MISIÓN JESUCRISTO Inicio

¡LA BÚSQUEDA MÁS EXTRAVAGANTE!

38Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? 39Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde

moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. Juan 1:38-39

“Todo mundo está buscando algo”. Todos buscamos comida, la mayoría buscamos conocimiento, algunos buscan novia o esposa, amigos, descanso, hay quienes buscan trabajo, incluso hay quienes buscan la muerte. Una cosa interesante es que la mayoría de las cosas materiales muy valiosas, que la mayoría busca, están escondidas: los diamantes, los rubíes, las esmeraldas, las geodas, el cuarzo, etc., deben ser descubiertos en el interior de la tierra; los metales preciosos en las minas, las perlas en las ostras que viven en el fondo del mar. Por eso es que es tan vulgar que algunas mujeres (también algunos hombres) se descubran sus cuerpos, en lugar de cubrirlos como un tesoro valioso destinado sólo para aquél que las ama y a quien aman. Ahora bien, de acuerdo con El Señor Jesucristo, el tesoro más grande de todos es su Reino: 44Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un

hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo

Mateo 13:44 Esta breve parábola nos enseña que:

Su Reino es un tesoro encontrado. Su Reino es la culminación de una búsqueda. Su Reino es la bendición más grande de la vida. Por su Reino vale la pena dejar cualquier otro valor.

Ante esta verdad, surge una pregunta: ¿Qué es su Reino? El Señor lo explicó en su oración modelo:

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:10

La primera frase se explica con la segunda que es más amplia, así que podemos decir: El Reino de Cristo es el corazón de los hombres donde Cristo es Rey. El Reino de los cielos es una comunidad en la Tierra donde se hace la voluntad de Dios. Como leímos en el texto del principio, El Señor Jesucristo nos confronta con una pregunta: ¿Qué buscan?, luego entonces, su Reino tiene que ver con una búsqueda.

Vayamos a dos pasajes que nos hablan de la búsqueda de la vida y descubramos el Evangelio, el desafío, el reto y la bendición que El Señor nos presenta con la Misión Jesucristo. SE TRATA DE UNA BÚSQUEDA QUE DA IDENTIDAD

35El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 37Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. 38Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis?

Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? 39Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. 40Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y

habían seguido a Jesús. 41Éste halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). 42Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres

Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). Juan 1:35-42

La pregunta: ¿Qué buscan? Puede intercambiarse con: ¿quiénes son ustedes?, ¿a qué aspiran?, ¿qué desean de la vida?, ¿por qué trabajan?, ¿qué les quita el sueño?, ¿por qué estarían dispuestos a vivir?, ¿por qué estarían dispuestos a morir? Nuestra identidad depende de lo que buscamos Aun en las cosas cotidianas podemos aplicar esto. Si le preguntamos a un futbolista, ¿qué buscas en el juego? Y nos dice: meter goles, sabemos que es un delantero. Si nos dice: “Que no metan goles”, ya sabemos que es un portero. En los asuntos de la existencia también nos definimos por nuestras búsquedas: Algunos nos definimos como “un animal racional”. En la escuela nos dijeron la definición de un ser vivo: nace, crece, se reproduce y muere. Así que, alguien que aspira a crecer, reproducirse y morir, está en el mismo nivel que una mosca, o un delfín, para no sentirnos tan pequeños. Algunos nos definimos como héroes. Está de moda el concepto trascender, así que, el que busca dejar huella, hacer algo importante, se define a sí mismo como un héroe, o un personaje de monografía de la escuela primaria. Algunos nos definimos como poderosos. Si buscamos ser muy ricos y experimentar todos los placeres posibles, con el mínimo de dolor, entonces nos definimos como insatisfechos, porque no estamos contentos con lo que ya tenemos. Como podemos ver, lo que buscamos nos da identidad. Así que, en las cosas religiosas, o cosas espirituales, cosas que tienen que ver con Dios, podemos identificarnos también por nuestras búsquedas. He aquí algunos ejemplos: Si alguien busca negar a Dios: es un ciego. Si alguien busca un Dios a su manera: es un necio. Si alguien busca calmar su conciencia creyendo algo: es un religioso. Si alguien busca tener prosperidad económica: es un materialista que usa la religión. Si alguien busca presumir su espiritualidad: es un santurrón.

Si alguien busca dejar de sufrir: es un iluso. Si alguien busca tener reglas de comportamiento para salvarse: es un legalista. Si alguien busca saber cosas: es un filósofo. Si alguien busca tener amigos, novio(a): es un(a) oportunista. Si alguien busca seguir la religión de sus padres para no ofenderlos: es un conformista. Si alguien busca defender su religión y atacar a las de los otros: es un fanático. Si alguien busca tener vida plena relacionándose con Dios: es un cristiano. De alguna manera, los discípulos respondieron bien: ¿dónde moras?, dijeron. Posiblemente habían planeado algunas preguntas más profundas como: ¿Eres tú el Mesías?, ¿cuál es tu propuesta religiosa?, ¿qué opinan de la ocupación romana?, ¿estás de acuerdo con los fariseos?, ¿cómo podemos ser salvos?, ¿qué opinas de la obligación de pagar impuestos? O algunas otras, pero al parecer El Señor les ganó la partida y fue Él quien les preguntó a ellos, y por eso respondieron de improviso, con una pregunta más sencilla: ¿dónde moras?, pero en el fondo, expresaron la más correcta y profunda búsqueda que un ser humano puede tener. En el fondo estaban diciendo: queremos conocerte, queremos convivir contigo, queremos pasar un tiempo a tu lado. Y ¿saben qué?, ¡eso es el cristianismo! Cuando El Señor llamó a sus Apóstoles, se nos dice el propósito fundamental de ser cristiano. Leamos: 13Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. 14Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios. Marcos 3:13-15. Notemos el orden de las demandas del llamamiento: antes de enviarlos a predicar y darles autoridad para sanar y echar fuera demonios, les demandó que estuviesen con Él. De hecho, todo lo demás no hubiera sido posible sin lo primero. Cristianismo es conocer a Cristo, estar con Cristo, caminar con Cristo. Eran las cuatro de la tarde, y en aquel tiempo la gente se recluía en sus casas temprano cuando se metía el sol, así que, seguramente cenaron con Él y pasaron la noche en el mismo lugar donde Él fue hospedado. Sin embargo, la explicación de Juan respecto al horario, más que darnos una justificación de su permanencia con El Señor, nos ayuda a entender que aquel encuentro cambió su vida por completo y él recordaba, aun siendo anciano, cada detalle de la experiencia. Concluyamos esta parte, ustedes y yo podemos tener muchas búsquedas honorables: estabilidad económica, sanidad matrimonial y familiar, seguridad laboral, salud física, preparación para nuestros hijos, etc., pero sólo hay una búsqueda fundamental, básica, que por cierto, puede dar sentido a todas las demás: busquemos a Dios, busquemos conocerle a través de Jesucristo, busquémosle para ser salvos y tener una vida plena. Él dijo: 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mateo 6:31-34. Y para que nos quede claro, expliquemos de manera práctica y sencilla lo que significa buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia:

Significa hacer del Señor el Rey de nuestro corazón. Dejémosle entrar y obedezcámosle como Rey.

Significa tener comunión con Él: oremos, leamos su Palabra y reunámonos con otros cristianos.

Significa vivir con Él cada instante de nuestra vida. Reconozcámosle en todo detalle de la vida, seamos agradecidos y disfrutemos de su presencia.

Lo que buscamos nos define, definámonos como cristianos: ¡Busquémosle a Él! SE TRATA DE UNA BÚSQUEDA QUE DA UNA RAZÓN PARA VIVIR

7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de

vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así

también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:7-12

Este pasaje es parte esencial del Sermón de la Montaña, el resumen, por así decirlo, de las enseñanzas del Señor. Se trata de una enseñanza que nos ayuda a vivir de verdad y a dar gloria a Dios con nuestra vida. En el pasaje anterior nos desafió a responder a la pregunta: ¿Qué buscan? Y con ello nos desafió a definirnos a nosotros mismos. Ahora nos insta a buscar. Se trata de un desafío a ser buscadores. Analicemos las implicaciones del reto:

Se trata de saberse desposeído. Quien cree que lo tiene todo, ya no busca nada. Pero, mientras más necesitados nos reconocemos, más apasionadamente buscamos. La exhortación del Señor incluye el reto a reconocernos desposeídos.

Se trata de creer que hay algo más. He aquí un desafío a creer y esperar. Aquél que se cree desahuciado deja de buscar, pero aquel que sabe que hay algo más, buscará con pasión. La exhortación del Señor incluye el reto a creer y tener esperanza.

Se trata de estar inconforme con la situación actual. Los conformes también son resignados, pero La Biblia dice: ...no os conforméis a este siglo... Romanos 12:2. La exhortación del Señor incluye el reto a reconocer la realidad del pecado.

Se trata de una búsqueda activa. Buscar, no tiene nada que ver con pasividad. El que busca trabaja, investiga, estudia, evalúa, pregunta, analiza, etc. La exhortación del Señor incluye el reto a dejar de ser un nini intelectual y/o espiritual.

Se trata de una decisión. El indeciso prefiere quedarse en su zona de confort, pero no sabe el grave peligro que se le aproxima. La exhortación del Señor incluye el reto a dar el primer paso.

Se trata de atreverse. Todas las cosas buenas de la vida requieren de arrojo. Lo bueno de nacer es que nadie nos dio la opción de no nacer, si hubiera sido así, el mundo sería habitado por unos cuantos. Atreverse, según el diccionario, es sinónimo de los siguientes conceptos: Insolentarse, descararse, osar, arriesgarse, probar, intentar,

aventurarse, decidirse, determinarse, resolverse, crecerse, lanzarse, arrojarse, emprender. Tiene que ver con correr riesgos, cambiar paradigmas, confrontar tradiciones, romper moldes y acabar con círculos viciosos.

Ahora la pregunta no es, ¿qué buscas?, la pregunta es, ¿nos atrevemos a buscarlo a Él y su Reino? DESAFÍO A BUSCAR Lo que buscamos nos da identidad y nos da razón para vivir. Permítanme ponerle nombre y apellido al desafío que estas verdades nos presentan: Seamos parte de la MISIÓN JESUCRISTO. Es decir: Busquemos a Dios por medio de Jesucristo y seamos parte de su Reino. Un camionero de 33 años llamado Larry Walters sintió que el aburrimiento de la vida lo había colmado, y el 2 de julio de 1982, amarró a una silla de jardín cuarenta y dos globos llenos de helio y se elevó desde la Ciudad de San Pedro California hasta más de 15,000 pies. Llevaba consigo una escopeta de perdigones para reventar los globos en caso de que se elevara demasiado. Él mismo se sorprendió al superar los 5000 metros de altura. Algunos pilotos que sobrevolaban la región se sorprendieron y dieron aviso a las autoridades aeronáuticas: “hay un tipo flotando en el aire en una silla de jardín” dijeron. Finalmente, y después de hablar por radio con su novia, quien le urgía a descender, Larry tuvo el sentido común para comenzar a explotar los globos y 45 minutos más tarde aterrizó en Long Beach California. Su extravagante hazaña le permitió conseguir un contrato para aparecer en un anuncio de relojes Timex, y una invitación a un popular Show de televisión. Después de eso, abandonó su trabajo y se dedicó a dar conferencias de motivación. Ante la pregunta, ¿por qué lo hiciste? él decía: “La gente me pregunta si intentaba matarme, yo les digo que no, sólo era que... tenía que hacer algo... no podía simplemente quedarme sentado”. Cabe decir que había deseado ser piloto militar, pero sus problemas de visión no se lo permitieron. Con su extravagancia influyó a otros que le imitaron, e inspiró una película. Algunos de nosotros deberíamos pensar así: ...debemos hacer algo... no podemos quedarnos sentados. Les propongo entonces lo más extravagante que un ser humano puede hacer: ¡Sigamos a Cristo! seamos parte de su Reino. Dicho de otro modo: seamos parte de La MISIÓN JESUCRISTO.

He aquí la propuesta concreta: Tengamos un tiempo especial de énfasis en las siguientes ocho semanas realizando la triple dinámica de la vida de fe:

1. En lo personal: TENGAMOS INTENSA VIDA DEVOCIONAL Leyendo el Libro MISIÓN JESUCRISTO. Tengamos un tiempo a solas con El Señor para orar y escuchar su voz.

2. En lo congregacional: REUNÁMONOS CON LA COMUNIDAD. Grupo grande.

Asistamos todos los domingos a los cultos para experimentar bendición, recibir enseñanza y tomar decisiones.

Interactuemos con la iglesia por medio de las redes sociales.

3. En lo relacional: COMPARTAMOS CON LA COMUNIDAD. Grupo Pequeño.

Asistamos a una ZARZA (grupo celular) donde reflexionaremos en las enseñanzas y compartiremos experiencias para seguir el proyecto.

Asistamos al DISCIPULADO BÍBLICO para profundizar la enseñanza y crecer. Unámonos a nuestro DEPARTAMENTO: Mujeres Horeb, Mujeres Victoriosas,

Varones, Matrimonios, Jóvenes: Secundarios, Prepos, Universitarios, Profesionistas; Jóvenes +30s, Fuego Nuevo, para compartir experiencias y continuar con el proyecto.

Y como resultado de eso, podremos hacer dos cosas más:

1. En lo familiar y/o social: COMPARTAMOS EL EVANGELIO con las diferentes estrategias de evangelización que se nos enseñan en el libro.

2. En lo social y/o familiar: INVITEMOS A OTROS: familiares, vecinos, amigos y compañeros a los cultos, las zarzas y a todo lo que sea posible, y seamos testigos de la bendición de Dios.

Esta primera semana estudiaremos: La Humanidad. Jesucristo el Hijo del hombre. 1. La encarnación. 2. La Kenosis. 3. El Hijo del hombre. 4. La tentación. 5. Su ejemplo de vida. 6. Su bondad. 7. Su discipulado radical.

Y aprenderemos un sencillo método de evangelización llamado LAS CUATRO COSAS QUE TODO SER HUMANO DEBE SABER.

¡Integrémonos a la MISIÓN JESUCRISTO y seamos testigos de la bendición!

Pastor Gilberto Gutiérrez Lucero

Domingo 12 de septiembre de 2021