Caty treviño ¿qué estoy haciendo para mejorar la situación del mundo

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¿Qué estoy haciendo para mejorar la situación del mundo? Hola, mi nombre es Catalina Treviño, tengo 21 años y estudio Mercadotecnia. Quise escribir un poco lo que pienso acerca de la situación en el mundo y que es lo que yo he estado haciendo para lograr un cambio y dejar huella. Creo firmemente que primero debo cambiar yo, para cambiar algo. Esta en nosotros tener ese impacto en la sociedad y poder trascender en otros. Es importante, dejarte llevar por los sueños, creer que en verdad puedes lograrlo y aferrarte a lo que te apasiona. Pero esto no es todo, si no compartirlo. Cuando entraba a la carrera de Mercadotecnia nunca me imagine, todo lo que ésta me iba a ayudar, a crecer no solo como profesionista, si no también como persona. Dentro de la carrera existen diferentes áreas, las cuales ayudan a cambiar este mundo, me he empezado a involucrar en el Análisis de la Realidad Social, en no sólo estudiar, si no en transmitir todo lo que aprendo en clases y crear proyectos que sean sustentables en la sociedad. Desde que estaba chiquita me gustaba mucho irme de misiones, ir a comunidades cercanas y lejanas a ayudar, desde ir a evangelizar como también a realizar voluntariado, servicio social. Dentro de mi mundo, descubrí que no solo estaba yo, si no que existen millones de personas que sufren y pasan hambre, que no tienen un techo donde dormir, que no tienen agua, luz, gas, no cuentan con lo indispensable para salir adelante, para vivir. Y ¿qué podía hacer yo para ayudarlas? Eso me preguntaba y me sigo preguntando, pero dentro de todo esto continúe involucrándome en actividades sociales, desde clases de baile, de matemáticas, español. En donde me di cuenta que esa semilla que sembrabas, daría fruto algún día. Al entrar a carrera, descubrí que era afortunada por estar en universidad, y no pensaba quedarme con los brazos cruzados. A pesar de que ya estaba en grupos de la iglesia y además haciendo mi servicio social, tenía un sueño. Ese sueño que desde hace ya varios años perseguía, se podía lograr. Aplique para irme de misiones el verano del 2011, a hacer servicio comunitario en Kenia, África, con el Centro Misionero Universitario de la Universidad de Monterrey. Fue todo un año de preparación de talleres, de proyectos, de ver como mi carrera podría involucrarse con la comunidad de la tribu Maasai. Descubrí tantas cosas en esta experiencia, desde la importancia de conocer el mundo, de conocer a quien deseas ayudar, de envolverte en la cultura, involucrarte con la situación actual. Aprendí a valorar mi educación, mis estudios, mis maestros, pero más que nada a poder darle uso a dichos estudios. Creo yo, que el tener educación, me da la responsabilidad de usarla al servicio de los demás, al cambio y no solo a mí si no a todo aquel que tiene la oportunidad de prepararse. En Kenia, los niños tienen una sed impresionante por aprender, les gusta estudiar, quieren superarse, pero no tienen las herramientas, las escuelas ni los maestros necesarios para lograrlo. Di talleres de derechos humanos, de higiene, de sexualidad, de contabilidad, de sustentabilidad, entre otros. El mundo podría ir cambiando poco a poco, si todos los que tenemos estudios pudiéramos dar y compartir eso que saben con los que en verdad lo necesitan. Para que quedarme con todo este conocimiento si no lo voy a compartir. Al llegar a Monterrey, me sorprendí al ver que mucho de lo que tienen en Kenia, hace falta hoy aquí y viceversa. Todo aquello que yo aprendí lo he puesto en practica aquí, desde ir a escuelas a hablar sobre temas como “La educación aquí y en Kenia”, “La sed de aprender”, hasta con mis propios amigos, mi familia, con la gente que me rodea, involucrarlos y platicarles sobre estos proyectos. Actualmente, estoy haciendo mis prácticas en OMA Servicios Aeroportuarios Centro Norte, en el área de Responsabilidad Social, es un área muy enriquecedora, se busca que interna y externamente se logre un cambio, desde los empleados, hasta los clientes y comunidades aledañas. Desde ahí, también busco sembrar algo, con mi trabajo y con mi comportamiento. Se que este mundo puede cambiar, muchas veces el día a día, te va orillando a tener una rutina y una forma de vida en donde en lo único que piensas es sobrevivir, salir adelante, estoy de acuerdo que hay prioridades (trabajo, escuela, entre otras mil y un cosas mas), pero creo yo que si algo le da vida a tu corazón, nunca debes de dejarlo. Esto que he estado haciendo durante estos últimos años, me da vida y me ayuda a ser mejor persona. Hay una gran diferencia entre vivir y existir. Me gusta mucho esta frase: “Que tu acto de caminar exista, no solo tus ganas de llegar”. No quiero dejar nunca de soñar y de creer en un mundo mejor y el proyecto del cambio. Este año volví a aplicar para irme de misiones pero ahora a Perú, me eligieron y tendré la oportunidad de compartir un nuevo proyecto con la comunidad de Iquitos. Siento unas ganas enormes de ir y acabarme el mundo, tengo ganas de cambiar la manera en que la gente ve el mundo, se que lo que he hecho hasta ahora va dejando huella. Todo empezó como un sueño que se volvió realidad y que hoy cambia mi realidad. Nunca dejen de soñar. Caty Treviño LEM 7mo semestre

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¿Qué  estoy  haciendo  para  mejorar  la  situación  del  mundo?    

Hola,  mi  nombre  es  Catalina  Treviño,  tengo  21  años  y  estudio  Mercadotecnia.  Quise  escribir  un  poco  lo  que  pienso  acerca  de  la  situación  en  el  mundo  y  que  es  lo  que  yo  he  estado  haciendo  para  lograr  un  cambio  y  dejar  huella.  Creo  firmemente  que  primero  debo  cambiar  yo,  para  cambiar  algo.  Esta  en  nosotros  tener  ese  impacto  en  la  sociedad  y  poder  trascender  en  otros.  Es  importante,  dejarte  llevar  por  los  sueños,  creer  que  en  verdad   puedes   lograrlo   y   aferrarte   a   lo   que   te   apasiona.   Pero   esto   no   es   todo,   si   no   compartirlo.   Cuando  entraba  a  la  carrera  de  Mercadotecnia  nunca  me  imagine,  todo  lo  que  ésta  me  iba  a  ayudar,  a  crecer  no  solo  como   profesionista,   si   no   también   como   persona.   Dentro   de   la   carrera   existen   diferentes   áreas,   las   cuales  ayudan  a  cambiar  este  mundo,  me  he  empezado  a   involucrar  en  el  Análisis  de   la  Realidad  Social,  en  no  sólo  estudiar,   si   no   en   transmitir   todo   lo   que   aprendo   en   clases   y   crear   proyectos   que   sean   sustentables   en   la  sociedad.    

Desde  que  estaba  chiquita  me  gustaba  mucho  irme  de  misiones,  ir  a  comunidades  cercanas  y  lejanas  a  ayudar,  desde   ir  a  evangelizar  como  también  a   realizar  voluntariado,   servicio  social.  Dentro  de  mi  mundo,  descubrí  que  no  solo  estaba  yo,  si  no  que  existen  millones  de  personas  que  sufren  y  pasan  hambre,  que  no  tienen   un   techo   donde   dormir,   que   no   tienen   agua,   luz,   gas,   no   cuentan   con   lo   indispensable   para   salir  adelante,  para  vivir.    Y  ¿qué  podía  hacer  yo  para  ayudarlas?  Eso  me  preguntaba  y  me  sigo  preguntando,  pero  dentro  de  todo  esto  continúe  involucrándome  en  actividades  sociales,  desde  clases  de  baile,  de  matemáticas,  español.   En   donde  me  di   cuenta   que   esa   semilla   que   sembrabas,   daría   fruto   algún   día.   Al   entrar   a   carrera,  descubrí   que   era   afortunada   por   estar   en   universidad,   y   no   pensaba   quedarme   con   los   brazos   cruzados.   A  pesar  de  que  ya  estaba  en  grupos  de  la  iglesia  y  además  haciendo  mi  servicio  social,  tenía  un  sueño.    

Ese  sueño  que  desde  hace  ya  varios  años  perseguía,  se  podía  lograr.  Aplique  para  irme  de  misiones  el  verano   del   2011,   a   hacer   servicio   comunitario   en   Kenia,   África,   con   el   Centro  Misionero  Universitario   de   la  Universidad  de  Monterrey.  Fue  todo  un  año  de  preparación  de  talleres,  de  proyectos,  de  ver  como  mi  carrera  podría  involucrarse  con  la  comunidad  de  la  tribu  Maasai.  Descubrí  tantas  cosas  en  esta  experiencia,  desde  la  importancia  de  conocer  el  mundo,  de  conocer  a  quien  deseas  ayudar,  de  envolverte  en  la  cultura,  involucrarte  con   la   situación   actual.   Aprendí   a   valorar  mi   educación,  mis   estudios,  mis  maestros,   pero  más   que   nada   a  poder   darle   uso   a   dichos   estudios.   Creo   yo,   que   el   tener   educación,  me   da   la   responsabilidad   de   usarla   al  servicio  de  los  demás,  al  cambio  y  no  solo  a  mí  si  no  a  todo  aquel  que  tiene  la  oportunidad  de  prepararse.  En  Kenia,   los  niños   tienen  una   sed   impresionante  por   aprender,   les   gusta  estudiar,   quieren   superarse,   pero  no  tienen   las   herramientas,   las   escuelas   ni   los   maestros   necesarios   para   lograrlo.   Di   talleres   de   derechos  humanos,   de   higiene,   de   sexualidad,   de   contabilidad,   de   sustentabilidad,   entre   otros.   El   mundo   podría   ir  cambiando  poco  a  poco,  si  todos  los  que  tenemos  estudios  pudiéramos  dar  y  compartir  eso  que  saben  con  los  que  en  verdad  lo  necesitan.  Para  que  quedarme  con  todo  este  conocimiento  si  no  lo  voy  a  compartir.  Al  llegar  a  Monterrey,  me  sorprendí  al  ver  que  mucho  de  lo  que  tienen  en  Kenia,  hace  falta  hoy  aquí  y  viceversa.  Todo  aquello   que   yo   aprendí   lo   he   puesto   en   practica   aquí,   desde   ir   a   escuelas   a   hablar   sobre   temas   como   “La  educación  aquí  y  en  Kenia”,  “La  sed  de  aprender”,  hasta  con  mis  propios  amigos,  mi  familia,  con  la  gente  que  me  rodea,  involucrarlos  y  platicarles  sobre  estos  proyectos.    

Actualmente,  estoy  haciendo  mis  prácticas  en  OMA  Servicios  Aeroportuarios  Centro  Norte,  en  el  área  de  Responsabilidad  Social,  es  un  área  muy  enriquecedora,   se  busca  que   interna  y  externamente  se   logre  un  cambio,  desde  los  empleados,  hasta  los  clientes  y  comunidades  aledañas.  Desde  ahí,  también  busco  sembrar  algo,  con  mi  trabajo  y  con  mi  comportamiento.    

Se  que  este  mundo  puede  cambiar,  muchas  veces  el  día  a  día,  te  va  orillando  a  tener  una  rutina  y  una  forma   de   vida   en   donde   en   lo   único   que   piensas   es   sobrevivir,   salir   adelante,   estoy   de   acuerdo   que   hay  prioridades  (trabajo,  escuela,  entre  otras  mil  y  un  cosas  mas),  pero  creo  yo  que  si  algo  le  da  vida  a  tu  corazón,  nunca  debes  de  dejarlo.  Esto  que  he  estado  haciendo  durante  estos  últimos  años,  me  da  vida  y  me  ayuda  a  ser  mejor   persona.   Hay   una   gran   diferencia   entre   vivir   y   existir.   Me   gusta  mucho   esta   frase:   “Que   tu   acto   de  caminar  exista,  no  solo  tus  ganas  de  llegar”.  No  quiero  dejar  nunca  de  soñar  y  de  creer  en  un  mundo  mejor  y  el  proyecto  del  cambio.    

Este  año  volví  a  aplicar  para  irme  de  misiones  pero  ahora  a  Perú,  me  eligieron  y  tendré  la  oportunidad  de  compartir  un  nuevo  proyecto  con  la  comunidad  de  Iquitos.  Siento  unas  ganas  enormes  de  ir  y  acabarme  el  mundo,  tengo  ganas  de  cambiar  la  manera  en  que  la  gente  ve  el  mundo,  se  que  lo  que  he  hecho  hasta  ahora  va  dejando  huella.    

Todo  empezó  como  un  sueño  que  se  volvió  realidad  y  que  hoy  cambia  mi  realidad.    

Nunca  dejen  de  soñar.    

 Caty  Treviño  LEM    

7mo  semestre    

El  verdadero  sentido  de  la  vida,    esta  en  el  estar  con  los  demás.