñanza secundaria, y no digamos nada de la enseñanza universitar ia.

    Se repiten contenidos, no se ofr ece a l e stud iante posibi lidades de e lecc ión c ient íf i-

    c a, y, como es obvio, e l a lumno entra e n la Unive rsidad sin ca pacidad crítica y sin

    una v is ión global de futuro.

    Es prec iso, pues , una pol ít ic a de p lani ficación educa tiva que , a lapa r que conecte

    esos niveles de enseñanza, ofrezca a los usuarios la posibilidad de elegir libre-

    mente, e s dec ir, con elementos de juicio, la carrera que re almente quieren segui r.

    La educación , aun cuando tenga e l carác te r de serv ic io público , y, por elJo mismo,

    no pueda ser entendida s ino bajo c ri te rios soc ia le s, t iene un gran componente ind i-

    v idual que debe ser re spe tado

    y

    t en ido en cuenta a la hora de ofr ecer posibi lidades

    de estudio.

    Y

    esto no se consigue c on polític as globales de sele ctividad, ni c on

    té cnicas psic ol ógica s basadas en testes de inteligenci a, de sde el momento e n que

    con ello se privilegia a los que han tenido mayores posibilidades económicas, socia les

    y, por supuesto, cul tur ales. Desde la enseñanza secunda ria pueden pe rf ec tamente

    da rse e lementos de juicio

    y

    al ternat iva s reale s de estudio que no se reduzcan sim-

    plemente a las posibilidades de encontrar trabajo en el futuro. El colapso de las

    Fa cultades de Derecho es un bue n ejemplo de lo que dec imos.

    Esta pol ít ic a educa tiva deber ía inc id ir en o tro punto de indudab le importancia:

    los p lanes de estud io .

    En nuestro país estamos asistiendo a un proceso de transformación de la en-

    señanza unive rsita ria. En este proc eso, los planes de e studio a lcanza n una impor-

    tancia dec isiva , en tan to

    qu e

    dependen c la ramente de la autonomía de las unive rs i-

    dades. Pues bien, en e l desar ro llo de e stos p lanes, debería de rechaza rse la tenden-

    cia a convert ir los ce ntros de estudio e n ce ntros de

    formación

    profesional; a

    1

    cual

    se llega cuando 1 que predomina, a la hora de la e laborac ión de dic hos planes, son

    criterios puramente instrumentales. Esto conduce, cuando menos, a la burocratiza-

    ción de la inteligencia y la c ul tura, desemboca ndo finalmente en el criterio del

    lucro y del asc enso social, c omo el únic o fiel que inclina la bala nz a ha cia una u otra

    carrera. En planes C01110 é ste, a l e stud iante só lo le queda una pos ib il idad, que es la

    de aprender las reglas del uego y saber apl ic ar la s con mayor o menor éxi to. Romper

    con esos criterios del lujo y del ascenso social, supone un tipo de Universidad

    cuyos pla ne s de e studio no se ba sen excl usivamente en la re petición

    y

    memoriza-

    c ión de una cada vez mayor can tidad de conten idos pre fi jados. Por el contrario,

    lo verdade ramente re levante no es da r tal c la se de información - muchas veces

    inútil -, sino potenciar actitudes y métodos de trabajos que inciten y faciliten al

    alumno a la búsqueda de dichos datos y a la reflexión crít ica sobre los mi smos.

    Como afi rma alto Frie drich Bol lnow, el di sc urso pedagógic o debe te nder a en-

    señar y no únicamente a informar,   ... no sólo debe t ransmi ti r conoc imientos, s ino

    tambié n de sarrollar ha bi lida de s, promover i ntuici ones, c ult iva r formas del pen-

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    REVISTA DE DlREITO ALTERNATIVO

    samiento y comportamientos de trabajo ,

    Por otro lado, dicha instrumentalización de la cultura conduce necesariamente

    a posiciones autoritarias, desde el momento en que se da una división excesiva-

    mente rígida entre los que informan acerca de contenidos prefijados y canoniza-

    dos por una tradición quizá ya superada, y los que los reciben sin alguna posibi-

    lidad de intervenir ni sobre los mismos, ni sobre el método usado por los profes-

    sores. Si, por el contrario, pretendemos construir el edificio educativo sobre las

    premisas de una sociedad abierta, dinámica y pluralista, la enseñanza debe recha-

    zar ese criterio del lucro que la reduce a mera repet ic ión y memorización de lo

    aprendido, para llegar a una doble tarea: en primer lugar, conectar la enseñanza

    universitaria, no sólo con otros niveles educativos, sino, del mismo modo, hacién-

    dola partícipe de los conflictos sociales en los que debería jugar algún papel. La

    Universidad debe, pues, ser consciente de esas contradicciones y conflictos en los

    que se inserta, para así relativizar sus contenidos y teorías dogmáticas teniendo en

    cuenta la realidad del momento, y sus posibilidades decambio y transformación,

    Pero, en segundo lugar, es importante que en esa formación, se potencie el

    espíritu critico del estudiante, proporcionándole los criterios necesarios para que

    no considere como lo natural el adecuarse pasivamente al dogma conservador del

     así son las cosas . Para esto, seria preciso partir del ideal ilustrado de la unidad de

    la razón humana

    y

    no romper artificiahnente la realidad y la naturaleza en di-

    cotomias absolutas - véase el caso de la falta de asignaturas humanisticas en los

    estudios de ciencias naturales y las reticencias a mantener como asignaturas tron-

    cales a áreas de conocimiento consideradas, quizá peyorativamente, como forma-

    tivas .

    Es necesario repetir que para lograr estos fines nobasta con trasladar los pre-

    supuestos de la democracia formal a los centros deestudio, por muy importante y

    necesaria que sea dicha tarea. Es preciso, abundar más

    y

    proyectar el mismo con-

    cepto de democratización, hacia lo que en teoría educativa se denomina gestión

    social de la enseñanza. La educación no se reduce a la formación del personal

    docente adecuado

    y

    a la transmisión acrítica de contenidos prefijados. Hablar de

    educación es hacerlo teniendo en cuenta que se un servicio publico, y como tal

    sujeto a presupuestos públicos que se obtienen de lasociedad en su conjunto. La

    Universidad es un asunto que interesa a todos, y,por ello mismo,debe ser controla-

    da

    y

    gestionada por todos. Esto anterior no significa que la enseñanza vaya a de-

    pender exclusivamente de los grupos sociales que enella intervengan; muchas ve-

    ces, serán loscontenidos y las teorías impartidas dentrode losmuros universitarios,

    losque influirán sobre dichos grupos y sobre la realidad social ensu conjunto. Pero

    en esta interacción es donde reside precisamente esa gestión social del sistema;

    interacción que viene a decir lo mismo que control

    y

    desarrollo mutuo, sobre todo

    cuando se parte, como veremos a cont inuación de un modelo universitario de

    educación permanente.

    CRITICA JURlDICA  ESTUDIOS DE DERECHO 203

    1  2

    El Modelo Educativo. La Universidad como centro de Educación

    Permanente

     

    Como afirma Karl Popper, todo progreso, el científico, el tecnológico y el políti-

    co, dependen del funcionamiento de las instituciones. El presupuesto básico del ra-

    c ionali smo crít ico popperiano se basa en la premisa según la cual la razón y la

    ciencia surgen a través de lacrítica recíproca - loque implica necesariamente un

    carácter público de laciencia. Si, por otro lado, la única forma posible de planear

    este crecimiento consiste en el desarrollo de instituciones quegarantizan la libertad

    de esta crítica, es decir, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la

    libertad ideológica, las libertades de cátedra y deenseñanza, entonces la razón y la

    ciencia tienen que argumentar políticamente, es decir, tienen que decidirse siempre

    por las instituciones que garantizan tales libertades de pensamiento

    y

    de crítica.

    Estos principios popperianos parten de una petición de principio: la necesidad

    de racionalizar la sociedad por medio de la política y la ciencia; pero poco o nada

    se dice de cómo realizar ta l proyecto , n i de cuál sea el sent ido que haya que im-

    primirle a tal racionalízación. Esto ocurre a causa de las ideas políticas liberales

    del fundador de este método: abogar por la libertad en abstracto, sin proponer me-

    didas de control social sobre las instituciones, constituye la base del neo-conserva-

    durismo contemporáneo. Sin embargo. ese racionalismo crítico nos coloca ante el

    nudo del problema que aquí setrata: unconcepto universal de Universidad, en el

    que se coimpliquen la política, la ciencia y la ética en sus múltiples dimensiones y

    perspectivas. Asumir, por el contrario, una concepción luhrnaniana (Niklas Luh-

    mann) de razón - es decir , una racionalidad que busca la simpl if icación de los

    problemas sociales yjurídicos - y aplicarla a la enseñanza universitaria, reduciría

    drásticamente nuestro ámbito de actuación a losprocesos de adecuación sistemáti-

    ca y de reducción de lacomplejidad ambiental- ¿ se debe desde la Universidad

    reducir la complejidad creciente del mundo en que vivimos? ¿ estaría esta tarea

    justificada democráticamente ? Pensamos lo contrario; la Universidad debe cum-

    plir sus objetivos asumiendo esa complejidad y lIevándola hasta sus últimas conse-

    cuencias, aunque para ello haya que renunciar a las posibilidades, siempre rígidas

    y estáticas, del sistema perfecto.

    Para cIlohay quc superar hegelianamente los límites de ese racionalismo críti-

    coy abundar en la necesidad de entender laciencia en relación con lapolítica; sin

    instituciones democráticas que posibiliten una forma de pensar democrática, es

    decir, siempre susceptible de crítica

    y

    revisión, no se puede argumentar científica-

    mente. En ciencia, y esto será unpilar fundamental de todaesta argumentación, no

    puede hablarse de verdad o deerror. Una teoría será más o menos verdadera, nopor

    su adecuación o inadecuación a unmarco objetivo dehechos y experimentos, sino

    por su aper tura o rechazo frente a la critica y la revisión. En palabras de Laín

    Entralgo, más que de errores y falsedades, el conocimiento se halla enfrentado con

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    en ig mas a r es olv er . P or el lo , m ás im po rta nte q ue e sa p re te nd id a a dec ua ció n a l os

    p ret en did os h ec ho s, l o r ele van te d e t od a e nse ña nz a, se a u niv er sit ar ia o d e c ua l-

    q uie r o tr o n iv el , c on sis te e n p la nt ea rs e c on tin ua me nt e p ro bl em as . C re em o s q ue e s

    m uch o m ás fo rm ativ o y enriquecedo r que el alum no sea capaz de fo rm ular sus

    p ro p ia s p re gu nt as , q ue e l c o nt es ta r a cr it ic am e nt e l as q u e l e p l an te an e n l os e xám en es ,

    v er da de ra s p ru eb as d e d oc il id ad i nt el ec tu al y , e n c on se cu en cia , s oc ia l.

    P or e sta r az ón la U niv er sid ad , c om o h ip oté tico c en tr o d e e stu dio y r efl ex ió n

    s ob re l a c ie nc ia y l a s oc ie da d, o e s u na in st it uc ió n d em o cr át ic a, o p ie rd e c om pl et a-

    m e nt e t od o s u s en ti do . E sa d em o cr at iz ac ió n , q ue c on si st e p ri nc ip alm en te c n l a c o ne -

    xión ciencia-política, 110 q u ie re s ig n if ic ar a nt ie sp ec ia li za ci ón , n i m u ch o menos,

    s im p li fi ca ci ón o r ed u cc ió n d e p er sp ec ti va s. L a d em o cr at iz ac ió n d e l a Un iv er si da d,

    p as a p re cis am en te p or s up er ar e so s r ed uc ci on is mo s y r el ac io na r, nunca co n fundi r,

    e sa e sp ec ia li za ci ón c ie nt íf ic a c o n s us c o ns ec ue nc ia s s o ci al es y po l ít ic a s. S i e x is t e,

    tal

    y

    co mo se afirm a, esa ten dencia a la esp ecialización, m ás n ecesario se v e el

    c on str uir u n m od elo e du cat iv o en e l q ue se te ng a sie mp re p res en te q ue v iv im os e n

    un m un do interco nectad o en el que to da dico to mía no es sino p onerle puertas al

    c am po , o , c om o a fir ma ba M an uel S ac ristá n e n su tr ab ajo

    Universidad y división

    del trabajo,

    l a U niv er sid ad a ca ba rí a s ie nd o s us tit ui da p or u na  multiversidad sin

    c r it e ri o s n i modelo s gene r al iz ado r e s.

    E sa d em o cr at iz ac ió n d e

    la

    e ns eñ an za u niv er sit ar ia , e xig ir ía l as s ig ui en te s a c-

    ciones:

    - la t en de nc ia a c on se gu ir u na v er da de ra p u bl ic id ad d e l as t eo ria s c ie nt íf i-

    c as ; e s d ec ir , p ro mo v er e l a ce rc am ie nt o m ut uo e nt re l a s oc ie da d y l a u ni ve rs id ad , a

    t ra vé s d e u na a de cu ad a y am plia d iv ulg ació n d e lo s r es ult ad os q ue se co nsig uen

    con la i nve st ig a ci ón .

    - po tenciar, m ás que una m em orización d e co ntenido s, las facu ltades de ra-

    z on am ie nt o, y , so br e to do , d e cr ít ic a y c ue stio na mie nt o d e lo q ue e xist e. E sto co n-

    llev a reco no cer en su justa m edid a el pap el de lo s experto s y lo s especia li s tas ,

    c uya s t e si s y p ro pu est as n o d eb en se r a su mid as co mo d og mas d e fe .

    - a ce rca r l a U n iv er sid ad a la c on tro ver sia p olítica . S i l a r az ón y la c ritic a so n

    e lemen to s i ne s ci nd i bl e s de l p l an team ien to c ie n tí fi co ; s i e l c r i te r io de ve r dad c ie n tí fi ca

    t ie ne q ue v e r m á s c on l a p o si bi li da d d e f al sa ci ón y d e r ev is ió n, q u e c o n e l e xp er im e nt o

    c ru cia l o la a su nció n a cr ítica d e c on te nid os p re fija do s, la U niv er sid ad n o p ued e

    quedar al m argen de lo s pro ceso s po lítico s que in ciden directam ente en la co n-

    f or ma ci ón d e l as i ns ti tu cio ne s. L a U niv er sid ad d eb e p ug na r p or l a f le xib il id ad

    y

    r ev is ab il id ad i ns ti tu ci on al p ro p ia s d e u n s is tem a d em o cr át ic o , y e ll o l e e xig e e st ar

    a te nta a to do s lo s av ata re s q ue en l a ar en a p ol ític a s e p la nte en .

    - y , p or ú ltim o, es p re ciso n o r om per la u nid ad d e la ra zó n h um an a. L a c ie nc ia

    c om o l a p ol ítica , tie ne n co nse cu en cia s s ocial es m ás o m en os in me dia ta s. L a cien -

    c ia e s u na a ctiv id ad so cia l y p úb lic a, y, p or lo ta nt o, d eb e e sta r s uje ta a c on tro les

    sociales y p úb lic os e n lo q ue c on cier ne a su s re su lta do s a plic ab le s a la so cie da d.

    CRlTlc.. AJURlDlCA y ESTUDIOS DE DERECHO

    205

    A ún m ás, el pro blem a de la ciencia ya n o es la relación co n el dato de Ia exp eri-

    e nc ia , s in o l a e xi st en cia d e u n l en gu aje m uI tid im cn si on al , e qu ív o co y s us ce pt ib le

    d e se r as um id o d esd e d ifer en te s ló gica s, t od as e ll as a ce pta ble s y s usc ep tib les d e

    critica

    y

    revisión . Co mo afirm ó John D upre en su obra

    The disorder o/ things:

    metaphysicalloundalions 01 he disunity 01science, n o h ay u n m ét od o c ie nt íf ic o

    g en er al , n i u n p ro ce so o ac tiv id ad cie nt ífic os ú nic os. E sta mo s ab oca do s a la i nt er -

    c on ex ió n d e m ét od os y p er sp ec tiv as. R ec ie nt em en te , P op pe r h a v uel to a p on er

    de

    m an if ie st o e st a n ec cs id ad d e t ol er an ci a d en lr o d el c on oc im ie nt o c ie nt íf ic o. En el

    d is cu rs o p ro nu nc ia do e n e l a ct o d e s u in ve st id ur a

    C l doctor honoris causa

    po r

    l a U niv ers id ad C om pl ute nse d e M ad rid , e l a uto r d e

    La lógica de la investigación

    científica,

    c on ec tó l a a ct iv id ad i nt el ec tu al c on l os p rin cip io s d el d iá lo go r ac io na l.

    C ite mo s su s p ala br as p or lo r el ev an te q ue so n p ar a to do lo q ue a qu í v en im os d efe n-

    diendo:

    1 -

    E l p rin cip io d e fal ib il id ad : q uiz á y o es té e qu iv oca do y q uiz á u ste d

    te ng a r azó n, p er o, d esd e l ueg o, a mb os p od em os est é e qu iv oc ad os . 2 _ E l p rin -

    c ip io d el d iá lo go r ac io na l: q ue re mo s c rí tic am en te , p er o s in n in gú n t ip o d e c rit ic a

    · p ers on al, p on er a p ru eb a n ue str as r azo nes a fav or y en co ntr a d e n uest ras v ariad as

    - criticables - teo rías. E sta actitud crítica a la q ue estam os o bligado s

    a

    adherir-

    n os e s p art e d e n ue st ra r esp onsa bi li da d i nt el ec tu al . y 3 - E l p ri nc ip io d e a ce r-

    c am ie nt o a la v er dad c on l a a y ud a d el d eb ate: po de mo s c asi siem pr e a cer cam os a

    la v er da d co n la a yu da d e t al es d isc usio nes cr ít ic as im personales _ y ob je t iv a s

    _,o

    y de este m odo po dem os casi siem pre mejorar n ue st ro e nt en di mie nt o; incluso en

    aquello s caso s en lo s que no

    lleguemos

    a

    un

    a cu er do ... si y o q uie ro a pr en de r e n el

    in te ré s p or la b úsq ued a d e l a v erd ad , n o só lo d eb o to le ra rle c om o p er so na , sin o q ue

    d eb o r ec on oc er le p ot encialmente como a un igual; la unidad po tencial de la hu

    m an id ad y la ig ua ld ad p ote nc ia l d e to do s lo s se re s h um an os e s u n p rer req uisito

    p ar a n ue st ra v o lu nt ad d e d ia lo g ar r ac io n alme nt e v éa se

    El País

    de 29 d e o c tu br e

    d e 1 99 1).

    C ie nc ia , é ti ca

    y

    p ol ít ic a s e c oi mp lic an e n e st os t re s p rin cip io s. F al ib il id ad ,

    d iá lo go r acio na l y t ole ra nc ia , p od ría n se r c on cep to s q ue g uia se n e l p or ve nir d e la

    U niv ersidad actual si es q ue en realid ad qu erem os salir del im passe en el que no s

    enco ntram os. Y para ello , pen sam os que h ay que tend er h acia un

    m odelo de edu-

    cación permanente.

    Uno de los tópicos más generalizados a la ho ra de hablar de la crisis de la

    U niv er sid ad , re sid e en la fa lta d e co nex ió n e ntr e la s d ife ren tes F ac uld ad es, en tr e

    las d isciplinas im partidas dentro de u na m ism a Facultad, y, po r últim o, entre la

    Facultad y la realidad so cial. E l elem ento esencial que está en la b ase de tales

    c on sid er ac io ne s e s e l d e l a c on sid er ac ió n d e l a U niv er sid ad c om o a pa rc am ie nt o .

    C ua nd o la U niv er sid ad se c on cib e c om o u n c en tr o d on de se r eco gen a m il es d e

    po tenciales dem andantes de em pleo ; cuando la U niv ersid ad se plan tea co mo el

    p as o n ec es ar io p ara o bt en er u n t ítu lo q ue d esp ués v a a t en er u n v alo r m uy r ed uc id o,

    t an to c ul tu ra l c om o p ro fe sio na lm en re , e st ud ia r e n l a U ni ve rs id ad e s a sumid o c om o

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

    5/10

      6 REVISTA DE DlREITV ALTERNATIVO

    un a carrera de o bstácu lo s, en la que las disciplinas y lo s q ue las im parten no so n

    sin o e ne mig os q ue h ay q ue ir v en cie nd o e xa me n t ras e xa me n.

    E n u na s it ua ci ón c om o l a s eñ al ad a, n i l a i nt er di sc ip lin ar ie da d, n i l a in tr ad is ci-

    p lin arie da d en cu en tr an s u l ug ar ad ec uad o. L a en se ña nz a es v ista co mo u na e ta pa

    q ue h ay q ue su pe ra r c on e l m en or e sfu er zo p osib le. E sta mo s an te u na ca rg a q ue s e

    le im po ne al jo ven p ara p oder acceder en el futu ro al paraiso d e la activ idad

    laboral. C ua nd o s e c ulm in a la ca rr era se o lv id an l os lib ro s y c om ie nz a la lu ch a p or

    co nstru irse un a v id a al m argen de lo estudiad o. C uán tas v eces n o se h ab rá o ído el

    m is mo r ep ro ch e e n b oc a d e ex -a lu mn os: la F ac ul ta d n o sirv e p ar a n ad a, se c om ie n-

    za a ap ren de r fu er a d e l os m ur os d c l a U niv er sid ad .

    En pr incip io , y t en ie nd o e n c ue nt a l a p er sp ec tiv a il us tr ad a a l a q ue n os u nim o s,

    c re em os q ue l a p rin cip al c au sa d e to do e ste p ro bl em a r es id e e n l a c o mp ar tim en ta -

    ció n de las etapas d e la v ida: l a e sc ue la, e l in stit uto , l a u niv ers id ad - p ara lo s q uc

    pueden acceder a ella - y el trabajo . C uando se está estudiando se ve la esfera

    labo ral co mo la panacea de to do s lo s m a les - su rg e la idea de la lib eración po r el

    trabajo . C uando se está in tegrado en la esfera labo ral, la U niv ersidad ap arece

    co mo el sueño d orado d e la juv en tud - estam os ante la idea d e la lib eración d el

    trabajo . A mb as te sis q ued ar ían im pu gn ad as d es de e l m o m en to e n q u e la e ta pa d e

    fo rm ació n n o se d esg aja se, c om o s e h a ce en la ac tu alid ad , d e la e sfe ra la bo ra l. La

    e ns eñ an za d eb e c on si de ra rs e c om o u na a ct iv id ad l ab or al , y é st a d eb e d e c on ec ta rs e

    c on l os c en tr os d e c ul tu ra e in ve st ig ac ió n. S ólo d e e st e m od o, a fir ma e l s oc ió lo go

    A le ss an dr o C av al li p od rá n d is eñ ar se e st ru ct ur as e sc ol ar es q ue n o e st én t od as c on -

    c en tra das a l c om ie nz o d e l a v id a a du lta

    y

    q ue p re pa re n e xc lu siv am en te p ar a r ol es

    l ab or ale s, s in o q ue a va nc en e n p ar ale lo a l os r ol es la bo ra le s e

    interactúen

    d e f orm a

    c on tin ua da e n r el ac ió n c on l a a ct iv id ad l ab or al .

    S i e st o se ll ev as e a la p rá ctic a, p od rían c on seg uir se la s sig uien te s v en ta jas

    educativas:

    - reduciria la en orm e distancia, co n el d esco no cim ien to que ello co nllev a,

    entre trabajado res, i nv e st ig ad o re s y e st ud ia nt es , r el at iv iz an d o c o n e ll o l a a rt if ic ia l

    d iv is ió n d el t ra ba jo m an te nid a a t od a c os ta p or e l m o do d e p ro du cc ió n c ap it al is ta .

    - ir ia d ir ect am en te co ntr a la p ar ce la ció n c ul tu ra l e n d isc ip lin as in co mu nic a-

    d as en tr e s i.

    - d ism in uir ía la t en de nc ia a c on sid er ar e xc lu siv am en te l a U niv ers id ad c om o

    c en tr o s d e f orm ac ió n t éc ni ca e sp ec ia li za da .

    - fa cilita ría la r ec on ver sió n p ro fe sio nal

    y

    e l c on st an te a pr en diz aje e n d if e-

    r e nte s ma ter i as.

    - ten dería a superar la dico to mía trab ajo -ocio.

    - y, e n re lac ió n c on lo s e stu dio s d e d er ech o, co ntr ib uiria a su pe rar e l se nt id o

    p ey or at iv o q ue d el ju rist a t ie ne la so cie da d, e l c u al e s d eb id o a l ac ap ar am ien to d e

    c on oc im ie nto s p or p ar te d e é st os, d e t em as q ue so n d ir ec ta me nt e d e in te ré s p úb li-

    co  

    CRl7 lCA JURIDICA

     

    ESTUDIOS DE DERECHO 207

    T od o es te c om ple jo d e e du ca ció n p er ma ne nte o bl ig ar ía a u n re pl an te am ie nto

    g lo bal, tanto d e lo s m éto do s de trabajo , que deberían d e ser m ás abierto s y flexi-

    b le s, c om o d e l as m ate ria s a im pa rtir e n la s d ife re nt es fa cu lt ad es , m ás a co rd es c on

    la r e al id ad y l as n ec es id ad es s oc ia le s d el m o me nt o.

    E ste m od elo d e e du ca ció n p er ma nen te , e xig ir ía, a sim ism o, u na a da pt ació n d e

    la s e st ru ct ur as e du ca tiv as a lo s c am bio s h ist ór ic os a q ue a sist im os. E n un m undo

    do nde la técnica h a av an zad o v ertigino sam ente, es alg o necesario q ue, tanto lo s

    p ro fe sio na le s c om o l os u su ar io s d e l os s er vic io s r ec ic le n s us c on oc im ie nt os

    y

    ade-

    c ue n s u p rá ct ic a c ot id ia na a l os n ue vo s t ie mp os y a l os n ue vo s d es cu br im ie nt os q ue

    s e v ie ne n d an do e n l a a ctu alid ad. E l m ito d e R obin so n h a pasad o y a a m ejo r v ida.

    E l in div id uo c on te mp or án eo d es ar ro ll a s u in div id ua lid ad r od ea do d e e le me nt os t éc -

    n ic os a l os q ue n o p ue de r en un cia r, y q ue i ne lu dib le me nt e l o s oc ia liz an . P er o, d el

    m ism o m od o, e sa e xte ns ió n d e la e du cac ió n m ás al lá d e la U niv er sid ad, o blig a a la

    m is ma a s er c on sc ie nt e y, p or e ll o m is mo , a s ab er r ea cc io na r a nt e l a d is ta nc ia c ad a

    vez m ayor que se da entre esos avances técnico s y l as r ela cio nes p er so nal es e

    in stit uc io nal es an cl ad as, sie nd o o pt im ist as, e n e l sig lo X IX . T al

    y

    c om o v ie ne n

    d efen die nd o d esd e h ac e d éca da s lo s m i emb r o s dc lmov im ie n to

    Science, Technolo-

    gv and Society, la c ien cia y l a te cno lo gía so n p ro ce so s c arg ad os d e v al or es y d e

    n atu ra le za p olítica d esd e e l m om en to e n q ue c an aliza n y c on ce nt ran la s ac cio ne s

    h um an as c on l a m ism a fir me za

    y

    fu er za q ue l as l ey es e st ab le cid as p or lo s g ob ie r-

    n o s s o be ra no s . N o basta ya con conocer y com prender las bases científicas y

    t écn ic as d e lo s p ro ces os s oc ia le s; es p rec iso , p ue s, co mo d efie nd e M an uel Medina

     m i emb ro r el ev a nt e dellnstil/lto de Investigaciones sobre Ciencia y Tecnología),

    denunciar y o po ne rs e a l a t en de nc ia c ie nt íf ic o- po lí ti ca d om in an te q ue h ac e d el d is -

    c ur so c ie nt íf ic o l a b as e d e l eg it im a ci ón d e l as p o lí ti ca s c o nt em p o rá ne as.

    L a U niv er sid ad n o p ue de , n i d eb e, e nc err ar se e nt re lo s m ur os d e u n c o nju nt o d e

     L ib ro s C an ón ic os q ue h ay a q ue re pe tir e in du cir a l a m em or iz ac ió n. M uch o m ás

    in te res an te q ue a no na da r a lo s e stu dia nt es c on d at os, fe ch as, te xto s o a rtíc ulo s d e

    c ód ig os, e s e l a po rt ar les l os c rit er io s n ec esa rio s p ar a q ue e llo s m ism os se pan e n-

    c on tr ar io s, y p on er lo s e n p rá ct ic a d e u n m od o cr ític o y e ma nc ip ad or. Contraria-

    mente a lo que se dice desde las po sic io ne s n eo -l ib er al es , e mp eñ ad as e n e nt er ra r

    l a s i de o log í as

    y

    l as u to pías , n o p ue de d ec irs e q ue e st em os en u n m u nd o s in s en tid os

    n i o bje tiv os a l arg o p la zo . M ejo r q ue e sa h ip óte sis fa la z, s ería m uch o m ás in st ru c-

    tiv o y ce rc an o a u n p lan te am ien to il ust rad o d e la e ns eñ an za, in cu lca r en l os a lu m-

    n os l a co nc ie nc ia d e l a d iv er sid ad y m ult ip lic id ad d e lo s o bjet iv os a c on seg uir d e-

    p en die nd o d e l os co nte xt os e n l os q ue a pl iq ue mo s la s te or ía s a pr en did as. Asimis-

    m o, se ría m uy in te res an te in sistir e n la ex ist en cia d e u na p lu ra lid ad d e se ntid os, d e

    f in e s, p r o pi ci ada, e ntr e o tr as c au sas , p or l as m ism as p osib ilid ad es té cn ic as d e d i-

    fu sió n d e l as id ea s.

    T ra ns mit ir a l a s oc ie da d e sa m ul ti pl ic id ad d e s ig ni fic ad os, r ec or da nd o e n c ad a

    m o me nt o q ue e ll o n o im pl ic a n in gú n p ro ce so d e d es va lo riz ac ió n, s in o p re ci sa me nt e

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

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      8

    REVISTA DE DlRElTO ALTERNATIVO

    un enriquecimiento de la cultura, sería una tarea que la Universidad podría cumplir

    sise acercase a esa realidad histórica ya esas cada vez más complejas necesidades

    sociales del mundo eontemporéneo.

    Por todas estas razones, es preciso apostar por un modelo de Universidad deu-

    dor de las perspectivas ilustradas mediatizadas por las necesidades y los nuevos

    desarrollos del presente histórico. Es decir por un tipo de Universidad pública,

    controlada

    y

    gestionada por todos los que la usan, plurtdimensional, tendente a

    formar mujeres y hombres completos en todos los niveles de supersonalidad, y

    critica, o lo que es lo mismo, no adaptada aldogma o al argumento de autoridad,

    sinouna Universidad contextualizada y tendente siempre a colocar sus miras cn la

    posibilidad de cambio y transformación de lo dado.

    Enla época histórica en que vivimos se ve necesario un sistema educativo que

    se oponga a ese auge del irracionalismo conservador que no deja de afirmar que se

    acabaron las utopías. Desde el sistema educativo habría que rechazar tales pro-

    puestas; y, aún más, habría que esforzarse por construir utopías aún más intrépidas

    que las que históricamente han fracasado. En palabras de Renato Tisato, el sistema

    educativo debería estimular la vigilancia penuanente, inteligente y activa, en con-

    tra de toda amenaza de esclerosamiento

    y

    de involución burocrática de las institu-

    ciones, y en contra del renacimiento de la tentación autoritaria .

    2.Claves para uno Entendimiento Critico del Derecho

    2. /. Ideologia

    y

    Crítica Jurídica

    Con sólo echar un vistazo a los actuales planes de estudios jurídicos en Es-

    paña, observaremos que la tendencia predominante consiste en hacer de las facul-

    tades de derecho centros asépticos de formación profesional, con lo que ello con-

    llevade adiestramiento social delos que enellos se apuntan. Con lainstauración de

    lademocracia formal y el papel jugado por laconstitución a lahorade laresolución

    deconflictos institucionales y sociales, la crítica del derecho pasó a formar parte de

    las disciplinas, denominadas formativas ,

    y

    en realidad relegadas alfangoso ter-

    renode la marginalidad. El derecho podía convertirse en el anhelado objeto de una

    ciencia neutral, dotada de métodos aulosuficientes, Y separada de los conflictos

    sociales que ineludiblemente están en su base. La enseñanza debía quedar reducida

    a la exposición de cosas tales como la Legislación , la Doctrina

    y

    la Juris-

    prudencia ,

    y

    ello sin entrar en más detalles que mostraran la presencia de sujetos

    actores provistos de su propia ideología

    y

    de sujetos espectadores reducidos a un

    CRiTICA JURlDlCA

    y

    ES TUDI OS DE DER EC HO 2 09

    papel pasivo

    y

    crecientemente desconfiados de las reglas del juego. Por último, y

    como consecuencia de todo lo anterior, eljurista práctico, aquel queaplica o induce

    a la aplicación del derecho, debía aprender a subsumir normas de relevancia gene-

    ral y surgidas por laexistencia de conflictos sociales, a casos individuales y siempre

    desconectados unos de otros, como si en una democracia fonnalla contraposición

    individuo-colectividad desapareciera del escenario.

    Estos hechos demuestran, por un lado, la estrecha relación que se da entre lo

    ideológico - ideología dominante -

    y

    lo jurídico;

    y,

    por otro, nos ponen ante la

    evidencia de elegir la forma adecuada de enseñar el derecho: bien, exponiendo

    asépricamente lo que hay en loscódigos,

     

    que lajurisprudencia apunta y loque la

    doctrina organiza; bien, ejerciendo el sano, pero a veces no muy cómodo, trabajo

    de la critica.

    Decir que ideología y derecho van unidas puede ser una mera tautología. Nada

    añadimos al carácter de las normas cuando las vemos como productos de volunta-

    des a intereses concretos. Aunque una enseñanza delojurídico seenriquecería con

    ese enfoque materialista, es preciso dar un paso mas e investigar cuáles son esos

    intereses, quiénes los defienden, qué objetivos se proponen, y cuáles sean sus rela-

    ciones con otros intereses noestrictamente jurídicos, sean estos sociales, económi-

    cos o meramente políticos,

    Al contrarío de lo que se pensaba desde el marxismo más ortodoxo, la ideo-

    logía no conlleva necesariamente una deformación de la realidad. Lo que sisupone

    una visión deformada de los hechos es considerarlos como siestuvieran exentos de

    ideología. Toda interpretación y toda práxis tienen su bagaje ideológico, a partir

    del cual se establece la relación entre las representaciones mentales - subjeti-

    vas o colectivas - de un hecho y los objetivos prácticos a los que se pretende

    llegar. La ideología proporciona, pues, tanto una estructura de pensamiento a

    partir de la cual se identifican y abordan los conflitos sociales, como un contexto

    de interpretación que permite enjuiciar y aplicar el conjunto de símbolos sociales.

    Entre estos símbolos destacan las normas jurídicas. El derecho está siempre con-

    taminado por la ideología de quienes lo crean

    y

    recrean 8 lo largo del tiempo. Por

    esta razón es tan imprescindible investigar los intereses, las estructuras de pen-

    samiento y los contextos interpretativos que subyacen a lasnormas, las doctrinas y

    las sentencias. Las manifestaciones jurídicas no son productos aislados de la reali-

    dad social y psicológica de los que las llevan a lapráctica; son, más bien, eso que

    Roger Coterrell denomina formas de conciencia social y como tales tienen que

    ser entendidas.

    De este modo habría que dejar de lado toda enseñanzajuridica que se reclame

    neutral o aséptica. Las manifestaciones de neutralidad constituyen afirmaciones

    cargadas de la ideología de peor especie: aquella que se reclama no ideológica

    y

    oculta sus reales objetivos. Estaríamos ante formas de conciencia social legiti-

    madoras de determinadas situaciones de poder

    y

    alejadas del menor atisbo de cam-

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

    7/10

    210 REVISTA DE D1REITO ALTERNATIVO

    bio social.

    Es ya un tópico citar a

    Max

    Weber

    COIllO

    el paladín de la neutralidad de la

    c ienc ia . Para e ste autor , s in emba rgo , e l prob lema re sidía más bien en recorda r a l

    c ient ífico que en su tarea cot idiana mane ja s iempre c ri te rios de valor , que inc iden

    has ta en lamisma e lecc ión de l tema de invest igac ión . Sin una c la ri ficación de estas

    premisas

    axiológica s, e l c ient ífico puede muy bien confundi r sus opiniones y pre -

    f erenc ia s pe rsona le s con los con tenidos de su t raba jo y e leva r a dogma

    10

    que no es

    más que argumento. La neutralidad

    v al or at iv a -

    Wertfrciheit -, no es

    má s

    que un

    subterfugío ideológico dirigido a reificar el marco socio-económico vigente , y con-

    siderar como patológico todo intento de crítica y superación teórico-prácticas.

    l ns ñ nz

    de l a cienci a d ebe partir de l a convi cció n de

    qu

    la ciencia

    nu nca es neu tral , o lo que es l o mismo, in dif erente a lo s valo res.

    Afirmar lo

    cont ra rio, impl ic ar ía dejar en la oscuridad los pre supues tos ideológicos que tanto

    influyen, no sólo en la elecc ión del problema, sino incluso en el modo de tratarlo y

    en lamisma divulgación de los re su ltados. Todo esto alcanza una importancia

    cru-

    cial cuando hablamos de ciencia s jurídica s ; ciencias en las que el punto de vista

    ideológico es tan omnipresente como interesa do. Una enseñanza democrática e n

    los e studios de c ienc ia s humanas y sociales , debe part ir, pues , de la no neut ra lidad

    de la r eflex ión c ient ífica , re cordando en todo momento que la ideolog ía e s insepa-

    rable de todo argumento científ ico.

    Neutralidad y vis iones puramente forma le s de l derecho, cons ti tuyen los po los

    de una concepción tradicional de lo jurídico a la que hay que oponer una con-

    cepción c rí tica . Ahora b ien., por crítica no hay que entender rechazo, negación

    i rraciona l o automarginación de la v ida o del conoc imiento. La c ri tica del derecho

    no puede obviar la dogmática jur ídica, n i mucho menos la soc io log ía de la s normas

    y de las instituciones. Pero tampoco puede quedarse ahí. Criticar lojur ídico supone

    una labor ilustrada de esclarecimiento de los principios, valores, objetivos e intere-

    ses tanto de las normas c omo de las teorías sobre la s normas, La crítica jurídica

    requiere, por consiguiente, e l conocimiento de los hechos, y una actitud alerta frente

    a los intentos ideológicos de presentar como universal algo que responde a inte-

    reses particulares. No estamos hablando

    únicamente

    de respuestas emocionales de

    re chazo y marginacién. Lo hacemos de a nálisis comprometido con un contexto

    social y un contexto u tóp ico. Para la c rí tica no hay dogmas ni verdades absolutas .

    Por ello es siempre relativista , aunque no escéptica . Relativizar supone relacionar ,

    referir , colocar los hechos o las teorías en sus contextos. Y, asimismo, partir de

    una concepc ión concreta e histórica de los valores y princ ipios que rigen la vida

    social. No hay poder sin dominador, pero tampoco hay poder sin dominado -

    a fi rma e l profe sor C. M. Cárcava , y sigue diciendo - y esta relación es cambiante ,

    dialéc tica , h is tór ic a. El papel de l derecho depende, pues , de una relac ión de fue r-

    zas en el marc o del conflicto social (p. 25). El re lativismo requiere una visión

    abierta, p lural y, sobre todo, dinámica de la r eal idad. El e jemplo de Hans Ke lsen es

    CRITICA JURID/CA y E ST UDI OS DE DE REC HO 2 11

    significativo al respecto. Su tan tra ida y llevada libertad valorativa no desembo-

    ca en un escepticismo jurídico basado en el todo vale. Relativizar la jus ticia no

    supone un abandono de las conquistas de la humanidad. Al con tra rio, la toler anc ia

    y

    l a contex tua lización cons ti tuyen los prime ros pasos pa ra e l compromiso con ide -

    a s un ive rsa lizables , como es e l caso del Es tado de derecho, los derechos fundamen-

    tales y los valores y vir tudes democráticas.

    Sin embargo, e l dogma, proceda de donde proceda , s iempre c ie rra la puerta a la

    critica y, sobre todo, a la utopía. Puede a firmarse que toda crítica tiene su compo-

    ne nte utópico. Es decir, de alternativa, de horizonte de sentido y de acción; en

    de fini tiva , de compromiso con ideas de cambio

    y

    transformación de realidades aún

    no totalmente jus ta s y perfectas . Usa r, pues, e l

    término

     crítica no significa crear

    a lgo di fe rente a la dogmát ica o a la sociolog ía juridica s; se t ra ta más de una act itud

    f rente a l derecho en cua lqu ie ra de sus manife stac iones que de una teoría formal iz a-

    da y consistente. Hablamos, pues , de c ri tica jurídica cuando proyectamos sobre e l

    derecho una visión

    ilustrada,

    en el sentido de crítica de las ideologías,

    relativista,

    en ta nto que contcxtualizada y atenta a los c onflictos sociales, y

    utópica,

    en tanto

    que compromet ida con e l derecho humano a cons trui r las condiciones que nos con-

    duzcan a una vida mejor y más justa. Ve amos en qué se puede basar tal actitud, tal

    pe rspec tiva apl ic ab le a lo jur ídico en genera l: por un lado, en lo que Pie rre Bourdieu

    ha llamado

    el principio de

    reflextvidad

    por ot ro, en 1 que Edgar Morin denominó

    principio de complejidad, y, finalmente, en l a tesi s que Ernst Bloch defendió bajo

    el título de

    principio esperanza.

    1.2. Principios de Crlücajurídica

    1.2.A - Elprincipio de reflexividad

    Fue Hegel el que calificó a la reflexión c omo el verdadero instrumento de la

    f ilosof ia , dedicándoJe una pa rte impor tante de suLógica (concretamente la doc-

    trina de la esencia ). Pa ra Hegellas categorías de la reflexión son cate gorías re la -

    cionales en tanto que van más allá de la visión inmediata de la s cosas pre sentando

     a lgo dist into de las mismas. Serían a lgo así como un conocimien to de segundo

    grado que nos most ra ría la e senc ia de los fenómenos. Sin l lega r tan lejos , pensamos

    con S. H. Hodgson que la re flexión, a l re la ciona r los fenómenos con nuest ra fo rma

    de pe re ib ir los , supone un pr ivi legiado modo de autoconciencia , Nos conocemos

    cuando somos capaces de re -flex ionar sobre nues tra posición y/o nuestra actividad

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

    8/10

    21 2

    REVISTA DE DIMITO ALTERNATWO

    en el mundo. Aún más - como puso de relieve Jose Eduardo Faria en la presen-

    tación de su

    Justi ca e Co nf lit o - ,

    ese modo de re-conocer la realidad, de re-

    p lantea rse los hechos surge necesar iamente cuando no nos sen timos sat is fechos

    con lo que vemos en nuestro primer contacto en el objeto de nuestra atención;

     reflexac é un esforco para se trascemder o imediato, para ir além da primeira

    impressao, para u lt rapa ssar a senso comum .

    Est a a utoc onc iencia crítica , este modo de pensamiento no satisfecho c on lo

    que a pare ce como dado, en defini tiva, e sta ac titud frente a los fenómenos que bus-

    ca ese al go mas que nos permitirá conoc emos mejor a nosot ros mismos en re-

    la ción con el contexto social e n e l que vivimos, confonuan lo má s ge né ric o de ese

    princ ip io de re ílex iv idad que aquí proponemos . El juri sta, sea teórico o práct ico,

    debe reflexionar c onsta ntemente sobre su propia t are a, de be ser consciente de las

    razones del discurso del- y sobre el - derecho, y, en todo momento, estar atento

    a las ca usa s, a los determinantes sociale s, a las int enciones ya los int ere ses vincu-

    lados a la toma de posición del derecho - y de sí mismo como jurista - con

    respec to a la soc iedad e n la que vi ve y tra ba ja.

    Puede dec irse que uno de los objet ivos más c ruc ia le s de las c ienc ia s soc ia le s no

    consiste ya en el dominio de lo externo, sino e ne l dominio del dominio, en vi rtud de

    las inagotables posibilidades de ocupación de espacios que ostenta el discurso domi-

    na nte. La inge nte difusión de las peregrinas y poco funda da s tesi s de autore s tale s

    como Nozick o Fukuyama, muestran a las claras la necesidad de desentrañar las

    ontolog ía s pol ít ic as que se ocu ltan ba jo la másca ra de l l ibera li smo teórico en boga.

    Como juristas no debemos contentamos con el aparente éxito - conseguido más

    por la r et ir ada del pensamiento c rí tico que por una v ic tor ia teórica  sostenible - de

    teorías que veen e l derecho como un obje to puesto ent re parén te si s u suscept ib le de

    análisis puramente lógico-formales. Ta l y como def iende Pie rr e Bourdieu , e s prec i-

    so vo lver a las cosas mismas . .. some te r a l lengua je pol ít ico y muy espec ia lmente

    las palabra s que des ignan colec tivos , a una c rí tica r ad ical

    El

    P fL~ 17de jun io de

    1993).

    Es pre ciso, pue s, una re-fle xión de los jurista s que determine su posic ión en l a

    socie da d y sus a ctit udes con respec to a l objet o de su e studi o y trabajo. Esta re fle -

    x ión, s iempre según Bourdieu , se s itua ría en los s igu iente n iveles : 1 ) la lucha con tr a

    la violenc ia simból ic a impuesta por aque llos que t ienen las riendas de los meca-

    nismos de producción cultural. Organizarse con el objetivo de controlar colectiva-

    mente sus ins trumentos de producc ión - sean edi to riales , fo rmas de f inanciac ión,

    grupos de abogados , juece s, e tc . -, y ,e s fo rzar se por c rear y mantener condiciones

    de comunicación y publicidad de teorías y prácticas alternativas, constituyen los

    prime ros pasos para que los juri stas puedan conve rt irse en un contrapode r c rí tico

    que se rebele c ontra la a toní a ide ológic a e n l a que nos sumen los medios de comu-

    nicación y dis tribución cul tu ra le s cap ital is ta s. 2) Ya no se t ra ta - a fi rma Bourd ieu

    _ de pe nsa r el t odo ni de pensarlo todo, sino de pensar inc ansablemente los límite s

    CRITICA JURIDICA

    y

    ESTUDiOS DE DERECHO 213

    del pensamiento . Y estos límit es se halla n en la histori a, e n la

    reapropiación

    críti-

    ca

    y

    re fle xiva del pa sado con vista s a la construc ción de futuros posibles, en l os

    que e l r espe to a las d ife renc ia s

    y

    a las d is idencias sean la pauta común. Historiza r

    el pensamiento

    y

    la prác tica jurídi cas, tie ne la virtua lidad de respeta r en todo mo-

    mento o tra s pos ib il idades , o tra s per spec tiva s, ot ros t iempos con los que pode r d ia -

    logar y desde los que poder proyectar. 3) Asimismo, la reflexión del juri st a debe

    esta r ate nta a aquellos c ole ctivos que no tiene n aún posi bi lidades de expre sión

    y

    participación, En este se nti do, sería c onveniente luchar por crea r los espacios pú-

    b licos necesar ios pa ra que los grupos marg inales cuyas expec ta tiva s y necesidades

    se hall an re legadas al plano call ado de lo privado, pueda n tener ac ceso al discurso

    público o institucional. 4 ) Procura r abr ir las propias per spec tiva s a ot ra s v is iones

    de lo ju rídico , supe rando las t raba s del p rov incian ismo nac ional is ta

    y

    de la endo-

    gamia profesional. Cada vez es más ne cesa ria la ta re a de extranjeriza r e l pen-

    samiento y l a práct ica jurídicas, como base para una discusión li bre y abier ta con

    todos aquel los que t ienen a lgo que decimos sobre sus exper ienc ia s y proyec tos.

    2.2.b - El Principio de Complejidad

    Afirma Edgar Morin en su obra

    ciencia con consciencia:

     Debemos ir hac ia

    una concepción enriquecida y t rans formada de la c ienc ia (la cua l evo luciona como

    todas las cosas viventes y humanas), en la que es e stab lezca la comunicac ión ent re

    sujeto y objeto, entre antropología y ciencias naturales. Entonces se podrá intentar

    la comunicac ión (que no la uni ficación) ent re hechos y val ores: pa ra que tal comu-

    nica ción sea posi ble ha ce falta , por una pa rte ,

    IInpensamiento capaz de reflexio-

    nar sobre los hechos   organizarlos para un tener un conocimiento de el/os, no

    ya solamente atomizado, sino molar,

    y, por otro,

    IInpensamiento capaz de concebir

    el enraizamiento de los valores en uno cultura y una sociedad.

    El problema de la

    conciencia (responsabilidad) supone una reforma de las estructuras del propio cono-

    cimiento .

    Cuando hab lamos de conc ienc ia c ient íf ic a, nos re fe rimos, pues , a l p roblema de

    la r esponsab il idad del c ient íf ico, no sólo f rente a sus colegas , sino [ rente a la soc ie -

    da d que es donde van a reve rtir sus teorías. Esto ti ene mucha mayor importa nc ia

    c uando nos re fe rimos a las ci encia s jurídica s. S i e l de rec ho es un produc to socia l y

    públic o, las reflexione s ve rti da s sobre el mismo de ben partir de esa premisa. Por

    mucho que la cienci a nec esite e l silencio de l la boratori o, no puede huir de su rele -

    vancia socia l. Para afrontar este problema habría que tomar en c onsiderac ión las

    siguientes propuestas:

    1 ) Reint roduci r en la c ienc ia jurídica e l p roblema de la subjet iv idad. Si desde

    He isembe rg la c ienc ia natura l no puede ser entendida s in la intervenc ión del sujeto

    que invest iga, en las c ienc ia s soc ia le s nocabe ya pos tu la r la existencia de un pre fe rí -

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

    9/10

    214 REVIST A D E DIREl TO ALT ERN AT IVO

    dor racional que decida de un modo cierto y seguro en nombre de los J~J11ás.El

     principio de incertidumbre , en el que toda ciencia social se basa, procede . ~;.

    inevitable intromisión del observador, del sujeto investigador, en el objeto somcti-

    do a estudio. El famoso aforismo níetzscheano, según el cual no existen hechos

    sino interpretaciones de hechos, no quiere postular la inexistencia de la realidad,

    sino lapresencia de hombres y mujeres, con sus proyectos y categorías heredadas,

    en todo aquello que llamamos hechos. Una teoría crítica del derecho constituye un

    punto de vista privilegiado para mostrar la presencia del sujeto en la ciencia y la

    práctica del derecho. Y ello a un doble nivel: a) recordando en todomomento que

     hechos tales como la doctrina o lajurisprudencia, noson otra cosa que productos

    humanos contaminados ideológica y políticamente; y b) mostrando las implica-

    ciones sociales de la legislación, la aplicación y la interpretación de las normas

    jurídicas. Partir de una racionalidad jurídica basada en estas premisas, se vecomo

    algo doblemente necesario para la formación jurídica: por un lado, muestra que la

    ciencia y la práctica normativa tienen un fuerte componente ideológico y político

    que es preciso tener presente en todo momento;

    y,

    por otro, plantea de un modo

    radical la responsabilidad del científico, del legislador y del abogado, a la hora de

    la creación, recreación

    y

    aplicación de las normas.

    2) Proyectar la crítica jurídica sobre los argumentos puramente tecnicistas y

    formalistas que dominan el ambiente científico jurídico contemporáneo. Con esto

    no sepretende negar la evidente virtualidad de la técnica y de los análisis formales

    actuales. Como puso de relieve eljurista alemán Friedrich Rapp en su obra

    Filo-

    sofia analitica de la técnica,

     en toda discusión acerca de unanueva actitud frente

    a la técnica se puede partir de la suposición de que nadie desea detener la marcha

    de la historia . ¿Quién puede negar la relevancia de, por ejemplo, la informática

    jurídica a la hora de resolver determinados problemas de masificaciónjudicial o de

    facilitar el conocimiento del derecho? Asimismo, nadie puede negar las afirma-

    ciones del profesor Lima de Arruda en supresentación a laobra deBueno deCar-

    valhoMagistratura e direito alternativo, cuando defiende la necesidad de la dog-

    mática jurídica como una condición de la democracia.

    Sin embargo, aliado de esta constatación, y si pretendemos realizar un análisis

    de laciencia desde el principio de complejidad, es preciso someter los argumentos

    técnicos o formales a la crítica jurídica. Elpeligro de no hacerlo radica en caer en

    lo que se denomina tecnoepistemologia , Ciencia y sociedad serían vistos bajo la

    férula de los valores técnicos y formales, Y estos valores nosonotros que los de la

    utilidad, la eficiencia y el orden, como pautas imprescindibles del éxito económico

    y social. La vida social y, con ella, la vidajurídica, deberían someterse a la lógica

    de las máquinas. De ahí a postular una sociedad basada en los pilares de lacentra-

    lización, la especialización y lajerarquía hay sólo unpaso. Espreciso, pues, denun-

    ciar esta derivación tecnoburocrática de nuestro pensamiento jurídico. La eficacia,

    el orden, lajerarquía y lacentralización no son valores puramente neutros. Como

    r

     

    ¡

     

    CRiTICA JURiDICA y EST UDi OS DE DEREC HO 21 5

    afirma Alasdair Maclntrc, estos valores son inseparables ...de un modo de exis-

    tencia humana en que lamaquinación de los medios es principalmente

    y

    sobre todo

    la manipulación de los seres humanos para que encajen en patrones de conducta

    obediente, y es apelando a su eficacia como elgerente reclama su autoridad dentro

    de un estilo manipulador .

    3) Romper con

    In

    división tradicional establecida entre lo que se denomina

    ética del conocimiento

    y

    ética cívica

     

    humana.

    Desde la primera, lo que se pri-

    vilegia es el conocimiento como un valor en símismo. Lo importante, loverdadera-

    mente relevante, es conocer, aumentar cuantitativa y cualitativamente el conocimien-

    tode la realidad, para poder así manipular deun modomás científico la naturaleza

    y la sociedad. Es ta ética es la que ha impulsado a la ciencia desde el inicio de la

    civilización occidental, y en e lla misma no reside e l mal. Tal y como afirma E.

    Morin, . . .la ciencia ha comenzado como unproceso en el que se manipula para

    verificar, o sea, para eneontrar el conocimiento verdadero, objeto ideal de la cien-

    cia, pero la introducción de este circuito manipular - verificar en el universo so-

    cial provoca por el contrario una inversión de finalidad, es decir, cada vez más se

    ver if ica para manipular . Lo cual se ve con mucha claridad en los intentos por

    convertir la sociología en general

    y

    la jurídica en particular, en instrumentos de

     ingeniería social . ••

    Para evitar tal inversión de los términos

    y

    taldegradación de la ética del cono-

    cimiento en proceso manipulador de las conciencias, se necesita aíi.adira dicha

    ética, a título de complemento inescindible, una ética cívica

    y

    humana que parta

    del presupuesto ya mencionado: en laactualidad elproblema no reside tanto en el

    dominio de lanaturaleza, como en el dominio del dominio.

    Junto a la sed decono-

    cer, hay que colocar la exigencia de controlar lasconsecuencias sociales y los pro-

    blemas que la ciencia puede proporcionar a la humanidad, todo ello en relación con

    el conjunto de valores e ideas que desde la Ilustración hacia acá han venido confor-

    mando nuestro universo axiológico, Tantos siglos dedicados a elevar laracionalidad

    científica al plano que indudablemente le corresponde, han hecho que se olviden

    factores tan importantes comola relación entre dicha razón y la sociedad civil. En

    palabras de Bertrand Russell , esa ética cívica y humana abogaría, tanto por el

    desarrollo de la ciencia en todos sus niveles, comopor los ideales de una produc-

    ción sin posesión, una acción sin autoafirmación

    y

    un desarrollo sin dominación .

    2 2 c   El

    Principio

    Esperanza

    Después de hablar de la rcílexividad y de la complejidad como princípios

    claves de una perspectiva crí tica del derecho, nos queda hacer lo de la utopía. Si

    desde el principio de reflexividad se nos exigía un autoconocimiento de nosotros

    mismos en el contexto social e intelectual en que nos movemos, y desde el de com-

  • 8/19/2019 Crítica Jurídica y Estudios de Derecho

    10/10

    216

    REVISTA DE DlRElTO ALTERNATIVO

    p le jid ad se n os in sta ba a p on er e n p rá ct ic a u na v isió n g en er al

    y

    h um an a d el o bj et o

    d e in ve st ig ac ió n, d es de l a u to pía n o s e p re te nd e o fr ec er e l m ar co d e u na so cie da d

    perfecta y to ta lit ar ia d on de e l se r h um an o q ue de r ed uc id o a s úb dit o y en la que la

    e fic ie nc ia m or al se g ar an tic e a c ost a d e l as o po rt un id ad es m or al es in div id ua le s.

    M ás bien , no s estam os refiriend o a 1 0 que M annh eim den om in ó en su Ideologla

    y

    utopta: esa fuerza p erturb ad ora y desafiante en la h isto ria d el intelecto . P or esa

    razó n, no h ablam os de uto pía , sin o de princip io esperanza , o lo qu e p uede ser

    l o m is mo , d e e sp ír it u o in te nc ió n u tó pi ca s. E n e st e p un to , n o e st am os a te nd ie nd o a

    l o s c o nt ex to s d e i nt er pr et ac ió n q u e c o ns ti tu y en l as i de o lo g ía s, s in o

    a

    l o q ue e l m is mo

    M an nh eim l la ma ba e l c en tr o d in ám ic o d e t od a te oría y de to da p ráctica sea

    científica o so cial. M ás que u na fo rm a literaria o u n p ensam ien to auto ritario , lo

    u tó pic o h ay q ue e nt en der lo c om o d en kr ic htu ng , c om o in te nc ió n d in an úz ad or a,

    co mo crítica de un p resente insatisfacto rio co n las m iras pu estas en un deb er ser

    aún no p uesto en p ráctica. E so qu e E rnst B 10 ch llam ó lo to dav ía no . Asimismo,

    lo u tó pic o t am po co p ue de c on fu rd ir se c on la s fic cio ne s a ce rc a d e m un dos f el ic es

    d ond e la abu ndan cia o la m oral estén garantizadas d e un m od o abso luto . En la

    i nt en c ió n u tó p ic a n o s e i de al iz a ni l a n at ur al ez a n i e l h o mb re i nd iv id ua l. S e t ra ta d e

    r eso lv er u n p ro bl em a co le ctiv o q ue s ur ge d e la d is co rd ia q ue se d a e ntr e l os d ese os

    y

    n ec es id ad e s i li mi ta da s d e l o s i nd iv id uo s y l as d if ic ul ta de s d e s at is fa cc ió n - sean

     m at er ia le s , e s d ec ir d eb id as

    a

    r ec ur so s e co nó mic os o n at ur ale s es ca so s, o so -

    cio lógicas , debidas a una m ala o injusta distribución de dicho s recursos y /o

    posibilidades sociales - de uno s y o tras en co ntexto s determinado s. Lo que

    d if er en cia e sa in te nc ió n u tó pic a d e c ua lq ui er t eo ría p ol ít ic a, e nf ra sc ad a a sim is mo

    e n la r eso lu ció n d e l os mismos pro blem as, es q ue en la segu nda están y a dadas las

    co ndicio nes p ara so lv entar tales dificultades, m ien tras q ue en la prim era n os

    enfrentamos a lo s pro blem as só lo co n el p ro yecto , la v olun tad, la im agin ación y ,

    po r sup uesto , la esp eran za d e u n m undo m ejo r para to do s.

    N ad ie m ejo r q ue B lo ch p ar a d efin im os e sta in te nc io na lid ad . R ec og ere mo s d os

    d e su s t e xt os m ás sig nific ativ os d e s u o b ra El principio esperanza,

    y

    terminaremos

    e l e pí gr af e d es cr ib ie nd o l os c ar ac te re s f un da me nt al es d el p rin cip io q ue d ef en de -

    mos .

    P rim er texto : V er a trav és d e las co sas no es lo ún ico q ue p rueba que se tiene

    un a m irad a agu da. N o co nsid erar to do co mo si fu ese tan claro co mo el cristal, es

    ig ua lm en te s ig no d e u na v is ió n p en et ra nt e ...   , L a c rít ic a d el d ere ch o n o d eb e c on -

    t en ta rs e c o n l a r ef le xi vi da d y la comple jidad . E s preciso ir u n p o co m ás allá y

    d in am iz ar l a in ve st ig ac ió n e n u n s en ti do p ro gr es iv o. L a i nt en ció n u tó pic a e s s ie m-

    p r e c r ít ic a

    de

    lo ex istente, p ero tam bién deseo d e un a v ida m ejo r y m ás feliz. Lo

    p rim ero e st á su bo rd in ad o a   segun do . L a crítica es crítica para u n fu turo m e-

    jor   .

    S eg un do t ex to : L o n orm al , h ab ría q ue p en sa r, e s, o d eb er ía s er, q ue m illo ne s

    de h om bres n o se d ejen do minar, exp lo tar y d esh eredar a lo larg o d e m ilenio s p or

    r

     

    CRlTICA JURID1CA y ES TUDI OS D E D ERE CH O 2 17

    u na r ed uc id a c la se s up er io r. P or qu e l o n or ma l e s q ue u na m ay or ía ta n a br um ad or a

    n o p er mita q ue e ll os s ea n lo s a bo min ad os d e l a t ie rr a 1. .. / L o v er da de ra me nt e d es a-

    c os tu mb rad o, l o e xt ra ño e n la h is to ria e s e l d esp er ta r d e e s ta m ay or ía . P or c ad a m il

    g ue rr as , n o h ay d ie z r ev o lu cio ne s: tan dificil es el paso erguido. E in cl uso d on de

    la s r ev olu cio ne s tr iu nfa ro n, lo q ue m ue str an es m ás e l c am bio d e l os o pr eso re s q ue

    s u e lim in ac ió n. E l fin d e l a m ise ria , d ur an te u n t ie mp o in cr eib le me nt e la rg o e st a

    d iv is a n o h a sid o a lg o n or ma l, sin o u na fáb ul a, y só lo co mo u n sueño so ñado des-

    p ie rt o h a s id o e nt en di da . S i l a r ea lid ad e s t an d ur a c on l a u to pía , c on l as p os ib ili-

    d ad es d e e se p aso e rg uid o, h ay q ue e nfr en tar se a e ll a, y c om o d efien de M ar io B en e-

    detti  La realidad   la palabra), e sf or za rs e p or im ag in ar

    y

    d if un dir u to pía s a un

    más

    o sa da s y r ad ic al es. E l p en sa mie nto n o d eb e c la ud ic ar a nte l os h ec ho s.

    C ite mo s p ar a te rm in ar a M el vin J. Lasky  Utopía y revolución):  L a h is to r ia

    h a to ma do u na d ir ec ció n p ro fu nd am en te t rá gic a c uan do h a

    caido

    e n u n t rip le e rr or :

    l a u to pí a, c on ce bid a c om o u na a rm o nía m o no lit ic a y e st ér il ; l a r ev o lu ci ón , c om o u n

    c om pr om is o d og mát ic o co n e l c am bio to ta l y l a r ec on st ru cc ió n v io le nt a; l os p ri n-

    c ip io s d e es pe ra nz a y l as c ree nc ia s, e rr ón ea me nt e tr an sfig ur ad os e n u na o rtodoxia

    in co mp atib le c on la d is id en cia h er ética o co n l a o po sic ió n c rítica  . Con esto los

    c ar ac te re s d el p ri nci pio e sp er an za q ue p os tu la mo s c om o t er ce r e le me nt o n ec es ar io

    d e l a e ns eñ an za e i nv es ti ga ció n j ur íd ic as , s er ía n l os s ig ui en te s: 1 la

    intencionalt

    dad utópica:

    ese e sfu er zo d in am iz ad or y p er tu rb ad or d el r ein o tr an qu ilo d e le ye s

    en lo s q ue se asien tan las teo rías y la s p rá ctic as tr ad ic io na le s; e n d efin it iv a, e n-

    t en de r la c ie nc ia ju ríd ic a c om o si e stu vie ra c ol oc ad a p er ma ne nte me nte e n lo q ue

    T h om as K u hn l la ma p er io do s e xt ra or di na rio s d e c am bio y transformación. 2)

    prácticas alternativas, c om o a po rte d e m ed io s in st ru me nt ale s q ue p os ib ilite n l a

    r eo rg an iz ac ió n p ol ít ic a n o r ep re si va y l a c re ac ió n d e c on di cio ne s m at er ia le s n ec e-

    sa ria s p ar a e lim in ar la s d es ig ua ld ad es e in ju st ic ia s q ue im po ne n la s d ife re nc ia s

    económicas y de p r iv i le g io s c l as is t as . Y 3 la actitud herética, e s d ec ir , e l r es pe to

    a la d isid en cia , l a to le ra nc ia a ctiv a e ntr e c uy os co mp on en tes es tá l a in to le ra nc ia

    co nt ra lo s in to le ra nt es ) y l a r ac io na lid ad c ritic a d e t od o s er h um an o. U to pía , im a-

    g in a c ión c r ea t iv a y d is id en ci a c om o p as os p ar a u na r ad ic al iz ac ió n d e l a d em o cr ac ia ,

    la cu al só lo p od rá darse cuand o n os atrev am os a luch ar po r m ás d em ocracia. S ea-

    m os o sa do s p ue s.