Autoridad Espiritual Manual Universidad 2

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en Teología AUTORIDAD ESPIRITUAL

Universidad Argentina 2

AUTORIDAD ESPIRITUAL

I N D I C E

I- Bases de la Autoridad Pág. 2

II- Concepción de la Autoridad Pág. 12

III- Principios de Obediencia Pág. 26

IV- Tres Áreas de la Autoridad Pág. 33

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Capítulo I

BASES DE LA AUTORIDAD 1.1. Bases de la Autoridad. La autoridad en este tiempo ha sido malentendida; ha sido relegada del lugar donde debe estar y permanecer. En estos tiempos los padres no tienen autoridad, muchos la han perdido para con sus hijos. El gobierno ha perdido su autoridad; en muchas partes se ve una pérdida muy grande de la autoridad. La base de la autoridad debe ser la compresión porque una autoridad sin comprensión se vuelve autoritarismo. Muchos líderes, aún cristianos, tratan de aplicar su autoridad delegada (exousia) en forma estricta, severa y entonces se convierte en autoritarismo. 1.2. Hay Tres Autoridades Fundamentales.

a) Autoridad de Cristo. b) Autoridad de la Palabra. c) Autoridad del creyente por respaldo Divino.

1.3. La Autoridad de Cristo. (San Lucas: 4:31-37)

Enseñar la Palabra de Dios y que ésta funcione o lleve frutos, en la propia vida o que impacte a otros, solamente es posible a través de la autoridad y el poder que vienen de parte de Dios.

En el pasaje de Lucas, las personas no se maravillaron de que el espíritu maligno había salido de la persona poseída, sino de que Jesucristo lo había sacado con autoridad y poder respetados por ese ser malévolo.

Esto nos obliga investigar acerca de: poder y autoridad.

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Poder en idioma griego es: “dunamis”. Que significa: habilidad, dinamita.

Es un poder para despertar una o muchas habilidades, para ejecutar planes, para accionar con palabras y hechos; es saber y es hacer. Así que Jesucristo está demostrando poder, conocimiento y está haciendo algo a través de ese poder.

Es un poder inherente que reside en la persona y se torna parte de su vida, no es algo que viene de vez en cuando, sino que radica y forma parte de la vida integral del sujeto.

Ese poder puede crecer a través de la oración, la fe, pero principalmente de la obediencia y de lo confiable que cada persona se vuelve para Dios, administrando la Gracia recibida con responsabilidad, seriedad y planificación. La segunda palabra que se menciona en el evangelio de Lucas es autoridad que en el idioma griego es: “exousia”. Esta palabra es interesante porque habla de autoridad delegada, es un derecho y un privilegio que una persona tiene por desempeños y constancia en sus labores y propósito.

En estos pasajes vemos que ellos estaban reconociendo que Jesucristo tenía una autoridad delegada, funcional y efectiva. Esta autoridad es el permiso que Dios le da al Hombre para accionar en su Nombre, el nombre de Dios equivale a su Rango, a su Posición, por lo cual quien lleva el nombre de Dios con autorización del mismo, puede sujetar cualquier cosa que se le mande hacer, ya que no hay mayor respaldo que ese. Lo maravilloso es que ese respaldo es accesible a todos nosotros, y a todos los que deciden creer y aceptar la voluntad y planes de Dios para sus vidas. “Dunamis” y “Exousia” fueron combinadas siempre durante el ministerio de Jesucristo.

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Este poder y esta autoridad, nunca lo dejaron. Fueron parte de Jesucristo. (Hechos 1.8- S. Lucas 10:19- S. Mateo 28:18- S. Mateo 9:8)

Una de las cosas que ellos primero reconocieron en Jesucristo fue su autoridad (exousia), algo que había sido delegado de parte de Dios. Desde el principio, desde la eternidad, Jesucristo fue investido de toda autoridad. Desde que estaba con el Padre y el Espíritu Santo, a Jesucristo le fue dada esa investidura y le fue dada esa autoridad. (Col. 1:19- Apocalipsis 5:12)

La autoridad de Jesucristo le fue conferida por el Padre.

Cuando yo me acerco a Jesucristo me estoy acercando a la autoridad y la plenitud de aquel que lo llena todo en todo. 1.3.1. ¿Que Autoridad le fue delegada a Jesucristo?

Hebreos 1:6, nos dice que en primer lugar le fue delegada autoridad sobre los ángeles. Hay sectas que dicen que Jesús es un ángel, esto es mentira porque al Padre le agradó que en Jesucristo habitase toda la plenitud de la Deidad. El es Dios mismo. (San Mateo 4- 5- Mateo 26:53- Lucas 22:43).

Jesús tiene autoridad sobre todos los ángeles, sobre todos ser creado.

Los ángeles fueron creados espíritus y los hombres almas vivientes. Jesucristo tiene autoridad sobre los espíritus y sobre almas vivientes también.

Jesucristo también tiene autoridad sobre principados y potestades. Hebreos 4:14 dice que Jesucristo traspasó los cielos.

La Biblia nos dice en Efesios 6 que hay principados y potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad viviendo en las regiones celestes. Jesucristo cuando murió, resucitó y llevó cautiva la cautividad y traspasó todas esas potestades y autoridades porque tenía una autoridad más grande.

No hubo poder que pudiera detener la autoridad de Jesucristo. En Colosenses dice la Escritura que él expuso públicamente a los principados y potestades, los exhibió públicamente en la cruz. (Col. 2:15).

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No había poder para retener a Jesucristo, ninguna fuerza angelical ni la maldad para detener la autoridad que tiene el Hijo de Dios.

Efesios 1:20-21; nos habla del alcance de la autoridad y el poder de Jesucristo.

Colosenses 1:18 nos dice que El tiene autoridad también sobre la iglesia: y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Jesús tiene la autoridad sobre la iglesia, no la tiene el hombre.

“A Jesucristo se le debe reconocer toda la autoridad y poder”.

La iglesia tiene que someterse a Jesucristo. 1.3.2. Autoridad para Salvar y Juzgar.

También hay una autoridad para salvar. (Hechos 4:12). También tiene la autoridad para juzgar, (Jn. 5:22-23).

El Padre le dio todo el juicio, toda la autoridad (Exousia) la delegó a Jesucristo.

El único que nos va a juzgar, cuando estemos delante de su presencia va a ser Jesucristo, el único que tiene el derecho para hacerlo.

En Hechos 17:23-31 vemos que San Pablo está dando un gran mensaje en Atenas.

Un día va a juzgar a las naciones, a los gobernantes, va a juzgar a cada uno de nosotros por los actos y hechos que hemos cometido. Un día vamos a estar delante de su tribunal, delante de su presencia, nos va a juzgar a los que hemos creído en El, no para condenación sino para salvación.

A unos dirá: “Venid benditos de mi Padre pero a otros aunque digan en tu Nombre echamos demonios, les dirá apartaos de mí, yo nunca les di autoridad delegada, nunca les di exousia”.

Toda autoridad le fue dada para juzgar.

Tener conocimiento de la autoridad de Cristo no sirve, lo único que sirve es la revelación dentro de tu corazón de esa autoridad.

Podemos leer libros, oír mensajes, tener un conocimiento grande, pero la realidad de las cosas es que la autoridad de Jesucristo se reconoce en la revelación interna dentro de tu corazón. San Pablo

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fue perseguidor de la iglesia, un día se enfrentó con la autoridad y ésta le cegó. Pablo tuvo una revelación interna de que Jesucristo era su Salvador y su autoridad. El Señor le había dicho vete a la calle tal y allí vas con Ananías, él va a imponer las manos sobre ti y vas a recuperar la vista. Pablo no preguntó ¿Quién es ese hermanito, qué autoridad tiene? Yo no lo conozco.

Él reconoció la autoridad de Jesucristo y se sometió a un hermanito que ni siquiera conocía. Esto nos enseña que San Pablo pudo reconocer la autoridad de Jesucristo y que la revelación de esa autoridad vino a su corazón.

Podemos decir, reconocemos la autoridad de Jesucristo pero de nada nos sirve; y no vamos a poder crecer, ni tener esa autoridad sobre enfermos, sobre espíritus inmundos, etc., hasta que no tengamos la revelación interna dentro del corazón, no en la mente, en el corazón. La revelación de Jesucristo es una de las cosas más importantes después de la salvación, porque hay personas que reciben la salvación pero nunca reconocen la autoridad y ni siquiera la de Jesucristo.

Si no tenemos un reconocimiento de su autoridad entonces nos va a ocurrir lo que a Satanás; él no quiso reconocer la autoridad de Dios y entonces empezó la rebelión dentro de su corazón.

Nuestra fe en la autoridad de Cristo debe ser un incentivo para la vida victoriosa. El concepto de la autoridad de Cristo debe ser una revelación en nuestro corazón para ver la derrota de Satanás y ver el poder de Dios. No podemos ver el poder de Dios hasta que no reconocemos autoridad. Si no has visto el poder de Dios, es porque eres rebelde dentro de tu corazón. 1.4. La Autoridad de la Palabra. (San Lucas 4:36) Las palabras de Jesucristo no sólo contenían la autoridad de Dios; no eran cualquier palabra, sino era poder, eran vida, energía, habilidad de Dios.

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Por eso dice la Biblia que Él hará juicio con el aliento de su boca. (Lc. 8:22-25).

Jesús se levantó y reprendió a los vientos y al mar. La Palabra de Jesucristo controlando los vientos y el mar. (Mt. 8:5-13).

El centurión le dijo que no era digno de que entrara en su casa pero que tan sólo dijera la palabra y su siervo sanaría.

Jesús se asombró por la fe de este hombre. Este hombre reconoció autoridad porque él también estaba bajo autoridad.

Jesucristo tenía tal exousia y dunamis que con tan sólo decir algo, se hacía.

No perdió el tiempo, en tres años hizo tantas cosas que dice Juan que si es escribieran, los libros no alcanzarían. Todas las cosas que habló sucedieron, todo lo que decía sucedía, lo tocaban y sucedía. (Mr. 2:11).

Hay una autoridad en la Palabra. Es importante el poder de la palabra y el poder que nos ha sido delegado. (Lc. 4:4).

La palabra de Dios es autoridad. (Jn. 7:44-46)

Algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos: y éstos les dijeron: “¿Porqué no le habéis traído?” Los alguaciles respondieron: “Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre”. Vemos que la palabra de Jesucristo tiene autoridad. (Jn. 14:10).

Hay personas que hablan de su propia cuenta pero cuando una persona habla con la autoridad de Jesucristo, con las palabras de El, lo que El ha mandado, entonces podemos decir verdaderamente que esa persona tiene autoridad, tiene un mensaje de Dios, Dios le ha dado algo. (Jn. 17:8).

Las mismas palabras que El Padre le dio a Jesucristo con esa autoridad en la palabra, son las mismas que hemos recibido. La Palabra es creativa, puede ser poderosa a través de tus labios.

La Palabra trae creatividad, puede hacer mucho. Cuando es de Dios, trae poder, habilidad y energía de Dios. (Mt. 12:37).

Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. “...cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón... que

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si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo.” (Rom. 10:8-9). 1- ¿Qué es lo que hablamos? 2- ¿Qué es lo que decimos y comentamos? 3- ¿Qué sale de ti? ¿La Palabra de Dios? 4- ¿Hablas la Palabra de Dios? (Pr. 18:21) 5- ¿Qué es lo que sale de tu boca? 6- ¿Qué confiesas en cuanto tu economía, tu enfermedad, tu

depresión, de tu problema en el hogar? ¿Qué confiesas? ¿De qué te estas llenando?

Hay poder en la Palabra de Dios. Tenemos que aprender y ser llenos para que la Palabra salga de nuestra boca. Si Jesucristo no hubiera hablado no hubiera hecho las cosas que hizo. Jesús vivió y ministró por medio del poder y la autoridad de la Palabra que el Padre le dio por eso la gente se maravillaba de su autoridad. ¿Cuáles son las palabras que el Padre te ha dado? Dice la Biblia que las mismas que Él le dio a Jesucristo son las que nos ha dado. Estas palabras nos han sido dadas y podemos hacer uso de ellas a través de la fe. A veces aceptamos mentalmente la autoridad de la Palabra de Dios, pero nuestro corazón no lo acepta. Mentalmente podemos aceptar muchas cosas pero ¿Cómo está nuestro corazón? Las aceptamos? Si titubeamos ante el reto, entonces vemos a tener una vida fracasada, una vida que vamos a vivir sin que Dios obre a través de la Palabra. ¿Cómo obtener esa autoridad? Cuando nos inclinamos con humildad ante la autoridad de Jesucristo a, la autoridad de su Palabra, entonces vamos a tener exousia y dunamis. La autoridad viene a través de la obediencia. Si no aprendemos a ser obedientes, nunca vamos a tener autoridad, el diablo siempre se va a estar riendo de nosotros, porque hay miles de pensamientos en nuestra

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cabeza que se levantan en rebelión en contra de Dios”... (2º Cor. 10:5-6). ¿Por qué la Palabra de Dios no obra en mí? Porque no aceptamos la autoridad de Dios, no reconocemos la autoridad de Jesucristo. No creemos a su Palabra. Lo que necesitamos hacer es recibir la Palabra, creerla y saber cual es nuestra autoridad de Jesucristo. - 1.5. La Autoridad de Cristo en el Creyente. (Efesios 1:3)

a) Los principados y potestades saben la bendición que tenemos en Jesucristo.

b) Yo soy una persona bendecida por Dios porque así me contempla el Señor.

c) Nuestra posición entonces como cristianos, como hijos de Dios, es una posición de privilegio donde El no ha puesto. (Romanos 15:39).

d) Pablo se sabía plenamente bendecido, así que cualquier lugar al que iba llegaba en plena abundancia de bendición con la gente. (Ef. 1:15-19 - 2:4-7).

e) Dios nos ve como personas que han resucitado juntamente con Jesucristo, como personas identificadas con Jesucristo en los lugares celestiales, identificados en su mente y en su resurrección.

f) El nos ve con la misma fuerza y autoridad de Jesucristo. g) Nuestra posición en Jesucristo es una identificación total de su

muerte, resurrección, exaltación. De una manera, debemos identificamos con Cristo. Hay personas que se sienten tan tristes tan maltratadas por los demás que no se dan cuenta de su identificación con el Señor Jesucristo.

h) Tenemos que considerar que somos un santuario interno, para reconocer que tenemos autoridad en Jesucristo, por nuestra identificación en El, Dios nos ha dado autoridad cuando nos identificamos con Él. .

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i) Cristo nos ha bendecido. Dios nos ha mandado a nuestro corazón el Espíritu de Cristo, tenemos el Espíritu del Hijo, del Rey, del Señor de Señores, no un débil, mediocre sino de la misma calidad y cualidad del Hijo de Dios. Jesucristo siempre estaba clamando queridísimo Padre, yo sé que tu siempre me escuchas. Tu tienes el mismo poder, la misma autoridad (exousia). (1º Cor. 6:17). No podemos pecar, andar fluctuando, porque somos un espíritu con Jesucristo. Si dañas tu santuario interno estarás dañando al Señor. No puede Dios delegar autoridad sobre una persona chismosa o rencorosa. (1º Jn. 4:4)...porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. (Jn. 1:16).

Tomamos de la plenitud de su amor, de su gozo, paz, ternura, de su fe, de esa plenitud, nos ha delegado toda su plenitud. Estas verdades por mucho tiempo han sido escondidas, la gente no se ha dado cuenta a lo que tiene en Jesús, lo que puede lograr a través de la autoridad delegada, de la exousia, del dunamis. Somos revestidos del pleno potencial de la vida de Jesucristo y podemos ser mejores cada día, cada día ser más llenos de él, cada día tomar de su plenitud. Esto quiere decir que vamos de poder en poder, vamos de conocimiento en conocimiento, de revelación en revelación, de victoria en victoria. En Rom. 8:17 somos herederos de la plenitud de su autoridad, de su poder, de todo lo que le pertenece, nosotros tenemos ahora autoridad exousia. (Jn. 17.48) ¿Cómo envió el Padre a Jesucristo? Lo mandó con poder y autoridad. El Señor nos envía ahora igual, con poder y autoridad. (2º Cor. 5:20). Tu eres un embajador y tienes autoridad delegada, poder para actuar en nombre de Jesucristo. Tenemos que hacer lo que el Rey nos ha mandado hacer: “Id y predicad” ¿Cómo vamos a ver la autoridad y el poder si nunca lo predicamos?

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Tenemos el privilegio y debemos ejercer nuestra identidad con el Señor Jesús. (Lc. 10:19) “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” (Gn. 3:15). Si Jesucristo ya aplastó la cabeza de la serpiente y nos hemos identificado con El, también nosotros lo hemos hecho. (Rom. 16:20) “Dios va aplastar a Satanás, cuando nosotros nos identifiquemos con el Señor Jesucristo. (Sal. 91:13)” Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón.” Dios nos ha dado autoridad, debemos identificamos con Jesucristo, unámonos a Él y entonces podremos ejercer la autoridad y el poder que Él nos ha delegado. De su plenitud tomamos todos, Jesucristo tiene autoridad delegada.

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Capítulo II CONCEPCIÓN DE LA AUTORIDAD

Objetivo Especifico. Al terminar la clase los alumnos aceptarán que la autoridad debe basarse en la comprensión y que funciona por medio de la obediencia. Introducción. La autoridad llega a ser un problema cuando no está basada en la comprensión de un pueblo, de una nación o de un hogar. El objetivo de la autoridad es recuperar al pecador. 2.1. La Autoridad de Jesucristo. (Mt. 21:18-27)

Los principales estaban indignados porque Jesús tenía la autoridad que le había sido delegada.

Jesucristo no había nacido de la tribu de Leví y no se le había derechos para tener el ministerio sacerdotal, por eso le preguntaban que con qué autoridad venía al templo y quitaba a los cambistas (era el negocio de los sacerdotes), estaban indignados por la autoridad que representaba.

Muchas personas se indignan por la autoridad que tienen otros y los critican, ¿Quién es ese que está al frente?, decimos, yo se mas que él, tengo mas experiencia de la vida, soy anciano, yo me lo merezco mas, etc., si piensas así no merece la autoridad.

La autoridad de Jesucristo iba creciendo, iba siendo aumentada en una manera extraordinaria. ¿Cómo utilizó Jesucristo la autoridad y cómo debemos hacerlo nosotros también? (Jn. 6:14-15)

Jesús no quiso que lo coronaran rey porque Él estaba utilizando la autoridad para servir a la gente.

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El vino a servir, no vino a que lo coronaran como rey, que le pusieran una corona hermosísima, (la única corona que vino a tener fue la de espinas sobre su cabeza).

Él rehusó esa corona y empezó a establecer un ejemplo para todos aquellos que seguimos a Jesucristo, para los que quieren servir, para los dirigentes.

El único deseo de Jesús era dar su vida en amor por las personas. De esa forma su autoridad fue creciendo. (Mt. 20:25)

¿Quieres ser el primero; en tener autoridad?, aprende a servir, que te conozcan como servidor, (v.28) “como el Hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

¿Cómo fue que ejerció su autoridad?, cuando se encontraba a un enfermo ejercía autoridad sobre la enfermedad, cuando se encontraba un pecador ejercía autoridad sobre el pecado, etc. pero no se enseñoreaba de ellos. La verdadera autoridad radica en el servicio que demos a los demás.

Jesucristo ejercía su autoridad sobre los muertos, controlaba lo que era perjudicial para la gente, es algo que tenemos que hacer, tomar autoridad sobre aquello que es perjudicial para la gente.

Jesucristo no hacía las cosas para tener una corona, solo las hacía porque deseaba servir y esa debe ser la actitud del cristiano. (Ap. 4)

La autoridad radica en que seamos capaces de echar las coronas a los pies del Cordero de Dios, porque solamente Él es digno. Si pensamos que tenemos alguna aureola de santidad y estamos sirviendo, es mejor que reconozcamos que todo don nos ha sido otorgado.

Por tanto, todo lo que hagamos para el Señor, sea enseñar, compartir, evangelizar, etc., lo tenemos que hacer para su honra y todos los halagos y reconocimientos que recibamos por nuestro trabajo esas alabanzas, debemos ponerlas a los pies de Jesucristo.

Todas las coronas tienen que estar a sus pies y aún nosotros postradas ante El como lo hacen los 24 ancianos día y noche.

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Pablo, el incansable apóstol de los gentiles, en sus muchos viajes: Asia, España, Roma, debe haber recibido muchos halagos pero él nos enseña en todas sus epístolas a dar la gloria y honra, a Aquel que es digno de recibirla, al Único y Sabio Dios. 2.2. La Autoridad Radica en el Amor. (Jn. 8:3-11)

La actitud sacerdotal, farisaica, fue de condenar y juzgar.

La autoridad radica en el amor hacia los hombres; es curar a los demás y levantarles.

El que quiera ser grande y crecer en autoridad necesita aprender a servir a los demás. Hay gente que sólo quiere posición, pero no quiere servir. 2.3. La Autoridad se Acrecienta en la Medida que Obedecemos (San Juan 4:34)

a) Debemos aprender la obediencia a su autoridad; si no puedes comprender esto de la autoridad es difícil que como esposo te sometas a Cristo, o la esposa o los hijos o los padres, o el gobernado al gobierno.

b) Cuando verdaderamente podemos aprender la obediencia a la autoridad y comprenderla, entonces es fácil someterse a la que Dios ha impuesto. Después de ser salvados, de conocer al Señor Jesucristo una de las cosas que debemos tener como revelación es el concepto de autoridad. Si no aprendemos el concepto de autoridad y la obediencia a ellas entonces vamos a fracasar en nuestra vida. (Mt. 8:5-13)

c) Pocas veces se menciona que Jesucristo se maravilló de algo. Jesús no se maravilló ni de Pedro, ni de Juan, sino de este centurión porque le dijo: “Yo soy hombre puesto bajo autoridad y tengo bajo mis órdenes soldados y me obedecen”. Él reconoció estar bajo autoridad.

d) Tu Fe no va a poder acrecentarse mientras no aprendas a obedecer. Este hombre dijo yo también soy puesto bajo obediencia, yo también he aprendido a obedecer. Nuestra autoridad se va a acrecentar en la medida de nuestra

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obediencia, nuestra fe se va a aumentar en la medida en que nosotros obedezcamos al Señor también; la fe no solo viene por el oír sino también por nuestra obediencia porque la obediencia es la respuesta de la fe.

e) En el momento en que te enfrentas con la autoridad de Cristo, vas a empezar a obedecer y a crecer en fe y no te va a costar trabajo hacerlo. Tenemos que reconocer el principio de la obediencia, el principio de estar bajo autoridad.

f) Es muy importante que tengamos un espíritu de obediencia. Hay personas que tienen un espíritu de rebelión tremendo.

g) Cuando ejercitamos la obediencia, no nos vamos a sentir obligados. Dice Jesucristo: “Aprende de mí que soy manso y humilde de corazón”. Él aprendió la obediencia.

h) Hay algunos que aprenden la obediencia pero no a ejercer la autoridad, hay personas que son tan obedientes, pero cuando les das algo que hagan se vuelven monarcas. Una vez que tienen alguna autoridad no saben ejercerla. Esto es un peligro, es tan peligroso no obedecer como no saber ejercer la autoridad porque entonces se vuelve autoritarismo.

i) Si queremos estar sentados en el reino de los cielos, con los grandes patriarcas, debemos aprender a no ser autoritarios, no enseñorearnos de otros y aprender a servir. Esto es un principio bíblico. (1º Sam. 15:10-24)

¿Por qué desechó el Señor a Saúl?

1- Por desobedecer. 2- Los sacrificios que aquí menciona la Escritura, era

ofrendas de olor grato, ofrecidos para la aceptación y satisfacción de Dios ¿Por qué no aceptó Dios estas ofrendas si eran ofrecidas a El para su satisfacción y aceptación? Por la obstinación de Saúl; le gustaba hacer las cosas como él creía que estaban bien.

3- Además dice que escuchó a la gente y le temió. Obedeció más el pueblo que a Dios. Tenemos que poner en primer

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lugar a quien obedecemos, Jesús dijo: “Mi comida es hacer la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.

4- Saben lo que sucedió en Guyana? La gente se suicidó porque obedecieron a un hombre y no a Dios. Es el problema con la gente que obedece más a los hombres que a la Palabra de Dios. Obedecen más lo que el líder religioso les dice y no lo que Dios les dice. (Lc. 22:39-42)

5- Podemos estar orando diciéndole a Dios muchas cosas, pidiéndole para nuestras necesidades, pero si somos unos desobedientes como hijos, como esposas, como hombres, como cabezas de hogar, dios no va a responder a nuestras oraciones. La mejor oración es hacer la voluntad de Dios. Jesucristo escogió aquí obedecer.

6- Muchos dicen que El no quería ir a la cruz, eso no es cierto. Lo que Él estaba diciendo es que insistía en obedecer a Dios. Tres horas pasó El en agonía insistiendo obededer a Dios. Si nosotros pasáramos por lo menos media hora insistiéndole a Dios “Señor yo quiero ser obediente ante ti”, habría éxito en nuestra vida. Porque la obediencia trae bendición”.

El ejemplo del Señor Jesucristo fue la obediencia; nos enseñó a sometemos a la voluntad de Dios y a la autoridad de Dios.

La Biblia dice en Juan 18:11. Él sabía que copa había de beber en la cruz. No dijo Señor quítame esta copa, al contrario Él dijo: “Yo tengo que ir a la cruz, a morir”.

Él aprendió la obediencia y aquí está sosteniendo la supremacía de la autoridad de Dios; él obedeció. Como vimos al principio, la gente vio que la autoridad de Jesucristo radicaba en el servicio, era una autoridad delegada y conforme Él iba creciendo su autoridad iba creciendo. Servir a Dios fue el propósito de Jesucristo.

Si queremos servir a Dios tenemos que cumplir Su propósito para nuestra vida.

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Eso significa que cuando decidimos para nuestra vida. Eso significa que cuando decidimos no obedecer como Saúl, estamos derrocando a Dios de su trono.

Pablo perseguía a los cristianos, los criticaba, los llegó a matar, consistió con la muerte de Esteban, pero cuando se cayó en el camino a Damasco porque se enfrentó con Jesucristo y Elle dijo: “Dura cosa es dar coses contra el aguijón, contra mi autoridad” Y Pablo le contestó: “Qué quieres que haga Señor”.

El se enfrentó con su Salvador y la autoridad Dios y desde allí fue su siervo obediente. Antes de pedir trabajar para Dios tenemos que ser derrocados por su autoridad. Muchos quieren servir a Dios pero si no derrocamos nuestro trono, de yo, cómo va a poder El bendecirte y ayudarte?. 2.4. El Hijo Honra al Padre. (Hebreos 5:5)

1- Nunca se glorificó a sí mismo sino Dios le dijo: “Tu eres mi Hijo”. Deja que Dios sea el que nos suba, el que nos levante en autoridad, no seamos nosotros los que nos glorifiquemos, aprendamos de Jesús.

2- “Si queremos ejercer en autoridad en el reino espiritual y natural, tenemos que aprender la obediencia”. Jesucristo mismo aprendió la obediencia.

3- Si somos empleados y no aprendemos a obedecer, no podemos tener autoridad sobre principados y potestades, sobre las huestes espirituales de maldad de este siglo, contra gobernantes de las tinieblas. ¿Queremos tener autoridad y crecer en ella? Aprendamos a obedecer. Jesucristo aprendió la obediencia y cuando mas servía y obedecía, su autoridad iba en aumento. Si un padre tiene un hijo obediente a este lo va a dejar a cargo de todo si tiene que salir de viaje.

4- Mientras más aprendamos la obediencia, el servicio y tengamos una actitud humilde, no de monarcas, sino de arrojar nuestras coronas a los pies del Cordero, y tengamos la concepción de la autoridad, creceremos en ella. Conocer la

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autoridad y aprender la obediencia es un rasgo característico de los siervos de Dios, de aquellos que quieren servir al Rey de Reyes y Señor de Señores.

5- Cristo aprendió la obediencia y nosotros, ¿seguiremos siendo obstinados, desobedientes? “No se complace el Señor en sacrificios ni holocaustos sino en obediencia”.

6- Si aprendemos a sometemos a la autoridad en el lugar, en el trabajo y en la congregación, cumpliendo el mandamiento de Dios (Ef. 5:1-7) recibiremos bendición.

La Obediencia, el secreto de la autoridad Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia. Hebreos 5:7-8. Aprendemos:

a) Podemos hacer en la vida muchas inversiones en vano, trabajar mucho y no hacer nada.

b) El activismo no es señal de éxito, este es un error del cual no podemos darnos el lujo dar. Según la escritura leída podemos comenzar diciendo que la obediencia produce autoridad. Vemos que Cristo clamaba peticiones sobre su vida en la tierra a quien podía librarle, Heb. 5:5-6. Lo curioso es que Cristo hacía oraciones no para ser librado del problema si no para encarar la situación, y es en esto donde debe haber urgente un cambio en nuestra mente, es decir buscar el ser dotados de lo necesario para hacer la misión y no ser librados de la misma. Podemos adelantar que esto no es ni sencillo, ni normal, Cristo Según Fil. 2:8 dice: Y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciйndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

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Esto nos sirve para entender que Jesús todo lo que hizo en la tierra lo hizo en condición de hombre, ya que: 1) Dios no clamaría a Dios. 2) Dios no puede ser ungido y Cristo fue ungido. Entonces pues podemos deducir que Jesús aprendió obediencia por que antes de aprenderla no la tenía, aunque este pensamiento no nos cae bien al comienzo pero es necesaria para nuestra madurez. Una máxima para este punto seria que: LA OBEDIENCIA SE APRENDE Y NO ES UN DON DE DIOS. Todas las pruebas que tenemos en la vida sirven para tener éxito, pero la desobediencia tiene consecuencias, y esto es inevitable. La obediencia aprendida por Jesús, v 9, es el producto de sus padecimientos que perfeccionó y le otorgó una posición. Veamos los dos tipos de perfección. I- Perfección inocente. Esto se pude aplicar a Adбn, cuando el fue creado era perfecto en inocencia, cuando esa perfección fue puesta a prueba este falló. II- Perfección comprobada. Esto se entiende desde el punto de Cristo. El fue creado en inocencia, pero al ser probado no falló. Cuando la perfección de Jesús fue probada en obediencia es allí que se convierte en fuente de salvación, cuando el Señor nació vino a ser el salvador pero aun no lo era hasta que fue perfeccionado, por eso fue designado por Dios a ser sacerdote.

Cuando vemos a Cristo en la carne podemos deducir que nosotros podemos desarrollar un nivel obediencia de cual desatará

una unción y autoridad a la altura de Cristo. En Hebreos 1: 1-5, nos relata de lo que ya ha conquistado Cristo, y la palabra para resaltar es en V 4, "Hecho", no nos habla del nacimiento

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de Maria, si no que cuando consigue la posición que ha venido a buscar, el Padre le da toda esa potestad llenбndolo todo por la obediencia. Para lograr esto tuvo que vencer al enemigo en todas las áreas de su vida. Para convertirnos en hijos de Dios debemos poseer nuestro destino, es decir podemos nacer de nuevo, pero eso significa que tenemos el potencial de ser hechos hijos de Dios. San Juan 1:12. "Ser Hechos", esto es digno de destacar que los que le reciben tienen ese privilegio, pero hay una basta diferencia entre ser ricos y herederos, esta es la palabra aquí "potestad", alguien que tiene derechos adquiridos. Cristo aprende obediencia pues no nació con ella y como todo ser humano tenia que sujetarse y cuando llega a la edad de 30 años antes de cruzar el Jordбn se oye una voz del cielo que decreta: Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia. *Lo cual indica que Jesús obedeció en su vida natural, y nada ministerial. *No es el ministerio lo que da unción, es la obediencia lo que produce autoridad. No es la palabra lo que da autoridad si no el cumplimiento y la sumisión a ella, el dijo: No solo de pan vive el hombre y no comió pan. La sinceridad no vence a Satanás, tampoco el deseo de vencerlo, el diablo solo respeta autoridad, podemos ser sinceros y estar sinceramente equivocados, la sumisión de Satanás es solamente autoridad obtenida por sumisión a Dios. Cuando las personas no se someten a nadie, esto es a personas con autoridad de Dios no estбn habilitadas para la guerra espiritual.

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Todo lo que Cristo sufrió se convirtió en una posibilidad de acumular obediencia y no acumular quejas.

Cada oportunidad de sufrimiento se CONVIRTIÓ en una OPORTUNIDAD PARA OBEDIENCIA, ENTONCES EL CONSEJO ES: EN CADA PRUEBA HAY UNA POSIBILIDAD DE GRADUARNOS.

Todos sufrimos en la vida de una u otra manera pero no todos aprenden obediencia, de manera que luego volvemos a sufrir por lo mismo. No podemos ignorar la consecuencia de la desobediencia, si caminamos por el techo de nuestra casa ignorando que en algún lado se termina y nos caemos al piso dбndonos un gran golpe y luego nos preguntamos: Señor ¿Por qué? Yo no sabía. Dios nos responde: Lo siento mucho la ley de gravedad sigue funcionando pese a tu ignorancia.

Recordemos siempre: Ignorancia no cancela la consecuencia de desobediencia.

Dios siempre quiso una relación de obediencia, tanto ángeles como hombres fracasamos en este intento, pero Dios no cuenta las veces que caemos si no cuantas veces nos levantamos. Si hay pues posibilidades de triunfar en esta vida depende en gran parte de nuestra decisión, esas posibilidades descansan en darle a Dios el lugar de ser el Señor en nuestras vidas, sin este Señor nunca llegaremos a su santa y soberana vocación, el Espíritu debe ser Señor de nuestra vida, no solo salvador, por lo tanto debemos de dejar de tomar los mensajes que oímos en la Iglesia como sugerencias y que comiencen a determinar el rumbo de nuestra vida.

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Él tiene que ser: *Señor de tu vida. *Señor de tu hogar. *Señor de tu trabajo. *Señor de tu dinero. *Señor de tu Tiempo. *Señor de tus acciones. Muchas personas vienen buscando compasión en los lideres de la Iglesia, pero en realidad lo que vienen a buscar es que le pasen las manos y le digan que lo que están haciendo está bien, ya se les ha dicho que hacer, pero como no le gustó lo que se le dijo busca a otro que le diga lo que ellos quieren.

Solo obediencia genera autoridad.

Cuando usted camina en esta dimensión puede hollar serpientes y escorpiones por la autoridad que genera la obediencia y no necesita la mucha oración para ser libres de situaciones de la vida. Debemos venir a las reuniones para ser informados y disponernos a cambiar o alinearnos a la voluntad de Dios. Nosotros si somos obedientes a Dios podemos convertirnos en fuente de bendición para otros, pero como lo vamos a ser si nos pasamos la vida pidiendo ayuda.

No podemos bendecir nuestra casa o nación si nos pasamos orando solo por nosotros, necesitamos ser obediente para que cuando vengamos a la Iglesia

sea para irnos mas elevados en nuestra relación con Dios. La Biblia dice: Por la desobediencia de uno los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Rom. 5:19.

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Muchas personas se ofenden por que creen que los pastores no le dan la importancia a sus problemas como quisieran que se les dé, algunos se enojan y se toman horas contando el problema y uno tiene que mirarlos a veces sin saber como decirles sin que se ofendan que uno también tiene problemas y el pastor tiene algunos problemas mayores que el de ellos por que la unción mientras mas grande es mas problemas trae pero es allí donde se debe de establecer el verdadero mensaje del evangelio. Si usted viene para que yo ore por sus necesidades lógicamente que eso va ayudar por que es bíblico y Dios no se equivoca, pero el problema no cambio de raíz, por que los problemas se disuelven por autoridad de Dios y esa autoridad viene por obediencia y es entonces que el que tiene que obedecer a Dios es usted.

Algunos le dicen a los predicadores que le den lo que Dios le ha dado a ellos, pero eso es ridículo, lo que quieras de Dios debes de edificarlo en la

obediencia a su palabra. Máxima:

Dificultades que no venzas, será dificultad que DEBES RENDIR

NUEVAMENTE. Muchos dicen!,Como hace este predicador para saber lo que sabe?, esa pregunta tiene una respuesta sencilla!, hace lo que tiene que hacer en el tiempo que lo debe hacer. La bendición de Dios nunca califica por la necesidad, a Dios no lo mueve eso si no por su obediencia. En esta parte debo ser sincero en una explicación bíblica reveladora, y es lo siguiente: *CRISTO DURANTE SU VIDA TERRENAL PASO AL LADO DE MILES DE

SUFRIDOS QUE NUNCA AYUDÓ, *HERIDOS QUE NO SANÓ, *POBRES QUE NO LIBERTÓ,

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*COLONIAS DE LEPROSOS QUE NO VISITÓ. Recordemos pues que Bartimeo tuvo que gritar, la mujer del flujo de sangre tuvo que contender, en el estanque de Betesda muchos se quedaron sin ser sanos, en una oportunidad Cristo estaba en un culto de milagros en casa de un hermano y al ver una multitud de necesitados se va por la puerta de atrás y se va al otro lado si solucionarles el problema. ¿Por que sucede esto?, por que la necesidad no hace a la bendición. El propósito eterno de Dios no es bendecirte, si no que la bendición de Dios es un resultado de la obediencia. Esta Iglesia no es el resultado de la casualidad, no es el gusto de un hombre, es la suma de cosas que comienzan por la mente de Dios y la suma de actitudes y acciones de personas que han hecho lo que tenían que hacer para que ahora sucediera lo que tiene que suceder. La bendición de Dios nunca llega si no tenemos iniciativa, muchas veces cuando aun no había alcanzado la madurez le transfería a la gente lo que Dios me revelaba, pero veía que la gente se quedaba esperando que eso sucediera y lo usaban como escudo y me di cuenta que hacía mas mal que bien, entonces ahora espero que la gente madure y me guardo esa palabra solo para los maduros.

Dios pude querer muchas cosas para nosotros, y sin lugar a dudas lo ha dicho pero somos nosotros los que tropezamos con nuestro

destino, pues tiempo y ocasión le suceden a todo, sal de esta reunión tropezando con tu destino y hazlo obedeciendo

a Dios para que se cumpla en ti todo lo bueno que la Biblia y Dios dicen de ti.

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El amor de Dios no es suficiente para que nuestra vida sea cambiada, esto lo podemos ver si leemos San Juan 3:16; 2º Pedro 3:9, sin embargo hay gente que se pierde todos los días y muchos no son librados, esto tiene una explicación, y es que para que el amor de Dios sea activado necesita lo siguiente: Efesios 2:8, Por que por gracia sois salvo, por medio de la fe. Es la combinación de "gracia" y "Fe", esto es una convicción interna que manifiesta lo esperado. Es actuar como si lo es cuando no lo es por que en realidad si lo es. La fe manifiesta la esperanza. Romanos 4:13-16. Si no por la justicia de la fe. La fe es obedecer lo que se ha dicho y no pensar en lo que se ha dicho durante 2 días. Volvamos a nuestro hogares y hagamos un inventario de donde estoy y en lo que debería de estar, comienza a trazar estrategias de los mensajes que has oído y decide a ser obediente en бreas de tu vida donde hay debilidad. 2º Cor. 10:3. Aunque andamos en la carne no militamos según la carne. Esto indica que las armas de Dios sirven para destruir esas fortalezas de nuestra mente que usted defiende vigorosamente y quizбs es lo que lo esta destruyendo si usted no las derriba de su mente impiden que entienda la palabra de Dios, si usted se protege con sus fortaleza no podrá obedecer. Las armas de Dios tienen ese poder cuando vuestra obediencia sea perfecta; según el v. 6. En otras palabras, ninguna arma funciona si primero no funciona en ti, si no te corta a ti, no puede cortar a nadie ni si quiera al enemigo, la palabra tiene que entrar en ti para luego salir. Aprenda por las circunstancias de la vida y ya no sufra más esas mismas situaciones y así como Cristo seamos por la obediencia tierra de bendición para nuestra familia y todo lo que nos rodea.

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Capítulo III PRINCIPIOS DE OBEDIENCIA

Objetivo Especifico. Al terminar la clase los alumnos identificarán los principios de la obediencia y los pondrán en práctica en sus vidas. 3.1 La Obediencia (Mt. 8:5-13 - Heb. 11:8)

Aquí vemos un principio, fuimos llamados para obedecer.

Cuando somos llamados por el Señor Jesucristo a ser sus hijos y siervos para obedecer, Dios no quiere que nos quedemos siempre siendo únicamente hijos con la leche y el biberón, sino que podamos crecer, ser fieles y servirle.

A Abraham se le considera padre de multitudes, padre de la fe porque tuvo como principio obedecer a Dios. Mientras el se mantuvo en obediencia a Dios y sujeto bajo su autoridad, Dios le bendijo, fue un hombre riquísimo, tenía muchísimos siervos, fue padre de muchedumbre.

No importaba lo que Dios le pidiera, El podía confiar que Abraham iba a obedecer. (Gn. 22:1-14)

1- ¿Puede Dios confiar en nosotros? 2- ¿Si Dios pide algo obedecemos? 3- ¿Tendremos esa misma actitud de Abraham?

No era fácil, tendría más de cien años Abraham, y tomó al muchacho para ofrecerlo en holocausto; tomó el cuchillo para sacrificarlo. Abraham va a tener autoridad en el reino de Dios. Muchas personas son salvas, hablan en lenguas, pero no aprenden la obediencia, no aprenden a obedecer a Dios. (Mt 8:11)

Dios lo que desea de ti es obediencia porque quiere entregar autoridad a la gente obediente.

No va a entregar autoridad a gente desobediente.

Abraham fue llamado para obedecer. Le dijo el Señor “entrégame a tu hijo”, y le respondió. “Si Señor, he esperado mucho tiempo por él, pero aquí está yo te lo entrego en sacrificio”. (Gn. 22: 7-10)

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Vemos aquí la obediencia de Isaac, no le dijo: “No papá, ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué lo haces, adónde me llevas? ¡Me tienes que explicar! Isaac es un tipo de Cristo, obediente hasta la muerte.

1- Por eso Isaac va a estar sentado con todos los obedientes. 2- Todos aquellos que quieren seguir al Señor a los que se les ha

dado autoridad, van a estar sentados con los patriarcas, porque aprendieron la obediencia. Abraham, obedeció a Dios.

3- Isaac como un tipo de Cristo obedeciendo hasta la muerte, aún viendo el cuchillo allí.

4- Solamente los obedientes van a estar en el reino de los cielos, no los desobedientes. La rebelión no va a estar en el reino de los cielos. Fueron gente desobediente, gente que nunca se sometió a la autoridad, no reconoció autoridad, nunca fueron derrocados por la autoridad de Dios. (Gn. 26:1-5)

5- Isaac tuvo bendición porque Abraham reconoció la autoridad de Dios. Tenemos que aprender obediencia si queremos que nuestro hijos sean obedientes. En este tiempo hay tantos hijos rebeldes, tantas esposas rebeldes, tantos hombres rebeldes a la autoridad de Cristo, tanta gente a la sociedad, al gobierno, a todo, Dios quiere que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Jesucristo, siempre obediente. (v.12)

6- A veces no tenemos prosperidad porque no obedecemos, no aprendemos a obedecer a Dios, no queremos obedecer a nadie. Tenemos que aprender este principio de obediencia. (v.13)

7- Solamente la gente que aprende a obedecer llega a ser una persona que puede manejar grandes sumas de dinero para el bien de la obra de Dios, no para su provecho, Isaac tuvo autoridad, reconocieron la autoridad en Isaac en todas las áreas, porque fue una persona obediente, un tipo de Jesucristo. (v.14)

8- “Hay personas que van a envidiar a los siervos de Dios, si es que son obedientes. Cuando obedecemos al Señor, El va a bendecimos hasta el ciento por uno.

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3.2 Ejemplos de obediencia

Jacob era lleno de astucias, mentiroso, deseos diferentes a los de Dios, ratero, suplantador y mientras fue eso tuvo que salir del hogar, hasta que Dios le tocó el tendón, y tuvo que cojear todo el tiempo. Pero Jacob tuvo que aprender a ser obediente.

Durante 14 años trabajó con su suegro por Raquel, tuvo que sufrir, pero llegó un momento en su vida que tuvo que rendirse a la voluntad de Dios. Tarde o temprano nos vamos a tener que rendir a la voluntad de Dios, porque no podemos más que su autoridad.

Tarde o temprano vamos a tener que caer de rodillas. Tal vez tengamos que cojear, entrar cojo al reino de los cielos, pero vamos a entrar, si aprendemos a sometemos a la voluntad de Dios.

Hay personas que tienen consecuencias grandes y terribles en sus vidas pero no aprenden a someterse a la voluntad de Dios.

Jacob creía que por su habilidad de engañador y mentiroso podía ayudarle a Dios y hacer las cosas como a él le parecieron, pero tuvo un momento de enfrentamiento con la autoridad de Dios y cuando cayó ante ella, cuando luchó con el ángel una noche, tuvo que reconocer que él tenía que someterse a Dios. Por eso fue llamado allí Príncipe de Dios. Cuando nos rendimos a la voluntad de Dios entonces El va a obrar en nosotros y nos va a llamar Príncipes.

Tal vez nosotros, como Jacob hemos administrado nuestra propia vida por mucho tiempo, pero no lo hemos hecho según Dios. Hay gente que le cuesta trabajo abandonar cosas en su vida.

Siempre tenemos que estar dispuestos a lo que Dios ponga en el corazón, obedecerle al Señor. Hacer lo que el ponga en nuestro corazón.

Si no lo pone en nuestro corazón es mejor detenemos porque entonces podemos obstruir los planes del Señor. Si nos atrevemos a estorbar su obra, El la va a llevar a cabo aunque la estorbemos, como en el caso de Jacob.

Fuera del hogar, catorce años trabajando para el suegro, con una mujer que no quería y una vida desastrosa.

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La vida eterna no es un juego de niños es para aquellos en quienes Dios ha cumplido en realidad sus sublimes ideales. (Heb. 5:7-8) Jesucristo tuvo que aprender la obediencia aunque era Hijo de Dios. Muchas veces creemos que Jesucristo ya traía en sí la obediencia, pero la tuvo que aprender. ¿Por qué el Padre es mayor que Jesucristo?

1- El Padre es Dios, Jesús es Dios, el Espíritu Santo es Dios, pero por qué el se sometió voluntariamente a la autoridad del Padre.

2- La Escritura dice que Jesucristo fue inmolado desde antes de la fundación del mundo. Desde antes era el Cordero de Dios, ya había dado su vida por nosotros, porque El lo había previsto así, pero tenía que demostrar que si había una persona que era obediente a Dios por eso escogió no aferrarse a ser igual a Dios sino humillarse, tomar la forma de siervo y ser obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

3- La clave está en la obediencia, Jesucristo demostró que podía haber obediencia; él, siendo hombre, corría el riesgo de no regresar nunca a la gloria con su poder si no decidía someterse a la voluntad el Padre. Jesús se despojó de su gloria y su poder, de su autoridad, de la forma de su divinidad.

4- A Jesucristo se le conoce a través de revelación. Hay gente que lo quiere conocer a través de la mente, pero a Jesucristo sólo se le conoce a través de revelación. Vemos que Jesucristo adopta la obediencia.

3.3 Cristo es Principio de Obediencia

Jesucristo es el principio de obediencia.

En el vemos la obediencia.

Jesucristo tuvo autoridad como hombre y Dios porque tuvo un principio: obedecer.

Si Jesucristo vive en nosotros entonces tenemos que estar llenos de obediencia.

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Si no aprendemos este principio, este concepto, o no adoptamos la obediencia como nuestra, nunca vamos a tener autoridad ni en el reino espiritual ni en ningún área.

No podemos manejar autoridad si no aprendemos primero a obedecer. Después de la salvación no hay nada más importante como la obediencia.

Es la clave del éxito para los siervos, para el crecimiento espiritual. En ese principio es que vamos a poder servir a Dios, en el principio de la obediencia y sujeción al Padre Celestial, al Rey de Reyes, Señor de Señores. La abundancia de la salvación viene a través de la obediencia.

Si somos hijos que no han aprendido a obedecer, la abundancia de la salvación no vendrá a nuestras vidas.

Si somos desobedientes, va a radicar en nosotros el principio del diablo, de la rebelión.

Si una mujer no se sujeta a su esposo o un esposo no trata a su esposa como debe de ser, como Cristo lo dice, hay un principio de rebelión. Pero cuando Cristo entra en la vida y empieza a transformar a la persona, entonces Dios obra de una forma maravillosa.

El hombre muchas veces cree que por la autoridad que Dios le ha dado puede pisotear a su esposa. Dice la Escritura que el hombre debe amar y respetar a su esposa, debe tratarla bien, si no la esposa no tiene por qué sujetarse al esposo.

Hay un principio de rebelión que es muy grande. Si aprendemos a obedecer no va a ser difícil como gobernados, ni dentro del matrimonio, ni como hijos, ni en la iglesia.

Muchas veces cuando una persona acaba de recibir a Jesucristo o el bautismo en el Espíritu Santo no reflexiona si actúa bien o mal, solamente quieren hacer algo, pero debe orar para conocer la voluntad de Dios y obedecerla. (Gn. 9:20-27)

Menciona tres veces Canaán iba a ser un esclavo, un siervo. Pero bendiciones para Sem, que es donde desciende Jesucristo y

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bendiciones para Jafet, que es de donde provienen todos los pueblos que pueden compartir libremente de Jesucristo. ¿Por qué Canaán fue maldito? Porque cuando uno tiene un padre es una autoridad constituida por Dios en el hogar, no por el hombre, sino puesta por Dios en el hogar.

Muchas veces va a suceder que la carne se va a deleitar en ver un defecto de la autoridad. Dios a través del padre está poniendo restricciones.

Cuando desobedeces vas a empezar a deleitarte a ti mismo viendo defectos de la autoridad puesta por Dios. El pecado de Cam fue que se deleitó al ver un defecto en su padre, la autoridad de Dios había puesto sobre él, fue un error de su padre el embriagarse, pero eso no le daba lugar para que no le respetara.

No procuró cubrir la falta de su padre, debió haberse quedado callado, tomar sus vestiduras y entrar como sus hermanos. 3.4 Principio de Rebelión.

Este es el principio de rebelión; cuando empiezas a criticar a la autoridad y decir algo en contra de ella.

Ya no puedes tener el carácter de Cristo porque en vez del principio de obediencia, tienes el de rebelión, el principio del diablo que se rebeló en contra de la autoridad de Dios.

Cuando empezamos a criticar la autoridad que está puesta sobre nosotros podemos caer en el principio de rebelión y de llevar su germen a causarnos problemas en nuestras vidas y caer en esclavitud. Cam fue esclavo de Sem y Jafet, su siervo.

Cuando no reconocemos la autoridad puesta sobre nosotros entonces vamos a ser esclavos de nuestras pasiones, siervos de siervos y nunca vamos a ser levantados como Dios quiere, como cabeza y no como cola.

Esto es duro, pero silo aprendemos y empezamos a obedecer a Dios, El va a obrar en nosotros de una manera tremenda.

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En el principio de obediencia radica el poder, el éxito, la autoridad.

Dios no va a entregar autoridad, poder, éxito o riquezas a nadie que no sea obediente.

Noé bendijo a Sem y Jafet porque tuvieron respeto a la autoridad. Si no nos sometemos a la autoridad seremos esclavos más si aprendemos la obediencia seremos bendecidos por el Señor. (Fil. 25-8) “Haya pues, en vosotros ese sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, nos estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

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Capítulo IV TRES ÁREAS DE LA AUTORIDAD

Objetivo Especifico. Al finalizar la clase, los alumnos admitirán que es necesario tener una revelación de la autoridad para no caer en rebelión. 4.1 Conceptos de Autoridad.

Si no podemos tener un concepto alto de la autoridad y una revelación interna, siempre iremos en rebelión y siempre nuestras vidas estarán autoridad de tu esposo entonces la vida de sus hijos irán en rebelión.

Si como esposo no tienes un concepto alto de la autoridad de Cristo, la esposa y los hijos irán en rebelión. Cuando el esposo se somete a la autoridad de Jesucristo, endereza su vida, y se obedece a lo que Dios dice, a los mandamientos de Dios, entonces lo más seguro es que tanto la esposa como los hijos sean dóciles y exista armonía entre todos.

Cuando nosotros podemos enfrentar esa autoridad y someternos a ella, nos va a ver fácil obedecer a Cristo.

Hay gente que no reconoce esto y entonces lleva una vida difícil. No se somete al patrón ni a nadie. Lleva una problemática en su vida, y los hijos llevan una rebelión y amargura dentro de su corazón. Dios desea que nosotros respetemos a la autoridad que no digamos nada en contra de ella, sino que oremos por ella. Vamos a ver tres áreas de la autoridad de los principios que debemos aprender y que son básicos dentro de la autoridad. (Rom. 13:1-2)

Pablo está haciendo referencia a factores dentro de la autoridad.

Si nosotros resistirnos esta autoridad, no vamos a encontrar bendición dentro de nuestras vidas sino vamos a esta teniendo problemas y otras aflicciones. Muchas veces preguntamos: ¿Dios, si

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tu has prometido bendecimos, prosperarnos por qué en lugar de esto lo único que encuentro es maldición?

La Escritura es clara, tal vez estamos resistiendo a las autoridades puestas por Dios lo establecido por El, acarreamos condenación para nosotros mismos. Pablo está hablando de algunos conceptos y factores que son determinantes dentro de la autoridad

1- En primer lugar para que nosotros podamos tener estos principios de autoridad debemos crecer en sabiduría y carácter. (Lc. 2:41-52)

2- En este incidente registrado en la vida de Jesús, lo vemos debatiendo con sus padres. Aquí vemos un concepto de autoridad que Jesús no había respetado, pero después estuvo sujeto a ellos. Se sujetó a la autoridad. Está bien compartir de las cosas de Dios, estar en los negocios de nuestro Padre Celestial pero más grande es sujetarse a la autoridad impuesta.

3- Aquí vemos una experiencia y dentro de ésta, está involucrada la autoridad. ¿Jesús debía seguir su llamado espiritual y estar en los negocios de su Padre Celestial o debería estar sujeto a sus padres y dejar su ministerio en el templo? ¿Qué hizo Jesucristo? Dejó el ministerio en el templo, tuvo que dejar los negocios en los que él decía tenía que estar y sujetarse a la autoridad de sus padres, que Dios había puesto para él, para su beneficio y para el beneficio de toda humanidad.

4- No podemos ser perfeccionados y crecer en autoridad en nuestra vida si no respetamos a las autoridades impuestas por Dios arriba de nosotros: esposo, padre, patrones, pastor, etc.

4.2 Jesús Aprende Sumisión En Lc. 5:2 dice: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”.

Una persona no puede crecer si no se sujeta a la autoridad. La obediencia va a traer un crecimiento en todos los aspectos de la

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vida espiritual, económica, de relaciones con los demás, ministerial, etc.

Es de sabios saber someterse a las autoridades Jesucristo creció en sabiduría y en estatura y en gracia para con Dios.

Crecemos en nuestro hombre interno, en la estatura espiritual. En nuestra vida espiritual vamos a crecer hasta llegar a la misma perfección como Jesucristo que fue perfeccionado.

Dice la Escritura que creció también en gracia para con Dios y los hombres; esto quiere decir que Dios puede prosperarnos donde quiera que estemos trabajando, si aprendemos a someternos a las autoridades, no importa si somos simples empleados a lo que sea. Si queremos prosperidad aprendamos a someternos a la autoridad.

Porque no hay autoridad establecida por hombre sino por Dios y si resistimos esa autoridad acarreamos para nosotros condenación, maldición y problemas.

Tenemos que aprender a sujetarnos; esto se aprende. Jesucristo fue perfeccionado en obediencia. (2º Pedro 3:18)

Si nosotros hemos recibido gracia para salvación, debemos también crecer en la gracia.

Es el favor no merecido que se inclina a salvarnos y levantarnos. La forma de crecer en esta gracia, de tener más abundante bendición es a través de aprender a sujetarnos.

Jesús fue bendecido en su vida económica, en su vida de carpintero (el fue el primogénito y tenía que sostener el hogar) porque aprendió a sujetarse. El fue un hombre de éxito en la carpintería y Dios le dio gracia para con los hombres. 4.3 Segundo Principio de Autoridad.

Otro principio de la autoridad es que nosotros podemos obtener protección de tentaciones destructivas.

Jesucristo aprendió a sujetarse. La sumisión no es estar bajo dominio sino más bien obtener protección al estar bajo autoridad.

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Muchas veces los hombres malentienden esto y crecen que porque tienen autoridad pueden pisotear a sus esposas.

Esto no es así, ni de los padres para con los hijos, sino es obtener protección de parte de Dios.

La autoridad puesta arriba de nosotros es para protegernos, es como una sombrilla de protección. Si nos salimos de la autoridad vamos a ser expuestos a tentaciones innecesarias. (1º Samuel 15:22-23)

La rebelión y la obstinación tienen dos términos muy importantes en esta parte de la Escritura: Es someternos a un reino pero no al de Dios sino al satánico.

Cuando una esposa no se sujeta a la autoridad de su esposo está expuesta al reino satánico. Cuando un hombre no se sujeta a la autoridad de Cristo y no obedece los mandatos de El, está expuesto al reino satánico. Veamos la vida de Saúl.

Cuando se puso bajo el reino satánico con su pecado de rebelión y obstinación, un espíritu venía a molestarlo, tenía que venir David y tocar alabanzas para que el reino de Dios bajara y este espíritu se fuera. Cada vez que somos obstinados y rebeldes estamos bajo el reino satánico.

Aunque no les guste a sus hijos, ustedes tienen autoridad para disciplinarlos.

El que resiste a la autoridad lleva condenación, se mete al reino satánico y empieza a ser afligido, metido en angustia, en depresión.

Siempre van para abajo en vez de para arriba.

Este segundo concepto es muy importante para obtener protección de tentaciones destructivas. Por eso Jesucristo se tuvo que sujetar, porque si hubiera dicho yo me quedo con el ministerio del templo, hubiera sido destruido, nunca hubiera crecido en carácter, nunca hubiera podido conocer la Escritura y decirle al diablo “Escrito está”, porque hubiera estado sometido al reino satánico y Satanás lo hubiera destruido.

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Fue importante que él aprendiera y le costó ruego y súplicas y lágrimas. (Jn. 4:35) Es importante cuando nos sometemos a la autoridad, saber que hay bendición tras bendición, paz, felicidad, vida en abundancia. Aprendemos a sujetamos para tener la protección que Dios ha puesto para bendecirte y favorecemos. Si el hogar está dividido en cuanto a autoridad entonces Satanás está metido allí. 4.4 Tercer Principio de Autoridad. Otro principio básico de la autoridad es: recibir dirección clara para las decisiones de nuestras vidas.

1- Si no aprendemos a estar bajo autoridad, no vamos a tener una dirección clara para las decisiones de nuestra vida, vamos a andar en confusión, vamos a fallar en la carrera.

2- Porque Dios nos va a hablar a través de esa autoridad. Las decisiones correctas están basadas en la fe. (Rom. 14:23)

3- Todas las decisiones correctas están basadas en la fe. Esto es cuando yo visualizo lo que Dios intenta hacer. Cuando yo puedo ver a Dios y visualizar lo que El quiere para mi vida.

4- Este es un punto muy importante dentro de los aspectos básicos de la fe. Es damos cuenta de como Dios nos hace llegar su dirección para nosotros. Esto es a través de aquellos que El ha colocado sobre nosotros. A través de los que ha puesto arriba de nosotros y que Dios los ha colocado para bendecimos y favorecernos.

5- Es cuando podemos entonces, visualizar y podemos comprender lo que Dios desea y podemos verlos a través de los ojos de la fe porque lo que no es de fe es pecado. (Mt. 8:5-13)

6- Después de que el centurión le dijo a Jesús que sanara a su siervo, le vino algo muy grande a la mente. Tuvo el pensamiento de que la vida estaba estructurada alrededor de una cadena de autoridad. El centurión pensó si yo estoy

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puesto sobre autoridad, el reino de Dios debe encuad2rarse bajo este concepto.

7- Por esto le dijo a Jesús “Señor yo soy hombre puesto bajo autoridad”. El pensó yo creo que Dios obre con poder y sea paz, justicia y gozo en el espíritu, tenemos que comprender que el reino de Dios está bajo una estructura similar de la cual estaba hablando este centurión.

8- Jesucristo se dio cuenta que este centurión había captado como está estructurado el reino de Dios: en principios de autoridad. Por eso dijo “no he hallado tanta fe”.

9- Cuando nos ponemos bajo autoridad vamos a crecer en fe. Nuestra fe se multiplicará cuando nos damos cuenta de que Dios no habla a través de aquellas personas que El ha colocado sobre nosotros.

Autoridad Espiritual Manual Universidad 2

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