CIRCULACION: 14.500 EJEMPLARES

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C I R C U L A C I O N : 1 4 . 5 0 0 E J E M P L A R E S L I T Y T I P D E L C O M E R C IO -C A R A C A S

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Estampa bucólica donde el gañán tra ­baja en el diario laboreo de la

m adre tierra.

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Pu b l ic a d a M e n s u a l m e n t e Po r La St a n d a r d O i l C o . o f V e n e z u e l a y La g o Pe t r o l e u m C o r p .

NUM. X X VR e d a c c i ó n : S o c i e d a d a T r a p o s o s N o . a ■ A p a r t a d o N o . a a s

C A R A C A S : J U N I O D E 1941. A Ñ O 111.

EDITORIAL

EN una sociedad libre, donde la igual­dad en las oportunidades es caracte­rística de las instituciones sociales y económicas, la producción depende esen­

cialmente de la cooperación: tan esencial­mente, que es su elemento indispensable.

La producción trae consigo no solamen­te el bienestar del individuo, sino también el mantenimiento económico de los gobier­nos. El bienestar general de un país, depen­de de que su capacidad de producción esté en actividad y sea costeable. En cuanto a los gobiernos, puede decirse que es la pro­ducción la que les suministra los mayores recursos. De allí que todos los servicios so­ciales que están a cargo de gobiernos, como la educación pública, la salubridad, la pro­tección a personas y bienes, etc., están igual­mente sujetos a la productividad humana. Asimismo en pequeño, no puede discutirse que todo lo que el individuo puede dar a las personas que de él dependen, alimentos, ho­gar, posición social, educación y futuro, de­pende de su productividad.

En la sociedad presente, ningún hombre puede reunir todo lo necesario para él y los suyos, si se encuentra aislado. Aun el pe­queño agricultor, que es por lo general el más individualista de todos los hombres, ne­cesita de la cooperación de otros para la dis­tribución y venta de sus productos en los mercados y para obtener en su casa y en su fundo todos los elementos de vida que nece­sita de la ciudad. Y así es como se hace ne­cesario que centenares de miles de personas se dediquen a llevar a los mercados, efec­tuando un verdadero trueque de productos, los alimentos, la maquinaria, el acero, el caucho, el vidrio, los equipos eléctricos, los combustibles y lubricantes, y en fin, cuanto es ahora necesario para la vida civilizada.

)Pero para un buen intercambio de pro­

ductos, hace falta un tercer factor, tan im­portante como el capital y como el trabajo: la administración. La administración co­necta entre sí todas las líneas de la produc­ción, la distribución, la creación y el movi­miento ; busca el capital necesario para abrir nuevas empresas y lo invierte, protegién­dolo contra la disipación y contra la pérdi­da; se procura las materias primas, organi­za el elemento laborante y dirige la produc­ción de los artículos elaborados. En segui­da, la administración tiene que dedicarse a encontrar y aun a crear los mercados en que pueda colocar con utilidad sus artícu­los. Para mejorar constantemente su pro­ducción, establece laboratorios de investi­gación científica; para colocarla, lanza una publicidad que presenta al consumidor la utilidad del producto. Y relacionando el costo de producción con el volumen de las ventas y la capacidad adquisitiva de los com­pradores, establece el precio justo de sus artículos.

De este modo es cómo el capital, el tra­bajo y la administración, se unen para cons­tituir una sociedad de cooperación. Cada uno de esos tres elementos tiene su fun­ción y cada uno de ellos recibe la compen­sación de ella; pero permanecen ligados por esa cooperación que es la base firme de la estructura.

La cooperación hace posible cualquier propósito. Las disputas lo hacen fracasar.

La cooperación edifica nuevas empre­sas. Las disputas las destruyen.

La cooperación beneficia al inversio­nista, al trabajador y al administrador. Las disputas resultan en perjuicio de todos.

Es, pues, ella, en el importante triángu­lo, elemento indispensable para la buena marcha de una empresa o de una nación.

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Casas Históricaspo en esa ocasión del in c o m p ren si­ble egoísm o de los hom bres. E l co­m a n d an te S erran o le negó su caba­llo y no qu iso s iq u ie ra el sa lvarle en el anca. P o r el c o n tra rio un so ldado de ca b a lle r ía — un h u m il­de ce n ta u ro — le o frec ió u n a m uía m a ltrec h a que le la s tim a en una p ie rn a . P ero en este p u n to , ap a ­rece , p ro v id en c ia lm en te , el Co­m an d an te Ju liá n In fan te , qu ien o p o rtu n am en te log ra s a lv a r le ! . . .

Y es en tonces, poco después, que B olívar se d irig e a A ngostura, m ien ­tra s Páez se de tien e en A pure. Ya la ca b a lle r ía h isp a n a es tá com ple­tam en te d iezm ada. E l tr iu n fo de los llanos es un a re a lid a d p a ten te y tang ib le . E n el ce reb ro del Li­b e r ta d o r se ag ita y a la p ro y ecc ió n eno rm e de d a r c im a a la lib e rtad de la A m érica toda . Tal concep to le aco m p añ a en todo in s ta n te : en la g u erra o en el b a ile ; en las m ar­chas fo rzadas o los p equeños in ­te rva lo s consag rados al descanso . A nte la firm eza y v as ted ad del p lan que c o n c ib ie ra su fecu n d a m ente , de n ad a valen las in tr ig a s del C oronel W ilson, qu ien tra ta in ú tilm e n te de a r r a s t ra r a Páez a la sed ic ión . Es d e c ir : h acerlo jefe sup rem o del m ovim ien to em anci- pa to rio .

E n C iudad B olívar, en la casona h o sp ita la r ia que le s irve de d om i­cilio , m a d u ra el in g en te e s tad is ta los v a riad o s m atices del nuevo r i t ­mo que tra ta de im p rim irle , ah o ra , a la causa de la In d ep e n d en c ia . Allí, an te el ad m irab le pa isa je que le s irv e de m arco al O rinoco , allí an te el p u ro y crom o lum inoso de la n a tu ra leza hech a ascuas, a llí an te

BOLIVAB se ha llab a em peña­do en tra sc en d e n ta le s em pe­

ños m arc ia les. Ya h ab ía rea lizado la cam paña del cen tro . A quella ex ­tra o rd in a r ia cam p añ a efec tu ad a en la reg ión que hoy co m p ren d e bue­na p a rte del E stado G uárico . Bien es c ie rto que Z araza h ab ía s ido de­rro ta d o en el sitio de “La H oga­za”, pero tam poco p o d r ía negarse la tra sc en d e n c ia del p lan e lab o ra ­do en tan g u e rre ra em presa . P ro n ­to sus tro p as se a d e n tra ro n en A pu­re p a ra a llí u n irse a P áez y a tac a r con jun tam en te , a las fuerzas de M orillo, des tacadas en Calabozo.

E n todo m om ento , en to d a h o ra , B olívar, cu idadosam en te , seguía, con com prensib le y p ro fu n d o in ­te ré s las in c id en c ia s de la gu erra en los llanos. P áez, el invencib le , d esg ran ab a la g lo riosa epopeya de sus tr iu n fo s reg ionales . H ubo un m om ento en que los dos jefes se en tre v is ta ro n en C añafístu la . E l con jun to de las tro p a s p a trio ta s ascen d ía a cu a tro m il hom bres. La tom a de las F lech eras resu lta un a rea lid a d p a lp ita n te . E n el paso de “E l D iam an te” Páez y A ram endi, con c in cu en ta llan ero s so lam ente, ab o rd a n las em b arcac io n es conque p en sab an los p en in su la re s rea liza r el paso del A pure. A nte el em pu­je de B o lívar n a d a im p o rta el f ra ­caso de La P u erta , n i tien e m ayor va lo r — a no se r lo cen su rab le del c r im in a l p ro p ó sito — el fru s tra d o a ten tad o del H incón de los T oros. A quella escena — m il veces re p ro ­b ab le — sólo p re se n ta un aspecto de ep isod io d o lien te . Un p ro c e d i­m ien to c rim in a l, s in re liev e n i sa­tu rac ió n h ero ica . A tacar a m an ­salva, valiéndose de la o scu rid ad , y p re te n d e r el p e rp e tu a r el siem ­p re execrab le a ten tad o persona l. E l jefe rea lis ta K afael López qu e­dó m uerto en la señ a lad a pseudo hazaña . B olívar, s in em bargo , su ­

el esm alte p u ro y vivo de la vegeta­ción tra n s c r ita en todos los colo­re s im ag inab les, la in sp ira c ió n no se res is te y el ensueño genial co­m ienza a se r u n a efec tiva rea lid ad .

E s un a re a lid a d “E l C orreo del O rinoco” p a ra fo rm a r u n a co n c ie n ­cia p ú b lic a y g en era l; y es una re a lid a d el C ongreso a reu n irse p ro n to . Y las consecuencias d e r i­vadas de la h o n d u ra de pen sam ien ­to v ienen tam b ién , en d efin itiv a , a cu lm in a r, en o tra re a lid a d tra s ­ce n d en ta l: la in d e p en d e n c ia de C olom bia y con ella nuevos re c u r ­sos p a ra re m a ta r la l ib e r ta d to ta l del te rr ito r io venezolano , aú n do­m inado p o r fuerzas y núcleos del Rey. Y ese p la n o rgan izado y an a ­lizado , p u n to a p u n to , en la casa de C iudad B olívar, o frece después la g lo ria de C arabobo , la C am paña del S ur y la fu n d ac ió n de Bolivia.

E n C iudad B olívar, po sib lem en ­te, se h a lla el justo eslabón de to ­dos los afanes del g lorioso h ijo de C aracas. Algo com o un c r iso l d o n ­de se fu s io n a ra n el p en sam ien to , la v o lu n tad y la fé, p a ra o frece r en tonces, el hech o p o rten to so de c inco re p ú b licas lib re s y so b e ra ­nas. E l fu tu ro , en este caso con­cre to , supo ra ti f ic a r lo que co n c i­b ie ra la m en te c la ra y audaz de aquel hom bre de se lección . E l des tino sum iso se doblegó an te las e jecu to rias del genio. Y el p lan e lab o rad o en la m ansión de la c iu ­dad m ecid a e te rn am en te p o r el O rinoco , co n stitu y e u n a de las m ás firm es bases en el p ed es ta l g ra n ­dioso de la p o s te rid ad . Allí en C iudad B olívar está la ca sa : so b ria en su a rq u ite c tu ra ; segu ra y firm e en la h is to ria e jem p lar que en c ie ­r ra su pasado .

A ntonio REYES.

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Un Retrato de Sócrates

AQUEL hom bre , el m ás g rande de G recia, p o r su sa b id u ría ,

sus v ir tu d e s y su tran q u ilo he­ro ísm o, no te n ía un p e rf il griego, como el m ajestuoso P eric les o el bello A lcib íades. E ra ñ a t o . . . Aquel hom bre, el m ás sutil, ágil y agu­do de todos los filósofos del A ti­ca y de to d a s las épocas, no e ra cenceño n i b ien p ro p o rc io n ad o . E ra gordo y v e n tru d o . . . . E n Es­p a rta le hu b ie sen puesto m ulta p o r la ex u b e ran c ia de su abdom en.

No debem os f ia rn o s m u­cho de las es ta tuas y los bustos de la an tig ü ed ad gre- co-latina com o docum entos fisonóm icos. E n su m ayoría , esas ob ras no son re tra to s , sino in te rp re ta c io n e s m ás o m enos ca p rich o sa s del as­pecto e x te r io r de un héroeo p erso n a je a qu ien ra ra s veces tuvo fre n te a sus ojos el escu lto r.

Así, pues, no p o d ríam o s d isc e rn ir en tre lo veraz y lo im ag inativo del busto de Só­cra tes que se conserva en el Museo de N ápoles. A lgunos h is to ria d o res d icen que “ les p a re ce” un re tra to fiel del filósofo. E x am in ad o este bus­to — o alguna de sus re p ro ­ducciones — lo p r im e ro que surge es el “an tih e len ism o ” del sem blan te de Sócrates, donde la n ariz , le jos de ser una p ro lo n g ac ió n de la li­nea de la fren te , se hace ap lastad a y an ch a . N ingún rasgo es a fo rtu n ad o en esta faz b a rb u d a de S ileno. De los ojos de S ócrates acaba de d ec ir P érez de A yala, su m ás rec ien te re tra t is ta , que eran vacunos. A ñádase la calv icie: el cráneo, un a bo la de m arfil; sólo dos guedejas sobre las sienes. No obs­tan te, la que llam aríam os herm osu ­ra in te r io r o su p e rio r de la in te li­gencia, em bellecía, ennoblecía aquel rostro .

A este respecto , los testim onios de los dos d isc ípu los y b iógrafos de Sócrates, Jeno fon te y P la tón , coinciden y son irrecusab les. Feo y panzudo, sus adm iradores le in ­vitaban a sus banquetes p o r escu­char su p a lab ra ce rte ra e ingen io ­sa siem pre. N adie veía en tonces la nariz ap lastada, ni los ojos bovi­nos, ni la panza. E scuchar a Só­cra tes e ra una delicia, u n p u ro p la ­cer del esp íritu , un encanto al que sólo no se ren d ía n los ignoran tes y los envidiosos, que al fin d ie ron

cuen ta de la v ida m orta l del m ejor hom bre de Grecia.

Jeno fon te en sus “M em orias” y P la tón en sus “D iálogos” nos des­criben a este S ócrates paseado r y conversado r (“d is c u rr ir” tiene dos acepciones: “cam in a r” y “ reflex io ­n a r” ) y que, conform e iba cam i­nando p o r A tenas, hab laba , d ise r­tab a y d ia logaba sin im p o rta rle qu ien fuera su in te rlo cu to r o a n ta ­gonista. Joven o anciano, m enes­tra l o político , au tóctono o m eteco,

SOCRATES

a todos los acogía— los adm itía— afab lem ente , r is u e ñ a m e n te ... No era S ócrates un filósofo que esta­b leciera d is tanc ias: d istanc ias m a­teriales. Las o tras, las ún icas que im portan—las m orales y las m en­ta les— se estab lecen de p o r si. N in­guna boca en el m undo ha son re í­do m ás ni m ejor que la de S ócra­tes. Como que h izo de la iro n ía la a liada de su d ia léctica.

E n una de las etapas de su “V ia­je en tre ten id o al país del ocio” Ra­m ón P érez de Ayala nos p resen ta un nuevo re tra to de S ócrates, que nos persuade. E ste sí que nos p a ­rece un re tra to fiel. P o rq u e no está hecho sólo con los h ipo té ticos ra s ­gos y facciones del físico del filó ­sofo, sino tam bién con los pen sa­m ientos de aquella fre n te y los de­

cires de aquellos lab ios in c an sa­bles en su defensa de lo verdadero , lo bello, y lo bueno, que él iden ­tificaba consubstanc ia lm en te , con g ran enojo de los sofistas, a qu ie­nes les b as tab a y aú n les so b rab a con los fragm entos de la v e r d a d . . . M ejor d icho : “los so fistas a f irm a­ban la verdad c ircu n stan c ia l de to ­do, que es com o a firm a r la m en ti­ra u n iv ersa l de todo”.

Son las p a lab ras de P érez de Ayala. E l cual pone en boca de

S ócrates una o rac ió n a P a­las, d io sa co n ju n ta de los a ten ien ses y los esp artan o s , p e ro a d o ra d a de d is tin to s m odos. P alas sim boliza p a ra los esp a rtan o s la fuerza , p a ­ra los helenos la in te lig e n ­cia. ¿N o ha n ac id o de la sien de Zeus?— se p reg u n ta n los p en sad o res del A tica. ¿N o es, p o r ta n to , la d io sa de la sensatez? P e ro no se o lv ide que el n ac im ien to de P alas (M inerva) fué p ro v o ­cado p o r un hach azo de He- faistos (V ulcano) en p len a testa de Jú p ite r , el p a d re de los d ioses. Y que M inerva nació “a rm a d a de todas a rm a s” .

..y--.. In te ligenc ia y fuerza no son, no deben se r inconci- Hables. S ócrates, el hom bre lnas in te lig en te del m undo,

:V£.V'-':s no fué un m al so ldado . Se batió v a lero sam en te en doso tres ba ta llas an tes de co n ­sag ra rse a u n a h a r to m ás te m e ro sa : la que em p re n ­d ió c o n tra los m alos r e tó r i­cos, los tira n o s y los so fis­tas. Así pues, en él fuerza e in te lig e n c ia se c o n c e rta ro n ,

se a rm o n izaro n . C am b iaro n sólo de “tem p o ” , de in te n c ió n y ex p res ió n .

E l re tra to de Sócrates p o r el a u ­to r de “B elarm ino y A polonio” es de los que “ se salen del m arco”. Se sale p o rque rev ive en ellos el p e r­sonaje, el héroe , el hom bre. E s un S ócrates de cuerpo en tero y de án im a ín teg ra . Si P érez de Ayala fuera sólo un pensado r, un filóso­fo, ta l vez “ su” S ócrates no le h u ­b ie ra sa lido tan com pleto.

Yo le d ije a Ayala, al final de a l­guna de sus adm irab les con fe ren ­cias en Buenos A ires:

—E n usted el p en sad o r no anula, no a rr in c o n a al novelista.

Ideas y gentes “viven” en las di­se rtac io n es del ilu s tre escrito r. E l toque está a h í . . .

A lberto INSUA.

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Ciudadanos que han Ejercido el Poder Ejecutivo en Venezuela (1831 -1941)

EL G eneral Jo sé A ntonio Páez fué el P rim e r P re ­

s id en te C onstituc ional de V enezuela (1831-1835). Du­ra n te su p e rio d o , el P o d er E jecu tivo fué e je rc ido tam ­bién p o r el V ice-P residen te L icenciado D iego B. U rba- neja, Don José E usebio Ga­llegos y el D octo r A ndrés N arvarte .

P erío d o del D r. José M.V argas (1835). P o r su re n u n ­cia, de 1836 a 1839, e je rc ie ­ro n José M. C arreño , D r. An­d rés N arv arte y Gral C arlos Soublette.

Segunda P re s id en c ia de Páez (1839-1843), e jerc ió in ­te rin am e n te D on Santos Mi- chelena.

E l Gral. C arlos Soublette fué P re s id en te C onstituc io ­nal de 1843 a 1846.

E n 1847 a 1850, p e río d o del Gral. José T adeo Mona- gas, e je rc ie ro n el D r. DiegoB. U rbaneja, A ntonio L. Guz- m án y Jo a q u ín H erre ra .

E l G ral. José G regorio Mo- nagas e je rc ió de 1851 a 1854.

Segundo p erío d o de José T adeo M onagas 1855-1858).A la re n u n c ia de M onagas e je rc ie ro n el D r. P ed ro Guai,M anuel M. E ch ean d ia , M anuel Ma­ch ín Q uin tero y L ucio Siso, co­mo G obierno P lu ra l. D on M anuel F elipe T o v ar e jerc ió en agosto del 58. E l G ral Ju lián C astro e je r­ció en 1859. D errocado del poder, lo e je rc ie ro n , M anuel F elipe T ovar, (P d te .) y el Dr. P ed ro Guai. S obre­vino la D ic tad u ra de Páez, y en ella e je rc ió el Dr. P ed ro José Bojas.

El 17 de ju n io de 1863 fueron electos P re s id en te y V ice-P residen­te P rov is ionales los G enerales Ju anC. F alcón y A ntonio Guzm án B lan­co, respec tivam en te . Del 63 al 68 e je rc ie ro n José González, José D. T rías , Miguel Gil, León C olina, R a­fael A rvelo y M anuel E. B ruzual.

T riu n fa n te el 68 la revo luc ión del G eneral José T adeo M onagas, elec­to éste y m uerto sin h acerse cargo, e je rc ie ro n los D esignados José R u­p e rto M onagas y D octo r G uillerm o Teli V illegas. E n 1870 e je rc ie ro n los D esignados G eneral E steban P a­lacios y Ju a n V. González D elgado.

Surge G uzm án B lanco el 70, e jer­c iendo tam b ién el D esignado José Ignacio P u lid o y los M inistros Ju an

GENERAL ISAIAS MEDINA ANGARITA, Presidente Constitucional de Venezuela.

F ra n c isc o Pérez y Ju a n B autista G arcía. E n el sigu ien te p e río d o co n s titu c io n a l de G uzm án, e je rc ie ­ro n el L icenciado Diego B autista U rbaneja , Gral. Jo a q u ín C respo, y el Gral. Ja c in to G utiérrez .

Luego en el p e rio d o c o n s titu ­cional del G eneral F ra n c isc o L in a­res A lcán tara , e je rc ie ro n los Mi­n is tro s C respo, A ndueza P a lac io s y L au reano V illanueva; y p o r m uer­te de aquél se encargó el G eneral Ja c in to G utiérrez . El 78 e je rc ie ro n los G enerales Jo sé G regorio Vale­ro , G regorio C edeño y R afael Ur- dane ta , N icolás M aría Gil y el Dr. Jo sé R afael P acheco . E l 79 e jerc ió el D octo r Diego B au tista U rbaneja. D u ran te la segunda P re s id en c ia de Guzm án ejerc ió el D r. V icente A m engual; en su te rc e ra P re s i­den c ia (82-84) el D r. N icano r B or­ges y Ju a n de Dios M onzón; y en su c u a r ta P re s id en c ia , Ju a n Tom ás P érez y el G eneral H erm ógenes Ló­pez. E n ab ril de 1886, e je rc ió el Dr. M anuel A ntonio Diez.

El D r. Ju a n P. R ojas P aú l, fué P re s id en te C onstituc ional en 1888.

E lecto A ndueza P alacios , en su p e río d o e je rc ie ro n los C onsejeros G uillerm o Tell V illegas y G uillerm o Tell V illegas P u lido .

E n el p e río d o co n s titu c io ­nal del Gral. Jo a q u ín C res­po (94-98), e je rc ie ro n el Mi­n is tro D r. Ju a n P ie tr i y los C onsejeros M anuel Guzm án A lvarez y D r. F e lic ian o Ace- vedo.

E lecto el G ral Ignac io An- d rad e , al re s ig n a r el p o d e r lo e je rc ió el C onsejero V íc­to r R odríguez. E lecto el Gral. C ip rian o C astro P re s id en te P ro v is io n al en 1901, fueron V ice-P residen tes los G enera­les Ju a n V icen te Gómez y R am ón Ayala. De ju lio de 1902 a m arzo de 1903 e je r­ció Gómez el p o d e r y n u e­vam ente en a b ril y m ayo de 1905 y de a b ril a ju lio de 1906, y tam b ién el 23 de no­v iem bre de 1908, p o r viaje de C astro a E u ropa . E n 1904 e je rc ió el Gral. Jo sé A. Velu- tin i. E lecto el Gral. Gómez P re s id en te P ro v is io n a l, e je r­c ie ro n en d iv e rsas ocasiones los G rales. R am ón A yala y José I. P u lido , y el D r. E. C. G uerrero . E n agosto de 1913,

e jerc ió el D r. José Gil F o rtou l.E l 19 de a b ril de 1914 fué elec­

to P re s id en te P ro v is io n a l el D r. V. M árquez B ustillos y V ice-Presiden- tes el Dr. Jesús B ojas F e rn án d e z y Gral. C aracc io lo P a r ra P icón . El 19 de ab ril de 1929 e je rc ió el Dr. Ju an B. P érez ; y en m ayo de 1930 fué electo P re s id en te C onstituc ional. H abiendo ren u n c iad o , e je rc ió el Dr. P. I triago C hacín y nuevam ente fué elegido el Gral. Gómez.

E n 1935, p o r m uerte de Gómez, el G abinete designó P re s id en te al Gral. E leazar López C on tre ras, y en 1936 el C ongreso lo nom bró P d te . C onstituc ional. E n a b r il de 1936, e je rc ió el Dr. A rm in io B orjas, P d te . de la C orte F ed era l y de C asación.

En 28 de ab ril de 1941, el Con­greso eligió P re s id en te C onstitu ­c ional de V enezuela al G eneral Isa ías M edina A ngarita .

(H em os hecho esfuerzos p o r co n ­segu ir todos los re tra to s de los E n ­cargados del P o d e r E jecu tivo ; pero sen tim os no h a b e r p o d id o o b ten er fo tog ra fías ad ecu ad as de a lg u n o s).

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PRESIDENTES CONSTITUCIONALES DE VENEZUELA (1831 - 1941)

1 G eneral José Antonio Páez. — 2 Dr. José M aria Vargas. — 3 G eneral Carlos Soublette. — 4 G eneral José Tadeo Monagas.5 G eneral José Gregorio Monagas. — 6 M anuel Felipe Tovar---- 7 M ariscal Ju a n Crisòstomo Falcon. — 8 General AntonioGuzmán Blanco. — 9 G eneral Francisco L inares A lcántara. — 10—General Joaquin Crespo. — I I Dr. Ju an Pablo Rojas Paúl. 12 Dr. Raim undo Andueza Palacios. — 13 G eneral Ignacio A ndrade. — 14 G eneral Cipriano Castro. — 15 General Juan

Vicente Gómez. — 16 Dr. V. Márquez Bustillos. — 17 Dr. Ju an B autista Pérez. — 18 G eneral Eleazar López Contreras.

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CIUDADANOS QUE HAN EJERCIDO EL PODER EJECUTIVO EN VENEZUELA

1 Dr. Diego B autista U rbaneja. — 2 General Santiago M arino---- 3 G eneral José M. Carrefio. — 4 Dr. Andrés N arvarte . — 5Santos Michelena. — 6 Antonio Leocadio Guzmán. — 7 Dr. Joaquín H errera. — 8 G eneral Ju lián Castro. — 9 Dr. Pedro Gual. — 10 G eneral José González. — 11 G eneral José Desiderio Trías. — 12 G eneral Miguel Gil. — 13 G eneral León Colina. 14 Rafael Arvelo. _ 15 G eneral M anuel E. Bruzual. — 16 G eneral José Ruperto Monagas. — 17 Doctor Guillerm o Tell Ville­

g a s . ___ 18 Dr. Ju an V. González Delgado. — 19. G eneral Esteban Palacios. — 20 G eneral José Ignacio Pulido.21. General Ju an B autista García.

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CIUDADANOS QUE HAN EJERCIDO EL PODER EJECUTIVO EN VENEZUELA

1 G eneral Juan Francisco Pérez. — 2 Dr. Diego B autista U rbaneja . — 3 G eneral Jacin to G utiérrez. — 4 Dr. Laureano Villa- nueva. — 5 G eneral José Gregorio Valera. — 6 General Eleazar U rdaneta. — 7 G eneral Gregorio Cedeño. — 8 Dr. Nicolás Ma­riano Gil. — 9 G eneral José Rafael Pacheco. — 10 Dr. Vicente Am engual. — 11 Dr. N icanor Borges. — 12 Dr. Juan de Dios Monzón. — 13 Dr. M anuel Antonio Diez. — 14 G eneral Ju an Tomás Pérez. — 15 G eneral Herm ógenes López. — 16 Dr. Gui­llerm o Tell Villegas Pulido. — 17 Dr. Ju an P ietri. — 18 G enera l M anuel Guzm án Alvarez. — 19 Dr. Feliciano Acevedo.

20 Dr. J . Gil Fortoul. — 21 Dr. Pedro Itriago Chacin. — 22 Dr. Arm inio Borjas.

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Alm acén de M a te r ia le s

LAS C om pañías h an dado s iem p re a tenc ión espec ia l al

A lm acén de M ateriales, com o que éste es un D epartam en to que está co n stan tem en te en m ovim ien to y en el cual deben ten erse lis to s p a­ra in m ed ia to se rv ic io los in n u m e­rab les a rtícu lo s en él depositados.

P uede d a r un a idea de la im p o r­tan c ia que él e n c ie rra , la sola cons­ta n c ia de que en el A lm acén de M ateriales de la Lago P etro leum C orpo ra tion en su cam pam ento de

M ateriales voluminosos arreglados convenientem ente en el patio del

alm acén.

Vista General del Almacén de M ateriales

La S alina , en el M unicip io Cabi- m as, del D istrito B olívar, hay ap ro x im ad am en te 25.000 ' a rtícu lo s d iferen tes. E stos están cata logados de m an era r ig u ro sa , espec ificados in d iv id u a lm en te en ta rje ta s espe­ciales y a lm acenados en estan tes o pa tio s según su vo lum en, donde son id en tificad o s p o r ta rje ta s de reg is tro que fac ilitan su m anejo. 251 em pleados m an tien e la Com­p añ ía en m ovim iento p a ra m ane­ja r este D epartam en to , el cual in ­cluye tam bién todo lo re lac io n ad o con el tra n sp o r te p o r tie r ra , y un a sección especial p a ra a ten d e r a to ­das las com pras que hace la Com­pañ ía en los m ercados de la lo ca­lid ad p a ra su p lir sus necesidades.

T en iendo en cuen ta la enorm e c a n tid a d de a rtícu lo s d ife ren tes y las constan tes ó rdenes lib ra d as p a ­ra todos los p u n to s de o p erac io n es de la em presa , los cuales cu b ren vario s k ilóm etros a lo largo del Lago, es c la ro que sólo un a r ig u ­rosa o rgan izac ión p o d ía d a r un se r­v icio cabal, ta l com o era in d isp e n ­sable. Y eso se ha logrado . De los 25.000 a rtícu lo s d ife ren tes , se m an­tien e un in v e n ta rio p e rp e tu o , al

m inu to , s igu iendo un m étodo s is te ­m ático que ca p ac ita p a ra p o d e r sa ­b e r en cu a lq u ie r m om ento el n ú ­m ero exacto de la ca n tid a d en de­pósito de cada a rticu lo en p a r tic u ­la r, y p a ra p o d e r c o n tro la r a tiem ­po cu a lq u ie r e r ro r que p u d ie ra o c u rr ir . La co m binac ión del m is­mo m étodo, hace que cu a lq u ie r em ­p leado del A lm acén p u ed a loca li­za r en pocos m inu tos, en los vas­tos depósitos, cu a lq u ie r a rtícu lo que se p ida .

E l trab a jo de co n tab ilid ad que se sostiene d en tro de los a lm ace­nes, adem ás de su m in is tra r to d o lo re fe ren te a ca n tid a d es en depósi­to, ó rd en es y consum o en cu a lq u ie r p erío d o d e te rm in ad o , tam b ién p ro ­vee todos los detalles re fe ren te s a cada a rtícu lo . No im p o rta cóm o sea el rec ib o o la sa lid a del m ate­r ia l, en cu a lq u ie r m om ento casi la to ta lid ad de las m ercan c ías alm a­cenadas tien e su ba lance listo .

En un esfuerzo p a ra ev ita r de­m oras en las c o n s tru c c io n es y ope­rac io n es que d ia riam e n te lleva a cabo la C om pañía deb id o a la fa l­ta de m ateria les , u n estud io com ­p ren siv o es hech o resp e c to de ca­

da uno de los 25.000 a rtícu lo s , p o r el p e rso n a l del d ep a rtam en to , ca­da tre s m eses, o cu a tro veces al año, p re p a rá n d o se así p a ra las ne­cesa ria s p e tic io n es p o r efectos que h an de co m p ra rse en la lo ca lid ad , así com o tam b ién p a ra los p ed id o s que deben h ac erse al ex tran je ro . E ste p ro ce d im ie n to tien e que ser co n tin u o , y se re q u ie re m ucha pe­r ic ia y ex trem o cu id ad o p a ra lo ­g ra r que n u n ca h ay a ex istenc ias de sobra , n i que lleguen a fa lta r.

O tra faz, co noc ida com o “R e­co rd de E q u ip o ” , se lleva tam b ién p o r el p e rso n a l de este D ep a rtam en ­to, cuyo fin es la an o tac ió n del re ­c ibo y el m ovim ien to de las m ás im p o rta n te s u n id a d es m ecan izadas, con todos los dato s re fe ren te s a cada u n id a d , las c a ra c te r ís tic a s del equ ipo , etc., etc. Los alm acenes de cam po co n tro lan to d as las u n id a ­des de tra n sp o r te te rre s tre , asi co­m o los te rm in a le s de fe rro c a rrile s , co o rd in a n d o am bos con las e n tre ­gas a sus resp ec tiv o s destinos.

C onsiderab le tiem po , p en sam ien ­to y estud io se d ed ica a la un ifo r- m ación y a la n u m erac ió n p o r c la ­ve p a ra d is tin g u ir los m ateria les , y un em pleado especia l d ed ica a esto todo su tiem po . E ste sistem a fac ilita el co n tro l y el m ovim iento del m a teria l de un lugar a o tro .

Como es de su p o n er, se necesita asim ism o un a ex trem a v ig ilan c ia p a ra p ro teg e r y c u id a r los m a te ria ­les. De éstos, los que están a lm a­cenados a fu e ra se ox id an rap id a -

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m ente y es n ecesario ex am inarlo s pe rió d icam en te p a ra rep in ta r lo s , eng rasarlo s, etc. T am bién las su­p erfic ies de acero p u lid o de p a rte s de m a q u in aria s , etc., que están a l­m acenadas d en tro , tie n d en a ox i­d arse y deben se r b ien cu idadas.

No es ra ro re c ib ir en un d ia 300 tone ladas de un v ap o r que d esca r­ga, y el m ism o d ía d esp ac h a r 100 tone ladas o m ás p a ra v a rio s p u n ­tos del Lago. P o r ello un a fuerza de obreros, con sus resp ec tiv o s ca­porales, es tán lis to s p a ra fa c ilita r este m ovim ien to de la m an era m ás efic ien te posib le. A sim ism o el m ás m oderno equ ipo de ca b ria s m ovi­bles y g rúas e léc trica s de a lta p o te n ­cia se en c u en tra n en p u n to s esen­ciales p a ra a c e le ra r el m anejo de m ercan c ías pesadas. A dem ás, li­neas fé rreas angostas con su se rv i­cio de locom otoras y ca rro s p lanos, tienen acceso a todos los p un tos necesarios, log rándose el m ás r á p i­do y económ ico m anejo.

O tra fase im p o rta n te de este De­p artam en to , es el a lm acén de m a­te ria le s usados. A este a lm acén van todos los m a teria les que son reco ­b rad o s de lo que ya h a sido des­m an telado o puesto fuera de se rv i­cio tem p o ra lm en te , los cuales son cu idadosam en te chequeados en tres

lim pieza com pleta en tan q u es de v ap o r y con un a so luc ión especial, y después es p in tad o , eng rasado y alm acenado .

Los tubos son asim ism o a rreg la ­dos y enderezados, y cuando es ne­cesa rio se les som ete a un baño de gas oil an tes de d ep o s ita rlo s en el a lm acén . E n conex ión con este de­p a rta m en to de re c u p e rac ió n de ob­je tos usados, fu n c io n a una p ian ta en la cual to d a tu b e ría u sad a es so­

m e tid a a un tra ta m ie n to b itu m in o ­so, p o r el cual rec ib e un esm alte p rese rv a tiv o , de unas 3 /1 6 ” de grueso. E ste tra ta m ie n to h a dado g ran resu ltad o , a la rg an d o b as tan te la v ida de las tu b e ría s que necesa­riam en te tenem os que co lo car en el Lago de M aracaibo . A trav é s de p rá c tic a y de ex p e rien c ia , este t r a ­tam ien to h a sid o d ec la ra d o in d is ­pensab le , deb ido a la acc ió n c o rro ­siva del agua del Lago, so b re el h ie rro y el acero . C ien tos de m iles de p iés de tu b e ría de 3 % ” a 14 p u l­gadas de d iám etro , son tra ta d o s an u a lm en te en esta P lan ta .

Así, con to d o el m étodo que h e­m os d escrito , es com o la C om pañ ía ha p o d id o c o n tro la r de m an era ab ­so lu ta la co m p licad a m adeja de su a lm acén de m ateria les .

M ateriales clasificados, grúa via­je ra y depósito de m aderas.

Nuevos patios de M ateriales.

grupos a s í: (1) lo que p u ed e ser u tilizado sin com posic ión ; (2) lo que re q u ie re com posic ión p a ra po ­d e r se rv ir ; (3) lo que es rech aza­do p o r in ú til, s in posib le com posi­ción. Los trab a jo s m enores, com o arreg lo de válvulas, etc., son efec­tuados en este d ep a rtam en to , m ien ­tra s que el m a te ria l que req u ie re m ayor trab a jo es env iado al ta lle r de m aq u in aria s . T odo lo que llega a este d ep a rtam e n to rec ib e una

Oficina, Alm acén y Talleres.

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Grandes Caciques Aborígenes

LA fam ilia de los Tam anaco, tr ib u ésta con asiento— cuan­

do se in ic ia ra la conquista— en am ­bas m árgenes del O rinoco , pose ía una trad ic ió n o “m ito” en extrem o curioso. Se tra ta b a de un a tra d i­ción concern ien te en su to ta lidad al diluvio. P a ra ellos, p a ra la cas­ta Tam anaco, el p ad re o fu ndador de su raza hab ía sido Am alivaca, o lo que e ra lo m ism o, dado el con­cepto sim ple y concreto del ab o ri­gen, A m alivaca, equ ivalía , al C reado r de to d a la h u m a n i­dad , qu ien , en un d ía inespe­rado , ap a rec ió d en tro de las tum ultuosas co rr ie n te s del O ri­noco sobre una in m en sa p i­ragua que vo laba con in a u d i­ta rap idez.

P o ste rio rm en te las c o rr ie n ­tes del r ío com enzaron a a l­can za r fabulosas p ro p o rc io n es p a ra te rm in a r en in u n d a r to ­das las selvas y p ra d e ra s y ascen d er luego has ta los azu- losos p icach o s de las m ás le­janas m ontañas. M ientras ta n ­to el océano copaba la am p li­tud de las costas y p layas p a ­ra lanzarse tam b ién al in te ­r io r de la t ie r ra y d es tro z a r­lo abso lu tam en te todo al no d e ja r n ingún vestig io de ve­getación ni v ida an im al. Tal m om ento h is tó ric o fué d eno ­m inado p o r A m alivaca com o “ed ad de las aguas y m om en­to de ex te rm in io ” , del cual, p o r su p o d e r so b ren a tu ra l y om ním odo se logró sa lv ar so­lam en te él, y un h o m b re y una m u je r de la fam ilia Ta- n ianaco que lo g ra ro n a lca n ­zar — p o r v o lu n tad de Ama­livaca — la m ás a lta cim a de la pu n tiag u d a m o n tañ a de T am acú , m uy p ró x im a al nac im ien to del rio A siverú, llam ado p o ste rio rm en te en la conqu ista “C uch ivero” .

P ues b ien , desde allí, el hom bre y la m u je r aborigen , com enzaron a lanzar de espaldas al sol y p o r so­bre sus cabezas todos los fru to s de las palm as y m oriches, y de estas sem illas nacieron , p o r vo lun tad del mismo A m alivaca, todos los hom ­bres y m ujeres que pueb lan las tie ­rra s todas del un iverso .

Después, Am alivaca, todavía m a­rin e ro en su fugaz p iragua, se de­tuvo u n m om ento an te una inm en­sa p ied ra para g rab a r allí, con m ano m aestra , una cabal tran sc rip c ió n del sol y la luna, y desde entonces, estos cuerpos sidera les g rabados en

la roca po licrom a y g ran ítica de la E ncaram ada, y conocida p o r “tepu- m erem e” m an tiene vivo y la ten te el poder de los as tros . (Según H um boldt re fie re , él tuvo op o rtu n i­dad de ver la inm ensa p ied ra en los valles de M aita, la cual, p a ra los aborígenes ten ia p rop iedades de in stru m en to de m úsica y p o r ello la denom inaban “el tam bor de A m alivaca” ).

T am bién agrega la trad ic ió n ta-

m anaca cóm o Am alivaca tuvo un herm ano o descendien te con el nom bre de Yochi, el cual acom pa­ñó al p rim ero en la d u ra ta re a de d arle fo rm a a la superfic ie del glo­bo te rráq u eo , h as ta o b tener su com pleta perfección , y asim ism o estab lece la h erm osa leyenda , có­mo esos herm anos— deidades abo rí­genes— en un anhelo de superación asp ira ro n ansiosam ente a o to rg ar­le al río O rinoco un a pecu lia ridad trascen d en ta l: la de que ese río p u ­d ie ra ten er doble co rrien te y en consecuencia fuera fácil el rem on­ta rlo o descender, sin u sa r p a ra nada, el rem o ni la fuerza del hom bre.

Y aquí te rm in a el m ito y com ien­za la in te rp re tac ió n . E l va lo r del m ism o posee una im portanc ia ca­

pita l. Am alivaca—su trad ic ión , cu­rio sa en origen y en con ten ido— en c ie rra g randes enseñanzas y qui­zá, has ta p u d ie ra destacarse como un atisbo o an tic ipo de m isteriosa civ ilización social, ad m in is tra tiv a y po lítica. E l nom bre de ese héroe popu la r se d ila taba en una ex ten ­sión de m ás de diez m il leguas cua­dradas. E n el d ia lecto de m iles de tr ib u s se le h a lla designado com o el P a d re de la H um an idad . Algo co­

m o el b íb lico Noé. Un Noé abo rigen que u tiliza ra la p i ­ragua p a ra sa lvarse del d ilu ­vio. Y si nos detenem os un in s tan te en c ie rto s detalles d ilu id o s a lo la rgo de la t r a ­d ic ió n , b ien pud iésem os so r­p re n d e r destellos de un co n ­cep to de o rgan izac ión social co n cre to y b ien d irig id o . A m alivaca, tuvo tam b ién dos h ijas. E stas h ijas e ran nóm a­des y lóg icam ente v ia je ras . P e reg rin as de la selva que se a d o rn a b an s iem p re con p a rá ­sitas (o rq u íd eas) p o r se r és­ta la f lo r de los am ores im ­posib les. Mas un d ia , A m ali­vaca les f ra c tu ró las p ie rn a s p a ra que no p u d ie ra n p e rd e r­se m ás en la le jan ía de los bosques. Y deshojó las o r­qu ídeas p a ra que el am or en ­c o n tra ra en ellas u n a re a li­dad . Y de esta form a, con ju ­rad o el m al de la constan te m ov ilidad y co n ju ra d o el po ­d e r de la p a rá s ita , en tonces p u d ie ra n te n e r h ijos y p o b la r la t ie r ra de los tam anacos, p a ra que ésta no p u d ie ra des­ap a re c e r p o r fa lta de hom ­b re s” . . .

A m alivaca, su esp íritu , co n stitu ­ye así un a rea lid ad con tunden te . E n la v ida Tam anaco, en sus em­peños de superación g rav ita ín te ­gro su poderoso in flu jo . Y es po r ello que un día, después de h ab e r o rdenado el caos del O rinoco h e ­cho to rre n te s , se reem barcó en su p iragua y reg resó al m ism o sitio de donde h ab ia p artid o p a ra su gene­rosa incu rsión a la t ie r ra tam ana- ca. F ué un héroe popu la r, el p a ­d re de una raza, que supo d e jar co­mo reco rd a to rio de su paso, a t r a ­vés de la selva, m uchas rocas cu­b ie rtas de figu ras sim bólicas: figu­ras que tra sc rib en los em peños de \in po d er om nipoten te que p ro p i­c ia ra el b ien y la hum ana perfec­ción en todas circunstancias.

M anuel P ER FILES.

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Tradicional Cordialidad

TRADICIONALMENTE, a tra ­vés de v ic is itu d es y o p tim is­

m os, la am istad de los E stados U ni­dos del N orte p a ra los E stados U ni­dos de V enezuela, ha sido en ex tre ­mo decid ida y cord ia l. V iejos la ­zos de am istad h an gu iado in d is ­tin tam e n te los co razones de am bos países p a ra u n m ay o r ace rcam ien ­to. Y la h is to ria es rem o ta , am p lia y d ila tad a . Se rem o n ta a los ya d is­tan tes tiem pos de las re sp e c ti­vas in d e p en d e n c ia s de am bas naciones. Alli en lo sen tim en ­tal, el gesto generoso y fra te rn o se ha lla ava lado p o r re a lid a ­des p a ten te s e in co n tro v ertib le s . V enezolanos, o fre c ie ro n genero ­sos su c o n trib u c ió n de sang re y esp íritu , cuando el p a is del N or­te, bajo la ég ida de las ideas su sten tad as p o r la m en te fecun ­da de Jo rg e W ash ing ton , in te n ­tó la noble av e n tu ra de la lib e r­tad de su suelo.

Y en tonces allí, cuando lo c ru en to de la g u e rra em an c ip a­do ra se acen tu ab a en in te n s id a d d ram á tica , un ca raq u eñ o ilustre , con el titu lo de C oronel de Cam ­po, y bajo las ó rd en es del Gene­ra l M arqués de L afayette , o fre ­cía ín teg ro el cau d al de su c ien ­cia m ilita r y el v a ro n il a rro jo in d iv id u al, an te la m áx im a cau ­sa es tadoun idense . A quel ca ra ­queño, v ia je ro bajo todos los so­les y en tu sia sta a d a lid de to d o “p r in c ip io ” d es in te re sad o , en la g lo ria de aque lla c ru zad a re i­v ind icato ría , supo y pudo u n i­fica r en un solo anhelo y en un solo “ co n ten id o ” la base de la fu tu ra em an c ip ac ió n de la Amé­rica toda . T al el p r im e r hom e­naje, que en c a rn ad o en la p e r ­sona del G eneralísim o F ra n c is ­co de M iranda, d eb ía fru c tif i­car, p a ra v en tu ra de todo hom ­bre lib re , en el esfuerzo sin p a r rea lizado , p o s te rio rm en te , p o r las vastas co lon ias que E sp añ a descu­b rie ra , co n q u is ta ra y co lon iza ra después.

P ero la In d ep e n d en c ia de Vene­zuela, tuvo espec ia l s im p a tía y con­s id e rac ió n p a ra la co n c ien c ia p ú ­b lica del pueb lo norte -am ericano . L a sem illa generosa que M iranda a p o rta ra en la co n tien d a se p a ra ­tis ta am erican a , d eb ía o fre ce r o p i­m os fru to s en la o p o rtu n id a d ad e­cuada. Si un in v estig ad o r cu rioso y desapasionado se d e tuv iera , tan sólo p o r un in stan te , an te la p re n ­sa de P h ilad e lp h ia , N ueva O rleans y o tras c iudades no m enos im p o r­

tan tes , en c o n tra r ía , s in duda, el concep to c la ro de la estim ación que m o tiv a ra el m ovim ien to de in ­d ep en d en c ia que in ic ia ra en la A m érica H ispana, V enezuela, y ac au d illa ra tam b ién el venezolano M iranda. A ta l respecto , ex istía una o p in ió n , c la ra , co n c re ta , te rm in a n ­te. H asta las m ism as au to rid ad es p ú b licas veían con buenos ojoslo ju sto de aquella nob le asp ira -

M onumento al heroísm o de los americanos, erigido en Maracay.

ción. En la c itad a P h ilad e lp h ia , un p erió d ico de ese m ism o nom ­bre, de fecha 26 de D iciem bre de 1805, se p ro n u n c ia b a este d ia rio , ab ie rtam en te p o r o fre ce r to d a la ayuda m a teria l y m oral al g rupo de venezolanos em peñados en d a r ­le fo rm a y rea lid ad a la id ea em an­c ip ad o ra .

Y al efecto , el req u e rim ien to de M iranda y o tro s venezolanos h e ro i­cos y d is tin g u id o s, e n c o n tró reso ­n an c ia o p o rtu n a y ép ica en un nu ­m eroso grupo de n o rtea m eric an o s . Jóvenes, pose ídos de id é n tic o a n ­helo de lib e rtad , jóvenes ilu s io n a ­dos an te la fuerza y a rra ig o m oral

de la av e n tu ra , se su m a ro n a la causa re d e n to ra . Y h as ta el m ism o C oronel S m ith , v ig ilan te de l p u e r­to de N ueva Y ork, favo rec ió , en f i r ­m e co o p e rac ió n p erso n a l, la sa li­da de los buques p o r ta d o re s del “g ra n ” em peño. Y con elem en tos de g u e rra — espadas, m osquetes y cu ñ e tas de p ó lv o ra — y sob re todo con la fé — s in c e ra y d es in te re sa ­da — de d osc ien tos án im os a rd ie n ­

tes, se h izo a la m a r el “L ean ­d ro ” , el dos de feb re ro de 1806. E l afán de los venezo lanos que­daba de esta fo rm a re sp a ld ad o p o r la co m p ren sió n — y com pe­n e tra c ió n de idea les — de los h i­jos de N o rteam érica .

P ro n to el “L e a n d ro ” co n su cargam en to id e a lis ta está fre n te a las d o rad a s costas venezola­nas. E l esfuerzo sin p a r q u ed a en p a r te rea lizad o . S in em b ar­go la escu a d ra de la m e tró p o ­li e spaño la v ig ila con m ira d a p e n e tra n te y d esp ie rta . E l cho­que es te rr ib le . La fusión del re fe r id o se n tim ien to venezo la­no — am erican o — fusión esp i­r itu a l, a ltiv a y resu e lta — aco ­m ete la b a ta lla naval. P e ro fu e r­zas su p e rio re s p u ed e n m ás que al án im o en alto de los a ta c a n ­tes. La acción la p ie rd e n los p a ­tr io ta s de las dos la titu d e s . E l León de C astilla sale a iro so en el en cu en tro . Más de 80 n o r te ­am erican o s sucum ben en la co n ­tien d a . T am bién algunos, des­pués de su m arís im o p roceso , son ah o rc ad o s y o tro s co n d en ad o s a largo cau tiv e rio . Algo m ás de un siglo después, un m onum en­to d ec re ta d o p o r el G obierno que p re s id ie ra el G eneral Igna­cio A n d rad e — en la P laza p r in ­c ip a l de M aracay , tra n sc r ib e el h ero ísm o de la acción . Alli, f re n te al escudo de los E stados

U nidos, es tán g rab ad o s los nom bres d e : C ap itán T hom as D onohue, Te­n ien tes T hom as B illop, Jam es G ard- n er, G ustavus B urgond , C harles Jo h n so n , P au l J . George, D aniel K em per, Miles F. Hall y Jo h n F e rris , y S u b ten ien te F ra n c is F a rq u h a rso n .

A sim ism o en P u e rto Cabello, o tro m onum en to a legórico co n c re ta el fu n d am en to de la v ie ja am istad de las dos nac iones. Y la fra se d i­ce : “La g ra titu d de u n a nac ión con­sag ra este m onum ento a la m em o­r ia de los c iu d ad an o s n o rtea m eri­canos, com pañeros y suba lte rnos del G eneral M iranda, qu ienes o frec ie­ro n sus v id as en ho locausto a la In d ep e n d en c ia de V enezuela” . . .

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Historia de VenezuelaC onsecuencias de la in te rvención

napoleónica en E spaña.

FRACASADA la segunda te n ­ta tiv a de M iranda, quedó Ve­

nezuela en la m ás abso lu ta tr a n ­qu ilid ad , ap re su rá n d o se cu an tas personas p o d ia n ap a re c e r so sp e ­chosas a d em o stra r p o r todos los m edios su lea ltad h a c ia el gob ier­no español.

M urió el C ap itán G eneral Don M anuel de G uevara V asconcelos el9 de oc tu b re de 1807, después de ocho años y m ed io de g o b ern a r al p a ís con ex trem ad a dureza, co n ­tra r ia n d o im punem en te los deseos de la C orona que al env iarlo com o p a c if ica d o r h ab ía le reco m en d ad o d isc rec ió n y clem encia.

Sucedió in te rin am e n te a Gueva­ra V asconcelos, D on Ju a n de Casas. Su gob ierno fué en ap a r ie n c ia tran q u ilo h as ta m e d ia r el año de 1808, aunque en secre to los rev o ­lu c io n ario s seguían ag itan d o ac ti­vam ente.

M ientras ta n to , im p o rtan tís im o s hechos o c u rr ía n en E u ro p a desco­nocidos en V enezuela, p e ro que h a b r ía n de a fe c ta r h o n d am en te su fu tu ro . La firm a del tra ta d o de T ilsit ce leb rado en tre N apoleón I y A lejandro de R usia, tra jo com o resu ltad o la ad h esió n de E sp añ a al bloqueo co n tin en ta l y , en co n ­secuencia , la con q u ista de P o rtu ­gal p o r los fran ceses y la in te rv en ­c ión de N apoleón en los asun tos in te rn o s de la M adre P a tr ia .

No le fa lta ro n a N apoleón los p re tex to s p a ra o cu p a r las p r in c i­pales p lazas fu ertes de E spaña , en cuyo em peño co laboró no poco el m ism o rey C arlos IV, deseoso de ganarse la buena v o lu n tad de aquel a fo rtu n ad o so ldado , h as ta que al fin , aunque ya dem asiado ta rd e , d ióse cuen ta de que el v e rd a d e ro designio de aquel in sac iab le con­q u is tad o r e ra a r ra n c a r le el trono . P ensó en tonces tra s la d a rse a sus posesiones de A m érica, com o a n ­tes lo h ab ia hecho el rey de P o r­tugal an te la invasión de su pais, p ero esto no pu d o efec tuarse p o r h ab e rse am o tinado el pueb lo en p ro te s ta co n tra ta l acción .

A bdicó en tonces la co ro n a en fa­v o r de su h ijo F ern an d o , hech o que no fué reco n o cid o p o r N apoleón,

el cua l p ro p u so que la fam ilia rea l e sp a­ño la se tra s la d a ra a B ayona p a ra a rre g la r a llí el asun to . P re s io n ad o p o r N a­poleón , F e rn an d o devolvió la Co­ro n a a su p a d re y éste a su vez la abd icó en favo r de Jo sé B onaparte , h e rm an o de N apoleón.

E l 14 de ju lio llegaron a V ene­zuela v a rio s com isionados fra n ce ­ses ex ig iendo la ad h esió n de la p ro v in c ia al nuevo gob ierno espa­ñol, p ero al se r co noc ida p o r el pueblo la n o tic ia de la ab d icac ió n de C arlos IV en favo r de B onapar­te, se p ro d u jo ta l tum ulto que, au n ­que Casas se in c lin a b a a rec o n o ce r a l gob ie rno sosten ido p o r los f ra n ­ceses, ced ió an te los req u e rim ien to s del pueblo y C abildo y p ro ce d ió a p ro c la m ar so lem nem ente R ey de las E sp añ as a F e rn an d o VIL

A penas h ab ían los com isionados fran ceses ab an d o n ad o el te rr ito r io venezolano cu ando llegó a La G uai­ra un b arc o de g u erra inglés co n ­du cien d o a un com isionado de esa n ac ión , Mr. B eaver, el cual an u n ­c iaba la in su rre c c ió n de E sp añ a co n tra N apoleón y la a lianza de la G ran B re tañ a con la Ju n ta de Sevilla, cen tro de la oposic ión . Al m ism o tiem po in tim ab a al C apitán G eneral a re s is tir cu a lq u ie r a ten ­tad o en co n tra de la d in a s tía leg i­tim a, p a ra lo cual le o frec ía todo el aux ilio que req u irie se .

Casas, h o m b re de poco ta len to y déb il de c a rá c te r , no se a trev ió a reso lver el p u n to p o r si m ism o y convocó a una ju n ta com puesta p o r rep re se n ta n te s elegidos p o r los t r i ­bunales, co rp o rac io n es y clases so­ciales, la cua l p ro ce d ió a lee r los docum entos p re se n tad o s p o r los fran ceses e ingleses y reso lv ió d a r o b ed ien c ia a las in s tru c c io n e s con­ten id as en los p rim e ro s , p e ro lue­go, tem eroso de la rea cc ió n p o p u ­la r y no m enos de los ingleses, se volvió en su acu erd o y dejó las co­sas com o an tes estaban .

E n el m es de Ju lio , Casas in s i­nuó al A yun tam ien to la co n v en ien ­cia de fo rm a r una Ju n ta s im ila r a las que en E sp añ a sosten ían los de­

rech o s de F e rn an d o VII, la que fué acog ida con b en ep lác ito p o r ese C uerpo, el cual p ro ced ió a fo rm u­la r un p lan p a ra su fo rm ac ió n ; p e ­ro , cuando ya lis to fué tra sm itid o a Casas p a ra que se le pusiese en p rá c tic a , éste no le d ió curso .

Ya p a ra esta época las ideas de re fo rm a h ab ían se a rra ig a d o en los elem entos m ás avanzados de la po ­b lación . P ocos e ran s inceros en su ad h esió n a F e rn an d o VII, los m ás se escu d ab an en ta l fó rm ula p a ra a d e la n ta r m ás am plio s p lanes de in d e p en d e n c ia abso lu ta .

E n Agosto el A yuntam iento se vió hum illad o p o r el C ap itán G eneral cu ando éste, acom pañando a un C om isionado de la Ju n ta de Sevi­lla que p o r su m ed iac ió n p ed ía se r rec o n o c id a com o su p rem a a u to ri­d ad de E sp añ a y sus co lonias, se reh u só con d u ras p a la b ra s a a ten ­d e r las razones que p a ra o p onerse a ta l acción in te n ta ro n p re se n ta r los E diles.

D escon ten tos an te ta l ac titu d p e­ro im po ten tes p a ra o p onerse a las fuerzas que re sp a ld ab a n al C api­tán G eneral, se reso lv ió , re c o rd a n ­do la in s in u ac ió n p re se n ta d a al A yun tam ien to p o r el m ism o Casas, convocar a u n a Ju n ta que se cons­titu y ese en c o n se rv ad o ra de los de­rech o s de F e rn a n d o VII, y que, co ­mo o c u rr ía en tonces en ta n ta s p ro ­v in c ias de E spaña , d iése a la de Venezuela el d erech o de g o b ern a r­se a sí m ism a m ie n tras se es tab le­ciese un gob ierno ce n tra l m ás es­table.

A penas hab íase nom b rad o esta Ju n ta cuando el C ap itán G eneral, aconse jado p o r D on Jo a q u ín de M osquera, regen te de la A udiencia , o rd en ó el a rre s to y encausam ien to de los firm an te s de la p e tic ió n de reco n o cim ien to , re su ltan d o que cuan tos no se re tra c ta ro n fuero n d es te rrad o s de la c iu d ad y uno , Don A ntonio F ern án d e z , rem itid o a E spaña .

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Grandes Escritores de Todos los Tiempos

J OSE A ntonio C alcaño, au n ­que o riundo de la ciudad de C artagena, R epública de Colom bia,

y nacido el año de 1827, lo pode­m os llam ar venezolano, pues desde los dos años de edad fué tra id o a V enezuela y en los Colegios de Ca­racas h izo sus estudios de filosofía y lite ra tu ra . Ya a los diez y ocho años m an ifestó su núm en poético p u b lic an d o en los p e rió d ico s sus p rim eros ensayos. E ra aquella épo­ca de p ro sp erid ad nac ional y de em ulaciones generosas: la sociedad ca raq u eñ a h ac ía gala de cu ltu ra y gentileza y los poetas ten ian en ella incienso y puesto señalado. M aitín y Lozano eran en tonces las lu m b re­ras del p a rn aso y a su lado Calca- ño, al p a r que o tros, av igoraba su ingenio y n a tu ra l pasión a la lite ­ra tu ra , llegando al f in a se r p ro ­fundo en hum anidades, versado en las lenguas sabias y asiduo cu ltiva­d o r de los c lásicos an tiguos y m o­dernos.

C alcaño h a escrito num erosas y se lectas poesías o rig in a les y v a ­rias excelen tes traducciones del alem án, inglés y francés. Aún no h a com pilado sus trab a jo s y ya su nom bre tiene u n iv ersa l repu tac ión en la P en ín su la y A m érica. E s aca­dém ico de la R eal E spaño la, cu lti­va re laciones con sus celebridades, y fué lau reado en concurso p o r su oda al Concilio V aticano. D escuella en el género l ír ic o : de alto num en, en tonación m agestuosa, fo rm as p u ­ras , d icc ió n castiza , verso m elod io ­so y rem in iscencias clásicas de sa­bo r deleitab le , el poeta cau tiva o conm ueve o d esp ierta sensaciones o ra triste s, o ra risueñas, pero siem ­p re ungidas con óleo m ístico y co n ­so lan te unción c ris tian a . Calcaño es un poeta c reyen te no contam i-

JO SE A. CALCAÑO

nado p o r la filosofía a tea y la cien­cia m ateria lis ta . Sus versos fo rm an un curso de m oral perfec ta , pues, al p a r que vuela sobre las alas de las m usas, v ib ran en su lira conso­ladores pensam ien tos que se e sp ar­cen com o o lor de flo res v írgenes que em balsam an el am biente y con­fo rtan el alm a en esta especie de anem ia m ora l que aqueja a nues­tro siglo.

P u d ie ra ta ch a rse de am anerado a veces el estilo de nues tro b ardo asi en p ro sa com o en verso , y de pagarse no poco de construc­ciones y vocablos arcaicos, em bara­zando quizá su vuelo franco y po ­dando las m ejores espigas de su poesía con la hoz ra se ra de un exa­gerado purism o. P re fe rib le es, con todo, p ecar de ello, que no de co­rru p c ió n y c o rre r p o r la ancha vía de esa lib e rtad licenciosa que des­m edra cada d ía nues tro id iom a y des lu stra las m ejo res joyas de no­vísim os ingenios, p o r el p ru rito , so­b re todo, de a fran c esa r la índole

generosa de la lengua y de ensam ­b la r vocablos que b ram an de verse aparejados con las castizas d iccio­nes nativas.

S obresale tam bién C alcaño en las com posiciones m enores y sen tim en­tales, com o en las le trilla s y ro m an ­ces que m aneja con m aestría y ga­lanu ra , y p o r la m ayor p a rte con versos can tab les y pegadizos, que saben de coro las dam as y can tan en a legres veladas a los acordes ro ­m ánticos del piano.

¡C uántas noches hem os oído La Saboyana, bellísim a y quejum bro­sa le tr illa en que se llo ra la ausen ­cia de la pa tria .

¡Feliz qu ien nunca D ejó su suelo,Q uien en su cielo Ve el sol sa lir!¡Ay los ausen tes De sus cabañas!¡Ay, m is m on tañas D onde nací!

C orre igualm ente en boca de tro ­vadores p opu la res la lin d a le tr illa Al Ciprés, canción am orosa, ele­giaca que tiene m ucho sabo r a By- ron , de qu ien C alcaño p arece m uy devoto y en cuya im itac ión casi siem pre es feliz el poeta venezolano.

M anifiesta exqu isita sensib ilidad en el género eró tico , de lo cual es m uestra la sigu ien te versión del ing lés:

No me llam es “m i vida”; im propio(acen to :

La v ida es un susp iro y nada m ás; D im e “m i alm a”; com o el alm a

(sien toQue no puede mi am or m o rir jam ás.

F elipe TEJERA .

Colaboradores de "El Faro l"

C aracas: E n riq u e Puig Corvé R., M. A. A ntonetti, R. R ahn C. — M aracaibo: G. R ahn. — La S alina : P e­dro J . M aninat, Ram ón Salazar.— L agunillas: A bundio M ontero. — C arip ito : A. A. F uenm ayor. — Q uiriqui- re : A lfredo P ere ira , M arcos M árquez, J . M. P iñ erú a O rdaz. — P e d e rn a le s : José M arcano, R afael L ina­res. — C um arebo: A. A. M artínez . — G üiria: V íctor Rubio. — T em b lad o r: F rancisco F erm ín . __ San

Jo a q u ín : Cruz B arre to , Luis F . Cañas. — Ju sep ín : R. G uilarte . — Tía Ju a n a : D aniel Perozo D.

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El Pozo San Joaquín No. 8

EN enero , p rec isam en te el d ia8 de ese m es, la S tan d a rd

Oil C om pany of V enezuela, te rm i­nó en el cam po p e tro lífe ro de San Jo aq u ín en el E stado A nzoátegui el pozo N9 8. E ste pozo tien e la d is­tin c ió n de se r el pozo m ás p ro fu n ­do de V enezuela ta lad rad o p o r p e r ­fo rad o res venezolanos e in d ic a el ade lan to que h a hecho el tra b a ja d o r del p a ís en la in d u s tr ia de m ás im ­p o rta n c ia p a ra la N ación . Con m u­cho éx ito h an ven ido los p e r fo ra ­d o res venezolanos ta la d ra n d o po­zos en v a ria s reg iones de O rien te y de O ccidente, d em o stran d o siem ­p re su com petencia e id o n e id ad , a d q u irid a s en es tud ios y en p rá c ­tic a constan te . E l pozo N<? 8 resu l­tó seco com o h an re su lta d o m u­chos pozos en el m u n d o ; pero la la b o r de sus p e rfo ra d o re s fué cabal y com pleta en to d o sen tido .

La p e rfo ra c ió n de este pozo, au n ­que h ech a en un a reg ión co m p ro ­bada, fué de su­m ó in te rés, ya que se tra tab a de un pozo sem iex- p lo ra to rio , 2 k i­lóm etros al su d ­este del y a c i­m iento p rinc ipa l de petró leo de San Joaqu ín . Se p erfo ró h a s t a una p ro fund idad de 3.08G m etros, y po r consiguien­te éste v i e n e siendo uno de los pozos m á s hondos de to ­da V enezuela. La in fo rm ac ió n geo­lógica q u e se obtuvo en el po ­zo San Joaqu ín N9 8 da una idea m ás exacta de la posición de los es tra to s de la tie ­r ra en ésta, una de las m ás ricas del país en petró leo . Con esta in ­form ación pueden escogerse o tras localidades p a ra pozos que puedan llegar a p ro d u c ir p e tró leo ; aunque, desgraciadam ente , el N" 8 no dió con petró leo y tuvo que ab an d o n ar­se com o “pozo seco” después de 455 días de arduo trab a jo y de un gasto que ascendió a m ás de Bs. 390.000. E l alto costo de este pozo ind ica c laram en te el riesgo que hay que tom arse en la in d u stria p e tro lera en la p erfo rac ión de un pozo que pue­de re su lta r no productivo .

se co n s id eran “pozos p ro fu n d o s” en la in d u s tria , y , com o es de supo­nerse , los p ro b lem as que se p re se n ­tan en su p e rfo ra c ió n son de g ran m agn itud . La c a b r ia de p e rfo ra ­ción, que todos hem os v isto en los cam pos y que sim boliza p a ra nos­o tro s el esfuerzo que se hace p a ra o b te n er el p e tró leo , tien e que ser m ás a lta y la m a q u in a ria m ás fu e r­te p a ra p o d e r so sten er la tu b e ría que a lcanza h as ta el fondo del po ­zo d u ran te la p e rfo ra c ió n . P o r o tra p a r te la te m p e ra tu ra del b a ­r ro que se c irc u la con tin u am en te has ta el fondo m ien tras se ta la d ra es tan a lta que cam bia las ca ra c te ­r ís tic a s del b a rro y hace necesa­rio el tra ta m ie n to co n tin u o de éste p a ra p o d e r m an ten e rlo en co n d i­c iones p a ra p e r fo ra r eficazm ente y sin pelig ro de que el pozo re ­v ien te ab ru p ta m en te al p e n e tra r un es tra to p e tro lífe ro . Las d ificu l­tad es de la p e rfo ra c ió n bajo estas

condiciones ex i­gen un a o rgan i­zación com pleta y, sobre t o d o , p e rfo rad o res de alto calibre.

H ace m ás de un año — el 11 d e octubre d e 1939 — que se em pezó a m on­ta r el equipo de p erfo rac ió n p a­ra el N9 8 y po ­cos días después —el 25 de octu­b re— se com enzó1 a perfo ración . Al p rincip io , los p e rfo rad o res en esta o b ra , p o r tra ta rse de un pozo exp lo ra to ­rio , e ra n e x tra n ­je ro s c o n ex­

p erienc ia en o tros países en la p e r­fo ración de pozos pro fundos. P ero posterio rm en te , la perfo rac ió n se puso en m anos de tre s perfo rad o res venezolanos con m uchos años d e se rv ic io con la S tan d a rd Oil Com ­p an y of V enezuela. E stos p e r fo ra ­dores — los seño res Cruz R ivas, D ám aso R om ero y E m ilio Tegue- d o r — hab ían trab a jad o en la p e r ­fo rac ió n en los cam pos de Q uiri- q u ire y Ju se p ín del E stad o M ona- gas y h ab ían d em o strad o p o r su efic ienc ia , h ab ilid a d , e in te ré s que eran capaces p a ra co m b atir con éxi-

(Pasa a la pág. 31).

Personal que trab a jó en el Pozo San Joaquín N9 8. — Prim era fila, de izquierda a derecha: Luis Jim énez, Pedro Estrada, Emilio Teguedor, Cruz Rivas, Dámaso Ro­m ero, Ramón Jaram illo Saturnino M arcano y Toribio Boide. — Segunda fila: R u­perto Flores, Pablo Sifontes, B uenaventura Mata, Maximiliano Quijada, Pedro Sa-

lazar, R. Tabata, Alfonso Núñez, Simplicio P itre y Gabriel Navarro.

No son m uchos los pozos de Ve­nezuela que h an llegado a la p ro ­fu n d id ad del N<? 8. E n O ccidente, el pozo M otatán N<? 1 que resu ltó seco tam b ién , alcanzó 3.140 m e­tro s ; m ie n tras que en O rien te , en el Cam po de E l Roble, que queda a so lam en te ocho k ilóm etro s de San Jo aq u ín , es tá el pozo Roble N<? 2 que tien e 3.057 m etros y que p o r su g ran p ro fu n d id a d es el po ­zo m ás hon d o en p ro d u cc ió n en S ur A m érica. E stos dos pozos pu e­den co m p ara rse , p o r lo hondo , con el San Jo a q u ín N9 8.

Pozos que excedan 2.500 m etros

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La Escuela Rural presta grandes servicios al progreso de la Nación.

EN la E scuela R u ra l “A ndrés Bello S. O. V. N9 1” que en el

cam po “E l P o rv e n ir” de C arip ito , h a in s ta lad o la S tan d a rd Oil Com- p an y of V enezuela con el laudab le p ro p ó sito de p ro p o rc io n a r le s a los h ijo s de sus tra b a ja d o re s u n a ade­cuada y e fic ien te ed ucac ión , ade­m ás de e n señ a r a cab a lid ad las m a te ria s reg la m en ta ria s que re ­q u ie re la Ley de E d u cac ió n Na­c ional p a ra todo p lan te l de In s­tru cc ió n P rim a ria , con en tu siasta acog ida p o r p a r te de los p ad re s y

educandos , h a s ido p la ce n te ram en ­te acep tad a la in c o rp o ra c ió n en el p ro g ra m a de enseñanza p a ra los g rados 39, 4? y 5?, de las im p o rta n ­tes m a te ria s del ram o ru ra l que co m p lac id am en te reseñam os a co n ­tin u a c ió n :

I — Econom ía Doméstica. — La enseñanza de estas in te re sa n te s m a te ria s es a te n d id a p o r un a m aes­tra esp ec ia lizad a en el ram o. Los es tud io s que co m p ren d en estos cu rsos dom ésticos, los com ponen el a r te de a p re n d e r a co c in a r,

coser, la v ar y a p la n c h a r , a p re n d i­zaje éste que to d a m u je r debe ad ­q u ir ir en re sg u a rd o del n ecesario desenvo lv im ien to a que es tán su je­tas en cu m p lim ien to de los debe­res im puesto s p o r el h o g ar. Las a lu m n as del 39, 49 y 59 g rado , c u r­san es tud ios de estas m a te ria s du ­ra n te todo un año esco lar.

I I — Hojalatería. — E sta m a te ria es cu rsa d a p o r los a lum nos de 3er. g rado , qu ienes deb ido a la h áb il d irec c ió n del p ro fe so r encargado de esta enseñanza, los trab a jo s de

Las niñas en plena clase de costura. En la clase de cocina confeccionan platos especiales.

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M uestras de algunos de los artículos fabricados por los alumnos.

En el Taller de H ojalatería fabrican artículos útiles para sus hogares.

so ld ad u ra con estaño y dobleces en h o ja la ta que con tan buen re ­su ltado se han ven ido rea lizan d o , son ac reed o res a elogiosos com en­ta rio s . E stos n iños en el afán de llevar a sus hogares, ú tiles e jecu ta­dos p o r sus p ro p ia s m anos, am eri­tan sus trab a jo s dándose a la ta ­rea de fa b r ic a r bon itas lám paras , cen iceras , candelab ros, objetos de cocina, m ed idas p a ra g ranos y lí­qu idos, etc., etc. E ste cu rso de es­tu d io s de h o ja la te r ía tom a un p e­rio d o de m edio año esco lar, p asán ­dose luego a estud ios sim ples de trab a jo s de ca rp in te r ía .

III. — Dibujo Mecánico o Técni­co. — De esta clase de in s tru c c ió n p a r tic ip a n los alum nos cu rsan tes

del 49 y 59 g rado , respec tivam en te . E n tre los trab a jo s que p a ra este cu rso n eces itan p re se n ta r los n i­ños, se d es tacan los d ibu jos de Le­tra s G óticas In c lin ad as , los p la­nos sim ples ta les com o: P rism as, C uad rada, O ctagonal, H ectagonal; P irá m id e s C uad radas y T rian g u la ­re s ; T u erca H exagonal, P rensa-E s­to p as y o tro s p ro b lem as geom étri­cos ap licab les espec ia lm en te en d ibu jo m ecán ico . De m edio año esco la r se d isp o n e p a ra fin a liza r este cu rso de D ibujo M ecánico o T écnico , es tando los alum nos ob li­gados a p re se n ta r sa tis fac to ria ­m ente todos los p lanos a r r ib a m en­cionados.

IV — Agricultura. — P a ra esta enseñanza que la com ponen las

m a te ria s de P ro d u c c ió n de Vege­tales, Z ootecn ia , A vicu ltu ra y C ria P o rc in a , es tán m a tricu lad o s los alum nos de 4? y 59 g rado . De to ­do un año esco la r se d isp o n e p a ra la feliz rea lizac ió n de esta clase de in s tru c c ió n , a l te rn an d o o p o rtu n a ­m ente los es tud ios teó rico s y p rá c ­tico s de siem bra con los de zoo­tecn ia .

G racias a la ac tiv id ad desp lega­da p o r el p ro feso rad o de este ram o ed ucac iona l y la eficaz la b o r lleva­da a cabo p o r estos pequeños a g ri­cu lto res, a qu ienes en un fu tu ro ce rcan o augurárnosles el m ás ro ­tu n d o éx ito en su a p lau d id o em ­peño de c u ltiv a r las vastas y fé r­tiles tie r ra s venezo lanas, cuen ta

Una clase de enseñanza general.Clase de dibujo m ecánico-técnico.

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hoy la E scuela R u ra l ‘A ndrés Be­llo S. O. V. N9 1” con un a g ran ja esco la r que ab a rc a u n a ex tensión de tre s h ec tá re as de te rre n o con­v en ien tem en te cu ltivado . La d iv i­sión de la g ran ja en cuestión ha sido a rreg la d a en p a rc e la s de 200 m etro s cu a d rad o s y su d is tr ib u ­ción se ha hecho de la m an era s i­g u ien te : a los alum nos del 3r. g ra ­do se les asigna un a p a rc e la p a ra tre s m iem bros y a los de 49 y 5?, u n a p arc e la p a ra cada uno. Ade­m ás de esta d iv is ión , consta la g ran ja de p ro y ec to s de g rupo , ta ­les com o siem b ras de cam bures, yuca y m aíz. E l no tab le in te rés d esp ertad o p o r los alum nos en fa­v o r del p ro g reso de la ag ric u ltu ra se reve la en el e sp íritu de com pe­te n c ia c re ad a e n tre los cu ltiv ad o ­res de p a rc e la s in d iv id u a le s y de la fra n ca ca m a ra d e ría y abso lu to coopera tiv ism o llevado a efecto en los p ro y ec to s de grupo .

E n aca tam ien to , y sobre to d o con el deseo de co lab o ra r con lo reco ­m endado en el im p o rta n te fo lleto p u b licad o hace poco p o r el M inis­te rio de A gricu ltu ra y C ría, la E s­cuela R ural “A ndrés Bello S. O. V. N9 1” h a in s ta la d o en tre sus edu­candos dos Clubs A grícolas, fu n ­c io n an d o am bos bajo la in m e d ia ­ta d irec c ió n de sus co rre sp o n ­d ien tes m esas d irec tiv a s legal­m en te fo rm ad as de e n tre sus m is­m os alum nos.

Los resu ltad o s h as ta la fecha ob­te n id o s en esta g ran ja esco la r, m uy b ien p ueden ca ta logarse com o un v e rd a d e ro éx ito si se tom a en cuen ­ta que, después de h ab e rse co leccio ­nado im p o rta n te s datos sob re las v a rie d ad e s de vegetales ad ap tab les

La cosecha de plátanos es exuberante.

Un aspecto del Museo Escolar.

a esta reg ió n del p a ís , fu e ro n ade­m ás cosechados f ru to s que lleva­dos al m ercad o p ro p o rc io n a ro n a los fondos de los C lubs In fa n tile s A gríco las, u n a b o n ita sum a que m ontó a un to ta l de Bs. 567,00 (q u in ie n to s sesen ta y sie te bo líva­res) en u n a su p e rf ic ie de 2.800 m etro s cu ad rad o s.

V — Carpintería. — E sta ense­ñanza se lim ita a trab a jo s elem en­ta les y co n s tru c c ió n de m ueb les de m en o r im p o rta n c ia . E l segundo p e río d o del año esco la r es el se­lecc io n ad o p a ra la rea lizac ió n de este cu rso en el cual to m an p a r te alum nos de 39, 4? y 59 g rado , que sa tis fac to riam en te h ay a n te rm in a ­

do los es tud io s co rre sp o n d ien te s a H o ja la te ría y D ibu jo M ecánico o T écnico .

La E scue la R u ra l “A ndrés Bello S. O. V NP 1” p e rs ig u ien d o el lo* gro de un re su ltad o m ás efectivo en cada un a de las m a te ria s d e ta ­llad am en te d esc rita s a r r ib a , tien e p o r co s tu m b re co m p le ta r sus c la ­ses te ó rica s con clases p rá c tic a s , ya que al c o n ta r con un p e rso n a l ca p ac ita d o , d isp o n e tam b ié n de un equ ipo ap ro p ia d o y com pleto , su­m in is tra d o p o r la S ta n d a rd O il C om pany of V enezuela en b en e fi­cio de los h ijos de sus trab a jad o re s , equ ipo que en re a lid a d está d an d o m agn íficos resu ltad o s.

La siem bra de yuca a trae muchos alum nos.

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H ONOR altísim o tie­ne esta ciudad. Lle­va el nom bre glorioso del

L ibertador. Se distingue en- i*tre sus herm anas venezo- wvU TM lanas con el nom bre de m f l f M aquel adm irable paladín que llevó el pabellón de la H Q K fe libertad, de victoria en vic- f m j M toria, desde las mismas O R I aguas del caudaloso Orino- Q K r co hasta las em pinadas V Ácum bres del Potosí. y /jfc T í

Y es que en ella el Hé- j K f j j ' roe dejó im presa con ca- i racteres indelebles toda su í v ' f l fisonom ía, guerrera, poli- tica y social. Y las pala- ' | f l bras vibrantes de su verbo repercu tieron por todos los ám bitos de la heroica ciu- dad, cuando en el Congre- so de Angostura en febre­ro de 1819, entre la adm i­ración del pueblo y de los notables de la época, pro- , nuncio su mem orable dis­curso donde dejó consig­nadas sus altas ideas po líti­cas, donde la lengua de las m aravi­llas desgranó la elocuencia de la más patrió tica dialéctica, sonora y vi­brante como la cam pana de la em an­cipación.

Ciudad Bolívar fue fundada el 5 de junio de 1762, po r Moreno de Mendo­za, quien la denom inó Nueva Guaya- na o Angostura, y es hoy la capital del Estado Bolívar, im portantísim a re ­gión de la República. T ierra m ara­villosa, ha sido rica por el pa trio tis­mo de sus hijos y por las riquezas naturales que posee.

Estas riquezas son fabulosas: sus m inas de oro son tan inm ensas, que las apreciaciones que de ellas se ha­cen, son más allá de toda pondera-

En el panoram a cultu- S p j H ral, la evolución es apre- FgSZ9 d ab ilís im a. Sería prolijo J M n enum erar sus altos poetas

i y poetisas y sus profundos escritores. En todas las

fyw B Í m anifestaciones del Arte, W f r ú como en la música, han so-

v lR bresalido m uchos guaya- jM neses. E ntre las Em pre-

f sas periodísticas debemos m encionar a “El Lucha-

, do r” d iario con una circu- lación de 7.000 ejem plares, que posee una planta me- derna donde se ejecutan to-

/ I f l da clase de trabajos, y al mismo tiem po se fabrican

TmH muchos de los adm inícu- M̂ jr .1 los necesarios para la la-

j ; bor, resaltando muy mu- cho la evolución habida

V»J§ desde que en octubre de 1^77 fué in troducida la pri-

h ^ t t¿ mera im prenta.Es sede episcopal y h er­

mosos edificios realzan la ciudad. La Avenida Táchi- ra es bellísim o paseo que

tiene 1.610 m etros de largo. Sus co­legios están regentados p o r institu to­res de fama, que han educado varias generaciones.

La producción de oro del Estado Bolívar, duran te el año 1938 fué de 3.576.499,21 gramos; y la producción de diam antes registró la cantidad de 13.599,84 kilates en el mismo lapso. Su producción de caucho, tiene ahora in ­sospechado porvenir, con motivo de las necesidades mundiales aum entadas por la guerra y la obstaculización de la provisión natural, y por las indus­trias que están para instalarse en el país. Floreciente futuro espera a la Beina del Orinoco. En estos momen-

E sta tu a del L ib e rtad o r.

V ista panorámica de la ciudad. La C ated ra l.

Una extensión de 238.000 kilóm etros cuadrados la hacen tie rra de prom i­sión, de incalculables y m aravillosas oportunidades, donde una inm igra­ción sana y dinám ica la convertiría en poco tiem po en un em porio de ili­m itada riqueza.

El Orinoco, de los más grandes ríos de América, con sus 426 leguas de cur­so hasta desem bocar en el Atlántico va dando vida a toda la región gua- yanesa, y la navegación va cada día cobrando m ayor im portancia. La ma- gestuosidad del O rinoco com unica a Ciudad Bolívar una belleza superla­tiva, adm irada y com entada elogiosa­mente por grandes viajeros que la han visitado. A veces sus aguas su­ben ráp ida y violentam ente. Se cita que el 10 de agosto de 1892, subieron un m etro sobre la llam ada P iedra del Medio.

En los fastos de la Independencia, brillan los nom bres de Bamón Con- tasti, José Tomás y José Miguel Ma­chado, los herm anos Afanador, Pablo y Manuel Yanes, Juan Antonio Ayala, Ascensión Farreras, Bibiano Vidal, y muchos más que se lanzaron a la lu­cha por la libertad , llenos del más grande entusiasm o, cubriéndose de gloria e inm ortalizando sus nom bres.

Los hijos del Estado Bolívar tienen fama de em prendedores e industrio ­sos» Allí se destacan entre una plé­yade de hom bres de empuje, Juan Bautista Dalla Costa, el civil más no­table de Guayana, los Contasti, los Gorrochotegui, los Afanador, los Gri- llet, los Lezama, por sólo citar algu­nos de los pro-hom bres an teriores a la actualidad, y sus obras perduran como símbolo de civismo y de tra ­bajo.

Salto del U racapai en el rio C aroní,

M ercado de C iudad B olívar.

A specto p a rc ia l ddlE stación del A eropuerto . 'uerto de C iudad B olívar.

L a C alle O rinoco y el P aseo de la A lam eda.

V ista In te rio r del M a tad ero M odelo.P e rsp ec tiv a de la A ven ida T ách ira ,

tos va enrum bada en una trans­form ación de verdadera trascen ­dencia, transform ación integral ve­nezolana que fortalecerá su im por­tan te posición en la Bepública, den­tro de la órbita de nuestra verda­dera nacionalidad.

ción; el h ierro , el caucho, la sa- rrap ia , para no m encionar muchos otros productos, son fuentes in­agotables de trabajo y p rosperi­dad. Y a ellas acuden ansiosos, tra ­bajadores de todas partes, como si fueran el Dorado de la leyenda.

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Las Trincheras

Piscina de agua m ineral.

J USTAMENTE en el k ilóm e­tro 176 de la C a rre te ra en­

tre C aracas y P u erto Cabello, se­gún m arca el poste respec tivo , y a22 k ilóm etros de V alencia, se en­cu e n tra el pueblo de Las T rin c h e ­ra s , p e rte n ec ien te al E stado Cara- bobo. Las T rin c h e ra s es E stac ión del F e r ro c a r r i l V alencia-P to . Cabe­llo, tiene o fic inas de C orreos, de Te­légrafos y de T eléfonos; y cuen ta con d isp e n sario m édico y 4 escuelas.

Un clim a delicioso , suave, algo ca lu roso d u ran te el d ia , p e ro m uy poco ; y un frío de licado , ag ra d a­ble, d u ra n te la noche, co n trib u y en a co m p le tar las de lic ias na tu ra les de este b a ln ea rio , donde se sien te un am b ien te v igo rizado r, re s ta u ra ­d o r de energ ías.

En esta sim p á tica pob lación se e n c u en tra n las fam osas aguas m i­nera les llam adas “aguas de Las T rin c h e ra s” , que co n stitu y en una riqueza enorm e, pues son de ex­tra o rd in a r ia s p ro p ied a d es c u ra ti­

vas, y a tra en no sólo a v ia jeros y en ferm os de C aracas y pueblos ce rcanos s ino del In te r io r de la R epúb lica y aún del ex tran je ro . E s­tas aguas m ed ic in a les son p ro p ie ­dad del d o c to r V. M. Lozada.

D elan te de un g ran ed ific io , en la A venida que dá a la c a rre te ra , se lee en g ran d es c a ra c te re s :

“B alneario Las T r in c h e ra s” .“ Las aguas m ás ca lien tes y r a ­

d ioac tivas del m u n d o ” .“T he h o tte s t sp rin g s in the w o rld ,

co n ta in in g rad iu m an d u ra n iu m ” .E n la p a r te de a trá s está la fuen­

te p rin c ip a l. Se d e rram a sobre dos especies de p isc in as , com o peque­ños lagos a rtific ia le s . Un poco m ás sep arad as , se en c u en tra n las o tras fuentes. E stas aguas de “Las T rin ­c h e ra s” fig u ran en tre las m ás ca­lien tes del m undo, pues su tem pe­ra tu ra oscila en tre 90° y 97°. Ju n ­to a ellas se sien te un am bien te p e ­cu lia rm en te v ig o rizad o r, segura­m ente p o r las em anaciones rad io -

La famosa fuente de 97 o c .

ac tivas y de u ran iu m . E l v ap o r sa­le co n stan tem en te del agua h ir ­v iendo , p u rifica n d o la a tm ósfera. P o r to d as p a rte s se ven las colum - n ita s de hum o que sa len p o r los in ­te rs tic io s de las tu b e ría s co n d u c­to ra s ; y en d e r re d o r de las fuen tes p rin c ip a le s , a rro y u e lo s de agua p o ­tab le , fría , m in era l, de p ro p ie d a ­des d iferen tes.

E stu d io s y an á lis is de estas aguas h an sido hechos con fre cu e n c ia p o r vario s investigado res . E l sabio H um bold t las v isitó y en su cé leb re “V iaje a las reg iones eq u in o cc ia­les” las d esc rib ió dándo les g ran fam a. Los cé leb res B oussingault,O’Daly, K arsten , W all, y o tro s acu ­d ie ro n a e s tu d ia rla s , a tra íd o s p o r la d esc rip c ió n h ec h a p o r el d is­tin g u id o v ia jero .

E x iste en el Ja p ó n la fuen te de m ay o r p o te n ­cia te rm al, pero com o no tien e ap lica c ió n te ­rap é u tic a , las de Las T rin c h e ra s o cupan el p r im e r puesto m und ia l e n tre las fuen tes m ine­ro -m ed ic in a les de m a­y o r te m p era tu ra .

E stas fuen tes nacen a 3.000 m ts. de p ro fu n ­d id a d y se no ta en ellas la p a r tic u la rid a d de que a p esa r de m an ten e rse en un a te m p e ra tu ra de 90° a 97° C., en sus n o rilla s c rece h ie rb a v e r­de y lozana, así som o á rbo les exuberan tes .

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Conozca su Vecino

ESTAMOS en un nuevo ed ifi­cio. T odas las o fic inas se

ha llan a h o ra cong regadas bajo un m ism o techo y es de e sp e ra r que nos conocerem os unos a o tro s to ­dos los em pleados de la C om pañía. A lo m enos así debe ser, aunque hay que te n e r en cu en ta que la p re ­c ip ita c ió n , el ace leram ien to en que viv im os, lo llevan ta n lejos algu­nos, que no saben qu ien vive en la casa del lado, desconoc iendo así los trad ic io n a le s lazos que siem ­p re h an u n id o a los vec inos en tre sí, lazos que en veces han sido tan fu ertes co­mo los de la m ism a f a ­m ilia.

Cabe tra e r a co lac iónlo que en c ie r ta o p o rtu ­n id a d contestó un joven a su p a d re que le p re ­gun taba p o r un em p lea­do de su m ism a C om pa­ñ ía : “No lo conozco, p o rq u e él tra b a ja en el d ep a rtam e n to de co n ta ­b ilid ad , y ese d e p a r ta ­m en to está s itu ad o en el segundo p iso ” . ¡En el segundo p iso ! ¡Como si d ije ra en los con fines austra les!

No debe p asa rn o s lo m ism o a noso tros. No debem os se r apá ticos.No debem os e n c e rra rn o s en u n a to r re de m arfil y c irc u n sc r ib irn o s al co­nocim ien to de n u es tro s com pañeros en la m is­m a o fic ina . D ebem os todos cono­cern o s s iq u ie ra . Som os, d en tro de la C om pañía , una g ran fam ilia que tra b a ja con el m ism o fin . La coo­p e ra c ió n de los d ep a rtam en to s en ­tre sí p a ra lo g ra r los p ro p ó sito s de la E m presa , nos da la p au ta de lo que debe se r el m utuo conoc im ien ­to de unos em pleados con o tros. P o r g ran d e que sea el persona l, no está tan lejos el segundo del c u a r­to p i s o . . . No debem os d esp re c ia r a un co m p añ e ro p o rq u e tien e un puésto in fe r io r al nuestro , lln d ia le llegará su tu rn o . No cuesta n a­da se r am able, se r a ten to , se r ca­ballero so ; m ás bien es un signo de v e rd a d e ra h o m b ría , de v e rd ad e­ra g randeza, de t r a ta r con consi­d e ra c ió n a nu es tro s co m p añ e ro s y se r consecuen tes con el com pañe­rism o que debe an im ar a todos los h om bres de buena vo luntad .

El conoc im ien to m utuo en tre to ­dos los em pleados, es de v a lio sís i­m a ay u d a en las neces id ad es m is­m as del trab a jo . Al te n e r que t r a ­ta r asu n to s de la C om pañía , cu á n ­to m ejo r es co n o cer de an tem ano al o tro em pleado con qu ien se va a tra ta r ! E l p ro p ó sito se fac ilita g ran d em en te con la re la c ió n ya ad ­q u ir id a . C uántas veces se sien te úno com o coh ib ido , com o ir re so lu ­to, al te n e r que i r a o tro d e p a r ta ­m en to a t r a ta r asun to s n ec esa rís i­m os con o tro em pleado a qu ien no

se conoce! ¿No es c ie rto que, ex is­tien d o el conoc im ien to , se ir ía m ás d irec tam en te , con m ás con fianza y se o b te n d ría m e jo r y m ás r á p id a ­m ente la in fo rm ac ió n d eseada? C uántas veces se n eces ita u n a in ­fo rm ación espec ia l de d e te rm in a ­do d ep a rtam en to , y después de m u­chos c irc u n lo q u io s se e n c u en tra que el resp ec tiv o em pleado es u n a p erso n a a qu ien se ve casi d ia r ia ­m ente p e ro a qu ien no se conoce! Se ob tiene, si, la in fo rm ac ió n de­seada ; p e ro m ucho m e jo r se ob­te n d ría si ex is tie ra el m utuo cono­cim ien to , re su ltan d o to d o in d u d a ­b lem ente m ás rá p id o , m ás co rd ia l, m ás sa tisfac to rio .

A los fines de un a m ejo r com ­p ren sió n , debem os d e c ir que no se p re te n d e que se vaya de p iso en piso , de o fic in a en o fic ina , q u ita n ­do tiem po y em peñándose en t r a ­

b ar p o rq u e si re lac io n es con todo el m undo. No, lo que sugerim os es el n a tu ra l co n o c im ien to que en c u a lq u ie r m om ento p u ed e se r­v ir a todos de g ran u til id a d , el co m p añ erism o rac io n a l que debe e x is tir en tre co lab o rad o res de un a m ism a E m p resa . Y esto no se c ir ­cu n sc rib e a d e te rm in a d as o fic inas, s ino que se ex tien d e a to d o s los cam pam en tos de la C om pañía .

E l h o m b re h a n ac id o p a ra v i­v ir en soc iedad . N ecesita , p o r p ro ­p io im pulso , la co m un icac ión cons­

ta n te con sus sem ejan­tes. El a is lam ien to no se ha hech o p a ra él, p o r­que le es n ec esa ria la ex p an sió n de su e s p ír i­tu , la p a r tic ip a c ió n con o tros, de sus p esa re s y de sus a leg rías . De esa neces id ad im p e rio sa de co m u n icac ió n esp iritu a l, n ac ió el h o g ar y luego la am istad y el com pa­ñerism o.

Sólo el m isán tro p o , p o r su h u m o r té tr ic o , m an ifiesta av e rsió n al tra to con los dem ás ho m b res ; p e ro ya sabe­m os que esa es un a en­fe rm ed ad que lleva al h o m b re m uchas veces a los a n tro s del su ic i­dio. E l m isán tro p o es un a desv iac ión pa to ló ­gica, un a ex cep c ió n en la g ran g en e ra lid a d que se s ien te im p e lid a a es­

ta b lec e r la re la c ió n de co n o c im ien ­tos co rd ia les p a ra lle n a r su v e rd a ­d e ra m isión sob re la tie r ra , pues, está rec o n o c id o que el h o m b re en todo el m undo sien te un a ir re s is ­tib le te n d e n c ia a la v ida soc ia l. Es una te n d e n c ia m uy rac io n a l en v e r­dad . Es en la acc ió n co n ju n ta so­cial, donde el h o m b re pu ed e des­a r ro lla r sus ideas y re a liz a r sus fines.

T odo se logra v iv ien d o en soc ie­dad , y n ad a se log ra v iv iendo en el a islam ien to . El sen tid o com ún in d ic a dónde debem os s itu a rn o s.

No im item os, pues, al ca raco l, que se queda aislado d en tro de su co n ch a . T ra tem o s de co n o cer a los co m p añ ero s, a n u es tro s vec inos y llevarem os así a su m áx im um nues­tra cooperación .

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Las carre teras se b ifurcan: una hacia el Este, la de San Francisco; y la o tra hacia elOeste, la de Perijá.

c a rre te ra es un hecho . E stá ya co n s tru id a h as ta la V illa del Ro­sa rio , la cé leb re p o b lac ió n perija - n e ra fu n d ad a p o r el M arqués de P erijá . Son 86 k iló m etro s de m ag­n ífico trazad o y excelen te cons­tru cc ió n , u n a de las m ejo res c a rre ­te ra s de V enezuela, en la que el au­tom óvil se desliza en un suav í­sim o re c o rr id o de 4 o 5 rec tas . H asta el 15 de agosto de 1940 se h ab ía gastado en esta c a r re te ra , la sum a de Bs. 2.412.079,00.

El pav im en to de esta c a rre te ra fué hech o con p e tró leo , tra ta n d o el te rre n o con m a q u in a ria h as ta a d ­q u ir ir un espeso r en tre 15 y 20 cen ­tím etro s , en una ex p lan ac ió n de 8 m etros de ancho en tre los b o rdes de las cunetas, qu ed an d o éstas tam ­bién a rreg la d as p e rfec tam en te con petró leo . El sis tem a de d ren a je de la vía es m agnífico , p ro b ad o ya po r

Cuadrillas de conservación re ­corren constantem ente la

carre tera.

Una de las bellas rectas de la carre tera, a traviesa ubérrim as

fuentes de riqueza agro-pecuaria.

E L D istrito P e rijá del E stado Zulia está fo rm ado p o r los

M unicip ios L ib e rta d y R osario , y tiene a lre d ed o r de 15.000 h a b ita n ­tes. E ste D is trito está d iv id id o por la n a tu ra leza en dos zonas d is tin ­ta s : la m ontañosa , que co m p ren d e la p a r te o cc id en ta l lim ítro fe con C olom bia, y la fo rm ad a p o r g ran ­des llan u ras en la p a r te o rien ta l. Aquélla, es reg ión ab u n d a n te en

m in era les , in e x p lo ta d a com pleta­m ente y de la que ex isten leyendas sobre hallazgos de m agn íficas y va­liosas m uestras. La reg ión llana es excelen te p a ra la c r ía de ganado y toda clase de a g r ic u ltu ra y explo­ta c ió n de m aderas.

S iem pre se h a d icho que P e r ijá se ría el g ran e ro de M aracaibo, cuando se co n s tru y e ra un a c a r re ­te ra en tre los dos lugares. H oy la

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El puente de h ierro sobre el Río Palm ar.

las fu ertes lluv ias ú ltim as y se ven g ran d es a lc a n ta rilla s de m etal p re s ­ta n d o m uy efic ien te se rv ic io .

E l p r in c ip io de esta c a rre te ra está en tre los k iló m etro s 4 y 5 de la C a rre te ra M aracaibo - San F ra n c isc o , con rum bo sur-oeste , pasando p o r los pozos del A cue­d ucto de M aracaibo, y p a rtien d o de a llí (k ilóm etro 12) con rum bo noroeste p a ra c ru z a r el cam ino a n ­tiguo de los españo les y co n tin u a r con el ru m bo su r h as ta el P aso de Las M úcuras en el k ilóm etro 76. De aqu i, que es d o n d e se encuen ­tra el P u en te sob re el Río P a lm ar, tom a rum bo su roeste h as ta la Vi­lla del R osario . E ste puen te , ob ra p r in c ip a l de la c a rre te ra , está fo r­m ado p o r un tram o m etálico de 35 m etro s de luz y 3 p on tones de ace­ro de 12 m. de luz cada uno. Los e s trib o s y p ila s que lo sostienen son de co n c re to sin a rm a r. A am ­

bos lados de este pu en te ex istía u n a reg ión anegad iza de 5 Km. de largo , que co n s titu ía el m ay o r obs­tácu lo p a ra el paso y que h o y está sa lvado con re llen o s p e tro liza d o s y su fic ien tes a lc a n ta r illa s m etá li­cas de g ran d iám etro .

La c a r re te ra seg u irá h ac ia Ma- ch iques, que es la C ap ita l, y a la vez cab ecera del M unicip io L i­b erta d , pob lac ió n que está ed ifi­cada sobre un a m eseta p la n a a 700 m etro s al su r del r io A pon y a 150 m etros sobre el n ivel del m ar, con u n a te m p e ra tu ra m ed ia ca lu rosa . Un com ercio de c ie r ta s ig n ifica ­ción , en el que están in v e rtid o s a l­gunos cap ita les , da im p o rta n c ia a M achiques, que es adem ás el cen ­tro al que convergen las o p e ra c io ­nes de las g ran d es h ac ie n d as de ganado de la reg ión , que c o n s titu ­yen su v e rd a d e ra riqueza.

E stas h ac ie n d as de ganado , ubé­rr im a s fuen tes de riq u eza ag ríco ­la y p e c u a r ia es tán no sólo e sp a r­c idas p o r los valles sin o que se ac e rca n a las m o n tañ as , a d e n trá n ­dose h ac ia donde , si es v e rd a d que el c lim a es delic io so , tam b ién es v e rd a d que allí acech a el in d io m o­tilón , celoso de la in v as ió n de sus tie r ra s .

P e r ijá su rte a M aracaibo de re- ses y m a rra n o s p a ra su m a tad e ro ; g ran ca n tid a d de quesos, m an teq u i­lla de su la c tu a rio , m an teca de p u ­ro c h ic h a rró n , m aíz, m uchos o tro s fru to s m enores y m a d eras p re c io ­sas y de c o n s tru c c ió n p a ra ex p o r­ta r . E l tabaco que p ro d u c e P e r i­já se h a llegado a co m p a ra r con el cé leb re de la “V uelta A bajo” de Cu­ba, p o r su a lta c a lid a d y delic ioso a rom a. E l cacao h a s ido c lasifica ­do tan bueno com o el m u n d ia lm e n ­te conoc ido de C huao, p e ro con esta u b é rr im a reg ió n se háfiín im -h posib le el in te rc a m b io a ^tfíisa de los fangales que in u tiliz ab a n los cam inos p o r com pleto .

La C a rre te ra M araca ibo -P erijá , com o e ra n a tu ra l, h a v a lo rizad o to ­das aquellas tie r ra s , m u y esp ec ia l­m en te las que es tán ce rc a n a s a la v ía , pues el G obierno esta-reo n stru - y endo pozos a r te s ia n o s p a ra (Tar de b eb e r a los g anados cu a n d o están le janos de los río s.

H uelgan todos los co m en ta rio s ace rca de esta a r te r ia de v id a co­m erc ia l que in te n s if ic a de m an era tan no tab le el in te rcam b io de p ro ­ducto s n a tu ra le s y m a n u fa c tu ra s in ­d u s tr ia le s e n tre la r iq u ís im a reg ión p e r ija n e ra y la lab o rio sa c iu d ad de M aracaibo.La calle principal de la Villa del Rosario.

La carre te ra serpea para en tra r a la h istórica villa.

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Leyendo "El F a ro l"

ES un ch ispazo de luz, de luz que ir ra d ia fu lgores de p a ­

tr ia en flo rac ió n , la p o r ta d a de “El F a ro l”, c o rre sp o n d ien te al m es de enero en el 41.

E m erge en el fondo la p o lic ro ­m ía del paisaje , esm altado con los suaves tin tes de u n a au ro ra im p reg n ad a de p erfum es av ileños, re ­sum en de co lo r y a rm o n ía .

La c iv ilizad o ra lab o r de tan im ­p o rtan te R evista , que a trav és de c rio llís im os tem as, nos lleva de un p u n to a o tro de V enezuela, es un v erd a d e ro exponen te de ace rca ­m ien to e sp iritu a l venezolano.

Si deslizam os la m ira d a a trav és de las in te resan tes pág inas, en cua l­q u ie ra de sus núm eros, desde que ap a rec ió “El F a ro l” , los ojos cap ­tan en los típ ico s pa isa jes de nues­tro s g randes río s , la sin p a r a r ro ­ganc ia del aborigen , d esafiando con su a rro jo y d estreza p e c u lia r las m is te rio sas en tra ñ a s de n u es tra s selvas v írgenes, m ie n tras las ir is a ­das lin fas se d esperezan sob re los ro jo s a lm ohadones de los c re p ú scu ­los venezolanos.

P ág inas con h arm o n io sas em a­nac iones de sa rra p ia , con delic io ­sos tem as v ern ácu lo s te ñ id o s con las p roezas de aquellos celosos y valien tes in d íg en as que no c lau d i­ca ro n nunca , n i ced ie ro n m ansa­m ente un palm o de su t ie r ra y de su r io al in tré p id o co n q u is ta d o r ibero .

E n cuan to a la lab o r efectiva fu n d am en tad a en h a c e r posib le la o rgan izac ión de la v id a o b re ra den ­tro de sus p o sib ilid ad es y posesio ­nes, p o r p a rte de las C om pañías de qu ienes es ó rgano “E l F a ro l” , es d igna de ejem plo, ya que se le p re ­sen ta al tra b a ja d o r la doble opo r­tu n id a d de conocer un am bien te m oderno y de o rg an izarse h ig ién i­cam ente hab lando .

E n p r im e r té rm in o , vem os que hay p reo cu p ac ió n p o rq u e a los h i­jos o a las fam ilias de d ich o s tra ­ba jado res , no les falte ju n to con la ad ecu ad a y efectiva a lim en tac ión , el im p o rta n te pan de la in s tru c c ió n , con los elem entos escogidos, co la­b o ran d o así con los esfuerzas del G obierno, p o rq u e se haga en Vene­zuela un a ex tensa la b o r in s tru c ti- va-educac ional. En segundo té rm i­no, vem os que se le dá esparc im ien -

M aría Atias de Machado.

to al e sp íritu en la fo rm a de De­p o rtes , Clubs, C ines y sitio s p ro ­p ic io s p a ra el d esa rro llo sano de las ideas sociales. E n te rc e r té r ­m ino, observam os, que de in m e d ia ­to se o rgan iza el h o sp ita l, donde no sólo p ueden los trab a jad o re s en­ferm os e n c o n tra r la té c n ic a m éd i­ca ( in stru m en to s, m ed ic inas, etc.) y al hum ano E scu lap io , sino ta m ­b ién la co n fo rtac ió n del e sp íritu , e lem ento éste, n ecesario p a ra una v e rd a d e ra a sp ira c ió n del v iv ir, en nues tro ac tu a l m undo.

Con re fe re n c ia a la co nservac ión de la h is to ria l ib e r ta d o ra venezo­lana, no escasean m otivos ab u lta ­dos que nos hab len de la de fe ren ­cia y resp e to que a todo ex tra n je ­ro le m erecen esos bellos rasgos de valo r, civ ism o y ejem plo de que es­tá sa tu ra d a la h e rm o sa H isto ria nues tra .

“El P o rv e n ir” , en el Cam po de C arip ito , nos en co n tram o s que po ­see P laza y que en ella se levan ta una esta tua de S im ón B olívar, des­te llo de g randezas p a tria s .

E n cuan to a las v ias de com un i­cación , podem os v er que se em ulan p o rq u e las c a rre te ra s que en tro n ­

can con el resto de los E stados, p ro p o rc io n en la m ayor com od idad y el m enor tiem po en el rec o rr id o .

Las ac tiv id ad es ag ríco las , tom an in te rés espec ia l, según podem os a p re c ia r en la m ente de d ichas C om pañías. E stas h an c o n tra tad o los se rv ic io s de un ingen iero -agró - nom o p a ra que estud ie en las pose­siones de las C om pañías, las zonas que p u ed an o deban se r u tilizad as p a ra la ag ric u ltu ra . Con a n te r io r i­dad , se h ab ían h ech o ex p e rim en ­tos, que si b ien fueron sencillos, no lo fuero n en su fondo , y a que la idea bu llía en fo rm a de desarro llo .

E n las E scuelas R urales, que tam b ién poseen las C om pañías, se siem b ra , p o r d ec irlo así, en los as isten tes , los conoc im ien to s té cn i­cos y p rá c tic o s que los ed u cad o res llevan a cabo en sus faenas, a t ra ­y endo asi la a ten c ió n de los re fe­rid o s as is ten tes a un a de las p rin - pales bases de n u es tra v id a eco­nóm ica.

Y en el “ Club A grícola A ndrés Bello N? 1” , los d irig en tes p ro m u e­ven en tre los alum nos, la especia- lizac ión de los p ro d u c to s que se d es tin an a las d is tin ta s p arce las , que a cada uno le co rresp o n d e . Y, com o p a ra m a n ten e r su en tu sias­m o en las lab o res de ta les alum ­nos, les o frecen co n s ig n ar o tra p a r ­cela dos veces m ayor, a la que se luzca con los m ejo res sem brados y p ro d u cc ió n . De m odo, que el alum no, no sólo se ap ro v ech a , sino que se le a rra ig a de un a m an era e spon tánea y su til el ca riñ o p o r la tie rra .

Es innegab le que los alum nos de este C entro , se rá n los que m añana , al igual que sus p ro fe so res de hoy , in d ic a rá n y ay u d a rán a nu es tro s conuqueros a d e fe n d e r m ejo r su o rgan ism o y sus m ism os m étodos ya com unm en te usados. C laro está que todo este esfuerzo c ifra en el fu tu ro la ab u n d a n c ia en esos lu­gares de buenos f ru to s : el o rgu llo de p o d e r sa b o re a r un a espec ie de fru to crio llo , b ien cu idado , m ás a n u es tro a lcan ce y u n a p reo c u p a ­ción m enos p o r la im p o rtac ió n .

M aría A tías de M achado.

(D irectora del Liceo Sucre de C iudad B olívar).

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Enseñanza G ráfica

OWL(ául)

LECHUZA

HAWK

(jóuc)GAVILAN

FISHERMAN(fisherm an)

PESCADOR

DOVES

(dóuves)

PALOMAS

AIRPLANE(erpléin)

AEROPLANO

ORCHESTRA DIRECTOR

(orquéstra dairéctor) DIRECTOR DE ORQUESTA

lUWlIMMlE

JA IL

(yéii)CARCEL

MONEY

(móni)

DINERO

FOX(fóx)

ZORRO

WITCH(uitch)

BRUJA

HUNTER

(jón ter)CAZADOR

MOSQUITO

(m osquito)MOSQUITO

r J'«nC *

HORSE RACE (jó rs réis)

CARRERA DE CABALLOS

BEACON(bicon)FARO

Frases Cortas

The h u n te r is in the country (dhi jó n te r is in dhi cóuntry

j- El cazador está en el campo.

He shot two doves (ji shot tu dduves)

The fox killed the snake

(dhi fox kild dhi sneic)

T hat leaf is green

(dhat lif is grin)

}

}

}

El m ató dos palomas.

El zorro m ató la culebra.

Esa ho ja está verde.

The th ief is in ja il (dhi zif is in yéil)

He is a good leader (ji is e gud líder)

El ladrón está en la cárcel.

El es un buen D irector.

Who is the D irector of th e o r-) chestra? I ¿Quién es el D irector de Or-

(ju is dhi d irec to r of dhi or-1 questa? quéstra?) J

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Hay que Combatir la Anemia

11T T IGADO con tocino, café y1 1 panecillos, le d ijo so n rien ­

do el docto r F e r re r a la cam arera , y agregó: “E l h igado a m edio f re ir y el café b ien ca lien te”.

No hab ía observado que el señor sen tado en fren te de él y qu ien ten ía fija la m irada en el p la to , e ra un in tim o am igo suyo y cliente. Al v e r­lo, exc lam ó: “ ¡Qué hubo, P eru ch o ! ¡Qué feliz casualidad la de encon­tra rn o s en la m ism a m esa! Supon­go que tu salud sea excelente, cu an ­do no me has ido a ver en ta n tís i­mo tiem po”.

Y eso que b ien hab ía notado que su am igo daba m uestras de no sen­tirse nada b ien . E fectivam ente , te­nia tesa la epiderm is, y el sem blan­te era tal, que si a un lego le h u ­biese parecido p erfec tam en te sano, a un m édico no.

—“Me alegro de v e r — prosigu ió el docto r — que tengam os el m is­mo gusto. ¡N ada m ejor que un buen p la to de h igado con tocino!”

—D octor, esta vez h a fallado. P orque m ald ita la g rac ia que me hace lo que tengo en mi plato.

—Y entonces ¿p o r qué lo pedis­te? ¿Q uién puede ob ligarte a com er lo que no te dé la gana?

— ¡Bah, la bend ita anem ia! E s­toy condenado a com er h ígado y to ­m ar jugo de n aran ja , y detesto am ­bas cosas.

—Yamos po r partes . E n p rim er lugar ¿qu ién te d ijo que ten ías ane­m ia? Y si te sien tes m al ¿ p o r qué no me has ido a v e r? ¿Ya no me tienes fé?

— La fé de siem pre. Quizá p o r eso no te he ido a ver, p o r el tem or de que con firm aras mi sospecha.

¿N o ves? Mi papá padecía de an e­m ia pern ic iosa . Eso lo m ató. Y b ien sabes tú que no es nada ag ra ­dable el que tenga úno la seguridad de que la m uerte lo está esperando a úno, p o r dec irlo así, a la vuelta de la esquina.

Dos o tre s bocados apenas hab ía com ido D. P ed ro S ifuentes en el cu rso de la conversación , m ien tras al d o c to r F e r re r le q u ed ab a so la­m ente p o r despachar m edia taza de sabroso café con r ica crem a.

—P erucho , el que hayas ten ido tú la desgracia de p e rd e r a tu pa­pá, v íc tim a de la anem ia p ern ic io ­sa, no qu ie re dec ir que, ipso facto, se te h ay a m etido en la cabeza to ­da la ciencia m édica. Como aboga­do no hay qu ien te ponga un pié adelan te, p ero no te voy a p e rm itir que me pises los callos en m i p ro ­fesión. Si algo sabes de la anem ia, has de saber que hay dos clases de ella, la p rim a ria y la secunda­ria , y que el tra tam ien to no es el m ism o en am bos casos.

— No, no te he dicho que crea yo saber lo que sabe un m édico; pero sí sé que el que tiene anem ia debe com er hígado, h ígado y m ás h íga­do. Y sé tam bién que estoy ya p re ­f iriendo m orirm e que te n e r que co­m er hígado.

— P eru ch o , tienes un a traso de qu ince años en tus conocim ientos sobre el p a rticu la r. Aún en el ca­so de la anem ia pern ic iosa , m uy pocos son ya los que m ueren de ella, o los que q u ie ran m orirse p a ra no te n er que com er h ígado, porque puede dárse les éste en cápsu las y al cabo de u n a sem ana no quedan ya ni trazas del m al. P a ra la ane­m ia secundaria , lo que h ay que co­m er son jugosos bistecs y cosas que contengan h ie rro .

— ¿Me qu ieres dec ir que puedo com er b istec en vez de este conde­nado h igado?

—E viden tem ente que si, pero cuando hayas te rm inado tienes que v en ir conm igo a mi consu lto rio p a­ra que yo te som eta a concienzudo reconocim iento .

L lam ó en eso D. P ed ro a la ca­m are ra y le d ijo que se llevara el h igado adonde no pu d ie ra olerlo s iq u ie ra y le tra jese un buen bis­tec, con p a ta ta s fritas.

Lo esperó su buen am igo el doc­to r F e rre r , y finalm ente se d irig ie­ron am bos al consu lto rio . Ya en éste, y hab iéndo le ex tra ído un a go­ta de sangre , le d ijo que m irase po r el m icroscopio y se fijase en un

glóbulo azul que h ab ía en el cen ­tro , y le explicó que a los glóbulos b lancos se les teñ ía de azul p a ra d is tin g u irlo s m ejo r con el m ic ro s­copio.

— ¡Ya lo veo! Y veo tam bién unos de color de rosa.

— ¿Son m ás g randes los rosados que el azu l? D igam os el b lanco p a­ra darle su nom bre verdadero .

— No, son poco m ás o m enos del m ism o tam año.

— ¡M agnífico! Tú m ism o lo has dicho aho ra . T ienes anem ia secun­daria , en la cual los glóbulos ro jos son de tam año norm al, esto es, ap rox im adam ente del m ism o tam a­ño que los b lancos. E n ta n to que en la p rim aria , o p ern ic io sa , aqué­llos son considerab lem ente m ayores que éstos; son m uy pocos y están recargados de hem oglobina.

A hora b ien , el h igado — p ro s i­guió el docto r F e r re r — es la m e­jo r fuen te de esta m isteriosa subs­tancia , a la que le deben su color los glóbulos ro jo s y que es in d is­pensab le p a ra el b ien es ta r del cu e r­po; de m anera que el h ígado que se com a con tribuye a aum en ta r el nú­m ero de glóbulos rojos.

E n la anem ia secundaria — si­guió d iciendo — que a m enudo se designa con el nom bre de c lo rosis en los adolescentes, y especialm en­te en el caso de las m uchachas, el núm ero de glóbulos ro jo s es el m is­mo que en las personas buenas y sanas; pero carecen del h ie rro ne­cesario . Lo que necesitan , pues, los que padecen de esa fo rm a de an e­mia, es una buena rac ió n de h ie ­r ro ; co m er buenos bistecs, ch u ­le tas y ca rne en general, v isceras, h ígado si les gusta, y al cabo de una sem ana, ni qu ien sospeche si­qu ie ra que han ten ido anem ia.

— ¡Ajajá! lo cual, en resum idas cuentas, qu iere dec ir que no tengo que irm e necesariam ente al o tro b a rr io en un p a r de m eses.

—Siem pre, po r supuesto, que no te pase p o r encim a un cam ión o no te suceda algo de sem ejante efica­cia. P o rque si no me equivoco es­tás destinado a ver tr a n s c u r r ir po r lo m enos m edio siglo, a p a r t i r de este dia. Tom a dos de estas p as ti­llas de h ie rro después de cada co­m ida. Come ta n ta ca rne a m edio asa r o m ed io f re ir , cu a n ta te sea posib le com er, en el desayuno, el a lm uerzo y la com ida. A cuéstate tem prano todas las noches, y vén- me a v er d en tro de un a sem ana.

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S e g u rid ad Prim ero

HA d ich o un chusco que no conv iene d o rm ir en cam a, p o rq u e es p rec isam en te a llí d o n ­

de m uere la m a y o ría de la gente. Con igual razón h u b ie ra p o d id o d ec ir que no d eb ie ra n ad ie v iv ir en su casa, dado el s in n ú m ero de ac c id en te s , m orta les m uchos de ellos, que tie n en lugar en sitio tan q u erid o , donde estam os al ab rigo de los elem entos y en el cu a l nos sen tim os p erfec tam en te seguros.

Dos clases de p e lig ro s se h a llan p resen tes en u n a casa, en re lac ió n con la in sta lac ió n e lé c tr ic a : los ch o ­ques y los in cen d io s . P a ra ev ita r­los, es m en ester an te to d o que se c e rc io re úno de que to d a s las co­nex iones estén deb id am en te cu ­b ie rtas de m a te ria l de a islam ien to . C uando p o r cu a lq u ie ra c irc u n s ta n ­cia h ay a que m o d ific a r la d isp o s i­c ión de los a lam bres, debe en c a r­g arse de ello ú n ica y exc lu sivam en­te qu ien esté fam ilia rizad o con ta l clase de trab a jo s .

E n el caso de las lá m p aras que se en c ien d en y apagan p o r m edio de un bo tón , s ituado ju n to al por- ta lám p ara , a m enudo o c u rre que el dedo con que se o p rim e el botón e n tra en con tac to con el m etal, y o ra p o r razón del desgaste , o ra a causa de la hu m ed ad , ex iste siem ­p re la p o s ib ilid a d de que se fo rm e un co rto c irc u ito en tre u n h ilo del a lam b re y la cu b ie rta del p o rta - lám p ara .

E n la p ila del baño , ju n to a las m áq u in as e léc trica s de la v ar y en los só tanos h úm edos con suelo de

ho rm igón , es en d o n d e son m ás frecu en tes los choques e léc tricos. H ay que te n e r e x tra o rd in a r io cu i­d ado con los focos y co nm utado ­res in sta lad o s en el só tano , p a ra ev ita r que la h u m ed ad p ro d u zca co rto s c irc u ito s . Jam ás deben h a ­lla rse ce rca del suelo.

M ultitud de in cen d io s p ro v ien en de los a lam b res y ap a ra to s e léc tri­cos. De estos ú ltim os, cu a lq u ie ra que tenga p o r m isión el p ro d u c ir

ca lo r p o r m ed io de a lam b res en ro s­cados, p u ed e m uy b ien se r causa de un in cen d io , cu ando d ich o s a lam b res se hallen , p o r espac io de c ie r to tiem po , ce rca de algún ob­je to o m a te ria l in flam ab le .

Las ca ld e ras , las estu fas y los h o rn o s cu a rtead o s, o que se h a llen dem asiado p ró x im o s a p a re d e s in ­flam ables o a c o rtin as y dem ás co lgaduras, p ueden m uy b ien se r

causa de in cen d io s . Las ch im eneas fran cesas que consum en leñ a o c a r­bón de p ie d ra deben e s ta r p ro v is ­tas de la c o rre sp o n d ie n te p an ta lla p a ra ev ita r que las b ra sa s que se d esp re n d an de ellas vayan a d a r al p iso de m ad era o a las alfom ­bras. E n el caso de que el gas sea el com bustib le de la coc ina , deben in sp e cc io n arse cu id ad o sam en te las un iones y llaves, p o r lo m enos dos veces al año , p a ra v e r si no se salen.

Los fósforos no deben ten erse al a lcan ce de los n iños. La cen iza ca lien te debe ech arse ú n icam en te

en recep tácu lo s m etálicos. C uando h ay a que lim p ia r la ro p a con ga­so lina o c u a lq u ie r o tro líq u id o in ­flam able , debe h ac erse la o p e ra ­ción en un a p ieza de la casa donde no h ay a fuego, y con las v en tan as ab ie rtas . La acu m u lac ió n de t r a ­pos g rasien to s en algún r in c ó n obs­cu ro puede se r causa de in c en d io s , p o r com bustión espon tánea .

Las vasijas de c r is ta l re d o n d a s u ovaladas, en tre o tra s aquellas en

que se tie n en p ecec illo s de co lo res, al se r h e r id a s d irec tam en te p o r el sol p u ed e n d ir ig ir los ray o s de éste, rec o n cen tra d o s , h a c ia el sueloo las co lg ad u ras y p ro d u c ir as i in ­cend ios. P ero la causa m ás co­m ún de éstos son las co lillas de c igarro s .

Los suelos resb a lad izo s p u ed en se r causa de se ria s ca ídas, y lo. m ism o el fondo resb a lad izo de las

p ilas de baño . Suelen serlo igual­m en te los m ueb les y o tro s ob je tos puesto s fuera de lugar, y no pocas p erso n as se h an ca ído en t ie r ra p o r h ab erse tre p a d o a sillas v ie jas o ca jones desvenc ijados , en vez de va lerse de una esca le ra de m ano. Las esca leras que co n d u cen h ac ia los só tanos están p o r lo genera l m al a lu m b rad as , p o r lo que no es r a ro que qu ien baje p o r ellas c rea h a b e r llegado al ú ltim o escalón cu an d o se ha lle to d a v ía en el p e­nú ltim o , lo que a m enudo re su lta en ca ídas. P a ra ev ita r éstas, debe p in ta rse de b lanco el escalón inm e­d ia to al suelo del só tano .

Debe ev ita rse que los n iños estén en la co c in a o, p o r lo m enos, que se acerq u en al fogón. S ab ido es que los n iñ o s van a p re n d ie n d o m o­v idos p o r la c u r io s id a d ; p e ro si tien en al a lcan ce de la m ano algún m a te ria l in flam ab le , o a lfileres, agujas, tije ra s , cuch illo s, punzones, v id r io s ro to s , cu c h illita s de a fe i­ta r , etc., la in s tru c c ió n que la cu­r io s id a d les im p a r ta pu ed e re su l­ta rle s dem asiad o ca ra .

P o r la m ism a razó n deben te n e r­se fu e ra del a lcan ce de los n iños to d a c lase de m ed ic in as y esp ec ia l­m en te las venenosas, adem ás de lo cua l co nv iene e n te r ra r un a aguja en el ta p ó n de co rcho , de m an era que sobresa lga la cabeza de ella q u in ce o v e in te m ilím e tro s de la p a r te su p e rio r del ta p ó n , pues de ese m odo al t r a ta r el n iñ o de a b r ir el fra sco se p in c h a r ía con la aguja y no vo lvería a in te n ta rlo .

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La Hora Cultural Esso

Carmen Portocarrero.

HA con tinuado el éxito de esta H ora pa tro c in ad a p o r la

S tandard Oil Com pany, La Lago P etro leum C orporation y la Com pa­ñía de P etró leo Lago.

Nuevos artis ta s h an estado desfi­lando sem analm ente p o r esta H o­ra , y, p o r las in fo rm aciones rec i­bidas, han sido del agrado del pú­blico. C ontinuarem os dando a es­te m om ento cu ltu ra l todo el apoyo necesario p a ra que en m edio del

M aria del P ilar.

arte sea verdadero gim nasio de a r ­tis tas venezolanos y p lacen te ra r a ­d iodifusión p a ra todos los oyentes.

S intonice usted siem pre la R adio­d ifu so ra V enezuela (790 y 4.890 Kc.) y oiga la H ora C ultural “E sso’ todos los sábados de 8 a 9 p. m., re ­

co rdando que siem pre ap rec ia re ­m os un re p o rta je o una sugerencia al respecto .

Hoy publicam os las fo tografías de los a r tis ta s cuya actuación les ha valido en estos ú ltim os d ías m uy calurosos aplausos.

“ Don Rosendo1'.Eduardo M artínez Plaza. Algunos de los a rtistas que tom an parte en nuestros program as.

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Ultimos Dictados de la Moda

por V era W inston

H A llegado el m om ento de e n r i­qu ecer el ro p e ro con uno de es­

tos p rec io so s m odelos p a ra com idas, in te rp re ta d o s en te la es tam pada. P resen tam o s aqu i un elegante m ode­lo que sin d u d a alguna, gozará de grand ísim o apogeo esta tem porada. La te la es crespón de seda, blanco, con pun tos rojos, con fran jas h o r i­zontales en ro jo y p un tos blancos. E n ro jo tam bién es la línea del es­cote en form a de V. E l co rp ino es en form a de blusa, de suaves y h a ­lagadoras lineas, y la falda ro ja , de cu ch illas cos idas com o h as ta la m itad . Recom endam os encarec ida­m ente esta elegante creación .

LAS jóvenes que s ien tan p re d i­lecc ión p o r el gris, en todos sus

lin d o s m atices y tonos, se a leg ra rán de saber que este co lo r im p e ra rá esta tem porada. T am bién nos a le­gram os noso tras, pues éste es uno de nuestro s colores p red ilec tos, ya que sirve de fondo n a tu ra l p a ra ac­cesorios de co lores b rillan tes . P re ­sentam os con orgullo , un lindo con­ju n to de vestido y chaqueta , en fi­na lana gris. E l vestido osten ta cuello alto, redondo y sencillo , y bo lsillos de ra n u ra , co locados d ia ­gonalm en te sobre el pecho , p u d ie ra n lu c ir v ivos de p iqué . La ch aq u e ta ceñ ida es de p u n ta p o r la espalda. Luce cuello postizo, de p iqué b la n ­co, y lacitos de cuero en el c ie rre del fren te .

L OS abrigos ado rnados con pieles son p opu la res todo el

año, exceptuando , p o r supuesto , los ca lu rosos m eses del verano . P ero g eneralm en te los abrigos que se exh iben p a ra esta tem porada son de p ieles b landas, ta les com o la de zo rro y la de lince. S in em bargo, p resen tam os aqu í un lujoso con­jun to de p ie l de co rd e ro persa , que es la ú ltim a p a la b ra en las m odas de esta estación. La g rac iosa ch a­queta es de lana verdeceledón , con adornos de piel p ard a . De esbel­tas líneas, osten ta frunces en el ta ­lle, sobre el c in tu ró n , y es en fo r­ma de b lusa p o r de trás. E l c ie rre y las solapas, y el f re n te de los bolsillos, son de la m ism a piel, co­m o b ien puede observarse . E l c in ­tu ró n es de suede pardo . La p rim o ­ro sa chaqueta se lleva sobre un vestido de fina lana parda .

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\ROPERO DEL NIÑO POBRE

Un grupo de d is tin g u id as dam as de la soc iedad de B arqu isim eto acaba de in s ta la r en la c a p ita l del E stado L ara un R opero del N iño P obre , cuya m isión , com o su nom ­b re lo in d ica , es la de su m in is tra r ro p as g ra tu itam en te a la ch iq u ille ­r ía p au p é rrim a de aquella u rb e occ iden ta l.

N ada m ás p lausib le que el bello gesto de las m ujeres barqu isim e- tanas , qu ienes de seguro apesadum ­b rad as an te el estado de los n iños p ob res de su c iu d ad , se h an dado a la ta re a de v e lar p o rq u e las c a r­nes in fan tile s vay an cu b ie rtas de te las lim p ias . D em uestra esa ac­ción a ltru is ta y d igna de im itarse , la posesión de sen tim ien to s de h u ­m an id ad y el deseo de se r ú til a la p a rte del cu erp o social cuya des­g rac ia es ta n to m ás do lo rosa cu an ­to m ayor es la inva lidez p a ra bas­ta rse a sí m ism a. •— Critica.

FRATERNIDAD AMERICANA

El p ú b lico venezolano está b ien en te rad o del v iejo litig io f ro n te r i­zo en tre P e rú y E cuador, que en a lgunas ocasiones se h a agudizado al ex trem o de tem erse que la paz del co n tin en te p u d ie ra v erse alte­ra d a p o r un a in sen sa ta lu ch a en­tre pa íses herm anos.

La c o n tro v e rs ia en cuestión que, indudab lem en te , afecta de m odo desfavorab le la so lid a rid ad am eri­cana, p o rq u e m ie n tras ex is ta ese p un to de d isc o rd ia no p o d rá h a ­b la rse de un p leno y cabal e n ten d i­m ien to en tre las nac iones del nue­vo m undo, p arece , sin em bargo, que va en cam ino de so luc ionarse sa tis fac to riam en te cóm o lo in d ic a el hecho de h ab e r acep tad o los países litigan tes, aunque con c ie r­tas rese rv as p o r p a r te del P erú , los buenos oficios de E stados U nidos, A rgen tina y B rasil p a ra un d efin i­tivo arreg lo del conflic to p o r m e­dio del a rb itra je .

Ju stam en te , V enezuela y Colom ­bia acaban de d a r al m undo un herm oso ejem plo de buena vo lun­tad , de respe tuoso acatam ien to a los p rin c ip io s del d erech o in te rn a ­cional y de au tén tica y efectiva in ­te rp re ta c ió n de los ideales de u n i­dad y a rm o n ía co n tin en ta l que p re ­con iza ra el L ib e rta d o r, al su sc rib ir un tra sc e n d e n ta l C onvenio p o r el cual se p one cese d efin itiv am en te a to d as las d ife ren c ia s fro n te riza s ex isten tes en tre am bas naciones, las cua les ven ían desde hace un si­glo enso m b rec ien d o la que es hoy d iá fan a , firm e y só lid a fra te rn id a d colom bo-venezolana. — Ahora.

R eproducción sin com entarios de a l­gunos p árrafo s de rec ien tes edicio­

nes de la P rensa del País.

COMO PERDEM OS EL TIEMPO

Según los p lanes e labo rados en W ashington , p a rece se r que b as ta ­rá sólo un año p a ra que M éjico y Cuba logren una p ro d u cc ió n capaz de ab as tece r en m a te ria p rim a a los te la res n o rteam erican o s. Si el M inisterio de A gricu ltu ra y C ría se h u b ie ra in te resa d o eficazm ente en el cu ltivo de la m o rera , V enezue­la se ría ac tua lm en te uno de los p a í­ses m ás favo rec idos en esa ram a agríco la . M éjico y Cuba, que no tie ­nen p re ju ic io s cuando se tra ta de la rea lid a d fruc tuosa , lo g ra rán tra n s ­fo rm arse en p ro d u c to re s de seda y p o d rán , en consecuencia , m e jo ra r d efin itiv am en te el o rgan ism o de la econom ía nac ional. A sim ism o po ­d rá n ap ro v e c h a r los ren d im ien to s que o b te n d rá n en au m en ta r la p o ­te n c ia lid a d de la p ro d u cc ió n del cam po y ac rece r, al m ism o tiem po, la ca p ac id a d p a ra in ic ia r o tro s cu l­tivos y a lca n za r al fin una n ive la­ción favorab le en la balanza eco­nóm ica. — La Esfera.

HONESTIDAD EN EL PENSARY EL HABLAR

El pequeño de alm a y p o b re de ingenio no te n ien d o o tro s m edios p a ra co n q u is ta r g loria , a lca n za r fa­m a, — la de re lu m b ró n — y ap lau ­sos de g alería , suele ex p lo ta r el ba­jo sen tim ien to de m asas o de hom ­bres co rro m p id o s que se a leg ran y se rec re an cuando se d ifam a.

N adie ignora que la m an era m ás fácil de so stener una conversac ión y lo m ás p rá c tic o p a ra lo g ra r un ap lauso es a ta c a r a te rce ro s. M ien­tra s m ás en alto con stitu id o s, m e­jo r pasto . Si de m ás relieve, m ás aplauso . Así se m an tien e la a ten ­ción fija en un au to r o se logra des­q u ic ia r a un co m p etid o r fuerte .

No se p á ra m ien tes en la re p u ­tac ión ajena, ¿qué im p o rta ? C uan­to im p o rta es el logro de la a lab a n ­za, de la fam a ( tr is te fam a) o de los buenos p ro d u c to s de taqu illa .

T am bién los am argados, en v id io ­sos y su b v e rtid o res del o rd en p ú ­b lico suelen va lerse de la “ exp lo ­ta c ió n ” de ta l d ep rav ac ió n del sen ­tid o m oral y del sen tid o esté tico de las m asas. — La Religión.

EL DESEMPLEO URBANO Y LA DESPOBLACION RURAL

El ex tenso y docum en tado re p o r­ta je p u b licad o ay e r en “E l H era l­do” acerca de los p ro b lem as que co n fro n tan los a lbañ iles de C ara­cas, p la n tea de hech o y c o n c re ta ­m ente un p ro b lem a m ucho m ás vasto y de ca p ita l im p o rta n c ia n a ­cional, cua l es el que s irve de t í ­tu lo a esta nota.

“El trab a jo de a lbañ iles ■— se d i­ce en el re p o r ta je — es el p rim e ro a que re c u rre el cam p esin ad o cu a n ­do ab an d o n a el conuco o la h ac ie n ­d a ” . Vale d ec ir , que el peón ag r í­cola, al c iu d ad an iza rse , se co n v ie r­te en a la r ife : p r im e ro , ap ren d iz , luego, ay u d an te , después, o ficial, y, finalm en te , m aestro . Lo que no excluye que p o r sí y an te sí se con­sagre m aestro desde el com ienzo.

Luego v iene el dato de que se ca lcu la en 12.000 el núm ero de al­bañ iles y p seudo tales rad ic ad o s en el D istrito F ed era l. O sea que, se­gún u n a sim ple o p e ra c ió n a r itm é ­tica , de cada 5 tra b a ja d o re s de esta reg ión , 1 es a lbañ il. — El Heraldo.

TIEN EN QUE ENFREN TARSE A PROBLEMAS FUNDAMENTALES

Los nuevos P re s id en te s de los E stados tienen que e n fren ta rse en p r im e r lugar, a los p ro b lem as fun ­d am en ta les ya p e rfec tam en te deli­neados en V enezuela. Como h a b rá de co m p ren d erse , estos p rob lem as v a ría n de im p o rta n c ia según la zo­na de que se tra te , ya que no se­rán los m ism os p ro b lem as de sa­neam ien to los que co n fro n ta rá el P re s id en te de P o rtuguesa , que el de M érida, ni tam poco se rán de la m ism a m agn itud las o b ras de i r r i ­gación de A ragua y las de T ru jillo . P o r o tra p a rte , en lo que a esto re s ­pec ta , es de ju s tic ia tam b ién p en sa r en los rec u rso s m a teria les de que d isp o n d rá cada m ag istrado p a ra la ob ra que ha de em p re n d e r de in ­m ediato , ya que b ien sab ido es la fo rm a de p a r t ic ip a r en el s ituado co n s titu c io n a l de las d is tin ta s en ­tid a d es federa les, fo rm a que está d is tan te en se r p ro p o rc io n a l a las necesidades de cada un a de ellas.

H em os te n id o a la v is ta algunas de las a locuc iones que h an d ir ig i­do a los po b lad o res de las re sp e c ­tivas en tid ad e s federa les, los m agis­tra d o s reg iona les que y a se h a n en­ca rgado del p o d e r y en tra d o a cu m p lir sus funciones. E n algunas se ex p resan deseos elevados de e n ­tr a r en acción , de co n c re ta r to d a labo r en la sa tisfacc ió n de n ecesi­dades ap re m ian te s y en la so lución de p rob lem as ingentes. — El Uni­versal.

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Am onede

sus Ideas

B IEN conocido es el hecho de que no hay nada m ás fácil

que ad q u irir un háb ito cualqu iera , ni nada m ás d ifíc il que qu itá rselo , una vez adqu irido . H aced algo, bueno o m alo, y p o r m ucho trab a jo que os cueste hacerlo la p rim era vez, la segunda os co s ta rá m enos traba jo , y en lo sucesivo os seguirá siendo m ás y m ás fácil, h as ta lle­g ar a hacerlo de un m odo en te ra ­m ente au tom ático . T al es la ley del háb ito , y va cob rando éste una fuerza casi invencible. U na acción cua lqu iera , p o r insign ifican te que sea, de rep e tírse la a m enudo se con­v ierte en háb ito .

Sí, todos los m orta les som os es­clavos de ta les o cuales háb itos, y es p o r eso p o r lo que debem os es­fo rzarnos en ad q u irir háb itos bue­nos, esto es, que resu lten benéficoso p a ra noso tros m ism os o p a ra nues­tros sem ejantes, en un sentido noble.

Cosa b ien sabida es que es m ás fácil co n tin u ar un m ovim iento ya establecido, que el ir lo re fren an d o has ta p a ra rlo , p a ra vo lver a darle im pulso. De su e rte que si ad q u iri­m os el háb ito de h acer d e term ina­das cosas cada día h as ta lo g ra r el noble p ropósito que busquem os, no nos ofrece d ificu ltad alguna el con­tin u a r el esfuerzo p a ra seguir ob­ten iendo el m ism o éxito. N ada p e r ­deré is con h acer la p rueba , pues, sea cual fuere el esfuerzo de que se tra te , se os irá fac ilitando m ás y m ás cuanto m ás cerca se halle de haberse convertido en un háb ito .

T an fáciles son las buenas ac­ciones com o las m alas, en adqui­riéndose el háb ito de hacer unas u o tras. La ún ica d iferenc ia está en que, ta rd e o tem prano , las accio­nes m alas resu ltan carísim as en to ­dos sen tidos p a ra quienes las eje­cu tan y p a ra la hum anidad en ge­neral, en tan to que las buenas p ro ­ducen siem pre sa tisfacción in fin ita .

Debem os p en sar constan tem ente en lo que estam os haciendo y t r a ­ta r de m ejo rar n u es tra m anera de tra b a ja r y de v iv ir, pues sólo asi podem os a sp ira r a ad e lan ta r nues­tra s ven ta jas económ icas y cu l­tu rales.

A dquiera la costum bre de pensar. E n ella puede es ta r el fundam ento de su fu turo .

— No te fies de las m u jeres f r í­volas p o rq u e ellas s iem p re p ro p e n ­derán a que tú lo seas tam bién.

—P re fie re siem pre h acerte acom ­p a ñ a r del sab io p o b re que del n e ­cio rico .

-—La riq u eza que no se sabe em ­p le a r p a ra el b ien n u es tro y el b ien de los o tro s hom bres, m ás vale el no ten erla .

-—Del av a ro n u n ca p u ed e e s p e ra r­se n ad a g rande .

— H uye de los tum ulto s p o rq u e allí n u n ca e n c o n tra rá s n ad a bue­no ni ú til.

—Vé p o r tu cam ino y nunca lo deseches p o r m iedo . P ien sa siem ­p re que m ás vale m o rir que c lau ­d ica r.

—Tém ele al hom bre o a la m ujer que c lau d ic an p o r sistem a.

•—No pagues n u n ca las deudas de o tro si an tes no has pagado la tuya.

— No p ro d ig u es tu d in e ro pero no n iegues n u n ca un a ca rid ad .

Raim undo LULIO.(Versión del árabe).

Nuestra PortadaN uestra p o r ta d a e x te r io r o fre­

ce hoy un aspec to típ ic o de la t ie r ra venezolana. La pa lm a y el b a rro —autóctonos de origen— en las co n s tru cc io n es de los cam pos o frecen c la ro s y lu m i­nosos co n tra s te s a la in te g r id a d del a rd o ro so sol tro p ic a l. Y ese c o n tra s te lum inoso , es el que h a logrado ap ris io n ar en el em brujo de su lienzo n u es tro des tacado a r tis ta José C anelones. P o r o tra p a rte , com o v a lo rizac ió n en la com posic ión , re c ia y em otiva al m ism o tiem po , un sam án— grito de la fro n d a — destaca la gam a ad m irab le de m atices p ro v e rb ia ­les en nu es tro s paisajes.

La firm a de C anelones de an ­tem ano co noc ida p o r todos, en razón de sus re ite rad o s ac ie r­tos, ra tif ic a en el c u a d ro co­m entado la se n s ib ilid ad em otiva que cam pea en to d as sus p ro ­ducciones.

El Pozo San Joaquín....

(Viene de la pág. 14). to los p ro b lem as de la p e rfo ra c ió n en San Jo aq u ín .

E l señ o r C ruz R ivas in ic ió sus se rv ic io s con la S ta n d a rd Oil Com- p a n y of V enezuela en el año 1933 en el D ep artam en to de P e rfo rac ió n y deb ido a su h a b ilid a d fue asce n ­d id o h as ta lleg ar a o cu p a r el pues­to de p e r fo ra d o r de p r im e ra clase. H ijo de H ila rio R ivas y A gueda de R ivas, el se ñ o r R ivas n ac ió en Ju a n Griego, E stado N ueva E sp a r ta , en el año de 1895.

A la ed ad de 22 años, en el año 1932, el señ o r D ám aso R om ero co­m enzó a tra b a ja r con la m ism a co m p añ ía com o o b re ro o rd in a r io en el cam po de Q u iriq u ire . Luego que fué tra s lad a d o al D ep a rtam en to de P e rfo rac ió n , d em ostró g ran in ­te rés y c a p ac id a d y ascend ió a en- cu e llad o r, p r im e r ay u d an te , y fi­nalm en te a p e rfo ra d o r. E n sus la r ­gos años de se rv ic io , el se ñ o r R o­m ero h a trab a jad o en la p e rfo ra ­c ión de pozos en Q u iriq u ire , Juse- p ín , T em b lad o r y San Jo aq u ín .

El señ o r E m ilio T eguedor em pe­zó com o en c u e llad o r en el cam po de Q u iriq u ire el 17 de enero de 1934. N ació en R ío C aribe del E s­tad o S ucre en o c tu b re de 1908, h ijo de R am ón T eguedo r y C elestina de T eguedor. E n su tra b a jo el señ o r T eguedor no sólo h a d em ostrado g ran c a p ac id a d sino tam b ié n se r co n sc ien te de sus deberes y de la re sp o n sa b ilid a d que rec ae so b re él.

D espués de p e rfo ra d o el pozo, fué necesario m e te r y ce m e n ta r des­de la su p e rfic ie h as ta el fondo una tu b e ría de rev estim ien to de 14 ce n ­tím e tro s de d iám etro . La cem en­tac ió n de esta tu b e ría , que se h izo c irc u lan d o el cem ento en fo rm a lí­q u id a con unas bom bas espec ia les, se logró es tan d o de g u ard ia el p e r ­fo ra d o r señ o r D ám aso R om ero . La tu b e ría te n ía una lo ng itud de 3.080 m etro s y es la m ás la rg a que se ha usado en Venezuela.

Ya que el pozo San Jo a q u ín N9 8 está te rm in ad o , aunque h a y a r e ­su ltad o seco p o r c irc u n s ta n c ia s a je ­nas a la lab o r, fe lic itam o s s in c e ra ­m ente a los p e rfo ra d o re s y a las e fic ien tes c u a d rilla s que ay u d a ro n en el trab a jo . E speram os que la ex p e rien c ia que ob tu v ie ro n en es­te pozo los ay u d e en la p e rfo ra c ió n de o tro s pozos p ro fu n d o s. T am bién esperam os que en los p ró x im o s po ­zos co rram o s con m ejo r su e rte p a ­ra que resu lten p ro d u c tiv o s en lu ­gar de secos.

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CARACASLAGUNILLAS

TRABAJADORES QUE RECIBIERON EL BOTON DE ORO. —- De izquierda a derecha, prim era fila: Pablo Sánchez, Ezequiel Brito, Guillerm o G uerra, Román Pinillos, Julio León, Eduardo Albornoz, Néstor Díaz. Odoardo T. Castillo, Julio Estrada. Jesús Me­dina, René Mejías, Juan Reyes y Benito Meléndez. — Segunda fila: C. L. Babin Aga- pito Villarroel, Leocadio Gómez, N atividad Martínez, Aquiles P iñerúa, José T. Quin­tero, Candelario Flores, Angel M aría La Cruz, José Querales, Ramón Olivares, Chang Jo, Errol Charles, Carlos Segovia, David Steele, Evaristo Salazar, Brígido González,

Pablo Alvarez, Luis B. Rodríguez, Víctor Carrefto, Cornelio Flores,Ju lio Marifiez y C. H. Ashford.

MARACAIBO

D espués de g ra ta estada en esta C apital, reg resa ro n a los E stados U nidos los p e rio d is ta s am ericanos señores F re d M errogh, Lee G. Mi- Uer, H erb ert Lew is, Tom Irean o r, R ich a rd D onovan y W alte r K err, q u ienes fueron acom pañados en su jira p o r el em inen te e sc r ito r y p e ­r io d is ta señ o r D avid H inshaw . Los seño res M errogh y M iller v in ie ro n acom pañados p o r sus resp ec tiv as seño ras esposas.

T odos llevan m agn íficas im p re­siones p o r las m últip les a tenc iones de que fueron objeto en tre nosotros.

Al desped irlo s , “El F a ro l” hace votos p o r su v en tu ra persona l.

El m es pasado dejó de e x is tir el seño r A rm ando T ro co n is , em plea­do de nues tro D epartam en to de C on tab ilidad en esta C apital.

L am entam os el sensib le fa lleci­m ien to de este com pañero de labo­res y enviam os nues tro sen tido p é­sam e a todos sus deudos, m uy es­pec ia lm en te a su seño ra esposa.

CARIPITO

El m arcado progreso que han venido ad ­quiriendo los educandos de la Escuela “Andrés Bello S. O. V. N? 1” en Caripito, se revela notablem ente en el presente d i­bujo del Padre de la Patria , exquisita la ­bor m agistralm ente ejecutada por el niño Francisco M anuel Pérez, aprovechado

alum no de 4? Grado del m encionado plantel.

E n esta c iu d ad , fueron b en d ec i­das las bodas de n u es tro com pañe­ro de labo res el señ o r Jo rge M edi­na y la gen til se ñ o rita Olga Jo se fi­na Borges. T enem os p a ra los des­posados nuestro s m ejores deseos.

H an co n tra íd o com prom iso m a­tr im o n ia l, el joven E n riq u e Ca- r ra sq u e ro y la sim p ática señ o rita Alfía M ontero. E speram os que m uy p ro n to rea licen sus deseos.

R ecien tem ente fueron em pleados en n u es tra s o fic in as los Sres. C ar­los P rovenzali, A quiles F ern án d ez , R oberto F lo res y Jóv ito A raqué. Les deseam os com pleto éxito .

A legra el ho g ar de los esposos R íos-L izardo, la c a r ita ange lical de una nena, que llev ará el nom bre de D elia M argarita , a la que de­seam os m uchos años de v ida.

Alumnos que form an la Cruz Roja Infantil de la Escuela “ Udón Pérez S. O. V. N. 7” que funciona en Mata de Venado, Tem blador.

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CARACAS

RAMON GIL Y PEDRO FELCE,

triunfadores de dobles en el Campeonato de Tennis en tre los empleados de la Com­pañía, en el m om ento de recib ir de m a­nos del señor H. Wilson la copa donada por el señor H. E. Linam, nuestro G eren­te General, para los vencedores en el torneo. “ El Farol” envía sus congratu la­

ciones a los señores Gil y Felce.

E n las can ch as del C lub “S tan­dard -L ago” , te rm in ó el C am peona­to de T en n is de “ dob les” p a ra ca­balleros, que se jugaba p o r la “ Co­pa L in am ” , o fre c id a gen tilm en te p a ra este to rneo , y cuya en treg a la m u estra la g ráfica que pub licam os a rr ib a .

F in a liza ro n b rilla n tem en te de cam peones los seño res R am ón Gil y P ed ro F elce, al ven cer g a lla rd a y valien tem en te a los seño res C har­les E rn e r y P ed ro R isson.

P a ra o b te n er esta copa d e fin iti­vam ente es n ecesa rio g an a rla p o r dos años consecu tivos. E n el año a n te r io r fu eron v en ced o res los se­ño res C harles R. B oiseau y Aden Stiles.

Los sets ganados p o r Gil y Felce fuero n con el s igu ien te sc o re : 6-3, 0-2 y 6-4.

El cam peonato de “ sing les” si­gue d esa rro llán d o se con g ran e n ­tusiasm o, ya que com piten m uchos ju g ad o res de a lta escuela. H asta a h o ra se d estacan com o p u n te ro s los señ o res Gil, S tiles, N egley y Peña.

Seguirem os in fo rm an d o sob re es­te in te resan te to rneo .

El Club “S tan d a rd -L ag o ” es tá g es tionando con en tu siasm o la o r ­gan ización de nuevos cam peonatos en los d ive rsos d ep o rte s , así com o can ch as y cam pos ad ecu ad o s p a ra ellos, y al efecto se h an re u n id o ya v a ria s veces los en carg ad o s de re a ­lizar este em peño que ta n to re d u n ­d a rá en b ien del d ep o rte en tre los em pleados de la C om pañía en esta cap ita l.

Se h a p ro ce d id o a la o rg an iza ­c ión d efin itiv a p a ra el cam p eo n a­to de Basket-B all, en tre em pleados de las C om pañ ías S. O. V., L. P . C. y C. P . L. y al efecto con el nom ­b ram ien to de u n a com isión in te ­g rada p o r D. P eña, J. A ldrey , Co- v er y M. L. P érez , pu ed e d ec irse que el cam peonato m a rc h a rá p o r las v ías de éx ito . Es de e sp era rse que todos los em pleados se a p re s ­ten a co lab o ra r e fic ien tem en te p a ra p o d e r v er d en tro de poco g ran d es juegos en n u es tra ca n ch a del Club en S abana G rande. D ebido a que éste cam peonato se llev ará a efec­to d en tro de poco tiem po , h a h a ­b ido que su sp e n d e r p o r a h o ra la fo rm ación y o rgan izac ión del cam ­peonato de Volley-Ball p o r ca re c e r de espac io n ecesario y adecuado , p e ro no es de d u d a rse que al m is­mo te rm in a r el de B asket-B all, co ­m enzará el de Volley-Ball, d ep o rte que cu en ta con m uchos a f ic io n a ­dos en tre n u es tro s em p leados y em pleadas.

M archa m uy b ien el cam p eo n a­to de B ow ling, d ep o rte en el cu a l luchan den o d ad am en te los doce teams in sc rito s desde el com ienzo sin que h ay a am in o rad o en n ad a el in te ré s que se h a no tad o desde que se in ic ió la lucha .

H asta a h o ra se so stienen en la p u n ta el team “F li t” , p e rseg u id o de ce rca p o r “E sso lube” y “ C a p itá n ” , los cam peones del año p asado que están deseosos de re p e tir , cosa que es un poco d if íc il si se tom a en cu en ta la co n s is te n c ia y esfuerzos que h acen los o tro s dos p o r soste­nerse en el p u n te ro . E n tre las m a r­cas buenas lo g rad as ú ltim am en te tenem os que m e n c io n a r un juego del “F li t” con 1.005, c o n s id e rad o im b a tib le y un em p ate e n tre sus ju g ad o res H. A cevedo y J . J . A lca­lá, con un a m arca de 267 cad a uno. El re c o rd de p u n tu a c ió n p o r e q u i­po lo estab leció “C a p itá n ” el año p asad o con un a m arca de 1.009.

TIA JUANA

E n el cam peonato de Soft-Ball In te r-d ep a rta m en ta l, sigue el team “ P ro d u c c ió n ” en p u n ta , con sie te juegos ganados y dos p e rd id o s . “T ra n sp o rta c ió n M arina” lleva c in ­co ganados y tre s p e rd id o s , con lo cual ocupa el segundo puésto . El te rc e ro y c u a rto puésto los o cupan “R elaciones In d u s tr ia le s” y “M an­te n im ie n to del C am po” con un sco­re de 3 ganados y 5 p e rd id o s , y 2 ganados y 7 p e rd id o s , re sp e c tiv a ­m ente.

LAGUNILLAS

E n este cam po se h a fo rm ado una novena de Base-Ball A m ateur clase B, in te g rad a en su m ay o ría p o r h ijo s m enores de edad , de t r a ­b a jad o res de la C om pañía . Los m u­ch ach o s es tán llenos de en tu s ia s­m o y p o r sus e n tre n am ien to s se ve que p u ed e esp e ra rse m ucho de ellos.

Ya tu v ie ro n un en c u en tro de p ru e b a con un C lub de C abim as, de ju g ad o res m ayores de edad , p e ­ro m ás o m enos de su ca teg o ría , y g an a ro n el juego p o r 9 c a r re ra s c o n tra 4.

E sp eram o s que este team juve­nil tenga la p e rse v e ra n c ia que es­p e ra n sus p a r tid a r io s , y ten d rem o s m ucho gusto en a n u n c ia r el re su l­tad o de su ac tuación .

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G abriro l. — Filósofo jud ío del siglo XII que p ro p u g n ab a p o r la ig u a ld ad en los derechos de hom bres y m ujeres. Algo p a re ­cido a lo que en el siglo XX p ro p u g n an las su frag istas.

G im nasia. — E jercicio y fórm ula de d ep o rte . Las m ujeres gordas en c u en tra n un g ran a liado en la g im nasia . Sólo que la m a­y o ría de las veces esto no co­rre sp o n d e a los esfuerzos, y las fém inas c o n tin ú an con ta n to peso com o cuando tu v ie ro n la esp eran za de h a lla r allí Ja re ­ducc ión de “ ca rn es” inú tiles .

G rande. — Lo que tiene p ro p o rc io ­nes vastas. También ex isten los “ g ran d es” hom bres, aú n cu a n ­do m uchas veces éstos sean so la m e n te : “ P equeños g randes h o m b res” .

G randilocuente. — Tipo de o rad o r m uy com ún en tie r ra s tro p ic a ­les. “El “g ran d ilo cu en te” en ­tre noso tro s está eq u ip a rad o al am puloso.

Grave. — C erem onioso, flem ático, sobrio . T am bién el grave sue­le en ocasiones p e rd e r el justo cen tro de g ravedad . Sobre to ­do cuando un p ingüe negocio lo deslum bra. E n to n ces deja de se r “g rave” p a ra se r v io ­len to y llevarse “ la p a r te del león” en el negocito de m arras . T am bién ex iste el v ino grave, aunque en d efin itiv a v iene a se r tan caluroso p a ra la im a­g inación com o el v ino tin to .

G riseta. — M ujer alegre. M ujer que se d iv ie rte y m u je r que busca el d in e ro de cu a lq u ie r m ane­r a y form a.

E l m a estro : — Oye, G uillerm o, ¿qué fo rm a tien e la tie r ra ?

E l d isc íp u lo : — R edonda.E l m a es tro : — ¿E stás seguro?

¿Cóm o sabes que es re d o n d a ?

El d isc íp u lo : — Bueno, se rá cua­d rad a en tonces; no vam os a d iscu ­t i r p o r eso.

^ M /I i l i l i l í li

—Nuestro m atrim onio m archa sobre la base de la igualdad: ella compra un vestido de 50 pesos y yo compro

una cam isa de 50 centavos.

El ca p a taz : — U sted golpea los clavos com o un rayo .

El o b re ro : -— ¿Q uiere d ec ir que soy un tra b a ja d o r rá p id o ?

El ca p a taz : — N o; es que u sted no go lpea dos veces en el m ism o p un to .

Un n iñ o p reg u n ta a su p a d re cóm o em pieza un a guerra .

— T ú ves, le d ice el p ad re , su­pon te que A m érica se d isgustó con In g la te rra .

— No, eso no, in te rru m p e la m a­d re , A m érica no pu ed e d isgustarse con In g la te rra .

— Yo lo sé, re sp o n d e el p ad re , yo lo digo h ip o té tic a m e n te . . .

-—P ero así p e rv ie rte s al m u­chacho .

-—No, ¿cóm o va a se r eso m ujer?— P ues yo te digo que sí, y te lo

Sostengo!— Yo te digo que no, eso es una

ca lum nia!— E stá b ien , p apá , in te rru m p ió

el n iño . No se exc iten tan to . Ya sé com o em piezan las gu erras .

— Oye, ch ico , ¿qué clase de g ra ­bados p re fie re s tú ?

— ¿Yo?, el b ille te de c ien bolos.

Un joven d esesp e rab a p o r no h a ­lla r qu ien lo p re se n ta ra a u n a casa de fam ilia donde v iv ía un a se ñ o ri­ta que le in te resab a . U n am igo que lo oyó le d ijo : “No te desesperes, yo te voy a p re se n ta r in m e d ia ta ­m en te”.

L legaron a la casa y el am igo p resen tó al joven ; p e ro cuá l no se­r ía la so rp re sa de éste, cuando el p a d re de la se ñ o rita d ice a aqué l: “ Bien, caballe ro , u sted acaba de p re se n ta r a su am igo; p e ro ¿a us­ted qu ién lo p re se n ta , p o rq u e es la p r im e ra vez que lo veo?”

— A m í, n ad ie , re sp o n d ió éste con g ran flem a, p o rq u e yo mev o y . . .

El jefe de la policía de Honolulú h a dis­puesto que se les regalen flores a las da­m as autom ovilistas que, por ejem plo, al sacar por la ventanilla la m ano izquier­da, le den realm ente la vuelta al coche en este sentido. Y es que abundan allá las quejas de que las h ijas de Eva que van m anejando autom óviles no tienen otro objeto, las m ás de las veces, al m o­ver las m anos que el hacer m ás anim a­da la conversación o arreglarse el pelo, o cosas por el estilo. Las autoridades m unicipales abrigan la esperanza de que el galardón ofrecido tenga la v irtud de

rem ediar el mal.

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- ---------------------------------- ^PAGINA PARA LOS NINOS

“CONSECUENCIAS DE HABER GANADO”.

Solución en el próxim o núm ero ju n to con nuevos pasatiem pos.

Comunicaciones Erradas

Algo está m al en la C en tra l Te­le fón ica , y to d o s h a n o b ten id o co­m u n icac io n es e rra d a s . A deseaba h a b la r con E ; B deseaba h a b la r con H ; C q u e r ía co m u n ica rse con F ; y D con G. ¿ P o d r ía n n u es tro s jóvenes lec to res r e c o rre r las lineas y e n c o n tra r con qu ien está h a b la n ­do cada uno de los que h an desea­do co m u n ica rse?

Si lo log ran , co m p re n d e rá n p o r qué está to d o el m u ndo en red ad o .

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CRUCIGRAMAS

HORIZONTALES

1 — Señal que queda en la fru ta p o r daño recib ido.

5 — M ineral que tiene la p rop iedad de a trae r.

9 — R elativo a la idea.1 1 — Uno de los p lane tas del sistem a so lar.12 — Bajo, debajo, etc.13 — P rim era y segunda le tras vocales del

abecedario .14 — Repetida, aya de niños.15 — P ronom bre neu tro , en inglés.16 — Com posición m usical p a ra u n a sola

voz.18 — Pueblo bíb lico (Inv.)20 — In terjecc ión .21 — Voz onom atopéyica.24 — A rtículo neutro .25 — De este modo.26 — N om inativo y vocativo de p ro n o m b re

personal.28 — Río de E uropa.29 — N om bre de le tra .31 — Lienzo de algodón p ara las velas de

los navios.33 — N aipe décim o de la bara ja .35 — In terjecc ión (Inv.)36 — A rbusto de la China.38 — Voz que se usa p a ra ah u y en ta r an i­

males.39 — P reposición .40 — B ro tar o sa lir.42 — C onjunto de p a rtícu la s de p ied ra y

m etal.44 — Cerco de m adera o h ie rro , etc. (Pl.)45 — Repetido el 44.

VERTICALES

1 — C ierto g rado de le tra en tre peticanoy parangona.

2 — H onraré con culto religioso.3 — N om bre de consonante .4 — C uatro vocales iguales.5 — N om bre an tiguo de P ersia .6 —R epetido, nom bre cariñoso .

7 — V alor, vo lun tad .8 — M arca o señal que se hace en una co­

sa p a ra d a rla a conocer.10 — D ativo de p ronom bre personal.11— A rtículo inde term inado .17 — A firm ación (Inv.)19 — A rtículo determ inado en género neu­

tro (Inv.)21 — Igual o en todo sem ejante.22 — De este modo.23 — T érm ino o rem ate.26 — P a lp a r, e je rc ita r el tacto .27 — Igual al 11.29 — Sin la “o”, puerto del D epartam ento

p eru an o de Lam baveque.31 — Cieno, loco.32 — Une con ligaduras.33-— Esposa de A braham y m adre de Isaac.34 — N om bre fem enino (P l.)

PROBLEMA NUMERO 25

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SOLUCION DEL PROBLEMA N’ 24

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Viejo cromo de los antiguos pueblos al despertar a la sonora llam ada de

la cam pana.