CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL Antecedentes de la...

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29 CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL Antecedentes de la investigación Algunos estudios relacionados con esta investigación. Además de los antes mencionados, realizados por Spector (1999, 2000); Lastra, López y Molleda (1975), realizaron una investigación dirigida a conocer la correspondencia entre los estilos gerenciales y el nivel de productividad en el contexto de las organizaciones venezolanas Para ello clasificaron los niveles gerenciales en: gerencia general, gerencia media y gerencia Sucursal. En esta investigación se consideraron como estilos gerenciales: el autocrático, el participativo y el estilo consultivo. Los resultados obtenidos indican que mediante el estilo gerencial participativo se obtiene mayor productividad, sin embargo no constituyó una limitante para aumentarla el funcionar bajo un estilo gerencial consultivo. Sus resultados establecen una relación importante entre el estilo gerencial adoptado y el aumento en los niveles de productividad. Arévalo, Rojas y Vera (1997), estudiaron la actitud gerencial en las relaciones laborales y la productividad de las empresas públicas y privadas de la COLM, concluyendo que existe una alta disposición de la gerencia a realizar esfuerzos para que sus estilos gerenciales cumplan con los objetivos trazados en la organización e incrementar los niveles de productividad. De 28

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

Antecedentes de la investigación

Algunos estudios relacionados con esta investigación.

Además de los antes mencionados, realizados por Spector (1999,

2000); Lastra, López y Molleda (1975), realizaron una investigación dirigida a

conocer la correspondencia entre los estilos gerenciales y el nivel de

productividad en el contexto de las organizaciones venezolanas Para ello

clasificaron los niveles gerenciales en: gerencia general, gerencia media y

gerencia Sucursal.

En esta investigación se consideraron como estilos gerenciales: el

autocrático, el participativo y el estilo consultivo. Los resultados obtenidos

indican que mediante el estilo gerencial participativo se obtiene mayor

productividad, sin embargo no constituyó una limitante para aumentarla el

funcionar bajo un estilo gerencial consultivo. Sus resultados establecen una

relación importante entre el estilo gerencial adoptado y el aumento en los

niveles de productividad.

Arévalo, Rojas y Vera (1997), estudiaron la actitud gerencial en las

relaciones laborales y la productividad de las empresas públicas y privadas

de la COLM, concluyendo que existe una alta disposición de la gerencia a

realizar esfuerzos para que sus estilos gerenciales cumplan con los objetivos

trazados en la organización e incrementar los niveles de productividad. De

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estos estudios se desprende que los estilos gerenciales están asociados a la

productividad de una organización, y ésta determina su éxito o fracaso.

Rada (1998), realizó una investigación para determinar la presencia del

pensamiento estratégico y la planificación estratégica en los planes que

ejecutan las empresas manufactureras ubicadas en la zona industrial de la

ciudad de Maracaibo, cuyos resultados reflejaron que las empresas

estudiadas sólo desarrollan la planificación formal analítica, no hay presencia

del pensamiento estratégico, el valor predominante es la calidad de los

productos y la dirección estratégica de la mayoría de las empresas es

cortoplacista.

La autora concluye que a pesar de no haberse apreciado la aplicación

de pensamiento estratégico como visión de futuro, éste es el fundamento

para la toma de decisiones, funciona como proceso y puede considerarse

como una guía para diseñar e implementa los planes de la empresa.

En esta investigación, se intentó evidenciar el pensamiento estratégico

como herramienta bajo los indicadores: valores, misión, visión objetivos,

estrategia y dirección estratégica, y se concluyó que como tal no se

manifiesta.

Posteriormente, Bonnano, Gómez y Méndez (1999), desarrollaron una

investigación para determinar los estilos gerenciales estratégicos en los

gerentes de las empresas del Municipio Lagunillas. Para ello, consideraron

como población a los gerentes de las empresas afiliadas a la Asociación de

Comerciantes e Industriales de ese Municipio (ACIL) cuya cifra asciende a

ciento catorce (114) empresas, extrajeron una muestra intencional de

sesenta y ocho (68) gerentes generales, cantidad equivalente a casi el 60%

del total de la población.

Estos individuos fueron agrupados por sectores de acuerdo a la

actividad económica a la que se dedican, y posteriormente se les aplicó el

instrumento propuesto pos Harvey y adaptado por Merril (1982) para evaluar

los estilos de gerencia estratégica.

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Los resultados indican que existen diferencias evidentes en los estilos

gerenciales estratégicos detectados, aun en individuos que dirigen empresas

pertenecientes a un mismo sector, y que, el estilo predominante por sector es

el colaborador. Esta tendencia se mantuvo para todos los sectores,

exceptuando el bancario, donde predomino el estilo racional-analítico, de

igual forma el estilo con menor puntaje fue el integrador.

Vega (2000), realizó una investigación para determinar sí los estilos

gerenciales estratégicos que prevalecen en las empresas agremiadas a la

Cámara de Industria y Comercio del municipio Cabimas (CAICOC), están

acordes a las características, exigencias y demandas del entorno

organizacional futuro. Utilizó una investigación de tipo descriptiva, con una

población conformada por ciento ochenta y dos (182) empresas agremiadas

a CAICOC y activas a finales de 1999, de la cuál extrajo una muestra

probabilística de setenta y cuatro, a cuyos gerentes les aplicó el instrumento

diseñado por Harvey y adaptado por Merril (1982).

Los resultados obtenidos indican que los sujetos objeto de estudio

manejan sus negocios y toman decisiones utilizando predominantemente el

estilo colaborador seguido del estilo racional-analítico, pero que el entorno

futuro y las nuevas realidades empresariales sugieren que el estilo

colaborador debe mantenerse, pero que el estilo racional-analítico debe dar

paso al estilo jugador con muchas de las características del estilo agresivo-

competidor.

Los resultados de las investigaciones desarrolladas por Bonnano,

Gómez y Méndez en el municipio Lagunillas, concuerdan con los obtenidos

por Vega en el municipio Cabimas, en ambos casos se utilizó el mismo

instrumento. Curiosamente estos resultados son similares a los obtenidos por

Vivas (1998) al aplicar el mismo instrumento a un grupo de dieciocho (18)

profesionales de distintas disciplinas, todos estudiantes del doctorado en

ciencias gerenciales de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) en

Maracaibo, estado Zulia. Dieciséis (16) de ellos resultaron del estilo

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colaborador. En esa oportunidad, éste se preguntaba hasta qué punto estos

resultados eran representativos de un estilo gerencial venezolano, acotando

que posiblemente el hecho de estar involucrados en actividades de

investigación en grupo como lo exige un doctorado, pudo influir en tales

resultados.

Las investigaciones desarrolladas por Bonnano, Gómez y Méndez

(1999) así como por Vega (2000) permiten afirmar aunque parcialmente que

el estilo colaborador parece prevalecer en las empresas de la subregión

COLM. Estos estudios además avalan la validez del instrumento utilizado en

esta investigación como puente para establecer las cualidades de un

pensador estratégico, cualidades que manifiestan el pensamiento estratégico

como cualidad.

Bases teóricas

Esta investigación parte de la premisa de que el pensamiento

estratégico como cualidad está asociado con el éxito de una organización,

sobre todo ante escenarios inciertos, turbulentos y complejos, cuando se

convierte en una necesidad fundamental, no para adivinar el futuro, sino

como una forma de estar preparados para enfrentarlo, sin importar las

situaciones que se presenten, pero conscientes de la complejidad y el

carácter impredecible del entorno.

De igual forma se considera que aún cuando los empresarios

venezolanos, con sus excepciones, no manejen el concepto de gerencia

estratégica y estrategias en el sentido estricto de la palabra, tienen un

conocimiento intuitivo de lo que son sus elementos básicos, y en su

idiosincrasia particular, conjugan la empresa, los clientes y la competencia

para elaborar una misión, visión, un conjunto de objetivos y planes de acción

de acuerdo a los cambios del entorno, por lo general más de forma reactiva

que proactiva. El sólo hecho de delinear con conjunto de planes y acciones

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para tratar de adecuarse al entorno los define como pensadores estratégicos,

y así se les considero en esta investigación. Pensando estratégicamente, se

puede replantear una situación y visualizar las posibles soluciones en una

perspectiva más amplia, se descubren nuevas oportunidades, se realizan

evaluaciones continuas para identificar, analizar y evaluar los elementos

claves para el éxito de una empresa, se gana el futuro y se evita la parálisis

paradigmática que muchas veces encasilla el pensamiento y la acción

impidiendo al individuo visualizar las oportunidades que ofrece el entorno.

Por tal razón, es importante conocer algunos aspectos relacionados con

la gerencia estratégica, factores gerenciales estratégicos, pensamiento,

estrategia, pensamiento estratégico, enfoques para abordarlo, pensamiento

estratégico como cualidad, instrumento para evidenciar las cualidades de un

pensador estratégico: estilos de gerencia estratégica de Harvey, adaptado

por Merril (1982), relación entre los estilos de gerencia estratégica y el

pensamiento estratégico como cualidad, éxito organizacional, y pensamiento

estratégico como cualidad y su relación con el éxito organizacional; para una

mayor comprensión y entendimiento del fenómeno en estudio, se construyó

así el argumento que soportó y se constituyó en las bases de esta

investigación.

Gerencia estratégica

La gerencia estratégica (GE) es definida por David (1994, p. 3), como

“La formulación, ejecución y evaluación de acciones que permiten que una

organización logre sus objetivos”.

De esta definición se deduce que es un proceso gerencial debidamente

planificado, en el cual se toman un conjunto de decisiones interactivas y

superpuestas que conducen al desarrollo de una estrategia eficaz para una

empresa.

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Según Drucker (1999), su tarea primordial es pensar la misión del

negocio, lo cual conduce a la fijación de objetivos y al desarrollo de

estrategias y planes, y a la toma de decisiones hoy para los resultados del

mañana. En todo caso, el proceso de GE se puede describir como un

enfoque objetivo y sistemático que trata de organizar información cualitativa y

cuantitativa de forma tal que permita la toma decisiones efectivas en

condiciones de incertidumbre.

Es por ello que en todos los niveles de una organización, los gerentes

deberán aplicar su juicio e intuición, de allí que el pensamiento intuitivo y el

pensamiento estratégico pueden y deben complementarse mutuamente.

Para Drucker (1999), el enfoque de gerencia estratégica permite a los

gerentes disponer de mayor tiempo para el pensamiento intuitivo o creativo y

la intuición a veces revela factores subjetivos especiales que deberían ser

tomados en cuenta, pues en cierto modo es un intento de reproducir lo que

sucede en la mente de un planificador intuitivo brillante.

Implementar ese proceso puede dar lugar a numerosos beneficios, a

saber, según David (1994) estos pueden ser: (a) Permite que una

organización esté en capacidad de influir en su medio, en vez de reaccionar

a éste, ejerciendo de este modo algún control sobre su destino; (b) Fortalece

la forma de organización de la empresa en los procesos y su continuidad; (c)

Da una base objetiva para la asignación de recursos y la reducción de los

conflictos internos que pudiesen surgir cuando es solamente la subjetividad

la base para decisiones importantes; (d) Permite a una organización

aprovechar las oportunidades claves en el medio ambiente, minimizar el

impacto de las amenazas externas, utilizar las fortalezas internas y vencer

las debilidades internas; (e) Permite sincronizar un funcionamiento de equipo

entre todos los gerentes y empleados.

En consecuencia las organizaciones que utilicen este proceso al

gerenciar son más rentables, productivas y exitosas, desarrollan una mayor

conciencia de las amenazas ambientales, mayor comprensión de las

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estrategias de los competidores, mayor productividad del personal, menor

resistencia al cambio y una visión más clara de las relaciones

desempeño/recompensa, y, acrecienta las capacidades de una empresa en

cuanto a prevención de problemas. El modelo de GE presentado por David

(1994, p. 49), refleja y explica a grandes rasgos cada una de las etapas que

definen este proceso, que según el autor se resumen en tres: la formulación,

ejecución y evaluación de las estrategias.

La formulación de estrategia puede definirse como el proceso que

conduce a la fijación de la misión de la empresa, llevando a cabo una

investigación con el objetivo de establecer las debilidades y fortalezas

internas, así como las oportunidades y amenazas externas con la finalidad de

fijar objetivos y estrategias para la empresa.

La ejecución de estrategias o etapa de acción, significa la movilización

tanto de empleados como de gerentes para llevar a cabo las estrategias ya

formuladas, esta etapa requiere que la empresa establezca metas, diseñe

políticas, incentive a sus empleados y asigne recursos de tal manera que las

estrategias formuladas puedan ser llevadas a cabo en forma exitosa.

En la tercera fase del proceso se encuentra la evaluación de las

estrategias, allí se comprueban los resultados de la formulación y ejecución

mediante la realización de tres actividades fundamentales.

En primer lugar, la empresa debe analizar los factores internos y

externos que representan la base de sus estrategias actuales; seguidamente,

se debe medir el desempeño de la organización, porque los estrategas

deben comparar el proceso real con el proceso previamente planificado por

la empresa con respecto al logro de las metas y objetivos previamente

establecidos. Finalmente, se deberán tomar medidas correctivas para

mejorar la posición estratégica de la empresa tanto externa como

internamente. La evaluación estratégica es una etapa crítica del proceso

debido a que los factores internos y externos se modifican con base en la

evolución del entorno.

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Las empresas exitosas se anticipan y se adaptan a los cambios en

forma rápida y efectiva; pero es posible que ciertas transformaciones

importantes ocurridas en las bases subyacentes de una estrategia no

produzca impacto sobre el desempeño actual de la empresa, sino hasta que

es demasiado tarde para evitarlos o para sacar provecho del nuevo evento o

tendencia (David, 1994).

La evaluación de la estrategia es necesaria porque los factores

internos se modifican de forma significativa y porque el éxito presente no

garantiza el éxito futuro.

Pensamiento

El filósofo René Descartes, cuando afirmó: pienso luego existo, dio

inicio al auge de las investigaciones acerca del pensamiento, su

funcionamiento, su relación con la inteligencia, la manera de desarrollarlo, su

naturaleza y características, entre otros.

Examinando cronológicamente los estudios acerca del pensamiento, se

tiene que Thurstone (1924), definió el pensamiento como la relación básica,

cuando no hay conflicto o deliberación; Sechenov (1935), expuso que el

pensamiento es una reproducción de un grupo sensorial que consiste cuando

menos de tres reacciones separadas de la percepción; Atkinson (1957),

desarrolló una teoría sobre la conducta de enfrentar riesgos, que podrían

aplicarse por completo al pensamiento basado en las motivaciones, el éxito y

el logro.

Por otra parte, Gorski (1961), planteó que la esencia del pensamiento

radica en la actividad que la persona realiza utilizando el resultado de la

experiencia social objetivamente condensada en la palabra; Berlyne (1972),

realizó estudios sobre pensamiento dirigido, y lo definió como cualquier

proceso que comprenda una cadena de respuestas simbólicas; Serrano

(1976), explicó que el hombre ha podido elaborar la ciencia, gracias al

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pensamiento, considerando éste como el resultado de conceptos, juicios y

raciocinio; Ansoff (1984), estableció que el pensamiento y el conocimiento

son elementos que se fundamentan mutuamente.

Así mismo, Drucker (1985), afirmó que la gerencia estratégica, es una

forma esencial de pensamiento y de acción organizacional, que vincula las

capacidades de la organización (fortalezas y debilidades), con las

oportunidades y amenazas que ofrece el entorno, facilitando la construcción

del futuro en escenarios cambiantes e inestables.

Sánchez (1991), realizó estudios sobre el pensamiento y sus

habilidades, demostró que las personas inteligentes desarrollan un sentido

de apertura y flexibilidad para las ideas de los demás; finalmente, Sánchez y

Sternberg (1996), comprobaron que pensar es una habilidad que puede ser

desarrollada y mejorada, procesando información, facilitando la toma de

decisiones y la solución de problemas que estuviesen relacionados con las

situaciones que enfrentan las personas en su interacción con el entorno.

Estos estudios permiten afirmar, que independientemente de cómo se

le conciba y del área científica, desde la cual se estudie, el pensamiento es

un proceso mental y una habilidad innata del ser humano, que le permite

vincularse con su entorno, puede ser desarrollado y mejorado para que el

individuo diseñe y estudie alternativas, solucione problemas y pueda

ajustarse a entornos turbulentos y cambiantes.

Estrategia

Universalmente no hay definición aceptada del término estrategia, y se

ha concebido con diversas acepciones por muchos autores y

administradores.

Quinn (1980) pone énfasis en los usos militares del término, y la

concibe como la forma de diseñar las acciones y maniobras para debilitar al

enemigo y derrotarlo.

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Para él, este concepto clásico de estrategia domina el pensamiento

estratégico formal de la era moderna.

Mintzberg (1985), presenta cinco (05) definiciones a partir de criterios

opuestos a los tradicionalmente aceptados que prevalecen en los escritos

sobre la milicia o en los negocios, para él, la estrategia puede concebirse

como un plan o guía para abordar una situación específica, como una pauta

de acción o maniobra para ganarle la partida al contrincante, como un

modelo o patrón de flujo de acciones, como una posición para ubicar a la

organización en un contexto externo, y como una perspectiva, cuyo

contenido implica no sólo la selección de la posición, sino una manera de

percibir al mundo. Mintzberg y Quinn (1993), definen la estrategia en el

campo de la administración como:

……, es el patrón o plan que integra las principales metas y políticas de una organización, y a la vez, establece la secuencia coherente de las acciones a realizar. Una estrategia adecuadamente formulada ayuda a poner orden y asignar con base en sus atributos como en sus deficiencias internas, los recursos de una organización, con el fin de lograr una situación viable y original, así como anticipar los posibles cambios en el entorno y las acciones imprevistas de los oponentes inteligentes (p.5).

En esta definición los autores integran aspectos de sus definiciones

particulares, y permiten concluir que la estrategia es una forma de visualizar

la organización y orientar su rumbo en función del uso raciona l de los

recursos de los cuales dispone, para que pueda lograr sus metas a pesar de

lo imprevisible del comportamiento de las fuerzas del entorno.

Sin embargo, la estrategia no solo comprende lo imprevisible del

entorno, sino también lo desconocido, ningún analista podría predecir de

forma precisa y exacta, como las fuerzas que se contraponen actúan entre sí,

o como serán distorsionadas o cambiadas por la naturaleza humana o las

emociones, o modificadas por la imaginación y lo determinante de los

contrincantes hábiles (Braybrooke & Lindblom, 1963).

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Lo antes expuesto, permite retomar nuevamente la concepción de que

la estrategia es una perspectiva, una manera particular de percibir al mundo

que puede modificarse ante cambios en las percepciones de los individuos,

en consecuencia y para fines de este estudio la estrategia es un concepto

que inicialmente existe en la mente de las partes interesadas y luego se

concreta en planes y acciones.

Cada estrategia constituye, una invención, un sistema creado por

mentes imaginativas o individuos a través de experiencias previas o

cualidades innatas, identifican y explotan con efectividad, las oportunidades

provenientes del entorno. Es importante recordar que nadie ha visto o tocado

una estrategia y que su concreción es a través de un plan, diseño o proyecto.

Las estrategias son concebidas dependiendo de los conocimientos,

experiencias y cualidades (habilidades) innatas de un individuo o equipo, y

se pueden modificar, cuando este (estos), modifique su forma de percibir al

mundo, y por ende a su organización. Una vez que la estrategia es

mentalmente concebida, se procede a darle forma o concretarla, cuidando

algunos aspectos para que su aplicación sea exitosa.

Para que una estrategia sea eficaz, tanto en escenarios militares y

diplomáticos como de negocios, deben abarcar aspectos estructurales

básicos tales como: objetivos claros y precisos, conservar la iniciativa,

concentración, flexibilidad, liderazgo coordinado y comprometido, sorpresa y

seguridad (Quinn, 1980), aunado a estos criterios básicos existen otros, pero

en todo caso lo importante es que antes de implementar una estrategia es

necesario evaluarla para de antemano tener una idea de que tan efectiva

será su ejecución. Para ello, se requiere tanto de quienes la conciben, como

de quienes tendrán a su cargo la puesta en marcha y control de su evolución.

Aún cuando el término ha sido estudiado por diversos autores, en el

ámbito empresarial, la estrategia es una ciencia incipiente. Tiende a ser

prescriptiva, normativa, a convertirse en algo administrativo, predecible,

cuantificable y controlable. Nada menos parecido. La estrategia tiene una

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lógica paradójica, es un fenómeno objetivo en el cual las condiciones surgen,

las quieran o no sus participantes, se den cuenta o no de sus alcances.

En la estrategia las circunstancias se juntan, se pueden volver en

contra, hoy pueden ser favorables pero mañana pueden haberse convertido

en amenazas, pues lo que maneja son discontinuidades potenciales que

podrían plantear amenazas o presentar oportunidades para la empresa. La

estrategia es en la empresa de hoy en día, el tema gerencial más importante

y lo seguirá siendo.

La estrategia empresarial ha cambiado de la lucha clásica por lograr la

mayor participación de mercado, a la configuración de escenarios dinámicos

de oportunidades de negocios que generen riqueza, a proponer enfoques

estratégicos audaces para mantenerse en un nuevo mundo de ecosistemas

empresariales que constantemente se deben explorar y analizar.

Dentro de este contexto, la estrategia como tal, esta repuntando dentro

de un proceso que se ha democratizado, donde hoy participan los gerentes

de línea, personal de la empresa con diferentes disciplinas, personal joven y

antiguo, clientes y proveedores claves, con la finalidad de crear redes de

relaciones con clientes, proveedores y competidores para obtener una mayor

ventaja competitiva.

El gerente de hoy debe salir de su torre de marfil, sumergirse en las

realidades del mercado, interactuar con sus clientes internos y externos y

crear una intención estratégica, es decir, crear un punto de vista con respecto

al futuro. La estrategia no se concibe para escenarios estáticos donde los

competidores no reaccionan o donde no existen las discontinuidades, de ser

así, la estrategia sería un asunto meramente administrativo.

Pensamiento estratégico

Las estrategias son concebidas por individuos geniales que con base

en sus conocimientos, experiencia, o naturaleza son los llamados

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pensadores estratégicos, pero qué es pensar estratégicamente. De acuerdo

a Quinn (1980), los macedonios Filipo y su hijo Alejandro, son los más

grandes pensadores estratégicos de la historia, al no sólo concebir, y planear

la estrategia de batalla, sino velar por el logro de los resultados esperados.

Todo el conjunto de estudios realizados por estos personajes dan idea de lo

que desde entonces hasta la actualidad es pensar estratégicamente.

Aspectos tales como: evaluar recursos, evitar la arrolladora superioridad

del enemigo, atacar donde no hubiesen ventajas decisivas, planear las

acciones y maniobras, desviar la atención del enemigo, debilitar a sus

contrincantes, aprovechar las fuentes desarrolladas de inteligencia, atacar

sorpresivamente, distraer a los contrincantes de sus posiciones defensivas,

consolidar sus fuerzas, intentar negociar para alcanzar las metas, ante el

fracaso de las negociaciones optar por un plan de contingencia bien

desarrollado, organizar su personal y desarrollar toda la logística necesaria

para asegurar el apoyo.

Aprovechar las ventajas del entorno, emplear sus ventajas relativas,

adiestrar a su personal hasta hacer de él una de las más disciplinadas y

altamente motivadas fuerzas del mundo, analizar sus atributos y sus

deficiencias especificas, prever las posibles estrategias y movimientos de sus

contrincantes, organizar su liderazgo para capitanear posiciones claves,

alinear su personal en una posición especial que les permita aprovechar sus

atributos y contrarrestar sus deficiencias, decidir donde concentrar sus

fuerzas, que posiciones conceder y que puntos tomar y retener, dispersar los

recursos de sus contrincantes, sincronizar las acciones con antelación, entre

otros; son las llamadas habilidades de un pensador estratégico. Y realizar de

manera consciente, lógica y coherente alguna de las acciones antes

mencionadas, es pensar estratégicamente.

Las ideas y acciones concretas desplegadas por los macedonios Filipo

y su hijo Alejandro en el ámbito militar, son similares a las que se conciben

para los negocios, aún en la actualidad. Para Quinn (1980), muchas

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compañías han seguido con éxito estrategias tales como: penetrar para

indagar, retirarse para determinar la fuerza de los oponentes, forzarlos a

extremar sus compromisos, concentrar los recursos, atacar a campo abierto,

avasallar un segmento del mercado, establecer posiciones defensivas dentro

de ese mercado y finalmente reagruparse para enseguida expandirse a partir

de esa base para dominar un campo más amplio.

Refiere este autor, que el pensador estratégico, bien por conocimiento,

experiencia o cualidad innata, debe concebir la idea, plasmarla, diseñar el

conjunto de acciones a seguir para su logro y velar porque su

implementación arroje los resultados esperados., solo así garantiza que la

organización constantemente esté innovando y ofreciendo al cliente lo que

este desea en verdad.

Mintzberg y Quinn (1993), plantean que el pensador estratégico,

siempre estará preparado mentalmente para que germine la semilla de una

idea, por lo tanto requiere tiempo para pensar en el problema que desea

resolver; esa idea una vez concretada, debe dársele la más alta prioridad

posible, de manera que el éxito o fracaso se defina rápidamente, pues el

éxito en la vida real depende de que tan capaz sea una persona para

identificar y exp lotar las oportunidades que se le presentan y, a la vez,

descubrir y enfrentar los problemas potenciales serios antes de que se

vuelvan críticos.

Para Gilder (1981), no se puede cancelar el azar mediante métodos de

administración racional, al hacerlo se cancela también la fuente exclusiva del

éxito humano; de forma tal que el inventor que actúa sólo cuando las

estadísticas respalden su elección, el empresario que espera hasta que el

mercado sea seguro, está condenado a la mediocridad. Además de la

información suministrada por un analista de valía, la pasión, la fé y el

entusiasmo permiten obtener victorias. El pensador estratégico debe confiar

en su intuición y hacer uso racional de los métodos de administración.

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Para Ohmae (1994), el análisis es el punto crucial de arranque del

pensamiento estratégico. De acuerdo al autor, al enfrentarse problemas,

tendencias, eventos o situaciones que parecen constituir un todo armónico o

que, de acuerdo con el sentido común actual, parecen venir integradas como

un todo, el pensador estratégico los divide en sus partes constitutivas,

descubre el significado de cada componente, y luego los ensambla para

maximizar sus ventajas.

Otra característica del pensamiento estratégico, es la flexibilidad que se

le imprime al proceso para encontrar respuestas realistas a situaciones

cambiantes. Argumenta, que el fundamento de este arte es una habilidad

personal, que le permite a los individuos mirar y enfocar las cosas de manera

diferente.

Por su parte, Morrisey (1996), afirma que el pensamiento estratégico

desde el punto de vista individual, se pude definir como la aplicación del

juicio basado en la experiencia para determinar direcciones futuras, en tanto

que, desde el punto de vista empresarial, lo concibe como la coordinación de

mentes creativas dentro de una perspectiva común que permite al negocio

avanzar hacia el futuro satisfactoriamente.

Su propósito según el autor, es ayudar a las empresas a explotar

desafíos futuros, tanto previsibles como imprevisibles. De acuerdo con su

experiencia el mismo autor destaca que hay tres fases en el proceso de

planeación. Cada una de ellas caracterizada por un proceso mental

totalmente diferente.

La primera fase es el pensamiento estratégico, que se enfoca en los

aspectos más intuitivos del proceso, y que lleva a la perspectiva futura de la

organización, además de permitir la ejecución de la misión, visión y de la

estrategia de la organización; la segunda fase es la planeación a largo plazo,

que exige una combinación de pensamiento intuitivo y analítico, que dará por

resultado las proyecciones de las posiciones futuras que la organización

desea alcanzar; en ésta, se valida y activa la misión, visión y la estrategia

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creadas durante la primera fase; la tercera, y última fase, es la planeación

táctica, que es básicamente un enfoque analítico con algunas alusiones

intuitivas, que propiciarán las acciones especificas que afecten el desempeño

en curso de la organización, y produzca los resultados a corto plazo,

necesarios para llevar a cabo la misión y alcanzar las posiciones futuras

proyectadas, es decir, esta fase lleva al rendimiento.

Al considerar como primera fase el pensamiento estratégico, Morrisey

(1996), resalta la importancia de este proceso mental y le confiere el lugar de

cimiento para la toma de decisiones estratégicas, sin el cual las decisiones y

acciones quizás sean fragmentadas e inconsistentes a largo plazo con los

objetivos básicos de la organización de sobrevivir, crecer y mantenerse

rentable.

El pensamiento estratégico, incorpora elementos intuitivos (basados en

los sentimientos) más que analíticos (basados en la información), por lo

tanto, necesita del compromiso activo de todas las personas que toman

decisiones importantes en la empresa, además de una modesta inversión de

tiempo de quienes toman decisiones criticas. Es allí donde está la clave del

éxito de una organización.

La revista Enlace Gerencial invitó recientemente a los empresarios

venezolanos José Elías Alvarez, director asociado de la firma Arthur D.

Little de Venezuela; Christian Burgazzi, director gerente general de Hay

Management Consultants Venezuela; Tulio Monsalve, consultor

independiente; y, Ricardo Paz, director de Recursos Humanos de Mavesa,

con el propósito de establecer un enfoque en colectivo acerca de los valores

y conducta en el liderazgo gerencial.

Ellos coinciden en afirmar que cada vez es más evidente que las

cualidades que definen la excelencia gerencial están asociadas a aquellas

características de personalidad que se manifiestan en conductas y actitudes,

y que provienen de las motivaciones y rasgos básicos del individuo que

definen la excelencia gerencial.

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Estos hombres de negocios consideran que dentro de las seis

características que representan los factores críticos de éxito para un líder

exitoso, aquí y ahora, es decir, en la Venezuela entrando al próximo milenio,

enfrentando tiempos de cambio sin precedentes, se encuentra el

pensamiento estratégico concebido como la habilidad de identificar patrones

o conexiones entre situaciones que no están relacionadas de manera obvia,

así como los aspectos claves subyacentes en condiciones complejas.

Del mismo modo manifiestan que, pensar estratégicamente implica:

generar y probar múltiples conceptos, hipótesis o explicaciones para una

situación dada y asegurar su comprensión por parte del resto de la

organización; identificar relaciones útiles entre los datos complejos de áreas

que no tienen relación entre sí; crear nuevos modelos o teorías que

expliquen problemas o situaciones complejas; y, armonizar los datos que

presenten discrepancias. Pero sobre todo, asumir una perspectiva de largo

plazo en análisis y ponderación de las situaciones que enfrenta (Martínez,

l998, p. 7).

Según Rojas (1997), los hallazgos de un estudio realizado por Hayl Mc

Ber en el ámbito internacional con un grupo de treinta y cinco (35)

presidentes líderes de empresas exitosas a escala global en quince (15)

países y sectores económicos diferentes, con la finalidad de identificar las

cualidades de los presidentes excelentes, en tanto que líderes de

organizaciones globales; indican que estos gerentes líderes del más alto

nivel poseen entre sus características o cualidades personales: búsqueda

amplia de información, conocimientos sobre asuntos que van más allá de los

límites de la empresa; pensamiento analítico para interpretar los eventos y

sus implicaciones; pensamiento conceptual para identificar relaciones no

obvias entre relaciones.

Esta capacidad de discernir los asuntos claves para empresa y ver las

implicaciones a largo plazo, genera ideas innovadoras y claridad de

dirección, permitiendo a los líderes exitosos focalizar el compromiso y

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entusiasmo de la gente; e, intuición decisiva para integrar lo anterior a una

visión y decidir el rumbo de las acciones.

Con base en las conclusiones de los estudios antes mencionados, el

pensamiento estratégico se puede considerar como un mecanismo que

facilita la transformación y adecuación de una empresa a las realidades de su

entorno competido y competitivo, y como cualidad es una condición innata

del individuo que lo impulsa a actuar continuamente en forma proactiva.

En esta investigación, el pensamiento estratégico será concebido como

el proceso mental, capacidad o estado de conciencia, que permite a un

individuo visualizar holísticamente el futuro de una organización, analizar y

reflexionar sobre situaciones complejas, asumir riesgos y afrontar retos,

minimizando la incertidumbre el la toma de decisiones; para un mayor y

mejor manejo de los cambios que el futuro pueda deparar, diseñar la

organización que se quiere tener en el futuro siempre en la búsqueda

constante de su visión.

Algunas de las razones esgrimidas para adoptar esta concepción son:

1. Facilita replantear la situación y visualizar las posibles soluciones en

una perspectiva más amplia, en situaciones donde la velocidad de

generación de los cambios, la baja adaptabilidad de las empresas y la vida

efímera de las organizaciones en el mercado, indican que es necesaria una

revisión externa e interna de las empresas (Valdez, 1996).

2. Permite descubrir oportunidades y ganar el futuro, ser la empresa

líder en el mercado, tener cierto éxito, esperar mejores tiempos para realizar

cambios, sin embargo la rigidez característica de las empresas altamente

burocráticas, están evitando que las empresas se adapten y cumplan con las

exigencias de los nuevos mercado (Valdez, 1996). Ello es importante porque

por lo general la parálisis paradigmática, muchas veces encasilla el

pensamiento, y no permite al individuo visualizar que las oportunidades están

dentro de la crisis, pero sólo se podrán detectar si se piensa

estratégicamente.

47

3. A medida que se aproxima el siglo XXI, el cambio se intensifica, y

desarrollar la capacidad para acoger y manejar mejor ese cambio se

convertirá en un imperativo absoluto, por lo que más allá de las

modificaciones legislativas y regulatorias, de las formas de cambios

estructurales, e incluso por sobre las innovaciones tecnológicas que generan

ventaja competitiva, el pensador estratégico sigue y seguirá siendo el centro

del negocio y el único generador de ventaja competitiva en cualquier sector.

4. El pensamiento estratégico, concebido como el estado de conciencia

que permite visualizar holísticamente el futuro de una organización, es una

opción para revertir el proceso de crisis y recesión por la que actualmente

atraviesan las empresas en general, y las empresas contratistas del estado

Zulia en particular, porque permite a los empresarios estar preparados para

el futuro, conscientes de la complejidad y el carácte r imprevisibles del

entorno.

5. Este estado de conciencia que permite estar preparados para el

futuro, no importa lo complejo e impredecible que pueda ser, facilitará la

transformación y adecuación de la empresa a las realidades de su entorno,

buscando al mismo tiempo ser motor del crecimiento de la industria (Vivas,

1996).

Cuatro enfoques para abordar el pensamiento estratégico

Según Vivas (1998), el pensamiento estratégico puede abordarse

desde cuatro puntos de vista o enfoques: como actitud y cultura, como

proceso, como herramienta y como cualidad. La actitud y cultura implica un

enfoque psicológico que se manifiesta a través del carácter proactivo y de un

empeño constante de estar siempre preparados, conscientes y a la

vanguardia, adelantándose a los acontecimientos.

Como proceso, hace referencia a un enfoque gerencial y administrativo,

ello es así porque como proceso, comprendía una serie de pasos que

48

incluyen la identificación, análisis y evaluación de los elementos claves para

el éxito de una empresa, provenientes tanto del entorno como de las

condiciones intrínsecas que señalen cuáles son las capacidades reales de la

empresa para enfrentar las oportunidades y amenazas de ese entorno.

Por otro lado, como herramienta, el pensamiento estratégico se puede

considerar como el mecanismo que define la meta a alcanzar y los caminos a

seguir para lograrlo de la mejor manera.

Se puede decir que este aspecto es la parte más visible de la

manifestación de su presencia en una organización. Si en forma consciente

se define y promulga la misión, visión, filosofía y sistema de valores,

entonces se puede decir que el pensamiento estratégico está presente

independientemente de sí este apareció en forma circunstancial porque fue

impuesto desde afuera para estar a la moda o de manera racional en función

de una necesidad real de estar mejor preparado para enfrentar el futuro.

Finalmente como cualidad, el pensamiento estratégico puede

considerarse como una característica innata del individuo en cuanto a la

forma de ver y enfrentarse a la vida, por lo tanto implica un enfoque social.

El individuo nace con esta cualidad que se manifiesta mediante los llamados

espíritus: creador, gerencial y empresarial.

El espíritu creador permite al individuo estar generando y fomentando

ideas nuevas, que tengan como estrategia la innovación en todos los

sentidos: productos, procesos, tecnología, entre otros, siendo su propósito

estar siempre a la vanguardia.

El espíritu gerencial se observa en aquellas personas que poseen un

don para administrar en forma óptima los recursos disponibles, individuos

adecuados para enfrentar crisis organizacionales en las que de una manera

muy ejecutiva pueden alcanzar el control y coordinar apropiadamente

actividades, recursos y decisiones para lograr el mejor desempeño.

Por último, el espíritu empresarial se manifiesta cuando se desarrolla

una capacidad de detectar negocios e impulsarlos en actividades muchas

49

veces no tan visibles para otros, en este caso, se cuenta con una gran

capacidad de detectar oportunidades que se buscan aprovechar simplemente

confiados en la corazonada e intuición que las mismas pueden conducir a los

mejores resultados.

Medición del pensamiento estratégico como cualidad: evaluación

de los estilos gerenciales estratégicos

Para Vivas (2000, p. 12), el pensamiento estratégico como cualidad

puede establecerse mediante algunos estilos de GE, los cuales permiten

evidenciar las cualidades de un pensador estratégico.

De acuerdo a Vivas (1998, p. F/2), algunos autores han desarrollado

herramientas para medir las cualidades de un pensador estratégico, como el

caso de la evaluación de los estilos de gerencia estratégica de Don Harvey,

adaptado por Merril (1982).

La aplicación de esta herramienta permite detectar cinco estilos:

jugador, colaborador, racional-análitico, agresivo-competidor e integrador.

Estos estilos fueron diseñados con base en los aspectos que se deben

considerar al momento de aplicar las tres etapas inherentes al proceso de

gerencia estratégica tales como: la formulación de los objetivos, el sistema

de planificación, la estructura de la organización, el análisis de los factores

claves internos y externos, la toma de decisiones, la puesta en marcha de las

estrategias y planes elaborados, la evaluación y el control de las estrategias

formuladas.

Según Vivas (2000, p. 13), como estilo innato ninguno es a priori mejor,

sino formas distintas de tomar decisiones y manejar los negocios.

A continuación en la tabla 1, se presentan los aspectos o factores

estratégicos considerados y las alternativas que caracterizan y definen cada

estilo gerencial que la aplicación de este instrumento permite detectar.

49

Tabla 1

Factores y características de los estilos gerenciales estratégicos

Aspectos o

factores

estratégicos.

Jugador Colaborador Racional-Análitico Agresivo-

Competidor

Integrador

Determinación de

objetivos

Fija estándares ele-

vados, orientados a

que la empresa se

convierta en la más

importante de ese

sector. Deja por

sentado que el

equipo debe ganar

y luego determina

los objetivos que

representen una

posición negociada

entre centros de

poder importantes

en la compañía.

Especifica los obje-

tivos y valores ha-

cia los cuales el

esfuerzo debe diri-

girse y en función

de los cuales se

medirá el éxito.

Desarrolla un punto

de vista colectivo

de lo que hace

grande a una com-

pañía y luego tra-

duce estas visiones

en metas amplias.

Detalla una serie

de resultados cuan-

titativos. Identifica

las capacidades de

la empresa y sus

debilidades, para

luego desarrollar

los criterios lógicos

y los estándares

que se deben

alcanzar en el

futuro.

Establece orien-

taciones precisas,

exhortando al per-

sonal a la bús-

queda de elevados

niveles de desem-

peño. Al fijar los

objetivos, el primer

paso consiste en

promover un cam-

bio hacia nuevas

estrategias.

Establece metas

accesibles. Man-

tiene los enfoques

del pasado y busca

que todos contribu-

yan cuando se fije

el rumbo a seguir.

50

Tabla 1 (cont)

Basamento del

estilo de gerencia

El desarrollo de un

sentido de urgencia

para alcanzar obje-

tivos y crear opi-

niones, ya que

cuentan mucho los

resultados para ha-

cernos un equipo

ganador. Cada vez

que se haga nece-

sario me hago car-

go de la situación,

dando las orienta-

ciones necesarias y

creando un clima

de equipo ganador.

El contacto fre-

cuente, participa-

ción y delegación,

buscando el con-

senso general entre

los subordinados.

El énfasis racional,

estableciendo es-

tándares elevados,

probando continua-

mente nuevas

ideas y conceptos

para ver qué pasa.

Hago que los ge-

rentes de los

distintos departa-

mentos analicen

sus diferencias, pe-

ro intento mantener

las opciones abier-

tas hasta que las

alternativas rele-

vantes puedan ser

analizadas.

La exhortación a

los gerentes de los

distintos departa-

mentos a fijarse

elevados niveles de

exigencia, incenti-

vando en los subor-

dinados metas exi-

gentes, promovien-

do la competencia

entre los grupos e

individuos como

una manera de

mejorar los resul-

tados totales.

Los procedimientos

formales, informes

escritos y la cadena

de comando, sin

hacerme notar de-

masiado, mante-

niendo un bajo

perfil

51

Tabla 1 (cont)

Concepción del

sistema de

planificación formal

Proporciona un li-

derazgo dinámico

hacia el logro de

metas mayores, por

lo que, los gerentes

de los diferentes

departamentos

deben seleccionar-

se cuidadosamen-

te, motivárseles y

asignárseles clara-

mente los roles que

deben desempe-

ñar.

Especifico metas y

valores.

Uso técnicas cuan-

titativas y analí-

ticas, así como

métodos que per-

mitan coordinar las

metas interdivisio-

nales en la di-

rección de abajo

hacia arriba.

Hace énfasis en las

confrontaciones de

opciones estraté-

gicas, mejora los

resultados a corto

plazo con respecto

a las metas esta-

blecidas y elimina

las alternativas me-

nos importantes.

Resalto en planes

presupuestarios de-

tallados realizados

por un grupo de

planificadores, par-

tiendo de criterios

de base previamen-

te establecidos.

Concepción de la

estructura de una

organización

Sigue a la estra-

tegia de la organi-

zación y se enfoca

en los resultados

Define responsabili-

dades sobre las ta-

reas a realizar para

que sean descen-

Proporciona una

cadena lógica de

comandos para

analizar y llevar a

cabo la estrategia

Proporciona me-

dios efectivos de

control que permita

al mismo tiempo a

dirigir a los geren-

Define en forma

clara las áreas de

autoridad y respon-

sabilidad.

52

Tabla 1 (Cont) Tralizadas y flexi-

bles, manteniendo

informados de una

manera directa y

personalizada a

quienes toman las

decisiones

Por medio de

canales de informa-

ción claramente de-

finidos.

tes de los distintos

departamentos en

forma constructiva y

disciplinada.

Análisis de los

factores

Es parte de un

proceso político, ya

que una estrategia

ganadora puede

formarse a partir de

coaliciones, lo cual

es superior a cual-

quier enfoque cuan-

titativo.

Es necesario tratar

que los miembros

del equipo se invo-

lucren en el análisis

constructivo de dife-

rentes ideas, opcio-

nes y métodos.

Permitirá a la

empresa el desarro-

llo de una base

amplia de datos

cuantitativos y de

modelos económi-

cos a partir de un

análisis cuidadoso y

lógico de dichos

factores

estratégicos.

Permite usar la con-

frontación abierta

entre acciones

opuestas y avalar

los hechos reales

de las situaciones

por medio de argu-

mentos, controver-

sias y conflictos

entre los gerentes

de los diferentes

departamentos.

Permite manejar la

organización a tra-

vés de procedi-

mientos formales,

de tal manera que

el desempeño de

cada gerente se

pueda comparar

con las normas

establecidas.

53

Tabla 1 (cont)

Toma de

decisiones

Como resultado de

la interacción políti-

ca de poderes.

Después de ana-

lizar nuevas ideas,

capacidades y las

reacciones de los

principales puntos

afectados.

Usando técnicas de

análisis racional

que sean cuantita-

tivas y orientadas

hacia los resulta-

dos.

Como resultado de

un análisis amplio

de diferentes pro-

puestas estratégi-

cas las cuales se

someten a confron-

taciones y una

comunicación cara

a cara ente los

defensores de cada

propuesta

Limitando la expo-

sición al riesgo

después de una

evaluación cuida-

dosa de las opcio-

nes estratégicas

con que se cuenta.

Puesta en marcha

de las decisiones

Requiere el apoyo

total de los inte-

grantes de la orga-

nización mediante

la persuasión, ne-

gociación o coope-

ración.

Hace énfasis en la

comunicación, par-

ticipación y com-

promiso en el es-

fuerzo en equipo.

Da a conocer a

cada gerente res-

ponsable de las

diferentes áreas, el

plan estratégico

con las metas pre-

supuestarias.

Hace que las cosas

sucedan por un

lado haciendo pre-

sión en los miem-

bros del equipo,

para obtener un

buen desempeño y

por el otro lado,

Actúa despacio,

manteniendo las

fortalezas vigentes

de la empresa

mientras se va

haciendo el cambio

de posición hacia

nuevas direcciones.

54

Tabla 1 (cont)

proporcionando la

retroalimentación

necesaria.

Ejecución de los

planes

Logra a cualquier

costo un desem-

peño óptimo, por lo

que es necesario

equilibrar los puntos

de vista conflictivos

para un funciona-

miento eficaz.

Genera un sistema

gerencial abierto y

carismático, combi-

nado con un siste-

ma operativo cálido

y humano; para

proporcionar los

mejores resultados.

Sacrifica las metas

individuales para

alcanzar y mante-

ner la productividad

y un nivel óptimo de

desempeño. Para

ello, es fundamental

utilizar un sistema

apropiado de in-

formes y aplicación

de controles que

conduzcan a la

eficacia y eficiencia.

Internaliza que las

necesidades de la

organización son

primero que todo y

que los gerentes

deben sacrificar sus

metas personales

para mantener un

alto nivel de

desempeño.

Continua con los

procedimientos

existentes haciendo

énfasis en bajos

niveles de conflicto

y en estrategias

cuidadosas de bajo

riesgo.

Evaluación

estratégica

Desafía las asun-

ciones pasadas con

nuevas ideas y

Utiliza una óptica

de responsabilidad

compartida, con

Lograrse con base

en las compara-

ciones de los resul-

Utilizarse para ha-

cer un seguimiento

al plan estratégico y

Proporciona los

medios para medir

el desempeño se-

55

Tabla 1 (cont)

potencialidades. miembros del equi-

po dispuestos a

realizar un análisis

crítico, evalúa y

revisa o mejora los

planes.

tados numéricos de

desempeño con los

planes establecidos.

controlar rápida-

mente cualquier

desviación.

gún las metas y

otorgar reconoci-

mientos.

Control de

la acción

estrategia

Implica una fuerte y

rigurosa revisión

manteniendo el con-

trol sobre los pro-

blemas de tal ma-

nera que se pueda

alcanzar un desem-

peño exitoso.

Reunirse con sus

subordinados y per-

sonas de otras

áreas como equipo

a la hora de

resolver.

Actúa a través del

cuestionamiento y la

recolección de infor-

mación sobre los

hechos y, mide y

evalúa cuantitativa-

mente con respecto

a los estándares de

rentabilidad.

Hace una revisión

frecuente de los

desempeños de la

compañía para de-

terminar si las es-

timaciones de los

gerentes departa-

mentales son rea-

listas

Busca sugerencias

de los gerentes

departamentales

para mejorar áreas

de problemas, sin

hacer cambios drás-

ticos en el plan.

Nota. Adaptado de Don Harvey Business Policy Company and Strategic Management, por Charles Merril, Publishing Company en 1982.

56

Asociación entre los estilos gerenciales estratégicos y el

pensamiento estratégico como cualidad

Vivas (2000, p.13), estudioso del pensamiento estratégico, producto de

sus reflexiones, integró y asoció los estilos de gerencia estratégica

detectados mediante la aplicación del instrumento propuesto por Harvey y

adaptado por Merril (1982), con las cualidades o espíritus que evidencian el

pensamiento estratégico como cualidad (ver figura 1).

Figura 1

Asociación entre las cualidades de un pensador estratégico y los estilos de

gerencia estratégica

Cualidad Estilos gerenciales estratégicos

- Espíritu creador - Jugador

- Espíritu Gerencial -Colaborador

-Racional-analítico

- Integrador

- Espíritu Empresarial - Agresivo-competidor

Nota. Vivas, R. (2000). Gerencia y pensamiento estratégico. Merril, Ch. (1982). Publishing Company.

Considerando ese esquema, se construyó el Cuadro 1 Asociación

entre las cualidades de un pensador estratégico y los estilos gerenciales

estratégicos, que permite visualizar los rasgos de cada cualidad o espíritu y

estilo gerencial con la finalidad de proporcionar mayor comprensión al lector

de la asociación propuesta por Vivas.

57

Cuadro 1

Pensamiento estratégico como cualidad y los estilos gerenciales estratégicos

Cualidad de un pensador

estratégico

Estilo gerencial estratégico

Espíritu creador: cualidad que

permite a un individuo estar

creando y fomentando ideas

nuevas que tengan como

estrategia la innovación en todos

los sentidos. Se observa en las

personas que se empeñan en una

idea muchas veces revolucionaria

y luchan contracorriente para

imponerla, siendo su propósito

estar a la vanguardia.

Jugador :propio de individuos que

ven la vida en función de opciones

y posibilidades como si estuviesen

realizando un juego. Les gusta

tomar riesgos y se fascinan con

las nuevas tecnologías y métodos.

Su meta principal es ser

reconocido como un ganador, su

miedo más profundo es ser

considerado como un perdedor.

Se preocupan por ganar a toda

costa. Buscan competir,

establecen estándares de

excelencia y están orientados

hacia los resultados.

Espíritu gerencial: se observa en

aquellas personas que poseen un

don para administrar los limitados

recursos disponibles. Son los

“Apagafuego” y “caballitos de

batalla”, buenos para enfrentar

situaciones difíciles de la

organización, en donde de una

Colaborador: se preocupa por los

resultados y por contar con un

equipo ganador, buscando un

equilibrio entre el logro y el poder.

Confía más en la confrontación y

el conflicto a la hora de tomar

decisiones.

58

Cuadro 1 (Cont.)

manera muy ejecutiva pueden

manejar y coordinar apropia-

damente actividades, recursos y

decisiones para lograr el mejor

desempeño.

Racional-analítico: es caracterís -

tico de individuos con una

preocupación más elevada hacia el

logro y menos hacia el poder, que

tiende a encajar en un estilo más

racional. La toma de decisiones se

basa en el proceso analítico y el

análisis lógico de la información.

Es un estilo más frío e intelectual,

orientado hacia los resultados.

Evade la confron-tación y se

sustenta en informaciones según

los hechos. Se hace énfasis en el

proceso racional y en los

programas y planes detallados. Se

preocupa por el logro de las metas

a largo plazo y por la aplicación del

análisis racional y cuantitativo de

problemas. Prefiere la responsa-

bilidad por los resultados.

Integrador: este estilo es propio de

individuos que se identifican como

una pieza de la organización.

Tiende a mantener una atmósfera

de cooperación y le falta empeño

para ser innovador o competitivo.

59

Cuadro 1 (cont)

Se preocupa por mantener la

armonía, el orden y por tomar

decisiones sólidas de poco riesgo.

Evita los conflictos y prefiere el logro

de las metas a largo plazo en forma

pausada, sin cambios drásticos.

Espíritu empresarial: Esta cualidad

se manifiesta cuando se desarrolla

en los individuos una capacidad

de detectar negocios e impulsarlas

en actividades muchas veces no

tan visibles para otros. Implica

aprovechar oportunidades

confiados en la corazonada e

intuición de que las mismas

pueden conducir a los mejores

resultados.

Agresivo-competidor: este estilo

gerencial es más agresivo y se

preocupa en alto grado por el

control que pueda tener sobre su

entorno. Aunque también se

preocupa por el análisis de las

situaciones que enfrenta, está más

orientado hacia el conflicto y el

enfrentamiento. La toma de

decisiones surge de la discusión

de puntos de vista conflictivos

hasta que surja la estrategia

dominante. Este estilo está

orientado hacia los resultados,

utiliza un alto nivel de

confrontación y ejerce un nivel alto

de presión.

Nota. Vivas, R. (2000). Gerencia y pensamiento estratégico. Merril, Ch. (1982). Publishing Company.

60

Éxito organizacional

El término éxito hace referencia a situaciones de logro, objetivos o

metas, ya sea individuales u organizacionales, pero que en todo caso,

implican resaltar o sobresalir con relación a otros. Un individuo se considera

exitoso si ha escalado profesionalmente, obtenido una promoción o logrado

una meta muy anhelada.

En el estudio realizado Spector (1999), acerca de los cien (100)

gerentes venezolanos más exitosos para el período 1997-98, se utilizaron

criterios tales como: capacidad para innovar, resultados tangibles de la

gestión en el período analizado, liderazgo, habilidad para generar valor en su

área de competencia y utilización productiva de las herramientas

tecnológicas.

Producto de estos criterios, resultaron seleccionados, entre otras áreas

funcionales, los siguientes presidentes ejecutivos: Gustavo Roseen, de la

Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) por haber

logrado la apertura al capital financiero internacional y reorganizar la

empresa; Lorenzo Mendoza, director – ejecutivo de Polar, por haber

realizado el proceso de reorganización más profundo en seis décadas y

creer con firmeza en la claridad de la línea de mando; Brent Willis, de Coca-

Cola por haber logrado que la empresa obtuviese al cierre de 1998, una

utilidad neta de $ 39.000.000,00; y tener por lema pelear duro por

mantenerse arriba. Su meta es mantener el 75% del mercado en los

próximos cuatro años. Su rasgo básico competir. De igual forma fue

seleccionado Carlos Sultán, de las tiendas Graffiti, por anticipar la

importancia del concepto de franquicias, como vía para acelerar el

crecimiento; Oscar Augusto Machado, Presidente de Sivensa, a quien se le

atribuye el logro de diversificación de los negocios, entre otros.

En este mismo orden de ideas, cabe destacar el estudio realizado por

esta misma autora en 1998, para presentar a las empresas venezolanas

61

más exitosas en las diez (10) áreas estratégicas de la gerencia. Este estudio

determinó que, entre otros, por ejemplo, Alfonso Rivas & Compañía destaca

en el área de liderazgo, encarnado en su director ejecutivo, Rafael Alfonso, a

quien se le caracteriza por su extraordinaria capacidad de anticipación a las

necesidades del consumidor, demostrada en la constante búsqueda de

oportunidades para desarrollar nuevos productos, haciendo uso de sus

capacidades, y para quien, la verdadera posibilidad de éxito de las empresas

viene cuando se logra que el entorno, la estructura y la organización estén

entonadas en un mismo eje.

Para él, las nuevas tesis organizacionales señalan que las compañías

exitosas son aquellas capaces de anticipar hacia donde va el entorno y

preparan la estructura de su organización para responder a esos cambios.

No cabe la menor duda, de que la naturaleza de cada área de negocio

exige de sus empresas capacidades esenciales, por lo que la gerencia de

cada área de negocio debe destacarse en ciertas funciones que son vitales

para el éxito, tal como lo muestra este estudio.

Con base en estas investigaciones se puede afirmar que existen

diversos criterios para medir tanto éxito personal como el éxito

organizacional. Criterios que van desde aspectos cualitativos (Subjetivos),

hasta aspectos cuantitativos (Menos Subjetivos).

El éxito de una organización puede medirse también en términos de las

ventas obtenidas, así lo demostró Spector (2000) en un estudio realizado

durante el período 1998-’99, para presentar las quinientas (500) empresas

líderes en ventas. Esta investigación determinó el éxito de tales

organizaciones, con base en los ingresos por ventas, expresados en dólares

estadounidenses. En este caso, el ingreso medido por ventas, es el común

denominador del éxito organizacional de las quinientas (500) empresas

analizadas.

Sin embargo, más que los ingresos obtenidos por concepto de ventas,

el indicador más apropiado para medir los resultados obtenidos de la gestión

62

culminada es la tasa de utilidad. Para Hill y Jones (1996), una empresa se

considera exitosa cuando su índice de utilidad es mayor que el promedio de

su industria o sector. “La tasa de utilidad normalmente se define como cierto

índice; por ejemplo el rendimiento sobre las ventas (RSV) o el rendimiento

sobre los activos (RSA)” (Hill y Jones, 1996, p.106).

Sí el índice de utilidad empleado es mayor que el promedio de su

industria o sector, entonces la empresa posee una ventaja competitiva que le

permite obstentar una posición ventajosa con respecto al resto de las

empresas que pertenecen al mismo sector. Para propósitos de este estudio,

el indicador utilizado para medir el éxito organizacional de las empresas

consideradas, fue el valor promedio del RSV.

Para determinar el valor promedio del RSV, primero se obtuvieron los

estados de ganancias y perdidas emitidos por las empresas objeto de estudio

al cierre del año 1999. Posteriormente, se calculo para cada empresa el valor

del índice RSV, dividiendo el valor de la utilidad antes del Impuesto Sobre la

Renta (ISLAR), entre los ingresos por obras, servicios o ventas netas.

Obtenidos los valores individuales de RSV, se sumaron y se dividieron

entre el total de empresas consideradas para obtener el valor promedio de

RSV para el sector, en el Municipio Lagunillas, subregión COLM del estado

Zulia. Una vez obtenido el valor promedio, se consideró a una empresa como

exitosa si su RSV individual era mayor al promedio obtenido para el sector.

Caso contrario, es decir, empresas con valores individuales de RSV

menores al promedio del sector se catalogaron como poco exitosas para ese

año.

Pensamiento estratégico como cualidad y el éxito organizacional.

Algunos estudios realizados aún cuando no estén científicamente

validados, reflejan de manera indirecta la posible relación que puede existir

entre el pensamiento estratégico y el éxito de una organización.

63

Recientemente Spector (1999), realizó una investigación para describir

los aspectos claves de los cien (100) gerentes venezolanos considerados

más exitosos durante el año 1997-98, y algunos de ellos gerenciaban

empresas consideradas como exitosas en un estudio realizado por esta

autora durante el año 1998.

Para escoger los 100 gerentes venezolanos considerados más exitosos

durante el período 1997-98, en cada una de las categorías seleccionadas:

presidentes ejecutivos, gerentes generales de finanzas, mercadeo, ventas,

producción, recursos humanos, exportaciones, informática y comunicaciones

corporativas; los postulados fueron designados mediante una consulta con

sus mercados naturales.

En el caso de los ejecutivos de Finanzas, fueron consultadas las

Gerencias de Crédito Corporativo de los principales bancos y los operadores

del mercado de capitales; para los de mercadeo, la selección recayó en las

agencias publicitarias; los de recursos humanos fueron aportados por las

principales empresas de “caza talentos”; los de producción fueron

escogidos entre los principales ejecutivos de las empresas de manufactura,

registradas en la Confederación de Industrias de Venezuela. Y así en las

demás categorías.

Los criterios sobre los que se fundamentó la selección, también fueron

muy claros: capacidad para ser innovador; resultados tangibles de la gestión

en el período analizado; ejercicio de liderazgo; habilidad para la generación

de valor en su área de competencia, y utilización productiva de las

herramientas tecnológicas. Se tabuló la información recibida a lo largo de un

período de dos meses de postulaciones, y procedió a la segunda fase del

proyecto: buscar los elegidos.

De acuerdo a los resultados obtenidos, entre las fortalezas de los

seleccionados destacan: la innovación, adaptabilidad, manejo científico de

los riesgos, uso productivo de la tecnología, comprensión cabal del concepto

de valor, liderazgo firme y amplio, capacidad de utilizar la inteligencia

64

emocional e intuición para encontrar sintonía con los cambios del mercado,

vocación por el servicio al cliente, honestidad y formación intelectual sólida,

capacidad de anticipación, conocimiento profundo de su empresa y perfecta

identificación con la misión, visión, metas, políticas y estrategias.

Disciplina financiera, diversificación del riesgo, sólida visión de la

estrategia a seguir, espíritu competitivo, obtención, manejo y procesamiento

oportuno de información sobre los potenciales consumidores, generación y

uso de una poderosa base tecnológica y preparación del capital humano,

cultivan la cultura del riesgo, su estrategia básica es la innovación,

generación del máximo valor para el cliente, capacidad para organizar

equipos de trabajo eficiente y un empecinamiento por el logro cabal de los

objetivos trazados.

Capacidad para visualizar nuevos negocios y segmentos del mercado,

búsqueda constante de nuevas oportunidades, capacidad para lograr un

cambio de la cultura corporativa e impulsar la proactividad del personal,

utilizar tecnología de punta para mantenerse a la vanguardia en la carrera

por el mercado, analizar el entorno y desenvolvimiento futuro del mercado

para adelantarse a sus requerimientos, coherencia, confianza, y

preocupación por la gente, visión estratégica clara, etcétera. Algunos de

estos rasgos y habilidades se corresponden con las manifestaciones del

pensamiento estratégico como cualidad.

De igual forma el estudio reveló, que entre las debilidades del grupo

seleccionado, resaltan: la informalidad para hacer negocios; la improvisación,

por la propensión muy venezolana a decidir que de acuerdo con el rumbo de

los acontecimientos, por lo que la planificación es un concepto poco

manejado (un alto porcentaje, reconoció que esta tendencia está cambiado);

uso improductivo de la tecnología, porque en pocas empresas se realizan

auditorias de la plataforma; mal manejo de riesgos, rasgo especialmente

marcado en el aspecto financiero, cultura relativamente pobre en materia de

tendencias gerenciales y, tendencias autoritarias para el ejercicio del

65

liderazgo. Algunos rasgos de los evidenciados a través de este estudio, se

corresponden con las manifestaciones del pensamiento estratégico como

cualidad, de acuerdo hasta lo hasta ahora expuesto.

Estos resultados indican que, quienes dirigen estas organizaciones, ya

sean presidentes ejecutivos, gerentes generales, gerentes de Mercadeo,

Gerentes de Finanzas, Gerentes de Informática, Gerentes de ventas,

gerentes de producción, gerentes de recursos humanos, gerentes de

exportaciones o de comunicaciones corporativas; poseen rasgos

característicos de un pensador estratégico.

Estos presidentes ejecutivos, consideran la cultura emocional como un

arma gerencial. Para ellos la clave del éxito es una poderosa base

tecnológica y una cultura de riesgos, destacan la importancia de la

innovación como estrategia, capacidad para detectar y aprovechar nuevos

nichos de mercado, búsqueda de nuevas oportunidades de negocios, usan la

tecnología de punta para mantenerse a la vanguardia en la carrera por el

mercado, capacidad para liderar industrias, coherencia, confianza y

preocupación, además de una visión estratégica clara, es para ellos, garantía

segura de éxito. (Spector, 1999).

Estos rasgos, que caracterizan sobre todo a los presidentes ejecutivos

que participaron en ese estudio, son algunos de los que se manifiestan en

los espíritus bajo los cuales según Vivas (1998), se manifiesta el

pensamiento estratégico como cualidad. Si estos Presidentes Ejecutivos y

Gerentes dirigen empresas exitosas como Polar, Coca-Cola, Graffiti,

Banvenez, Sivensa, Banco Provincial, IBM, Movilnet, Alfonso Rivas & Cía,

Telcel, Mc Donald´s, Microsoft, Ford Motors, PDVSA, Mavesa, Procter &

Gamble, Corimón, entre otros, debe existir una relación entre el pensamiento

estratégico como cualidad y el éxito organizacional.

Asimismo, Spector (1998), realizó un estudio para identificar las

empresas venezolanas más exitosas en las diez (10) áreas estratégicas de la

gerencia. La selección efectuada, no fue una selección al azar, sino producto

66

de una exhaustiva investigación que tomó en consideración la opinión de

asesores expertos. El objetivo de este estudio fue establecer una guía que

permitiese a otros empresarios diseñar herramientas para mejorar con base

en las experiencia de las organizaciones estudiadas.

El estudio, recoge las experiencias más exitosas de la gerencia

venezolana agrupadas en diez (10) áreas funcionales: producción, finanzas,

tecnología, internacionalización, alianzas estratégicas, mercadeo, atención al

cliente, recursos humanos, informática y liderazgo.

Tomando en consideración las áreas definidas, bajo el criterio de que

permiten determinar si se hace o no una buena gerencia, las empresas más

exitosas resultaron ser entre otras:

Alianza Estratégicas: Mavesa, Polar y PDVSA.

Finanzas: Corimón, Mavesa, Polar y Sivensa.

Informática: Mavesa, Banco Provincial

Internacionalización: PDVSA

Liderazgo: Alfonso Rivas & Compañía, Mavesa, Sivensa.

Mercadeo: Coca-Cola, Graffiti, Polar, Procter & Gamble.

Producción: Alfonso Rivas & Compañía, Mavesa, Polar, Sivensa.

Recurso Humano: Mavesa, Polar, Sivensa

Servicio al Cliente: CANTV, Mc Donald´s, Telcel

Tecnología: Sivensa.

Todas estas organizaciones eran gerenciadas por los mismos

individuos seleccionados como los gerentes venezolanos más exitosos

durante el periodo 1997-98, tal como lo evidencia el estudio anterior.

Estos resultados establecen una relación entre el pensamiento

estratégico como cualidad y el éxito organizacional, pues la investigación

acerca de los cien (100) gerentes más exitosos para el período 1997-98

indica que la mayoría de ellos poseían cualidades o espíritus característicos

de un pensador estratégico, y si estos individuos gerenciaban empresas

consideradas como exitosas en las diez (10) áreas funcionales estudiadas,

67

entonces, se puede concluir que el pensamiento estratégico como cualidad

está presente en los gerentes exitosos, y que se manifiesta en acciones

estratégicas que conducen al éxito a las organizaciones que gerencian, tal

como se demostró en los dos estudios antes descritos.

Sobre la validez de la afirmación anterior, existe otro estudio realizado

por Spector (2000), para presentar las quinientas (500) empresas

venezolanas líderes en venta para el período 1998-99, medidas en ingresos,

expresados en dólares estadounidenses.

Este estudio permite conocer como las empresas consideradas

exitosas, y agrupadas por sector presentan ingresos (ventas) nada

despreciables en comparación con la competencia.

El cuadro 2 que se muestra a continuación, permite visualizar la

empresa, el sector al cual corresponde, los ingresos recibidos por venta, y el

lugar que ocupa con base en este criterio, en su sector.

Aún cuando, algunas empresas antes mencionadas como exitosas, no

fueron incluidas, el cuadro permite visualizar, que en términos de ingresos,

medidos a través de las ventas, y expresadas en dólares estadounidenses,

los gerentes exitosos, gerencian empresas exitosas, y que este éxito puede

ser medido entre otros criterios, a través de las ventas realizadas.

Las conclusiones derivadas de estos estudios, permiten concluir que el

pensamiento estratégico como cualidad (rasgos evidenciados en los gerentes

investigados) está asociado con el éxito organizacional (compañías exitosas);

y que ese éxito organizacional, puede ser medido a través ciertos índices de

gestión.

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Cuadro 2

Empresas venezolanas - Ingresos por venta: 1998-99 (dólares

estadounidenses)

Empresa

Mavesa

Banco Provincial

Coca-Cola

Graffiti

Polar

PDVSA

McDonald´s

Procter &

Gamble

Sector

Aceite y Grasa

Banca Universal

Bebidas no Alcohólicas

Cadenas de Tiendas

Cervecero

Comercio Electrónico

Comida Rápida

Cosméticos

Ingresos ´98/´99

342/340

3.158/3.190

571/523

800.729

1.406/1.265

- -

105/125

208/239

Posición

2do. Lugar (de 6)

1er. Lugar (de 10)

1er. Lugar (de 3 )

1er. Lugar (de 4 )

1er. Lugar (de 6 )

1er. Lugar (de 3 )

1er. Lugar (de 4 )

1er. Lugar (de 5 )

Nota: Gerente. Edición Extraordinaria 1999/2000. Revista de Colección 2.

Definición conceptual y operacional de variables

Con base en la revisión bibliográfica y las asociaciones establecidas

entre los conceptos analizados, las variables de esta investigación son el

pensamiento estratégico como cualidad y el éxito organizacional. El

pensamiento estratégico como cualidad puede definirse conceptualmente

como una característica innata del individuo en cuanto a la forma de ver y

enfrentarse a la vida (Vivas, 1998, p. F-2).

Desde el punto de vista operacional puede entenderse como aquella

característica innata del individuo que se manifiesta a través de los espíritus

creador, gerencial y empresarial, que lo impulsan a estar a la vanguardia,

crear y fomentar ideas; administrar en forma óptima los recursos disponibles

y detectar negocios e impulsarlos confiados en la intuición. Las cualidades de

un pensador estratégico, que evidencian el pensamiento estratégico como

cualidad, fueron determinadas con base en los estilos gerenciales

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estratégicos detectados mediante la aplicación del instrumento de Harvey,

adaptado por Merril (1982).

Por su parte la variable éxito organizacional se define conceptualmente

como una situación de logro o estado temporal, que basado en una condición

o característica permite a una empresa ocupar una posición ventajosa, lugar

privilegiado o sobresalir, con respecto al resto de las empresas que

conforman la industria o sector (Spector, 1999).

Esta variable fue medida en términos del valor promedio del índice de

rendimiento sobre las ventas (RSV) obtenido al cierre del ejercicio contable

del año 1999.

En virtud del proceso seguido para su determinación, se define

operativamente como: valores del índice de utilidad rendimiento sobre ventas

(RSV) mayores al promedio obtenido. En consecuencia, una empresa

contratista se considera como exitosa, si su RSV individual es mayor al RSV

promedio obtenido para el sector.

Definición de Términos Básicos

Todas las definiciones fueron realizadas con base en la revisión

bibliográfica , para una mayor comprensión y manejo de la información

recabada y procesada.

Pensamiento: proceso mental o habilidad que le permite al individuo

vincularse con su entorno, tomar decisiones y solucionar problemas

relacionados con las situaciones que enfrenta en su interacción con ese

entorno.

Pensamiento estratégico: estado de conciencia que permite

vislumbrar holísticamente el futuro de una organización, habilidad del

individuo para analizar y reflexionar sobre situaciones complejas, y forma

para asumir riesgos y afrontar retos minimizando la incertidumbre en la toma

de decisiones.

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Pensamiento estratégico como cualidad: característica innata del

individuo en cuanto a la forma de ver y enfrentarse a la vida. Se puede decir

que se nace con esa cualidad que se manifiesta mediante los espíritus:

creador, gerencial y empresarial.

Gerencia estratégica: proceso sistemático que implica la formulación,

ejecución y evaluación de las estrategias establecidas por una organización.

Espíritu creador: cualidad que impulsa a un individuo a estar a la

vanguardia, creando y fomentando ideas nuevas.

Espíritu gerencial: cualidad que permite a un individuo administrar en

forma óptima los recursos disponibles para lograr un alto desempeño

organizacional.

Espíritu empresarial: cualidad que permita a un individuo detectar

negocios e impulsarlos confiados en la corazonada e intuición de que

conducirán a los mejores resultados.

Estilos gerenciales: patrones de conductas y actitudes provenientes

de la motivación y rasgos básicos, por las que se inclinan los gerentes

durante la ejecución del proceso de gerencia estratégica.

Estrategia: forma de diseñar acciones y maniobras para visualizar la

organización y orientar su rumbo en función del uso racional de los recursos

de los cuales dispone.

Éxito organizacional: situaciones de logro, objetivos o metas que le

permiten a una empresa resaltar o sobresalir con relación a otras.