Boletín 6

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Comportamiento (I) abril-junio 11 V-Info Boletín trimestral Nº6 Índice Cosas de Perros: comportamiento (I) 1 Mi amigo el gato: comportamiento (I) 2 La peluquería: cuidados del conejo 2 Un exótico en casa: la iguana— instalaciones 3 Tu clínica: obesidad 3 De pura raza: el Bodeguero Andaluz 4 Nuestras mascotas 4 La educación que reciba nuestro cachorro durante su desarrollo marca la conducta que tendrá de adulto, incluso un adiestramiento inadecuado o ausente puede generar en un futuro alteraciones del comportamiento que pueden ser patológicas. Lo primero que debemos saber para educar a un perro es que su memoria es a corto plazo. Pueden recordar órdenes y palabras que se repiten regularmente en el tiempo, pero la mayoría de las conductas se adquieren básicamente por aprendizaje inmediato: el animal se queda con la ―sensación‖ que le produce realizar un acto determinado. Es decir, si está mordiendo un cable y le da calambre, aprende que morder ese objeto es desagradable y no lo volverá a hacer; si muerde una zapatilla y le reporta placer (intentamos quitársela y lo toma como un juego) lo seguirá haciendo. Esto nos puede ayudar a corregir conductas no deseadas y reforzar las que nos interesan. Por ejemplo, cuando se hacen pipí fuera del sitio hay que reprenderle mientras está orinando, para que comprenda que lo desagradable es orinarse. Si le castigamos refregándole el hocico en el orín, lo que recuerda es que el olor del pipí es malo, pero no el acto de orinarse. Por esta misma regla, debemos ignorar o reprender las conductas nerviosas o ansiosas: intentar tranquilizarlo con caricias y palabras cariñosas le transmite una sensación agradable, y por lo tanto aprenderá que estar nervioso es bueno. En estas situaciones debemos no darle importancia, y premiarlo sólo cuando quede tranquilo. También es útil para enseñarle a acudir a nuestra llamada: siempre hay que recompensarle cuando venga, aunque haya tardado 10 llamadas en hacerlo, debe entender que acudir es bueno. Importante premiar y castigar al cachorro de la forma correcta y en el momento correcto. Para premiar bien hay muchas maneras de hacerlo: halagos dichos con voz suave y cariñosa, caricias, juegos,… Para castigar a un cachorro suele ser suficiente usar un tono de voz fuerte y autoritario, no debemos nunca recurrir a castigos físicos duros o crueles, pues podemos hacer que se vuelva nervioso y desconfiado. Tanto el castigo como el premio se deben aplicar simultáneamente a la acción, ni antes ni después. Las órdenes deben ser siempre cortas y concisas, pues no llegan a entender frases complejas, y lo confundiremos. Un error muy frecuente es tratar a los cachorros como si fueran niños, y no lo son. Estamos provocándole confusión, pues es un perro. La relación hombre-perro se establece hace miles de años, y su función era ayudar al hombre en sus tareas. La domesticación se basó en la obediencia del perro hacia el humano. Además su mente tiene establecida una jerarquía social en la que hay un líder y subordinados. Lo que debemos transmitirle a nuestro cachorro es que él es el subordinado. Debemos comprender que si no le damos órdenes y tomamos la posición de líder, tratará de mantener esa jerarquía tomando él la posición de jefe, lo que suele provocar situaciones desagradables que pueden llegar a convertirse en problemas de comportamiento. El perro necesita recibir órdenes y tomará como líder al que lo haga. Esto da equilibrio a su mente, pues le enseñamos su sitio en la familia (manada para él) y así no necesitará estar buscando su estatus constantemente. Algunos trucos para reforzar la jerarquía son: acostumbrarlo a no subirse a los sofás ni a las camas (el jefe de la manada es el que duerme más alto), siempre le daremos de comer el último (el que primero come es el líder), le enseñaremos órdenes básicas (“siéntate”) y se las haremos cumplir cada vez que quiera algo. El aprendizaje de los cachorros siempre es un juego: cuando vemos una camada jugando en realidad están aprendiendo a cazar, a defenderse, a ser jerárquicos e incluso las conductas sexuales. Por eso la mejor forma de que nuestro cachorro aprenda es jugando; por ejemplo, si quiere que le tires la pelota, se debe sentar primero. Para que un cachorro asimile el aprendizaje más rápidamente lo mejor es que haya gastado sus energías, así te prestará más atención. Si no estimulamos el juego en un cachorro ocurren varias cosas: - no gasta sus energías y se aburrirá, con lo cual estará siempre cargado y dispuesto para cometer fechorías; - no aprenderá a ser sociable con las personas, niños u otros perros, lo que puede derivar en futuras alteraciones sociales; - no se refuerza la relación amo – perro, que es lo que crea el vínculo que necesitamos para que nos obedezca y respete, facilitándonos así el adiestramiento. Por tanto el juego es muy útil: gasta energías, ayuda al desarrollo músculo esquelético, estimula las relaciones sociales y nos ayuda a reforzar la jerarquía (tenemos el ―poder‖ de comenzar y terminar el juego). Busca el juego que más le gusta a tu cachorro y aprovéchalo. En resumen: -Tenemos que comprender que son perros y como tales piensan y actúan. -Hay que darles su sitio de subordinado en la familia desde el primer momento. -En sus genes está el obedecer y el aprender y debemos aprovecharlo. -Un perro inactivo o no educado = perro frustrado y desequilibrado. -Debemos educarlo con premios y castigos efectuados en el momento correcto. Los premios son más efectivos que los castigos. -Hay que estimular el aprendizaje por medio del juego. Y recordad algo: cada cachorro es diferente en carácter y aptitudes y debemos tener paciencia, pues unos tardarán más que otros en aprender. ¿Sabías que …el conejo más viejo del mundo alcanzó los 18 años?

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Page 1: Boletín 6

Comportamiento (I)

abril-junio 11 V-Info

Boletín trimestral

Nº6 Índice

Cosas de Perros: comportamiento (I)

1

Mi amigo el gato: comportamiento (I)

2

La peluquería: cuidados del conejo

2

Un exótico en casa: la iguana—instalaciones

3

Tu clínica: obesidad 3

De pura raza: el Bodeguero Andaluz

4

Nuestras mascotas

4

La educación que reciba nuestro cachorro durante su desarrollo marca la conducta que tendrá de adulto, incluso un adiestramiento inadecuado o ausente puede generar en un futuro alteraciones del comportamiento que pueden ser patológicas.

Lo primero que debemos saber para educar a un perro es que su memoria es a corto plazo. Pueden recordar órdenes y palabras que se repiten regularmente en el tiempo, pero la mayoría de las conductas se adquieren básicamente por aprendizaje inmediato: el animal se queda con la ―sensación‖ que le produce realizar un acto determinado. Es decir, si está mordiendo un cable y le da calambre, aprende que morder ese objeto es desagradable y no lo volverá a hacer; si muerde una zapatilla y le reporta placer (intentamos quitársela y lo toma como un juego) lo seguirá haciendo. Esto nos puede ayudar a corregir conductas no deseadas y reforzar las que nos interesan. Por ejemplo, cuando se hacen pipí fuera del sitio hay que reprenderle mientras está orinando, para que comprenda que lo desagradable es orinarse. Si le castigamos refregándole el hocico en el orín, lo que recuerda es que el olor del pipí es malo, pero no el acto de orinarse.

Por esta misma regla, debemos ignorar o reprender las conductas nerviosas o ansiosas: intentar tranquilizarlo con caricias y palabras cariñosas le transmite una sensación agradable, y por lo tanto aprenderá que estar nervioso es bueno. En estas situaciones debemos no darle importancia, y premiarlo sólo cuando quede tranquilo. También es útil para enseñarle a acudir a nuestra llamada: siempre hay que recompensarle cuando venga, aunque haya tardado 10 llamadas en hacerlo, debe entender que acudir es bueno. Importante premiar y castigar al cachorro de la forma correcta y en el momento correcto.

Para premiar bien hay muchas maneras de hacerlo: halagos dichos con voz suave y cariñosa, caricias, juegos,… Para castigar a un cachorro suele ser suficiente usar un tono de voz fuerte y autoritario, no debemos nunca recurrir a castigos físicos duros o crueles, pues podemos hacer que se vuelva nervioso y desconfiado. Tanto el castigo como el premio se deben aplicar simultáneamente a la acción, ni antes ni después. Las órdenes deben ser siempre cortas y concisas, pues no llegan a entender frases complejas, y lo confundiremos.

Un error muy frecuente es tratar a los cachorros como si fueran niños, y no lo son. Estamos provocándole confusión, pues es un perro. La relación hombre-perro se establece hace miles de años, y su función era ayudar al hombre en sus tareas. La domesticación se basó en la obediencia del perro hacia el humano. Además su mente tiene establecida una jerarquía social en la que hay un líder y subordinados. Lo que debemos transmitirle a nuestro cachorro es

que él es el subordinado. Debemos comprender que si no le damos órdenes y tomamos la posición de líder, tratará de mantener esa jerarquía tomando él la posición de jefe, lo que suele provocar situaciones desagradables que pueden llegar a convertirse en problemas de comportamiento. El perro necesita recibir órdenes y tomará como líder al que lo haga. Esto da equilibrio a su mente, pues le enseñamos su sitio en la familia (manada para él) y así no necesitará estar buscando su estatus constantemente. Algunos trucos para reforzar la jerarquía son: acostumbrarlo a no subirse a los sofás ni a las camas (el jefe de la manada es el que duerme más alto), siempre le daremos de comer el último (el que primero come es el líder), le enseñaremos órdenes básicas (“siéntate”) y se las haremos cumplir cada vez que quiera algo.

El aprendizaje de los cachorros siempre es un juego: cuando vemos una camada jugando en realidad están aprendiendo a cazar, a defenderse, a ser jerárquicos e incluso las conductas sexuales. Por eso la mejor forma de que nuestro cachorro aprenda es jugando; por ejemplo, si quiere que le tires la pelota, se debe sentar primero. Para que un cachorro asimile el aprendizaje más rápidamente lo mejor es que haya gastado sus energías, así te prestará más atención. Si no estimulamos el juego en un cachorro ocurren varias cosas: - no gasta sus energías y se aburrirá, con lo cual estará siempre cargado y dispuesto para cometer fechorías; - no aprenderá a ser sociable con las personas, niños u otros perros, lo que puede derivar en futuras alteraciones sociales; - no se refuerza la relación amo – perro, que es lo que crea el vínculo que necesitamos para que nos obedezca y respete, facilitándonos así el adiestramiento.

Por tanto el juego es muy útil: gasta energías, ayuda al desarrollo músculo esquelético, estimula las relaciones sociales y nos ayuda a reforzar la jerarquía (tenemos el ―poder‖ de comenzar y terminar el juego). Busca el juego que más le gusta a tu cachorro y aprovéchalo. En resumen: -Tenemos que comprender que son perros y como tales piensan y actúan. -Hay que darles su sitio de subordinado en la familia desde el primer momento. -En sus genes está el obedecer y el aprender y debemos aprovecharlo. -Un perro inactivo o no educado = perro frustrado y desequilibrado. -Debemos educarlo con premios y castigos efectuados en el momento correcto. Los premios son más efectivos que los castigos. -Hay que estimular el aprendizaje por medio del juego. Y recordad algo: cada cachorro es diferente en carácter y aptitudes y debemos tener paciencia, pues unos tardarán más que otros en aprender.

¿Sabías que …el conejo

más viejo del mundo

alcanzó los 18 años?

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Comportamiento del gato (I)

¡Por fin un gatito! Hemos decidido incorporar a nuestra familia, un gatito, pero ¿qué sabemos de ellos? ¿Estamos preparados para cuidarlo y educarlo de forma correcta?.

Hoy en día uno de los errores más frecuentes a la hora de adquirir un gato, es pensar que éstos son independientes y no se educan como un perrito, pero esto no es así. El gato es un animal que puede lograr un grado de socialización igual al de un perro, pero para ello hay que educarlo y seguir una serie de pautas que nos ayuden a conseguirlo.

¿Qué debo hacer antes de que llegue? Nuestro gatito es un animal miedoso y curioso por naturaleza y éstas son dos de las principales características a tener en cuenta a la hora de preparar su llegada.

¡La curiosidad mató al gato! Y puede causar accidentes con nuestro cachorro, por ello, tenemos que tapar los posibles accesos del animal al exterior; podemos poner malla en la terraza, balcones, ventanas,…del mismo modo que debemos acordarnos siempre de tener la lavadora y la secadora cerradas, revisarlas antes de ponerlas, comprobar el frigorífico y el horno cuando los abramos y los cerremos ya que nuestro gatito puede esconderse dentro. Tampoco debemos olvidar su instinto cazador: si forman parte de nuestra familia algún roedor o pájaro, debemos ponerlo fuera de su alcance.

Nuestro cachorro debe contar con ―su territorio‖, debe tener su espacio para dormir, comer, beber y hacer sus necesidades. Hoy en día disponemos en el mercado de una amplia gama de accesorios para él, cunas, camas, gateras, comederos,…

Como cachorro que es, a parte de comer y dormir, se pasará el resto del día jugando, saltando, inspeccionando y persiguiendo todo aquello que se mueva; la interacción durante el juego en este periodo de desarrollo es muy importante a la hora de conseguir una buena socialización, por ello debemos

adquirir elementos de juego sólo para él, ¡nuestras manos y nuestras zapatillas no son mordedores! Con el juego conseguiremos no solo estimularlo, sino también evitar posibles miedos futuros. Para ello, el juego nunca debe ser de manera brusca; el objetivo es estimularlo con movimientos y sonidos suaves, acariciarlo, rascarle la espalda, dejar que se frote en nuestras manos,…

¿Cómo llevo el gato a casa? La mejor manera de transportar un animal es usando los ―trasportines‖. Nunca debemos llevarlo en una caja o metido en el bolso, puesto que nuestro cachorro posiblemente nunca haya salido de su casa o su criadero y al enfrentarse a los ruidos y objetos de la calle puede asustarse y salir corriendo. Para hacer el viaje y su llegada al hogar menos estresante podemos utilizar productos que encontramos en las clínicas veterinarias: las feromonas. Está demostrado que si rociamos el transportín y las esquinas de su nueva casa con las feromonas, llega en un estado de menor ansiedad, con menos miedo.

Una vez que hemos llegado a casa, lo único que tenemos que hacer es colocar el transportín en su ―territorio‖, abrirle la puerta y esperar a que se sienta tranquilo, confiado y salga él solo; en ningún caso debemos forzarlo a salir. Su primer instinto será buscar protección debajo de un mueble o de una cama, y debemos dejarlo, todos queremos tener a nuestro gatito con nosotros, tocarlo, achucharlo, pero no podemos obligarlo a estar con nosotros porque lo que conseguimos es una situación estresante y favorecemos futuras fobias en él. A medida que el cachorro se sienta confiado comenzará a explorar su nuevo hogar y sus nuevos miembros de la familia.

Si en nuestra familia conviven más gatos o algún perro, el contacto entre ellos debe ser de manera lenta y progresiva, siempre con nosotros delante.

La temperatura del agua debe ser

templada y hay que tener mucho cuidado de

no mojarle la cara para que no entre champú

en ojos, boca, nariz y orejas.

El champú que se debe utilizar es uno

suave, específico de conejos y aclarar muy

bien con agua, la forma de secarlo es con

una toalla hasta que esté totalmente seco

evitar el secador ya que se puede asustar

demasiado.

Al conejo de angora es conveniente

cortarle el pelo regularmente y las puntas

cada 15 días o menos sobre todo en épocas

de muda, se debe hacer con máquina o con

tijeras bien afiladas para no dañar el pelo

El conejo es un animal muy limpio por lo

que pasará horas aseándose, Su pelaje es

renovado dos veces al año, si el animal es de

pelo corto se cepillará al menos dos veces

por semana y si es de pelo largo se debe

cepillar diariamente, sobre todo en épocas

de muda (que coincide con los cambios de

estación), así evitaremos que nuestro conejo

los ingiera y desarrollen problemas

digestivos (―bolas intestinales de pelo‖).

Cosas que hay que saber sobre el baño

El proceso se debe realizar sin forzar a

nuestro conejito para no estresarlo; hay que

dedicarle paciencia y tiempo. A los conejos

no se les debe bañar muy a menudo; sólo por

higiene un par de veces al año y en épocas

que no haga mucho frío

La peluquería: conejos

¿Qué debemos

hacer antes de

que llegue a casa?

Página 2

V-Info

Su llegada a casa: un

gran momento para él

Hay que hacer todo con

suavidad, evitando el

estrés.

Centro Veterinario Bormujos Nuestra Misión: Velar por la salud de su mascota

Page 3: Boletín 6

Las iguanas, como reptiles que son, son animales poiquilotermos o de sangre fría, es decir, que no son capaces de regular su temperatura corporal, por lo que dependen de la temperatura ambiente para sobrevivir. Son animales arborícolas, es decir, les gusta subir y trepar a los árboles; además son principalmente vegetarianos, aunque en su etapa más juvenil se alimentan también de productos de origen animal.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de adquirir una iguana como animal de compañía, ya que el precio de la iguana suele ser bajo, mientras que el precio de las instalaciones que necesita, suele ser elevado, y esto es un detalle desconocido por muchos futuros propietarios. Para que una iguana viva sana y durante muchos años, tenemos que proporcionarle las condiciones ambientales y alimentarias adecuadas, que deben parecerse al máximo a las que tienen en su hábitat natural.

Aquí vamos a hablar de las instalaciones, mientras que en el próximo boletín hablaremos de la alimentación.

Nuestra iguana, en estado adulto, puede llegar a alcanzar 1,5 m de longitud y hasta 3 kg de peso, por lo que el tamaño del terrario donde la alojemos debe adecuarse a estas dimensiones. Dado que les gusta trepar (vida vertical) el terrario debe ser más alto que ancho y debemos poner troncos de árboles para que puedan subir.

La temperatura a la que deben estar es de 27-32ºC de día, y de 20-25ºC de noche. Debe existir un gradiente de temperatura en el terrario, es decir la zona más cálida debe estar en la parte superior (ya que en libertad el calor les viene del sol) mientras que la zona más fría en la inferior. Para

aportarles calor la mejor manera es mediante bombillas cerámicas, bien protegidas, para que el animal no puede quemarse con ellas. La temperatura debemos medirla con un termómetro y controlarla con un termostato.

Otro parámetro a vigilar es la humedad, que debe estar entre 60-95 % (los valores más altos de noche y los más bajos de día). Para mantenerla debemos poner un recipiente grande con agua, que además le puede servir para bañarse y nadar, aunque también podemos utilizar pulverizadores manuales o sistema de lluvia artificial. La humedad la controlamos con un higrómetro.

Igualmente importante es la iluminación; tenemos que marcarles ciclos de luz día/noche y además la luz debe aportarles rayos ultravioletas, sobre todo B, imprescindible para el metabolismo de la vitamina D3 en nuestro reptil. Para ello debemos usar tubos fluorescentes especiales, que además de luz, aporten UVB y renovarlos cada 6 meses, ya que en ese tiempo, aunque sigan dando luz, pierden los UV. Otra opción (la mejor) es que nuestro saurio tome baños de sol directo.

Lo último a tener en cuenta es el sustrato para el fondo de nuestro terrario. Existen diversas opciones:

-papel de periódico: higiénico,, aunque poco atractivo; es el mejor para tratar enfermedades.

,-césped artificial: debe ser de pelo corto y cambiarlo a menudo; si es ingerido puede ocasionar problemas digestivos.

-cortezas vegetales: deben ser de un tamaño lo suficientemente grande para evitar que puedan ser ingeridos por nuestro animal.

La obesidad es el desorden nutricional

número uno entre los perros y gatos. Los

estudios sugieren que aproximadamente el 25

% de los perros y gatos tienen un exceso de

peso, que pone en riesgo su salud; problemas

cardiovasculares, respiratorios, esqueléticos.

Causas: dieta inapropiada, predisposición

genética y desórdenes hormonales.

Identificación: puede resultar difícil,

debido a las diferencias entre las razas y el

largo pelaje de algunos perros y gatos. Un

buen método para evaluar la condición física

de los perros y gatos es observar y palpar el

cuerpo del animal; el veterinario puede

ayudar a determinar la condición física

exacta.

Control: la prevención es el mejor enfoque

para el control del peso en las mascotas; es

mucho más difícil lograr la pérdida de peso

una vez que el animal tiene kilos de más.

1. Eliminar las sobras de comida y

golosinas.

2. Reducir la cantidad del alimento que se

administra actualmente.

3. Aumentar la cantidad de ejercicio que

recibe la mascota. Para los gatos, el dueño

puede tener que tentar mascota para que

juegue como una forma de aumentar la

actividad.

4. Considerar cambiar a un alimento bajo

en calorías; estos productos tienen menor

contenido de grasa y mayor contenido de

fibra.

5. Consultar al veterinario antes de

comenzar cualquier programa de reducción

de peso; puede diseñar un programa de

pérdida de peso exclusivo para su mascota y

ayudar a identificar los problemas

específicos y sugerir alternativas.

La iguana

Obesidad

Lo más

importante: las

instalaciones para

nuestra iguana

Página 3

abril-junio 11

La iguana: el reptil más común como mascota

Somos especialistas en exóticos

Esto No es SALUD

Page 4: Boletín 6

El Bodeguero Andaluz

Nuestras mascotas

Avda. del Aljarafe, 68

Teléfono: 955 72 56 84

Avda. de San Juan de Dios, 27

Teléfono: 955 72 41 94 Cita previa

Servicio a domicilio

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Urgencias: 629 574 865

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Este boletín ha sido elaborado, editado y publicado por el personal del Centro Veterinario Bormujos © 2011

Indy

Sarkis

El Ratonero Bodeguero Andaluz es una raza canina española, más concretamente

proviene de la provincia de Cádiz, en el entorno de Jerez de Frontera. Su nombre

proviene de la principal función para la que se desarrollo este perro: la caza de rata y

ratones que se esconden entre las barricas de las bodegas, además de hacer las

mismas funciones en naves de grano y paja, cuadras y otras dependencias.

El origen de esta se encuentra en los perros terrier, principalmente los Fox

Terrier, que los comerciantes vitivinícolas ingleses que se quedaron a vivir en este

entorno a finales del siglo XVIII. Los perros que traían se cruzaron con los que se

utilizaban tradicionalmente en las bodegas y cuadras y el resultado fue la obtención

de perros muy dotados para la caza de roedores, se cruzaron entre sí y que pronto

alcanzaron una gran homogeneidad. El color seleccionado fue el blanco, ya que esto

hacía más fácil distinguir a los perros dentro de la oscuridad habitual en las zonas donde desarrollaban su trabajo.

Es un perro inquieto, de mirada muy expresiva e inteligente, en constante atención ante cualquier ruido o

movimiento, destacando su tenacidad y disposición en todo momento para la caza de roedores. Se vale de la vista y el

olfato indistintamente para localizar a sus presas, sobre las que se lanza con movimientos extremadamente coordinados,

ágiles y rápidos. Valiente y con genio, fiel, alegre y simpático como compañero, con gran capacidad de adaptación a

cualquier ambiente y lugar.

Miki