Cómo montar una editorial

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Cómo montar una editorial Hoy en día, con la gran demanda que tienen las empresas editoriales, la popularidad de los libros electrónicos y software ha avanzado y la publicación de libros nunca ha sido tan fácil. Ésto requiere experiencia creativa y empresarial. La publicación de libros puede ser un negocio rentable si usted tiene la paciencia para construir un catálogo de libros y el tiempo para negociarlos podrá crear una editorial, a continuación algunos consejos. Instrucciones 1 Póngale un nombre a su editorial, fíjese que no se esté utilizando el mismo. Una vez que lo tenga, registrelo como un DBA o una LLC. Si va a publicar sus propios libros, un DBA funcionará bien. Si usted publica libros de otros autores, tendrá que establecer una LLC. Si usted decide formar una L.L.C. y publicar libros de otros, es posible que desee consultar a un abogado para obtener asesoría legal. Usted puede registrarse para obtener un DBA o un L.L.C. en línea, visitando la web de la Asociación de Pequeños Negocios. 2 Contrate al personal que necesita para ayudar con la publicación de libros. Usted puede hacer la mayor parte del trabajo o puede administrar para organizar a sus empleados. También puede contar con la ayuda de familiares y amigos. Es posible que necesite un contador, un ilustrador y una persona que se encargue de relaciones públicas o de marketing. Definitivamente, usted necesitará un editor. Si usted publica sus propios libros, no cometa el error de creer que usted puede editar su propio trabajo. 3 Localice formas de distribución. Sólo la impresión de los libros no es suficiente. No es necesario imprimir los libros antes de tiempo y almacenarlos. Usted puede imprimir cuando usted los necesita. Elija una empresa de impresión por demanda, que también ofrece una distribución de catálogos de libros. Si usted publica sus propios libros,

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Cmo montar una editorial

Hoy en da, con la gran demanda que tienen las empresas editoriales, la popularidad de los libros electrnicos y software ha avanzado y la publicacin de libros nunca ha sido tan fcil. sto requiere experiencia creativa y empresarial. La publicacin de libros puede ser un negocio rentable si usted tiene la paciencia para construir un catlogo de libros y el tiempo para negociarlos podr crear una editorial, a continuacin algunos consejos.

Instrucciones

1

Pngale un nombre a su editorial, fjese que no se est utilizando el mismo. Una vez que lo tenga, registrelo como un DBA o una LLC. Si va a publicar sus propios libros, un DBA funcionar bien. Si usted publica libros de otros autores, tendr que establecer una LLC. Si usted decide formar una L.L.C. y publicar libros de otros, es posible que desee consultar a un abogado para obtener asesora legal. Usted puede registrarse para obtener un DBA o un L.L.C. en lnea, visitando la web de la Asociacin de Pequeos Negocios.

2

Contrate al personal que necesita para ayudar con la publicacin de libros. Usted puede hacer la mayor parte del trabajo o puede administrar para organizar a sus empleados. Tambin puede contar con la ayuda de familiares y amigos. Es posible que necesite un contador, un ilustrador y una persona que se encargue de relaciones pblicas o de marketing. Definitivamente, usted necesitar un editor. Si usted publica sus propios libros, no cometa el error de creer que usted puede editar su propio trabajo.

3

Localice formas de distribucin. Slo la impresin de los libros no es suficiente. No es necesario imprimir los libros antes de tiempo y almacenarlos. Usted puede imprimir cuando usted los necesita. Elija una empresa de impresin por demanda, que tambin ofrece una distribucin de catlogos de libros. Si usted publica sus propios libros, asegrese de la compra de sus nmeros ISBN de Bowker (el nico medio legtimo para comprar ISBN). El ISBN es el Estndar Internacional del Nmero de Libro que identifica a sus libros y a usted como editor. Tambin recibe los libros que figuran en el catlogo nacional de impresin y los hace disponibles para su compra.

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Publique libros electrnicos si es posible. Los recursos en lnea tales como el Kindle de Amazon y Smashwords le darn acceso a un enorme mundo online de clientes. Publicar libros electrnicos a travs del catlogo Premium, lograr poner sus libros en Barnes & Noble, librera IPAD de Apple y la tienda de Sony Reader. Smashwords recoge todo el dinero para usted y lo distribuye a su compaa de publicaciones cada tres meses. Amazon distribuye el dinero mensualmente.

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Comercialice su libro. Llame a los medios de comunicacin como radios y peridicos locales y cree entrevistas. Visite las libreras de la zona y ofrezca firmar libros. Disfrute de los sitios de medios sociales como Facebook y MySpace para promocionar. Cuanto sus libros son ms visibles, mejor las probabilidades de que se vaya a vender lo suficiente para mantener su empresa editorial con vida.

Cmo crear una editorial personal (de bajo coste)Escribir, confeccionar el ebook, y ahora qu hago?

Despus de terminar el libro electrnico, muchos autores quieren publicarlo en varias plataformas o libreras (tales como Amazon, Apple, etctera) y venderlo directamente. La primera dificultad es que el autor se convierte en una pequea editorial y tiene que realizar tareas como publicar una pgina web, abrir una cuenta en PayPal para los pagos, buscar un sistema para que el comprador, despus de pagar, descargue el libro, enlazarlo a las libreras electrnicas y un sinfn de cosas ms. Algunos incluso optan por una solucin eficaz, pero ms compleja: abrir una web de comercio electrnico para vender uno o dos libros.

En junio del ao pasado, puse en marcha una pgina www.garciamongay.es para vender un libro electrnico, Cmo crear un ebook en 10 minutos. Despus de que Alberto Naya diseara una excelente portada, sub el libro a Amazon y a la iBook Store de Apple. Luego, contrat un dominio y el alojamiento. Despus, aprovechando una plantilla de WordPress, una cuenta de PayPal, para realizar los cobros, y Fetchapp,una sencilla aplicacin que permite gestionar las descargas, comenc a vender mi ebook sin proteccin anticopia (DRM) a un precio de 2,68 euros.

No, las ventas del librito no me han hecho millonario.

Seis meses despus de publicarlo el ebook todava no soy rico, qu le vamos a hacer. Se han vendido suficientes ejemplares como para pagar los gastos de puesta en marcha de mi pequea editorial personal, homenajearme con una buena cena y todava queda un pequeo remanente para publicar el prximo libro electrnico en el que ya estoy trabajando.

A partir de hoy, empiezo a probar una herramienta ms sencilla. Se trata de la aplicacinGanxy, que permite realizar un escaparate donde mostrar la portada del libro, publicar un texto de introduccin, permitir que los visitantes puedan difundir con facilidad el ebook en las redes sociales y que se suscriban a una lista de correo electrnico. Adems, en el escaparate se puede vender directamente a travs de Ganxy el ebook en cualquier formato (PDF, EPUB o MOBI) o enlazar a pginas de plataformas de venta como Amazon, Barnes y Apple.

A la hora de difundirlo, basta con copiar un cdigo que facilita Ganxy en el panel de control de cada usuario para publicarlo en la pgina personal o en el blog de un amigo (as se consigue que cualquier amigo se convierta en un vendedor de tu libro). Tambin explican cmo crear una pgina en Facebook para vender el ebook.

Crear el escaparate me ha resultado muy fcil y lo he realizado en unos pocos minutos. Se puede ver en www.garciamongay.es. He dejado en primer lugar el escaparate de Ganxy y, ms abajo, el que he empleado hasta ahora, para que as se vea la diferencia.

Ganxy cobra el 10 por ciento de comisin por realizar la venta directamente a travs de su pasarela de pago (que permite al comprador utilizar PayPal y tambin tarjetas de crdito). Por tanto, de mi ebook que cuesta 2,68 euros, habr que restarle 27 cntimos de gastos de venta. Si la transaccin se realiza directamente entre el comprador y el vendedor, PayPal cobra 44 cntimos. As que la venta en Ganxy cuesta 17 cntimos de euro menos por ejemplar que si se realiza en PayPal.

COMUNIDAD DE MADRIDhttp://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=filename%3DCuaderno14.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1220477767101&ssbinary=trueCmo se hace una editorial

Por Beatriz de MouraBeatriz de Moura, quien lleva ms de tres dcadas al frente de una de las editoriales ms importantes del idioma, fue invitada en julio de 2003 a participar en un curso en El Escorial, dirigido por Jess Garca Snchez y Luis Garca Montero, sobre cmo surge una novela, un poema, una cancin... y una editorial. El resultado es este irnico texto donde desglosa las grandezas y miserias de su profesin, til gua de iniciacin.INTRODUCCINFund Tusquets Editores hace 34 aos. Desde entonces, las aguas han cambiado radicalmente el cauce geolgico en el que me form y en el que me lanc de un modo pasional y, confieso, poco reflexivo al rafting de eso que se conoce hoy por "industria editorial". Por lo tanto, me pregunto por qu los organizadores de este curso me eligieron a m precisamente para hablar, ahora, a comienzos del siglo XXI , de cmo se hace una editorial en los tiempos que corren. Tal vez un Jos Huerta, fundador, propietario y editor de la editorial Lengua de Trapo (con tan slo ocho aos de existencia), hubiera sido una eleccin ms acertada. l habra podido hablarles, desde el presente mismo, de por qu se volvi lo bastante loco como para fundar una editorial en estos ltimos aos, de cmo todava no ha muerto en el intento, y probablemente, si resiste, de cmo cree que podr sobrevivir y salir adelante.Si acept el reto, tras pensarlo bastante, es porque a fin de cuentas algo, en esencia, sigue siendo inamovible para un editor literario y seguir sindolo mientras en la Tierra haya algn majareta que invierta sus bienes, y todo su tiempo, en dar a conocer los libros de su eleccin y en compartir con algunos lectores el placer que l mismo obtuvo de sus lecturas. A esto yo lo llamo vocacin. Uno se mete a editor como si se metiera a cura. A estos enloquecidos de hoy, cuando afortunadamente en Espaa proliferan por todas partes pequeos sellos editoriales, no pretendo dar consejos porque no sirven de nada; ni recetas mgicas porque no las hay. Intentar simplemente hilvanar unas ideas que, gracias a la perspectiva que hoy puedo tener de mi propia experiencia, tal vez puedan explicarles a ustedes por qu no recomendara ni a mi peor enemigo este oficio y este negocio si no le sintiera dispuesto a echarle todo el valor de que es capaz.Mi intervencin consta de cinco partes, que siguen a grandes rasgos el itinerario de un hipottico editor literario, desde antes de iniciar su trayectoria editorial. Que conste de antemano que slo me referir al editor literario, o sea a aquel que no antepone el mayor beneficio a la calidad de sus elecciones, o, si prefieren, al que se dirige consciente y premeditadamente a lectores habituales, que son los que visitan con frecuencia las libreras y que saben perfectamente cundo se les quiere dar gato por liebre, y todos sabemos que ese pblico, o mercado, no es, en principio, mayoritario...

I. PREMISASSupongamos que ese hipottico editor intuye que este oficio y este negocio requiere unas cuantas aptitudes adquiridas y algunas cualidades innatas, as como unos mnimos recursos econmicos, que, de carecer de ellos, mejor sera que no soara con dedicarse a tan arriesgada tarea. Otros, con una larga experiencia en el oficio, le habrn advertido ya de que una empresa editorial es una autntica tragaperras, aunque en ella trabaje una sola persona, instalada en el comedor de su propia vivienda, y slo produzca doce ttulos al ao.Ante todo, pues, se pondr a pensar si l mismo posee esas cualidades esenciales. Imaginemos que decide que s, que algunas posee; entonces, como armando su declogo, escribe las siguientes:

n Amar la lectura y, por supuesto, haber sido ya previamente un lector asiduo, de preferencia desde muy joven y, mejor an, desde nio.n Haber sido agraciado con el don de la curiosidad.n Carecer de prejuicios: un libro gusta o no gusta, cualquiera que sea su gnero literario, de dondequiera que provenga (culturas, pases o lenguas), quienquiera que lo haya escrito (mujer u hombre, negro, blanco, rojo o amarillo, hetero u homosexual, narciso, sado o masoquista o las tres cosas, creyente o ateo, de derecha o de izquierda, etc.).n Tener facilidad para los idiomas.n Estar dotado de un desarrollado "don de gentes" y de un notable don de la movilidad.n Haberse curtido en alguna experiencia laboral previa en las distintas actividades que genera una editorial, y saber en cul de ellas, de preferencia, cree que puede dar lo mejor de s mismo.n Ser paciente, muy, pero que muy paciente y muy, pero que muy tenaz, ms terco que una mula empecinada.n Sentirse atrado por el riesgo permanente, ser intrpido sin por ello llegar a ser temerario.n Ser competitivo, aunque (muy importante) sin caer en la envidia.n No ser tacao, sin ser manirroto.n Nunca pretender trabajar con horarios fijos.n En consecuencia, s saber organizar el trabajo, porque siempre habr ms. Al parecer, cuanto ms se trabaja, ms trabajo se genera, y recomiendan que sea as para la buena marcha del negocio.n Desprenderse del propio "ego", cueste lo que cueste. (Los nicos en una editorial que por lo visto pueden permitirse el lujo de exhibirlo son los escritores.)n Aprender de los errores casi cotidianos y, por tanto, a ser humilde dicen que casi en cada libro nuevo el editor se topa con un planteamiento distinto, de modo que nunca cesa de aprender.n Tener lo que suele llamarse "buen vino" y, de ser posible, "buena resaca", con el fin de participar con buen nimo en toda suerte de saraos y, al da siguiente, ponerse a trabajar como si no hubiera estado de farra hasta las tantas.n Finalmente, saber decir "No" a un manuscrito sin herir susceptibilidades, y "No" cuando el presupuesto lo impida...n Y aade como en sordina "...aunque se me parta el corazn."

Luego, nuestro hipottico editor se informar debidamente de cunto dinero deber disponer para poner en marcha su negocio y, con un inicio de angustia, maldice su suerte por no haber nacido francamente rico. Aun as, se dice con firmeza que, pase lo que pase, est dispuesto a invertir a fondo perdido lo que tiene durante el tiempo que sea necesario o que le lleven las circunstancias. "Ya me espabilar!" exclama por lo bajo.Y se pone inmediatamente a idear una lnea editorial. l ama la lectura hasta el punto de leerlo todo sin prejuicios, s, pero an le queda por saber por qu un libro le gusta, y otro no. El chico estudi letras y filologa y no tiene un pelo de tonto, de manera que descubre pronto que, de hecho, por encima de cualquier otra consideracin, debe primar ese por qu, ya que slo as llegar a formarse un criterio; establecido el criterio, no le resultar demasiado difcil trazar una lnea editorial diferenciada de otra, o sea el futuro armazn de un catlogo, de un fondo. Cae entonces en la cuenta de un hecho que hasta entonces le haba pasado desapercibido: hay tantas lecturas como lectores hay, por ejemplo, entre sus propios compaeros. Cada uno lee una novela a su modo, y cada uno se forma su propia opinin. El editor literario, igual; por qu habra de ser distinto a los dems lectores? Elige pues publicar segn su opinin su criterio los libros que conformarn su catlogo por supuesto, eso s, con el deseo evidente de que compartan su gusto cuantos ms lectores mejor.Acierta tambin al aplicar ese mismo criterio no slo ya a sus lecturas, sino a la manera en que las repartir en distintas colecciones, al diseo exterior e interior de las mismas y a la calidad del objeto-libro en s. "Slo as piensa con sensatez mi sello editorial ser reconocible para los lectores al cabo de los aos." Y una vez ms da en el clavo, porque ignora an si bien no tardar en saberlo que stos (los lectores) son precisamente los primeros en notar cundo una editorial pierde el norte, el norte que la ha orientado hasta entonces y que a ellos les ha fidelizado.nNuestro joven y entusiasta futuro editor oy entretanto comentar que hace un montn de aos hubo toda una saga de editores convencidos de que un libro poda provocar una revolucin o cambiar la visin del mundo. Esos editores eran tomados por intelectuales, a igualdad con los novelistas, pensadores y ensayistas que publicaban. "Ser yo un intelectual?" se pregunta con inquietud nuestro editor. Reflexionando sobre la cuestin, tambin se pregunta si, para un editor, este concepto y la actitud correspondiente no le vienen un poco grandes a las tareas que en realidad l deber realizar. Con el tiempo, ir cayendo en la cuenta de que ciertos conceptos y actitudes en la vida forman ms parte de una especie de "feria de vanidades" que de una actividad laboral propiamente dicha. De ah a asumir que el editor no es ms que un productor slo hay un paso. Ahora bien, lo que s lo rescata de esta pobre realidad es que produce libros en lugar de electrodomsticos, cosmticos o armas. Y, hay que reconocerlo, un libro sigue conservando ese aura que remite al terreno sagrado de la creacin y del pensamiento. No en vano hoy en da el ms iletrado y cateto presentador de televisin no se siente "alguien" si no ha publicado un libro!Pero con el terreno sagrado de la creacin ha topado nuestro amigo! "ste sigue cavilando es el territorio exclusivo de quien nace creador, ya sea novelista, poeta, pintor, escultor, arquitecto, etc. O sea aquel que de la nada concibe y elabora una obra de arte y que, como esa facultad le es innata, no vive sino por y para ella, pase lo que pase, cueste lo que cueste. Un editor, en cambio, carece de ese don congnito, de ese talento, de ese regalo de los dioses. De forma que el hecho mismo de que sienta la vocacin de editor define mi verdadera naturaleza: la de quien, con cierta sensibilidad artstica y abierto al conocimiento, produce, divulga y da conocer una obra de creacin que le es afn, que admira y/o le interesa porque gratifica su sensibilidad y su curiosidad."Ante semejante evidencia de su capacidad deductiva, el editor en ciernes se siente ms aliviado y compensado.Visto desde este punto de mira, ya no le cuesta por tanto comprender que creadores y productores estn condenados a necesitarse irremediablemente el uno al otro. Para el creador en su caso los escritores, el editor es aquel que se encarga de que su obra llegue a los lectores; y para el editor los escritores son, en trminos industriales, la materia prima. (Recuerda entonces la relacin de un cineasta amigo suyo con su productor cinematogrfico y piensa que tanto un escritor como un editor son privilegiados, porque la obra, cuando llega a manos de su productor, est hecha, terminada, y ste elige publicarla con pleno conocimiento de causa; en cambio, la obra de un cineasta nunca estar hecha, terminada, si un productor no se arriesga a producirla cuando no es sino un proyecto...)"De modo que el oficio del editor literario en su calidad de productor resume l muy esquemticamente para sus adentros consiste esencialmente, y grosso modo, en dos funciones: primero, decidir, tras tomar conocimiento de la obra que se le ofrece, si sta entra en su lnea editorial y, despus, evaluar el coste de la produccin de la misma segn sus posibilidades econmicas en cada momento."nPero, como nuestro amigo sigue dndole vueltas al asunto porque en ello le va la vida, se percata de que, aun pudiendo elegir sobre una propuesta ya terminada, su producto, su materia prima, es una obra de creacin que, como cualquier obra de creacin, es veleidosa, radicalmente arbitraria y, por tanto, siempre distinta de cualquier otra, porque cada creador es Uno, y nico. Y no slo es Uno y nico el que crea, sino, como ya astutamente ha observado, cada uno de aquellos a quienes el editor dirige esa materia prima, o sea los lectores. Visto as, su negocio est de entrada fcil es deducirlo sujeto a una frgil sucesin de incgnitas: a) si cada producto, y cada receptor del mismo, es distinto y nico, este producto (el libro) a todas luces no se sujeta a ninguna ley de mercado que pueda orientarle a l, su productor; b) en un principio l ignorar, por tanto, a cuntos ejemplares del producto deber atenerse; y c) por si fuera poco, este producto, de no colocarse y venderse adecuadamente en sus naturales puntos de venta, le han dicho que le ser devuelto sin ms. Cmo saber entonces a ciencia cierta cunto deber o podr invertir en cada caso para no naufragar antes de haber podido alcanzar cierto punto de equilibrio? Y, en tales circunstancias, cmo luchar contracorriente contra la inevitable ley del mercado y del ms fuerte en un mundo ms bien salvaje en el que impera una competencia feroz?Pues bien, la verdad es que no tiene respuesta, ni deduce con lucidez nunca la tendr, porque los nicos aliados con los que cuenta, y contar en realidad a lo largo de su vida de editor literario, son tan inasibles e imprevisibles como la intuicin y el azar. Aun as, como parece querer persistir en su propsito, pronto le veremos tener que recurrir a algunas de las aptitudes y cualidades de su declogo, entre otras el gusto por la lectura y la atraccin por el riesgo, no sin antes haberse inyectado una buena dosis de tenacidad.Adems, as las cosas, y siendo ste un negocio tan azaroso, decidir probablemente que, puesto que no dispone de esa pequea fortuna que le permitira permanecer nico propietario de su empresa, ms le vale formar una sociedad de personas solventes y desprendidas, dotadas de una sensibilidad especial, a quienes su proyecto editorial pudiera entusiasmar y que estuvieran dispuestas a jugrsela confiando en sus apuestas editoriales. Muchos le han puesto sobre aviso alegando que esto es una utopa, una Arcadia inalcanzable, pero, como l es consciente de que se mueve en el terreno del azar, les contestar que, aun siendo difcil, es posible; se han dado casos notables en la historia de la edicin. Adems, l ha decidido ya que la palabra "imposible" no consta en su diccionario particular.nNosotros, por nuestra parte, vamos a suponer que en efecto lo consigue, porque nuestro editor literario es terco. Bien. Le ha llegado sin embargo el momento, antes de imprimir el primer libro, de apelar tambin a la prudencia, ya que todava le falta por saber con qu canales de distribucin y con cules mrgenes de beneficio podr contar para que ese libro, y los siguientes, lleguen a manos de sus destinatarios. Ya no son muchas las empresas distribuidoras independientes dispuestas a acoger ms fondos, y l mismo ahora lo sabe muy bien no tiene los medios para crear una red de distribucin propia. Pero, con la ayuda de un amiguete de uno de sus socios, consigue que un distribuidor acepte, proyecto en mano, hacer una prueba con ese nuevo futuro fondo.Tras estudiar los costos de fabricacin (papel, composicin, correccin de pruebas, fotolitos, impresin y encuadernacin) para producir, pongamos por caso, tres mil ejemplares del primer libro, se dispone a fijar el PVP, sin olvidar el IVA. Pero cmo se fija un PVP? Despus de mucho indagar, saca la conclusin de que en general se obtiene multiplicando los costos por un promedio del 9% o 10% del mismo, porque debe tener en cuenta no slo los gastos generales, los derechos de autor y el margen de posible beneficio que le permitir seguir con ms libros, sino sobre todo el porcentaje que se quedar el distribuidor para hacer su trabajo. De modo que si al fin fija el pvp en, por ejemplo, diez euros el ejemplar, una vez deducidos el porcentaje del distribuidor y del autor, a l le quedar entre un 30 y un 35% de cada ejemplar de ese libro. Sigue calculando nuestro amigo, algo alucinado, y toma conciencia de que slo si vende ms de la mitad de la edicin de tres mil ejemplares en un ao podr recuperar algo de lo invertido y pagar algo al autor, a quien ha adelantado ya el importe que supuso obtendra ste vendiendo 1500 ejemplares. A estas alturas, ya bastante angustiado, despus de mucho conversar con libreros y distribuidores, l no ignora que si, en cambio, al cabo de un tiempo cada vez ms corto (de uno a dos meses, siendo optimistas), tan corto que con frecuencia sus posibles lectores todava no se han enterado de su existencia este libro no llega a un mnimo aceptable de ventas, los libreros devolvern al distribuidor lo que queda de ese depsito para dejar lugar a otras novedades; el distribuidor, a su vez, al cabo de otro periodo, al comprobar que las pilas de los ejemplares devueltos se acumulan, sin visos de moverse, en sus estanteras abarrotadas, los devolver al almacn que, para empezar, nuestro amigo, el futuro editor, todava no tiene...Si realmente, con pleno conocimiento de cul ser el itinerario de ida y vuelta que tendrn sus libros, en los que invertir su dinero, sus infinitas horas de trabajo y sus ilusiones, agarra el toro por lo cuernos, contina firme en su empeo y acepta a conciencia las circunstancias y sus consecuencias, entonces, slo entonces, estar preparado para empezar su trayectoria vital como editor literario.

II. INICIOl, que es amigo de arquitectos, sabe que no se empieza a construir una casa por el tejado. Y menos una empresa editorial, como ha podido comprobarlo. Sin embargo, ha odo contar ancdotas acerca de algunos que lo han hecho, tanto y tan bien que, antes de publicar el primer libro, ya se haban gastado todo el presupuesto del que disponan. Cuando lo cuenta, a la gente le parece mentira, pero l sabe que es verdad. En lo que tal vez todava no ha cado es en que el mundo editorial est lleno de gente disparatada.Nuestro hombre, que sin embargo ya est instruido sobre muchos aspectos de ese mundo en el que le tocar vivir, y que es precavido, ha sacado la sabia conclusin de que, antes de cualquier otro gasto superfluo, pasan los autores con sus libros, o sea la materia prima sobre la que l sedimentar desde el principio su lnea editorial y el compromiso que ha adquirido con ella. Se privar, pues, de ciertas comodidades, como disponer de un local vistoso, de una secretaria, de un contable, de colaboradores fijos, etc., para dedicar de preferencia su dinero a publicar libros y cuadrar mejor sus cuentas. Qu remedio! l solito, quiz con la escasa ayuda de algn estudiante, becario o almas caritativas, apechugar con todo. Dispone de un instrumento de trabajo mgico: su ordenador. En ste s no repar en gastos, porque con l no slo se ahorrar un montn de sueldos, sino que podr editar textos, formatearlos a su gusto y pasarlos, impecables, al impresor en un CD. Pero, ay, enseguida le advierten, cuidado con los espejismos de lo virtual! Al parecer, a los ojos de segn quines, un libro, sin apenas erratas corregidas por el diccionario electrnico, perfectamente compuesto y formateado con la infinita lista de tipos, cuerpos y cajas que la tcnica les ofrece, cualquier texto hasta puede tomar aspecto de obra maestra y, con un poco de virtual entusiasmo, parecer, apenas encuadernado, destinado a arrasar en libreras. Para bien o para mal se convence al fin nuestro amigo, el ordenador no es sino una herramienta, aun siendo una de las portentosas conquistas del ser humano, y desde luego no suple al editor.l, y slo l, deber dar su opinin al autor, trabajar con l en el texto si es necesario, editarlo, elegir su diseo y la ilustracin de cubierta, redactar textos de solapas, firmar un contrato segn las leyes vigentes de Propiedad Intelectual y segn los acuerdos personales que suscriban de mutuo acuerdo; permanecer atento a los autores, a sus deseos y necesidades; hacer clculos de previsin, llevar el control de sus finanzas y de los vaivenes de la distribucin y ventas; calcular una posible promocin, establecer contactos en los medios de comunicacin idneos, mantenerlos siempre informados y enviarles ejemplares de cada libro; todo y bastante ms a la vez, sin distraerse un segundo porque, de lo contrario, perder el control de algunas de sus actividades, todas indispensables para que la casa todava en construccin empiece a sostenerse."Y sobre todo se dice lo que no puedo permitirme es perder lo esencial: a los autores con quienes me he comprometido." Entonces, al igual que el colega suyo con aos de experiencia y a quien consulta con frecuencia, se las arreglar para darles a conocer en el extranjero y, para ello, establecer contactos personales con editores de otros pases; frecuentar las ferias internacionales ms importantes, viajar para darse a conocer con su proyecto editorial en mano, y comentar los ttulos de su incipiente catlogo con quienes puedan interesarse por leerlos y quin sabe? algn da traducirlos y publicarlos en sus respectivos pases; comunicar a unos y otros el resultado de sus contactos y visitas, otra vez firmar contratosen las mejores condiciones para el autor y para s.

En fin, se ver inmerso en tantas actividades que si tuviera que enumerarlas todas no sabra a cul dar prioridad, porque le pareceran todas igualmente primordiales. Y si para desahogarse se las contara a un amigo, acodado a la barra de un bar a altas horas de la noche, a ste le parecera un martirologio que, adems, le trae sin cuidado."Total se detiene a razonar en una noche de pesimismo agudo nuestro editor literario, que ya ha lanzado al mercado unos cuantos ttulos: poner en marcha una editorial e intentar que alcance una presencia real no slo en su mercado natural, el de su lengua, sino en los mercados internacionales, es una tarea que me ha exigido una dedicacin exclusiva y, en todo caso, exhaustiva." (Y eso que todava no ha tenido un segundo para pensar en cmo llegar a ese mercado en Hispanoamrica.) "De hecho prosigue l en sus sombros pensamientos estoy agotado, ya casi no voy al cine, no salgo a tomar copas con los amigos y mi novia me ha dejado, harta de no verme el pelo. Lo peor es que, adems, nunca sabr muy bien cunto tiempo podr seguir as, y menos cunto tiempo aguantarn mis socios esta situacin agobiante que se eterniza."

III. SUPERVIVENCIAY es que, sin darse muy bien cuenta, nuestro editor ha entrado ya en el periodo, largo y moroso, de la supervivencia. El desnimo es su peor enemigo: l lo siente, y quiere sobreponerse. En particular porque, para mantenerse a trancas y barrancas en el filo de la navaja el mayor tiempo posible fiel a su lnea editorial, ha debido conciliar la idea de tener la cabeza ms ocupada por otra suerte de letras que las literarias, que son por las que en realidad se ha metido en este lo... Con el fin de no desfallecer, su terquedad le ayuda a vencer cada vez sus ganas de tirar la toalla repitindose constantemente que slo en la continuidad de su empeo un da le llegarn nuevas oportunidades que le permitirn abrirse camino y sortear esas preocupaciones econmicas que, de momento, le impiden disfrutar plenamente de su oficio, que digmoslo de una vez ya le ha enganchado y del que ya est definitivamente colgado.Su amigo, el editor con ms aos de experiencia, le explica que es en esta fase cuando se suele caer en errores y trampas que, al ansiar sobrevivir como sea, podran ser fatales. De todos los que le cit su amigo, retuvo tres que le parecieron esenciales. "Retenerlos todos piensa es imposible porque en cualquier caso cada experiencia vital genera los suyos propios, y por eso la supervivencia nunca es igual para todos."De modo que abre en su ordenador una carpeta que pone: "Errores a evitar", y escribe:

n Primer error: desviarse de la lnea editorial con la esperanza de conseguir por fin un bestseller o lo que crees que puede ser un bestseller. Hay por lo visto editores con el olfato desarrollado casi exclusivamente para detectar este tipo de libros. Suelen trabajar por cuenta ajena en el seno de poderosos grupos que anan varios sellos editoriales y, con el tiempo, al igual que un perro aprende a afinar su olfato para dar con drogas o armas, se van especializando en la busca y captura de este tipo de libros. Adems, disponen de presupuestos infinitamente ms elevados que el mo y, si han dado ya pruebas de su facultad olfativa, tienen hasta licencia para firmar cheques en blanco con ciertos autores que ofrecen garantas de ventas masivas. Pero un editor esencialmente literario como yo no slo carece de este tipo especfico de olfato, sino que no dispone de los medios para competir comercial y econmicamente con el poder adquisitivo y divulgativo de un macrogrupo. Sin embargo, de repente, me podra dar la loca y decidir que, si acierto con un bestseller, pronto podra disponer de ms medios para poder seguir haciendo lo que realmente es lo "mo". Est claro que cometera un error de clculo fabuloso, que podra conducir a la ruina de mi editorial, que no est preparada para una inversin de semejante calibre. Incluso en el caso sin duda hipottico de que recuperara algo de mi inversin con las ventas de ese libro, ste ahogara a los dems libros de mi catlogo en los que he puesto toda mi ilusin, y sus autores, que hasta ahora han depositado en m su confianza, no tardaran, con razn, en abandonarme por descuido, incompatibilidad o desconcierto.n Segundo error: hasta ahora no he obtenido ningn xito de venta demasiado satisfactorio, y puede que me ocurra, de pronto, sin comerlo ni beberlo, que un libro se dispare en las libreras y obtenga al final del ao unos resultados espectaculares. Entonces, puedo caer en una trampa mortal: creer que "he llegado"; que, salvados momentneamente mis problemas ms inmediatos, ya estoy en disposicin de lanzarme a proyectos ms ambiciosos y costosos. En una editorial como la que deseo llevar a cabo, un ao puede ser excelente en cuanto a resultados, pero el siguiente no. Nunca debo olvidar por tanto que, si me mantengo firme y coherente en mi lnea editorial, siempre estar en manos del azar. Es muy difcil y, en este periodo de supervivencia, casi imposible que acierte dos plenos seguidos. Si, siempre por azar, los consiguiera, debera tambin tener siempre presente que mucha gente, flipada por el vrtigo de la corazonada, lo ha perdido todo en la ruleta. Y es que una editorial literaria tiene ms de ruleta que de otra cosa. Nada de temeridades!; lo que me toca ahora es ser prudente y armarme de paciencia.n Tercer error en dos variantes:a) Primera variante: consiste en caer exclusivamente en manos de agentes para los autores de lengua espaola. Ca, crdulo de m!, en la trampa de entusiasmarme con una primera novela que recib a travs de una agencia literaria. La publiqu con la sana intencin de seguir al autor en su trayectoria de escritor. Lo que me pas me doli muchsimo. Invert toda mi ilusin y algo de dinero en esa primera novela, su autor se mostr encantado y me asegur que, en cuanto la tuviera, me mandara la segunda. Ahora bien, ni esa novela primeriza, ni la segunda ni la tercera, alcanzaron las cotas de venta que el agente estim conveniente. ste que cobra del autor un porcentaje sobre sus derechos le aconseja probar en otra editorial que le pagar un adelanto muy superior sobre sus derechos de autor. Resultado: su siguiente novela fue a parar a un mejor postor que, por supuesto, no recuper siquiera el adelanto, porque esa cuarta novela pas totalmente desapercibida bajo el nuevo sello, en el que no pegaba ni con Super Glue.b) Segunda variante: s de un colega que cometi un error similar: un agente le ofreci muy amablemente la posibilidad de publicar, por una cantidad notable de dinero en concepto de adelanto sobre derechos de autor, la ltima novela de un escritor ya consagrado y cuya obra anterior se haba vendido razonablemente bien en otros sellos editoriales. (En estos casos, digo yo, debera sonar una seal de alarma en la oficina de todo editor como yo, en particular si se le avisa de que el periodo del posible contrato caducar a los cinco aos a partir de la firma del mismo.) Por mucho que corriera, mi colega public ese libro unos meses ms tarde, y ech la casa por la ventana en promocin para que las ventas pasaran de razonables a excelentes a fin de dar pruebas al agente de su eficacia y convencerle de que ese autor debe seguir en su catlogo. Incluso so con recuperar alguna de sus obras anteriores! Pero, para su desgracia, las ventas siguieron siendo tan slo razonables y haba trascurrido ya la mitad del plazo que prevea el contrato. Por supuesto, la siguiente obra de ese autor consagrado, que sin duda haba dado prestigio a su catlogo, apareci bajo otro sello, y a l no le qued otra salida que jurarse a s mismo que nunca ms le tomaran el pelo. Y, de paso, he aprendido la leccin.

(Hasta aqu las reflexiones de nuestro amigo en su ordenador.)

nSon en efecto tantas las tentaciones y tantos los posibles deslices que es muy fcil perder pie con respecto a la propia realidad. Siguiendo los tropiezos de nuestro editor literario, hemos visto que la realidad est a su vez estrechamente vinculada al equilibrio siempre inestable de sus finanzas. Y en este punto es cuado se le debe desear un corazn a prueba de infartos y una fortaleza que slo se sostiene gracias a su obstinacin (o adiccin), entre otros motivos porque no puede hacer partcipe a nadie, absolutamente a nadie, de su situacin. Debe mostrar siempre, aun en los peores momentos, una apariencia saludable, despreocupada y hasta alegre. De lo contrario, no faltaran las consabidas lenguas viperinas, siempre al acecho, que predeciran en los no menos consabidos corrillos de frustrados y envidiosos la inminente cada de esa empresa utpica que pretende ostentar ante este mundo vendido al mercado que el dinero no lo es todo. Y aqu tambin es cuando aparece la mula empecinada que lleva dentro nuestro personaje y cuando la pone realmente a prueba. Si resiste, si sigue su ruta funmbula con la sonrisa en los labios, si no ceja en pagar lo ms puntualmente que pueda a sus acreedores y en particular a los autores aunque ese mes se prive incluso de su propio sueldo, tiene bastantes probabilidades de superar ese largo recorrido sembrado de incertidumbres y vacilaciones, ganndose la confianza de todos aquellos de quienes depende su actividad y, de paso, la fidelidad de un pblico lector que ya sabe a estas alturas que su sello editorial no le defraudar.IV. CONSOLIDACINLlegados a este punto, hagamos otro esfuerzo e imaginemos que, un da cualquiera, gracias por ejemplo a las relaciones que entretanto ha tejido en el mundo entero, llega a sus odos que puede hacer una apuesta con ms probabilidades que nunca de no equivocarse. Y, una vez ms, acepta jugrsela.Por supuesto, est escamado y procede con cautela, porque ya es consciente de que a lo mejor se mete en otro berenjenal, pero a estas alturas ha afinado l tambin su olfato, ha aguzado su intuicin, sabe que esta vez juega casi sobre seguro en todo caso en lo que al prestigio y al valor real de su catlogo se refiere. En fin, hecha la apuesta, acierta un pleno en el que ha apostado muchas fichas, y obtiene lo que pareca imposible: satisfacer al autor, llenar sus propias arcas y, por fin, repartir entre los socios algo de beneficio. A la vista del xito, acuden a l nuevos autores y otros ya consagrados, en la mayora de los casos sin agentes. Empiezan a sentirse a gusto con su editor, se consideran bien atendidos y recompensados. Entretanto, nuestro hombre ha podido ir contratando lentamente, muy poco a poco, a ms colaboradores, que van agolpndose y acomodndose como pueden en el mismo pequeo espacio que ha ocupado l hasta entonces. Y, por fin, tambin un da, se percata de que ya no tiene letras pendientes en ningn banco, de que ha liquidado todos los crditos, de que dispone de cierta liquidez financiera, de que su catlogo es de lo ms digno, de que se siente muy orgulloso de l y... de que lleva ya unos veinte o 25 aos en el oficio!Puedo asegurarles, con conocimiento de causa, que ese da es uno de los ms felices de su vida.Ahora bien, otro peligro le acecha muy pronto detrs de una retahla de preguntas inevitables: qu hacer ahora? Crecer? Ampliar no slo el local que ocupa y donde ya no cabe ni un alfiler, sino tambin su catlogo, es decir crear nuevas colecciones, contratar a ms autores, publicar ms novedades? Comprar a los socios sus acciones y convertirse en nico propietario de su empresa?Varios avisos de "alto riesgo" como escribi un da en su ordenador nuestro amigo deberan encenderse en ese momento por todas partes. Sin embargo, pongamos que, cegado por su bienestar incipiente, emprendiera una eufrica carrera con juveniles y renovados impulsos hacia deseos y sueos largamente postergados, sin recordar que su negocio no por instantneamente solvente ha dejado de ser arriesgado, y lo viramos lanzarse a competir compulsivamente con los ms poderosos. En algn momento, que ms tarde l mismo no sabra detectar, dejara de tocar suelo y se pondra a levitar entre faranicos proyectos y cifras de vrtigo que, en una especie de extraa espiral, le conduciran fatalmente al abismo.Pero supongamos, por el contrario, que, ante ese momento de grave indecisin, se diga que ya ha conseguido lo que se propona y por consiguiente que ya no est para ms trotes y ya puede adormilarse un poco. Sigamos suponiendo que, despus de una siesta ms larga de lo acostumbrado, al despertarse se percatara de que varios trenes, tras los cuales en otros tiempos hubiera corrido hasta perder el aliento, han pasado como quien dice bajo sus narices, cargados de colegas competidores que han tomado la delantera, si no para siempre, s a una distancia considerable que le costara demasiado recuperar otra vez. Ante tal eventualidad, estoico o desconsolado, puede que opte o bien por quedarse estancado a la espera de que su empresa termine con l en la gloria fugaz de sus das de felicidad, o bien por venderla al mejor postor, que se apresurara a adquirir ese fondo prestigioso que no ha sido capaz de construir l mismo. No les quepa la menor duda: lo primero que hara el nuevo propietario sera indemnizar al editor literario y, en menos de lo que canta un gallo, le pondra de patitas a la calle, con los bolsillos bien cargados, es cierto, pero frustrado e infeliz.Ante semejante panorama, vamos a desearle que reflexione una vez ms y recuerde que es ley de vida que todo lo que nace, crezca y se desarrolle. Por tanto, si nuestro editor es en efecto curioso por naturaleza, como ya sabemos que es, y no puede evitar ver qu ocurrir si opta por seguir activa pero pausadamente el curso natural de las cosas, crecer en efecto: ampliar de a poco y con prudencia su catlogo con ms colecciones y ms autores de su gusto, aumentar el nmero de novedades anuales y correr con los riesgos correspondientes. Ahora bien, su curiosidad no quedara satisfecha del todo si no pudiera acompaar todas y cada una de las etapas de esta nueva aventura y, de ser posible, su feliz desenlace. De modo que ah lo tendremos de nuevo, ya canoso y entrado en carnes, pero inquieto y en tensin, incombustible, de un lado para otro, sin cejar en su empeo, sin abandonar su objetivo primero, aunque abrindolo a otros horizontes, ensanchndolo y mimndolo, afinndolo, mejorndolo. Para ello no tendr ms remedio que contar con un mayor nmero de colaboradores y pasar a delegar en ellos parte de su actividad. No por ello se librar de otras tantas tareas, entre las que la ms importante ser la de seguir controlando de cerca tanto el nivel de su catlogo y la calidad misma de cada ttulo como de las cada vez ms complejas tareas relacionadas con las finanzas y la contabilidad, la red comercial, la contratacin y cesin de derechos, la promocin, y, por encima de todo ello, la constante atencin a los autores, a sus libros y manuscritos, al tratamiento de cada uno de ellos y cada uno a su modo como si cada uno fuera el nico, el ms guapo, el ms talentoso y el ms exitoso. Aunque se generaran empatas preferenciales, independientemente del talento, del xito y de la particular manera de ser de cada cual, todos y cada uno de "sus" autores, como ahora los llama, seguiran para l constituyendo su bien ms preciado.nBueno. Ya vencida tambin esta etapa sin demasiados errores irreversibles, podemos concluir que aquel editor literario nonato, que conocimos al comienzo de su historia, ha llegado a la plena madurez. Y en ese estado de febril y siempre frgil plenitud lo abandonaremos para volver a esta sala y al final de mi intervencin hoy aqu.

V. CONCLUSIONESDe esta semificcin, la mayora de ustedes habr quiz deducido que he querido retratar al editor literario como un personaje sufrido y abnegado, algo as como un misionero entregado a una causa sublime. Pues no, nada ms lejos de mi intencin. Si acaso el retrato de un tipo, que por cierto me resulta entraable, obsesionado con su oficio hasta lmites sicticos, ensimismado en, y alienado por, su quehacer, al que ama, si cabe y salvando distancias, con la misma pasin que un creador ama el suyo. Y por eso est un poco sonado, como lo estn todos los de su especie.Ahora bien, por loco que est, ha elegido libremente su oficio, y en l ha vivido das tan intensos, tan plenos, tan apasionantes, tan satisfactorios, tan enriquecedores como poca gente en el mundo habr tenido ocasin de vivir en toda su existencia. Ha sido para l una experiencia plenamente gratificante: saben ustedes de qu naturaleza es la emocin, por ejemplo, de un editor cuando, al leer una obra indita, tiene la neta impresin de encontrarse ante una autntica obra de arte y de que es el primero en poder disfrutarla? Saben ustedes cul es el talante del instante de felicidad que vive un editor cuando comprueba que una de esas obras es finalmente reconocida, buscada, leda por miles de personas? Conocen acaso el grado de admiracin y respeto, pero tambin de amor y odio, de apasionados conflictos mutuos que acaban en algunos casos establecindose entre editor y autor? Son ustedes capaces de comprender por qu su oficio, que le obliga a pasarse la vida en la incertidumbre en manos del azar, termina por ser una droga cuya adiccin, si no le deja colgado a medio camino, pasa a ser muy superior a cualquier otra que se le pueda ofrecer? Pueden imaginar el alcance de semejantes pasin y entrega que compensen con creces prescindir de una vida, pongamos por caso, familiar, hogarea y plcida, sin mayores sobresaltos?Por este, y no otro motivo, afirmaba al principio que no se puede recomendar de buena fe este oficio a quien no haya sido tocado por la varita de la vocacin.Convengan conmigo: nadie en su sano juicio lo recomendara por ejemplo a amigos o conocidos con mentalidad de oficinistas o burcratas que aspiren a una vida sedentaria y sin responsabilidades; o bien que sean iletrados, o prepotentes, o tacaos; o aun que hayan manifestado ser sectarios, intolerantes o puritanos; o tambin abstemios y bienpensantes, amantes del orden y las convenciones sociales.Y es que, amigos, el ancho y amplio mundo de la cultura libresca necesita vivir a tope y a fondo, y sta ser vivida con todo el margen de libertad que les sea dado a quienes la habitan y se alimentan de ella. - EMPRENDORAS.COM HYPERLINK "http://www.emprendedoras.com/article203.html" \t "_blank"

MONTAR UNA EDITORIAL VIRTUAL-Artculo escrito para por Estrella Cardona Gamio 2000/2001- Montar una editorial virtual es una alternativa sencilla y econmica si lo comparamos con aquella otra de hacerlo siguiendo los mtodos tradicionales que implican siempre un gran desembolso de capital, capital del que, la mayora de las veces, carece el editor en ciernes, entusiasta, pero indudablemente inexperto. Internet en este caso, allana muchos problemas y sus ventajas son lo primero que se toma en cuenta a la hora de meterse en negocios editoriales on line; la primera ventaja consiste en la inmediata difusin de los contenidos una vez la web aparece en la red, difusin que se alcanza por medio de buscadores y tambin, intercambiando links. En este caso, la promocin por medio de una buena poltica de relaciones pblicas, es fundamental, como por otro lado sucede con todo cuanto hace mencin al sistema de trabajo que rige Internet, un mundillo digital en el que la colaboracin es bsica.La segunda ventaja, lo hemos comentado al principio, es la de su bajo coste, ya que basta con tener un ordenador y saberse manejar con la informtica, para montarse una pgina web y comenzar a llenarla, en este caso con literatura.Ahora bien, los textos, u obras, pueden venirnos de autores conocidos previamente, o a travs de alguna convocatoria que los solicite. En este punto entramos en el terreno de la propiedad intelectual de cara al exterior; la editorial ha de responsabilizarse legalmente por medio del copyright para defender los derechos de sus autores, evitando as los plagios, por otra parte el autor puede, previamente, registrar sus obras en el Registro de la Propiedad Intelectual, trmite ste de mnimo desembolso.Una vez efectuados tales prolegmenos, web, autores, obras y promocin inicial, lo que procede es moverse constantemente procurando que la pgina posea elementos atractivos como para hacer que el pblico no slo acceda a ella una primera vez, sino que vuelva a la espera, satisfecha, de novedades. Porque lo importante en una editorial virtual, y todos sabemos lo que le cuesta a la gente leer, es que su oferta "enganche" al pblico y le haga repetir.Una editorial virtual, estamos hablando de pequeas empresas casi familiares y sin pretensiones de multinacional, puede vender sus obras al estilo de Stephen King, haciendo pagar por bajarlas de la red, o bien puede ofrecerlas gratuitamente y financiarse con la publicidad. En ambos casos, ya que el producto es el reclamo, los escritores cobraran sus derechos de autor.El sistema de lectura, al que no hemos hecho referencia todava, consiste en obtener la obra, novela, relatos o cuentos infantiles, imprimindola el usuario con su propia impresora y luego encuadernndola en una copistera. Tambin tenemos otra opcin, y aqu entran los e-books, soportes electrnicos tamao libro, pero con pantalla, que permiten almacenar bibliotecas enteras ya que su capacidad es grande siendo su tamao porttil y cmodo.Y lo ltimo que nos queda por decir es que los costes globales de la empresa son muy pocos, ya que darse de alta como editor tampoco cuesta una fortuna.No obstante, y aqu interviene el factor humano, el nico escollo que puede hacer que el negocio editorial on line, se vaya a pique es que sus editores pretendan enriquecerse por la va rpida y al ver que la fortuna esperada no llega a las primeras de cambio, pierdan la paciencia y abandonen. Este tipo de negocio requiere su tiempo, y al principio los nicos logros son de ndole moral que no material, por lo cual, si interesa, hay que saber esperar trabajando en el empeo sin descanso.Como cofundadora de C. CARDONA GAMIO EDICIONES http://www.ccgediciones.com en la que ocupo el cargo de redactora jefe, siendo mi hermana Concha la editora y webmaster, y Melsi Pelfort nuestra amiga y traductora, puedo afirmar con conocimiento de causa, que stos son los pasos que han de darse si se quiere montar una editorial on line, sin grandes pretensiones, pero con mucho entusiasmo y dedicacin.La aventura de escribir es romntica, mas apasionante, ojal podamos trasmitir al pblico lector el sentimiento que nos impulsa a la hora de convertir un sueo en Editorial.

Un declogo para crear una estrategia en edicin digital

Por Arantxa Mellado el 30.11.2011

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Ayer particip como invitada en la Jornada sobre edicin digital para los responsables de los departamentos de edicin de la Generalitat. Por cierto, los asistentes fueron 250, no me imaginaba que hubiera tanto funcionario implicado en la edicin en Catalua.

Entre los ponentes estaban Enric Faura, director de Edi.cat, y Silvia Clemares (@silviaclemares), actual responsable de Kobo para Espaa y antigua responsable de digitalizacin de Grup62. Enric habl de la cadena de valor del libro digital, y Silvia, de la organizacin de los flujos de trabajo en una editorial que quiera editar eficientemente en digital. Los dos estuvieron magistrales y dijeron verdades como puos, algunas aterradoras para los asistentes (preguntada por la coordinacin de las publicaciones en digital y papel, Silvia Clemares afirm que en la mayora de los casos se duplican los trabajos y que lo que hacen 7 departamentos lo podra hacer uno y de forma ms efectiva con las ideas claras y bien organizado).

De lo mucho y muy interesante que explicaron Silvia Clemares y Enric Faura traslado aqu una serie de ideas clave en las que ambos coincidieron, y que comparto y explico a mi manera. Enric lo llam Declogo de una estrategia digital.Muchos editores se han lanzado alegremente a editar en digital sin meditar previamente todo lo que ello supone para su estructura empresarial, para su negocio y para sus finanzas, y las consecuencias no han sido precisamente favorables. Por ello es recomendable que, antes de empezar a digitalizar -y si ya se ha hecho, antes de continuar hacindolo-, se analicen bien todas las decisiones que la edicin en digital implica:

1. FormatosA pesar de que parece que el ePub se perfila como el formato que tiende a imponerse, la industria an no ha consagrado ningn formato como un estndar -entre otras cosas porque estos estn en constante evolucin-, aunque sera altamente conveniente. Por ello, cada editorial debe valorar qu es lo que conviene a su catlogo, teniendo en cuenta el tipo de contenidos que vende, a travs de qu canales y a qu pblico. Ello implica investigar e informarse sobre las caractersticas y coste de cada uno de los formatos, pero es un inversin en tiempo que seguro que sale rentable.

2. DRMProteger los archivos con el DRM que sea no es obligatorio, a pesar de lo que muchos creen, ni es la panacea universal contra la piratera, apesar de lo que an muchos ms creen. Lautilizacino no de DRM es una decisin que debe tomar el editor valorando los pros (cierta seguridad anti copia, que no garanta) y los contras (lectores mosqueados por la dificultad en la descarga etc. de los libros comprados).

3. Derechos de autorNo se puede publicar sin tener los derechos de autor: que un autor est muerto no quiere decir que sus derechos estn libres, han de pasar 70 aos desde la muerte para que la obra pase a ser de dominio pblico.Tampoco se pueden publicar sin consentimiento de su autor, o de sus herederos, imgenes (fotos, ilustraciones) y tablas -esto s que no se me hubiera ocurrido jams si no me lo cuenta Silvia-. Si no hay derechos, o no se publica el libro o no se publica la tabla y/o imagen.

En cuanto a las obras hurfanas, esas que an no son de dominio pblico pero cuyo autor o herederos estn en paradero desconocido, o que hacen muchas editoriales es poner en la pgina de crditos un aviso diciendo que no han podido encontrar al autor, pero que estn a su disposicin en caso que ste se entere de la publicacin del libro.

4. PrecioEl precio de los libros digitales no slo ha de pensarse libro a libro, sino formato a formato, y teniendo en cuenta si se trata de un libro del fondo o una novedad. En caso de ser libros del fondo, que se suponen ya amortizados y explotados en todos sus formatos en papel, lo razonable sera precios por debajo del 50% del pvp del libro impreso.Una vez determinado el precio, lo ideal sera ir estudiando el comportamiento del libro digital en la red e ir variando los precios hasta encontrar la curva de precio ideal. Hay editoriales (anglosajonas, of course) que contratan a especialistas en la determinacin de precios.

5. ContenidosDecir que el editor debe saber qu tiene en su catlogo y cmo lo tiene no es ninguna tontera.Es necesario que la editorial cuente con un repositorio de contenidos y cree una base de datos de contenidos digitales, ydecidir qu sistema de gestin de archivos y ttulos se usa.

Por otra parte, hay que valorar tambin lo que vale la pena o no digitalizar, y ello precisa de un buen conocimiento del propio mercado y de sus nichos.

6. ProduccinLa organizacin de los flujos de trabajo de la editorial debe ser revisada para evitar la duplicidad en las tarea y procurar la mayor economa de esfuerzos. Hay que pensar en digital (lo escribo en negrita porque este procesador de textos no da para ms, pero si pudiera lo pondra en nen brillante y parpadeante). Si se trabaja en indesign luego habr que hacer una conversin para poder publicar en digital. Si se trabaja directamente en formatos digitales no har falta una posterior conversin para imprenta.

7. DistribucinIntermediacin o desintermediacin, sa es la cuestin. O un sistema mixto. Es fundamental ponderar cuidadosamente lo que aportan cada sistema de distribucin y cada empresa antes de tomar decisiones. Y tambin hay que analizar muy cuidadosamente las propias capacidades antes de prescindir de ellos.

8. ComercializacinCon internet los canales de venta se multiplican de una forma impensable en la realidad analgica: blogs, redes sociales, plataformas de lectura social, libreras virtuales, la propia web La tentacin de estar en todas partes puede ser fuerte, pero hay que analizar cada uno de estos canales antes de tomar decisiones precipitadas, porque ni todo sirve, ni todo es rentable, ni todo es adecuado para todos los contenidos digitales, o simplemente, porque el volumen de la editorial no da para controlar tantos canales. Ya se sabe, quien mucho abarca poco aprieta: cada uno ha de conocer su producto y su mercado, pero tambin sus propias limitaciones.Y cuidado con firmar el primer contrato que a uno le ponen por delante, por mucho que venga de macro-mega-super famosas plataformas. Hay que leerse las cosas muy bien antes de firmarlas, preguntar mucho y estar muy seguro de que se entienden perfectamente todas lasclusulas (y ms si el contrato est en ingls). Y si no se est de acuerdo, pues se negocia con santa paz (o con santo cabreo, que por lo visto corren por ah contratos que lo merecen).

9. Comunicacin y marketingSi en el mundo analgico la publicidad y el conocimiento de los mercados son importantes, en la venta de libros digitales tambin o ms. Los buscadores no son mgicos, Google no encuentra tus libros por el hecho de que estn colgados por aqu y por all. Tampoco son mgicas las redes sociales: tener una cuenta en Twitter y un perfil en Facebook no har que se vendan ms libros.La ventaja de Internet es que las acciones de marketing pueden llegar a donde era imposible por los medios tradicionales y a un coste tambin impensable en los medios tradicionales, pero ello requiere dedicacin, perseverancia, curiosidad por el medio, conocimiento del propio mercado y de los lectores-clientes y bsqueda de sus nichos.Lanzarse a conquistar las amricas internuticas sin haber hecho antes los deberes correspondientes -a saber, tener muy claro qu se quiere comunicar, con qu objetivo y a quin- seguramente tendr como resultado una enorme decepcin a la par de una enorme prdida de tiempo.

10. InversinAntes de ponerse a digitalizar, con todo lo que conlleva y que est descrito en los 9 puntos anteriores, hay que saber cunto va a costar y hacer una previsin de qu retorno va a tener la inversin que se hace: hay muchas empresas que piensan los nmeros digitales multiplicando el precio de la conversin por los libros que tienen en catlogo. La previsin de la inversin para editar en digital debe hacerse mediante la cuantificacin de todas las acciones que conlleva el nuevo negocio. Por eso este punto est en el nmero 10 y no en el 1.Un buen anlisis de los puntos anteriores, que significar un buen conocimiento de la propia estructura, del producto que se comercializa y de los mercados a los que se dirige, llevar a una buena planificacin.

Bonus track: Hay que ser prudente con los dineros, pero no confundir la prudencia con el miedo a equivocarse. Estamos ante un nuevo juego en el que la mayora de las reglas an estn por escribir. Parte del xito se basa en la experimentacin, en el ejercicio de la prueba, aunque lleve a error.Equivocarse no es fracasar, no intentarlo puede llevar al fracaso.

Pasos a dar para iniciar un negocio editorial

Iniciar un negocio editorial exitoso y prometedor, demanda determinados requisitos legales, pero por sobre todo, se funda en las capacidades personales y de relacin.

Iniciar un negocio editorial suele ser una idea innovadora y con futuro. El mismo, se plantea a partir de una serie de pasos legales bsicos y requiere de grandes habilidades en cuanto a recursos humanos. Adems de los alcances propios de la empresa, tales como impresin, presentacin o distribucin, se debe asumir un rol fundamental en la seleccin de contenidos viables.

Requisitos legales Iniciar un negocio editorial posee ciertos requisitos enmarcados en las exigencias de las leyes vigentes, al igual que cualquier otro emprendimiento comercial. Si bien en cuanto a las pretensiones fiscales, no difieren demasiado de los dems comercios, el mundo editorial posee ciertas clusulas legales propias.

Bsicamente, las normas impositivas plantean el pago de impuestos normales de cada pas, entre los que se destaca el IVA. Luego, las editoriales deben poseer ISBN, un cdigo de barras de identificacin, el cual aparecer impreso en los libros que de ella flucten. Finalmente, dentro de los requisitos legales, se ubica el depsito legal, el cual variar su monto de acuerdo a lo establecido por ley en cada pas.

En cuanto a la infraestructura del local delegado a la empresa, no son muchas las exigencias. Simplemente, se solicitan las medidas de seguridad e higiene habituales, tales como sanitarios correctamente instalados, extintores y los accesorios complementarios.

Cmo llevar adelante el negocio? Las editoriales suelen ser empresas de fcil constitucin, ya que muchas de las actividades que lleva a cabo pueden ser derivadas a terceros. Por ejemplo, no es necesario contar con imprenta propia, los correctores trabajan en ocasiones de manera freelance o por unidades ingresadas a la empresa, y la distribucin de las unidades pueden asignarse a empresas particulares sin mayores inconvenientes.

Sin embargo, entre los obstculos a sortear en este medio, se encuentra la capacidad personal de discernir entre una buena obra y comercial de otra que no rene estos requisitos. Para ello es imprescindible que la persona que encabece este negocio, manifieste inters por la lectura de materiales variados, as como que posea la movilidad adecuada en los eventos de presentacin y lanzamiento de obras.

Al iniciar un negocio de estas caractersticas, se debe tener presente que un libro es mucho ms que eso para su autor. Por ello, el sector de Recursos Humanos de la empresa debe ser el mejor capacitado. Es desde all que se tomar el contacto con los escritores y desde donde saldr una propuesta o, en caso contrario, el rechazo a su obra. En este ltimo caso, la docilidad y capacidad de trato son fundamentales.

El mundo editorial es sumamente interesante y dinmico. Iniciar un negocio dentro del mismo puede ser una experiencia nica y con proyecciones interesantes de futuro.

6/abril/2007

Te atreveras a montar una editorial?El sbado estaba hablando con un abogado especializado en propiedad intelectual que acaba de entrar a trabajar en una discogrfica. Como suele ocurrir con la gente que sabe que escribo para Emprendedores, lleg el momento en el que me dijo: Estoy montando un negocio con un amigo.

Durante unos segundos, entre que dijo estoy montando y me explic en qu consista el negocio, mi imaginacin se puso en marcha: Seguro que est pensando en montar un bufete por su cuenta para asesorar sobre la nueva legislacin en materia de propiedad intelectual o para defender los problemas de propiedad que surgirn con la sofisticacin de los contenidos que metemos en nuestros dispositivos mviles. Pues no. Me cont que estaban preparando el lanzamiento de una nueva editorial. Otra editorial? Qu estupendo. Pero, es negocio hoy en da? Hay hueco para nuevas editoriales?He estado investigando un poco esta semana, y me he topado con un dato contundente: en Espaa, segn el estudio Los retos de las editoriales independientes, elaborado por la revista DosDoce y la editorial Elipsis, en 2005 nacieron 250 nuevas editoriales! No he encontrado datos de 2006 -tampoco de cierres- pero la cifra ya me parece, por s sola, representativa. Yo no me atrevera a entrar en un mercado en el que nacen cada ao ms de 200 empresas competidoras.

Le llevo dando vueltas a todo esto -a que alguien se atreva a montar una editorial tal y como est el patio- toda la semana hasta que me he encontrado con un artculo en The Economist en el que se aborda qu futuro le espera al libro.

Resumiendo rpidamente, el artculo viene a decir que las nuevas tecnologas ya estn cambiando -no hay ms que echar un vistazo a la wikipedia, la evolucin natural de las enciclopedias, o a los podcasts- y cambiarn an ms la forma en la que leemos -muchos libros de referencia, libros de texto, hasta libros de recetas de cocina-, pero slo con determinados libros.

El mejor argumento que esgrime el artculo -con el que se puede estar o no de acuerdo- es que, a diferencia de la televisin, los lectores ni estn acostumbrados a interrupciones -ms all de las que marcan ellos mismos cuando el libro pierde el ritmo, tienen que ir al lavabo o se quedan dormidos- y, lo que es ms importante, no quieren interrupciones.

Al hilo de esto, hace unos meses publicbamos en la revista una idea de negocio que habamos visto en Japn: novelas y tebeos escritos especficamente para ser ledos en dispositivos mviles. Han comenzado a adaptar clsicos que ya no tienen problemas de copyright y estn escribiendo novelas romnticas -que llegan a tener hasta un milln y medio de lectores en slo seis meses-.

Otro argumento de peso es la dificultad para pasar un libro que est en una estantera de nuestra casa a formato electrnico. Por mucho que se quiera, no va a pasar como con la msica, que es realmente fcil convertir en formato MP3.

Vamos que la tecnologa no echa por tierra este negocio -incluso abre las puertas a nuevas formas de entender las editoriales y cmo llevan los textos a los nuevos lectores-.

Ahora bien, al margen del futuro de libro en una sociedad cada vez ms tecnolgica, hay otros factores que, segn sealan los expertos, limitan la entrada de una nueva editorial en el mercado, como encontrar un buen canal de distribucin, el reto por excelencia de este sector.

T que opinas? Te parece negocio una editorial?

http://agenciaisbn.es/web/faq.phpPREGUNTAS FRECUENTES

Qu NO es el ISBN

El ISBN NO es obligatorioEl Real Decreto 2063/2008 del Ministerio de Cultura sobre el ISBN, publicado en el BOE nmero 10, del 12 de enero de 2009, en su Disposicin derogatoria nica a), deroga la obligatoriedad de consignar el ISBN en las publicaciones, fijada por Decreto 2984/1972. Por tanto, no hay ninguna obligacin de solicitar un ISBN para obtener el Depsito Legal ni mucho menos para publicar un libro.

Supone el ISBN un marchamo de calidad? No. La Agencia del ISBN no tiene como misin valorar la calidad de las publicaciones para las que se solicita un ISBN. La Agencia no tiene acceso a las publicaciones, sino a los datos que sobre ellas les envan los editores. El nico control de la Agencia se efecta sobre la pertinencia, o no, de la publicacin para obtener un ISBN y sobre la correccin formal de los datos que los editores deben proporcionar.

Protege mis derechos literarios y de autora la obtencin de un ISBN?No, en absoluto: los derechos de propiedad intelectual no quedan protegidos por la obtencin de un ISBN sino por la propia publicacin de la obra o por su inscripcin en el Registro de la Propiedad Intelectual.

Sobre la Agencia Dnde tengo que pedir ahora un ISBN?La gestin del ISBN est ahora encomendada a la Federacin de Gremios de Editores de Espaa (FGEE). La Agencia del ISBN sigue estando en la misma direccin postal de antes aunque han cambiado su telfono, su correo electrnico y su Web. En esta ltima est toda la informacin sobre el ISBN. Por favor, consltela antes de llamar a la Agencia.

Cmo pido el Depsito Legal si no me devuelven el formulario?El ISBN ya no es obligatorio para obtener el Depsito Legal. Varios artculos de la ley que lo haca obligatorio han sido derogados por el Real Decreto 2063/2008Y la base de datos?De momento, la base de datos del ISBN sigue siendo gestionada por el Ministerio de Cultura con los datos que le proporciona la Agencia del ISBN. Puede consultarse en la misma direccin web que antes.

No consigo hablar por telfono con la Agencia. Qu sucede?En la anterior etapa, haba hasta cuatro personas atendiendo al telfono. Con nuestros recursos actuales, lamentablemente no podemos dedicar tanto personal a esta tarea. Escriba un mensaje a [email protected] explicando sus dudas o su problema y nos pondremos en contacto con usted.

Sobre editoriales He creado una editorial Cmo puedo solicitar el ISBN por primera vez?Consulte la informacin de la seccin Nuevas Editoriales y solicite la inclusin de su editorial en el sistema cumplimentando el formulario de alta.

Una vez registrado en el sistema, recibir su primer bloque de cdigos ISBN y una clave y contrasea de acceso telemtico. Cuando vaya a publicar libros tiene que comunicar mediante este acceso telemtico- sus datos bibliogrficos en el correspondiente formulario de alta.

Estoy registrado como editorial hace tiempo pero no tengo acceso telemtico Cmo lo consigo?Si est asociado a DILVE, desde el formulario de solicitud de la propia plataforma, en su seccin ISBN.

Si no est en DILVE: enve a [email protected] un correo electrnico que contenga:

El nombre de la editorial y el ltimo de los prefijos ISBN asignados

El nombre y apellidos de la persona que se va a encargar del acceso

El DNI de esta persona (con su letra)

El correo electrnico de esta persona

Ya tengo un prefijo ISBN para mi editorial pero voy a crear un nuevo sello. Uso el mismo prefijo?Las empresas editoras deben dar de alta los nuevos sellos o marcas editoriales utilizando el mismo formulario que para las nuevas editoriales.

Ha cambiado el telefono de mi editorialLos datos actualizados de las editoriales son fundamentales para que la cadena del comercio del libro pueda localizar con rapidez una publicacin. Cualquier variacin en los datos proporcionados por la editorial al darse de alta debe comunicarse a la Agencia del ISBN, tanto si se refiere a datos de contacto como a cambios de nombre o pertenencia a grupos editoriales. El cese en la actividad editora tambin debe de ser comunicado.

Qu hago cuando se me estn agotando los cdigos ISBN que me ha enviado la Agencia?Complete el formulario Solicitud de cdigos adicionales de la seccin Editoriales Registradas de esta web.

Cmo s si los formularios ISBN que he enviado a la Agencia estn correctos?Todos los formularios quedan aceptados por la Agencia en el momento de la entrega, el propio sistema le informa de las correcciones que tenga que efectuar en los datos.

Me he dado cuenta de que he enviado datos errneos cmo se lo hago saber a la Agencia?Escriba un correo electrnico a [email protected]. Por favor, no llame por telfono para comunicar errores en los formularios.

Cunto vale un ISBN?Consulte el apartado de TarifasVoy a publicar un libro con otra editorial, qu ISBN debe figurar en l?En el caso de las publicaciones conjuntas, ambas editoriales pueden imprimir su ISBN en el libro. Debe quedar claro a qu editorial corresponde cada nmero. Sin embargo, cuando el almacenamiento y la distribucin de la publicacin vayan a quedar a cargo de una sola editorial, se recomienda imprimir en forma de cdigo de barras, en la contraportada externa, el ISBN de la editorial responsable de la distribucin.

Voy a adquirir otra editorial que ya contaba con un prefijo editorial de ISBN, todos los libros que edite a partir de ahora se publicarn con mi nombre, puedo cambiar los nmeros de los ttulos de la editorial adquirida? Solamente cuando las publicaciones se reediten con su propio sello editorial y lleven su nombre, deber asignar ISBN nuevos con su prefijo editorial ISBN correspondiente.

Sobre publicaciones Qu publicaciones deben de llevar ISBN?El ISBN es un nmero pensado para favorecer el comercio de las publicaciones. Si stas no van a ser puestas a la venta, no necesitan ISBN. El Real Decreto 2063/2008, de 12 de diciembre, por el que se desarrolla la Ley 10/2007, de 22 de junio, de la Lectura, del Libro y las Bibliotecas en lo relativo al ISBN establece en su Anexo I las publicaciones que llevan cdigo ISBN:

Obras monogrficas impresas.

Publicaciones monogrficas electrnicas, ya estn disponibles en Internet (libros electrnicos) como en soporte fsico (CD-ROM, disquetes o cintas legibles por mquina).

Pelculas, vdeos, transparencias de contenido educativo o didctico siempre que sean recursos didcticos de materias que se impartan en la enseanza reglada. Se indicar la materia y el curso al que va dirigida la publicacin.

Audiolibros ya estn en soporte fsico (casete, CD, DVD, etc.) o disponibles en Internet

Programas informticos educativos o didcticos diseados con propsitos educativos o de capacitacin como tutoriales para el aprendizaje.

Mapas

Publicaciones en Braille, o sus equivalentes en nuevas tecnologas.

Publicaciones que la editorial no tenga previsto actualizar regularmente ni continuar indefinidamente.

Separatas de artculos o nmeros monogrficos de una publicacin seriada concreta.

Copias digitales de publicaciones monogrficas impresas.

Publicaciones multimedia cuyo componente principal sea el texto.

Publicaciones en microforma

Qu publicaciones no deben de llevar ISBN?El Real Decreto citado en el prrafo anterior establece en su Anexo I las publicaciones que no llevan cdigo ISBN:

Publicaciones gratuitas.

Publicaciones seriadas. Son aquellas publicaciones que normalmente se editan en partes sucesivas o integradas (como revistas o diarios) y suelen designarse numrica o cronolgicamente. Su cdigo de identificacin es el ISSN.

Recursos continuados. Son publicaciones que se ponen en circulacin a lo largo del tiempo sin fecha de finalizacin predeterminada, normalmente difundida en ejemplares sucesivos o integrados tales como publicaciones en hojas sueltas, soportes electrnicos sucesivos y sustitutivos y sitios Web que se actualizan de forma continuada. Pueden utilizar como cdigo de identificacin el ISSN.

Partituras. Su cdigo de identificacin es el ISMN.

Grabaciones de sonidos musicales. Su cdigo de identificacin es el ISRC.

Productos audiovisuales, tales como pelculas cinematogrficas, documentales, publicitarias, dibujos animados, etc. Su cdigo de identificacin es el ISAN.

Materiales anejos a una obra monogrfica que no tengan valor comercial por separado, y no se vendan por separado. No utilizarn un ISBN propio pero pueden indicar el ISBN de la obra monogrfica a la que acompaan.

Manuales de usuario de materiales no librarios y publicaciones que acompaan a peridicos y revistas.

Materiales docentes de uso interno en centros de enseanza.

Memorias, estatutos y materiales de rgimen interno de empresas, instituciones o asociaciones.

Obras textuales en abstracto.

Material impreso, o en otros soportes, de carcter temporal, como catlogos de libreras y editoriales, catlogos comerciales y publicitarios, folletos tursticos, cancioneros, folletos y programas deportivos, cinematogrficos, escolares, polticos, escolares, teatrales, actos culturales, de fiestas, conmemorativos, de conciertos, etc., listas de precios y todo material publicitario o propagandstico.

Impresiones artsticas.

Documentos personales (por ejemplo, currculum vitae o perfil personal en formato electrnico).

Tarjetas de felicitacin.

Programas informticos que no tengan fines educativos ni didcticos.

Correos electrnicos y dems correspondencia electrnica.

Juegos.

Almanaques, agendas y calendarios.

lbumes de cromos, de fotos, de ceremonias sociales, de sellos, de monedas y billetes, etc.

Directorios telefnicos.

Guiones de cine, radio y televisin, salvo que se publiquen comercialmente.

Libros de colorear y de pegatinas.

Obras impresas en multicopistas.

Pasatiempos (crucigramas, sopas de letras, sudokus, kakuros, nurikabes, etc.).

Publicaciones de disponibilidad limitada y recursos actualizables como por ejemplo, publicaciones que se imprimen bajo demanda con un contenido adaptado a las peticiones del usuario.

Los libros electrnicos necesitan ISBN?Los libros electrnicos tambin necesitan un ISBN para entrar en el circuito comercial. Consulte este documento que aclara algunas cuestiones sobre el tema.

Dnde y cmo debe aparecer el ISBN en una publicacin?Si son publicaciones impresas, deber aparecer en el reverso de la portada. Si no fuera posible, deber aparecer en alguna de las siguientes partes del libro:

En la parte inferior de la contraportada externa

En el pie de la portada o junto con los crditos de la publicacin

En el pie de la contraportada

En la parte inferior del reverso de la sobrecubierta o de cualquier otra funda protectora o envoltura

Si son publicaciones electrnicas u otras formas de productos no impresos y suponen una presentacin visual del contenido almacenado de forma electrnica, por ejemplo, una publicacin en Internet, aparecer en la pantalla de visualizacin del ttulo, o su equivalente, o en la primera pantalla.

Si son publicaciones electrnicas que se difunden como objeto fsico, como por ejemplo casete, disquete, CD-ROM, el ISBN aparecer en cualquiera de las etiquetas que estn pegadas de forma permanente a dicho objeto. Si no es posible mostrarlo en el objeto o en su etiqueta, el ISBN aparecer en la parte de abajo del dorso del embalaje permanente de dicho objeto, por ejemplo en la caja, funda o embalaje.

Si son pelculas o vdeos el ISBN deber aparecer en los ttulos de crdito.

El ISBN debe imprimirse siempre con un tipo de imprenta lo suficientemente grande como para que sea legible (no menor de nueve puntos).

Es necesario cambiar el ISBN cuando se produce un cambio de formato?S; es necesario un ISBN diferente para cada formato.

Es necesario cambiar el ISBN cuando se produce un cambio de precio?No.

Voy a publicar un libro en un idioma extranjero, debera contar con un ISBN del pas en cuyo idioma est escrito el libro?No; el identificador de grupo se determina en funcin del pas o regin en el que tenga su sede la editorial, pero no en funcin del idioma del texto. El nmero 84 es -por ahora- el identificador de grupo de Espaa e identifica a las publicaciones que se editan en Espaa, ya estn en espaol o en otro idioma.

Voy a publicar un libro en varias lenguasSi los textos en las distintas lenguas estn incluidos en el mismo libro fsico, al cumplimentar el formulario bibliogrfico puede indicar todas las lenguas que desee. Pero si va a hacer una publicacin independiente para cada lengua, debe asignar a cada una de ellas un ISBN diferente.

Estoy revisando un libro, necesito un nuevo ISBN?Es necesario cambiar el ISBN cuando se introducen en el texto cambios considerables. En la anteportada debe indicarse que se trata de una edicin revisada y debe figurar el nuevo ISBN.

Es necesario cambiar el ISBN cuando se produce un cambio de ttulo?S; se necesita un nuevo ISBN cuando se cambie de ttulo.

Cuando se reimprime una publicacin sin cambiar el texto ni la encuadernacin, es necesario un nuevo ISBN? No; se debe conservar el nmero original, siempre y cuando la editorial y el pie de imprenta sigan siendo los mismos. Pero es importante que comunique los datos de la nueva reimpresin a la Agencia mediante cualquiera de los procedimientos disponibles.

Me gustara tener un nuevo ISBN por razones comerciales, es posible? No, si no se ha producido un cambio sustancial en el texto, en el formato o en la encuadernacin que justifique un nuevo ISBN.

Sobre autores / editores Si no soy una editorial?Las personas o instituciones que vayan a realizar una publicacin con fines comerciales pueden solicitar un ISBN a la Agencia. sta les asignar un ISBN. Si la publicacin no va ponerse a la venta no tiene ningn sentido solicitar un ISBN.

Un autor/editor que sea una persona fsica debe adjuntar copia de DNI a su solicitud de ISBN, y proporcionar todos los datos necesarios para ser localizado en el apartado "Datos de la Editorial" de la solicitud. Si es una persona jurdica deber adjuntar una copia del NIF de la entidad o empresa.

Consulte la seccin Autores / EditoresSobre ISBN13Por qu se revis la norma ISBN?El 1 de enero de 2007 el ISBN cambi su formato de 10 dgitos a 13 dgitos. Este cambio, que ha afectado a todos los sectores de la produccin y comercio del libro, tuvo por objetivos:

Para aumentar la capacidad del sistema ISBN.

Para alcanzar la compatibilidad total del ISBN con el cdigo EAN-13, usado para otros productos y otras cadenas de suministro.

Qu ha cambiado? La longitud del cdigo ISBN pas de 10 cifras a 13 el 1 de enero de 2007. Desde entonces el ISBN est formado por 5 grupos de dgitos en lugar de 4. Desde el ao 2007 el ISBN va precedido por el 978, que identifica al producto libro. En muchos casos tambin ha cambiado el ltimo nmero del ISBN, el dgito de control, ya que se ha tenido que recalcular. Por ejemplo: ISBN-10: 84-8181-227-7 ISBN-13: 978-84-8181-227-5

El ISBN-13 es idntico al Bookland/ISBN que utiliza el cdigo de barras EAN-13.

Cuando la capacidad del actual ISBN se agote se introducir el prefijo "979" y comenzar la distribucin del nuevo cupo de nmeros ISBN. Ambos cupos coexistirn en Espaa, en algunos casos, durante bastante tiempo.

Los prefijos de editor actualmente en curso se mantendrn con el prefijo "978", pero cambiarn cuando se agote la capacidad del sistema ISBN actual y se comience el sistema ISBN-979.

Qu se ha hecho? Los editores han tenido que convertir sus ISBN de 10 dgitos al formato de 13 ya que desde el 1 de enero de 2007 tienen que usar nicamente el ISBN de 13 dgitos.

La Agencia del ISBN ha proporcionado listados dobles a las casas editoriales para facilitar la conversin del formato de 10 al de 13 dgitos. Si necesita sus prefijos convertidos al formato de 13 dgitos contacte con la Agencia.

Todos los libros y productos editoriales publicados tras el 1 de enero de 2007 llevan el ISBN-13. Por ejemplo: ISBN: 978-84-8181-227-5

A partir del 1 de enero de 2007, el ISBN de 13 dgitos aparece, con guiones, sobre el cdigo de barras, y el mismo nmero, con formato EAN-13 (una serie de nmeros sin guiones y espacios), debajo.

Otras ConsideracionesDado que, en el futuro, las empresas del sector podrn adoptar un mayor nmero de prefijos gracias al ISBN de 13 dgitos, se prev que el sistema conserve este nuevo formato durante muchos aos. No obstante, es conveniente que los programadores que adapten los sistemas tengan en cuenta algunas situaciones adicionales posibles en relacin con la longitud de los campos:

Algunas empresas y organismos estn demostrando mucho inters en un nmero GTIN (nmero internacional de mercanca) de 14 dgitos, en el que se prefija el ISBN de 13 dgitos con un dgito ms: el indicador de embalaje acordado entre los distribuidores.

La adopcin tanto del Identificador de Objetos Digitales (DOI) como de los Nombres Uniformes de Recursos (URN) puede llegar a extenderse a varias partes de la cadena de suministro, pero son identificadores de longitud variable que pueden adaptarse a los ISBN.

Tarifas

Siguiendo el modelo de otras muchas agencias nacionales del ISBN los servicios de la Agencia son de pago, con el nico propsito de cubrir los gastos de funcionamiento de la propia Agencia.

Servicios

Prefijo + Catalogacin

3-4 DASTotalUrgente

1 DA 1

Editoriales registradas

Prefijo para 10 cdigos45 + 50 95 +50

Prefijo para 100 cdigos249 + 300 549

Prefijo para 1.000 cdigos21.000 + 2.500 3.500

Prefijo para 10.000 cdigos26.000 + 20.000 26.000

Primera asignacin

Prefijo para 10 cdigos90 + 50 140 +50

Prefijo para 100 cdigos294 + 300 594

Prefijo para 1.000 cdigos21.045 + 2.500 3.545

Prefijo para 10.000 cdigos26.045 + 20.000 26.045

Autor/Editor

1 ISBN45 + Gratuita45 +50

Informe y datos3

Tarifa base50

Por cada registro+0,30

Precios IVA incluido

1 Da laborable (de lunes a viernes y en Madrid) siguiente al da de la operacin.

2 Para prefijos de 1.000 y 10.000 cdigos ponerse en contacto con [email protected].

3 Extraccin masiva de datos de la base de datos del ISBN.

Puede realizar el pago por medio de:

Tarjeta de crdito o dbito.

Transferencia. Si prefiere realizar el pago por transferencia deber disponer de una cuenta PayPal. [+ info paypal.es].