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CONVERSACIÓN DEL REY CALID Y DEL FILÓSOFO MORIEN SOBRE EL MAGISTERIO DE HERMES Relatada por Galip, esclavo de este Rey PRIMERA PARTE El rey Calid, después de haber reconocido y de hacer que se aproximara el hombre de Dios que le habíamos traído desde los desiertos de Judea, donde por orden suya fuimos a buscarle, hizo que se sentara cerca de él y le habló así: Venerable Anciano, te ruego que me digas cuál es tu nombre y cuál es tu profesión, pues no te lo pregunté la primera vez que estuviste aquí, ya que desconfiaba de ti y no creía que fueses lo que realmente eres. A lo que Morien respondió: Me llamo Morien, profeso el cristianismo, y mis hábitos y manera de vivir bastan para ver que soy Ermitaño. ¿Cuánto hace, -dijo el Rey-, que eres ermitaño? Lo soy, -respondió Morien-, desde cuatro años después de la muerte del rey Hércules. El Rey quedó muy satisfecho con la prudencia,

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CONVERSACIN DEL REY CALID Y

CONVERSACIN DEL REY CALID Y DEL FILSOFO MORIENSOBRE EL MAGISTERIO DE HERMES

Relatada por Galip, esclavo de este Rey

PRIMERA PARTEEl rey Calid, despus de haber reconocido y dehacer que se aproximara el hombre de Dios que lehabamos trado desde los desiertos de Judea, donde pororden suya fuimos a buscarle, hizo que se sentara cercade l y le habl as:Venerable Anciano, te ruego que me digas cul estu nombre y cul es tu profesin, pues no te lo pregunt laprimera vez que estuviste aqu, ya que desconfiaba de ti yno crea que fueses lo que realmente eres.A lo que Morien respondi:Me llamo Morien, profeso el cristianismo, y mishbitos y manera de vivir bastan para ver que soyErmitao.Cunto hace, -dijo el Rey-, que eres ermitao?Lo soy, -respondi Morien-, desde cuatro aosdespus de la muerte del rey Hrcules.El Rey qued muy satisfecho con la prudencia,la humildad, la delicadeza y la modestia de este hombre.Pues no era un gran hablador ni un arrogante, sino unapersona humilde, sabia y afable, como corresponda aun hombre de su profesin. El Rey le dijo entonces:Oh Morien! No haras mejor estando en algnmonasterio con los religiosos que all viven en comuni-dad,alabando y rogando a Dios con ellos en la Iglesia,antes que vivir aislado en los desiertos y en la soledad?Oh Rey!, -respondi Morien-, todo el bien quetengo me viene de Dios, y slo de 1 espero lo que hayade suceder: que haga conmigo lo que le plazca. Indudable-menteestara mucho mejor en un monasterio antes que enla soledad y entre montaas, donde slo recibo sufri-miento,pero nadie recoge si antes no siembra, y no sepuede recoger ms que lo que se ha sembrado. Por estarazn espero de Dios y de su bondad infinita que no meabandone en esta vida mundanal. Pues la puerta para ir alreposo verdadero es muy estrecha, y nadie podr entrar porella si no es por medio de afliccin y mortificaciones.Todo cuanto dices es, sin duda, muy verdadero, -dijoentonces el Rey-, pero siendo un cristiano quien lodice, me parece falso.Lo que oblig al Rey a hablar asi es que poraquel entonces era un pagano y todava adoraba a losdolos.Y Morien le respondi:Si lo que digo es verdadero, como reconocis, ne-cesariamentedeberis estar de acuerdo en que mis palabrasslo pueden proceder de un espritu verdadero. Pues, dela misma forma que las cosas verdaderas provienen de loque es verdadero, las falsas proceden de lo que es falso, laseternas de lo que es eterno, las pasajeras de lo que espasajero, las buenas de lo que es bueno y las malas de loque es malo.Entonces el Rey, tomando la palabra, dijo:Oh Morien! Ya se me han dicho muchas cosasfavorables acerca de tu persona, de tu firmeza y de tu fe.Ahora veo que todo cuanto se me ha dicho es verdadero, yhe de confesarte mi fascinacin y admiracin. Esto es,precisamente, lo que me hizo desear el bien de volverte aver y de conversar contigo, pues adems del asunto sobreel que hablaremos, deseo que me instruyas y me enseesotras cosas.Y Morien replic:Oh Rey! Ruego a Dios, que es todopoderoso,para que os aparte del error en que os encontris, y ospermita conocer la verdad. En lo que a m concierne, nadahay que deba admiraros. Yo soy uno ms de los hijos deAdn, como lo son todos los dems hombres. Todostenemos un mismo origen y no tendremos ms que unmismo fin, aunque lleguemos a l por diversos caminos.El pasar de los aos transforma al hombre, porque estsujeto al tiempo, y lo confunde. En cuanto a m, no hecambiado tanto como cambiarn aquellos que vendrndetrs de m, cuando tengan mi edad. Despus del ltimocambio viene la muerte, que no excusa a nadie y que seconsidera la mayor de entre todas las penas, pero antes deque el alma se junte al cuerpo, y despus de su disolucino separacin, todava deber sufrir una pena ms cruel,que no es ningn tipo de muerte. Pero ruego al Creadortodopoderoso para que siempre est dispuesto asocorrernos.A juzgar por las cosas que acabas de decir, -dijoentonces el Rey-, pareces creer que mi intencin es bur-larmede ti. Y si esta es la opinin que tienes de m, con loanciano y sabio que eres, ms mereces ser burlado quealabado.Despus de esto el Rey me llam y me dijo:Galip, mi fiel servidor, busca una casa para estehombre, que sea bella por dentro y por fuera, que est bienamueblada y prxima a mi Palacio. Encuentra tambin aalguien de su religin, que sea sabio, adulto y hombre.honesto para que le consuele con su conversacin y notenga motivo para enojarse, pues se muestra asustado, y noparece tener ninguna confianza en m.Hice lo que el Rey me orden. El Rey visitaba aMorien todos los das, y permaneca algunas horas con-versandocon l para intentar ganarse su confianza,pero por este medio no le dijo nada de todo suMagisterio. Sin embargo, despus de habersefamiliarizado mucho el uno con el otro, y habiendoentablado una gran amistad, Morien se abri al Rey yconfi en l. El Rey le formul algunas preguntas sobrelas Leyes de los Romanos, y si stas haban cambiadomucho conforme a la diversidad de los tiempos. Lepregunt cmo se haban comportado los primerosReyes y cnsules durante sus Gobiernos, y tambin leinterrog sobre la historia de los Griegos. Morienrespondi con mucha educacin a todas sus preguntas,con lo que el Rey despert por Morien un enorme afectoque jams haba sentido ni experimentado por nadie. Unda, mientras estaban conversando, segn su costumbre,el Rey le habl as:Muy sabio anciano, hace ya mucho tiempo quebusco el Magisterio de Hermes. He preguntado a muchosacerca de l, pero todava no he encontrado a nadie quehaya podido decirme la verdad. Por eso, despus dehaberte marchado de mi pas sin que yo lo supiera, ydespus de leer las palabras que habas escrito en el vasodel Magisterio que conseguiste hacer, palabras que decan:Quienes tienen en s mismos cuanto necesitan, nonecesitan auxilio de nadie, y despus de entender qusignificaban esas palabras, di muerte a todos aquellos que,durante tantos aos, me haban rodeado para trabajar enesta Obra, porque falsamente se envanecan de saberlahacer. Ahora di, te lo ruego, qu es verdaderamente esteMagisterio? Cul es su sustancia y su composicin?, Asrecibir de ti la satisfaccin tan largamente buscada.Y si me respondes, yo y mis posesiones nosentregaremos tan enteramente a ti que estaremosdispuestos a irnos contigo a tu pas si as lo deseas. Portanto, no tengas ms sospechas de m, como al parecer lastenas en otro tiempo, y de m no temas violencia operjuicio alguno.Oh Rey, bueno y sabio!, -dijo entonces Morien-,ruego a Dios para que os conceda la gracia de ser acepto.Ahora veo que lo que os ha obligado a hacerme venir hasido que tenais una gran necesidad de m. Para m fuefcil venir a vuestro encuentro, tanto para ensearos elMagisterio como para haceros manifiesto cun admirablees el poder de Dios. Por lo dems, nada temo y no guardodesconfianza alguna en vos; porque el temor demuestraque no se est seguro de la verdad. Un hombre sabio no hade temer nada de nadie, pues si temiera podra desesperarde alcanzar xito, sera presa de la duda y de laincertidumbre y, en consecuencia, nunca podra hacernada. Y dado que vos me mostris tan gran afecto, yviendo que sois firme y severo, y sin embargo bueno ypaciente en vuestras resoluciones, no os quiero ocultardurante ms tiempo el conocimiento del Magisterio. Vedque alcanzis sin esfuerzo y con ms facilidad que nadieaquello que tanto habis deseado. Por siempre sea benditoel nombre de Dios.Ahora veo, -dijo el Rey-, que aqul a quien Diosno concede paciencia, fcilmente se extrava pues se pre-cipitademasiado y viene a caer en una horrible confusin,y veo tambin que la precipitacin proviene del diablo. Yaunque yo sea nieto de Machoya e hijo de Gesid, quefueron Reyes, claramente veo que todas las grandezas de laTierra no sirven de nada en esta Obra, y que para alcanzarlano bastan ms fuerzas o potencias que aquellas queprovienen de Dios altsimo y todopoderoso.Morien respondi:Oh buen Rey!, ruego a Dios que os convierta yque os haga mejor. Aplicaos ahora en considerar yexaminar este Magisterio, y permaneced en la seguridad deque lo sabris y comprenderis fcilmente. Pero recordadante todo que debis estudiar muy bien el principio y elfin. Pues por este medio y con la ayuda de Dios,descubriris con ms facilidad todo cuanto es necesariopara realizarlo.Pero os advierto que este Magisterio, que tantohabis buscado, no se descubre ni con violencia ni conamenazas, y que no puede ser comprendido hasta que no seha llegado a su trmino; y os advierto que tan sloaquellos que son pacientes y humildes, aquellos que amana Dios sincera y perfectamente, pueden aspirar a poseerlo.Pues Dios no revela esta divina y pura ciencia ms que asus fieles servidores, y a quienes, en la eternidad y por sudivina providencia, ha dispuesto que descubran un tan granmisterio. As, todos aquellos a quienes ha hecho unagracia tan singular, deben reflexionar muy bien a quienpueden confiar un secreto tan grande, antes decomunicarlo y descubrirlo, pues ha de ser consideradocomo un don de Dios, don que 1 concede como le place,y a quienes se dign elegir entre sus fieles servidores. Ystos, continuamente, debern rebajarse y humillarse anteDios; reconocer con entera sumisin que slo de 1 hanobtenido este bien y no usarlo ms que segn las rdenesde su santa voluntad.Yo s, -dijo entonces Calid-, y conozco bien quenada excelente ni perfecto puede hacerse sin la ayuda y sinla revelacin de Dios, pues l est infinitamente porencima de todas las criaturas y que inmutables son losdecretos de su santa voluntad.El Rey, entonces se volvi hacia m y me dijo:Galip, mi fiel servidor, sintate y escribefielmente todo lo que nos oirs decir.Y Morien, tomando la palabra dijo:El Seor todopoderoso y creador de todas lascosas cre a los Reyes con un poder absoluto sobre sussbditos, pero no est dentro de su poder la facultad decambiar el orden con que fue establecido el mundo. Es decir,no pueden hacer que las cosas que Dios puso en pri-merlugar sean las ltimas, ni que aquello que fue puestoen ltimo lugar ocupe el primero; y (a los Reyes) esimposible saber nada si l no se lo revela, ni descubrirnada si 1 no se lo permite y si antes l no lo ha resueltoas.Del mismo modo no saben guardar ni conservarlo que les ha sido dado salvo por la fuerza y virtud.extraordinaria que se les enva de lo alto. Y lo que haceque Dios parezca todava ms admirable es que los Reyesno pueden, con todo su poder, retener su alma ni conservarsu vida ms all de lo que Dios ha establecido. Y sola-menteDios es quien ha elegido, entre todos sus servidores,a quienes le ha parecido bien, y a esos ha destinado paraque busquen esta ciencia divina, desconocida y oculta a loshombres, para que la guarden y conserven oculta en suscorazones despus de haberla descubierto.Se trata de una ciencia admirable que desata y li-beraa quien la posee de la miseria de este mundo, deforma que lo conduce y eleva hasta el conocimiento de losbienes de la vida eterna. Por eso los antiguos filsofos laguardaron con enorme celo hasta la muerte, y se latransmitieron de unos a otros por tradicin, como unaherencia que slo les perteneca a ellos. A esos tiempossiguieron otros, donde esta ciencia fue casi aniquilada ydespreciada por todo el mundo.Pero a pesar de todo el desprecio a que fuesometida, se conservaron muchos libros de los antiguosfilsofos, libros en los que esta ciencia se encontraba porentero y sin mentira alguna. Y aunque fueron muchos losque se aplicaron a su estudio, nadie pudo realizar el Ma-gisteriodebido a la multitud de nombres distintos que losantiguos sabios siempre dieron a las cosas relativas a esteMagisterio, cosas que era necesario saber para conseguirllevarlo a buen trmino.En cuanto a m, yo he conocido perfectamente laverdad, y vos habis visto la prueba de ello. Pero aunquelos filsofos, nuestros predecesores, hayan otorgadomuchos y diversos nombres a su Magisterio, y aunquehayan entremezclado sofisticaciones diversas paraoscurecer ms la cosa y hacer ms difcil su conocimiento,es cierto, sin embargo, que todo cuanto han dicho estotalmente cierto, como han podido comprobar por ex-perienciapropia muchos de los que han hecho el Magis-terio.Y siempre se crey que se haban aferrado a esaoscuridad y disimulo para impedir el conocimiento de suciencia tanto a locos como a insensatos, que abusaran deella, y para que quedara reservada a todos aquellos quefueran juzgados dignos de poseer un tesoro tan grande,para que slo estos pudieran entender sus palabras.As pues, aquel que encuentre los libros de los fi-lsofosverdaderos que los estudie cuidadosamente hastaque los entienda de la manera veraz, aquella manera en quedeben ser entendidos. Pues todas sus dificultades nodebieran apartar a nadie de la bsqueda de este Magisterio,y no por ellas debe desesperar el hombre de alcanzarlo sitiene una firme esperanza y una entera confianza en Dios.Que continuamente ruegue a Dios para que le conceda lainteligencia de este secreto, para que le sea concedida lagracia de hacer y realizar una Obra tan divina y admirable.Que le pida encarecidamente su luz para conocer estaadmirable perfeccin, para que le ilumine y para que leconduzca por la va recta y verdadera, sin desviarse jamshasta que, felizmente, alcance el fin de la Obra.Oh Morien!, -dijo entonces el Rey-, ya essuficiente, si te parece, en lo que respecta a la conductaque se debe mantener antes de empezar esta Obra.Entiendo bien lo que acabas de decir al respecto y teprometo que lo observar estrictamente si quieresensearme bien el Magisterio.Por tanto, explcamelo muy claramente, te lo rue-go,y hazme entender lo que hace tanto tiempo que deseosaber, para que no me vea forzado a efectuar una largabsqueda o un estudio tedioso que podra desanimarme ydesviarme del buen camino. Te ruego pues que entremosen materia, con el comienzo de la cosa, y que continuemosel camino sin confundir nada y sin invertir el ordennecesario.A esto Morien respondi:Os declarar la cosa seguidamente y por orden; comenzada preguntarme lo que os plazca...SEGUNDA Y PRINCIPAL PARTEde la conversacin entre el rey Calidy el filsofo Morien sobreel magisterio de HermesCalid:Ante todo, te ruego que me digas cul es laprincipal sustancia y materia del Magisterio, qu cosa es,si est compuesta de varias sustancias o si no ha de hacersems que de una sola materia.Morien:Cuando una cosa de la que se duda no se puededar a conocer por su efecto nos deberemos servir, paraprobarla, del testimonio de varias personas que certifiquenque es verdadera. Sin embargo, acerca de esto que mepreguntis yo no alegar aqu la autoridad de los antiguos,sin declararos previamente y en lo que concierne a laprincipal sustancia y materia del Magisterio, lo que enmuchas ocasiones yo mismo pude conocer por experienciapropia. Y si prestis atencin a lo que os dir sobre mmismo y sobre la autoridad de aquellos antiguos filsofosa los que citar, conoceris de modo evidente que todos,de una forma unnime, hablamos de una misma cosa, yque todo cuanto decimos es verdadero.Y para satisfacer vuestra solicitud deberis saberque no existe ms que una sola, primera y principal sus-tancia,que es la materia del Magisterio; que de estamateria se hace uno, que este uno se hace con ella, y queno se debe aadir ni quita nadar a lo que ella es. He aqu larespuesta a lo que me habis preguntado.Ahora voy a alegar el testimonio de los antiguosfilsofos, para demostraros que todos estamos de acuerdo.Hrcules, que fue Rey, sabio y filsofo, cuando fueinterrogado por algunos de sus discpulos les respondi:Nuestro Magisterio procede primeramente de una Raz,que primero se extiende y reparte en muchas cosas, ydespus vuelve a ser, de nuevo, una sola cosa. Y os ad-viertoque le es necesario recibir aire.El filsofo Africanus dijo: Los cuatroelementos, es decir, el calor, el fro, la humedad y lasequedad, provienen de una nica fuente, y algunos deellos se hacen a partir de los otros, que son los mismos,pues de estos cuatro unos vienen a ser raices de los otrosy los otros estn compuestos de esas races. Las racesson el agua y el fuego y los compuestos, la tierra y elaire. El mismo Africanus dijo a Mara: Nuestra aguatiene dominio sobre nuestra tierra: es grande, luminosay pura; pues la tierra ha sido creada a partir de suspartes, y con las partes ms groseras y espesas delAgua.Hermes dijo de modo similar: La tierra es lamadre de los otros elementos, todos proceden de latierra y todos vuelven a ella. Y aade: Del mismomodo que todas las cosas vienen de uno, as miMagisterio est hecho de una sustancia y de unamateria. Y de la misma forma que el cuerpo del hombrecontiene los cuatro elementos, tambin Dios los hacreado distintos y separados y agrupados en uno, perorepartidos por todo el cuerpo; porque un nico cuerpolos contiene a todos, como si estuviesen sumergidos enl, y los retiene a todos en una sola cosa. Y sin embargocada uno de ellos hace una operacin particular, cadauna de las cuales es distinta de la de los otros. Y aunquetodos estn en un mismo cuerpo, nada impide que cadauno de ellos tenga su color particular, y que cada unotenga un dominio distinto. Eso mismo sucede en nuestroMagisterio, porque los colores, que dependen cada unode un elemento, aparecen sucesivamente, y uno detrs deotro. Los filsofos han dicho de este Magisterio otrasmuchas cosas similares, como despus veremos.Calid:Cmo y de qu manera se puede hacer que eneste Magisterio no haya ms que una raz, una sustancia yuna materia, si en los escritos de los filsofos se encuen-tranmuchos nombres de esta raz, todos ellos distintos?Morien:Cierto es que a esta raz se le han dado muchosnombres, pero si consideris bien lo que acabo de decir yel orden en que os lo he dicho, veris que efectivamente nohay ms que una raz, una sustancia y una materia delMagisterio. Y para que lo entendis mejor os voy a citar yexplicar otras autoridades de los antiguos filsofos sobreeste sujeto.Calid:Termina de explicarme el Magisterio de esta obra.Morien:Hrcules dijo a algunos de sus discpulos: Elhueso del dtil es producido y alimentado por lapalmera, y la palmera lo es por su dtil. Y de la raz depalmera, surgen varios brotes pequeos que semultiplican y producen otras muchas palmerasalrededor de ella. Y Hermes dijo: Observa el rojoperfecto, y el rojo disminuido y el rojo total; tambindebers considerar el naranja perfecto, y el naranjadisminuido de su color anaranjado, y el coloranaranjado total. Y mira aun el negro completo, y elnegro disminuido de su negrura, y la negrura total. Delmismo modo, la espiga procede de un grano y de unrbol salen muchas ramas aunque el rbol no procedams que de su semilla.Otro sabio, que renunci al mundo por amor aDios, nos cuenta un ejemplo parecido dicindonos: Lasimiente es la primera formacin del hombre; y de ungrano de trigo proceden cen, y a partir de una pequeasemilla se genera un gran rbol, y de un hombre saleuna mujer semejante a l; y a partir de este hombre y deesta mujer nacen con frecuencia muchos hijos e hijas,que tienen la tez, los rasgos y el rostro distintos..Ese mismo sabio nos dice adems: Fjaos en elsastre: a partir de una misma tela hace una camisa ytoda suerte de ropajes, y cada parte tiene un nombreparticular y distinto de los dems. Y sin embargo, alconsiderar estas partes naturalmente, es decir segn sumateria, se ver que todas estn hechas de un mismotejido, y que una nica tela es la principal materia conla que se han hecho todos los vestidos. Pues, aunque loscuerpos, las mangas y los faldones tengan nombresdistintos en tanto que partes del vestido, el pao es, noobstante, su principal materia. Pues se podra deshacere1 vestido, y separar sus partes quitando el hilo pordonde han sido cosidas y unidas, pero no por ello dejarde ser la misma tela, sin que haya necesidad de otra teladistinta para ello.As nuestro Magisterio es una cosa que subsistepor s misma, sin tener necesidad de ninguna otra cosa.Este Magisterio est oculto en los libros de los filsofos, ycuantos han hablado de l le han dado mil nombresdistintos. Est sellado y no se abre ms que a los sabios.Pues los sabios lo buscan con diligencia, y lo encuentrandespus de haberlo buscado, y cuando finalmente lo hallanlo estiman y dignifican; pero los necios se burlan de l y lotienen en poca estima, o a decir verdad, no lo estiman enabsoluto, porque no saben lo que es.He aqu algunos de los nombres que los sabios,en sus escritos, han dado a su Magisterio. Lo han llamadosemilla, que cuando se transforma se torna sangre en lamatriz, hasta que se cuaja y se convierte en una especie depedazo de carne. Y esto sucede as hasta que la criaturarecibe otra forma, a saber, la del hombre, que sucede a esaprimera forma de carne. hasta que necesariamente seahecho un hombre.Otro de esos nombres es que antes de llegar a superfeccin recuerda a la palmera por el color de sus frutosy por el de sus semillas. Los filsofos tambin comparansu Magisterio a un granado, al trigo o a la leche, dndoleotros muchos nombres, pero todos ellos no tienen ms queuna raz o fundamento; pero segn los efectos diversos,los distintos colores y las muchas naturalezas de esteMagisterio, se le dan muchos nombres distintos, comodijo el filsofo Herisartes.Y puedo asegurar en verdad que nada ha hechotropezar y errar tanto a quienes han querido hacer el Magisteriocomo la diferencia y pluralidad de nombres que sele han dado. Pero una vez se haya reconocido que todosestos nombres se le han impuesto slo por la diversidad decolores que aparecen en la conjuncin de las dos materias,procedentes de una sola raz, ya no ser fcil extraviarsedel camino que se ha de seguir para hacer el Magisterio.Calid:A propsito de los colores creo recordar que hasdicho que se convertan los unos en los otros.Querra saber si esto se da por una sola operacino disposicin, o si se transformarn de este modo con doso varias operaciones.Morien:La materia cambia por medio de una sola opera-cin,pero a medida que esta materia recibe nuevos colorespor el calor del fuego, ms nombres distintos se le dan.Por eso el filsofo Datin le dijo a Eutiquio: Te har verque los filsofos cuando multiplican las disposiciones yoperaciones de nuestro Magisterio, no tienen otraintencin que instruir y esclarecer a los sabios, y almismo tiempo cegar completamente a los necios. Pues,del mismo modo que el Magisterio tiene un nombre quele es propio, tiene tambin una disposicin u operacinque le es particular, y para hacerla tambin hay unasola y nica va totalmente recta. Por ello, aunque lossabios hayan dado diversos nombres al Magisterio yaunque hayan hablado de l de formas diversas, como sise tratase de muchas cosas distintas, siempre han sabidoque se trataba de una sola cosa y de una soladisposicin u operacin.Que esto os baste, oh, buen Rey!, y os ruego queno me interroguis ms sobre este asunto. Pues los sabiosque nos precedieron, hablaron de muchas operaciones, demuchos pesos y de muchos colores y llenaron sus escritosde alegoras en atencin al vulgo, pero jams mintieronsino que hablaron como creyeron oportuno que debanhablar y como entre ellos lo entendan, para ocultar susecreto y hacerlo ininteligible para los dems.Calid:En lo que respecta a la naturaleza y sustancia delMagisterio ya es suficiente. Ahora te ruego que me hablesde su color, hablando claramente y sin oscurecer tudiscurso con alegoras o smiles.Morien:Los sabios siempre tuvieron la costumbre dehacer su Azoth o Alumbre a partir de l y con l, pero lohacan antes de teir ninguna cosa por su mediacin. BuenRey, con esto ya os digo mucho en pocas palabras, y sideseis que retomemos la autoridad de los antiguos paradaros un ejemplo, escuchad lo que dijo el filsofo Datin:Nuestro latn, aunque primeramente fue rojo, es intilsi permanece en ese estado; pero si del rojo pasa alblanco valdr mucho. Por esta razn Datin dijo aEutiquio: Oh Eutiquio, ten esto por seguro y otrgaleuna firme creencia.No en vano los sabios han hablado as: Yahemos quitado la negrura y hemos hecho que aparezcala blancura con la Sal nitro (o Sal de naturaleza), y elAlmizadir es decir, la Sal amoniacal, que es fra y seca, yya hemos fijado la blancura. Por eso le damos el nombrede Boreza que en rabe quiere decir Tincar (borato desodio).Hermes confirma esta autoridad del filsofoDatin cuando dice: La negrura aparece en primer lugar,despus con la Sal nitro aparece la blancura; alprincipio fue rojo, despus, al final, fue blanco. Cuandose le quita la negrura por completo, adquiere un rojobrillante. Y Mara dijo: Cuando el latn es quemadocon el azufre, y cuando la blandura (mollesse) seexpande sobre l, se disuelve, de forma que pierde suardor, entonces toda su oscuridad y negrura es.expulsada de l, transformndose as en oro pursimo.El mismo filsofo Datin aade: Si el latn se quema conel azufre, y si la blandura se expande por encima de l,entonces, con la ayuda de Dios, su naturaleza sercambiada a algo mejor, y se tornar ms perfecta de loque era. Otro filsofo dice: Cuando el latn purocuece durante mucho tiempo y llega a ser brillante comolos ojos del pez, cabe esperar que en ese estado sea til,y sabed que para entonces retornar a su naturalezaprimitiva. Otro dice que: Cuanto ms lavada sea unacosa, ms clara aparecer, es decir, mejor. Y si el latnno es lavado, no aparecer ni claro ni transparente, y norecuperar su color.Mara tambin dice: Nada puede quitar allatn su oscuridad o su color, pero el Azoth es como suprimera cobertura. Esto se entiende cuando se hace lacoccin, pues entonces el Azoth colorea al latn y lotorna blanco. Pero el latn recupera su dominio sobre elAzoth tranformndolo en vino, es decir, tornndolo rojocomo el vino.Otro filsofo dijo tambin que: El Azoth nopuede, sustancialmente, quitar el color al latn, nicambiarlo, excepto en apariencia; pero el Azoth se veprivado por el latn de su blancura sustancial, porquetiene una fuerza maravillosa que aparece por encima detodos los colores. Pues cuando los colores han sidolavados quitndoles la negrura y la suciedad, de suerteque aparece el blanco, despus de esto, digo, el latnadquiere dominio sobre el Azoth, y lo vuelve rojo.El filsofo Datin tambin dice que: Todas lascosas no proceden sino de l, que todo est con l, y quetoda tintura procede de su semejante. El filsofoAdarmath dice tambin: Si los antiguos sabios han dadonombres tan distintos a las cosas y han utilizado tantossmiles es con la finalidad de haceros entender que el finde esta cosa rinde testimonio de su comienzo, y suprincipio da testimonio de su fin, dndose a conocer deeste modo y recprocamente el uno al otro y para quetambin sepis que no es ms que una sola cosa, quetiene, sin embargo, un padre y una madre, y su padre ysu madre la alimentan y le dan de comer Y no obstanteno es una cosa que pueda ser en modo alguno distintade su padre y de su madre.Eutiquio tambin dice: Cmo es posible que laespecie sea teida por su gnero?. El filsofo Datindice tambin: De dnde es lo que ha salido de l y quea l regresar?.Calid:Ya es suficiente en lo que concierne a lanaturaleza de la Piedra y a su color.Digamos ahora alguna cosa de su composicinnatural. de su tacto, de su peso y de su gusto.Morien:Esta Piedra es suave al tacto, y es ms suave de loque es su cuerpo. Pero es muy pesada y muy dulce algusto, y su naturaleza es area.Calid:Cul es su olor antes de ser hecha y despus deser hecha?Morien:Antes de ser hecha tiene un olor fuerte y huelemal; pero despus de hacerla tiene un buen olor. Por elloel sabio dijo: Esta agua quita el olor del cuerpo muertoy que ya ha sido privado de su alma; pues el cuerpo eneste estado huele muy mal, y tiene un olor que recuerdaal de las tumbas.Tambin por ello dijo el sabio: Aquel que blan-quearel alma y la elevar una segunda vez, aquel quehaya conservado bien el cuerpo y que le haya quitadotoda la oscuridad y despojado de su mal olor, podr ha-cerque esa alma entre en el cuerpo, y cuando estas dospartes se unan, sucedern muchas cosas maravillosas.Por eso, cuando los filsofos se reunieron ante Maraalgunos de ellos le dijeron: Sois afortunada Maria, por-queel divino secreto oculto, siempre alabado, os ha sidorevelado.Calid:Te ruego que me expliques como se hace elcambio de naturalezas, quiero decir, cmo lo que estabajo asciende a lo alto, y desciende lo que est arriba; dequ manera el uno se une al otro hasta mezclarse y hacerseuna sola cosa.Dime tambin quin es la causa de esta mezcla,cmo esta agua bendita lava, roca y despoja al cuerpo desu mal olor, es este aquel olor del que se ha dicho querecuerda al de las tumbas, donde son sepultados loscuerpos?Morien:Con toda razn el filsofo Azinaban, despus deque Oziambe le preguntara cmo se poda llamar natu-ralmentea esta cosa, le respondi que su nombre propioera animal, y que cuando tena este nombre ola bien, y noquedaba ninguna oscuridad ni hedor alguno en ella.Calid:Ya se ha hablado suficiente sobre la bsqueda delMagisterio en general; ahora te pregunto si se trata de unacosa de vil precio o si es cara, y te ruego que me respondasla verdad.Morien:Tomad en consideracin lo que dijo el sabio: queel Magisterio se acostumbra a hacer de una sola cosa.Imprimid esto, y con fuerza, en vuestro espritu, pensad enello y examinadlo bien hasta que ya no tengis ningunaduda al respecto.Sabed que el azufre Zarnet, es decir, eloropimente, arde por completo, y que cuando arde quedacompletamente consumido; pero el Azoth resiste mstiempo a la combustin mientras todas las dems especieso materias puestas al fuego se consumen de inmediato.Cmo podrais, pues, esperar nada bueno de una cosa queinstantneamente es consumida por el ardor del fuego, yque al arder queda reducida a carbn? Adems, os advierto.que ninguna otra Piedra ni ninguna otra semilla es propiapara este Magisterio. Pero vos considerad si podis dar unbuen rgimen a una cosa pura y muy limpia, pues sin estovuestra operacin no producir nada.Por esa razn los sabios han ordenado y handicho que si encontris en el estircol lo que buscis, lodebis tomar, y si no lo encontris no tenis ms que meterla mano en la bolsa, porque todo lo que es caro es engao-soe intil para esta obra.Guardaos muy mucho de todo gasto en esteMagisterio, porque cuando se finalice, ya no tendris msgasto que hacer. Por eso que el filsofo Datin dice: Terecomiendo que no hagas ningn gasto en el peso de lasespecies o materias, y principalmente en el Magisteriodel oro. El mismo filsofo nos dice: Aqul que, parahacer el Magisterio, busque alguna cosa que no sea estaPiedra, es como un hombre que quiere subir una escale-rasin peldaos y, al no poderlo hacer, se cae decabeza.Calid:Ests hablando de una cosa extraa o seencuentra en abundancia?Morien:Acerca de esto el sabio dijo: tanto es para elrico como para el pobre, para el prdigo como para elavaro, para aquel que anda como para el que estsentado. Pues es una cosa que se tira por las calles y quese pisotea en los estercoleros donde yace. sta fue lacausa por la que muchos han buscado en el estircol,creyendo que all la encontraran, y fracasaron. Pero lossabios han conocido lo que era, y a menudo han probado yrecomendado esta cosa nica que contiene en s a loscuatro elementos y que tiene poder sobre ellos.Calid:En qu lugar o mina se ha de buscar esta cosapara hallarla?Aqu Morien se call, y bajando la cabezamedit largo tiempo lo que deba responder al Rey.Finalmente, irguindose, respondi:Morien:Oh, Rey!, os confieso la verdad: Dios, segn sudeseo, ha creado en vos esta cosa tan notable, y no podrser separada, y que todo lo que Dios ha creado no podrasubsistir sin ella, de manera que si se la separa de algunacriatura sta muere repentinamente.Calid:Si no me explicas lo que acabas de decir, noentender nada.Y Morien respondi:Los discpulos de Hermes le preguntaron: Buenmaestro: los sabios que nos han precedido, compusieronlibros sobre este Magisterio y los legaron a sus hijos ydiscpulos; te rogamos que no nos ocultes su expli-cacin, antes bien, aclranos lo antes posible eso quelos antiguos dejaron un poco oscuro en sus escritos. Yl les respondi: Oh, hijos de la Sabidura! Sabed queDios, el Creador altsimo y bendito, ha creado el mundoa partir de los cuatro elementos, todos ellos distintosentre s, y que ha puesto al hombre entre esos elementoscomo su ms gran ornamento.Calid:Te ruego que me expliques mejor lo que dices.Morien:Qu necesidad hay de tanto discurso, oh, Rey?De vos se extrae esta cosa, vos sois la mina, pues se encuentraen vuestra casa, y para confesaros sinceramente laverdad, se toma y se recibe de vos. Y cuando la habrisprobado, aumentar en vos el amor que sents por ella.Tened la seguridad de que cuanto os digo es verdadero eindudable.Calid:No has conocido nunca otra Piedra que sea pare-cidaa esta de la que hablamos, y que tenga tambin lavirtud y la potencia de operar como ella la cosa de quetratamos, es decir, el Magisterio y la transmutacin de losmetales imperfectos en plata y oro?Morien:No, no he conocido ninguna parecida a ella nique produzca sus mismos efectos. Pues esta Piedracontiene en s los cuatro elementos, es parecida al mundoy a la composicin del mundo, y en el mundo no seencuentra ninguna otra Piedra que se le parezca, es decir,que tenga su misma composicin y naturaleza. As, aquelque buscare otra Piedra en este Magisterio fracasar en suoperacin.Todava hay otra cosa que debis saber. Se tratadel comienzo de este Magisterio, cosa esta que os apartarde todo error. Tened cuidado de no abandonar esta raz yde no buscar estos cambios, porque no encontrarais elbien ni el fruto buscado.Adems, os advierto que observiscompletamente todo lo que ha sido dicho hasta ahora.Calid:Oh Morien!, mustrame ahora la cualidad de estaoperacin o disposicin, pues despus de lo que me acabasde ensear, tengo la esperanza de que Dios nos ayudar.Morien:Os la dir del mismo modo que los antiguos y yola hemos recibido, pues tenis razn en hacerme esta sol-citud.Ya que para comprender bien esta operacin y parahacerla bien, es menester que en su rgimen observisregularmente todas las partes, que son las disposiciones uoperaciones necesarias para llevarla a cabo, segn el ordenen el que estn dispuestas, y como se siguen naturalmente,sin omitir ninguna.La primera de estas partes es la cpula. Lasegunda es la concepcin. La tercera es la preez. La.cuarta es el alumbramiento o parto y la quinta es lanutricin. As, si no hay cpula, no habr concepcin, y sino hay concepcin no habr embarazo ni parto.Es as que el orden de la operacin recuerda a lageneracin del hombre. Pues el Creador todopoderoso,altsimo y grandsimo, eternamente bendito sea su nombre,cre al hombre no a partir de partes o trozos que yaexistan, como ocurre con una casa, que se hace de trozosensamblados: el hombre no ha sido hecho de partesartificiales o que hayan subsistido anteriormente y, encambio, una casa est compuesta con todo tipo de piezas,ya sean los cimientos, las murallas o el tejado, es decir,por partes unidas artificialmente. No es as como ha sidocompuesto el hombre, porque es una criatura, es decir,tiene en s un alma creada por Dios inmediatamente. Ycuando su esencia se transforma a partir de su primeraconformacin, siempre viene a ser, gracias a este cambio,un ser ms perfecto. De manera que el hombre siempre seperfecciona mientras se produce, y en eso se diferencia delas cosas artificiales, pues cuando se forma, crece yaumenta de da en da, y de mes en mes, hasta que elCreador altsimo acaba de perfeccionar su criatura segnun tiempo preestablecido y unos das determinados.Y aunque los cuatro elementos estuvieran en lamateria seminal de que se compone el hombre, tambinestan en el hombre mismo; sin embargo, el Dios Creadorha prescrito un trmino, y ha delimitado un tiempo duranteel cual ha de ser perfeccionado. Transcurrido este tiempo,el hombre queda enteramente formado. Tal es la fuerza yla Sabidura del Altsimo.Pero sobre todas las cosas debis saber, oh, buenRey!, que este Magisterio es el secreto de los secretos delDios grandsimo, y que l es quien ha confiado yencomendado este Secreto a sus Profetas, cuyas almas hapuesto en su Paraso; tambin debis saber que, si lossabios que vinieron despus de ellos no hubiesen com-prendidolo que dijeron acerca de la grandeza del vasodonde se hace el Magisterio, jams habran podido hacer laObra. Por tanto, no olvidis nada de lo que os acabo dedecir. Ya os he dicho antes que no hay una gran diferenciaentre la manera de hacer este Magisterio y la manera encomo es producido el hombre.Y ahora digo que en este Magisterio no hay nadaanimado, nada nace, ni nada crece sino despus de laputrefaccin y despus de haber sufrido alteracin y cam-bio.Y es esto lo que ha hecho decir a un sabio que:Toda la fuerza del Magisterio se halla despus de laputrefaccin. Si no se pudre no se podr licuar ni disolver,y si no se disuelve volver a la nada.Calid:Qu ocurrir con esto despus de laputrefaccin?Morien:Despus de la putrefaccin, la cosa llegar a unestado tal, que el Dios todopoderoso y Creador Altsimoproducir la composicin buscada.Sabed pues que este Magisterio requiere sercreado y hecho dos veces, y que son dos acciones y dosoperaciones y que estn de tal modo enlazadas la una conla otra que, cuando una de ellas es acabada, la otracomienza, y que cuando esta ltima ha sido hecha, todo elMagisterio queda realizado y cumplido.Calid:Cmo puede ser que este Magisterio deba serhecho y creado dos veces, si antes has dicho que para hacerlono hay ms que una materia y una nica va recta?Morien:Lo que he dicho es verdadero porque todo el Ma-gisteriose hace de una cosa, y no hay ms que una va yuna manera de hacerlo, porque una de estas operaciones essimilar a la otra.Calid:Cul es esa operacin por la que, segn hasdicho antes, puede hacerse todo el Magisterio?Morien:Oh, Rey!, ruego a Dios que os quiera iluminar.Lo que vos me peds es una operacin que no se hace conlas manos.Y muchos sabios se han lamentado de lo muydifcil que es, asegurando que si alguien, por medio de suciencia o de su trabajo, pudiera descubrir el medio dehacerla, sabra cuanto es preciso para realizar la obra, y lesera fcil terminarla. Pero, por el contrario, quien nopueda encontrarla ni por su ciencia ni por su trabajo, ignorarpor completo todo el Magisterio.Calid:Cul es, pues, esa admirable operacin?Morien:Si consideris y examinis seriamente lo que losabios han dicho de ella, la podris conocer fcilmente.Ved como han hablado de ella: esta operacin es un cambiode naturalezas, y una mezcla o admirable mixtura deestas mismas naturalezas, es decir, de lo clido y de lohmedo con lo fro y lo seco, que se hace por una dispo-sicinu operacin muy sutil.Calid:Puesto que esta operacin no se hace por manode hombres, dime con qu se puede hacer.Morien:Esta operacin o disposicin se hace como diceel sabio, o sea, el Azoth y el fuego lavan y purifican ellatn, quitndole por completo su oscuridad. Dice el sabio:Si sabis regular y proporcionar bien el fuego, conla ayuda de Dios, el fuego y el Azoth os bastarn en estaoperacin. Y por ello, Elbo, apodado El Asesino, dijo:.Blanquead el latn y romped vuestros libros, no seaque vuestros corazones sean desgarrados.Calid: Esta operacin o disposicin, tiene lugarantes o despus de la putrefaccin?Morien:Precede a la putrefaccin. pero no hay otra opera-cinantes de ella.Calid:Entonces qu es?Morien:Toda nuestra operacin no es otra cosa y no consistems que en extraer el agua de la tierra, y volverla aponer de nuevo sobre la tierra, hasta que esta tierra sepudra. Pues esta tierra se pudre con el agua y con ella selimpia. Y despus de ser lavada, el rgimen de todo elMagisterio quedar completamente acabado, con la ayudade Dios.Esta es la operacin de los sabios, tercera parte detodo el Magisterio. Adems os advierto que si no limpiisperfectamente el cuerpo impuro, si no lo desecis, si no lovolvis completamente blanco, si no lo animis haciendoentrar el alma, y si no le quitis todo el mal olor, demanera que despus de haber sido lavado, la tintura quecaiga sobre l lo penetre, no habris hecho nada en elMagisterio por no haber observado bien el rgimen. Sabedadems que el alma entrar prontamente en su cuerpo,pero no se unir de ningn modo con un cuerpo extrao.Calid:Dios el Creador acuda siempre en nuestroauxilio, pero t, oh, filsofo!, ensame, te lo ruego, lasegunda operacin, y dime si empieza donde finaliza laprimera.Morien:S, esto sucede como decs. Pues una vez lavadoel cuerpo impuro del modo que ya ha sido dicho, deberisponer con l la cuarta parte del fermento en proporcin delo que aquel es. El fermento del oro es el oro, al igual queel del pan es el fermento del pan.Despus de esto ponedlo a cocer al Sol hasta queambas cosas queden tan bien unidas que no formen msque un nico cuerpo. Despus, con la bendicin de Dios,comenzaris a lavarla. Para blanquearla, tomaris unaparte de la cosa que hace morir, y coceris durante tresdas, y guardaos de no olvidar o suprimir ninguno de estosdas. Es necesario que el fuego arda y que aporte un calorcontinuo e igual, de modo que ni aumente ni disminuya,sino que siempre sea suave e igual, de lo contrario seseguira un gran perjuicio. Pasadas diecisiete noches,examinad el vaso donde hicisteis cocer esta composicin.Quitad el agua que encontraris dentro, aadid otra agua, yrepetid la misma cosa tres veces. Pero es necesario que elvaso est siempre en el horno, sin que sea agitado, hastaque el tiempo de la fermentacin del oro se hayacumplido, y hasta que alcance la octava parte de su tintura.Y despus de veinte noches, cuando se haya extrado ydesecado bien, lo que se obtiene se llama en rabe Vexir.A continuacin, tomad vuestro cuerpo, quehabris lavado y preparado, y ponedlo diestramente sobreun horno, para que sea all rociado todos los das en suvaso, con la cuarta parte de la cosa mortfera o que mata,que tendris preparada a tal efecto, cuidando que la llamadel fuego no toque vuestro vaso, pues si lo tocara todoestara perdido.Hecho esto, poned con pericia vuestro vaso en ungran horno, y haced un fuego sobre su obertura para quearda continuamente y con la misma intensidad durante dosdas, sin aumentarlo ni disminuirlo; despus de esto,deber retirarse del horno con todo lo que est en suinterior; porque, con la ayuda de Dios, la operacin sehabr hecho por segunda vez.Calid:Lo haremos todo como dices. Bendito sea elNombre del Seor.Morien:Oh, buen Rey!, debis saber adems que toda laperfeccin de este Magisterio consiste en tomar los cuer-posque estn juntos y que son semejantes. Pues estoscuerpos, por un artificio natural, estn unidossubstancialmente el uno con el otro, y se armonizan y disuelven,recibindose el uno al otro, y enmendndose yperfeccionndose mutuamente; de forma que toda la vio-lenciadel fuego sirve para tornarlos ms bellos y ms per-fectos.De este modo, el que se aplique a buscar laSabidura, despus de conocer a la perfeccin cmoconviene tomar estos cuerpos, disolverlos, prepararlosbien, mezclarlos y cocerlos, tambin deber saber despusel rgimen de fuego y los grados de calor que esconveniente aplicar, de qu manera debe ser hecho suhorno, cmo debe encender su fuego, es decir, en qulugar del horno ha de hacerlo, cuantos das ha de durar estefuego, y la dosis o los pesos de estos cuerpos (es decir,qu cantidad conviene poner de cada uno), porque siprocede con prudencia y con razn, llevar a trmino supropsito con la asistencia de Dios. Pero que se guarde detoda precipitacin, y que obre con precaucin y razn y,sobre todo, que tenga una firme esperanza.Es la sangre la que une principalmente y con fuer-zalos cuerpos, porque los vivifica, los une y los reduce aun solo y nico cuerpo. Esa es la razn por la que, durantemucho tiempo, se debe hacer y mantener un fuego muysuave, siempre igual en tanto dure, ya que el fuego, quepor su calor penetra en seguida el cuerpo, lo consume conrapidez.Pero si se aaden heces de vidrio, stas impedirnque los cuerpos que han de ser transformados en tierra,queden abrasados. Pues cuando los cuerpos ya no estnunidos a sus almas, el fuego los abrasa rpidamente. Perolas heces de vidrio son muy propias a todos los cuerpos,porque los vivifican y acomodan, y permiten que algunacosa pase de unos cuerpos a otros, impidiendo que seanabrasados y que noten demasiado el efecto del calor..Cuando queris obtener estas heces, las deberis buscar enlos vasos de vidrio. Y cuando las encontris, guardadlas yno las usis hasta que se vuelvan agrias sin llegar a serfermento, porque de lo contrario no podrais hacer nada delo que pretendis.La tierra ftida tambin recibe rpidamente laschispas blancas, e impide que durante la coccin la sangrequede convertida y reducida en tierra condenada (terredamne), es decir, que quede abrasada. Aqu hay que pres-tarmucha atencin, porque la virtud y la fuerza de lasangre es enorme. Por ello es necesario romper, es decir,dividir la sangre para que no impida o perjudique. Pero noes necesario romper hasta que el cuerpo sea blanqueado.De no ser as, la negrura se apoderar de todos los coloresque queden, quiero decir, de los colores de las venas queantes han sido consumidas por un nuevo ser, que pertenecea este Magisterio. Toda cosa, de la que no hayis visto laverdad al principio, es por completo engaosa e intil.Esto es tambin un secreto del Magisterio, que yo heabreviado aqu y que os he explicado, a saber, que unaparte de esta cosa transforma mil partes de plata en oropursimo.Lo que hasta ahora os he dicho debe puesbastaros para el Magisterio. Todava queda, sin embargo,alguna cosa sin la cual aquel no puede ser concluido.Debis saber ante todo que aquel que busca esta divina ypura ciencia, ha de considerarla un don de Dios, don quel otorga y confa a aquellos a quienes ama. Por siempresea bendito su santo Nombre.Ahora, oh buen Rey!, prestadme toda vuestraatencin, y aplicaos seriamente para escuchar ycomprender lo que os voy a decir.Calid:Habla cuanto te plazca, estoy completamente dis-puestoa escucharte...TERCERA PARTEde la conversacin entre el rey Calidy el filsofo Morien sobreel Magisterio de HermesMorien:Oh, buen Rey!, debis saber pertectamente antetodas las cosas que el humo rojo y el humo anaranjado, yel humo blanco, y el Len verde, y la Almagra, y lainmundicia de la muerte, y lo lmpido (es decir, lo claro ytransparente), y la sangre, y la Eudica, y la tierra ftida, sonlas cosas en que consiste todo el Magisterio y sin las queno se podra hablar bien de l.Calid:Explcame estos nombres.Morien:Os los explicar seguidamente. Pero antes quierohacer ante vuestra presencia el Magisterio con las cosasque acabo de nombrar, con todos los nombres que he dicho,para haceros ver por efecto y por experiencia la verdadde lo que os acabo de decir. Pues el fundamento deesta ciencia es que, aquel que quiera aprenderla, aprendaprimero la teora de un maestro, y despus que ese maestrohaga ver, con frecuencia, la prctica a su discpulo. Hayalgunos que buscan durante mucho tiempo esta ciencia enmuchas cosas sin poderla encontrar nunca. Pero vos, parahacer la obra no os srvis ms que de las cosas sobre lasque me veris trabajar, y emplead solamente eso para hacerel Magisterio, porque de otro modo fracasarais con todaseguridad.Hay muchas cosas que impiden a los que se apli-canen esta ciencia llevarla a buen fin. Pues, como dice elfilsofo, grande es la diferencia entre un sabio y unignorante, entre un ciego y aquel que ve claro, y entreaquel que tiene un conocimiento perfecto de la manera dehacer el Magisterio y que lo sabe por experiencia, de aquelque an tiene que aprenderla y estudiarla en los libros;porque la mayora de los libros de esta ciencia estn llenosde figuras y de alegoras, y parecen tan oscuros yembrollados que slo quienes los compusieron puedendescifrarlos y entenderlos.Mas, por difcil que sea esta ciencia, merece serbuscada y que nos apliquemos a ella ms que a cualquierotra ciencia pues, por su medio, se puede adquirir ademsotra ciencia que todava es ms admirable.Calid:Todo cuanto dices es cierto, y la verdad aparece yse deja ver claramente en la explicacin que haces.Morien:El elixir no puede ser recibido ms que por uncuerpo que previamente haya sido bien lavado y que notenga ningn hedor, a fin de que la tintura aparezca msbella cuando lo haya penetrado; la preparacin del cuerpoes, en consecuencia, la primera operacin. Empezad, pues,con la ayuda de Dios, y primeramente haced que el humorojo coja al humo blanco, y juntadlos y extendedlos aambos por debajo, de manera que en su mezcla pongisigual peso de cada uno. Cuando estn mezclados, ponedms o menos el peso de una libra en un vaso bien grueso,que taparis perfectamente con betn. Pues en estoshumos hay vientos encerrados que si no son retenidosdentro del vaso escaparan y tornaran intil todo elMagisterio. Pero el betn del que debis hacer uso esaquel que en los libros de los filsofos es llamado luten,en el que pondris, antes de utilizarlo, un poco de sal, paraque sea ms fuerte y resista ms tiempo al fuego. Despusde esto, encended vuestro horno, poned en su interiorvuestro vaso para hacer sublimar la materia que estdentro. Esta sublimacin debe hacerse despus de que elSol se haya puesto, y es necesario dejarla en el vaso hastaque el da se enfre. A continuacin sacad vuestro vaso yrompedlo, y si veis que aquello que habais puesto dentroest mezclado y endurecido en un cuerpo que tiene formade piedra, deberis tomarlo, triturarlo sutilmente ytamizarlo. Despus de esto tomaris otro vaso de fondoredondo, pondris dentro vuestra materia bien triturada ytamizada, y taparis bien este vaso con el betn de losfilsofos; haced despus un horno filosfico dondetambin haris un fuego filosfico, es decir, conformeacostumbran a hacer los filsofos, que deber mantenerseigual durante veintin das. Hay dos tipos de materiasvlidas para hacer y mantener el fuego filosfico: elexcremento de carnero o las hojas del olivo, pues no haynada que mantenga el fuego del modo que hacen estas dosmaterias.Despus de que hayan pasado los das que hemosdicho, sacad vuestro vaso del horno y desecad lo queencontraris en su interior. Tomad despus una parte deesta materia y mezcladla con diez partes del cuerpo lavado;adems deberis tomar una parte del cuerpo lavado ymezclarla con una dcima parte del cuerpo limpio, ycontinuaris obrando de este modo y segn este orden,mezclando uno con otro y observando siempre este mismonmero, hasta que se mezclen de tal manera que lleguen aser una nica sustancia, con la que haris el elixir. Esdecir, ser necesario dividirlo en varias partes, y si se tornablanco y persevera en esta blancura sin desparecer y sinque se disipe nada por la violencia del fuego, entonceshabris acabado dos partes de este Magisterio. Y este es elmodo por el que el blanco se une perfectamente con loimpuro y, fuera de ste, no es posible encontrar otro modode hacerlo. Porque el alma entra fcil y rpidamente en supropio cuerpo, pero si lo quereis unir a un cuerpo extraono lo lograris jams, y esta verdad es suficientementeclara por s misma..Calid:Todo esto que dices es verdadero, como yahemos visto, y Dios recibe las almas de sus profetas en susmanos.Morien:Tomad el humo blanco y el Len verde, y laAlmagra roja y la inmundicia. Disolved todas estas cosas ysublimadlas, y despus unidlas de tal manera que en cadaparte del Len verde haya tres partes de la inmundicia delMuerto. Haris lo mismo con una parte del humo blanco ydos de Almagra, y las pondris en el vaso verde paracocerlas, cuidando de cerrar bien la obertura del vasosegn se ha dicho antes. A continuacin exponedlo todo alSol para que se deseque, y cuando est seco aadidle elElixir. Finalmente verted por encima el agua de la sangrehasta que sobrenade. Y despus de tres das y tres noches,se deber rociar con agua ftida (o que huele mal)cuidando de no prescindir de ninguno de estos das o deque el fuego se apague, se aumente inflamndose, o queno disminuya lo ms mnimo, bajo riesgo de que lacoccin no se haga convenientemente.Transcurridas diecisiete noches abrid vuestrovaso y quitad el agua que encontraris en su mterior, yponed por segunda vez un agua ftida, cosa que se debehacer durante tres noches sin quitar el vaso del horno;deber aadirse agua ftida una vez por cada una de estastres noches; y despus de veintiuna noches a partir de esto,sacaris el vaso del horno y desecaris el Elixir que haydentro. Hecho lo cual, tomaris el cuerpo blanco, en el queya habris fijado el blanco, y lo pondris en un vaso muypequeo, adecuado al tamao del horno filosfico,despus de haberlo construido. A continuacin, disponeddebidamente el vaso en el horno de modo que la llama nolo queme ni lo toque.Deberis poner el Elixir, del que antes hemos ha-blado,en una proporcin tal que si por encima ponis unaparte del cuerpo blanco deberis poner once de Elixir. Ydespus de haberlos mezclado aadiris a cada onza deeste cuerpo mezclado tan slo la cuarta parte de un dracmade Eudica; hecho lo cual pondris este vaso en un granhorno, y lo dejaris all durante dos das y dos noches conun fuego que arder incesantemente por encima. Hechoesto, sacad lo que encontraris en el vaso. Y para entonces,no olvidis alabar al Creador altsimo por los dones que osha concedido. Oh buen Rey!, he aqu la explicacin de lasespecies que intervienen en el Magisterio, a las quenuestros predecesores, los filsofos, han dado muchos ydistintos nombres con el fin de extraviar a los que buscanindignamente este Magisterio. Sabed que el cuerpo impuroes el plomo, tambin llamado Affrop. Y el cuerpo puro esel estao, llamado tambin arena o tierra. El Len verde esel cristal. La Almagra es el latn, al que antes he llamadotierra roja. La sangre es el oropimente. Y el azufre, quehuele mal, es lo que yo he llamado tierra ftida. Pero elsecreto de todo esto reside en la Eudica, tambin llamadaMoszhacumia, es decir, heces o inmundicias del vidrio. Elhumo rojo es el oropimente rojo. El humo blanco es laplata viva. Y por humo anaranjado entendemos el azufrenaranja.He aqu la explicacin de todos los nombres de lasespecies o de las materias que son necesarias para el Magisterio,de las cuales tres son suficientes para hacerlo porcompleto: el humo blanco, el Len verde y el agua ftida.Estas son las tres especies de las que no deberis decirnada, ni revelar la composicin a nadie, dejando que losignorantes busquen otras cosas para hacer el Magisterio ypermanezcan en su error. Pues no lo harn nunca hasta queel Sol y la Luna sean reducidos a un solo cuerpo, cosa queno puede suceder ms que por la inspiracin de Dios.Muchos son los que creen que la materia secreta delMagisterio es la tierra, o una piedra, o vino, o sangre, ovinagre. Trituran todas estas cosas cada una por separado ylas cuecen, y despus de haberlas cocido hacen losextractos y los entierran, porque creen que es as como sedebe hacer, deleitndose de este modo en su propio error,para no desesperar de encontrar aquello que buscan. Perovos debis saber que ni la tierra, ni una piedra, ni todas lasdems cosas con las que trabajan aquellos sirven para nadaen el Magisterio, y que con ellas no se podr hacer nadavalioso. Adems os advierto que del fuego depende lamayor parte de la obra, pues las minas estn dispuestas porsu medio, y las almas malvadas estn retenidas en suscuerpos, y su fuego y toda su naturaleza, y todo lo que loda a conocer perfectamente. Y si desde el principio nohabis advertido que se trata de una sola cosa, todo lo quehayis hecho en el Magisterio, ser intil. Pues, qu biense puede esperar si la cosa, es decir, el agua mercurial, quees la cosa principal y el nico agente del Magisterio, noobra por s misma y si no se une al cuerpo puro o perfectode tal modo que sean un nico y mismo cuerpo? Pero sitrabajis de la manera que os he dicho, y si observis elrgimen que os he prescrito con la ayuda de Dios, alcanza-risel fin de vuestro propsito.Entended bien mis palabras, e imprimid bien envuestra memoria el rgimen que os he mostrado, yestudiadlo segn el orden que os he dictado. Pues por esteestudio descubriris cual es la recta va de la Obra. Sabedadems que todo el fundamento de esta Obra consiste en labsqueda de las especies y de las materias mejores parahacer el Magisterio. Porque cada minera encierra muchascosas distintas. Por lo dems, en cuanto a lo que mepreguntsteis acerca del humo blanco, sabed que el humoblanco es la tintura y el alma misma de los cuerpos,cuando son disueltos y tambin cuando mueren, porque yahemos extrado de ellos las almas y las hemos remitido asus cuerpos. Pues todo cuerpo, cuando est sin alma, setorna negro y oscuro, y el humo blanco es lo que entra enel cuerpo, como hace el alma, para quitarle por completosu negrura y su impureza, y reducir los cuerpos a uno ypara multiplicar su agua. Lo impuro es negro y muy ligero,y por consiguiente, quitndole su negrura, su blancura sefortalece y su agua se multiplica apareciendo ms bello.Entonces la tintura producir un mayor efecto en l. Qums decir? Si todas estas cosas son bien conducidas, sutintura har una buena operacin en l. Y el oro queproducir ser pursimo y rojo, y el mejor, y el ms puroque se pueda encontrar. Es por ello que algunos hanllamado a este oro, el oro o el Eteos Romano..En fin, ya no tengo nada mas que deciros; unasola palabra para decir que si no hay humo blanco nopodr hacerse de ningn modo el oro Eteo de Alquimiapuro y til. Aqu est todo el sumario del Magisterio ytodo su rgimen. De modo que si se hace Alquimiaponiendo una de sus partes sobre nueve partes de plata,todo ser transformado en oro pursimo.Bendito sea Dios por los siglos de los siglos.As sea.