CARTA ABIERTA A MONSEÑOR HECTOR GUTIERREZ PABÓN.

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Bogot 07 de abril de 2013

Excelentsimo Monseor. HECTOR GUTIERREZ PABN Obispo de Engativ. E. S. M.

Querido Pastor: Reciba un saludo con la alegra Pascual. Me tomo el atrevimiento de escribir con voz de oveja a su Excelencia, por encontrarme en total desacuerdo con sus opiniones acerca del seor Vctor Carranza. No me parece justo con las personas que han sufrido tanto el rigor de la guerra sucia de este pas. Es necesario que todo pecador se acerque a la infinita misericordia de nuestro Dios, pero hay que recordar que Carranza no fue clebre en Colombia precisamente por su actitud Cristiana de Vida. Los que conocemos de primera fuente la dinmica de la zona esmeraldfera, sabemos que sobre ese enorme caudal de riqueza estn asentadas familias en la ms extrema miseria por falta de oportunidades y en el ms absurdo miedo por el rgimen impuesto por Carranza y dems patrones. No se puede confundir querido Monseor, el silencio y el miedo que producen los fusiles y la alienacin de las conciencias con acciones de Paz, pues el fuego no se puede combatir con ms fuego, estrategia usada por el Zar. Querido Monseor Gutirrez, usted ms que nadie sabe cmo son los medios de comunicacin en este pas, sus declaraciones (sacadas de contexto o no) hacen nfasis en que Carranza financi campaas de paz en el occidente de Boyac, cuestin de la que no se puede deducir una autntica voluntad de paz de parte del zar de las esmeraldas, porque de lo que se trata es de mantener la zona de la mina lo ms alejada de la violencia, para que no entre el gobierno que ha brillado histricamente por su ausencia. Es comn que en esa zona de Boyac, permanezcan permanentemente hombres fuertemente armados de fusiles, sub ametralladoras, ametralladoras M60, pistolas 9mm y dems armamento de uso privativo de las fuerzas Militares, le parece normal que el estado no diga nada? Le parece esto un hecho de paz? Quisiera alzar mi voz de oveja, para preguntarle si como pastor de Chiquinquir usted se enter del porvenir de sus dems ovejas, por ejemplo el joven minero que se encuentra una piedrita y bajo pena de muerte huye para que le quede algo del negocio que lucra a sus patrones. La inocente joven que es vendida por una corrupta madre

como mercanca carnal a algn patrn, con el fin de ostentar parentesco con las cabezas del negocio. Qu ocurre monseor con los nios que no ven ms futuro que arriesgar su vida en el rio minero. Quin habla por ellos? Quin los defiende? Me parece monseor que un pastor no se puede aliar con el lobo pretendiendo proteger a las ovejas. Monseor, no me encuentro en desacuerdo con el hecho de que usted atendiera espiritualmente al seor Carranza, aunque era lobo con piel de oveja se ve que su excelencia es fiel a la misin que Dios y la Iglesia le encomendaron. Puede usted argumentar que ningn juez conden a Carranza, cuestin a la que yo acotara que desafortunadamente los jueces en Colombia no son los ms idneos para decir quin es quin en este pas. El aparato de justicia no funciona Monseor y no hay que ser sabio para darse cuenta de eso, un juez puede ser comprado por un zar. Por otro lado Espaa archiv la investigacin en su contra, porque l se encontraba preso en el momento del que se duda de sus acciones, como si una persona con semejante capital no pudiera actuar desde la crcel. Me gustara recordarle una investigacin realizada por el CINEP en la que dice: En su confesin, el mdico Diego Vifara Salinas, dirigente de la estructura paramilitar de Puerto Boyac, revel los estrechos vnculos de Vctor Carranza con los lderes nacionales del paramilitarismo y el envo que hizo de paramilitares para ser entrenados en la hacienda "El Cincuenta" de Puerto Boyac (diciembre/87 a marzo/88) por mercenarios israeles e ingleses. Esta participacin de los hombres de Carranza en los entrenamientos a paramilitares por mercenarios internacionales es testimoniada por las tres principales confesiones de lderes del paramilitarismo de Puerto Boyac. Habra que preguntarse, por ese grupo denominado los Carranceros. Por qu se denominaban as? Qu dicen las ovejas que vivieron y viven en la zona de influencia de estos delincuentes? A quin pertenecen las tierras que dicho grupo custodiaba? Me encuentro en desacuerdo con su opinin porque mientras que en el Occidente de Boyac Carranza apareca como paladn de la paz, en el llano se converta en uno de los ms poderosos terratenientes y regaba con sangre esos campos. Pensemos en la simple lgica del conflicto, nadie mantiene tal poder, nadie protege tal cantidad de tierra, sin contar con un brazo armado, es simple lgica monseor, adems si tenemos en cuenta la presencia de Guerrilla y otros grupos paramilitares en la zona llana y otras zonas donde Carranza era propietario. Los Carranceros no aparecieron de la nada, no llevan ese nombre porque sencillamente a alguien se le ocurri. La realidad es otra, as los jueces la quieran desconocer. Sigamos con la investigacin del CINEP, (espero que sepa querido monseor a qu se dedica este centro de investigacin y quines lo dirigen) que argumenta: Quizs uno de los rasgos caractersticos del paramilitarismo llanero es justamente su doble soporte: por un lado las fuerzas armadas, por el otro el narcotrfico. Desde mediados de los 80 y en los 90, continuando en los 2000, Vctor Carranza, conocido como "El Patrn', es la figura ms destacada y estable de toda esta estructura. Para terminar con este humilde texto, lo invito para que revise querido monseor la investigacin que le refiero, se encuentra disponible en internet, bajo el ttulo El imperio paramilitar de Vctor Carranza. Al mismo tiempo lo invito para que levante su voz de pastor en contra de la Accin, omisin e impunidad tpicas en el estado

Colombiano, que ahora deja morir sus ovejas en los fros pisos de las Empresas de Salud, y que es responsable de los ms absurdos vejmenes contra la persona humana. Recuerde a Monseor Romero, recuerde a Monseor Helder Cmara y recuerde esta investigacin que le recomiendo y que adems dice: integrantes de la estructura paramilitar de Vctor Carranza, muestran cmo los tres cuerpos de inteligencia y seguridad del Estado: el ejrcito con su departamento B-2, la polica, con su departamento F-2 y el DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), actuaban en unidad de accin y de objetivos con la red de civiles armados cuya cabeza era Carranza. La fuerza pblica suministraba armamentos, municiones, informacin y proteccin, mientras "el Patrn" pagaba y avocaba a su tribunal supremo los premios y sanciones de quienes haban sido seleccionados para ejecutar el genocidio. Los testimonios de los paramilitares que se autoinculparon coincidieron con pruebas fsicas que obraron en el proceso, como el hallazgo de cadveres de algunas vctimas de las estructura paramilitar en la hacienda San Pablo, de Julio Carranza, hermano de Vctor, o el hallazgo de caletas con armas y ms restos humanos en las haciendas La Reforma, La Sesenta y otras propiedades de Carranza. La juez Cuarta de Orden Pblico de Villavicencio, MARCELA FERNNDEZ, recurri a mecanismos de impunidad ya muy probados, llevndolos a extremos difciles de imaginar: se neg a tomar en cuenta las coincidencias entre las pruebas fsicas y tcnicas y los testimonios, descalificando stos con argumentos sicolgicos sin acudir a ningn concepto de expertos y lleg al extremo de absolver a los paramilitares que se autoinculparon, para poder rechazar sus testimonios contra el Patrn Vctor Carranza, afirmando en un pargrafo de su sentencia que no es posible creer bajo ningn punto de vista que exista una persona con tan bajos sentimientos y rastrera condicin humana ... Esperando no haberlo importunado en sus labores diarias, me despido de su excelencia.

Afectsimo en Cristo liberador de los Pueblos.

JULIAN CAMILO BELLO MONTERO Bautizado y confirmado en La parroquia San Antonio de Padua en Pacho Cundinamarca. Correo: [email protected], [email protected]