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¿Cómo leer (a la) mejor?  por Bárbara Belloc “No soy sociable, soy íntima”, dijo Silvina Ocampo a Noemí Ulla en una de sus varias y sus tanciosas ent revist as (ve r res eña del libro en esta mis ma edi cin!, y así , en su est ilo epi"ramático, dio a #uien #uiera oír (es decir, a la crítica$ todo oídos paranoicos! una nueva (y %alsa! clave de interpretacin de sus %icciones& Otra más& 'or #u) no* +dmitámoslo$ la obra de esta mujer nacida en -./ de 0amona +"uirre y 1anuel Ocampo, la 2ltima de seis 3ermanas de %amilia terrateniente al uso tradicional ar"entino, ome"a de la 3embra al%a 4ictoria (y por ello su no tan secreta oponente!, unida de por vida en sociedad conyu"al y literaria a +dol%o Bioy 5asares, pintora y dibujante 3asta sus /. años y lue"o miembro %antasma del selecto "rupo #ue  por entonces se reunía en el triple6 de Santa 7e y 8cuador (el "rupo “de los Bioy”, en el #ue descollaba el joven 9or"e :uis Bor"es junto a 8duardo 1allea, 1anuel eyrou y los “íntimos” 9os) Bi anco y 9uan 0odol% o ;il coc<, si n duda sus dos ami"os s a% ines!, esta ob ra co ntu nd en te , su ti l, compl ej a y de %i nit iv amen te e6 t ic a al cat as tr o de la s le tras 3ispanoamericanas, 3a superado con creces cual#uier intento de interpretacin& =e manera más espont án ea #ue el us iva, más %i el a su ín ti ma %uer >a #ue a los de be res cons ab idos& Se"ura me nte , por una cuesti n de ins tinto (instinto de escr itora sin cul tur a de per son aje  p2blico!, o aun$ por una cuestin de naturale>a, de puro instinto animal& No en vano, a la “8ncuesta a la literatura contemporánea” de la serie 5apítulo (-?@!, Ocampo respondi sobre los temas #ue 3abrían de de%inir su escritura$ “Ao creo #ue es el amor, el tiempo, la con%usin de sentimientos&&& + veces temas #ue no #uisiera abordar, pero #ue vienen a mi encuentro& :os de la ven"an>a, de los celos, del dominio de un ser sobre otro ser, el en"año, la naturale>a& :a in%an cia, los animales, la vida animal”& 8n otras palabras$ a#uell o #ue escapa a lo #ue de )l se espera escapa a la carrera (en sentido literal y literario!& 5omo el Cepelín disparatado del relato “Nuev e perro s” Dincluido en :os días de la noc3e (un título envidiab le de -E.! $ “8l s)ptimo, Cepelín, era un lebrel barri"n, de color ca%) con lec3e, #ue corría más lentamente #ue cual#uier  perro& 8ra tan tonto, #ue un día, persi"uiendo con otros perros una liebre, corri junto a ella y la dej atrás& 8sta escena me pareci tan inslita #ue la re%er í en un cuento de uno de mis libros&  Nadie lo #uería y )l no #uería a nadie, o bien todo el mundo lo #uería y )l #uería a todo el mundo, se"2n soplaba el viento& Seis perros lo ultimaron en una >anja& 8n otros tiempos, en otras tierras, lo 3ubieran coronado en 3onor a =iana”& 1uc3o se 3a dic3o y escrito sobre la curio sa operator ia de Silvin a Ocampo con respe cto a “lo menor” (el punto de vista de los niños, el idioma de las mujeres, el modo de vida subalterno, el  brillo brutal de lo dom)stico y la crnica de 3ec3os de improbable verosímil a trav)s del recurso del diario personal, el epistolario y la 3abladuría, entre otros tpicos %avoritos de la lectura “de ")nero”!, y lo mismo en cuanto a “lo indeseable” (el crimen, la envidia, las bajas pasiones, lo cruento, lo #ue e6cede a la es%era de lo #ue la moral 3umana reconoce y admite para sí asuntos sobre los #ue un Bor"es perplejo tent$ “8n los relatos de S& O& 3ay un ras"o #ue no alcan>o a comprender, ese e6traño amor por cierta crueldad inocente u oblicua atribuyo ese ras"o al inter)s, al inter)s sorprendido #ue el mal inspira en las almas nobles”!& 1uc3o, además, se 3a ensayado en torno a la aparente “incorreccin” de su versin de la  política (un e6tenso malentendido a ser subsanado todavía!, cuando no directamente se atac el 3ec3o de tomar como motivo,en especial en su poesía más temprana, los atributos más riscosos de la atria$ sus símbolos& Fanto asombro 3a causado esto (el #ue sobre bases tan “de"radadas”  pudiera eri"irse una obra tan cabal!, #ue para volver accesible el %enmeno se acuñaron %rmulas inteli"entes (como #ue su “e6traña moral de la len"ua” se %unda en una pasin por la simetr ía, y de entre el reper torio de las simetrías, particu larme nte en las inversion es 3iptesis #ue 1atilde Sánc3e> e6pone en el “rlo"o” a :as re"las del secreto de --!, o bien se cali%ic su uso del len"uaje de e6a"erado, y por lo tanto corrosivo de los ras"os típicos del relato realista y así sustento de su propio universo enrarecido, entendido como le6icn de una

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Sobre Silvina Ocampo

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7/17/2019 Bellock

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¿Cómo leer (a la) mejor?

 por Bárbara Belloc

“No soy sociable, soy íntima”, dijo Silvina Ocampo a Noemí Ulla en una de sus varias y

sustanciosas entrevistas (ver reseña del libro en esta misma edicin!, y así, en su estilo

epi"ramático, dio a #uien #uiera oír (es decir, a la crítica$ todo oídos paranoicos! una nueva (y

%alsa! clave de interpretacin de sus %icciones& Otra más& 'or #u) no* +dmitámoslo$ la obra de

esta mujer nacida en -./ de 0amona +"uirre y 1anuel Ocampo, la 2ltima de seis 3ermanas de

%amilia terrateniente al uso tradicional ar"entino, ome"a de la 3embra al%a 4ictoria (y por ello su

no tan secreta oponente!, unida de por vida en sociedad conyu"al y literaria a +dol%o Bioy

5asares, pintora y dibujante 3asta sus /. años y lue"o miembro %antasma del selecto "rupo #ue

 por entonces se reunía en el triple6 de Santa 7e y 8cuador (el "rupo “de los Bioy”, en el #ue

descollaba el joven 9or"e :uis Bor"es junto a 8duardo 1allea, 1anuel eyrou y los “íntimos”

9os) Bianco y 9uan 0odol%o ;ilcoc<, sin duda sus dos ami"os más a%ines!, esta obra

contundente, sutil, compleja y de%initivamente e6tica al catastro de las letras

3ispanoamericanas, 3a superado con creces cual#uier intento de interpretacin& =e manera másespontánea #ue elusiva, más %iel a su íntima %uer>a #ue a los deberes consabidos&

Se"uramente, por una cuestin de instinto (instinto de escritora sin cultura de personaje

 p2blico!, o aun$ por una cuestin de naturale>a, de puro instinto animal& No en vano, a la

“8ncuesta a la literatura contemporánea” de la serie 5apítulo (-?@!, Ocampo respondi sobre

los temas #ue 3abrían de de%inir su escritura$ “Ao creo #ue es el amor, el tiempo, la con%usin de

sentimientos&&& + veces temas #ue no #uisiera abordar, pero #ue vienen a mi encuentro& :os de la

ven"an>a, de los celos, del dominio de un ser sobre otro ser, el en"año, la naturale>a& :a

in%ancia, los animales, la vida animal”& 8n otras palabras$ a#uello #ue escapa a lo #ue de )l se

espera escapa a la carrera (en sentido literal y literario!& 5omo el Cepelín disparatado del relato

“Nueve perros” Dincluido en :os días de la noc3e (un título envidiable de -E.!$ “8l s)ptimo,

Cepelín, era un lebrel barri"n, de color ca%) con lec3e, #ue corría más lentamente #ue cual#uier 

 perro& 8ra tan tonto, #ue un día, persi"uiendo con otros perros una liebre, corri junto a ella y ladej atrás& 8sta escena me pareci tan inslita #ue la re%erí en un cuento de uno de mis libros&

 Nadie lo #uería y )l no #uería a nadie, o bien todo el mundo lo #uería y )l #uería a todo el

mundo, se"2n soplaba el viento& Seis perros lo ultimaron en una >anja& 8n otros tiempos, en

otras tierras, lo 3ubieran coronado en 3onor a =iana”&

1uc3o se 3a dic3o y escrito sobre la curiosa operatoria de Silvina Ocampo con respecto a “lo

menor” (el punto de vista de los niños, el idioma de las mujeres, el modo de vida subalterno, el

 brillo brutal de lo dom)stico y la crnica de 3ec3os de improbable verosímil a trav)s del recurso

del diario personal, el epistolario y la 3abladuría, entre otros tpicos %avoritos de la lectura “de

")nero”!, y lo mismo en cuanto a “lo indeseable” (el crimen, la envidia, las bajas pasiones, lo

cruento, lo #ue e6cede a la es%era de lo #ue la moral 3umana reconoce y admite para sí asuntos

sobre los #ue un Bor"es perplejo tent$ “8n los relatos de S& O& 3ay un ras"o #ue no alcan>o acomprender, ese e6traño amor por cierta crueldad inocente u oblicua atribuyo ese ras"o al

inter)s, al inter)s sorprendido #ue el mal inspira en las almas nobles”!&

1uc3o, además, se 3a ensayado en torno a la aparente “incorreccin” de su versin de la

 política (un e6tenso malentendido a ser subsanado todavía!, cuando no directamente se atac el

3ec3o de tomar como motivo,en especial en su poesía más temprana, los atributos más riscosos

de la atria$ sus símbolos& Fanto asombro 3a causado esto (el #ue sobre bases tan “de"radadas”

 pudiera eri"irse una obra tan cabal!, #ue para volver accesible el %enmeno se acuñaron

%rmulas inteli"entes (como #ue su “e6traña moral de la len"ua” se %unda en una pasin por la

simetría, y de entre el repertorio de las simetrías, particularmente en las inversiones 3iptesis

#ue 1atilde Sánc3e> e6pone en el “rlo"o” a :as re"las del secreto de --!, o bien se

cali%ic su uso del len"uaje de e6a"erado, y por lo tanto corrosivo de los ras"os típicos del

relato realista y así sustento de su propio universo enrarecido, entendido como le6icn de una

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variante de lo “%antástico” (en la ya clásica y en e6ceso celebrada lectura de Sylvia 1olloy,

“Silvina Ocampo, la e6a"eracin como len"uaje” de -G-!&

Otros no dieron el menor rodeo& or citar slo dos casos, +belardo 5astillo anot en la revista

8l "rillo de papel (-G.!$ “Fomás 8loy 1artíne> sospec3a #ue, por lo menos, :a %uria es una de

las colecciones narrativas más intensas #ue 3a dado el país& 8sta sospec3a es sospec3osa& :a

autora de 8spacios m)tricos, sin duda, escribe bien, tiene un estilo particularmente ele"ante,

 puede ser astuta, pero no articula con e6actitud el ri"uroso mecanismo del cuento& 8l círculo

má"ico, la inventada realidad donde un narrador introduce al #ue lee, obli"ándolo a creer en

resucitadas, 3orlas o pescadores sin sombra, esa #ue an"ustia en Ha%<a y escuece en 53)jov$ la

atms%era del relato, no aparece a#uí& Iay, es verdad, una constante tenebrosa, malvadísima,

una suerte de %rívolo draculismo #ue se repite en todas las 3istorias, pero la %rivolidad no es

intensa”& A bajo otro si"no, el "ran 8nri#ue e>>oni aport en el “rlo"o” a la reedicin de :a

naranja maravillosa (-?J! una intuicin de lar"o alcance$ “:os personajes de Silvina Ocampo

no parten de una teoría sobre el mundo ni obli"an a la realidad a ajustarse a sus cálculos$ deseo

no es cálculo& ara ellos, la realidad es el instante en #ue la miran$ contemplar es un acto de

creacin y conocimiento, una operacin má"ica sin ambicin de dominio”&

+3ora, la pre"unta es$ 'renovará la crítica su capacidad de leer lo #ue 3asta 3oy 3a visto comoobra cerrada*

Una clara economía de palabras como motor del acto de escritura& 5ontra la pro%usin

co3erente, contra la “productividad” de todo te6to, en Silvina Ocampo se encuentra, radiante,

uno de los principios de la “1etá%ora del ojo” de 0oland Bart3es (8nsayos críticos, -GK!, más

allá de la divisin de ")neros$ “:a novela procede por combinaciones aleatorias de elementos

reales el poema, por e6ploracin e6acta y completa de elementos virtuales”& 8lementos y

 procedimientos #ue son capital& A al respecto, un mito o paradoja de ori"en$ “+prendí a contar,

en la literatura y en la vida& 1i primer cuento jamás se public& 8ra una nena cuando lo escribí&

1i pro%esora de in"l)s me 3abía encar"ado una composicin& A yo invent) una 3istoria de dos

 príncipes encerrados en una torre& 8ra lar"uísima& :len) doce cuadernos& :a pro%esora #ued

admirada y asustada por la e6tensin& 1e dijo$ L8sto no se debe 3acer& No 3ay #ue escribir tanto& 8s muy caro& Se "asta muc3o papel, muc3a tinta, muc3as plumas y muc3o tiempo para

leerloM& =esde entonces comprendí #ue la literatura debía ser barata y, para eso, 3abía #ue

escribir corto& or eso mis cuentos, en "eneral, son breves& or economía”&

Siendo así, resulta evidente #ue cual#uier interpretacin es prácticamente un lujo, y #ue lo #ue

no debiera ser li"ero es la lectura& :a lectura de los lectores, capaces de re%lejar las cualidades

#ue Silvina Ocampo #uería del escritor$ “8l don de observacin, de concentracin, de

adivinacin, de sensibilidad, de orden, de pasin, al"o de espíritucrítico, una suerte de

misticismo, de entre"a total al trabajo”& :ectores interesados en cierta e6periencia de lectura&

:)ase$ “Ao ten"o sumo inter)s en despojarme de mí misma”&