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GIMNASIO PARAISO ANTARES MANUAL DE PROCESO MISIONAL GESTIÓN ACADÉMICA EL NIÑO, LA NIÑA, L@S JOVENES, LA LUDICA Y LA PAZ GA-F29 Versión: 1 BIMESTRAL, TALLERES Y QUICES Fecha: 2013-01-21 COMIENZOS DE NUESTRA NACION POPORO DE LA CULTURA QUIMBAYA EN EXIBICION EN EL MUSEO DEL ORO DE BOGOTA La historia de Colombia hace referencia a los acontecimientos que han marcado el devenir histórico de la actual República de Colombia, un país americano ubicado al noroccidente de América, con una superficie de 2.070.408 km² (1.141.748 km² corresponden a su territorio continental y los restantes 928.660 km² a su extensión marítima) y una población de 46 581 823. 1 Colombia se conforma como estado en 1810 a partir del Virreinato de la Nueva Granada, colonia del Imperio español que había sido fundada en 1572. En 1886 toma definitivamente su nombre actual de República de Colombia. Su historia se divide por lo general en época precolombina, descubrimiento y conquista española, colonia, independencia, consolidación republicana y siglo XX. Gran parte de la historia de Colombia tiene una estrecha relación con la historia de España hasta la independencia y las historias de Ecuador, Venezuela, Panamá y de América Latina en general. El primer siglo republicano fue turbulento con la tensión entre una concepción federalista del estado a la manera estadounidense y una concepción centralista a la manera francesa, lo que condujo al país a permanentes guerras y dio principio a los partidos conservador y liberal. La Constitución liderada por el presidente Rafael Núñez puso fin a la hegemonía liberal y creó un estado centralista, conservador y estrictamente católico. El siglo XX fue inaugurado en Colombia con la Guerra de los Mil Días, que debilitaría de gran manera al Estado, frenaría el desarrollo económico y haría que el país perdiera a Panamá en1903. Una primera revolución industrial colombiana se daría con el regreso de gobiernos liberales, pero la Bananeras evidenciaría una enorme situación de desventaja del obrero colombiano que caracterizaría el resto del siglo. Sin duda el acontecimiento más notable del siglo XX en Colombia fue el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán en un magnicidio que aún no se esclarece. Dicho evento, ocurrido el 9 de abril de 1948, precipitaría al país a una violencia inusitada que se ensañó especialmente con el campesinado y que enfrentó a muerte a los dos partidos tradicionales. El Frente Nacional, un pacto entre ambos partidos, reconcilió a los jefes, pero dejó por fuera a muchos sectores, los cuales serían la semilla de las guerrillas liberales y comunistas que durarían todo el resto del siglo. El fortalecimiento de las mafias de la droga a partir de la década del 70 pondría en jaque a la sociedad colombiana y afectaría profundamente a las clases dirigentes. Sin embargo, presiones

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GIMNASIO PARAISO ANTARES MANUAL DE PROCESO MISIONAL

GESTIÓN ACADÉMICA EL NIÑO, LA NIÑA, L@S JOVENES, LA LUDICA Y LA PAZ

GA-F29

Versión: 1

BIMESTRAL, TALLERES Y QUICES Fecha: 2013-01-21

COMIENZOS DE NUESTRA NACION

POPORO DE LA CULTURA QUIMBAYA EN EXIBICION EN EL MUSEO DEL ORO DE BOGOTA

La historia de Colombia hace referencia a los acontecimientos que han marcado

el devenir histórico de la actual República de Colombia, un país americano ubicado al

noroccidente de América, con una superficie de 2.070.408 km² (1.141.748 km²

corresponden a su territorio continental y los restantes 928.660 km² a su extensión

marítima) y una población de 46 581 823.1 Colombia se conforma como estado en 1810 a

partir del Virreinato de la Nueva Granada, colonia del Imperio español que había sido

fundada en 1572. En 1886 toma definitivamente su nombre actual de República de

Colombia. Su historia se divide por lo general en época precolombina, descubrimiento y

conquista española, colonia, independencia, consolidación republicana y siglo XX. Gran

parte de la historia de Colombia tiene una estrecha relación con la historia

de España hasta la independencia y las historias de Ecuador, Venezuela, Panamá y

de América Latina en general.

El primer siglo republicano fue turbulento con la tensión entre una concepción federalista

del estado a la manera estadounidense y una concepción centralista a la

manera francesa, lo que condujo al país a permanentes guerras y dio principio a los

partidos conservador y liberal. La Constitución liderada por el presidente Rafael

Núñez puso fin a la hegemonía liberal y creó un estado centralista, conservador y

estrictamente católico.

El siglo XX fue inaugurado en Colombia con la Guerra de los Mil Días, que debilitaría de

gran manera al Estado, frenaría el desarrollo económico y haría que el país perdiera

a Panamá en1903. Una primera revolución industrial colombiana se daría con el regreso

de gobiernos liberales, pero la Bananeras evidenciaría una enorme situación de

desventaja del obrero colombiano que caracterizaría el resto del siglo.

Sin duda el acontecimiento más notable del siglo XX en Colombia fue el asesinato del

caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán en un magnicidio que aún no se esclarece. Dicho

evento, ocurrido el 9 de abril de 1948, precipitaría al país a una violencia inusitada que se

ensañó especialmente con el campesinado y que enfrentó a muerte a los dos partidos

tradicionales. El Frente Nacional, un pacto entre ambos partidos, reconcilió a los jefes,

pero dejó por fuera a muchos sectores, los cuales serían la semilla de las guerrillas

liberales y comunistas que durarían todo el resto del siglo. El fortalecimiento de

las mafias de la droga a partir de la década del 70 pondría en jaque a la sociedad

colombiana y afectaría profundamente a las clases dirigentes. Sin embargo, presiones

internacionales, especialmente por parte de los Estados Unidos y la labor ética de ciertos

políticos, periodistas, jueces y autoridades que no se doblegaron ante el avance de las

mafias, causaron una sangrienta guerra contra el estado en la década de los 80 y

especialmente hasta la muerte de Pablo Escobar, su principal líder, en 1993. El gobierno

del presidente César Gaviria llevó a cabo un proceso al que llamó "apertura económica"

que hizo que Colombia pasara de una economía proteccionista a una globalizada. Con

Gaviria se adelantó la Constituyente en la cual se firmó una nueva Carta Política.

El gobierno del presidente Andrés Pastrana adelantó los diálogos más cercanos que se

hayan tenido con las guerrillas y muy especialmente con las FARC al crear zonas de

despeje. Sin embargo, estas fortalecieron su accionar militar en el país por medio de

atentados, secuestros, intimidación y tráfico de drogas. Por su parte, se crearon los

grupos Paramilitares, especialmente bajo el liderazgo de las AUC cuyo fin era combatir a

las guerrillas. Dichos grupos tuvieron el respaldo de numerosos miembros de las fuerzas

militares y policiales, así como de políticos y hacendados. El accionar de los paramilitares

en Colombia y sus batallas en contra de las guerrillas, creó un drama humanitario de

proporciones mundiales al poner al país como uno de los primeros en número de

desplazados, crímenes de guerra como masacres y terror en numerosas regiones del

país.

NUESTRA NACION A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

BOGOTA A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

DESARROLLO FERROVIARIO EN COLOMBIA SIGLO XIX

Para poder tener una visión más o menos clara de la realidad que aqueja nuestro país e intentar comprender un conflicto que a todos en una u otra forma nos afecta es necesario tener en cuenta que la crisis de la que tanto nos quejamos y que nos venden a través de los medios de comunicación no es asunto de dos, diez o veinte años; de hecho la historia como tal, es el recuento de la anormalidad de los hombres, es el seguimiento de la crisis constante de los hombres a la cual Colombia como es natural no ha logrado escapar, y la cual ha sido su constante

desde antes del proceso de independencia y conformación como un Estado Nación.

La configuración actual de Colombia se dio durante el siglo XIX, que fue un siglo de contradicciones, y enfrentamientos de tipo ideológico, político y social, por eso es necesario que a partir los aportes de diferentes teóricos se pueda contextualizar el escenario de nuestro país en el siglo XIX.

El problema inicial a desarrollar es el del concepto de Nación y la formación de éste en las élites criollas del siglo XIX, a partir de lo cual se desarrollan una serie de temáticas de carácter económico (librecambio y proteccionismo), social, político que giran entorno a coyunturas de tipo religioso y étnico-racial, lo que hace muy interesante es te estudio.

No se pretende hacer un recuento sistemático de datos históricos del siglo XIX, Sino tratar de articular una reflexión en cuanto a los problemas planteados tomando como referentes algunos autores que se citarán en su respectivo momento y que han analizado con detalle alguno de los aspectos arriba mencionados.

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL COMPLEJO SIGLO XIX EN COLOMBIA

Como consecuencia de la independencia de América con España, todo el continente cambio su estructura política hacia la división de los territorios en pequeñas soberanías, siguiendo las grandes divisiones administrativas coloniales.

Cada región de éstas se convertiría en el futuro en un Estado Nación, no sin antes haber pasado por un complejo proceso de transición de sus estructuras coloniales económicas y políticas a unas “modernas” avaladas por las ideas de la ilustración traídas a América por la naciente clase criolla.

La sociedad, economía y educación colombiana en el siglo de la consolidación nacional presenta diversas etapas, problemas, intereses de los grupos sociales, etc., que van a determinar la dinámica histórica de Colombia.

El período entre 1750 y 1856 existió una muy estrecha relación entre el nacionalismo y un muy amplio proceso de desarrollo político y social, la modernización. El nacionalismo surgió como respuesta a cambios estructurales (influidos tanto desde adentro como desde fuera) en el dominio del estado y de la economía, como reacción al limitado margen de cambio social y regional, pero también como protesta por el desmesurado déficit de modernización que caracterizaba a la Nueva Granada, pues como plantea Ocampo, Colombia era uno de los países más atrasados en cuanto al desarrollo exportador y la infraestructura interna pues “A fines de la colonia, el actual territorio colombiano registraba uno de los índices de apertura al exterior más bajos de toda Latinoamérica,”

En la Colombia de la segunda mitad del siglo XIX, la progresiva constitución de un Estado-nación va acompañada de un creciente fenómeno de referencia a las naciones de Europa occidental, que se afirman como fuentes esenciales de inspiración del debate público. La obra política de la Independencia y de los primeros decenios de la República había dejado incompleta la labor de construcción del Estado-nación, y los ejemplos tomados de las experiencias europeas iban a asumir un papel considerable en el conflictivo debate sobre las modalidades de esa construcción nacional. En el XIX se produjeron alrededor de 70 guerras civiles como consecuencia al vacío de poder que se produjo después del triunfo de la Guerra de Independencia. Nueve de las guerras civiles tuvieron un carácter verdaderamente nacional.

Los movimientos nacionalistas en Colombia en el Siglo XIX fueron movidos por una élites que pretendían alcanzar o continuar de una u otra forma con el poder; José María Samper, Rafael Núñez y Carlos Holguín encarnan tres etapas del discurso nacional sobre las naciones europeas como fuentes de modelos políticos útiles, se podría decir que éstos personajes fueron los ideólogos de la Nación Colombiana. El análisis de esas tres trayectorias, que representan cabalmente tres fases del discurso dominante, demuestra de qué manera el nacionalismo colombiano, tal como se dibuja a finales del siglo XIX, con carácter exclusivo, su

búsqueda de autenticidad nacional y su aparente rechazo de las influencias exteriores, se origina esencialmente en la cultura cosmopolita de las elites políticas, y se concibe, particularmente durante la Regeneración, como un instrumento que permita retardar la irrupción de las masas de la política nacional.

En el siglo XIX se fortaleció en Hispanoamérica el nacionalismo regionalista como una constante histórica en la consolidación de los Estados. En el área de la Gran Colombia, después de su desintegración definitiva en 1830, surgieron los Estados Nacionales de Nueva Granada, Venezuela y Ecuador.

En la Consolidación Nacional de Colombia en el siglo XIX hubo diversas tendencias político-administrativas, que hicieron prevalecer en unas etapas el Centralismo Político y en otras el Federalismo. El régimen centralista se consolidó en el Estado de la Nueva Granada en el ciclo comprendido entre 1832 y 1858. La Convención Nacional de 1831 expidió la Ley fundamental que dio surgimiento al nuevo Estado de la Nueva Granada, integrado por las provincias del centro de la Gran Colombia, en el territorio del antiguo Virreinato del Nuevo Reino de Granada. En 1832 se sancionó la Constitución de la Nueva Granada, de carácter centralista, en un territorio integrado por las Provincias de Bogotá, Tunja, Socorro, Vélez, Pamplona, Magdalena, Cartagena, Panamá, Veraguas, Antioquia, Neiva, Popayán, Pasto y Barbacoas. Esta constitución que introdujo el régimen centralista en Colombia, tenía un ejecutivo débil, un período presidencial de cuatro años y un régimen de provincias regido por los gobernadores y un congreso bicameral. Diez años después esta constitución fue remplazada por la Constitución de 1843, de carácter centralista y autoritaria. Una década después fue sancionada la Constitución política de 1853, de carácter centro-federal, que dio importancia al gobierno de las provincias y de los municipios, estableció la separación entre la iglesia y el Estado, el sufragio universal directo y secreto y el nombramiento de gobernadores de provincia por voto popular.

La Constitución de 1853 inició un proceso nacional hacia el régimen federalista, al otorgar una especie de autonomía a las provincias. Algunas se dieron su propia constitución política y su fueron convirtiendo en Estados federales, como fueron los casos de Panamá, Antioquia, Bolívar, Cauca, Magdalena, Boyacá, Cundinamarca y Santander. Estos estados federales quedaron sujetos al Gobierno de la Nueva Granada en los asuntos relacionados con el crédito nacional, ejército y marina, relaciones exteriores y otros. La constitución política de 1863 organizó en forma definitiva un estado federal con el nombre de Estados Unidos de Colombia, cuya vigencia va hasta 1886. La Constitución de Río Negro estableció un gobierno federal, en el cual los estados eran entidades políticas autónomas, con legislación propia y regidas por gobernadores elegidos por voto popular. Es durante ésta constitución en la que los liberales llegan al poder, en la que se toma la educación primaria como una de las metas del partido.

El Aspecto educativo es muy importante a durante éste período federalista, no solo en Colombia sino en la mayoría de los países latinoamericanos que también estaban realizando el mismo proceso.

Es un período muy conflictivo en el país en cuanto a la confrontación de diferentes grupos que intentaban ostentar el poder, y por supuesto manejar el aparato educativo; entre éstos se pueden mencionar a los liberales radicales, los conservadores, liberales moderados, militares y clero.

En la constitución de Rionegro El poder legislativo era bicameral con senadores y representantes de cada estado soberano. El presidente era elegido para un período de dos años. Esta Constitución consagró todas las libertades en absoluto, por eso se llama radical y los años comprendidos entre 1863 y 1886, son llamados el Período del Radicalismo en Colombia. Dentro de las principales características de éste período se encuentra la división del territorio en Estados independientes, proclamación de las libertades individuales, derechos a la propiedad, a

desplazarse libremente, libertad de palabra y prensa, inviolabilidad del domicilio, libertad de cultos, se restringió así mismo la esclavitud y la pena de muerte.

El ciclo del Radicalismo corresponde a los años de las generaciones Romántica y Radical, llamadas también "cultas", dado su interés por la educación y la cultura. Es el período de la Historia de Colombia en que se inicia la era de los ferrocarriles, el telégrafo, la organización de los bancos comerciales y otras expresiones iniciales del desarrollo industrial y tecnológico. Sin embargo, este ciclo histórico tiene también caracteres de inestabilidad político-económica, con una débil economía en su estructura de base y un enfrentamiento político continuo, en un país dividido entre conservadores y liberales, trabados en guerras civiles, en lucha apasionada y fanática por la obtención del liderato y del poder. En el siglo XIX se produjeron 52 guerras civiles en las diversas regiones colombianas, algunas de ellas generales y la mayor parte provinciales.

Contra el federalismo y las libertades absolutas de los radicales, se enfrentó el Movimiento de la Regeneración en las dos últimas décadas del siglo XIX, que unió a los conservadores y a los liberales moderados alrededor de las ideas del "orden y el progreso" en búsqueda del bienestar y del desarrollo. El Movimiento de la Regeneración defendió el orden, la centralización política y la descentralización administrativa a través de la Constitución política de 1886, que creó la República de Colombia.

La meta de la Regeneración, fue sancionada el 6 de agosto, de 1886, siguiendo los lineamientos de sus ideólogos Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez. En ella se dispuso que con el fin de afianzar la unidad nacional, la nación colombiana se reconstituía en República Unitaria. Se estableció el principio de la centralización política y la descentralización administrativa; se suprimieron los estados federales y aparecieron los Departamentos, regidos por gobernantes nombrados por el ejecutivo nacional. Se conservó la división del poder en los tres ramos: ejecutivo, legislativo y judicial. El período presidencial se extendió a seis años; el poder legislativo se organizó con dos cámaras; senadores y representantes; el poder judicial se organizó con una Corte Suprema compuesta de jueces vitalicios, durante su buen manejo. Se establecieron las buenas relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado Colombiano; se ordenó que la educación pública debe ser organizada y dirigida en concordancia con la religión católica.

En esta medida durante la regeneración se optó por el Centralismo, el clericanismo y el presidencialismo, a partir de lo cual Palacios afirma que “La vieja querella entre protección y librecambio quedó políticamente resuelta a mediados de los cincuentas y nunca fue un motivo de grave discordia interpartidista.

Los enfrentamientos entre los Radicales y la Regeneración se multiplicaron en los últimos años del siglo XIX, hasta cuando los conservadores y los liberales se embarcaron en la Guerra de los Mil Días entre 1899 y 1902. De esta guerra, la última del siglo XIX, los colombianos sacaron una lección permanente, pues el país quedó casi destruido y en quiebra sus valores fundamentales.

Desde el siglo XVIII se fueron delineando en Colombia, y en general en Hispanoamérica, dos mentalidades: la tradicionalista y la liberal. Estas determinaron las actitudes, ideas y sentimientos de los grupos que formaron los dos partidos políticos más importantes de Colombia desde el siglo XIX: El Partido Conservador y el Partido Liberal.

En la Primera República Granadina o Patria Boba se enfrentaron centralistas con sus planteamientos para la organización político-administrativa de la Nueva Granada. Después de la Independencia se presentaron partidos personalistas o caudillistas, alrededor de las divergencias entre Bolívar y Santander; fueron los bolivarianos y los santandereanos quienes se enfrentaron en los últimos años de la Gran Colombia. En la Nueva Granada se formaron dos grupos parlamentarios: los ministeriales o casacas y los antiministeriales o liberales. Los partidos políticos Conservador y Liberal surgieron propiamente en los mediados del siglo XIX, cuando la situación de la nación presentaba muchos

problemas sociales, y en diversos lugares del país se fundaban las "sociedades democráticas", con la participación decisiva de los artesanos. En el siglo XIX, el Liberalismo planteó su interés en aumentar y difundir al máximo el bienestar humano, e inculcar en las gentes un gran respeto por la libertad de los ciudadanos. Los Liberales defendieron la separación entre la Iglesia y el Estado, defendieron las libertades de religión, expresión e imprenta; y en general, las garantías para el cumplimiento de los derechos humanos. Los conservadores colombianos consideran que los cambios en la sociedad se presentaron por reformas y evolución, no en forma de anquilosamiento estático, sino de empuje vital, conservando las permanencias que llevan al progreso de la sociedad, eliminando las contingencias que se oponen al desarrollo y absorbiendo los cambios fundamentales en las ideas y nuevas estructuras que llevan al progreso y bienestar de la colectividad.

Como consecuencia del caudillismo y del gamonalismo en el siglo XIX, los partidos políticos se formaron alrededor de los jefes y de los grupos políticos, que tenían gran influencia en los días de elecciones. Estas eran frecuentes; en efecto, Colombia figura entre los países que más elecciones realizó en el siglo XIX en Hispanoamérica. Los partidos políticos en el siglo XIX presentan tendencias al fraccionamiento en pequeños subgrupos, alrededor de los intereses de los caudillos nacionales o regionales.

A finales del siglo XIX, el hombre colombiano nacía vinculado por tradición familiar a uno de los partidos políticos: al conservador o al liberal, circunstancia que llevó a la ideologización política de los colombianos. El fanatismo se recrudeció en los años de transición entre los siglos XIX y XX, cuando los colombianos se enfrentaron en la Guerra de los Mil Días, que fue el enfrentamiento de dos repúblicas políticas la conservadora y la liberal y de dos estilos de vida y de pensamiento.

LA VIDA COTIDIANA DEL SIGLO XIX EN COLOMBIA

Las ciudades del siglo XIX vivían un transcurrir pausado y tranquilo, sólo

interrumpido por el día de mercado, por la misa sagrada del domingo o por

esporádicas celebraciones públicas. Las guerras civiles, los levantamientos y

protestas interrumpían violentamente de tanto en tanto esta rutina. Las formas de

vida cambiaron lentamente a principios del XIX y más apresuradamente a sus

finales y principios del XX. Colombia en esta época era un país rural. En 1870

tenia 2'700.000 habitantes y 35 años después había 4'100.000, de los cuales sólo

el 10% vivía en las capitales. La consolidación de Bogotá, Medellín, Cali,

Barranquilla y Bucaramanga desplazó a los centros urbanos coloniales

tradicionales como Tunja, Santafé de Antioquia, Popayán, Cartagena, Santa

Marta, Girón, Socorro y San Gil, que habían tenido alguna dinámica regional en

épocas anteriores. Bogotá multiplicó por cinco su población entre 1801 y 1905.

Medellín tuvo el crecimiento más acelerado, multiplicó por ocho su población en

sesenta años. La población de Barranquilla creció cuatro veces entre 1870 y 1912

y se triplicó entre 1912 y 1928. Cali multiplicó por cuatro su población durante el

siglo XIX. Bucaramanga duplicó sus habitantes en la segunda mitad del siglo XIX.

¿CÓMO ERA UN DÍA DE MERCADO?

El día de mercado era tal vez el más agitado de la semana durante el siglo XIX y principios del XX. Era un evento similar al de épocas coloniales, según lo describen los viajeros. El día de mercado los campesinos y especialmente las mujeres venían a pie cargados con las cosas que vendían. Isaac Holton, viajero norteamericano, logró sintetizar lo que se vendía en el mercado en un poema:

«Papas, tinajas, peces, alpargates, sal, cuentas, ocas, cueros, alfandoques, piscos, marranos, oro en polvo, fresas, loza y brevas.

Huevos, cabuya, plátanos, zarazas, múcuras, patos, pinas, carne, esteras, tunas, naranjas, azafrán, fríjoles, cal y tasajo».

Miguel Cañé, viajero francés, llegó a Bogotá el día de mercado, o sea, el día en que los indígenas agricultores de la Sabana, de la tierra caliente y de los pequeños valles llegaban a la capital. Lo describe como algo imborrable en su memoria: «Acababa de cruzar la plazuela de San Victorino, en el centro, una fuente tosca, arrojando el agua por numerosos conductos colocados circularmente. Sobre su grada, una gran cantidad de mujeres del pueblo, armadas de una caña hueca, en cuya punta había un trozo de cuerno que ajustaba el pico del agua que corría por el caño así formado, siendo recogida en una ánfora tosca de tierra cocida. Todas esas mujeres tenían el tipo indio marcado en la fisonomía; su traje era una camisa, dejando libre el tostado seno y los brazos y una saya de un paño burdo y oscuro. En la cabeza un pequeño sombrero de paja; todas descalzas. Los indios que impedían el tránsito del carruaje, tal era su número, presentaban el mismo aspecto. Mirar a uno es mirar a todos. El eterno sombrero de paja, el poncho corto, hasta la cintura, pantalones anchos, a media pierna y descalzos. Una inmensa cantidad de pequeños burros cargados de frutas y legumbres [...] y una atmósfera pesada y de equívoco perfume». Después del día de mercado, señala Holton, en las chicherías se ven escenas tristes y a veces repugnantes. Las chicherías eran el sitio donde los campesinos confluían al final del día para comprar algunas cosas de llevar, para refrescarse con la ancestral bebida y algunos para quedarse a descansar.

Lo que va a cambiar a finales del siglo XIX es el espacio donde se desarrollaba el mercado, que tradicionalmente había sido en la plaza principal. La plaza de mercado en todas las ciudades grandes se remédelo, se convirtió en espacio convencional y más distante, rodeado con verjas en hierro para demarcarlo. Era el signo del triunfo de la república. Generalmente se ubicó en una de las salidas de las ciudades. Así la plaza perdió su carácter monopólico de centro vital. Las ciudades crecieron y otros centros de animación comenzaron a ser lugares de

mayor concurrencia: parques, paseos o la calle comercial. La rutina cotidiana de encontrarse en la plaza, cambió para frecuentar estos nuevos espacios.

BARES, CLUBES Y HOTELES

Los nuevos espacios urbanos y otras formas de esparcimiento iban a la par con formas de sociabilización que se estaban iniciando. En la medida en que lo privado cada vez se restringía más a la familia, paradójicamente fueron apareciendo otras formas de convivencia elegidas socialmente. En la segunda mitad del siglo XIX surgieron paulatinamente nuevos espacios de diversión en las ciudades, como los cafés y los bares, algunos de los cuales posteriormente se convirtieron en clubes. El más excéntrico fue la Casa de Tívoli, que se inauguró a finales de la década de 1850 en Bucaramanga, por iniciativa de los inmigrantes alemanes establecidos en la ciudad. Consistía en un gran salón con dos juegos de bolo, sala de billar, cantina, jardines y un patio de dos trapecios. Era concurrido por las tardes y en las noches solamente por caballeros. Sin embargo, su vida fue corta por considerarlo la ciudadanía demasiado extravagante. En 1873, en la misma ciudad, se fundó el Club de Soto. Tenía gabinete de lectura, billar, servicio de comedor y cantina. Su objetivo era reunir a los caballeros para estrechar relaciones sociales y comerciales. Después de la guerra de 1876 pasó a ser el Club del Comercio. En 1888 aparece el Club de Barranquilla, en 1894 el Club Unión en Medellín y el Jockey Club en Bogotá y en 1920 el Club Colombia en Cali.

La mayoría de las historias de las fundaciones definitivas de los clubes tiene como antecesores otros clubes y otros espacios que van desapareciendo o asociándose. Por ejemplo, en Medellín desde 1880 existían varios clubes pequeños, la mayoría formados por diez a veinte hombres que se reunían con regularidad y que de vez en cuando celebraban un baile. Otros, como el Club del Comercio, eran sitios para hombres de negocios. Algunos también fomentaban las actividades culturales como exposiciones de pintores. A finales de la década de 1890, el Club Tándem, que tuvo vida hasta 1905, resultó de la unión de los clubes Brelán, Palito y Fígaro. Pero más importante fue la formación del Club Unión por miembros de los clubes Mata de Moras, Boston y Belchite. Hacia 1912 brindaban servicios de baños, barbería, piscina y restaurante de lujo; era frecuentado por hombres, y las mujeres sólo participaban en bailes ocasionales o recepciones matrimoniales. En los años veinte el club empezó a convertirse más y más en un sitio de reunión para mujeres, que iban a tomar el té y a jugar al «bridge». En las

noches era escenario de los bailes y fiestas más elegantes. En 1924 se fundó el Club Campestre con una orientación diferente: introdujo nuevos deportes como el golf, el tenis y el basketball.

Los clubes se fundaron por la influencia europea. El club fue en su inicio una asociación libre de toda imposición y sin otro objetivo que él mismo; optaba por ignorar los vínculos con la familia y estableció un nuevo modelo de sociabilización. No había secreto, ni iniciación, ni programa. El único compromiso era la adhesión a un simple código de conducta, idéntico para todos los miembros, que no imponía ninguna relación preferente con ninguno de ellos. Sin embargo, llevaba una marca en su origen: la exclusividad masculina. A través de los clubes se crearon nuevas formas de relacionarse exclusivamente para la élite de cada ciudad. Primero los miembros fueron sólo masculinos, para afianzar la vida pública varonil que paulatinamente se venía ampliando con los desarrollos urbanos. Posteriormente se fue abriendo el mismo espacio a las mujeres, primero únicamente asistiendo a las fiestas que los hombres determinaban; pero luego con más libertad, permitiendo algunas actividades sólo femeninas dentro del club. Más tarde las actividades se empezaron a mezclar entre hombres y mujeres, adultos y niños, con la introducción de los deportes. De esta manera se dio paso a una sociabilidad más abierta, libre en adhesión de individuos y al margen del control estatal. Antes había predominado una sociabilidad más cerrada y vinculada a la actividad política, como en las logias masónicas, seguidas por las sociedades democráticas o sociedades católicas, en las cuales el «secreto» era la premisa de ingreso.

La barbería dentistería

A mediados del siglo XIX era común que los viajeros llegaran a posadas, o simplemente alquilaran una pieza y comieran en la calle, en una fonda. Eventualmente se podía contratar una cocinera, pero era necesario hacerle el mercado. Posteriormente los clubes brindaron alojamiento. El argentino Miguel Cañé llegó a una pieza en el Jockey Club en Bogotá, en 1882. La misma función cumplía el Club Colombia en Cali, en sus inicios. Los hoteles en Colombia aparecieron en este siglo: en la década de 1920 se abrió el Hotel Prado de Barranquilla, en 1929, el Hotel Ritz y el Hotel del Pacifico de Bogotá, y en 1930, el Hotel Alférez Real de Cali. Los hoteles eran un sitio de sociabilización principalmente masculina, para relacionarse sobre todo con el foráneo y con el extranjero, que cada vez más llegaban a las ciudades para buscar o consolidar nuevos negocios.

IMÁGENES DE ALGUNOS BILLETES ANTIGUOS EN COLOMBIA

LA COLONIZACION ANTIOQUEÑA

La colonización antioqueña fue uno de los hechos culturales, económicos y sociales más influyentes en el desarrollo de la historia, en el cual se colonizaron diversos territorios deshabitados ubicados al occidente del país, principalmente al sur de Antioquia, así como en las áreas geográficas correspondientes a los actuales Caldas, Risaralda, Quindío y el norte del Tolima y Valle del Cauca; es uno de los capítulos destacados en la historia del país debido a las profundas consecuencias sociales y económicas que se produjeron en estas regiones. La decadencia de dicho sector económico generó desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX la movilización de familias principalmente provenientes del departamento de Antioquia hacia otros territorios nacionales aledaños a dicho territorio, los cuales se encontraban en un relativo aislamiento geográfico que los mantuvo todo ese tiempo al margen de la agitada historia de conflictos políticos y guerras civiles entre la independencia y el establecimiento de la era republicana. (al igual que Antioquia).

El Estado Soberano de Antioquia mediados del siglo XIX.

Desde los inicios de la conquista española de América, Antioquia fue una región completamente aislada geográficamente, y este aislamiento continuó durante el período de la colonia española y los subsiguientes.

El territorio La Loma (como se conoce a Antioquia), estaba poblado en la época precolombina por pueblos indígenas de las tribus de los catíos, nutabes, tahamíes y quimbayas. Las tres primeras tribus, y otras afines de variados nombres, constituían la gran mayoría indígena del territorio y pertenecían a una familia lingüística mayor, denominada genéricamente por los antropólogos como caribes. Los quimbayas constituían una familia diferente.

El occidente colombiano, y particularmente Antioquia, durante la Colonia llamaba la atención por su aislamiento, atraso y pobreza (hasta el punto de que los viajeros que la visitaban la comparaban con las colonias de África), después de la colonización superó esta condición y es ahora una de las regiones más desarrolladas de Colombia y asiento de una elevada porción de la industria colombiana. Durante este proceso de colonización se fundaron casi tantas ciudades nuevas como se habían fundado en el primer siglo de conquista y colonización españolas. Se aportaron a la economía colombiana miles de hectáreas de tierras nuevas cultivadas. El café se transformó en una gran industria de exportación que brindó una nueva posibilidad de formación de capitales, los cuales derivaron luego hacia el comercio y la industria. En la gran fecundidad del pueblo antioqueño estas dos actividades encontraron un amplio campo vital que permitió a este grupo pasar de una población de 50.000 habitantes,2 que tenía la provincia de Antioquia a fines del siglo XVIII, a una actual de varios millones de habitantes, con lo cual la proporción demográfica entre el oriente y occidente colombiano se invirtió a favor de este último, y el potencial humano de una nación despoblada creció en un siglo más que en toda su historia anterior.

Además, surgió una sociedad más fluida y democrática formada por numerosos propietarios rurales, donde el latifundio ((explotación agraria de grandes dimensiones)) era la excepción, donde las oportunidades de ascenso fueron mayores, y donde las distancias y diferencias sociales fueron menores que en otras zonas del país.

Sólo el estudio de las condiciones económicas, geográficas y sociales de Antioquia en la Colonia, nos dan la clave de la migración que tuvo su apogeo en el siglo XIX. En dicha zona, y a diferencia de otras regiones, no se creó una aristocracia parasitaria que viviera del trabajo aborigen; por no existir en su suelo grandes civilizaciones indígenas, y, sobre todo, porque los que fueron sometidos fueron asimilados, o bien, rápidamente sucumbieron ante las enfermedades traídas por los españoles, la institución de la encomienda no se desarrolló y pronto desapareció, con la consecuencia de que la agricultura tuvo que ser trabajada directamente por los españoles y sus descendientes, pues los esclavos fueron dedicados preferentemente a la minería.

De todas las regiones colombianas, Antioquia era la más aislada con el exterior y su comercio de exportación, con excepción del oro, era prácticamente nulo, lo cual incidía en la pobreza casi general. Las tierras habitadas eran escarpadas y estériles, y la propiedad estaba concentrada en las manos de unos pocos, lo cual daba origen a una contradicción entre el creciente número de habitantes que pedían tierras para cultivarlas y subsistir, y los poseedores de títulos de propiedad, que preferían mantenerlas incultas.

Por último, a fines del siglo XVIII, hubo una baja en la extracción de oro, que era el principal y casi único artículo producido por los campesinos del oriente antioqueño. Acosados por el hambre y la falta de trabajo en la minería y sin posibilidades de dedicarse a la agricultura en tierras tan estériles y concentradas en su propiedad por unos pocos, no tuvieron más que emigrar a regiones más propicias para su subsistencia y expansión.

Después de la primera fase de la colonización siguió un proceso autogenerado, consistente en que la parcela primeramente desmontada servía por un tiempo para albergar y dar empleo a la familia, pero luego, al crecer ésta, se tornaba insuficiente y algunos hijos se marchaban cada vez más hacia el Sur, para volverse a repetir así el proceso.

La búsqueda de tesoros, y en especial, de las guacas, fue una causa de la colonización, pero no la determinante, como popularmente se ha creído.

Las primeras poblaciones fundadas fueron Sonsón (1797), Abejorral (1808) y Aguadas (1814), bases de la expansión de la población colonizadora. A partir de la década de 1870, la colonización se intensificó y se extendió al actual territorio de los departamentos de Quindío, norte del Valle del Cauca y norte del Tolima.

Durante la segunda mitad del siglo XIX fueron fundadas por los colonos un gran número de poblaciones.

El proceso de colonización integró a la economía nacional miles de hectáreas de tierra que, durante siglos, habían permanecido inexplotadas y deshabitadas. El café fue el producto preferido por los colonos y su producción llegó a convertirse, en las últimas décadas del siglo XIX, en la base de la economía de Colombia.

La forma como fueron aprovechados esos territorios no favoreció la formación de la gran propiedad territorial. La colonización era llevada a cabo, primordialmente, por familias que no tenían la capacidad para pagar mano de obra, sino que, más bien, utilizaban la mano de obra familiar para explotar las tierras colonizadas. Esto dio origen a un nuevo tipo de sociedad en el occidente colombiano: mientras que, en el resto del país, el latifundio era la forma de propiedad más importante, en las zonas colonizadas predominaba la mediana propiedad campesina y familiar.

FASES DE LA EXPANSION POBLACIONAL DURANTE LA COLONIZACION ANTIOQUEÑA

Juan de Dios Aranzazu, presidente de Colombia entre 1841-1842 y terrateniente del occidente colombiano.

A finales del siglo XVI, un grupo de aventureros del oriente de Antioquia inició su migración hacia el Sur, en tierras concedidas por la Corona Española a don Felipe de Villegas y Córdoba, las cuales comprendían el territorio situado entre el río Aures y la quebrada de Arma. Primero fue fundado Sonsón, en 1797; luego Abejorral, en 1808, y después Aguadas, en 1814.

Allí los colonizadores tropezaron con el inconveniente de otra vasta concesión, la de Aranzazu, que incluía todas las tierras al oriente del río Cauca, entre las quebradas de Arma y Chinchiná. Se entabló una feroz lucha en la que hubo incendios y asesinatos entre los emigrantes y la compañía de González y Salazar, que era la sucesora de los títulos de Aranzazu. “Las tierras comprometidas incluían todo lo perteneciente a los municipios caldenses de Salamina, Neira, Aranzazu, Filadelfia y Manizales, con una zona de topografía excepcionalmente agreste de, aproximadamente, 60 km de longitud por 40 de ancho”.

En 1825 fue fundada Salamina; en 1843, Neira; en 1844, Santa Rosa de Cabal, en 1848, Manizales y finalmente en 1857 Chinchiná dando por terminada la colonización de esta zona. Pereira fue fundada en 1863 por familias Vallecaucanas de Cartago, Valle del Cauca.

COLONIZACION DEL QUINDIO

SALENTO, QUINDIO

El prolongado fervor de las gentes montañeras del Norte, deseosas de colonizar estas tierras, parece haberse intensificado aquí por cuatro atractivos, a saber: caucho, oro, alto precio del ganado porcino y las ventajas de la región como refugio para librarse de las guerras civiles que azotaban la República.Filandia fue fundada en 1878, Armenia en 1889, Circasia en 1884, Montenegro en 1892, Sevillaen 1903 y La Tebaida y Caicedonia en 1905.

A diferencia de la colonización anterior, realizada por campesinos pobres y durante la cual se consolidó la pequeña propiedad, en la colonización del Quindío se lucraron, en la mayoría de los casos, ricos propietarios, que burlaban, a través de terceras personas, las leyes sobre el límite a las adjudicaciones y la propiedad. Fue en aquella región donde acaeció la colonización de superior extensión y mayor concentración.

Los colonos del Quindío tuvieron que enfrentarse también con una compañía terrateniente, la de Burila, que reivindicaba derechos sobre el territorio en forma de paralelogramo, lo que comprendía desde Buga la grande en el Valle del Cauca hasta la cresta de la Cordillera, detrás de Calarcá, y que incluía todos o parte de los actuales municipios de Calarcá, Armenia, Génova, Pijao, y las vallecaucanas de Sevilla y Caicedonia.

COLONIZACION AL SUROESTE DE ANTIOQUIA

No sólo campesinos del oriente, sino familias enteras de Envigado y Medellín, iniciaron a finales del siglo XVIII la migración hacia el suroeste de Antioquia. En 1788 se habían instalado algunas familias de Amagá y, con el descubrimiento de las minas auríferas de Titiribí en 1800, se consolidó la población del mismo nombre. En 1829 ya existía Fredonia.

Concordia se fundó en 1848 y sus pobladores fueron alentados por las adjudicaciones de tierras hechas con base en la legislatura de Antioquia en 1834, para promover la colonización. En 1852se distribuyeron las tierras para la población de Andes. Entre 1839 y 1864 fueron fundadas Ciudad Bolívar, Andes, Jericó, Támesis, Valparaíso, y Jardín por colonos venidos de Sonsón, Abejorral, Pácora, Fredonia y Medellín. Quinchía fue fundada en 1886 y Mocatán en 1890.Pueblo Rico lo fue en 1881 y Balboa en 1907.

COLONIZACION DEL TOLIMA

Algunos de los grupos que habían colonizado la región de Caldas continuaron, a partir de 1850, su avance hacia el Oriente, en el departamento del Tolima. En ese trayecto fueron fundadas varias ciudades más, entre ellas Fresno (1856), Soledad (1860), Santo Domingo (1866), Líbano (1860) Murillo (1860) y Manzanares (1860).

En 1866 familias de Sonsón y Aguadas fundaron Pensilvania. Ya en el siglo XX, fueron fundadas Cajamarca, en 1916, y Roncesvalles, en 1944.

Por último, hay que destacar que hacia el occidente y el norte de Antioquia hubo también migración, pero no de tanta significación como las relatadas.

COLONIZACION DEL VALLE DEL CAUCA

En el norte y oriente del departamento del Valle del Cauca existe una influencia paisa, producto de la migración de antioqueños.

En los municipios especialmente alejados de la vertiente del Río Cauca, como El Águila, Versalles, Ulloa, Alcalá, Sevilla y Caicedonia, el acento predominante es la mezcla de Vallecaucano y paisa, mientras que, en los municipios norte vallecaucanos más próximos al río, su acento es vallecaucano.

Ya en el sur, centro y occidente del departamento del Valle del Cauca se encuentra mayoritariamente mayor población vallecaucana raizal.

PERIODO DE LA REGENERACION EN COLOMBIA

La Regeneración fue un movimiento político surgido en Colombia a finales del siglo XIX y liderado por Rafael Núñez. Su objetivo era cambiar la organización que tenía el gobierno y la sociedad colombiana, a partir de lo establecido por la Constitución de 1863, con la que se habían creado los Estados Unidos de Colombia y que convirtió al país en una república federal.

El movimiento regenerador estaba conformado por los conservadores y los liberales moderados, en oposición a los liberales radicales, que ostentaban el poder. La situación del país era caótica, y tras la guerra civil de 1876, el presidente Aquileo Parra fue el último mandatario perteneciente al llamado "Olimpo Radical”. A éste lo sucedió en la presidencia el general Julián Trujillo, en 1878, que venía de triunfar en la guerra por la facción liberal moderada. Núñez era en ese momento el presidente del Congreso y en la ceremonia de posesión del cargo de Trujillo, el 1° de abril de 1878, pronunció un discurso en el que incluyó la frase que trazó el destino de los cambios que se iban a dar: "Hemos llegado a un punto en que estamos confrontando este preciso dilema: regeneración administrativa fundamental o catástrofe.

ANTECEDENTES Y CARACTERISTICAS DEL PERIODO DE LA REGENERACION

Desde 1858, Colombia era una república federal, primero bajo el nombre de Confederación Granadina y luego como Estados Unidos de Colombia, regida por sendas constituciones de corte federalista. La Constitución de 1863, aplicó de manera extrema los principios liberales, concedió demasiada autonomía a los estados, otorgó libertades de prensa, empresa, asociación, porte y comercio de armas, movilización hacia dentro y fuera del país y proclamó un estado laico, lo cual no fue del todo bien recibido en un país con una amplia mayoría católica. Por otra parte, abolió la pena de muerte y redujo el poder de la rama ejecutiva, limitando el período presidencial a dos años y otorgándole casi todas las facultades de gobierno al Congreso.

EXPRESIDENTE RAFAEL NUÑEZ

Si bien es cierto que se produjeron avances en cuanto a la educación, como la creación de la Universidad Nacional de Colombia, en 1867, y la expansión de la infraestructura de transporte (ferrocarriles) y comunicaciones (telégrafo), las frecuentes guerras civiles entre los estados y la ausencia de un poder central condujeron a la anarquía, y en últimas, a la división del liberalismo en dos bandos prácticamente irreconciliables: los radicales (integrados por la clase alta, dueña de los altos cargos del gobierno) y los moderados e independientes (compuestos por

algunos expresidentes, congresistas, intelectuales, la clase media, los comerciantes y literatos). Entre los radicales estaban Tomás Cipriano de Mosquera, Manuel Murillo Toro, Aquileo Parra, Santiago Pérez, Salgar, Santos y Santos Acosta, y entre los moderados e independientes figuraban José Eusebio Otálora, Julián Trujillo, Francisco Javier Zaldúa, Eliseo Payán, Miguel Samper, José María Campo Serrano, y el propio Rafael Núñez.

Una vez en ejercicio del poder, el movimiento regenerador impulsó una serie de reformas que finalmente dieron como resultado la convocatoria a una asamblea de delegados para redactar una nueva carta política. El 8 de agosto de 1885, Núñez declaró en un discurso desde el balcón del Palacio de San Carlos, que la Constitución de 1863 había dejado de existir.

La Regeneración estableció las bases para el regreso a un modelo de estado proteccionista, en el que el gobierno central, nuevamente dotado de amplios poderes de los que había sido privado en la Carta Magna de Rionegro, era el responsable de la política económica del país en materia de importación y exportación, así como del control bancario (con la creación del Banco Nacional, predecesor del Banco de la República), y el establecimiento de impuestos y/o aranceles.

En materia administrativa, los estados se convirtieron en departamentos, intendencias y comisarías, regidos desde la capital, con gobernadores, alcaldes, e intendentes nombrados por el Presidente, y del sistema federal se pasó al centralismo y a un régimen unitario. El período presidencial se aumentó a seis años, y se dotó de toda clase de facultades al poder ejecutivo, convirtiendo al presidente casi en un monarca absoluto. La pena de muerte fue restablecida, y tuvo plena vigencia hasta la reforma constitucional de 1910

Aunque se reconoció la libertad de cultos, Núñez afirmó que "la tolerancia religiosa no excluye el reconocimiento del hecho evidente del predominio de las creencias católicas en el pueblo colombiano. Toda acción del gobierno que pretenda contradecir ese hecho elemental, encallará necesariamente como ha encallado en efecto entre nosotros y en todos los países de condiciones semejantes..." Por lo tanto, se restablecieron los privilegios y bienes incautados de los que gozaba la Iglesia Católica. Regresaron al país las comunidades que habían sido expulsadas, y se le encargó al clero la labor de impartir la educación. Las relaciones entre Iglesia y Estado fueron reguladas a través del Concordato, firmado en 1887.

IMAGEN DE LA REGENERACION SEGÚN SUS OPOSITORES

La oposición a los regeneradores fue a ultranza, y desencadenó la guerra civil de 1884. En la prensa anti regeneracionista, fue famosa una versión a manera de burla del escudo de Colombia, en el que el lema tradicional de "Libertad y Orden", fue cambiado por "Ni Libertad, ni Orden". El cóndor fue sustituido por un gallinazo; la granada por una calavera; las cornucopias, por dos húmeros; el gorro frigio, por un sombrero pirata; y la imagen del Istmo de Panamá, cambiada por un monstruo devorando dos barcos. Incluso, dentro de la Regeneración no había uniformidad. Por el contrario, hubo dos corrientes de pensamiento opuestas: la liderada por José María Samper (y por Núñez, tras bambalinas), que propendía por un estado fuerte, pero sin menoscabar las libertades individuales, y por el otro la de Miguel Antonio Caro, que quería un régimen más autoritario, conservador y clerical. Esta última terminó imponiéndose.

LA CONSTITUCION DE COLOMBIA DE 1886

La Constitución Política de Colombia de 1886 fue la Carta Política Nacional que rigió la vida constitucional de Colombia desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo cuando fue derogada por la Constitución de 1991. Nació en el marco de la llamada Regeneración liderada por el presidente Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro, de quienes se dice fueron los principales autores de la Constitución.

Esta a su vez derogó la Constitución de 1863. Tuvo dos reformas importantes: la de1910 después del gobierno progresista del presidente Rafael Reyes y la reforma de1936 liderada por el presidente Alfonso López Pumarejo que se destacó por su progresismo y políticas favorables para la clase obrera. Otras reformas significativas se dieron en los años 1905, 1954, 1957, 1958, 1968 y 1984. La Constitución fue proclamada el 5 de agosto de 1886; abolió el federalismo, creó un Estado unitario, administrador en lo social y económico, sumamente confesional al considerar como religión oficial la Católica, dividió el poder en tres ramas (legislativa, ejecutiva y judicial), estableció el periodo presidencial en seis años y creó los departamentos como forma administrativa territorial nacional.

Colombia tuvo muchos años de guerra y disputa entre los dos partidos predominantes: el liberal y el conservador, esto sumado a una constitución de Rionegro que promulgaba estados independientes que llegaban a tener más poder que el gobierno central de Colombia. Los Estados Unidos de Colombia como se llamaba el país en aquella época, en 25 años de estar promulgada vio pasar más de 50 guerras civiles

En 1991 fue remplazada por una nueva constitución política con el propósito fundamental de ampliar la participación ciudadana y fortalecer la democracia.

Rafael Núñez, la Lucha Conservadora y Miguel Antonio Caro

Luego de subir por segunda vez al poder y aunque en un conflicto muy fuerte entre los dos partidos, se logra poder instaurar las bases de lo que sería la constitución que más tiempo ha durado vigente en Colombia.

Núñez fue claro promotor de la constitución y con la ayuda del escritor y político conservador Miguel Antonio Caro, hijo de José Eusebio Caro, fundador del partido conservador, llegan a instaurar las bases con las cuales se le devolverían los derechos a la Iglesia en el país, y a su vez se trataría de disipar el conflicto entre los dos partidos.

Esta constitución tuvo gran apogeo porque le devolvió los derechos

constitucionales a más de la mitad de los ciudadanos del país, los liberales le

habían quitado todo derecho a la Iglesia y mediante las nuevas medidas se

devolvió el poder a los miembros de la iglesia.

Esta constitución creía más en el orden, es decir, por esto se debe que

Colombia sea llamada República de Colombia, pues una república es el

principal poder tanto económico, como político y militar, a diferencia de

estados independientes que luchan por el poder entre sí y que tienen sus

mismos ejércitos, peligrando la integridad del estado.

Tal era la rivalidad e independencia de los estados que había algunos de estos

con bandera propia, pudiendo en cualquier momento iniciar una guerra cívica

peor que las otras cincuenta que había presenciado el país.

En el aspecto político tuvieron presencia de menos conflictos, y hubo períodos

en los cuales la paz se instauró.

Convirtió al país en un ejemplo de ultra-conservatismo que hizo que cosas

como el divorcio o muchas libertades fundamentales que otros países ya

poseían, Colombia las obtuviera sólo hasta mediados del siglo XX.

HISTORIA DE LOS DOS PARTIDOS TRADICIONALES DE COLOMBIA

A mediados del siglo XIX comenzaron a estructurarse en la Nueva Granada, filosófica y doctrinariamente, los partidos liberal y conservador. En 1848 apareció el primer programa liberal elaborado por Ezequiel Rojas

y un año más tarde José Eusebio Caro y Mariano Ospina Rodríguez redactaron el conservador.

Los partidos tradicionales basaron su ideología en la filosofía liberal del siglo XVIII. y se hallan relacionados con el federalismo y centralismo de la época de independencia y con los liberales moderados (conservadores) y liberales progresistas (liberales) que surgieron del pensamiento de Francisco de Paula Santander.

La segunda mitad del siglo XIX representa para Colombia el rompimiento definitivo con la estructura socioeconómica colonial. Con la imposición de las ideas liberales, el país entró de lleno en el sistema capitalista imperante en occidente. La Constitución de Rionegro (1863-1886) representa el triunfo de los intereses librecambistas y la imposición de las libertades individuales absolutas. La práctica de estos principios condujeron al finalizar el siglo a un replanteamiento de las bases ideológicas del Estado. Se instauró entonces un sistema y proteccionista, regido por la Constitución de 1886 que perduró en Colombia por más de 100 años y se caracterizó por un rígido centralismo y por las amplias facultades que otorgó al poder ejecutivo. La Constitución estableció el sufragio para todos los varones, mientras que el voto femenino se estableció hasta 1957. HISTORIA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS El nacimiento de los partidos políticos en Colombia tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX, pues esta era la época en que Inglaterra tenia como referente el libre cambio en la economía y la imposición de aranceles a los productos; todas ellas ideas que pretendían difundir por el resto de los países del mundo.

Las ideas románticas y socialistas llegaron a la Nueva Granada, influyendo tanto en los intelectuales que buscaban transformaciones como en los tradicionalistas. En la Nueva Granada, por ese entonces, existían dos grupos poblacionales claramente definidos: Los indígenas, esclavos, artesanos, antiguos militares y comerciantes, para los cuales un cambio en la situación social, política y económica era indispensable. Los esclavistas, burócratas, terratenientes, militares de alto rango y clero, para quienes la situación era ideal y debía ser mantenida a toda costa. Para los primeros, el cambio era totalmente significativo e implicaba transformar el Estado, pasando de unas relaciones coloniales (de acuerdo con los intereses burgueses) a un Estado con leyes generales para todos, en las cuales se suprimieran las jerarquías ante la ley y se le quitara a la Iglesia el monopolio del conocimiento y de la enseñanza. Estas eran las primeras ideas liberales que abogaban por un Estado con ciudadanos libres, lo cual implicaba la abolición de la esclavitud, así como la implantación de las libertades de expresión, religiosa, de enseñanza y de libre comercio. Para los segundos, liderados por Mariano Ospina Rodríguez, las cuestiones sociales sobre las cuales se discutía tan sólo servían para dividir a los granadinos, además de interferir con sus intereses económicos (la abolición de la esclavitud, por ejemplo, afectaba los intereses económicos de los esclavistas, o hacer jurídicamente iguales a todos los hombres derrumbaba el poderío social de la burocracia del país).

De las anteriores disputas surgieron sociedades que, meses después, hicieron posible la aparición los dos partidos Liberal y Conservador: Sociedades democráticas, organizadas por intelectuales, obreros y la juventud romántica y radical, quienes se reunían bajo los lemas de viva la ruana (pues teñían las ruanas de rojo) y abajo las casacas azules. Ezequiel Rojas publicó, el 16 de julio de 1848, las razones por las cuales se debía votar por el candidato liberal; gracias a lo cual José Hilario López, el 7 de marzo de 1849, llega a la Presidencia de la República (prueba de ello sería que López, el 1 de abril de 1849, pronuncia un discurso dirigido a todo el país en el que las ideas de Ezequiel Rojas se ven claramente reflejadas). Sociedades católicas, las cuales fueron apoyadas por Mariano Ospina Rodríguez, quien, el 21 de mayo de 1848, funda el periódico El Nacional, el cual establece las diferencias entre los dos nacientes partidos y tilda a los liberales de ateos y libertinos. Los seguidores del ideario de Ospina se hacen llamar conservadores; son tildados por los liberales de tradicionalistas, godos y azules, por ser este el color del emblema mariano de la Iglesia católica. Las sociedades católicas, y los conservadores en sí, defendían la moralidad cristiana e iban en contra de las ideas revolucionarias, de la igualdad real, de la usurpación y del anarquismo. Tanto liberales como conservadores contaban con adeptos de diferentes clases sociales, pues no todos los conservadores eran esclavistas, burócratas y terratenientes, así como entre los liberales también se contaban personas que veían en el manejo político del pueblo una gran posibilidad de obtener beneficios económicos. A pesar de existir dos partidos políticos, el pueblo pertenecía a uno u otro más por simpatía o antipatía que por un acto genuino de adhesión ideológica a uno u otro discurso. En Colombia, la pertenencia a un partido siempre fue una cuestión más de tradición familiar que de reflexión individual, lo que hizo que, en nombre de la defensa de dicho partido, el fanatismo imperase por encima del razonamiento sosegado, convirtiendo a las causas políticas en génesis y motivo fundamentales de la violencia en Colombia durante la primera mitad del siglo XX.