CAPÍTULO 6: CONCLUSIONES...
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CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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CAPÍTULO 6: CONCLUSIONES FINALES.
6.1.- INTRODUCCIÓN
En este capítulo se exponen las conclusiones de los resultados
obtenidos en el presente estudio.
Por una parte analizaremos cada uno de los ensayos por separado,
describiendo brevemente en que consisten y haciendo las consideraciones
oportunas respecto a los valores obtenidos; y por otra, redactaremos un
resumen final en el que se intentará dar cuerpo a todas las conclusiones,
presentando las diferencias entre los dos métodos utilizados.
Para terminar se propondrá un procedimiento para realizar una práctica
en la asignatura “Ingeniería acústica ambiental”, en la que se pueda comprobar
alguno de los rasgos diferenciadores de los dos métodos de cálculo de la
potencia acústica, en los que se basa este proyecto.
6.2.- CONCLUSIONES
6.2.1.- CASO BASE
Para el caso base se colocó la fuente en el interior de la estructura que
define nuestra superficie de medida, intentando colocar el conjunto
fuente/superficie de medida lo más alejado posible de todas los objetos que lo
rodeaban. La disposición es la que se ve en la figura 6.1:
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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En este caso base los tiempos de medida y la discretización de la
superficie son los descritos en la normativa aplicada. Además, el ruido de fondo
tiene un nivel que se puede considerar despreciable, también de acuerdo con
la normativa que se ha aplicado.
Los resultados que el ensayo arrojó son:
dBALWA
0,73= (Cálculo de potencia a través de medidas de P)
dBALWA
8,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Como podemos observar, ambos resultados son prácticamente el
mismo, lo cual ya valida de alguna forma el ensayo realizado si tenemos en
cuenta que la desviación típica para cada uno de los ensayos es de 1,5dB.
Estos serán los valores que tendremos como referencia para el resto de
ensayos.
Veamos si se cumplen los criterios descritos en la norma para medidas
de intensidad:
Fig. 6.1
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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Para que se cumpliese el primer criterio, ya se expuso en el apartado 2
que el indicador Fpl, debía tener un valor inferior al del índice de presión-
intensidad residual menos 10, para cualquier banda. Eso significa que en todas
las bandas centradas en 200 Hz o más, el indicador Fpl debería ser menor que
7, lo cual se cumple en este caso. En las 7 restantes ese valor va
disminuyendo una unidad al movernos hacia frecuencias más graves, es decir,
que por ejemplo en la banda centrada en 160 Hz, Fpl no debe pasar de 6 dB.
En la banda centrada en 125 Hz está limitado a 5 dB, y así sucesivamente. No
obstante, habrá que ser más permisivo, o al menos tratar con más cuidado los
errores en las frecuencias más graves, puesto que, como ya veremos, son
mucho más problemáticas que las frecuencias altas.
Si se cumple el criterio 1, podemos asegurar que la intensidad residual,
aquella generada por los errores de fase de los micrófonos y por los errores
originados por las conexiones de la sonda, no es suficientemente importante
como para afectar a nuestras medidas.
Para que se cumpla el criterio 2, ningún valor en banda debe superar el
límite impuesto en la norma sobre el indicador F+/-, que como ya se comentó
estaba en 3 dB. Esto nos asegura que las potencias negativas, aquellas
relativas a sonido que entra en nuestro volumen de control, en lugar de salir, no
tienen un peso demasiado importante en ningún grupo de frecuencias.
Fig. 6.2
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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Por último, el tercer criterio, que hacía referencia a la repetibilidad de las
medidas, lo comprueba el programa de forma automática, mostrando la cara en
color verde si se cumple, y en rojo si no se cumple.
Como podemos ver, todo se cumple a la perfección en este caso, lo que
nos permite asegurar que estamos ante un ensayo con un grado de precisión 2
(grado de ingeniería).
Conclusión: En condiciones normales, es decir, en las condiciones que
nosotros hemos establecido como referencia (ausencia de fuentes parásitas
apreciables, entorno acústico relativo a una habitación amueblada y ajuste de
parámetros, siguiendo estrictamente las indicaciones de la norma ISO-9614),
ambos métodos son igualmente válidos y no presentan diferencias, en cuanto a
resultados se refiere, dignas de tener en cuenta.
6.2.2.- ENSAYO PARA COMPROBACIÓN DE LA REPETIBILIDAD
Este ensayo es una repetición del caso base con el que se busca
comprobar la repetibilidad de ambos métodos, es decir, ver si nuestro método
de medida es bueno y, por lo tanto, se puede llevar a cabo en varias ocasiones
sin que los resultados varíen de forma inaceptable.
Hay que mencionar que a pesar de que en la definición de condiciones
de repetibilidad se hace mención a que se aplique el método “a breves
intervalos de tiempo”, en nuestro caso mediaron entre 18 y 24 h, lo cual a
nuestro juicio no puede si no darnos mayor seguridad puesto que, como se
verá a continuación, los valores obtenidos están dentro de los márgenes
permitidos.
Los resultados que se obtuvieron al volver a realizar el ensayo base son:
dBALWA
9,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de P)
dBALWA
1,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Como podemos ver, ambos valores siguen estando dentro del intervalo
que delimita la desviación típica, por lo que se pueden considerar
perfectamente válidos, si bien se percibe una variación algo mayor en el
resultado obtenido de medidas de intensidad (0,7 dB más pequeño que en el
primer ensayo).
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Veamos aquí también el análisis de los criterios cuyo cumplimiento se
exige en la ISO-9614:
Como era de esperar, los criterios se vuelven a cumplir aquí
perfectamente.
Conclusión: Puesto que los resultados obtenidos se encuentran dentro
del intervalo de la desviación típica de los ensayos, podemos concluir que no
se han cometido errores de gran importancia en su realización. Nuestros
ensayos son perfectamente repetibles en el tiempo.
6.2.3.- ENSAYO CON AUMENTO DE LA DISCRETIZACIÓN
Según se comenta en el Anexo A de la norma ISO-3744, la superficie de
medida debe estar dividida en un número mínimo de segmentos, tal que,
siendo todos iguales, tengan un longitud máxima de lado de 3d, siendo d la
distancia entre la superficie de referencia y la superficie de medida.
Esto ya se comentó en el capítulo 3, donde se concluyó que en nuestro
caso el número de segmentos debería ser de 5; si embargo, para comprobar la
importancia, o influencia sobre los resultados, de seguir o no este precepto, se
aumentó este número hasta 20. Se obtuvieron los siguientes valores para los
niveles de potencia:
Fig. 6.3
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dBALWA
2,74= (Cálculo de potencia a través de medidas de P)
dBALWA
3,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Para poder afirmar que las medidas de intensidad tienen un grado de
precisión 2, hay que constatar que se cumplen los 3 criterios que se describen
en la ISO-9614:
Una vez más se puede asegurar que el grado de precisión de las
medidas de intensidad es el buscado.
Conclusión: Como se puede ver, la potencia obtenida a través de
medidas de intensidad, sigue estando entorno a los valores de los anteriores
ensayos. No en vano, la norma ISO-9614 a la que se ciñen estas medidas, no
pone límite superior al número de segmentos de la superficie de medida.
Por el contrario, la potencia obtenida a partir de la medida de presiones,
se ha alejado más de los valores obtenidos anteriormente; y si bien la
diferencia respecto al valor obtenido por el mismo método en los dos casos
anteriores, no parece suficiente como para descartarlo, sí que es señal
inequívoca de la influencia de la discretización sobre el cálculo de potencia a
través de medidas de presión, lo que de alguna manera viene a justificar, de
forma práctica, la limitación en el número de segmentos que se describe en la
norma que siguen estas medidas (ISO-3744).
Fig. 6.4
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6.2.4.- ENSAYO CON RUIDO DE FONDO ELEVADO
Como ya se comentó en el capítulo 5, hemos usado un sonido grabado
para generar un ruido de fondo que sobrepase el límite que en la norma ISO-
3744, se señala como límite aceptable para considerar válida la medida.
En el capítulo 3 se describe este aspecto de la norma, indicándose que
si A
L∆ es menor de 6dB, la precisión se ve reducida y habría que indicarlo
claramente en los resultados.
En este caso se obtuvieron los siguientes valores para los niveles de
potencia:
dBAN
L
N
i
L
PA
PAi 7,78101
log101
1,0=
⋅=′′ ∑
=
⋅
dBAN
L
N
i
L
PA
PAi 6,78101
log101
1,0=
⋅=′ ∑
=
′⋅
dBALWA
3,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Conclusión: Si nos fijamos en los niveles de presión acústica de la
fuente y del ruido de fondo, parece que no tiene mucho sentido calcular el valor
de potencia acústica, puesto que está claro que el nivel de la fuente es
despreciable en este caso; sin embargo, si buscamos dar un valor a toda costa,
podríamos hacer lo que quedó expuesto en el anterior capítulo, donde ante la
imposibilidad de calcular el valor del coeficiente de corrección por ruido de
fondo, se optó por tomar el valor máximo de dicho coeficiente (1,3dB) que se
indica en la norma. No obstante, ya pudimos comprobar que esto nos lleva a un
valor de nivel de potencia acústica, bastante alejado de los que hemos
considerado como referencia.
En la medida de la potencia a través de medidas de intensidad,
podemos comprobar como el resultado obtenido es prácticamente el mismo
que en los ensayos anteriores, por lo que se puede concluir que las medidas de
intensidad no se ven afectadas por el ruido de fondo, como ya se había
adelantado en capítulos anteriores.
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Veamos también el análisis de los criterios de las medidas de intensidad:
Tal y como se explicó en su momento, con el cumplimiento del criterio 1
podemos asegurar que la intensidad residual, tiene un valor suficientemente
pequeño como para no afectar a la intensidad medida.
Para que este criterio se cumpla, el valor de Fpl, parámetro que se
representa en la gráfica y que se definió en el capítulo 2, debe ser menor que 7
para todas las bandas centradas en frecuencias iguales o mayores que 200 Hz,
como se desprende de la tabla 2 que aparece en la norma UNE-61043. Como
se puede ver en la figura 6.5, esto se incumple en este caso en 5 bandas.
Concretamente en las centradas en 160, 200, 250, 400 y 1000 Hz.
Mirando los espectros de medida de los niveles de presión y de
intensidad en cada cara (fig. 6.5), se puede observar que son precisamente
aquellas bandas en las que sale una intensidad muy negativa en la mayoría de
los segmentos.
También se podría interpretar, teniendo en cuenta lo dicho antes, que el
bajo nivel de intensidad en esas bandas, hace que la diferencia entre este y el
nivel de intensidad residual sea mayor y, por tanto, que el criterio no se cumpla.
Habría que saber de qué modo comprueba el programa dBFA el primer
criterio, para poder entender correctamente por qué señala en estas bandas
Fig. 6.5
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una incidencia mayor de errores de fase en los micrófonos, cuando el resultado
no varía mucho del que hemos encontrado para el caso base.
Fig. 6.6
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El que estas frecuencias tengan un sentido predominantemente hacia
adentro, podría deberse a que se generan en alguno de los equipos que
existen en la habitación. Posiblemente pertenezcan a reverberaciones
inducidas por el ruido de fondo.
Sea como fuere, hay que notar también que esto ocurre siempre en
frecuencias bajas, lo que nos debería llevar a estudiar si nuestro equipo trabaja
peor en estos rangos, y cuáles son los motivos.
Para salvar estos inconvenientes, la norma ISO-9614, dispone dos
acciones distintas que se describen en la tabla adjunta a continuación:
En las bandas centradas en 250, 400 y 1000 Hz, además falla el
segundo criterio, abriéndose una nueva posibilidad para remediar el problema,
que viene descrita en la acción b.
Esta última acción tiene bastante sentido en nuestro caso, puesto que
precisamente esa es la particularidad de este ensayo, el que existe una fuente
parásita muy elevada.
Por último hay que señalar que para la cara izquierda, tampoco se
cumple el criterio 3. Si tenemos en cuenta además, que para la mayoría de las
Fig. 6.7
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bandas de frecuencia sí se cumple el criterio 2, la norma aconseja llevar a cabo
la acción e.
Esta acción también es bastante lógica sabiendo que la fuente parásita
de ruido, estaba precisamente frente a la cara que no cumple el criterio 3, y por
tanto tiene sentido que se nos indique que dupliquemos la distancia a la
superficie de medida, puesto que para la sonda el mismo efecto debe tener
estar muy cerca de una fuente u otra.
Hay que señalar que a pesar de todo lo que hemos expuesto en estas
conclusiones, el resultado obtenido para la potencia acústica a través de
medidas de intensidad es perfectamente aceptable, estando muy cercano al
valor de los ensayos anteriores, por lo que debemos asumir que a pesar de no
cumplirse los 3 criterios en su totalidad, la medida sigue siendo válida.
6.2.5.- ENSAYO AL AIRE LIBRE
Para este ensayo, los resultados obtenidos son:
dBALWA
0,75= (Cálculo de potencia a través de medidas de P)
dBALWA
2,74= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Como vemos, los valores calculados por ambos métodos siguen estando
bastante próximos, aunque se debe destacar que ambos son muy superiores a
los obtenidos para el caso base y, en general, para el resto de ensayos, hasta
el punto de no poder considerarlos aceptables, pues sobrepasan incluso el
margen que las respectivas normas consideran para la reproducibilidad, es
decir, 1,5 dB.
Nos encontramos aquí con una de las incógnitas que este proyecto
dejará sin resolver completamente, pues aunque vamos a describir algunos
factores que pueden estar en el origen de este incremento del valor de la
potencia en ambos métodos, no se ha podido averiguar cuál es el motivo real.
Vamos a comprobar primero si se cumplen los criterios que aseguran el
grado de precisión deseado:
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Como vemos, las bandas centradas en 100, 250, 315 y 400 Hz no
cumplen los dos primeros criterios, lo que puede significar varias cosas:
• Respecto al primer criterio, puede significar que en esas bandas la
intensidad residual es muy elevada, es decir, los errores de fase de los
micrófonos son elevados, o que el nivel de intensidad medido en esas
bandas es muy bajo, con lo cual la intensidad residual se hace más
importante.
• Respecto del segundo criterio, su incumplimiento significa que existen
demasiados segmentos en los que la potencia parcial de esa banda es
negativa.
Está claro que los 3 criterios cuyo cumplimiento es obligado para poder
verificar el grado de precisión 2 de nuestras medidas, no se cumplen. Además,
las acciones que la norma describe para intentar salvar este inconveniente (a, b
o c), van las tres en el sentido de intentar reducir la afección del ruido externo a
la fuente. Para este ensayo ya se había comprobado con anterioridad que el
ruido de fondo era despreciable según la norma ISO-3744, lo cual significa que
tampoco para las medidas de intensidad debe ser significativo. No obstante,
quedaría por comprobar si llevando a cabo alguna de las acciones comentadas
se soluciona el problema, aunque como ya hemos visto en otros casos
Fig. 6.8
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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anteriores, incluso incumpliéndose los 2 primeros criterios en un número de
bandas mayor, se obtenían resultados más cercanos al valor del caso base.
Es significativo el que ambos métodos han respondido de la misma
manera, recogiendo en sus resultados un incremento parecido (en torno a 2
dB).
Otro dato a tener en cuenta es que además del entorno, pues en este
caso se realizó el ensayo al aire libre, también la superficie reflectante era
distinta, estando constituida en este caso por grava de gran tamaño de la
usada para cubrir tejados no transitables.
Hay que comentar que existían unos muros de más de un metro de
altura, a lo largo de todo el perímetro de la azotea en la que se realizó el
ensayo; no obstante, estaban a unos 4 metros de la fuente en el lado más
cercano, por lo que no debería haber tenido influencia apreciable.
6.2.6.- ENSAYO CON LA FUENTE FUERA DE LA SUPERFICIE DE
MEDIDA
Ya hemos comprobado en algún ensayo anterior que el ruido de fondo
no afecta a las medidas de intensidad, puesto que al tener carácter vectorial y
realizarlas sobre superficies cerradas, lo que en un lado se mide de más, se
mide de menos en el resto, como ya se explicó en el capítulo 2. Sin embargo, y
para ver hasta que punto esto se cumple, hemos diseñado este ensayo en el
que se coloca la fuente bajo estudio fuera del volumen determinado por la
superficie de medida.
Obviamente no se ha obtenido el valor que teóricamente debería
aparecer para la potencia (puesto que no hay nada en el interior de la
superficie de medida, ese valor debería ser 0dB), como ya se vio en el capítulo
anterior. Está claro que la intensidad residual, por ejemplo, contribuye al error.
El resultado obtenido en este ensayo es:
dBALWA
4,56= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Veamos que ocurre con los criterios:
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Como se puede comprobar, existen muchas bandas (8 concretamente)
que incumplen los dos primeros criterios, lo cual tiene sentido pues ambos
criterios hacen alusión directa o indirectamente, a que el ruido de fondo es
demasiado elevado comparado con el nivel que emite la fuente, lo cual es
rigurosamente cierto en esta ocasión.
Conclusión: A pesar de que no es cero el resultado que se obtiene, su
valor es tan pequeño respecto del valor de referencia, que para nosotros es el
del caso base, que podemos verificar la conclusión que se adoptó en el ensayo
con ruido de fondo elevado, es decir, que se comprueba una vez más que las
medidas de intensidad no se ven afectadas por los niveles de fuentes externas
a la de medida.
El pequeño valor que se obtiene como resultado de este ensayo, vendrá
dado en parte por la intensidad residual. También se puede barajar la
posibilidad, no tenida en cuenta hasta ahora, de que los elementos usados
para determinar la superficie de medida (construidos en metal), actúen como
superficies reflectantes, y al estar siempre en el límite de nuestras medidas,
sumarían siempre un valor no determinado que falsearía en cierta medida
nuestros resultados.
Se puede comprobar también en este ensayo el carácter directivo de las
medidas de intensidad, capacidad que nos permite identificar la procedencia
del sonido que estamos midiendo. Esto se puede observar en el mapa de ruido
Fig. 6.9
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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que el programa dBFA permite obtener como resultado de un ensayo de
medida:
Se ve claramente que uno de los segmentos presenta un nivel de ruido
prácticamente nulo (debe entenderse que el programa considera en este caso
sólo los sonidos que provienen de nuestra fuente), lo cual significa que no sale
nada de sonido por ese segmento. Esto es totalmente cierto, puesto que era
frente a esa cara de la superficie de medida donde estaba situada la fuente en
este ensayo.
6.2.7.- ENSAYO PARA ESTUDIO DE LA DIRECTIVIDAD
La directividad es la característica fundamental de las sondas de
intensimetría, puesto que gracias a esta, se consigue incluir el carácter
vectorial de la intensidad en la medida. Para comprobar este hecho, se
programó este ensayo que pretende encontrar algún indicio que nos ayude a
entender esta característica.
El resultado obtenido fue el siguiente:
dBALWA
5,70= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
Vamos a comprobar si se cumplen en esta ocasión los criterios exigidos
en la norma ISO-9614:
Fig. 6.10
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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Como podemos comprobar, tan sólo una de las bandas presenta un
valor de Fpl que se pasa del límite impuesto, lo cual es poco significativo, y
puede deberse a reflexiones de los equipos presentes en la habitación.
Conclusión: Está claro que, puesto que en ningún momento la sonda
apuntaba directamente a la fuente, la intensidad medida debía ser menor. Tal y
como se explicó en el capítulo 2, la directividad de los micrófonos hace que el
mayor valor que es transmitido por estos sea el que captan de frente.
Este resultado es realmente interesante, no por corroborar de forma
práctica la directividad de la sonda, sino por resaltar la importancia de ser
riguroso a la hora de tomar las medidas, intentando mantener una velocidad
uniforme, una separación entre líneas uniforme y, sobre todo, mantener en todo
momento el eje de la sonda perpendicular a la superficie de medida. De hecho,
este puede haber sido un factor determinante en algunos de los ensayos, en
los que se obtuvieron valores de intensidad menores que los aceptados aquí
como válidos, a pesar de no existir diferencia alguna en la disposición de los
equipos ni en el medio que los rodeaba.
Fig. 6.11
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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6.2.8.- ENSAYO CON AUMENTO DEL TIEMPO DE MEDIDA
La última variación con respecto al caso base consistió en el aumento
del tiempo de medida para las medidas de intensidad. Puesto que este ensayo
se llevó a cabo en una visita distinta al laboratorio, debemos hacer algunas
consideraciones previas:
a) Existe una diferencia notable entre el valor de la potencia obtenido
a través de medidas de intensidad aquí, y el obtenido para el caso base de este
proyecto. Esta diferencia supera la indicada en la norma para la
reproducibilidad de los ensayos, no obstante nos servirá para nuestro
propósito, puesto que se realizaron dos ensayos seguidos para comprobar la
repetibilidad, obteniéndose en ambos casos el mismo resultado.
b) Esta diferencia también existe entre el valor de potencia a partir
de medidas de intensidad y el obtenido a través de medidas de presión; sin
embargo, nos servirá para ver la influencia que tiene el aumentar el tiempo de
medida en las medidas de intensidad.
Los resultados obtenidos son los siguientes:
dBALWA
4,72= (Cálculo de potencia a través de medidas de P)
dBALWA
6,70= (Cálculo de potencia a través de medidas de I)
dBALWA
6,70= (Cálculo de potencia a través de medidas de I. Repetibilidad)
dBALWA
1,71= (Cálculo de potencia a través de medidas de I. Tiempo: 30 s)
Comprobemos los criterios para este caso:
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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Tan solo un par de bandas incumplen ligeramente el criterio 1, y sólo
una incumple también el 2, lo que no se puede interpretar como un hecho que
desacredite el ensayo.
Conclusión: Como vemos, el segundo valor de potencia a través de
medidas de intensidad nos asegura la repetibilidad del ensayo, y la diferencia
respecto del valor obtenido a través de las medidas de presión, nos indica que
existe algún tipo de error sistemático de procedimiento o de configuración del
equipo, que perfectamente podría estar relacionado con lo expuesto en la
conclusión del ensayo anterior; no obstante, se puede comprobar que sin haber
variado nada, sólo aumentando el tiempo de medida de 20 a 30 segundos, se
registra un aumento de la potencia obtenida, que más que por el valor
numérico en sí, es importante por la tendencia que apunta.
En la norma ISO-9614 se comenta que realmente existe relación entre el
grado de precisión y el tiempo de medida, para medidas de intensidad. Por eso,
no parece descabellado pensar que, aunque no con mucho peso, este ensayo
viene a corroborar este aspecto de las medidas de intensidad. Desde luego
hubiese sido mucho más clarificador, haber seguido aumentado el tiempo de
medida para constatar esta tendencia.
Fig. 6.12
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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6.3.- COMPARATIVA DE LOS DOS MÉTODOS UTILIZADOS
En este apartado vamos a intentar condensar las conclusiones del
apartado anterior, para establecer las diferencias entre el método de cálculo de
potencia que usa medidas de presión, y el que usa medidas de intensidad.
1. En condiciones normales, ambos métodos son igualmente válidos en
cuanto a resultados, además de ser perfectamente repetibles, como se
ha podido constatar en los dos primeros ensayos.
2. La gran diferencia entre ambos métodos es la complejidad del método
de medidas de intensidad frente al de medidas de presión. Esta
diferencia es además insalvable, y se ha podido constatar en el ensayo
para análisis de la directividad, donde se concluyó que es necesario
tener mucho cuidado a la hora de realizar las medidas con la sonda.
3. El método intensimétrico, no se ve afectado por el número de segmentos
de la superficie de medida, mientras que el otro presenta variaciones
notables en el resultado, como se vio en el ensayo número 3.
4. Ante un aumento del ruido de fondo, ha quedado claro que las medidas
de presión pueden llegar a ser inútiles para la determinación de la
potencia acústica. Por el contrario, mediante medidas de intensidad se
consiguió, no sólo un valor coherente, sino el mismo resultado que en el
ensayo que le precedió, lo cual certifica la nula influencia que el ruido de
fuentes parásitas tiene sobre este tipo de medidas.
5. Otra ventaja de las medidas de intensidad es que proporcionan
información direccional acerca de la fuente, como ya se comentó en el
ensayo número 6, y como se puede observar en la figura 6.13,
perteneciente al ensayo número 3, en el que se aumentó la
discretización de la superficie de medida.
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
20
Observando la figura, se puede comprobar el lugar donde estaba situada
la fuente, respecto a la superficie de medida.
6. De forma similar a lo anteriormente dicho, se puede identificar el origen
de un ruido en una máquina compleja, lo cual puede aportar información
exclusiva acerca del problema.
7. Aunque no de forma rotunda, el ensayo 8 nos indica que en las medidas
de intensidad, el tiempo de barrido influye en la precisión de las
medidas. No obstante habría que corroborar esto con algunos ensayos
más en ese sentido.
Fig. 6.13
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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6.4.- PROCEDIMIENTO A SEGUIR PARA LA REALIZACIÓN DE
LA PRÁCTICA DE LA ASIGNATURA DE INGENIERÍA ACÚSTICA
AMBIENTAL
Como parte de este proyecto de estudio sobre las medidas de potencia a
través de intensidad, se propone a continuación un ensayo con el fin de
incluirlo en el programa de prácticas de la asignatura Ingeniería Acústica
Ambiental, impartida en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de
Sevilla. En este ensayo, se podrá comprobar directamente alguna de las
características que diferencian los dos métodos que, para el cálculo de la
potencia acústica, se han usado en este proyecto.
Quizás la ventaja más significativa para el uso industrial de este método,
sea el poder usarlo aun teniendo un nivel elevado de ruido de fondo, lo cual
suele ser habitual en cualquier tipo de industria. Por eso se incluye a
continuación el diseño de un ensayo enfocado a comprobar esta ventaja sobre
el método basado en medidas de presión.
Para la realización del siguiente ensayo necesitaremos: una fuente de
sonido, a ser posible de potencia sonora conocida; unos elementos que
delimiten la superficie de medida, como los usados para la realización de este
proyecto; un sonómetro normalizado para la medición de la presión sonora; una
sonda intensimétrica para medir la intensidad sonora (supondremos en el
procedimiento que se describe más abajo, que tenemos una sonda como la
usada en este proyecto) y una fuente secundaria que nos servirá para generar
ruido de fondo (debe ser lo suficientemente potente como para afectar de forma
considerable a las medidas de presión).
Una vez situada la fuente que vamos a someter al estudio en el
volumen que delimita la superficie de medida, llevaremos a cabo el
procedimiento que a continuación se describe.
1. Realizamos en primer lugar las medidas del ruido de fondo con el
sonómetro. Habrá que hacer una medida en cada uno de los vértices del
cubo que hemos escogido como superficie de medida (se ha escogido
un cubo porque es la forma geométrica más fácil de reproducir como
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
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superficie de medida), excepto en aquellos que limitan con la superficie
reflectante (el suelo). Además medimos también en el centro de cada
una de las caras del cubo.
2. Ponemos en marcha la fuente, y realizamos medidas de presión en cada
uno de los puntos que se han descrito en el paso anterior.
3. Una vez apuntados todos los valores de Leq en cada punto, para el
ruido de fondo y con la fuente en funcionamiento, seguimos el
procedimiento descrito en el capítulo 3 del presente proyecto para
calcular el nivel de potencia de la fuente sonora.
4. A continuación montamos la sonda intensimétrica G.R.A.S. tal y como se
describe a continuación: cogemos la caja donde se encuentran los
micrófonos, y los montamos, pues vienen separados en dos partes.
Debemos recordar el número de serie que viene en cada uno de los
micrófonos, pues no son intercambiables, es decir, el micrófono llamado
A es uno concreto de los dos, lo cual se puede comprobar mirando la
configuración de los transductores en la aplicación dBConf. Debemos
escoger a continuación la separación entre micrófonos, que para un
ensayo como el que se plantea aquí con una fuente como esta, puede
ser el más pequeño (12 mm). Ahora abrimos la otra caja, donde están
los preamplificadores y montamos cada uno en un micro. De esta
manera tenemos ya ensamblado todo en una pieza (los dos micrófonos
y los dos preamplificadores), y sólo queda montarlo en el brazo donde
se encuentra el control remoto. Debe quedar como se muestra en la
figura 6.14:
CAPÍTULO 6 Conclusiones finales
23
5. Ya sólo queda conectar la sonda al Symphonie, teniendo cuidado de
conectar el cable correspondiente al micro A en la entrada 1, y el
correspondiente al micro B en la entrada 2.
6. A continuación, y siguiendo las indicaciones de la norma ISO-9614,
llevamos a cabo las medidas de intensidad con la sonda, siguiendo
también los pasos descritos en el capítulo 4 para el manejo del
programa dBFA.
7. Una vez obtenido el valor del nivel de potencia, lo compararemos con el
obtenido mediante medidas de presión, que debe coincidir con éste de
forma aceptable.
8. Ahora conectamos la fuente auxiliar que nos debe permitir generar un
ruido de fondo suficientemente elevado, como para comprobar la
influencia sobre ambos métodos.
9. Volvemos a desarrollar cada uno de los métodos de medida, tal y como
se ha hecho antes, y vemos las diferencias en los resultados que se han
obtenido. Si se ha seguido bien el procedimiento, se debe llegar a una
conclusión similar a la obtenida en este capítulo para el ensayo titulado
<<Ensayo con ruido de fondo elevado>>.
Nota: En el apéndice A de este proyecto, se incluye un boletín para la
realización de la práctica que se ha descrito aquí, donde se puede encontrar
todo lo necesario para el desarrollo de la misma.
Fig. 6.14