Boletín Mensual de la Cooperativa de Trabajo Frigocarne Máximo Paz Ltda

Foto-Historieta

(FRIGOCARNE)

A 8 AÑOS DE LA RECUPERACIÓNDE NUESTRO MEDIO DE

PRODUCCIÓN

Hoy es un día diferente para la familia obrera sin patrón de Frigocarne.Pasaron ocho años de aquel día de marzo en que un grupo de compañeros se hartó de la explota-ción y decidió tomar las riendas de su destino.

Vinieron nuestras familias a compartir la jornada

Se escucha música y el olor a asado invade cada rincón de la planta

Y para celebrar nuestra historia nos dedicamos a una de las cosas que mejor nos salen: compartir con los nuestros la alegría de ser un

frigorí�co sin patrón...

Ni el hambre ni la miseria detuvieron nuestros sueños...

Y en un video quedó plasmada nuestra historia

de lucha, nuestros logros como obreros sin

patrón.

Frigocarne Sin Patrón

2012

8 años de pelea, de tristezas y alegrías, sacri�cio y trabajo,

errores y aciertos. 8 años haciendo nuestra

historia.

CUMPLEAÑOS DE LOS SIN PATRÓN

05LAZO

ELIO EZEQUIEL

28ALDERETE

RAÚL

13ACUÑA RAFAEL

31OLIVERIA

GREGORIO

19DÍAZ

DOMINGO

25LIMA

GERARDO

MAYO

Hola, otra vez estamos junto a Ustedes tratando de comunicarnos con “La Chaira”.En estas hojitas, recordamos que en la situación con�ictiva de Diciembre del año pasado y Enero de este año, nos preguntamos a cada rato ¿Cómo será que se solucionan los problemas y con�ictos con los compañeros que integramos a la cooperativa para darles trabajo y una nueva vida colectiva sin patrón?Veamos porque la respuesta no es nada fácil. 1°) Toda una vida al servicio del capitalismo, a muchos compañeros los anestesia y confunde. 2°) Cinco años de proceso autogestionario sin patrón no alcanza para comprender los alcances de la lucha productiva, social, y política del conjunto de los hombres y mujeres de la cooperativa.En aquel momento de crisis de la indus-tria y casi sin animales para faenar todo era confuso, impreciso, ambiguo. El individualismo lastimo la fuerza colectiva. Confundimos compañeros que vienen luchando de toda la vida con el enemigo. El tiempo pasó y la crisis de la industria tradicional hizo que cerraran frigorí�cos y que nosotros consiguiéramos más vacas para pelar, más trabajo y más excedente para repartir.La respuesta fue saliendo de las entrañas de la lucha y el aprendizaje que realizáramos el grupo de socios que nos jugamos al todo o nada para recuperar, y poner a punto y en marcha la planta. En esa lucha aprendimos que se podía convivir con discusiones, peleas internas, errores y aciertos siempre y cuando mantengamos el objetivo común de reabrir la planta, dar trabajo a más de 150 familias y producir social y autogestionariamente sin patrón.El sueño compartido y los problemas de los primeros 20 compañeros que fundamos la cooperativa, se agranda-ron cuando fuimos 30 compañeros más. Cuando alcan-zamos el número de 156 socios y socias de la cooperati-va los problemas crecieron proporcionalmente al número de seres humanos que convivimos producien-do socialmente en la planta.Por eso, y sobre todo porque sabemos que no hay recetas, ni soluciones mágicas a los problemas que surgen, como es natural, cuando un grupo humano se junta con un objetivo en común, supimos sortear los problemas con la experiencia adquirida en años de lucha.Este nuevo número de La Chaira no se propone dar todas las respuestas, porque nadie puede hacerlo. Solo buscamos aportar re�exiones para pensar nuestras propias maneras de hacerle frente a los con�ictos cotidianos con los que, como todo miembro de una cooperativa, debemos convivir.Por último, los contenidos de este nuevo número dan cuenta del éxito que hemos obtenido colectivamente, como familia obrera sin patrón. Discutir las diferencias democráticamente, excluir a los ex socios destituyentes, y aceptar las resoluciones de la Asamblea sin romper la

cooperativa, fue el mejor de los últimos aprendizajes.Así vamos a la asamblea ordinaria del 30, felices de haber obtenido más capital para las inversiones que necesitamos. Orgullosos de invertir para seguir traba-jando dentro de las nuevas reglamentaciones y para mejorar la producción limpia y sustentable que de�enda el medio ambiente para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.En ese escenario hoy vamos construyendo más reformas edilicias. También conseguimos la reparación completa de la Noria de Vísceras. La adquisición de nuevo equipo para el frío. La compra de la Caldera que estará montada en 30 días.Todo esto, lo sintetizamos en la alegría compartida en el nuevo aniversario de la toma de la planta que hizo posible la recuperación de nuestro medio de produc-ción. Defender la alegría es también defender lo que hemos conseguido construir hasta ahora. Saber celebrar en familia nuestros logros nos permite juntar fuerzas para hacerle frente a los nuevos desafíos, a todo lo que todavía nos queda por conseguir.Como nos enseñaron los 30 mil compañeros que dieron su vida por este sueño, cuando se trata de superar los obstáculos no existe la posibilidad de achicarse. Nuestra unidad y nuestra conciencia de que empujamos todos para el mismo lado son la única garantía que tenemos para pensar que se puede seguir avanzando, que debe-mos seguir peleándola y que el futuro nos tiene prepara-dos muchos más logros si nos proponemos alcanzarlos.El con�icto y la alegría son los dos ejes centrales de este nuevo número. El con�icto, porque representa la opor-tunidad de aprender a superarnos y de crecer como familia obrera. La alegría, porque es nuestra más e�caz herramienta para seguir en la lucha, recordando y celebrando nuestra historia, edi�cando juntos nuestro destino y aportando a la transformación de nuestra planta, de nuestra sociedad y de nuestra clase que vive del trabajo.

EDITORIAL

20SORIA

GASTÓNDOS SANTOS

MATIAS

12

MAYO

MAYO

Nuestra organización se formó a raíz del deseo de edi�car nuestro destino persiguiendo un ideal compartido: primero, nuestro ideal fue recuperar la planta, dejar de ser esclavos del patrón para poner a producir el frigorí-�co bajo la autogestión. Nuestro objetivo ahora, es no sólo mantener lo que logramos construir hasta el presente, sino también luchar por incrementar nuestros logros, para que la familia sin patrón de Frigocarne pueda estar cada vez mejor, para que la exportación sea una realidad y para que, acompañando los logros de nuestra cooperativa, la transforma-ción social que necesita nuestro pueblo se vaya concretando.Ahora bien, como sucede en casi todos los ámbitos de nuestras vidas, en el seno de una organización las cosas no �uyen naturalmente. Si bien partimos de la base de que quienes integramos la cooperativa comparti-mos un objetivo común, esto no signi�ca que la vida y el trabajo dentro de una organización no implique enfrentarse, en numerosas ocasiones, a distintos con�ictos. La más de las veces, la palabra con�ic-to nos genera temores e inseguridad; no estamos acostumbrados a comprender los con�ictos como momentos claves en las distintas etapas de crecimiento de una organi-zación. Así como nuestras vidas tienen momentos con�ictivos que nos dan lecciones muy importantes para el futuro, las organizaciones dependen de los con�ictos para poder superarse, para poder crecer y alcanzar una nueva etapa de desarrollo.Los con�ictos que atravesamos como miembros de una cooperativa consti-tuyen la única manera de crecer como familia obrera, de transformar la crisis en oportunidad.

Cuando el con�icto es con el compa-ñeroNuestra participación como miem-bros de una cooperativa nos expone a

constantes roces con determinados compañeros. El con�icto de índole individual, muy común en cualquier organización, se da cuando una perso-na no comparte los valores, ideales y sueños que motorizan al colectivo en su lucha. Es muy común que se desaten con�ictos cuando hay un grupo de compañeros que no comprende que la pelea es colectiva, porque los intereses que comparti-mos son comunes. El compañero que en los pasillos saluda y abraza a todo el mundo, pero que a la hora de dar pelea por la cooperativa no compren-de el carácter colectivo de nuestra tarea es un compañero que todavía no logra desprenderse de las enseñanzas del patrón, del pelear por lo que consi-dera propio sin pensar en los demás.

Cuando el con�icto es entre dos o más miembros de la dirección

También en la dirección de cualquier organización surgen con�ictos. Esto se debe a que quienes se dedican día a día a dirigir una cooperativa no están exentos de las diferencias, que pueden ser metodológicas (es decir, cómo hacer lo mejor para la cooperati-va), de carácter, o políticas.El día a día en el seno de una organiza-ción como nuestra cooperativa impli-ca la toma de decisiones que, necesa-riamente, responde a cierto consenso. Este consenso se basa en los ideales de la organización, en los objetivos y sueños de la familia obrera sin patrón. Muchas veces hay quienes llegan a la dirección pensando que será este un espacio de poder, un lugar para cumplir con ambiciones personales. Estos compañeros, que no compren-dieron cuál es su lugar como miem-bros de nuestra familia obrera, pueden generar con�ictos muy peligrosos para nuestra organización, ya que se guían por intereses persona-les y desconocen los daños que sus ambiciones desmedidas pueden provocarle a toda la familia obrera de Frigocarne.Por otro lado, puede suceder en el seno de una organización, que se enfrenten grupos que responden a

lineamientos políticos distintos. Como decíamos más arriba, los con�ictos no son la “enfermedad” de la cooperativa, sino la oportunidad de crecer y supe-rarnos como colectivo. El problema clave en esta instancia se da cuando uno de los grupos enfrentados persi-gue, en lugar de nuestro crecimiento, nuestro atraso; es decir, cuando las diferencias no están en el cómo llevar adelante la cooperativa, sino en el para quién hacerlo. Para que quede claro, abundan en nuestra organiza-ción los casos de compañeros que no han comprendido el complejo proce-so de transformación del que forman parte, y que pujan por volver a las viejas prácticas patronales, por recuperar los valores egoístas de los antiguos “dueños” de nuestra planta, por desarticular los lazos que hacen posible que hombres y mujeres como nosotros/as pongamos nuestra fuerza de trabajo en sacar adelante nuestro medio de producción.Estos grupúsculos van generando con�ictos que se disfrazan de enfren-tamientos entre los que estuvieron desde siempre y los que se incorpora-ron luego, entre los hombres contra las mujeres, entre los obreros contra los “empleados”, los de administración contra los de faena; estos enfrenta-mientos, en realidad, son tan sólo la máscara del verdadero con�icto, que es el que existe entre quienes luchan y militan a favor de la clase que vive del trabajo, y quienes desgastan sus fuerzas en la defensa de los intereses patronales o de sus propios intereses mezquinos, por la ambición de poder.Sólo por nombrar alguna de las conse-

cuencias de este tipo de acciones, con el con�icto mal llevado de enero de este año se perdieron de faenar 1676 cabezas. Con el con�icto, otra vez mal planteado, de marzo, se p e r d i e r o n otras 1500 animales para faenar. La gravedad de las pérdidas de enero se representan en que de un día para el otro nos quedamos sin animales para faenar, o sea sin trabajo. Con el con�icto de marzo perdimos 1500 cabeza que habíamos conseguido traer por cierre de dos plantas de la industria tradicio-nal. Esta pérdida por error en el planteo, no signi�có nada más que la pérdida de 1500 animales, sino es más grave aún. Si lo proyectamos en un año de trabajo, hubiésemos podido faenar nada más y nada menos que 18.000 más."

¿Cómo solucio-namos nuestros con�ictos?

En primer lugar, nuestra experien-cia como obreros de una cooperati-va y como miem-bros de distintas familias (la propia, la de Frigocarne), nos enseña que

de nada sirve esconder los problemas para hacer de cuenta que los con�ic-tos no existen. El primer paso para resolverlos es asumiendo su existen-cia.Por otro lado, no sirve como estrategia ceder a las presiones de los grupos que no representan nuestros intereses como colectivo, en pos de resolver los problemas internos. Si hiciéramos eso, el destino de nuestra planta se vería por demás oscuro, ya que no habría un objetivo común que nos uniera como organización.La resolución de con�ictos depende en parte de nuestra capacidad de negociar honestamente un acuerdo; para ello, hace falta no sólo tener bien claras las críticas, sino también elabo-rar propuestas, ideas y estrategias que tiendan a hacer cada vez mejor a nuestra organización. Las críticas y autocríticas pueden ser elementos de superación si se asume la identidad y solidaridad como miem-bros de la clase que vive del trabajo, y si quienes las realizan están honesta-mente identi�cados con los objetivos de la organización. Cuando los que critican no comparten los fundamen-tos de nuestra lucha colectiva, las críticas infundadas se vuelven armas en pos de la paralización de nuestra organización. Es tarea nuestra saber detectar cuándo un con�icto es útil para el crecimiento de nuestro colecti-vo, y cuándo responde sólo a los intereses mezquinos de quienes no comprendieron que la salida será colectiva o no será.

¿POR QUÉ SURGEN LOS CONFLICTOS EN UNA ORGANIZACIÓN COMO FRIGOCARNE SIN PATRÓN?Como muchos de nosotros ya sabrán, nuestra Cooperativa es una organización, dado que reúne a un determinado grupo de personas (la familia obrera sin patrón de Frigocarne) que persiguen un mismo objetivo. Esto signi�ca que, pese a las diferencias que puedan existir entre quienes integramos esta orga-nización, estamos tirando todos para el mimo lado.

Los con�ictos que atravesamos como miembros de una coope-

rativa constituyen la única manera de crecer como familia obrera, de transformar la crisis

en oportunidad.

La gravedad de las pérdidas de enero se representan en que de un día para el otro nos queda-

mos sin animales para faenar, o sea sin trabajo. Con el con�icto

de marzo perdimos 1500 cabeza que habíamos conseguido traer por cierre de dos plantas de la

industria tradicional.

Normas Básicas

BUENAS PRÁCTICAS DE MANUFACTURA: LA IMPORTANCIA DE LA HIGIENE EN EL TRABAJO

NO FUMAR, excepto en los horarios y lugares permitidos.

NO SALIVAR dentro de las instalaciones de nuestra planta.

NO LLEVAR alimentos ni bebidas al sector de trabajo.

NO GRITAR mientras trabajamos ni correr en el área de trabajo.

NO USAR las áreas de trabajo como atajos.

Cuando ingresamos

a trabajar

Una vez que ingresamos con nuestra ropa de calle y nos dispo-nemos a vestirnos con nuestra ropa de trabajo, es importante que no olvidemos sacarnos los accesorios tales como pulseras, anillos o relojes.

Cada vez que entramos o salimos del área de trabajo debemos usar correctamente el �ltro sanitario

Filtro Sanitario

Lavado de delantal (si usamos)

Correcto lavado de botas

Correcto lavado de manos

Secado y desinfección de manos

Cepillado con jabón de la suela y de las

cuatro caras.

Siempre con jabón y con abundante agua.

Es importante NUNCA olvidar este paso y el

anterior luego de comer o ir al baño.

LOS LOGROS DE LOS SIN PATRÓNDesde que comenzamos con la producción social del frigorifico nos interezamos por invertir en la planta y en el medio ambiente de nuestro pueblo. Queremos compartirles las fotos del antes y el después de las obras que realizamos como obreros sin patrón.

NO CORTAR las mangas de la ropa de trabajo

Las piletas de decantación, cuando recuperamos nuestra planta, no tenían agua. Hoy podemos ver una lagura resplandeciente y llena de patos.

Las paredes de la portería fueron remodeladas y perfeccionadas luego de una intensa jornada de limpieza y pintura.

Antes, el portón de nuestra planta se abría a mano, hoy tenemos portón automatico.