Control de Lectura54
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CAPITULO - III
LIDERAZGO DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN
3.1- Tendencias de Liderazgo
A medida que cambian las condiciones y las personas, cambian los estilos de
liderazgo. Actualmente la gente busca nuevos tipos de líder que le ayuden a lograr
sus metas. Históricamente han existido cinco edades del liderazgo (y actualmente
estamos en un periodo de transición hacia la sexta). Ellas son:
Edad del liderazgo de conquista.
Durante este período la principal amenaza era la conquista. La gente buscaba el
jefe omnipotente; el mandatario despótico y dominante que prometiera a la gente
seguridad a cambio de su lealtad y sus impuestos.
Edad del liderazgo comercial.
A comienzo de la edad industrial, la seguridad ya no era la función principal de
liderazgo la gente empezaba a buscar aquellos que pudieran indicarle como
levantar su nivel de vida.
Edad del liderazgo de organización.
Se elevaron los estándares de vida y eran más fáciles de alcanzar. La gente
comenzó a buscar un sitio a donde "pertenecer". La medida del liderazgo se
convirtió en la capacidad de organizarse.
Edad del liderazgo e innovación.
A medida que se incrementa la taza de innovación, con frecuencia los productos y
métodos se volvían obsoletos antes de salir de la junta de planeación. Los líderes
del momento eran aquellos que eran extremadamente innovadores y podían
manejar los problemas de la creciente celeridad de la insolencia.
Edad del liderazgo de la información.
Las tres últimas edades se han desarrollado extremadamente rápido (empezó en
la década del 20). Se ha hecho evidente que en ninguna compañía puede
sobrevivir sin líderes que entiendan o sepan como se maneja la información. El
líder moderno de la información es aquella persona que mejor la procesa, aquella
que la interpreta más inteligentemente y la utiliza en la forma más moderna y
creativa.
Liderazgo en la "Nueva Edad".
Las características del liderazgo que describiremos, han permanecido casi
constante durante todo el siglo pasado. Pero con la mayor honestidad, no
podemos predecir qué habilidades especiales van a necesitar nuestros líderes en
el futuro. Podemos hacer solo conjeturas probables. Los líderes necesitan saber
cómo se utilizan las nuevas tecnologías, van a necesitar saber cómo pensar para
poder analizar y sintetizar eficazmente la información que están recibiendo, a
pesar de la nueva tecnología, su dedicación debe seguir enfocada en el individuo.
Sabrán que los líderes dirigen gente, no cosas, números o proyectos. Tendrán que
ser capaces de suministrar la que la gente quiera con el fin de motivar a quienes
están dirigiendo. Tendrán que desarrolla su capacidad de escuchar para describir
lo que la gente desea. Y tendrán que desarrollar su capacidad de proyectar, tanto
a corto como a largo plazo, para conservar un margen de competencia.
3.2 - El liderazgo como función dentro de la Organizaciones
Conforme se consolida la teoría de la administración y de las organizaciones,
sobre todo en este siglo, ha cobrado fuerza el estudio del liderazgo como una
función dentro de las organizaciones. Esta perspectiva no enfatiza las
características ni el comportamiento del líder, sino " las circunstancias sobre las
cuales grupos de personas integran y organizan sus actividades hacia objetivos, y
sobre la forma en la función del liderazgo es analizada en términos de una relación
dinámica." Según esta perspectiva el líder es resultado de las necesidades de un
grupo.
Operacionalmente, un grupo tiende a actuar o hablar a través de uno de sus
miembros. Cuando todos tratan de hacerlo simultáneamente el resultado por lo
general es confuso o ambiguo.
La necesidad de un líder es evidente y real, y esta aumenta conforme los objetivos
del grupo son más complejos y amplios. Por ello, para organizarse y actuar como
una unidad, los miembros de un grupo eligen a un líder.
Este individuo es un instrumento del grupo para lograr sus objetivos y, sus
habilidades personales son valoradas en la medida que le son útiles al grupo.
El líder no lo es por su capacidad o habilidad en si mismas, sino porque estas
características son percibidas por el grupo como las necesarias para lograr el
objetivo. Por lo tanto, el líder tiene que ser analizado en términos de o función
dentro del grupo.
El líder se diferencia de los demás miembros de un grupo o de la sociedad por
ejercer mayor influencia en las actividades y en la organización de estas.
El líder adquiere status al lograr que el grupo o la comunidad logren sus metas. Su
apoyo resulta de que consigue para los miembros de su grupo, comunidad o
sociedad más que ninguna otra persona.
El líder tiene que distribuir el poder y la responsabilidad entre los miembros de su
grupo. Esta distribución juega un papel importante en la toma de decisiones y, por
lo tanto, también en el apoyo que el grupo le otorga.
Como el liderazgo está en función del grupo, es importante analizar no solo las
características de este sino también el contexto en el que el grupo se
desenvuelve. Pues se considera que estas características determinan quien se
convertirá en el líder del grupo.
Se ha encontrado que un individuo que destaca como un líder en una organización
constitucional no necesariamente destaca en una situación democrática, menos
estructurada.
Dependiendo si la situación requiere acción rápida e inmediata o permite
deliberación y planeación, los liderazgos pueden caer en personas diferentes.
En síntesis, " el líder es un producto no de sus características, sino de sus
relaciones funcionales con individuos específicos en una situación específica."
Aunque todavía se cree que hay líderes natos, partir del estudio del liderazgo
dentro de la perspectiva se fundamente la posición de que se pueden crear
líderes, con solo reforzar aquellas habilidades de liderazgo necesarias para una
organización o situación específica.
3.3 - Líderes y Gerentes
Los gerentes y los líderes son dos tipos de personas muy distintos. Los objetivos
de los gerentes surgen de las necesidades más que de los deseos; destacan por
su capacidad para apaciguar los conflictos entre individuos o departamentos,
calmando a las partes para garantizar que el trabajo del día a día se haga. En
contraste, los líderes adoptan activamente una actitud personal frente a las metas.
Buscan las oportunidades y recompensas que los aguardan a la vuelta de la
esquina, inspirando a sus subordinados y encendiendo el proceso creativo con su
propia energía. Su relación con empleados y colegas es intensa, y su ambiente de
trabajo es muchas veces caótico. En este artículo, publicado originalmente en
1977, el autor plantea que las empresas necesitan tanto de gerentes como de
líderes para sobrevivir y tener éxito. Pero en las mayores empresas
estadounidenses de la época, una cierta ¿mística gerencial¿ parecía perpetuar el
desarrollo de la personalidad de gerente, aquella que se sustenta en y se esfuerza
en preservar patrones de trabajo ordenados.
3.4- Líderes vs Jefes
El jefe de una empresa convoca a sus trabajadores a una reunión para pedirles;
en cambio, el LÍDER los convoca para ofrecerles. Tanto va el agua al cántaro que
termina por romperse. Los jefes son como los paneles de publicidad, te ofrecen de
todo y te dicen dónde conseguirlo, pero no se mueven para ayudarte a
encontrarlos.
Un líder sin visión no es más que un jefe.
El común denominador en las empresas exitosas no es su gran tamaño o su
gigantesca capacidad para realizar estrategias de marketing, es un gran liderazgo
con una visión bien definida.
Un líder no necesita ser jefe, en efecto, los líderes no siempre son las personas
con mayor jerarquía dentro de las organizaciones, los líderes son quienes saben
hacia donde quieren ir y transmiten esta seguridad a las personas que los rodean.
Es esta característica, la de tener fija una visión de futuro, la que buscan las
grandes firmas, las cuales están urgidas por encontrar a esas personas que
poseen una carta de navegación de la ruta a seguir y además tienen la capacidad
de planificar lo qué necesitará para llegar al puerto deseado. Es el líder, no el jefe,
quien conoce que encontrará barreras y obstáculos para llegar, pero tiene la
confianza, y el poder para transmitirla, en que lo va a lograr.
El líder no sufre de miedo a delegar porque sabe que dejando el mando en manos
de su gente es como se avanza, porque ¿quién más, si no el líder, conoce el
trabajo y las capacidades de las personas que lo rodean y está dispuesto a dar la
batalla por derribar las barreras burocráticas que le permitan a él y a su grupo
seguir avanzando?
El líder potencia a su gente no trata de estancarla, está permanentemente
escuchando a quienes lo rodean en la búsqueda de nuevas ideas que se puedan
aprovechar, además, está al tanto no sólo de lo que ocurre al interior de su
empresa sino de lo está pasando fuera de ella, quiere conocer cómo se podría
aprovechar una nueva tecnología para apalancar las ventajas competitivas o, por
qué no, para obtenerlas.
Pero no por estar en una búsqueda constante de progreso es un soñador que se
aparta de la realidad, por el contrario, sabe que es enfocándose en una tarea a la
vez como conseguirá alcanzar el éxito, de eso se trata la visión, de esforzarse por
conseguir pequeños logros que sumados significarán el éxito.
LÍDERJEFE
3.5 - Papel del líder en la organización
- Acepta el riesgo
- Fomenta la innovación
- Fomenta el aprendizaje
- Piensa y actúa estratégicamente
- Confia en el talento de sus subordinados
- Comunica de manera efectiva
- Planifica, organiza, evalua y controla
Las organizaciones dependen, para crecer y perdurar del liderazgo de sus
dirigentes y esto es válido para las que tienen fines de lucro y las que no. Ya que
las organizaciones dependen del líder, necesitamos ver qué aspectos de éste son
importantes. Un buen líder debe reunir cuatro condiciones; compromiso con la
misión, comunicación de la visión, confianza en sí mismo e integridad personal.
Pero el líder no sólo debe cumplir con estas condiciones, también debe cumplir
con ciertas virtudes que lo van a guiar en la buena toma de sus decisiones. Estas
virtudes son la prudencia, templanza, justicia y la fortaleza. La tarea del líder no es
tan fácil, debe ser capaz de tener muy buena comunicación y una capacidad de
integración, es hacer que los miembros de la organización liberen su energía para
el logro de un objetivo común. La comunicación cumple un rol protagónico pues
permite transmitir lo que está dentro de nosotros tal como lo sentimos. Y la
integración permite realizar acciones eficientes en forma conjunta y sin
desconexiones.
Básicamente el liderazgo consiste en una forma de ser, pues el líder se va
formando día a día: en la pasión por la misión, en la acción y en los valores
fundamentales.
Además un líder no solamente debe delegar responsabilidades sino que debe
expandir el poder hacia otros, ser humilde y considerarse sustituible.
CAPITULO - IV
LÍDERAZGO EN LA ACTUALIDAD
4.1 – El Lider del futuro
Las capacidades de las personas que serán los líderes de las empresas en el
futuro serán mayores a las actuales. Hoy en día se han identificado seis
tendencias en el mundo que todo líder deberá manejar si quiere lograr el éxito y el
del grupo que dirige. Se debe tener en cuenta es la globalización. Con ella los
líderes tienen la necesidad de ser flexibles, multibilingües y con movilidad
internacional para trabajar en cualquier país.
Otra de las tendencias es el impacto climático y ambiental, que los líderes sean
socialmente responsables en las organizaciones. La tercera tiene que ver con el
cambio demográfico, ya que el crecimiento de las poblaciones hace que se deba
tener la capacidad de gestionar diferentes culturas e incluso generaciones.
La cuarta tendencia es la individualización y la clave para los líderes es esta es
crear lealtad en su equipo. La quinta es el estilo de vida digital, ya que hay menos
fronteras con ello y nuevas formas de comunicarse por lo que el líder debe tener la
sabiduría digital para aprovecharlo a su gestión. La última es usar la tecnología
para innovar en su día a día.
“Las futuras generaciones vienen con bastante de estas características. Los
nativos digitales, los milenials la tienen y en esos casos lo que se tiene que
trabajar más en profundidad es cómo gestionar estos equipos que pueden ser
heterogéneos o multidisciplinarios, que posiblemente tengan a cargo personas de
otras generaciones, gente con mayor antigüedad”.
4.2 – El liderazgo efectivo es convertir las aspiraciones en hechos
El resultado del liderazgo efectivo es sencillo. Debe convertir las aspiraciones en
hechos. Las aspiraciones llegan de muchas maneras: estrategias, objetivos,
misiones, visiones, previsión y planes. Prescindiendo de la palabra, los líderes
crean aspiraciones. Las aspiraciones exitosas tienen ciertas características
determinantes:
Se centran en el futuro, imaginándose lo que puede ser.
Conectan e integran toda la cadena de valor de una empresa (proveedores,
clientes y empleados) y no sólo lo que sucede en el interior de la firma.
Crean energía y entusiasmo acerca de lo que puede ser.
Se sirven de los corazones (emoción), de las mentes (cogniciones) y pies (acción)
de los empleados.
Sin embargo, la labor del líder no es simplemente la de aspirar, sino también la de
actuar. Convertir las aspiraciones en hechos es traducir una declaración de
intenciones en una serie de comportamientos. Los líderes del futuro no se
limitarán a «querer convertirse en el destacado proveedor mundial» o a «prever el
cambio de los valores de los clientes a través de empleados totalmente
entregados a su labor». Por el contrario, intencionadamente y a propósito crearán
actuaciones que hagan realidad estas aspiraciones. No bastará con escribir
enunciados de valores; estos enunciados tendrán que crear valor. No será
suficiente dirigir reuniones de trabajo para generar ideas; las ideas o las visiones
tendrán que reflejarse en los comportamientos cotidianos. No será suficiente
declarar una intención; los líderes tendrán que cumplir lo prometido.
4.3 – Los supuestos del liderazgo
Los líderes del futuro tendrán que cambiar de 5 maneras Liderazgo en la cumbre
de la empresa, Acontecimientos que sólo se da una vez, Adalides individuales,
Victorias de equipo, Procesos continuos Liderazgo compartido
4.4 – La responsabilidad del liderazgo, credibilidad por aptitud
Los buenos líderes deben ser creíbles
Deben tener hábitos, valores, rasgos y aptitudes personales para engendrar
confianza y el compromiso de aquellos que han de seguir su dirección
Capaces de crear aptitud organizacional
Dar forma a las organizaciones
Debe engendrar credibilidad personal
4.5 – Cuatro errores comunes de un líder
Los líderes tienen que enfrentarse a mucha responsabilidad y, en varios casos,
cometen errores que deben ser afrontados y corregidos para que puedan
convertirse en nuevas oportunidades o estrategias de cultura empresarial.
Como líder, estás al frente a una gran cantidad de responsabilidad y estrés en el
día a día. Muchas veces, y sin que esto sea un mal indicador, cometes diferentes
errores que, como primera característica de un buen líder, deber reconocer y
afrontar de una manera profesional y abierta al análisis.
El portal Business News Daily ha clasificado cuatro errores comunes pero
importantes que la mayoría de líderes ha cometido en algún momento de su vida
profesional y, tal vez, en su vida personal también. Tenlos en cuenta y analiza si lo
has cometido y busca la mejor manera de solucionarlos o de enfrentarlos con
creatividad y trabajo en equipo para que estos pequeños tropiezos se conviertan
en oportunidades de crecimiento.
1. Contratar muy rápido
Muchas veces, cuando el proyecto o negocio está empezando a desarrollarse,
toda la responsabilidad es afrontada por el líder. Por esto, cuando se tiene un
poco de dinero para comenzar a ampliar el equipo, los líderes tienden a hacerlo
muy rápidamente para poder delegar tareas y obtener más tiempo para otras
cosas.
Sin embargo, esto no siempre funciona. El primer candidato tal vez no sea el más
indicado para el puesto. Si piensas en contratar nuevas personas para tu equipo,
tómate el tiempo de conocerlas, evaluar sus fortalezas, analizar si es lo que estás
buscando o si la persona puede aportar algo nuevo a la empresa o proyecto.
2. Esperar demasiado de los demás
Este error tiene mucho que ver con el primero. Si contratas a una persona
rápidamente y esta resulta no ser adecuada para el trabajo, los resultados pueden
ser muy negativos para la empresa, para el líder y para la persona que acaba de
conseguir el puesto.
Muchas veces, las razones de que un empleado falle al poco tiempo de haber sido
contratado es porque no tuvo el entrenamiento necesario (nadie va a aprender en
una semana lo que tú aprendiste en tres años) y porque no fue evaluada
adecuadamente para encontrar el puesto más adecuado.
Tómate tu tiempo para conocer a los integrantes de tu equipo antes de delegarles
responsabilidades muy grandes. Si no les das las herramientas necesarias,
comenzarán a fallar muy pronto y terminarán por irse o por ser despedidos.
3. Asumir que tú tienes la razón
Uno de los más grandes y más comunes errores. Asumir que tu liderazgo te da el
poder de tener la razón siempre.
Muchas veces, la experiencia o el mismo puesto lleva al líder a creer que las
cosas se están haciendo bien o se están delegando de la manera correcta, a
pesar de que su equipo no piense lo mismo. ¿Cómo se soluciona esta
situación?
Comunicación ante todo. Escuchar a tu equipo de trabajo debe ser un hábito
constante y parte importante de la cultura organizacional de la empresa. Dar un
paso atrás y dejar que los colaboradores puedan criticar, analizar y originar ideas
es lo mejor para tener una perspectiva más amplia del ritmo de trabajo del equipo.
Además, dejar que el equipo tenga sus propios logros y tengan iniciativa es muy
saludable para las empresas.
4. Fallar cuando delegas
Muchas veces lo líderes se estancan en la idea de que las cosas sólo tienen una
manera correcta de hacerse, la suya. Con toda la responsabilidad en sus
hombros, el líder que no aprende a delegar será el que más rápido de ahogue en
la pila de cosas para hacer en el día a día.
Si te sientes lleno de tareas por hacer, pregúntate si es porque no estás
delegando de la manera correcta. ¿Puedes confiar en los demás para llevar a
cabo ciertas tareas?
El saber delegar significa que confías plenamente en las capacidades de tu equipo
de trabajo, y esto hará que los integrantes se sientan valorados y pongan más
empeño en su trabajo y en sus ideas. Recuerda que, como líder, no solo diriges el
grupo, también eres parte de el y la humildad de tu trabajo es la prueba de que no
estás por encima de tu equipo, sino que trabajan juntos.
4.6 – Siete comportamientos no convencionales de un líder
Los líderes notables saben cómo ganarse el respeto de sus colaboradores y,
sobre todo, propician la innovación, buscan rodearse de personas con distintas
experiencias y no dudan en escuchar a los demás.
Los líderes no son perfectos. Y, a veces, son francamente peculiares. Pero ellos
muestran un conjunto de comportamientos que logra inspirar al resto. Aquí las
conductas menos comunes, según una reciente publicación de Forbes:
1 - Juegan al ‘abogado del diablo’.
¿Alguna vez ha visto a un líder que desafía el ‘statu quo’ de su colaborador con
regularidad y adopta una posición contraria al argumento de éste incluso si está de
acuerdo con su punto de vista? Rara vez ocurre en el mundo de los negocios.
Los grandes líderes hacen una y otra pregunta para poner a prueba la
comprensión de su subordinado sobre algún tema en particular. Ellos defienden el
punto de vista opuesto sólo para saber si su equipo no logró hallar algo que puede
ser clave para el proyecto. Se necesita coraje para desafiar conocimientos, ideas.
2 - Asumen la culpa.
De hecho, es un comportamiento raro, pero hay que tener en cuenta lo siguiente:
los líderes excepcionales protegen a sus equipos y son humildes a la hora de ser
dueños de los logros.
3 - No cuidan el conocimiento convencional.
Jamás dicen “eso nunca se ha hecho antes”. Es difícil gestionar un equipo de
rebeldes, pero eso es exactamente lo que se necesita para cambiar la norma, para
desafiar lo tradicional e incluir algo nuevo. Los líderes inspiradores no se
preocupan en exceso por los fracasos, saben que la única cosa que importa es la
respuesta. Los fracasos enseñan.
4 - Saben escuchar.
¿Alguna vez ha estado en una reunión donde el ejecutivo de más alto rango que
esta presente no ha dicho una palabra? Y eso no ocurre porque anda distraído
con el ordenador portátil o con el teléfono móvil respondiendo emails, sino porque
está escuchando atentamente lo que se debate en la reunión. Malcom Forbes dijo
alguna vez: “El arte de la conversación está en la escucha”. Los buenos líderes
escuchan, precisamente, cada vez que es necesario, lo que los integrantes del
equipo tienen que decir.
5 - Buscan siempre la diversidad.
Los gerentes tradicionales suelen rodearse de personas que tienen muchas cosas
en común a ellos. El favoritismo esta presente en la mayoría de las oficinas. Pero
los líderes excepcionales quieren salir de su zona de confort y buscan
deliberadamente la diversidad de opiniones, experiencias, perspectivas, etc.
6 - Apuestan por la curiosidad.
Los grandes líderes son también grandes innovadores. Y saben que la curiosidad
es una condición esencial para innovar. Ellos son lo suficientemente humildes
como para aceptar lo que no saben y lo suficientemente inteligentes como para
aprender de manera constante a lo largo de sus carreras.
7 - Logran ‘desconectarse’.
Los líderes extraordinarios no dudan en desenchufarse de lo laboral para
conectarse a otros intereses. Saben cómo crear un espacio donde la creatividad
prospere. Conocen sus límites y saben en qué momento sus niveles de energía
necesitan una ‘recarga’ para así continuar trabajando con éxito.
4.7 – Lo que los colaboradores esperan de sus líderes
Cuando los empleados no obtienen lo que esperan de ellos, pueden comenzar a
perder la confianza que habían depositado. Los requisitos para un buen liderazgo
están cambiando. ¿Cómo deben prepararse los líderes en este contexto?. El
liderazgo tiene que ver con las personas y si los líderes empiezan a perder el
contacto con aquellos a quienes dirigen pueden perder respaldo e incluso su
marca personal podría resultar afectada.
Ahora estos orientadores tienen que prepararse ante nuevos requisitos. Uno de
éstos es que deben tener una mayor inteligencia emocional para que puedan
conectarse de forma más intuitiva con sus empleados. Deben aprender a escuchar
más, tienen que ser facilitadores de oportunidades y entrenadores excepcionales.
En esa línea, hay algunas cosas, de sus líderes, que los trabajadores demandarán
con énfasis en el 2014, según una reciente publicación de Forbes:
Una identidad sólida
Los líderes deben consolidar su identidad. Muchos líderes hacen que sea difícil
que sus colaboradores puedan seguirlos porque carecen de originalidad y
coherencia. Los líderes sin identidad propia no logran conocerse a sí mismos y por
lo tanto carecen de la inteligencia emocional necesaria para conectarse con sus
empleados de manera significativa.
Sentido de urgencia
El mercado cambia rápido y su líder no puede caer en la complacencia. Los
líderes deben tener un sentido de urgencia para asegurar que su visión se
mantenga por delante de las demandas del mercado. No se debe confundir el
sentido de urgencia con la necesidad de mantener al equipo ocupado.
El aumento de la colaboración
Los grandes líderes saben que su éxito depende en gran medida de otros. Ellos
saben que deben mejorar su capacidad de guiar, inspirar y motivar a sus
subordinados directos. Son conscientes de que tienen que promover el trabajo en
equipo dentro de su organización.
El liderazgo de ideas
Un líder es una persona que identifica tendencias, temas comunes y patrones
dentro de una industria en particular. Para esto se requiere ser original en la forma
de pensar y, expresar un punto de vista de manera que pueda despertar el interés
de otras personas.
Involucramiento
Los líderes en el siglo 21 tienen que ser más emprendedores que nunca. Ellos
necesitan ver su departamento como una pequeña empresa donde están
constantemente buscando maneras creativas, ingeniosas y rentables para crecer y
competir de forma rentable. Esto requiere que los líderes toquen el negocio, o sea,
se ensucien las manos.
Exploradores apasionados de nuevas posibilidades
Los líderes tienen que dar rienda suelta a su apasionada búsqueda de la
excelencia con el fin de desafiar el status quo y aprovechar las oportunidades
nunca antes vistas para propiciar avances en el lugar de trabajo.
4.8 – Cuatro reglas de Harvard para formar un líder
En 90% de los casos las empresas limitan el desarrollo de liderazgos, dice
académico de Harvard; una manera de formar a líderes disruptivos es con
incentivos que premie las nuevas ideas.
Los líderes disruptivos son los que detonan el cambio.
Una gran mayoría de las empresas se estanca en ‘equilibrio estable’, es decir
prefieren elegir a líderes que no toman grandes riesgos para responsabilizarlos de
un proyecto. “Eso no significa crear líderes que tomen decisiones audaces y
generen cambios”, explicó el especialista en comportamiento organizacional de la
escuela de negocios de Harvard.
Un verdadero líder, dijo, es al que no le interesa romper con el punto de vista que
ha prevalecido en su empresa por años. Pero la empresa debe ser lo
suficientemente flexible para crear un marco donde la persona rompa los
paradigmas sin ser señalado por el jefe que desea que las cosas se hagan a su
manera.
Según el profesor de Harvard, y participante del 49 Congreso Internacional de
Recursos Humanos, la empresa debe hacerse una pregunta clave para detectar y
desarrollar a un líder: ¿Estoy dispuesta a aceptar a quienes en teoría representan
un peligro por ir un paso adelante e invierto en dar seguimiento a su talento?
El autor del libro Indispensable: When Leaders Really Matter dijo en entrevista que
GE es un ejemplo de organizaciones que “filtran” líderes. Esto significa que con
base en los planes de negocio a futuro la empresa detecte quién dentro o fuera de
casa puede llenar las metas establecidas, y quien cumpla ese perfil sea
desarrollado.
“Les puede llevar tiempo encontrar a la persona, pero son un ejemplo de que filtrar
funciona, hay que tener claro a qué se enfrentan, quién les cumple el requisito,
observarlo, prepararlo”, añadió el académico.
Claves para formar a un líder
En experiencia del asesor en comportamiento organizacional, estos pasos facilitan
el descubrimiento y evolución de una persona con liderazgo:
1.Promover incentivos Para formar líderes disruptivos, que son quienes detonan
el cambio, la empresa debe promover un ambiente donde los jefes sean
evaluados anualmente no sólo por resultados, sino también por las nuevas ideas
que propuso el equipo en ese período, quién las propuso y por qué fueron o no
descartadas.
2. Retroalimentación. Si se quiere tener “súper estrellas” en el equipo, el primer
paso es promover un ambiente donde exista retroalimentación hacia los
empleados, cada tres o seis meses, sobre cómo van ligando su trabajo a metas
que deben cumplir en lo profesional y personal. Hay que desarrollar la escucha
activa como jefe, entender qué inspira a la gente, donde podría obtener un 80% de
buenos resultados, con 20% de trabajo realmente enfocado a mejorar su área. El
gran problema para el modelo 80-20 es que los empleados suelen trabajar sobre
lo urgente, no lo importante.
3. Haz que te quieran. Un empleado, sencillamente, suele vincularse afectiva y
laboralmente al jefe que lo inspira y representa un ejemplo a seguir, concluyó
Gautam Mukunda. Para formar líderes hay que empezar por tener directores de
equipo que los colaboradores respeten por factores más allá de ordenar.
4. Rompe con el modelo “divide y vencerás”. Mukunda reconoció que un pecado
del management ha sido liderar con el esquema de poner a los empleados uno en
contra de otro. Eso no es un ambiente propicio para crear líderes. Las personas
que generan ideas transformadoras tienen un semillero diferente, aquel que es
orientado a actuar en forma colaborativa, teniendo claro “qué de mi trabajo ayuda
a la misión del que se sienta a lado”.
Un buen indicador para tener un líder que no fue formado en la organización es
revisar en su curriculum como impactó con su trabajo en diferentes áreas de la
empresa, no solo en resultados finales.
CASO DE LIDERAZGO
Bill Marriott, presidente de la
multimillonaria Marriott Corporation,
pasa hasta la cuarta parte de su
tiempo viajando por EEUU, Europa y
otros lugares, para visitar a los
empleados de los hoteles y los
servicios de comida de la
compañía. Lo he visto entrar en un hotel y demostrarle al personal que él tiene
todo el tiempo del mundo para hablar con ellos y escuchar sus ideas sobre lo
que están haciendo. Se introduce en prácticamente todos los departamentos de
un hotel, estrecha las manos de los cocineros, las asistentas, los empleados de
recepción, los botones, los operarios de mantenimiento y los encargados de la
limpieza. El efecto es eléctrico. ‘Aquí estoy yo’, piensa una ama de casa, ‘una
persona común y trabajadora, dándole la mano al presidente del directorio de
la Marriot Corporation’. Quizá les parezca cursi a muchos ejecutivos y personas
de mentalidad administrativa, pero, para quien estrecha la mano de Marriott, ésa
es una experiencia muy potente.
Todas las veces que puede, Marriott les dice a sus gerentes: ‘Cuiden a los
empleados, y ellos cuidarán a los clientes’. Reconoce que una dimensión crítica
de su papel es servir como símbolo para el mensaje del valor de cliente. Cuando
él aparece, su presencia misma es el mensaje. Lo que diga sólo puede añadir
algunos detalles al mensaje básico que es: ‘Todos estamos aquí para crear
valor’.