Boletín 5 del GEA (Grupo Emergente Asma)

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del Área de Asma SEPAR Boletín del FORMACIÓN Tendencias actuales y medida del control del asma y su gravedad: de la población al individuo CASOS CLÍNICOS Asma Ocupacional por Formaldehído PROYECTO DE INVESTIGACIÓN • Hipersecreción en el asma bronquial. Repercusiones clínicas Boletín nº5 / junio 2012 Pág. 2-4 Pág. 7 Pág. 5-6

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del Área de Asma SEPAR

Boletín del

FORMACIÓN

• Tendencias actuales y medida del control del asma y su gravedad: de la población al individuo

CASOS CLÍNICOS

• Asma Ocupacional por Formaldehído

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

• Hipersecreción en el asma bronquial. Repercusiones clínicas

Boletín nº5 / junio 2012

Pág. 2-4 Pág. 7

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Boletín nº5 / junio 2012

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Se considera que las enfermedades res-piratorias reciben, en general, poca aten-ción y financiación en comparación con otras causas importantes de morbilidad y mortalidad mundial. En particular, el asma constituye un serio problema de salud que afecta a personas de toda condición y de todas las edades. Según datos publicados en el “Informe mundial sobre el asma” del 2004, en el Mundo 300 millones de perso-nas padecen asma.1 La Global Initiative for Asthma“(GINA) de 2009 sitúa la prevalencia global de esta enfermedad, incluyendo ni-ños y adultos, entre el 1% y el 18% de la población, con grandes variaciones geográ-ficas y en áreas pequeñas. Asimismo, hace referencia a la reducción de la prevalencia reportada en el grupo de 13-14 años de edad en los últimos años, tanto en Norte América como en Europa Occidental, a di-ferencia de lo que ocurre en aquellos países con una prevalencia previamente más ba-ja.2,3 Por otro lado, el porcentaje global de niños afectos se ha incrementado en proba-ble relación con un mejor diagnóstico.2,3

Prevalencia del asma:

Los datos de prevalencia disponibles en la actualidad sobre esta enfermedad son el re-sultado de dos grandes estudios epidemio-lógicos internacionales que se pusieron en marcha en la década de los 90. El Estudio Europeo de Salud Respiratoria (European Community Respiratory Health Survey o ECRHS), que estudió la prevalencia de asma en adultos jóvenes, y el Estudio Internacional de Asma y Alergias en Niños (International Study of Asthma and Allergies in Chilhood o ISAAC), que analizó la población infantil.4 El Estudio Europeo mostró, tras analizar los primeros datos correspondientes a 1993 y 1994,5 que la prevalencia media del asma en la población de 20 a 44 años de edad de 22 países era del 4,5%. Además, puso de manifiesto que las cifras de prevalencia eran muy variables entre las diferentes zonas geográficas. Mediante la integración de da-tos del ECRHS y del ISAAC, junto con otros estudios locales y otras estimaciones, la distri-bución geográfica del asma a escala mundial puede ser representada (Figura 1).6

Sucesivas publicaciones del ECRHS que anali-zaron subpoblaciones por grupos de edad encontraron un incremento generacional en la prevalencia de asma en adultos; un incre-mento que fue mayor en España que en el resto de países participantes (Figura 2).4 La reevaluación de la cohorte de adultos jóve-nes que participó en el ECRHS tras 5 a 11 años mostró un incremento en el número de pacientes tratados con medicación de control, sin que aumentase el número de pacientes con síntomas de asma. Este he-cho sugería una mejor y más extensiva utili-zación de tratamientos eficaces, o bien que se diagnosticaban más pacientes con asma leve.8

En comparación, los datos de prevalencia correspondientes a los cinco centros espa-ñoles que participaron en el ECRHS mostra-ban entonces una prevalencia relativamente baja; y al igual que ocurría en el resto de los países, una gran variabilidad entre las diferentes zonas geográficas evaluadas. Las cifras oscilaban entre el 2,1% en Galdakao y el 6,3% en Huelva.9 El grupo español ha analizado los cambios en la prevalencia de asma después de 9 años, incluyendo a la sintomatología de hiperreactividad bron-quial en la misma cohorte del primer estu-dio. Los datos de este análisis muestran un aumento en el número de pacientes trata-dos y diagnosticados, reflejando un mejor seguimiento de las guías de práctica clínica por parte de los profesionales que atienden esta enfermedad.10

En la primera fase del estudio ISAAC reali-zado en 1994 en 19 países, se observó que la prevalencia de síntomas de asma en la in-fancia hasta los 13 o 14 años de edad era

mayor que la encontrada en los adultos y que, al igual que se apreció en el estudio efectuado en es-tos últimos, la prevalen-cia variaba enormemen-te entre los distintos paí-ses del mundo, desde un 2% en Indonesia hasta

un 32% en el Reino Unido, existiendo una buena correlación, en los diferentes países, con los datos del Estudio Europeo.26,27

Durante las últimas décadas se han llevado a cabo diversos trabajos en niños en dife-rentes comunidades españolas. Los resulta-dos ponen de manifiesto que la frecuencia del asma está aumentando en nuestro país. Estudios posteriores, utilizando la metodo-logía del estudio ISAAC, han comparado la prevalencia de esta enfermedad en el año 1994 y en el 2002 y los resultados muestran que si bien apenas se ha modificado en los niños de edades comprendidas entre los 13

FORMACIÓN

Dr. Joan B Soriano

Director Programa de Epidemiología e Investigación Clínica. Fundación Caubet. CIMERA. Illes Balears.

Tendencias actuales y medida del control del asma y su gravedad: de la población al individuo

La carga económica del asma en los países

desarrollados supone entre el 1 y el 2% del total de los

recursos destinados a la salud pública16

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y 14 años, se ha producido un claro aumen-to en los niños de 6 y 7 años.11 La prevalen-cia media de asma en España según ISAAC fue del 10,3%, oscilando entre el 5,5% en Pamplona y el 15,4% en Cádiz. La variabili-dad geográfica dentro de los centros ISAAC españoles fue elevada, aunque existía una notable correlación entre la prevalencia ob-servada entre participantes de 6-8 y de 13-14 años.12

Mortalidad por asma:

Los datos de mortalidad en el asma son también preocupantes, pues aunque en cifras absolutas son un fenómeno relativa-mente raro, la mayoría podrían ser evitables. En la actualidad se producen alrededor de 180.000 muertes anuales por asma en todo el mundo. En la misma línea, en el informe publicado por la GINA en 2004 se señala que una de cada 250 muertes en el mundo se debe al asma.2,3 Sin embargo, desde fina-les de 1980, se ha producido una reducción generalizada y progresiva de las tasas de mortalidad a un nivel de 0,23 por 100.000 en 2004 y 2005, con una reducción media del 63% durante este período.13

La tasa estandarizada de mortalidad por as-ma en España se estimó en 1996 en 10,1 y 13,2 por millón de habitantes para varones y mujeres, respectivamente.14 Y al igual que ocurre en el resto de países de nuestro en-torno, la tasa de mortalidad por asma tanto en el conjunto de la población española co-mo en el grupo de 5 a 34 años muestra una clara tendencia a la disminución desde los años sesenta y parece haberse estabilizado a partir de 2000, si bien de forma diferente en varones y mujeres, entre las que el descenso es mucho menor. La tendencia y las tasas en España son similares a la de la mayoría de los países de los que disponemos de datos.15

Impacto económico del asma:

Debido a su elevada tasa de prevalencia y morbimortalidad, el asma genera un gran consumo de recursos sanitarios y por tanto una carga económica importante. En con-creto, en los países desarrollados, el asma supone entre el 1 y el 2% del total de los recursos destinados a la salud pública.16

Respecto al coste global del asma en Espa-ña, en un estudio publicado en 2001 por Nieto et al., se estimaba que el coste anual de la enfermedad podría oscilar entre 900 y 1.200 millones de euros.17 Sin embargo, teniendo en cuenta la creciente prevalencia de la enfermedad, se piensa que estos cos-tes podrían estar infraestimados. Un estudio español (ASMACOST) ha puesto recien-temente de manifiesto que el coste anual de un paciente con asma asciende a 1.726 euros, de los cuales el 11,2% es destinado para recursos no sanitarios. Para el Sistema Nacional de Salud el gasto por paciente y año es de 1.533 euros. Este coste es supe-rior en los pacientes mayores de 65 años y en aquellos con asma de mayor gravedad. De acuerdo con estos resultados, se estima que el coste anual del asma en España es de 1.480 millones de euros y de 3.022 millones de euros considerando el diagnóstico de hi-perreactividad bronquial.18

Control del asma:

El control del asma es un tema central de las últimas versiones de las guías GINA, re-firiéndose al control de las manifestaciones clínicas de la enfermedad: síntomas, función pulmonar y presencia o antecedentes de exacerbaciones.19

Los estudios AIRE determinaron una gran variabilidad en la distribución global de la gravedad y control del asma.20,21 Desde el

2006, GINA recomienda evaluar el nivel de control del asma mediante el uso de una clasificación objetiva de los pacientes asmá-ticos en grupos controlados, en parte con-trolados y no controlados. Entre otros, para controlar periódicamente el nivel de control del asma, pueden utilizarse el Cuestionario de Control del Asma (ACQ)22 y la Prueba de Control del Asma (ACT).23 Cada uno de es-tos instrumentos evalúa el dominio de dete-rioro mediante la medición de los síntomas del asma, la limitación de las actividades y la necesidad de medicación de rescate.

A pesar de las nuevas terapias disponibles y de los resultados positivos en ensayos clí-nicos, el porcentaje de pacientes con asma no controlada sigue siendo alto. Según las últimas evidencias epidemiológicas, existe una brecha importante entre los objetivos del tratamiento y el nivel actual de control del asma en la población general. En una reciente encuesta transversal, sólo el 57% tenían un ACT >20, que puede ser asumido como el punto de corte para el asma bien controlada.24 En otro estudio reciente usan-do el ACQ, el porcentaje de pacientes con-trolados (ACQ <0,75) fue sólo del 37,5%, los pacientes parcialmente controlados (0,75> ACQ <1,5) fueron el 35,5% y el por-centaje de pacientes no controlados (ACQ >1,5) fue del 27,5%. La distribución del con-trol del asma por edad, sexo y área geográfi-ca parece igual de variable a lo observado en otros parámetros de la enfermedad.26

Figura 1. Distribución geográfica de la prevalencia de asma clínico6

Prevalencia clínica del asma, por país. Los datos del mapa son adaptados de Masoli et al. (2) y del Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia

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Referencias:

1. Beasley R. The Global Burden of Athma Re-port, Global Iniciative for Asthma (GINA). Dis-ponible en: http://www.ginasthma.org 2004. 2. Global Initiative for Asthma. Global strate-gy for management and prevention. NHLBI/WHO workshop report 2009. Disponible en http://www.ginasthma.com. 3. Akinbami LJ, et al. Pediatrics 2002;110:315-322. 4. The international study of asthma and allergies in childhood (ISAAC) steering committee. Eur Respir J 1998;12:315-335. 5. European Com-munity Respiratory Health Survey. Eur Respir J 1996;9:687-695. 6. Mantzouranis EC. N Engl J Med. 2008 Mar 20;358(12):1211-3. 7. Sun-

yer J, et al. Eur Respir J 1999;14:885-91. 8. Chinn S, et al. Thorax 2004;59:646-651. 9. Grupo Español del Estudio Europeo del Asma. Med Clin (Barc) 1996;106:761-7. 10. Urrutia I, et al. Arch Bronconeumol. 2007;43:425-30. 11. The International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) steering committee. Allergy 2004;59:1301-1307. 12. Carvajal-Urueña I, et al. Arch Bronconeumol. 2005;41:659-66. 13. Wijesinghe M, et al. Chest. 2009;135(4):1045-9. 14. Plaza V, et al. Arch Bronconeumol. 2003; 39:3–42. 15. Sánchez-Bahíllo M, et al. Arch Bronconeu-mol. 2009;45:123-8. 16. National Institutes of Health. Global strategy for asthma mana-gement and prevention. Publication No. 02-3659. Bethesda, MD: National Heart, Lung

and Blood Institute; 2002. 17. Nieto A, et al. J Investig Allergol Clin Immunol. 2001;11:139–48. 13. 18. Martínez-Moragón E, et al. Arch Bronconeumol. 2009;45:481-6. 19. GINA - “Global Initiative for Asthma”. Global Stra-tegy for Asthma Management and Preven-tion. 2009 (update). 20. Rabe KF, et al. Eur Respir J 2000;16:802-7. 21. Rabe KF, et al. J Allergy Clin Immunol 2004;114:40-7. 22. Van der Meer V, et al. Respiratory Research 2010, 11:74. 23. Juniper EF, et al. Respir Med 2006; 100(4): 616-21. 24. Thomas M, et al. Prim Care Resp J 2009; 18:41-9. 25. O’Byrne PM, et al. Eur Respir J. 2010 Aug;36(2):269-76.

Figura 2. Incremento generacional de la prevalencia de asma en el Estudio Europeo del Asma7

Nota: Se presentan el riesgo relativo e intervalos de confianza del 95% (IC del 95%) de asma por cohorte con respecto a la cohorte basal (es decir, la de los nacidos en 1946-1950) por país, y el riesgo relativo combinado. a) cohorte de 1951-1955, b) cohorte de 1956-1960, c) cohorte 1961-1965, y d) cohorte ≥1966. Países ordenados de acuerdo con la prevalencia de asma ajus-tada por edad y sexo en la cohorte de 1946-1950. Las prevalencias fueron España 2,2%, Bélgica 3,5%, Alemania 4,6%, Países Bajos 6,0%, Suiza 6,1%, Islandia 7,8%, Suecia 8,0%, Irlanda 8,2%, Italia 9,7%, Reino Unido 10,0%, Australia y Noruega 11,0%, Francia 12,5%, Nueva Zelanda 19,8%, y EE.UU. 20,2%. El tamaño de las cajas es inversamente proporcional a la variación del riesgo relativo. Las líneas horizontales representan los IC del 95%.

a)

0,05 0,0514,1 14,11

Riesgo relativo Riesgo relativo

1

c)

b)

d)

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Paciente varón de 38 años de edad. Entre sus antecedentes personales no destacaban alergias medicamentosas conocidas ni hábitos tóxicos como con-sumo de tabaco, alcohol u otras drogas. Trabajaba como biólogo en un labora-torio de investigación básica desde ha-cía 10 años. En el desarrollo habitual de su trabajo no estaba expuesto a ningún tóxico ambiental. Desde hacía años es-taba diagnosticado de una rinitis mo-derada estacional por sensibilización a pólenes de gramíneas, que controlaba con tratamiento tópico. No tenía his-toria de asma previa. Estaba en segui-miento por psiquiatría por un trastorno obsesivo compulsivo, bien controlado con medicación.

Acudió a la consulta por presentar, des-de hacía unos tres meses, síntomas so-breañadidos a los síntomas habituales de su rinitis, entre los que destacaban disnea de moderados esfuerzos, episo-dios de disnea paroxística nocturna y autoescucha de sibilantes. Los síntomas aparecían tanto durante el día como durante la noche. En el último mes se había añadido una intensa astenia que le condicionaba sus actividades habi-tuales. En este periodo había acudido

al servicio de urgencias, en dos oca-siones, por crisis de broncoespasmo, precisando en ambos casos una pauta descendente de corticoides orales pa-ra su resolución. Su tratamiento en ese momento era budesonida 200 mcg/12 h y salbutamol a demanda.

El examen físico no reveló datos de in-terés, salvo un leve aumento del tiempo espiratorio con alguna sibilancia aislada en la auscultación pulmonar, y una mu-cosa edematosa sin presencia de póli-pos en el examen mediante fibroscopia nasal.

En la analítica sanguínea solo destacaba una IgE sérica total de 280 UI/ml, y la radiografía simple de tórax no mostra-ba alteraciones patológicas.

La espirometría inicial reveló una FVC de 4.790 ml (101% del teórico), un FEV1 de 3.250 ml (83% del teórico) y un FEV1/FVC de 0,71, compatible con la normalidad. El test de broncodilatación fue negativo. Se le realizaron pruebas epicutáneas mediante prick-test, siendo negativas para una batería de 14 inha-lantes, con la excepción de los pólenes de gramíneas. Se realizó un test de me-tacolina que resultó positivo tanto clíni-ca como funcionalmente, con una PC20

de 0,33 mg/ml.

Dado que el paciente tenía un diagnóstico previo de rinitis es-tacional por sensibi-lización a gramíneas y que los datos del test de metacolina confirmaron la presencia de hiperreac-tividad bronquial, se orientó el cuadro como asma bronquial extrínseca persis-tente moderada, en relación con sensi-bilización a gramíneas. Se instauró tra-tamiento con pauta SMART (con dosis

medias de corticoides inhalados), tra-tamiento tópico de la rinoconjuntivitis alérgica y se le recomendaron medidas de evitación, ya que estábamos en épo-ca de polinización.

A los dos meses, el paciente acudió de nuevo a consulta porque los síntomas habían empeorado a pesar del trata-miento instaurado. Había tenido que acudir de nuevo a urgencias por una crisis, donde le fue pautado un nuevo ciclo de corticoides orales.

Dado de que ya no estábamos en tem-porada de polinización de gramíneas, se reinterrogó al paciente por otros posibles desencadenantes. Finalmente, relató que el inicio de los síntomas ha-bía coincidido con la realización de una obra en el laboratorio localizado justo encima del suyo; en este laboratorio sí se empleaban sustancias que podían producir enfermedades respiratorias, aunque su manejo se realizaba siempre bajo estrictas medidas de seguridad. Al preguntarle sobre la cronología de sus síntomas, reconoció que éstos mejora-ban durante el fin de semana y volvían a empeorar a partir del lunes. Se le reali-zó una nueva espirometría con una FVC de 3.670 ml (81% del teórico), un FEV1

2.650 ml (71% del teórico) y un FEV1/FVC 0,64. En esta oca-sión el test de bronco-dilatación fue positivo, con un incremento del 16% del FEV1.

En ese momento, ante la sospecha de asma relacionada con el trabajo, se le entregó un diario para la recogida de datos clínicos y un espi-rómetro portátil para realizar determi-naciones del ápice espiratorio de flujo (PEF) durante 4 semanas. Las medicio-nes, realizadas al menos 4 veces al día,

CASOS CLÍNICOS

Dra. Sagrario Mayoralas

Neumología. Hospital Moncloa. Madrid.

Asma Ocupacional por Formaldehído

Ante la sospecha de asma relacionada con el trabajo,

se hicieron determinaciones del PEF 4 veces al día durante 4 semanas

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una de ellas fuera de la jornada laboral, confirmaron el empeoramiento clínico y funcional de los síntomas en relación con la permanencia en el lugar de tra-bajo. Durante este periodo el paciente permaneció nueve días de baja laboral, observándose variaciones del PEF supe-riores al 20%, con periodos de agudi-zación durante el trabajo y mejoría du-rante la baja.

Se estableció así una alta sospecha de Asma Ocupacional y se contactó con el departamento de Medicina del Tra-bajo de su centro para que iniciase una investigación que pudiera permitir la identificación del posible alérgeno. Se decidió con dicho departamento que el paciente permaneciese de baja laboral hasta el final de la investigación.

Tras un mes sin acudir a su centro de trabajo, el paciente permanecía casi asintomático. Se le realizó un nuevo

test de provocación bronquial con me-tacolina que fue clínicamente negati-vo y funcionalmente positivo con una PC20 0,1 mg/ml.

El paciente nos aportó el informe de Medicina del Trabajo en el que se había identificado como desencadenante al FORMALDEHÍDO. Provenía de la venti-lación de una campana del laboratorio de anatomía patológica de la planta superior, modificada durante la obra. El informe reflejaba que se habían toma-do las medidas de corrección necesarias y que las medidas ambientales eran las adecuadas.

Finalmente, para confirmar que el for-maldehído era el gas responsable de su asma, se le realizó un test de provoca-ción bronquial especifico que fue clínica y funcionalmente positivo. La determi-nación de IgE específica, sin embargo, fue negativa, algo frecuente en los in-

ductores de bajo peso molecular.

Un año después, el paciente estaba asintomático y se había reincorporado a su actividad laboral sin problemas. La espirometría, el test de broncodilata-ción y el test de provocación bronquial con metacolina fueron normales.

Conclusiones:

En resumen, el paciente presentó un asma ocupacional por formaldehído, sugerido por los cambios dentro y fuera del trabajo en las mediciones diarias del PEF y los datos de hiperrespuesta bronquial y confirmado me-diante una provocación bronquial específi-ca. Por el contrario, no se encontró un me-canismo inmunológico IgE mediado frente al formaldehído como enfermedad de base.

Bibliografía:

• Association between cleaning-related che-micals and work-related asthma and asthma symptoms among healthcare professionals. Arif AA, Delclos GL. Occup Environ Med. 2012 Jan; 69(1):35-40. Epub 2011 May 20.

• The bronchial response to inhaled formal-dehyde. Casset A, Purohit A, Marchand C, Le Calvé S, Donnay C, Uring-Lambert B, Bahram S, Pauli G, de Blay F. Rev Mal Respir. 2006 Feb; 23(1 Suppl):3S25-34.

• Formaldehyde exposure and asthma in chil-dren: a systematic review. McGwin G Jr, Lienert J, Kennedy JI Jr. Cien Saude Colet. 2011 Sep; 16(9):3845-52.

Figura 1. Registro del flujo espiratorio máximo (FEM).

Los primeros 5 días del registro se corresponden con actividad laboral, el paciente tiene valores bajos de FEM y gran variabilidad. Los 2 días siguientes corresponden al fin de semana, donde el paciente presenta cierta mejoría. Los siguientes 7 días se repite el patrón. Los últimos 9 días corresponden a la baja laboral, sin contacto con el formaldehído, el paciente presenta una mejoría gradual de los valores del FEM y la variabilidad diaria de los mismos.

 

700

600

500

400

300

200

100

0

30,00%

25,00%

20,00%

15,00%

10,00%

5,00%

0,00%

I/min

%Va

riabi

lidad

Días

FEV1 max FEV1 min %Variabilidad

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1713 1814 1915 20 21 22 2316

     

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HIPÓTESIS

En base a la bibliografía consultada, sabe-mos que la hipersecreción bronquial podría ser una característica diferenciadora de un subgrupo de asmáticos, y algunos trabajos apuntan a la posibilidad de que estos pa-cientes presenten una pérdida acelerada de la función pulmonar. Además, algunos estudios dan a las infecciones respiratorias un papel relevante y por tanto podemos de-ducir que estos pacientes tendrán un mayor número de exacerbaciones, peor calidad de vida, peor control del asma y, porqué no, mayor inflamación local y sistémica.

OBJETIVOS

Por tanto, el objetivo de este estudio será estudiar la relación entre hipersecreción y función pulmonar, así como con caracte-rísticas demográficas, ma-nifestaciones clínicas de la enfermedad, parámetros de inflamación sistémica, respuesta al tratamiento, calidad de vida y, en defi-nitiva, evolución de los pa-cientes asmáticos.

MÉTODO

Diseño:

Pretendemos llevar a cabo un estudio con dos partes diferenciadas.

• Una primera sería un estudio transversal descriptivo multicéntrico, que requeriría de una sola visita, donde incluiríamos de manera consecutiva a los pacientes visita-dos en nuestra consulta externa. En dicha visita recogeríamos datos demográficos (edad, sexo, inicio del asma, años de evo-lución de la enfermedad), de gravedad, atopia, inflamación vía aérea (FeNO), in-fección por Chlamydia pneumoniae (se-rología), síntomas (ACT, disnea MRC), exacerbaciones previas, calidad de vida re-lacionada con el asma bronquial (AQLQ), parámetros nutricionales (albúmina, pre-albúmina, IMC), de inflamación sistémica (fibrinógeno, PCR) y de serie roja (hemog-lobina, hematocrito).

• Una segunda parte consistiría en seguir al año a estos pacientes (estudio prospecti-vo) en cuanto a:

o Datos de función pulmonaro Tratamientoo Exacerbaciones previas

Criterios de inclusión / exclusión:

• Criterios de inclusión: pacientes mayo-res de 18 años, diagnosticados de asma bronquial en base a historia + demostra-ción de obstrucción bronquial reversible de al menos 15% tras tratamiento o bien

PBD positiva en alguna prueba realizada en los 5 años previos y que no ha-yan tenido infección respi-ratoria en el último mes.

• Criterios de exclusión: presencia de otras enfermedades respira-torias y ser fumador activo o exfumador.

Variables recogidas:

El día de la 1ª visita se recogerán variables funcionales respiratorias (FEV1, FVC, FEV1/FVC), sociodemográficas y antropométricas (edad, sexo, IMC, antecedentes laborales), referidas a atopia (eosinofilia, IgE total, pruebas cutáneas), referidas a inflamación de la vía aérea (FeNO), referidas a infec-ción por Chlamydia pneumoniae (serología en una determinación), presencia o no de bronquiectasias por RX simple de tórax, va-riables referidas a repercusión clínica (exa-cerbaciones, tratamiento actual, calidad de vida mediante AQLQ de Sidney, control del asma mediante ACT, disnea según MRC, se-veridad según la GEMA, variables referidas a inflamación sistémica, estado nutricional y a la serie roja). En la visita al año se recogerá la función pulmonar, el número de exacer-baciones y su tratamiento.

Plan de Trabajo:

Se pretende iniciar el estudio el 1 de Febrero de 2012, dar un periodo de inclusión de 6 meses, y por tanto finalizar el seguimiento de todos los pacientes el 1 de Agosto del 2013. Posteriormente, el análisis de datos y elaboración de los resultados se puede pro-longar otros 6 meses.

CONCLUSIONES

Se trata de una propuesta de estudio que pretende evaluar el papel de la hipersecre-ción en el asma bronquial. Pretendemos valorar, por una parte, la prevalencia de la misma así como la repercusión en aspectos clínicos, de función respiratoria y en varia-bles de inflamación sistémica y de la vía aé-rea. El diseño del estudio contempla una pri-mera parte que sería transversal, recogiendo datos fácilmente obtenibles en una primera visita. En una segunda parte, de orden pros-pectivo, recogeremos datos relativos a fun-ción pulmonar y exacerbaciones al año de seguimiento.

Dr. Carlos Martínez Rivera

Neumología. Hospital Germans Trias i Pujol. Barcelona.

Hipersecreción en el asma bronquial. Repercusiones clínicas

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

Evaluación de la relación entre hipersecreción

bronquial y la función pulmonar en el asma

bonquial

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Con el patrocinio de

1 Alicia Padilla Galo H. Costa del Sol. Málaga

2 Ana Sogo Sagardia H. Parc Taulí de Sabadell. Barcelona

3 Berta Avilés Huertas H. de Palamós

4 Carlos Almonacid Sánchez H. General Guadalajara

5 Carlos Cabrera López H. Dr. Negrín. Las Palmas

6 Carlos Martínez Rivera H. Germans Trias i Pujol. Badalona

7 Celia Pinedo Sierra H. Clínico San Carlos. Madrid

8 Gema Rodríguez Trigo H. Clínico San Carlos. Madrid

9 José Serrano Pariente H. Comarcal de Inca. Mallorca

10 Juan Luis García Rivero H. Comarcal de Laredo. Cantabria

11 Auxi Romero Falcón H. Virgen del Rocío. Sevilla

12 Marisi Verdugo Cartas H. Infanta Sofía. Madrid

13 Mariví González H. de Mataró

14 Nuria Marina Malanda H. de Cruces. Baracaldo

15 Sagrario Mayoralas Alises H. de Móstoles. Madrid

16 Silvia Pascual Erquicia H. Galdakao. Vizcaya

17 Soledad Alonso Viteri H. Torrejón. Madrid

18 Carmen Cabrera Galán H. de Villamartín. Cádiz.

19 Laura Martín Ripoll H. Rafael Méndez de Lorca. Murcia.

20 Astrid Crespo Lessmann H. de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

MIEMBROS

Está formado por un máximo de 20 miembros activos. En la actualidad son:

SOLICITUD DE INGRESOEN EL GEA

Para ser candidato es necesario ser socio de SEPAR y miembro de su Área de Asma, menor de 40 años, con interés en la enfermedad asmática y buena disposición al trabajo individual y en equipo.

Pueden formalizar su solicitud mediante carta dirigida a cualquiera de los miembros de la Junta Directiva del Área de Asma (direcciones electrónicas disponibles en la web de SEPAR, apartado Área de Asma).Está coordinado, por delegación de la Junta Directiva del Área de

Asma de SEPAR, por los Dres. Vicente Plaza, Antolín López Viña y César Picado.

El Grupo Emergente de Asma (GEA) es una iniciativa del Área de Asma de la SEPAR.

Entre los objetivos de la Junta Directiva el más relevante es impulsar el interés de los socios por la enfermedad asmática y, particularmente, el de los jóvenes profesionales.

OBJETIVOS

1 Programa docente, orientado a complementar la formación en investigación en asma de los neumólogos jóvenes.

2 Elaboración de estudios multicéntricos, diseñados y realizados por sus propios miembros.

3 Conseguir su integración activa en el Área de Asma de la SEPAR, como posibles futuros líderes.

PRR

ESR

EV12

16 J

unio

201

2