Crisis Económica de Chile en La Década de Los 80 (2)

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INSTITUTO DE ESTUDIOS BANCARIOS GUILLERMO SUBERCASEAUX Caso Practico Riesgo de Liquidez y riesgo Financiero Análisis de Riesgos en empresas Financieras 16/09/2015 0

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INSTITUTO DE ESTUDIOS BANCARIOS GUILLERMO SUBERCASEAUX

Caso Practico

Riesgo de Liquidez y riesgo Financiero

Análisis de Riesgos en empresas Financieras

16/09/2015

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Índice

1.- Introducción……………………………………………………... pag.2

2.- Crisis económica chile…………………………………………… pag.3-8

2.1.- Aspectos que influyeron en la crisis

2.2.- Medidas tomadas tras la crisis

2.3.- Resumen cronológico

2.4.- Tabla de deuda externa Chile

3.- Conclusión……………………………………………………… pag.9

4.- Bibliografía………………………………………………………pag.10

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Alumnas:

Cinthia González Fernanda Daille Fernanda Delgado

Introducción

La economía de Estados Unidos, venía creciendo a tasas en torno al 5% en los años 1976 a 1978. Con la alta liquidez vino el "boom" del consumo que se extendió al resto del mundo, y Chile no fue la excepción. Después de pasar la crisis del petróleo de mediados de los 70, la economía comenzaba a recuperarse. El Producto Interno Bruto que había declinado entre 1971 y 1975, volvía a remontar, empinándose en 1980 a un 7,9%. El país recurría al abundante ahorro externo de la banca privada internacional para financiarse. Eran los años de la "plata dulce".

Sin embargo, tras desacelerar su crecimiento a un 3,2% en 1979, la economía de Estados Unidos entra en recesión, con una caída de 0,2% en 1980. Para entonces, Chile estaba inundado de dólares y abruptamente se corta el financiamiento externo. A mediados de 1981 los niveles más altos de consumo e inversión ya no eran sostenibles. Las tasas de interés subieron en todo el mundo y con la recesión se deterioraron los términos de intercambio.

En este trabajo revisaremos las soluciones o mecanismos implementados por la Superintendencia de Bancos e instituciones financieras en conjunto con el Banco Central para resolver la crisis de solvencia bancaria chilena de los 80’s y analizaremos sus efectos en los bancos. Las tres principales soluciones a la crisis fueron: liquidación de las instituciones insolventes o transferencia de sus activos y pasivos a instituciones solventes; compra de cartera riesgosa con pacto de retrocompra, sin provisión de fondos frescos y compra de cartera riesgosa con pacto de retrocompra sujeto a utilidades, es decir, la recompra debía hacerse con las utilidades que fueran generando los bancos.

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Crisis económica de Chile en la década de los 80

La crisis de Chile se inicia en 1981 y se extiende hacia 1986. Esta crisis es considerada entre las más grandes del siglo pasado, afectando seriamente a Chile tanto en lo económico como en lo social, llegando a una tasa de desempleo del 30% sobre la fuerza laboral a finales de 1983, y la cantidad de población en pobreza absoluta, aumento alrededor de un 55% para ese mismo año. A pesar de que la inflación llegó a casi un 30% en 1985 (punto más alto durante esta crisis), no se considera que esto haya afectado directamente sobre la crisis.

En el año 82, nuestro sistema financiero quebró producto de la fuerte desregulación de la banca comercial. Luego de ser privatizada, después del golpe militar, se liberalizaron las tasas de interés y se desregularon todos los aspectos comerciales y de riesgo.

2.1.- Aspectos que influyeron en la crisis

• Política cambiaria:

De 1979 y hasta 1981, el tipo de cambio se mantiene en 39 pesos por dólar debido a que se tenía un sistema de tipo de cambio fijo, lo que fomentó el consumo de bienes importados, afectando también al sector productor nacional al haber mayor oferta de bienes extranjeros. Esto también afecta en forma directa al sector exportador, provocando una reducción de las exportaciones, debido a que la rentabilidad es cada vez menor cuando se pasan las divisas a moneda nacional por el efecto de la inflación, la cual para 1981 era de casi un 20%.

En Agosto de 1982 se determina un tipo de cambio totalmente libre, seguido por una flotación sucia (cuando el Banco Central del país interviene en la el tipo de cambio para hacerla subir o bajar artificialmente)

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En 1982 se pasa de 39 a 58,5 pesos por dólar provocando un gran caos debido a que casi el 50% de las deudas estaba expresado en dólares, lo que hace que los deudores presenten problemas de pago así como la banca y las financieras.

• Anomalías crediticias:

Se dieron fallas en la regulación y supervisión de las entidades financieras, lo cual ocasionó que se otorgaran o renovaran créditos de alto riesgo y no se constituyeran suficientes provisiones o reservas para enfrentarlos. Una buena parte de estas colocaciones resultaron incobrables o de dudosa recuperabilidad, y muchas de ellas fueron asumidas por el estado al ser traspasadas al Banco Central con motivo de las medidas de saneamiento que se pusieron en marcha a partir de 1982.

• Gobierno militar:

El 11 de setiembre de 1973, se da un golpe de estado al entonces presidente Chileno, Salvador Allende, por parte de las Fuerzas Armadas Chilenas. Esta etapa del gobierno militar Chileno se extiende hasta el 11 de marzo de 1990 cuando el general César Augusto Pinochet entrega la presidencia.

Durante este periodo Chile sufre una importante transformación política y social, viéndose incrementada la violencia a niveles de terrorismo y persecución política, en donde la autonomía y poder del pueblo se ven aplacadas por un gobierno dictatorial que decide no sólo el rumbo del país, sino que coloca o depone, según su parecer, a funcionarios de los principales puestos del gobierno.

• Deslumbramiento social:

Para 1981, Chile vive un momento de gran auge de la economía llamado el “milagro económico”, que genera una apertura del crédito que promueve el “compre hoy y pague mañana”. Este “boom” especulativo y la variada oferta de bienes importados, creó un sentimiento de bienestar que transformó la conducta de los chilenos, quienes elevaron en forma desmedida su consumo, provocando un alto endeudamiento externo que duraría hasta 1982.

• Precio del cobre y del petróleo:

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La revolución Iraní del Ayatolá, provocó un aumento en el precio internacional del petróleo, reduciendo la actividad económica mundial y creando una recesión durante los 80s. Esto provocó que aumentaran las tasas de interés y una caída en el precio de las materias primas entre ellas el cobre, principal exportación chilena. El cobre baja 20 centavos en 1981 y 12 centavos más en 1982, en donde cada centavo representa $12 millones menos para el país.

2.2.- Medidas Tomadas tras la crisis

Las soluciones implementadas para resolver la crisis fueron básicamente tres:

1. Liquidación de las instituciones insolventes o traspaso de activos y pasivos a instituciones solventes: La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras intervino y paralizó algunas instituciones financieras entre 1982 y 1986. A finales de 1981, el gobierno interviene a cuatro bancos, de los cuales dos son liquidados y dos son vendidos a intereses extranjeros. Adicionalmente, en este año, se intervienen cuatro instituciones financieras no bancarias, las cuales son liquidadas. En el año 1982, son liquidados dos bancos y una entidad financiera no bancaria. Durante 1983 se liquidan dos bancos y una entidad financiera no bancaria, cuatro bancos son rehabilitados y privatizados y un banco es absorbido por otro. Esta decisión se basó en el hecho de que estas instituciones habían roto las leyes y reglamentos que se aplican a ellos y que todos se encontraban en estado de insolvencia completa debido a las pérdidas que superaron su capital y reservas. El proceso de liquidación consistió en que la SBIF, asumió oficialmente el cargo de supervisor y se autonombró como un delegado liquidador. En primer lugar, todo proceso de liquidación se llevó a cabo por separado, hasta que cada uno de los bancos se unieron a la Organización de los bancos y las compañías financieras en Liquidación (es un órgano administrativo que funciona como un centro de costes para optimizar la recuperación y reducir al mínimo los costos administrativos). La Superintendencia había tenido que reestructurar la organización para adaptarse a los procesos de liquidación, administrar la cartera de

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créditos para maximizar los rendimientos y vender sus activos mediante un proceso de licitación. El Banco Central proporcionó la liquidez necesaria para cubrir las deudas y los gastos de los bancos en cuestión durante el proceso de liquidación. Además implementó líneas especiales de crédito para pagar pasivos al 100%. La SBIF procedió a pagar las deudas de estos, utilizando la línea de crédito. Para las instituciones financieras liquidadas en el año 1983, el mecanismo de pago era diferente. Los depósitos a la vista y los depósitos garantizados por el estado, junto con los cubiertos por seguros complementarios fueron pagados por transferencia de sus activos y pasivos a dos prestigiosos bancos extranjeros, evitando así cualquier interrupción en depósitos.

2. Compra de cartera riesgosa sin recursos líquidos con compromiso de recompra: El Banco Central de Chile ofreció comprar una parte de la cartera de riesgo de los bancos comerciales y sociedades financieras, sin perjuicio de la eventual compra de ella. El objetivo de esta medida era evitar que los bancos llegaran a la quiebra. (el Banco Central compró un total de créditos por 227 millones de UF entre 1982-1987. Estos eran el equivalente al 30% del total de préstamos pendientes por ese período y el 25% del PIB). La mayor compra de cartera se produjo en el año 1985, cuando alcanzó un PIB de 8,6 %. Esto refleja el hecho de que entre las instituciones financieras sometidas a la intervención en el mes de enero de 1983 fueron dos las mayores entidades bancarias del país en ese periodo: el Banco de Chile y el Banco de Santiago, a los que no se les permitía vender sus carteras al Banco Central hasta que se normalizara su situación, sin embargo recibieron la autorización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras en 1985. Lo que se tradujo en una compra de cartera que concentra más del 50% en estas dos instituciones (30% del total en el Banco de Chile y el 24% en el Banco de Santiago). El Banco del Estado de Chile vendió el 50% de sus préstamos y el Banco de Santiago vendió el 60 %, en comparación con

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el resto de los bancos y las compañías financieras, que, en promedio, vendieron el 30% de sus préstamos.El mecanismo o proceso de compra de la cartera fue aplicado en cuatro etapas:

a) La primera fue entre julio de 1982 y febrero de 1984: durante este período las instituciones vendieron carteras por casi 82 millones de UFs. El mecanismo consistía en que el Banco Central compraba la cartera de riesgo de los bancos, y el pago de la compra seria mediante una letra de cambio sin intereses con vencimiento a diez años, con un 5% amortización cada seis meses. De manera similar, cada institución financiera estaba obligada a comprar el 5% de su deuda vencida cada semestre. Esto significaba que el banco daba al Banco Central los recursos a través de la recompra de 5% de su cartera, mientras que el Banco Central devuelve estos recursos pagando 5% de la misma, por lo tanto, en ningún momento hubo una transferencia de recursos entre el Banco Central y los bancos, o viceversa.Este mecanismo fue puesto en práctica mediante un contrato entre el Banco Central y la entidad financiera, que a su vez se encargó de administrar la recuperación de los créditos vendidos y establecer un calendario para iniciar procesos judiciales por impago. El Banco Central también fue obligado a adoptar todas las medidas necesarias para recuperar las deudas. El contrato estableció un calendario de racionalización administrativa y de la desconcentración de los préstamos, incluyendo la posible venta de las deudas de las empresas relacionadas al público, a fin de generar los recursos necesarios para cumplir con la compra de obligación.

b) Durante la segunda etapa, de Febrero de 1984 hasta el agosto de 1987, las instituciones vendieron casi 140 millones de UFs. Usaron un nuevo mecanismo para el Banco Central en la compra de cartera, se creó para sustituir al anterior. Este nuevo mecanismo consistía en que el Banco Central comprara la cartera

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de las instituciones financieras (valor del crédito más los intereses acumulados) hasta un máximo de 2,5 veces el capital y reservas de cada institución. El Banco Central pagó en efectivo por un valor de hasta 1,5 veces capital y reservas, y el resto con un pagaré sin intereses reajustables en UF. En un principio, el proyecto de ley de cambio fue de diez años, pero esta se extendió posteriormente a 15 años ya que estas instituciones no podían recomprar en el plazo de diez años. Para permitir a las instituciones financieras obtener capital adicional, se decidió que cualquier dividendo correspondiente a nuevo capital pagado en efectivo y después 30 de noviembre de 1983 no se utilizaría para comprar carteras, a menos que esa cantidad de capital fuese utilizado para determinar el máximo de los préstamos incobrables que podrían ser vendidas al Banco Central. Más tarde, en 1985, se ofreció limitados derechos de dividendos y se convirtió en parte de los cálculos para determinar el porcentaje de la cartera que se vendía. Para ello, las acciones se creaban con derechos más limitados en lo que se refiere a los ingresos. La fecha límite para la venta carteras fue ampliada varias veces, en un principio, estaba destinada a durar hasta mediados de 1984, pero después de varias prórrogas, el mecanismo duró hasta agosto de 1987.

Durante la tercera y cuarta etapa, no hubo ventas de cartera adicionales:

c) Tercera etapa Agosto de 1989, prácticamente todas las instituciones financieras que habían vendido las carteras de riesgo al Banco Central, utilizando los mecanismos descritos anteriormente, tomaron ventaja de un nuevo acuerdo ofrecido por este Banco, lo que consistió en reemplazar todas las obligaciones de recompra con una «obligación subordinada», expresada en UF, con la participación de la cartera de deuda subordinada comprada en efectivo, se reajusta en un 5%. Bajo este nuevo acuerdo, el Banco Central haría transferencia de nuevos créditos a la institución financiera original que había

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vendido los créditos en primer lugar. Sin embargo , las instituciones financieras tendrían que hacer un pago en efectivo al Banco Central, como un avance de su deuda subordinada, con cantidades exactas del valor económico de esta cartera, el valor será determinado por la Superintendencia de Bancos e instituciones financieras, utilizando las reglas generales para la evaluación de activos.

d) Cuarta Etapa en julio de 1995, las instituciones financieras de la deuda pendiente con el Banco Central ofrecieron nuevas formas de pago, según lo establecido en la Ley 19.396 de Julio de 1995. En esencia, el nuevo mecanismo reconoce que lo que el Banco Central podría recibir en pago de deuda subordinada es el valor actual de cada uno de sus beneficios corrientes y no el valor nominal de la deuda subordinada. Basándose en este principio, la nueva ley ofrece a los bancos diferentes maneras de eliminar su deuda subordinada. La nueva ley también busca proteger mejor los intereses del Banco Central, evitando situaciones en las que sus derechos se diluyen debido a los cambios de propiedad de un banco a través de fusiones o aumentos de capital. El Nuevo mecanismo ofrece tres opciones para eliminar deuda subordinada:

i. El primero de ellos era tratar el saldo pendiente con un pago anual plan compuesto por 40 líneas fijas, iguales y consecutivos, el 5% de interés por la participación del Banco Central de pago en efectivo y 0% para el resto. Estos pagos fueron de los beneficios anuales a las que el Banco Central tenía derechos antes de esta modificación. Por lo tanto, cada año, el Banco Central recibía estos ingresos dependiendo del pago. Si las ganancias totalizaron más de la cuota fija, la diferencia iría a una cuenta especial para cubrir el déficit futuro; si las ganancias fueron de menos de la cuota fija, la diferencia se registra como un déficit en la misma cuenta. Una vez que el déficit en la

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cuenta llegó a más del 20% de las respectivas capital y reservas del banco, el banco tendría que vender acciones equivalentes al número máximo de acciones a la que el Banco Central tendría derecho con el fin de cubrir el déficit público.

ii. La segunda opción consiste en negociar un calendario de licitaciones de acciones a las que el Banco Central tiene derechos. El plan de ventas puede durar hasta diez años, y los accionistas tienen la primera opción de compra. En cualquier caso, independientemente de la cuota licitación, siempre y cuando no se hayan vendido las acciones, el Banco tiene que distribuir excedentes al Banco Central. En caso de que éstos sean menor que la cuota mínima, el plan de ventas tendría que ser apresurada. La deuda subordinada será eliminada cuando se vendan todas las acciones.

iii. La tercera opción era que el banco con la deuda subordinada pagara mediante una transferencia de acciones al Banco Central, con valores de cuota determinada de acuerdo con los procedimientos establecidos por la ley. Antes de que el Banco Central tomara posesión de las acciones, los accionistas del banco ejecutan su opción preferencial y definen con el Banco Central el período de tiempo, precio, plazos de pago y otras condiciones. La deuda subordinada, por tanto, se extinguirá una vez que los bancos entreguen las acciones o su equivalente en pesos al Banco Central.

3. Compra de cartera riesgosa con recursos líquidos con compromiso de recompra, sujeto a utilidades: Los resultados de este último mecanismo fue el más eficiente para sanear la situación de insolvencia de un importante número de instituciones y las facilidades para capitalizar los bancos e incentivos para que recuperaran sus créditos riesgosos aceleraron el proceso de recuperación de la banca, quienes tenían problemas de solvencia. La recompra debía hacerse con las

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utilidades que fueran generando los bancos. Además, el apoyo a la re-capitalización bancaria y la creación de incentivos para recuperar cartera vencida ayudó a acelerar la recuperación de la industria bancaria.

Según sus cálculos, el costo de la crisis bancaria fue de 35,2% del PIB El costo total fue significativo. El costo de la liquidar las instituciones insolventes fue 10.6% del PIB y el costo de la compra de cartera bajo condiciones de recompra alcanzó el 6.7 % del PIB.

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2.3.- Análisis

Durante el período comprendido entre 1975 y 1979 del régimen militar de Augusto Pinochet, la apertura del sector externo de Chile, la privatización y modernización del sector bancario fueron acompañadas por un tipo de cambio real fuertemente depreciado. No obstante en 1979, las autoridades adoptaron una política de tipo de cambio fijo (dólar a 39 pesos), lo que significo ser la época ideal para las exportaciones y comenzaron a aparecer una enorme cantidad de industrias de toda clase: frutícolas, forestales, pesqueras. Además la inflación había bajado al 35%, el crecimiento promedio era 7,5% entre 1977 y 1980.

El rápido crecimiento del sector financiero tuvo lugar en un entorno en el que las autoridades monetarias no ejercían ninguna supervisión lo que condujo a las famosas “empresa de papel”, que no fabricaban nada sino que servían para sacar préstamos de los bancos relacionados. Junto con la crisis mundial generada por Estados Unidos, Chile tuvo su propia burbuja de las empresas relacionadas con los bancos, como resultado, los bancos habían acumulado un volumen sin precedentes de préstamos incobrables.

En los primeros meses de 1982 empezaron las noticias sobre el altísimo endeudamiento de empresas relacionadas con los bancos, la baja de los precios de las exportaciones y además un ataque contra la moneda: las personas comenzaron a sacar dólares del país de manera masiva y a endeudarse en dólares, lo que convenía mucho por el tipo de cambio fijo. Esto provocó la histeria en sectores del gobierno. La devaluación trajo consecuencias

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tremendas: todas las deudas en dólares y los costos de las importaciones subieron y hubo un default colectivo. Así nació la crisis del 82, producto de la excesiva acumulación de deuda externa por parte de los países de América Latina (la deuda externa chilena aumentó de 3500 a más de 17 mil millones de dólares). Llevando a la tasa de desempleo a niveles por sobre el 25%.

La recesión, la caída en los precios internacionales de los productos de exportación, las altas tasas de interés y el fuerte aumento del precio del dólar, elevan la morosidad de los créditos y se precipita la crisis bancaria, siendo uno de los sectores mayormente perjudicados, ya que los bancos se convirtieron en instituciones completamente insolventes. Asumieron que no se trataba solamente de una crisis con muchas posibilidades de ser incapaces de disponer fondos necesarios para hacer frente a sus obligaciones tanto en el corto plazo como en el mediano/ largo plazo (riesgo de liquidez), sino que, estaban dentro de la burbuja de insolvencia, es decir, no tenían los fondos suficientes para hacerse cargo de sus obligaciones como institución financiera. Sin embargo el ex biministro de Hacienda y Economía entre agosto de 1982 y febrero de 1983, Rolf Lüders, asegura que la intervención de la banca fue la mejor alternativa: “Financiar públicamente las pérdidas de empresas y bancos a sus dueños habría sido una señal terrible, que habría significado validar un sistema que privatiza las ganancias y socializa las pérdidas. La otra opción, permitir la quiebra de la mayoría de las empresas y de casi todo el sistema financiero, habría significado el caos”. Ya que dentro de la década que se demoró Chile en salir de ésta crisis, se formularon muchas reformas y leyes por parte de la Superintendencia de Bancos e instituciones financieras y el Banco Central, que rigen hasta el día de hoy.

Cuando la crisis se profundizó en 1982, el deterioro del portafolio de préstamos se debió principalmente a las nuevas condiciones macroeconómicas: el PIB de Chile cayó un 13,6% en 1982 y el déficit en cuenta corriente llegó a 9,5% del Producto.

Análisis de la solución a la crisis

1. Análisis de la primera etapa de compra de la Cartera: El impacto de esta medida fue brindar un alivio temporal a los bancos de la situación,

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aumentando sus beneficios y mejorar los indicadores de solvencia. De hecho, se han cubierto las deudas incobrables por parte de las instituciones financieras. Las ventas de crédito al Banco Central permitió a la institución financiera levantar estas disposiciones, con lo que aumentan las ganancias y el capital.

Es difícil determinar si este mecanismo aumento o disminuyo el “riesgo moral” (peligro de establecer el precedente de que los bancos pueden tomar riesgos temerarios al otorgar créditos con la garantía implícita de que si algo sale mal serán rescatados por el Estado. De igual manera, se desea concretar de manera más precisa como será beneficiado el ciudadano común que hoy tiene dificultades para pagar sus deudas), en el sistema bancario, dado que depende de cada banco la situación concreta.

En el caso de una institución con problemas de solvencia cuya única posibilidad de recuperación para impulsar de forma significativa los niveles de riesgo para lograr un mayor rendimiento, necesita más tiempo para poder cumplir ese objetivo, por lo tanto esta medida ofrece más tiempo para aplicar esta estrategia.

En lo que se refiere a recuperación de créditos, la compra de la cartera con este mecanismo mantiene un mayor incentivo para que los bancos recuperen su riesgo crediticio. Los bancos tendrán en cuenta que cada semestre se tendría que volver a comprar 5% de su cartera en el Banco Central y, como resultado de ello, los préstamos riesgosos, volverían a aparecer en sus carteras. En este caso, no habría asignación de pérdidas, dado que el mecanismo de solución descansa en la premisa de que los problemas fueron a corto plazo y no habría pérdidas futuras.

Críticas

Un problema inicial con este mecanismo es que no ofrecen suficientes incentivos para algunos bancos para vender su cartera al Banco Central, en especial el riesgo de las carteras que aún no estaban vencidas. Esto fue porque la venta de estos créditos para el Banco Central habrían significado la suspensión de los intereses devengados por el crédito, lo que a su vez

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disminuiría los beneficios contables para los bancos. Es por esto que han sugerido que los bancos puedan ir a renovar créditos con escasas posibilidades de recuperación, para poder seguir devengando intereses sobre los créditos.

Un segundo problema con este mecanismo de rescate, es que no fue diseñado para instituciones con importantes problemas de solvencia, sino más bien de problemas temporales como consecuencia de una disminución en la calidad de la cartera debido a una fase recesiva del ciclo económico. El requisito de 5% de recompra por semestre era muy restrictiva de algunos bancos. Todo esto dio lugar a un cambio significativo en el mecanismo, para permitir un mayor lapsus de tiempo para las instituciones que no podían comprometerse firmemente a una fecha específica para recomprar sus deudas incobrables, para la inyección de recursos líquidos a las instituciones y a mejorar rentabilidad del activo.

2. Análisis de la segunda etapa de compra de la cartera: El mecanismo de cambios en la compra de la cartera aumentó los beneficios bancarios y el valor. El nuevo mecanismo les permitió intercambiar un activo que no estaba generando ingresos, ya que es una mala deuda porque dejó de pagar intereses. La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras encontró que los mejores ingresos o reducción de costes permiten a las instituciones financieras reducir los diferenciales, lo cual favorece y fortalece a sus clientes y, en última instancia, aumenta las carteras de los bancos. Por último, debido a que la venta de la cartera riesgosa con una cláusula de recompra no forma parte del pasivo corriente de los bancos, no limitaría su potencial de crecimiento. De hecho, las instituciones financieras se recuperaron completamente, dado que su obligación de volver a comprar carteras sólo se aplica una vez que hay un beneficio.Con respecto a los riesgos y los incentivos para administración del banco, el nuevo mecanismo era muy diferente de la anterior, pero cuando se complementa con otras medidas, que se reducen los problemas de riesgo moral.

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Para las instituciones con riesgo temporal o menores problemas de solvencia, el nuevo mecanismo le proporciona espacio a su institución para la recuperación y en última instancia reduce la necesidad de tomar riesgos excesivos. Del mismo modo, esto dio a las instituciones con graves problemas de solvencia más tiempo para salvarse a sí mismos, lo que probablemente condujo a una mayor acumulación de riesgos. Sin embargo, este riesgo se controló de dos formas: (i) en primer lugar, gracias a la venta y eliminación de las instituciones financieras con más graves problemas de solvencia; y, (ii) en segundo lugar, nombrado por el gobierno Administrador temporal que asumió el control del alto riesgo de los bancos y compañías financieras. Esta última medida reduce significativamente la posibilidad de riesgo moral, dado que la nueva administración así nombrados representan los intereses de la administración y el gobierno.

Críticas

Los incentivos para garantizar el pago de los créditos vendidos al Banco Central no eran muy altos. De hecho, para recuperar un crédito, los bancos tenían que invertir recursos y, si se recupera el crédito, el beneficio fue para el Banco Central. Es cierto que, en la medida en que se compraron de nuevo la cartera que había vendido al Banco Central, su accionista tradicional recupera derechos de dividendos, y, los nuevos accionistas ganan el 100% de sus dividendos. Sin embargo, con la crisis económica en su altura, la probabilidad de recuperación de un crédito es tan baja y tan lejano que el incentivo no es muy alto para los bancos.

En cuanto a quién paga los costes de la crisis financiera mediante este mecanismo, tenemos que tener en cuenta los dos tipos de subsidios: (i) En primer lugar, la tasa de interés pagada fue de 5% en la proporción de la cartera adquirida por el Banco Central con recursos líquidos. Esta tasa fue inferior a la tasa del mercado y más bajo que el tipo de cambio del Banco Central de 7% en sus notas. Por lo tanto, incluso si un banco volviera a comprar todos los créditos, el Banco Central no habría proporcionado los recursos necesarios. (ii) Otro subsidio implícito se deriva del hecho de que hay un riesgo asociado

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con la cartera de readquisición, dado que la probabilidad de que los bancos comprasen su cartera era de menos de uno. De hecho, varios bancos nunca pudieron volver a comprar todos los créditos. Como resultado de ello, la cartera de compra era un riesgo para el Banco Central, por lo que cobra una mayor tasa de interés libre de riesgo.

En el momento de la crisis, los accionistas bancarios también pagaron los costes, ya que no recibieron dividendos hasta que los bancos habían comprado toda su cartera del Banco Central.

Los efectos cuasi fiscales y monetarios eran significativos. El pago con líquido de recursos que tuvieron que ser invertidos de nuevo en una nota del Banco central no tenían inmediato efecto monetario, pero ya que los cupones en estas notas vencieron, se ampliaron suministro monetario.

3. Análisis de la tercera fase de compra de la Cartera: El efecto principal de los bancos era reanudar la propiedad de los créditos vendidos al Banco Central, acompañado de incentivos para recuperar los créditos en esta etapa ya había mejorado de forma significativa en la década de los noventa, esto es lo que ha llevado a que la recuperación de la deuda incobrable se convierta en un elemento importante de los ingresos del banco. Este incentivo es el resultado del hecho de que los bancos compran estos créditos con un 95% de descuento. Cada vez que los bancos recuperaban un pago de crédito, ganaban un beneficio del 95% de los créditos de valor, suponiendo que recupera el 100% del crédito. Dado que parte de los beneficios pertenecían a los nuevos accionistas, creó un buen incentivo para recuperar los créditos. En la práctica, el impacto sobre las ganancias de los bancos era marginal y se derivaba de la recuperación de créditos. De igual modo, no hay un cambio en el riesgo moral del banco y los administradores, ni tampoco hay cambios en la asignación de las pérdidas.

CríticasTambién hubo cambios en términos de efecto monetario. La deuda subordinada, es decir, el hecho de que los bancos compran sus créditos

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a un nivel inferior al valor nominal, no los exime de sus obligaciones con el Banco Central. A finales de 1994, sólo cinco entidades financieras mantienen su deuda subordinada con el Banco Central, y estaba claro que ninguno de ellos sería capaz de cumplir con esta obligación por completo, incluso en el largo plazo. Esto significa que, para estos bancos, esta situación podría haber ido en forma indefinida pero sin derecho a voto.Los mercados internacionales de capital fueron cerrados a los bancos con deuda subordinada como una alternativa para la obtención de capital, y la deuda subordinada limita la capacidad de los bancos para buscar nuevas oportunidades de negocio y de internacionalización. Esto ha llevado a un cambio en los convenios de pago para resolver los problemas de estas instituciones.

4. Análisis de la cuarta etapa de compra de la Cartera: La solución al problema de deuda subordinada tuvo un impacto significativo sobre los beneficios bancarios y el crecimiento.La normalización de la propiedad facilita la capitalización y el crecimiento, el restablecimiento de los incentivos para una administración sana se reflejó en una mayor eficiencia, la inclusión de nuevos socios y el aumento de capital de los accionistas, hacen aumentar su cuota de participación en sus bancos y sirvió de incentivo para una mejor gestión de los riesgos comerciales, lo que reduce el problema del riesgo moral.La recuperación de la deuda incobrable en esta etapa se volvió irrelevante, ya que las cantidades restantes fueron insignificantes. Este nuevo mecanismo de pago no cambió la distribución de las pérdidas. Como se ha indicado anteriormente, la esencia de este mecanismo es que el Banco Central recuperase las cantidades debidas. Además, según el Banco Central, el nuevo sistema de pagos espera incrementar la recuperación de 15,3 %.

El hecho de que el Banco Central haya subido su tasa de recuperación y que los bancos aceptaran voluntariamente el nuevo sistema señaló que se trata de un mutuo beneficio. Gracias al nuevo mecanismo de pago

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aumentaron tanto el valor de los bancos como el valor de la deuda subordinada en poder del Banco Central. Los bancos aumentaron de valor porque, como se explicó más arriba, con la eliminación de la deuda subordinada, su potencial de crecimiento aumentó, al igual que sus ganancias. Del mismo modo, la cantidad de deuda subordinada estaba directamente afectada al valor del banco. Los nuevos acuerdos también mejoraron la calidad de los activos del Banco Central como garantía del pago de cuotas y acortaron el período de recuperación.

Al final de todo el proceso, la distribución de las pérdidas de los bancos que habían sido incapaces de volver a comprar la totalidad de la cartera vendida al Banco Central disminuyó principalmente en el Banco Central y los accionistas originales. Sin embargo, estos últimos grupos recuperaron parte del valor de sus acciones, una vez que la obligación de la deuda subordinada se haya cumplido.

El Banco Central tiene que dedicar recursos importantes a rescatar. Otro grupo que también participaron en el rescate fueron los nuevos accionistas que se formaron a través del "capitalismo popular". Estos Programas tratan la compra de acciones preferenciales, es decir, su derecho a dividendos fueron inferiores a su nivel de responsabilidad hasta que los bancos cumplan sus obligaciones de la deuda subordinada. Cuando esta situación sigue sin resolverse, las acciones equivalentes a la diferencia entre la propiedad y derechos de dividendos fueron emitidos para cubrir la deuda subordinada. Así pues, los accionistas del "capitalismo popular" también asimilaron parte de los costes de la falta de pago de la deuda subordinada.

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Medidas tomadas tras la crisis

• Liquidación de instituciones insolventes:

Dado el hecho de que muchas de las instituciones financieras se encontraban con serios problemas de insolvencia en 1981, así como el hecho de que habían quebrantado la ley y las regulaciones vigentes, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras aplicó una política de intervención de estas entidades que resultó en 16 instituciones intervenidas o hipotecadas entre 1982 y 1986.

• Compra de cartera riesgosa:

Entre 1982 y 1987, el Banco Central compró la cartera riesgosa de bancos comerciales y compañías financieras, con la condición de que ésta cartera fuera recomprada nuevamente por estas entidades posteriormente. El propósito de esta política fue evitar que estas instituciones fueran a la quiebra. Estas compras se concentraron en el Banco de Chile y el Banco de Santiago, y el proceso se llevó a cabo en cuatro etapas.

• Desdolarización de deudas:

En Setiembre de 1984, el Banco Central aplicó un programa para comprar la deuda en dólares con bancos en el exterior, de tal forma que las empresas pudieran pasar su deuda a pesos Chilenos y utilizando el tipo de cambio preferencial, evitando así el riesgo del tipo de cambio. Se estima que la cantidad de préstamos que fueron reprogramados representaba el 25% de la cartera total de préstamo del sistema bancario

• Política cambiaria:

Desde finales de 1982 se aplicó una política de minidevaluaciones diaria que buscaba preservar cierto nivel real del tipo de cambio, lo que resultó en un aumento del 89% en el tipo de cambio real efectivo entre 1981 y 1986. Esto ayudó a un ajuste de precios relativos que impulsó las exportaciones y la

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sustitución de importaciones, ayudando no sólo a la cuenta corriente de la balanza de pagos, sino también a que se revirtiera la salida de capitales.

• Política fiscal:

La política implementada tenía como objetivo disminuir los gastos corrientes, y aumentar el superávit operativo de las empresas públicas, provocando así un importante nivel de ahorro.

• Política monetaria:

Desde inicios de 1985, se buscó reducir las tasas reales de interés. Esta política fue llevada a cabo mediante operaciones de “mercado abierto” y a través de colocaciones o captaciones a tasas fijadas por el Banco Central. Esto llevó las tasas de mercado hacia niveles compatibles con el tipo de cambio y los ajustes fiscales, lo cual tuvo influencia en la regulación del nivel de demanda agregada, estimulando la inversión y ayudando a que los ahorros internos no salieran del país

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Tabla de Deuda Externa de Chile, 1980-1990 (en US$ millones)

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990

Total deuda externa 12.08 15.66 17.32 17.93 19.74 20.38 21.145 21.489 19.582 18.032 19.227

- Pública largo plazo 4.705 4.488 5.244 6.598 10.617 12.897 14.689 15.542 13.696 10.866 10.426

- Privada largo plazo 4.693 8.138 8.726 8.125 6.427 4.731 3.435 2.466 2.361 2.924 4.263

- Corto plazo pública y privada 2.560 2.989 3.338 2.599 1.914 1.668 1.689 2.017 2.202 2.973 3.382

- Utilización créditos del FMI 123 49 7 606 779 1.088 1.332 1.464 1.323 1.269 1.157

Total servicio deuda externa 2.706 3.636 3.676 2.631 2.776 2.271 2.220 2.367 2.147 2.668 2.772

- Amortizaciones 1.513 1.863 1.290 919 444 329 539 709 885 1.032 980

- Intereses 1.193 1.773 2.386 1.712 2.332 1.942 1.681 1.659 1.262 1.636 1.792

Total desembolsos crédito externo

3.551 5.199 2.678 2.581 1.873 1.649 1.470 1.352 1.761 1.682 2.253

Total exportaciones 6.470 5.807 5.340 4.992 4.801 4.900 5.568 6.696 8.546 10.241 11.060

- Bienes 4.705 3.836 3.706 3.831 3.650 3.804 4.191 5.303 7.054 8.078 8.373

- Servicios y otros 1.765 1.971 1.634 1.161 1.151 1.096 1.377 1.393 1.492 2.163 2.687

PIB (US$ millones) 29.429 33.793 24.601 20.686 19.420 16.642 17.829 20.824 24.167 27.918 30.262

Relaciones

Servicio deuda / Exportaciones (%)

41,8 62,6 68,8 52,7 57,8 46,3 39,9 35,3 25,1 26,1 25,1

Deuda total / PIB (%) 41,1 46,4 70,4 86,7 101,6 122,5 118,6 103,2 81,0 64,6 63,5

Fuente: (Lanota.com, 2006) con base en datos del FMI y Banco Mundial.

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Resumen cronológico de eventos que llevaron a la crisis y su posterior recuperación.

1970-1973

Economía ampliamente controlada por el gobierno La mayoría de los bancos y empresas propiedad del estado; los precios clave son determinados por el gobierno; se desarrolla un gran déficit fiscal y una alta inflación.

1974-1976

Liberalización económica Los bancos y empresas son privatizados, los precios y tasas de interés son liberalizados y las tarifas son reducidas; el presupuesto de déficit también es reducido.

1977-1980

Boom económico El sector financiero (crédito) crece a tasas muy altas (más rápido que el PIB), mientras que la economía recibe grandes ingresos de capital del exterior; crecen los precios de los activos; el PIB también crece a una tasa alta y la cuenta actual de déficit se agranda.

1981-1983

Crisis financiera 19 instituciones financieras, representando el 60% de los activos del sistema, son intervenidas por el gobierno e incluso cerradas, absorbidas o rehabilitadas.  El PIB cae en más del 15% en dos años: 1982-1983.

1984-1989

Recuperación económica Los bancos que son rehabilitados se privatizan mientras que en los procedimientos institucionales se actualizan.  Nuevas leyes sobre banca e impuestos son aprobadas, y se otorga más poder y recursos a las agencias

supervisoras. La economía recobra una base sostenible.

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