Avance Oficial
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1. Antecedentes y justificación del problema
1.1. Realidad problemática
El siguiente estudio busca comparar la eficacia de las propiedades tales como la
resistencia al desgaste de un tambor de freno fabricado de una fundición nodular con respecto
de uno hecho a base de fundición gris.
El problema que se presenta es que los tambores de freno fabricados con fundición gris
poseen una baja resistencia al desgaste, esto debido a la influencia del medio en el que se
encuentre operando y por la fricción generada cuando entran en contacto con las zapatas al
momento del frenado.
Los tambores están fabricados con fundición gris perlítica pero últimamente se está
tomando como mejor opción la fundición nodular debido a su alta resistencia al desgaste,
además de absorber el calor producido por el rozamiento al momento del frenado y por
último el costo de fabricación es más barato.
El tambor al entrar en contacto con la zapatas en el momento de frenado este se desgasta
debido a la fricción generada entre este par, otro factor que influye en el desgaste del tambor
es la precisión.
También hay factores externos que debemos considerar para el desgaste de los tambores,
tales como el tamaño de vehículo del que forma parte pues un vehículo pesado requerirá una
mayor presión de frenado por lo que habrá un mayor desgaste, al igual que un vehículo que
está preparado para grandes velocidades de operación, otro aspecto importante que no
podemos dejar de lado son las condiciones ambientales a los que están sometidos los
tambores ya sea lluvia, humedad, polvo, etc.
Ante esta realidad observamos que la importancia de la fundición con la que se fabrican
los tambores teniendo en cuenta obtener una mejor resistencia al desgaste y la capacidad de
absorber la energía generada por la fricción.
El problema que observamos es debido a la baja resistencia al desgaste que presenta un
tambor de freno hecho con una fundición gris es por ello que amerita investigar si la
fundición nodular es la mejor opción en cuanto a cumplir con las propiedades requeridas
para un tambor con un menor desgaste y mayor tiempo de duración.
1.2. Antecedentes
En el estudio realizado por Cembrero y Pascual en el año 1999 en su estudio obtuvieron
que:
Las bajas características mecánicas de las fundiciones son debidas a la
presencia de láminas de grafito, que aparecen en el proceso de solidificación y
originan discontinuidades en la matriz, pero la presencia de pequeñas
cantidades de magnesio favorece la formación de grafito esferoidal (p. 392)
Según Hafiz y Mater (2001) citado por Gonzaga y Fernández (2005) afirman que “los
elementos que influyen en la dureza, resistencia y corrosión (níquel, cobre, molibdeno y
aluminio) deben ser tratados con mucho cuidado porque también pueden influir seriamente
en la estructura de la matriz” (p. 93)
En el 2008; Varela, García y colaboradores experimentaron que “la resistencia al
desgaste de las muestras es mayor cuanto mayor es la dureza, siendo la muestra
templada la que presenta una mejor respuesta frente al desgaste abrasivo” (p. 297)
“La característica notable de esta aleación ferrosa nueva, es que partiendo de un hierro
nodular con buenos índices de calidad es posible obtener, mediante un tratamiento de
austempering, diferentes combinaciones de propiedades mecánicas en dependencia de la
temperatura de tratamiento” (Diez, Figueroa & colaboradores, 2008, p. 21)
Según Bastias, Hahn, Rubin y otros (1998) citados por Salvande y Dommarco (2000),
encontraron que “cuando se considera el desgaste por Fatiga de Contacto por Rodadura
(FCR), la presencia de los nódulos de grafito parece ser perjudicial, especialmente para
cargas elevadas” (p. 422)
Khruschov, en 1974, fue quien “encontró una relación lineal entre la dureza y la
resistencia al desgaste abrasivo de diferentes metales puros, un comportamiento similar que
también se encontró en aceros tratados térmicamente” (Sierra, Vélez & Herrera, 2002, p.
53)
En varias investigaciones, Castillo (1999), Zhou (2001), Chang (2004) y otros, citados
por Varela y colaboradores (2008) concluyeron que “la microestructura de las fundiciones
dúctiles influye de una manera determinante en su resistencia al desgaste abrasivo” (p. 294)
En el año 2014, Ordoñez y colaboradores en su investigación sobre la caracterización de
la capa de boruros formada durante la austenización de un hierro nodular austemperizado
afirman que:
El proceso de borurado consiste en saturar con boro a temperaturas altas, la
superficie de metales y aleaciones ferrosas, incluyéndose aquí los aceros al
carbono y aleados, así como los hierros fundidos con grafito nodular o laminar y
su objetivo fundamental es elevar la dureza superficial y la resistencia al
desgaste y a la corrosión (p.72)
Ordoñez y colaboradores en un estudio reciente (2014) concluyeron que:
La microdureza del recubrimiento de boruros de hierro depositados durante la
etapa de austenización del ADI es casi 3 veces superior a la del ADI
austemperizado sin recubrimiento, lo que se debe sin duda a la presencia de una
capa muy compacta de boruros de hierro sobre un núcleo tenaz de ausferrita
(p.78)
En el 2013, Urrestarazu, Sertucha, Suarez y colaboradores afirman que “en comparación
con la fundición laminar o gris, la formación y posterior crecimiento de los grafitos bajo la
forma esferoidal supone mejoras considerables en la carga de rotura, límite elástico y,
especialmente, en el alargamiento y la tenacidad del material” (p.325)
Urrestarazu y colaboradores (2013) concluyeron que “la utilización de moldes metálicos
es una metodología efectiva y alternativa para la fabricación de piezas de fundición
esferoidal con importantes requerimientos funcionales” (p. 338)