Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

23
Los Fundamentos de la Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz Alarcón Universidad de Santiago de Chile 09/09/2013 Resumen: En el presente ensayo me propongo explorar los antecedentes de la causalidad probabilística, comenzando por identificar los problemas de teorías anteriores (regularistas) que la causalidad probabilística viene a tratar de solucionar, para luego explicar los problemas que encuentra el propio Reichenbach en su estudio y fundamentación de la dirección del tiempo. Expondré las propuestas para solucionar el problema de la simetría y de la causa común. Explicaré los aportes de Reichenbach conocidos como “screening off” y los “tenedores causales”. Finalmente mencionaré algunas ventajas y nuevos problemas que se desprenden de la teoría de la causalidad probabilística. Causalidad probabilística y problemas del regularismo La causalidad probabilística, como su nombre lo dice, recurre a elementos de la teoría de probabilidades para caracterizar la relación entre causa y efecto. Dentro de las diferentes propuestas que se enmarcan en esta teoría, podemos reconocer una idea en común, a saber, que las causas cambian las probabilidades de sus efectos.

description

Caracterización y análisis de la causalidad probabilística.Explicación de causalidad y tiempo desde Reichenbach, entropía, termodinámica, flecha temporal, tenedores causales.

Transcript of Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Page 1: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Los Fundamentos de la Causalidad Probabilística

Alfredo Muñoz Alarcón Universidad de Santiago de Chile 09/09/2013

Resumen:

En el presente ensayo me propongo explorar los antecedentes de la causalidad

probabilística, comenzando por identificar los problemas de teorías anteriores

(regularistas) que la causalidad probabilística viene a tratar de solucionar, para

luego explicar los problemas que encuentra el propio Reichenbach en su estudio

y fundamentación de la dirección del tiempo. Expondré las propuestas para

solucionar el problema de la simetría y de la causa común. Explicaré los aportes

de Reichenbach conocidos como “screening off” y los “tenedores causales”.

Finalmente mencionaré algunas ventajas y nuevos problemas que se desprenden

de la teoría de la causalidad probabilística.

Causalidad probabilística y problemas del regularismo

La causalidad probabilística, como su nombre lo dice, recurre a elementos de la teoría

de probabilidades para caracterizar la relación entre causa y efecto. Dentro de las

diferentes propuestas que se enmarcan en esta teoría, podemos reconocer una idea en

común, a saber, que las causas cambian las probabilidades de sus efectos.

La primera pregunta que cabría formular, sería el por qué surge esta teoría y qué

problemas pretende resolver, para responder esto, es útil conocer de forma panorámica

algunas teorías regularistas de la causalidad.

Al hablar de regularismo, resulta imposible no recurrir a Hume, quien en su “doctrina

positiva” en el TNH caracteriza la relación entre objetos a partir de la cual se deriva la

causalidad, comentando en primer lugar la contigüidad, luego la “prioridad del tiempo

de la causa con relación al efecto” y posteriormente explica una suerte de “conexión

necesaria” entre los objetos involucrados en la relación causal. Define entonces con

esto, la causa como un objeto seguido de otro, donde todos los objetos similares al

primero, son seguidos por objetos similares al segundo (1748). Llamaremos regularista

a la teoría de Hume en la medida que entrega condiciones suficientes y necesarias que

conectan el acontecer de la causa con el acontecer del efecto.

Page 2: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Dicha teoría (y algunas de sus variantes posteriores Ej.: teoría INUS de Mackie) no se

encuentra exenta de dificultades, entre las cuales podemos mencionar el problema de la

definición de regularidad, las regularidades imperfectas, la irrelevancia de las causas, la

asimetría, la imposibilidad de filtrar causas espurias o el problema de la causa común.

De las mencionadas, parece ser más evidente, la de las regularidades imperfectas, esta

dificultad surge a partir de constatar que la mayoría de las causas no se encuentran

absolutamente siempre y de forma invariable, seguidas por sus efectos. Uno de los

ejemplos más típicos es el de la relación entre fumar como causa del cáncer de pulmón,

a pesar de que algunos fumadores no desarrollan cáncer de pulmón. Indudablemente

dicha “regularidad imperfecta” puede ser producida por la multiplicidad de

circunstancias que envuelven en el surgimiento de la causa, es decir, algunos fumadores

pueden tener predisposición genética a generar cáncer de pulmón, mientras que otros

no; algunos no fumadores pueden haber estado expuestos a otros factores cancerígenos

(como pueden ser la polución y el asbesto), mientras que otros no.

La irrelevancia de las causas, como dificultad para las teorías regularistas, se explica

dado que puede existir regularidad entre el acontecer de un objeto o condición seguido

de forma invariable por otro. Pero a pesar de esto, el primero puede ser irrelevante para

la obtención del resultado. Es decir, una persona puede bendecir sus alimentos siempre

antes de comerlos, esperando y/o pidiendo que estos sean saludables y no la enfermen.

Pero, esto carece de influencia causal en el hecho de que los alimentos hayan sido

cocinados previamente durante el tiempo suficiente como para matar bacterias y otros

microorganismos, que se los haya manipulado con las medidas higiénicas apropiadas,

etc. En este sentido, las teorías probabilísticas de la causalidad, tratan de considerar la

diferencia en la probabilidad del efecto, producida por la causa.

La asimetría se explica con que la causa produce el efecto y no al revés, es decir, fumar

produce cáncer de pulmón, y no viceversa; el cáncer de pulmón no causa el fumar.

Hume reconoce un orden temporal según el cual podríamos hablar de “asimetría

temporal”, pero resulta problemático hablar y/o probar la dirección de la flecha del

tiempo y no solo “suponerla”.

Finalmente está el problema de las causas espurias, que consiste en la dificultad para

discriminar entre dos efectos de una causa que se encuentran sucedidos en el tiempo,

Page 3: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

según los criterios aportados por Hume, es imposible filtrar los casos donde al parecer

un efecto, estaría causado por lo que sabemos, es otro efecto, una causa anterior común

a ambos. El ejemplo clásico de este escenario, es el de la baja de presión atmosférica, la

caída del mercurio en el barómetro, y el acontecer de una tormenta. Es decir, cuando la

presión atmosférica cae bajo un nivel determinado, en cierto lugar geográfico, suceden

dos cosas, primero, descenderá la columna de mercurio de un barómetro encontrado en

la zona y posteriormente comenzará la lluvia-tormenta. Con esto, podríamos decir

también, que cada vez que desciende la columna de mercurio en el barómetro, ocurrirá

una tormenta. Pero en este caso, aplicando los criterios de la teoría regularista, se podría

afirmar que la caída de la columna de mercurio causa la tormenta. De hecho, el

relacionar estos dos hechos entre sí es espurio.

Cabe mencionar que dado el problema de las regularidades imperfectas, se puede

realizar una lectura que lo explica mediante la falla del determinismo físico. Ya que si el

acontecer de un evento (E) no se encuentra determinado, entonces ningún otro evento

(C) puede ser condición suficiente para dicho evento (E). Gracias el desarrollo de la

física durante el último siglo, particularmente en mecánica quántica -en su

interpretación ortodoxa al menos- se entrega una lectura probabilística de los fenómenos

físicos (sin variables ocultas que puedan salvar un determinismo), cuestión que si bien

evita el determinismo clásico -en sus versiones más extremas o “laplacianas”- plantea

nuevas dificultades.

Como planteaba con anterioridad, las teorías probabilísticas de la causalidad sostienen

que las causas cambian la probabilidad de sus efectos, es decir, un efecto E puede

ocurrir incluso ante la ausencia de una causa C, como también puede dejar de ocurrir un

efecto E, aun cuando se de la presencia de la causa C. En otras palabras, Fumar es una

causa de cáncer de pulmón, no porque todos y cada uno de los fumadores desarrollen

cáncer de pulmón, sino porque es más probable que los fumadores desarrollen un cáncer

de pulmón a que lo hagan los no fumadores. Planteado de esta manera, se salva la

relación causal, a pesar de que existan algunos fumadores que no han desarrollado

cáncer de pulmón e igualmente algunos no fumadores que sí lo hayan desarrollado.

Para poder caracterizar de mejor forma la causalidad probabilística, resulta necesario

sentar algunas bases de la teoría clásica de probabilidades.

Page 4: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Fundamentos de la teoría de la causalidad probabilística

Cabe mencionar como punto de partida el trabajo de 1956 publicado de forma póstuma,

de Hans Reichenbach: “La dirección del tiempo”, donde planteará su teoría intentando

dar una solución filosófica a un problema físico (explicar el sentido de la flecha

temporal), así comienza buscando una base física o conjunto de teorías, para explicar la

flecha del tiempo (su dirección), la asimetría, el sentido del antes y el después. Dicho

conjunto de teorías físicas tendrá que ser la termodinámica, no la relatividad especial ni

general, ni la mecánica clásica. Sino las leyes que gobiernan la entropía, particularmente

la segunda ley de la termodinámica.

Mientras que por el lado filosófico, Reichenbach plantea que el tiempo, su dirección, se

debe explicar causalmente (cuestión que si bien es novedosa, también se encuentra en la

tradición de Leibniz, donde la flecha causal dará la flecha temporal, para explicar la

dirección de este último, habrá que explicar la dirección de la flecha causal, el tiempo

como derivado de la causalidad), con esto se genera un cambio en la concepción del

tiempo, convirtiéndose en algo derivado de la causalidad, y no una cuestión “primitiva”

(a diferencia de por Ej. Hume quien piensa en el tiempo como primitivo, y la causalidad

como derivada, por esto es que considera una condición formal de la causalidad: la

asimetría temporal de la causa respecto del efecto, la relación causal fluye en el tiempo).

No por esto Reichenbach va a ser un leibniziano, un racionalista, Reichenbach sigue

siendo un empirista, pero comparten la mencionada idea.

El autor va caracterizando en su examen filosófico las propiedades del tiempo

(“propiedades cualitativas del tiempo”), cuestiones como que el tiempo sigue del pasado

hacia el futuro; que el pasado nunca retorna; que no tenemos recuerdos del futuro.

Concluyendo con esto que el tiempo se reduce al orden causal, cabe decir que cuando

hablamos de orden lo diferenciamos de sentido (el libro de Reichenbach se llama el

sentido del tiempo, refiriéndose a la dirección de este, no el “orden del tiempo”), dado

que el tiempo lo podemos ordenar, o mejor dicho, los eventos pueden ser ordenados en

el tiempo, pero esto no dará necesariamente un sentido. Reichenbach buscará entones

explicar el sentido, no el orden. Para esto realiza un recorrido por diferentes teorías que

han tratado de explicar el tiempo. Entregando luego multitud de argumentos “objetivos”

(de carácter físico), apela a la relatividad. Cuando uno obtiene invarianza en las

transformaciones de Lorentz, de alguna manera, quiere decir que el tiempo resulta ser

Page 5: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

invariante en esta transformación. Pero solo hay invarianza del tiempo en la

transformación de Lorentz si hay conexión causal entre dos singulares. Al trabajar con

conos de luz, podemos preservar las relaciones temporales de un sistema a otro (siempre

y cuando estas sean causales). Reichenbach piensa que es cierto que podemos trabajar

con el tiempo dentro de una descripción relativista de un sistema físico, pero el gran

problema es que en la relatividad, el sentido del tiempo sigue siendo una cuestión

arbitraria. Puesto que en realidad incluso al trabajar con conos de luz, uno tiene que

decidir por Ej. cuál es el cono del pasado y cuál es el cono del futuro, decidido eso, se

preservan las relaciones temporales si uno hace la transformación, el cono no se va a

invertir, nada fallará en el paso de un sistema a otro, pero uno podría describir

arbitrariamente lo opuesto, y nada en la relatividad especial impedirá que esto se

mantenga.

Es por eso que Reichenbach plantea que la relatividad especial no puede ser la fuente

física para explicar el sentido de la flecha del tiempo (similar a lo que sucede con la

mecánica newtoniana). La relatividad especial puede explicar un orden de los eventos,

tenemos una relación causal, hay un orden temporal, pero no hay una explicación de por

qué los eventos se ordenaron de esta manera y no de otra, uno determina como describe

los conos de luz.

Luego Reichenbach apela a la termodinámica y a la entropía (la segunda ley de la

termodinámica), apoyándose en el estudio de ciertos procesos físicos, para distinguir y

caracterizar cuáles son reversibles y cuáles no. A grandes rasgos, podemos decir que en

un nivel microfísico, todos los procesos termodinámicos son reversibles (ej. al estudiar

la mezcla de dos gases luego de remover una pared que los separa, el comportamiento

de las partículas o moléculas de gas podrán ser estudiadas o descritas de manera

mecánica –y estadística-, como una partícula newtoniana, y dado que los sistemas

newtonianos son reversibles, el comportamiento del gas puede ser reversible, esto no

quiere decir que se puedan “des-mezclar” los gases, pero la conducta local en un

sistema cerrado se puede describir físicamente como un estado mecánico newtoniano,

que en estos términos puede ser reversible) Sin embargo, también están los procesos

macrofísicos, donde encontramos procesos que aparentemente son irreversibles.

Ciertamente existen numerosas objeciones a la interpretación de la segunda ley de la

termodinámica, y Reichenbach discute algunas de ellas. Pero más allá de las objeciones,

Page 6: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

efectivamente la irreversibilidad parece ser una característica de la descripción

termodinámica de los macroprocesos. Lo que tenemos entonces, son estados

improbables, es decir, de alto equilibrio (con baja entropía), los cuales no se podrían

predecir normalmente de manera probabilística, y esos estados de equilibrio pueden

perdurar mucho tiempo. Un estado de alto equilibrio, puede ser: un ser biológicamente

complejo como ser humano, un árbol, etc. Estos son estados muy heterogéneos, en ellos

se ve una complejidad que se mantiene o perdura por cierto tiempo, finalmente cuando

la entropía actúa, fuerza a la homogeneidad, el desequilibrio (desorden bajo algunas

miradas), es una muestra de la fuerza de la homogeneidad. Este tránsito entre equilibrio-

desequilibrio, orden-desorden, es también de lo heterogéneo a lo homogéneo, siendo lo

heterogéneo poco probable y lo homogéneo muy probable. Ej. El calor, la mantención

del calor es poco probable, muy heterogénea, en cambio la pérdida de calor, la falta de

movimiento es mucho más probable y homogénea. Pudiendo ordenar los estados, por

grados crecientes de menor a mayor entropía, con los puntos improbables de equilibrio.

Cada vez que hay una transición de este tipo, es altamente improbable (mas no

imposible) que se revierta, obtener un tránsito de un estado de alto equilibrio, a uno de

bajo equilibrio y de mucha homogeneidad, es algo que resulta naturalmente -es

esperable- pero volver de lo desordenado a un estado de equilibrio es muy improbable

(probabilidad ínfima de acuerdo a la segunda ley), y eso es lo que al parecer no se puede

revertir.

A Reichenbach le parece que estas transiciones de equilibrio-desequilibrio y viceversa

son la clave para capturar la causalidad en el mundo físico. Al estar desde el punto de

vista físico, detectando esas transiciones, uno está según los planteamientos de

Reichenbach, definiendo nexos causales, describiendo redes causales (calculando

probabilidades para diferentes estados físicos, resolviendo el teorema H de Boltzmann y

aplicando las matemáticas necesarias). Desde una mirada filosófica, para

Reichenbach será la causalidad la que captura la irreversibilidad.

“La explicación en función de causas se requiere cuando nos encontramos con

un sistema aislado que manifiesta un estado de orden, que en la historia del

sistema es muy improbable.” (p. 219)

Si uno está explicando las transiciones desde el punto de vista filosófico como

conexiones causales, entonces en realidad estamos diciendo que la relación causal es

Page 7: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

probabilística, dado que los procesos físicos están gobernados por leyes probabilísticas

(las leyes de la termodinámica). Entonces si vamos a pensar que están ocurriendo

procesos causales efectivos en la transición mencionada, la causalidad no puede ser otra

que una causalidad probabilística. Entonces no es necesario comprometerse con una

noción determinista clásica de la causalidad en el sentido de Hume, porque en realidad

eso sería no tomar en cuenta la física que describe verdaderamente estados físicos, la

termodinámica. Si deseamos hacer el trabajo causal respetando siempre las

descripciones efectivas de estados físicos, entonces la única causalidad que podemos

tener es causalidad probabilística. Por esto, estamos ordenando causal y

probabilísticamente transiciones de improbabilidad a probabilidad.

“El sentido de los procesos físicos y el sentido del tiempo, se explican así

como una tendencia estadística: el acto del devenir es la transición de

configuraciones moleculares improbables a configuraciones moleculares

probables.” (p. 83)

El nexo causal describe algo en el nivel físico que es el tiempo. El tiempo está en esos

nexos causales, no fuera ni previo a estos. El nexo estudia las transiciones moleculares

mencionadas, y eso es todo lo que tenemos, no hay algo anterior, y en el nivel

macrofisico hay irreversibilidad, el tiempo no está como una entidad o como un

contenedor newtoniano, Reichenbach dirá que el tiempo está en los llamados “tenedores

causales”.

Aceptando esta interpretación, se podrá salvar filosóficamente la causalidad como un

reflejo de los procesos físicos efectivos, derivando luego el tiempo de los tenedores

causales.

Luego, ¿cómo detectamos causalidad?, cómo nos percatamos que está presente la

causalidad y formulamos juicios causales.

La tendencia natural a la entropía, nos dice que vamos de lo improbable a lo probable,

de lo heterogéneo a lo homogéneo, pero como dijimos, hay una transición que nos hace

ir en el sentido inverso, es decir a veces de lo probable a lo improbable. Cuando la

transición se invierte, cuando pasamos de un estado de desequilibrio a un estado de alto

equilibrio, de lo que era homogéneo a algo heterogéneo, en ese momento “entra en

Page 8: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

acción” el filósofo, para responder el cómo o por qué se da esta ocurrencia improbable,

siendo que la tendencia general es la tendencia antrópica.

Ejemplo: cambio en el barómetro antes de que comience la lluvia. Lo que era probable

hizo posible lo improbable (lo cual va contra la tendencia de la entropía). Ahí

conceptualmente se podrá restaurar el orden antrópico porque para que ocurra esta

improbabilidad, tiene que haber una causa previa (presión atmosférica, climática) que

restaure el orden antrópico, si volvemos a poner esa causa como causa común,

entendemos que era probable que dado ese estado de equilibrio que se dio (composición

atmosférica de presión atmosférica que era improbable) ahora obtenemos las

consecuencias probables. Se restauró el orden antrópico. Lo que aparentemente era de lo

probable a lo improbable, mostró ser de lo improbable a lo probable.

Esta explicación de Reichenbach es lo que conocemos como el “principio de causa

común”, este aporte del autor nos permite detectar relaciones causales. El estado

improbable que ahora explica la conjunción probable, es un estado de interacción. En

nuestro ejemplo, hay una interacción particular de presión que provoca las

consecuencias probables (en este caso el resultado del barómetro y la posterior lluvia).

Antes era imposible explicar la ocurrencia de estos dos eventos improbables (teníamos

un problema con el tiempo), no podíamos explicar la ocurrencia de estos dos eventos

improbables, o cómo el pasado causa el presente, cuando encontramos la causa común,

podemos restaurar el orden y el sentido temporal, dado que el pasado está explicando el

presente (o el futuro). Esto coincide con las mencionadas propiedades cualitativas

objetivas que atribuye Reichenbach al tiempo (que el pasado produce o explica el futuro

y no al revés, las condiciones atmosféricas son previas a la tormenta) con esto

capturamos la asimetría. Logrado este juicio causal que ordena –el principio de causa

común- de algún modo emerge la asimetría del tiempo, el antes y el después, el pasado

y el presente.

Luego de esto, el principio causal podría ser expresado de la siguiente manera: Si existe

una coincidencia improbable, debe existir una causa común para ella.

Finalmente podemos decir que la explicación que entrega Reichenbach de la causalidad

(y de la dirección del tiempo) viene desde la física (sus pensamientos sobre la

termodinámica) y no directamente desde la filosofía.

Page 9: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Algunas nociones básicas de probabilidad desde las matemáticas.

Podemos comenzar diciendo que la probabilidad es una función (P), que asigna valores

entre 0 y 1 (con éstos incluidos). Ésta función opera sobre conjuntos o proposiciones

(llamados eventos) en un lenguaje formal.

Siguiendo la noción estándar (utilizada también en el artículo sobre causalidad

probabilística de la Stanford Enciclopedy of Philosophy) usaremos la notación

siguiente: “~” representa la negación, “&” representa la conjunción, “∨” la disyunción.

Entonces si A y B son eventos en el dominio de P, también lo son ~A, A&B, y A∨B.

Dicho esto, pasamos a enumerar algunas de las propiedades de probabilidad:

Si A es una contradicción, entonces P(A) = 0

Si A es una tautología, entonces P(A) = 1

Si P(A&B) = 0, entonces P(A∨B) = P(A) + P(B) (propiedad aditiva de la

probabilidad)

P(~A) = 1- P(A)

Si A y B están en el dominio de P, entonces A y B son probabilísticamente

independientes (respecto a P) solo en el caso de P (A&B) = P(A)P(B). En caso

contrario, A y B son probabilísticamente dependientes.

Una variable random para la probabilidad P es una función X que toma valores

en los números reales, tal que para cualquier número x, X=x es un evento en el

dominio de P.

La probabilidad condicional de A dado B, escrito P (A | B) es definido de

manera estándar así:

P(A | B) = P(A & B)/P(B)

Si P(B) = 0, entonces la razón en la definición de la probabilidad condicional es indefinida. A pesar de esto, existe una variedad de desarrollos técnicos que nos permitirán definir P(A | B) cuando P(B) es 0. (Nótese que aquí no estamos buscando calcular la probabilidad absoluta de los eventos)

Definición inicial de causalidad probabilística:

Page 10: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

A causa B ssi P(B | A) > P(B | ~A)

Pero esta definición no se encuentra a salvo de críticas por parte de diferentes teóricos

de la causalidad, dado que se puede plantear un problema de simetría de las

probabilidades. En parte por esto es que Reichenbach propone su principio de causa

común. Sabemos que tenemos una causa común, pero al igual que con Hume, podemos

realizar un arreglo probabilístico que nos entregue a B antes en el tiempo que A. (Ej. De

los fumadores con dedos teñidos, podría satisfacerse el esquema probabilístico a pesar

de que resulte explicando que los dedos teñidos causan el fumar.) Entonces

Reichenbach intenta solucionar tanto la irrelevancia de la simetría probabilística como

la correlación espuria, al plantear el principio de la causa común (causa común tras las

ocurrencias improbables) con los tenedores causales, anteriormente comentados, y la

regla de “screening off”.

Problemas de las correlaciones espurias y la simetría, enfrentadas con “screening

off” y “tenedores causales”.

El factor C ocurre en el tiempo t, es una causa del factor E que ocurre en t+1. ssi:

i) P( E | C ) > P( E | ~C )

La probabilidad de que E ocurra, dado el hecho de que ocurra C, es mayor que la

probabilidad de que E ocurra no habiendo ocurrido C.

Con esta formulación evidentemente conseguimos obtener una teoría causal compatible

con las regularidades imperfectas. Incluso más, esta formulación también enfrenta el

problema de la relevancia, dado que si C es causa de E, entonces C hace una diferencia

en la probabilidad de E. Pero formulada como está (a partir de la definición de la

probabilidad condicional), no logra enfrentar el problema de la simetría que se funda en:

P(E | C) > P(E | ~C) ssi P(C | E) > P(C | ~E), imposibilitándonos saber si C causa E o

viceversa. Ni el problema de las relaciones espurias Si C y E son causadas por un tercer

factor: “A”, entonces puede darse el caso de que: P(E | C) > P(E | ~C), a pesar de que C

no cause E.

Reichenbach introducirá entonces la terminología de “screening off” (apantallamiento)

para describir un tipo particular de relaciones causales. Si P(E | A & C) = P(E | C),

Page 11: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

entonces diremos que C apantalla a A de E. Cuando P(E & C) > 0 esta igualdad es

equivalente a P(A & E | C) = P(A | C)P(E | C).

Reichenbach describe dos tipos o estructuras de relaciones causales en las cuales C

apantallará a A de E. Una de ellas pone a C a medio camino o “entremedio” de la

relación de A y E, es decir A causa C, y esta última a E. En ese caso, A sería una causa

distante de E, y C una causa próxima. La otra estructura o caso es cuando C es la causa

común de A y E (como hemos visto que sería el cambio de presión que causa variación

en el barómetro y una tormenta).

El objetivo de la regla de “screening off” apunta a evitar el problema de las

correlaciones espurias. Aplicado al ejemplo anterior diríamos que:

Una baja en la columna de mercurio del barómetro (A) aumenta la probabilidad total de

una tormenta (E), pero esto no se cumple cuando agregamos la condición de la presión

atmosférica. Quedando: Si A y E están correlacionadas de forma espuria, entonces una

causa común apantallará A de E.

Por otro lado, los llamados “tenedores causales” son una parte fundamental de las ideas

planteadas por Reichenbach, dado que en última instancia permiten salvar la asimetría

de la causalidad y la dirección del tiempo.

Supongamos que los eventos A y B están correlacionados.

P(A & B) > P(A)P(B)

Dado un evento C que satisfaga

1. 0 < P(C) < 12. P(A & B | C) = P(A | C)P(B | C)3. P(A & B | ~C) = P(A | ~C)P(B | ~C)4. P(A | C) > P(A | ~C)5. P(B | C) > P(B | ~C).

Entonces ABC conformará un tenedor conjuntivo.

Mientras que si C ocurre antes que A y B, y ningún evento que ocurra después de A y B

satisface las condiciones enumeradas anteriormente, entonces ACB conformará un

tenedor conjuntivo “abierto al futuro”. Por otro lado, diremos que el tenedor está

Page 12: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

“abierto al pasado” si hay un evento posterior -que satisfaga las condiciones

anteriormente enumeradas- pero uno un evento anterior. Finalmente si tanto un evento

anterior (C) como posterior (D) satisfacen las condiciones enumeradas, diremos que

ACBD se trata de un tenedor cerrado.

Será entonces la asimetría en la apertura de estos tenedores hacia el futuro, lo que

entregará la dirección predominante de la causa al efecto (a nivel macrofísico).

Consideraciones finales

Dentro de las ventajas de esta teoría, podemos mencionar que:

Hace espacio al indeterminismo, dado que hay dos posibilidades para “aflojar” el

regularismo causal de Hume, ya sea por las condiciones suficientes (que se den las

causas pero no el efecto, es decir, que estas no basten para que de el efecto) lo que

podría ser discutido desde una perspectiva que plantee variables ocultas. O por las

condiciones necesarias (que no se den las causas, pero sí el efecto) lo que abre la

discusión sobre la existencia de eventos genuinamente incausados.

Otras ventajas evidentes comentadas anteriormente son la capacidad de resolver los

problemas de causas espurias y de causa común.

Aunque no está exenta de polémicas, es notable la relación que logra hacer Reichenbach

entre la causalidad y el tiempo, fundando a partir de la física su orden y sentido (basado

en la intuición leibniziana de que el tiempo es derivado de la causa).

Por otro lado, surgen nuevos problemas más particulares y específicos, como pueden

ser:

El screening off puede volver irrelevantes factores que sean relevantes. En este sentido

el problema de la teoría de la probabilidad estará en su insensitividad al mecanismo

causal. Puede haber un factor que siempre ocurra con otro factor, y que esté

determinado por un tercer factor, pero que no deja de tener una interacción interna,

importante y fundamental a través de un mecanismo causal relevante que no debería ser

descartado.

Page 13: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Otro problema para algunos, es que al ser la teoría ed la probabilidad la base de las

teorías de causalidad probabilística (clásicas), son todas teorías generalistas, no hablan

de casos singulares, es decir, no puede hablar de diferencias probabilísticas de un caso

particular, eso pierde sentido en la teoría probabilística. Todas hablan de clases de

referencia o de singularidad que son el espacio de eventos que están definidos por

alguna propiedad, pero no hablamos de individuos singulares que tomen o no la

propiedad. Entonces, cómo hacemos que nuestras explicaciones de eventos en el mundo

puedan conectarse con nuestros juicios causales que son todos probabilísticas y por lo

tanto generales. No podemos pasar de la probabilidad general a la “probabilidad

singular”, dado que esta última no existe. Si hablamos de la probabilidad de P(A), es

porque A pertenece a la clase de referencia, no estamos hablando de un individuo o

probabilidad singular (esto volvería incompatible la causalidad probabilística con las

visiones singularistas, que ven la causalidad como conexiones particulares).

Finalmente cabría mencionar contraejemplos como el de la paradoja de Simpson que

ilustra una suerte de causas espurias que se filtran dentro de la causalidad probabilística.

Si bien las dificultades mencionadas no son pocas, me parece que el poder explicativo

de esta teoría, su origen en la física y el rescate que logra hacer de la asimetría temporal

y causal, significó un gran avance. La solución a los casos de causas irrelevantes

mediante leyes causales probabilísticas, considero que es un gran salto a partir de las

teorías regularistas. Y que a pesar de esto (la formulación de leyes), abra o de espacio al

indeterminismo, es decir, que la teoría probabilística de la causalidad sea generalista y a

la vez indeterminista me parece una de sus mayores ventajas.

Page 14: Causalidad Probabilística Alfredo Muñoz

Bibliografía

Reichenbach, Hans, (1925). “Die Kausalstruktur der Welt und der Unterschied von Vergangenheit und Zukunft,” Sitzungsberichte der Bayerische Akademie der Wissenschaft, November: 133–175. English translation ‘The Causal Structure of the World and the Difference between Past and Future’, in Maria Reichenbach and Robert S. Cohen (eds.), Selected Writings: 1909–1953, Vol. II (Dordrecht and Boston: Reidel), pp. 81–119. –––, (1956). The Direction of Time, Berkeley and Los Angeles: University of

California Press.

Online:

Hitchcock, Christopher, "Probabilistic Causation", The Stanford Encyclopedia of

Philosophy (Winter 2012 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL =

<http://plato.stanford.edu/archives/win2012/entries/causation-probabilistic/>.