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La Ilbírtad de tmprtnU nt» llene m i s limiten qu» el respeto i la vida privada,' á la moral y A 1» va* pdbllc».—Art. 7 ° de la Conatltuclfin.

Periódico Independiente de combate.Director: RICARDO FLORES MAGON

Cuando lfl Ropúbllcft pronuticlí nu voz ooborano. sora foiioao somoloroo 6Slmltlr.—GAMBETTA.

,. Jefe de Redacción:

Juan Sarabia,AÍÍO I.—za ÉPOCA.

Oficinas: IO7 North Channing Ave-.—i• I ^ I »— ,—

SAINT LOUIS, MO., E. U. A.—Abril io de 1905:

Administrador:

Enrique Flores MagonTOMO I I I . - N o 22.

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Kntcrecl as second-class matter, Febrnary ¡87, l9os( nt tlie post

office «t Saint louls, BIo, u»id*i* tlio Ac< OÍ Coujjreso ol Marcti 3,187O.

No es un hecho vulgar el queIhoy recuerda el pueblo mexica-no. Ea el índice de sus inmensasdesventuras aparecen fechas queevocan hecatombes, pero entreestas hay pocas que por su rude-za puedan resistir un parangóncon aquella cuyo recuerdo entristece hoy á la Patria ofendida. \El pueblo,—fatig-adó,—había de-

cidido erguir las espaldas flageladas. Las cabezas esclavas ha-bían concebido una,idea liberta-dora; un anhelo de justicia hen-chía los pechos generosos y laatmósfera envenenada se purifi-caba á gran prisa al soplo de uncivismo sincero, honrado, robus-to. •

Ese civismo amenazaba el de -rrumbamiento del gobernanteque agita su epilepsia en el soliode Nuevo León, convirtiendo encarne de rastro á los ciudadanosde un Estado que supo algunavez ser altivo y ser viril.

El monstruo se indignó. Sintiólas cóleras del chacal ante la pre-sa que huye. Pensó en los for-zados días de vigilia que lo ame-nazaban si dejaba perder su re-baño.. Se. soñó tan infortunadocomo Tántalo: la carne humanapasaría delante de él y no podríahincarle las zarpas, ni humedecerlos labios con sangre tibia, nicalmar su nerviosidad con el es-pectáculo de las visceras san-grientas-

Al presentir el derrumbamien-to, los instintos del Gobernadorde Nuevo León se rebelaron. Nose dejaría arrancar la presa y sedispuso á conservarla con el celoutilitarista que pone el carniceropara la guarda de su ganado.

Entretanto el pueblo buscabadirectores viriles que lo llevaraná la victoria, y cometió el graveerror desconfiar, ,su .representa-ción á eunucos que marcharoná México á lastimarse las rodillasen las antesalas del Dictador, fin-giendo ignorar que la dignidades bastante pesada para poderllegar con ella hasta el Déspota.

El civismo no puede codearsecon las libreas palaciegas;' esolo sabían muy bien los directo-res de la oposición neoleonesa, pe-ro hay dignidades elásticas, hayalmas (rufianescas, susceptiblesde amoldarse á las circunstanciasy de adoptar las formas que ape-tece la tiranía.

El pueblo de Nuevo León hu-biera llegado á la victoria dirigidopor luchadores. Dirigido por eu-nucos fue arrastrado á la catás-trofe.

Sus directores cometieron elcrimen de arrastrarse lanzandoquejas á los pies del Dictador,para que éste aflojara la garraque empuñaba el látigo personi-ficado por Bernardo Reyes. Notuvieron ni siquiera los lógicosfurores de las bestias castigadasque arremeten contra el doma-dor, no contra la barra de hierro;que reservan sus corajes para elque fustiga, no para el fuete; ymenos dignas que las bestias sequejaron, no rugieron

Bernardo Reyes es un azote, unflagelo esgrimido por el Autó-rata. Sin el brazo brutal que lo

crestalla sobre las carnes del pue-b Jo, el látigo serla inofensivo, y

el inmenso crimen de los direc-tores políticos de Nuevo Leónconsistió en atacar únicamente áReyes (el látigo), adulando almismo tiempo á Díaz (el brazoque lo esgrime); Resultó lo quenaturalmente tenía que suceder.A los tiranos los alarma el civis-mo, p*ero no el civismo giboso yenclenque de los que acuden áellos con el alma cobarde rebo-sando hiél y los rostros innoblescontraídos por sonrisas de laca-yos. Kl civismo que aüarma á lostiranos es el franco, el resuelto,el enérgico civismo de Qos espíri-tos viriles que tienen una protes-ta para cada atropello, que for-mulan una acusación para cadaatentado y que saben guardarintactas sus formidables cóleraspara convertirlas en supremavengadora justicia á la hora delas reivindicaciones.

El pueblo fue valiente; pero co-mo sus directores fueron cobar-des, la tiranía se insolentó, y unamañana, la del 2 de Abril de 1903,en que el pueblo manifestaba sudeseo de que concluyera el odio-so califato de Bernardo Reyes,íué villanamente'acúcbillado porlos esbirros del hombre que enlugar de ser el amparo de la so-ciedad es su verdugo y su azote.

Marchaba el pueblo pacífica-mente por las calles de Monte-rrey, lleno de entusiasmo cívico,confiando en que sus directoressabrían llevarlo á la conquista desus libertades, cuando una ale-vosa descarga salida de los bal-cones y las azoteas del PalacioMunicipal hizo sus primeros es-tragos en la compacta comitiva.Las descargas se sucedieron; yano sólo llovía plomo y fuego delas alturas del Palacio: la muer-te también se recibía de los es-birros montados y aún de los"déá pié. En la confusión que la car-nicería produjo, el pueblo rugióy buscó anhelante á sus directo-res, deseoso de encontrar en al-guno de ellos al caudillo que lollevara á vengar la sangre derra-mada Vano in-tento; los directores habían hui-do .

jAh;*si los directores no hubie-ran sido cobardesl

¡Qué inmensa provisión de odiodebe haber en el corazón del pue-blo nuevoleonés !Las heridas quealevosamente le abrió la crimi-nal ambición de Bernardo Reyes,sangran aún, y la existencia deesa sangre querida debe servirpara no olvidar el ultraje y parajustificar la represalia.

•»»•»

UN JUEZ LADRÓNRafael D. Martínez á quien

Bernardo Reyes improvisara a-1

bogado en premio á los serviciosque le prestó én la última cam-paña electoral de Nuevo León,Rafael D. Martínez, ex-Directordel asqueroso "Azote" y rateroincorregible, ha cometido unauna nueva fechoría: se robó cer-ca de mil pesos que en calidad dedepósitos tenía en el Juzgado 2oLocal de Monterrey, que era ásu cargo.

El hecho ha causado gran es-

cándalo y sin embargo Martínezcontinúa en libertad.

Los depósitos defraudados co-rresponden á laa personas si-guientes: al Sr. D. Adolfo Cantú,$300.00, al Lie. Manuel B. Salda-ña $200.00, á Don Nieves Moran-tes $20.00, al Lie. Miguel Cirilo,10.00 y áalgunas más cuyos nom-bres no hemos podido averiguar.

Rafael D. Martínez es autorde un gran número de latroci-nios que ha consumado ya sóloó ya en connivencia de su compa-ñero y protector el Lie, RafaelDavila, yerno de Bernardo Re-yes.

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EL GOBIERNOPE

La reacción clerical.

El Gobierno de Ahumada se es-tá distinguiendo por su afán dereprimir la libertad del pensa-miento y por las complacenciascon que favorece al clero femen-tido.

A raíz del sensacional cuantoinjustificado encarcelamiento deljoven Roque Estrada, Directorde «Aurora Social,» los estudian-tes de las Escuelas Profesionalesy del Liceo del Estado de Jalisco,lanzaron al público la protesta,que insertamos en tino, de los. úl-timos números de REGENERA-CIÓN.

Con ese motivo y en atención áórdenes superiores, el Lie. Tor-tolero, Director de la EscuelaPreparatoria, pretendió obligará los alumnos de este instituto áque firmaran una contra-protestaconminándolos, para el caso deque se rehusasen, con la aplica-ción de severísimas penas.

Nada difícil es que para estafecha, hayan sido expulsados delLiceo de Varones los alumnosque se negaron á manchar su de-coro obedeciendo el mandato hu-millante del Lie. Tortolero.

El clero, en cambio, se vigorizacon 'él apoyo que le presta el Go-bierno de Ahumada, descarada-mente pisotea nuestras leyes yse ítreve alterar la tranquilidadpública armando motines, comoel de Lagos, que ha venido á evi-denciar que el partido de la trai-ción aún está en pie, que aún nose declara vencido, que aún estádispuesto á disputar el Gobiernode la Nación y á cubrirnos nue-vamente de luto y de oprobio.

Nuestras Leyes de Reformade hecho están derogadas en to-das las poblaciones del Estadode Jalisco, lo mismo que en el res-to de la República-

EnAmatitán, importante cabe-cera municipal del 12o Cantón deJalisco, el tonsurado José Ma Na-varro es verdaderamente quiengobierna. Sus órdenes son aca-tadas sin objeción alguna por elAlcalde Arcadio Ontiveros y de-más autoridades inferiores.

Cuando reducido número defeligreses concurre á la celebra- jción de los llamados ejercicios |espirituales, el fraile citado orde-na á la Policía que reúna al pue-blo y lo conduzca á la iglesia:mandato que en todas ocasioneses religiosamente cumplimenta-do.

El Sr. Dolores Meza protestóporque ásu Sra. Rafaela Maaayose le obligó á concurrir en la for-ma descrita, áunos ejercicios es-pirituales y el <Sr. Meza fue en-carcelado y consignado luego á

un Juez Penal que á buen segurolo condenará por desacatos á laDivinidad.( El fanático Nicasio Rosales,Inspector de la Seguridad Públi-ca, en un arranque de santa in-dignación amenazó de muerte alSr. Meza, áquien le dijo: "Herejeno pierdo la esperanza de que pe-rezcas en mis manos."

El fraile Navarro, luciendo susotana, recorre diariamente lapoblación en demanda de limos-nas para el templo, y organiza conel mismo objeto comisiones deseñoritas fanatizadas.

En las escuelas católicas deAmatitán, fomentadas por Na-varro, se viólala Ley, puesto queno se observan los programasoficiales y se embrutece á la ni-ñez con prácticas absurdas. Losalumnos dedican la mayor partedel tiempo escolar á rezos y al

aprendizaje de doctrinas religio-sas que están reñidas ton la cien-cia y con los austeros principiosde la verdadera moral. Kn esasescuelas es donde el Clero estáelaborando las fuerzas que, ma-fiana, si los liberales no estamospreparados pai*a evitarlo, le hande devolver el dominio de ,1a Na-cióu.

Porfirio Díaz, que coa su. torpepolítica de conciliación ha infla-mado las ambiciones del traidory odioso partido conservador, esel principal culpable de la reac-ción clerical que amenaza á nues-tra República.

Urge que los sinceros partida-rios de nuestra Constitución, nosorganicemos vigorosamente y nosdecidamos, si queremos salvarnuestra nacionalidad, á arrancar

rio de Gobernación, coincidió'[coulas brutales deportaciones [a Yuca-láu y con el rigor nunca vislo [quese desplegó cotitia los periodistasindependientes.

No; no carece Corral de] antece-dentes; pero los que tiene son tanmalos, tan poco tranquilizadores,que más le valiera no ostentarlos.

La censura del «Tercer Imperio»al «Colmillo» porque éste no tienecandidato y lo declara, nos pareceinjusta. Para luchar por princi-pios, para combatir y exhibirla laDictadura clerical que hoy impera,para ilustrar al pueblo acerca desúsinfortunios y de la necesidad de re-mediarlos, no es preciso de todapunto tener un candidato. Noso-tros encontramos natural que, hoypor hoy, no tenga «El Colmillo»'candidato, y no porque no conozca

de la decrépita Dictadura los des-!á los políticos, como cree «El Ter-+ inr><* flf 1n Patr ia ' T • • . .

Corral DO jera Presidentei i H I il M

"El Colmillo Publico" y "El Tener Imperio."

Nuestros apreciables colegas «ElColmillo Público» y «El Tercer Im-perio» de la Ciudad de México, vie-nen sosteniendo una discución acer-ca de las aptitudes de Ramón Co-rral y de las ¡ventajas ó peligrosque ofrecería al país tra gobiernoencabezado por dicho sujeto.

El primero de los colegas citadosopina que Corral sería un mal Go-bernante; el segundo,' sin declararcategóricamente que lo sería bueno,considera poco fundadas y hastaabsurdas las razones que aduce «ElColmillo» para justificar la descon-fianza que Corral le inspira, y de-fiende á este señor en nombre de lalógica y el sentido común,

Sin que pretendamos inmiscuir-nos en la polémica que sostienenesos dos periódicos amigos, cuyasrespectivas opiniones respetamos,por más que estemos en mejoracuerdo con las de «El Colmillo Pú-blico,» tocamos el asunto' porquévemos en él una oportunidad derobustecer lo que con frecuencia he-mos dicho acerca de lo lamentabley peligroso que sería para Méxicoque Corral sucediera en la Presi-dencia al actual Dictador.

Como itEl Colmillo,» y por lasmismas razeaes que éste ha dado,estamos seguros de que Corral seríaun pésimo Gobernante. El princi-pal motivo para creerlo, es que Co-rral ha estado proclamando conti-nuamente, con un tesón que revelasu servilismo y su insignificancia,que seguirá el ejemplo de Díaz, sillega á verse al frente del Gobierno.Para la prensa subvencionada, estadeclaración ha sido motivo de fu-ribundo aplauso; pero la prensa in-dependiente no puede considerarlasino como una ^terrible amenaza.«El Tercer Imperio» que no estáconforme con el actual orden de co-sas, que ataca al Gobierno del Gral.Díaz, que no desconoce lo funestaque ha sido y es la actual Dictadura,debería, lógicamente, ser enemigode Corral, puesto que éste, al anun-ciar que imitará'á Díaz, anunciaque será también un Dictador. Losoposicionistas de la Dictadura deDíaz, tienen que ser los oposicionis-tas de la Dictadura de Corral.

Es natural que los que conside -ran á Díaz buen Gobernante, con-sideren bueno también á cualquieraque lo imite, como es lógico que losque atacamos al Autócrata, ataque-mos también á sus hechuras y mi-remos con disgusto la perspectiva

de ser gobernados, después de Díaz,por uno de sus lacayos. El Go-bierno de Corral es el Gobierno.delos científicos, aliados del Clero: esla misma Conciliación de hoy, lamisma corrupción Administrativa;el centralismo, las burlas al sufra-gio, el aplastamiento de toda ley,la prensa amordazada y perseguidacon la cárcel y la muerte, la Ins-trucción desdeñada, la Justicia es-carnecida, la guerra al civismo, laexplotación délos puestos públicos,la protección al extranjero con per-juicio del mexicano, la esclavitud,la miseria, la deshonra; lo mismoque hoy sufrimos, eso es lo que pa-ra el futuro nos ofrece Ramón Co-rral, al ofrecer que seguirá la mis-ma conducta que el Gral. Díaz.

Esta consideración es más quesuficiente para creer que Corral se-rá pésimo gobernante, como lo cree«El Colmillo» y como lo creemosnosotros, y extraña que un periódi-co independiente como «El TercerImperio» no haya tomado en cuen-ta,—quizá porque se le escapó en elcalor de la discusión,—este argu-mento que expuso su contrincante,para fundar su poco afecto al favo-rito Vice-presidente. Lo demás,como la falta de antecedentes de Co-rral, es cosa secundaria, simpleagravante, al que no había que darmucha importancia.

En rigor, no le faltan á Corralantecedentes; lo que le falta sonbuenos antecedentes. En medio si-glo que lleva de vida, no se ha he-cho conocer ni por su talento, nipor sus virtudes, ni por ninguna delas cualidades que descubren alhombre de Estado, al político, aldirector de pueblos; jamás ha cul-minado por ningún motivo; jamásha merecido un aplauso de sus con-ciudadanos; jamás ha producido niprocurado siquiera algún provechopara su patria. Sencillamente hasabido enriquecerse. Después deuna juventud de miserias, en que D.Ramón y el Código Penal no siem-pre se llevaron del todo bien, elhombre resultó capitalista, llegan-do á ser socio de Izábal y ToTres en

ese

cer Imperio,» sino porque debe co-nocerlos demasiado. En efecto,éntrelos hombres que figuran enla política actual, no hay uno puro,no hay uno honrado, no hay unoque no lleve la mancha de su com-plicidad con la Dictadura. Seríapreciso no conocerlos para buscarentre ellos un candidato á la Presi-dencia. Conociéndolos y siendohonrado, no cabe más que despre-ciarlos.

El hecho de que la oposición lu-che sin candidato no significa queno haya hombres capaces de subs-tituir con ventaja á Díaz, ni justifi-ca la elección de Corral, Esos hom-bres no surgen hoy, porque su apa-rición sería su muerte; sabido esque Díaz no tolera competidores;quienquiera que le dispute la SillaPresidencial, lleva más probabilida-des de llegar á la tumba que al Po-der.

¿Tiene candidato el mismo «Ter-cer Imperio» que combate á la Dic-tadura actual y proclama anhelosde libertad y democracia? Si lotiene, que lo publique, como deseaque «El Colmillo» lo haga; si no lotiene, está en el mismo caso que«El Colmillo,» y no debería criticar-lo; por último, si no tiene candidato,y por eso acepta á Corral, entoncessale sobrando toda su labor oposi-cionista de hoy, ya que á la postrehabía de someterse á un régimenexactamente igual al que impera enel presente.Creemos que, en realidad, la discu-sión de «El Tercer Imperio» y «ElColmillo» no significa un choque deinconciliables opiniones entre estosdos colegas independientes. «ElTercer Imperio» declara no ser par>tidario de Corral, y es seguro queno desconocerá las razones de pesoque hay para considerar peligroso áese individuo; por tanto, no serádifícil que el apreciable colega lle-gue á quedar de acuerdo con «ElColmillo Público» y con nosotros.

Tenemos la convicción de queCorral nunca alcanzará la Presiden-cia. La Nación está ansiosa de serlibre, de tener un gobierno demó-crata que norme sus actos por laley, y no tolerará en el Poder á Co-rral, que se anuncia como un tirano.La Nación no quiere otro Díaz.

Que se necesita un hombre paraesa obra de Libertad, nadie lo poneen duda. Pero ese hombre surgirá:el pueblo sabrá encontrarlo. Elcandidato que hoy no se tiene, setendrá mañana. Su falta en la ac-

gran negocio, tan brillante pe- ¡tualidad, no autoriza para descon-:__: - . < - . . . ' fiar del porvenir y resignarse á so-cuniariamente como infame y des-

honroso, que ¡e llama guerra delYaqui. En el tiempo que estuvogobernando á Sonora, desarrolló

portar una nueva Dictadura.Si, como es seguro, el Partido Li-

beral se reorganiza, de él saldrá eluna tiranía sólo comparable ála'de" | h o m b r e Pu,ro ' e l h o m b r e d e l

«ofrenda y sangrienta de Bernar^"6 ' ^ v o t o d

do Reyes y su es le ía en el Go-biernodel Distrito y en el Mmiste-

de Tencargado degl o 8 i d e a les democráticos y sar a c I o n e 8 liberales de la Nación.

RBGENER ACIÓN.

Que presento

Los subsci-lplob, ciudadanos ou ojordolo do BUS iloroühos y miembros quoliit,O|íi-un ol Club Uborní «l'oncliuioArpiñan» anto la H. (Jamara ooin|>arc-oomos d oxlpjlr larospouBubllkliul oll-clal mi (|uo hn incurrido ol (Soborna-dor do Nunvo León (loneru.1 llornardoHoyes, per violación do las }¡ arañil asquo consagra la Constitución (Jene-ral. ) i)Or ataques á la Libertad do su

Piput\4osClub Liberal "Poncfeno Anúg \ / f

[''lindamos nuestra formal acusa-ción,en los artíbulos lO.'i do laCoustl-tuclóu 19 do la loy or^italca dol i! doNovlombr© do 1H10, y II ° do la ley ro-plamontarla do ii do Junio do 1 •**!» >. A-cusamos al C. Gobernador do NuevoLeón por violación de las garantíasconsignadas on losurts. 6° , " ° , !' ° iHIGO, 18o, II) = Inciso final y 2o. dehuestro Código Polftlco, y por ataquesá. la libertad dol sufragio consumadosen las personas de Ciudadanos Noolo-noses, quo hacían pacíficos trabajospreparatorios para la elección de sucandidato.Hace tiempo que el Gral. BernardoHoyes viene siendo una amenaza parala tranquilidad pública y un azote pa-ra las libertades del pueblo. Sin leyquo lo contenga y juguete de sus pa-siones y na sus odios, se áeja arras-trar d hechos monstruosos que sin uti-lidad alguna para el sostenimiento dela paz, son por el contrario causa deperturbaciones y de alarmas que aca-rrean inmenso desprestigio para nues-tra patria y para al pueblo, siempreordenado y pacífico, que es objeto deBUS ataques a la vez que de sus calum-nias.

Para no señalar sino algunos ejem-plos tomados al azar, recordamos quela ciudad de Lampazos 'dormía tran-quilamente un viernes saDto, el aflo de1901, cuando de improviso fuó, desper-tada por el estruendo de soldados y degendarmes que atropellando hogares,arrancaban del seno de sus familias áinofensivos ciudadanos, sorprendidosde ser tan inmotivadamente aprehendi-dos y tan inhumanamente tratados.Momentos antes se hacía estallar unJUDAS en las proximidades de uncuartel, para dar al atentado un pre-texto siquiera fuese así de vulgar yasí de torpe. Por aquel entonces Re-yes consideraba sus enemigos á losmiembros del Club Liberal Lampacen-se, y ellos fueron los únicos encarce-lados como responsables de sedición?Un proceso i.regular y tortuoso losmantuvo en prisión durante largosmeseá, para declararse al ñn que eraninocentes y víctimas de un atropello.

Pero la consternación que Reyessembró en Lampazos y el encarcela-miento de los más caracterizados libe-rales, le hizo consegair lo que él pre-tendía: desembarazarse de sus enemi-gos y gozar de impunidad para futu-ros desmanes.

Satisfecho del buen resultado que enesta vez le produjo su audacia, mandómas tarde á San Luis Potosí, un emi-sario de deplorable fama que indigna-mente ocupó un asiento en los escañosde ese H. Cuerpo, para que ayudadode sargentos disfrazados—triste mi-sión confiada á quienes solo debieran•utilizarse en la defensa de las institu-ciones- -y reforzado por la policía que•un Gobernador obediente hasta el cri-men, puso á su servicio, llevase a ca-bo el ya célebre asalto del 24 de Ene-ro en que los miembros de un club, pa-cíficamente reunidos para dar unaconferenoia al pueblo estuvieron á pun-to de ser cobardemente asesinados algolpe de un puñal que la autoridadpública esgrimía en la sombra.

Entonces también asaltaron losagentes de Reyes, entonces también áIOB asaltados se les llamó sediciosos,y entonces también el fallo de la justi-cia declaró la inocencia de los calum-niados y exhibió la malicia del autordel complot.

Tenía Reyes otros enemigos: los re-dactores de REGENERACIÓN, sema-nario intrépido que había señaladocon mano firme y antes que nadie, suserroies de gobernante y sus monstruosidades de impulsivo. Contra ellosdescargó Reyes sus iras fraguando elabsurdo proceso de todos conocido,enque, por satisfacer sus venganzas pu-so en ridículo á la jurisdicción militar,al ejército nacional y á sus represen-tantes. Los redactores del «Hijo delAhuizote» fueron calificados de tras-tomadores del orden porque atacabanuna institución creada por Reyes; perouna vez más la autoridad judicial hi-zo la luz, amparó á los atropelladosy puso al descubierto la maquinacióndel vengativo.

llovó como ol asalto a los Guajurdoon Monterrey, d qulones so los dlspti»raron balazos partí acunarlos dospuósdo habclos disparado: ni monulonit-mos lus linimorablos víctimas de laInquina do Hoyo», porquo on la memo-ria do todos ostan los nombres do losdignos militaros K qulones deportó áYucatán con el máa fútil protesto, yporque en la frpntora palpitan todu-vía el terror y ol sosentlmlonto porlas poi'ROoufiionos y oruo'osinjusticias,por los asesinatos políticos y hoca-lombes .sangrlontas quo durante dleclocho artos fuoron el programa do_sngobierno.

Tanto episodio de muerte, tanto éxi-to para su audacia y tanta impunidadpara sus crímenes, lo han alontadopara dar el último escándalo, el másmonstruoso, el más abominable, elmás alarmante de todos.

Sin respetar á nuestra sociedad oul-ta, sin guardar miramientos á la hon-ra de la Patria, sla salvar aparien-cias que los más cínicos tiranos procu-ran, sin inquietarse por provooar con-flictos internacionales, sin otro impul-so que la avalancha de odio que bulleen su conciencia, asaltó en la via pú-blica á una Manifestación de diez milciudadanos, los fusiló, los asesinó sinpiedad, los diezmó sin perdonar niñosni mujeres y coronó su maldad con lacalumnia de siempre: ellos fueron lossedloiosos y él el guardián de la ley.

Este atentado sin ejemplo que ha lle-nado de alarma á la Naoióa y man-tiene horrorizado á un pueblo entero,requiere un inmediato oastlgo que sir-va de vindicación á la justicia y deescarmiento á los delincuentes, porguelas sociedades no pueden vivir ama-gadas y asesinadas por sus autorida-des.

que ol curso do la averiguación saca-rá á luz.

2,--Kn los momentos dol asalto soprivotloabnn arbitrarlas y mi moros asaprehensiones quo recayeron todas onlos mlotrbros do la Convonclón, onlos Directores y Redactores do perió-dicos oposicionistas y en simpatiza-dores de la oposición. Entre las aten-tatorias aprehensiones, descuella ladel Magistrado Garza Cantú, quo go-zando do fuero, fuó llevado porla po-lioía, como todos, sin orden escritajudicial y sin respetar su fuero. ElSr. Oaivn. Canlú fuó desaforado sinsor oído, varios días despuós de suaprehensión.

El LIP. Francisco E. Reyes, candi-dato de la oposición, escapó de unoomplotdel Gobierno, fraguado paraasesinarlo, y no se consideró fuera depeligro sino viniéndose oomo otrosperseguidos, á esta Capital.

HECHOS.1.—La Gran Convenoión Electoral

Neolonense, constituida con el objete,de preparar los trabajos anti-reelec-cionlstas para Gobernador del Estado, organizó en Monterrey el dia 2 delcorriente, una manifestación popularen conmemoración de la toma de Pue-bla por las fuerzas republicanas. Con-vocó al efecto á todas las clases socia-les que acudieron en grandes masas;agrupándose por gremios bajo su res-pectivo estandarte. En esta forma sereunieron en la Alameda los citados,y después de discursos alusivos pro-nunciados por los Sres. Berazaluce,Sosa, García, Quintanilla, Morales yde la Guerra, desfilaron con rumbo ála Plaza de Zaragoza, siecdo saluda-dos en todo su trayecto por verdade-ras lluvias de confetti, serpentinas yflores ,que desde los balcones y azo-teas les arrojaban las familias; prue-ba patente del unánime agrado conque eran vistos los trabajos del gru-po y solemne demostración del entu-siasmo popular que en esta forma nose había vuelto á manifestar desdeque los Jefes Fronterizos, vencedoresde los franceses, hicieron su entradatriunfal en la población, al regreso deQuerétaro.

La procesión continuó en el másperfecto orden hasta desembocar enla Plaza Zaragoza, donde el Lie.Vicente B. Treviño debía pronunciarun discurso:

Apenas comenzaban á instalarselos grupos cuando la manifestaciónfue rota por la brusca irrupción degendarmes montados que se interpu-sieron entre los representantes de laConvención y el resto de la comitiva.Casi á la vez se oyó un disparo quecomo señal convenida arrojó un gen-darme, y un instante después la mu-chedumbre era acribillada á balazospor nutrida descarga de fusilería quedesde los balcones del Palacio Muni-cipal y del Casillo, hicieron soldadosy gente armada que por orden de Re-yes, habían sido previamente embos-cados. A los disparos dé las carabi-nas se mezclaban los de los revólversque la policía de á pié y de á caballovaciaba sobre la multitud, á quemaropa. Se continuó haciendo fuego so-bre masas humanas durante cinco mi-nutos, sin verse otra cosa que nubesde humo, muertos esparcidos en lavía pública, heridos que se revolca-ban en charcos de sangre, y fugitivosque buscaban la salvación corriendoespantados en todas direcciones.

Cuando hubo cesado el fuego pudoverse que habían sido muertos ErnestoGalvan, Raymundo Reyna, una mu-jer, un niño y dos gendarmes. El nú-mero de muertos asciende en estos mo-mentos á doce.

El número de heridos, que pasa deLlevado por el único móvil que guía ¡ sesenta, no puede apreciarse á punto

todos sus actos: el odio, el odio pasio-nal y sin freno, fundó el periódico «LaProtesta» con el propósito de seHalarcomo un grave elemento de desordenen la política del Gral. Díaz, al Mi-nistro Limantour, al que creyó rivalen su insensata aspiración á la Presi-dencia. De nuevo se vio con claridadque el perturbador era él, y él el peli-gro. Do ahí que fue arrojado del Ministerlo y presentado al paíg como eltipo del intrigante despechado.

Y a<> relatamos hechos de rrenor re-

fijo, por haberse podido ocultar mu-chos de ellos, no obstante que la poli-cía los perseguía con encarnizamientohasta dentro de las casas cercanas endonde buscaban asilo. Se dio el casode que un ciudadano americano deapellido Cohn fuera llevado á la cár-cel por haber recogido á un herido áquien impartía en esos momentos losmás urgentes auxilios. A un heridoque trataba de incorporarse, se le aca-bó de matar á balazos.

Abundan loa detalles monstruosos

En la Penitenciaría, los presos queascienden á ochenta y tantos, sin con-tar á los aprehendidos ea los Munici-pios foráneos, sufren todo género demalos tratamientos y hasta se temepor su vida.

15.---Y para que no oupiose la menorduda sobre quién haya sido el autordel desorden, el mismo Gobierno deNuevo León se encargó de proporcio-narnos pruebas precisas de su culpa-bilidad.

Como si de intento se hubiera querldo revelar la predisposición que ha-bía en contra de los manifestantes, seprohibió á las músicas municipalesincorporarse á la comitiva, no obstan-te la reiterada invitación que se les hi-zo; se libró orden de aprehensión contra los músicos particulares que losOrganizadores de la manifestación lo-graron contratar, y se les mostró esaorden en los momentos mismos de co-menzar el desfile cuando todavía na-die podía prever el desenlace, se die-ron de antemano, y como si la pres-ciencia fuera uno de los dones de laautoridad, órdenes de aprehensióncontra los desafectos al Gobierno, al-gunos de los cuales ni llegaron á asis-tir á la manifestación, como el Lie.Julio Gal indo que estaba enfermo, dedonde resultó que en el preciso ins-tante de comenzar los balazos, la po-licía buscaba con ahinco á las par se-nas cuyos nombres, constaban en *laslistas de proscripción del GobiernoDespués siguieron y han seguido li-brándose órdenes de aprehensión.Víctimas de tal atropello han sidohasta los enemigos de Reyes radica-dos en los Municipios foráneos y queno tuvieron el menor participio en lossucesos ocurridos en Monterrey.

Deseando cometer el atentado sinriesgo alguno y contar con la superio-ridad numérica, no sólo se prohibióla entrada á la población á ginetes delos pueblos vecinos, iuvitados paraformar una cabalgata, sino que seobligó á los Alcaldes á mandar un con.tingente de hombres armados, muchosdélos cuales, quizá en vista de la in-fame consigna que se les diera, prefi-rieron volverse á sus hogares aún áriesgo de atraer sobre sí castigos yvenganzas. A esto se agrega que fuepúblico y notorio en la población quese hizo gran acopio de parque y cara-binas por parte' del Gobierno, ha-biéndose visto depositar cajas enterasde municiones y armamento en el Pa-lacio Municipal.

Treinta, gendarmes, inspirados quizáea el mismo noble sentimiento de aver-slón al delito que se les proponía, tu-vieron el valor de presentar dias an-tes su renuncia la que no les fuó' ad-mitida, encargándoseles servicios se-cundarios.

El Jefe de la Policía Morelos Zara-goza, suplicaba en la Convención lavíspera de los sucesos que no dispa-raran sobre él al día siguiente, sos-pechosa indicación que revelabaya el plan premeditado contra los ma-nifestantes. Se le contestó que no setrataba de disparos en una manifesta-ción pacífica, pero los manifestantes,por precaución, dirigieron en seguidaal Ministro de Gobernación un telegra-ma en que expresaban su temor de seratacados al día siguiente por la fuer-za pública, y pedían garantías. Esetelegrama llegó á su destino hasta eldia 2, ya cuando la hecatombe Labiapasado.

Hay que tomar también en cuentatodas la.8 persecusiones, atentados yencarcelamientos aislados de que yacon anterioridad habían sido víctimaslos miembros de la oposición contralos cuales se fulminó una circular sal-vaje, digna de entrar en parangón conla de 3 de Octubre de Maximiliano, yea la que Reyes ordenaba á las auto-ridades subalternas que no se dieracuattel á sus enemigos y seles vejarasin pitdad, «delinquieran ó no».

Todos estos hechos demuestran conevidencia la alevosía y premeditacióndel Gobierno que con anticipación to-maba precauciones para el caso de re-sistencia y hacía preparativos para elburdo, pero feroz complot que llevo ácabo.

DEREGHO.1—El Gobernador de Nuevo LeÓD.iin

buya orden ó aqulesooñéín no pudóhftberaourdido ni, consumado id planBlnlostro, os rosponsablo do habovatontado al sagrado dorooho do rúivnlón quo ojoroltftba un grupo do ciuda-danos pnoíílooB bajo la salvaguardiadol Art. 09 oonstltuoional.

2.—El mismo funcionarlo violó olprincipio do libro mtinifostaolón dolas 14oas, consignado por el Art, .09oonstltuolonal, ul dooroUr la inmoti-vada, aprehensión do loa oi'fldoses ©itnpodlr (1 balazos quo hablara ol Sr.Lio. TroviíJo.

3.—La garantía, quo otorga el Ai't19 h)ó iguahnonte conculcada con'iho^tlvo do la aprehensión do los Dlreoto-ros y Redactores do <Coastltuolón,>«Redondón» y «Justlola,» qno no to-nían en su contra ningún proooao pen-diente que autorizase su encarcelación.

4.—Al doorotar aprohonsionos arbi-trarlas, violó adornas tos Arts. 10 y18 constitucionales, pues no hubo cau-sa logal, ni en muchos casos orden eacrlta, ni se trataba de un dolito queameritase pena corporal, y por últi-mo, la autoridad que practicó lasaprehensiones no era lacompetonte.

5.—Los asesinatos y lesiones quefueron el resultado dá la orden nero-niana de fusilar n.1 pueblo,hacon a Re-yes responsable de la- violaolón delArt. 10 que proaorlbe toda oíase de mo-lestias ilegales, entre las ouales las he-ridas y la muerte son sin discusión lasmás graves.

6.—-Esta serle de atentados: fusila-mientos sin forraaoión de causa, gol-pes, heridas, allanamientos de mora-da, prisiones arbitrarias, eto, etc,equivalen á una verdadera suspensiónde garantías que se hizo efectiva sinconcurrir ninguno de los requisitosde la ley. En consecuencia hubo violación del Art. 29 constitucional, puesni estaba declarado el estado de sitio,ni jamás pueden suspenderse las ga-rantías que aseguran la vida del hom-bre.

7.—Los maltratamientos y cruelda-des recibidos de que han sido objetolos presos político?, ameritan unatransgresión del Art. 19 de la Consti-tución en su parte final.

8.—Todos estos actos constituyenuna serie de violaciones de garantías,que hacen reo al Gral. Bernardo Re-yes del delito que prevé el Art. 19 dela Ley de Responsabilidades de Funclonarlos Públicos, promulgada el 3de Noviembre de 1870.

9.—Al disolver una manifestaciónorganizada por una Convención Elec-toral, al aprehender á los principalesmiembros de ésta y hacer que los de-más se viesen obligados á salir delEstado, al impedir que los manifes-tantes fuesen á hacer patente su sim-patía al candidato por ellos propues-to, y al sembrar el pánico por último,entré todoslosque se pro pusiesen hacer trabajos anti-reeleccionistas, ata-oó el Gral. Reyes la libertad del su-fragio, garantizada por la Constitu-ción Federal, 6 incurrió en la responsabilidad que pronuncia el mismo Art.de las citadas responsabilidades. Nopuede haber libertad de sufragio cuan-do se ahogan en su cuna los trabajosde una Convención Electoral.

Por todo lo expuesto, abrigamos laconvicción de que esa H. Cámara, ha-ciéndose intérprete de la indignaciónnacional y para decoro de la Patria ydel Gobierno mismo, sabrá imponeral culpable el castigo que marcan lasleyes y exige la enormidad del crimen.

En tal virtud,A la H. Cámara de Diputados delCorjgresodela Unión respetuosamentepedimos que teniendo por formuladala presente acusación, se-sirva pasar-la á la Sección Instructora que corres-ponda, á efecto de que, previos lostrámites'de la ley, se sirva la Cámaradeclarar:

19—Que el Gral. Bernardo Reyeses culpable de los delitos de que loacusamos:2.—Que ha lugar á proceder contra elmismo por los delitos comunes de ho-micidio, lesiones y otros que aparecenligados con los oficiales deque hemoshecho mensión. Así lo pedimos apo-yados en los Arts. 9 y 10 de la Ley de

go, Gabriel Póroz Fernando/,, SaniuolGuerrero» Hormoneglldo Zoraeflo, Y.G. Braoamontoa, Santiago R. do laVega, Rbaalío Büstamanto, B, O. Go-chlooa, Juan Sorvín, «TOBÓ M'> Gallavdo, Manuel Montante, Horlborto C.Orozoo, Olooías Naya, Manuol Sara-bia, Juan E. Villarvoal, LaureanoMojía, Cayetano T. Qulntanülft, Sa-turnino HlnojoBfti Modesto DelgadoLozano, P. Irlgoyen, Josó Espinosa,Publo Aguilar, E. Zondojas, ArturoRuiz, C. Padilla, Ezequlol Eaoáráoga,L. Vázquez, Carlos Espinosa, ManuolOrlónos, Estoban Campos. EnriquePóren, José MaUblaróa, KlíaB M. Al-barrán,Francisco Pérez, Juan Auchon-do, E. A. Navarro, Manuel V. Ala-triste, Enrique Lópoz, Gllborto Moro-no, José Pérez, Franolsoo P. García,Jesús Garda, Sabino Pola, M. Pare-des (Jr,), Alfonso Meza, JOBO Martí-noz,1 Miguel Esoamüla, Javier Beca-rrll, Roberto Arroyo 'Carrillo, Ma-nuel E. Modlna, Alfonso G alindo,Salvador Silva. David S. Bravo, SDuque de Estrada, B. Mateos, ManuelCornejo, Y. P. Morales, G. Qulroga,Y. C. S. Enrique Tovar, Salvador S.Alcántara, Francisco 8. Arellano, Vi-cente Rlvero, C. V. do Buesohe, De-metrio Controras, José Ríos, JuanLópez Méndez, J. Roása, Juan Villanue-va, Salomó León, A. Galludo, Fernan-do González, Celestino M. Chávez, T.Bobadllla, José G, Moreno, J. Sán-chez, A. Yberio, Luis Novoa, PabloCastillo, José Rincón, José Hernán-dez, J. Ladrón de Guevara, Jesús dela Fuente, Julio Rosadas, R. Méndez,Roberto Rodarguez, Ygnacio Gonzá-lez, Joaquín Pina (Jr,), Roberto R.Ribera, Y. R. Campos, M. Mosquena,Vanden Bussohe; A. R. Sorte, GarlosCedillo, V. Gama, M. Bolaflos, MGonzález,.Daniel Ramírez, A. Prlce,C. Qutroz, Pedra G. Cortés, Y. Aleantara, A. Canalizo.

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L<ÍbrOS! ^Agricultura y ganadería,}-

3 de Noviembre de 1870 y 32 de la LeyReglamentaria de 6 d«> Junio de 1896.

Acompañamos algunos de los perió-dicos que se han ocupado del asuntopara patentizar la alarma que el aten-tado ha producido y seSalar desdeluego fuentes para la averiguación.

Designamos para que nos represen-ten en todo el curso de la averiguacióná los C C. iDg. Camilo Arriaga y Lie.Antonio Díaz Soto y Gama, Presidentey Vice-Presidente respectivamente delClub Liberal «Ponciano Arriaga,»quienes señalan para recibir notifica-ciones el num. 7 de la Calle de Tacu-ba. (entresuelo.)

Protestamos obrar por interés pú-blico y en ejercicio de la acción popu-lar que nos concede el Art. Ú ue laLey citada de 3 de Noviembre de 1870.

México, 15 de Abril de mil novecien-tos tres.

Camilo Arriaga, Lie. Antonio DíazSoto y Gama, Benjamín Millán, JuanSarabia, Ricardo Flores Magón, San-tiago de la Hoz, Federico Pérez Fer-nandez, Alfonso Cravioto, Rafael B.Vélez, Tomás Sarabia, Alfonso Arci-niega. Humberto Maclas Valadez, Da-niel Cabrera, Alfredo Ortega, Fran-cisco Cosío, Librado Rivera, MarcosJ. López, Miguel Banda, Felipe To-rres, Gonzalo Moralep, Miguel Do»míDgues, H. Gómez, Fernando Hidal-

CULTIVO DEL MAÍZ: preparación del terreno, elección del grano, cul-tivo, cosecha, conservación indefinida de la mazorca, por L. de l a Rosa , $1.00.

JOYA DEL AGRICULTOR: Cultivo de todos los granos necesarios se-gún el ar te y la ciencia por Rivero y Rodríguez, $1.00

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'rv J^tl!l[^-V í^ il-r^Eil Vfl t'ííh^tlV >r'' * " n \ " l i ,. l;|V'"-

3

Esclavitud* fanatismo y Tiranía.

Si nuestra Patria"no agonizarabajo loa grilletes de la más es-pantosa tiranía; si seis lustros debrutal opresión no hubierananestesiado la virilidad do losmexicanos! si de entre nosotrosno hubieran desaparecido las vir-tudes cívicas para dar paso á unvergonzoso indiferentismo políti-co, este sería el momento en quede todos los ámbitos del país sehabría levantado una irritada yvigorosa protesta contra los atro-pellos de que son víctimas en Yu-catán" dos hombres honrados.

El proceso á que ha dado lug-pren Mérida, Yuc, la acusación delrico hacendado esclavista Audo-maro Molina Solís, hermano delGobernador, contra los periodis-tas independientes Don TomásPérez Ponce y Don Carlos P. Es-coffié Z, es, ya lo dijimos, la ma-yor de las iniquidades. Ese pro-ceso infame es el más acabadoreflejo de la lucha desigual quesostienen hoy en.nuestra Patriatodas las clases oprimidas contratodas las. ciases opresoras; es larevelación del medio de tiranía•en que nos asfixiamos; es la-prueba del desequilibrio existen--te entre los poderes usurpadoresy vandálicos, y el pueblo, sedien--to de libertad y de justicia.

No se trata de un vulgar pro-ceso por injurias, cuyos resulta-dos sólo interesan á los actores;no de un asunto puramente per--sonal, de esos que no tienen re-,-sonancia alguna, ni conmueven áuna sociedad, ni son siquiera co-mocidos fuera de los Tribnaules•en que se ventilan. Si los Síres.Pérez Ponce y Escoffié fueranrealmente unos miserables difa-~madores y Molina un- honorableparticular, herido en su reputa-ción sin mancha, lo natural hu-biera sido que el acusador, el in-maculado Molina, dejara seguirála causa sus trámites legales,.se-guro de que la Justicia, impar-cial y serena, le daría la anheladareparación, castigandtj severa-mente á los vulgares delincuen-tes. Pero no es esto lo que suce-de, y precisamente la parte acu-sadora, por su extraña manerade proceder, por las influencias•que pone en juego para un asun-to, al parecer, tan sencillo, por elodio ciego que respira en todos«us actos contra los acusados, eslaque provócala atención públicay hace comprender la trascenden-cia política y social de este juicioruidoso y excepcionalmente ini-cuo.

. , .Para comprender mejor todala importancia de esta cuestión,no están por demás algunos an-tecedentes de los que en ella fi-guran, acusados y acusador.

Don Tomás Pérez Ponce ha si-do siempre periodista indepen-diente: dirigió los periódicos «ElLibre Examen,» "La Voz delPueblo" y "La Libertad," sien-do últimamente redactor del bien•escrito y. viril semanario anti-reeleccionista "Verdad y Justi-cia". Ha defendido siempre conperseverancia- y energía los prin-cipios liberales y ha vivido enperpetua lucha contra todas lastiranías, contra todas las explo-raciones, contra todo lo que pro-duce ignorancia, miseria y des-ventura para el pueblo. Pero lo-que más ha distinguido al SeñorPérez Ponce, procurándole elaplauso y el justo afecto de lasgentes honradas, han sido susvalientes defensas, lo mismo enla prensa que en los Tribunales,de los pobres siervos á quienesoprimen y explotan desalmados-esclavistas como los Molina, quedeshonran á Yucatán con sus la-trocinios y sus infamias. El Sr.Pérez Ponce ha logrado libertarde la. eácWUtid í multitud d¿sirvientes, como Pedro Alejan-dre, su madre y dos hermanas,Ramón Planearte, Abraham Cas-tro y familia, Ignacio Castro,Ignacio Estrada y su hijo, JuanPablo y Sarazúa, del interior dela República, y á los indígenasLázaro Mex y familia, de Caen-

kú, Bonifacio Pacab y familiade San Antonio Xix, BrunoVerde, que se lo disputó á trescompadres muy ricos, y RobertoCastillo, de Tizimín, un individuoapellidado Uc, sirviente de Ricar-do Molina, y otros muchos. Elúltimo á quien ha defendido ycuya defensa le valió el procesoen que hoy ae ve envuelto, es An-tonio Canche, esclavo que era deÁudomaro Molina Solis. Sabien-do que es Don Tomás PérezPonce escritor independiente,anti-esclavista y anti-reeleccio-nistii, se comprende que se hayandesatado" con Lra él los odios delos enemigos de la prensa, de losesclavistas y los reeleccionistas,como Áudomaro Molina Solís, suhermano el científico GobernadorOlegario Molina, el Juez de Dis-trito Miguel Loza y los Magis-trados del Tribunal Superior.Todos estos individuos son ricoshacendados, que temen ver de-nunciadas sus rapiñas por laprensa y que se interesan en lacontinuación del actual Gobiernode Yucatán,

DonCarlos P. Escoffié Z. esDirector del interesante semana-rio de caricaturas "El Padre Cla-rencio" que desde hace dos añosviene haciendo la oposición al Go-bierno de Olegario Molina; quehoy combate la reelección de estefunesto funcionario y que con fre-cuencia ha defendido también álas infelices víctimas de los escla-vistas. El asunto de Canché ocu-pó las columnas del valiente "Pa-dre Clarencio," que trató el asunto*con honrado criterio y que poreso incurrió también en las irasde Molina y sus aliados.

Del esclavista Audomano Mo-lina Solis y del esclavista y Go-bernador Olegario Molina, pocodiremos aquí, pues antes de aho-ra publicamos ya sus rapiñas ysus crímenes, y lo que.aún tene-mos por publicar, merece capítu-lo aparte.

Fácil es apreciar, después de loasentado, la gravedad del asuntoque se ventila en los Tribunalesde Mérida, y en el que se dispu-tan la victoria, no individuos con-tra individuos, no un hombreofendido contra dos difamadoresvulgares, sino el capitalista ex-plotador, aliado con el Gobiernoque oprime y el Clero que em-brutece, contra el periodistahonrado, contra el paladin de larazón y la justicia. Es el tradi-cionalismo sombrío contra lasfulgurantes ideas modernas, es lateoría de los privilegios contra elprincipio de la igualdad, es labarbarie conservadora contra elprogreso reformador; es la usur-pación contra el derecho; la ig-norancia contra la ilustración; elpasado, con sus diferencias ab-surdas, con sus esclavitudemonstruosas, contra la civiliza-ción presente, humana, igualita-ria, fraternal.

Pérez Ponce y Escoffié defiendenal pueblo, por él luchan; DO quierenver á los hombres reducidos á 1condición de bestias, trabajandopor fuerza y sin retribución, siendovil propiedad de otros hombres, noteniendo más enseñanza que la etn -brutecedora doctrina del cura y sinmás horizonte ni más esperanza enla vida que el eterno infortunio, laignorancia eterna, la servidumbreirremediable; no quieren ver á loshombres esclavos, porque no es jus-to ni humano que lo sean; quierenverlos libres, ilustrados, dichosos;quieren verlos—y por eso bregan, —convertidos de siervos en ciudada-nos, de bestias en hombres, de co-sas en seres, de vil materia explota-da y azotada, en inteligencia y enconciencia, conquistadoras de supropia felicidad y útiles a4 generalengrandecimiento.

Pero esto no lo quieren los quehoy oprimen, los que hoy envileceny roban á una buena parte del pue-blo yucateco. El Gobierno de Olegario Molina impuesto por el Dictador Díaz y sustentado sobre lailegalidad y la injusticia; los esclavistas que de ese Gobierno reciben

apoyo para $u infaiüe tráfico; el C le-ro que domina por la ingnoraneiay es aliado de todas las tiranías: es-tos tres poderes opresores, estatrinidad maldita de la autoridad,del dinero y del fanatismo, no pue-de tolerar prédicas de dignificacióny libertad, ni puede ver, sin odiar-los rabiosamente, hombres que le-yanteu la voz .en defensa de las víc-timasde la voracidad esclavista. Poreso BUS iras se han desencadenadofuriqsaiueute sobre los protectoresde Canché.

Áudomaro Molina Solis, despuésde su acusación por injurias, ha pu-blicado itü estúpido folleto, en quecon ridículos testimonios de com-padres y de indígenas aterrorizadospretende desmentir los cargos deesclavista que todo el mundo le ha-ce, procurando, de paso, desacredi-tar con burdas cuanto despreciablesestratagemas, á su honradísimoenemigo D. Tomás Pérez Ponce.

El Gobierno ha demostrado suparcialidad en el asunto. Se esco-

ió para Juez de esta causa inicuaal más rastrero y bajo de los instru-mentos de Molina: al ebrio IgnacioHernández. Los procesados lo acu-saron j ' él tuvo que excusarse deseguir conociendo del juicio; peroel Tribunal Superior, al calificar laexcusa, declaró con inaudito desca-ro, no ser ésta legal, y decidió queHernández siguiera con el asunto.Los procesados, en vista de tal re-¡olución, que está en abierta pugna

con la ley y con la jurisprudenciamisma que ese Tribunal ha seguidosiempre, han acusado ante el Con-greso á la mayoría de los Magistra-dos, por prevaricato y violación deleyes expresas. Además, en la Pe-nitenciaría son tratados muy mallos periodistas y se les ponen miltrabas para su defensa.

Por último, un tal Mejía, Obispode Tehuantepec, metiéndose inopi-nado y oficiosamente en este asun-to, ha dirigido al Director del diarioclerical "El País" una carta en quedefiende al esclavista Molina, lle-vando su desfachatez hasta el gradode calificar al desalmado explotadorde generoso y paternal con sus in-felices siervos. El fraile injuriatambién á D. Tomás Pérez Ponce,y todo esto no es ~ de extrañar: laclerigalla siempre está en alianza.con los malvados y en guerra abier-ta con los buenos. ¡Menguadacondutcala de este Obispo, que so-lapa, loscrímenes del poderoso y só-lo tiene denuestos para el humilde,pero heroica paladín de los opri-midos !

Cabe ahora peguntar: si PérezPonce y Escsffié son uno s despre-ciables difamadores y unos vulga-res delincuentes, ¿á qué tanto mo-vimiento y tanto escándalo contraellos? ¿á qué el folleto de Molina yla carta de Mejía? ¿á qué los proce-dimientos tortuosos y las ilegalida-des en su proceso? ¿a qué las mo-lestias éñ la prisión? ¿á " qué esaconfabulación de Gobierno, capita-listas y Clero para desprestigiarlos,torturarlos y condenarlos?

¡Ah! Es que se teme en ellos ála Verdad, al Derecho, á la Justi-cia; á todo lo que hoy duerme en elcorazón del pueblo encadenado, pe-ro que puede despertar un día y serla explosión de cóleras y doloresque fulmine, por fin y para siempre

a" los verdugos deí pueblo, á los in-fames detentadores ele la libertad ydel trabajo humanos.

EL AZOTE.' Hemos tenido el gusto <lc leer el

interesante semanario que con el.iombre que encabeza estas lí-neas ha principiado á publicarseel 20 del actual, en Dougias, Ari-zona, Estados Unidos de Améri-ca.

Loa señores Antonio de P. A-raujo, Enrique Bermúde¿ y JoséLópez, tienen á su cargo respec-tivamente, la gerencia, direccióny jefatura de redacción del alu-dido colega.

"El Azote" salta á la arena pe-riodística henchido de entusias-mo, con el ardor de los ensueños'juveniles, con la pujanza de sanas^ indomables energías.

Los señores Araujo y Bermu-dez recibieron ya el bautismo delmartirio, su voluntad ha sidotemplada en las candencias delsufrimiento: por simpatizar connuestras ideas, por colaborar ennuestra obra, despertaron irasinnobles en mandarines corrom-pidos que los persiguieron y ahe-rrojaron en los inmundos calabo-zos de la cárcel de Cananea.

Los atropellos déla tiranía hanproducido en esta vez resultadosnegativos: los señores Bermúdez3r Araujo lejos de amilanarse porl;is vejaciones de que fueron ob-jeto, cobraron nuevos alientos yi,e decidieron á publicar "ElAzote" que á buen seguro ha dev.ausar terribles escozores á losodiosos caciques de Cananea y áiodos los opresores de nuestra,Patria; pues el semanario encuestión se propone desarrollarun amplio programa de honradezé independencia.

A quienes interese el floreci-miento de la prensa oposicionista,toca fomentar con su protecciónla existencia del citado periódico.

Toda correspondencia relativaá "El Azote," debe dirigirse pre-cisamente al Sr. Antonio de P.Araujo, P. O. Box. 137. Dougias,Ariz.,* U. S. A.

La Esclavitud en MichoacanLos traficantes de esclavos, los

odiosos enganchadores, han exten-dido la órbita de sus operaciones ácasi toda la República.

En San Luis, en Guanajuato,en Oaxaca, en Veracruz, en la ma-yor parte de los Estados, el bracerocomo la bestia, tiene su precio £el mercado.

La Dictadura, sostenida por laburocracia, ligada á la burocraciapor nexos infames, por pactos deoprobió para huestró'pueblo, tieneque ser consecuente con la dase quela apoya, tiene que ser tolerantecon sus aliados, los Cresos denuestra Patria que en su inmensoafán de acaparar riquezas, lleganhasta valerse de criminales urdim-bres y de agentes sin conciencia pa-ra reducir á la esclavitud á los des-heredados, á los humildes jornale-ros condenados á agotarse, á desfa-

llecer, en abrumadoras faenas paraalimentar la codicia y holgazaneríadel grupo de galafates enriquecidosque privn en el Gobierno de PorfirioDíaz.

Eu Michoacáñ los traficautas deesclavos están verificando escanda-losas transacciones. í)e Zitáciiaroenviaron diez hombres entre ellosel joven Valdespino, que fueronvendidos á tres pesos cada uno. DoUruápam y Morelia han estado des-pachando enganches numerosos.De La Piedad, últimamente remi-tieron cincuenta hombres y cincomujeres que son obligados á traba-jar por treinta y un centavos dia-rios desde las tres de la mañanahasta las nueve de la noche.

Los enganchados por el engañoy esclavizados por la fuerza, pararecobrar su libertad no les queda

otro medio que apelar á la fuga,pues loa recursos legales que pro-muevan seráu completamente in-fructuosos.

Los empleados todos del PoderJudicial están obligados á velar porlos intereses de los potentados, por-que así lo quiere el nutócrata Díazy natural es que sistemáticamentedesprecien las angustiadas quejasde los esclavos.

Es terrible la condición á que es-tán reducidas nuestras clnses hu-mildes.

Kxaspera que nuestro aiuilann-mientOjUUestra falta de entereza de ycivismo, uos haya hecho descenderhasta el grado de tolerar que la es-clavitud envikv.ca A nuestro puebloy clave su garra hidrófoba eu eldecoro nacional.

BARBARIECIENTÍFICA.

LO QUE DEBE HACER EL PUEBLO.

Hay razón para que los ciuda-danos aspiren á una vida mejor.Cuando la tiranía se insolenta algrado de considerar que es cosasuya la vida de los ciudadanos;cuando la tiranía se ensoberbecey considera propiedad suya la ha-íenda agena; cuando el bienes-

tar y la honra de las familias vi-ven en perpetuo amago por partede los tiranuelos; cuando el frailebribón hace causa común con losmillonarios rapaces y con los ti-ranos para fortalecer el despotis-mo, es natural que el pueblo,—ese eterno vejado,—suspire porun ambiente de justicia y de li-bertad. t .

Por eso vemos hoy con asom-bro que el pueblo comienza á darseñales de desear una vida mejor.La oposición de Coahuila contrala continuación del sanguinariolatrocinio de Cárdenas; la formi-dable reacción yucateca contra lareelección del rapaz protector deesclavistas Olegario Molina; laactitud noblemente indignada deOaxaca contra el tartufo EmilioPimentel, y el disgusto del pue-blo de la República entera moti-vado por el abuso de los déspotaslocales y de la tiranía de Díaz,asoladora, mortal, implacable; esedisgusto, ese malestar creciente,harán comprender la necesidadde que un civismo fecundo sus-tituya á la actual abyección siqueremos conservar. Patria yhonra.

El pueblo de Oaxaca soportaun Gobierno cobarde que lo san-gra y lo envilece. Ya hemos vis-to quiénes son los que forman elcírculo de Pimentel; ya hemosvisto las complacencias de eseGobernador con Eulogio Guilow,complacencias que exhiben lacomplicidad de ambos persona-jes para producir la miseria y laabyección del pueblo. En Üxa-ca, como en el resto del país, nohay Jefes Políticos honrados enel sentido estricto de la palabra.Los"' Jefes Políticos de Oaxaca,con Tirso Inurreta á la cabeza,son carne de presidio, candidatosá la horca, enemigos de la socie-dad, rebeldes de la civilizaciónque darían trabajo á una justiciarecta y ocupación al verdugo sien nuestra Patria hubiera justi-cia, si hubiera enraizado en ellala libertad.

En todos los Distritos del Es-tado se cometen escándalos y crí-menes que indignan, y siempre

los actores son la autoridad, elJuez, el cura, el hacendado escla-vista, el rico avaro y usurero.

En Jamiltcpcc, el Jefe Políticoimpone cuotas á todos los queconfaidera que tienen dinero, paraexcluirlos del contingente de san-gre. El Jefe Político es JuanSánchez, tio de José Inés DávilaOficial Mayor del Gobierno dePimentel. Sánchez se apoderadel ganado de los vecinos de Ja-miltepec y lo manda á la capitaldel Estado para su venta apro-piándose el dinero. Si algunoreclama, es consignado al Ejértoó asesinado cobardemente.

El Juez de Jamütepec, por suparte, también hace negocio. EseJuez es el imbécil Andrés Panto-ja que explota sus relaciones conuna Teodora López Payan paramedrar. A la Paván le debíadoscientos pesos un humilde co-merciante radicado en Cacahua-tepec, llamado Eutiquio Tello.La Payan se puso de acuerdocon Pantoja para arruinar al po-bre comerciante, á quien le se-cuestró el Juez todos los efectosdel establecimiento mercantilque valían más de mil quinientospesos.. Tello, no encontrandodefensor valeroso que reclamasecon energía sus derechos, tuvoque dejarse robar por Pantoja yla Payan, ^quedando en la mise-ria.

Andrés Pantoja también impo-ne cuotas como Juan Sánchez. Se-gún el delito cometido, puedenlos delincuentes verse libres dela acción penal pagándole á Pan-toja con dinero ó semovientes.Hace varios días que elevaron lospresos y algunos particularesuna queja detallada, en la que de-nunciaban las bribonadas de JuanSánchez y Andrés Pantoja, y ápesar de que los hechos denun-ciados reclamaban una averigua-ción urgente, no se practicó laaveriguación sino hasta que,puestos de acuerdólos funciona»rios delincuentes y el tartufo Pi-mentel, no hubo peligro para lasautoridades bandoleras.

El Jefe Político de Ocotlán esun bandido cubano llamado JulioE. de Morales. Este bandidotiene celebrado un contrato conun finquero de Valle Nacionalllamado Antonio Plat, para ejer-cer el tráfico repugnante de car-ne humana. Morales envía ven-didos al esclavista Plat á humil-des personas que perecen en la

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Esc comerció Indigno produceá Morales Pingües utilidades quedisfruta con entera impunidad,porque el Juez Podro Rodríguezestá de acuerdo con él y partici-pa del producto del tráfico inhu-mano.

Morales cuenta, además, con eldecidido apoyo de Pimentel;quien obedece, como cienitfico,. larecomendación que á favor de talbandolero le ha hecho el lacayoRosendo Pineda.

Morales merece la horca porsus actuales y pasadas fechoríasTodavía llora su infortunio unafamilia llegada á la miseria porculpa del bandolero Jefe Políticode Ocotlán.

Últimamente y aliado con elRecaudador de Contribucione_Miguel Gutiérrez, se ha dedicadoá explotar á los presos correccionales á quienes ocupan en el acárreo de materiales que venden á

fI

los particulares de la Villa deOcotlán.

Pimentel concedió hace días licencía al Jefe Morales, para quefuera á la capital de la Repúblicaá comprar gallos de lidia con queexplotar al pueblo en la próximafiesta de Mayo.

Morales llegó al Estado hacecuatro años. Fue Superintendente del Ferrocarril de Oaxacaá Ejutla, pero cogido en ciertaspilladas fue destituido vergonzo-samente. Pimentel encontró enMorales un hombre á propósitopara servirle de colaborador.

El Juez de Ocotlán es un ebrioconsuetudinario. Hace poco queabofeteó al Sr. Guadalupe Ama-dor Díaz, porque este señor lecobró una cuenta por los licorescon que el Juez se había embria-gado en su establecimiento. ElJuez dipsómano, naturalmente,no ha sido castigado.

A Morales no lo detiene el cri-men para enriquecerse. Porganar cierta suma que se le ofre-ció en un negocio fraudulento,mandó fusilar áPaulino Velasco,vecino de Santa Ana Zegache.Después de consumado el crimen,Morales cobró la cantidad quepor cometerlo se le había ofreci-do

¡Esos son los rufianes que ro-dean á Pimentel! ]Esos sus co-laboradores! ¡He allí la verdade-ra situación de la República!

El 5 de Octubre de 1904 fueaprehendido Paulino Velasco yencerrado en la cárcel de Oco-tlán, ordenando Morales que per-maneciera incomunicado.

Así permaneció hasta que tresesbirros lo extrajeron de la pri-sión. .. -

La infortunada esposa de Ve-lasco, después de muchas inves-tigaciones, supo que á una dis-tancia de cinco leguas habían fu-silado á su marido y que habíasido abandonadcTén el lugar dela ejecución para que fuese pas-to de las fieras. La señora sepuso en marcha, logrando, des-pués de rudapesquisa, encontrará su esposo moribundo á quienMorales creía muerto.

El Sr. Velasco se encuentraconvaleciente, mientras el salva-je Morales goza del dinero que leprodujo el crimen.

Morales ordenó que se asesinara al Sr. Velasco á cinco le-guas de distancia, para que apa-reciese como que dicho señor ha-bía sido asesinado por los vecinosdel pueblo inmediato por la yadesacreditada cuestión de límitesde terrenos. De ese modo hanperecido en la República mucho:ciudadanos por orden de las autoridades, que después fingeninocencia y declaran que enemistades suscitadas ]0 - cuestionesde terrenos dieron por resultadola muerte de las víctimas.

Morales eí el tipo de los JefesPolnko^. Así !*>- : • arruínanoy depravados. Pióx mámente ha-blaremos del de Cuicatian. Rste esun tartufo que hasta haré p co ha-bía logrado engañar á los liberales,fingiéndose demócrata; pero ahorase ha venido á saber que disimulabasu clericalismo y que es tan arbitrario y rapaz como cualquier otro.

Para los funcionarios oaxaqueñosel lucro es importantísimo. Se ha-bían suprimido las corridas de torospor decreto del Congreso del Esta-do pero en vista de que producenbuenas utilidades, Pimentel las per-mite y se aprovecha de la mitad delo que producen por el permiso. Laotra mitad la dilapidan alegrementelos Jefes Políticos.

En Sara Pablo Güila, Distrito deTlacolula, fue muerto un hombrpor un toro en una corrida el 30 deEnero de este año. En Mitla, undia antes, fue muerto otro aficiona-do.

Pimentel consiente todos Io« Rtentados que cometen sus empleados yfuncionarios. La depravación qnese observa en ésto* no es más q.u-la consecuencia de la impunidad deque gozan.

El pueblo está colérico ron lapresencia de Daniel Santibañes enel puesto de Comandante de Policíaen Oaxaca. Santlbáfiez ba lleva-

do el luto á muchos hogares y haultrajado el honor de infelices mu-eres,, ,, ',! '.,,-, :.' ,,.,,,,.,'.,„

Manuela Villavicencio es el nom-bre de una pobre señora que tuvola desgracia de encender la lujuriada SantibAfiez, quien abusando desu puesto mandó que la encerraranen un calabozo de la Primera De-marcación de Policía, donde la vio-ló. La víctima se quejó y la auto-ridad uoliizo aprecio: se trataba deun antiguo carnerada de Pimentel.

Santibáfiez en compañía del ban-dolero Iuurreta, comete infinidad deatropellos arrancando de sus boga -res á los obreros para venderlos, deacuerdo con Pimentel, á los negreros de Valle Nacional donde mue-ren los pobres esclavos.

José InésDávila, el moche OficialMayor, participa de las utilidadesque dejan esos negocios repugnan-tes.

Es bueno que los ilusosr que porerror consideran salvador al cientifi-cismo, vayan tomando nota de cómogobiernan los individuos pertene-cientes á esa camarilla de trafican-tes.

Los científicos son jesuítas, cómoPimentel, y como éste ineptos, anti-patriotas, amigos de la tiranía.

El pueblo oaxaqueño debe con -gregarse en clubs políticos para tra-bajar contraía reelección de su ti-ranuelo. Es vergonzoso para unpueblo que se le impongan manda-tarios que son lacayos del Dictador.

Debe luchar el pueblo oaxaque-fio contra la reelección de EmilioPimentel; pero no debe inscribir ensu bandera nombres deshonradospertenecientes á eunucos que asala-ria el Autócrata. De entre los oa-xaqueños independientes, debe es-coger al más apto para hacer la feli-cidad del Estado, y no, siguiendola inmoral costumbre nacida de lacobardía ambiente, al más apto pa-ra arquear el espinazo delante delCésar.

Ojalá que en la próxima luchaelectoral no figure como en la ante-rior, la candidatura del eunuco Fé-lix Díaz. "Hombres que tienen li-gas con el viejo Dictador llevaránal pueblo al cesastre y ala vergüen-za, si los ciudadanos tienen la im-prudencia de postularlos.

•»«»

Una V e n t a Rastrera.Raterías del Reylsmo

Pródiga en formidables atenta-dos, en vejaciones sin nombre, hasido la odiosamente qélebre ges-tión administrativa de BernardoReyes en el infortunado Estadode Nuevo León.

Reíerir que Reyes ha ultraja-do una vez más á la Ley ó permitido que sus servidores la ultra-jen,es consignar una notavulgarjlo asombroso sería que ese fu-nesto tirano ó sus inferiores aca-taran alguna ocasión las exigen-cias del Derecho.

Una infamia monstruosa se haconsumado últimamente.

Nuestro correligionario el se-ñor Don Pedro Maldonado, porbueno y pordigno, está pagandodoloroso tributo á la inverecun-dia del reyismo.

Arbitaria y dolosamente se leha reducido ¿prisión.

El Sr. Maldonado era propietario de una sastrería en Monte-rrey y para ensanchar su humil-de negociación fundó en Marzode 1904 un '"Club de Trajes,"otorgando ante la autoridad con*pétente una fianza de $8,000.00que suscribió un Señor José MaChávez que se ha prestado á ser-vir de instrumento en la intrigaá que en seguida nos referire-mos.

El Señor Maldonado de confor-midad con lo que ofreciera, estu-vo verificando semanariamentelos sorteos respectivos y entre-gando con oportunidad los trajesque correspondían á los agracia-dos.

Un accidente terrible de quefue víctima, las graves quemadu-ras que recibió á consecuencia dela explosión de un depósito degas, pusieron en peligro su exis-tencia y lo privaron de trabajarmás de cuatro meses: la miseria

I se cernió entonces despiadada en! el hogar del obrero laborioso, im1 pidiéndole entregar el traje quei le correspondía al señor Braulio, Hernández quien por ta.'. motivo; se querelló ante, el Juez Rafael D.; Martínez, de triste notoriedad.El Sr. Maldonado al contestar laacusación y para justificar su fal-ta de cumplimiento, hizo referencía á su precaria situación.

tí,a esos días fue destituido de

su cargo el L-ic. Martínez y nom-brado en su lugar Teodosio.T.re-viño quien sin fundamento algu-no dictó ordeu de aprehensión'contra el Señor Maldonado y loobligó á que pagara al demandan-te $55.00.

Previa garantía de pago ¿quepor esa suma otorgó el,señor -JÑazario Acuña, se decretó autoídlibertad á favor del Sr. Maldona'do; pero á la vez se le exigió queenterara dos pesos para el eacribiente que actuó en las diligen-cias. El Sr. Maldonado prome-tió cubrir á la mayor brevedad,ese honorario injustificado y enefecto, poco después, se presentónuevamente ante el» Juez Trevi-ño, le entregó los dos pesos y lesuplicó le extendiera el recibocorrespondiente.

El Juez Treviño que, de pasodiremos, es un ser prostituido ydegenerado, ebr|o y jugador epi-pedernido que acostumbra ven-der fallos nasta por una botellade cerveza, sospechó que el señorMaldonado, al solicitar ese recibo,se proponía hacer público el la-trocinio de que era objeto y seencolerizó por tal motivo y dispu-so que el solicitante fuera condu-cido á un calabozo.

Más de veinte días hace que elseñor Maldonado está sujeto á ri-gurosa incomunicación.

En el fondo de este asunto ex-cerable se agitan odios políticos.Los atropellos que está cometiendo el Juez Treviño ebedecen áconsigna de Reyes. *

Al Sr. Maldonado se le persi-gue y se le vaja porque con losfrutos de su laboriosidad ha fo-mentado lá publicación de perió-dicos independientes. Fue edi-tar de "Sufragio Libre," de Vi-lla-Aldama y de "Revista Popu-lar" y "El Regiomontano" deMonterrey.

Esa es la verdadera causa desu prisión.

Bernardo Reyes cumple con suprograma de incansable perse-guidor de la prensa liberal: suf re-nético anhelo de escarnecer laaltivez, de aplastar á los luchado-res honrados, al fin lo arrastrará-ai abismo.

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El Club Liberal "PoncianoArriaga" acusó ante la Cámarade Diputados 4el Congreso de laUnión á Bernardo Reyes, comodirecto y principal responsablede los asesinatos del 2 de Abrilen Monterrey. La Sección res-pectiva, encargada de instruir elproceso se negó- terminante ydescaradamente á recibir laspruebas que quisieron rendir losacusadores y que patentizan laculpabilidad de Reyes y el asesi-no íué* absuelto por la Cámara,fiel á la consigna del Dictador.Hoy comenzamos á publicar esaspruebas que son como se ve, unasencilla exposición de hechosconcretos, de los que se despren-de con'inmensa claridad el cri-men espantoso de¡Bernardo Re-yes.

HECHOS Y PRUEBAS.

Cuatro ó cinco días antes de lossucesos renunciaban en masatreinta gendarmes, que no qui-sieron ser los viles instrumentosde la comisión de un delito. Estopudo aclararse por medio de laaclaración de los aludidos que,sin'embarg'O, no fueron examina-dos por la Sección instructoradel proceso, ni nombrados si-quiera.

Con anticipación de una ó dossemanas estuvo el gobierno acu-mulando armas y cartuchos engrandes cantidades, y es de pú-blica notoriedad en Monterreyque al Palacio Municipal se con-dujeron, dos ó tres días antes delatentado, varias cajas llenas decarabinas y de parque. Nada detodo esto quiso aclarar la Sec-ción.

En la Ferretería de GustavoDressel compró el Ayuntamien-to ó se compraron por su cuenta,cinco mil cartuchos, calibre 44,para pistola. Este parque, comose sabe, es el reglamentario paralas fuerzas públicas y sólo estaslo usan. La compra se hizo el31 de Mareo, ó sea dos días an-tes de los sucesos. En los librosdel Ayuntamiento consta 6 debe

constar el asiento respectivo.Sin motivo alguno y del modo

más caprichoso, se dedicó la po-licía, algunos días antes del aten-tado, á aprehender á los diversosmúsicos, así de la ciudad como delos pueblos vecinos, que se pres-taban á acompañar álos manifes-tantes de la oposición. Lasaprehensiones se hacían sin or-den legítima, sin expresar delitoalguno y con el único fin de impe-dir que los músicos tocasen1 enla manifestación. Esto revela laanimosidad decidida que las au-toridades profesaban a los mani-festantes.

Don Bernardo prohibió la en-trada á la población de una cabal-gata que estaba organizada enlos pueblos vecinos, para agre-garse á la manifestación y darlemayor lucimiento. La Seccióndebió averiguar la verdad de estehecho y fijar su signigeación.

El Gobierno, al contrario, pro-curó reforzar sus filas, trayendogente de los alrededores, y esbien sabido que la casa del Gene-ral Reyes estuvo custodiada y de-fendida todo el día 2, desde an-tes que la manifestación comen-zase, por gran número de perso-nas de á pie y de á caballo, todasarmadas que vinieron EX-PROFK-so de los pueblos cercanos.

La prensa reyista parece quede antemano sabía lo que iba ápasar, pues, con insistencia sos-pechosa, exhortaba á los ciuda-danos, á que no acudiesen á en-grosar el número de los oposicio-nistas. Con profusión, con ex-traordinaria profusión circularonel día 1 ?. unas hojas volantes,impresas en las oficinas de losperiódicos reyistas, donde pormedio del insulto y de la calum-nia, se proturaba predisponerlos ánimos contra la Convencióny sus amigos, tratándolos de se-diciosos, alborotadores y juradosenemigos del orden, cuando nadapodía justificar esos calificativosni hacer prever el menor tras-torno.

El periódico EL AZOTE, fun-dado exclusivamente para publi-car en él los más vulgares deaa

¡hogos contra los enemigos, de laAdministración, publicó en sunúmero del día 2 de Abril, quesalió desde el día lo. por la no-che, .un artículo con el. rubro de"Diálogo entre el Abogado Sa-blista y EL AZOTE," en elque-anunciaba el escándalo y el . de-rramamiento de sangre que ha-bría el mismo día 2 entre ambospartidos contendientes.

Don Agustín Martínez, Geren-te, Administrador y miembro delCuerpo de Redacción de otro ór-gano del General Reyes, EL ES-PECTADOR, hablando con elSeñor Honorio Sada, el dia lo.y en la misma Redacción, del pe-riódico, á donde Sada fuera conún negocio, como éste le pregun-tara como se esperaba la fiestadel día 2, le contestó que tal vezbuena; pero que lé aconsejabaque no fuera porque abría TARU-GADA. Sada le manifestó que élno creía ni nadie suponía quelos oposicionistas hicieran es-cándalo alguno; á lo cual contes-tó Martínez:-"también yo lo creoasí; pero aunque ellos no' haganLOS OTROS SI LES HACEN; yo Se lo

que le digo, no vaya."El joven Antonio García, sobri-

no de Don Rafael García Fernán-dez, Recaudador-de Rentas Muni-cipales y quien lleva, por esto,mucha intimidad con la mayorparte de los empleados munici-pales y se codea con el Alcalde ycon su Secretario, enseñó á va-rias personas, una hora despuésde los acontecimientos del día 2y aún antes de que los cadáveresfueran recogidos del lugar delisniestro, una lista conteniendolos nombres de más de treintapersonas y dijo: "aquí está la lis-ta de los muertos y heridos y decasi todos los que tienen que en-

trar á la cárcel;" cómo esa$, per-sonas le di j.éran que ni los piuer-tos'habían sido tantos ni podíaaún calcular cuántos fueran losheridos, contestó: "pues los queno han caído, caerán, porque,asíestá mandado; los que no murie-ron hoy, morirán mañana ú otrodía cualquiera, ya están senten-ciados por el,Gobernador.'i Sele preguntó* cómo había tomadotan pronto aquella nota, y contes-tó que la traía desde el día ante-rior, que de ella se habían repar-tido varias copias éntrela policía,por vía de consigna.

Don Onofre Zambrano, em-pleado superior de la Fundiciónde Fierro y< Acero, después dehaber invitado á Ernesto Galvánpara que en unión de sus conso-cios de la "Sociedad de Opera-rios de la Fundición de Fierro yAcero," concurriera llevando surespectivo estandarte, á la mani-festación reyista, V como aquélhubiera negádose a acceder por-que, dijo, no tenían aprecio ni élni los^suyos,ppr el Sr. Reyes y,además^ habían aceptado ya lainvitación que les habían hecho'los de la otra manifestación. Enlo privado le aconsejó el expresa-do Sr. Zambrano, de una manera

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