COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS

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COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS Consultoría: Reforestación y restauración ecológica en siete ejidos de los márgenes del Río Lacantún Consultor: Natura y Ecosistemas Mexicanos, A.C. Contrato: CBM-M/UTRCH/2C/004/2007 Unidad Técnica: Región Chiapas Tipo de reporte: Informe final Fecha de entrega: Noviembre 2007

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COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS

Consultoría: Reforestación y restauración ecológica en siete ejidos de los márgenes del Río Lacantún

Consultor: Natura y Ecosistemas Mexicanos, A.C.

Contrato: CBM-M/UTRCH/2C/004/2007

Unidad Técnica: Región Chiapas

Tipo de reporte: Informe final

Fecha de entrega: Noviembre 2007

REFORESTACIÓN Y RESTAURACIÓN ECOLÓGICA EN

SIETE EJIDOS DE LAS MÁRGENES DEL RÍO

LACANTÚN, AL SUR DE LA RESERVA DE LA

BIOSFERA DE MONTES AZULES

Informe Final

Noviembre de 2007

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ESTRUCTURA DEL DOCUMENTO Introducción

Antecedentes

Objetivo general

Objetivos particulares

Actividades del proyecto

Aspectos metodológicos

Desarrollo de objetivos

1. Determinación de las áreas necesarias de conservación, las que tienen

potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada

uno de los ejidos del área de estudio

1.1. Marco de referencia

1.2. Criterios para identificar unidades naturales

1.3. Zonificación y clasificación de unidades naturales

1.4. Análisis del cambio de la cobertura vegetal entre 1986 y 2006

1.5. Análisis de la fragmentación

1.6. Determinación del potencial de conservación, uso o restauración

2. Diseño de una propuesta de corredores biológicos en el área de estudio

mediante las acciones de conservación, uso y restauración ambiental.

2.1. Marco de referencia.

2.2. Criterios para establecer corredores.

2.3. Identificación de corredores potenciales.

2.4. Programa modelo para establecer un corredor.

3. Acciones de promoción de la aceptación del establecimiento de

corredores biológicos en el área de trabajo

3.1. Acciones para la conservación de fragmentos remanentes de selva

3.1.1. Visitas guiadas de grupos estratégicos de opinión e influencia

3.1.2. Acuerdos comunitarios para el pago de servicios ambientales

3.2. Módulos demostrativos de restauración ambiental

3.2.1. Módulo demostrativo de restauración ambiental en un arroyo

tributario del río Lacantún en el ejido Galacia

3.2.2. Acuerdos comunitarios para la implementación de módulos

demostrativos de restauración

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3.3. Módulos demostrativos de producción acuícola no convencional con

especies nativas

3.4. Pesca deportiva

3.5. Ordenamiento pesquero

3.6. Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)

3.6.1. Proyecto de Unidad de Manejo de la Vida Silvestre de

Ecoturismo en el ejido Galacia

4. Fortalecimiento de las capacidades de los ejidos en materia de uso y

conservación de los recursos naturales.

4.1. Capacitación

4.2. Reuniones con productores y autoridades

Conclusiones

Recomendaciones

Literatura citada

Anexos 1. Mapa de unidades naturales

2. Mapa de cambio de uso del suelo

3. Programa demostrativo para establecer un corredor en cada uno de dos ejidos

4. Módulo demostrativo de restauración ambiental en el ejido Galacia

5. Minuta de la reunión con autoridades ejidales

6. Módulo demostrativo de producción acuícola

7. Reglamento comunitario de pesca deportiva

8. Propuesta de ordenamiento pesquero de los ejidos Playón de la Gloria y Galacia

9. Estudio para el establecimiento de una Unidad de Manejo de Vida Silvestre en el ejido Galacia

10. Taller de selección de especies para la restauración ambiental

11. Actividades educativas y de difusión con niños y personas clave de las comunidades locales.

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INTRODUCCIÓN

Los ecosistemas naturales nos proporcionan bienes y servicios

ambientales esenciales para la vida diaria. Entre ellos se pueden destacar la

captura y el almacenamiento de agua en acuíferos, lagos y ríos; la producción y

mantenimiento de suelo fértil para la producción de alimentos a partir de los

sistemas agrícolas y pecuarios; la extracción del medio silvestre de especies

útiles (como alimento, medicinas y madera); la captura del bióxido de carbono

producido por la actividad humana al quemar combustibles fósiles; la

estabilidad climática por la regulación del ciclo hídrico y la regulación de la

humedad y temperatura del aire; el control de deslaves y arrastres masivos de

suelo por el efecto de lluvias torrenciales, entre muchos otros (CONABIO,

2006).

Sin embargo, la obtención de estos beneficios y servicios en muchos casos

implica la transformación del ecosistema natural. Por ejemplo, la tala de un

bosque para fines agrícolas implica una transacción, pues los servicios que

dicho ecosistema aportará serán distintos que los del ecosistema original: se

gana la capacidad de producción de alimentos mientras dure el suelo fértil del

ecosistema original, pero se pierden otros servicios como la captura de agua, la

retención de suelos, la captura de bióxido de carbono, la regulación del

microclima, etc. Estas transacciones no han sido hasta ahora valoradas de

manera adecuada y no se acostumbra comparar los costos de la pérdida de

unos servicios con los beneficios por la obtención de otros (CONABIO, op. cit).

Esta situación ha producido, a escala global, daños a los ecosistemas, los

cuales se han considerado extremadamente severos en las conclusiones de

una reciente evaluación del estado de salud de los mismos (Millennium

Ecosystem Assessment, 2005).

En México, las selvas tropicales son los ecosistemas terrestres que han sufrido

las mayores transformaciones antropogénicas. De su extensión original, sólo

17% de las selvas húmedas actualmente existentes presentan un grado de

conservación y de estructura similares al de la selva intacta (CONABIO, op. cit).

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Diversos factores contribuyen en la deforestación de las áreas del trópico

húmedo; entre ellas se pueden señalar la extracción forestal, la agricultura, la

ganadería extensiva y la migración de la población (Cairns et al., 1995).

Uno de los macizos remanentes de la selva tropical húmeda más importantes

en el país es la Selva Lacandona, ubicada al este del Estado de Chiapas. Esta

selva es una de las regiones más relevantes debido a la incalculable riqueza

biológica que contiene y a los servicios ambientales que provee. Se trata del

centro de más alta diversidad biológica en el trópico, no sólo de México sino de

América Septentrional (de la Maza, 1997).

La Lacandona contenía originalmente 1.8 millones de hectáreas de selva, la

cual se ha visto reducida, por las actividades agropecuarias de sus actuales

habitantes, a menos de una tercera parte en las últimas tres décadas. No

obstante esta severa transformación de sus condiciones naturales, aún

conserva la quinta parte de la diversidad biológica de México en un área que

representa el 0.16% del territorio nacional; como ejemplo podemos mencionar

que en ella se encuentran el 31% de las especies de mamíferos, el 48% de las

aves, el 44% de las mariposas diurnas (de la Maza, 2006) y el 14 % de los

peces de agua dulce (Lozano et al., 2007).

Ante la problemática de su deterioro, el gobierno, mediante decretos federales

y por causa de utilidad pública, estableció estratégicamente siete áreas

naturales protegidas, que actualmente conservan 419 452 hectáreas de la

Selva Lacandona, siendo la Reserva de la Biosfera Montes Azules (RBMA) la

de mayor superficie y significado ecológico, con 331 200 hectáreas. La RBMA

fue decretada en enero de1978.

Además de la gran biodiversidad, la RBMA tiene una relevancia a nivel local,

regional y nacional debido a que en ella se genera mas del 50% del agua que

alimenta a una de las cuencas más importantes de México, la del río

Usumacinta. Además su topografía favorece la formación de importantes

sistemas lagunares, como los de El Ocotal, donde esta represa natural

distribuye el agua por todos los valles de la región. Toda esta agua que corre

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en ríos prístinos por la selva de la reserva, va recogiendo nutrientes esenciales

que finalmente son depositados en las lagunas costeras y en el Golfo de

México, donde juegan un papel fundamental en el mantenimiento de las

poblaciones de peces en esta importantísima zona pesquera del país.

La deforestación de las áreas externas a las áreas naturales protegidas de

Selva Lacandona implica, no solamente la pérdida de la cobertura vegetal

natural, sino también de los servicios ambientales que los ecosistemas

naturales prestan. La vegetación remanente en estas áreas está quedando

fragmentada, lo cual implica el aislamiento progresivo de los manchones de

vegetación natural rodeado de un entorno antrópico transformado y por

consiguiente la alteración de las dinámicas ecológicas de los ecosistemas

originales. La fragmentación impide el desplazamiento de las poblaciones de

animales, desfavorece la dispersión de semillas, y hasta puede alterar

profundamente el intercambio genético entre poblaciones, ya sean animales o

vegetales. Además, en los fragmentos remanentes, por estar rodeados de

sistemas antrópicos, con condiciones ecológicas y ambientales muy diferentes,

se observa un “efecto de borde”, que implica una fuerte modificación de las

condiciones ambientales (Dirzo, 2001). La fragmentación de los ecosistemas

naturales no permite mantener la biodiversidad ni los servicios ambientales de

los ecosistemas originales, lo cual significa una pérdida biológica, ecológica, de

bienestar social y del potencial de desarrollo de la población humana.

Antes esta situación de deterioro se ha planteado la necesidad de desarrollar

acciones de restauración ambiental. La restauración es uno de los aspectos

asociados a la reparación de los sistemas naturales, como estrategia de

manejo que busca revertir los efectos degradativos de ciertas actividades

antrópicas, como la contaminación, la erosión, o el agotamiento de recursos).

Además, desde su perspectiva técnica, provee herramientas útiles para encarar

varios problemas de conservación, tales como los efectos de borde y

fragmentación, la generación de bancos genéticos ex-situ, la conservación

integrada y el desarrollo sustentable (Young, 2000).

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Bradshaw (1987) propone que los principios de la restauración de ecosistemas

son los mismos que los de la sucesión ecológica. Bajo este supuesto, para

analizar el potencial de restauración de una selva, es necesario remitirnos a su

dinámica intrínseca. Sin embargo, puede ser casi imposible comparar a nivel

ecológico un sitio natural con otro antropizado; las propiedades físicas y

bióticas de éste último son fuertemente dependientes de las interacciones entre

factores específicos del sitio y del uso de la tierra (tipo de tiempo de uso, nivel

de degradación, etc.). Por lo mismo, se hace muy difícil predecir trayectorias

sucesionales en este tipo de sistemas (Parrotta 1992, 1995; Parrotta y

Knowles, 1999; Guariguata y Ostertag, 2001). Debido a esto, el contexto

teórico de la restauración debería basarse en la ecología básica, es decir, un

proyecto de restauración debería iniciar con el estudio de la dinámica del

ecosistema en cuestión y de los factores que la alteran y degradan. Sin

embargo, la urgencia de restaurar en ciertos casos determina la necesidad de

implementar acciones rápidas y eficientes aún con un fundamente teórico no

del todo desarrollado.

En el caso de la Selva Lacandona, la micocuenca del río Lacantún constituye

un componente de suma importancia para la dinámica del ecosistema natural,

proveyendo y trasladando alimento, además de que la abundancia y diversidad

de fauna ictícola está directamente relacionada con su estado de conservación.

Por otro lado, los arroyos pueden funcionar como corredores para aumentar la

conectividad dentro de la región y funcionar como refugio (Harris, 1984), aún

cuando algunas especies eviten adentrarse en ellos.

El presente proyecto, abordó la problemática del deterioro y la restauración de

riberas de arroyos tributarios del río Lacantún, en la Selva Lacandona,

enfocada a siete ejidos ribereños que colindan con la Reserva de la Biosfera

Montes Azules dentro del Municipio Marqués de Comillas, Chiapas, y plantea

alternativas de restauración y manejo para estos ejidos, en sus ecosistemas

terrestres y acuáticos.

El proyecto se centró en el análisis de la transformación histórica de los

ecosistemas naturales dentro de los ejidos, y la descripción de la situación

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ecológica actual, como base para delinear y definir las propuestas preliminares

para la conservación, uso sustentable y restauración de las áreas naturales

remanentes dentro de corredores biológicos potenciales que permitirían el

aumento de la conectividad entre fragmentos remanentes de selva, y por ende

disminuir la fragmentación regional.

En este contexto, el proyecto consideró actividades enmarcadas en el

desarrollo sustentable, que incluyeron a las poblaciones locales.

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ANTECEDENTES

Los habitantes actuales más antiguos de la Selva Lacandona son los

mayas lacandones. Esta etnia ha conservado muchas de las formas

tradicionales de uso de los recursos naturales especialmente adecuados al

ecosistema tropical. Entre ellas se ha mantenido el sistema de cultivo conocido

como milpa lacandona, que consiste en el cultivo bajo sombra de diversos

vegetales y semillas haciendo rotaciones periódicas para permitir la

regeneración del suelo. Además, no utilizan fuego para las actividades

agrícolas y no practican la ganadería extensiva de bovinos.

A partir de la década de los años setenta se promovió el establecimiento de

asentamientos humanos, bajo la lógica de la colonización del trópico húmedo y

de la frontera sur del país. Se favoreció la inmigración de población proveniente

de otras regiones de Chiapas, principalmente de los Altos y el Norte, y de otros

estados de la República, particularmente de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, lo

cual aceleró la incorporación de la Selva Lacandona a la producción

agropecuaria y forestal, con el consecuente cambio en el uso del suelo y la

drástica disminución de la superficie arbolada. La apertura de la carretera

fronteriza en los años noventa aceleró este fenómeno, lo cual en conjunto ha

originado la fundación de numerosos asentamientos humanos.

La mayor parte de los recientes pobladores no tienen una tradición de uso de

los ecosistemas tropicales, ni poseen una estructura comunitaria ni organizativa

tradicional. Asimismo, no disponen de recursos económicos ni de los

conocimientos necesarios para llevar a cabo sistemas alternativos de

producción mas armónicos con el medio ambiente o para beneficiarse de un

aprovechamiento sostenido y diversificado de las plantas y animales tropicales

nativas.

Los ejidos que se localizan frente a la porción limítrofe sur de la RBMA,

pertenecientes a los Municipios Marqués de Comillas y Ocosingo, han

eliminado la mayor parte de los ecosistemas naturales en los últimos 30 años

mediante la extracción, hasta el agotamiento, de las maderas preciosas (caoba

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y cedro) para después establecer cultivos agrícolas y ganadería. Se calcula

que este cambio de uso del suelo ha afectado al 70% del Municipio Marqués de

Comillas. Sin embargo, aún existen importantes manchones de vegetación

original, que se encuentran distribuidos de manera fragmentada, los cuales es

necesario preservar ante la constante amenaza de su destrucción.

La degradación ambiental, no sólo afecta a los ecosistemas terrestres, pues es

además, la causa principal de la baja productividad que presentan los

ecosistemas acuáticos localizados en las comunidades ribereñas del río

Lacantún que se encuentran frente a la porción sur de la Reserva de la

Biosfera Montes Azules, la cual se ve reflejada en la sensible disminución de

las poblaciones ícticas que habitan dichos ecosistemas (Lozano et al., op. cit.).

Por otro lado, la pérdida de la cobertura vegetal natural no es el único resultado

directo del deterioro, sino que además genera un proceso de fragmentación y

aislamiento de los manchones remanentes.

Desde el punto de vista ecológico, la pérdida y/o fragmentación de los

ecosistemas es la principal causa que provoca la disminución de la

biodiversidad a nivel local y nacional, y que afecta a todos los grupos de

animales y plantas (Turner, 1996; Laurance y Bierregaard, 1997; Delbaere,

1998; Fahrig, 2003). La fragmentación del área de distribución de una especie

en poblaciones más pequeñas, conlleva una reducción de la viabilidad de cada

una de las mismas debido a la pérdida de variación genética y a las

fluctuaciones demográficas intrínsecas y ambientales (Gutiérrez, 2002).

Con la fragmentación y destrucción de un hábitat se produce un cambio

progresivo en la configuración del paisaje que puede definirse mediante las

tendencias de cuatro variables paisajísticas que cambian simultáneamente y

que tienen, en conjunto, una incidencia perniciosa sobre la supervivencia de las

especies afectadas (Saunders et al., 1991; Andrén, 1994; Fahrig, 2003):

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a) Una pérdida regional en la cantidad de hábitat, con la consiguiente

reducción del tamaño de las poblaciones de los organismos afectados.

Como consecuencia, disminuye la densidad regional de las especies.

b) Una disminución del tamaño medio y un aumento del número de los

fragmentos de hábitat resultantes. Esta tendencia reduce

progresivamente el tamaño de las poblaciones mantenidas por cada uno

de los fragmentos, aumentando así el riesgo de que alcancen un umbral

por debajo del cual son inviables.

c) Un aumento de la distancia entre fragmentos, con la consiguiente

dificultad para el intercambio de individuos entre las poblaciones

aisladas, así como para reponerse, por recolonización, de una eventual

extinción.

d) Por último, se produce un aumento de la relación perímetro/superficie, y

por consiguiente una mayor exposición del hábitat fragmentado a

múltiples interferencias procedentes de los hábitats periféricos,

conocidos genéricamente como “matriz de hábitat”. Se da así un

creciente efecto de borde que origina un deterioro de la calidad del

hábitat en regresión, afectando a la supervivencia de las poblaciones

acantonadas en los fragmentos.

Recientemente se ha demostrado que varios de los efectos que sufren las

áreas degradadas pueden penetrar varios kilómetros en el interior de hábitats

vírgenes. En la selva del amazonas Laurance (2000) demostró el colapso del

reclutamiento de muchas especies de árboles tropicales en reservas aisladas

de hasta 90 000 hectáreas. Asimismo, numerosos trabajos prueban que en los

hábitats fragmentados las condiciones son tan restrictivas que pueden afectar a

las poblaciones negativamente en parámetros tales como la condición corporal,

el esfuerzo reproductivo, la estabilidad durante el desarrollo y el

comportamiento, entre otros (Lens y van Dongen, 1999; Tellería et al., 2001;

Tomimatsu y Ohara, 2002; Luck 2003, Díaz et al., 2005).

En suma, la reducción, fragmentación y deterioro del hábitat terminan por

producir una atomización de las distribuciones originales en subpoblaciones

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cada vez más pequeñas y aisladas, sometidas a problemas crecientes de

viabilidad genética y demográfica (Frankham, 1995; Hedrick, 2001).

En este sentido la degradación de macizo de selva que se encuentra en los

ejidos ribereños de río Lacantún, en su porción localizada al sur de la RBMA,

no sólo pone en riesgo la supervivencia de las poblaciones de especies de

plantas y animales que en ellas habitan, sino que además pueden afectar la

enorme riqueza biológica contenida en la propia Reserva.

Indicios de esta aseveración quedan demostrados en los resultados del

“ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD PESQUERA EN LA

RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE

MONTES AZULES”, en el que se demostró que si bien la diversidad de

especies nativas de peces se mantiene tanto en el río Lacantún como en sus

tributarios que nacen en la Reserva, existe una reducción de la abundancia de

individuos en los arroyos que corren por los ejidos, fuera de la reserva. Las

causas de esta situación son muy diversas, entre las más importantes están: a)

la pérdida de una gran proporción de la cubierta vegetal original en grandes

áreas de la cuenca; b) los cambios en la calidad fisicoquímica del agua,

producido por la enorme cantidad de sedimentos que ingresan a los

ecosistemas acuáticos, producto de la deforestación; sumados a los

contaminantes de muy diversos tipos y, c) las prácticas de sobre

aprovechamiento, expresadas en sitios y épocas de captura inadecuadas y el

uso de artes de pesca no selectivas.

Además de todos los problemas causados por la deforestación y fragmentación

que han sido mencionados anteriormente, existen otros igualmente graves,

como la contaminación en los ecosistemas terrestres y acuáticos derivados del

uso indiscriminado de agroquímicos y pesticidas. Estas sustancias se usan

primordialmente en la agricultura para controlar las plagas que atacan a los

cultivos, especialmente a los comerciales como el chile, y en la ganadería se

usan para controlar malezas no deseables que compiten con los pastos por

espacio y nutrientes, así como para controlar las poblaciones de ácaros que

parasitan al ganado. En todos los casos, los productores no cuentan con

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asistencia técnica calificada que les brinde orientación sobre el tipo de

agroquímico y/o pesticida que deben utilizar, como tampoco sobre las dosis,

técnicas y temporadas en las que se deben aplicar.

Esta transformación de los ecosistemas naturales ha provocado severos daños

al entorno natural de la región, situación que repercute en una falta de relación

estrecha de estos ejidos con el uso y conservación de los recursos naturales de

la zona, y por ende dificulta el desarrollo de prácticas de uso sostenible de los

recursos naturales. Además, tampoco existe una tradición de procesos de

autorregulación en estas comunidades, lo cual ha causado que los recursos

naturales hayan sido usados prácticamente hasta su agotamiento.

La riqueza económica que pudo haber generado la extracción de estos

recursos naturales no se aplicó en un desarrollo regional adecuado. Las

comunidades cuentan con muy poca infraestructura de desarrollo y el bienestar

social (escuelas, clínicas, caminos, drenaje), y aunque existe cierta

intervención institucional estatal, ésta se encuentra desarticulada; los proyectos

de aprovechamiento intensivo de los recursos naturales tienen poco impacto

socioeconómico y son de muy baja viabilidad económica y ecológica.

El verdadero reto que representa el problema de la desaparición de la selva en

la zona, no radica solamente en lograr su conservación, sino sobre todo en

conjugar estos intereses con las necesidades de vida de la población. Carabias

y colaboradores (1994) han llegado a la conclusión de que esto es posible a

través de la articulación de una política rural que responda coherentemente a

objetivos sociales, productivos y ambientales. Otro ejemplo lo expresan por

Toledo y Bartra (2000), quienes ponen en evidencia la estrecha interrelación

entre las zonas de riqueza biológica y las áreas donde habitan los más pobres

del país, y apuestan por un futuro productivo y sustentable. Resulta

imprescindible el rescate del conocimiento de los productores y la investigación

sobre el uso y manejo de recursos promisorios. En este contexto, se hace

necesaria la búsqueda de alternativas que permitan revertir los procesos de

deterioro de los recursos naturales, sin menoscabo de las actividades

productivas en el medio rural.

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OBJETIVO GENERAL

Diseñar y promover el establecimiento de corredores biológicos

mediante una estrategia de conservación, manejo y restauración de los

ecosistemas naturales en áreas prioritarias de siete ejidos ribereños del área

de influencia de la porción sur de la Reserva de la Biosfera de Montes Azules -

respetando y aprovechando los mecanismos internos de organización propios

de las comunidades- orientada a conservar áreas remanentes de selva,

disminuir la degradación ambiental, restaurar sitios dañados, e incentivar

prácticas de manejo más adecuadas para lograr la sustentabilidad en el

aprovechamiento de las microcuencas involucradas en el proyecto.

OBJETIVOS PARTICULARES

1.- Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen

potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno

de los ejidos del área de estudio.

2.- Diseñar una propuesta de corredores biológicos en el área de estudio

mediante las acciones de conservación, uso y restauración ambiental.

3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores biológicos

en el área de trabajo.

4.- Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y

conservación de los recursos naturales.

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UBICACIÓN DEL PROYECTO

El proyecto se realiza en 7 ejidos ribereños del río Lacantún en la

porción sur de la Reserva de la Biosfera Montes Azules (Fig. 1).

Zona: S-SE de México.

Región: Selva Lacandona.

Ambiente: terrestre y dulceacuícola.

Nombre y número de la región prioritaria para la conservación

terrestre, hidrológica o marina, según CONABIO: Región Hidrológica

Número 92: río Lacantún y Tributarios.

Nombre del lugar específico en el que se desarrollará el proyecto:

comunidades Reforma Agraria, Adolfo López Mateos, Galacia, Playón de la

Gloria y Boca de Chajul, Municipio Marqués de Comillas; Loma Bonita y Trece

de Septiembre, Municipio Ocosingo, Chiapas.

Fig. 1. Imagen de satélite del área de estudio.

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ACTIVIDADES DEL PROYECTO

Objetivo 1. Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen

potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno de

los ejidos del área de estudio.

Actividad 1.1. Definir los criterios para identificar unidades naturales.

Actividad 1.2. Zonificación y clasificación de unidades naturales.

Actividad 1.3. Desarrollar un análisis de la fragmentación actual de la

zona de estudio.

Actividad 1.4. Analizar la dinámica del cambio de la cobertura vegetal

entre 1986 y 2006.

Objetivo 2. Diseñar una propuesta para establecer corredores en el área de

estudio.

Actividad 2.1. Definir los criterios para establecer corredores.

Actividad 2.2. Identificar y proponer áreas que puedan funcionar como

corredores potenciales, ya sea través de su creación o mantenimiento.

Actividad 2.3. Elaborar un Programa para establecer o mantener un

corredor en cada uno de dos ejidos del área de estudio, que utilice

herramientas del desarrollo sustentable (UMA’s, uso forestal,

restauración, plantaciones, etc.), para favorecer la conectividad entre

fragmentos en el área de estudio.

Objetivo 3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores

biológicos en el área de estudio y proponer acciones para su implementación.

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Actividad 3.1. Promover la realización de acuerdos comunitarios, con el

fin de lograr la conservación de fragmentos estratégicos de selva.

Actividad 3.2 Promover la aplicación de módulos demostrativos de

restauración ambiental en los corredores biológicos propuestos.

Actividad 3.3. Promover la aplicación de módulos demostrativos de

producción acuícola no convencional que utilice especies nativas.

Actividad 3.4. Promover la pesca deportiva como práctica sustentable

de aprovechamiento de los ambientes acuáticos.

Actividad 3.4.1. Promover la pesca deportiva como una forma de

aprovechar los ecosistemas acuáticos de la zona de una forma

económicamente rentable y ecológicamente sustentable.

Actividad 3.4.2. Selección de los sitios, especies, métodos de

captura y temporadas en las que podrá llevarse a cabo la pesca

deportiva en cada una de las comunidades participantes. Esta

actividad se desarrollará utilizando los resultados obtenidos por el

proyecto “ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD

PESQUERA EN LA RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA

RESERVA DE LA BIOSFERA DE MONTES AZULES”.

Actividad 3.4.3. Diseño y promoción del decreto de reglamento

comunitario de pesca deportiva para cada comunidad

participante.

Actividad 3.5. Implementar el establecimiento de programas de

ordenamiento pesquero comunitario en los ejidos de la zona de estudio.

Actividad 3.5.1. Conformación y capacitación de los grupos

promotores del establecimiento de los OPC en las comunidades

participantes.

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Actividad 3.5.2. Establecimiento de acuerdos comunitarios que

posibiliten la operación de los OPC en las comunidades

participantes.

Actividad 3.5.3 . Actividades de implementación.

Actividad 3.6. Diseñar y promover la aplicación de una Unidad de

Manejo de la Vida Silvestre (UMA’s) en alguno de los ejidos de la zona

de estudio.

Actividad 3.6.1. Estudio de prospección para el diseño de la

Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMA’s). Se realizarán

entrevistas y un taller con la población local de los diferentes

ejidos para evaluar sus intereses y expectativas acerca de las

UMA’s. Al mismo tiempo, se estudiarán las posibilidades

ecológicas de las distintas especies factibles de ser

aprovechadas a través de este instrumento.

Actividad 3.6.2. Presentación ante las autoridades

correspondientes y los ejidatarios involucrados los resultados del

estudio y las potencialidades de establecer una UMA para, en

caso de mostrar interés, gestionar la realización del Programa de

Manejo y los recursos económicos para su implementación.

Objetivo 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y

conservación de los recursos naturales.

Actividad 4.1. Taller sobre Uso y Conservación de los Recursos

Naturales.

Actividad 4.2. Reuniones con productores, líderes y autoridades

ejidales. En dichas reuniones se presentarán las propuestas alternativas

de aprovechamiento de los recursos naturales, y se definirán los

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elementos necesarios para elaborar acuerdos al interior de los ejidos,

sobre las tareas relacionadas con el aprovechamiento.

Actividad 4.3. Presentación de resultados del proyecto ante las

autoridades. Se realizarán reuniones con los distintos órdenes de

gobierno en las que se proporcionarán los elementos necesarios que

deberían tener los acuerdos comunitarios que afiancen la

implementación de las actividades alternativas de aprovechamiento por

parte de las comunidades.

Actividad 4.4 Taller de restauración. Se realizará un taller sobre

técnicas de restauración ambiental dirigido a los productores, en cuyos

predios se realice la instalación de los módulos demostrativos de

restauración.

Actividad 4.5 Curso-Taller de producción acuícola. Con el fin de formar

los cuadros técnicos-campesinos que se requieren para el manejo de las

granjas acuícolas, se realizarán dos cursos-taller sobre construcción y

operación de de unidades de producción acuícola no convencionales.

Actividad 4.6. Elaboración del Informe Final. Se elaborará un informe

final y también un informe del proyecto que será presentado ante los

ejidos en los cuales el proyecto se haya desarrollado.

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ASPECTOS METODOLÓGICOS

• Cada fase del proyecto se diseñó con base en información disponible o

experiencia previa, y en los casos requeridos se realizó la búsqueda de

información en gabinete; pero prioritariamente la información se obtuvo

en campo, de manera colectiva y con la participación de la población

local.

• Se llevaron a cabo talleres participativos en cada uno de los ejidos;

estos fueron colectivos, abiertos y respetando los usos y costumbres de

cada una de las comunidades.

• Los resultados de los talleres y la información recabada fueron los

principales insumos para diseñar las estrategias y ejecutar las acciones

en materia ordenamiento, aprovechamiento, restauración, y

capacitación.

• Todas las actividades se llevaron a cabo en coordinación con las

autoridades ejidales y municipales.

• Cada fase y estrategia tuvo indicadores de impacto para dar seguimiento

y en su caso implementar medidas correctivas a lo largo del proyecto.

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CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

Objetivo / Actividades Mes 1

Mes 2

Mes 3

Mes 4

Mes 5

Mes 6

Mes 7

Mes 8

Objetivo 1. Determinar las áreas necesarias de conservarse, las que tienen potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas en cada uno de los ejidos del área de estudio.

Actividad 1.1. Definir los criterios para identificar unidades naturales. X Actividad 1.2. Zonificación y clasificación de unidades naturales. X X Actividad 1.3. Desarrollar un análisis de la fragmentación actual de la zona de estudio X X Actividad 1.4. Analizar la dinámica del cambio de la cobertura vegetal entre 1986 y 2006. X X

Objetivo 2. Diseñar una propuesta para establecer corredores en el área de estudio. Actividad 2.1. Definir criterios para establecer corredores. X X Actividad 2.2. Identificación y propuesta de áreas que puedan funcionar como corredores potenciales, ya sea a través de su creación o mantenimiento.

X X

Actividad 2.3. Elaborar un programa Demostrativo para establecer o mantener un corredor en cada uno de dos ejidos.

X

Objetivo 3.- Promover la aceptación del establecimiento de corredores biológicos en el área de estudio y proponer acciones para su implementación

X X X X

Actividad 3.1. Promover la realización de acuerdos comunitarios, con el fin de lograr la conservación de fragmentos estratégicos de selva.

X X X X X

Actividad 3.2 Promover la aplicación de módulos demostrativos de restauración ambiental en los corredores biológicos propuestos.

X X X X X

Actividad 3.3. Promover la aplicación de módulos demostrativos de producción acuícola no convencional que utilice especies nativas.

X X X X X

Actividad 3.4. Promover la pesca deportiva como práctica sustentable de aprovechamiento de los ambientes acuáticos.

X X X X X

Actividad 3.5 Diseño técnico de los OPC, tomando en cuenta las características de las comunidades participantes.

X X X X X

Actividad 3.6. Diseñar y promover la aplicación de una Unidad de Manejo de la Vida Silvestre (UMAs) en alguno de los ejidos de la zona de estudio.

X X X X X

Objetivo 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y conservación de los recursos naturales.

Actividad 4.1. Taller sobre Uso y Conservación de los Recursos naturales. X X Actividad 4.2. Reuniones con productores, líderes y autoridades ejidales. X X X Actividad 4.3. Presentación de resultados del proyecto ante las autoridades. X X Actividad 4.4 Taller de restauración. X Actividad 4.5 Curso-Taller de producción acuícola X Actividad 4.6. Elaboración del Informe Final. X X

22

DESARROLLO DE OBJETIVOS

OBJETIVO 1. Determinación de las áreas necesarias de conservación, las

que tienen potencial de uso sustentable y las que deben ser restauradas

en cada uno de los ejidos del área de estudio.

1.1. Marco de referencia

La fragmentación, junto a la deforestación, se considera una de las

principales causas de pérdida de hábitats naturales y de biodiversidad. Aunque

en muchos casos sus efectos no son contundentes, existen trabajos que

demuestran que en áreas fragmentadas la riqueza y diversidad de especies

tiende a ser menor y se pierden muchas de las interacciones entre especies

que determinan ciertos procesos del ecosistema (c.f. Debinski y Holt, 2000).

La fragmentación ha dado origen a paisajes en mosaico, naturales y antrópicos

(Brown y Harris, 2005). Hoy en día la ecología del paisaje se desarrolla en este

tipo de ambientes heterogéneos y fragmentados, y debe constituir uno de los

pilares para la conservación de los ecosistemas naturales y sus recursos. La

estructura espacial del paisaje resulta de suma importancia para la

comprensión de los efectos de la fragmentación sobre la supervivencia de las

especies (Fahrig y Merriam, 1994), por lo que su valor de conservación estará

dado no sólo por su diversidad de hábitats, sino además por su configuración

espacial y la complementariedad entre sus hábitats en la composición de

especies (Freemark et al., 2002).

Además de esta complejidad en el ámbito ecológico, debemos tener en cuenta

que el proceso de deterioro ambiental, determinado por esta pérdida de

hábitats naturales y de biodiversidad, no es un proceso puramente ambiental,

ya que ocurre dentro de sistemas socioambientales, considerados sistemas

complejos. De acuerdo a Landa (2000), un sistema complejo se caracteriza

“…por la confluencia de múltiples procesos de diferente índole y diferente

temporalidad, cuyas interrelaciones constituyen la estructura de un sistema que

funciona como una totalidad organizada, y cuya característica determinante es

23

la mutua definición y dependencia entre procesos. La complejidad está

determinada por la multiplicidad de factores, causas y dimensiones”.

Por tanto, si el deterioro ambiental es un problema complejo, como tal requiere

de un análisis sistémico (Landa, 2000; Landa et al., 2002). García (1991) define

a una problemática compleja como aquella en donde están involucrados el

medio físico-biológico, la producción, la tecnología, la sociedad y la economía,

entre otros. En este sentido, al abordar la problemática de la conservación

resulta necesario considerar los componentes que conforman el sistema

socioambiental. No hablamos de unidades o componentes espaciales (como lo

son los elementos del paisaje), sino de los factores que determinan ciertos

procesos ecológicos en el sistema, relacionados con su estado de

conservación en general y de sus recursos naturales en particular. Estos

componentes están definidos por distintas variables (Tabla 1).

Tabla 1. Componentes del sistema socioambiental que definen su estado de conservación.

Componente Variables Elementos del paisaje Cantidad, superficie, características, condición ecológica,

configuración espacial, etc. Asentamiento humanos Historia, origen étnico, cantidad, tipo de asentamientos,

demografía, etc. Historia de uso de los recursos naturales

Usos tradicionales y modernos, tipos de uso, impacto sobre los ecosistemas naturales, etc.

Instrumentos jurídicos operando en la región

Leyes federales, estatales; normas municipales y ejidales; instrumentos de gestión de los recursos naturales.

En muchos estudios de conservación se han propuesto redes de conservación

o porcentajes de áreas necesarias de conservarse como metas principales

para la conservación. Algunos de estos trabajos consideran los costos directos

de la tierra, pero no las implicancias sociales de implementar nuevas áreas de

conservación (por ejemplo con respecto a la tenencia de la tierra); además, los

mercados oficiales en cuanto a las transacciones de tierra frecuentemente no

están bien definidos en los países en desarrollo, con derechos de propiedad e

instituciones débiles (Naidoo y Adamowicz, 2006), lo cual dificulta aún más la

implementación de áreas de conservación en estas áreas.

Sin embargo, el estudio del paisaje debería ser un primer paso para entender la

situación actual de un área dada y sus procesos dinámicos intrínsecos desde el

24

punto de vista ambiental. Una vez identificados los elementos presentes se

debe evaluar su condición ecológica, para poder definir prioridades de manejo

adecuadas para cada uno, al mismo tiempo que no se deja de lado la visión

regional del paisaje completo.

La condición ecológica está definida por cuatro componentes: (1) el tipo de

vegetación actual y su estructura, (2) su historia de uso, (3) el grado de

fragmentación y, (4) su área (Fig. 2). Estos componentes influyen de manera

variable y no necesariamente directa sobre la condición ecológica; esto de

acuerdo a los factores que están operando dentro cada uno de ellos. Por

ejemplo, en la historia de uso operan factores antrópicos (actividades

humanas) así como naturales (disturbios) que pueden determinar efectos de

diferente magnitud.

CONDICIÓN ECOLÓGICA

Historia de uso

Vegetación y estructura actual

Fragmentación

Área

CONSERVACIÓN

USO SUSTENTABLE

RESTAURACIÓN

PE

RTU

RB

AC

IÓN

-

+

CONDICIÓN ECOLÓGICA

Historia de uso

Vegetación y estructura actual

Fragmentación

Área

CONSERVACIÓN

USO SUSTENTABLE

RESTAURACIÓN

PE

RTU

RB

AC

IÓN

-

+

Fig. 2. Componentes de la condición ecológica de un hábitat que definen su potencial

para la conservación, uso sustentable o restauración.

El tipo de vegetación y su estructura constituyen una primera aproximación del

grado de similitud de un hábitat con su equivalente en condiciones naturales.

La composición de especies no necesariamente debe ser evaluada en detalle,

sino que más bien depende del tipo de ecosistema que se está estudiando. En

algunos casos, se pueden definir ciertas especies indicadoras que ayudan a

determinar el grado de similitud de un hábitat con la vegetación natural

25

potencial para ese sitio en particular. En el caso de selvas húmedas,

considerando su elevada riqueza y diversidad de especies resulta muy difícil

una evaluación exhaustiva de la composición, pero sí es muy importante

detectar la presencia de ciertos grupos, como por ejemplo la abundancia de

palmas o lianas en el sotobosque, o la presencia de ciertas especies primarias

en el dosel. Por ejemplo en Montes Azules Pennington y Sarukhán (2005, pp.

23) describen a Dialum guianense, Vattairea lundelli, como especies

conspicuas y notorias en el dosel de una selva primaria, por lo que su

presencia podría asociarse a selvas medianamente conservadas. En este

sentido, es donde resulta muy importante incluir además la estructura del

hábitat, ya que en las selvas húmedas ésta es muy compleja y desarrollada. En

la Selva Lacandona se pueden identificar hasta cinco estratos verticales, entre

los cuales dos y hasta tres de ellos están conformados por especies arbóreas

únicamente. Por esto ambas variables influyen de manera conjunta sobre la

condición ecológica de un hábitat. A mayor similitud en el tipo y estructura de la

vegetación con los elementos naturales del paisaje la condición ecológica

original estará menos perturbada.

El segundo componente de la condición ecológica es la historia de uso, que

determina los procesos de transformación o deterioro que operan u operaron

sobre el sitio, y por ende los componentes del ecosistema natural que son

alterados o eliminados. Algunos autores han mencionado la importancia de

incorporar la perspectiva histórica al análisis del deterioro ambiental, como una

herramienta indispensable para el análisis sistémico (Bilsborrow, 1993; García,

1991; Pearce, 1990; Picouet, 1994; Tudela, 1989; Worster, 1988), suponiendo

que lo que ocurre hoy en un sistema es el resultado de su historia. La historia

de uso determina los recursos de un hábitat dado (por ejemplo, nutrientes o

materia orgánica en el suelo), las condiciones ambientales locales (luz y

humedad relativa) y las condiciones bióticas (composición de especies

presentes). Al mismo tiempo, caracteriza el régimen de disturbios que opera

sobre el hábitat, tanto en intensidad, frecuencia, duración y extensión. No

resulta igual la extracción forestal, la extracción de recursos no maderables o

leña que no modifican sustantivamente el ecosistema, que la incorporación al

sistema de roza-tumba-quema, donde la transformación del sistema es

26

completa. El nivel de recursos de un sitio, está particularmente influido por el

régimen de disturbio, ya sea presente o pasado (Hardwick et al., 2004). En este

sentido, la historia de uso o manejo, funciona como un régimen de disturbio, el

cual, junto a las características ambientales determinan su potencial

contribución a la conservación de especies (Freemark et al., 2002).

En nivel de fragmentación de la vegetación existente constituye el tercer

componente de la condición ecológica. La fragmentación tiene efectos directos

sobre la disminución de la diversidad de especies en la regeneración del

sotobosque y especialmente de plántulas de árboles, y por ende puede poner

en riesgo la regeneración natural (Benítez-Malvido y Martínez-Ramos, 2003b).

Esto podría estar asociado a alteraciones en la comunidad de polinizadores,

dispersores o depredadores de semillas (los cuales determinan en gran medida

la composición y magnitud de la regeneración); y además ser particularmente

fuerte si los fragmentos remanentes no se encuentran bajo un sistema de

protección (Chapman y Chapman, 2003). En segundo lugar, la fragmentación

genera un aumento en la relación perímetro / superficie de las áreas que se

generan, lo cual determina un efecto de borde sobre los parches que resultan

de la misma. Este efecto tiene impactos sobre algunos procesos dinámicos de

los ecosistemas, alterando su estructura y funcionamiento, hasta varios cientos

de metros dentro del bosque (Laurence, 2000). El efecto de borde puede

disminuir el reclutamiento tanto en abundancia como en riqueza de especies

(Benítez-Malvido y Martínez-Ramos, 2003a). En tercer lugar, la fragmentación,

dependiendo de su magnitud y tipo, determina diferentes configuraciones de

los parches remanentes dentro del paisaje, y por ende diferentes grados de

conectividad. Parches menos conectados y más aislados de otros tienen menor

probabilidad de convertirse ya sea en fuentes o sumideros de poblaciones

locales dentro de la escala regional del paisaje, es decir, de participar de los

procesos dinámicos regionales. Esto se relaciona con la teoría de

metapoblaciones (Hanski, 1999), que asume que los individuos de una

población no necesariamente comparten un mismo ambiente y tampoco

interactúan de igual manera entre todos. Una metapoblación es un conjunto de

poblaciones locales, inmersas en un ambiente configurado por parches

27

discretos de hábitat adecuado, rodeados por un ambiente uniforme de hábitats

no adecuados.

Por ende, a una mayor fragmentación mayor será la perturbación de la

condición ecológica de un hábitat.

El último componente es el área del hábitat. El tamaño del hábitat está

relacionado con la teoría de biogeografía de islas (MacArthur y Wilson, 1967),

la cual plantea que el número de especies en un ambiente parcialmente aislado

y homogéneo es el resultado de un equi librio dinámico entre las tasas opuestas

de colonización y extinción. Esta teoría parte de la observación de que el

número de especies de un lugar está relacionado con su área; generalizando

en que S = cAz, donde S es el número de especies, A el área del sitio, c, z son

valores constantes. Cuanto más alejado está un sitio de la fuente de especies,

menos probable será que las especies lleguen a él, mientras que al mismo

tiempo, si el área es más pequeña, al ser las poblaciones menores están más

sujetas a extinción. Se puede establecer una analogía entre islas y áreas

naturales, ya que éstas serían como "islas rodeadas de una matriz

transformada". El pequeño tamaño de algunos parches remanentes de selva

conllevaría a que las poblaciones que contienen sean más vulnerables,

mientras que el aislamiento dificulta la llegada de nuevas especies y el

reestablecimiento de poblaciones extinguidas. Además, en áreas pequeñas,

subsisten poblaciones locales más pequeñas, lo que conlleva una reducción de

su viabilidad debido a la pérdida de variación genética y al mismo tiempo un

aumento en su vulnerabilidad frente a las fluctuaciones demográficas

intrínsecas y ambientales. Por tanto, desde el punto de vista de las teorías de

biogeografía de islas y de metapoblaciones, la fragmentación está

intrínsecamente asociada al área de un hábitat.

En este contexto, la condición ecológica final de un hábitat podrá situarse en

cualquier parte de un gradiente de perturbación; en este caso con extremos

constituidos por una selva en buen estado de conservación (condición

ecológica original), ya sea primaria o secundaria (en la medida que sea un

remanente de la selva original) y un sistema completamente transformado

28

(condición ecológica completamente perturbada), con todos los matices

intermedios posibles. Su posición dentro de este gradiente determinará la

necesidad de conservación o restauración de un sitio, así como su potencial

uso sustentable. Estas tres posibilidades no son excluyentes, ya que en un

mismo sitio puede ocurrir más de una; por ejemplo, un sitio con buena

condición ecológica debe ser necesariamente conservado, pero esto no

determina que sea imposible su uso, mientras sea sustentable y adaptado a las

condiciones locales. Por esta razón en la figura 2 se muestran estas acciones

como interrelacionadas. Lo que no puede ocurrir, es la conservación y la

restauración en un mismo sitio, pero sí se pueden dar combinaciones de

conservación y uso, así como uso y restauración.

En cuanto a los asentamientos humanos, un análisis histórico y de

caracterización en la región resulta indispensable para comprender los factores

de uso y disturbio que operan sobre los ecosistemas naturales y sus recursos

naturales. Este componente está íntimamente relacionado con la historia de

uso, ya que son las comunidades presentes las que hacen uso de los recursos,

de acuerdo a sus tradiciones o costumbres aprendidas, y son estas actividades

las que determinan el tipo y magnitud de los impactos ecológicos. La

perspectiva histórica, además, permite identificar cambios en estas actividades,

por ejemplo a partir de la pérdida de costumbres ancestrales determinada por

programas de gobierno, estímulos y/o prohibiciones.

Por último, los instrumentos jurídicos operan en la región a distintos niveles de

acuerdo a su aplicabilidad y aceptación por parte de las comunidades locales.

Las poblaciones humanas locales establecen, según su nivel de arraigo en la

zona y su grado de organización, códigos de conducta internos establecidos en

reglas propias que complementan la normatividad general nacional a la que

están sujetos. Es decir, el marco legal que rige sobre la conservación, uso y

restauración de los ecosistemas naturales establecido en las leyes General del

Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, Federal de Desarrollo Forestal

Sustentable, de Aguas Nacionales, General de Vida Silvestre y la de Desarrollo

Rural Sustentable, se complementa o precisa mediante las normas que las

propias poblaciones adoptan. Dichas normas quedan establecidas en las actas

29

de Asamblea Ejidal y en algunos casos, en donde la organización es mayor, se

convierten en reglamentos. Para que dichos reglamentos tengan efectividad

legal debe ser publicado por el Municipio. La vigilancia del cumplimiento de

esta normatividad y las sanciones por su incumplimiento queda bajo la

responsabilidad de las autoridades ejidales.

1.2. Definición de criterios para caracterizar unidades naturales

El primer componente que define la condición ecológica de un hábitat es

el tipo de vegetación y estructura (cf. Fig. 2). Sin embargo, teniendo en cuenta

que el área de estudio es un ambiente socio-productivo no podemos considerar

únicamente al tipo de vegetación como el indicador de la condición ecológica

actual. Por esto se planteó trabajar con unidades naturales (UN), que

constituyen la delimitación de áreas cuyos procesos y dinámica son

independientes de la intervención humana y que su existencia está

determinada por su configuración espacial. Su identificación dentro del paisaje

debe estar en relación con los procesos de transformación que el mismo ha

sufrido, por lo que entre los criterios para definirlas deben incluirse aspectos

tanto ecológicos como socio – productivos.

Estas UN se consideran los componentes del paisaje que permiten el análisis

dinámico de los procesos que se suceden en un área y entender los efectos

que tienen las actividades humanas en los cambios y modificaciones de los

ecosistemas.

Como criterios ecológicos para identificar unidades naturales consideramos

principalmente indicadores de la estructura de la vegetación, incluyendo la

presencia / ausencia de los estratos herbáceo, arbustivo, arbóreo de >10m de

altura, arbóreo de 10-20m, arbóreo de 20-30m y arbóreo emergente (>30m de

altura), el porcentaje de cobertura de dosel, altitud sobre el nivel del mar y la

pendiente. También se consideró la presencia de disturbios como el fuego, la

extracción y especies exóticas.

30

Como criterios socio – productivos consideramos el tipo de uso de suelo

(pastizal ganadero, cultivo agrícola, parcela en descanso, extracción forestal o

de recursos no maderables, reservas comunitarias, etc.), la tenencia de la tierra

(ejidal o comunal) y la situación catastral (parcelado o no).

1.3. Zonificación y clasificación de unidades naturales.

La clasificación de unidades naturales se desarrolló a partir de una

imagen del sensor SPOT 4 que fue procesada por la Comisión Nacional para el

Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO); se obtuvieron como

productos el NDVI y la clasificación no supervisada con el algoritmo de

ISODATA.

También se utilizó una imagen del año 2000, del sensor Landsat 7 ETM+,

obtenida del sitio Web www.landsat.org de su producto ortorectificado. Esta

imagen fue normalizada atmosféricamente, y se calculó el NDVI para

incorporarlo como una banda adicional a la utilizada por SPOT. Las bandas de

la imagen de 2000 se eligieron en función de que los intervalos de longitud de

onda fueran cercanos a los de la imagen SPOT de 2005. Por esta razón se

utilizaron las bandas 2 a 4 de Landsat 7 ETM+, y para hacer una clasificación

no supervisada utilizando el algoritmo de ISODATA se adicionó el NDVI como

una banda.

Las imágenes satelitales se delimitaron para la zona de estudio y se

identificaron preliminarmente algunas unidades diferenciadas. A partir de esta

información se inició la verificación de campo, la cual consistió tanto en

recorridos terrestres como aéreos. Ambos permitieron corroborar información

proporcionada de la imagen satelital, así como corregirla y georreferenciarla.

Se realizó una clasificación no supervisada con ISODATA con la cual se

obtuvieron 25 categorías. La asignación a categorías de vegetación y uso se

realizó con información obtenida en campo con 120 puntos de verificación

tomados en los siete ejidos que conforman el área de estudio.

31

Los sitios muestreados fueron clasificados considerando reglas de decisión de

acuerdo a los criterios ecológicos y socio – productivos enumerados en el

apartado anterior. Se hizo una matriz de confusión que contiene en los

renglones las 25 clases obtenidas y en las columnas las nueve categorías de

vegetación y uso. De la combinación de ambas clasificaciones se obtuvieron

siete categorías, que fueron utilizadas para obtener el mapa de unidades de

vegetación. La regla de decisión fue asignar la categoría de vegetación de

acuerdo al mayor número de puntos que se encontraran en cada clase.

El proceso de clasificación dio como resultado siete categorías o tipos de

unidades naturales (Anexo 1). La distribución de estas unidades naturales no

mostró un patrón determinado de agrupamiento; sino que se observa una

matriz de selva perturbada (o acahualada) cuya vegetación dominante se

asemeja a la vegetación original, pero presenta cierto grado de perturbación

que determina un proceso de sucesión secundaria, y que ocupa un poco más

de la mitad de la superficie del terreno (57%) (Fig. 3). En esta matriz se

observan dispersos un alto número de fragmentos de muy pequeño tamaño

que contienen lo poco que queda de selva más conservada (7%) (se observan

como puntos oscuros). Dentro de la matriz los fragmentos dominantes

corresponden a pastizales ganaderos o cultivos agrícolas, que contienen

algunos manchones de vegetación secundaria (pastizal-cultivo agrícola con

acahual) (26%). Los pastizales puros y acahuales con presencia de pastizal

tienen menor presencia (4 y 1% respectivamente).

32

4%

26%

57%

7%

1%2% 3%

Agua

Pastizal y cultivos agrícolas

Pastizal, cultivos agrícolas y acahual

Selva acahualada

Selva conservada

Selva acahualada con pastizal y/ocultivo agrícolaAcahual con pastizal y/o cultivo agrícola

Fig 3. Aporte de cada categoría de unidad natural en la región de estudio.

La distribución de categorías por ejido evidencia los resultados del proceso de

deforestación que ha ocurrido en la zona. Es importante resaltar que en

ninguno de los ejidos la selva conservada ocupa más del 10%, aún cuando en

la mayoría de los casos la superficie está ocupada en más del 50% por selva

acahualada (Tabla 2). Esto podría ser esperable en cierta medida ya que la

selva constituye el ecosistema original y es el tipo de vegetación que más

cambia a lo largo del tiempo. Lo que nos muestra en cambio las diferencias

entre los ejidos es la proporción de los distintos tipos de uso del suelo. Los

ejidos que han perdido la mayor cantidad de selva son aquellos con mayor

porcentaje de pastizales y cultivos agrícolas, o pastizales y cultivos con cierta

presencia de acahuales, que son los sistemas más transformados, los

incorporados a las actividades productivas; estos ejidos son Loma Bonita

(47.9%), Adolfo López Mateos (37.4%) y Boca de Chajul (35.5%).

Tabla 2. Porcentaje de superficie de cada unidad natural por ejido.

Agua PastizalPastizal y acahual

Selva acahualada

Selva conservada

Selva acahualada con pastizal

Acahual y pastizal

REFORMA AGRARIA 2.3 2.6 18.6 65.7 8.9 1.2 0.8ADOLFO LOPEZ MATEOS 2.8 7.4 32.0 45.6 4.4 4.1 3.7GALACIA 4.4 3.8 18.6 60.5 7.4 2.7 2.5PLAYON DE LA GLORIA 2.8 3.8 27.5 54.6 6.5 3.4 1.4BOCA DE CHAJUL 1.0 5.1 30.4 54.7 7.2 1.2 0.4LOMA BONITA 2.1 5.0 41.3 41.6 4.3 1.4 0.8TRECE DE SEPTIEMBRE 3.8 3.6 23.1 59.5 9.1 2.7 1.9

33

Cabe hacer notar que en las categorías utilizadas para estas unidades

naturales quedaron agrupados los acahuales jóvenes y de edad intermedia,

además de que éstos constituyen una superficie muy considerable. Debido a

que los acahuales jóvenes forman parte del sistema de descanso de la roza-

tumba-quema y que muy posiblemente son áreas que en poco tiempo volverán

a ser transformadas, y que los acahuales con más de 15 años seguramente ya

no forman parte de los sistemas de descanso sino más bien de abandono, la

importancia en términos de la regeneración y el futuro es mucho mayor en los

segundos que en los primeros. Es por ello que consideramos, después de esta

primera aproximación, que sería muy útil dividir esta categoría en dos y hacer

nuevamente un recorrido de campo para validar su estado de regeneración.

Esto permitiría definir más claramente las estrategias para la restauración y

priorizar las áreas que tienen mayor viabilidad. En una etapa posterior se

pretende avanzar en estos detalles.

Al mismo tiempo, la imagen de satélite no permite distinguir entre cultivos de

tipo agrícola de los pastizales ganaderos. Para una primera aproximación estas

diferencias no son tan relevantes, ya que lo más importante en esta etapa es

distinguir las áreas naturales remanentes en la región y el grado de deterioro y

cambio de uso de suelo. Sin embargo, para elaborar propuestas de manejo

resulta de gran importancia poder distinguir entre los tipos de uso de suelo

agrícola y ganadero ya que el manejo que hacen de éstos los productores es

diferente y también lo es el impacto ecológico.

1.4. Análisis de la dinámica del cambio de la cobertura vegetal entre

1986 y 2006

Para realizar el análisis de cambio de uso de suelo se obtuvieron

imágenes de satélite de los años 1986, 2000 y 2005. Las correspondientes a

los años 1986 y 2000 provinieron del sensor Landsat 7 ETM+, y se obtuvo del

sitio Web www.landsat.org de su producto ortorectificado. La imagen de 2005

provino del sensor SPOT 4 que fue procesada por la CONABIO.

34

La imagen de 2000 fue normalizada atmosféricamente, y se calculó el NDVI

para incorporarlo como una banda adicional a las utilizadas por SPOT. Las

bandas de la imagen de 2000 se eligieron en función de que los intervalos de

longitud de onda fueran cercanos a los de la imagen SPOT de 2005. Por esta

razón se utilizaron las bandas 2 a 4 de Landsat 7 ETM+, y para hacer una

clasificación no supervisada utilizando el algoritmo de ISODATA se adicionó el

NDVI como una banda.

Las imágenes satelitales se delimitaron para la zona de estudio y se

identificaron preliminarmente algunas unidades diferenciadas. A partir de esta

información se inició la verificación de campo, la cual consistió tanto en

recorridos terrestres como aéreos. Ambos permitieron corroborar información

proporcionada de la imagen satelital, así como corregirla y georreferenciarla.

Para comparar la vegetación entre dos tiempos se desarrolló una zonificación

multitemporal de la vegetación a través de:

• Normalización de imágenes

o Los criterios para elegir las imágenes son:

§ Imágenes de la época de secas (diciembre a mayo del

siguiente año)

§ Sin nubes o con el menor porcentaje de nubes (menor al

5%)

§ Preferir aquellas que correspondan al mismo mes en

diferentes años.

§ Resolución espacial mayor a 30 metros

o Normalización atmosférica

o Normalización topográfica

o Compuestos de máximo valor

Luego se realizó una clasificación de imágenes, que incluyó:

• Capas de un bit de arbolado y no arbolado

o Cálculo de NDVI ó EVI para las imágenes mulitemporales

35

o Clasificación no supervisada con ISODATA de bandas

espectrales y NDVI.

o Determinación con la probabilidad de arbolado y no arbolado con

regresión logística, con el módulo de GRID de ArcGIS.

• Clasificación de usos de suelo

• Validación de los mapas clasificados elaborados a partir de puntos de

verificación obtenidos de la imagen de satélite más actual y de

recorridos de campo.

Por último, se realizó una clasificación RGB-NDVI. Se cálculo el NDVI de cada

fecha y se obtuvo del corte de la escena normalizada. Con las imágenes

resultado se elaboró el compuesto en RGB (rojo, verde, azul) siguiendo la

secuencia temporal de las escenas (1986: R, 2000: G, 2005: B). El compuesto

en RGB se clasificó de manera no supervisada con el algoritmo de iterativo de

ISODATA, obteniendo 50 clases. Las clases se emplearon para generar

estadísticas zonales con las cuales se calcularon los promedios totales y

desviación estándar (por escena) y los promedios y desviación estándar por

clase. Éstos se reclasificaron siguiendo como criterio las diferencias de 0.5

desviaciones estándar respecto de la media. Valores mayores a 0.5

desviaciones estándar de la media se consideraron como altos (Hayes et. al.

2002). Las clases generadas se muestran en la Tabla 3 .

Tabla 3. Categorías por valores de NDVI establecidas en función de las desviaciones estándar.

Categoría EVI Desviaciones estándar Asignación numérica Muy Alto +1.5 7 Alto +1.0 6 Medio alto +0.5 5 Medio 0 4 Medio bajo -0.5 3 Bajo -1.0 2 Muy bajo -1.5 1

Las categorías de NDVI fueron a su vez reasignadas de acuerdo a las

categorías de proceso: (1) sin cambio, (2) regeneración y (3) aclareo. En

función de estas categorías se interpretó la información por comparación entre

fechas y por proceso, lo cual se tradujo en ocho categorías nuevas (Tabla 4).

La categoría sin cambio expresa que los valores de NDVI no muestran cambios

36

importantes en las tres fechas comparadas. La regeneración (aumento de la

vegetación) significa que los valores del índice de vegetación aumentaron de

una fecha a otra. Las causas que producen la regeneración pueden ser

múltiples; una de ellas puede adjudicarse a fenómenos que perturbaron

fuertemente la cobertura vegetal y esta última muestra una fuerte respuesta a

recuperar la condición previa a la presencia de la perturbación. El aclareo se

produce cuando la cobertura vegetal es sustituida por pastos o cultivos de

cualquier índole, principalmente por deforestación.

Tabla 4. Categorías por proceso y fecha, y los colores y números asignados al falso color en

RGB.

Proceso por fecha Asignación de

color Asignación numérica

Sin cambio de 86 a 00, regeneración a 05 1 Aclareo antes de 86, regeneración a 05 2 Aclareo antes de 86, regeneración a 00, y aclareo a 05 3 Aclareo de 86 a 00, sin cambio a 05 4 Aclareo de 86 a 00, regeneración a 05 5 Sin cambio de 86 a 00, aclareo a 05 6 Sin cambio, Alto EVI 7 Sin cambio, bajo EVI 8

Se obtuvo entonces un mapa (Anexo 2) que describe los cambios de uso del

suelo a lo largo de estos veinte años, en el que se observó que:

• Las áreas que no han sufrido cambios a lo largo del tiempo y bajos

valores del NDVI corresponden a cuerpos de agua.

• Las áreas que no sufrieron cambios a lo largo del tiempo y presentan un

NDVI alto, en la mayoría de los casos corresponden a selva acahualada,

es decir, fragmentos de vegetación secundaria (acahuales) de edad

avanzada IDEM

• Las áreas que se registran como aclareadas antes del 86, así como

aquellas desmontadas entre 1986 y 2000, pero desde este último año en

regeneración, corresponden a vegetación secundaria de diferentes

edades.

• Las áreas que fueron desmontados antes de 1986 y se encuentran

actualmente en regeneración, o bien estuvieron en regeneración hasta

2000, y volvieron a convertirse en claros en 2005, son una mezcla de

proporciones variables entre pastizal con acahual y selva acahualada.

37

Esto evidencia la roza tumba y quema en la región, por eso observamos

combinaciones de pastizales mezclados con selva en regeneración

secundaria.

• Las áreas que no presentaron cambios en el tiempo y actualmente

continúan en regeneración correspoden a una mezcla de selva

perturbada y conservada.

• Las áreas que no mostraron cambios hasta el 2005, pero que a partir de

ese año fueron aclareadas, corresponden a una mezcla de pastizales

puros y pastizales con alguna presencia de vegetación secundaria

• Hay dos tipos de pastizales, los más viejos (abiertos entre 1986 y 2000)

mezclados con vegetación secundaria (acahual) y otros más jóvenes

(abiertos en 2000); la mayoría de estos últimos también está mezclada

con acahual, algunos con selva y algunos son puros. De hecho, estos

últimos, casi todos fueron abiertos a partir de 2000.

Del análisis podemos concluir que en el área de estudio existe un 22% de

acahuales con al menos 20 años en regeneración; éstos son áreas que fueron

antes de 1986, y que como no han sufrido nuevas perturbaciones actualmente

siguen en regeneración (Fig. 4). Los acahuales de entre 7 y 20 años de edad

corresponden al 12%, constituido en su mayor parte por parches de vegetación

secundaria y algunos pastizales. Las áreas sin arbolado corresponden a los

desmontes; éstas contienen pastizales y cultivos agrícolas y fueron abiertas en

distintos momentos. Los desmontes ocurridos entre 1986 y 2000 tienen entre 7

y 20 años de haber sido abiertos y corresponden al 6%. Sin embargo, aquellos

desmontes detectados entre el 2000 y 2005, que tienen 5 años o menos de

haber ocurrido, corresponden al 20%, lo que evidencia que el proceso de

deforestación entre estos años ha sido mucho más importante en comparación

con años anteriores. Por último, aunque se observa un 36% de selva que no

ha sufrido cambios en todo este tiempo; al menos no lo suficiente para ser

detectados por una imagen de satélite; en la verificación de campo se observó

que ha tenido al menos algún grado de intervención.

38

36%

22%

12%

6%

20%

4%

Selva

Acahual =20 años

Acahual 7-20 años

Desmonte 7-20 años

Desmonte =5 años

Agua

Fig. 4. Distribución de las diferentes categorías identificadas.

Debemos destacar que la pérdida total de la superficie de arbolado entre los

años 2000 y 2005 fue del 16%, y que se incrementó en un 86% la superficie no

arbolada, lo cual corresponde a una tasa promedio anual de deforestación del

3.2%. En todos los ejidos se observa una tendencia de pérdida de cobertura

vegetal y de ganancia de espacios para la agricultura y la ganadería. Aunque

por el momento no se cuenta con información detallada de los cambios de uso

de suelo por cada ejido, En particular, en los últimos cinco años, en estos

ejidos se han registrado tasas de deforestación anual superiores a las

registradas para todo el estado de Chiapas en las décadas anteriores

(ECOSUR, 1996) y superior a la media nacional para los mismos años

(Semarnat, 2006) pudiendo alcanzar hasta el 6% anual (Tabla 5).

La vegetación remanente todavía muestra una superficie considerable (57%),

aunque presenta un estrato arbóreo desarrollado, se encuentra alterada.

En futuras etapas del proyecto será necesario comparar estos procesos de

deforestación con los procesos socio-ambientales que han ocurrido en la región

para explicar el incremento de la deforestación en los últimos 5 años, la cual

resulta más de 5 veces mayor que la deforestación nacional media (1.6%,

Semarnat, 2006).

39

Tabla 5. Variación de las superficies arbolada y no arbolada, y deforestación en los siete ejidos

ribereños colindantes a la RBIMA. Fuente: Carabias et al. (2006).

Ejido

Incremento de

área no arbolada (%)

Decremento del

arbolado (%)

Deforestación anual

(%)

REFORMA AGRARIA 98 12 2.4 ADOLFO LÓPEZ MATEOS 161 27 5.5 GALACIA 74 11 2.2 PLAYÓN 100 18 3.5 BOCA DE CHAJUL 42 14 2.7 TRECE DE SEPTIEMBRE 113 15 3 LOMA BONITA 114 30 6

Total (media) 100.3 18.1 3.6

1.5. Análisis de la fragmentación

La fragmentación en la región se analizó a partir del índice de

fragmentación de acuerdo a la metodología de Hurd y colaboradores (2002).

Esta consistió en usar los resultados del modelo de fragmentación obtenidos

para los siete ejidos mediante el cual se determinó el estado de la

fragmentación del arbolado para la región. El propósito del índice de

fragmentación fue proveer una estimación rápida de la fragmentación de los

bosques dentro de la región de estudio y establecer las tendencias en la

probabilidad de arbolado (PA) e identificar las áreas que podrían beneficiarse

con la aplicación de un plan de reforestación.

El índice de fragmentación se compone de dos partes. La primera es la

proporción total del arbolado (PTA):

AguaSinÁreadelTotal

ÁrboladaÁreadelTotalPTA =

El PTA es un valor general usado en muchas investigaciones para proveer una

estimación básica de la cobertura arbórea en una región y en muchas

investigaciones se han identificado relaciones no lineares entre la cantidad de

arbolado en una región y al nivel de la fragmentación de arbolado (Volgelmann,

40

[1995] y Wickham et al. [1999] citados por Hurd et al., [2002]). El intervalo de

valores de PTA es de 0 a 1.

El segundo componente es una medida del índice de continuidad del arbolado

(CA) dentro de una región. El valor de CA examina las áreas arboladas dentro

de la región de análisis, tal que:

=

ArboladaÁreadelTotalMayorInteriorArboladodelParchedelArea

ArboladaÁreadelTotalPonderadaArboladaÁrea

CA

Para calcular la CA se usan los resultados del modelo de fragmentación de

bosques. De la ponderación de los valores del área arbolada ponderada (AAP)

se obtiene del valor de la mediana de la probabilidad de bosque (PB) para cada

clase de fragmentación, y el área de cada clase de fragmentación es

multiplicado por un peso, tal que:

( ) ( )( ) ( ) ( )PARCHEALTRANSICIONADOINDETERMINBORDEPERFORADOINTERIORAAP *2.0*5.08.00.1 ++++∗+∗=

La razón de esto es que dados dos regiones de igual cubierta arbórea, una con

más arbolado interior tiene una mayor área ponderada y por lo tanto está

menos fragmentada. Para obtener mayor detalle en las regiones basadas en el

nivel de fragmentación, el cociente de la ponderación por área es multiplicado

por el cociente del parche interior mayor para el área total del arbolado para la

región. El intervalo de valores de CA es de 0 a 1.

Los valores de PTA y CA calculados para una región son graficados

especificando seis condiciones de fragmentación de arbolado (Fig. 5). La

designación de PTA se determinó basándose en los resultados de Vogelmann

(1995, op.cit) y Wickham y colaboradores (1999, op. cit.), ellos encontraron que

la fragmentación del arbolado llega a ser más severa cuando la cobertura de

arbolado disminuye del 100 al 80% de la cobertura. Entre el 60 y 80% de

cobertura arbórea la oportunidad de reintroducir arbolado para conectar

parches de arbolado es grande, y menor por debajo del 60%; arbolados con

parches más pequeños y más fragmentados. Las regiones CA fueron divididas

41

y designadas en continuidad alta de arbolado (=0.5) o menor continuidad de

arbolado (<0.5).

Con

tinui

dad

de a

rbol

ado

Proporción total de arbolado

0

0.5

1

0.6 0.8 1

Con

tinui

dad

de a

rbol

ado

Proporción total de arbolado

0

0.5

1

0.6 0.8 10

0.5

1

0.6 0.8 1

Alta cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoAlta cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoBaja continuidad de arbolado

Alta cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoAlta cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoModerada cantidad de arboladoBaja continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoAlta continuidad de arboladoBaja cantidad de arboladoBaja continuidad de arbolado

Fig. 5. Criterios para establecer las seis categorías del estado de fragmentación.

La anterior metodología se aplicó en el software para sistema de información

geográfica ArcGIS versión 9.1 programando un AML (ArcINFO Macro

Lenguage) para implementar el análisis espacial que permitió su aplicación,

considerando como región a los ejidos.

El cambio de superficie se distribuye en las categorías con menores

porcentajes de cantidad y continuidad de arbolado. La categoría de alta

cantidad y continuidad de arbolado muestra los ejidos que mantienen un alto

grado de conservación, y en contraste la categoría de baja cantidad y

continuidad de arbolado muestra los ejidos con mayor grado de deterioro. La

situación intermedia la presenta la moderada cantidad de arbolado y alta

continuidad.

El proceso que muestran los mapas obtenidos por fecha dan cuenta de un

importante cambio en la cantidad y continuidad del arbolado entre 1986 y 2005

de manera heterogénea en los distintos ejidos (Fig. 6). Aunque ya en el año

42

1986 se la cantidad de arbolado era moderada en la mayoría de los ejidos, éste

presentaba alta continuidad. Galacia era el único ejido que conservada una alta

cantidad de arbolado, mientras que ya en Loma Bonita la cantidad de arbolado

era baja, lo que implica que el proceso de deterioro en este ejido se inició hace

más de veinte años. Para el año 2000, quince años después, se evidencia la

pérdida de cobertura y continuidad en Galacia, Boca de Chajul y Loma Bonita,

estos dos últimos alcanzando una baja cantidad y continuidad de arbolado. Ya

para el año 2005, todos los ejidos excepto Reforma Agraria presentan una baja

cantidad de arbolado, ya sea con alta o baja continuidad, esta excepción se

debe en gran media a la decisión de este ejido de mantener un área compacta

como reserva comunitaria, lo cual se refleja no solamente en bajos índices de

fragmentación, sino también en una baja pérdida de cobertura arbórea dentro

del ejido. Por ejemplo, al comparar la distribución de categorías dentro de cada

ejido en los diferentes momentos, en Reforma Agraria la categoría de alta

cantidad y continuidad de arbolado pasó del 59% en 1986, al 46% en 2005

(Tabla 6). En los demás ejidos excepto Loma Bonita, se puede observar que

para 1986, las categorías con mayores porcentajes de superficie son aquellas

que presentan diferentes cantidades de arbolado pero siempre con alta

continuidad, evidenciando que la pérdida de cobertura arbórea en la región ya

era incipiente pero ésta era en su mayor parte por apertura de tierras y por

ende la fragmentación era muy baja. En el año 2000 en Boca de Chajul y

Adolfo López Mateos se observa un aumento importante en las categorías de

moderada y baja cantidad, pero con baja continuidad, evidenciando la

fragmentación dentro de los ejidos. Ya para el 2005, todos los ejidos excepto

Galacia presentan al menos un 30% de su superficie en la categoría de baja

cantidad y continuidad, y menos del 15% en la categoría de alta cantidad y

continuidad (excepto Reforma Agraria como se mencionó en los párrafos

anteriores), evidenciado un paisaje transformado y altamente fragmentado.

43

Alta cantidad y continuidad

Alta cantidad y baja continuidad

Moderada cantidad y alta continuidad

Moderada cantidad y baja continuidad

Baja cantidad y alta continuidad

Baja cantidad y baja continuidad

Alta cantidad y continuidad

Alta cantidad y baja continuidad

Moderada cantidad y alta continuidad

Moderada cantidad y baja continuidad

Baja cantidad y alta continuidad

Baja cantidad y baja continuidad

Alta cantidad y continuidad

Alta cantidad y baja continuidad

Moderada cantidad y alta continuidad

Moderada cantidad y baja continuidad

Baja cantidad y alta continuidad

Baja cantidad y baja continuidad

Alta cantidad y continuidad

Alta cantidad y baja continuidad

Moderada cantidad y alta continuidad

Moderada cantidad y baja continuidad

Baja cantidad y alta continuidad

Baja cantidad y baja continuidad

Fig. 6. Índice de fragmentación de la superficie arbolada en los siete ejidos ribereños entre

1986 y 2005.

44

Tabla 6. Porcentajes por ejido y categoría índice de fragmentación para cada fecha. La suma por fila corresponde al 100% de la superficie del ejido.

2005

Alta cantidad y alta

continuidad de arbolado

Alta cantidad y baja

continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

baja continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

baja continuidad

de arbolado

Reforma Agraria 46.56% 0.00% 4.97% 1.40% 28.49% 18.58%

Adolfo López Mateos 0.84% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 99.16%

Galacia 6.80% 0.00% 5.34% 67.14% 0.01% 20.71%

Playón de la Gloria 6.04% 0.00% 33.76% 0.00% 25.98% 34.22%

Boca de Chajul 14.69% 0.08% 37.08% 5.06% 9.93% 33.16%

Trece de Septiembre 13.90% 0.00% 23.62% 3.30% 15.86% 43.32%

Loma Bonita 0.42% 0.00% 2.88% 0.33% 4.71% 91.66%

2000

Alta cantidad y alta

continuidad de arbolado

Alta cantidad y baja

continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

baja continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

baja continuidad

de arbolado

Reforma Agraria 50.05% 0.01% 9.69% 0.13% 25.60% 15.25%

Adolfo López Mateos 0.83% 0.01% 0.69% 38.93% 5.56% 53.99%

Galacia 73.31% 0.00% 5.98% 0.28% 0.18% 20.24%

Playón de la Gloria 18.70% 0.00% 47.09% 0.00% 3.88% 30.34%

Boca de Chajul 15.01% 0.83% 17.27% 11.56% 0.00% 55.32%

Trece de Septiembre 48.86% 0.00% 7.89% 4.06% 9.67% 29.52%

Loma Bonita 3.29% 0.22% 0.76% 9.33% 0.00% 86.40%

45

Tabla 6. (continuación).

1986

Alta cantidad y alta

continuidad de arbolado

Alta cantidad y baja

continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Moderada cantidad y

baja continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

alta continuidad de

arbolado

Baja cantidad y

baja continuidad

de arbolado

Reforma Agraria 59.71% 0.00% 4.31% 0.00% 27.49% 9.56%

Adolfo López Mateos 86.94% 0.01% 8.29% 0.00% 0.00% 4.76%

Galacia 71.58% 0.00% 13.37% 0.00% 0.00% 15.05%

Playón de la Gloria 61.97% 0.00% 17.81% 0.06% 0.00% 20.16%

Boca de Chajul 31.82% 0.04% 39.12% 0.65% 13.15% 15.21%

Trece de Septiembre 55.54% 0.06% 14.66% 5.65% 8.03% 16.06%

Loma Bonita 28.76% 0.00% 21.14% 2.61% 1.69% 45.80%

46

1.6. Determinación del potencial de conservación, uso o restauración

La selección permitió identificar fragmentos críticos para la conservación

en los distintos ejidos. Estos fragmentos muestran superficies y disposición

variables, lo cual podría estar sugiriendo ciertas consideraciones acerca del

proceso de transformación de los ecosistemas naturales que ha ocurrido en

cada uno de los ejidos. Aunque el análisis de este proceso escapa al presente

trabajo, podemos enumerar algunas consideraciones respecto a la situación

actual.

El área total de fragmentos seleccionados ocupa el 42% de la superficie total

estudiada (Tabla 7). Es importante destacar que en cuatro de los siete ejidos

los fragmentos seleccionados ocupan un área total que abarca al menos el

40% del territorio total del ejido, aunque resulta grave la situación del ejido

Loma Bonita, en donde los fragmentos seleccionados en este ejido ocupan

menos del 10% de su territorio, lo que quiere decir que queda muy poca

superficie de áreas arboladas, no fragmentadas y con una superficie mínima

para sostener poblaciones viables. En este contexto es importante tener en

cuenta no solamente la extensión total de los fragmentos sino también su

disposición espacial y continuidad (forma). Muy diferente al caso de Loma

Bonita es la situación del ejido Reforma Agraria, que contiene el fragmento de

mayor tamaño y continuidad.

Tabla 7. Superficie de los fragmentos elegidos dentro de cada uno de los ejidos.

EjidoSuperficie del

ejido (ha)Área total de

fragmentos (ha)

Porcentaje del ejido ocupado por

fragmentosREFORMA AGRARIA 4733.96 2848.48 60.17ADOLFO LOPEZ MATEOS 2057.35 559.72 27.21GALACIA 2560.29 1168.83 45.65PLAYON DE LA GLORIA 1126.27 399.06 35.43BOCA DE CHAJUL 4122.41 1750.48 42.46TRECE DE SEPTIEMBRE 1765.51 709.09 40.16LOMA BONITA 1704.91 166.11 9.74

TOTAL 18070.69 7601.77 42.07

47

Estas dos características (tamaño y forma de los fragmentos) determinan

procesos ecológicos y dinámicas diferentes, tanto dentro de los fragmentos

como entre ellos, por lo que resultan determinantes a la hora de tomar

decisiones en cuanto a su conservación o uso. Por este motivo, a efectos de

optimizar el desarrollo de algunas propuestas de conservación, en lugar de

definir fragmentos aislados se definieron regiones en cada uno de los ejidos.

De esta manera identificamos seis áreas críticas de trabajo (Fig. 7). En cada

una de ellas se revisó la verificación de campo y la condición ecológica del

sitio, la tenencia de la tierra, y la existencia de alguna figura jurídica que

estuviera operando en la zona, para así diagnosticar los requisitos de cada sitio

en función de su necesidad de conservación o potencial uso sustentable (Tabla

8). Los sitios con requisitos de restauración se definieron en una etapa

posterior, ya que en esta primera etapa el trabajo se enfocó a detectar las

áreas con mejor condición ecológica y por ende con menores disturbios o

impactos de los procesos de degradación que actual a históricamente a

operado en la región.

Fig. 7. Fragmentos de selva remanente existentes en los ejidos ribereños, seleccionados como

críticos para la conservación de la región.

48

Fragmento 1. Se encuentra en el ejido Reforma Agraria. Este fragmento

contiene dos sectores. Aproximadamente el 80% de este fragmento

corresponde a la Reserva Ejidal (1 453 hectáreas), la cual en este ejido es un

área no parcelada, en muy buena condición ecológica; en la reserva la

vegetación conserva una estructura muy similar a la original, con varios

estratos arbóreos y una importante diversidad de especies.

Considerando su buena condición ecológica y su tamaño (es el fragmento de

selva más grande entre estos siete ejidos), resulta prácticamente

imprescindible su conservación. El hecho de que este macizo ya constituya una

reserva determina que su posibilidad de persistencia en el tiempo sea alta,

sobre todo porque la población local muestra un importante respeto por su

categoría de protección.

Además, este ejido se encuentra desde hace varios años, dentro de un

programa de pago por servicios ambientales por captura de carbono, lo cual se

suma a su categorización como reserva y refuerza su condición como

fragmento de conservación.

En este sentido, no resultan necesarias acciones urgentes de conservación

para este fragmento, ni tampoco la búsqueda de un nuevo instrumento jurídico

que opere en el sitio, ya que lo dos instrumentos presentes están operando de

manera eficiente para su protección. Sin embargo, es importante consolidar

estas figuras de protección comunitaria y no detener el seguimiento del estado

de este sitio; sobre todo en materia de servicios ambientales, se puede tener

en cuenta otros programas como el pago por servicios de protección a la

biodiversidad.

En última instancia, las acciones en este ejido deberían tender no sólo a

fortalecer los instrumentos jurídicos que operan sobre la reserva sino también a

promover la aplicación de nuevos instrumentos para promover la restauración

de sitios aledaños y aumentar así la conectividad de la reserva tanto con otros

fragmentos más pequeños del ejido como con fragmentos de ejidos vecinos.

49

Es de destacar que, a través de otros proyectos Natura y Ecosistemas

Mexicanos A.C. gestionó la construcción de un vivero rústico ejidal en el que se

está produciendo de manera comunitaria planta de especies nativas, la cual

está siendo utilizada con fines de restauración de la vega del río Lacantún y el

establecimiento de cercas vivas en áreas productivas del ejido.

Fragmentos 2. Se encuentran en el ejido Galacia.

2.a. Ubicado en la zona llamada localmente “el colochero”. Este fragmento

corresponde a algunos manchones dispersos en una zona de vega, es decir

una zona baja con importante influencia del río Lacantún. Este fragmento

soporta una selva que presenta ciertos niveles de perturbación por extracción

forestal; sin embargo, todavía contiene individuos arbóreos de gran tamaño y

presenta varios estratos verticales, con una estructura bastante desarrollada.

Además, resulta importante por su ubicación en la región; tiene un fuerte

contacto con la reserva, ya que está como “inmerso” dentro de la misma, más

que en la zona de los ejidos.

Sin embargo, este fragmento corresponde a Tierras Comunales y no fue

parcelado por Reforma Agraria, sin embargo el ejido realizó una distribución

interna entre los ejidatarios esta zona. Por ello sufre un riesgo de cambiarse el

uso del suelo, ya que las decisiones no son colectivas, lo cual es muy grave

debido principalmente por su ubicación estratégica. Los suelos de vega suelen

ser los más ricos y fértiles, debido a los sedimentos que deja el río en sus

crecientes, por lo cual áreas de este tipo históricamente han sido deforestadas

para establecer cultivos agrícolas. Aún cuando dentro de los acuerdos ejidales

se incluye el respetar una franja de 50m de ancho de vegetación ribereña, esto

no se respeta y en muchos casos la ribera se encuentra completamente

deforestada. De hecho, este fragmento está intercalado con pequeñas áreas de

cultivo de maíz, frijol y chile.

Es entonces por la influencia que este fragmento tiene sobre la reserva y

condición ecológica que resulta necesaria la aplicación de algún instrumento

50

jurídico que promueva su conservación. En este caso, un instrumento

apropiado sería el pago por servicios ambientales por protección a la

biodiversidad. La extensión e incipiente fragmentación del área no lo hace

adecuado para el pago por servicios por captura de carbono, a menos que se

realizara previamente un enriquecimiento forestal del área. Otro instrumento de

potencial aplicación es el establecimiento de una Unidad de Manejo de la Vida

Silvestre con fines ecoturísticos; el cual ya se está promoviendo (ver apartado

3.6.1).

Por lo mismo, no se recomendarían instrumentos que promovieran el uso de

esta zona otro que no fuera el ecoturísmo, aún cuando se tratara de un uso

racional o sustentable; esto por su influencia sobre la reserva.

2.b. Colindante con el ejido Adolfo López Mateos. En este fragmento se

incluyen 1 200 hectáreas de la reserva ejidal de Galacia. En la zona se ha dado

la extracción forestal, la cual ha alterado considerablemente la diversidad de

especies en particular en los estratos superiores. Sin embargo, todavía se

pueden encontrar algunas áreas con una estructura desarrollada.

Es, al igual que el caso anterior, una zona de tierras comunales que ha sido

internamente dividida por el ejido y asignada en parcelas a sus ejidatarios.

Considerando que se trata de un área internamente parcelada y con una

importante presión de uso de los recursos, los instrumentos jurídicos que

pudieran adaptarse mejor a la condición serían aquellos que brindaran algún

uso directo a la población local que hace uso de este fragmento. En este

sentido, sería recomendable realizar un diagnóstico ambiental para identificar

las acciones más pertinentes y aplicables, entre ellas el establecimiento de una

Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMAs). También podría continuarse el

manejo forestal sustentable, pero en este caso sería altamente recomendable

establecer un programa de reforestación / restauración del área para asegurar

el mantenimiento de la estructura y diversidad del sitio. Asimismo, es un área

potencial de pago por servicios ambientales.

51

Sería de importancia revisar la figura jurídica de las áreas comunales que no

fueron parceladas por el Programa de Certificación de Derechos Ejidales

(PROCEDE), las cuales aunque internamente ya han sido distribuidas pueden

constituirse en una reserva ejidal de Galacia.

Por otro lado, es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C.

actualmente está apoyando al ejido Galacia para el desarrollo de un estudio

para el Pago por Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad, ante

la CONAFOR. Esta propuesta fue aprobada en este último mes de julio (folio

S20070701342) y ya se dio inicio a las primeras salidas de campo para

desarrollar el estudio de factibilidad.

Fragmentos 3. Se encuentras en el ejido Playón de la Gloria. Aunque en el

mapa se observa como un macizo continuo de gran tamaño es importante

destacar que este fragmento contiene parches en diferente condición

ecológica.

3.a. En primer lugar, dentro de este fragmento se encuentra la reserva ejidal de

Playón de la Gloria, muy cercana a la parcela escolar. Este sector del

fragmento se encuentra en una buena condición ecológica, con una estructura

vertical bien desarrollada, aunque se han realizado algunas actividades

extractivas.

Sin embargo, a pesar de ser reserva y zona de tierras comunales, esta área se

parceló recientemente, después de que se interrumpió la actividad de una UMA

de mariposas que funcionaba anteriormente. Esto constituye un riesgo para su

persistencia en el tiempo. Teniendo esto en cuenta resulta de elevada

importancia consolidar la figura jurídica del área como reserva y apoyar este

instrumento con otros complementarios como el pago por servicios ambientales

por protección de la biodiversidad o reactivar la figura de la UMA.

Es de destacarse que en transcurso del último mes se ha brindado apoyo a

esta comunidad en la gestión para solicitar un apoyo económico por pago de

servicios ambientales ante la CONAFOR.

52

3.b. Este sector corresponde a áreas con un dosel bien desarrollado en buen

estado de conservación, pero con un sotobosque altamente alterado por la

instalación de cultivo de sombra, principalmente de cacao. Esto determina que

aún cuando la estructura vertical de la vegetación se ha mantenido

considerablemente, se observa una disminución importante de la diversidad de

especies, debido a la eliminación casi completa del estrato arbustivo y la

alteración de la composición del estrato herbáceo.

Tratándose entonces de un área parcelada, con un uso actual productivo, los

instrumentos más adecuados serían aquellos que favorecieran una producción

sustentable sin mayor modificación (agrosilvicultura) haciendo compatible la

conservación y el uso sustentable, para así favorecer la recuperación de la

diversidad del sistema y que los productores tengan un ingreso. En este

sentido sería recomendable realizar un diagnóstico ambiental para identificar

las acciones más pertinentes y aplicables; entre ellas el establecimiento de una

Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMAs) o la diversificación productiva con

cultivos agrícolas perennes. En este caso no se recomendaría el uso forestal,

ya que el dosel arbóreo es el estrato de vegetación menos alterado y único que

queda del ecosistema natural.

Es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C. actualmente está

apoyando al ejido Playón de la Gloria para el desarrollo de un estudio para el

Pago por Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad, ante la

CONAFOR. Esta propuesta fue aprobada en este último mes de julio (folio

S20070705598) y ya se dio inicio a las primeras salidas de campo para

desarrollar el estudio de factibilidad.

Fragmento 4. El ejido Boca de Chajul tiene en esta área su reserva ejidal.

Aunque este fragmento muestra en general un buen estado de conservación

algunas áreas dentro de la reserva han sido afectadas por incendios ocurridos

en los años 1998 y 1999. Debido a esto podemos encontrar algunos

manchones en proceso de regeneración natural, con poblaciones muy

homogéneas en edad y una diversidad menor que la original. También se

53

observan algunos manchones de Pteridium aquilinum o “petatilla”, un helecho

que forma manchones puros y muy densos e impide el crecimiento de otras

especies, lo cual en la mayoría de los casos determina el detenimiento del

proceso de sucesión secundaria. Sumado a esto, la figura jurídica de reserva

ejidal como tal en este sitio no queda clara en la organización de la población

local, por lo que resultaría de gran importancia: 1) consolidar este instrumento

de gestión, 2) aplicar acciones de conservación (como es el caso del pago por

servicios ambientales) y, 3) aplicar acciones de restauración para acelerar el

proceso de sucesión secundaria y la regeneración de la selva en el sitio.

La reserva ejidal se encuentra rodeada por un área parcelada, aunque en buen

estado de conservación. Considerando esto, más la importante extensión del

área, sería recomendable instrumentar el pago por servicios ambientales para

la protección de la biodiversidad como herramienta para la conservación del

sitio.

Es de destacar que Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C. gestionó la

presentación de un expediente por parte del ejido Boca de Chajul ante la

CONAFOR con una propuesta para desarrollar un estudio para el Pago por

Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad. Esta propuesta fue

aprobada en este último mes de julio (folio S20070701526) y ya se dio inicio a

las primeras salidas de campo para desarrollar el estudio de factibilidad. La

propuesta es para proteger 1 453 hectáreas dentro del ejido por protección a la

biodiversidad, e involucra un total de 54 beneficiarios.

Fragmentos 5. Ejido Loma Bonita. Se trata de los fragmentos de menor

extensión en el área de estudio, aunque su estado de conservación es bueno.

En ambos casos correspondería la realización de un diagnóstico ambiental más

detallado para evaluar su condición como áreas para el pago por servicios

ambientales por protección a la biodiversidad.

Fragmento 6. Ejido Trece de septiembre. Aunque en este ejido se observa un

fragmento de gran extensión, no es el caso como el comentado para el

54

fragmento 1, ubicado en el ejido Reforma Agraria. Este fragmento se encuentra

parcelado, presenta una fragmentación considerablemente mayor y al mismo

tiempo aunque su condición ecológica es aceptable no alcanza el nivel

observado en el fragmento 1. Debido a esta situación, aún cuando como

instrumento jurídico sería aplicable un diagnóstico para determinar el pago por

servicios ambientales por protección de la biodiversidad, en este diagnóstico

deberían incluirse aspectos de restauración, para así identificar las acciones

adecuadas para mejorar la condición ecológica del sitio.

55

Tabla 8. Caracterización de los fragmentos seleccionados.

Nro. Ejido Características Instrumentos jurídicos posibles Acciones

1Reforma Agraria

Reserva ejidal y áreas parceladas. Es el demayor tamaño en la región y se encuentra enmuy estado de conservación

Se encuentra opreando la figura jurídica deReserva Ejidal, y además el pago porservicios ambientales por captura decarbono

Apoyar la persistencia de las figuras actuales conalternativas de usop para mitigar la presión sobrela reserva. Restauración de areas aledañas paraaumentar la conectivdad y generar un área deamortiguamiento.

2 Galacia

Áreas parcelada. Vegetación con buenaestructura y diversidad pero cierta alteracióndebido a la extracción forestal. Presión decambio de uso de suelo para actividades confines agrícolas

Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.

Conservación

b. Reserva Ejidal y áreas parceladas en buenestado de conservación

UMAS. Manejo forestal comunitario. Posiblereserva comunitaria

Diagnóstico de alternativas de uso sustentable yacciones complementarias de conservación

3Playón de la Gloria

a. Reserva Ejidal parcelada; amenazada porpresión de uso de los recursos y riesgo dedesmonte. Presenta cierto grado deintervención (extracción).

Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.

Consolidar la figura jurídica actual. Reactivación dela UMA de mariposas.

b. Área parcelada. Dosel conservado peroalteración del sotobosque

UMAS. Manejo forestal comunitario.Agrosilvicultura.

Diagnóstico de alternativas de uso sustentable yacciones complementarias de conservación

4Boca de Chajul

Reserva Ejidal, no parcelada; algunas zonashan sido afectadas por incendios. Hay otrasáreas parceladas

Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.

Conservación. Revisar la figura jurídica actual queopera en el sitio y si no está segurada promoveruna figura más fuerte. Restauración de áreasincediadas

5 Loma Bonita Áreas parceladas, en buen estado deconservación.

Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.

Conservación y restauración

6Trece de septiembre

Área parcelada, en buen estado deconservación

Servicios ambientales por protección a labiodiversidad.

Conservación y restauración

56

OBJETIVO 2. Diseño de una propuesta de corredores biológicos en el

área de estudio mediante las acciones de conservación, uso y

restauración ambiental

2.1. Marco de referencia

Frecuentemente, un corredor se define como un hábitat lineal que está

embebido en una matriz de hábitat diferente y que conecta dos o más parches

de hábitat, favoreciendo el intercambio de individuos y especies entre estos

parches y por ende ayudando a su conservación (Beier y Noss, 1998). Los

corredores pueden atenuar la pérdida del hábitat y los efectos de la

fragmentación a través del incremento de la abundancia, y por lo tanto de la

riqueza y la homogeneidad especial de las comunidades animales, sobre todo

en fragmentos pequeños (Pardini et al., 2005). Su importancia es más alta en

paisajes con una baja cantidad de hábitat o una matriz de permeabilidad

reducida (Pardini et al., 2005).

Los efectos varían de acuerdo al grupo estudiado y su movilidad (aves,

mamíferos, insectos, etc.), ya que algunos animales prefieren desplazarse a

través de los corredores y otros por la matriz. El tipo de matriz, el tipo de borde,

el tamaño de los parches, la distancia, la forma y tipo del corredor, pueden

alterar el comportamiento de dispersión en algunos grupos (Fried et al., 2005).

De hecho, pueden actuar como corredores o barreras (Haddad y Baum, 1999),

y en algunos, los animales pueden dirigir sus movimientos y recorridos a través

de rutas que no siempre son claramente visibles, al responder de diferentes

maneras a la heterogeneidad del hábitat; este tipo de rutas se denominan

“corredores virtuales” (Pe’er et al., 2005).

Sin embargo, la utilidad de los corredores dentro del paisaje para la

conservación ha sido discutida durante los últimos veinte años, ya que no sólo

pueden ayudar a la dispersión de especies sino también de enfermedades,

especies exóticas y disturbios como por ejemplo el fuego (Simberloff y Cox,

1987), así como causar el efecto indeseado de sincronizar periodos de baja

57

densidad poblacional en diferentes parches, dejando a la población más

vulnerable frente a la estocasticidad demográfica (Earn et al., 2000).

La mayoría de los trabajos existentes acerca del estudio de los impactos de la

fragmentación y conectividad a través de corredores se han desarrollado en

corredores originados por la fragmentación del paisaje, muchas veces de

manera artificial (ver por ejemplo Laurance et al., 2002), pero es casi nula la

investigación acerca del proceso de reconectar parches remanentes, en

especial en paisajes agrícolas, donde el aislamiento es uno de los mayores

problemas, y muy poca información acerca de la utilidad de recrear conexiones

dentro de estos paisajes (Jansen, 2005).

El establecimiento o mantenimiento de corredores generalmente es una

necesidad que surge cuando los paisajes de áreas o regiones de alta prioridad

por su gran biodiversidad y servicios ambientales corren el riesgo de perder

estos atributos por encontrarse transformados y habitados por poblaciones

humanas. En estas dinámicas de transformación se crean en espacios

transformados con la existencia de áreas conservadas, es decir, se trata de

paisajes en mosaico típicos de los sistemas socioambientales, caracterizados

por su condición de complejos, ya que en ellos convergen componentes de

carácter ecológico, económico, social y jurídico interrelacionados (ver apartado

1.1).

De acuerdo a Rouget y colaboradores (2006) un corredor eficiente debería (en

orden de prioridad): (1) mantener los procesos ecológicos del sistema natural,

(2) asegurar la retención y conectividad del hábitat, (3) maximizar la capacidad

del hábitat de sostener vida silvestre y, (4) representar un patrón de

biodiversidad (para integrarse a su persistencia y representación). Sin

embargo, dentro de un sistema socioambiental, para su persistencia un

corredor debería contener no únicamente factores ecológicos sino también

aquellos relacionados con los aspectos sociales y económicos de la región y

las comunidades involucradas. La funcionalidad de un corredor dependerá

entonces de la capacidad de establecer vínculos correctos y permanentes entre

los distintos subsistemas mencionados (ecológico, económico y social) (Fig. 8).

58

Cada subsistema contiene un conjunto de componentes con una dinámica

propia. La identificación de estos componentes y el entendimiento de su

dinámica es esencial para establecer los vínculos correctos entre ellos y definir

la estrategia de intervención necesaria.

Sistema

jur ídico

Sistema

ecol ó gico

Sistema

econ ó mico

Sistemasocial

CORREDOR

Macizos

Fragmentos

Conectores

Uso actual del suelo

Uso potencial del suelo

Tenencia de la tierra

Formas organizativas

Involucramiento

Capacidades

Instituciones

Leyes

Normas

Acuerdos comunitariosSubsistema

jurídico

Subsistemaecológico

Subsistemaeconómico

Subsistemasocial

CORREDOR

MacizosFragmentosConectores

Uso actual del sueloUso potencial del suelo

Tenencia de la tierraFormas organizativasInvolucramientoCapacidadesInstituciones

LeyesNormasAcuerdos comunitarios

Sistema

jur ídico

Sistema

ecol ó gico

Sistema

econ ó mico

Sistemasocial

CORREDOR

Macizos

Fragmentos

Conectores

Uso actual del suelo

Uso potencial del suelo

Tenencia de la tierra

Formas organizativas

Involucramiento

Capacidades

Instituciones

Leyes

Normas

Acuerdos comunitariosSubsistema

jurídico

Subsistemaecológico

Subsistemaeconómico

Subsistemasocial

CORREDOR

MacizosFragmentosConectores

Uso actual del sueloUso potencial del suelo

Tenencia de la tierraFormas organizativasInvolucramientoCapacidadesInstituciones

LeyesNormasAcuerdos comunitarios

Fig. 8. Sistemas (círculos) y sus componentes (cajas) que interactúan en el establecimiento de

un corredor.

Los componentes de cada sistema son los siguientes:

Subsistema ecológico

• Los macizos de vegetación prístina son los espacios más importante a

conservarse (en términos de biodiversidad y servicios ambientales),

necesarios de mantenerse en las mejores condiciones posibles, para lo

cual se requiere evitar su aislamiento mediante el establecimiento de

corredores.

• Los fragmentos de vegetación natural remanente deben funcionar como

espacios intermedios cuya biodiversidad y servicios ambientales son

importantes, aunque no se comparan con los macizos de vegetación

prístina.

59

• Los conectores son espacios que deben crearse en las áreas

transformadas mediante mecanismos de intervención que mejoren la

calidad de espacio. Su importancia no radica en la biodiversidad que

contienen sino en los servicios que ofrecen para el flujo de las

poblaciones que existen en los fragmentos y en los macizos de

vegetación prístina, así como en la estabilización de erosión y captación

y almacenamiento de agua.

Subsistema económico

• Uso actual del suelo: agrícola, pecuario, forestal.

• Uso potencial del suelo en función de las características naturales, de

la disponibilidad de inversión, de los mercados y de las tecnologías.

Subsistema social

• Tenencia de la tierra

• Involucramiento e interés de los propietarios en la reconversión de sus

tierras

• Formas organizativas

• Capacidades

• Instituciones

Subsistema jurídico

• Leyes federales y estatales

• Normas oficiales mexicanas y técnicas

• Acuerdos comunitarios

Cada uno de estos sistemas debe tener la caracterización adecuada y la

información actualizada para la implementación exitosa de un corredor. En el

presente trabajo sólo se analizaron algunos de los componentes de los

sistemas ecológicos y sociales como una primera fase de la estrategia para el

establecimiento de corredores biológicos potenciales. Queda pendiente para

una futura etapa la identificación del resto de los componentes para una

implementación completa.

60

Nuestra propuesta para la creación y/o mantenimiento de corredores

potenciales se desarrolló a través de seis etapas (modificado a partir de Meffe

et al., 2002), las cuales fueron desarrolladas en los siguientes apartados.

• Definición de criterios para establecer o mantener corredores.

• Identificación de los fragmentos que el corredor se propone conectar.

• Mapeo del corredor y descripción de sus características.

• Diseño de un programa que incluya las acciones de conservación o

restauración necesarias.

• Involucramiento de los actores locales.

• Definición de indicadores de monitoreo del impacto del corredor.

2.2. Criterios para establecer o mantener corredores

Se elaboró una lista de los criterios ambientales clave para seleccionar

posibles corredores biológicos entre las unidades naturales identificadas (ver

apartado 1.3) dentro del paisaje. Estos criterios determinan en mayor o menor

medida la utilidad potencial de un sitio como corredor, y a su vez presentan

diferentes atributos; estos últimos definidos a partir de información de diferente

origen (Fig. 9). Esto implica, que para evaluar los distintos criterios de un sitio

dado se utiliza información de percepción remota, información de campo, así

como información tomada a partir de las opiniones de la población local.

61

UTILIDAD POTENCIAL

Vegetación

Suelo

Erosión

Forma del terreno

Cobertura arbórea

Accesibilidad

Conectividad

Caminos

Colindancia con la selva

Estructura vertical

Uso del suelo

Agrícola

PecuarioAbandonado

Longitud Ancho

Percepción remota

Campo

Población local

Disposición de la población

Perspectiva de producciónCuerpos de agua

Fragmentos críticos

+

+

+

+

+

+/-

+/-

+/-

UTILIDAD POTENCIAL

Vegetación

Suelo

ErosiónErosión

Forma del terrenoForma del terreno

Cobertura arbórea

Cobertura arbórea

Accesibilidad

Conectividad

CaminosCaminos

Colindancia con la selvaColindancia con la selva

Estructura vertical

Estructura vertical

Uso del suelo

AgrícolaAgrícola

PecuarioPecuarioAbandonadoAbandonado

LongitudLongitud AnchoAncho

Percepción remota

Campo

Población local

Disposición de la población

Perspectiva de producciónCuerpos de agua

Fragmentos críticos

Fragmentos críticos

+

+

+

+

+

+/-

+/-

+/-

Fig. 9. Criterios que definen la utilidad potencial de un sitio para funcionar como un corredor

biológico. El grosor de las flechas indica la magnitud proporcional de la incidencia de un criterio

sobre la utilidad potencial; los signos indican el tipo de incidencia posible. Los colores de las

cajas indican el origen de la información (en letras cursivas).

Percepción remota

El criterio más importante para definir la utilidad potencial es el impacto

en la conectividad del paisaje. Este impacto dependerá principalmente de las

características del sitio que el corredor pretenda conectar: los macizos de

vegetación prístina, los fragmentos remanentes colindantes y los conectores.

El grado de alteración tanto de los conectores como de los fragmentos es

secundario, lo más importante es su función de vínculo entre ellos, y de ellos

con los macizos de vegetación prístina.

En caso de que los fragmentos estén alterados, será necesario diseñar una

estrategia de restauración, pero en caso de que mantengan las características

del ecosistema original, la estrategia deberá estar orientada a la conservación o

uso que no implique su modificación y su estabilización ecológica. Su valor

ecológico estará en función del tamaño (forma, largo y ancho; a menor relación

62

perímetro/superficie será mejor para disminuir el efecto de borde), y de su

cercanía o colindancia con los macizos de vegetación prístina.

La presencia de cuerpos de agua, en particular hábitats riparios, se considera

un criterio de alto valor. Los ríos y arroyos constituyen elementos cruciales de

conectividad del paisaje y para la integridad de la microcuenca

independientemente de que permitan o no el movimiento o la dispersión entre

otros hábitats (Simberloff et al., 1992), ya que son conectores naturales de la

fauna acuática, y debido a la obligatoriedad por norma de mantenerlos con

cobertura vegetal se convierten en conectores de los fragmentes de

vegetación.

El paisaje a ser intervenido constituye una matriz predominante de parcelas

productivas, donde el ecosistema natural ha sufrido diversos grados de

transformación. Por este motivo la conectividad se abordará desde una

perspectiva del paisaje, ya que en la mayoría de los casos cualquier acción

orientada a la restauración del ecosistema natural previo a la transformación

debería necesariamente generar un impacto positivo en el mismo. Debido a

esto la conectividad estará íntimamente relacionada con la presencia de una

cobertura vegetal arbórea independientemente de su valor en la biodiversidad.

Sin embargo, debe considerarse que el presente proyecto se desarrolla en un

contexto productivo, por lo cual, tal como se comentaba en el marco de

referencia, resulta imprescindible integrar los criterios ecológicos con los

sociales, económicos, y jurídicos, así como los intereses de la comunidad

sobre cada unidad del paisaje, para seleccionar así los sitios más factibles para

la creación o mantenimiento de un corredor biológico.

Información de campo

El suelo y la vegetación indican de manera conjunta el grado de

transformación de un sitio. En aquellos sitios en los que el sistema ha sido

completamente transformado o eliminado la cobertura arbórea estará ausente y

por lo tanto no existe una estructura vertical. Estos niveles de transformación

implican en muchos casos procesos de degradación del suelo, los cuales están

63

influidos por la forma del terreno (plano, pendiente) y en casos más avanzados

la presencia de síntomas de erosión grave, como la formación de cárcavas.

Población local

La participación de la población local es importante para el diseño y

sobre todo la implementación del corredor, en particular porque el área de

estudio corresponde a tenencia del tipo ejidal recientemente parcelada. En este

contexto, los criterios más importantes en definir la utilidad potencial son la

disponibilidad del / de los dueño/s de implementar un corredor biológico en un

sitio, así como su perspectiva de producción, la cual está asociada al tipo de

uso del suelo. Aquellos sitios incluidos en la dinámica productiva tienen menor

posibilidad de reconversión de uso de suelo que aquellos sitios abandonados o

de uso de bajo rendimiento.

La facilidad de acceso a un sitio puede en menor medida incidir sobre la

utilidad potencial a través de los costos de implementación.

2.3. Identificación de fragmentos y corredores potenciales

Se trata de una propuesta basada a partir del trabajo realizado de

percepción remota, de la evaluación de paisaje y del interés de la población

local. La propuesta será presentada a las autoridades y los actores

involucrados para su análisis, discusión y ajuste en una última etapa de este

trabajo. En el presente proyecto, que constituyó la primera fase de

implementación del corredor, sólo se inc luyó el sistema ecológico y algunos

componentes del sistema social. En futuras etapas será necesario incorporar el

resto de los componentes para implementar los corredores adecuadamente.

En la etapa anterior del presente proyecto se identificaron los fragmentos de

vegetación natural remanente considerados como críticos para su conservación

(ver apartado 1.6). Se identificaron seis áreas críticas. La metodología

consideró diferentes criterios, a partir de información de percepción remota

64

como de campo, pero de manera general podemos resumir que la identificación

de fragmentos a conectar dependió de su ubicación y su condición ecológica.

La ubicación del sitio dentro de la matriz del paisaje es determinante, ya que no

resulta lo mismo que se encuentre cercano a macizos remanentes del

ecosistema natural o entre sitios en los cuales los procesos de deterioro son

considerables. Esta ubicación determinará en gran medida el impacto potencial

del corredor sobre la conectividad del paisaje. En este sentido, resulta

indispensable tener en cuenta los efectos que la matriz del paisaje puede tener

sobre las acciones de protección o restauración, de tal manera de hacer más

eficientes los esfuerzos. Por ejemplo, la cercanía a un fragmento de

ecosistema natural puede determinar qué especies pueden potencialmente

alcanzar el sitio y favorecer la regeneración natural.

La condición ecológica del sitio dependerá principalmente del tipo de uso que

se le haya dado y los factores de disturbio / degradación que haya operado

sobre él, por lo que resulta necesario considerar no únicamente la condición

actual de un sitio sino además su condición histórica (historia de uso). Esto

quiere decir que debe considerarse si alguna vez tuvo algún uso productivo o

formó parte de la dinámica de roza-tumba-quema; si se trata de un área en

regeneración natural posterior a un uso intensivo, debe considerarse el tiempo

transcurrido a partir del disturbio, ya que éste determina en gran medida la

composición de especies y el desarrollo de estructura del sitio.

Además, la condición es determinante para la selección de las herramientas de

protección y/o restauración. Es recomendable evaluar el grado de deterioro del

suelo, el banco de semillas, la presencia de especies introducidas o invasoras,

la vegetación circundante, el microclima, y el tipo de uso actual, entre otros. Sin

embargo, estos estudios conllevan recursos económicos y humanos no

siempre disponibles y no deben se factor de interrupción del proceso de

establecimiento de corredores. Como caracterización mínima conviene definir

la estructura del fragmento (número de estratos verticales, cobertura de dosel),

su tamaño, y su nivel de intervención (grado de cobertura vegetal arbórea,

alteración de la composición natural de especies, entre otros).

65

Se seleccionaron dos de los siete ejidos que comprende el área de estudio

para desarrollar, de manera conjunta con la comunidad, un programa

demostrativo para la creación y/o mantenimiento de un corredor biológico en

cada uno de ellos.

Esta selección se realizó con base en la representatividad de las distintas

unidades naturales y su distribución dentro del ejido (características del paisaje

local en el ejido, ver apartado 1.6), y el cambio de uso de suelo de los últimos

cinco años (tasa de deforestación anual, ver apartado 1.4).

Una vez seleccionados los dos ejidos, se abordó el problema desde la

perspectiva local, al discutir de manera directa con los productores y sus

autoridades sobre aquellos sitios con potencial como corredores biológicos y

las acciones (restauración en su mayor parte) requeridas para establecerlos.

Este diagnóstico es la base de la selección final de sitios propuestos para el

establecimiento o mantenimiento de corredores biológicos potenciales.

2.4. Caracterización de las áreas que servirán de conectores

Una vez identificados las áreas críticas se determinan las áreas con

potencial uso como corredores biológicos, que conectarán a las primeras.

Caracterizar los posibles conectores permite identificar las herramientas

necesarias para la implementación de la creación o mantenimiento de un

corredor potencial.

En este sentido, los criterios de caracterización son similares a los que definen

la utilidad potencial de un sitio dado para funcionar como un corredor biológico

(c.f. Fig. 9), pero en este caso, se trabaja a una escala local y no regional, ya

que la caracterización es dentro de cada sitio y no para comparar o jerarquizar

los sitios. De esta manera, se establecen cinco criterios que caracterizan los

conectores potenciales y definen las acciones necesarias para cada sitio (Fig.

66

10). Estos son el nivel de transformación del ecosistema natural, la condición

edáfica (aspecto externo), su impacto potencial sobre la conectividad local, los

servicios ambientales potenciales del sitio, y los costos de implementación.

Acceso

Ubicación en la microcuenca Conectividad local

Servicios ambientales

Costos de implementaciónSuperficie

Transformación del ecosistema natural

Suelo

Estructura

Composición de especies

Erosión

Cobertura vegetal

Ubicación

Establecimiento de dosel

Revegetación

Obras de conservación

Provisión de material vegetativo

Protección

Aumento de la diversidad

Protección

Uso del suelo

Acceso

Ubicación en la microcuenca Conectividad local

Servicios ambientales

Costos de implementaciónSuperficie

Transformación del ecosistema natural

Suelo

Estructura

Composición de especies

Erosión

Cobertura vegetal

Ubicación

Establecimiento de dosel

Revegetación

Obras de conservación

Provisión de material vegetativo

Protección

Aumento de la diversidad

Protección

Uso del suelo

Fig. 10. Criterios que caracterizan los conectores potenciales (al centro) y determinan sus

acciones de implementación (a la derecha). Las cajas en la parte izquierda de la figura

corresponden los atributos de estos criterios.

Estos criterios tienen atributos específicos que caracterizan su estado, y a su

vez son los que definen las acciones de implementación. El nivel de

transformación del ecosistema natural depende fundamentalmente de los

cambios en la composición de la comunidad, o bien en la estructura de la

misma. Dependiendo del nivel de transformación será necesario proteger el

sitio (si la transformación es mínima) aumentar la diversidad (si la

transformación es moderada), o directamente reestablecer la vegetación

natural (en los casos en que se encuentre totalmente ausente).

La condición del suelo, aún cuando no se realicen estudios específicos, puede

aproximarse a partir del grado y tipo de cobertura vegetal (que lo protege de

los procesos de lixiviación), el tipo de uso del suelo (pecuario, agrícola) y los

procesos de erosión que en algunos casos se hacen evidentes (formación de

cárcavas). Una mayor erosión, o menor cobertura vegetal puede determinar la

necesidad de construir obras de conservación.

67

La conectividad local, es decir el impacto potencial de la implementación de

un corredor en la conectividad entre parches de vegetación remanente,

depende de la ubicación del sitio dentro de la microcuenca, y esto a su vez

puede determinar sus servicios ambientales potenciales. Recordemos que los

ríos y arroyos constituyen elementos cruciales de conectividad del paisaje y

para la integridad de la microcuenca; aquellos arroyos cuya naciente se

encuentra dentro de la región de estudio tendrán una prioridad de restauración

diferentes que los que están aguas abajo. Lo mismo sucede en el caso de los

manantiales, que pueden requerir revegetación o protección dependiendo del

grado de deterioro que presenten.

El costo de implementación, en este caso no está determinado en términos

económicos directos (financiamiento), si no en términos de esfuerzo de mano

de obra, material vegetativo necesario (estimados a partir de la superficie a

restaurar) y facilidades de acceso al sitio. Su ubicación a nivel local también

determina el costo de implementación; por ejemplo, aquellos sitios muy

alejados de parches remanentes de vegetación natural requieren acciones

diferentes de aquellos que están cercanos, ya que la disponibilidad de

propágulos para promover la regeneración será de cantidad y calidad muy

dispar. En el caso de sitios con una posición geográfica muy aislada, elevada

superficie, o acceso dificultoso, será necesaria la provisión local de material

vegetativo local, es decir, la producción in situ.

2.5. Diseño de un programa que incluya las acciones de protección o

restauración en los fragmentos y en los conectores

Resulta necesario realizar una evaluación preliminar acerca de los

recursos con los que se cuenta para desarrollar el programa demostrativo . Esto

en cuanto a recursos de infraestructura, tecnología, humanos, financieros y de

tiempo. El conocimiento ecológico e información previa sobre el sitio también

pueden considerarse un recurso potencial para hacer más eficiente la

implementación.

68

Una vez identificados los fragmentos críticos que se desea conectar, así como

los conectores potenciales, se definen las acciones necesarias para la

implementación de estos últimos (Fig. 10). Estas acciones dependen de la

condición ecológica y socio-productiva de los sitios, así como de los objetivos

específicos que se desean alcanzar para el sitio dado.

El grado de transformación de los fragmentos y/o conectores determina en gran

medida el tipo de acción necesaria. En caso de existir una condición ecológica

aceptable o bien que exista un ecosistema cuya degradación es mínima las

acciones deben tender a la estabilización o mantenimiento del sistema. Las

herramientas a aplicar en estos sitios son aquellas orientadas a la conservación

o al uso sustentable. Como ejemplos podemos enunciar el establecimiento de

reservas comunitarias o ejidales, y el pago por servicios ambientales, que en

ningún caso implican una nueva transformación del sitio.

En caso de que los fragmentos y/o conectores hayan sufrido una degradación o

transformación considerable, las acciones deberán tender a la restauración,

esto es, a restablecer el ecosistema natural. Las acciones específicas

dependerán del sitio.

La estabilización de los fragmentos y/o conectores puede realizarse mediante

la protección o el uso sustentable. Las diferentes formas que pueden adoptarse

en cada una son:

Protección

o Reservas comunitarias o ejidales

o Pago por servicios ambientales

Uso sustentable

o Áreas de ecoturismo

o Manejo forestal sustentable

o Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)

69

La restauración de los fragmentos y/o conectores puede incluir diferentes

herramientas dependiendo de los factores de degradación del sitio y de la

magnitud con la que haya operado en el mismo. En general, las herramientas

de restauración están enfocadas al reestablecimiento de la cobertura vegetal

natural, pero también se incluyen entre ellas actividades de capacitación y

difusión. Las acciones de restauración deben planificarse y desarrollarse de

manera participativa e incluyendo a todos los actores involucrados.

2.6. Actores involucrados

En todo el proceso de desarrollo del programa (diseño, operación y

monitoreo) es necesario considerar a todos los actores involucrados. Esto

resulta más amplio que considerar únicamente el régimen de tenencia de la

tierra del sitio, ya que frecuentemente los interesados son más que los

propietarios de un sitio determinado. Sin embargo, la tenencia de la tierra es un

punto clave para la toma de decisiones y está ligado al tipo de uso del suelo.

En el caso de trabajar en tierras comunitarias o ejidales, es imprescindible

tener en cuenta las necesidades y requerimientos de las poblaciones locales

para la toma de decisiones en cuanto a la estrategia de diseño e

implementación de un corredor.

En este contexto resulta imprescindible considerar el tipo de uso del suelo y los

intereses de los propietarios por reconvertir el uso de sus tierras, ya que en la

mayoría de los casos, se debe trabajar sobre sistemas productivos, o al menos

sistemas naturales alterados debido a actividades productivas; pero en todos

los casos se trata de áreas que han sido impactadas por las actividades

humanas. La oferta de actividades productivas alternativas es un punto clave

para motivar la reconversión productiva de tierras bajo usos no sustentables.

Esta reconversión debe estar enfocada a un uso más eficiente de los sistemas

productivos como por ejemplo:

a) sistemas ganaderos: mediante la incorporación de forrajes mejorados

que no implique el uso de fuego, la intensificación ganadera

70

proporcionando alimento complementario al ganado, la rotación del uso

de los potreros, entre otras acciones.

b) Sistemas agrícolas: la disminución del uso de los agroquímicos; la

eliminación de uso del fuego; la diversificación productiva, tender hacia

cultivos orgánicos.

c) Sistemas acuícolas: incorporando las técnicas de cultivo especies de

peces nativos

Por esto resulta imprescindible una caracterización de los actores involucrados,

ya sean las comunidades que habitan en la región, las instituciones de

gobierno, y las organizaciones que trabajan en las mismas comunidades; esto

último sobre todo para detonar sinergias entre las acciones implementadas en

la región.

La inclusión de los diversos actores puede realizarse de diferentes maneras,

pero cualquiera sea el método, este punto resulta clave para la obtención de

consensos, los cuales aseguran, en un futuro tanto próximo como último, el

éxito de cualquier intento de implementación de un programa, cualquiera sea

su objetivo particular.

De manera paralela, la capacitación de la población local debe considerarse

como una herramienta dentro de programas que involucren actividades

relacionadas con la conservación, uso sustentable y restauración, ya que la

misma fortalece las capacidades de las comunidades para organizarse,

planificar y tomar decisiones, sobre todo en el manejo de recursos naturales.

2.7. Definición de indicadores de monitoreo del impacto del corredor

Para evaluar los impactos de la implementación de un corredor biológico

es necesario desarrollar indicadores de monitoreo. Esto resulta

considerablemente complejo, considerando que cada corredor presentará sus

características particulares en cuanto a todos los componentes que definen

cada uno de sus sistemas (c.f. Fig. 8). Algunos indicadores se pueden describir

71

en cada uno de estos sistemas, los cuales deben monitorearse con diferente

frecuencia y bajo distintas metodologías de acuerdo a sus características

intrínsecas (Tabla 9).

Tabla 9. Algunos indicadores de monitoreo del impacto de un corredor biológico

Sistema Indicador Superficie de macizos de vegetación prístina Estructura de macizos de vegetación prístina Condición ecológica de la vegetación de fragmentos remanentes conectados Presencia de fauna en fragmentos Presencia de fauna en conectores (es especial dispersores de semillas) Estructura de la vegetación en conectores Dispersión de semillas en conectores

Ecológico

Reclutamiento de especies nativas en fragmentos y conectores Superficie de los distintos tipos de uso del suelo Tasas de reconversión de uso del suelo

Económico

Autosuficiencia alimentaria Ingresos familiares Involucramiento de poblaciones locales en actividades productivas alternativas Organización social en actividades productivas alternativas Organización interinstitucional

Social

Ordenamiento del territorio Coherencia entre leyes de distinto nivel (federal, estatal) Acuerdos comunitarios relacionados con la conservación y manejo sustentable de recursos naturales

Jurídico

Es importante destacar que el impacto global de un corredor estará dado por su

impacto en los diferentes sistemas que determinan su funcionalidad, y éstos

nunca resultan independientes. El monitoreo del impacto de un corredor debe

abordarse de manera integral, ya que un impacto negativo en alguno de sus

sistemas puede afectar su impacto en otros sistemas o bien su impacto global.

Además, un monitoreo integral permite realizar una planificación e

implementación de manera adaptativa, es decir, de una manera dinámica que

se adapta continuamente a las condiciones dadas en cada sistema.

Algunos indicadores de impacto requieren un monitoreo a largo plazo; esto es

importante a la hora de planificar las actividades.

72

2.8. Programas para establecer o mantener un corredor

Con base en el trabajo realizado de percepción remota, de la evaluación

de paisaje y del interés de la población local se seleccionaron dos de los siete

ejidos que comprende el área de estudio para desarrollar, de manera conjunta

con la comunidad, un programa demostrativo para la creación y/o

mantenimiento de un corredor biológico en cada uno de ellos.

Esta selección se realizó con base en la representatividad de las distintas

unidades naturales y su distribución dentro del ejido (características del paisaje

local en el ejido (ver apartado 1.6), y el cambio de uso de suelo de los últimos

cinco años (tasa de deforestación anual, ver apartado 1.4). Los ejidos

seleccionados fueron Galacia y Boca de Chajul.

Una vez seleccionados los dos ejidos, se realizaron reuniones ejidales para

promover y discutir de manera directa con las comunidades la problemática de

los corredores biológicos, y evaluar sus intereses tanto individuales como

colectivos al respecto. Este diagnóstico es la base de la selección final de sitios

propuestos para el establecimiento o mantenimiento de corredores biológicos

potenciales.

Se realizaron recorridos de campo para verificar la información obtenida a

través de la percepción remota, así como algunos detalles metodológicos, y

finalmente se elaboró una propuesta para cada uno de los ejidos en cada uno

de los ejidos. Estas propuestas fueron presentadas a las autoridades y los

actores involucrados para su análisis, discusión y ajuste en una última etapa de

este trabajo. En esta Fase I del trabajo sólo se incluye el sistema ecológico y

algunos componentes del sistema social. En futuras etapas será necesario

incorporar el resto de los componentes para implementar los corredores

adecuadamente. Los detalles técnicos y los avances logrados para su

implementación se detallan en el Anexo 3.

73

OBJETIVO 3. Promover la aceptación del establecimiento de corredores

biológicos en el área de trabajo

Los resultados presentados en los apartados anteriores acerca de las

condiciones de las unidades naturales de la zona de estudio, la tendencia

creciente de deforestación, los fragmentos de selva remanente y sus riesgos

de desaparecer, fueron presentados en diversas reuniones ante las

autoridades ejidales y en Asambleas Ejidales, generando una preocupación e

interés de la población local por revertir la situación. Esta preocupación se

acrecentó debido a que en el presente año se presentó una profunda sequía

que llegó a interrumpir el flujo de agua en muchos arroyos, con graves

consecuencias para el ganado; incluso varios de los manantiales utilizados

para consumo humano se secaron.

Paralelamente, los módulos demostrativos de restauración de arroyos

implementados por este programa generaron un importante interés en los

ejidatarios, como una alternativa para detener la profundización del deterioro de

sus arroyos.

Estos eventos constituyeron un ambiente de confianza de los ejidatarios para

con el proyecto y detonaron un proceso que ha durado varios meses arrojando

diversos resultados, todos ellos tendientes al establecimiento de corredores

biológicos en la región. Este proceso incluyó la difusión y capacitación a través

de talleres, la búsqueda de acuerdos comunitarios a través de reuniones

ejidales, y la planeación e implementación de algunos instrumentos de gestión

y conservación de los recursos naturales, como lo son módulos demostrativos

de restauración ambiental y de producción acuícola, y las Unidades de Manejo

de la Vida Silvestre.

3.1. Acciones para la conservación de los fragmentos remanentes de

selva

3.1.1. Reuniones informales con autoridades, líderes de las

comunidades y ejidatarios

74

El tema de la conservación de la selva y del uso alternativo de los

recursos naturales se ha venido mencionando en la región por muchas

décadas. La población conoce que hay grupos de interesados en la

conservación de la selva, que trabajan en la zona desde hace muchos años,

pero no forzosamente han hecho suyos los planteamientos y no comparten la

visión de la necesidad de conservar. Existen importantes excepciones a esta

situación que se refleja en un mayor entendimiento y preocupación de una

generación que hoy tiene entre 30 y 40 años, y que por distintos motivos se ha

ido involucrando en estas tareas. Algunos de ellos trabajan, han trabajado o se

relacionan con la Estación Chajul.

Con la finalidad de extender esta conciencia sobre la importancia de la

conservación y uso sustentable de la selva, se aprovecharon los numerosos

encuentros con las autoridades, lideres de las comunidades, maestros y

habitantes en general, realizados a lo largo del desarrollo de los objetivos del

programa para que de manera sistemática se transmitieran conceptos,

información, y posibles soluciones sobre la conservación y uso sustentable de

las selvas. Así se abordaron de manera recurrente los temas de: la importancia

de la selva por su biodiversidad y servicios ambientales; los riesgos en la

calidad de vida y desarrollo de las poblaciones si se pierden estos últimos; los

efectos nocivos del abuso de agroquímicos y del uso del fuego agropecuario;

las alternativas agroecológicas, agroforestales, silvopastoriles; el manejo

forestal sustentable; las unidades de conservación y aprovechamiento de la

vida silvestre; las opciones de ecoturismo; la necesidad de la restauración; los

programas de pago por servicios ambientales; y las ventajas de los

ordenamientos comunitarios. Estos temas además de comentarse

permanentemente con lo ejidatarios, se expusieron en las Asambleas Ejidales.

En total se estima que estas acciones llegaron a cerca de 150 ejidatarios.

3.1.2 Acuerdos comunitarios para el pago de servicios ambientales

La sensibilización de la gente a partir de las visitas guiadas y la

presentación en los ejidos de los resultados de los fragmentos remanentes de

selva de dimensiones considerables generó un interés en los ejidatarios para el

75

mantenimiento de estos últimos. Esto coincidió con la nueva convocatoria de la

CONAFOR para solicitar el pago por Servicios Ambientales por Protección a la

Biodiversidad, como una estrategia para la conservación de áreas de selva o

en regeneración natural avanzada.

Se realizó una reunión ejidal en cada uno de los ejidos interesados con las

personas involucradas. En dichas reuniones se brindó toda la información

pertinente para la presentación de expedientes y los términos de referencia de

la convocatoria.

Para el mes de julio, la CONAFOR aprobó la realización de los estudios en los

ejidos Boca de Chajul con 1 453 hectáreas (folio S20070701526), Galacia con

1 003 hectáreas (folio S20070701342), y Playón de la Gloria con 500 hectáreas

(folio S20070705598). NATURA desarrollará el estudio de prospección en cada

uno de ellos.

Con estos estudios, y en caso de ser aceptados se estará consolidando, al

menos por 5 años la conservación de los fragmentos señalados en el apartado

2 con los números 2a, 2b, 3a, 3b y 4.

En el ejido de Reforma Agraria, como se señaló anteriormente, la superficie de

selva remanente está bajo un régimen de protección comunal y está apoyada

por pago por servicios ambientales.

Aún resta implementar medidas de protección de los fragmentos que se ubican

en los ejidos Loma Bonita, Trece de Septiembre y Adolfo López Mateos. En los

dos primeros ejidos se ha trabajado intensamente y para el año próximo se

propondrá a la CONAFOR la inclusión de estas áreas en pago por servicios

ambientales.

Es necesario hacer notar que este instrumento es temporal. Luego de 5 años

termina el apoyo por lo que es indispensable buscar alternativas para que al

finalizar este periodo estos fragmentos de selva no vuelvan a estar

amenazados.

76

3.2. Módulos demostrativos de restauración ambiental

3.2.1. Módulo demostrativo en un arroyo del ejido Galacia

Como se mencionó anteriormente, en las reuniones con autoridades,

con ejidatarios, en las Asambleas Ejidales, y en las visitas guiadas en la selva

de la Reserva se insistió en los riesgos de deforestar las márgenes de los ríos y

arroyos tanto para la salud de las poblaciones de peces, como para mantener

el flujo de agua de los arroyos. Esta información se vio reforzada por la sequía

severa que se presentó este año, la cual secó muchos arroyos y manantiales.

Asimismo, la información extensa que se difundió en los medios de

comunicación sobre el cambio climático ayudó a generar una conciencia de

este problema.

A manera de ejemplo de una alternativa, se implementó en el ejido de Galacia

un módulo demostrativo de cómo llevar a cabo la restauración de un arroyo.

Mediante un proceso de convocatoria y discusión entre los ejidatarios

interesados se implementó un módulo con 3 ejidatarios para recuperar la

vegetación ribereña con especies nativas adecuadas a la condición riparia. Los

detalles de este módulo se encuentran en el Anexo 4.

La viabilidad de este módulo permitió extender la experiencia a los otros ejidos

ribereños de la región.

3.2.2. Acuerdos comunitarios para la implementación de módulos

demostrativos de restauración

Se comenzó a gestionar con las comunidades la posibilidad de

aumentar el número de módulos demostrativos de restauración ambiental con

el financiamiento de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas

(CONANP) a través de los Proyectos de Desarrollo Sustentable (PRODERS).

Para el mes de agosto se inició la gestión con fines de restauración de las

riberas de arroyos tributarios del Lacantún.

77

Se realizaron cinco reuniones ejidales (una en cada uno de los ejidos

involucrados) en las que se difundieron los PRODERS. Se logró la aceptación

por parte de las comunidades, con lo cual se establecieron Comités de Pro-

Obra en cada uno de ellas; este Comité es el responsable de la selección de

sitios y actividades de restauración, y se firmó un convenio comunitario para la

organización del trabajo.

Se procedió al recorrido de todos los nuevos sitios potenciales para su

revisión, y finalmente se tuvo una reunión general en la que participaron los

cinco ejidos involucrados, de manera conjunta con la CONANP para definir

detalles acerca de la gestión y operación de los PRODERS para la

restauración ambiental.

La respuesta por parte de las comunidades locales a esta propuesta fue muy

favorable; se logró la gestión de un total de 59 módulos demostrativos de

restauración ambiental de potencial implementación en los cinco ejidos (Tabla

10).

Tabla 10. Módulos demostrativos programados para la siguiente etapa de operación.

Ejido Módulos Personas involucradas

Características

Trece de septiembre

1 Comunidad Manantial de agua potable del ejido.

Loma Bonita 8 10 7 arroyos, 6 manantiales. Boca de Chajul 21 21 19 arroyos, 2 manantiales. Playón de la Gloria

15 15 15 arroyos

Galacia 9 9 vega del río Lacantún Reforma Agraria 5 Comunidad vega del río Lacantún

TOTAL 59

Finalmente, se realizó una reunión en la Estación Chajul con la participación

de los Comités de Pro-Obra de los cinco ejidos involucrados, la CONANP y

NATURA (Anexo 5). En esta reunión se conformó un Comité General que será

el responsable de convenir con la CONANP el desarrollo de un PRODERS

colectivo, titulado Restauración y estabilización de la vegetación riparia en

ejidos ribereños del río Lacantún (CONANP/07/RB09/PRODERS/46/07). Cabe

78

destacar que este proyecto involucra a los cinco ejidos de manera conjunta y

actualmente está en su fase de implementación.

Por otro lado, se gestionó la construcción de un vivero rústico ejidal el ejido

Reforma Agraria, en el que se está produciendo de manera comunitaria planta

de especies nativas, la cual está siendo utilizada con fines de restauración de

la vega del río Lacantún y el establecimiento de cercas vivas en áreas

productivas del ejido.

3.3. Módulos demostrativos de producción acuícola no convencional con

especies nativas

Sin duda, una de las actividades productivas con mayor crecimiento en nuestro

país, durante los últimos 15 años, ha sido la acuacultura. Esto debido, por una parte al

impulso que le han dado las instituciones encargadas de fomentar el desarrollo rural,

pero sobre todo a la gran demanda que existe de los productos que esta actividad

productiva genera. Así, durante los últimos, esta actividad creció sustancialmente no

solo en el número de hectáreas incorporadas al cultivo, sino también las personas que

trabajan en ella, así como, la cantidad y en ocasiones incluso, la calidad de la

infraestructura utilizada (Ramírez-Martínez, 1999).

Muchas de las unidades comerciales, especialmente de piscicultura, que hoy

funcionan a lo largo de todo el territorio nacional, son el resultado de los

esfuerzos que productores e instituciones gubernamentales encargadas de

fomentar el desarrollo han realizado, con el fin de elevar la rentabilidad de los

sistemas agropecuarios a través de la diversificación productiva (Ramírez-

Martínez, 2000).

Así, durante los años 90, y lo que va de la presente década en México se han

ido creando las condiciones para impulsar el establecimiento y operación de un

mayor número unidades de producción acuícola, especialmente para el caso

de la piscicultura en sistemas controlados. El contar con un mercado local,

regional, nacional y aún internacional que demanda cada vez mayores

79

cantidades de productos acuícolas de calidad, sumado al hecho de que hoy

existen productores de alevines de calidad de varias especies nativas como la

mojarra castarrica, tenguayaca, pejelagarto, entre otras; grandes empresas

dedicadas a la producción de alimentos balanceados, equipo y asistencia

técnica que permite que la instalación de módulos de producción en aquellos

sitios que cuentan con condiciones ambientales adecuadas, tengan mayores

oportunidades de ser exitosos.

La acuacultura se define como la práctica productiva a través de la cual el

hombre ha logrado cultivar organismos acuáticos, plantas y animales, con el fin

de aumentar la producción de alimentos y materias primas.

Su antecedente histórico se remonta a miles de años en el caso de países

como China y en México tiene raíces históricas que se remontan a la época

prehispánica, cuando algunos organismos se cultivaban en tapos o cercos con

diversos fines (Palomo y Arriaga, 1993).

Aunque en 1790 Antonio Alzate destacó la importancia de cultivar las especies

nativas de la Nueva España como un medio para aumentar la disponibilidad de

peces cuya demanda iba en aumento, el registro oficial más reciente de la

acuacultura en nuestro país data de la época en la que Don Benito Juárez fue

presidente de la República, ya que los programas de desarrollo rural

promovidos por éste, proponían a la acuacultura como una actividad a través

de la cual se pudieran producir peces primordialmente para mejorar la dieta

popular (Hernández y García, 1990).

A partir de aquella época, la acuacultura, especialmente la rural, fue fomentada

por las instituciones encargadas de promover el desarrollo agropecuario en

nuestro país. Actualmente, la acuacultura es una de las actividades

productivas, del sector primario, con mayor crecimiento . Sin embargo, es

importante mencionar, que las actividades de fomento de la acuacultura deben

basarse en dos principios básicos:

80

a) El desarrollo de esta actividad productiva depende del conocimiento

biotecnológico de la especie a manejar y del ambiente en el cual se

lleva a cabo el cultivo.

b) El diseño y operación de unidades de producción acuícola, se dará con

un estricto respeto a los recursos naturales, con el fin de que esta

actividad productiva no causa daños al medio ambiente natural y

únicamente ofrezca beneficios sociales y económicos a la población.

En el mes de diciembre de 2006 realizó en las comunidades de Playón de la

Gloria, Galacia y Reforma Agraria del Municipio de Marqués de Comillas, un

estudio de prospección acuícola con el apoyo del personal académico de la

División de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de

Tabasco, y de participación de los habitantes de dichas comunidades y sus

autoridades ejidales (Fig. 11).

Fig. 11. Realización del estudio de prospección acuícola contando con el apoyo de investigadores de

la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Los trabajos de prospección incluyeron la verificación de las fuentes de abasto

de agua, tomando en cuenta su origen (superficial o subterráneo), la calidad

física del agua, la disponibilidad de la misma, las posibles formas de

conducción del agua y de desagüe, el equipamiento y características de

construcción, dimensiones y profundidad de las estanquería que podría ser

utilizada. Así como, el tipo de suelo, pendiente, localización del sitio respecto a

81

la zona urbana del ejido, grado de organización de los productores solicitantes

y la disponibilidad de mano de obra que pudiera ser utilizada (Fig. 12 y 13).

Fig. 12. Humedal propuesto por miembros de la comunidad de Galacia como sitio viable para la

instalación de unidades de producción acuícola.

Fig. 13. Sitio viable para la instalación de unidades de producción acuícola en el ejido Reforma

Agraria.

Los resultados de la prospección llevada a cabo, mostraron que existen al

menos cinco sitios con características adecuadas, desde el punto de vista

ambiental y productivo, para realizar la instalación y operación de unidades de

producción acuícola.

82

Posteriormente, durante los meses de abril y mayo de 2007 se llevó a cabo el

trazo del área perimetral y estanquería en cada dos sitios elegidos en las

comunidades de Playón de la Gloria y Galacia, Municipio de Marqués de

Comillas, para posteriormente realizar el diseño de los módulos de producción

(Anexo 6), tomando en cuenta las características ambientales con el fin de

disminuir al máximo las posibles afectaciones sobre los ecosistemas acuáticos

(Fig. 14).

Fig. 14. Trazo del área perimetral y estanquería del módulo de producción acuícola en la

comunidad de Playón de la Gloria.

En los meses de mayo y junio se llevó a cabo el proceso de construcción y

equipamiento de las unidades de producción, y a principios de mes de julio de

2007 se llevó a cabo el llenado y fertilización de la estanquería, así como la

construcción de las jaulas de alevinaje (Fig. 15, 16, 17 y 18).

Fig. 15. Construcción de unidad de producción acuícola en el ejido de Galacia

83

Fig. 16. Construcción de unidad de producción acuícola en el ejido de Playón de la Gloria.

Fig. 17. Equipamiento de unidad de producción acuícola en el ejido de Playón de la Gloria

Fig 18. Equipamiento de unidad de producción acuícola en el ejido de Galacia

84

El día 16 de julio de 2007 se realizó la siembra de las unidades de producción

acuícola (Fig. 19), la especie utilizada fue una mojarra nativa llamada

Castarrica (Cichlasoma urophthalmus) producida y masculinizada en el Centro

de Producción Acuícola de la División de Ciencias Biológicas de la Universidad

Juárez Autónoma de Tabasco, localizada en la Ciudad de Villahermosa. La

densidad de siembra fue de 9 individuos/m2 en ambas unidades, y el alimento

complementario a la productividad natural de la bordería rústica fue alimento

balanceado con un contenido de 52% de proteína, el cual se proporciona a los

individuos dos veces al día (mañana y tarde).

Fig 19. Siembra de mojarra nativa castarrica en el ejido Playón de la Gloria

Actualmente los dos módulos de producción acuícola no convencional, a NIVEL

PILOTO, han terminado ya la fase de pre-engorda (Fig. 19), habiendo obtenido

tallas de máximas de 15 cm, y en promedio de 12 cm, lo cual sugiere que la

tasa de crecimiento que presentan los peces es alta, lo cual probablemente se

debe a que la temperatura del agua a sido de 28 a 30 grados centígrados de

manera constante, con altos valores de oxígeno, debido a los recambios de

agua y a que se presenta, muy probablemente, una conversión del alimento 1:1

(Fig. 20).

85

Fig 20. Individuos de mojarra castarrica muestreados en el ejido Playón de la Gloria para

verificar su crecimiento y estado de salud.

El funcionamiento de las unidades de producción acuícola le dará la

oportunidad a las comunidades de producir alimentos de alto contenido

proteínico, lo que contribuirá a mejorar la calidad de la dieta de sus habitantes,

pero además, apoyará el funcionamiento de los Ordenamientos Pesqueros

Comunitarios, ya que los productos vendidos de la acuacultura deberán

provocar una disminución de las cuotas de captura pesquera, especialmente

durante el período de secas, considerado como crítico debido a que durante

esta época se lleva a cabo la reproducción de la mayor parte de la ictiofauna de

la zona.

3.4. Pesca deportiva

La pesca deportiva es una de las actividades de esparcimiento que atrae

a mayor cantidad de personas de todas las edades y condiciones sociales en

todo el mundo generando una importante actividad económica, que beneficia a

diferentes sectores de la sociedad, promoviendo así el desarrollo local de

comunidades que difícilmente puedan captar el turismo tradicional. Esta

actividad tiene diversas ventajas como la de provocar un bajo impacto sobre el

ambiente; proporcionar esparcimiento saludable; promover el conocimiento de

los ecosistemas y fomentar la interacción hombre-naturaleza. Según la Carta

Nacional Pesquera (DOF, 2004), en nuestro país se encuentran registradas

86

508 especies de peces de agua dulce, de las cuales un poco más del el 10%

(56 especies) habitan en el río Lacantún y sus tributarios localizados en la

porción sur de la Reserva de la Biosfera Montes Azules (RBMA) (Lozano et al.,

2007).

Fig. 21. Ejemplares de robalo (Centropomus undecimalis) capturados en el río Lacantún

La gran riqueza íctica que se presenta en la región de trabajo, permitiría

desarrollar un proyecto turístico viable, sustentado en el atractivo del alto valor

deportivo de algunas de sus especies como las Mojarras (Cíclidos), Bagres

(Silúridos) y Robalos (Centropomidos) que satisfacen los requerimientos de

pescadores exigentes (Fig. 21). Estas especies son aptas para la captura y

liberación, siendo esto primordial para el buen manejo y rentabilidad del

recurso dado que un pez puede ser pescado una vez tras otra, lográndose así

la multiplicación constante de su valor. Para el pescador deportivo, tan

importante como la pesca en sí misma es el entorno donde la practica. Las

comunidades que se localizan frente a la porción sur de la RBMA tienen el

privilegio de contar con muchos ambientes de singular belleza, agrestes,

naturales y con baja densidad de población que permite recuperar la calidad y

cantidad de pesca y el equilibrio del ecosistema acuático de forma natural, tan

sólo con un buen manejo del recurso y sin la necesidad de realizar importantes

inversiones. Es así que, tomando en cuenta todas estas potencialidades, pero

sobre todo la urgente necesidad de proteger la riqueza íctica que aún posee la

región, así como promover la generación de empleo e ingreso en beneficio de

los habitantes de la comunidades, se propone el establecimiento y operación

87

de un Programa de Pesca Deportiva en al menos dos comunidades (Loma

Bonita, municipio de Ocosingo y Reforma Agraria, municipio de Marqués de

Comillas).

Sin embargo, debido a que se han realizado pocos estudios sobre los

ecosistemas acuáticos de la Selva Lacandona y la mayor parte de ellos han

estado orientados a aspectos taxonómicos, fueron los resultados del

“ESTUDIO DE ORDENAMIENTO DE LA ACTIVIDAD PESQUERA EN LA

RIBERA DEL RÍO LACANTÚN DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE

MONTES AZULES” financiado por el Fondo Mexicano para la Conservación de

la Naturaleza, A.C. (FMCN) y Natura y Ecosistemas Naturales, A.C. los que

permitieron diseñar el instrumento administrativo (Reglamento de Pesca

Deportiva Comunitario) para orientar con una visión estratégica el manejo de

los recursos biológicos de las aguas continentales, aprovechándolas como

producto turístico, garantizando la sustentabilidad biológica, social y

económica.

El diseño del Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario implicó una

interacción con todos los actores involucrados, habitantes de las comunidades;

técnicos y autoridades ejidales y municipales (Fig. 22); así como a la consulta

la consulta del marco normativo federal vigente.

Fig. 22. Presentación de la propuesta de Reglamento de pesca deportiva comunitaria a los

habitantes de la comunidad de Loma Bonita, municipio de Ocosingo.

88

Una vez concluida la fase de diseño y elaboración de la propuesta de

Reglamento de Pesca Comentario fue sometido a la consideración de las

comunidades involucradas para conocer sus comentarios y/o recomendaciones

para posteriormente ser sometidas a la consideración de las asambleas

ejidales, para lograr la aprobación y eventual decreto del Reglamento de Pesca

Deportiva Comunitario.

Han quedado pendientes de realizar las gestiones necesarias para lograr su

registro y validación ante las autoridades, de los tres niveles de gobierno,

encargadas de regular la actividad pesquera en la zona de trabajo.

La versión aprobada de Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario del ejido

de Loma Bonita, Municipio de Ocosingo se encuentra en el Anexo 8.

3.5. Ordenamiento pesquero

De acuerdo Lozano-Vilano y colaboradores (2007) el río Lacantún, en la

porción que se localiza frente al límite sur de la Reserva de la Biosfera Montes

Azules posee una gran diversidad ictiofaunística, compuesta por 56 especies

pertenecientes a 42 géneros de 23 familias; de las cuales 3 son neárticas, 33

neotropicales, 17 continentales, y 3 exóticas o introducidas. Las familias más

diversificadas son Cichlidae y Poeciliidae, respectivamente con 15 y 8

especies. Comparado con el resto de las regiones hidrológicas presentes en

México, el área contiene una fauna de peces que se encuentra muy bien

conservada en términos de su biodiversidad.

Además de la importante riqueza ictiofaunística con la que cuentan los

ecosistemas acuáticos de la zona, existen otras especies acuáticas de gran

importancia para la conservación como la nutria de río (Lontra longicaudis), el

cocodrilo (Crocodylus acutus) y la tortuga blanca (Dermatemis mawii), esta

última bajo el régimen de veda permanente (INE, 2000).

89

Sin embargo, existen indicios muy preocupantes de un “debilitamiento” o

disminución, en términos de la abundancia de las especies acuáticas que

habitan estos ríos y arroyos, lo cual puede llevar a la pérdida de la variabilidad

intraespecífica y eventualmente afectar a la diversidad de especies. De las 56

especies de peces colectadas el 96% se presentaron sólo en los ríos y arroyos

que se encuentran localizados de dentro de la Reserva y menos del 70% en los

que se encuentra fuera de ésta.

Vale la pena mencionar que el 30% de las 55 especies reportadas sólo fue

posible colectarlas en los ríos y arroyos que se encuentran dentro de la RBMA;

sin embargo, el número de individuos colectados de estas especies, fue

apenas de 152 (el 1.83% del total). De tal forma que, en la medida en que

disminuye la abundancia de una especie en la zona, es más alta la

probabilidad de que únicamente se presente en los ríos y arroyos que se

encuentran dentro de la RBMA.

El hecho de que exista un mayor número de especies (diversidad) e individuos

(abundancia) en los ríos y arroyos que se encuentran dentro de la RBMA, esta

directamente relacionado con el buen estado de conservación en el que se

encuentran, a diferencia de la degradación ambiental que presentan las áreas

que circundan los ríos y arroyos de las comunidades ribereñas localizadas

frente a la RBMA. Esto, debido al uso extensivo y desordenado con la que han

aprovechado los recursos naturales.

Debido a esta situación, las poblaciones de peces que habitan en estos

ecosistemas acuáticos han disminuido sensiblemente; razón por la cual, las

comunidades campesinas han volcado su actividad pesquera hacia el río

Lacantún y sus tributarios que nacen en la RBMA. Esto ha llevado a una

disminución de la fauna dulceacuícola en el río Lacantún y una fuerte amenaza

en sus tributarios dentro de la Reserva. Sumado a la creciente presión ejercida

por la pesca, se encuentra el hecho de que ejidos ribereños dedicados

principalmente a la producción agrícola y pecuaria, utilizan grandes cantidades

de agroquímicos cuyos residuos están fluyendo hacia el río generando una

considerable contaminación. Finalmente, la pérdida de la cubierta vegetal en

90

grandes áreas de la cuenca, provoca una severa erosión de los suelos, dando

como resultado que grandes cantidades de aportes terrígenos sean

depositados en los ríos y arroyos, causando severos problemas producidos por

cambios en la química del agua y el azolvamiento.

Por esta razón, fue urgente diseñar una estrategia que permita al río Lacantún

y sus tributarios, en su porción correspondiente a la porción limítrofe sur de la

RBMA, no sólo preservar su riqueza biológica sino además recuperar parte de

la abundancia que se ha perdido debido al grave deterioro generado por las

actividades productivas practicadas por los pobladores de las comunidades

ribereñas localizadas frente a la RBMA.

Es precisamente en este tipo de acciones que se inscribe el ORDENAMIENTO

PESQUERO COMUNITARIO (OPC), que es un instrumento de gestión de los

recursos acuáticos, él cual incorpora nuevos criterios de ordenación pesquera

que toman en cuenta aspectos relativos a la conservación del medio ambiente,

promueve un desarrollo económico más equitativo.

Con este programa se pretende llevar a cabo una serie de acciones de

ordenamiento de las actividades de aprovechamiento que realizan las

comunidades sobre sus ambientes acuáticos; así como de restauración de

áreas dañadas por las actividades antropogénicas, cuya degradación afecta

seriamente la permanencia de este tipo de ecosistemas.

Al igual que en el caso del Reglamento de Pesca Deportiva Comunitario, el

diseño del Ordenamiento Pesquero Comunitario implicó una interacción con

todos los actores involucrados, habitantes de las comunidades; técnicos y

autoridades ejidales y municipales, así como a la consulta la consulta del

marco normativo federal vigente

Actualmente se han sido decretados los OPC de las comunidades de Playón

de la Gloria y Galacia del Municipio Marqués de Comillas (Anexos 8a y b),

quedando pendiente la realización de las gestiones necesarias para lograr su

91

registro y validación ante las autoridades, de los tres niveles de gobierno,

encargadas de regular la actividad pesquera en la zona de trabajo.

3.6. Unidades de Manejo de la Vida Silvestre (UMAS)

Se identificaron los sitios posibles a partir de la selección de áreas críticas y

luego se hizo una prospección de los intereses de la población local para

evaluar la posibilidad de implementación. En esta prospección se consultó

además acerca del tipo y calidad de UMA en el que pudieran estar interesada

la comunidad. También se tuvieron en cuenta proyectos previos desarrollados

en la región, algunas UMAS detenidas o que estén funcionando mal, y las

posibilidades administrativas de establecer una UMA en los sitios identificados

como potenciales.

Se identificaron sitios en los ejidos Boca de Chajul, Playón de la Gloria y

Galacia. En los dos primeros existe una UMA registrada para la extracción de

mariposas, el cual no está funcionando en la actualidad. No obstante hay el

interés de la población de reanudad la actividad para lo cual será necesario

realizar un estudio de las potencialidades de mercado y gestionar ante las

autoridades la renovación de los permisos correspondientes. Esta es una

actividad que deberá desarrollarse en un futuro.

En el presente programa se decidió iniciar con una propuesta para establecer

una UMA en el ejido de Galacia. La argumentación de esta UMA está

desarrollada en el apartado 1.6 referente a los fragmentos importantes que

deben ser estabilizados.

Como se señaló anteriormente, a partir de la identificación de la importancia del

fragmento 2a, que por si ubicación geográfica (zona llamada “el colochero”) es

de alta prioridad para su conservación, pues constituye un sitio natural de flujo

de poblaciones animales desde y hacia la Reserva. Es por ello que se decidió

dar prioridad a esta área independientemente de que se está realizando el

estudio de pago por servicios ambientales, y que de ser aprobado durante los

92

próximos 5 años tendrá este beneficio. Con la finalidad de estabilizar el área en

el largo plazo se propone establecer en esta una UMA de ecoturismo.

Existen antecedentes en el ejido de hacer un proyecto ecoturístico, el cual

incluso recibió el apoyo de CONAFOR; sin embargo, el proyecto fue mal

diseñado y no prosperó, quedando el material comprado, pero sin avance.

Esto desanimó a la población y varios ejidatarios procedieron a desmontar sus

parcelas. Afortunadamente un grupo de ejidatarios muy considerable que tiene

asignado sus terrenos en esta zona (hay que aclarar que se trata de tierras no

parceladas por PROCEDE pero que sí fueron repartidas internamente por los

ejidatarios) han decidido retomar el proyecto de ecoturismo.

Mediante este programa Natura Mexicana hizo una primera propuesta de

dónde llevar a cabo este proyecto, pero enmarcado en una UMA con la

finalidad de conservar toda el área remanente de selva de este sitio, y restaurar

las partes correspondientes al colochero que fueron deforestadas.

El proyecto se presentó primero ante las autoridades del ejido, quienes

mostraron mucho interés en promoverlo. Posteriormente se llevó a cabo un

taller en la Estación Chajul con el grupo de ejidatarios interesado, a quienes se

les brindó toda la información sobre los diferentes conceptos de ecoturismo, la

importancia de la zona desde el punto de vista biológico, la potencialidad del

sitio como área ecoturística, las necesidades de organización interna, de

capacitación y los riesgos de este tipo de proyectos.

El interés del grupo de ejidatarios derivó en la necesidad de incorporar al resto

del ejido, para lo cual presentó en la Asamblea General del mes de agosto

estos conceptos. Los ejidatarios se mostraron interesados y solicitaron la

realización de un estudio que arroje una propuesta completa para evaluarla y

buscar el financiamiento respetivo para su implementación.

En el Anexo 9 se presentan los lineamientos generales para la implementación

de una UMA de ecoturismo en el ejido Galacia.

93

OBJETIVO 4. Fortalecer las capacidades de los ejidos en materia de uso y

conservación de los recursos naturales.

4.1. Capacitación

La capacitación de la población local debe considerarse como una

herramienta dentro de programas que involucren actividades relacionadas con

la conservación, uso sustentable y restauración, ya que la misma fortalece las

capacidades de las comunidades para organizarse, planificar y tomar

decisiones, sobre todo en el manejo de recursos naturales.

La capacitación permite la transferencia de los conocimientos y la información

necesarios para que las comunidades puedan organizarse, y por tanto es la

única manera de asegurar la continuidad de las acciones y la aplicación de

acciones futuras. También orienta la toma de decisiones, no sólo para la

organización sino además para la aplicación de nuevas tecnologías.

En este sentido, son enriquecedoras las actividades de educación ambiental

formal e informal, difusión, y divulgación. Estas actividades deben ser

adaptadas y abarcar las diferentes poblaciones objetivos dentro de la

comunidad, ya sea productores, mujeres, jóvenes y niños.

Se deben utilizar metodologías para la búsqueda de consensos adaptadas a

las condiciones locales. Entre estas metodologías están la auto-evaluación, la

planeación comunitaria; participación campesina; “aprender haciendo” etc.,

herramientas todas ellas que permiten generar procesos de entendimiento del

problema, identificar los problemas, generar posibles soluciones entre grupos o

actores de influencia para después difundir los logros entre el resto de la

población y gestar consensos.

Pueden incluirse talleres participativos para la aplicación de técnicas de

restauración, así como en general de la problemática del uso y conservación de

los recursos naturales. Es recomendable la generación de materiales de apoyo

94

(textos y material audiovisual) para ir creando un ambiente positivo a las

propuestas.

En el desarrollo del presente proyecto, realizamos diferentes eventos de

capacitación; entre ellos:

• Taller de selección de especies para la restauración ambiental

• Talleres sobre uso y conservación de los recursos naturales

• Visitas guiadas para la difusión sobre el uso y conservación de los

recursos naturales

• Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en

zonas rurales

• Aspectos generales en el diseño, montaje y operación de unidades de

producción acuícola en zonas rurales”

4.1.1. Taller de selección de especies para la restauración ambiental

Se diseñó un taller comunitario en donde se busca la participación de los

habitantes de la región para seleccionar las plantas adecuadas en la

restauración de las riberas de los arroyos. Con esta metodología se buscó

compartir el conocimiento sobre las líneas de la restauración y el conocimiento

colectivo de los pobladores.

Se realizaron en cada comunidad involucrada los talleres para la selección de

especies para la restauración, y en especial para la restauración de riberas. En

taller se propuso con una duración total de 2:15’ hrs. Se adjunta la carta

descriptiva del mismo (Anexo 10).

Se presentaron todos los participantes en las reuniones en los distintos ejidos.

En total se atendió a 59 personas, de los cuales 20 fueron mujeres.

95

IMPORTANCIA DE LA RESTAURACIÓN

En este apartado se expuso en rotafolios que:

BIODIVERSIDAD o Plantas o Animales o Insectos

SERVICIOS AMBIENTALES o Agua o Madera o Medicinas o Captura de carbono o Protección del suelo

OBJETIVO DE LA RESTAURACION

Regresar a las condiciones iniciales de la naturaleza

¿QUE ES LA RESTAURACIÓN?

La forma de mejorar la condición ecológica de un sitio

Para definir la forma de restaurar, se tiene que considerar:

v Estructura v Funcionamiento

Considerar como esta hecho y como funciona

LA RSTAURACIÓN DE UN SITIO

¿Que especies viven ahí? ¿Qué papel tienen? - resistentes a las inundaciones - protegen el suelo -resistentes a suelos pobres -filtran y capturan agua -con raíces fuertes -evitan que se seque el río -dan refugio a los peces -dan alimento

96

CRITERIOS DE SELECCIÓN • NATIVAS

• COMUNES • DISPONIBLES

• RÁPIDO CRECIMIENTO • RESISTENTES A LA LUZ SOLAR

SELECCIÓN DE ESPECIES

Posteriormente a la presentación se circularon entre los participantes unos

dibujos de plantas para la revisión del grupo. Los dibujos de especies

compartidos son los siguientes:

Canchán Sapotacea Corozo Jaboncillo Maculís Cedrillo Caoba Zapote Algodoncillo Ramón colorado Hule Colorín Cocoite

Cedro Lagarto Ramón Amate Barí Luín Capulín Sauce Frijolillo Guapaque Plumillo Cabeza de mico Carniquil

Jobo Corcho blanco Chilacayote-maca blanca Corcho rojo Guayaba Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle Ceiba Cien Pies (parte inundable) Guapinol

Después de la discusión, las especies seleccionadas por sus características

fueron:

En Trece de Septiembre

Cedro Lagarto Ramón Amate Barí Luín Capulín Sauce Frijolillo Guapaque

Gaupinol Jobo Corcho blanco Chilacayote-maca blanca Corcho rojo Guayaba Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle

97

Plumillo Cabeza de mico Carniquil

Ceiba Cien Pies (parte inundable)

Reforma Agraria

Maculís Caoba Cedro Colorín Cocoite Ramón Amate (Barí)

Capulín Sauce Guatope - Carniquil Zapote prieto Zapote de agua Mulato Popistle Ceiba

Cien Pies (parte inundable) Castaño Cuajinuicuil Poma Rosa Coco Cacao Nanche Tinto

Loma Bonita

Zapote prieto Chilacayote Amate Ceiba Mulato Zapote de agua Guatope Sauce

Capulín Barí Ramón Cedro Lagarto Guasiban Guayacan Amargoso Colorín

Maculí Guayaba Corcho (Jopí) Jobo Guapinol Cabeza de mico Plumillo Frijolillo Luín

ACUERDOS

Trece de Septiembre

Finalmente se acordó que estas serían las especies que se buscaría

semilla para producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en

las riberas de los arroyos. También se comento sobre la importancia de la

restauración de las cañadas que están abasteciendo de agua al ojo de agua,

del que toma el agua la comunidad, para mejorar la calidad del agua y

garantizar su abasto. Los participantes estuvieron de acuerdo y se quedo en

platicarlo después con más detalle.

Reforma Agraria

Finalmente se acordó que estas serían las especies que se buscaría

semilla para producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en

las cercas vivas en las primeras etapas y después en las riberas. Se comentó

98

que se requiere una producción aproximada de 20 000 plantas, pero que se

producirá la planta en el vivero en varias etapas para poder cumplir con la

meta. También se comento que es importante considerar en el proyecto de

restauración de ribera el mantenimiento de la plantación, para que tenga éxito.

Loma Bonita

Se acordó que estas serían las especies que se buscaría semilla para

producir en el vivero y las que posteriormente se introducirían en las riberas de

los arroyos. Algunas personas del ejido manifestaron su interés por participar

en el programa de restauración de riberas y se acordó hacer recorridos para

incorporar esas superficies en otra etapa, probablemente con el financiamiento

de la CONANP a través del PRODERS.

LISTA DE PARTICIPANTES

Loma Bonita

Manuela Díaz Hernández Líli Mendoza García Ana Inés López Hernández Antonio Meraz García Eduardo Aguilar J. Alejandro Zacarías Vásquez Pedro Mendoza García Félix Zamora Ruiz Heberto Gonzáles Pérez Enedin Rodríguez Trinidad León Castellanos Ángel Rodríguez Méndez José Mendoza Hernández Carmen Ramírez Mendoza María Guadalupe Vásquez B José Antonio López Álvarez José Alfredo Aguilar Morales

Bernarda Morales Solís Dolores López Cruz José Delmar Aguilar Díaz Samuel López Gómez José Joel Aguilar Morales Jorge Pineda Cárdenas Maricruz López Vázquez María Cristina Alfaro Aguilar Idalia Sánchez Herrera Ízamela Romero Cruz Juana Hernández H. Julia Jiménez Díaz Beatriz Jamangape Romero Anacleta Romero Cruz Adela Mendoza García

Trece de Septiembre

Roberto López Xol Efrén Díaz Díaz Manuel Espinosa Gutiérrez Cesar Vásquez Pérez Florencio Estrada Contreras Ernesto Miguel Gómez Vera Agustín López Girón Esteban Boicot Pérez

Nazario López Hernández Manuel Luna Santos Cándido Hernández Paula Alejandro Gómez Vera Aníbal Hernández Morales Nicolás Gómez López Marcela Pérez García Benita López Xol

99

Reforma Agraria

Celestino Hernández Hernández Rodrigo Ramírez Castro Leobardo Hernández Dávila José Guido Avendaño Emilio Hernández German Hernández Dávila

Marcos Cruz Hernández Apolinar Hernández Juan Ade Hernández Hernández Josefina Dávila Nolasco María Antonio Ramírez

4.1.2. Talleres sobre uso y conservación de los recursos naturales

En un inicio se planteó la realización de un taller sobre la importancia de

la selva y su potencial uso sustentable. Sin embargo, debido a que la lo largo

del desarrollo de los objetivos del programa se relaizaron diversos talleres

formales y a que este tema pretende llegar a un grupo de la población más

amplio, no sólo aquellos ya interesados en el mismo, se optó por modificar la

actividad a una más interactiva en la que la participara un amplio segmento de

la población. Así se planearon visitas guiadas a la Estación Chajul, dentro de la

Reserva de la Biosfera Montes Azules, dirigidas a los alumnos de las escuelas

primarias de los ejidos, a los maestros, médicos, autoridades ejidales y

religiosas, y padres de familia.

Con la finalidad de demostrar las diferencias que genera en la calidad del

suelo, agua y abundancia de recursos naturales la presencia de la vegetación

natural, las visitas guiadas se realizaron por los senderos de la Estación Chajul.

En el transcurso de la visita se explicaron los principales temas y conceptos

sobre la importancia de la selva y la generación de servicios ambientales, así

como los riesgos de su destrucción tanto para la ecología, el desarrollo de las

comunidades y su bienestar social, y las posibles alternativas de uso.

Las visitas fueron guiadas por expertos en biología tropical, y en el caso de los

alumnos de las escuelas por estudiantes de Biología de la UNAM para que las

visitas, además de ser informativas, fueran divertidas y produjeran un impacto

positivo en los niños. Esta última actividad se reforzó con la realización de un

100

concurso de cuentos y dibujos; los ganadores de dicho concurso se sumarán a

los ganadores nacionales del concurso “Que Viva la Selva Lacandona”

organizado por la Fundación Azteca y Natura.

En total se realizaron a los largo del proyecto cerca de 10 visitas guiadas con

un impacto en aproximadamente 200 habitantes locales. A manera de

ilustración y documentación se describen los detalles de una jornada de estas

actividades desarrolladas con niños en el mes de junio en el Anexo 11.

4.1.3. Aspectos generales en el diseño, montaje y operación de

unidades de producción acuícola en zonas rurales

Con el fin de formar los cuadros técnicos capaces de diseñar y construir

unidades de producción acuícola se llevaron a cabo las siguientes actividades

de capacitación:

El curso se diseño e impartió en las comunidades de Playón de la Gloria,

Galacia y personal técnico de Ayuntamiento de Marqués de Comillas y la

Estación Chajul (Fig. 23, 24 y 25), su temario se describe a continuación:

• Tipos de especies a cultivar de acuerdo a las características del

ambiente y la calidad genética de la crías.

• Determinación de las capacidades de carga de los estanques de

engorda de acuerdo a sus dimensiones.

• Tipo y periodicidad de los alimentos que deben suministrarse a los

organismos cultivados.

• Métodos de identificación de parásitos y enfermedades.

• Criterios ambientales, y la aplicación de los mismos, en la selección de

sitios con viabilidad para instalar y operar de proyectos acuícolas.

• Métodos para calcular el costo beneficio de los cultivos.

• Preparación de estanques, previó a la siembra.

• Formas de cosecha y métodos para calcular los rendimientos.

101

• Aclimatación y siembra de crías.

• Importancia del recambio de agua.

• Control de predadores.

• Importancia de factores ambientales del agua como la transparencia, el

oxígeno disuelto y la temperatura.

Fig. 23. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a extensionistas agropecuarios del ayuntamiento de Marqués de Comillas.

Fig. 24. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a habitantes de la comunidad de Galacia, Municipio Marqués de Comillas.

102

Fig. 25. Curso-taller sobre el diseño y construcción de unidades de producción acuícola impartido a técnicos de la Estación Chajul.

4.1.4. Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción

acuícola en zonas rurales

El curso se diseñó e impartió en las comunidades de Playón de la Gloria,

Galacia y personal técnico la Estación Chajul (Fig. 26 y 27); su temario se

describe a continuación:

1) Elección de sitios para la instalación de proyectos acuícolas.

a) Infraestructura

b) Manejo y mantenimiento del sitio del cultivo

c) Tipos de manejo

d) Factores físicos y químicos del agua

e) Temperatura

f) Turbidez

g) Oxígeno

h) Productividad Primaria

i) Factores de Contaminación

2) Alimentación

a) Alimento vivo

b) Fertilización orgánica

c) Construcción de un digestor rústico

d) Alimento balanceado

103

e) Alimento adicionado

3) Biología de la especie

a) Taxonomía

b) Morfología

c) Distribución

d) Hábitat

e) Hábitos alimenticios

f) Hábitos Reproductivos

4) La fase de Cultivo

a) Cultivo de monosexo

b) Hibridación

c) Reversión sexual

d) Poliploidía

e) Rendimientos

f) Estrategias de cultivo

g) Sanidad Acuícola

h) Formas de transmisión de enfermedades

i) Factores que estimulan la dispersión

j) Principios sobre el control de enfermedades

k) Medidas sanitarias en estanque

5) Análisis general de riesgos.

Fig. 26. Curso-Taller sobre “Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en zonas rurales” impartido en la comunidad de Galacia, Municipio de Marqués de Comillas.

104

Fig. 27. Curso-Taller sobre “Fundamentos sobre el manejo de unidades de producción acuícola en zonas rurales” impartido en la comunidad de Playón de la Gloria, Municipio de Marqués de Comillas.

4.2. Reuniones con productores y autoridades

4.2.1. Con autoridades de otras instituciones

En el mes de mayo se realizó en la Estación Chajul una reunión con la

presencia de representantes de las siguientes instituciones: Comisión Forestal

Sustentable del Estado Chiapas, Comisión Nacional de Áreas Naturales

Protegidas (CONANP), Semarnat Delegación Chiapas, el Fondo Mexicano

para la Conservación de la Naturaleza y Natura y Ecosistemas Mexicanos

A.C. En esta reunión, se abordaron varios puntos, pero respecto a la

restauración ambiental se acordó:

• Promover la restauración a lo largo de la ribera del Lacantún una franja

de 5 metros de ancho (a partir de los PRODERS que opera la

CONANP);

• Buscar distintas fuentes de financiamiento para el establecimiento de

estas plantaciones;

• Conjuntar esfuerzos para la recolección de semilla y

• Elaborar una propuesta de manejo sustentable para los manchones de

selva que todavía quedan en las comunidades.

105

• Compartir el listado de 28 especies actualmente utilizadas por la

CONANP en actividades de restauración en la comunidad de Nueva

Palestina;

4.2.2. Con autoridades ejidales

Como se mencionó en el apartado 3.2.2., se realizó una reunión en la

Estación Chajul con la participación de los Comités de Pro-Obra y autoridades

ejidales de cinco ejidos interesados en la participación dentro de los

Programas de Desarrollo Sustentable que promueve la CONANP. En esta

reunión se conformó un Comité general que será el responsable de convenir

con la CONANP el desarrollo de un PRODERS colectivo, titulado

Restauración y estabilización de la vegetación riparia en ejidos ribereños del

río Lacantún (CONANP/07/RB09/PRODERS/46/07). Cabe destacar que este

proyecto involucra a los cinco ejidos de manera conjunta y actualmente está

en proceso de desarrollo.

4.2.3. Con productores

• Tal como se menciona en el apartado 3.1.2, se realizó una reunión

ejidal en cada uno de cinco ejidos para promover la participación en el

programa de pago por servicios ambientales de la CONAFOR. En

dichas reuniones se brindó toda la información pertinente para la

presentación de expedientes y los términos de referencia de la

convocatoria. Varios ejidos presentaron solicitudes, las cuales fueron

aprobadas y los estudios correspondientes están en proceso de

desarrollo.

• Tal como se mencionó en el apartado 3.2.2, se realizaron cinco

reuniones ejidales (una en cada uno de cinco ejidos) en las que se

difundieron los Programas de Desarrollo Sustentable (PRODERS)

promovidos por la CONANP. Se logró la aceptación por parte de las

comunidades, con lo cual se establecieron Comités de Pro-Obra en

cada uno de ellas; responsables de la selección de sitios y actividades

106

de restauración, y se firmó un convenio comunitario para la

organización del trabajo.

107

CONCLUSIONES

La profunda transformación que ha sufrido la Selva Lacandona en los

últimos 30 años ha quedado claramente evidenciada en el presente estudio.

De la información obtenida podemos emitir dos conclusiones generales:

1.- En los ejidos ribereños del río Lacantún colindantes con la Reserva

de la Biosfera Montes Azules el cambio de uso de suelo ha ido

incrementando conforme pasan los años, y se aceleró particularmente

en los últimos seis años, llegando a una deforestación anual promedio

de 3.6%, más del triple que la tasa de deforestación nacional.

2.- La dotación de tierras con ecosistemas conservados de selva a la

Comunidad Lacandona primero, y poco después el decreto de la

Reserva de la Biosfera Montes Azules, fueron absolutamente decisivos

para la conservación del ecosistema de selva prístina más importante de

Mesoamérica. De no haber sido por la creación del ANP, sin duda

alguna el destino de estos terrenos hubiera sido el miso que el ocurrido

en la zona de Marqués de Comillas.

La Reserva de la Biosfera Montes Azules mantiene su estado prístino y genera

servicios ambientales esenciales para la región, el estado y el país. Sin

embargo, la transformación intensa de sus zonas aledañas constituye un riesgo

para su estabilidad.

La transformación de los ecosistemas de los ejidos ribereños no sólo no ha

servido para el desarrollo de la zona y el bienestar social de su población, sino

que ha significado la pérdida de su capital natural, sus servicios ambientales y

recursos naturales.

La necesidad de obtener recursos económicos y alimentos de las parcelas de

los ejidatarios, la falta de una política productiva dirigida al uso de la selva sin

su transformación, los apoyos económicos para la apertura de la frontera

agropecuaria, la explotación forestal ilegal y la corrupción, y el Programa de

108

Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE), son algunas de las

explicaciones de la deforestación acelerada de la región. Estos procesos en

conjunto se expresan en la deforestación y fragmentación de la vegetación y

aunque fueron enumerados en las comentarios de los ejidatarios, sería muy

importante entenderlos en detalle, estudiarlos sistemáticamente y poder

explicar la causas últimas de esta transformación, la cual no esta

suficientemente documentada en el país.

El presente proyecto evidencia que en cuestiones ambientales y de gestión de

los recursos naturales una visión amplia permite una mayor adecuación a las

necesidades tanto ecológicas como socio-productivas. El hecho de trabajar en

varios niveles permite desarrollar una visión más integral de la problemática de

la región y desarrollar propuestas más adecuadas y particulares para cada

condición o sitio. La perspectiva del paisaje describe de manera general la

condición ambiental actual e histórica del área que ocupan los siete ejidos en

comparación con la Reserva de la Biosfera Montes Azules. A través del

procesamiento de imágenes de satélite y verificaciones de campo se describen

(1) las unidades naturales presentes en la actualidad -y su extensión y

distribución-, (2) el proceso de pérdida de los ecosistemas naturales, y el

cambio de uso del suelo y, (3) el proceso histórico de avance de la

fragmentación y aislamiento de los manchones remanentes de selva. De

manera paralela y complementaria, la perspectiva local permite describir los

requisitos particulares de los distintos sitios y un trabajo individual con los

ejidatarios, teniendo en cuenta sus intereses personales y la condición

ecológica de sus parcelas. Al considerar de manera conjunta estas dos

perspectivas se genera una combinación más real de las necesidades y

posibilidades de aplicación de los diferentes instrumentos de gestión con

intenciones de conservación, restauración y uso sustentable de los recursos.

En cuanto al nivel de deterioro observado en la región, se observa que éste ha

aumentado particularmente en los últimos años; la tasa de deforestación anual

para los últimos cinco años supera el promedio estatal y la media nacional. Es

resulta grave sobre todo considerando que la tasa de deforestación suele ir

decreciendo a medida que la extensión de vegetación por remover disminuye.

109

Además, es muy importante destacar que aún hoy en día la frontera

agropecuaria continúa avanzando y se sigue desmontando áreas de selva

primaria. De continuar estas tendencias algunos ejidos perderán la totalidad de

su cobertura vegetal natural en menos de 15 años.

Por otro lado, desde el punto de vista de la cobertura vegetal y la estructura, la

vegetación natural remanente en los ejidos es en un mayor parte una selva

perturbada, es decir, que prácticamente no existen manchones remanentes de

selva en estado prístino. Más del 50% del área que cubren los ejidos

corresponde a selva “acahualada”, es decir, que ha sufrido una perturbación

considerable como para desencadenar el proceso de sucesión secundaria.

Una limitante del método es que a partir de la percepción remota no se logra

distinguir de manera precisa la edad estimativa de los manchones de

vegetación remanente, lo que estaría implicando además, que de este 50% un

importante porcentaje podría tratarse áreas arboladas en sucesión temprana y

eventualmente, detenida, lo cual hace nuestro escenario actual mucho menos

alentador. Diferenciar o determinar la edad de un área en sucesión secundaria

puede resultar una tarea ardua; sin embargo, algunos indicadores pueden ser

útiles para clasificar los manchones en función de su estado de conservación o

condición ecológica. En este sentido, resultaron muy útiles los indicadores de

estructura, como por ejemplo el número de estratos arbóreos presentes y la

altura del estrato superior. Las áreas con estratos arbóreos desarrollados y

especies remanentes de la condición natural de la selva, aún con un

sotobosque perturbado o prácticamente eliminado, evidencian un proceso

ecológico muy diferente de aquellas áreas con estratos arbóreos menos

desarrollados y compuestos por especies de sucesión secundaria. Los

primeros constituyen áreas que han sufrido extracción selectiva, mientras que

los segundos son áreas que alguna vez fueron completamente deforestadas.

Estas diferencias en vegetación y estructura resultan indispensables al

momento de tomar decisiones en cuanto a uso y manejo. Este proyecto no

tenía entre sus objetivos abordar tales detalles; al contrario, la metodología

utilizada permitió detectar estas diferencias.

110

Los ejidos Boca de Chajul, Loma Bonita, Reforma Agraria y Playón de la Gloria

deforestaron sus áreas arboladas principalmente entre 1986 y 2000, y a partir

de este último año la pérdida de superficie arbolada ha sido menor. Una

excepción es el ejido Adolfo López Mateos, en el cual entre los años 1986 y

2000 se eliminó el 99% de las áreas arboladas. Por otro lado, los ejidos Trece

de Septiembre y Galacia mantuvieron sus áreas arboladas hasta el año 2000,

en el cual se dispara la deforestación.

Esta pérdida de cobertura vegetal original está asociada al cambio histórico de

uso del suelo y al tipo de actividades humanas que se desarrollan en la región.

En el presente proyecto no se abordan cuestiones sociales o jurídicas acerca

de cuáles han sido las causas o factores que determinan estos cambios; pero

de manera general el deterioro podría estar asociado con aumentos

demográficos y políticas regionales o locales que permiten y a veces hasta

favorecen el desmonte de áreas naturales, el cambio de uso de suelo, o

simplemente no favorecen la conservación. Resulta imprescindible en este

caso un estudio más detallado acerca de los factores que operan en la región,

no sólo para explicar estos procesos sino además para describir tendencias y

posibles escenarios futuros.

El análisis histórico de estos cambios sugiere que la roza-tumba-quema es el

factor principal que modela el paisaje en los ejidos, y a través del tiempo se

puede observar la variación espacial de las diferentes unidades naturales, es

decir, dónde están los desmontes y la regeneración en los distintos momentos.

En este contexto es destacable que un 22% del área corresponde manchones

de vegetación secundaria con al menos 20 años en proceso de regeneración.

Estas áreas deben ser localizadas y evaluadas con mayor detalle ya que

pueden presentar un alto potencial para la conservación y el uso sustentable,

dependiendo fundamentalmente de su estructura, diversidad y grado de

fragmentación.

111

El proceso de fragmentación de las áreas remanentes ha sido diferencial entre

los distintos ejidos; en algunos casos se inició desde los primeros

asentamientos humanos (tal es el caso de Boca de Chajul o Playón de la

Gloria), mientras que en otros se dispara fuertemente en los últimos cinco

años, tal es el caso de Galacia y Trece de Septiembre.

El análisis de la fragmentación permitió determinar los estados de los sistemas

en diferentes momentos y entender los cambios en el tiempo en cada uno. Esta

información es la base para un análisis socioambiental detallado que permita

una explicación de que procesos provocaron estos patrones de cambio. Este

análisis sería muy importante para documentar los impactos de las políticas

que no están suficientemente analizados a los niveles locales.

Frente a estos procesos de deterioro es que resulta urgente determinar las

áreas remanentes críticas para su conservación, así como delinear una primera

aproximación hacia un ordenamiento del territorio que permitiera definir las

acciones necesarias en cada sitio.

Los fragmentos prioritarios por su estado de conservación y dimensión

ubicados en el presente trabajo, son la base para la propuesta del

establecimiento de corredores biológicos. Se proponen dos corredores (uno en

el ejido de Galacia y otro en Boca de Cha jul) para conectar dichos fragmentos.

Estos fragmentos deben ser estabilizados y evitar su deforestación mediante

acuerdos comunitarios de conservación (reservas comunitarias), pago por

servicios ambientales, proyectos ecoturísticos, UMA, manejo forestal

sustentable. Por otro lado, los conectores de estos fragmentos se proponen

establecer mediante la restauración de lo arroyos y ríos, el establecimiento de

UMA, plantaciones forestales, sistemas agrosilvopastoriles, cercas vivas y

reforestación de áreas prioritarias (por su pendiente, importancia ecológica o

para sumideros). Parte de estas acciones han sido ya iniciadas con lo

ejidatarios mediante la aplicación de recursos económicos de diferentes

fuentes (CBM, CONAFOR, CONANP).

112

Para definir áreas prioritarias para la conservación se consideraron aspectos

actuales (unidades naturales actuales) e históricos (cambio de uso del suelo),

así como los factores dinámicos (fragmentación) que operan en la región. La

combinación de éstos permitió identificar seis áreas críticas, con una superficie

y condición ecológica variables. Considerando que se buscó seleccionar

aquellas áreas en mejor condición ecológica, no fue necesario contemplar

acciones de restauración. El uso potencial o la necesidad de conservación de

cada área dependieron no sólo de su condición ecológica sino también del tipo

de tenencia de la tierra y la existencia de alguna figura jurídica operando en el

sitio, como por ejemplo reservas comunitarias o parcelas escolares. Al

considerar estas variables, se pudieron seleccionar los instrumentos jurídicos

de aplicación posible para favorecer su conservación o bien promover el uso

sustentable, en los casos donde ya existe un uso o alteración. Así se logró una

propuesta para cada área, la cual, en algunos casos se pudo presentar ante las

autoridades del ejido correspondiente, a fin de promover su aplicación.

Finalmente, se realizó una evaluación para identificar áreas con potencial como

corredores biológicos que permitieran aumentar la conectividad entre las áreas

de conservación. Se seleccionaron dos ejidos para desarrollar, de manera

conjunta con la comunidad, un programa demostrativo para la creación y/o

mantenimiento de un corredor biológico en cada uno de ellos. Considerando

que el establecimiento de un corredor implica que el sitio no presenta

vegetación natural, éste se basó fundamentalmente en acciones de

restauración.

En este punto es donde se abordó el problema desde la perspectiva local, al

trabajar de manera directa con los ejidos y sus autoridades en la identificación

de: (1) la ubicación de áreas críticas dentro del ejido con importancia para la

conservación y los instrumentos de potencial aplicación para esta última, (2) la

ubicación de sitios con potencial como corredores biológicos y las acciones

(restauración en su mayor parte) requeridas para establecerlos. Todo esto sin

descuidar los objetivos de conservación, uso y restauración identificados desde

la perspectiva del paisaje.

113

Para la promoción de la implementación de estas acciones, se recurrió a la

búsqueda de sinergias con otras instituciones y de esta manera aumentar los

logros obtenidos y poder encaminar los esfuerzos hacia los objetivos de la

conservación sin descuidar los intereses y necesidades sociales. La conjunción

de instrumentos y herramientas de distinto origen permitió al alcance de

importantes resultados. Ejemplo de esto es la incorporación de más de 50

ejidatarios de cinco ejidos al Programa de Desarrollo Sustentable de la

CONANP con fines de restauración de riberas de arroyos de la microcuenca

del río Lacantún, así como el interés y la disponibilidad de cuatro ejidos para

realizar un estudio de evaluación para solicitar el pago por servicios

ambientales por protección a la biodiversidad ante la CONAFOR.

Esto último, favoreció una relación más estrecha y firme entre la organización

y los ejidos con los que ya existía un trabajo previo, y detonó el interés de

ejidos con los que no había experiencia previa de trabajo directo, en especial

en aquellos que hasta el momento no se habían involucrado en actividades de

restauración, como son los casos de Playón de la Gloria y Boca de Chajul.

Es importante destacar además que se ha logrado favorecer procesos

comunitarios al interior de los ejidos en la restauración / manejo de sus

recursos naturales, tal es el caso de Trece de Septiembre y Reforma Agraria,

que actualmente trabajan de manera colectiva en la restauración y no en

módulos individuales por cada ejidatario por separado. Si bien estos ejidos ya

existe el trabajo comunitario, el logro del proyecto ha sido incidir en las tareas

de los mismos hacia la restauración.

Entre las acciones propuestas encaminadas a favorecer el establecimiento de

corredores y promover la conservación de áreas críticas se encuentran la

propuesta para pago de servicios ambientales, los módulos demostrativos de

restauración, la evaluación del posible establecimiento de una Unidad de

Manejo de la Vida Silvestre (UMA) ecoturística, los módulos demostrativos de

de producción acuícola con especies nativas, así como la promoción de

ordenamientos pesqueros comunitarios y la pesca deportiva.

114

El pago por servicios ambientales es una opción que se está promoviendo con

los ejidos para estabilizar los fragmentos remanentes, pero debido al bajo

monto de dinero ha desincentivado a los ejidatarios, quienes ven en este pago

un apoyo pero no una alternativa que compita positivamente para no

deforestar.

La UMA ecoturística ha despertado interés a pesar de los antecedentes

fracasados. Sin embargo, se enfrenta al problema de la parcelación interna de

las tierras comunales. Esta parcelación lleva a la decisión individual a costa

del interés colectivo. No todos los ejidatarios a quienes se les asignó tierra en

este terreno comunal están interesados en el proyecto ecoturístico, lo cual

puede dificultar su implementación.

Los módulos demostrativos resultaron una herramienta útil para promover la

organización y fortalecer las capacidades de las comunidades locales, ya que

favorecieron la organización comunitaria, y brindaron a las comunidades

conocimientos aplicables y replicables para futuros emprendimientos

similares. De manera paralela, los ordenamientos pesqueros y la pesca

deportiva tienden a disminuir la presión de uso sobre los recursos del

ecosistema acuático, ya que regulan las actividades de uso y extracción, y

favorecen el desarrollo de nuevas costumbres más amigables con la

naturaleza. También favorecen la organización comunitaria para la

reglamentación y ordenamiento interno a los ejidos.

Debe destacarse el interés de las comunidades para la implementación de los

módulos de restauración ambiental. Esto genera una condición potencial y

favorable para desarrollar una estrategia más amplia de restauración en la

zona de estudio, con acciones a nivel regional, ya contemplando la

restauración de áreas de captación completas, y no solamente un arroyo o

una sección del mismo. Aunque la implementación de estos módulos es

incipiente, se puede afirmar que las acciones de restauración tendrán efectos

locales positivos en los sitios tal que:

• Se detiene el proceso de deterioro (eliminación del pastoreo)

115

• Se favorece la sucesión secundaria (aumento de la diversidad de

especies)

• Se mejoran las condiciones microclimáticas (generación de sombra y

disminución de la temperatura a nivel del sue lo),

• Se mejoran las condiciones edáficas (a mediano plazo, por la

incorporación de materia orgánica y nutrientes)

• La lluvia y posiblemente el banco de semillas aumenta de diversidad

(atracción de dispersores)

El monitoreo de los módulos permitirá evaluar la magnitud de estos efectos,

complementar las acciones y seleccionar, eventualmente nuevas acciones.

En cuanto a los módulos de producción acuícola, se llevó a cabo la

construcción y equipamiento de dos unidades de producción acuícola en las

comunidades de Playón de la Gloria y Galacia del Municipio Marqués de

Comillas. La capacidad de producción actual de las unidades es de 3 ton por

ciclo en el caso Playón de la Gloria y de 1.5 ton por ciclo en Galacia; sin

embargo, en este primer ciclo de producción fueron sembradas a una baja

densidad con el fin de que los productores adquieran los conocimientos y

experiencia que les permitan alcanzar los niveles óptimos de producción. En el

caso de Playón de la Gloria se pretenden obtener 750kg de producto y en

Galacia alrededor de 400kg. Con estas obras se beneficia a un total de 342

personas, pero sobre todo se demostró la viabilidad del modelo de producción

diseñado, lo cual permitió que se haya promovido la instalación de 2 unidades

de producción más, las cuales permitirán aumentar las metas originalmente

comprometidas, pero sobre todo aumentar el número de beneficiarios.

El funcionamiento de las unidades de producción acuícola le da la oportunidad

a las comunidades de producir alimentos de alto contenido proteínico, lo que

contribuirá a mejorar la calidad de la dieta de sus habitantes, pero además,

apoyará el funcionamiento de los Ordenamientos Pesqueros Comunitarios, ya

que los productos venidos de la acuacultura deberán provocar una disminución

de las cuotas de captura pesquera, especialmente durante el período de secas,

116

considerado como crítico debido a que durante esta época se lleva a cabo la

reproducción de la mayor parte de la ictiofauna de la zona.

La incorporación de la acuacultura al universo de producción con el que

cuentan los habitantes de las comunidades, se ha realizado a través de un

proceso de asesoría integral y destinando mano de obra familiar, tratando de

lograr una adecuada rentabilidad y competitividad que permita su permanencia

a través del tiempo, sumado al hecho de aplicar tecnologías ambientalmente

sustentables.

Por otro lado, la pesca deportiva constituye en la actualidad una fuente

generadora de ingresos que contribuye de manera significativa a la economía

nacional, entre otros aspectos por su capacidad para captar divisas, generar

empleo e impulsar el desarrollo regional y cuyos beneficios se propagan a otras

actividades con un efecto multiplicador en los sectores turístico y pesquero. Por

esta razón, durante la presente etapa de trabajo, se llevo a cabo el diseño,

aprobación y decreto del Reglamento de Pesca Deportiva de la comunidad de

Loma Bonita del Municipio de Ocosingo. Además, el Reglamento le permite a la

comunidad de Loma Bonita contar con un instrumento de gestión con que se

busca erradicar prácticas depredadoras en el aprovechamiento de sus

ecosistemas acuáticos, favoreciendo la recuperación de las poblaciones de

muchas de las especies acuáticas que hoy sufren problemas de

sobreexplotación.

La pesca, incluida la acuacultura, constituye una fuente vital de alimentos,

empleo, recreación, comercio y bienestar económico para los habitantes de los

siete ejidos, tanto para las generaciones presentes como para las futuras y, por

lo tanto, deberá llevarse a cabo de forma responsable. El Ordenamiento

Pesquero Comunitario (OPC) es un instrumento de gestión de los recursos

acuáticos que promueve un desarrollo económico más justo al incorporar

nuevos criterios de ordenación pesquera que toman en cuenta aspectos

relativos a la conservación del medio ambiente.

117

Durante la presente etapa de trabajo, se llevó a cabo el diseño, aprobación y

decreto de los OPC en las comunidades de Playón de la Gloria y Galacia del

Municipio Marqués de Comillas. Esto, con el fin realizar acciones de

ordenamiento del aprovechamiento que realizan estas comunidades sobre sus

ambientes acuáticos.

El proceso de diseño e implementación de Ordenamientos Pesqueros

Comunitarios, sentó las bases para realizar los siguientes cambios en el

aprovechamiento de los recursos pesqueros con los que cuenta el río Lacantún

y sus tributarios localizados frente a la porción sur de la RBMA: de

Conservación: al establecer medidas que permitan que el aprovechamiento

pesquero no afecte la biodiversidad de la fauna dulceacuícola con la que

cuentan el río y sus tributarios; de Sustentabilidad: al establecer el uso a largo

plazo de los recursos pesqueros que son aprovechados actualmente; de

Eficiencia Económica: al ofrecer opciones para mejorar la rentabilidad de las

actividades pesqueras a través del establecimiento de nuevas opciones

productivas como la acuacultura; de Valor Social: al contribuir a mejorar las

condiciones de vida de los pobladores mediante los ingresos generados por la

pesca y la acuacultura y de Credibilidad y Viabilidad: al promover

mecanismos de participación de los actores involucrados, para establecer

acuerdos entre las comunidades y las autoridades. Además, el decreto de los

OPC, en estas comunidades benefició a un total de 342 habitantes.

Es importante destacar el hecho de que estas dos comunidades son pioneras,

a nivel local y nacional, en llevar a cabo el decreto e implementación de los

Ordenamientos Pesqueros Comunitarios, sentando un importante precedente

en el uso de este tipo de instrumentos de gestión ambiental, como

herramientas que permitan realizar un aprovechamiento sustentable de los

recursos pesqueros de las aguas interiores localizadas en el trópico mexicano.

De tal forma que, en la siguiente etapa de trabajo se retomará los

conocimientos y experiencias obtenidos para diseñar y promover el decreto de

los OPC en el resto de las comunidades que conforman el área de trabajo.

118

Las reuniones tanto con productores como con autoridades de distintos

niveles permitió la detonación de sinergias que determinaron resultados extra

programáticos del proyecto, como por ejemplo un aumento de más del 100%

del número de módulos demostrativos de restauración ambiental de potencial

aplicación, a través del Programa de Desarrollo Sustentable de la CONANP.

Los resultados del presente proyecto apoyan la idea de que en el manejo de

los recursos naturales dentro de áreas naturales protegidas y sus áreas de

influencia se deben incorporar los intereses de la población local, para suavizar

la oposición pública, que suele ser frecuente, y brindar conocimiento útil al

proceso de toma de decisiones.

119

RECOMENDACIONES

A la luz de estas evidencias resulta de una alta prioridad establecer una

política diferente para el trópico húmedo, agresiva y de fondo, que implica un

cambio de rumbo. Es necesario reconocer que al menos la Selva Lacandona (y

sería necesario un análisis más general para extrapolarlo a otras áreas del

trópico húmedo), es una región cuya vocación es la de producir servicios

ambientales al país y mantener la biodiversidad de especies y ecosistemas.

Las políticas erráticas de asignarle la función de productora de alimentos o

recientemente biocombustibles resulta un error, ya que se trata de la única y

última región con estas características naturales.

No obstante, es necesario reconocer que una función de conservación y

generadora de servicios ambientales debe ser remunerada para los habitantes

locales, ya que ellos necesitan vivir de sus ecosistemas. Por ello es necesario

garantizar una política que:

• Promueva la conservación de los remanentes de selva

• Fomente el uso productivo sustentable de los ecosistemas originales

• Restaure áreas degradadas críticas como son las riberas de los arroyos

y río

• Fortalecer las capacidades locales para eldesarrollo sustentable

Esta política debe surgir de la coordinación entre los diferentes sectores:

ambiental, productivo, de desarrollo social y económico para lograr su armonía

y debe estar pensada para el largo plazo. Asimismo, debe garantizar recursos

económicos suficientes para que constituya una alternativa para los dueños de

la tierra y se desincentiven las prácticas productivas que implican la

transformación de los ecosistemas.

Es por ello que el establecimiento de corredores biológicos en donde se

concreten territorialmente estas políticas puede resultar en una alternativa para

la región, siempre y cuando estos corredores cuenten con el aval de las

120

instituciones de fomento productivo y los recursos económicos necesarios para

que los ejidatarios puedan optar por esta alternativa.

En la construcción de corredores es necesario determinar los ecosistemas que

deben conservarse por su buen estado de salud, y establecer conectores entre

ellos mediante sistemas productivos sustentables productivos sustentables que

impliquen la incorporación de vegetación arbórea como son plantaciones

forestales, UMA, reforestación, enriquecimiento de acahuales. Además de

servir de conectores y ofrecer una ganancia económica al dueño de la tierra,

estos conectores son sumideros de secuestro de carbono que puede también

ser valorado y obtener financiamiento.

A partir de la información generada y de las experiencias prácticas

implementadas se pueden desprender algunas líneas estratégicas de acción

que deberían de seguirse para detener la situación de deterioro, y encontrar

alternativas productivas y de conservación que ofrecieran el bienestar de la

población local. De esta manera, recomendamos:

1.- Conservar los ecosistemas naturales que aun existen en la región.

• Incremento de la superficie bajo protección.

• Pago por servicios ambientales y compensación para

preservar las áreas con ecosistemas originales sin régimen de

protección.

2.- Promover el uso sustentable de los ecosistemas naturales sin que

implique el cambio de uso del suelo.

• Fomento del manejo forestal y el aprovechamiento de la vida

silvestre sustentables.

• Reconversión de los sistemas productivos extensivos a

agroecológicos, agroforestales, plantaciones forestales y

silvopastoriles.

• Fomento del actividades ecoturísticas

• Manejo productivo de ecosistemas acuáticos, acuacultura,

ordenamiento pesquero y pesca deportiva

121

• Desarrollo de mercados verdes

3.- Reversión del deterioro y mitigación del cambio climático

• Incrementar áreas de sumidero para el secuestro de carbono

• Restauración de la zona federal de los ríos y arroyos

• Forestación de caminos

• Restauración de áreas incendiadas

• Establecimiento de las ZRE en coordinación con la federación

• Revisión de la legislación en lo referente a á restauración de la

zona federal de áreas ribereñas

4.- Fortalecer las capacidades locales para el desarrollo sustentable

• Fortalecimiento de las instituciones locales para la gestión

ambiental

• Armonización de las política públicas productivas, de servicios

y ambientales que no contrapongan la conservación con el

uso productivo

• Coordinación de los diferentes sectores (productivos, de

servicios y ambientales)

• Coordinación ente los 3 ordenes de gobierno

• Corresponsabilidad con las organizaciones no

gubernamentales (A.C) y sociales para la gestión pública

• Promover la interacción con grupos de investigación que

operan en la región.

5.- Fortalecer el financiamiento

• Recursos mixtos:

– Recursos fiscales federales, estatales y municipales

– Fondos privados y públicos

– Recursos internacionales

– Fundaciones

– Empresas

• Áreas de oportunidad de inversión nacional e internacional

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