C(H)ÁRACTER 4

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The Gimnasio Campestre Bilingual Literary Magazine.

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C(H)ARÁCTERNo 4 Febrero-Marzo February-March 201 4

Bil ingual Literary Magazine Revista l iteraria bil ingüe

EQUIPOEDITORIALC(H)ARÁCTERRevista Literaria Bil ingüe -Bil ingual Literary MagazineGimnasio CampestreNo.4 Febrero-Marzo 201 4

Comité EditorialMaría Carolina FerroJavier QuinteroÓscar Garzón

Textos creados y recopilados enCHATTERTON'S ACADEMYBABEL WRITING CENTER& COMICS WORKSHOP

Colaboradores en esta ediciónAlejandra DíazGuil lermo DuarteMIT

I lustración de portadaPersonaje "Totor" de Esteban Escobar(Sexto grado)

"Me gusta escribir porque me hace imaginar un mil lónde posibi l idades.En el cómic más reciente que hice, pensé primero enun viaje. Luego, en Abraham Lincoln. Después, éstese convirtió en un monstruo.Yo junto fantasía y verdad. En vez de decirlo, lo pongoy lo expreso todo junto, a las personas"

—Sebastián Ariza (Tercer grado)

Para mí, escribir es...

CONTENTS

EDITORIAL / NOTES FROM THEEDITOR.... . . . . . . . . . . . .6- 7

A VISIT TO THE EXHIBITION.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

THE COMIC CLUB PRESENTS:HISTORY AND FICTION.... . . . . . . . . . . . . . 1 0The E-Monks. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11The Launch Day. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 7Some quotes on War . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28Teaching a Lesson. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29The Wound. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

COMICS.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

Los comics de Ariza: Un libro de aventuras. . . . . . . . . . . . . . . . 52Harry the Snail . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60Pokémon. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

GREAT TRAVELERS.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

CUENTOS DE LA PROPIA MUERTE.... . . 62

Aquel día que yo recuerdo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Cuando el Sol dejó de bri l lar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

Despierto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

El banco de córneas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

Los ecos del pasado resuenan en el presente. . . . . . . . . . . . . 72

El rio del jardin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76Diario de doc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

C(H)ARÁCTER

El pasado 31 de Marzo se celebró el centenario del nacimiento de uno de losmás grandes poetas de la lengua castel lana, el mexicano Octavio Paz. A lo largode su extensa carrera l iteraria siempre estuvo presente la pregunta por lacreación poética y sus reflexiones nos arrojan luces sobre el oficio del narrador.En su ensayo El arco y la l ira, Paz describe el instante de creación así:“Cuando un poeta encuentra su palabra, la reconoce: ya estaba en él. Y él yaestaba en ella. La palabra del poeta se confunde con su ser mismo. Él es supalabra. En el momento de la creación, aflora a la conciencia la parte mássecreta de nosotros mismos. La creación consiste en un sacar a luz ciertaspalabras inseparables de nuestro ser.”

Sin embargo, estos instantes de reconocimiento - y el acto de creación mismo-no se dan a partir de la nada. Las posibi l idades de creación l iteraria y gráfica senutren de encuentros con otros textos, otras imágenes. Un ejemplo vivo de estofue la visita que realizaron varios estudiantes del Club del Cómic a la exposiciónÁlvaro Barrios: La leyenda del sueño donde tuvieron la oportunidad única deacercarse a la obra de uno de los grandes precursores del arte conceptual enColombia a través de sus pinturas, historietas, dibujos y grabados. En estenúmero encontrarán una detal lada crónica de este importante acercamiento quetuvo el Club del Cómic a la obra de Barrios.

Por otro lado, los estudiantes de Octavo grado se basaron en la obra de otromexicano - Juan Rulfo y su novela Pedro Páramo- para escribir un cuento quetiene como punto de partida la muerte. En este ejercicio narrativo se incluyetambién la crítica de un compañero de grado así como un párrafo que da cuentadel proceso metacognitivo y de autocrítica de cada autor. Así mismo, otrosestudiantes de Octavo participaron en la sección de Historia y Ficción con elexcelente trabajo realizado en las clases de Inglés y Arte.Finalmente, cerramos con la producción de relatos y cómics en torno al temaque nos ocupó los primeros meses del año: Grandes Viajeros. A través de lainspiración de grandes exploradores, varios estudiantes de primaria ybachil lerato se atrevieron a crear sus propios y diversos relatos de viajes yaventuras.Así pues, es nuestro deseo que cada autor aquí publicado constantemente seacerque a esas palabras e imágenes que habitan a cada uno. Que, como Paznos indica, se dé un encuentro a través de la creación con nosotros mismos.

EDITORIAL

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NOTES FROM THE EDITORLast March 31 st the l iterary world celebrated the 1 00th anniversary of the birth ofone of the greatest poets of the Spanish language, the Mexican Octavio Paz.Throughout his extensive l iterary career the subject of poetic creation was alwayspresent and his thoughts shine a light on what we believe is a very importantissue in Creative Writing. In his essay The Bow and the Lyre, Paz describes themoment of creation as fol lows:“When a poet finds his word he acknowledges that the word was already in him.And he was already in the word. The words of the poet are confused with his ownbeing. He is his words. At the time of creation, the most secret part of ourselvesemerges into consciousness. Creation consists of bringing out certain words thatare inseparable from our being.”

However, these moments of recognition - and the act of creation itself- do notbegin from scratch. The possibi l ities of l iterary and graphic creation are nurturedby encounters with other texts, other images. A living example of this was the visitby several students from the Comic Club to the exhibition Álvaro Barrios: Laleyenda del sueño where they had the unique opportunity to approach the workof one of the great pioneers of conceptual art in Colombia through his paintings,cartoons, drawings and prints. In this issue you wil l find a detai led account of thisimportant approach that the Comic Club had with the work of Barrios.

On the other hand, students in Eighth Grade based their writings on the work ofanother Mexican - Juan Rulfo's novel Pedro Páramo- to write a short storyspeculating about their own deaths. This narrative exercise also includes a peerreview and a paragraph that refers to the metacognitive process of self-criticismby each author. Other students from Eight Grade also participated in the sectionof History and Fiction, thanks to outstanding work done in both English and Artclasses.Final ly, we close with the production of stories and comics on the topic thatoccupied us the first months of the year: Great Travellers. Through the inspirationof great explorers, several Elementary and High school students dared to createtheir own diverse stories of journeys and adventure.Thus, it is our wish that each author here published was constantly closer tothose words and images that inhabit each singular voice. That, as Paz remindsus, an encounter with ourselves occurred throughout creation.

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C(H)ARÁCTER

THIS ISSUE'S CHRONICLE

A VISIT TO THE EXHIBITIONÁLVARO BARRIOS: THE LEGEND OF THE DREAM

On March 3rd, memberstudents from the School’sComic Club attended the artistÁlvaro Barrios’ exhibition at theLuis Ángel Arango Library. Ourstudents from 6th to 1 0thgrade could appreciate theartist reflections on Comics,Pop Global Culture and many

The artist’s works introduced us into a constel lation of re-signified images andobjects where it was possible to combine forms from different sources. Thus,we were invited to connect and interpret different kind of signs and symbols.Art Department teacher, Alejandra Díaz, brought her eight grade students andguided us through Barrios' works. She also reflected with our young visitors onthe curatorial specific proposal of the whole exhibition and the conceptual

continuity and the use of space tocreate a meaningful experience.According to their diverse interests,the students could appreciate themany stages and horizons in whichBarrios' works establish a dialoguewith Art History in general. One ofhis recurrent references is thefrench artist Marcel Duchamp who,as Barrios himself moved acrossseveral art movements in the firsthalf of the 20th century.

The fol lowing report chronicles the experience ofa group of young gimnasianos with the work ofBarrios. Have a close look at to what inspiredthem.

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Duchamp created the Ready-made concept in which, a found object canbe give the category as art if it is recontextual ized and therefore, showedas a total ly different entity. Fol lowing the same guidel iness, Álvaro Barriostakes many different ready-mades by Marcel Duchamp, and once again,changes their meaning by switching contexts many times during theexhibition. Thus, we find that every object, including a formerly ready-made can be re-signified infinite times by the hand of infinite artists.

Another essential part of theretrospective is the "dream" as apossibi l ity to constantly re-writereality in a way that everythingcould happen. For instance,Barrios tel ls us through manydreams that he was told byDuchamp himself or another artistto do or judge some concreteform of art in certain new or

unexpected way. One dream can even contradict the previous one, thusgenerating a universe where oppositions are allowed to clearly co-exist.At the exhibition, the famous Duchamp's ready-made, Fountain, acommon porcelain urinal, original ly used by the French artist to provokethe Society of Independent Artists in 1 91 7, now is included inSuperman's comic strips adding a mysterious connotation to the originalwell-known superhero's originstory. By the same token, manyother references to Art Historycan also become ready-madesinserted in dream-l ike post-apocalyptic narratives where onlya few works of art can be savedafter the collapse of humancivi l ization. In this way, ÁlvaroBarrios manages to create awhole galaxy of pop culturewhere works from differentorigins can start a dialogue withthemselves.

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THE COMIC CLUB PRESENTS

HISTORY AND FICTION:

WORLD‐WAR‐TWO COMICS

El Club del Cómic continúa su creciente producción dehistorias e imágenes. En esta ocasión tenemos unaselección de cómics que se ocupan de eventos históricosconcretos, que de alguna manera han sidoreinterpretados y relatados de maneras únicas.

The Comic Club continues its growing production ofstories and images. This time we have a selection ofcomics that deal with specific historical events that havesomehow been re-interpreted and retold in unique ways.

Juan Pablo PiedrahitaEighth grade. Among his favorite books are El país de la canela from Colombian author Wil l iam Ospina; the inmortal horrorclassic Bram Stoker's Dracula, and Nick Vujicic's Unstoppable. In his freetime Juan Pablo practices Scouting and Cyclingwith great discipl ine.

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Santiago Arroyo PavaEighth Grade. Among his favorite comic books are the Tintin series by Hergé and Persepolis by Marjane Satrapi. In his freetime he plays soccer and also plays the lyre in Campestre's Mil itary Band.

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In war, truth is the first casualty.~Aeschylus

Any excuse wil l serve a tyrant.~Aesop

One is left with the horrible feel ing now that war settles nothing; that to win a war is asdisastrous as to lose one.~Agatha Christie

Only the winners decide what were war crimes.~Gary Wil ls

Only fools seek power, and the greatest fools seek it through force.~Lao Tsu

This and no other is the root from which a tyrant springs; when he first appears he isa protector.

~Plato

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Juan Felipe OspinaEighth Grade. Ospina enjoys reading comic books from DC Comics and the famous manga series Captain Tsubasa(commonly known in Latin America as Supercampeones) by Yōichi Takahashi. Among his favorite visual artists are YoshitoMonara and Hugo Lugo. He admires American graphics novels in general.

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Jul ián Escobar RossiEighth Grade. Escobar enjoyed reading Roald Dahl’s autobiography, Going Solo. He also enjoys reading Manga.Escobar is an avid student of other languages such as French and Ital ian. In his free time he plays the piano.

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A panorama of genres, styles and narratives that have theirmeaning through the synthetic power of an image, a panel or acloud . . .

Un panorama de géneros, esti los y narraciones que tienen surazón de ser en el poder sintético de una imagen, una viñeta ouna nube. . .

COMICS

I lustration by Nicolás González Luna (Sixth Grade)

Sebastián ArizaTercer grado. Su libro favorito es Madre chillona deJutta Bauer. Sus géneros favoritos son la CienciaFicción y el Terror. Sus trabajos más conocidos enChatterton's Academy son Guerra de tipitos, Sípero no y La invasión de los Arizas. Nosenorgul lece comunicar a los lectores que a su edadSebastián acaba de escribir su primera obra deteatro, que espera ser montada en los próximosmeses en el colegio.

Esteban MartínezSexto Grado. Sus l ibros favoritos son Assassin'sCreed, La cruzada secreta y la Enciclopedia

Marvel. En su tiempo libre esculpe enPorcelanicrón y lee comics Marvel en general. Supelícula favorita es The Death of the IncredibleHulk.

HARRY THE SNAIL

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Gabriel YepesSexto Grado. Le encanta la l iteratura fantástica y laficción en general. Lee toda clase de comics yManga. Sus ratos l ibres los disfruta convideojuegos, Anime y mucho, mucho, mucho,mucho azúcar. Su película favorita es "El viaje deChihiro".

POKÉMON

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CUENTOS DE LAPROPIA MUERTE

(CUENTOS BASADOS EN PEDRO PÁRAMO) / DEATH(SHORT STORIES BASED ON PEDRO PÁRAMO)

Pedro Páramo del mexicano Juan Rulfo no sólo fuedeterminante para la l iteratura latinoamericana al ser granprecursora del Boom. Es, ante todo, una bella exploraciónformal de aquello que todos tenemos en común: la muerte.Los estudiantes de Octavo Grado se aventuraron a relatar supropia muerte, explorar lo que podría suceder después de lavida y plasmarlo en un relato corto.

Pedro Páramo by Juan Rulfo was not only crucial to LatinAmerican l iterature as a great predecessor of the LatinAmerican Boom. I t is, above all , a beautiful formal explorationof what we all have in common: death. Eighth grade studentsventured to tel l their own death, to explore what mighthappen in the afterl ife and translate it into a short story.

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Santiago GuzmánOctavo Grado. El autor favorito de Santiago es elmaestro de la ciencia ficción Jul io Verne. En sutiempo libre disfruta de su equipo favorito,Mil lonarios, apoyándolo en el estadio.

Parecía un perro, aunque no era muy grande, tenía unas patas larguiruchas, se veíacomo un animal despavorido tras un baño. Me miraba con mucha atención, con unosojos de gran curiosidad, como si le pareciera una galleta. Estaba asustado. No resistí yme le acerqué, este continuaba mirándome con mucho cuidado, me agaché y lamascota salió corriendo como Juan por su casa. No me importó y seguí mi camino.

Era un día nublado, con poca luz, se escuchaban los pájaros picotear en los árboles delos parques, veía personas que hablaban normalmente en la calle, yo continúe mícamino hacia el parque del Country, el lugar más calmado al que siempre iba despuésde trabajar. De un momento a otro, vi cuando una señora con varias bolsas desupermercado se tropezó con el borde del andén. Me acerqué para ayudarla y demanera respetuosa le estiré la mano, sin embargo, el la se levantó furiosa, recogió susbolsas y pareció no darse cuenta que yo estaba a su lado y quería ayudarla.Decepcionado, seguí caminando por el parque y unos niños jugando fútbol arrojaron unbalón, me acerqué para poder patearlo y devolvérselos, mientras ellos se acercaban,intenté patear el balón pero con sorpresa observé que de manera anormal loatravesaba y se resbalaba al querer cogerlo. Los niños lo levantaron y se fueron. Melevanté de manera agresiva, confundido, angustiado sobre lo que acababa de suceder,todo esto me sonaba a un deja-vú, todo se relacionaba con aquel día que yorecuerdoZ.

Entonces corrí apresuradamente hacia una tienda para revisar los enunciados en losperiódicos. Revisé rápidamente cada hoja y en la tercera hoja se encontraba unanoticia relacionada conmigo, un reportero de noticias de caracol TV. Era hoy, el día, eldía de un accidente automovilístico, una ambulancia que iba a gran velocidad chocócontra un auto y terminó con la muerte de 1 2 personas, entre los cuales estaba yo.Todo parece relacionarse con aquel día que yo recuerdo. Era casi medio día, faltabapoco para aquella desgracia, de repente el mismo perro que vi temprano en la mañanavolvió a aparecer. Parecía que ese perro tenía algo mutuo conmigo, lo seguí y me llevóa la misma esquina donde la mujer de las bolsas se había tropezado.Desesperadamente le grité al perro, tratando de ahuyentarlo, me fui, no soportabaperder el tiempo cuando sabía que faltaba poco. Miré el reloj, había l legado elmomento.

Busqué por todos lados, tratando de encontrar el sitio del accidente, no lo encontraba.El perro apareció de nuevo, pero ahora tenía un aspecto diferente, parecía más blancoy resplandeciente que la primera vez. Lo perseguí, volvimos al mismo punto donde loencontré. Ya todo había sucedido, la ambulancia, el accidente, las vidas desperdiciadasalrededor, igual a aquel día que yo recuerdo. Continúe mi camino sin rumbo alguno, elperro aún me seguía, no sabia su razón, pero sabía que ese perro tenía que ver con mipasadoZ. Con aquel día que yo recuerdoZ.

AQUEL DÍA QUE YO RECUERDO

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Juicio Crítico sobre "Aquel día que yo recuerdo"Por Juan Pablo Perdomo Linares

El cuento "Aquel día que yo recuerdo" relata una historia interesante, mas nodeslumbrante, en términos de estructura, lenguaje y temática. A nivel estructural,la narración se conforma entre el pasado y el presente, debido a que empiezacon el sujeto, muerto, mencionando las consecuencias de existir como unfantasma antes de recordar el día de su muerte, usando como elemento de unióna un perro, el cual lo guía en términos de tiempo y espacio durante la historia,hecho que la hace interesante y creativa. A nivel de lenguaje, la historiacomienza de una manera acertada y ordenada sin confundir al lector, pero en laparte final, las preguntas hechas por el personaje principal hacia sí mismo y eluso ortográfico en los mismos le dan cierta pérdida de orden al párrafo y porende, al final de la historia. Finalmente, a nivel temático, se refleja claramente eluso de la muerte durante el desarrol lo del cuento, porque al inicio el personaje seencuentra sin vida en un estado fantasmal, tratando de recordar el día en el queél murió mientras recorre varios sectores de la ciudad; haciendo una relaciónentre la muerte, el tiempo y el espacio. En conclusión, la historia es sobresalienteen la mayoría de sus aspectos, mas pierde parte del sentido en la final ización deesta.

Respuesta al juicio crítico sobre "Aquel día que yo recuerdo"Por Santiago Guzmán

Se puede de decir que con relación al juicio crítico de mi compañero, tengo unpar de errores en la parte final de la novela, además acepto que las preguntas alfinal del personaje hechas así mismo puede llegar a confundir la mente del lector.Pero finalmente ya las corregí, vale agregar que el final quería hacerlo un pococonfuso como para darle un poco de inspiración y dejar el resto de la vida delpersonaje sin un rumbo alguno. También, cambié y agregué algunas frases opalabras que no hacían la idea final mas comprensible. Pero además de loserrores ortográficos y la confusión de alguna de las frases de conclusión sepuede decir que según a lo que dice mi compañero, es un cuento que narra lahistoria de una manera muy interesante y creativa, que cambia mucho el tiempoespacio al pasar de pasado a presente y viceversa, se puede decir que no soloen la estructura del cuento es mi parte positiva. Incluso la temática de la muertese ve presente a toda hora desde el comienzo hasta el final ya que elprotagonista ve desde un comienzo como la gente que pasa por su frente loignoraba y le daba la espalda y durante el transcurso de la historia este se vaenterando que en realidad esta muerto después de ver aquel accidente en el quemuere. Para concluir, acepto tener varios errores en el lenguaje, que al finalfueron corregidos y cambiados para entender mas la historia.

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Siempre me he sentido intrigado por saber qué se siente estar muerto o, conocermás sobre la muerte. En esta última semana me he sentido muy tranquilo y a lavez mal, pues a mi alrededor todos l loran y demuestran tristeza, pero no logroentenderlos. En estos días me están ignorando o simplemente no logranreconocerme, cada vez que intento consolar a mi famil ia siento el rechazo por elque estoy pasando. Hoy mis padres se subieron al auto muy temprano, cosa queno es muy común en ellos un sábado. Decidí entrar y seguirlos hasta su destino.Durante el viaje, su expresión no cambió, en cambio los noté peor; con todas misfuerzas intenté gritar y l lamar su atención, pero no tenía éxito. Al fin l legamos alugar y yo quedé impresionado, pues estábamos en el cementerio. No sabía queestaba pasando.

Entramos a un sitio oscuro y deprimente, de donde salía un olor muy fuerte yamargo. De repente un señor mayor con una cara larga le entregó un ataúd amis papás, quienes desconsolados lo recibieron. Al ver lo que estaba dentro delcajón, toda mi vida pasó por mis ojos, desde mi nacimiento, mi graduación de laprimaria y la última vez que hablé con mi madre. Empecé a sentir tal angustia alver mi cuerpo dentro de un féretro que creí l lorar, pero no sentía lágrimas correrpor mis meji l las. Llegué a sentir tal desespero que quedé sumergido en unprofundo sueño. Al levantarme no veía nada, solamente escuchaba una vozdulce que me llamaba y no tuve otra opción que seguirla. Después de un tiempoalcancé al fin este hermoso sonido y encontré un lugar muy tranquilo eindescriptible, pues en su mayoría era de color blanco, definitivamente el mejorlugar en el que había estado en toda mi vida y aún así me parecía conocido.

Pero no todo era alegría pues no dejaba de pensar en mi famil ia y en lointranquila que se veía cuando partí. La extraña voz volvió a hablarme. Esta vezme preguntó que si quería ver a mi famil ia, a lo cual respondí que sí. Por algúnextraño motivo aparecí justo en frente de los míos, ya afrontando el hecho de mimuerte, lo último que vi antes de volver al espléndido lugar fue a mi asesinosiendo juzgado. De todas formas estoy en un lugar mejor, y quién sabe, tal vezvea los que amo pronto y al que tanto daño me hizo lejos de aquí. Sabiendo queperdí lo único que realmente alcancé a querer en mi vida, se que el sol dejó debri l lar.

CUANDO EL SOL DEJÓ DE BRILLAR

Jorge Pablo VelascoOctavo Grado. Entre las lecturas favoritas de Jorge Pablo seencuentra la novela Ursúa del colombiano Wil l iam Ospina, la seriede novelas históricas de Maurice Druon Los Reyes Malditos, lacrónica Relato de un Náufrago de García Márquez así como su grannovela, Cien Años de Soledad. Jorge Pablo es el más recienteganador del VI I Concurso Nacional de Cuento RCN y Ministerio deCultura y es ferviente seguidor del Deportivo Cali .

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Juicio crítico sobre "Cuando el sol dejó de bri l lar"Por Daniel Reina Rodríguez

En primer lugar en cuanto a la estructura que maneja el cuento es bastanteorganizada, ya que empieza describiendo la situación que le pasa al personajeprincipal de la historia, describiendo hechos extraños que le van sucediendo,hasta cuando se da cuenta de su estado, el cual es que fal leció. En segundolugar, en cuanto al lenguaje, el autor narra en primera persona lo que favorece aldesarrol lo y la interpretación del cuento que principalmente está bien manejada.Además en la parte del uso adecuado de las palabras, la redacción y laortografía, se maneja muy bien ya que principalmente el cuento se narra de unaforma fácil de entender, pero hay un pequeño error de ortografía. En cuarto lugar,el cuento trata de una forma muy interesante la muerte, ya que explica todos lassituaciones que significan el estado en que uno está, la cual en este caso es lamuerte. Finalmente se puede decir que este cuento es bastante interesante porla forma en que lo narra y lo maneja, pero hubiera sido mejor si hubieraexplicado un poco mas el asesinato del personaje.

Respuesta al jucio crítico sobre "Cuando el sol dejó de bri l lar"Por Jorge Pablo Velasco

Luego de leer las críticas constructivas de Daniel Reina, le hice caso a lacorrección del error de ortografía que era un “tal ves”. Lo siguiente que me dijosobre el asesino no lo voy a tomar en cuenta pues le da mas suspenso a micuento.

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Despierto, pero no me siento despierto; fue un sonido el que me despertó y elmisterio de su proveniencia evita que abra los ojos. No sé qué es ni quierosaberlo, es mañana de domingo y lo último que quiero es estar despierto. Lascampanas de la iglesia sonarán pronto, ya no tengo tiempo ni para un sueño deun párrafo, me figuró despertarme de una vez por todas, pero estoy tan inmersoen el calor de mis sábanas que cualquier grado más o menos será la másgrande molestia. Entonces me di cuenta: no tenía sábanas. Al parecer me movítanto entre sueño y sueño que las debí haber tirado al piso de mi cuarto. ¿Peroqué más da? Acá estoy cómodo y acá me quedo, de ojos cerrados hasta que notenga más remedio que abrirlos.

Hombre, pero qué soñé para haber armado tal tornado sobre mi cama. Ni idea,cómo detesto cuando uno no se acuerda, un sueño es como estar entre laexistencia y la inexistencia, un frágil tej ido dónde nada es verdad y todo estápermitido. Realmente no tengo la más mínima de las ideas respecto a qué soñé,y probablemente no lo pueda averiguar ya. Una vez escuché de un estudio, unode esos estudios de gente de lengua inglesa y traje de mil lones de dólares, queprometía una manera de grabar los sueños; se fundamentaba en traducirimpulsos eléctricos en imágenes a las que otras personas habían reaccionado.Era en esencia, un diccionario de imágenes a señales neuronales, pero carecíade algo que evitara la subjetividad de las definiciones, claro, por una foto de unbanano habían enésimas definiciones que se diferenciaban vastamente por loque una persona sentía al ver un banano. Claramente, coincidían bastantes quesentían hambre al ver una fruta que no existía más allá de un papel de foto continta en impresión borrador.

Ahora que lo pienso, recuerdo muy bien el sonido de una impresora, de cuandoestaba imprimiendo un trabajo para una de esas materias que pide algún tipo deesfuerzo en casa. Volviendo al tema, estoy seguro de que anoche estabatratando de imprimir algo, pero para colmo de colmos, la impresora se habíaquedado sin tinta, como siempre, toda la culpa le cayó a mi hermana, que se lapasa imprimiendo dibuj itos para colorear para pasar el tiempo y nada más.Como siempre, mi mamá me ayudó y ofreció a l levarme a un lugar deimpresiones de acá del barrio ya que los grandes proveedores de bienesescolares se las pasan llenísimos a estas horas de estudiantes que les dio lamisma que a mí.

DESPIERTO

Santiago NegretOctavo Grado. Entre las lecturas favoritas de Santiago se encuentrael clásico de ciencia ficción de Isaac Asimov, I, Robot. Sus autoresfavoritos oscilan entre Hergé, Bob Kane, Stan Lee y Jul io Verne. Sutiempo libre lo dedica a los videojuegos.

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Nos montamos en el carro y nos vamos a la papelería de Don Juan. Dudo querealmente tenga la cultura para saber que se apoda como una revista para“caballeros”, pero en lo que respecta la impresión, tiene apenas lo suficientepara pasar mis estándares. Pasamos por un par de cuadras hasta l legar a latiendita de siempre “Donde Don Juan”, realmente no se me ocurre un nombremás patético pero, el fin justifica los mediosZprobablemente en estos momentosquién sabe cuanta gente está l lenando las papelerías con angustia, afán ydesesperación mientras que yo aquí estoy fresco de la vida. Entramos a latienda, siempre atentos de la entrada, porque de segura esta tienda no tienefama y le pedimos a Don Juan una impresión sencil la en papel respectivo, 500pesos nada más; mientras que el resto paga unos cinco mil por las mismascosas sólo que de “mejor” proveedor. Juan anuncia que ya está la impresión, mela entrega a cambio de su monedita y nos volvemos a montar al carro; teniendoel papel en mano, ya no sé si lo que escribí estaba bien o no. Algo me dice queme hizo falta satisfacer otra categoría del escrito pero dudo que se den cuenta,si se me olvida a mí se le ha de olvidar a ellos también.

Llegando a casa, mi mamá cambia de emisora porque estaban hablando delúltimo escándalo de Petro y ya hay suficiente dolor de patria como para ponersea escuchar más. Paramos en un semáforo y se podía ver en la distancia unsupermercado. Vi que sólo eran las siete y media entonces le dije a mi mamáque compráramos helado para hacer que la salida hubiera valido la pena. El laestuvo de acuerdo y apagó la direccional que indicaba el rumbo a casa. Elsemáforo pasó a verde y seguimos recto. Fue entonces que escuché un pitosonar, miré a la derecha, que parecía ser de donde venía. Vi dos luces muybri l lantes, probablemente de una camioneta, que se aproximaban a toda hacianosotros, traté de decir algo, pero no sabía que decir.

Grité.

Las campanas suenan, me figuró despertarme, pero al abrir los ojos no vi lospocos rayos de sol que se meten al cuarto cada mañana, en lugar de ellos vialgo que parecía ser madera. Quise tocarlo, pero no me podía ver, intenté gritar,pero no pude, me sentía inúti l , totalmente vegetal encerrado en algún tipo decaja de madera. Me relajé, la vaina era de pensar, miré a mi alrededor yconsideré las cosas; concluí que estaba en un ataúd y que estaba siendocremado. ¿En qué universo va a ser eso algo viable? Me deben estar haciendouna pega pesada de esas que le gusta hacer a mi tío, después de todo la únicavez que vi que a alguien le había pasado esto fue durante un episodio de LosSimpsons, así que claramente no puede ser verdad. En cualquier momento,estoy seguro que me van a sacar, me van a tomar una foto se reirán de mí y medejarán solo un rato, si es mi tío el que planeó todo esto; espero que sepa queme voy a vengar. Sea quién sea más vale que se apure, que aquí ya estáhaciendo harto calor y realmente no quiero salir sudado en la foto que me tomen.Décadas, a partir de hoy, cuándo esté amarrado a una mujer por un anil lo, esasfotos saldrán a la luz y encima de ridicul izado no quiero ser identificado como unchino sudoroso recién asustado. No, mejor me alisto para salir y así no mealcanzan a tomar la foto, aunque, debo estar amarrado con cinta o algo porqueno me puedo mover.

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C(H)ARÁCTER

¿Que pasaría si en realidad sí estoy muerto? Si me quisieran hacer una pegausarían una caja, mas no gastarían mil lones en un ataúd de calidad, tambiénestoy seguro de que me hubieran sacado ya. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Quéraro, si yo estaba imprimiendo el jueves para un trabajo del viernes y hoy esdomingo, qué hice el resto de los días. Sea lo que sea, dudo que haya muchoque hacer al respecto, mejor vuelvo a cerrar los ojos y me duermo hasta quealguien me saque de aquí.

Juicio crítico sobre "Despierto"Por Martín Otálora Löw

Considero que el cuento de Negret es un cuento interesante que aplica unlenguaje peculiar, pero entendible y tiene pocos problemas en cuestiones deestructura; se considera que la parte en la cual se explica que es un sueño y elporqué del desorden de su cama es una parte innecesaria que podría serresumida a su mínima expresión o inclusive eliminada y también que es posibleresumir el final o mejorar la explicación del ataúd. Por último, el tema; no se veel tema en casi todo el cuento, los indicios de que el personaje principal estámuerto son mínimos y casi inexistentes, el hecho de ir a imprimir el trabajodesvía y pone en segundo plano el tema principal que es la muerte.

Respuesta al juicio crítico sobre "Despierto"Por Santiago Negret

Durante el cuento yo tenía la intención de darle el mismo valor intrínseco y casiinexistente que tiene la muerte en Pedro Páramo. Como hasta el momento nohemos final izado la lectura, quería darle ese mismo tipo de sensación queproduce un fragmento de Pedro Páramo, quería que no se supiera realmentequé pasó con el personaje o si murió o no; quería darle un sentido de intriga alconcluir su lectura. Respecto a la explicación de qué es un sueño y el porqué deldesorden de la cama, los hice inspirado en el esti lo de redacción que tienePedro Páramo y Macario, que consiste de seguir el flujo de conciencia delpersonaje, yo quería narrar todo lo que pensaría antes de darme cuenta de queyo estaba muerto. Pero estoy de acuerdo en que deberían ser reducidos ya queocupan una fracción grande del relato y opacan la verdadera importancia delsueño. Estoy en desacuerdo con todo lo planteado por Otálora menos quealgunas secciones del cuento deberían ser reducidas.

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Recuerdo el momento en que fluyó por mi cuerpo, estaba caliente y tenía ciertoolor a azufre. Muchas otras sensaciones recorrieron mi mente mientrasidentificaba el lugar donde estaba, hacía frío y estaba desnudo. No lograbaentenderlo, había mucha gente y todos estaban vestidos muy extraño, pero mellamó la atención un personaje peculiar, sentado en una esquina con aspectocompletamente devastador. Me acerqué a él y lo examiné de pies a cabeza. Enese momento algo misterioso me sucedió, dos veces había sentido estasensación, me era imposible moverme. Quería correr, gritar, pero no podía. Noentendía el porqué de las cosas.

Según tenía entendido esto era un sueño, había leído mucho acerca del tema.Pero se sentía distinto, percibía a ese vagabundo tan cercano que podíaasegurar que era yo, mi propia figura tirada en el piso con un aspecto gris. Nopodía creerlo, simplemente no había forma de asegurar que la persona queestaba viendo era yo mismo. Decidí seguir mi camino y dejar atrás estas ideaslocas. No pasó mucho tiempo hasta que caí al suelo desplomado. Me despertéen otro lugar extraño.

La misma situación, el hombre, el camino y la caída se repitieron. Magma, unajeringa y una bolsa. Esta vez el sitio era más famil iar, poco a poco la imagen seaclaró en mi mente. - “Malditos perros, ¡ se arrepentirán!” - Yo solo había tomadouna cuando la policía l legó, el los tenían entre tres y cuatro. Me encontraba en unespacio vacío físicamente, pero yo sentía que alguien me estaba observando,miles y miles de ojos observando como mi figura se desvanecía. Más decuarenta corneas desaparecieron del banco.

EL BANCO DE CÓRNEAS

Juan Pablo PiedrahitaOctavo Grado. Entre las lecturas favoritas de Juan Pablo seencuentra El país de la canela del colombiano Wil l iam Ospina, elclásico del terror Drácula de Bram Stoker y Un espíritu invencible deNick Vujicic. En su tiempo libre Juan Pablo practica el escultismo yel cicl ismo con gran discipl ina.

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C(H)ARÁCTER

Cada caída era un nuevo espacio, pero con nuevos objetos y detal les. Unsecuestro. Cincuenta veces me tomó entenderlo todo. Había l legado al mismositio donde ocurrió, una vida l lena de estudio y de éxitos terminó en un robo, ¿larazón?, falta de presupuesto para una investigación. Un volcán. Planeadodurante años y terminó en un fracaso. Entramos, colocamos todo dentro de lasbolsas y salimos, de repente me tomaron de la cabeza y me drogaron, despertéen un volcán, lo último que vi fue una jeringa roja y caliente entrar en mi brazo.

Estaba muerto, perdido en un vórtice de repeticiones del pasado. Cuarenta ojosme miraron fi jamente durante mucho tiempo en este trance, mis erroresestuvieron todos presentes simbólicamente. Muchas figuras repugnantes delser, lugares conocidos y desconocidos, y solo una caída más, esa última vez teencuentras con tu sueño, la persona que siempre quisiste ser.

- ¿Y ahora qué?- Nada; Soñar eternamente en tu mundoZ- En otras palabras, morir.

Juicio crítico a "El banco de corneas"Por Hernán Alejandro Olano Leiva

Para comenzar me gustó mucho el cuento que hace el autor (Juan P.Piedrahita), en donde hace que los lugares sean tan reales y conocidos por elhombre que se tornen irreales en sí. El lenguaje que fue uti l izado es muyasequible para cualquier persona, es decir todos lo pueden leerZ Nadacomplicado, sus palabras son claras. En cuanto a estructura, el cuento es untanto complicado de entender por las palabras regadas en el texto pero a la vezson muy “ricas” en el buen sentido de la palabra porque permiten hacer volar ala mente y la imaginación más allá de lo que propone el cuento que ya esdemasiado, tal vez para encontrarle sentido relacionando o pensando en esto.El tema es claro y desde el principio se puede deducir que se va a llegar a lamuerte o que el personaje principal está muerto pero nunca desaparece esaidea de que se encuentra en el otro mundo.En cuanto a errores gramaticales no encuentro ninguno, logré leer el texto sindificultad, no tengo ninguna sugerencia extra. Muy bien escrito y otra vez estámuy buena la idea.

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Tengo esta rara sensación; es tan fría pero al mismo tiempo tan tranquil izante,mi cuerpo se siente con tanta calma que no me dan ganas de moverme. Eldespertador sonó y me levanté de manera lenta, mi borrosa vista, a duras penasveía la luz de la mañana. Luego de bañarme y desayunar me dirigí al colegio, yen el camino tuve la rara sensación de que la gente me veía, como si tuvieraalgo. Llegué al colegio, todos, incluidos los profesores, me estaban mirando rarocomo si analizaran algo en mí; fui al baño para ver qué me pasaba, para ver quétenía, me impactó lo que vi. Mi camisa estaba recubierta en un líquido rojo muyintenso, estaba duro y seco, parecía sangre. Me fui del colegio con dirección ami casa. Apenas entré me metí a mi cuatro y me puse a dormir.

Estoy en. . . un caño, es muy oscuro y a duras penas puedo ver, siento que hayalguien atrás mío y me volteo, nada. Empiezo a caminar, dejando que mis piesme guíen por el camino que creen correcto, avanzo a trompicones hacia lodesconocido; veo una luz, es tenue, pero reconfortante y puedo ver, a lo lejos,una sombra; corro hacia el la confiando en que me puede ayudar. A medida queavanzo empiezo a ver árboles y arbustos, me entristezco, resultó ser un árbol elque proyectaba esta sombra. Sin dejar mis esperanzas por encontrar a alguiensigo avanzando, esta vez dejando que la luz de un hermoso sol me guíe. Nopasa el tiempo, al menos no lo siento, he caminado mucho, pero el sol no semueve. Siento que no he avanzado mientras una brisa levanta las hojas secas ymuertas de los árboles y por simple e innata intuición las sigo. El tibio sol me dioaun más energía y decidí avanzar más rápido y al cabo de unos metros meencontré con algo “peculiar" en el piso, me encontré con un cuerpo. Al principiocreí que era alguien que se quedó dormido bocabajo pero al prestar másatención me di cuenta que tenia una herida que atravesaba su espalda. Traté deayudarlo, pero apenas lo toqué, desperté.

Me desperté sin ningún movimiento, solo se abrieron mis ojos de formainvoluntaria. Me puse a pensar en ese extraño sueño que tuve, ¿por qué soñéalgo así? No lo sé, pero algo me dice que fue o será importante. Salí de la casasin rumbo fi jo, con la intención de ver si podría relacionar ese sueño con algo.

LOS ECOS DEL PASADO RESUENAN EN EL PRESENTE

Martín Otálora LöwOctavo Grado. Entre las lecturas favoritas de Martín están la tri logíade Hunger Games de Suzanne Coll ins y la serie de novelas defantasía, Warrior Cats de Erin Hunter. Su tiempo libre lo dedica anavegar en internet, a los videojuegos y a la lectura.

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C(H)ARÁCTER

Mientras pasaba por una tiendita oí las noticias, un joven de 1 6 años llevadesaparecido una semana y las autoridades le buscan. También dijeron que elultimo sitio en el que lo vieron fue en un parque cerca a Z ¡¿UN CAÑO?! Lasansias le ganaron a mi cuerpo, puesto que estaba corriendo en dirección alparque ante de darme cuenta, para cuando llegué era de noche (debí pedir untaxi) y me vi forzado a sacar mi celular y usar el flash de la cámara como linternaporque me era imposible ver más dos metros de distancia. Me dirigí a hacia elcaño, bajé con mucho cuidado y dejé que la poco agua sucia me guiara hacia lasal ida. He caminado por unas dos horas, mis pies duelen y mi celular muere,será mejor que los deje descansar. Tengo que estar al cien para cuando salga.

Abrí los ojos tras oír un ruido que se me hacia famil iar, resultó ser unanotificación de PvZ. Son las cuatro de la mañana y me dispongo a seguir por elcaño, esa dormidita me sentó de maravil la. Continúo caminando, ya ha pasadouna hora, pronto amanecerá y espero que para ese momento ya esté afuera deesta fosa que huele a M”·$%da. Veo una luz al final del túnel: es distante peroreconfortante y puedo ver, a lo lejos, una sombra que se mueve. Empiezo acorre y a medida que avanzo comienzo a ver árboles y arbustos siendo tocadospor la fantamaravil losa luz de vida, pero de todas formas me entristezco, creíque habría alguien que me ayudara. De repente una vigorosa brisa matutina meacaricia y al mismo tiempo levantaba las hojas secas y muertas de los árboles ypor simple intuición decidí seguirlas.

Al cabo de media hora encontré algo “peculiar”, resultó ser un cuerpo. Alprincipio creí que era alguien que se quedó dormido bocabajo en el parque peroal prestar más atención me di cuenta que tenia una herida que le atravesaba laespalda, trate de ayudarlo pero apenas lo toque me dio una rara sensación, estan fría pero al mismo tiempo tan tranquil izante, mi cuerpo se siente con tantacalma que no me dan ganas de moverme.

Final Alternativo:Z pero apenas lo toqué me di cuenta que rompí la barrera espacio-tiempo y quetodo el universo se estaba desintevaporando de manera salvaje y brutal y alfinal, NADA.

Juicio críttico a "Los ecos del pasado resuenan en el presente"Por Santiago Negret

A mi juicio, Otálora redactó un cuento interesante pero me parece que su terribleortografía, su gramática, sus fragmentos repetidos y su final alternativo, revelanque su elaboración fue poco estructurada y a “último minuto”. Primero, lagramática y ortografía, estos me parecen que fueron los lugares en los que elcuento resultó en ser más débil , ya que hacía claro que no hubo un seguimientode revisión tras la redacción; siendo un claro ejemplo la frase “Empiezo a corre ya medida que avanzo comienzo a ver arboles y arbustos siendo tocados por lafantamaravil losaZ” en la cual no sólo hay un error de ortografía, sino quetambién hay una palabra que no existe.

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Segundo, a pesar de que trajeron cierta intriga al cuento y desvelaron unamanera un tanto innovadora, considero que fueron muy extensos y quedistanciaban la atención del lector ya que al redundar en algo tan largo, se pierdeel interés por volverlo a leer. Tercero, el final alternativo, a pesar de que es unpunto “extra” en la elaboración del cuento, encuentro de que es innecesaria supresencia, en su defecto, creo que debería ser incorporado en la historia. Cuarto,considero que el relato fue poco estructurado a ver que pierde cohesión amedida que avanza con los sueños y los saltos entre tiempo, también me pareceque la división del final en dos categoría es irrelevante y demuestra que no seplanificó un espacio para que se ubicase. Quinto, concluyo en pensar que elcuento fue hecho a último minuto por la falta de revisión, de cohesión y por lapresencia de una ostentosa redundancia.

Respuesta al juicio crítico de "Los ecos del pasado resuenan en el presente" PorMartín Otálora Löw

Estoy de acuerdo con el Señor Negret en la parte que menciona mi ortografía ymi gramática, puesto que, honestamente, no soy muy bueno al momento deponer ti ldes o puntos y lo he sabido desde hace rato así que concuerdo. Pero enla parte que dice que no le dediqué tiempo y que lo hice a ultimo minuto meparece algo hipócrita de su parte, ya que yo uti l ice todo el tiempo de clase yaproveche para preguntar por opiniones y correcciones además, ambosestuvimos en el recreo leyendo los cuentos y analizándolos y dimos opiniones delos mismos. Ahora bien, en la parte en la que menciona “fragmentos repetitivos”tiene que tomar en cuenta el nombre del texto y el tema par decir eso, yo hablode mi encontrándome con el yo que recién murió (de pasado a presente) y youse esas repeticiones para dar la sensación de deja-vú (ya lo vi antes). Ahora, enla parte en la que menciona que uso palabras que no existen, pues es verdad, noexisten, pero como leí de un famoso escritor ingles “Aquel que no tiene palabraspara describirlo, las crea” con esto en mente quise crear una palabra que le dieraesa “fantasía” a un ambiente tan Fantamaravil loso como el que tenía en esemomento.

Todavía pienso que sí, es cierto que los párrafos son algo largos, pero se justificasu longitud debido a que el tema no cambia y en el momento que cambia el temaya es otro párrafo. Bueno el final alternativo es algo extra así que si es algoinnecesario, pero fue un momento de pseudo “inspiración”. El cuarto puntopropuesto por Negret tiene toda la relevancia del mundo, yo pierdo al lectorfuertemente al no ubicarlo en tiempo ni espacio (no considero que “el CAÑO”cuente), supongo me concentré demasiado en el sueño que no tomé en cuentaninguna referencia para dar un lugar; no planifiqué el espacio.

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GREATTRAVELERS

During February and March we had the visit of greatexplorers from both the fields of fiction and reality itself.Between Gull iver and Marco Polo, to Francisco de Mirandaand Thor Heyerdahl, these travelers remind us of the value ofexpanding our reality beyond the horizons. Here is a briefsampling of various travels and adventures by Elementaryand High School students.

En Febrero y Marzo tuvimos la visita de GrandesExploradores tanto de los terrenos de la ficción como de larealidad misma. Entre Gull iver y Marco Polo, pasando porFrancisco de Miranda y Thor Heyerdahl, estos viajeros nosrecuerdan el valor de expandir nuestra realidad más allá delos horizontes. Aquí una breve muestra de diversasaventuras y viajes producto de la inspiración de estudiantesde Primaria y Bachil lerato.

EL RÍO DEL JARDÍN:PISÓN, GIHÓN, TIGRIS Y ÉUFRATES.CUATRO RÍOS; UNA SOLA UNIÓN.NOS DIRIGIMOS AL RÍO DE DIOS

Era temprano, mis maletas estaban listas, el vuelo salía a las diez de lamañana, me dirigía a Irak. Eran entre cinco y seis horas de viaje desde Madrid,así que debería estar l legando alrededor de las cinco de la tarde de allá,debido a que hay sólo una hora de diferencia. A esa hora me encontraré conunos viejos amigos, quienes amablemente me prestarán una habitación en sucasa durante la noche que me voy a quedar. A la mañana siguiente merecogerá el conductor que contraté y me llevará a Basrah, una ciudad a pocashoras del Golfo Pérsico. Ahí me quedaré tres días, esperando que llegue miequipo de viaje. Cuando estén l istos, nos iremos lo más rápido posible aQurnah, una pequeña ciudad, local izada en la unión entre los ríos Tigris yÉufrates. Ahí empezara nuestro viaje.

Ya son las seis y cuarto, el taxi no ha llegado pero debe estar próximo. Mihermano se quedará cuidando la casa mientras yo no esté. Le digo al porterodel edificio: “Estas son las personas que pueden entrar”, mientras le entregouna lista en la que se encuentran mis padres, y unos cuantos famil iares más. Elportero, aburrido de escucharme, guarda la l ista en su bolsi l lo y mira por laventana. “El taxi”, me avisa él, alegremente. Me despido y me montorápidamente.

Llegué al aeropuerto faltando cuarto para las siete. Me registré, me dieron mitiquete y me quede esperando en la sala unas horas más; faltando quince paralas diez, subí al avión y puntualmente arrancamos; a mi derecha se encontrabaun joven de unos diecinueve años, quien minutos antes se había sentado. Éstese puso unos audífonos y se durmió rápidamente. A mi izquierda se encontrabaun hombre alto y corpulento, bastante intimidante, pero buena gente alconocerlo; me la pasé hablando con él casi todo el vuelo. Iba de regreso a Irak,después de graduarse como arquitecto en la Universidad de Madrid.

Javier Rodrigo del Casti l loNoveno Grado. Su libro favorito es Ten Little Indians de AgathaChristie y Drácula de Bram Stoker. En su tiempo libre ve series detelevisión y navega en Internet. Le encantan los juegos de estrategiae inversión como Monopoly y Risk. Le encantan las películas TheDark Knight Rises y The Green Mile.

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C(H)ARÁCTER

Aterrizamos a las cuatro y cincuenta de allá. Me bajé y fui a esperar mi maleta;fue de las primeras en salir. La tomé y me dirigí a la sal ida. Allá vi a misamigos quienes alegremente me saludaban y gritaban escandalosamente:“¡Córdoba, Córdoba, por aquí!”- Me dirigí a el los, me abrazaron fuertemente yme llevaron hacia su carro preguntándome acerca del viaje. Me monté en elcarro y nos fuimos a su casa. Al l legar me mostraron mi habitación y medejaron solo; yo no desempaqué nada, simplemente me acosté y dormí.

Desperté temprano. Eran las seis y algo; me bañe, me vestí, ordené todo y mefui a desayunar. Ahí me encontré con mis amigos quienes al parecer yaestaban despiertos desde las cinco y media; el los me ofrecieron cereal, delmismo que comía en casa, así que me senté y empezamos a hablar. El los mecontaban sobre la situación política del país y otros temas a los que no prestémucha atención. Un par de horas más tarde, tocaron a la puerta. Al abrir, unhombre pequeño y gordo dijo que me estaba esperando para salir. Me despedírápidamente de mis amigos, tomé mis cosas y salí.

El conductor, era muy callado, razón por la cual me quedé nuevamentedormido. Estaba muy agotado por el viaje. Al despertar ya me encontraba apocos minutos del hotel donde me iba a quedar; al l legar eran alrededor de lascinco de la tarde, me bajé del carro y entré; el hotel era grande ymedianamente lujoso. Llegué a registrarme, donde la señorita de la recepciónno me entendió nada y tuvieron que llamar a un traductor. Después de unamedia hora, me dieron la habitación B-07; tomé el ascensor al segundo piso, ybusqué las habitaciones que iban del uno al diez. Abrí mi puerta. La habitaciónera bastante pequeña, dejé todo sobre la cama, entré al baño y me di unaducha. Bajé al comedor donde estaban alistando todo para la cena, la cual seservía, según lo que entendía de los avisos, entre siete y media y nueve de lanoche; me senté durante media hora hasta que pude ir a pedir mi comida.

Compré un sándwich de jamón y queso. Subí a mi habitación y me lo acabé.Unos minutos más tarde, desempaqué mi maleta y ordené la ropa de cadadía. Había traído ropa ligera para el cl ima que estaba haciendo. Sin embargohabía aire acondicionado en casi todo el hotel y en mi habitación había unventi lador, razón por la cual el calor no fue un gran inconveniente. Al díasiguiente no hice mucho. Salí a turistear unas horas, pero la mayoría deltiempo estuve en el hotel comiendo. Ahí me encontré con un extrañohistoriador mexicano cuyo nombre no recuerdo. Le hablé de mi travesía; ymencionó datos importantes para la búsqueda. Mencionó una investigaciónacerca de las diferentes rel igiones, que había dirigido años atrás; durante elproceso encontró un dato que le l lamo mucho la atención. Halló una foto enInternet; al buscar más, notó que pertenecía a una civi l ización de esta región,y podía servirme de algo; era un extraño papel casi completamente quemado,que decía: “Al digno, el camino se le i luminará; a los otros, las tinieblas lostent. . . ” – Agregó que la frase no estaba completa debido a que el papel sehabía quemado; sin embargo mencionó repetidamente que no había maneraalguna de llegar ahí; yo, sin prestarle atención a este último comentario, medespedí y subí a mi cuarto a dormir.

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Desperté a la mañana siguiente alrededor de las nueve. Ordené mi maleta.Fui a desayunar y esperé unas horas a que llegaran mis compañeros de viaje.El primero en llegar fue un inglés bastante fuerte l lamado Coll in. Éste hablababien el español aunque a veces se trababa con algunas palabras. Pidió ungran plato de comida y nos quedamos un rato hablando sobre lo que íbamos ahacer; él era el fuerte de la excursión, y si no me equivoco, también unexperto en algún tipo de arte marcial. Más adelante l legó un francés bastanteeducado, l lamado David. Era bastante l impio, y tenía mucha plata. Sinembargo era un poco codicioso. Era un reconocido médico y sería elencargado de cubrir cualquier percance que se presentara; después de él,l legaron otras dos personas. Uno era un hombre de mediana estatura no muyfuerte. La otra era una mujer alta quien no se veía muy amigable. Se sentaronen la mesa y nos dijeron sus nombres: Andrés y Cristina Aranguren, doshermanos que parecían ser argentinos, o tal vez chilenos, debido al acento.

Sin embargo, no nos hablaron nada de su nacionalidad; se podía ver queAndrés sobreprotegía a su hermana. Ellos dos eran los encargados demanejar, cualquier situación de peligro que se presentara durante el viaje. Unoo dos minutos más tarde, l legó Mateo, jefe de la expedición y al cual, yoconocía de antes: un ital iano mujeriego pero buena gente, a quien contactépara el viaje. Él había contratado al resto de viajeros, que por lo que podía verhasta ahora, únicamente iban por el dinero y la posible fama de llegar alfamoso lugar. Al l legar, nos saludó amablemente, agregando que faltaban dospersonas más. Esperamos ahí entre cinco y diez minutos hasta que llegaron.Uno era un oriental bastante simpático y tímido, l lamado Alberto. La otra erauna muy linda mujer l lamada Daniela, quien al parecer era Chilena. Sinembargo no tenía acento. Estos dos últimos al parecer eran novios, o casi: almenos no oficialmente. Habían vivido en Colombia los últimos siete años;el los dos se encargarían de llevar las provisiones y demás elementosnecesarios para la aventura. Mateo era el mayor de toda la operación y elresto era de mi edad, entre unos veinticinco y veintiocho, más o menos.

Subí por mis maletas al cuarto y bajé rápidamente. Dejé las l laves del hotel yme reencontré con ellos a la sal ida. Caminamos unas cuadras hasta l legar auna fotocopiadora. Ahí Mateo sacó una llave y abrió la puerta. Todos entramosy nos fuimos a la parte de atrás del local. Ahí tomamos un mapa, bengalas,antorchas, armas, l internas y demás instrumentos para nuestro viaje; Mateonos entregó a todos una pistola en caso de emergencia y las provisiones ymateriales a Alberto y Daniela. Nos quedamos un rato hablando sobre lo queíbamos a hacer. Cuadramos todo, tomamos nuestras maletas. Nos montamosen dos grandes camionetas. Mateo manejó una y Coll in la otra. Yo me fui conDaniela, Alberto y Mateo. Hablamos y discutimos sobre distintos temas, hastaque después de dos horas, finalmente l legamos. Eran las seis y media de latarde, así que fuimos a un hotel a las afueras de Qurnah, ahí pagamos sietedólares cada uno por la noche. A la mañana siguiente, Mateo nos despertó atodos a las seis y media de la mañana. Nos arreglamos, desayunamos pancon mantequil la, y a las nueve de la mañana estábamos listos para salir.Manejamos unos cuantos minutos hasta l legar a la unión entre el rio Éufratesy Tigris; era una zona muy despoblada, con pocas vías y casas,medianamente selvática.

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Ahí fuimos a buscar señales, que según lo que había encontrado por internet,otras personas habían dicho haber visto varias veces. Sin embargo nadie sehabía atrevido a entrar a la misteriosa cueva, recientemente aparecida. Nosdividimos para buscar. Todos tomamos un radio para comunicarnos y nosdividimos rápidamente en la selva que cada vez se hacía más espesa; nadiedecía nada. Caminamos alrededor de media hora, hasta que vi un círculoperfecto dibujado sobre el piso. Era bastante grande. Tenía unos siete metrosde diámetro aproximadamente. En el dibujo había un extraño símbolo que noera humano. No lo había visto nunca, ni siquiera en alguna antigua civi l ización.Seguí caminando lentamente hacia el centro; ahí me detuve un momento y latierra comenzó a temblar. Siete palos salieron del piso alrededor del círculo, yse fueron prendiendo en llamas uno por uno. Corrí al borde del círculo y unpequeño agujero de un metro de diámetro se abrió en el centro. Cuando el pisodejo de temblar, l lamé a mi equipo a gritos. Olvidándome completamente delradio que me habían entregado. Llegaron rápidamente. Al parecer noestábamos muy separados, después de todo. Me miraron sorprendidos.Cristina alegaba haber pasado por ahí antes que yo y que nada habíasucedido. Sin embargo esto no nos importó mucho. Nos quedamos todosparados y Mateo paso al frente, con voz fuerte e intimidante dijo, “Todosalístense. Nos vamos de regreso”.

Bajamos rápidamente por la cueva. Mateo fue el primero y yo entré de último.Todo estaba muy oscuro. Sólo veíamos con la luz que entraba por el agujero.Caminamos un rato, hasta que oímos un sonido. Todo se oscureció; el agujerose había cerrado. Prendimos cada uno una antorcha y seguimos adelante. Elcamino era amplio pero un poco peligroso. Estaba hecho de piedra, y de vez encuando se veía una piedra roja similar o igual al Jaspe. Seguimos caminandohasta encontrarnos con dos caminos que se separaban. Ahí decidimosacampar toda la noche. Prendimos un pequeño fuego con trozos de maderaque Andrés traía en su maleta y nos dormimos ahí.

Mientras dormía tuve una extraña visión: dos caminos, el de la vida y el de lamuerte, Al entrar en uno, vi oro, plata, diamante y demás riquezas que el mismorey de España hubiera envidiado. El otro camino estaba tranquilo: pasaba unpequeño arroyo y seguía oscuro a excepción de una luz que bri l laba muy en elfondo. Al despertar en la mañana, les conté a todos mi sueño. Ellos,emocionados por la riqueza salieron a ver cómo era ese camino. Tiraron unabengala para iluminarlo. Todas las riquezas del mundo se encontraban ahí. Leshablé sobre el camino de la vida que estaba tranquilo y los peligros de este otrocamino, debido a que era el de la muerte según mi visión. Por esta razón nadiese interesó más por el tesoro; avanzamos un poco hasta que una espesa nieblanegra nos rodeó por completo. Después de agitarla un poco, notamos quefaltaba alguien. Regresamos rápidamente y vimos a David. Estaba sentado alfrente de las riquezas con una sonrisa plasmada en su cara, todos legritábamos que saliera de ahí. Sin embargo, no escuchaba. Sus ojos bri l labancon el reflejo del oro, y volteando su cabeza lentamente, grito, “¡Para que!¡Para que seguir, si aquí lo tenemos todo!”- agitados le gritábamos que no semoviera pero el insistía. Finalmente brincó sobre las riquezas.

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Su cuerpo se empezó a prender fuego lentamente. Reía sin parar. Al apagarseel fuego lo vimos como el rey Midas, convertido en oro por su avaricia; era unNos fuimos a dormir. A la mañana siguiente Mateo nos despertó a todostemprano y nos dijo que debíamos seguir. Caminamos un rato, después de unacurva vimos una cascada. De ahí salía otro riachuelo más grande que el otro eiba paralelo a este. Seguimos caminando hasta que nos detuvimos a comeralgo. Andrés sacó las provisiones y se dio cuenta que no quedaba comida.

Sin embargo, sin embargo, recordábamos que la noche anterior no habíamoscomido mucho; alguien nos había robado; inspeccionamos las maletas detodos y nadie tenía comida; sin poder hacer nada, seguimos hambrientos elcamino; no caminamos mucho, cuando encontramos una canasta de panes,comimos y descansamos un rato; Coll in, quien se veía bastante hambrientodesde el inicio del viaje, cogió tantos panes como pudo y se los comió todos,sin dejar uno solo para después. Seguimos caminando unas horas más y nosdetuvimos para acampar. Ahí esperamos a Coll in, quien se había quedadoatrás. Lo esperamos unos veinte minutos y de repente, lo vimos llegarcaminando lentamente. Pedía ayuda a gritos. Todos corrimos hacia él.

Estaba agrandándose mucho a tal punto que las piernas no lo soportaron másy cayó al piso. Intentamos moverlo pero era demasiado pesado. La nieblavolvía a aparecer. Ésta se acercaba rápidamente hacia nosotros; lepreguntamos por qué había quedado así, y nos dijo que se había comido todala comida; pero no había manera de que se hubiera engordado tanto; todosintentamos moverlo pero no fue posible; la niebla nos cubría por completo; él,asustado comenzó a llorar, y tartamudeando un poco nos dijo que lo dejáramosahí; así que por petición suya y sin poder hacer nada, nos fuimos; la niebla seempezó a disipar, y cuando vimos nuevamente a Coll in, éste se encontrabamuerto en el piso. Mateo siguió adelante y nosotros lo seguimos. Nosquedaban pocas antorchas así que empezamos a guardarlas. Mientrascaminábamos nos dimos cuenta que empezaba a correr otro rio más yempezamos a encontrar extraña vegetación; había pequeños arbustos demoras de los cuales pudimos comer; seguimos caminando y la vegetación ibacreciendo cada vez más; Caminamos varias horas más, hasta que decidimosacampar; todos teníamos un poco de hambre. Estábamos muy cansados.Intentamos dormir pero ninguno pudo; Andrés, irritado y más hambriento que elresto debido, a que Coll in no le dejo coger el segundo pan, empezó a gritarle aMateo por haberlo traído.

Este último, que también estaba bastante irritado. La niebla volvió a aparecerlentamente; la situación, que se había estado calentando rápidamente,empeoro, Andrés se abalanzó sobre Mateo, quien era notablemente más fuerteque Andrés y lo alcanzó a tomar del cuello. Lo lanzó contra una de las paredesde la cueva. Andrés se levantó rápidamente y corrió hacia Mateo, quien seencontraba a unos pocos metros de aquel. Rápidamente sacó su arma y ledisparó a Andrés; Cristina, asustada corrió hacia su hermano. Éste sangraba encantidades alarmantes. Sin embargo, ya se encontraba sin vida. Cristina,l lorando reclamó varias veces a Mateo, quien no le prestó atención y siguiócaminando.

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Ella, sin opción de devolverse, lo siguió al igual que yo; otro río empezó a surgir.Cada vez eran más grandes los ríos. Ya no teníamos casi espacio para caminar;cabían entre una y dos personas en el camino, y cada vez era más angosto.Cansados por el viaje, y todo lo que habíamos pasado estos días, decidimosacampar en un tramo que estaba más amplio que el resto. Todos nos quedamosdormidos rápidamente. Mateo y yo nos levantamos a la mañana siguiente.Había mucha niebla, y cada vez más espesa. Cristina seguía dormida; ladespertamos pero no se quería ni mover; le di j imos que debíamos continuarpara buscar más comida. No le importó y con un bostezo contestó quesiguiéramos solos. La niebla que ya no nos dejaba ver prácticamente nada, nosobligó a seguir el camino, que cada vez se hacía más angosto. Volteamos, y laniebla ya se había disipado. Mateo siguió caminando y yo volví a despertar aCristina, pero aunque respiraba ya no la podía despertar.

Mateo me había cogido mucha ventaja. Sin embargo logré alcanzarlo despuésde un tiempo. Caminamos un rato más hasta que el camino se terminó. Los ríosse juntaban, y Mateo, sonriente miró hacia el frente y triunfantemente, di jo:“Pisón, Gihón, Tigris y Éufrates. Cuatro ríos. Hemos llegado, al fin, la unión”.tesoro más de la cueva, otra parte de la muerte.

Dejamos nuestras cosas a excepción de una linterna de mano. Nos metimos alagua. Nadamos un tiempo hasta que encontramos nuevamente tierra firme.Avanzamos un tiempo hasta encontrarnos con una gran puerta de Jaspe, queestaba cerrada. En ella estaba escrito: “El fuerte pasara, el débil morirá. Hanvenido ocho. Uno llegara a los otros. Las tinieblas los dominarán.”

Mateo, mirándome, di jo: “El fuerte pasará, y como yo soy el más fuerte, yo debovivir”- Me empujó al agua y se acercó rápidamente a la puerta; yo lo mirabaasustado, esperando ver que sucedería. Mateo empujó la puerta con fuerza y laabrió rápidamente; una ventisca de niebla se abalanzó contra Mateo. Luego sedisipó rápidamente y Mateo apareció tirado en el suelo. La puerta se cerrónuevamente y la oración de la puerta cambio. Ésta decía: “Al oriente del jardínunos seres alados y una espada ardiendo que da vueltas hacia todos lados,para evitar que nadie l legara al árbol de la vida.”

La tiniebla apareció nuevamente. Dividida a la mitad, tomó forma; dos estatuasaparecieron: eran seres alados similares a los dragones. Las estatuas semiraban entre sí, a cada lado de la puerta, que enseguida se abrió nuevamentey una espada en llamas salió disparada rápidamente; esta se clavó en laentrada. Una voz retumbante habló: “Al digno, el camino se le i luminará. A losotros, las tinieblas los tentarán. El árbol se marchitará y el justo, del árbol de lavida se saciará”.

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DIARIO DE DOC

¡Traidor!- gritó cayendo de rodil las en la entrada de la caverna- ¡Profano! ¿Cómofuiste capaz?

Él no respondió. Estaba muy ocupado con su labor. El cuerpo del rey yacíainmóvil a un lado de la caverna. Llovía. Era de noche y la única luz que losacompañaba era la de una vara con una tira de tela bañada en alcohol en lapunta.

-Acabaste con mi pueblo. Nosotros te acogimos; te abrimos nuestras puertas; tepresentamos con los dioses; ¡ l legamos a aprender tu idioma! ¿Y ahora nosdestruyes?

-Mira Lala, sé que esto no es fácil , pero tengo que salir de este lugar de algunamanera. Tengo que salir adelante y rehacer mi vida: lo perdí todo.- Dijo Doc muyserio después de voltear la cabeza y mirarla por debajo de su hombro.- Ademásno se pierde mucho; ustedes son la cosa más aberrante con la que me heencontrado en toda mi vida.- Siguió con su trabajo. Arrebató las ol letas de arcil lade las mezclas de huesos, vestidos y polvo, mezclas que alguna vez fueron losmonarcas de la isla. Desenterró las piedras preciosas que reposaban a algunoscentímetros bajo tierra y guardó todo en una pequeña mochila de tela.

-¡No! , no quiero creer que esto esté pasando. Te convertiste en un monstruo.

-No querida, no me convertí, siempre lo he sido- respondió irónico con unasonrisa pícara, mientras sacaba los anil los dorados de los fríos dedos del rey.

-Maldito. Maldito. Maldito monstruo. Te maldigo y nunca podrás l ibrarte de tucastigo - Lala comenzó a recitar unos cánticos mientras él la miraba con risa.

-Por cosas como éstas es que digo que no se pierde mucho.

-Te maldigo, malditoZ Maldito sea el día en que me enamoré de un monstruoZ¡monstruo!Z. ¡Monstruo! !- repetía clavándole los ojos y cayendo cada vez conmenos fuerzas, abandonándose finalmente al l lanto.

José Alejandro EscobarNoveno grado. Sus escritores favoritos son Isabel Allende, AldousHuxley, Ray Bradbury, Osho y Wil l iam Ospina. Sus l ibros favoritosson Fahrenheit 451 , El bosque y los pigmeos, Noticia de unsecuestro, Siddharta y Vislumbres de una infancia dorada. En su ttiempo libre le gusta practicar el básquetbol, tocar el piano, escribir ycantar.

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-¿Crees que para mí fue fácil?- di jo agachándose en frente a Lala y apoyandola vara de luz contra la caverna.- El plan no era éste. Yo no soy un caza-fortunas, un arqueólogo o algo parecido. El destino me trajo hasta aquí. Mírame¡Mírame! Aquí tu tierra maldita mató lo humano que quedaba en mí. Atrapadoen su mundo primitivo, comiendo su comida primitiva, amando en su primitivaforma de amar; obl igado a ver como sacrificaban niños a dioses sanguinarios;esclavo ahora de la imagen de los corazones latiendo fuera de los pechos; lasangre derramada, todavía caliente, que recogían en un olla y luego uti l izabanpara bañarZ para bañar al repulsivo viejo que tenían por rey en la malditapiedra de las ofrendas. Mis ojos han visto cosas que ningunos ojos deberíanpoder ver, pero que sus ojos, sus asquerosos ojos sanguinarios ven como unafiesta. No puedo soportarlo más.

-Aquí vivíamos en paz. En paz con los dioses. En paz entre hermanos. Túganaste nuestra confianza yZ no dudaste en buscar cómo destruirnos. Tienesel corazón frío y seco. Conquistaste a nuestra gente con maravil las de tumundo avanzado; les secaste el corazón y lo l lenaste de codicia y avaricia.¿Qué pasará ahora? ¿Tomarás nuestros barcos y huiras con las personas queeran mi pueblo?

- No podría haberlo dicho mejor.- respondió mordaz.- Sólo pensar entecnología, luz por la noches, grifos con agua pura, máquinas con la voz depersonas adentro, cubos que guardan imágenes y comida que no se tiene quecazar, los tiene fascinados. Creen que los Dioses los han recompensado por sudevoción. Te invitaría a venir pero creo que ya sé qué responderías.

- ¡Maldito! Pero no lo olvides nunca, la maldición nunca acabaráZ- gritómientras Doc se acercaba a ella.

- ¡Ah! Me cansé de escuchar tantas maldiciones.- di jo incorporándose tranquilo.

-Maldito- gritó en seco.

-Suficiente- di jo él tomándola por la cabeza.

-Los perdones no bastarán y el sufrimiento te carcomerá y poco a poco tedestruiráZ- No logró acabar. Su cuello giró bruscamente hacia la derecha y sucuerpo cayó sobre la hierba húmeda. Había muerto.

Doc la arrastró (junto al cuerpo del rey) a través de la selva, hacia la quebrada.Sus cuerpos fluyeron con la corriente. Luego se dirigió a la playa; se encaramóen una de las barcas y zarpó junto a los cerca de 70 tripulantes. Naturalmente,nadie vio ni di jo nada de Lala y el rey.

Navegaron un par de semanas y llegaron, sin muchas dificultades, al paísoriginario de Doc: Inglaterra. Él fue recibido como un héroe y aunque no eramás que un joven de alrededor de veinte años, ganó prestigio y reconocimientoen su país y en todo el mundo. Aun sin haber estudiado, pasó a estar entre elselecto grupo de “Los arqueólogos más influyentes del siglo XIX” junto a figurascomo Heinrich Schliemann o John Lloyd Stephens.

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Había descubierto una cultura de más de 2000 años de antigüedad; había dadopaso a Inglaterra a colonizar una isla estratégica para la guerra y había resueltouno de los enigmas sobre la historia de la humanidad: a lo mejor sí era uno de“Los arqueólogos más influyentes del siglo XIX”. Naturalmente se hizo rico. Enpoco tiempo se casó, tuvo un hijo, y compró una casa de dimensionesexorbitantes, donde se instaló con su nueva famil ia.

En cuanto a los indígenas que llegaron con él a la civi l ización, se supo que losantropólogos y científicos los recibieron y verificaron con ellos un par de teoríasy luego les dieron toda clase de comodidades en la ciudad, donde lentamente sefueron acoplando sin tener la necesidad de trabajar; y donde, a la larga, seconvirtieron en un paraje turístico importante.Los años pasaron sin mucho alboroto. El niño crecía, la esposa volvía estarembarazada y Doc (que ahora lucía una elegante barba) entraba en los círculossociales más altos. Algún día, luego de siete u ocho años de haber l legadotriunfante a su patria, fue invitado de honor en un simposio de una reconocidauniversidad. Debía hacer un recuento de sus aventuras para jóvenesinvestigadores.-No sé qué tanto quieran ustedes escuchar la verdad, porque nunca nadie me laha preguntado- comenzó en tono de chascarri l lo y hablando con gran dominio desu público, como un orador talentoso- Pues ocurrió más o menos así. Yo era unchico de diecisiete años que viajaba con mi hermano, George, de quince devuelta a Inglaterra. Volvíamos de América, donde dejamos a nuestro padre a quedescansara en una casa de campo al norte de Virginia. Regresábamos en unbuque de turismo que llegaría directamente a Londres. Sin embargo el barcodebía desviarse hacia el sur por que el hemisferio norte sufría fuertes heladasque amenazaban con apagar los motores del barco a mitad del mar. Les hablode finales de 1 893. Se había decidido que viajaríamos norte-sur hasta el Trópicode cáncer. Luego haríamos una curva para l legar a Madrid, donde repostaríamosuna noche, y finalmente iríamos a Londres. Todo marchaba bien. Sin embargo,luego de algunas semanas de viaje, la presión de las aguas terminó por perforarel casco frontal del buque y dio pasó a que se llenará de agua paulatinamente.Han pasado los años y no se ha hablado mucho sobre el incidente. Era el WestVirginia si no recuerdo mal. Los funcionarios intentaron hacer algo, pero nohabía nada que se pudiera hacer; el barco no estaba preparado para ningún tipode traspié. Casi todos los pasajerosZ la mayoría viejos decrépitos - El ávidoconferencista que tenía cautivado al público, se detuvo para dejarlos reír unossegundos- Los viejos se echaron a rezar esperando que Él solucionara susproblemas. Mi hermano y yo nos dimos cuenta rápidamente que era algoirreparable y decidimos hacer algo por nuestra cuenta para salvar nuestropellejo. Sin perder tiempo desarmamos las tablas de las camas y con tiras detela cortadas de nuestra ropa y un hacha de seguridad construimos una canoamediocre. En el centro colocamos un corto másti l . Bueno, hay que ser sinceros,como dije al principio; el másti l era el bastón de uno de los viejos que, sin lugardonde apoyarse, cayó varias veces quejándose en silencio.- Risas del público-La vela, que no sirvió para nada, era un pedazo de cortina rasgada en forma detriángulo. No me explico cómo salimos de allí con esa barca. En fin, robamosalcohol etíl ico como sustento médico y algunas frutas y granos secos de lacocina yZ bueno también robamos un par de sartenes que atamos a un par detablas de las camas para tener con qué remar. –De nuevo, risas del público.84

Luego de una corta pausa Doc continua, pero esta vez no usa su tono bromista-. Navegamos por semanas en esa canoa, racionalizamos la comida y fuimosobligados a comer los granos secos y duros. Por la noche no se veía ni oíaabsolutamente nada. Temíamos que alguna bestia marina atacara nuestraembarcación y casi nunca podíamos dormir. Más de una vez la balsa se volcó amediados de la noche y nosotros, muertos de frio, teníamos que ponerla denuevo en su lugar y entrar en ella lo más pronto posible, mientras nos azotaba eltemor de perdernos en la oscuridad de la noche. Sabíamos que el agua del marno se podía tomar, pero aun así, tomábamos pequeños sorbos, que a la larganos secaban la garganta, pero nos daban algo de esperanza. No puedo negarque ese fue el lugar más hermoso que haya visto nunca, pero creo que no vieneal caso profundizar en amaneceres esplendidosZustedes no vinieron aescuchar cursi lerías poéticasZ

Mi brújula indicaba que íbamos al norte, pero no sabíamos dónde nosencontrábamos. Luego de un mes la comida acabó y decidimos recostarnosboca abajo. Sin embargo la última noche que habíamos decidido vivir,escuchamos oleaje y luego sentimos como vibraba la barca al entrar en friccióncontra la arena. ¡Llegamos a tierra! - Por miedo a los males de la tierra nosquedamos en la barca esa noche. Esperamos al amanecer y salimos concautela de la barca, arrastrándola luego en la arena y luego exploramos cadauno con un remoZy su respectiva sartén, para defendernos. En un principioencontramos una selva l lena de frutos y escuchábamos animales a lo lejos.Acordamos que yo iría a cazar y George recolectaría frutos para acampar cercade una pequeña quebrada por la tarde. Así lo hicimos. Yo me interné en la selvae hice una estela con mi remo; lo clavé en la hierba y lo iba arrastrando pordonde caminaba; a la final quedó como rastro una fina hendidura en el suelo.

Logré acabar a sartenazos a un par de animales que no había visto nunca, ninunca he vuelto a ver. Parecían conejas grandes oZque se yo. Cuando volví anuestro campamento encontré a mi hermano intentando iniciar una fogata. Apesar de intentarlo por horas, nos fue imposible. Comimos los frutos que élhabía traído y dejamos la carne para después. Mientras comíamos sobre elregazo de George saltó una pequeña ranita roja; en medio minuto se puso rojo ycayó al suelo. La rana se alejó a saltos internándose en la selva, como en lasalida triunfal de un héroe de guerra. Me acerqué a George y me di cuenta deque no respiraba. No sabía qué hacer. En un primer lugar acerque mi oído a sucorazónZ que no palpitaba, después lo l levé a la quebrada y metí su cabeza enel agua con la esperanza de desintoxicarlo. No daba resultado y recordé élalcohol que l levaba en el bolsi l lo de mi pantalón. Le embutí un poco; no seinmutó. Comencé a llorar en su regazó y de un momento a otro sentí, ruidoatrás.

En cuestión de segundos había una docena de hombres semidesnudoscorriendo a toda velocidad por la quebrada. Recogieron el cuerpo de mihermano, lo cargaron entre varios y corrieron en la misma dirección por la quehabían l legado. Yo estaba atónito. Sólo cuando desaparecieron por completo,me incorporé agitado, me quité la camisa y con ella hice una bolsa donde carguéa los animales antes cazados y el alcohol; l levé en la mano derecha mi remoque uti l icé como bastón y donde anudé la bolsa.

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Sin perder tiempo, corrí en su búsqueda. Intentando subir por la quebradaresbalé con una roca liza y me golpeé la cabeza. Perdí el conocimiento Diossabe por cuánto tiempo. Cuando desperté ya se acercaba el atardecer. Porsuerte la corriente no se había l levado el bastón ni la bolsa de provisiones.Sangraba por la rodil la. Sin darle importancia trate de pararme pero mis piernastemblando no respondían a mis órdenes. Luego de caer varias veces decidíquedarme a descansar junto a la quebrada. Ya terminaba de atardecerarrastrándome llegué a un árbol alto, donde dejé mis cosas. Decidí que pasaríala noche allí. Apliqué un poco de alcohol en mi rodil la y me tendí a dormir. Medespertó una tormentosa lluvia a mediados de la noche. El frio era intenso y encuestión de minutos estaba duchado; no había ningún lugar para cubrirse de lal luvia: todo era selva. Lloré toda la noche. Como imaginarán, mi bolsa deprovisión quedó emparamada y yo, aun con el punzante dolor en mi pierna, mequedé quieto bajo el agua. Intenté pensar en los hombres que se habían l levadoa mi hermano, pero el frio no me dejó conectar ideas en absoluto. Pasé la nocheen velaZ cuando salió el sol, el cielo estaba despejado. Dejé secar misprovisiones un tiempo y luego, desesperado, me comí cruda una de las presas.Estaba casi congelada por el frio de la noche pasada, y su sabor eradesagradable, pero aun así la tragué entera. Me limpié la cara en la quebrada ysalí cojeando en busca de George.

Luego de atravesar el río, me encontré con kilómetros de selva virgen. Caminéen todas direcciones por horas; escalé montículos de tierra todavía húmedos yresbaladizos pero era como un laberinto. Cuando el sol estaba en el centro delcielo, sentí ruidos cautelosos pero firmes. Pensé que eran los hombres que sehabían l levado a George; me di vuelta lo más rápido posible y me encontré conuna fiera gigantesca. Nos miramos profundamente por segundos y yo intenteretroceder sin asustarla, sin embargo de en momento a otro salto hacía mirugiendo y alargando sus garras. Pensé que podría defenderme con el sarténpero no fue así; con su potente pata golpeo mi brazo rompiéndome un par dehuesos; me aruñó la pierna y cuando yo estaba totalmente a su merced, ycuando sus colmil los se acercaban a mi cuerpo, que ahora estaba tumbado en elsuelo, algo como una fina lanza atravesó el lomo de la bestia que cayóinmediatamente al suelo, a mi lado. Eran los hombres que se habían l levado aGeorge. Pensé que podría hablar con ellos o decirles algo, pero sin fuerzas medesmayé en segundos junto al cuerpo del que sería mi verdugo minutos antes.Me desperté en una cabaña pequeña, hecha a primera impresión de algunaclase de hojas secas y alguna fibra. Me levanté sobresaltado y vi en fi la cuerpospálidos e inmóviles de decenas de personas: entre esos el de George.

¡Mi George! ¡El pequeño al que había jurado proteger por encima de todas lascosas! Z Grité como un loco y llegó a mi encuentro un viejo con barbas(después descubrí que él era el rey) que con señas pragmáticas me indicó lo quesucedía. Al parecer esa cabaña estaba destinada a ser el lugar donde losmuertos descansarían antes de ser despedidos en una pira funeraria, y secreyeron que yo había muerto después del ataque de la bestiaZ Arrojé a mihermano en una gran pira.-Dijo Doc, como perdido en sus recuerdos- Los nativosme acogieron y con el tiempo fuimos muy buenos amigos, me convertí en uno deellos, aprendí de su cultura, su forma de conseguir al imento, sus formas deentretenimiento y su manera de vivir.

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Yo por mi parte, con mucho esfuerzo, les enseñe mi idioma y las maravil las de lagran Inglaterra- recalcó con tono irónico- y algunos decidieron acompañarme devuelta a casa, obsequiándome piedras preciosas y artesanías por conducirlos ala civi l ización. Mi padre había muerto hace algunos años de tristeza, al conocerque el buque que llevaba a sus hijos había hundido. Estaba solo. Conocí aNaomi, me case, tengo un hij itoZ. yZ. esa fue mi historia. Preguntas.

-SeñorZaquí. ¿Queda algo de su travesía que nosotros podamos conocer?

-Si por supuesto, en el museo de arqueología de Londres esta mi sartén atada ala tabla de la cama, la canoa, algunas piedras y artesanías. Lo demás lo guardoen mi colección privada y otras cosas las tienen los que volvieron junto a mí.

-Señor, que pasó con el rey, porque tengo entendido que no volvió con usted, ytampoco se supo nada de él cuando Inglaterra conquistó su isla.

- Claro. En el viaje de vuelta a él y a su hija Lala los invadió una enfermedadpulmonar a la que no estaban preparados. Creo que era una gripe común, perosupongo que se organismo era débil para combatir los virus occidentales. Latripulación decidió arrojar los cadáveres al mar para evitar el contagio.

Disponiéndose a salir, vio a Lala sentada risueña en la primera fi la. Después declavarle los ojos, Lala se levantó y habló tranquila en un perfecto inglés:

-Doc, ¿ya te olvidaste como pasaron las cosas? Creo recordar que me torcisteel cuel lo.

-Perdón señorita, ¿la conozco?- disimuló el “arqueólogo”. Los asistentes lomiraron extrañados. La muchacha rió, luego replicó:

-Creo que no me ha entendido bien; le pregunté cuanto tiempo vivió en la Isla-luego agregó coqueta- pero si quiere conocerme con mucho gusto, mi nombrees Laurie.

Doc fue testigo de cómo el rostro de Lala se transfiguro y convirtió en el de unaadolescente inglesa común. Respondió algo incomprensible balbuceando.Estaba atónito. Incomprensiblemente luego de cortos segundos la multitudentera había adquirido el rostro de la chica y el padre, que Doc no habría vistodesde hace años. Le gritaron en coro:

-AsesinoZ LadrónZ Monstruo-

Doc se agarró la cabeza intentando comprender lo que pasaba. Un funcionariode la universidad se le acercó para intentar comprender que sucedía. Al ver queel viejo rey se le acercaba el aterrorizado conferencista corrió hacia atrásgritando y a punto de entrar en l lanto de miedo.

-Aléjense; déjenme en paz. Aléjense.- gritaba.

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Luego cayó sin sentido. Quizá algo como un infarto o un desmayo. En fincuando despertó estaba en una habitación pequeña hecha toda de pulidastablas de madera- como una cabaña de reposo-. Solo había una ventana quedaba a una montaña cercana. Estaba acostado en una camil la de aparienciamédica. Luego de unos minutos apareció un doctor con una sil la plegable y sesentó en frente a él.

-Buenos días mi señor. ¿Cómo se encuentra?- Apuesto que todo esto lo debetener perplejo. Le explico. Por petición de su famil ia y de sus amistades ahoraestará bajo mi cuidado en esta clínica mental. Yo lo cuidaré hasta previó avisoy según cómo evolucione su famil ia podrá visitarlo seguido.

- Doctor, le puedo pedir una cosa.

-Sí, lo que quiera- respondió tratándolo con cuidado (como suelen tratar a loslocos)

-Consígame un bolígrafo y un cuadernil lo, para distraerme por un tiempo.

-Cómo no. Ya vuelvo.

Bueno alguna vez tenía que decirlo. Yo soy Doc. Llevo semanas escribiendoeste diario para que entiendan: ¡No estoy loco! Es la maldición de Lala quequiere que pase mi vida entera encerrado y tratado como un enfermo. Lo quehan leído hasta ahora son las notas que he escrito en este cuadernucho. Peroya no puedo más. Siento cómo las paredes se acercan y la montaña a la queda la ventana se aleja. En sueños aparecen Lala y su padre recordándome miinfierno cuando no estoy despierto. Ya no lo soporto más. Llevó meses convisitas matutinas del Doctor que me cree chiflado. Escribo esto para que meentiendan. Si quieren, ¡que me metan preso! , pero que de una vez se sepa laverdad. Es insoportable ver a esas bestias cada día mientras mi famil iaasustada no me visita. La vieja que reposa en la habitación contigua me cuentaque hace revuelo la noticia del arqueólogo loco. La prensa lo aprovecho.¡Malditos!

Acabaré esto de una vez por todas. El bolígrafo me servirá para salir por fin deeste infierno. Espero que a donde quiera que vaya me libre de esta maldición.

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He aquí diez razones para donar un l ibro:regalas sueños, i lusiones, compañía,aventuras, risas, amor, esperanzas, fe,imaginación, alegríaZ

por todo eso, y por mil razones más, esteaño yo también voy a donar un l ibro.¿Y tú?Z. Nuestra meta son 1 000 librospara la bibl ioteca El Aleph de PromociónHumana.

Para mayor información, acércatea la bibl ioteca del Gimnasio Campestre.