Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Carrera de psicología Grupo 1157

Profesor: Isaac Pérez Zamora

Alumno: Joao Alexis Santibáñez Armenta

Trabajo: Comentario de la novela “Un año con Schopenhauer”

Creo que ésta novela es un tanto especial porque habla, aparte de la historia natural, sobre la vida Schopenhauer. Trata momentos en los que fue marcado Schopenhauer y que sobre todo retrata en cierta parte características de la personalidad de él. Personalmente creo que no es pesimismo lo que caracteriza a su obra y su pensamiento. En una parte del libro habla sobre un viaje que hizo Pam a la India, por un retiro espiritual, que más bien era como un curso de meditación. El objetivo era la ecuanimidad, que sólo se podía alcanzar por medio de la meditación, que no sólo consistía en respirar hondo, aunque eso era lo más importante, sino que debían de dejar sus deseos por un lado, alejarse de todo lo que podía hacer crecer su ego. Decía que Buda había dejado 4 pasos con los cuales se podía alcanzar la ecuanimidad. Pero al alejarse de los deseos, también se debían de alejar de los fracasos, de los momentos de aventura, de decepción, los cuales, junto con los de felicidad y placer, le dan sentido a la vida. Y Pam se dio cuenta de ello. Y el pesimismo del filósofo Schopenhauer se parece y se relaciona mucho con ese pensamiento oriental. Esa idea es la que más me llamó la atención. El pesimismo de él tal vez se ganó ese nombre porque precisamente rechazaba cualquier idea de felicidad que tuviera que ver con el amor. Y se ve en algunos momentos de la vida de él. Sus pensamientos son muy realistas, no deja ver ningún sentimentalismo, como el personaje de la novela, Philip. Pienso que nosotros tenemos la decisión y la elección de una vida engañándonos con nuestras mismas emociones, o siendo tan realistas, viendo la vida humana desde un lugar fuera de éste y dejar de lado una particularidad de la vida: la angustia.

Creo que el hecho de saber que vamos a morir en un año podría acercarnos a ideas como las de Schopenhauer y darnos un poco de consuelo y así tratar de tapar ese hueco o el dolor que nos provoca saber que ya no vamos a vivir. Aun así, nos pueden ayudar ese tipo de ideas, sobre todo si nuestro miedo es alimentado de cosas que no son reales y solo las imaginamos. Pero también me deja pensando en todo lo que he hecho hasta ahora y que me trajeron hasta este lugar en el que estoy. Tanto Schopenhauer como los orientales no piensan en el pasado ni en el futuro y se enfocan sólo en el presente. Y al parecer para los demás nuestra vida sólo son dos días. La tranquilidad es indispensable para mantener los pies en el suelo, pero nuestra parte humana se caracteriza porque solemos volvernos locos por un instante en nuestra imaginación, alimentada por la emociones. La felicidad es el extremo opuesto de la tristeza, la tranquilidad es lo opuesto al éxtasis. Buda decía que cuando deseábamos, fracasábamos, sufríamos o sentíamos placer, no era nuestro verdadero yo. Creo que esa idea tiene que ver con la del Yo en psicoanálisis, que se supone el Yo es falso porque trata de tapar las cosas traumáticas al consciente. En fin, nosotros nos atormentamos con nuestro pasado, especialmente con nuestros errores, y el futuro nos da esperanza y nos inspira, por lo que se supone que deberíamos corregirnos en el presente. Pero nosotros somos inestables, así que pase lo que pase, aunque hagamos un espectáculo con nuestra vida, todo nuestro ruido no saldrá de la Tierra, y fuera de ésta, todo seguirá su curso normal.