BARCELONA-GRANADA-VALENCIA Lengua castellana … · Denotación y connotación 214 Los cambios...

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Lengua castellana 1 º y 2 º Bachillerato ( Y C O M E N T A R I O D E T E X T O S) José Quiñonero - Isabel Fernández OCTAEDRO MUESTRA EDITORIAL

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OP R O G R A M A L E N G U A V I V AMANUALES PARA ESO Y BACHILLERATO

ÁREA DE LENGUA Y LITERATURA

E D I C I O N E S O C T A E D R OB A R C E L O N A - G R A N A D A - V A L E N C I A

Lengua castellana1º y 2º Bachillerato(Y C O M E N T A R I O D E T E X T O S)

José Quiñonero - Isabel Fernández

O C T A E D R O9 788480 637497

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E D I C I O N E S O C T A E D R OB A R C E L O N A - G R A N A D A - V A L E N C I A

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José Quiñonero - Isabel Fernández

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5 0 1 1 0ISBN 978-84-8063-749-7

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OP R O G R A M A L E N G U A V I V AMANUALES PARA ESO Y BACHILLERATO

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E D I C I O N E S O C T A E D R OB A R C E L O N A - G R A N A D A - V A L E N C I A

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MUESTRA EDITORIAL

José Quiñonero - Isabel Fernández

Lengua castellana1º y 2º Bachillerato( Y C O M E N TA R I O D E T E X T O S )

OCTAEDRO

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MUESTRA EDITORIAL

1 La comunicaciónLa narración

2 Variedades de la lenguaLa conversación

3 Componentes del léxicoFormas regladas del diálogo

4 La oración y el textoComprensión de textos

5 El sintagma nominal (I)La exposición y la argumentación

6 El sintagma nominal (II)La descripción

7 El sintagma verbalLa conjugación verbal (I)Los textos informativos

8 El sintagma verbalEl verbo (II) y el adverbioLos textos instructivos y prescriptivos

9 Estructura del predicadoComplementos del verbo

10 Origen y uso del léxico castellanoEl lenguaje literario

11 El significado de las palabrasTécnicas de elaboración de trabajos académicos

12 La oración simpleLos textos científicos y técnicos

13 La oración compuesta (I)Los textos humanísticos

14 La oración compuesta (II) Gramática del textoEl lenguaje jurídico y administrativo

15 Origen y desarrollo de las lenguas de España El lenguaje periodístico

16 La diversidad lingüística de la España actual Los textos publicitarios

17 El español en el mundoEl español de AméricaLa lengua española en los medios electrónicos

Lengua 1º - 2º Bach.

Miralda, Lengua de lenguas

S U M A R I O

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MUESTRA EDITORIAL

La comunicación 8

El acto de comunicación 8La situación comunicativa 11Los signos y los sistemas semiológicos 14

El acento ortográfico (I) 18

El acento de intensidad.Reglas generales del acento ortográfico.Acentuación de los monosílabos.

La narración 19

Elementos de la narración 19Narrador y narratario 24La narración, forma compleja 27

Variedades de la lengua 28

La realidad plurilingüe de España 29Variedades sociales 31Hablas de grupos sociales 37

El acento ortográfico (II) 40

Palabras con diptongo y con hiato.Interrogativos y exclamativos.Acentuación facultativa.

La conversación 41

El registro idiomático 41La situación comunicativa conversacional 42El registro conversacional 44

Componentes del léxico 48

La articulación del lenguaje 48Estructura del léxico español 49Categorías gramaticales 56

Ortografía de términos complejos 57

Escritura de las palabras compuestas.Partición de palabras al final de línea.Escritura de los numerales.

Formas regladas del diálogo 58

El diálogo formal 58El diálogo multilateral 58El diálogo bilateral 61

La oración y el texto 64

El sintagma 64La oración gramatical 65El texto o discurso 66

Puntuación del discurso 70

Punto, coma, punto y coma, dos puntos.El paréntesis, la raya, el guión.Signos de interrogación y exclamación.

Comprensión de textos 72La comprensión del texto 72Las tres lecturas 72Síntesis del contenido: título,resumen, esquema 75

El sintagma nominal (I) 80

Los determinantes 80El sustantivo, núcleo del SN 83La sustantivación 86

Ortografía del SN (I) 88

Uso correcto de los determinantes.Ortografía de los sustantivos.

La exposición y la argumentación 89

Modalidades expositivas 90Estructuras argumentativas 93Marcadores argumentativos 94

El sintagma nominal (II) 96

Los adyacentes: El adjetivoy el sintagma preposicional 96Sustitutos del SN: los pronombres 101

Ortografía del SN (II) 106

Uso correcto de los adjetivos.Uso de los pronombres.

La descripción 107

La descripción verbal 107Modalidades de la descripción 107Formas de la descripción literaria 109

El sintagma verbal.La conjugación verbal (I) 116

La conjugación regular 116Verbos irregulares 122Las perífrasis verbales 123

Ortografía del verbo (I) 127

Uso correcto de los verbos.Ortografía de las formas verbales.

Los textos informativos 128

Escritos informales 128Textos formales 131Escritos de petición 134Escritos «anunciativos» 135

El sintagma verbalEl verbo (II) y el adverbio 138

El número y la persona 138El tiempo y el modo 141El adverbio: clases y funciones 147

Gramática del verbo (II) 150

De las formas no personales.De las perífrasis verbales.De los adverbios.

Los textos instructivos y prescriptivos 151

Clases de instrucciones 151El lenguaje instructivo 154Los textos prescriptivos 156

Estructura del predicadoComplementos del verbo 162

Estructura del SV 162Los complementos del verbo 166Modalizadores y elementosextraoracionales 173

Gramática del predicado 176

Del CD y otros complementosactanciales.De complementos preposicionales.Puntuación del predicado.

Información sobre el léxico:diccionarios y enciclopedias 177

Diccionarios generales y de uso 178Diccionarios especializados y enciclopedias 181Diccionarios electrónicos 185

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A. CONOCIMIENTO DE LA LENGUA B. USO DE LA LENGUA C. ESTRUCTURAS TEXTUALES

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MUESTRA EDITORIAL

Origen y uso del léxico castellano 186

Vocablos de creación interna 186Léxico procedente de otras lenguas 188Las palabras según el uso 192

Buenas y malas palabras 195

Léxico patrimonial y culto.Similitudes léxicas.Desajuste entre significante ysignificado.

El lenguaje literario 196

El texto literario 196El lenguaje literario 198Recursos de carácter fónico 199Recursos léxicos 207

La oración compuesta (II)Gramática del texto 280

Subordinadas adverbiales 280Mecanismos de cohesión textual 287Conectores y marcadores 291

Gramática de la oración compuesta (II) 297

De las subordinadas en gerundio.Del uso de nexos homónimos.

Los textos jurídicos y administrativos 298

Textos jurídicos 298Textos administrativos 300El lenguaje jurídico-administrativo 301

La diversidad lingüística de la España actual 332

El castellano: variedad dialectal 332Catalán, gallego y euskera 338Bilingüismo y diglosia 342

Pecados familiares 343

Leísmo, laísmo, loísmoHaber impersonalDequeísmo y queísmo

Los textos publicitarios 344

Rasgos generales del mensajepublicitario 344Composición icónica y tipográfica 346Uso expresivo del lenguaje verbal 347

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A. CONOCIMIENTO DE LA LENGUA B. USO DE LA LENGUA C. ESTRUCTURAS TEXTUALES

El significado de las palabras 212

Denotación y connotación 214Los cambios semánticos 215Campos léxico-asociativos 219

El sentido de las palabras 228

Palabras comodín.

Técnicas de elaboración de trabajosacadémicos 229

La información 229Organización de la información 231Redacción y presentación 232

La oración simple 236

Oraciones de estructura básica 238Oraciones transformadas 240El modo de enunciación 245Pragmática de la oración 248

Gramática de la oración simple 251

Concondancia del sujeto y predicado.Concordancias en impersonales ypasivas reflejas.

Los textos científicos y técnicos 252

Textos científicos y técnicos 252Niveles del lenguaje científico 252Estructuras del discurso científico 256

La oración compuesta (I) 258

Los nexos relacionantes 258Oraciones coordinadas 259Oraciones subordinadas adjetivas 262Oraciones subordinadas sustantivas 264

Gramática de la oración compuesta (I) 269

De las subordinadas sustantivas.Del uso de los relativos.

Los textos humanísticos 270Variedad del discurso humanístico 270Estructuras del discurso humanístico 271El lenguaje y el estilo 276

El español en el mundoEl español de América 352

El español de América 352Rasgos característicos 353Español y «spanglish» en EE.UU. 357El sefardí o judeoespañol 357

Para ser precisos 359

Neologismos innecesariosConfusiones e imprecisiones

El español en Internet 360

La lengua española en Internet 361Instituciones de difusión del español 361Centros y bases de datos 363La prensa digital 365

Origen y desarrollo de las lenguasde España 308

El sustrato prerromano 308La base lingüística latina 309Las lenguas romances medievales 310Las lenguas hispánicas modernas 315

Toma y daca del castellano 319

Neologismos nuevos y viejosEl plural de los neologismosLos hispanismos

Los textos periodísticos 320

El periódico como unidad decomunicación 320Los géneros informativos 322Los géneros de opinión 329

T A B L A D E C O N T E N I D O S

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO8

LA COMUNICACIÓN

La comunicación es el fundamento de la vida social con el que los sereshumanos se relacionan y se transmiten información.

La comunicación se presenta como esencial para el ser humano: es la base de laconvivencia y las relaciones sociales ya que con ella expresamos y compartimos nues-tros sentimientos y deseos, y sobre ella se asienta el progreso humano, al ser el ve-hículo de transmisión de las ideas, la cultura, la ciencia y la técnica.

EL ACTO DE COMUNICACIÓN: ELEMENTOS Y FUNCIONES

La teoría de la comunicación del siglo XX estableció el esquema teóri-co del acto de comunicación como un proceso dialéctico en el que inter-vienen una serie de factores, que cumplen una determinada función.

Los interlocutores

Los interlocutores que se comunican son el emisor, que elabora ytransmite la información, ya sea un individuo o una entidad u organismosocial; y el receptor o destinatario, al que se dirige la comunicación.

Generalmente se trata de una comunicación bilateral o multilateral en que sealternan los papeles de emisor y de receptor, como ocurre en el diálogo. Pero hayactos comunicativos unilaterales o unidireccionales, en que la información va delemisor al receptor o receptores sin que se pueda invertir el proceso: las medios decomunicación, el conferenciante y su auditorio, la creación literaria, etc.

La información adquiere una función emotiva o expresiva cuando secentra en la manifestación de las reacciones afectivas del emisor: senti-mientos, emociones, estados de ánimo (alegría, dolor, sorpresa, indigna-ción, amor…).

Comunicación y progreso

La comunicación ha tenido unaimportancia vital para la transmisiónde la información, en un deseo conti-nuado del hombre por acumular ycompartir los saberes, desde la bi-blioteca de Assurbanipal a los mo-dernos centros de proceso de datos oal desarrollo de Internet.

También ha sido un factor de igual-dad, libertad y democracia cuandotodo el mundo ha tenido acceso aella; o, por el contrario, de desigual-dad y dominación, como ocurre conlas dictaduras, que limitan la libertadde expresión y se apropian de los me-dios de comunicación o los censuran,para así manipular la información.

Además, el acceso a la informaciónmarca las diferencias entre países de-sarrollados y subdesarrollados, yaque para unos el monopolio de lainformación es medio de cultura y deprogreso, mientras que para los otrosqueda la desinformación y el atraso.

C o n o c i m i e n t o d e l a L e n g u a

L A C O M U N I C A C I Ó N

El acto de la comunicaciónElementosFunciones

La situación comunicativaCompetencia comunicativaSituación e intención comunicativaLos marcos del discurso

Los signos y los sistemas semiológicosCódigos no lingüísticosCódigos lingüísticos

U N I D A D 1A B C

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MUESTRA EDITORIAL

El lenguaje refleja esta intención sentimental a través de interjecciones; de los di-versos matices de la entonación (preferentemente, los exclamativos); de diminutivos,aumentativos y despectivos; de adjetivación afectiva; de tacos y expresiones malso-nantes; de reticencias y «subrayados» intencionados de palabras; de reiteracionesexpresivas o de silencios…

Abunda la emotividad en el lenguaje conversacional, donde los interlocutores secomportan de forma natural y espontánea; y en numerosos códigos no verbales,como los gestuales, del cómic, de la publicidad…

En cambio, la comunicación tiene una función apelativa o persuasivacuando se orienta hacia el destinatario, con la intención de influir sobreél y modificar su conducta mediante ruegos, exhortaciones o mandatoscategóricos.

En los mensajes apelativos se usan el imperativo y sus sustitutos, las perífrasisobligativas, y también vocativos, fórmulas corteses de ruego y exhortación, pregun-tas, etc., reforzados a veces con recursos de tipo emotivo, como la entonación excla-mativa y las expresiones interjectivas, o bien malsonantes, para reforzar el interés delemisor en el mensaje persuasivo.

Es una función habitual en la conversación y en los manuales de instrucciones ycódigos de prohibición; y frecuente en el lenguaje gestual y en el publicitario.

La información

El contenido y la forma de lo que se comunica están constituidos portres elementos:

El referente, que es la realidad a la que nos referimos: un hecho realo imaginado, una idea o un sentimiento.

El mensaje o enunciado, que es la conceptualización del referente,convertido en información.

El código, conjunto limitado de signos y de reglas de combinacióncon que se elabora el mensaje: fonemas del lenguaje verbal, signosmímicos o gestuales, luces del semáforo, códigos de banderas, seña-les del morse, etc.

La información tiene función denotativa o referencial cuando se cen-tra en representar objetivamente el referente, el mundo real o imaginariode los seres, objetos, hechos o ideas.

Es una función neutra, sin rasgos lingüísticos marcados: entonación enunciati-va, modo indicativo, ausencia de adjetivación afectiva.

Es una función dominante en la narración, los textos científicos y los génerosperiodísticos; y en numerosos lenguajes no verbales (carteles informativos, dibujos ycaricaturas, fotografías, mapas, etc.).

La función poética o estética se centra en el mensaje, con la intenciónde embellecer el enunciado mediante recursos expresivos o estéticos quelo aparten de la lengua común.

Son factores estéticos todos los recursos de tipo fonético, léxico-semántico o sin-táctico que añaden al texto unos valores connotativos: aliteraciones, rimas, metáfo-ras, reiteraciones expresivas, paralelismos, etc.

Además de estar presente en la poesía y la literatura en general, es componenteesencial del lenguaje de las demás artes, como la música o la pintura.

Una función poética peculiar

–Señor Pérez, salga usted a la piza-rra y escriba: «Los eventos consue-tudinarios que acaecen en la rúa».

El alumno escribe lo que se le dicta.–Vaya usted poniendo eso en len-

guaje poético.El alumno, después de meditar,

escribe: «Lo que pasa en la calle».Mairena.–No está mal.

Antonio MACHADO,Juan de Mairena

Llanto por Calisto

MELIBEA.–¡Oh la más de las tristestriste! ¡Tan tarde alcanzado el placer,tan presto venido el dolor! […] ¿Oyeslo que aquellos mozos van hablan-do? ¿Oyes sus tristes cantares?¡Rezando llevan con responso mibien todo! ¡Muerta llevan mi alegría!¿No es tiempo de yo vivir! ¿Cómo nogocé más del gozo? ¿Cómo tuve entan poco la gloria que entre mismanos tuve? ¡Oh ingratos mortales!¡Jamás conocéis vuestros bienes,sino cuando de ellos carecéis!

Fernando de ROJAS, La Celestina

UNIDAD 1A LA COMUNICACIÓN 9

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO10

La función metalingüística tiene lugar si la información se refiere alcódigo, a su análisis o explicación.

Es la función predominante en el estudio científico de la lengua, aunque puedeaparecer siempre que los interlocutores reflexionen, aunque sea de forma no riguro-sa, sobre el lenguaje que utilizan.

El medio

El mensaje se transmite a través de un medio (el aire, las ondas hert-zianas, el hilo telefónico, el papel, el contacto físico, etc.) y lo percibe elreceptor por alguno de los cinco canales sensoriales (visual, auditivo, tác-til…). El medio condiciona la naturaleza y la forma de los mensajes: noserá igual un mensaje oral que escrito, un diálogo directo o a través delteléfono, un apretón de manos que un discurso de despedida.

En la sociedad moderna, el medio ha adquirido una gran relevancia, convirtién-dose en factor esencial de la comunicación: el perfeccionamiento de los medios a tra-vés de los cuales se transmite la información se considera esencial, con el afán deconseguir la eficacia, la rapidez y la máxima difusión, llegando incluso a adquirirmayor importancia el medio que el propio mensaje.

La función fática o de contacto se centra en el medio o canal, cuandoel lenguaje tiene la finalidad de establecer, mantener o interrumpir lacomunicación.

En la relación social hay multitud de expresiones estereotipadas cuyo fin es mos-trar la disposición de los interlocutores para intervenir y colaborar en el diálogo: ape-laciones e invocaciones; fórmulas de cortesía, de saludo y despedida; recursos paramostrar interés y mantener el contacto con el interlocutor; alusiones triviales a temascomo el tiempo, la salud o la familia; y el silencio.

Q Analizad los actos de comunicación que se relatan en estos dos textos.Además, comentad ambos textos como actos de comunicación literariaentre el autor y los lectores:

I

Fue alzando la voz, «y ahora, ¿qué soy?, un hombre medio calvo que escribepoesías. Esa es la historia de mi vida, ahí tienen ustedes el esquema de un hom-bre. Te lo dije, no me digas que no. Te dije, “vámonos al Amazonas”, y tú, “aquíse está bien, aquí se está bien”. Aquí, con el perrito, y los hilos, y los retratos depapaíto» […] Tiró el periódico al aire y gritó con todas sus fuerzas:

–¡¡Me cago en los hilos y en el militar y en todos los santos de esta putacasa!! –y con el mismo impulso del grito llegó hasta donde estaba Angelina y lepuso una mano en el hombro.

–¡¡No he querido decir eso!! ¡¡Perdóname!! –voceó.–Si ya lo sé. Son cosas que se dicen.Desde arriba la vio con las rodillas juntas y una horquilla en el pelo.–¡¡Yo no quiero que sufras!! –dijo, sin encontrar la forma de dejar de gritar.–Si no sufro –susurró Angelina.–¡¡Lo de la selva es mentira, y lo otro también!!–Si ya lo sé.–¡¡Pero lo del pueblo es verdad, ¿sabes?!! ¡¡Tengo que ir aunque no quiera!!

Al lingüista canadiense MarshallMacLuhan se debe la acuñación dedos expresiones que han alcanzadogran fortuna en el mundo de lacomunicación:

• El medio es el mensaje, quesugiere que en la actualidad el tre-mendo impacto de los mediosaudiovisuales ha hecho que la credi-bilidad y la influencia de un mensajeno dependa tanto de su veracidad obuena elaboración como de que sepropague a través de un medio efi-caz y persuasivo.

• La aldea global, término con elque se señala expresivamente que elintenso contacto entre los pueblos,mediante los desplazamientos y lainstantaneidad de los modernosmedios de comunicación, ha con-vertido al mundo en un ámbito redu-cido en que todo se conoce y secomparte.

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Las gramáticas, diccionarios y tratadosde ortografía son obras en las que se uti-liza el lenguaje para estudiar las unida-des y mecanismos de la propia lengua.

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MUESTRA EDITORIAL

¡¡Por eso me he enfadado!! ¡¡Por un lado el jefe, por otro tú, cada uno diciendo unacosa!!

–Perdóname, yo no sabía. No vayas a pensar mal.–¡¡Si ya lo sé, si no pienso mal!!

Luis LANDERO, Juegos de la edad tardía

II

Las ciudades de provincias se llenan en la primavera de carteles. Carteles en losque un segador sonriente, fuerte, bien nutrido, abraza un haz de espigas solares;a su vera, un niño de amuñecada cara nos mira con ojos serenos; a sus pies unahucha de barro recibe por la recta abertura del ahorro –boca sin dientes, como devieja, como de batracio– una espuerta de monedas doradas. Son los anuncios delas Cajas de Ahorros. Son anuncios para los labradores que tienen parejas de bue-yes, vacas, maquinaria agrícola y un hijo estudiando en la Universidad o en elSeminario. Estos carteles tan alegres, tan de primavera, tan de felicidad conquis-tada, nada dicen a las cuadrillas de segadores que, como una tormenta de melan-colía, cruzan las ciudades buscando el pan del trabajo por los caminos del país.

Ignacio ALDECOA, Seguir de pobres

2 Comenta el primer texto, fijándote sobre todo en las funciones comunica-tivas que utilizan el narrador y los personajes y con qué intención lo hacen.

3 Comenta la función comunicativa que domina en el anuncio del textosegundo y en éstos actuales:

4 Escribe un texto breve en el que domine una determinada función del len-guaje: emotiva, persuasiva, fática, etc.

LA SITUACIÓN COMUNICATIVA

Según la pragmática, el esquema teórico de la comunicación se realizaen enunciados concretos, en una situación comunicativa, condicionadapor el contexto situacional y por la intención de los interlocutores.

«Cuando yo uso una palabra, esa palabrasignifica lo que yo decido que signifi-que… ni más ni menos», decía un perso-naje de Alicia en el país de las maravillas.

Las ciencias del lenguaje

La semiología o semiótica es laciencia general que Ferdinand deSaussure propone que estudie lavida de los signos en el seno de lavida social, mientras que para RolandBarthes tiene por objeto todos lossistemas de signos, cualquiera quefuere la sustancia y los límites deestos sistemas: las imágenes, losgestos, los sonidos, los objetos.

La Lingüística es una rama espe-cializada que estudia el código espe-cífico de los signos verbales: sus uni-dades y reglas de combinación.

La Semántica analiza los signifi-cados y la relación de éstos con lascosas significadas.

La pragmática estudia los princi-pios que regulan el uso del lenguajeen situaciones de comunicación: lacompetencia y las estrategias comu-nicativas de los interlocutores, la na-turaleza de los enunciados y sus ras-gos retóricos, condicionados por losfactores emocionales o intencionalesde los que se comunican, las cir-cunstancias externas y el marco deldiscurso en que se producen.

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UNIDAD 1A LA COMUNICACIÓN 11

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO12

La competencia comunicativa

Todo enunciado ha de responder a una intención comunicativa, quese plasma en actos de habla, cuyo sentido viene marcado por los factoressituacionales internos y externos en que se producen y la adecuación almarco conceptual y formal en que se insertan.

Los interlocutores demostrarán su competencia comunicativa si son ca-paces de elaborar y de interpretar adecuadamente los enunciados, tenien-do en cuenta no sólo su significado explícito o literal, lo que se dice, sinotambién las implicaciones, el sentido implícito o intencional, lo que elemisor quiere decir o lo que el destinatario quiere entender.

Situación e intención comunicativa

Los factores situacionales externos, como el momento y el espacio enque se produce la comunicación, las circunstancias ambientales, el nivelsocial de los interlocutores y sus relaciones (afectivas, de parentesco, labo-rales o académicas) marcarán la situación comunicativa e influirán en elcontenido y la forma del enunciado.

Los factores situacionales internos de los interlocutores (cultura, ideo-logía y creencias políticas y morales, estados de ánimo, afectos y necesida-des) influyen en su actuación y condicionan la intención del mensaje y suinterpretación. Además del mero contenido informativo, el emisor, a partirde estas motivaciones, pretende producir unos efectos en el receptor (per-suadirlo, tranquilizarlo, asustarlo, irritarlo, inquietarlo, pedirle, aconsejarle,agradarle), lo que le obliga a conocer su mundo y sus posibles reacciones,para desarrollar una estrategia comunicativa adecuada a su intención eintereses y a las motivaciones del destinatario.

El mundo interior de los interlocutores y el conocimiento que tienenuno del otro, condicionarán la elección del tema, el uso de fórmulas detratamiento y cortesía, la entonación, el nivel del lenguaje utilizado, laextensión del enunciado, las distancias y los gestos…

Marco conceptual y marco del discurso

Para que sea eficaz y comprensible por el destinatario, el enunciado hade adaptarse a un conocimiento del mundo que pertenezca a la expe-riencia compartida del emisor y el receptor.

Así, los rituales de la cortesía se atienen a conceptos convencionales muy cono-cidos, que hacen que las expresiones ¡Qué niño tan guapo! o ¡Qué joven está usted!, seentiendan no siempre como verdades inapelables sino como cumplidos rituales. Y elenunciado también debe referirse a significados, acciones y relaciones pertenecien-tes a un mismo campo conceptual: cuando hablamos de medios de locomoción, el tér-mino se relaciona asociativamente con automóvil, barco, viajar, ruta, conocer, etc.

El enunciado ha de ajustarse también al marco o género del discurso,que condicionará la naturaleza de la situación comunicativa y la forma deexpresión.

Así, lo que resulta increíble en un relato realista puede ser verosímil en un cuen-to fantástico, y un poema lírico será adecuado para expresar los sentimientos perono para dar instrucciones sobre cómo poner la lavadora. Y también emisor y desti-R. Alonso Luzzy, Incomunicación

Piropos a una gran nariz

Por ejemplo, agresivo: «Si en mi caratuviese tal nariz, me la amputara.»Amistoso: «¿Se baña en vuestro vasoal beber, o un embudo usáis al caso?»Descriptivo: «¿Es un cabo? ¿Una esco-llera? Mas ¿qué digo? ¡Si es una cordi-

/llera!»Curioso: «¿De qué os sirve ese accesorio?¿De alacena, de caja o de escritorio?»Burlón: «¿Tanto a los pájaros amáis,que en el rostro una alcándara les dais?»Brutal: «¿Podéis fumar sin que el vecino–¡Fuego en la chimenea!– grite.»Fino: «Para colgar las capas y sombre-ros esa percha muy útil ha de seros.»Solícito: «Compradle una sombrilla: el sol ardiente su color mancilla.»Respetuoso: «Señor, bésoos la mano:digna es vuestra nariz de un soberano.»Ingenuo: «¿De qué hazaña o qué portentoen memoria, se alzó este monumento?»Lisonjero: «Nariz como la vuestraes para un perfumista buena muestra.»

Edmond ROSTAND,Cyrano de Bergerac

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MUESTRA EDITORIAL

natario deberán adaptar la forma del enunciado según se trate de una conversaciónintranscendente, una conferencia, un mitin político, un mensaje publicitario, unsermón dominical, un texto jurídico o administrativo, una carta personal o comer-cial, una sesión de chistes o un velatorio.

Acababan de chapuzarse y un vientecillo ahilado les secaba el cuerpo a fríos len-güetazos. Con todo, flotaba un calor excesivo y pegajoso en el ambiente.Tumbados boca arriba en la pradera, vieron pasar por encima un enorme pájaro.

–¡Mirad! –chilló el Mochuelo–. Seguramente será la cigüeña que espera lamaestra de Cullera. Va en esa dirección.

Cortó el Tiñoso:–No es una cigüeña; es una grulla.El Moñigo se sentó en la hierba frunciendo los labios en un gesto hosco y enfu-

rruñado. Daniel, el Mochuelo, contempló con envidia cómo se inflaba y desinflabasu enorme tórax.

–¿Qué demonio de cigüeña espera la maestra? ¿Así andáis todavía? –dijo elMoñigo.

El Mochuelo y el Tiñoso se incorporaron también, sentándose en la hierba.Ambos miraban anhelantes al Moñigo; intuían que algo iba a decir de «eso». ElTiñoso le dio pie.

–¿Quién trae los niños, entonces? –dijo.Roque, el Moñigo, se mantenía serio, consciente de su superioridad en aquel

instante.–El parir–dijo, seco, rotundo.–¿El parir? –inquirieron, a dúo, el Mochuelo y el Tiñoso.El otro remachó:–Sí, el parir […]–La cigüeña no trae a los niños entonces, ¿verdad? Ya me parecía raro a mí

–explicó–. Yo me decía, ¿por qué mi padre va a tener diez visitas de la cigüeñay la Chata, la vecina, ninguna y está deseando tener un hijo y mi padre no que-ría tantos?

El Moñigo bajó la voz. En torno había un silencio que sólo quebraban el cris-talino chapaleo de los rápidos del río y el suave roce del viento contra el follaje.El Mochuelo y el Tiñoso tenían la boca abierta. Dijo el Moñigo:

–Les duele la mar, ¿sabéis? […]–Estalló el reticente escepticismo del Mochuelo:–¿Por qué sabes tú esas cosas?–Eso lo sabe todo cristiano menos vosotros dos, que vivís embobados –dijo

el Moñigo– Mi madre se murió de lo mucho que le dolía cuando nací yo. No sepuso enferma ni nada; se murió de dolor. Hay veces que, por lo visto, el dolor nose puede resistir y se muere uno. Aunque no estés enfermo, ni nada; sólo es eldolor. –Emborrachado por la ávida atención del auditorio, añadió–: Otras muje-res se parten por la mitad. Se lo he oído decir a la Sara.

Miguel DELIBES, El camino

1 Comenta las implicaciones que tiene para el Mochuelo y el Tiñoso el tér-mino «eso» con el que se resume lo que estaban pensando.

2 Explica cómo los distintos factores situacionales influyen en las actitudesy en el lenguaje verbal de los dos grupos de personajes.

3 Analiza la intención comunicativa de algunos de los mensajes del Moñigo.

El hábito hace al monje

[Mi madre] Me preguntó qué pensa-ba ponerme para acudir a esta cita.Le dije que la chaqueta azul y lospantalones grises, es decir, lo quellevo puesto ahora. Arrugó la nariz yme recordó que esta chaqueta (véalousted mismo) tiene los puños deshi-lachados, y que los pantalones meclarean por las rodillas. Me aconsejóque me presentase a esta entrevistalo mejor vestido posible, como sifuese a una boda. Y dijo también quesi ustedes me veían con esta cha-queta y estos pantalones iban a pen-sar que era un infeliz, por aquello deque el hábito hace al monje.Reconocí que no dejaba de tenerrazón y le propuse ponerme un trajede cuadros, que tiene ya bastantesaños, pero que he llevado pocasveces y está todavía de buen ver. Nole pareció suficiente y justificó su ne-gativa con otros argumentos. Dijoque a la perdiz se la reconoce por suplumaje y al hombre por su ropaje yque, habida cuenta de mi interés portrabajar en este Banco, no podíaarriesgarme a que ustedes, al vermemal vestido, pensasen que tenía quetrabajar por necesidad.

Javier TOMEO,Amado monstruo

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4 Comenta la estrategia comunicativa que desarrolla el Moñigo, llevado desu afán de protagonismo.

5 Resume en unas líneas la situación comunicativa que has analizado.

6 Indica los factores situacionales que tendrías en cuenta y las estrategiasque utilizarías para demostrar tu competencia comunicativa en alguna deestas situaciones:

Tu llegada tarde a casa por la noche.Un paseo a solas con un amigo o amiga que te interesa.Una entrevista para solicitar un puesto de trabajo.

7 Imagina y explica los enunciados que podrían utilizarse en estas situacio-nes, en función de las circunstancias y de los interlocutores:

El inicio de una conversación telefónica.Pedir la hora.Sugerirle a alguien que debe dar por terminada su visita.

LOS SIGNOS

Los signos son unidades mínimas comunicativas de distinta naturale-za, con las que representamos la realidad (seres, objetos, ideas, sentimien-tos). En la mayoría de los casos, son elementos convencionales a los que,por un acuerdo social, se les ha atribuido una significación dentro de uncódigo de unidades de la misma categoría. Una palabra, un disco de la cir-culación, una bandera, un brazalete, el dibujo de unos tenedores, un uni-forme, una alianza en la mano derecha, un «emoticón», son signos por-que están codificados como significantes de un determinado significado.

El signo es un sustitutivo de la realidad; en palabras de San Agustín,algo que hace que otra cosa acuda por sí sola al pensamiento. Según lasemiología, alcanzan la condición de signos no sólo los pertenecientes acódigos rígidamente estructurados (del lenguaje verbal, código de la cir-culación, morse, etc.), sino todos aquellos elementos de la naturaleza yformas de cultura y de comportamiento a las que la sociedad atribuye unasignificación, además de su mero valor utilitario. Así se harían verdad losversos de Baudelaire: El hombre anda a través de bosques de símbolos / quelo observan con ojos familiares.

Se podría decir que casi todas las cosas significan, ya que a elementosy comportamientos aparentemente neutros se les añaden valores comuni-cativos: el paraguas, además de proteger de la lluvia, informa de una situa-ción atmosférica; perfumes, vestidos o automóviles son signos de unadeterminada posición social o forma de vida.

Según la relación con la realidad, los signos pueden ser de tres clases:

Indicios o síntomas. Signos naturales que guardan una relación decercanía física o de conexión causal con el referente: el humo comosigno de fuego, la fiebre como síntoma de enfermedad, las huellascomo indicio de paso de una persona o un animal, etc.

La doma del símbolo

Si veo a un perro moviendo la cola,infiero su alegría; si me lame la mano,su ternura. Si me encuentro frente aun ataúd, pienso en un muerto. Unseñor que camina por el corredor deun hospital vestido con una batablanca y algún aparato colgándoledel cuello me sugiere un médico.Cuando los bomberos se precipitanpor las calles entiendo que se dirigenhacia un incendio. Las golondrinasanuncian el verano; el cielo cerrado,la lluvia; la presencia de fulano, elbostezo fatal […]

Es necesario que no sea una ope-ración complicada reconocer, en unacalle congestionada de autos, cuálde ellos es un taxi; es importante, aveces, identificar con rapidez a unpolicía y no confundirlo con un sa-cerdote o con un moralista. Un ciertosonido ululante debe hacerme enten-der de inmediato que se acerca unaambulancia y no evocarme la agoníade un elefante. Conviene que no seauna proeza descifrar el significado delas luces rojas, verdes y amarillas […]Para que algo sea un signo una cier-ta regularidad es indispensable. Laflecha que sistemáticamente medesvía de la salida, tal vez se salvepor el diseño, pero fracasa comosigno. Nuestra orientación se basa,así, en el dominio de innumerables ymodestas correlaciones. Ignorarlassupone convertirnos en humoristasinvoluntarios: felicitar calurosamenteal amigo que lleva corbata negra,estrechar con cordialidad la manoque nos tiende el mendigo.

Alejandro ROSSI,Manual del distraído

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Iconos. Signos que mantienen una relación de semejanza más omenos precisa con la realidad significada: dibujos, pinturas, fotos,imágenes del cine o la televisión, planos o mapas, onomatopeyas dellenguaje verbal, etc.

Símbolos. Signos arbitrarios, establecidos convencionalmente, comouna metáfora o metonimia que opera por analogía o contigüidad conel referente: la cruz símbolo del cristianismo, el puño y la rosa delsocialismo democrático, las banderas, el propio lenguaje verbal, etc.

SISTEMAS SEMIOLÓGICOS

Los signos se agrupan en códigos o sistemas semiológicos, formadospor un número limitado de unidades de la misma naturaleza.

Si dejamos aparte los naturales, de formación espontánea, la mayoríade los códigos de signos, no lingüísticos y lingüísticos, son de carácterintencionado, elaborados artificialmente para comunicar.

Códigos no lingüísticos

La enorme variedad de los signos no lingüísticos se puede clasificar ensistemas, de codificación más o menos precisa, atendiendo a su naturale-za material y al canal con que se perciben:

Audiovisuales:• Señales: Están reglamentados las señales de tráfico, de navegación aérea y

marítima; los códigos militares (toques de trompeta o de pitos, banderas ybanderines, insignias, medallas, bandas); los signos litúrgicos (toques decampanas, símbolos religiosos), señales de humo en la elección de Papa, etc.

A otros no se les atribuye «a priori» un significado preciso: golpes enuna puerta o a través de una pared; colocación de luces, gallardetes y col-gaduras en las fiestas; los «pins» y toda clase de insignias y distintivos, seña-les de humo de los indios, etc.

• Kinésicos: Están codificados el lenguaje mímico de la clausura, de sordo-mudos, de presos, de contrabandistas, de jugadores de cartas, del abanico;la genuflexión e inclinación ante símbolos patrióticos o religiosos; las mar-chas militares, las procesiones cívicas y religiosas; el descubrirse ante unsuperior en la nobleza tradicional y en el ejército.

De codificación imprecisa, hay multitud de gestos y ademanes de lasmanos, los pies, la cabeza, los ojos, las cejas, los hombros o cualquier otraparte del cuerpo; formas de andar, maneras de sentarse, etc.

• Proxémicos: Las distancias y colocación de las personas están reglamenta-das en los protocolos militar, religioso o civil para las ceremonias, los jura-mentos, los saludos, los banquetes, etc.

Además, la mayor o menor distancia entre los interlocutores traduce elgrado de afectividad, de respeto o de jerarquía que existe entre amigos, novios,profesor y alumno, orador y público, personaje relevante y admiradores, etc.

• De etiqueta y relevancia social: Está reglamentada la vestimenta para cier-tas ceremonias protocolarias, actos sociales y grupos profesionales: llevaruniforme, vestir de chaqué, esmoquin, traje oscuro, traje largo o uniforme;llevar corbata, no llevar zapatillas; ir desnudo en las playas nudistas, etc.

Moda medieval masculina

Ya van tan largos que no se les venlos pies, ya tan cortos que muestransus vergüenzas; ya barren las callescon sus mangas, ya las llevan atadasa la mitad del brazo; ya las hacen tanestrechas que parece que quierenagarrotarlo, ya tan anchas que pare-ce que llevan un manto a cada lado;ya llevan los cabellos alisados, yaondulados, ya rubios, ya negros; yalargos, ya cortos; ya llevan sombreroen la cabeza, ya toalla; ya un cucuru-cho de seda, ya un velo; ya pater-nosters, ya cinturón de cuero; yasombrerete de fieltro, ya otro som-brero; ya polainas largas, ya cortas;ya los zapatos sobre las medias, yapor debajo de ellas; ya van vestidoscon paños finos, ya de sarga; yaarmados, ya sin armas; ya solos, yaen grupos o compañías. Y, lo que noes menos vergonzoso para ellos, vancon camisas bordadas y perfuma-das, como si fueran doncellas quedebiesen andar en busca de marido,y las hacen sobresalir por encima delas restantes vestiduras, para que sevea mejor el mal que padecen.

Bernat METGE (Siglo XIV)

Mordillo, en El País Semanal

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En general, la vestimenta y sus accesorios añaden a su función utilitariaun valor de signo que refleja la personalidad o la pertenencia a un deter-minado estatus social: el desnudo, los vestidos informales; usar o no teja-nos, traje, corbata, zapatillas deportivas, abrigos de visón, joyas, etc. Mu-chas veces se convierten en signo de distinción social los maquillajes y pei-nados; marcas de tabaco y de bebidas, el automóvil o la vivienda; las vian-das en las comidas, etc.; hasta llegar a signos que definen ideológica, polí-tica y socialmente, como la asistencia a misa, al fútbol o a los toros, a fes-tivales de rock, a mítines, etc.

Táctiles:Estaban codificados los rituales de la nobleza feudal y cortesana de besar lospies o las manos, en el vasallaje; la pescozada y el espaldarazo en la ordena-ción caballeresca; mesar las barbas como signo de ultraje, etc.

Son muy comunicativos los abrazos, besos, apretones de manos, golpesafectuosos en la cara o en la espalda, tocar a alguien con la rodilla o con elpie, etc.; hasta el punto de que se han hecho estudios semiológicos sobre elbeso en las diversas culturas o en el cine, sobre las formas táctiles de saludary de expresar el afecto, etc.

Olfativos:Consisten en el uso o en la apreciación intencionada de perfumes, colonias ydemás productos de tocador, e incluso olores poco agradables, que se con-vierten en factores sígnicos de identificación y de atracción o de rechazo afec-tivo o sexual, y que son explotados por la publicidad comercial.

Gustativos:Las bebidas y comidas y sus sabores tienen un frecuente valor connotativo,que lleva a su utilización intencionada por motivos de cortesía o de atracciónafectiva: un buen güisqui, un sabroso caviar o los placeres de un bocadillo depan con tomate, pueden ser signos que lleven a una imperecedera amistad, oa algo más. Los catadores de vinos y de comidas serían los más expertos recep-tores de estos mensajes gustativos.

El hombre camina días enteros entre los árboles y las piedras. Rara vez el ojo sedetiene en una cosa, y es cuando la ha reconocido como el signo de otra: unahuella en la arena indica el paso del tigre, un pantano anuncia una vena de agua,la flor del hibisco el fin del invierno. Todo el resto es mudo e intercambiable;árboles y piedras son solamente lo que son.

Finalmente el viaje conduce a la ciudad de Tamara. Uno se adentra en ellapor calles llenas de enseñas que sobresalen de las paredes. El ojo no ve cosassino figuras de cosas que significan otras cosas: las tenazas indican la casa delsacamuelas, el jarro la taberna, las alabardas el cuerpo de guardia, la balanza elherborista. Estatuas y escudos representan leones, delfines, torres, estrellas:signo de que algo –quién sabe qué– tiene por signo un león o delfín o torre oestrella. Otras señales indican lo que está prohibido en un lugar –entrar en elcallejón con las carretillas, orinar detrás del quiosco, pescar con caña desde elpuente– y lo que es lícito –dar de beber a las cebras, jugar a las bochas, que-mar los cadáveres de los parientes–. Desde las puertas de los templos se venlas estatuas de los dioses representados cada uno por sus atributos: la cornuco-pia, la clepsidra, la medusa, por los cuales el fiel puede reconocerlos y dirigirleslas plegarias justas. Si un edificio no tiene ninguna enseña o figura, su forma

El lenguaje del olfato

Pronto, no olió sólamente a madera,sino a clases de madera, arce, roble,pino, olmo, peral, a madera vieja,joven, podrida, mohosa, musgosa eincluso a troncos y astillas individua-les y a distintas clases de serrín y losdistinguía entre sí como objetos cla-ramente diferenciados, como ningu-na otra persona habría podido distin-guirlos con los ojos. Y lo mismo leocurría con otras cosas. Sabía queaquella bebida blanca que madameGaillard daba todas las mañanas asus pupilos se llamaba sólo leche,aunque para Grenouille cada maña-na olía y sabía de manera distinta,según lo caliente que estaba, la vacade que procedía, el alimento de esavaca, la cantidad de nata que conte-nía, etcétera […] Todas estas grotes-cas desproporciones entre la riquezadel mundo percibido por el olfato y lapobreza del lenguaje hacían dudar aljoven Grenouille del sentido de lalengua.

Patrick SÜSKIND, El perfume

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Kandinsky, Ciudad árabe

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misma y el lugar que ocupa en el orden de la ciudad bastan para indicar su fun-ción: el palacio real, la prisión, la casa de moneda, la escuela pitagórica, el bur-del. Incluso las mercancías que los comerciantes exhiben en los mostradoresvalen no por sí mismas sino como un signo de otras cosas: la banda bordadapara la frente quiere decir elegancia, el palanquín dorado poder, los volúmenesde Averroes sapiencia, la ajorca para el tobillo voluptuosidad. La mirada recorrelas calles como páginas escritas: la ciudad dice todo lo que debes pensar, tehace repetir tu discurso, y mientras crees que visitas Tamara, no haces sinoregistrar los nombres con los cuales se define a sí misma y a todas sus partes.

Italo CALVINO, Las ciudades invisibles

1 Aplicando tus conocimientos sobre los signos, explica el sentido de estasexpresiones del texto:

Árboles y piedras son solamente lo que son (5).El ojo no ve cosas sino figuras de cosas que significan otras cosas (7-8).La mirada recorre las calles como páginas escritas (24-25).

2 Explica si nombres (27) tiene su significado habitual o es más extenso.

3 Extrae del texto y comenta todos los enunciados que, de forma más omenos explícita, definan o sugieran lo que es un signo.

4 Comenta la distinción que se hace en el primer párrafo de dos tipos deelementos de la naturaleza.

5 Comenta la descripción de la ciudad a partir de las diversas clases de sig-nos que se ven en ella.

6 En un recorrido por tu ciudad, observa y clasifica los signos que encuen-tres en sus calles.

Códigos lingüísticos

Los códigos lingüísticos están integrados por signos verbales, que searticulan para formar el lenguaje hablado o escrito de los seres humanos.El signo lingüístico, de naturaleza acústica, consta de dos componentes:

El significado, que es la conceptualización del referente que se quie-re comunicar.

El significante, que le da un carácter articulado, ya que está forma-do por unidades acústicas mínimas que se combinan de acuerdo conunas normas para que tenga sentido.

Además de articulado, el signo lingüístico es arbitrario, ya que no exis-te ninguna relación motivada entre el significante y el significado: el signi-ficado «árbol» no tiene nada que ver con la secuencia de sonidos á-r-b-o-lque le sirve de significante, aunque al hablante, que los ha utilizado siem-pre juntos, se le presenta como lógica esa relación. Sólo en el caso de lasonomatopeyas habría una cierta semejanza entre ambos.

Cercanos a ellos están los signos paralingüísticos, de naturaleza acústi-ca, pero no articulados: silbidos, carraspeos, llanto, toques de cornetas, etc.

Comunicación

Hay una palabra que resume buenaparte de cuanto amo y cuanto nece-sito. Es el verbo comunicar. Significahacer a otro partícipe de lo que setiene; manifestar o descubrir algunacosa; conversar de palabra o porescrito; transmitir o contagiar senti-mientos; consultar con otro un asun-to tomando su parecer… «No esbueno que el hombre esté solo», diceel Yahvé del Antiguo Testamento entrance de crear el mundo […] Cuandoestá solo –el incomunicado, el inco-municable– no es del todo hombre.Pero ni Robinson Crusoe se halla, ensu isla, solo. Se halla con su espe-ranza (la esperanza de la huella de unpie ajeno en la arena); o con Viernes,con quien se comunicará de dentro afuera, y a quien enseñará a mejorcomunicarse; o con el presentimientode Viernes; o con la ilusión de contara otros la aventura; o con el sueño deque, pasado el tiempo y muerto,alguien encuentre su diario.

Antonio GALA,Comunicación

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U s o d e l a L e n g u a

E L A C E N T O O R T O G R Á F I C O ( I )U N I D A D 1

A B C

1 Leed enfáticamente estos versos de Rubén Darío y subrayad las sílabastónicas:

¡Ya viene el cortejo!¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.La espada se anuncia con vivo reflejo;ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines […]Los claros clarines de pronto levantan sus sones,su canto sonoro,su cálido coro,que envuelve en un trono de orola augusta soberbia de los pabellones.Él dice la lucha, la herida venganza,las ásperas crines,los rudos penachos, la pica, la lanza,la sangre que riega de heroicos carminesla tierra;los negros mastinesque azuza la muerte, que rige la guerra.

2 Divide el texto anterior en grupos de intensidad, formados por una palabraacentuada y, en su caso, las inacentuadas que le preceden o le siguen.

3 Copia del texto de Rubén Darío palabras agudas, llanas y esdrújulas.

4 Extrae de este texto de Luis Landero los monosílabos tónicos que no lleventilde:

A las once le preguntó si se acordaba de cuando él hacía poesías.–Sí –dijo Angelina.–¿Quieres que te lea alguna?–Bueno.Fue a por la caja de zapatos y estuvo leyendo durante media hora, ycada vez que Gregorio preguntaba, «¿te gusta?», Angelina decía que sí.–A lo mejor vuelvo a escribir más –dijo al final, mientras ataba la caja […]–¡Qué tontería!–Ahora es como si yo fuese Cenicienta y tú el hada madrina, ¿verdad?–No sé.A las doce y media preguntó:–¿Tú sabes que a mí me hubiera gustado ser ingeniero?–Eso son fantasías. Lo importantes es ser feliz.–¿Tú eres feliz?–Yo sí –dijo, sin dejar de coser–. ¿Y tú? –preguntó al rato.–A mí me hubiera gustado que cuando me muriese se hablase de mí.

5 Extrae del texto anterior monosílabos que formen parte de las parejas afec-tadas por la tilde diacrítica y apunta el otro miembro de la pareja.

6 Escribe correctamente la tercera persona del singular del pretérito perfectosimple de los verbos dar, ver, reír, liar, ser e ir.

7 Extrae del texto de Luis Landero elementos de la escritura del diálogo narra-tivo: verbos introductorios, dos puntos, apartes y rayas.

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EL ACENTO DE INTENSIDAD

Recuerda que son palabras acentua-das las que llevan una sílaba tónica,que se pronuncia con mayor fuerza yduración, mientras que las demás sonsílabas átonas.Son palabras inacentuadas o átonaslos artículos, los posesivos mi, tu, su,los pronombres personales me, te, se,lo, la, le, nos, os, las preposiciones me-nos según, algunas conjunciones y elprimer elemento de los numerales com-puestos.Recuerda también la posición delacento de intensidad en la palabra:

• En las agudas, en la última sílaba.• En las llanas, en la penúltima.• En las esdrújulas, en la antepenúltima.

La entonación adecuada de laspalabras, distinguiendo las sílabastónicas y átonas, es la base de laacentuación ortográfica correcta.

EL ACENTO ORTOGRÁFICOREGLAS GENERALES

Cuando el acento de intensidad se re-presenta en la escritura, recibe el nom-bre de acento ortográfico. Llevan tildeortográfica:

• Las palabras agudas cuando acabanen vocal, n o s.

• Las palabras llanas si terminan enconsonante, que no sea n ni s.

• Todas las esdrújulas.

LOS MONOSÍLABOS

• No llevan tilde, aunque sean tónicos.• Como excepción, algunos tónicos lle-

van tilde diacrítica, para diferenciar-los de otros átonos con el mismo sig-nificante:

• Tú (pronombre) • Tu (adjetivo)• Él (pronombre) • El (determinante)• Té (nombre) • Te (pron. pers.)• Mí (pronombre) • Mi (det. posesivo)• Sé (de saber) • Se (pron. pers.)• Sí (adv. afirm.) • Si (conjunción)• Dé (de dar) • De (preposición)• Más (adv. cantidad) • Mas (conjunción)• Qué (excl. e inter.) • Que (conj. y rel.)• Quién (excl. e inter.) • Quien (relativo)• Aún (adv. tiempo) • Aun (conjunción)

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UNIDAD 1C LA NARRACIÓN 19

LA NARRACIÓN

Narrar es contar acontecimientos que se sitúan en el espacio y se desa-rrollan en el tiempo.

Es el discurso propiamente informativo, referencial, que ha utilizado elhombre desde siempre para comunicar lo que ha ocurrido, ocurre u ocu-rrirá en la realidad o en el mundo soñado de su imaginación.

La narración es una forma de expresión que presenta dos niveles deuso y de elaboración:

Como medio de comunicación ordinaria con el que a diario, deforma sobre todo oral, pero también escrita, comunicamos los suce-sos que ocurren o suponemos que ocurren, mediante notas, avisos,comunicados, informes, relatos de hechos reales, tradiciones yleyendas, chistes y cuentos populares, etc.

Como género literario, en el que el autor somete el relato de lasacciones a una elaboración estética: la poesía épica, la novela, elcuento, e incluso las crónicas históricas, etc.

La forma y el contenido del relato se configura a base de una serie deelementos: acciones, tiempo, espacio, personajes y narrador.

EL TIEMPO

Las acciones en el tiempo

En la narración domina el estilo verbal: el relato de acciones que sesitúan en la cadena del tiempo. Con referencia al tiempo en que se narra,las acciones que se cuentan pueden situarse en tres momentos:

Clases de narraciónForma de comunicación ordinariaGénero literario

El tiempoLas acciones en el tiempoEl tiempo de la narración

El espacio

Las acciones y los personajes

El narrador y el narratario

La narración, forma compleja

E s t r u c t u r a s t e x t u a l e s

L A N A R R A C I Ó NU N I D A D 1

A B C

Todos somos Simbad

La mayor parte del tiempo que dedi-camos a comunicarnos con losdemás o con nosotros mismos, laocupamos en contar lo que nos haocurrido, o lo que hemos soñado,imaginado o escuchado […] Todossomos diariamente Simbad, aquelmercader que vivía en Bagdad y queun día se embarca para ir a negociara lejanas tierras, sufre un naufragio ycorre aventuras sin cuento. Y esto lesucedió siete veces. Luego, pasadoslos años, regresa definitivamente aBagdad, retoma su vida ociosa y sededica a contar sus andanzas a unbreve auditorio de amigos […]Simbad es Proust o Valle-Inclán,pero Simbad es también esta señoraque vuelve del mercado y le cuenta alas vecinas lo que le acaba de pasaren la carnicería. Nadie sabe por qué,pero nos produce placer narrar,recrear con palabras lo que hemosvivido.

Luis LANDERO,Entre líneas

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO20

En el pasado, con un enfoque cronístico que relata acciones ante-riores, más o menos alejadas del presente, mediante la alternancia dela lejanía temporal del pretérito perfecto simple, la relativa proximi-dad del perfecto compuesto o la sensación de permanencia y conti-nuidad del imperfecto de indicativo.

En el presente, cuando se hace coincidir el tiempo de lo narrado conel momento de la narración, con lo que los sucesos se actualizan yse dramatizan, como si estuvieran ocurriendo ante los ojos delnarratario o destinatario del relato, sea oyente o lector.

En el futuro, con el que adquiere un carácter premonitorio, de anti-cipación de sucesos que ocurrirán, recurriendo a los sueños, al exa-men de conciencia, a las profecías, etc.

El conjunto de las acciones situadas en el tiempo, no como realmenteocurrieron, sino como los ordena subjetiva o estéticamente el narrador,constituye la historia o trama argumental:

Lineal o diacrónica, si el relato se ordena cronológicamente, ajus-tándose al orden sucesivo de los hechos que se narran, con un plan-teamiento, un desarrollo de las acciones y un desenlace.

Este es el caso del Lazarillo de Tormes y de las novelas picarescas, en que secuenta la vida entera del protagonista desde su nacimiento hasta el momentoen que escribe, en un riguroso orden temporal. También en las sagas o nove-las río se suelen contar las peripecias de varias generaciones de una familia,partiendo del nacimiento o la infancia del creador de la dinastía hasta llegar ala disgregación o la diáspora de los descendientes.

Analepsis o flash-back (vuelta atrás), si se parte de una situaciónactual para evocar sucesos del pasado; y prolepsis o anticipacióncuando se narra lo que ocurrirá en el porvenir.

En la serie de novelas En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, elsabor de una magdalena mojada en el té despierta en el protagonista la evo-cación de toda su vida. En Tristram Shandy, de Sterne, se anticipa buena partede lo que será la existencia del personaje cuando éste está todavía en el vien-tre de su madre.

Fragmentaria o caótica cuando el relato se «organiza» en episodiossueltos, con un intencionado desorden temporal (San Camilo 1936,de Cela).

Con comienzo in medias res, cuando se inicia con el conflicto yaplanteado, sin contar los antecedentes de esa situación, como lanovela policiaca, que suele comenzar con el relato de un crimencuyas causas se desconocen; de final truncado, si se suspende brus-camente, dejándolo abierto a la interpretación del lector, como es elcaso de la novela picaresca; o de estructura circular, cuyo final llevaa la misma situación del comienzo, como en el cuento Continuidadde los parques, de Cortázar.

En una novela hay siempre un reloj. Alautor puede disgustarle el reloj. EmilyBrönte, en Cumbres borrascosas,trató de ocultar el suyo. Sterne, enTristram Shandy, lo volvió del revés.Marcel Proust, más ingenioso aún,alteró las manecillas de forma que suhéroe se encontraba, al mismo tiem-po, cenando en compañía de suamante y jugando a la pelota en elparque con su nodriza. Todos estosprincipios son legítimos, pero ningu-no contradice nuestra tesis: la basede una novela es la historia, y una his-toria es una narración de hechos dis-puestos en su secuencia temporal.

E. M. FOSTER,Aspectos de la novela

Magdalena con té

Me llevé a los labios una cucharadade té en el que había echado untrozo de magdalena. Pero en el mis-mo instante en que aquel trago, conlas migas del bollo, tocó mi paladar,me estremecí, fija mi atención en al-go extraordinario que ocurría en miinterior. Un placer delicioso me inva-dió, me aisló […]

En cuanto reconocí el sabor delpedazo de magdalena mojado en tilaque mi tía me daba, la vieja casa griscon fachada a la calle, donde estabami cuarto, vino como una decoraciónde teatro a ajustarse al pabelloncitodel jardín que detrás del edificio prin-cipal se había construido para mispadres; y con la casa vino el pueblo,desde la hora matinal hasta la ves-pertina y en todo tiempo, la plaza,adonde me mandaban antes de al-morzar, y los caminos que seguía-mos cuando hacía buen tiempo.

Marcel PROUST,Por el camino Swann

Dalí, La persistencia de la memoria

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1 Comenta el valor de la alternancia temporal en este texto:

El árbol libra una sombra en la que Sebastián reposa: frente a él está el campo,dormido, ancho, grave; solamente movilidad de insectos. Sebastián arranca layerbecilla que ayuda a pensar. Juguetea con ella entre los dedos.

–Buenas tardes. Me has quitado el sitio, amigo.Ante Sebastián está el faquir de la feria. Todavía con un pantalón verde,

abombachado. Trae la maleta en una mano, y doblada sobre el brazo la chaque-tilla negra. En la otra mano media botella de vino y un envoltorio de papel deperiódico manchado de grasa.

–Ya le había echado el ojo a este sitio.Sebastián se apartó un poco.–Ya es hora de comer, ¿no crees? Las cuatro y media. He trabajado hasta que

no ha quedado nadie.Deshizo el envoltorio y mostró un pan con unos pimientos fritos y un trozo de

carne dentro. Sebastián los miró con hambre. No había comido.El faquir le ofreció a Sebastián:–¿Quieres un poco?Sebastián respondió:–Dame un poco, sólo un poco.El faquir tenía ya la boca llena, le caían grasa y migas por los labios.

Ignacio ALDECOA, Con el viento solano

2 Explica el uso del tiempo en estos textos:

I

Tú traerás a Lorenzo a vivir aquí para que aprenda a querer esta tierra por símismo, sin necesidad de que tú le expliques los motivos del cariñoso empeñocon que habrás reconstruido las paredes incendiadas de la hacienda y abierto alcultivo los suelos de la llanura. Saldrán [saldréis] al sol. Tú tomarás el sombrerode alas anchas, te lo pondrás sobre la cabeza. El viento arrancado por el galopea la atmósfera quieta y reverberante te llenará la boca, los ojos, la cabeza:Lorenzo se adelantará, levantando un polvo blanco, por el camino abierto entrelos plantíos y detrás de él, al galope, tú tendrás la seguridad de que ambos sien-ten [sentís] lo mismo.

Carlos FUENTES, La muerte de Artemio Cruz

II

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel AurelianoBuendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a cono-cer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y caña-brava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban porun lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos…

Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ, Cien años de soledad

El tiempo de la narración

En toda narración hay que distinguir entre el tiempo de lo narrado,que se ajusta rígidamente al orden y flujo de la cronología real y el tiem-po interno de la narración o «tempo» narrativo.

Un relato inacabado

–¿Y cómo se titula el libro? –pregun-tó don Quijote.

–La vida de Ginés de Pasamonte–respondió él mismo.

–¿Y está acabado? –preguntó donQuijote.

–¿Cómo puede estar acabado–respondió él–, si aún no está acaba-da mi vida?

Miguel de CERVANTES,Don Qujiote de la Mancha

El ritmo de la narración

El tiempo novelesco es algo que sealarga, se demora, se inmoviliza oecha a correr de manera vertiginosa.La historia se mueve en el tiempo dela ficción como por un territorio, va yviene por él, avanza a grandes zan-cadas o a pasitos menudos, dejandoen blanco (aboliéndolos) grandesperiodos cronológicos y retrocedien-do luego a recuperar este tiempoperdido, saltando del pasado al futu-ro y de éste al pasado con una liber-tad que nos está vedada a los seresde carne y hueso en la vida real.

Mario VARGAS LLOSA,Cartas a un joven novelista

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El tiempo de la narración es un tiempo psicológico que el narradorcomún o el creador literario perfila de acuerdo con las preferencias de lamemoria, razones afectivas o intenciones estéticas. Esto produce un ritmode la narración propio de cada relato, entre cuya variedad se pueden dis-tinguir dos enfoques extremos:

Moroso y detallista, en que la narración de los hechos se ajusta a suduración real, e incluso se ralentiza y se demora haciéndolos másextensos que en la realidad, con lo que apenas progresa.

Dinámico, que acumula los sucesos, a veces de una manera atrope-llada y nerviosa, pues interesa más la mención de lo ocurrido que sudetalle.

A estos dos modos de narrar contribuyen algunas técnicas de manipu-lación temporal, como el relato-sumario, que se limita a la menciónesquemática de los hechos; la digresión, que centra la atención en sucesoso temas poco relevantes o escasamente relacionados con la acción princi-pal (descripciones extensas, reflexiones morales, historias intercaladascomo las del Quijote, etc.); o la elipsis de episodios o sucesos, que distor-siona el fluir lógico del relato y obliga al receptor a recomponer los nú-cleos temáticos y su orden temporal.

Todo relato exige tanto la selección del tiempo de lo narrado como ladeterminación del orden temporal de la narración y del ritmo narrativo.

1 Compara el ritmo de la narración en el cuento del pastor cabrerizo(Quijote, I, cap. 20) y el texto de Pablo Neruda que le sigue:

I

«…El pastor llegó con su ganado a pasar el río Guadiana, y en aquella sazón ibacrecido y casi fuera de madre, y por la parte que llegó no había barca ni barco, niquien le pasase a él ni a su ganado de la otra parte, de lo que se congojó mucho;mas tanto anduvo mirando, que vio un pescador, que tenía junto a sí un barco, tanpequeño, que solamente podían caber en él una persona y una cabra; y, con todoesto, le habló, y concertó con él que le pasase a él y a trescientas cabras que lle-vaba. Entró el pescador en el barco, y pasó una cabra; volvió, y pasó otra; tornó avolver, y tornó a pasar otra.“Tenga vuestra merced cuenta en las cabras que elpescador va pasando, porque si se pierde una de la memoria, se acabará el cuen-to, y no será posible contar más cosa de él.” Sigo, pues, y digo que el desembar-cadero de la otra parte estaba lleno de cieno y resbaloso, y tardaba el pescadormucho tiempo en ir y volver. Con todo esto, volvió por otra cabra, y otra, y otra…»

–Haz cuenta que las pasó todas –dijo don Quijote–; no andes yendo y vinien-do desa manera, que no acabarás de pasarlas en un año.

–¿Cuántas han pasado hasta agora? –dijo Sancho.–Yo ¿qué diablos sé? –respondió don Quijote.–He aquí lo que yo dije: que tuviese buena cuenta. Pues por Dios que se ha

acabado el cuento.

II

Mi padre no ha llegado. Llegará a las tres o las cuatro de la mañana. Me voy arri-ba, a mi pieza. Leo a Salgari. Se descarga la lluvia como una catarata. En un

La selección temporal

En el cuento Un incidente sobre el ríoOwl, de Ambrose Bierce, cuando elprotagonista va a ser ahorcado en unpuente, se rompe la cuerda y ésteemprende una angustiosa huida porel río entre las balas de sus ejecuto-res, corre por el bosque y llega a sucasa. Pero el abrazo a su mujer coin-cide con el apretón de la cuerda quele quita la vida, ya que todo ha sidofruto del instante de delirio del ahor-cado agonizante.

La primera parte de La Regenta deClarín, con el planteamiento del con-flicto y la presentación de sus prota-gonistas abarca tres días, mientrasque en la segunda se narra su de-sarrollo y desenlace a lo largo de tresaños.

Requiem por un campesino espa-ñol, de Ramón J. Sender, ocupa eltiempo que utiliza el cura en los pre-parativos del funeral por el alma deun joven campesino asesinado du-rante la guerra civil, al que asisten lasfuerzas vivas del pueblo que propi-ciaron su muerte.

El Jarama, de Rafael Sánchez Fer-losio, es el extenso relato de lo ocu-rrido un día de verano junto a esterío. La Colmena, de Cela, ocupa dosdías de la vida de los habitantes anó-nimos de Madrid.

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minuto la noche y la lluvia cubren el mundo. Allí estoy solo y en mi cuaderno dearitmética escribo versos. A la mañana siguiente me levanto muy temprano. Lasciruelas están verdes. Salto los cerros. Llevo un paquetito con sal. Me subo a unárbol, me instalo cómodamente, muerdo con cuidado una ciruela y le saco unpedacito, luego la empapo con la sal. Me la como. Así hasta cien ciruelas. Ya losé que es demasiado.

EL ESPACIO

Las acciones se sitúan en un espacio, real o fantástico, centro de losconflictos de los personajes, que el narrador describe con más o menosdetalle. Se tratará de un relato estático cuando hay escasa acción, reman-sada en pocos escenarios: el interior de una casa, la cárcel, una pequeñaaldea, etc. En cambio, será un relato dinámico si la acción se desarrollaen una gran variedad de lugares: un viaje por tierra o por mar, una aven-tura en el espacio, etc.

Pero casi siempre espacio y tiempo van unidos, formando un cronoto-po, un marco ambiental adecuado para la acción, que da al relato unaconfiguración específica:

El camino o la ruta, que da lugar a una estructura itinerante o de viaje, quepropicia la aventura.

El castillo o la mansión, escenario de la novela histórica o de misterio, querecibe el nombre de relato gótico.

La pequeña ciudad provinciana o la gran urbe, como ocurre a partir de lanovela realista del XIX: Tostes, en Madame Bovary; Vetusta, en La Regenta;Madrid, en numerosas novelas de Galdós o en La colmena, de Cela.

El salón de la casa humilde o de la mansión burguesa como punto deencuentro, de diálogo y de inicio o resolución de los conflictos en muchasnovelas realistas, como Eugenia Grandet de Balzac o Miau, de Pérez Galdós.

Otros espacios reducidos o cerrados, como pueden ser la orilla del río y unataberna, en El Jarama de Sanchez Ferlosio, una cárcel, un apartamento per-dido en la gran ciudad, etc.

1 Analiza las diferencias entre el cronotopo en que se sitúa la acción de estetexto y aquellos, menos vulgares, en que el autor podría haberla situado:

En toda la casa reinaba maravilloso silencio. El despacho estaba en lo interior yno llegaban a él los rumores de la calle. Sólo llegaban, aunque confusos y vagos,el resonar de las castañuelas y el son de la guitarra, y un leve murmullo, causa-do todo por los criados de Pepita, que tenían su jaleo probe en la casa de campo.Antoñona abrió la puerta del despacho, empujó a don Luis para que entrase, y almismo tiempo le anunció diciendo:

–Niña, aquí tienes al señor don Luis, que viene a despedirse de ti.

* * *

Al llegar a este punto, no podemos menos de hacer notar el carácter de autenti-cidad que tiene la presente historia, admirándonos de la escrupulosa exactitud de

En el camino

Diez años tardó Ulises en recorrer elcamino de regreso de Troya a Ítaca,según se cuenta en La Odisea, yvarios empleó también Mio Cid, trasel destierro, en su recorrido victorio-so desde Castilla hasta Valencia; yésta es también la organización delQuijote de Cervantes o de losPapeles póstumos del Club Picwick,de Dickens, novelas en que el motivoesencial es el viaje y las ventas mar-can las etapas del itinerario.

También es el fundamento de la no-vela In the road, de Jack Kerouac, enque un muchacho empieza a conocerla vida recorriendo toda América deeste a oeste, itinerario en el que semezcla el desplazamiento físico y elaprendizaje moral, como ocurre tam-bién en numerosas road movies delcine norteamericano, como Luna depapel, de Peter Bogdanovich, oThelma y Louise, de Ridley Scott.

Son relatos itinerantes muchos deciencia ficción, como De la tierra a laluna, de Julio Verne, o 2001 Una odi-sea en el espacio, de Arthur Clarke.

John Dobbin, El Alcázar de Segovia

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la persona que la compuso. Porque si algo de fingido, como en una novela, hubie-ra en estos Paralipómenos, no cabe duda en que una entrevista tan importante ytranscendente como la de Pepita y don Luis se hubiera dispuesto por mediosmenos vulgares que los aquí empleados. Tal vez nuestros héroes, yendo a unanueva expedición campestre, hubieran sido sorprendidos por deshecha y pavoro-sa tempestad, teniendo que refugiarse en las ruinas de algún castillo o torremoruna, donde por fuerza había de ser fama que aparecieran espectros o cosaspor el estilo. Tal vez nuestros héroes hubieran caído en poder de alguna partidade bandoleros, de la cual hubieran escapado merced a la serenidad y valentía dedon Luis, albergándose luego, durante la noche, sin que se pudiese evitar, en unacaverna o gruta. Y tal vez, por último, el autor hubiera arreglado el negocio demanera que Pepita y su vacilante admirador hubieran tenido que emprender unviaje por mar, y aunque ahora no hay piratas o corsarios argelinos no es difícilinventar un buen naufragio, en el cual don Luis hubiera salvado a Pepita, arriban-do a una isla desierta o a otro lugar poético y apartado. Cualquiera de estos recur-sos hubiera preparado con más arte el coloquio apasionado de los dos jóvenes.

Juan VALERA, Pepita Jiménez

LAS ACCIONES Y LOS PERSONAJES

Los sucesos que se cuentan pueden ser de distinta naturaleza:

Extraordinarios, grandes hazañas, con lo que el relato se inserta enla tradición de la épica, que narraba las gestas de los héroes y los dio-ses. Entonces, su lenguaje se impregna de epicidad, de afán de resal-tar el carácter extraordinario de lo que se narra.

Asuntos de la vida cotidiana, habituales en el relato común y en lanovela moderna –que arranca del Lazarillo y el Quijote–, cuyos pro-tagonistas son personajes de carne y hueso, de los que se cuenta suexistencia problemática, su lucha por la vida.

Los personajes son los sujetos de las acciones, como protagonistas,como antagonistas, o como colaboradores o ayudantes de aquellos. Sucaracterización, tanto física como moral, viene definida por sus accionesy sus palabras, y también por la información que sobre sus actos o su per-sonalidad ofrece el narrador.

Frente a los relatos de acción, en los que interesan sobre todo los suce-sos externos, hay narraciones psicológicas que se centran en el análisis delcarácter y del mundo interior de los personajes.

EL NARRADOR

El narrador es la voz que relata los acontecimientos, y de su posicióncon respecto a los hechos que narra surge el punto de vista, que marcarálos rasgos esenciales del relato:

El narrador externo, que cuenta los hechos viéndolos desde fuera,sin participar en ellos, como un testigo imparcial, impregna al rela-to de objetividad, enfoque referencial y tono de crónica o historiaverdadera. La tercera persona narrativa es el reflejo de ese afán deimparcialidad.

El narrador

Para contar por escrito una historia,todo novelista inventa a un narrador,su representante o plenipotenciarioen la ficción, él mismo una ficción,pues, como los otros personajes a losque va a contar, está hecho de pala-bras y sólo vive por y para esa nove-la. Este personaje, el narrador, puedeestar dentro de la historia, fuera deella o en una colocación incierta,según narre desde la primera, la ter-cera o la segunda persona gramati-cal. Esta no es una elección gratuita:según el espacio que ocupe el narra-dor con respecto a lo narrado, variarála distancia y el conocimiento quetiene sobre lo que cuenta. Es obvioque un narrador-personaje no puedesaber –y por lo tanto describir y rela-tar– más que aquellas experienciasque están verosímilmente a su alcan-ce, en tanto que un narrador omnis-ciente puede saberlo todo y estar entodas partes del mundo narrado.

Mario VARGAS LLOSA,Cartas a un joven novelista

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Este narrador puede actuar de diversas maneras:

• Como un observador que cuenta sólo datos externos, referidos a la aparien-cia, las acciones y las palabras de los personajes.

• Como un suplantador de Dios, un «sabelotodo» omnisciente, que refleja nosólo los sucesos externos, sino también el mundo interior de los personajes;y a veces se introduce en el relato dando sus opiniones personales sobre loque cuenta, o hablando con el lector.

• Como un intermediario, que publica una historia que ha encontrado escri-ta o que le han contado, como ocurre con el primer narrador del Quijote,que «traduce» un manuscrito del escritor arábigo Cide Hamete Benengeli,en algunas novelas de Baroja y leyendas de Bécquer, en la Familia de PascualDuarte, etc.

• En la novela moderna puede aparecer un narrador «didáctico», que dirigeal personaje como la voz de su conciencia, y cuenta su historia en segundapersona.

El narrador interno es también partícipe de los hechos, por lo queel relato se tiñe de subjetividad, ya que los sucesos se narran desdeuna perspectiva parcial e interesada. La primera persona narrativamarca la forma autobiográfica:• Como relato de sucesos externos ocurridos al protagonista-narrador.

• Como descripción de su mundo íntimo, a través del monólogo interior delpersonaje que se autoanaliza y describe, de forma casi siempre caótica, elproceso de sus pensamientos, muchas veces alternando primera y segundapersona, en el diálogo consigo mismo.

1 Establece diferencias entre los narradores de estos textos:

I

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber esdónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antesde tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganasde contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mispadres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada.Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, nodigo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además no crean quevoy a contarles mi autobiografía con pelos y señales. Sólo voy a hablarles de unacosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes de que mequedara tan débil que tuvieran que mandarme aquí a reponerme un poco.

J. D. SALINGER, El guardián entre el centeno

II

Muchos domingos por la tarde iban a la estación y se escondían en los escasosvagones de pasajeros que quedaban arrinconados en las vías muertas […]

En los destartalados vagones fumaban hasta adormecerse, acariciados porel resol que filtraba un brillo de barnices y el aroma de las colillas de tabacorubio, que alimentaban el incierto mareo de un viaje en el que la cabeza se ibaentre la velocidad del sueño.

Algunas tardes soñaban de verdad con el vértigo de una persecución por el

Nota del transcriptor

Me parece que ha llegado la ocasiónde dar a la imprenta las memorias dePascual Duarte. Haberlas dado anteshubiera sido quizás un poco precipita-do; no quise acelerarme en su prepa-ración, porque todas las cosas requie-ren su tiempo, incluso la corrección dela errada ortografía de un manuscrito,y porque a nada bueno ha de condu-cir una labor trazada, como quiendice, a uña de caballo […]

Quiero dejar bien patente desde elprimer momento, que en la obra quehoy presento al curioso lector no mepertenece sino la transcripción; no hecorregido ni añadido ni una tilde, por-que he querido respetar el relatohasta en su estilo. He preferido enalgunos pasajes demasiado crudosde la obra, usar de la tijera y cortar porlo sano; el procedimiento priva, evi-dentemente, al lector de pequeñosdetalles –que nada pierde con igno-rar–; pero presenta, en cambio, laventaja de evitar el que recaiga la vistaen intimidades repugnantes, sobre lasque –repito– me pareció más conve-niente la poda que el pulido.

Camilo José CELA,La familia de Pascual Duarte

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lejano Oeste, con las tribus soliviantadas a sus espaldas y las flechas lloviendocomo espinas. O atravesaban tundras y estepas entre los disparos de los mon-goles, advertidos en el límite de la huida de que el maquinista y el fogonero aca-baban de ser abatidos y el tren era un caballo desbocado a punto de descarrilar.

Luis MATEO DÍEZ, Días del desván

III

Usted ha puesto el pie izquierdo sobre la ranura de cobre, y con el hombro dere-cho trata en vano de empujar un poco más la puerta corrediza.

Se introduce entonces por la estrecha abertura frotándose contra los bordes,luego, la maleta de cuero oscuro graneado de color verde botella, una maletabastante pequeña, de hombre acostumbrado a largos viajes; tira usted del asapegajosa, con los dedos que arden de haberla arrastrado hasta aquí, a pesar delo poco que pesa, y al levantarla siente los tendones y músculos que se le mar-can no sólo en las falanges, la palma, la muñeca y el brazo, sino también en elhombro, toda la mitad de la espalda y las vértebras desde el cuello hasta losriñones.

No, no es sólo la hora, apenas madrugadora, la responsable de esta debilidaddesacostumbrada, sino la edad, que trata de convencerlo de que ya domina sucuerpo, y, sin embargo, usted sólo tiene cuarenta y cinco años recién cumplidos.

Michel BUTOR, La modificación

EL NARRATARIO

Es el destinatario del relato, al que a veces se dirige el narrador:

Un personaje, al que hace partícipe de lo que cuenta, como ocurreen las leyendas orales, que a veces se presentan como una historiaque le han contado al narrador, que ha encontrado ya escrita o queéste relata a un oyente o grupo de oyentes; o en ciertas novelas enque escribe a un personaje, como el Vuestra merced al que dirige sucarta Lazarillo de Tormes, o el tío director del Seminario al queescribe el seminarista Luis de Vargas para contarle sus amores, enPepita Jiménez de Juan Valera.

El supuesto lector, al que el narrador barroco se dirigía para cap-tar su benevolencia o explicar el contenido de su obra, tratándo-le de vulgo, desocupado o discreto lector, etc., y con el que conver-san con frecuencia los novelistas del realismo del XIX, en un«monodiálogo» que busca la cercanía y el carácter de experienciacompartida que tenía el relato oral: se recaba su atención, se leconsulta alguna idea, se le hacen reproches, etc.

1 Comenta la relación entre el narrador y el destinatario en el cuento del pas-tor cabrerizo (pág. 22) y en el texto de El guardián entre el centeno (pág. 25).

2 Explica a quiénes se dirige el narrador en este texto, en que se cuenta lahistoria de un personaje que huye de su casa:

Narrador y narratario

Parece que no ha pasado el tiempo.Todo está lo mismo. Ved la calle, lacasa, los peces de colores nadandoy revolviéndose con incesantes cur-vas en sus estanques; ved las jaulasde grillos colgadas en racimos a unlado y otro de la puerta; fijad la aten-ción en la ventana de la escuela y oídel rumor de moscardones que porella sale. Nada ha cambiado, y donPatricio Sarmiento, puntual e inmuta-ble en su silla como el sol en el fir-mamento, esparce la luz de su sa-biduría por todo el ámbito del aula.Lo mismo que el año pasado, estáexplicando la desastrosa y trágicamuerte de Cayo Graco […]

Entonces estábamos en febrerode 1821; ahora estamos en marzo de1822. Durante este año de anarquía,durante estos trescientos sesenta ycinco motines, la calle de Colorerosno ha experimentado variacionesimportantes. Don Patricio no parecemás viejo: al contrario, creeríaselerejuvenecido por milagrosos filtros.

Benito PÉREZ GALDÓS,El siete de Julio

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Quien nos interesa es el marido. Hemos de correr tras él a la calle, no sea quepierda su individualidad y se confunda en la gran masa de la vida de Londres, enmedio de la cual lo buscaríamos en vano. Sigámoslo de cerca entonces, hastaque, tras muchas vueltas y rodeos inútiles, lo encontremos cómodamente insta-lado junto al fuego, en el pequeño apartamento a que hemos hecho referencia.Está en la calle vecina a la suya y ha llegado al final de su viaje. Le cuesta con-vencerse de que ha tenido tan buena fortuna como para llegar a su destino sinque nadie lo vea: recuerda que, en un momento, el gentío le obligó a detenerse,justamente a la luz de un farol; en otro, creyó oír a sus espaldas, destacándoseen medio del ruido multitudinario, los pasos de alguien que lo seguía […] ¡PobreWakefield! ¡Qué poco comprendes tu propia insignificancia en este vasto mundo!Ningún ojo mortal, como no sea el mío, te ha seguido. Vete tranquilamente a lacama, pobre loco, y mañana, si quieres ser prudente, vuélvete a casa, a lado dela buena Sra. Wakefield.

Nathaniel HAWTHORNE, Wakefield

LA NARRACIÓN, FORMA COMPLEJA

En el relato se suelen alternar, complementándose, tres formas de expre-sión, que son esenciales en el complejo entramado narrativo:

La narración pura de acontecimientos, en la que interesa sólo elfluir de las acciones.

El diálogo narrativo, que reproduce las opiniones de los personajes,tanto en estilo directo como de forma indirecta a través de las pala-bras del narrador.

La descripción, una forma de expresión esencial en el relato parapresentar el ambiente y el aspecto físico o los caracteres y pasionesde los personajes.

1 A partir de esta historia, recuerda las distintas técnicas narrativas quehemos estudiado:

Manuel recuerda, a veces, cómo un día un grupo de alumnos de bachillerato lecontó en clase las experiencias de un viaje de fin de curso. Allí había simulta-neidad (hablaban varios a la vez mezclando distintas secuencias del relato); ofre-cían versiones alternadas del mismo hecho según el punto de vista de cada cual;combinaban la primera, la segunda y la tercera persona; unos contaban retros-pectivamente y otros linealmente; daban saltos en el tiempo (uno anunciaba elfinal y otro decía: «Sí, sí, pero espera, que antes hay que contar lo que pasó enel autobús»); se interrumpían unos a otros fragmentando el relato; utilizaban dis-tintos registros: patético, irónico, notarial, burlesco, barrocos unos, clásicos otrosy otros románticos y otros impresionistas; hacían cambios bruscos de perspec-tiva; incurrían en digresiones; a unos les gustaba narrar y a otros describir y aotros especular… Manuel puede jurar que ellos no habían leído a Joyce, ni aThomas Mann, ni a Proust ni a Musil.

Luis LANDERO, El cuento o la vida

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LA LENGUA Y EL HABLA

El lenguaje, la capacidad de comunicarse mediante signos articulados,es una facultad universal, propia de la naturaleza humana.

La lengua es la realización de esa facultad del lenguaje por una comu-nidad social determinada, mediante un sistema de signos pertenecientes aun código diferenciado, conocido por todos los hablantes. Existen variosmiles de lenguas en el mundo, cuya importancia está en función de suextensión geográfica, número de hablantes y relevancia de sus produccio-nes culturales y literarias.

El habla es la actualización concreta que cada hablante o grupo dehablantes hacen de la lengua. Las disponibilidades de la lengua, las uni-dades abstractas y las reglas gramaticales de combinación, se materializanen el habla, en el uso peculiar que de ella hacen individuos y grupos socia-les determinados.

UNIDAD Y DIVERSIDAD DE LA LENGUA

El código de la lengua es un sistema perfecto, un modelo abstracto eideal que sólo se hace operativo cuando se convierte en norma, en un con-junto de usos admitidos por la comunidad.

La norma recoge los principios generales del sistema de la lengua (exis-tencia de cinco fonemas vocálicos, –a marca de femenino, sistema de con-jugación verbal formado por lexema más desinencias propias de cada con-jugación, etc.), pero también las variedades de su uso consagradas comocorrectas y generalmente aceptadas (pronunciación abierta o cerrada de lasvocales, formas irregulares en verbos como ju(e)go, and(uv)e, quepo; feme-ninos asistemáticos como actor/actriz, toro/vaca, etc.).

C o n o c i m i e n t o d e l a L e n g u a

V A R I E D A D E S D E L A L E N G U AU N I D A D 2

A B C

La lengua y el habla

Unidad y diversidad de la lengua

Variedades espaciales: la realidad plurilingüe de España

Variedades socialesNivel culto o código elaboradoCódigo restringidoNivel vulgar

Hablas de grupos sociales o profesionales

La torre de Babel, miniatura del siglo xv

José Manuel Broto, España

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MUESTRA EDITORIAL

Se llega así a la lengua común o lengua estándar, que asegura la comu-nicación entre todos los miembros de la comunidad lingüística, por enci-ma de las variedades producidas por la ubicación geográfica o el nivelsocial de los hablantes.

La lengua es el resultado de la tensión entre dos tipos de fuerzas apa-rentemente contradictorias, pero que constituyen la razón de su perma-nencia y evolución:

1. Centrípetas, que tienden a darle uniformidad y convertirla en coiné,en lengua común, vehículo de comunicación y de expresión de la cultura yla forma de vivir de un pueblo. Entre estos factores, destacan:

La escuela, que corrige las desviaciones y contribuye a fomentar eluso normativo de la lengua.

Los medios de comunicación, que por su enorme influencia tien-den a imponer un modelo uniforme de uso en todo el territorio.

Los medios de locomoción, que facilitan el contacto y hacen quepersonas de distinto origen, clase y cultura uniformen sus costum-bres, diversiones, formas de vestir, y también los hábitos lingüísticos.

Las grandes ciudades, que facilitan la comunicación y la nivelaciónde los usos sociales, tendiendo a crear un lenguaje común, por enci-ma de los usos particulares.

2. Centrífugas, debidas a factores históricos, geográficos o sociocultu-rales, que tienden a diversificar la lengua, a establecer usos peculiares, lashablas, en los distintos territorios y grupos sociales en que se utiliza. Elefecto de estos factores da lugar a dos tipos de hablas:

Los dialectos y las hablas locales. Se trata de variedades diatópicas,geográficas o dialectos horizontales, que se han gestado a lo largodel tiempo, debido a las circunstancias geográficas, históricas, polí-ticas o socioeconómicas que han afectado a los diversos territoriosen que se habla una lengua.

Los niveles de uso de la lengua y los lenguajes especializados. Sonvariedades diastráticas, sociales o dialectos verticales, debidos a losestratos socioculturales que existen en toda comunidad lingüística,sobre los que operan multitud de factores que dan lugar a un usodiversificado y plural de la lengua.

LA DIVERSIDAD ESPACIAL

La realidad plurilingüe de España

España es un ejemplo de cómo los factores espaciales y las circunstan-cias históricas han contribuido a una rica y variada situación lingüística.

Esta diversidad viene dada por la existencia de cuatro lenguas, con unalarga historia, gran variedad de dialectos y una rica tradición cultural.

Mientras que el vasco o euskera es una lengua prerrománica de origendesconocido, las otras tres (castellano, catalán y gallego) son lenguas ro-mánicas o romances, resultado de la evolución del latín en los reinos cris-

La comunicación entre los territorios y larelación entre los hablantes, facilitan lanivelación en el uso de la lengua.

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tianos que fueron surgiendo en el norte de España tras la invasión musul-mana.

Aunque el próximo curso estudiaremos con detalle cada una de estas lenguas,ahora trazaremos un breve panorama de la realidad plurilingüe de España.

La lengua castellana

El castellano, en principio el dialecto romance del pequeño condadode Castilla, se benefició muy pronto de la posición central del reino deCastilla en la Península y de su hegemonía en la Reconquista, que le per-mitió extenderse por gran parte del territorio peninsular. Esta expansión,que contribuyó al enriquecimiento cultural y a la cohesión de la lenguacastellana, fue al mismo tiempo el eje de su diversificación dialectal:

Su hegemonía cultural frente a los dialectos vecinos, hizo que absor-biera al leonés y al aragonés, que no lograron su consolidacióncomo lenguas, y hoy constituyen los llamados dialectos históricos,provenientes de aquellas hablas medievales.

La expansión hacia el sur dio lugar los dialectos meridionales, queson el resultado de la diversificación moderna del castellano en estosterritorios peninsulares tras la Reconquista (andaluz, extremeño,murciano) o de su expansión ultramarina (canario y español deAmérica).

El catalán y el gallego

El catalán y el gallego sí se consolidaron como lenguas, debido a sutemprano auge, que enraíza con las primeras manifestaciones culturales yliterarias europeas, y a su situación periférica, que las mantuvo al margende la expansión del castellano, al menos hasta el siglo XV, cuando ya esta-ban afianzados como lenguas.

Ambas lenguas, que quedarían reducidas al uso familiar a partir delsiglo XVI, se revitalizan en el XIX, como consecuencia del sentimientonacionalista, que considera al idioma vehículo de la cultura y las tradicio-nes de los pueblos.

En la actualidad, el catalán se habla en Cataluña, Valencia, Baleares yAndorra, y en algunas zonas del Rosellón y de Cerdeña, y cuenta con unagran variedad dialectal (valenciano, alicantino, balear, etc.) y un arraiga-do prestigio cultural y literario.

El gallego se habla en Galicia y en algunas zonas limítrofes de Zamoray León y también cuenta con una rica tradición cultural, que arranca dela Edad Media y se renueva en el siglo XIX.

El vasco o euskera

El vasco es una lengua prerromana de muy remotos orígenes, que hasobrevivido a lo largo del tiempo, sobre todo en la cultura oral, lo que le diouna gran diversidad dialectal. Se habla en el País vasco español y francés yen el norte de Navarra. En la actualidad está en franca expansión en la rela-ción cotidiana, en los medios de comunicación y en la creación literaria.

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1 Situad en un mapa las cuatro lenguas de España y, si os es posible, deli-mitad sus dialectos.

2 Buscad información sobre algunos de los grandes movimientos y autoresde la cultura y, sobre todo, de la literatura catalana y gallega, desde laEdad Media a la actualidad.

3 Preparad un debate sobre los conflictos que plantea la convivencia de lascuatro lenguas peninsulares.

4 Comenta estos versos de Unamuno: Y la sangre de mi espíritu es mi len-gua. / Y mi patria es allí donde resuena.

5 Comentad el artículo 3 de la Constitución española:

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tie-nen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivasComunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimo-nio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

LAS VARIEDADES SOCIALES

Factores de diversificación

La estratificación de la sociedad en grupos diferenciados da lugar ausos peculiares de la lengua, condicionados por una serie de factoressociales y culturales de diversificación:

El lugar de residencia, que da lugar a diferencias entre el habla ruraly la urbana, entre la del centro de las ciudades y la de los suburbios.

El acceso a la educación y la cultura, que diferencia por el habla alas personas cultas de las poco instruidas, a las que leen de los anal-fabetos totales o funcionales.

La actividad profesional y los gustos y aficiones, que aportan unagran riqueza y variedad de tecnicismos y dan lugar a usos especiali-zados del lenguaje.

La edad, que establece diferencias de expresión entre jóvenes ymayores, entre padres e hijos, etc.

El sexo, que supone matices expresivos –afortunadamente, cada vezmenores– entre el habla de hombres y mujeres, debidos al distintopapel social y modo de vida que históricamente se ha atribuido a losdos sexos.

Factores familiares o religioso-morales, que tradicionalmente dis-tinguían a los individuos, aunque la universalización de las cos-tumbres y la implantación del espíritu laico han contribuido a nive-lar estas diferencias.

Los factores socioculturales están en la base de dos de los grandes nive-les de uso de la lengua:

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La lengua culta y la lengua estándar.

La lengua vulgar.

Y también son el fundamento de las hablas de grupos sociales o pro-fesionales:

Lenguajes profesionales: las jergas.

Lenguajes marginales: el argot.

NIVEL CULTO

Llamamos lengua culta o código elaborado a la utilizada por personascultas, que conocen y manejan adecuadamente las unidades de la lenguay sus reglas de combinación, lo que les permite expresar cualquier conte-nido, por complejo que sea, con exactitud y corrección.

Rasgos fonéticos

Vocalización precisa de los fonemas y las sílabas. Se evita la pro-nunciación relajada de fonemas consonánticos como la d, se pro-nuncian nítidamente las vocales y los diptongos, y se articulan conprecisión las sílabas sin marcarlas excesivamente ni, por el contra-rio, «comerse» alguna.

Entonación adecuada de las palabras. Se marcan las diferencias deintensidad y duración de la sílaba tónica y las átonas, y se separanlas palabras, sin que se amontonen al pronunciarlas o haya dema-siada pausa entre ellas.

Entonación correcta y elegante del discurso. Se respetan las pausasy se marca la línea melódica de los grupos fónicos: enunciativa,interrogativa, exclamativa, imperativa…

Utilización de recursos enfáticos. Con ellos se resaltan conceptosclave, se marcan los matices afectivos, se subraya la intención iróni-ca, etc.

En la lengua escrita, este cuidado de las unidades fonológicas se traduce en el usocorrecto de las normas ortográficas: ausencia de faltas de ortografía, acentuación ypuntuación cuidadas.

Rasgos léxicos

Lo que caracteriza al nivel culto es la riqueza y precisión del léxico:

Dominio de un amplio vocabulario activo y pasivo.

Uso de una terminología técnica y precisa, que designa con exacti-tud los conceptos y se adapta al tipo de discurso: tecnicismos, neo-logismos, citas textuales…

Mitin de Manuel Azaña, en 1936

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Conocimiento de un amplio repertorio de sinónimos, entre los quese elige el más adecuado o se emplean varios para caracterizar unasituación.

Gusto por las enumeraciones, paralelismos, reiteraciones expresi-vas, que demuestra el conocimiento de la realidad y la capacidad derepresentarla mediante el lenguaje.

Variedad y elegancia en la utilización de adjetivos y adverbios.

Precisión y rigor en la utilización del léxico formal: determinantes,preposiciones y conjunciones.

Escasez de muletillas y latiguillos.

Rasgos morfosintácticos

Coherencia en la ordenación de las ideas.

Concordancias gramaticales adecuadas.

Variedad y precisión en el uso de los tiempos verbales.

Utilización correcta de los conectores que establecen la relaciónentre frases y párrafos.

Escasez de frases inacabadas.

El lenguaje formal o estándar es una variante del código culto que res-peta las normas de corrección, pero sin extremar las exigencias: es el len-guaje de la conversación cuidada y de los medios de comunicación.

1 Señalad algunas características de la lengua culta en este texto:

Queridos amigos: En 1835, viajando Larra por los páramos deshabitados deExtremadura, después de haber recorrido –en la soledad y el desamparo– losviejos, pedregosos, polvorientos caminos de Castilla, preguntaba, haciendo unalto en su peregrinación: «¿Dónde está España?». La pregunta de Larra no hasido contestada todavía. Han pasado ochenta años y aún podemos formular esainterrogación melancólica del satírico. ¿Dónde está España? Podemos formularesa interrogación a la vista del espectáculo que nuestro país ofrece. Salid deMadrid y encaminaos a un pueblecillo de Castilla, de Levante o de Andalucía.Dejad atrás vuestros libros, los teatros, la charla amena en la tertulia, el paseo alanochecer por la calle reverberante de luz y bulliciosa. Olvidaos de las eternas yalucinadoras discusiones del Salón de Conferencias. Quedaos a solas con vo-sotros mismos. Ante vosotros se extiende el panorama de la campiña española.Ya no escucháis discursos grandilocuentes; ya no columbráis cruzar raudo elautomóvil de un ministro. El camino está desolado, casi yermo; estos pobreslabriegos que lo labran, apenas pueden, con lo que de la tierra sacan, satisfacerangustiosamente al fisco y pagar las deudas exorbitantes de la usura.

¿Dónde está España? ¿Dónde está la fortaleza de España? Los países no sonfuertes ni por sus ejércitos ni por sus acorazados. No sirven de nada ejércitos yacorazados cuando millares y millares de campesinos perecen en la miseria y lainanición. La fortaleza es una resultante del bienestar y de la justicia sociales. Alrecorrer estos campos secos y grises; después de hablar con estos labriegosresignados y tristes, cuando hemos estado en sus pobres viviendas, y hemos

García Lesmes, Campos

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paseado por las callejuelas de los pueblos, y hemos asistido, hora por hora, alvivir cotidiano, fraternalmente, de estos hombres que, siendo compatriotas nues-tros, parecen habitantes de otro hemisferio, un sentimiento profundo se apode-ra de nuestro espíritu. Es indignación y es esperanza; es abatimiento y es impe-tuoso deseo de aniquilamiento y renovación. Todo se junta y se revuelve tumul-tuosamente en el fondo de nuestro ser.

AZORÍN, Castilla

CÓDIGO RESTRINGIDO

A medio camino entre el código elaborado (nivel culto y estándar) y elnivel vulgar se puede distinguir un código restringido, caracterizado porel escaso dominio de las unidades y reglas de la lengua, lo que lleva con-sigo una pobreza expresiva que, sin ser del todo incorrecta, supone unaimportante limitación comunicativa para gran parte de la población, deformación cultural incompleta.

En cuanto al léxico, se caracteriza por la pobreza y poca variedaddel vocabulario:

• Escasez de sinónimos, que no permite elegir el término adecua-do para cada ocasión o el empleo de más de uno para caracterizarun objeto o una situación.

• Adjetivos y adverbios comodín, de escasa originalidad, muchosde ellos de significado hiperbólico: estupendo, maravilloso, fantás-tico, fenomenal, extraordinario, superbien, fenomenalmente, estu-pendamente…

• Léxico emotivo de carácter un tanto primario: interjecciones pro-pias o impropias, palabras malsonantes y blasfemias, etc.

• Apelativos vulgares de tono familiar: tío, niño, nene, hermano,colega, tronco…

En lo referido a la entonación, dominan también los componentesemotivos:

• Tono elevado de la voz, ya que el discurso trata de imponerse alos interlocutores, no por la fuerza de los argumentos, sino por suvolumen.

• Uso de afirmaciones, negaciones, exclamaciones y mandatos decarácter rotundo y categórico.

La morfosintaxis es poco elaborada y precisa:

• Oraciones breves, sobre todo simples, y compuestas de escasacomplejidad.

• Vacilaciones, interrupciones y oraciones inacabadas.

• Poca coherencia en la ordenación de las ideas.

• Pobreza en la organización sintáctica del texto, con elementos decohesión innecesarios (muletillas y latiguillos) y otros de escasacomplejidad (y, que, porque).

La época de lo bonito

Echamos mano de las palabras-co-modín, porque ignoramos la justa yapropiada. Hay gentes que, literal-mente, no sabrían hablar si las priva-sen del adjetivo bonito-a. Para ellas,bonito puede serlo todo, desde el pezasí llamado hasta un cuadro de Goya,desde un panty hasta un augustobarranco pirenaico. Tan bonita puedeser la mamarrachada festivalera can-tada por micro, como una emocio-nante sonata de Beethoven. Vivimosen la época de lo bonito y de lo mono,de la ausencia de criterios, del auto-matismo verbal. […]

Inflación analfabeta de vocabula-rio, falta de control, ignorancia idio-mática en suma, ineptitud para lla-mar a las cosas por su nombre, a lasacciones por su verbo y a las cuali-dades por su adjetivo.

Fernando LÁZARO CARRETER,El dardo en la palabra

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1 Señala algunos rasgos que demuestren el carácter restringido del hablade uno de estos personajes:

–¡A la buena de Dios, coño! Pero, coño, pero cómo se han metido ustedes aquí,si el camino va por ahí arriba, ¿no lo ve usted? Pero, coño, está bien claro. A ver,el camino no pasa por aquí, pero, ¡hombre! Han hecho lo mismito que un camiónel otro día, que también se metió por aquí, se ve que esta gente de los autos nove por dónde va, a ver, coño, si no… A ver ahora cómo salen ustedes de ahí […]

–Bueno, la verdad es que ya no tiene remedio. Y que hay que hacer por salirde aquí… A usted, ¿se le ocurre algo?

–Sí, hombre, claro, que sí. Aquí tenemos de todo, hombre. Este pueblo, tancerquita de Madrid, ¿no ve?, lo que pasa, pues que tenemos de todo. Mire, lomejor es ir a donde el Antonio, que tiene una máquina de arrastrar piedra,¿sabe?, de la cantera, eso es, de la cantera. ¿Comprende usted, una cantera?…Pues bueno, el Antonio viene con su bólido ése, y ya está. Están ustedes en elcamino en un decir Jesús. ¿Ustedes van al Escorial, no? Es lo que pasa, todo elque va al Escorial, al llegar aquí, se pierde. Toma, a ver, este pueblo…

–Muchas gracias, hombre. Es buena idea. ¿Dónde vive Antonio?–Ahí, ¿no ve esa casa blanca? Pues una o dos más allá, pasada la tienda de

la Quica, no tiene pérdida. Usted va allí, de mi parte, pero, no, no vaya, es mejorque vayan los chicos, que tienen buenas piernas. Usted ya está algo mayor. Tú,zagal, deja ya el coche y vete a casa del Antonio, que menuda máquina tiene.Alemana, no le digo más… […]

–Dice usted… ¿La que hay detrás de ese arbolito?–Quia, hombre, la otra. ¿No ve ésa con chimenea? Mire, la calle baja así, y

tuerce así, y luego, se tuerce otra vez, y ya se ve la tapia. La casa tiene un por-tal así, y una ventana más allá… Ah, se me olvidaba, tiene un poyo en la puer-ta. Seguramente que tiene allí atada la burra el señor Pascual, que se le ha hun-dido el cobertizo con estos aguaceros, hombre, vea usted, por poco le mata alcerdo, ya bastante crecido. Lo que yo digo, en casa del pobre todo son goteras,y qué verdad es, coño, qué verdad es.

ALONSO ZAMORA VICENTE, Con la mejor voluntad

NIVEL VULGAR

La lengua vulgar es la única forma de expresión de las personas deescasa cultura, debida a una deficiente escolarización. Se caracteriza porabundancia de vulgarismos fonéticos, la pobreza del vocabulario y la pre-sencia de construcciones sintácticas incorrectas.

Vulgarismos fonéticos

Confusión del timbre de las vocales: trebajar, cimenterio, vegilar,Sabastián.

Incrementos vocálicos o consonánticos: afoto, arradio, asentarse,muncho.

Reducción de diptongos: anque, ventidós, custión, Ugenia.

Apócope de palabras acabadas en e ante vocal: s’ha ido, m’ha dicho.

Pérdida de d y r intervocálicas y finales de palabra: tomao, comío,toa (toda), verdá, pa (para). Luis Garay, La pelea

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Los tullidos de la expresión

En realidad, el hombre que no cono-ce su lengua vive pobremente, vive amedias, aún menos. ¿No nos causapena, a veces, oír hablar a alguien,en vano por dar con las palabras,que al querer explicarse, es decir,expresarse, vivirse ante nosotros,avanza a trompicones, dándose gol-pazos, de impropiedad en impropie-dad, y sólo entrega al final una defor-me semejanza de lo que hubieraquerido decirnos? […] Ese hombredenota con sus tanteos, sus empujo-nes a ciegas por las nieblas de suoscura conciencia de la lengua, queno llega a ser completamente, queno sabremos nosotros encontrarlo.Hay muchos, muchísimos inválidosdel habla, hay muchos cojos, man-cos, tullidos de la expresión. Una delas mayores penas que conozco es lade encontrarme con un mozo joven,fuerte, ágil, curtido en los ejerciciosgimnásticos, dueño de su cuerpo,pero que cuando llega el instante decontar algo, de explicar algo, setransforma de pronto en un baldadoespiritual, incapaz casi de moverseentre sus pensamientos.

Pedro SALINAS,El defensor

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Metátesis, cambio de posición de un fonema en la palabra: probe,trempano, naide.

Cambio de una consonante por otra: armolzar, carzoncillos, abuje-ro, abuja, esfaratar.

Simplificación de grupos consonánticos: istituto, contitución, dotor.

Vulgarismos léxico-semánticos

Utilización de palabras con sentido impropio: coger por caber, sen-tir por oír.

Arcaísmos: mesmo, trujo, vido, agora, cuasi.

Tacos y expresiones malsonantes.

Vulgarismos morfosintácticos

Alteración del género: cuála, cuanto hambre.

Conjugación incorrecta de los verbos: jugo, frego, estudiastes, cante-mos (por cantamos).

Infinitivo por imperativo: callar, sentarse (vosotros).

Verbo haber, impersonal, conjugado en plural: habían muchos torosen el campo.

Leísmo, laísmo, loísmo: la dije cuatro cosas, le vi.

Alteración del orden de los pronombres: me se, te se.

«Dequeísmo» y «queísmo»: pienso de que iré, se dio cuenta que eramuy tarde.

Concordancias incorrectas.

Uso inadecuado de los conectores: preposiciones, conjunciones,adverbios.

1 Añade los términos de esta lista como ejemplos a los distintos rasgos delhabla vulgar:

Nenas, escucharme. ¿Cuálo?Andé, haiga, ayer lleguemos tarde. Habremos cien personas en el cine.Encomenzar, asín. Endivido, concencia.Agüelo. Voy en casa de mi tía.Le escribí ayer, la di un beso. Aína, contino.Cocreta, estauta. Ancía, escuro, medecina.Me se olvidó. Creo de que eso es así.Tó. Mucho hambre.Istancia. La gente creen en mis palabras.Me ha recetado unas cláusulas. ¡Coño!

2 Identifica usos vulgares de la lengua en este texto:

Iba ya er montón de las panochas amenguao por la mitá. A la Calmencica la der Paco lesalió una colorá y dio un grito. Se puso der color de la panocha al ver que tos los moci-

Antonio Garrigós, Romería huertana

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cos la envitaban alargándole er cuello y poniéndole caras de santicos. Ella le dio el abra-zo ar Periquín er de l’Aparcero, un zagalico menúo de unos ocho años. Dimpués, alegre ygraciosa como ella era de suyo, dijo: «Y agora yo tamién voy a contar un cuento que mesé, d’esos de cuando el Señol andaba por er mundo, que me lo contaba mi agüela».

SAN PEDRO Y ER SEÑOR

Esto era qu’iba un día er Señor con sus apóstoles por un caminico andando, queestaban recorriendo la güerta y gorbían der Soto la Virgen. Era ya a la atardecíay san Pedro iba cabreao, cabreao porque le picaban los mosquitos. N’hacía másdalse manotás en la carva.

A San Pedro que era calvole picaban los mosquitosy su mare le decía:«Ponte el sombrero, Perico».

–¡Señol, señol, échales una mardición a los mosquitos estos, pa que se mue-ran tos de repente, que me llevan cosío a picotazos.

–¡Pedro, Pedro! ¿y qué iban a comer antoces las probes golondrinicas dermanto negro?

La güerta estaba de to por to a revental d´helmosa. San Pedro s’arrimó a unbancal, que no era suyo, y l´echó mano a un malacatón sonrosao, sonrosao, ygordo, gordo que no le cogía entre los deos. Er señor, que lo sabe to, se riía pasus aentros, como iciéndose «agora verás tú éste». San Pedro le metió un bocaocon toas sus janas ar malacatón. De siguío, comenzó a escupir y a escupirasqueando, pos er malacatón estaba emborsao de remate, to lleno de busanos.

–¡Señol, señol, los malacatones tan helmosos están cagaos de la mosca,mándales un mal dolol entripao que se mueran toas las moscas d’una!

–¡Pedro, Pedro, tamién las probres moscas son criaturicas de Dios, y enargún sitio tién que criar!

José MARTÍNEZ RUIZ, De boca a oreja

HABLAS DE GRUPOS SOCIALES O PROFESIONALES

La profesión, aficiones o la situación de marginación de ciertos grupossociales da lugar a usos peculiares de la lengua.

Los lenguajes especializados

Son los usos específicos que hacen de la lengua los miembros de ungrupo profesional o los que comparten una misma afición, cuando hablanentre ellos o tratan de sus asuntos. El rasgo que los define es el uso abun-dante de tecnicismos, que designan con precisión los conceptos, objetosy actividades del ámbito al que se refieren; tecnicismos que son exclusivosde esas jergas o adaptaciones de términos del lenguaje común, y que enmuchos casos se popularizan y revierten al uso general. Entre ellos, desta-camos los siguientes:

Las jergas y usos profesionales: Son el lenguaje especializado decada profesión o área de conocimiento, y van desde las jergas labo-rales (de agricultores, carpinteros, albañiles, artesanos…) a los len-guajes específicos de carácter científico-técnico o artístico (de las

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diversas ciencias, el derecho, la economía, el periodismo, la música,el cine, la literatura…), a los que dedicaremos especial atención elpróximo curso.Las jergas recreativo-deportivas: de los toros, el deporte, la filatelia,el ajedrez, la baraja…La jerga estudiantil y juvenil, con términos caprichosos, unas vecesefímeros y otras afortunados, que dan una visión afectiva o hiper-bólica de la realidad; pero que a fuerza de repetirse, se convierten entópicos, ensartados en unas estructuras sintácticas demasiado sim-ples, cuando no incorrectas: guay, súper, total, molar, flipar, mon-társelo, tío, etc.

El argot o lenguaje de germanía

Es un caso extremo de jerga, con pretensiones de código secreto aleja-do de la lengua común, que utilizan algunos grupos marginales para rela-cionarse entre ellos, evitando de esta manera ser entendidos por el restode la sociedad.

El argot supone una diferencia radical con la lengua normativa, deri-vada del afán de conseguir un modo de expresión críptico: vocabulariopropio, deformaciones de palabras comunes, construcciones sintácticaspeculiares; etc. Es el lenguaje del hampa, de las cárceles, de los drogadic-tos, de las tribus juveniles de barrio, etc.

Lo políticamente correcto

Los distintos niveles de uso de la lengua y las hablas de los diferentesgrupos sociales, la enorme variedad del hablar, constituyen un rico patri-monio en que las referencias lingüísticas no son más que un trasunto dela variedad psicológica, social y cultural de un país.

Pero frente a esta variedad, últimamente se impone un afán de unifor-mación, que tiende a dar normas coercitivas sobre el uso de la lengua, porrazones sexistas, raciales o políticas, a través de lo que se ha llamado la jergade lo políticamente correcto.

Esta preocupación obliga a utilizar masculino y femenino para designarrealidades que tienen un plural común, a sustituir el nombre castellano delugares y ciudades por el autóctono (La Coruña por A Coruña, Lérida porLleida, Guernica por Gernika), a llamar con eufemismos a ciertas realidadesque nos causan mala conciencia: daños colaterales a la destrucción indiscri-minada producida por un bombardeo, subsaharianos a las personas de razanegra, magrebíes a los que ya los romanos llamaban moros, a ciertos estu-diantes alumnos con necesidades educativas especiales, etc.

1 Identifica estas jergas y extrae tecnicismos propios de cada una:

I

El Santísima Trinidad era un navío de cuatro puentes […] Tenía 220 pies (61metros), de eslora, es decir, de popa a proa; 58 pies de manga (ancho) y 28 de

Lenguaje depurado

Son muchos los que tienen perfectoderecho a exigir que se borren losvocablos que escarnecen con rudacrueldad su peculiar naturaleza, co-mo marica (y sus aumentativos), sa-rasa o manflorita. Palabras del tipocornudo, cabrón o novillo ofendengravemente a otros varones, mu-chas veces tiernamente inculpables[…] ¿Cómo admitir sin sentir cóleraque se empleen términos como bes-tia, animal, bruto, asno, burro, polli-no o mula para calificar a sujetos denulas entendederas o de aberrantecomportamiento? ¿Debe ser lícitollamar a un ratero zorro (de zorra nohay nada que decir), a un suciopuerco, a un loco cabra, a un malbailarín oso, a un chupasangres cha-cal, a un carroñero hiena, a un dor-milón lirón, a una criadita marmota; yfoca, vaca o ballena a una damametida en carnes? […]

Es racista atribuir a los negros lapertinaz manía de currar. Siendo taníntimas las relaciones con China, yano procede que a nadie se le enga-ñe como a un chino. Hacer el indioes una expresión que hemos de bo-rrar de nuestros labios. Igual que noconviene llamar cafre, zulú u hoten-tote a un semejante, con ánimo deinjuria.

Fernando LÁZARO CARRETER,El dardo en la palabra

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puntal (altura desde la quilla a la cubierta), dimensiones extraordinarias queentonces no tenía ningún buque del mundo. Sus poderosas cuadernas, que eranun verdadero bosque, sustentaban cuatro pisos […] El interior era maravillosopor la distribución de los diversos compartimientos, ya fuesen puentes para laartillería, sollados para la tripulación, pañoles para los depósitos de víveres,cámaras para los jefes, cocinas, enfermería y demás servicios […] Los balcona-jes, los pabellones de los esquinas de popa, semejantes a las linternas de uncastillo ojival, eran como grandes jaulas abiertas al mar, y desde donde la vistapodía recorrer las tres cuartas partes del horizonte.

Nada más grandioso que la arboladura, aquellos mástiles gigantescos, lan-zados hacia el cielo, como un reto a la tempestad. Parecía que el viento no habíade tener fuerza para impulsar sus enormes gavias. La vista se mareaba y se per-día contemplando la inmensa madeja que formaban en la arboladura los oben-ques, estais, brazas, burdas, amantillos y drizas que servían para sostener ymover el velamen.

Benito PÉREZ GALDÓS, Trafalgar

II

La mayoría de nosotros sabe que la materia está hecha de átomos, que puedendescomponerse en protones, neutrones y electrones. Los científicos, en su inmo-destia, fueron tan lejos como para llamar partículas elementales a las partes delátomo. Pero la historia no termina aquí. Ahora los científicos creen que las deno-minadas partículas elementales pueden dividirse adicionalmente en dos tipos departículas llamadas leptones y hadrones.

Los leptones, que incluyen a los electrones y unas pocas partículas exóticasmás, parecen no tener estructura interna. Los hadrones, que incluyen a los pro-tones y los neutrones, tienen una estructura interna compleja. Los hadronesestán hechos de quarks; así pues, los dos tipos de partículas elementales sonrealmente los leptones y los quarks. A diferencia de electrones y protones, quetienen cargas eléctricas iguales y de sentido contrario, los quarks tienen cargasfraccionarias: o bien una carga positiva de dos tercios o bien una carga positivade un tercio. Los quarks tienen antiquarks, que llevan la carga fraccionariaopuesta. Un antiquark es un tipo de antipartícula. Todas las antipartículas tienenla misma masa que su partícula opuesta y una cantidad igual pero de signo con-trario de cierta propiedad, tal como la carga eléctrica.

ANN R. JONAS, Las respuestas y las preguntas de la ciencia

III

O sea, qué palo, colega, el cacharro no venía ni de coña. Y yo que llegaba tarde alcurre. Y luego, qué alucine, qué pasote, iba lleno cantidad. Y me veo, o sea, unchorbo cantidad de pirao, con un sombrero cutre, mangui perdido. Y de pronto ledice a un pringao que lo estaba pisoteando, el muy plasta, que le había dejado elpie chungo. De pena, colega. Jo, qué demasiao, qué fuerte. ¡No veas! Y en plenomosqueo, al tío le da el corte, pasa total y se larga a sentarse a toda hostia.

Y, o sea, dos horas más tarde, vaya tela, colega, me lo veo enrollao con untronco que le comía el coco diciéndole que estaría guay con otro botón en lachupa. De buten. ¿Vale o no vale, tío?

Raymond QUENEAU, Ejercicios de estilo

2 Recopilad entre vuestro círculo de amigos términos propios de la jergajuvenil de última hora.

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UNIDAD 2A VARIEDADES DE LA LENGUA 39

Atomium de Bruselas

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO40

U s o d e l a L e n g u a

E L A C E N T O O R T O G R Á F I C O ( I I )U N I D A D 2

A B C

1 De este texto de José Carlos Llop, extrae palabras con diptongo y con hiatoy explica su acentuación:

Cuando Nani nos sirvió la sopa de Navidad, yo tenía las manos muyfrías y mi cabeza parecía navegar por el océano Índico a bordo delLegazpi. Miré las flores azules del mantel, los jarros de cristal conpeces de colores que había en las estanterías del comedor, los mori-llos de la chimenea, sosteniendo una danza de lenguas de fuego. Lachimenea emitía una luz de confitura quemada que producía en losrostros y las manos de mi familia una curiosa coloración ambarina […]Yo oía el rumor de distintas conversaciones como se oye el sonido delos motores de un buque en alta mar, confundiéndose con las olas,que eran las cortinas de lluvia que golpeaban en las vidrieras del ven-tanal del fumador.

2 Observa si hay diptongo en las palabras guitarra, cigüeña, avergüences,Guillermo y pingüino.

3 Comprueba si debes acentuar las palabras acentua, dio, bien, tambien, hacia,heroe, heroico, raiz, pues, despues, poesia, rehice, rompais y rompiais.

4 Indica dónde llevan el acento de intensidad y si les corresponde tilde a lasformas del singular del presente de indicativo de adecuar, evacuar y licuar.

5 Extrae interrogativos y exclamativos de este texto de Eduardo Mendoza:

–¿Qué pasó hace diez años?–No lo sé. Yo no estaba aquí.–¿Quién estaba?–Mi antecesor. Un viejo chiflado. Tuvieron que despedirlo.–¿Cuándo?–Hace seis años: el tiempo que llevo yo trabajando aquí.–¿Por qué despidieron a su antecesor?–Por conducta impropia […]–¿Dónde estaba usted la noche que desapareció la niña?–¿Hace seis años?–No, hombre: hace un par de días.–No me acuerdo. Viendo la tele en el bar, de putas,… algo haría.–¿Cómo es posible que no se acuerde usted? ¿No le ha refresca-

do la memoria el comisario Flores así y así? –y le propiné dos ruidosasbofetadas que le provocaron una incontenible hilaridad.

–¿La poli? –dijo muerto de risa–, ¿qué poli? Yo no he tenido con-tacto con la poli desde que estrangulé al jodido argelino aquel, hace yatiempo. ¡Perro sarraceno! –escupió en las adelfas.

–¿Cuánto tiempo?–Seis años.

6 Convierte las oraciones interrogativas directas del texto anterior en indirec-tas, puestas en boca del narrador.

7 Escribe un diálogo breve en que aparezcan todas las formas de los interro-gativos o exclamativos, cuidando además la escritura del diálogo narrativo.

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PALABRAS CON DIPTONGO

Las palabras con diptongo (una vocalabierta y otra cerrada o dos cerradas enuna sola sílaba) se acentúan según lasreglas generales. Si corresponde, latilde recae sobre la abierta o sobre lasegunda de las cerradas.

PALABRAS CON HIATO

Las palabras con hiato integrado pordos vocales abiertas se acentúan segúnlas reglas generales.

Las palabras con hiato formado poruna vocal abierta y otra cerrada sobre laque recae la intensidad, llevan siempretilde para marcar la ruptura del dip-tongo.

La h intercalada entre las vocales noimpide el diptogo ni el hiato: ahíto,bahía, búho, prohíben, etc.

INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS

Los interrogativos y exclamativos (pro-nombres, determinantes y adverbios)qué, cuál, quién (–es), cuánto (–a, –os,–as), cómo, cuando, dónde y adóndellevan siempre tilde.

Pueden ir en frases interrogativas oexclamativas directas, cuando se re-produce textualmente la pregunta o laexclamación y en la escritura se marcacon los signos apropiados; o indirec-tas, cuando se relata de manera indi-recta lo que se dijo.

Hay que distinguir la escritura de:• Por qué (prep. + interrogativo).• Porqué (la expresión anterior

sustantivada con determinante).• Porque (conjunción causal).

ACENTUACIÓN FACULTATIVA

Los demostrativos este, ese, aquel,sus femeninos y sus plurales no seacentúan cuando son determinantes. Sison pronombres, se recomienda suacentuación para evitar confusiones.Los neutros esto, eso y aquello nuncallevan tilde.

Se recomienda escribir sólo (adver-bio) con tilde cuando pueda confundir-se con el adjetivo solo.

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UNIDAD 2C LA CONVERSACIÓN 41

VARIACIONES SITUACIONALES: EL REGISTRO IDIOMÁTICO

Como hemos visto en el apartado anterior, la diversidad de la lenguadepende de factores permanentes, como la zona geográfica y el estratosocial en que se encuadran los hablantes, lo que da lugar a diferentes usos:dialectos geográficos y variedades sociales, que afectan a colectivos máso menos numerosos de hablantes.

Además, existe el idiolecto o habla individual: el uso peculiar que cadahablante hace de la lengua, los rasgos que configuran su identidad lingüís-tica: un tipo especial de entonación, un léxico característico y, en defini-tiva, unos hábitos idiomáticos que lo identifican y lo diferencian de losdemás hablantes.

Pero un mismo hablante puede adoptar sucesivamente diversas formasde hablar, llamadas registros o variedades diafásicas, según las circunstan-cias de la situación comunicativa en que se encuentre:

La calidad de sus interlocutores y la relación que mantiene conellos: registro cuidado y formal, cuando existe una distancia o unrespeto social (desconocidos, superiores, ciertos padres, el profesor,la policía, el confesor...); registro espontáneo e informal, con perso-nas de confianza (compañeros, amigos, familiares).

El medio utilizado: oral o escrito, una charla con amigos o unaentrevista en la radio, contar un chiste o dar una conferencia.

El tema del discurso: no se habla lo mismo de la muerte de un serquerido que del partido del domingo, de la última novedad de laingeniería genética que del penúltimo ligue.

Su propia personalidad, formación y cultura, que facilita o entor-pece su adaptación a las circunstancias de la situación comunicativa

E s t r u c t u r a s t e x t u a l e s

L A C O N V E R S A C I Ó NU N I D A D 2

A B C

El círculo de la conversación

Lo que en primer lugar existe no es ellenguaje, sino el hablar: mi hablar, tuhablar, nuestro hablar, el de aquí yahora, el de ayer y anteayer, etc.Ahora bien, nuestro hablar es a losumo una conversación, pero no unlenguaje. Y hasta se podría dudar dela existencia de la conversación si mihablar no fuese de alguna maneraoído, comprendido y contestado porotro. Si en el mundo entero soy yo elúnico que habla, entonces no existeel lenguaje, ni siquiera existe elhablar, ni aún siquiera mi hablar.¿Cómo voy a poder asegurarme deque hablo, y saber que lo hago, sinadie me oye, nadie me entiende,nadie me contesta, absolutamentenadie, y por lo tanto yo mismo tam-poco? Hablar, oír, comprender, con-testar o volver a hablar: todas estascosas van juntas y forman un solocírculo, el cual contiene y garantiza elhablar propiamente dicho o la con-versación.

Karl VOSSLER

Variaciones situacionales:el registro idiomático

La situación comunicativa conversacionalEstructuraLenguajes de la conversación

El registro conversacionalEmotividadCooperaciónEconomía

J. Boswell, Las tres ventanas

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MUESTRA EDITORIAL

LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO42

y, por consiguiente, la elección de un registro adecuado: la timidez,el arrebato o la imprudencia expresiva, el mayor o menor dominiodel código de la lengua son factores a tener en cuenta.

Hay que advertir que sólo las personas cultas o con un aceptabledominio del código de la lengua son capaces de cambiar su registroidiomático: así, un médico utilizará un registro diferente cuando hablacon un paciente, con sus amigos o con su novia; cuando redacta uninforme médico; cuando dicta una conferencia o cuando interviene en unincidente por un problema de tráfico. Por el contrario, las de escasa for-mación y competencia comunicativa mantendrán invariable su uso vul-gar de la lengua, aunque se modifique la situación.

De las múltiples circunstancias de la situación comunicativa oral deri-va una de las formas habituales de uso de la lengua: el registro coloquialo conversacional.

LA SITUACIÓN COMUNICATIVA CONVERSACIONAL

La conversación es la forma más natural de la comunicación oral. Setrata de una situación comunicativa habitual en la relación humana,determinada, entre otros, por estos factores:

Suele tener un carácter espontáneo, siempre que por cualquiermotivo se reúnan dos o más personas para hablar. Se diferencia asíde las formas regladas del diálogo oral, que se atienen a unos requi-sitos previos, como la tertulia, el coloquio, el debate, el interrogato-rio o la entrevista.

Se produce mediante el diálogo, el intercambio de opiniones entrelos interlocutores.

A ella tienen acceso todas las personas, cualquiera que sea su for-mación y nivel de uso de la lengua.

La mayor o menor formalidad de su desarrollo depende de la cate-goría de los participantes, de la relación que exista entre ellos, de suconocimiento e interés por el tema y del marco en que tiene lugar.

Estructura

La conversación, a pesar de su espontaneidad, suele cumplir con unaserie de formalidades, comúnmente aceptadas, que marcan distintas fasesen su desarrollo:

El comienzo, en que los interlocutores entran en contacto median-te la retórica de la cortesía: fórmulas apelativas y saludos más omenos formales, e incluso referencias a asuntos intranscendentescomo el tiempo, la salud o la familia.

La fijación del tema, suscitando el interés del interlocutor por unasunto o dándole pie para que plantee lo que quiere tratar.

El núcleo, en que producen los turnos de intervención de losinterlocutores sobre uno o varios temas, que se desarrollan y sedebaten.

La conversación

La conversación se inicia como unarepresentación teatral: los protago-nistas ocupan un lugar en el esce-nario de la vida, en una situación tem-poral y espacial; el hablante, por elmero hecho de hablar, de ser pro-pietario del sistema de enunciación,se sitúa como yo y coloca a su inter-locutor, al otro, como tú (oyente),hasta que un nuevo acto de enun-ciación transforma el tú en yo y eldiálogo se hace presente o posible.

José Manuel BLECUA, Qué es hablar

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MUESTRA EDITORIAL

La conclusión, con indicaciones que expresan el interés por acabarla conversación y uso de fórmulas retóricas para la despedida.

Los lenguajes de la conversación

En la conversación no sólo se utiliza el lenguaje verbal. La presencia yel deseo de interacción de los interlocutores, la espontaneidad y el tonoemotivo de la comunicación, otorgan un gran valor expresivo a los com-portamientos y signos no verbales:

Las distancias y, en su caso, el contacto corporal (en cualquier partedel cuerpo, tirones de la ropa o de los mofletes, besos y caricias,empujones, golpes, etc.), traducen el grado de conocimiento, con-fianza y afecto entre los interlocutores.

Las posturas: sentados, de pie, recostados, con los pies o los brazoscruzados.

Los gestos: movimientos de manos o de cabeza, risas, sonrisas, llan-tos, guiños, muecas, miradas, etc.

Estas expresiones no verbales tienen una función complementaria dellenguaje verbal, pero son de gran valor comunicativo:

Refuerzan o confirman lo dicho con las palabras, e incluso las susti-tuyen.

Regulan el desarrollo de la conversación, indicando al interlocutorque repita, que continúe, que se calle, que hable más despacio, etc.

Manifestan el estado de ánimo: nerviosismo, vergüenza, ansiedad,irritación, etc.

Un señor que llevaba ya un rato timándose con Elvirita, se decidió por fin a rom-per el hielo.

–Son bonitas las zarzuelas, ¿verdad, señorita?La señorita Elvira asintió con un mohín. El señor no se desanimó, aquel viaje

lo interpretó como un gesto de simpatía.–Y muy sentimentales, ¿verdad?La señorita Elvira entornó los ojos. El señor tomó nuevas fuerzas.–¿A usted le gusta el teatro?–Si es bueno...El señor se rió como festejando una ocurrencia muy chistosa. Carraspeó un

poco, ofreció fuego a la señorita Elvira, y continuó:–Claro, claro. ¿Y el cine? ¿También le agrada el cine?–A veces...–El señor hizo un esfuerzo tremendo, un esfuerzo que le puso colorado hasta

las cejas:–Esos cines oscuritos, ¿eh?, ¿qué tal?La señorita Elvira se mostró digna y suspicaz.–Yo al cine voy siempre a ver la película.El señor reaccionó.–Claro, naturalmente, yo también... Yo lo decía por los jóvenes, claro, por las

parejitas, ¡todos hemos sido jóvenes...! Oiga, señorita, he observado que es

Exceso de toqueteo

Débese el hombre tener sobre sí, yno apoyarse ni recostarse en otro. Ycuando con alguno hablare, no le hade estar dando con el codo o con lamano, como muchos suelen hacer acada palabra, diciendo: «¿Qué digo?¿No es esto verdad? ¡Oídme, señorfulano!» Y todavía le están sacudien-do con las manos en los pechos yasiéndoles de los botones. Y yo viuno que tenía tal maña en esto, quedesabrochaba a cuantos hablaba.Finalmente, están éstos siempreasiendo el sayo, o capa, o de otraparte, para que les oigáis, sin jamásestar quietos, ni saber hablar conreposo, que podéis decir cuandosalís de sus manos; que quedáisbatanados y molidos.

Lucas GRACIÁN DANTISCO,El galateo español

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UNIDAD 2C LA CONVERSACIÓN 43

En la faena o en el ocio, cualquier pre-texto es bueno para el encuentro y laconversación.

Paul Signac, Mujeres en el pozo

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LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO44

usted fumadora; a mí esto de que las mujeres fumen me parece muy bien, claroque muy bien; después de todo, ¿que tiene de malo? Lo mejor es que cada cualviva su vida, ¿no le parece a usted? Lo digo porque, si usted me lo permite (yoahora me tengo que marchar, tengo mucha prisa, ya nos encontraremos otro díapara seguir charlando), si usted me lo permite, yo tendría mucho gusto en...vamos, en proporcionarle una cajetilla de tritones.

El señor habla precipitadamente, azoradamente. La señorita Elvira le res-pondió con cierto desprecio, con el gesto de quien tiene la sartén por el mango.

–Bueno, ¿por qué no? ¡Si es capricho!El señor llamó al cerillero, le compró la cajetilla, se la entregó con su mejor

sonrisa a la señorita Elvira, se puso el abrigo, cogió el sombrero y se marchó.Antes le dijo a la señorita Elvira:

–Bueno, señorita, tanto gusto. Leoncio Maestre, para servirla. Como le digo,ya nos veremos otro día. A lo mejor somos buenos amiguitos.

Camilo José CELA, La colmena

1 Extrae del texto signos no verbales y explica su valor comunicativo.

2 Analiza la estructura de la conversación que mantienen los personajes.

EL REGISTRO CONVERSACIONAL

La lengua conversacional o coloquial es la forma de lengua oral queutilizan los que participan en la conversación.

Se caracteriza por la improvisación, que lleva consigo la espontanei-dad y la naturalidad, lo que la convierte en el mejor reflejo de la persona-lidad, el carácter y el estado de ánimo de los interlocutores. Esta esponta-neidad se traduce en tres características muy significativas: emotividad,cooperación y economía.

Emotividad

La emotividad traduce los estados de ánimo y la visión subjetiva de larealidad, que se presenta casi siempre desde una visión afectiva y valorati-va, con un predominio de la función expresiva o emotiva de la lengua.

Los recursos emotivos reflejan la afectividad y el estado de ánimo delos interlocutores y tratan de realzar el tema o la intención del mensaje:

Vocablos de carácter afectivo: aumentativos, diminutivos, apelativoscariñosos, apodos, palabras acortadas.

Reiteraciones expresivas, redundancias y pleonasmos, que tratan deinsistir en el contenido del mensaje.

Interjecciones propias e impropias, entre las que se incluyen expre-siones groseras y malsonantes, tacos y blasfemias.

Tonos exclamativos, que traducen la afectividad.

Interrogaciones retóricas, con que se reafirma el contenido delmensaje.

Ironías.

Un arte civilizado

Hablamos, pero no conversamos.Disputamos, pero rara vez discuti-mos. La conversación no consiste enformular peticiones o súplicas, ni enladrarse órdenes o amenazas, nisiquiera en susurrar halagos o pro-mesas de amor. El arte de la conver-sación es el estadio más sofisticado,más civilizado, de la comunicaciónpor medio de la palabra. Un artehecho de inteligencia, de humor, debuenos argumentos, de anécdotas ehistorias apropiadas, de atención a loque dice el vecino, de respeto crítico,de cortesía... Es tan sofisticado ycivilizado este arte que hoy proba-blemente sólo sigue estando alalcance de algunas tribus de Kalaharique desconocen tanto la prisa fun-cional como la jerga cibernáutica.

Fernando SAVATER,Un arte en desuso,

El País Semanal, 6–VIII–1998

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Luis Garay, Dos mujeres

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Afirmaciones y negaciones de carácter categórico.

Comienzos retórico-enfáticos.

Tematizaciones y focalizaciones, que tienden a resaltar términos yconceptos clave, llevándolos al principio de la oración o subrayán-dolos mediante el énfasis o las pausas.

Adverbios de modo que expresan una visión afectiva del enunciado.

Eufemismos, que encubren realidades desagradables que no se quie-ren nombrar.

Hipérboles y refuerzos de tipo ponderativo-enfático.

Símiles y metáforas de carácter popular.

Cooperación

La cooperación entre los interlocutores lleva a utilizar numerosasrecursos fático-apelativos para marcar los límites y los cambios de tema ylos turnos de intervención; reclamar la atención del receptor e influirsobre él; mantener, interrumpir o acabar la conversación:

Vocativos y apelaciones al interlocutor.

Insultos (que son apelaciones de fuerte intención emotiva).

Oraciones exhortativas e imperativas.

Retórica de la cortesía: fórmulas de saludo y despedida, locucionesde cortesía (Por favor, Perdone), frases interrogativas y enunciativascon valor de mandato (¿Me puede decir la hora?); tiempos verbales decortesía (¿Podría decirme...?)...Formulismos fáticos encaminados a llamar la atención del interlo-cutor y a mantener la conversación.

Interrogaciones retóricas que buscan la conformidad del receptor.

La palabra compartida

Hablad según el auditorio con el queos veáis... Es la palabra mitad delque habla y mitad del que escucha.Éste ha de prepararse a recibirlasegún el sesgo que ella tome. Asícomo entre aquellos que juegan a lapelota, el que espera se desplaza yapresta según vea moverse al quelanza el tiro y según la forma del tiro.

Michel de MONTAIGNE, Ensayos

Las rutinas

En una conversación, gran parte delo que decimos no es predecible,depende de lo que los demás partici-pantes dicen y de su creatividad indi-vidual, pero otra gran parte se predi-ce; se trata de estructuras que serepiten de manera más o menos fijaen la lengua, de patrones o pautasreiterados y repetidos en las mismassituaciones [...]: saludos, despedi-das, felicitaciones, pésames, discul-pas, agradecimientos, ruegos, man-datos, fórmulas de cortesía, informa-ción sobre lo que se ha hecho o loque se pretende hacer.

Las rutinas lingüísticas se puedenclasificar de acuerdo con criteriosmuy diversos; se puede partir de lassituaciones recurrentes en la vidacotidiana, dentro de las cuales cum-plen una finalidad: la felicitación, elsaludo, la despedida, el pésame,teniendo en cuenta siempre la fuerzaintencional con las que el hablantelas pronuncia y las relaciones con losprincipios de la conversación; tam-bién se pueden clasificar por su fun-ción dentro de la estructura de laconversación: fórmulas para iniciar ocerrar el diálogo, rutinas para esta-blecer el turno de palabras, paracerrar el tema («A eso voy») o parainiciar o cerrar una narración.

José Manuel BLECUA,Qué es hablar

UNIDAD 2C LA CONVERSACIÓN 45

José Malhoa, A orillas del mar

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LENGUA CASTELLANA 1º y 2º BACHILLERATO46

Economía

En la conversación se intenta decir las cosas con prontitud, llamar laatención con lo que se dice y realzar los mensajes más llamativos. Por esose suprime todo aquello que al hablante le parece accesorio o poco rele-vante y se comunica todo lo demás de una manera que se considera expre-siva y eficaz.

La improvisación y el deseo de eficacia, unido a veces a un escaso cono-cimiento o cuidado de la normas de la lengua, lleva consigo una escasaprecisión léxica y sintáctica que, en ocasiones, puede caer en la pobreza ovulgaridad expresiva.

Vocabulario estándar.

Frases cortas y no demasiado complejas.

Oraciones inacabadas: porque no se encuentran términos para con-tinuarlas, porque el interlocutor interrumpe bruscamente o porquese sobreentiende lo que sigue (reticencia).

Supresión de elementos redundantes en las respuestas.

Diversos tipos de elipsis.

Uso de deícticos (demostrativos y adverbios) para referirse a perso-nas, elementos y lugares presentes en el contexto físico o en la mentede los interlocutores.

Palabras baúl, de significado genérico, que designan la realidad deforma poco precisa.

Abundancia de muletillas, latiguillos y modismos, que empobrecenel lenguaje.

Lenguaje proverbial, con frases hechas, sentencias y refranes, quereflejan la sabiduría popular y que no siempre vienen a cuento.

1 Coloca estas expresiones como ejemplos de algunos de los rasgos dellenguaje conversacional que se enumeran en la exposición teórica:

A buen entendedor... Una especie de... No sé...«¿Vendrás a verme?» «Sí» A mi madre la quiero mucho.Dale lo que el «niño» quiera. Aquí está éste.Esa cosa, el chisme, el aparato. Maravilloso, precioso.Bonico, prenda mía. Un regalo grande, grande.Sube arriba. ¡Ay! ¡Claro! ¡Por Dios!¡Por los clavos de Cristo! ¿Vale?Que es que es muy fuerte. Sí, sí, faltaría más.Desgraciadamente, no vendrá hoy. Límpiale el pompi a la nena.Estoy hasta el gorro. Te lo he dicho mil veces.Mira, oye, Juan. Dame la sal.¿Sería tan amable de sentarse? Año de nieves, año de bienes.Bueno, o sea, vale. Le gustan la bici y la tele.

2 Analizad el comportamiento de los personajes y la retórica de la coopera-ción en el texto siguiente:

Una fraseología variada

Los elementos que constituyen elentorno vivencial del hombre puedenconvertirse en materia utilizable en lalengua coloquial: el mundo religioso(«¡Anda la Virgen!», «Meterse a re-dentor», «Estar todo el santo día»...),los toros («Dar una larga cambiada»,«Pegar un muletazo» o «Ponerle a al-guien un par en todo lo alto»), fra-seología que ha sido sustituida ac-tualmente por la moda del fútbol(«Echar balones fuera» o «Estar fuerade juego») o por los términos de latécnica de la radio y de la televisión(«Estar en la onda», «Conectar») ytambién por las circunstancias histó-ricas («… de antes de la guerra»).

José Manuel BLECUA,Qué es hablar

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MUESTRA EDITORIAL

–¿Qué tal, cómo está usted?–Pues ya lo ven; esperándolos. Ya me extrañaba a mí no verles el pelo este

verano.–¿Me pone usted un vaso de agua, si hace el favor?–Cómo no. ¿Pues y el alto; el que cantaba? ¿No dice que venía también?–Ah, sí; pues ahí atrás viene andando, con la novia y con los de la moto. Se

ve que les gusta el sol.–Pues no está hoy para gustarle a nadie. Por cierto, esas botellas de vino son

para ustedes […]–¿Qué le parece si metemos las bicicletas al jardín, como el año pasado?–Sí, sí; cuando gusten.–Vamos allá, pues; que cada cual coja la suya.–Ya saben ustedes por dónde es; aquí, al fondo de este pasillo.–Sí, muchas gracias; ya me acuerdo […]Miguel entraba y se dirigió al dueño con una sonrisa:–¿Cómo está usted? Yo sé que ha preguntado.–Muy bien, muchas gracias; me alegro mucho de verlos. Ya le estaba dicien-

do antes aquí que me extrañaba este año no se diesen ustedes una vuelta.–Pues ya nos tiene aquí […]–A mediodía vendremos a por eso; no sé si comeremos en el río o a lo mejor

aquí arriba; según se vea.–Eso ustedes; por lo demás, ya saben que aquí está bien guardado.–Hasta más tarde, entonces.–Nada; a disfrutar se ha dicho; pasarlo bien.–Muchas gracias; adiós.

Rafael SÁNCHEZ FERLOSIO, El Jarama

3 Extraed de este texto algunos de los recursos propios del registro con-versacional:

«Espabila, Ricardo, anda, que te encocoras y luego te sienta mal la comida...¡Jesús, qué barullo...! ¡A ver si esos crianzos se callan...!» «Así no hay quienpueda dominarlos. ¡Miguelito, Belita, no os limpiéis los mocos en el respaldo,coño! ¿Usted qué va pensando, señora? ¿No puede darles un clines?» «Ya saliólo de señora. Si es que no se respeta nada, ¿lo ves? Si te lo repito siempre...Brígida, yo aquí soy un cero a la izquierda.» «Madre, no eche usted más leña alfuego... ¡Tengamos la fiesta en paz!» [...] «Papá, pasa despacito. ¡Mira...! En laesquina están parados los Guti, tienen un dos caballos muy viejo. Adelántalos.Pero que no noten que somos nosotros. ¡Mamá, toca el pito, toca...!» «¡Niña, estáprohibido...! ¡No me resultes provocativa...!» «¿Qué más tiene?...! ¡Tú toca, querabien bien...!» «¡Sí, sí, papaíto, sí, tírales un clines usado cuando les adelantes...!¡Ole, ole, ole!» «Miguelito, tú habla cuando meen las gallinas...» «¡Fenómeno,papi...!» «Brígida, busca el mapa, no sé muy bien el camino...» «¡Qué mapa niqué niño muerto...! [...] Aquí hay mapas... ¿Cuál quieres...?» «Ése, leñe, ése...Estamos ya en la salida, y nos vamos a meter por mal camino, digo yo. Y todoporque vosotras...» [...] «¡Brígida, hija, no sé lo que le encontraste...!» «¡Cállese,señora mía, y no se meta en los asuntos que me incumben...! Mire el paisaje yenmudezca.» «Ya, ya lo hago, ya. A mi edad no me queda otro recurso. ¡Si pudie-ses, está pero que muy claro que me estrellabas...! De todas todas. ¡Ay, señor,para lo que ha quedado una...!»

A. ZAMORA VICENTE, Historias de viva voz

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