Haciéndonos eco de la famosa frase que ha circulado estos últimos días en el entor-no del mundo del fútbol, y tras observar atentamente los últimos acontecimientos, pare-ce que la famosa secuencia se repite con más frecuencia de lo que parece. Resulta decir que la selección española de fútbol consiguió ganar tres títulos inter-nacionales de manera consecutiva, pero ya no es tan obvio decir que los ciudadanos es-pañoles recordaremos tres efemérides que se produjeron en día once: el 11 de septiem-bre de 2001, el 11 de marzo de 2004 y el 11 de julio de 2012. Las dos primeras constitu-yeron dos absurdas, crueles e innecesarias masacres de seres humanos hechas en nom-bre del derecho divino, la tercera constituye una auténtica masacre socio-económica hecha en pro del derecho inhumano de los poderosos mercados o del mercado de los poderosos. Naturalmente, cualquier ciudadano bienintencionado, podría pensar que somos ra-dicales a la hora de establecer la comparación entre dos atentados terribles con una se-rie de medidas de carácter económico y social que aun siendo muy duras no llevarán a nadie a la muerte, ¿o si?

Esperemos que en España los pensionistas españoles no sigan el ejemplo de los griegos y les de por suicidarse. Esperemos que esos parados de larga duración, casi todos en los últimos tiempos, a los que dejarán con unos recursos económicos muy mermados y sin ninguna esperanza de que se vaya a poner fin a esta situación, no caigan en la profunda depresión que genera el sentirse inútiles y sin expectativas de futuro. Por cierto, la depresión es una de las principales causas de suicidio.

Esperemos que a todos aquellos que por obra y milagro de los mercados están cayendo en la exclusión social y en la estricta y severa pobreza, no les dé por convertir su frustración en violencia ejercida sin control ni objetivo, contra cualquier cosa, como ocurrió en Francia a principios de la décad ante-rior.

Esperemos que todos esos seres humanos dependientes por sus enfer-medades y/o discapacidades que se quedarán sin la posibilidad de recibir los cuidados y atención que necesitan, no sufran las consecuencias en forma de agravamiento de su salud que les lleve a un trágico final.

Esperemos que los jóvenes sin futuro en el campo de lo laboral y sin recursos económicos suficientes para estudiar, vistos los recortes que en materia de edu-cación, no se nos conviertan en pandilleros al uso o en radicales neofacistas y xenófobos como ha sucedido en otros estados donde ya se han implantado medi-das similares.

Y esperemos que todas esas personas que quedan excluidas del acceso a la sanidad pública, o aquellos a los que los tratamientos se les encarecen por los “medicamentazos” no se conviertan en el origen de epidemias de enfermedades ya erradicadas.

Al final, son muchas esperanzas cogidas con “alfileres” para que no se produzcan. Y no es sensato entregarse a la buena suerte.

Lo más indignarte de todo esto es que se ha venido a producir en un permanente marco de mentiras y engaños, que constituyen una auténtica ofensa a la inteligencia de los ciudadanos. Concurrieron a unas elecciones, alentando la esperanza del electorado, con medidas que nunca estuvieron contempladas en su verdadero pro-grama político. Que, naturalmente, ocultaron a la ciudadanía de este es-tado, para vendernos otras tales como:

•Que nunca subirían los impuestos. •Que no abaratarían los costos de los despidos de los tra-bajadores. •Que no recortarían nunca en sanidad ni educación. •Que no recortarían derechos sociales. •Que actuarían con transparencia y claridad en el ámbito público.

Y, sin decirnos nunca cómo, nos dieron a entender que tenían la fórmu-la magistral para sacarnos del problema en el que nos había metido el Sr. Zapatero, el cual no se privó tampoco de tomar medidas de carácter similar a las que ahora nos imponen ustedes y está claro que sin ningún éxito al igual que ustedes.

Hoy, el acto final de este drama ha culminado con la quiebra de los cimientos del estado de bienestar. Quitándose así, definitivamente, la careta que tuvieron hasta el día de las elec-ciones.

PRIMER ACTO: el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público. Con éste comenzaron los recortes, esgrimiendo el socorrido argu-mento de la herencia dejada por el Gobierno anterior que había ocultado el desvío del déficit público. Todo ello para que, al final, los ciudadanos nos terminemos en-terando que, buena parte ese desvío heredado, correspondía a la Comunidad de Madrid (presentada como modelo de gestión) y a la Comunidad Valenciana, que ocultaron los desvíos del déficit de sus respectivas cuentas públicas. Primer recorte duro que, por supuesto, no ha servido para nada más que para empeorar la situación.

SEGUNDO ACTO: una reforma laboral muy dura, en la que se abaratan los cos-tos de despido, se amplían a cuestiones banales las causas de despido y se termi-na con la negociación colectiva. Y como muestra un botón, ya que la hicieron en contra de los agentes sociales y sin negociar con los mismos.

Resultado: dentro de unos meses, la cota de desempleo llegará al 25% de la población activa, uno de cada cuatro trabajadores estará en situación de desempleo. Todo un regalo a sus socios de la patronal de “grandes gestores” que han arrui-nado alguna que otra empresa y que son en buena parte responsables de esta cri-sis. Y lo son, por no haber sabido gestionar los tiempos de bonanza económica, en la que a los que se han dedicado ha sido a especular. ¿Ha servido para algo esta reforma del mercado de trabajo? No, al igual que las anteriores solo ha creado más desempleo. Pero eso sí, ha servido para que se les desmonte otra de sus grandes mentiras y para que los traba-jadores de este país nos demos cuenta de para quien gobiernan.

TERCER ACTO: Hemos llegado después de “medicamentazos”, amenazas, amnis-tías fiscales a los defraudadores y delincuentes, mentiras y negaciones. Dando una imagen de desgobierno, con opiniones e informaciones contradictorias entre los distintos ministros y ministerios. Lo cual ha repercutido en la imagen que transmitimos como país. Generando más desconfianza en el exterior y un esfuer-zo baldío al hacer de los presupuestos generales del estado los más breves de la historia de España. Pues han estado vigentes seis días hasta la puesta en escena del nuevo recorte que nos han impuesto.

Y todo eso, como consecuencia de ese no rescate al estado, sino a la banca, pero que pagaremos todos los sectores más desfavorecidos y débiles económicamente por su ne-fasta gestión de la crisis del sector financiero.

Y de nuevo, en tres mentiras basan ustedes la necesidad de tomar estas medidas.

LA PRIMERA es que, de los ochocientos mil millones de euros de deuda total que tie-ne España, más del 80% de esa deuda corresponde al sector privado, sin em-bargo, todas las medidas que se toman por su parte se dirigen a sacar de las cuentas públicas, después de exprimirlas como un limón. Los euros son para tapar el agujero generado por los “bansters” y sus alegrías prestata-rias y sus productos financieros tóxicos, que desde la época de Aznar han contribuido a alimentar una burbuja inmobiliaria de la que todos, algunos más que otros evidente-mente, éramos conscientes que iba a estallar en cualquier momento. Por supuesto, la fiesta no la pagan los bancos ni los especuladores del sector financiero, la pagan los pensionistas, los desempleados, los empleados públi-cos, en definitiva la clase trabajadora. LA SEGUNDA MENTIRA es que estas medidas servirán para reactivar la economía.

Si mermamos la capacidad de consumo de pensionistas, trabajadores, empleados públicos y desempleados. Si invertimos menos en educación, en sanidad, en infraestructuras y gasto social. Si incrementamos los precios mediante subidas del I.V.A, de la elec-tricidad, el gas y las gasolinas, después de haber subido el I.R.P.F.

El consumo se deprime, generando:

+ cierre de empresas.

+ desempleo.

— cotizaciones.

— ingresos por vía de impuestos. Estas medidas no van a contribuir más que a generar más pobreza y sufrimiento a los más débiles, que además no son responsables de la crisis que se ha instalado de mane-ra permanente entre nosotros. LA TERCERA es el argumento de que no hay más salida ni más soluciones de las que se ven obligados a tomar. Lo cual constituye un sospechoso argumento de falta de li-bertad de elección, de inutilidad de la representación democrática y de consagración de la dictadura de los poderes económicos en la que ustedes se encuentran tan cómodos. Recauden ustedes los 70,000 millones de euros de fraude fiscal que se generan en este estado, persigan y terminen de una vez con esa economía sumergida que cons-tituye el 22.5 % del producto interior bruto e inviertan en infraestructuras que contri-buyan a la generación de riqueza para todos y no construyan más aeropuertos sin aviones ni pasajeros, pabellones Palma arena ni las diversas martingalas de la trama Gürtel.

Desarrollen un sistema fiscal de carácter progresivo, como determina la Cons-titución, en el que contribuyan más las rentas más altas. Apliquen y revisen el impuestosde sociedades y persigan de manera implaca-ble la evasión de capitales a los paraísos fiscales, controlen mejor el gasto de los cargos institucionales, que no se vuelvan a repetir los casos del Presidente del Consejo General de Poder Judicial u otros por el estilo de los que no nos en-teramos. Ejerzan una intervención de los poderes públicos en la economía, frente al libre mercado que siempre termina generando catástrofes económicas. Háganlo con la gestión pública de los recursos económicos y la planificación democrática de la economía a través de los Consejos Económicos y Sociales obligando al sector privado al cumplimiento de las normas de buena gestión.

Medidas que nos llevarán realmente a una economía productiva generadora de riqueza frente a una economía especulativa generadora de deuda. Estas reformas, además de ser contraproducentes a la hora de generar riqueza y actividad económica que nos saque de la crisis, tienen un profundo tinte anti democráti-co, basado en argumentos demagógicos vestidos de populismo chusco. Se le niega la

representatividad y se ponen en permanente tela de juicio a los representantes de los trabajadores y por último persiguiéndolos directamente. Se vende que los recortes de diputados en los parlamentos autonómicos y de concejales, anunciada recientemente, van a contribuir a mejorar las cuentas públi-cas. NO ES CIERTO, pero sí castiga a la capacidad de elección democrática de los ciudadanos y perjudica directamente a aquellas fuerzas políticas más críticas con el sistema.

• Ningunean permanentemente al movimiento social que constituye el 15-M. • No cumplen los acuerdos firmados para el sector de la minería del carbón. • Las comparecencias del Presidente del Gobierno ante el Congreso son como

las perlas, no por lo hermosas, sino por lo escasas. • Y las comisiones de investigación están muy bien cuando no les afectan a

ustedes, pues cuando les toca, la respuesta es la negación sin explicaciones. No sólo no respetan ustedes la representatividad de los agentes sociales, de los movimientos ciudadanos, de las minorías políticas y de cualquiera que no esté de acuerdo con ustedes. También los persiguen con violencia utilizando a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado como brazo armado de una mayoría absoluta. Ma-yoría, que está degenerando en dictadura injustificada. No habrá que citar las actua-ciones policiales contra estudiantes, contra el 15-M y últimamente contra los mine-ros. La Reforma de las Administraciones públicas que nos proponen afectan funda-mentalmente a la Administración local, la más cercana a la ciudadanía. Restringiendo la autonomía municipal y coartando la representatividad de los Ayuntamientos, cuyos representantes son elegidos por sufragio universal.

La capacidad de elección de los ciudadanos y las normas democrá-ticas en general, quedan supeditadas a no se sabe qué poderes económicos y políticos no electos. También como no hay dos sin tres, a la Casa Real, después del asunto Urdan-garín y del asunto de las cacerías de elefantes, sólo se le reduce el 2 % de sus presu-puestos asignados. Además no tiene que someterse a la transparencia y al control de sus gastos. Y ante sus escándalos, política de mirar hacia otra parte. No es de extra-ñar que el Rey, a cambio, se preste a presidir el Consejo de Ministros en el que se van a aprobar estas medidas, ante las que el caballo de Atila se queda en poni de feria.

Ustedes, señores del Partido Popular, mienten tanto, que tenían un pro-grama político y económico que no nos contaron pero que está en sus genes. Lo puso en un documento John Williamson del Instituto para la Economía Internacional de Washington en los años ochenta y cuyos “once, otra vez once mandamientos” son:

1. Disciplina presupuestaria (los presupuestos públicos no pueden tener déficit).

2. Reordenamiento de las prioridades del gasto público (de áreas como educación y salud pública).

3. Reforma Impositiva (buscar bases imponibles amplias y tipos margi-nales moderados).

4. Liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés. 5. Un tipo de moneda de cambio competitivo. 6. Liberalización del comercio internacional (trade liberalization)

(disminución de barreras aduaneras).

7. Eliminación de las barreras a las inversiones extranjeras directas. 8. Privatización (venta de las empresas públicas y de los monopolios es-

tatales). 9. Desregulación de los mercados. 10. Protección de la propiedad privada. 11. Privatización de la Educación Pública y de la Sanidad Pública.

Este es su verdadero programa. Y las medidas que están tomando. Eso sí, es-tas medidas nos han traído a donde estamos y no nos van a sacar de aquí. Contra estas medidas lucharemos por todos los medios democráticos a nuestro alcance. Muchos son los temas que se quedan en el tintero, pero continuaremos informan-do a la ciudadanía y continuaremos intentando generar conciencia crítica contra estas barbaridades e injusticias. Contra la dictadura de los mercados y de sus acólitos políticos. Nosotros creemos que hay otro modo de salir de esta crisis, que hay otra forma de gestionar la democracia política y económica y tenemos una esperanza de que se vuelva a repetir el...

“..NO HAY DOS SIN TRES, REPUBLICA OTRA VEZ”