critica

3
ENAH | ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Carolina Ivonne Mendoza Jiménez Docente: Francy Sará Espinosa Sesión 10 LA DIVERSIDAD Y LA REINVINDICACIÓN EN LOS ANDES: ECUADOR, PERÚ, BOLIVIA Y COLOMBIA La cuestión de la raza, ha sido, a lo largo de los siglos XX y XXI un problema del que necesariamente tenemos que hablar diferenciando bien entre dos vertientes: Por un lado, la parte histórico-conceptual y por la otra, la raza como identidad. De la primera, sabemos por Echeverría (2010) que el concepto de raza, usado con anterioridad como sinónimo de nacionalidad, se vinculó con categorizaciones de superioridad e inferioridad propias de la modernidad capitalista y su sistema ético. Esta categorización “moderno-capitalista” permeo, sin temor a equivocarme, a las sociedades occidentales y occidentalizadas, dando como resultado, obras como la de Arguedas, quien reproduce y por lo tanto, ayuda a legitimar el mismo discurso de las obras de los evolucionistas del siglo XIX. Arguedas nos dice que: Antes, cuando las grandes conquistas de los incas no se habían extendido todavía a esas zonas altas e inmisericordes, los naturales no adoraban — al decir del inca Garcilaso de la Vega— ningún dios, y vivían como bestias, guarecidos en cuevas, sin orden ni policía. Se mataban entre ellos sin motivo y su vida era de batalla perpetua, bien entre si o con las tribus vecinas. Fueron los incas quienes les inculcaron nociones de divinidad y llegaron a aceptar fácilmente toda suerte de creencias, pues la rudeza de su vida, sus labores penosas, las injusticias que se veían obligados a soportar muchas veces predisponían su ánimo a aceptar un ser o potencia reguladora que distribuyese premios o castigos. (9) El fragmento anterior y en general todo el texto, casi como plagio a la obra de autores como Morgan carece de fundamentos que vayan más allá de cierto sentido común y de la mala interpretación de datos reales. En términos antropológicos es inaceptable pensar en los Indios, de Bolivia, de Perú o de México, como seres sin aspiraciones, o con el simple deseo de “embriagarse lo mejor que le sea permitido y el mayor tiempo posible” (11). Es evidente, que las condiciones de vida de los grupos indígenas actuales están mucho más ligadas al modo de producción capitalista que a cuestiones de “identidad indigena”, paiseje y carácter. Basta recordar estudios serios como el de Aguirre Beltrán para entender las razones del aislamiento de ciertos grupos indígenas.

description

critica

Transcript of critica

Page 1: critica

ENAH | ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

Carolina Ivonne Mendoza Jiménez

Docente: Francy Sará Espinosa

Sesión 10

LA DIVERSIDAD Y LA REINVINDICACIÓN EN LOS ANDES: ECUADOR,

PERÚ, BOLIVIA Y COLOMBIA

La cuestión de la raza, ha sido, a lo largo de los siglos XX y XXI un problema

del que necesariamente tenemos que hablar diferenciando bien entre dos

vertientes: Por un lado, la parte histórico-conceptual y por la otra, la raza

como identidad. De la primera, sabemos por Echeverría (2010) que el concepto de

raza, usado con anterioridad como sinónimo de nacionalidad, se vinculó con

categorizaciones de superioridad e inferioridad propias de la modernidad

capitalista y su sistema ético. Esta categorización “moderno-capitalista”

permeo, sin temor a equivocarme, a las sociedades occidentales y

occidentalizadas, dando como resultado, obras como la de Arguedas, quien

reproduce y por lo tanto, ayuda a legitimar el mismo discurso de las obras de

los evolucionistas del siglo XIX. Arguedas nos dice que:

Antes, cuando las grandes conquistas de los incas no se habían extendido

todavía a esas zonas altas e inmisericordes, los naturales no adoraban —

al decir del inca Garcilaso de la Vega— ningún dios, y vivían como

bestias, guarecidos en cuevas, sin orden ni policía. Se mataban entre

ellos sin motivo y su vida era de batalla perpetua, bien entre si o con

las tribus vecinas. Fueron los incas quienes les inculcaron nociones de

divinidad y llegaron a aceptar fácilmente toda suerte de creencias, pues

la rudeza de su vida, sus labores penosas, las injusticias que se veían

obligados a soportar muchas veces predisponían su ánimo a aceptar un ser

o potencia reguladora que distribuyese premios o castigos. (9)

El fragmento anterior y en general todo el texto, casi como plagio a la

obra de autores como Morgan carece de fundamentos que vayan más allá de cierto

sentido común y de la mala interpretación de datos reales. En términos

antropológicos es inaceptable pensar en los Indios, de Bolivia, de Perú o de

México, como seres sin aspiraciones, o con el simple deseo de “embriagarse lo

mejor que le sea permitido y el mayor tiempo posible” (11). Es evidente, que

las condiciones de vida de los grupos indígenas actuales están mucho más

ligadas al modo de producción capitalista que a cuestiones de “identidad

indigena”, paiseje y carácter. Basta recordar estudios serios como el de

Aguirre Beltrán para entender las razones del aislamiento de ciertos grupos

indígenas.

Page 2: critica

Parte del trabajo antropológico radica en poder diferenciar entre lo que

los habitantes de un lugar determinado dicen que hacen, lo que piensan que

hacen y lo que en realidad hacen. Esto viene a colación nuevamente por algunas

de las conclusiones de Arguedas quien supone en las creencias religiosas de los

Indios de Bolivia y Perú un fetichismo poco razonable. Hoy sabemos que las

creencias religiosas de los indios están ligadas totalmente a una base

material, ya sea en términos de ciclo agrícola, o por la dependencia de ciertos

animales que paradójicamente son sagrados en tanto proveen de alimento a las

comunidades.

El texto de Arguedas aporta muy poco y quizás nada. Ya sea en sentido

antropológico, histórico o psicológico, las conclusiones del autor, dejan mucho

que desear y más que eso, dejan bastante mal parados a los indios, de quienes

concluye que:

El indio por diferentes creencias contradictorias, enteramente

sometido al influjo material y moral que sus yatiris, de los curas,

patrones y funcionarios públicos, su alma es depósito de rencores

acumulados de muy atrás, desde cuando encerrada la flor de la raza,

contra su voluntad, en el fondo de las minas, se agotará

rápidamente, sin promover clemencia en nadie. Y ese odio ha venido

acumulándose conforme perdía la raza sus caracteres y rasgos

predominantes y aumentaba en el dominador la confianza en sus

facultades dominatrices. Hoy día, ignorante, maltratado, miserable,

es objeto de la explotación general y de la general antipatía (16,

cursivas del autor).

En contraste, Albó hace un excelente análisis de la cuestión étnica en Perú,

Ecuador y Bolivia, el autor puede dar cuenta de cómo los pueblos indígenas u

originarios se han apropiado de la palabra “nacionalidad” para o para indicar

la existencia de una identidad diferenciada. A través de los años sin importar

los territorios habitados por cada grupo étnico, los pueblos han quedado

divididos por fronteras políticas modernas, a partir de donde “la identidad”

también va modificándose al combinarse la “identidad” étnica de raíces

ancestrales con la “identidad” ligada a un estado nación.

El punto importante es que la identidad no es algo fijo ni perpetuo sino

que “se va moldeando o modificando en respuesta activa a los cambiantes

contextos sociales, políticos e incluso económicos”(Albó 2009, 111), por un

lado y, además, las nuevas formas de gobierno han tomado en cuenta “lo

indígena” en la medida de sus necesidades y según su conveniencia. Así mientras

que para ensanchar las filas de los ejércitos se hacía alusión a la tradición

guerrera de algunas etnias, en Perú y Bolivia se dejó de hablar de lo indígena

para exaltar lo “campesino”.

El territorio que ahora conforma Perú, Bolivia y Ecuador, que antes

Page 3: critica

correspondía al imperio Inca, y que podría pensarse que está conformado por

poblaciones más o menos similares, sin embargo en algunos países de la división

política actual se habla de tres grupos, indígenas, cholos y mestizos, mientras

que en otros sólo hay dos grupos definidos los indígenas y los mestizos. La

raza en estos contexto queda muy ligada al concepto de identidad y, tal como lo

ejemplifican los textos de Arguedas y de Albó, depende más de factores

contextuales locales que de aspectos biológicos.

BIBLIOGRAFÍA

Albó, Xavier. 2009. “Etnicidad y política en Bolivia, Perú y Ecuador”.

, en: Repensando la subalternidad. Miradas críticas desde/sobre

América Latina. Pablo Sandoval (Compilador). Lima: IEP Instituto de

Estudios Peruanos.( 497-560)

Arguedas, Alcides. s/f. “Psicología de la raza indígena”, en: Pueblo

enfermo. Cuadernos de cultura latinoamericana 46.