cap14 Metalmecanica Gipuzkoa.pdf

download cap14 Metalmecanica Gipuzkoa.pdf

of 72

Transcript of cap14 Metalmecanica Gipuzkoa.pdf

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 332277

    1 4 . 11 4 . 1F u n d i c i n y F o r j aF u n d i c i n y F o r j a

    LA siderurgia que el diccionario define como el artede extraer hierro y trabajarlo, engloba diversasactividades que pueden diferenciarse tanto porlos procesos de fabricacin utilizados como por los pro-ductos obtenidos. Entre los mismos destacan la fundi-cin y la forja.

    El proceso de fundicin abarca la fusin de la mate-ria prima y la colada en un molde para tras su enfria-miento y solidificacin proceder al desmoldeo y el aca-bado. Los productos obtenidos bsicamente se clasifi-can en distintas variedades de hierro o de acero molde-ado, siendo la diferencia fundamental entre ellos la pro-porcin de carbono que contiene el producto final.

    En la Clasificacin Nacional de Actividades Econ-micas (CNAE 93) a nivel de tres dgitos se incluye en elepgrafe 275 Fundicin de metales que a su vez sedesglosa en 27.51 (fundicin de hierro), 27.52 (fundi-cin de acero), 27.53 (fundicin de metales ligeros) y27.54 (fundicin de otros metales no frreos).

    En la forja los productos deseados se consiguen gol-peando un tocho o barra metlica entre dos estampasde la forma a obtener grabada en su superficie. En laCNAE 93 se inscribe en el epgrafe 284 Forja, estam-pacin y embuticin de metales: metalurgia de polvossubdividindose en 28.40 (forja, estampacin y embuti-cin de metales; metalurgia de polvos), 28.401 (forja yestampacin de metales), 28.402 (troquelado y embuti-cin de metales), 28.403 (metalurgia de polvos).

    Fundicin

    Sntesis histrica

    LA obtencin de productos metlicos por el sistemade fundicin, ha sido un procedimiento utilizadodesde la antigedad. Los egipcios ya comenzaron afundir por el mtodo que contemporneamente se hallamado a la cera perdida.

    Las primeras instalaciones existentes en Espaadedicadas a la fundicin de piezas de hierro colado, fue-ron las Reales Fbricas de Lierganes y la Cavada enCantabria, en las que a partir de 1622 se fundan balasde can y piezas de artillera, utilizando hornos altosen los que se obtena hierro colado, que por su alto con-tenido de carbono, no poda ser forjado ni trabajado porotros mtodos en la poca, siendo til nicamente parala obtencin de piezas moldeadas. A finales del sigloXVII, le sigui la fbrica de Eugui en Navarra, con lamisma finalidad, contando en 1720 con dos hornos altosy oficiales fundidores procedentes de Lieja. En 1766 semodernizaron las instalaciones por cuenta de la Coro-na, con objeto de producir bombas y granadas.

    El aprovechamiento de la fundicin con fines civilesno lleg hasta 1826 en que en Mlaga se pusieron enmarcha las fbricas La Concepcin y La Constanciadiseadas por el oatiarra Elorza, general de artillera ymetalrgico, en las que, adems de obtenerse hierrodulce y acero utilizando la tecnologa inglesa (obtencindel arrabio en hornos altos para a continuacin eliminarel carbono no deseado en hornos de pudelar), se cola-ban piezas fundidas directamente en moldes.

    Los antecedentes ms lejanos para usos civiles ennuestro entorno fueron en Bizkaia Santa Ana de Bolue-ta, en 1849, y en Gipuzkoa la fundicin y los talleres demaquinaria de Fossey y Ca. que hacia 1.850 funciona-ban en Lasarte, y que posteriormente fueron traslada-dos a Pasajes con el nombre de Fundiciones de Moli-nao. Le siguieron la Fbrica de hierro San Martn deBeasain y Resusta y Vergarajauregui (1869) en Mon-dragn, as como San Pedro de Elgoibar en 1877 yAurrera de Eibar y diversos talleres de fundicin deTolosa y Hernani.

    Hacia 1950, la fundicin de piezas medianas y gran-des, en series pequeas o unitarias, tena un gran com-ponente manual requiriendo el oficio importantes cono-cimientos. Las ltimas dcadas la produccin ha tendi-do a concentrarse en nuestra Comunidad Autnoma(que representa del orden de un tercio del conjuntoespaol), y especficamente en Gipuzkoa. Sin embargo,se inicia una mayor dispersin como consecuencia de lanecesidad de aproximarse a las empresas consumido-ras.

    CCAAPPIITTUULLOO 1144

    Metalmecnica

    RubenRectngulo

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 332288

    Evolucin de la actividad

    LAS caractersticas de esta actividad bsica hacenque su evolucin guarde una importante relacincon la de la industria en general. En este sentido, recor-dar que tras el crecimiento registrado en la segundamitad de los aos sesenta y la dcada de los setenta yprimera parte de los ochenta, se registr un fuerte dete-rioro llegando a una situacin crtica que aconsej alGobierno Vasco a incluir a este sector entre los acogi-dos en el Plan de Relanzamiento Excepcional (PRE).

    Los aos siguientes la produccin registr una evo-lucin creciente al amparo de la favorable coyuntura dela industria en general y de la automocin en particular.

    El inicio de los aos noventa supuso un nuevo retrai-miento de la produccin consecuencia del deterioro dela actividad de los principales clientes para de nuevomediada la dcada producirse una importante recupe-racin. Los aumentos de las ventas al exterior no logra-

    ron compensar aunque s paliar, las negativas conse-cuencias de las cadas de la demanda del mercado inte-rior.

    Liderazgo de las empresasguipuzcoanas

    SEGN las informaciones del Directorio de Estable-cimientos Industriales (Eustat) el nmero de fundi-ciones en la Comunidad Autnoma Vasca es de 155 delos que 73 se ubican en Bizkaia, 53 en Gipuzkoa y 29en Alava.

    Esta situacin es fiel reflejo de la distribucin espa-cial de las fundiciones en 1995, todo lo cual se refleja enel cuadro siguiente.

    Distribucin por territorios y tamaosde las fundiciones de C.A.P.V.

    (1995)

    Territorio Clase de EmpleoHistrico fundicin = 50 TotalBIZKAIA

    Frrea 5 4 3 15 27No Frrea 30 7 4 5 46Total 35 11 7 20 73

    GIPUZKOAFrrea 5 3 6 11 25No Frrea 12 5 9 2 28Total 17 8 15 13 53

    ARABAFrrea - - 2 6 8No Frrea 13 3 3 2 21Total 13 3 5 8 29

    CAPVFrrea 10 7 11 32 60No Frrea 55 15 16 9 95Total 65 22 27 41 155

    FuenteFuente: EUSTAT. Directorio de Establecimientos, 1.995.

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 332299

    Una primera constatacin es que el nmero de fundi-ciones no frreas (95) es muy superior al de las frreas(60). Sin embargo, el tamao medio es claramentemayor en estas ltimas y las empresas que emplean a50 o ms trabajadores suponen el 53,5% del total, fren-te a nicamente el 9,5% en las primeras. En esta situa-cin influyen de manera decisiva los distintos procesosproductivos utilizados por unas u otras fundiciones. EnGipuzkoa la presencia de las no frreas es cuantitativa-mente ms reducida que en Bizkaia e igual que Alava yen ambos casos porcentualmente menor.

    Al igual que ocurre en otras actividades industrialestambin en el caso de las fundiciones se produce unanotable concentracin geogrfica que en el caso de Biz-kaia es en el Gran Bilbao y el Duranguesado, mientrasen Alava hay que sealar los valles Alaveses. En Gipuz-koa, donde se ubican las empresas lderes del sector elAlto Deba y en menor medida el Goierri son los queacogen una buena parte del sector.

    Evolucin del empleo

    COMO ya hemos sealado anteriormente, la activi-dad de nuestras fundiciones guarda un paralelismoimportante con el de la industria en general y en conse-

    cuencia la poblacin ocupada sufri una fuerte reduc-cin a partir de principios de los aos ochenta hasta lle-gar a 8.250 en 1998, despus de una significativa mejo-ra al final del perodo.

    De este total (8.250) algo ms de las dos terceraspartes (5.630) corresponden a la fundicin frrea.

    Al analizar las causas de esta situacin no puedeolvidarse que en esta actividad conviven empresas noslo de distinto tamao sino que tambin de estrategiasmuy dispares, ya que entre las no frreas algunasempresas han optado por la especializacin de piezasde gran valor aadido y comercializacin mundial, sobretodo para la automocin, lo que exige fuertes inversio-nes en tecnologa de produccin avanzadas, mientrasen otros casos se ha elegido la evolucin contraria en laque el menor precio juega un papel decisivo e implicauna creciente competencia de las empresas de los pa-ses emergentes, con todas sus negativas repercusio-nes en el empleo.

    Principales empresas

    LAS principales empresas de fundicin segn elDirectorio de Establecimientos 1.995 de Eustat sonlas siguientes.

    Principales empresas de fundicin C.A.P.V.

    Territorio Histrico Empresa Subsector Estrato de empleoMetacast, S.L. Frreo 250-499Aurrera Castings, S.A.L. Frreo 100-249S.A. Fundiciones Bolueta Frreo 100-249Betsaide, S.A.L. Frreo 100-249

    Bizkaia Fundiciones metlicas San VicenteFrreo 100-249Fundiciones San Eloy, S.A. Frreo 100-249Fundifes, S.A. Frreo 100-249Inyectametal No frreo 100-249Fundiciones Ansola, S.A. No frreo 100-249Fagor Ederlan, S.Coop.Ltda. Frreo y no frreo >500Gelma, S.A. Frreo 250-499

    Gipuzkoa Fagor-Vitorio Luzuriaga, S.A. Frreo 250-499Ampo S.Coop.Ltda. Frreo 250-499Fundiciones del Estanda, S.A. Frreo 100-249Microfusin Alfa, S.A. No frreo 100-249

    Araba Fundix, S.A. Frreo 250-499

    Fuente:Fuente: Directorio de Establecimientos 1.995. EUSTAT.

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 333300

    Es muy destacable la importancia de las fundicionesguipuzcoanas dentro del sector, siendo nicamente dosentre las ms importantes que o bien se han especiali-zado en la no frrea o la comparten con la frrea. Estasempresas (Fagor Ederlan, Fagor Vitorio Luzuriaga,Ampo, etc.), siguen desde hace aos estrategias defuerte inversin en tecnologa de produccin y comer-cializacin en amplias reas del mercado mundial.

    Principales variables

    EL valor de la produccin y el valor aadido genera-do entre 1991 y 1995 se expone en el cuadrosiguiente.

    Produccin y valor aadido generado en 1.991 y 1.995

    Variable Fundicin frrea Fundicin no frrea Total fundicin1991 1995 1991 1995 1991 1995

    V.Produccin s.f. (M.ptas.) (53.499) (77.421) (25.922) (63.938) (79.421) (141.359)V.Produccin s.f. (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0-Consumos intermedios 54,5 59,2 57,3 75,4 55,5 66,6=V.Aadido Bruto s.f. 45,5 40,8 42,7 24,6 44,5 33,4V.Aadido Bruto c.f. 45,6 40,8 43,0 24,7 44,8 33,5-Costes de personal 41,3 30,2 28,7 15,9 37,2 23,7=Excedente Bruto Expl. 4,3 10,6 14,3 8,7 7,6 9,8-Amortizaciones 6,6 4,5 4,6 3,9 5,9 4,2=Excedente Neto Expl. -2,3 6,1 9,7 4,9 1,7 5,5Inversin realizada 5,1 6,5 11,0 5,7 7,1 6,1

    Fuente:Fuente: EUSTAT. Cuentas industriales

    El primer aspecto a destacar es el fuerte crecimiento delvalor produccin a la salida de fbrica que pasa para elconjunto de la fundicin de 79.421 millones a 141.359,es decir se multiplica por 1,8. Esta evolucin es conse-cuencia bsicamente de la mejora de la demandadurante este perodo. Aunque no existen cuantificacio-nes especficas para las empresas guipuzcoanas delsector puede estimarse que al final del perodo consi-derado podan representar en torno al 40% del total, esdecir unos 57.000 millones de ptas. Los aos siguientes1996/1998 han sido muy favorables para las empresasde fundicin al serlo tambin para la industria en gene-ral.

    Sin embargo, el comportamiento de los distintos sec-tores es diferente pues mientras en la fundicin frrea elcrecimiento es de 53.499 a 77.421 millones (se multipli-ca por 1,48), en la no frrea lo hace por 2,47, al pasarde 25.922 a 63.938 millones de ptas.

    Una segunda cuestin es el aumento de la participa-cin de los consumos intermedios en el valor de la pro-duccin, que llega a 11,1% al pasar de 55,5 al 66,65, lo

    que es especialmente ms acusado en la fundicin nofrrea (18,1%) que en la frrea (4,7%). La causa bsicaes el aumento de los precios de las materias primas yposiblemente un aumento de la subcontratacin de acti-vidades que anteriormente se llevaban a cabo en unproceso de fabricacin ms integrado. Este comporta-miento supone lgicamente una disminucin del valoraadido bruto a la salida de fbrica mucho ms acusa-do en la fundicin no frrea.

    En tercer lugar, sealar la prdida de peso de loscostes de personal (del 37,2 al 23,7%) en el valor de laproduccin consecuencia de la mayor productividad lla-mando la actuacin que al final del perodo consideradoen la fundicin no frrea (15,9%) sean casi la mitad(30,2%) que en la frrea.

    Por ltimo, es reseable la cada de la importanciarelativa de las amortizaciones (del 5,9 al 4,2%), ascomo de a actividad inversora (en porcentaje del valorde la produccin) del 7,1 al 6,1% con prdida de unpunto, mientras el excedente neto de explotacin mejo-raba fuertemente (del 1,7 al 5,5%) con un comporta-

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 333311

    miento muy distinto entre el muy favorable de la fundi-cin frrea (de un 2,3 al +6,1%), mientras en la nofrrea se deterioraba del 9,7 al 4,9%.

    Actuacin comercial

    DEL anlisis de la informacin ofrecida por la Aso-ciacin de Fundidores del Pas Vasco y Navarrarelativa a la distribucin de la produccin entre los dis-tintos sectores demandantes, se deduce que del ordende las dos terceras partes del consumo se concentranen los fabricantes de vehculos y vlvulas, siguindolesen importancia los constructores de mquinas-herra-mienta para el trabajo de los metales, maquinaria agr-cola y la minera, si bien, son importantes las diferenciaspor subsector.

    Hay que recordar, como ya hemos sealado ante-riormente, que la competencia de las importaciones escreciente en los productos de menor valor aadido yque proviene de los pases emergentes.

    Las empresas vascas de fundicin, sobre todo las demayor dimensin, han mostrado una clara vocacinexportadora los ltimos aos, lo que se ha traducido enun fuerte crecimiento de las ventas a terceros, desta-cando las guipuzcoanas que ocupan el liderazgo. Ade-ms, hay que recordar que una buena parte de las pie-zas de fundicin vendidas en el mercado interior tienencomo destino final los mercados internacionales comopartes de productos (automviles, mquinas-herramien-ta, etc.), que se venden a otros pases.

    Evolucin comercio exterior empresasde fundicin de la C.A.P.V.

    (en millones de ptas).

    CONCEPTO 1990 1992 1994Exportaciones 24.697 27.947 46.430Importaciones 909 872 959Saldo comercial 23.788 27.075 45.471

    Fuente:Fuente: EUSTAT. Tablas Input-Output

    En el corto perodo de 1990/1994, el volumen de expor-tacin casi se ha doblado (de 24.697 a 46.430 millonesde ptas.) a pesar de la buena demanda interna en laparte final del perodo considerado. Al mismo tiempo,las importaciones han permanecido estacionadas con loque la balanza comercial y la cobertura han mejoradoespectacularmente. La primera desde un saldo exteriorfavorable de 23.788 millones a 45.471 y la segunda de27,2 a 48,4.

    Innovacin Tecnolgica

    LAS principales empresas de fundicin de la Comu-nidad Autnoma Vasca y de manera singular lasguipuzcoanas han mostrado los ltimos aos una des-tacable preocupacin por la constante mejora tecnolgi-ca, lo que el Gobierno Vasco, dentro de su polticaindustrial ha apoyado con ayudas para I+D tambinimportantes, especialmente con cargo al Programa deGestin Tecnolgica e Innovacin (PGTI), as como losconvenios con los centros tecnolgicos tutelados.

    Aunque las cuantificaciones con credibilidad de loinvertido por las empresas del sector en capacitacintecnolgica resultan difciles se estima que se sita lige-ramente por debajo del 2% del Valor Aadido Bruto a laproduccin a la salida de fbrica.

    Hay que sealar la estrecha colaboracin de losestablecimientos industriales del sector sobre todo conInasmet y Azterlan centros tecnolgicos especializadosen fundicin. El primero se cre en 1960 con esta espe-cfica finalidad aunque una dcada ms tarde abordotras actividades de investigacin, mientras la segundase orienta a la capacitacin tcnica de expertos del sec-tor.

    Por ltimo, dentro de este captulo y al igual que ocu-rre en otros sectores de nuestra industria es creciente lapreocupacin por la calidad, sobre todo en las empre-sas de mayor dimensin, lo que se refleja en la obten-cin de certificados ISO 9000 y la aplicacin de EFQM.

    Las ayudas del Gobierno Vasco

    EL desarrollo del autogobierno y del concierto econ-mico de la Comunidad Autnoma Vasca conllev laposibilidad de aplicar una poltica industrial especficapara el pas de la que las empresas de fundicin se hanvisto notablemente beneficiadas.

    Es la primera actuacin del Gobierno Vasco, el pro-grama conocido como "Ayudas a las empresas en difi-cultades en los primeros aos ochenta la presencia delas empresas del sector fue reducida tanto absolutacomo relativamente, ya que nicamente fueron tres lasempresas acogidas concedindose a una 900 millonesde ptas. de prstamos y a las dos restantes 240 en ava-les.

    Ocurri lo contrario con el Plan de RelanzamientoExcepcional de Empresas y Sectores Industriales(PRE), regulado por dos decretos (150 y 339 de 1985)y con vigencia para el trienio 1985/1987.

    Se concedieron ayudas con cargo a este programa a33 empresas (10 de fundicin para automocin y las 23restantes a las que no reunan esta circunstancia) porun importe total de 1.908 millones de pesetas: 1.030millones como subvenciones no reintegrables parafinanciar las reducciones de plantilla y 878 millones parasubvencionar la inversin.

    Adems de estas subvenciones el Gobierno Vascoconcedi avales ante intermediarios financieros por un

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 333322

    importe de 1.542 millones de ptas., para financiar lasinversiones aprobadas.

    La acusada crisis de los primeros aos noventaaconsej al Gobierno Vasco volver a apoyar a lasempresas industriales de la Comunidad Autnoma paralo que puso en marcha el Plan de actuacin extraordi-nario para empresas industriales en dificultades. Bsi-camente consista en la concesin de avales financierospara rescate, reestructuracin y reorientacin laboral,por lo que fue conocido como 3R. Tambin se contem-plaba la concesin de subvenciones no reintegrable atrabajadores de empresas por cierre definitivo de lasmismas. Su vigencia alcanzara el bienio 1.991/1.992.Un total de 10 empresas del sector se beneficiaran del3R con la concesin de avales por importe de 4.456,5millones de ptas.

    Un hecho destacable que ms de la mitad de estosavales (al resultar impagados los prstamos de las enti-dades financieras a 4 de 10 empresas del sector), fue-ron ejecutados con el consiguiente elevando gasto parala Administracin Pblica Vasca.

    Perspectivas del sector

    TODO hace prever que el ejercicio en curso ser muyfavorable para las empresas especializadas en fun-dicin, debido principalmente a la buena coyuntura delmercado espaol. A medio y largo plazo el saber hacerde las empresas de fundicin de la Comunidad Autno-ma del Pas Vasco constituye un activo importante quees valorado por los demandantes de estos productossobre todo en el mercado espaol.

    Adems, durante los ltimos aos sobre todo lasempresas de mayor dimensin estn modernizando noslo sus medios productivos (lo que requiere cuantiosasinversiones) sino los procedimientos de gestin, que losprincipales demandantes estn percibiendo, sobre todolos fabricantes de vehculos industriales.

    Hay que aadir como otros hechos positivos la cadavez mayor exportacin, lo que no slo supone mayormercado sino la necesidad de cambiar los mtodos tra-dicionales de gestin. Tambin la mejora permanentede la innovacin tecnolgica y la calidad (impuestas enbuena medida por las empresas demandantes) sonaspectos destacables.

    Entre las principales debilidades o carencias del sec-tor, sealaremos nicamente tres que pueden tenerconsecuencias muy graves en el conjunto de las empre-sas.

    En primer lugar, el gran nmero de pequeas empre-sas exige en el contexto en que van a tener que desen-volverse, acuerdos de colaboracin entre las mismasy/o creacin de estructuras comunes con capacidad deobligar a sus integrantes. En la situacin actual la debi-lidad de las empresas al vender, al comprar, sea bieneso dinero, al investigar, etc., es tan manifiesta que puedeafectar incluso a la supervivencia de un buen nmero deellas.

    En segundo lugar, la debilidad financiera con esca-sos recursos propios y por consiguiente permanentedependencia de terceros. Aunque la situacin puedeexplicarse por las crisis que ha padecido el sector toda-va hace poco tiempo, es evidente el riesgo que suponepara las empresas del sector el intento de manteni-miento de esta situacin.

    Y en ltimo lugar, la imperiosa necesidad de un buennmero de fundiciones que fabrican productos de bajovalor aadido para los costes que soportan (como losdel personal) y que inevitablemente estn obligadas aabordar nuevos productos.

    Forja

    LA forja es una de las actividades tradicionales denuestro pas, con las ferreras durante quinientosaos (hasta avanzado el siglo XIX) como antece-dente ms destacado.

    Las primeras mquinas de forja de las que se tieneconstancia fueron martillos de vapor puestos en marchaen Astilleros Euskalduna de Bilbao hacia 1.890 y quefueron sustituidos por sistemas de estampa de piezasen serie los primeros aos del siglo XX.

    Los principales demandantes eran los fabricantes deaperos de labranza, herramientas y armas abastecidaspor empresarios tan representativos como PatricioEcheverria de Legazpia, que en sus comienzos fueherrero de fragua y yunque, y Lzaro Unzueta de Elgoi-bar que forjaba caones de armas, por el mismo siste-ma.

    Hacia los aos treinta las forjas se extendieron poramplias zonas de nuestro pas. Pero el mayor desarro-llo se produjo al final de los sesenta y en la primeramitad de los setenta, perodo en que las acciones con-certadas con la Administracin Central posibilitaronfuertes inversiones y consiguientes aumentos de lascapacidades productivas que trataban de atender lacreciente demanda general y en especial la de la indus-tria de automocin.

    El hecho de que la demanda de las empresas deforja guarde una importante relacin con la de la indus-tria en general (y de forma creciente con la de los mon-tadores de vehculos), hace que en su evolucin sehayan producido fluctuaciones del mismo orden que laactividad industrial en general.

    La importancia de la forjaguipuzcoana

    EN los primeros aos ochenta las empresas de forja,al igual que otros sectores de la Comunidad Aut-noma Vasca, sufrieron una aguda crisis que lleg aamenazar la supervivencia de un buen nmero de ellas.De los estudios llevados a cabo en aquellas fechas des-tacan:

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 333333

    Empresas de forja por estampacinC.A.P.V.

    FORJADO N EMPRESAS VENTAS (TM)CALIENTE 33 88.096FERREOS 31 86.596NO FERREOS 2 1.500FRIO 2 4.377TOTAL 35 92.473

    Fuente:Fuente: Informes citados

    La forja en caliente de acero es el subsector ms impor-tante con casi un 94% del total de las toneladas vendi-das. Las 31 empresas especializadas en esta actividadtienen un peso relativo muy diferente, ya que slo unode ellos (Patricio Echeverria) representaba hasta el 23%del total, siendo el lder destacado. Le sigue un bloquede trece empresas que vendan entre 2.000 y 6.500 Tmcada una, y que constituyen el 55% de las ventas tota-

    les. Las once empresas con ventas entre1.000 y 2.000 Tm llegaban a representarun 18% del total y finalmente, un grupo deseis con ventas inferiores a las 1.000 Tm yque tan slo suponan el 5% restante

    Teniendo en cuenta que en el conjuntoespaol el nmero de empresas de forjapor estampacin es de 44, las de laC.A.P.V. (35) representan casi el 80% yhasta el 60% del empleo. Dentro de nues-tra Comunidad Autnoma, Gipuzkoaabsorba del orden del 70% de la produc-cin y el empleo, ocupando en las forjasprincipales el liderazgo del sector en suespecialidad.

    Evolucin reciente

    LOS ltimos aos han sido de una extra-ordinaria importancia para esta activi-dad al producirse importantes fusiones entre empresasdel sector mientras al mismo tiempo, por un lado cerra-ban algunas forjas y por otro se realizaban destacadasinversiones en un acelerado proceso de actualizacintecnolgica dentro de una tendencia a la especializa-cin productiva, todo lo cual ha permitido un granaumento de la competitividad. Las ayudas del GobiernoVasco han jugado un papel muy importante en toda estaevolucin.

    Dentro de los procesos de fusin hay que destacar elde Sistemas Forjados de Precisin (SFP) que engloblas forjas de Tolsan (Amorebieta), Irimo (Legazpia), For-jas de Lazcano, Talleres y Forjas de Elorrio y Ochandia-no y Echeverria, as como Norberto Arizmendi, ambasde Eibar, que se llev a cabo medidados los aos

    Estudio de la situacin tecnolgica del sector deforja por estampacin en la Comunidad Autno-ma del Pas Vasco. Idom Junio 1985

    Forja y fundicin para Automocin. Informessectoriales de la C.A.P.V. Federacin de lasCajas de Ahorro Vasco Navarras. Julio 1986.

    La forja por estampacin en la ComunidadAutnoma del Pas Vasco. 1989.

    Estudio de la estructura y organizacin espacialde la actividad econmica en Guipuzcoa. Elsector de forja. Equipo dirigido por Marisol Este-ban Calanza. 1990.

    Diversos informes sobre la evolucin econmi-ca de la forja por estampa en Espaa de laSociedad de Industrias de Forja por Estampa-cin (SIFE).

    Su evaluacin de la evolucin del sector se refleja enel siguiente cuadro.

    Forja por estampacin en caliente C.A.P.V.

    Ao 1985 1986 1987 1988 1989N empresas 31 31 31 31 31Personal 3.309 3.155 2.883 2.589 2.500Ventas TM 71.215 72.864 75.475 82.564 86.596% TM exportacin 14 13 11 11 12Ventas (Mill.Ptas.) 16.808 18.092 18.786 20.588 21.758Vtas. (Mill.Ptas.)Constantes 1985 16.808 16.697 16.569 17.197 16.988TM/Persona 21,5 23,1 26,2 31,9 34,6Mill.Ptas./Persona 5,1 5,7 6,5 7,9 8,7Pers. Medio Empresa 107 102 93 83 81

    Fuente:Fuente: Informes citados.

    El nmero de empresas permaneci estable, registrn-dose un fuerte descenso del personal ocupado duranteel perodo considerado (casi el 25%) al pasar de 3.309a 2.500) y en trminos absolutos 809 trabajadores. A suvez, las ventas crecieron un 21,6% (de 71.215 a 86.596Tm), de las que a la exportacin nicamente se desti-naron entre el 11 y el 14%, mientras a precios constan-tes los precios se deterioraban, con un gran descensodel empleo medio por empresa.

    Incluyendo las dos empresas de estampacin en froque haba en la C.A.P.V., la situacin en 1.989 era lasiguiente:

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 333344

    noventa y supuso el cierre de las plantas productivas deestas dos ltimas empresas. Poco antes se haba pro-ducido, bajo el liderazgo de Forjanor/Sidenor la concen-tracin de Forjas de Asua, Basauri y Villaba (Madrid)tomando el nombre de Forjas de Villalba (Favisa), que-dando las instalaciones de esta ltima. Posteriormente,este grupo ha tomado tambin el control de ForjasGaraciaga (Elgeta) y Formex (Durango).

    Asimismo, G.S.B. (Grupo Siderrgico Vasco) Forjaes el resultado de la separacin de la forja de herra-mientas de Patricio Echeverria (Legazpia) de la comer-cial, es decir la que suministra directamente la deman-da del mercado, configurndose como un grupo aceris-ta/forjador con plantas en Legazpia, Orense (la antiguaForjas de Galicia) y Blgica.

    Asimismo, G.S.B- Galfor, S.A. cuenta adems de laplanta de Legazpia con otras en Galicia y Blgica. Otroproceso similar a principios de los noventa protagoniza-

    do por las Forjas de Ermua y Amorebieta tom la deno-minacin de Forjaunin / Forging Products, S.L.

    Todo ello ha supuesto una configuracin del sectormuy distinta a la de hace una dcada.

    Ubicacin geogrfica delas empresas

    LAS forjas siguen teniendo una gran presencia en laComunidad Autnoma del Pas Vasco (del orden dedos terceras partes del conjunto espaol), si bien lascomparaciones con pocas anteriores son difciles porcuanto de acuerdo con los criterios internacionales solose consideran las que tienen un carcter comercial, esdecir, las que atienden la demanda del mercado sinincluir las que forman parte de un proceso empresarialintegrado y producen nica o mayoritariamente para supropias necesidades.

    Distribucin geogrfica de las principales empresas de forjapor estampacin en la C.A.P.V. 1998

    Empresas Territorio HistricoFORJA EN CALIENTE DE ACERO Alava Gipuzkoa Bizkaia ALCORTA BROCKHAUS, S.L. XX EUSKAL FORGING, S.A. (forja libre) XX FORJAS ALBIZU, S.A.. (forja libre) XX FORJAS DE IRAETA, S.A. (forja libre) XX FORGING PRODUCTS, S.L. XX FORJADOS Y PRENSADOS, S.A. XX FORJAS AREITIO, S.A. XX FORJAS DE BERRIZ, S.A. XX FORJAS GARACIAGA, S.A. XX FORJAS VASCO ASTURIANAS XX FORJAS Y ESTAMPACIONES IGLESIAS. XX FORJAS UNIDAS VASCAS XX FORJAS DE ZALDIBAR, S.A. XX FORJAS DE ZUMARRAGA, S.A. XX G.K.N. - F.P.L. XX G S B - FORJA XX ZUBIONDO, S.A.L. XX RIOGALINDO, S.L. XX SISTEMAS FORJADOS DE PRECISION, SAL (S F P) XX XX SUPER EGO TOOLS XX SUTOKI, S.A. XX TRANSPORT AUTOMOTIVE, S.A. XX ULMA FORJA, S.COOP. XXTOTAL 4 11 9

    Fuente:Fuente: SIFE - Elaboracin Propia

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 333355

    La forja de la Comunidad Autnoma Vasca sigue repre-sentando del orden de las dos terceras partes del con-junto espaol, manteniendo las guipuzcoanas el lide-razgo tradicional.

    La produccin

    LA situacin anteriormente descrita, en que empre-sas tradicionales vascas de forja tienen plantas pro-ductivas fuera de nuestra Comunidad Autnoma y queotras ubicadas en otras provincias producen en nuestropas, dificulta extraordinariamente conocer el valor de laproduccin.

    Segn las informaciones facilitadas por la Sociedadde Industrias de Forja por Estampacin (SIFE) lasentregas en el perodo 1983/1997 del conjunto del sec-tor han evolucionado de la siguiente manera

    ESPAA

    0

    20000

    40000

    60000

    80000

    100000

    120000

    140000

    160000

    180000

    200000

    1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

    Exportaciones

    Mercado interior

    FuenteFuente: SIFE

    Evolucin de las entregas en Tn netas

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 333366

    A partir de 1988 la produccin mantuvo una clara ten-dencia descendente, como el conjunto del sector indus-trial, para llegar en 1993 a la cota ms baja e iniciar unafuerte recuperacin que tras un ligero retroceso en 1996alcanz un nivel histrico en 1997 con 178.258 tonela-das, por valor cerca de 42.000 millones de ptas. Lasestimaciones para 1.998 elevan la produccin a unas200.000 Tn. Hay que recordar que del orden del 65%,es decir, unas 116.000 se producen en la C.A.P.V., sien-do Gipuzkoa el territorio ms destacado.

    Los principales demandantes son las empresas deautomocin (64% del total), y creciente participacin,seguidas de los fabricantes de valvulera (19%) ymaquinaria agrcola (7%). Minas, obras pblicas y cons-truccin y la construccin mecnica le siguen a grandistancia.

    De las 178.258 Tn, el 58% se destinaron el mercadointerior y el restante 42% a la exportacin, lo cual esmuy destacable, sobre todo si lo comparamos con el11% de hace una dcada. El esfuerzo de los fabrican-tes, bien es cierto, que obligados por las circunstancias,es muy meritorio.

    Pers

    onal

    em

    plea

    do

    4.500

    4.000

    3.500

    3.000

    2.500

    2.000

    1.500

    1.000

    500

    0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

    FuenteFuente: SIFE

    Evolucin del empleo en el sector (Espaa)

    Empleo

    COMO puede comprobarse el descenso ha sido muyacusado hasta 1.996 en que superaba ligeramentelos 2.500 ocupados (de ellos unos 1.600 en C.A.P.V.),

    para cambiar de tendencia e iniciar una ligera pero sig-nificativa recuperacin que se ha confirmado en 1.998.

    Los logros en la productividad cualquiera que sea lavariable que se elija (Tn/hombre/ao o millones de ptas.por empleo/ao), han tenido un creciente espectacular.

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 333377

    Las ayudas del Gobierno Vasco

    EN el programa del Gobierno Vasco conocido comoAyudas a las empresas en dificultades en los pri-meros aos ochenta la presencia de las empresas delsector fue reducida, pero de gran importancia para losque lograron acogerse al mismo. Posteriormente en elPlan de Relanzamiento Excepcional de Empresas ySectores Industriales (PRE) y con vigencia para el trie-nio 1.985/1.987 se concedi ayudas a 17 empresas deforja con una repercusin muy favorable. Las ayudastotales ascendieron a 1.132 millones de pesetas, de lasque 545 millones subvencionaron el empleo excedenta-rio y los 587 millones restantes las inversiones. .

    Adems de estas subvenciones el Gobierno Vascoconcedi avales ante intermediarios financieros por unimporte de 795 millones de ptas., para financiar lasinversiones aprobadas.

    Posteiormente la acusada crisis de los primerosaos noventa aconsej al Gobierno Vasco volver a apo-yar a las empresas industriales por medio del conocidocomo Plan 3R.

    Un total de ocho empresas del sector se beneficia-ron con la concesin de avales por importe de 1.163,5millones de ptas. y subvenciones de 645.

    Tambin hay que sealar las ayudas para Alianzasestratgicas interempresariales contempladas en elPrograma de Competitividad y las ayudas para I+D,especialmente con cargo al Programa de Gestin Tec-nlogica e Innovacin (PGTI), as como los convenios

    con los centros tecnolgicos tutelados.Todo ello ha tenido una gran importancia para el sec-

    tor que a contado con un apoyo importante primero parasuperar la crisis y despus para su reordenamiento

    Perspectivas

    TRAS la importante reordenacin sectorial, los forja-dores de la Comunidad Autnoma Vasca defiendensu cuota en el mercado espaol y ganan posiciones enlos mercados comunitarios que absorben hasta el 64%del total de las ventas a terceros. Amrica del Norte conel 20% es cada vez ms importante.

    La tradicin, el saber hacer, la proximidad de lasmaterias primas homologadas a nivel internacionalconstituye una ventaja comparativa.

    Tambin habra que sealar el menor coste de per-sonal en relacin con los pases europeos ms desa-rrollados.

    Pero junto a todo ello hay que considerar que losprincipales clientes de nuestros forjadores los monta-dores de vehculos se caracterizan por polticas deaprovisionamiento muy abiertas con precios decrecien-tes. La gestin de los pedidos es adems larga y costo-sa. Agregar que la diversificacin de los clientes secto-rialmente considerados, presenta importantes dificulta-des.

    La innovacin tecnolgica exige cuantiosas inversio-nes para lo que el tamao empresarial al igual que parala comercializacin a nivel mundial resulta fundamental.

    Evolucin de las productividades(Espaa)

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

    Ton

    elad

    as -

    Mill

    ones

    Pta

    s.

    Mill. Ptas. / hombre - ao

    Tn / hombre - ao

    FuenteFuente: SIFE

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 333388

    1 4 . 21 4 . 2A r t c u l o s a c a b a d o sA r t c u l o s a c a b a d o s

    e n m e t a le n m e t a l

    1 T o r n i l l e r a1 T o r n i l l e r a

    LA tornillera es una de las actividades industrialestradicionales de la Comunidad Autnoma del PasVasco con especial implantacin en Gipuzkoa apesar de lo cual resulta difcil conocer la magnitud desus principales variables socio-econmicas a lo quecontribuye la falta de una asociacin unitaria con visinglobal como ocurre en otros sectores.

    Segn la Clasificacin Nacional de Actividades Eco-nmicas (CNAE 93), las empresas, especializadas enesta produccin, se engloban dentro de la divisin 28(fabricacin de productos metlicos excepto maquinariay equipo), grupo 28.7 (fabricacin de productos metli-cos diversos, excepto muebles) y 28.740 (fabricacin depernos, tornillos, cadenas y muelles). Por procesos defabricacin se distingue la estampacin en fro y calien-te y el decoletaje, utilizndose diversas clases de mate-riales, pudiendo ser los productos obtenidos normaliza-dos o especiales. Los compradores de tornillera seintegran en los ms diversos sectores que a su vezdemandan calidades dispares. La evolucin tecnolgicade los medios productivos utilizados ha sido aceleradaen los ltimos aos, sobre todo en decoletaje.

    Para conocer la situacin actual con la mayor fiabili-dad posible se han utilizado informaciones de Eustat(Instituto Vasco de Estadstica) del Registro Mercantilen el caso de las empresas ms significativas, la Aso-ciacin Vasca de empresas fabricantes de tornillera(ASNEFAT) y entrevistas con los responsables desociedades dedicados a la fabricacin de tornillera, ascomo proveedores y expertos relacionados con el sec-tor. Tambin han consultado los datos de la AsociacinEspaola de Fabricantes de Elementos de FijacinMetlicos (ASEFI) que engloba a sociedades del sectordel conjunto espaol.

    Las empresas guipuzcoanas

    LAS dificultades para conocer con fiabilidad el con-junto del sector se derivan, como ya hemos ade-lantado, de la falta de una asociacin unitaria ycon visin global pero tambin del hecho de que algu-

    nas empresas se autoabastecen de tornillera sin quesea posible de desglosar el valor de su produccin total.Adems hay que aadir la atomizacin de esta actividaden la que estn presentes empresas de muy reducidotamao y ocupacin.

    Los antecedentes

    LA tornillera tradicionalmente se ha concentrado enGipuzkoa y sobre todo en la cuenca del ro Debasiendo Placencia de las Armas/Soraluze la poblacinque acoga al mayor nmero de empresas. En 1975 elnmero de establecimientos especializados censadosen la Comunidad Autnoma Vasca era de 118 de losque se ubicaban en Alava 10, en Gipuzkoa 77 y en Biz-kaia 31.

    Los primeros aos ochenta, el valor de la produccintornillera espaola se evaluaba en unos 25.000 millonesde ptas., de los que se estimaba que algo ms de lamitad (unos 13.000/14.000 millones de ptas.) se produ-ca en la Comunidad Autnoma del Pas Vasco.

    As, en el informe sectorial de la Federacin deCajas de Ahorros Vasco-Navarras (1985), se citan 84empresas de la Comunidad Autnoma del Pas Vasco,de las que cinco, se encontraban en Alava, cincuenta yocho en Gipuzkoa y veintiuna en Bizkaia, lo que pareceindicar una mayor tendencia a la concentracin enGipuzkoa.

    Se trataba de empresas de reducido tamao congran dispersin en la poblacin ocupada, en torno a unamedia de los 30 trabajadores. Los informes analizadospara el Plan de Relanzamiento Excepcional (PRE),mediados los aos ochenta, no aportan informacionessobre el conjunto del sector considerando que los aso-ciados de Asvefat, que en aquellas echas eran 28,representaban el universo del sector.

    De las veintiseis empresas que solicitaron acogerseal Plan de Relanzamiento Excepcional, 18 (el 69%) eranguipuzcoanas, 6 (el 23%), vizcainas y 2 (el 8%) alave-sas. Se manifestaba que sus 1.195 empleados repre-sentaban el 90% de la ocupacin total, facturando11.000 millones de ptas. Unicamente dos empleaban ams de 200 trabajadores, tres tenan plantillas entre 100y 200 y las restantes veintiuna menos de 100.

    La situacin actual

    LAS principales empresas guipuzcoanas especializa-das en tornillera son las siguientes, ordenadas pormunicipios:

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 333399

    Empresa Localizacin Estamp.Fro Estamp.Caliente

    PASCUAL CHURRUCA SORALUZE XX XXTORNILLERIA ORNESAGASTI SORALUZE XXTALLERES ALEJANDRO URRESTARAZU SORALUZE XXINDUSTRIAS GOL SORALUZE XXCARMELO MENDIZABAL SORALUZE XXTORNILLERIA MECANICA LASHER SORALUZE XX XXT. MENDICUTE SORALUZE XXECENARRO S. COOP. BERGARA XXTORNILLERIA DEBA BERGARA XX XXT. UNZURRUNZAGA (TORUNSA) BERGARA XX XXTAMU BERGARA XXSEGUR BERGARA XXI.GORA BERGARA XXARGUI (TRITOR) BERGARA XXTORNILLERIA ELCORO ELGUETA XXEIBAR DECOLETAJE ELGUETA XXTORNILLERIA ZETA EIBAR XXGREGORIO FERNANDEZ EIBAR XXTORLASER EIBAR XXT. LEMA EIBAR XXDECOLETAJE LOPEZ EIBAR XXAJUBITA ELGOIBAR XXJULIO RETOLAZA ELGOIBAR XXMATZ-ERRAKA ANZUOLA XX XXFIXTOR, S.A. RENTERIA XXINDUSTRIAS LEIN ORIO XXPANELFISA TOLOSA XXZUBIZARRETA MONDRAGON XXGOROSABEL MONDRAGON XXESPARRAGOS Y TORN. ESPAOLES OATE XX

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 334400

    No se incluyen los fabricantes de tuercas ni de arande-las, entre los que destaca Soraluze Hermanos de Azcoi-tia, ni los de decoletaje, actividad con varios pequeostalleres.

    Empleo, facturacin y situacineconmico-financiera

    LA plantilla de los tornilleros guipuzcoanos se sitaen torno a los 1.000 trabajadores, con una ocupa-cin media algo menor a las treinta personas. Uninforme de Asvetat de 1996 estableca en 584 los tra-bajadores de sus dieciocho empresas asociadas (32 demedia).

    Segn las informaciones facilitadas por una muestrarepresentativa de las empresas del sector la edadmedia de los empleados es de cerca de 43 aos, de losque menos del 7% es menor de 30 aos, una cuartaparte entre 30 y 40 y el restante 60% se reparten casi apartes iguales entre los comprendidos entre 40 y 50aos y los que sobrepasan esta edad.

    De las entrevistas mantenidas se deduce una doblepreocupacin entre los empresarios del sector. Por unlado la falta de formacin externa para dar respuesta alas necesidades especficas de la tornillera y por otro,la escasa adecuacin de las plantillas con cualificacinapropiada a las necesidades actuales de las empresasdel sector.

    El valor de la produccin del sector tornillero gui-puzcoano (excluyendo decoletaje, arandelas y tuercas)puede evaluarse en unos 13.000 millones de ptas., loque supone una media por empleo de unos 13 millonesde ptas. Segn un informe de ASVEFAT a que anterior-mente nos hemos referido,sus 18 asociados con 584empleados facturaban 9.800.000 millones de ptas.(media de casi 17) lo que no parece extensible al con-junto del sector. De la facturacin total casi un 70% esde estampacin en fro y el restante 30% en caliente.

    Como en otras muchas actividades industriales denuestra Comunidad Autnoma, y en concreto las gui-puzcoanas, en la tornillera el destino principal de la pro-duccin es la automocin (casi la mitad) seguida de lasobras pblicas (9%), y electrodomsticos (5%).

    La exportacin directa nicamente supone un terciode la facturacin de las empresas y basada en los pro-ductos obtenidos por estampacin en caliente (casi el60% de lo que producen las empresas dedicadas a estaespecialidad) siendo los principales pases destinatariosFrancia y Alemania. De los restantes compradores exte-riores solo tienen alguna entidad los del Benelux. Laautomocin es tambin mayoritariamente el destino deestas ventas.

    En los estudios llevados a cabo para el Plan deRelanzamiento Excepcional (PRE), a fines de 1985, trasun largo perodo de coyuntura adversa, el anlisis de lasituacin econmico-financiera ya evidenciaba que

    una parte de las empresas del sector presentaban gra-ves desajustes patrimoniales; otras, sin llegar a deterio-ros sustanciales, atravesaban serias dificultades y unnmero menor segua obteniendo resultados favorablesy mantena un equilibrio patrimonial normal. Esta situa-cin se ha corregido en sus aspectos bsicos, entreotras razones por la desaparicin de las empresas msdbiles del sector.

    Segn los datos recogidos del Registro Mercantil, lasempresas ms significativas obtienen resultados favo-rables en el trienio 1995/1997, aunque muy desigualesen cuanta y porcentaje sobre las ventas o los fondospropios.

    Los aprovisionamientos representan el mayor por-centaje de las ventas incluso por encima del 50%,seguido del coste de personal que se sita en torno al30%, registrndose grandes fluctuaciones en los sumi-nistros exteriores (entre el 9 y el 22%) y las amortiza-ciones.

    Ayudas del Gobierno Vasco

    EN la primera actuacin del Gobierno Vasco, por elprograma Ayudas a las empresas en dificulta-des en los primeros aos ochenta, fueron doslas empresas beneficiadas que recibieron 330 millonesde ptas en prstamos (250 y 80) a diez aos con dos decarencia y subvenciones no reintegrables por 121 millo-nes de ptas. .(50 y 71). A su vez en el Plan de Relan-zamiento Excepcional de Empresas y Sectores Indus-triales (PRE), con vigencia para el trienio 1985/1987,se acogieron veintiuna empresas consideradas comotornilleras.

    Las ayudas al sector para financiar las reduccionesde plantillas y las inversiones fueron las siguientes:

    EMPLEOEMPLEO

    N de trabajadores excedentariospropuesto por las empresas y aprobadospor el Gobierno Vasco 199Subvenciones no reintegrables concedidaspor el Gobierno Vasco (en millones de ptas.) 299

    INVERSIONESINVERSIONES

    Inversiones propuestas por lasempresas y aprobadas por el Gob.Vasco (en millones de ptas.) 2.079Subvenciones aprobadas (en millones de ptas.) 438

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 334411

    Adems de estas subvenciones el Gobierno Vascoconcedi avales por un importe de 776 millones de ptas.para financiar las inversiones aprobadas y ayudas paraI+D, con cargo a un programa especfico.

    La acusada crisis de los primeros aos noventaaconsej volver a apoyar a las empresas industriales dela Comunidad Autnoma para lo que se puso en marchael Plan de actuacin extraordinario para empresasindustriales en dificultades.

    Se acogi a este Plan una sola empresa del sectorque con un excedente aceptado por el Gobierno Vascode 88 trabajadores, recibi una subvencin no reinte-grable de 266 millones de ptas.

    Perspectivas del sector

    LA tornillera como producto no puede incluirseentre los de demanda ms dinmica en el futuro.Adems se registra una clara tendencia a la pr-dida de la marca identificadora de calidad y de un fabri-cante concreto, lo que acaba repercutiendo negativa-mente en los precios de venta y en el abastecimientocada vez mayor por los pases emergentes como los delExtremo Oriente.

    El reducido tamao de la mayor parte de las empre-sas guipuzcoanas de este sector constituye una debili-dad muy importante por cuanto determina los niveles degestin y la capacidad real de invertir en tecnologas de

    produccin avanzada, comprar en condiciones ventajo-sas y actuar comercialmente sobre una parte sustancialde la demanda global.

    Las distintas actuaciones sectoriales del Gobiernosobre todo con el Plan de Relanzamiento Excepcional(PRE) impulsaron la formacin de grupos con diversasfinalidades, entre otros el control productivo, la ordena-cin subsectorial de la fabricacin y hasta el almacena-miento, sin los logros suficientes que requiere el sector,pues las dificultades para llegar a acuerdos importantesentre los empresarios para abordar conjuntamenteestas tareas son manifiestas y no estn permitiendo, almenos desde el punto de vista global, la aplicacin delas soluciones necesarias.

    Adems, el sector, cuya facturacin tanto interiorcomo exterior va dirigida mayoritariamente a la automo-cin, se ve afectado negativamente por la reduccinimpuesta del nmero de proveedores y por el aleja-miento de las decisiones.

    En este contexto, algunas empresas han logradoabastecer nichos concretos de mercado produciendo encondiciones competitivas pero el sector en su conjuntono obtiene la rentabilidad acorde con la situacin coyun-tural del pasado reciente y volver a ser sensible a unanueva situacin depresiva (sobre todo en la medida queafecte a la automocin y los electrodomsticos).

    En cualquier caso, la experiencia todava reciente enafrontar las crisis, debera permitir sortear las situacionesnegativas, en espera de los cambios estructurales inevi-tables.

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 334422

    2 . - H e r r a m i e n t a s2 . - H e r r a m i e n t a s

    DESDE pocas lejanas la actividad industrialvasca se ha caracterizado por el dominio de lastcnicas necesarias para la obtencin del hierroy su transformacin en los productos que en cadapoca se han demandado. Dentro de este proceso lafabricacin de herramientas manuales ha ocupado tra-dicionalmente un lugar destacado. Esta circunstanciaexplica su gran concentracin actual en la ComunidadAutnoma Vasca y especficamente en Gipuzkoa y enconsecuencia su importancia en nuestra economa.

    En la Clasificacin Nacional de Actividades Econ-micas (CNAE 93) dentro de la Fabricacin de artculosde cuchillera y cubertera, herramientas y ferretera(28.8) se incluye la Fabricacin de Herramientasmanuales (28.621) que a su vez comprenden lassiguientes subclases:

    Herramientas manuales, como tenazas, martillos, destornilladores, etc.

    Palas, azadones, rastrillos, etc. para usos agrcolas.

    Sierras y hojas de sierras manuales no mecnicas.

    Utiles intercambiables para herramientas demano no mecnicas: brocas, punzones, etc.

    Herramientas de herrero: forjas, yunques, etc.

    Tornillos de banco y abrazaderas, entre otros

    Se trata pues de un sector que fabrica un elevadonmero de productos de notable heterogeneidad quetienen en comn el ser herramientas de uso manual. Su

    elaboracin exige procesos de produccin diferentesdestinndose estos bienes a compradores diversos.

    Su demanda ha estado tradicionalmente ligada a laactividad industrial pero los ltimos aos los cambios enlos comportamientos sociales estn generando unnuevo mercado ( conocido como bricolaje) que abrenuevas posibilidades a las empresas tradicionales.

    El nmero de establecimientos que fabrican herra-mientas manuales es reducido con una gran concentra-cin en Gipuzkoa, como ya hemos adelantado. Sutamao es diverso aunque con predominio de laspequeas y medianas, que utilizan procesos de produc-cin generalmente muy integrados. En ocasiones tam-bin producen otros bienes siendo durante los ltimosaos muy destacable la toma de control de algunas denuestras principales empresas por multinacionales delsector.

    Localizacin y empleo

    LA fabricacin de herramientas manuales se haconcentrado tradicionalmente en la hoy Comuni-dad Autnoma del Pas Vasco y dentro de lamisma en Gipuzkoa. Segn las informaciones disponi-bles del orden de las tres cuartas partes de las empre-sas y el 90% del empleo e incluso una cifra mayor delvalor de la produccin se ubicaban en nuestro pas en1985 sin que a pesar de los notables cambios de losltimos aos se haya modificado sustancialmente estasituacin salvo en la prdida relativa del nmero deestablecimientos industriales.

    Aunque las estadsticas sectoriales de hace ms detreinta aos hay que tomarlas con cautela segn lasinformaciones disponibles en 1967 eran 85 las empre-sas especializadas en la construccin de herramientasmanuales en el conjunto espaol que se redujeron a 41en las dos dcadas siguientes (en 1.985) y a 33 actual-mente.

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 334433

    Localizacin geogrfica de las empresas

    Comunidad 1985 1998Autnoma N % s/Total N %s/TotalPas Vasco 37 90 24 73Catalua 2 5 5 15Resto 2 5 4 12TOTAL 41 100 33 100

    Fuente:Fuente: Herramex. Elaboracin propia.

    El tamao medio de las empresas vizcainas y sobretodo alavesas es muy superior al de las guipuzcoanas apesar de lo cual la fabricacin de herramientas manua-les se concentra mayoritariamente en esta provincia, yprincipalmenteen la cuenca del ro Deba.

    Entre las empresas ms destacadas del sector figu-ran Bellota Htas., S.A. con facturacin cercana a los9.000 millones de ptas. anuales con plantas en Legaz-pia e Idiazabal (Gipuzkoa) y Olloqui (Navarra) y quedestina del orden del 40% de su facturacin a la expor-tacin. Eurotools (ms de 8.000 millones en 1.998)comercializa sus productos con las marcas Irimo (Urret-xu), Palmera (Irn) y Acesa (Vitoria), propiedad desde1.995 de la norteamericana Snap-on lder mundial enherramientas manuales de alta precisin. Una partesustancial de su produccin se destina a la exportacin.Actualmente lleva a cabo un ambicioso programa deinversiones. A su vez Super-ego Tools, S.A., controladapor la alemana Rothenberger ocupa asimismo un lugardestacado en el sector.

    La ubicacin, por territorios histricos, de las 24empresas de la Comunidad Autnoma Vasca se reflejaen el cuadro siguiente:

    Ubicacin por territorios histricos de las empresas de la C.A.P.V. 1998

    Territorio histricoEmpresas Alava Gipuzkoa Bizkaia Acha Herramientas Precisin, S.L. XX Altuna Hnos., S.A. XX Alyco Tools, S.A. XX Bellota Htas., S.A. XX Bianditz, S.A. XX Erizo, S.A. XX F.E.C.I.N., S.A. XX Grip-on Tools, S.A. XX Htas. El labrador, S.A.L. XX Htas. Ermua, S.L. XX Eurotools-Acesa XX Eurotools-Irimo XX Eurotools-Palmera XX Industrial Elco, S.A. XX Irazola, S.A. XX Irega, S.A. XX Jaz Zubizaurre, S.A. XX Larzep XX Melchor Gabilondo, S.A. XX Ocamca Hnos., S.A. XX Kappa, S.L. XX Super-ego Tools, S.A. XX Toolex XX Zenten Bernhard Groten, S.L. XX

    TOTAL 2 17 5

    FuenteFuente: Herramex. Elaboracin propia. Irega, S.A. tiene planta productiva en Bizkaia.

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 334444

    El empleo en el sector, al igual que en otras activi-dades industriales ha registrado importantes fluctuacio-nes en los ltimos aos al pasar, en el conjunto de laactividad de los 6.213 trabajadores directamente ocu-pados en 1976 a los 4.471 diez aos despus en 1985,para continuar perdiendo entidad los ejercicios siguien-tes hasta llegar a los 2.500 en 1998. En el perodo1992/1998 la evolucin ha sido la siguiente:

    C.A. Pas VascoEvolucin empleo 1992/1998

    Ao N Trabajadores Indice1992 2.890 1001993 2.267 781994 2.428 841995 2.213 771996 2.253 781997 2.338 811998 2.500 87

    FuenteFuente: Herramex. Elaboracin propia.

    Es obligado sealar que las innovaciones tecnolgi-cas (en producto pero sobre todo en fabricacin) hanobligado a cambios importantes en las condiciones pro-fesionales del personal necesario.

    Evolucin del sector

    LA evolucin de las principales variables del sectordurante el ltimo cuatrienio (1.995-1.998) presen-ta un gran inters en la medida en que no solorefleja la situacin actual sino porque recoge la recupe-racin del sector tras la crisis de los primeros aosnoventa.

    C.A. PAIS VASCOEvolucin de las principales magnitudes (en millones de ptas.)

    Concepto 1995 1996 1997 1998 %(1998/1997) Ventas totales 26.060 32.273 36.578 41.634 +13,8 Mercado interior 13.700 19.260 21.310 25.317 +18,9 Importaciones 13.670 15.670 17.996 19.783 +9,9 Consumo aparente 27.370 34.930 39.306 45.100 +14,7 Exportaciones 12.360 13.013 15.268 16.317 +6,9 Balanza comercial -1.310 -2.657 -2.728 -3.466 +27,1

    FuenteFuente: Herramex. Elaboracin propia. Empresas asociadas a Herrramex. Las importaciones y exportaciones de 1.998 son estimadas.

    El consumo de herramientas manuales del mercadoespaol ha tenido una favorable evolucin durante losltimos aos, aunque con los fuertes altibajos derivadosdel diverso comportamiento de la industria en general.Segn las informaciones disponibles fue en la primeraparte de los aos ochenta cuando por primera vez elmercado interno super los 10.000 millones de ptas.para multiplicarse por ms de cuatro en poco ms deuna dcada. Ocurre lo mismo aunque con menor inten-sidad (3,49) veces en un sector tan significado como laconstruccin de mquinas-herramientas para el trabajode los metales.

    En los cuatro ltimos aos considerados, la deman-da interna ha pasado de los 27.370 millones de ptas. a45.100, es decir se ha multiplicado por 1,65, aunque aritmos interanuales variables que han ido desde el 27,9en 1.996 hasta el 14,7% del ltimo ejercicio.

    Destino de las ventas

    DURANTE el perodo considerado las ventas deherramientas manuales han tenido una evolucinmuy positiva (sobre todo en comparacin con losaos inmediatamente anteriores) al pasar de poco msde 26.000 millones de ptas. en 1.995 a los casi 42.000del pasado ao, es decir un crecimiento del 60% queadems se produce de manera ininterrumpida aunquecon ritmos variables y que el ltimo ejercicio fue del13,8% interanual. La buena coyuntura tanto del merca-do espaol como en menor medida de la de los pasesa los que habitualmente exportamos, y que nuestrosfabricantes han sabido aprovechar, explica esta situa-cin.

    Los principales productos demandados siguen sien-do las herramientas para taller (llaves de distintas cla-ses, limas, alicates, etc.) que pueden representar entorno al 50%, seguidos de otras clases de herramientas(incluidas las de tubo) as como las destinadas a laslabores agrcolas. En los ltimos aos la demanda de

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 334455

    tiles para bricolaje es creciente.Las empresas Eurotools (Acesa, Irimo, Palmera)

    junto con Bellota Htas., S.A. y Super.-ego Tools, S.A.,por este orden lideran el ranking por volumen de ventas.

    Mercado interior

    LAS ventas al mercado espaol representan lamayor parte de las totales entre el 53 y el 60%, enel cuatrienio 1.995/1.998. En trminos absolutosel aumento fue de 11.617 millones de ptas., el 84,7%, alpasar de 13.700 a 25.317 millones de ptas. En el ltimoejercicio el aumento fue de 19,8%

    Durante la ltima dcada (a partir de la adhesinespaola a la hoy Unin Europea), la oferta exterior haabastecido cantidades crecientes al mercado interior, sibien nuestros fabricantes han sabido defender, en lne-as generales, su cuota de mercado. El crecimiento delconsumo ha permitido el aumento de las cifras globalesde los fabricantes propios y forneos.

    Las exportaciones

    LA exportacin representa el restante 40/47% delas ventas totales, habiendo pasado de los 12.360millones de 1.995 a los casi 16.317 cuatro aosms tarde (crecimiento del 32%)

    Los pases comunitarios compran ms de la mitad,seguidos de los americanos (una cuarta parte) los asi-ticos (una dcima) y cantidades mucho menores losafricanos.

    Los principales pases compradores son: Alemania(12,9% del total), Portugal (11%) y a una importante dis-tancia Francia (6,6%), Estados Unidos y Blgica-Luxemburgo (5,5% cada uno), Italia (5,4%) y Cuba(5%). Entre los doce principales pases compradoresrepresentan las dos terceras partes del total de lasexportaciones.

    Super-ego Tools, S.A., controlada por la alemanaRhotenberger, es la empresa lder en las exportacionesdel sector.

    Las importaciones

    LAS importaciones de herramientas manualesabastecen entre el 44 y el 50% de la demandaespaola de estos bienes con una tendencia por-centual creciente aunque con notables altibajos. En tr-minos absolutos se ha pasado de los poco ms que2.300 millones de 1.985 a los cerca de 20.000 actuales,es decir 8,6 veces ms. Esta trayectoria se explica bsi-camente por dos circunstancias. La primera el fuerteaumento de la demanda (que anteriormente hemossealado) y por otro la liberalizacin del mercado inte-rior, consecuencia de la adhesin espaola a la Unin

    Europea, que inevitablemente lleva a una mayor pre-sencia de la oferta exterior, como ha ocurrido en todoslos sectores industriales. Tambin hay que sealar lasimportaciones de menor calidad y precio de pasesemergentes.

    Las mismas reas y pases a los que ms se expor-ta son tambin los que mayores cantidades de herra-mientas manuales suministran, en trminos de valoreconmico.

    Alemania ocupa el primer lugar (26% del total),seguida de Francia (18%), Italia (9%), Taiwan (8%),Repblica Popular China (7,2%) y Pases Bajos (6,2%).Si por el contrario tomamos como referencia el peso, loschinos pasan a ocupar el primer lugar con el 18% delconjunto.

    Las herramientas que se compran los pases delSureste asitico, son de menor calidad y valor que lasque se adquieren a otros pases ms desarrollados, loque se evidencia en el precio medio por kg. Importado.Sus principales demandantes son el bricolaje y las des-tinadas a usos domsticos. Tambin hay razones parapoder estimar que una parte de los productos que com-pramos a otros pases europeos, han sido fabricados enChjina, Taiwan o la India.

    C.A. PAiS VASCODistribucin de las importaciones

    por reas geogrficas (en % del total)

    Area 1995 1996 1997 1998Europa 73 73 74 75Asia 19 19 19 20Amrica 8 8 7 5TOTAL 100 100 100 100

    FuenteFuente: Herramex. En base a datos de la Direccin General deAduanas. Los datos de 1.998 son estimados.

    Balanza comercial

    LA balanza comercial exterior del sector fueampliamente excedentaria durante la dcada delos aos ochenta, para conforme se materializabael desarme arancelario pasar a la situacin contraria.

    En los ltimos tres aos, a partir de 1.996, se ha ace-lerado el deterioro, pasando de un dficit de 1.553 millo-nes de ptas. hace dos ejercicios a los 5.157 del pasadoao. A su vez en el mismo perodo de tiempo la cober-tura perdi 13 puntos desde 89,7 a 76,7%.

    No ser fcil la correccin de esta negativa tenden-cia sobre todo por la agresividad de la oferta exterior y

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 334466

    dentro de la misma de los fabricantes asiticos. La cre-ciente mundializacin de los mercados y la cada vezmayor competencia, son factores adversos que solo lagestin cada vez ms eficaz de nuestras empresas pue-den contrarrestar.

    Ayudas del Gobierno Vasco.

    EN el programa del Gobierno Vasco conocidocomo Ayudas a las empresas en dificultades enlos primeros aos ochenta, la presencia de lasempresas del sector fue notable.

    En el Plan de Relanzamiento Excepcional deEmpresas y Sectores Industriales con vigencia para eltrienio 1.985/1.987, las ayudas conseguidas tambinfueron importantes, concedindose a las empresasfabricates de herramientas manuales subvenciones porun importe de 1.539 millones de pesetas (823,4 millo-nes para reducciones de plantilla y 715,5 para inversio-nes).Para las de herraienta de corte las subvencionesfueron de 608,6 millones de pesetas ( 181,5 millonespor empleo y 427,1 millones para inversiones)

    Adems de estas subvenciones el Gobierno Vascoconcedi avales ante intermediarios financieros por unimporte de 1.333,5 millones de ptas. para financiar lasinversiones aprobadas, as como 185 millones para cir-culante. En las de corte la ayuda aprobada (aval) fuepor 505 millones de ptas. de ellas 20 para circulante.

    En los primeros aos noventa el Plan de actuacinextraordinario para empresas industriales en dificulta-des concedi a ocho empresas avales por importe de2.765 millones de ptas.

    Como ocurri en otros sectores una gran parte delos prstamos y avales resultaron fallidos debiendohacerse cargo de los mismos la Administracin PblicaVasca.

    Las ayudas para innovacin tecnolgica con cargo alos diversos programas del Gobierno Vasco fueron tam-bin importantes, as como las aportaciones de la Dipu-tacin Foral de Gipuzkoa que se mostr especialmenteactiva.

    Perspectivas del sector

    LOS fabricantes de herramientas manuales tras lagrave crisis de los aos ochenta que amenaz enalguna medida la viabilidad de una parte del sec-tor (llegando a cerrar varias empresas) se enfrentaron

    poco despus a las consecuencias de la adhesinespaola a la Unin Europea en una coyuntura mejor.

    El esfuerzo de los fabricantes para adaptarse a estanueva situacin ha sido realmente importante, con unareordenacin empresarial y aumento de la presencia demultinacionales del sector que han integrado a varias denuestras tradicionales empresas ms importantes en suestrategia global. Una parte sustancial del sector seencuentra en condiciones para afrontar los retos que sevayan planteando en el futuro.

    Sin embargo otro grupo de empresas que fabricanproductos de insuficiente tecnologa para los costes(bsicamente de personal) se enfrenta a una dura com-petencia de las herramientas, sobre todo del Sudesteasitico (obtenidas soportando mucho menores cargas)que aunque de peor imagen, van mejorando su calidadlo que es percibido por los demandantes. Sigue puespendiente para una parte del sector la siempre compli-cada tarea de producir bienes de mayor valor aadido ycuya fabricacin requiere tecnologas de ms difcilasuncin por los pases emergentes. Todo ello dentrode la creciente especializacin de productos y comer-cializacin en amplias zonas del mercado mundial.

    Se plantea pues la necesidad de fusin y/o agrupa-cin de empresas para mejora de la gestin y abordarcon eficacia la actuacin en todos los mercados deman-dantes. La creciente importancia de las agrupacionesde compradores (como los ferreteros), que creanestructuras especficas con esta finalidad y con granpoder de presin obliga tambin a que la oferta se pre-sente en ciertas condiciones de igualdad. Algo parecidopuede decirse que ocurre a los fabricantes frente a lademanda de los supermercados y grandes reascomerciales.

    En la exportacin, salvo en Latinoamrica, la fabri-cacin espaola no se relaciona con la calidad, siendoesta falta de imagen favorable del pas un serio escollo.El concepto de fabricacin europea, al menos enamplios mercados, es algo que debera utilizarse deforma creciente. A tdo esto debera unirse la reduccindel nmero de marcas con creciente prestigio de lasque siguieran ofrecindose al mercado.

    La cada vez mayor demanda de herramientas parabricolaje se orienta mayoritariamente hacia productosde bajo precio, que se abastecen sobre todo con la ofer-ta exterior y estn dando lugar a nuevas formas decomercializacin.

    Por ltimo es obligado sealar la necesidad de supe-rar la debilidad financiera de un buen nmero de empre-sas excesivamente dependientes de recursos ajenos.

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 334477

    1 4 . 3 M a q u i n a - H e r r a m i e n t a1 4 . 3 M a q u i n a - H e r r a m i e n t a

    I n t r o d u c c i nI n t r o d u c c i n

    LA constante actividad humana para satisfacer susnecesidades con el menor esfuerzo posible ha lle-vado al hombre, desde tiempo inmemorial, aconstruir y usar herramientas que durante siglos fueronla prolongacin de sus manos. La aparicin de la maqui-naria le permiti su mejor utilizacin y una revolucin enlos procedimientos que eran habituales.

    Sin embargo, su ininterrumpida evolucin hace muydifcil precisar cundo un sistema utilizado para confor-mar metales empieza a ser una mquina-herramienta.Es generalmente admitido que el hombre construy,hace varios siglos, mquinas-herramienta con lascaractersticas que hoy se exigen para considerarlascomo tales.

    Pero hasta el siglo XIX no tienen cierta entidad lasprimeras industrias fabricantes de las mismas, vinculn-dose su desarrollo sobre todo con la produccin indus-trial de las mquinas de vapor, el acero y los elementospara las vas frreas. Puede, pues, afirmarse que eldesarrollo del ferrocarril y la inicial industria de mqui-nas-herramienta guardan una estrecha relacin.

    La gran variedad de sistemas utilizados para trans-formar los materiales en artculos que satisfagan lasnecesidades humanas hace difcil establecer las condi-ciones unnimemente aceptadas que deben reunirestos bienes, lo que ha dado lugar a diversas definicio-nes.

    Una consideracin amplia de la mquina-herramien-ta la entiende como un instrumento de trabajo construi-do por un conjunto de elementos que, por medio de unaherramienta adecuada, dan forma determinada al obje-to que se desea conseguir.

    Las normas UNE consideran como tales a todasaquellas que, dotadas de herramientas estn concebi-das y construidas para, por procedimientos ms omenos automticos, reemplazar parcial o totalmente eltrabajo artesano. A su vez, el Comit Europeo de Coo-peracin de las industrias de la Mquina-Herramienta,conocido por las siglas CECIMO, y que agrupa a 12 pa-ses, defini el ao 1958 a las Mquinas-Herramientapara el trabajo de los metales: Las mquinas no porta-bles que operadas por una fuente exterior de energaconforman los metales, por arranque de viruta, abra-sin, choque, presin, procedimientos elctricos o unacombinacin de los anteriores.

    N a c i m i e n t o y d e s a r r o l l o d eN a c i m i e n t o y d e s a r r o l l o d eu n s e c t o r f u n d a m e n t a lu n s e c t o r f u n d a m e n t a l

    A nivel internacional

    CRONOLGICAMENTE hay que atribuir a Ingla-terra la creacin de la industria de mquinas-herramienta, siendo Enrique Maudsaly en 1798quien construy el primer torno para roscar que se con-serva en el Science Museum de Londres. Los inglesesmantuvieron una clara hegemona tanto en volumen deproduccin como por las aportaciones tecnolgicashasta la segunda parte del siglo XIX, ya que si bien enla Exposicin Universal de Londres en 1851, las mqui-nas-herramienta inglesas eran las ms numerosas, enel Certamen de 1862 se puso de manifiesto que losfabricantes de Estados Unidos comenzaban a tener lainiciativa.

    El ingenio de los franceses aplicado a la mecnicatuvo su reflejo en esta actividad. Focq, en 1751, y Vau-canson, en 1760, construyeron mquinas de gran inte-rs en la poca, que han sido la base de las realizacio-nes futuras. Sin embargo, a pesar de que en el ltimotercio del siglo pasado los fabricantes de armas deman-daban mquinas-herramienta en cantidades crecientespara realizar operaciones cada vez ms complejas, laindustria francesa, segunda cronolgicamente, pas aocupar - por su entidad- el cuarto lugar despus deInglaterra, Estados Unidos y Alemania.

    Los constructores de Estados Unidos, terceros en eltiempo, pasaron a ocupar el liderazgo en esta actividadhacia 1860/1870 apoyados en el gran desarrollo delpas que pas de 31 millones de habitantes en 1860 a76 en slo veinte aos, con un nivel de vida cada dams elevado, lo que exigi la produccin creciente debienes de consumo. Las mquinas de coser pasaron deuna produccin de 2.529 en 1850 a 750.000 en 1900 yotros productos, como las bicicletas y las mquinas deescribir, ofrecen ejemplos similares. Adems, la guerracivil americana -1861 a 1865- origin una gran deman-da de armas y municiones. La poltica aduanera protec-cionista de la industria nacional tambin favoreci laproduccin de mquinas-herramienta.

    La industria alemana adquiere entidad hacia1860/75 y paulatinamente fue sustituyendo las importa-ciones, principalmente de Inglaterra, de forma que ya en1900 las compras al exterior fueron de 6.429 tn. y lasventas de 9.267 tn. Otros pases como Austria, Blgica,Suiza, Italia y Suecia siguieron a los pioneros y fueroniniciando la produccin de mquinas-herramienta.

    Esta situacin se ha mantenido bsicamente hastanuestros das salvo el gran avance de los japoneses, losms importantes constructores y comercializadores deestos bienes a nivel mundial. Igualmente otros pasesasiticos como Taiwan, la Repblica Popular China y en

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 334488

    menor medida Korea, estn consiguiendo logros impor-tantes.

    El anlisis de esta evolucin pone de manifiesto unaestrecha relacin entre la industria fabricante de mqui-nas-herramienta y la calidad y volumen de la produccinindustrial de un determinado pas. Por otro lado, laconstruccin de estos bienes tiene que dar respuesta ala produccin de las piezas que la industrializacin varequiriendo en cada poca. Con poca diferencia en eltiempo, las mquinas-herramienta han tenido que fabri-car nuevas y complejas piezas para armas, mquinasde coser, bicicletas, mquinas de escribir, etc. Inicial-mente, la industria de mquinas-herramienta respondi,pues, a la necesidad de construir piezas, cuya produc-cin se iniciaba, caracterstica que ha conservado ysigue vigente en la actualidad, debiendo aadirse que ladisminucin de los costes de fabricacin se ha conver-tido en otro de sus objetivos importantes.

    En nuestro entorno

    AL examinar la historia de la produccin de mqui-nas-herramienta, a nivel espaol, se plantea lanecesidad de definir las circunstancias que debereunir una empresa que fabrica una o varias mquinas-herramienta para considerarla integrante de este sectorindustrial.

    En las empresas que producen mquinas-herra-mienta con frecuencia se han dado tres niveles de acti-vidad. Inicialmente es el mantenimiento y reparacin delas mquinas-herramienta de importacin. Le sigue, enmuchos casos, la construccin, para uso propio, de lasmquinas ms sencillas, que se simultanea con la ventaa terceros de los productos fabricados, pero sin que lle-gue a constituir una actividad empresarial con entidad.En otros la venta es el destino importante o nico de laproduccin.

    Con la dificultad que supone determinar en cadaempresa cul era la situacin en pocas pasadas, anuestros efectos slo hemos considerado como fabri-cantes de mquinas-herramienta a los que han sidoconsiderados como tales por su actividad de producciny venta a terceros.

    El hecho ms destacable es el gran retraso con quese inicia nuestra produccin de mquinas-herramientapues casi setenta aos antes de que la MaquinistaTerrestre y Martima construyera las primeras prensas --en 1863- Enrique Maudsaly pona en marcha el primertorno para roscar y cuando, a principio del siglo XIX, nollegaban a media docena los fabricantes catalanes yvascos, los pases ms industrializados de la poca In-glaterra, Francia, USA y Alemania- tenan una potenteproduccin de maquinaria.

    Entendemos que se han dado cinco fases diferen-ciadas de esta actividad industrial:

    Desde principios de siglo hasta 1940, en que se

    inicia la actividad.

    Las dos dcadas -1940/1.959- en que estaindustria empieza a tener entidad,

    Los aos de consolidacin y desarrollo com-prendidos entre 1959 y 1975,

    A partir de la crisis iniciada en 1976 y que duruna dcada.

    Y, por ltimo, desde la adhesin a la hoy UninEuropea

    En el Pas Vasco existen diversas referencias a la cons-truccin de mquinas a finales del siglo pasado. Unica-mente sealemos que Manuel Laborde, en su trabajoApuntes histricos sobre a industria metalrgica enTolosa, seala que la industria metalrgica de Flix deYarza ... constitua un magnfico taller de forja y ajustededicado a la construccin y reparacin de mquinas.... Pero las primeras informaciones concretas apare-cen, al terminar el siglo, en Eibar.

    Es Cruz Ochoa, en el que se unen la imaginacin, ungran dominio de la mecnica y la experiencia de susaos como trabajador mecnico en Basconia, de Bil-bao, que dej en 1895, quien pone en marcha un tallermecnico en Eibar, iniciando la fabricacin de mqui-nas-herramienta en la calle Arrageta, junto con OrestesCendrero y Curiel, bajo la razn social de Cruz Ochoa yCia. En 1916 se les uni Jos Retenaga dedicndose ala fabricacin de sierras alternativas, tornos y fresado-ras, as como de barrenadoras automticas para cao-nes de escopeta.

    En 1902 se constituy la razn social Construccio-nes Mecnicas Ramn Illarramendi, de Rentera, dedi-cada a la fundicin de hierro y aleaciones no frreas y ala fabricacin de mquinas-herramienta para el trabajode los metales y la madera (tornos y fresadoras univer-sales, con la marca Oarso), as como las reparacioneselctricas.

    Pero con anterioridad al inicio de la construccin demquinas-herramienta en el Pas Vasco al menos tresempresas catalanas (La Maquinista Terrestre y Marti-ma, Puigjaner Hnos. y Segura L/Unell, S.A.) habanabordado su fabricacin.

    Es a partir de la segunda dcada cuando se inicia laconcentracin de esta actividad en el Pas Vasco con elinicio de la construccin de mquinas-herramienta porEstarta y Ecenarro, S.A., Liem, Talleres de Guernica,Orbea de Eibar, etc. A los que siguen antes del trminode la guerra civil otras empresas (Esperanza y Cia,Sacia, Gedec, Maquinaria a Deusto, Otto Holke, entreotras). A pesar de todo ello en todo este perodo lasimportaciones fueron las principales abastecedoras delconsumo espaol.

    Es desde el trmino de la guerra civil hasta 1949cuando el nmero de empresas especializadas en la

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 334499

    construccin de mquinas-herramienta sigui creciendofuertemente (60) siendo reveladora una tendencia a suubicacin en nuestro pas.

    En el perodo 1950/59 se acelera el nmero de nue-vas empresas (93) que empiezan a construir mquinas-herramienta favorecidas por el proteccionismo arance-lario que obligaba a consumir la produccin propia. Apesar de esta circunstancia y el aumento de la capaci-dad productiva, las importaciones fueron fundamentalesen el abastecimiento del consumo espaol, que registrun fuerte crecimiento. Al propio tiempo se aceler laconcentracin de esta actividad en nuestro pas. (vercuadro I)

    Pero es en la tercera fase, entre 1959 y 1975 cuan-do se produce la consolidacin y desarrollo de nuestraindustria constructora de mquinas-herramienta para eltrabajo de los metales sobre todo en la parte final delperodo, a lo que contribuy la favorable coyuntura inte-rior y exterior.(ver cuadro II)

    El Decreto Ley de Ordenacin Econmica de 21 dejulio de 1959 supuso la aplicacin de importantes medi-das de poltica econmica con singulares repercusionesen los constructores de mquinas-herramienta, ya quetras poco ms de un ao de retroceso de las inversio-nes se inici un perodo de fuerte actividad econmicaque dur hasta avanzados los aos setenta.

    En este contexto siguen aumentando el nmero deempresas (80) que inician la construccin de mquinas-herramienta, inicindose una importante reordenacin(con disminucin de su nmero y creciente especializa-cin) e incrementando las relaciones con el exterior a loque contribuy el inicio de las ferias monogrficas(1961) en Bilbao: las compras de tecnologa a tercerosen el perodo son muy importantes.La demanda de mquinas-herramienta del mercadoespaol creci con fuerza sobre todo la primera parte delos aos sesenta, llegando a doblarse en pesetascorrientes al pasar de los 9.240 millones de 1970 a los21.555 cinco aos ms tarde. El dinamismo de la activi-dad econmica y de la inversin de la poca, contribu-yeron decisivamente a esta evolucin.

    CUADRO ILocalizacin geogrfica de las empresasque inician la produccin de mquinas

    herramienta en la dcada 1940/49

    Ubicacin N de empresas % S/TotalPas Vasco 32 53,3Logroo 10 16,7Catalua 9 15,0Levante 4 6,8Murcia 2 3,4Santander 1 1,6Zaragoza 1 1,6Sevilla 1 1,6TOTAL 60 100,0

    Esta favorable situacin la supieron aprovechar lasempresas especializadas en la construccin de mqui-nas-herramienta cuya produccin pas de .7.700 millo-nes de ptas. en 1970 a los 16.828 en 1975, multiplicn-dose en consecuencia por 2,18, a pesar de lo cual elabastecimiento de la demanda interna por la produccinpropia se redujo en 14 puntos, al pasar del 68 al 54%por el dinamismo de las importaciones que pasaron enun quinquenio de 2.700 a 9.787 millones de ptas. (semultiplican por 3,62) y cada vez de mayor precio mediopues crecieron de 221 a 359 ptas. kg.

    Pero al propio tiempo las exportaciones se triplican(de menos de 2.000 millones a casi 6.000) al igual queel precio medio por kg. vendido a terceros lo que reflejael aumento del contenido tecnolgico de las mquinasexportadas.

    El desarrollo tecnolgico propio (en muchos casosapoyado en los logros exteriores) y en otros en lastransferencia de conocimientos as como la consolida-cin financiera de numerosas empresas fueron notablesdurante estos aos.

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 335500

    CUAD

    RO II

    Evol

    uci

    n de

    las

    varia

    bles

    prin

    cipa

    les

    en e

    l per

    odo

    1.9

    60/8

    5

    EXPO

    RTA

    CIO

    NES

    IMPO

    RTA

    CIO

    NES

    Valo

    r de

    laVa

    lor

    Cons

    umo

    deVa

    lor

    Cons

    umo

    apar

    ente

    prod

    ucci

    nPt

    as. C

    tes.

    fabr

    icacio

    nes

    prop

    ias

    Ptas

    .Cte

    s.de

    l mer

    cado

    esp

    aol

    Aos

    (millo

    nes)1

    Ton.

    (en m

    iles) 2

    Ptas

    ./kg.

    (millo

    nes)

    3=1-2

    Ton.

    (en m

    iles) 4

    Ptas

    ./kg.

    (millo

    nes)

    5=3+

    419

    601.

    500

    1.43

    893

    .737

    651.

    407

    2.25

    933

    3.96

    7(1)

    148

    1.74

    119

    612.

    000

    5.37

    332

    4.60

    265

    1.67

    55.

    183

    776.

    200

    150

    2.45

    119

    622.

    800

    5.22

    937

    2.00

    071

    2.42

    88.

    261

    1.37

    5.40

    016

    63.

    803

    1963

    3.50

    05.

    427

    391.

    300

    713.

    109

    13.6

    042.

    157.

    500

    158

    5.26

    619

    643.

    800

    7.01

    853

    9.40

    076

    3.26

    111

    .615

    2.02

    1.00

    017

    45.

    282

    1965

    4.00

    08.

    421

    606.

    000

    713.

    394

    17.0

    032.

    291.

    200

    176

    5.68

    519

    664.

    500

    7.80

    664

    9.20

    082

    3.85

    118

    .601

    3.38

    9.60

    018

    27.

    240

    1967

    5.00

    09.

    952

    872.

    700

    874.

    128

    13.3

    322.

    391.

    900

    179

    6.51

    919

    685.

    500

    12.4

    491.

    147.

    800

    914.

    353

    9.79

    92.

    210.

    700

    206

    6.56

    319

    696.

    500

    15.9

    111.

    466.

    000

    915.

    034

    9.72

    71.

    992.

    336

    205

    7.02

    619

    707.

    700

    18.2

    391.

    901.

    000

    103

    5.79

    912

    .262

    2.70

    6.95

    222

    18.

    505

    1971

    8.50

    020

    .909

    2.38

    1.53

    711

    46.

    119

    12.1

    753.

    121.

    241

    256

    9.24

    019

    729.

    500

    20.1

    272.

    536.

    298

    126

    6.96

    415

    .654

    4.31

    0.18

    717

    511

    .274

    1973

    12.8

    0018

    .045

    2.50

    3.16

    513

    910

    .297

    17.6

    915.

    545.

    620

    313

    15.8

    4219

    7415

    .530

    22.6

    544.

    031.

    353

    178

    11.4

    9923

    .102

    7.79

    8.78

    033

    719

    .297

    1975

    16.8

    2825

    .278

    5.06

    0.52

    919

    811

    .768

    27.2

    949.

    787.

    407

    358

    21.5

    5519

    7615

    .756

    24.5

    635.

    995.

    000

    244

    9.76

    121

    .472

    8.75

    9.00

    040

    818

    .520

    1977

    18.1

    2526

    .860

    7.78

    9.00

    029

    010

    .336

    12.0

    966.

    941.

    000

    574

    17.2

    7719

    7820

    .100

    33.7

    7911

    .314

    .000

    335

    8.78

    69.

    218

    6.09

    5.00

    074

    914

    .881

    1979

    23.8

    0039

    .000

    14.1

    47.0

    0036

    39.

    653

    9.30

    06.

    130.

    000

    659

    15.7

    8319

    8025

    .300

    37.4

    6316

    .367

    .000

    437

    8.93

    36.

    972

    7.39

    9.00

    01.

    061

    16.3

    3219

    8133

    .000

    36.7

    0419

    .089

    .000

    520

    13.9

    1121

    .876

    13.0

    96.0

    0059

    916

    .997

    1982

    31.0

    0031

    .014

    18.1

    76.0

    0058

    612

    .824

    20.3

    3619

    .352

    .000

    952

    32.1

    7619

    8327

    .700

    20.0

    5714

    .253

    .000

    711

    12.2

    396.

    633

    12.3

    70.0

    001.

    865

    25.8

    1719

    8434

    .000

    24.5

    6318

    .208

    .000

    741

    15.7

    925.

    412

    9.02

    4.00

    01.

    667

    24.8

    1619

    8543

    .000

    29.6

    7025

    .753

    .000

    868

    17.2

    476.

    840

    10.0

    15.0

    001.

    464

    27.2

    62

    Fuen

    te:

    Fuen

    te:

    AFM

    y d

    ivers

    as p

    ublic

    acio

    nes,

    cita

    ndo

    dato

    s de

    la D

    irecc

    in

    Gen

    eral

    de

    Adua

    nas.

    Est

    imac

    ione

    s pr

    opia

    s de

    l val

    or d

    e la

    pro

    ducc

    in.

    En

    1.9

    60 s

    e pr

    oduc

    e la

    nue

    va o

    rden

    aci

    n ar

    ance

    la-

    ria, l

    o qu

    e no

    s ha

    obl

    igad

    o a

    estim

    ar lo

    s da

    tos

    de la

    s im

    porta

    cione

    s de

    est

    e a

    o.

  • MetalmecnicaMetalmecnica

    PPgg.. 335511

    La cuarta fase se inicia en 1976 y se prolonga una dca-da hasta 1985 caracterizndose por una importante cri-sis de demanda con sus negativas repercusiones en losresultados de las empresas, llegando a cuestionar inclu-so la viabilidad de las ms dbiles. El empleo tantodirecto como indirecto se vio negativamente afectado.En esta poca las ayudas pblicas juegan un papel des-tacado en el sostenimiento del sector.

    Como hechos destacados cabe sealar:Como hechos destacados cabe sealar:

    Las empresas consideradas como constructo-ras de mquinas-herramienta que a principio delos aos sesenta eran ms de 250 tras su reor-denacin se redujeron de forma muy ininte-rrumpida, hasta situarse en 119 en 1984,ganando en entidad las que continuaron en elsector.

    La demanda de mquinas-herramienta del mer-cado espaol se redujo fuertemente incluso enpesetas corrientes pasando de los 21.555 millo-nes de ptas. de 1975 a los 14.881 de 1978, esdecir en un solo trienio la cada fue del 31%para reaccionar los cuatro aos siguientes.

    En una coyuntura tan adversa del mercado inte-rior los fabricantes supieron reaccionar ven-diendo una parte cada vez ms importante desu produccin a los mercados exteriores (del30% de 1975 a casi el 65% en 1980) pasandoen cifras absolutas de poco ms de 5.000 millo-nes a 16.367, es decir 3,2 veces ms. Ademsa precios cada vez ms elevados (de 198 ptas.kg. a 437). En 1977 las ventas al exterior 7.789millones de ptas. superaron por primera vez alas compras (6.941).

    Sin embargo a pesar de la fuerte cada de lasimportaciones (de 9.787 millones a 7.400 en unquinquenio) la reduccin de su participacin enel abastecimiento de la demanda interna fuenicamente de 2,7 puntos (del 48 al 45,3%).

    En la parte final de este perodo se inicia unarecuperacin de la demanda interna que nues-tros fabricantes atendieron en buena medida loque unido al mantenimiento de las exportacio-nes permitieron un sustancial aumento de laproduccin. A su vez, las importaciones regis-traron fuertes oscilaciones.

    La adhesin espaola a la entonces Comunidad Eco-nmica Europea a partir del 1 de enero de 1986 supusola culminacin de interminables negociaciones que yaduraban veintitrs aos (se iniciaron en 1962) y profun-das modificaciones en nuestro funcionamiento habitualcomo consecuencia desde el paulatino desarme aran-celario hasta la puesta en marcha del Impuesto sobre elvalor aadido (IVA) o la unificacin a nivel comunitariode la regulacin de la propiedad industrial y de laspatentes y marcas.

    Los constructores de mquinas-herramienta duranteel quinquenio 1986/1990 obtuvieron excelentes resulta-dos que se resumen en el cuadro III y que no se hansuperado hasta 1997. El dinamismo de la demanda delmercado espaol y de los mercados, sobre todo euro-peos, que los fabricantes supieron aprovechar fueronfundamentales en los logros alcanzados. Al propio tiem-po se estabiliza el nmero de empresas especializadasen esta actividad que mejoran sustancialmente su situa-cin financiera gracias a las rentabilidades obtenidas yreinvertidas los avances tecnolgicos por desarrollopropio y adquisiciones son tambin muy importantes.

    CUADRO IIIEvolucin de las principales variables

    VARIABLE 1986 1987 1988 1989 1990Valor de la Produccin 55,5 71,0 81,8 95,5 103,5Comercio Total 39,8 58,0 66,6 78,6 99,6 Importaciones 14,8 31,0 36,3 40,4 53,5 Exportaciones 25,0 27,0 30,3 38,2 46,1

    Consumo mercado espaol 45,3 75,0 87,8 97,6 110,9 % abastecido produccin propia 67,3 60,3 58,7 58,7 51,8 Importaciones 32,7 39,7 41,3 41,3 48,2

    Empleo directo 7.216 7.013 7.143 7.284 7.240Nmero de empresas 117 112 114 114 114Empleo medio por empresa 61,8 62,0 62,7 63,9 63,5

    Fuente:Fuente: Diversas publicaciones. Valores monetarios en mile de millones de ptas. Empleo y empresas en unidades.

  • Estructura econmica de GipuzkoaEstructura econmica de Gipuzkoa

    PPgg.. 335522

    El consumo interno de mquinas-herramienta entre1986 y 1990 se dobl ampliamente pasando de 45.300a 110.900 millones de ptas., alcanzando cotas no logra-das con anterioridad. Esta demanda fue abastecida ensu mayor parte por la produccin propia que sin embar-go perdi hasta 15,5 puntos de cuota (del 67,3 al 51,8)al pasar las importaciones 14.800 a 53.500 millones deptas., a lo que contribuy deci