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    AUTORIDAD ESPIRITUALY PODER TEMPORAL

    REN GUNON

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    NDICE

    Prlogo

    Captulo I.- Autoridad y jerarqua

    Captulo II.- Funciones del sacerdocio y de la realea

    Captulo III.- Conoci!iento y accin

    Captulo I".- Naturalea respecti#a de los $ra%!anes y de los C%atriasCaptulo ".- Dependencia de la realea con respecto al sacerdocio

    Captulo "I.- &a re'elin de los C%atrias

    Captulo "II.- &as usurpaciones de la realea y sus consecuencias

    Captulo "III.- Paraso (errenal y Paraso Celestial

    Captulo I).- &a ley in!uta'le

    AUTORIT SPIRITUELLE ET POUVOIR TEMPOREL* &i'rairie "rin* Pars* +,,. Didieret ic%ard* Pars* +,/0. "1ga* Pars* +,23 4con algunas #ariaciones y no!'rando loscaptulos5* +,62. 7uy (r1daniel 8 &a 9aisnie* Pars* +,:2* +,,0 4+6 p;gs.5. For!ado por, captulos.

    (raduccin al espa

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    LA PRESENTE TRADUCCIN LO ES DE LA EDICIN FRANCESA DE 1984.TRADUCCIN DE J. ALEXANDER.

    Este teto digital es de D9INI PG$&IC en Argentina por cu!plirse !;s de /0 a

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    PRLOGO

    No tene!os el %;'ito* en nuestros tra'ajos* de reerirnos a la actualidad in!ediata* yaque lo que constante!ente tene!os en !ente son los principios* que son* podra decirse*de una actualidad per!anente* puesto que se sitBan uera del tie!poH e* incluso* aunque

    salga!os del do!inio de la !etasica para considerar ciertas aplicaciones* lo %ace!ossie!pre de tal !anera que estas aplicaciones conser#en un alcance co!pleta!entegeneral. Es lo que %are!os aqu ta!'i1nH y* sin e!'argo* de'e!os con#enir en que lasconsideraciones que #a!os a eponer en este estudio orecen ade!;s cierto inter1s !;sparticular en el !o!ento presente* en ran de las discusiones que se %an producido enestos Blti!os tie!pos so're la cuestin de las relaciones entre la religin y la poltica*cuestin que no es sino una or!a especial* en ciertas condiciones deter!inadas* de lasrelaciones entre lo espiritual y lo te!poral. Ello es cierto* pero sera un error creer quetales consideraciones nos %an sido !;s o !enos inspiradas por los incidentes a los quealudi!os* o que pretende!os relacionarlos directa!ente con ellas* pues esto seraconceder una i!portancia de!asiado eagerada a cuestiones que no tienen sino uncar;cter pura!ente episdico y que no podran inluir so're concepciones cuya naturalea

    y origen son en realidad de un orden !uy distinto. Co!o nos esora!os sie!pre endisipar en pri!er lugar los !alentendidos que nos es posi'le pre#er* de'e!os descartarante todo* tan clara y eplcita!ente co!o sea posi'le* esa alsa interpretacin quealgunos podran dar de nuestro pensa!iento* sea por pasin poltica o religiosa* o en#irtud de algunas ideas preconce'idas* sea incluso por si!ple inco!pre%ensin del puntode #ista en el que nos situa!os. (odo lo que aqu dire!os lo %u'i1ra!os dic%o ta!'i1n* yeacta!ente de la !is!a !anera* si los %ec%os que %oy en da atraen la atencin so'reel asunto de lo espiritual y de lo te!poral no se %u'ieran producidoH las circunstanciaspresentes sola!ente nos %an de!ostrado* !;s clara!ente que nunca* que era necesarioy oportuno decirloH %an constituido* si se quiere* la ocasin que nos %a conducido aeponer a%ora ciertas #erdades con preerencia a !uc%as otras que igual!ente nos%e!os propuesto or!ular* pero que no parecen suscepti'les de una aplicacin tanin!ediataH y a esto se li!ita todo su papel en lo que a nosotros concierne.

    &o que nos %a lla!ado especial!ente la atencin en las discusiones de que se trata esque* ni de un lado ni de otro* %a eistido en principio la preocupacin por situar lascuestiones en su #erdadero terreno* para distinguir de !anera precisa entre lo esencial ylo accidental* entre los principios necesarios y las circunstancias contingentesH y* a decir#erdad* esto no nos %a sorprendido* pues no %e!os #isto en ello sino un nue#o eje!plo*entre !uc%os otros* de la conusin que %oy en da reina en todos los do!inios* y queconsidera!os co!o e!inente!ente caracterstica del !undo !oderno* por las raonesque ya %e!os eplicado en precedentes o'ras+. No o'stante* no pode!os e#itar eldeplorar que esta conusin aecte %asta a los representantes de una autoridad espiritual

    aut1ntica* que parecen %a'er perdido de #ista lo que de'era ser su #erdadera uera* esdecir* la trascendencia de la doctrina en no!'re de la cual est;n cualiicados para %a'lar.a'ra %ec%o alta distinguir ante todo entre cuestin de principio y cuestin deoportunidad= so're la pri!era no ca'e discutir* pues se trata de cosas que pertenecen aun do!inio que no puede estar so!etido a los procedi!ientos esencial!ente proanosde discusinH y* en cuanto a la segunda* que* por otro lado* no es sino de orden poltico y*se podra decir* diplo!;tico* es en todo caso !uy secundaria* e incluso* rigurosa!ente*no de'e contar con respecto a la cuestin de principioH en consecuencia* %u'iera sidopreeri'le no orecer al ad#ersario la posi'ilidad de plantearla* aunque no sea sino so'resi!ples aparienciasH a

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    toda pol1!ica* de toda querella de escuela o de partido* asuntos 1stos con los cuales noquere!os !eclarnos ni de cerca ni de lejos* de ningBn !odo ni en ningBn grado. ?iendoa'soluta!ente independientes con respecto a todo lo que no es la #erdad pura ydesinteresada* y decididos a per!anecer en ella* si!ple!ente nos propone!os decir lascosas tal co!o son* sin el !enor cuidado de agradar o desagradar a quien seaH notene!os nada que esperar ni de unos ni de otros* no conta!os incluso con que aquellosque podran sacar #entajas de las ideas que or!ula!os nos lo agradecan de algBn

    !odo* y* por lo de!;s* esto nos i!porta !uy poco. Ad#ertire!os una #e !;s que noesta!os dispuestos a dejarnos encerrar en ninguno de los !arcos ordinarios* y que seraperecta!ente #ano intentar aplicarnos una etiqueta cualquiera* pues* entre aquellas queeisten en el !undo occidental* no %ay ninguna que en realidad nos con#engaH algunasinsinuaciones* llegadas si!ult;nea!ente de los sectores !;s opuestos* nos %ande!ostrado de nue#o reciente!ente que era 'ueno reno#ar esta declaracin* a in de quelas personas de 'uena e sepan a qu1 atenerse y no sean inducidas a atri'uirnosintenciones inco!pati'les con nuestra #erdadera actitud y con el punto de #istapura!ente doctrinal que es el nuestro.

    En ran de la propia naturalea de este punto de #ista* separado de todas lascontingencias* pode!os considerar los %ec%os actuales de una !anera tan

    co!pleta!ente i!parcial co!o si se tratara de aconteci!ientos que pertenecieran a unpasado lejano* co!o aquellos de los que tratare!os so're todo aqu cuando cite!osalgunos eje!plos %istricos para aclarar nuestra eposicin. De'e quedar claro queda!os a 1sta* tal y co!o %e!os dic%o desde el principio* un alcance co!pleta!entegeneral* que supera todas las or!as particulares de las que se pueden re#estir* segBn lostie!pos y lugares* el poder te!poral e incluso la autoridad espiritualH y es necesarioprecisar especial!ente* sin de!ora* que esta Blti!a* para nosotros* no tienenecesaria!ente una or!a religiosa* al contrario de lo que co!Bn!ente se cree enccidente. Deja!os a cada uno el cuidado de %acer con estas consideraciones lasaplicaciones que jugue con#eniente respecto a los casos particulares que a propsitonos a'stene!os de considerar directa!enteH 'asta que esta aplicacin* para ser legti!ay #;lida* est1 %ec%a con un espritu #erdadera!ente conor!e a los principios de los quetodo depende* espritu que es a lo que lla!a!os espritu tradicional en el #erdaderosentido de la pala'ra* y del cual* la!enta'le!ente* todas las tendencias especica!ente!odernas son su anttesis o su negacin.

    Precisa!ente es uno de esos aspectos de la des#iacin !oderna lo que #a!os aconsiderar* y* a este respecto* el presente estudio co!pletar; lo que ya %e!os tenidoocasin de eplicar en las o'ras a las que %e!os aludido anterior!ente. ?e #er;* por lode!;s* que* so're esta cuestin de las relaciones entre lo espiritual y lo te!poral* loserrores que se %an desarrollado en el curso de los Blti!os siglos est;n lejos de sernue#osH pero al !enos sus !aniestaciones anteriores ja!;s tu#ieron !;s que eectos'astante li!itados* !ientras que %oy en da estos !is!os errores se %an %ec%o en cierto

    !odo in%erentes a la !entalidad co!Bn* or!an parte integrante de un estado de esprituque se generalia cada #e !;s. Esto es lo !;s particular!ente gra#e e inquietante* y* a!enos que en 're#e no se opere un enderea!iento* es de pre#er que el !undo !odernoser; arrastrado a alguna cat;stroe* %acia la cual parece !arc%ar con una rapide sie!precreciente. a'iendo epuesto en otro lugar las consideraciones que pueden justiicar talair!acin* no insistire!os so're ellas* y sola!ente a

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    tradicionalH sin duda %ay otros* si 1ste altaraH pero* co!o esta restauracin* que es elBnico re!edio al desorden actual* es el o'jeti#o esencial que tene!os a la #ista desde el!o!ento que* saliendo de la pura !etasica* considera!os las contingencias* es ;cilco!prender que no desprecie!os ninguna de las posi'ilidades que se orecen paraalcanarla* incluso aunque estas posi'ilidades parecan tener por el !o!ento !uy pocasposi'ilidades de realiacin. En ello* y sola!ente en ello* consisten nuestras #erdaderasintencionesH todas las que se nos podran ac%acar* aparte de ellas* son perecta!ente

    ineistentesH y* si algunos llegaran a pretender que las releiones que #a!os a dar acontinuacin nos %an sido inspiradas por inluencias eteriores* sean cuales sean*opone!os desde a%ora nuestro !;s or!al des!entido.

    Dic%o esto* ya que por eperiencia sa'e!os que tales precauciones no son inBtiles*pensa!os poder dispensarnos a continuacin de toda alusin directa a la actualidad* a inde %acer toda#a !;s sensi'le e induda'le el car;cter estricta!ente doctrinal quepretende!os conser#ar en todos nuestros tra'ajos. ?in duda* las pasiones polticas oreligiosas no cuentan aqu* pero esto es algo de lo que de'e!os elicitarnos* pues ena'soluto se trata para nosotros de ali!entar nue#as discusiones que nos parecen !uy#anas* incluso 'astante !isera'les* sino* por el contrario* de recordar los principios cuyool#ido es* en el ondo* la Bnica #erdadera causa de todas estas discusiones. Es* lo

    repeti!os* nuestra propia independencia la que nos per!ite realiar esta puntualiacincon toda i!parcialidad* sin concesiones ni co!pro!isos de ningBn tipoH y* al !is!otie!po* ella nos pro%'e cualquier otro papel distinto al que aca'a!os de deinir* pues nopuede ser !antenida sino a condicin de per!anecer sie!pre en el do!inio pura!enteintelectual* do!inio que* por otra parte* es el de los principios esenciales e in!uta'les y*en consecuencia* aquel del que todo el resto deri#a !;s o !enos directa!ente* y por elcual de'e orosa!ente co!enar el enderea!iento del que %e!os %a'lado= uera de la#inculacin a los principios* no se pueden o'tener !;s que resultados eteriores*inesta'les e ilusoriosH pero esto* a decir #erdad* no es sino una de las or!as de laair!acin !is!a de la supre!aca de lo espiritual so're lo te!poral* que precisa!ente#a a ser el o'jeto de este estudio.

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    Captulo I: AUTORIDAD Y JERARQUA

    En 1pocas !uy dierentes de la %istoria* e incluso re!ont;ndonos !uc%o !;s all; delo que se %a con#enido en lla!ar los tie!pos %istricos* en la !edida en que nos esposi'le %acerlo con ayuda de los testi!onios coincidentes que nos su!inistran las

    tradiciones orales o escritas de todos los pue'los+

    * encontra!os los indicios de unarecuente oposicin entre los representantes de los dos poderes* uno espiritual y otrote!poral* sean cuales ueren* por otra parte* las or!as especiales que %ayan re#estidouno y otro para adaptarse a la di#ersidad de las circunstancias* segBn las 1pocas y lospases. Esto no signiica* sin e!'argo* que tal oposicin y las luc%as que engendra sean#iejas co!o el !undo* segBn una epresin de la que se a'usa de!asiadoH sera 1stauna eageracin !aniiesta* pues* para que lleguen a producirse* es preciso* segBn laense

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    sir#en para designar a la casta* en la India* no signiican !;s que naturalea indi#idualHpor tal de'e entenderse el conjunto de los caracteres que se a

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    te!poral %a podido alarse so're el espiritualH pero las pri!eras !aniestaciones de lare#uelta de los C%atrias contra la autoridad de los $ra%!anes pueden no o'stantere!ontarse !uc%o !;s all; del co!ieno de esta edad>* co!ieno que es 1l !is!o !uyanterior a todo lo que conoce la %istoria ordinaria o proana. Esta oposicin de los dospoderes* esta ri#alidad de sus representantes respecti#os* esta'a representada entre losceltas con la igura de la luc%a entre el ja'al y el oso* segBn un si!'olis!o de origen%iper'reo que se #incula a una de las tradiciones !;s antiguas de la %u!anidad* si no

    incluso a la pri!era de todas* a la #erdadera tradicin pri!ordialH y este si!'olis!o podradar lugar a a!plios desarrollos* que no podran encontrar aqu su lugar* pero que qui;tenga!os ocasin de eponer algBn da6.

    En lo que #iene a continuacin no tene!os intencin de re!ontarnos %asta losorgenes* y todos nuestros eje!plos ser;n to!ados de 1pocas !uc%o !;s cercanas anosotros* circunscritas incluso Bnica!ente en lo que pode!os lla!ar la Blti!a parte delQali-@uga* la que es accesi'le a la %istoria ordinaria* y que eacta!ente co!iena en elsiglo "I antes de la era cristiana. No !enos necesario era orecer estas nocionessu!arias so're el conjunto de la %istoria tradicional* sin las cuales el resto no seraco!prendido sino de or!a !uy i!perecta* pues no se puede co!prender#erdadera!ente una 1poca cualquiera !;s que situ;ndola en el lugar que ocupa dentro

    del todo del que es uno de los ele!entosH as* co!o %e!os tenido que de!ostrarreciente!ente* las caractersticas particulares de la 1poca !oderna no se eplican !;sque si se considera a 1sta co!o constituyendo la ase inal del Qali-@uga. $ien sa'e!osque este punto de #ista sint1tico es co!pleta!ente contrario al espritu de an;lisis quepreside el desarrollo de la ciencia proana* la Bnica que conocen la !ayora de nuestrosconte!por;neosH pero precisa!ente con#iene air!arlo tanto !;s clara!ente cuanto quees !;s desconocido* y* por otra parte* es el Bnico que pueden adoptar todos aquellosque* co!o nosotros* pretenden !antenerse estricta!ente en la lnea de la #erdaderaortodoia tradicional* sin ninguna concesin a ese espritu !oderno que* ja!;sinsistire!os de!asiado* no %ace sino uno con el propio espritu antitradicional.

    ?in duda* la tendencia que pre#alece actual!ente es tratar de legendarios e inclusode !ticos los %ec%os de la %istoria !;s lejana* tales co!o aquellos a los cualesaca'a!os de aludir* o incluso algunos otros que* no o'stante* son !uc%o !enosantiguos* co!o los que podre!os tratar a continuacin* porque escapan a los !edios dein#estigacin de que disponen los %istoriadores proanos. Luienes as piensan* en #irtudde costu!'res adquiridas por una educacin que %oy en da no es de!asiado a !enudosino una deor!acin !ental* podr;n al !enos* si a pesar de todo %an conser#ado ciertasposi'ilidades de co!pre%ensin* to!ar estos %ec%os si!ple!ente por su #alor si!'licoHsa'e!os* en cuanto a nosotros* que este #alor nada quita a su realidad propia en tantoque %ec%os %istricos* pero es en su!a lo que !;s i!porta* puesto que les coniere unsigniicado superior* de un orden !uc%o !;s proundo que el que en s !is!os puedentenerH y 1ste es un punto que requiere ciertas eplicaciones.

    (odo lo que es* 'ajo cualquier !odo que sea* participa necesaria!ente de losprincipios uni#ersales* y no es nada sino por participacin en dic%os principios* que sonlas esencias eternas e in!uta'les contenidas en la per!anente actualidad del Intelectodi#inoH en consecuencia* se puede decir que todas las cosas* por contingentes que sean

    ?e encuentra una indicacin a este respecto en la %istoria de ParashuR(ma* que* segBn se dice*aniquil a los C%atrias re'eldes en una 1poca en la que los ancestros de los %indBes %a'ita'antoda#a una regin septentrional.

    / De'e!os decir ade!;s que los dos s!'olos del ja'al y el oso no sie!pre aparecenorosa!ente co!o estando en luc%a o en oposicin* sino que ta!'i1n pueden representar a

    #eces los dos poderes espiritual y te!poral* o las dos castas de los Druidas y los Ca'alleros* ensus relaciones nor!ales y ar!nicas* co!o se #e especial!ente en la leyenda de 9erln y Arturo*que* en eecto* son ta!'i1n el ja'al y el oso* tal co!o eplicare!os si las circunstancias nosper!iten desarrollar este si!'olis!o en otro estudio.

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    en s !is!as* traducen o representan a los principios a su !anera y segBn su orden deeistencia* pues* de otro !odo* no seran sino una pura nada. As* de un orden a otro*todo se encadena y se corresponde para concurrir a la ar!ona uni#ersal y total* pues laar!ona* co!o ya %e!os indicado* no es sino el relejo de la unidad prin"ipial- en la!ultiplicidad del !undo !aniestadoH y esta correspondencia es el #erdadero unda!entodel si!'olis!o. (al es la ran de que las leyes de un do!inio inerior sie!pre puedanser to!adas para si!'oliar las realidades de un orden superior* en el que tienen su

    ran prounda* que es a la #e su principio y su inH y se

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    Captulo II: FUNCIONES DEL SACERDOCIO Y DE LA REALEZA

    &a oposicin entre los poderes espiritual y te!poral* 'ajo una or!a u otra* seencuentra en casi todos los pue'los* lo que no tiene nada de sorprendente* puesto quecorresponde a una ley general de la %istoria %u!ana* relacionada* por lo de!;s* con todoel conjunto de esas Rleyes cclicas a las que* en casi todas nuestras o'ras* %e!os %ec%o

    recuentes alusiones. Para los perodos !;s antiguos* esta oposicin se %alla%a'itual!ente* en los datos tradicionales* epresada 'ajo una or!a si!'lica* tal co!o%e!os indicado anterior!ente en lo que concierne a los celtasH pero no es este aspectode la cuestin lo que nos propone!os especial!ente desarrollar aqu. etendre!os so'retodo* por el !o!ento* dos eje!plos %istricos* to!ados uno de riente y otro deccidente= en la India* el antagonis!o de que se trata se encuentra en la or!a de lari#alidad entre $ra%!anes y C%atrias* de la que !encionare!os algunos episodiosH en laEuropa de la Edad 9edia aparece so're todo co!o lo que se %a lla!ado la querella entreel ?acerdocio y el I!perio* aunque ta!'i1n %aya tenido por entonces otros aspectos !;sparticulares* aunque no !enos caractersticos* co!o se #er; posterior!ente+. Por otraparte* no sera !uy dicil co!pro'ar que la !is!a luc%a se prosigue aBn en nuestrosdas* aunque* de'ido al desorden !oderno y a la !ecla de las castas* se co!plica con

    ele!entos %eterog1neos que pueden disi!ularla a #eces ante la !irada de un o'ser#adorsupericial.

    No es que se %aya contestado* general!ente al !enos y aparte de algunos casosetre!os* que a!'os poderes* a los que pode!os lla!ar el poder sacerdotal y el poderreal* pues son 1stas sus #erdaderas deno!inaciones tradicionales* tengan uno y otro suran de ser y su do!inio propio. En su!a* el de'ate no alcana %a'itual!ente !;s queso're la cuestin de las relaciones jer;rquicas que de'en eistir entre ellosH se trata deuna luc%a por la supre!aca* y esta luc%a se produce in#aria'le!ente de la !is!a!anera= #e!os a los guerreros* depositarios del poder te!poral* tras %a'er estado en unprincipio so!etidos a la autoridad espiritual* re'elarse contra ella y declararseindependientes de toda potencia superior* o incluso intentar su'ordinar a esta autoridadde la que no o'stante* en el origen* %a'an reconocido su poder* y %acer de ella uninstru!ento al ser#icio de su propia do!inacin. (an slo esto 'asta para de!ostrar quede'e %a'er* en tal re'elda* una in#ersin de las relaciones nor!alesH pero 1sta se #e aBn!uc%o !;s clara!ente al considerar a estas relaciones co!o siendo* no si!ple!ente lasde dos unciones sociales !;s o !enos clara!ente deinidas y en las que cada unapuede tener la natural tendencia a alarse so're la otra* sino las de dos do!inios en loscuales se ejercen respecti#a!ente dic%as uncionesH son* en eecto* las relaciones entrea!'os do!inios lo que de'e lgica!ente deter!inar las de los poderes correspondientes.

    ?in e!'argo* antes de a'ordar directa!ente estas consideraciones* de'e!os or!ularalgunas o'ser#aciones que acilitar;n su co!pre%ensin* precisando el sentido de

    algunos de los t1r!inos de los que de'ere!os ser#irnos constante!enteH y ello es tanto!;s necesario cuanto que tales t1r!inos* en el uso corriente* %an adoptado un signiicado'astante #ago y a #eces !uy alejado de su concepcin original. En pri!er lugar* si%a'la!os de dos poderes* y si pode!os %acerlo en los casos en los que ca'e* porraones di#ersas* guardar entre ellos una especie de si!etra eterior* preeri!os noo'stante* !;s recuente!ente y para !arcar !ejor la distincin* e!plear* para el ordenespiritual* la pala'ra autoridad* !;s 'ien que la de poder* que reser#are!os al ordente!poral* al cual con#iene !;s propia!ente cuando se quiere entender en su sentidoestricto. En eecto* la pala'ra poder e#oca casi ine#ita'le!ente la idea de potencia o de

    1?e podran encontrar !uc%os otros eje!plos sin !uc%o esuero* especial!ente en riente= enC%ina* las luc%as que se produjeron en ciertas 1pocas entre los taostas y los conucianistas* cuyas

    respecti#as doctrinas se reieren a los do!inios de a!'os poderes* co!o !;s adelanteeplicare!osH en el ('et* la %ostilidad testi!oniada en principio por los reyes %acia el &a!as!o*que por otra parte aca' no sola!ente por triunar* sino por a'sor'er co!pleta!ente al poderte!poral en la organiacin teocr;tica que aBn actual!ente eiste.

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    uera* y so're todo de una uera !aterial* de una potencia que se !aniiesta#isi'le!ente uera y que se air!a !ediante el e!pleo de !edios eterioresH y tal es* porpropia deinicin* el poder te!poral/. Por el contrario* la autoridad espiritual* interior poresencia* no se air!a sino por s !is!a* independiente!ente de todo apoyo sensi'le* yen cierto !odo se ejerce in#isi'le!enteH si puede %a'larse aqu de potencia o de uerano es sino por transposicin analgica* y* al !enos en el caso de una autoridad espiritualen estado puro* si as puede decirse* de'e co!prenderse que se trata de una potencia

    total!ente intelectual* cuyo no!'re es sa'idura* y de la sola uera de la #erdad2

    .

    Algo que ta!'i1n precisa ser eplicado* e incluso un poco !;s a!plia!ente* son lasepresiones* que %ace un !o!ento %e!os e!pleado* de poder sacerdotal y de poderrealH Kqu1 de'e entenderse eacta!ente por sacerdocio y por realeaM Co!enando con1sta Blti!a* dire!os que la uncin real co!prende todo lo que* en el orden social*constituye el go'ierno propia!ente dic%o* y ello incluso aunque este go'ierno no tengaor!a !on;rquicaH esta uncin* en eecto* es la que propia!ente pertenece a la casta delos C%atrias* y el rey no es sino el pri!ero de ellos. &a uncin de que se trata es en cierto!odo do'le= ad!inistrati#a y judicial por un lado* !ilitar por otro* pues de'e asegurar el!anteni!iento del orden* ya sea dentro* co!o uncin reguladora y equili'radora* yauera* co!o uncin protectora de la organiacin socialH a!'os ele!entos constituti#os

    del poder real est;n* en di#ersas tradiciones* si!'oliados respecti#a!ente por la 'alanay por la espada. ?e #e con ello que poder regio es real!ente sinni!o de poderte!poral* incluso to!ando a este Blti!o en toda la etensin de que es suscepti'leH perola idea !uc%o !;s restringida que el ccidente !oderno se %ace de la realea puedei!pedir que esta equi#alencia apareca in!ediata!ente* y por ello %a sido necesarioor!ular esta deinicin* que ja!;s de'er; perderse de #ista a partir de a%ora.

    En cuanto al sacerdocio* su uncin esencial es la conser#acin y la trans!isin de ladoctrina tradicional* en la que toda organiacin social regular encuentra sus principiosunda!entalesH esta uncin* por lo de!;s* es e#idente!ente independiente de todas lasor!as especiales que puede re#estir la doctrina para adaptarse* en su epresin* a lascondiciones particulares de tal pue'lo o de tal 1poca* y que no aectan en nada al ondo!is!o de esta doctrina* que per!anece sie!pre y en todas partes id1ntica e in!uta'le*desde el !o!ento en que se trata de tradiciones aut1ntica!ente ortodoas. Es ;cilco!prender que la uncin del sacerdocio no es precisa!ente la que las concepcionesoccidentales* especial!ente %oy en da* atri'uyen al clero o a los sacerdotes* o que* al!enos* si 'ien puede serlo en cierta !edida y en algunos casos* ta!'i1n puede ser algodistinto. En eecto* lo que posee propia!ente el car;cter sagrado es la doctrinatradicional y lo que se reiere directa!ente a ella* y esta doctrina no to!a necesaria!entela or!a religiosa>H sagrado y religioso no son equi#alentes en !odo alguno* y elpri!ero de a!'os t1r!inos es !uc%o !;s etenso que el segundoH si 'ien la religin

    2?e podra por lo de!;s %acer entrar ta!'i1n en esta nocin la uera de la #oluntad* que no es!aterial en el sentido estricto de la pala'ra* pero que* para nosotros* es aBn del !is!o orden* ya

    que est; esencial!ente orientada a la accin.

    3El no!'re de la casta de los +shatriyas,deri#a de kshatra* que signiica uera.

    4En %e'reo* la distincin que aqu indica!os est; epresada por el e!pleo de races que secorresponden* pero que diieren por la presencia de las letras ka. y /u.* que son respecti#a!ente*por su interpretacin jeroglica* los signos de la uera espiritual y de la uera !aterial* de donde*por un lado* los sentidos de #erdad* sa'idura* conoci!iento* y* por otro* los de potencia* posesin*do!inacin= tales son las races 0ak y 0o/* kah y /ah* designando las pri!eras or!as de cadapareja las atri'uciones del poder sacerdotal* y las segundas las del poder real 4#er !e Roi duMonde* cap. "I5. ;N#ta !el t$a!%t#$

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    or!a parte del do!inio sagrado* 1ste co!prende ele!entos y !odalidades que notienen en a'soluto nada de religiososH y el sacerdocio* co!o su no!'re indica* se reiere*sin ninguna restriccin* a todo lo que #erdadera!ente puede ser lla!ado sagrado.

    &a #erdadera uncin del sacerdocio es pues* ante todo* una uncin de conoci!iento yde ense de e'rero de +,:5. e!osreproducido tetual!ente el pasaje* aunque algunas de las epresiones utiliadas requieren dealgunas reser#as= as* no %ay dos siste!as* que* co!o tales* se ecluiran orosa!enteH pero elpapel de los !edios contingentes que es el de los ritos y las o'ser#ancias de toda clase y su

    su'ordinacin con respecto a la #a pura!ente intelectual est; deinido !uy clara!ente* y de una!anera que* por otra parte* es eacta!ente conor!e a las ense

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    que* en nuestra 1poca* se #anaglorian de lla!arse laicos* as co!o aquellas a quienesplace titularse agnsticos* y que por otra parte a !enudo son las !is!as* no %acen conello sino jactarse de su propia ignoranciaH y* para que no se percaten de que tal es elsentido de las etiquetas con las que se adornan* es preciso que esta ignorancia sea eneecto !uy grande y #erdadera!ente irre!edia'le.

    ?i 'ien el sacerdocio es* por esencia* el depositario del conoci!iento tradicional* ello

    no signiica que tenga el !onopolio del !is!o* puesto que su !isin consiste* nosola!ente en conser#arlo integral!ente* sino ta!'i1n en co!unicarlo a todos aquellosque sean aptos para reci'irlo* en distri'uirlo en cierto !odo jer;rquica!ente segBn lacapacidad intelectual de cada uno. (odo conoci!iento de este orden tiene entonces suorigen en la ense

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    conoci!ientos* a los que al !is!o tie!po consideran co!o su 'ien propio* y nieguen%a'erlos reci'ido de los $ra%!anes* y que* inal!ente* lleguen a pretenderlos superioresa aquellos que son posesin eclusi#a de estos Blti!os. &o que de ello se deri#a es* enlas concepciones de los C%atrias re'eldes* la in#ersin de las relaciones nor!ales entrelos principios y sus aplicaciones* o incluso a #eces* en los casos !;s etre!os* la pura ysi!ple negacin de todo principio trascendenteH se trata entonces* en todos los casos* dela sustitucin de la !etasica por la sica* entendiendo a!'os t1r!inos en su sentido

    rigurosa!ente eti!olgico* o* en otras pala'ras* lo que puede ser lla!ado naturalis!o*co!o #ere!os a continuacin+2.

    De esta distincin* en el conoci!iento sagrado o tradicional* de dos rdenes a los quese puede* de !anera general* designar co!o el de los principios y el de las aplicaciones*o aBn* segBn lo que aca'a!os de decir* co!o el orden !etasico y el orden sico* sederi#a'a* en los !isterios antiguos* tanto en riente co!o en ccidente* la distincinentre lo que se lla!a'a los grandes !isterios y los peque. Esta !is!a distincincorresponde precisa!ente a la eistente entre la iniciacin sacerdotal y la iniciacinreal* es decir* que los conoci!ientos que eran i!partidos en estas dos clases de

    !isterios eran los que se considera'an necesarios para el ejercicio de las respecti#asunciones de los $ra%!anes y de los C%atrias* o de lo que era el equi#alente de estascastas en las instituciones de di#ersos pue'los+6H pero* por supuesto* es el sacerdocio elque* en #irtud de su uncin de enseDesde un punto de #ista algo dierente* aunque no o'stante estrec%a!ente ligado a 1ste* sepuede decir ta!'i1n que los peque

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    grandes !isterios i!plica* a .ortiori y co!o por a

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    Captulo III: CONOCIMIENTO Y ACCIN

    e!os dic%o anterior!ente que las relaciones entre los poderes espiritual y te!poralde'en ser deter!inadas por las de sus respecti#os do!iniosH reconducida as a suprincipio* la cuestin nos parece !uy si!ple* pues no es distinta* en el ondo* que la de

    las relaciones entre el conoci!iento y la accin. ?e podra o'jetar a ello que* segBn lo queaca'a!os de eponer* los depositarios del poder te!poral de'en ta!'i1n poseernor!al!ente un deter!inado conoci!ientoH pero* aparte de que no lo poseen por s!is!os* sino que lo reci'en de la autoridad espiritual* este conoci!iento no ata

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    justa!ente ocurre que a!'os rdenes ja!;s %an estado tan !eclados co!o en elpresente* y que* so're todo* las preocupaciones te!porales nunca %an aectado tanto aaquello que de'era serle a'soluta!ente independienteH sin duda* es ine#ita'le que seaas* en ran de las condiciones !is!as de nuestra 1poca* a las que %e!os descrito enotro lugar. De'e!os* ade!;s* para e#itar toda alsa interpretacin* declarar clara!enteque lo que aqu deci!os no concierne sino a lo que anterior!ente %e!os lla!adoautoridad espiritual en estado puro* y sera necesario a'stenerse de 'uscar eje!plos de

    ello a nuestro alrededor. ?e podr; incluso* si se quiere* pensar que no se trata aqu sinode un tipo terico y en cierto !odo ideal* aunque* a decir #erdad* esta !anera deconsiderar las cosas no sea entera!ente la nuestraH reconoce!os que* de %ec%o* en lasaplicaciones %istricas* es sie!pre necesario tener en cuenta las contingencias en cierta!edida* pero* sin e!'argo* no to!a!os a la ci#iliacin del ccidente !oderno sino porlo que es* o sea* una des#iacin y una ano!ala* que por otra parte se eplica por sucorrespondencia con la Blti!a ase del Qali-@uga.

    Pero #ol#a!os a las relaciones entre el conoci!iento y la accinH ya %e!os tenidoocasin de tratar este te!a con cierto desarrollo/*y* en consecuencia* no repetire!osaqu todo lo que diji!os entoncesH pero es no o'stante indispensa'le recordar al !enoslos puntos !;s esenciales. e!os considerado la anttesis entre riente y ccidente* en

    el presente estado de las cosas* co!o pudiendo en su!a reducirse a esto= riente!antiene la superioridad del conoci!iento so're la accin* !ientras que el ccidente!oderno air!a por el contrario la superioridad de la accin so're el conoci!iento* y ellocuando no llega a la co!pleta negacin de 1steH deci!os sola!ente el ccidente!oderno* pues ue de un !odo !uy distinto en la AntigTedad y en la Edad 9edia. (odaslas doctrinas tradicionales* sean orientales u occidentales* son un;ni!es en air!ar lasuperioridad e incluso la trascendencia del conoci!iento so're la accin* con respecto ala cual dese!pe

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    etre!o-oriental deno!ina el !andato del CieloH se trata del ejercicio del poder te!poralen #irtud de una delegacin de la autoridad espiritual* a la que este poder pertenecee!inente!ente* tal co!o %e!os eplicado6. (oda accin que no proceda delconoci!iento carece de principio y no es !;s que una #ana agitacinH del !is!o !odo*todo poder te!poral que ignore su su'ordinacin rente a la autoridad espiritual esigual!ente #ano e ilusorioH separado de su principio* no podr; ejercerse !;s que una!anera desordenada* e ir; atal!ente a su perdicin.

    Puesto que aca'a!os de %a'lar del !andato del Cielo* no estar; uera de lugarreerir aqu c!o* segBn el propio Conucio* de'e ser cu!plido este !andato= &osantiguos prncipes* para %acer 'rillar las #irtudes naturales en el coran de todos los%o!'res* se aplica'an en pri!er lugar a go'ernar 'ien sus principados. Para go'ernar'ien sus principados* ponan antes en orden sus a!ilias. Para poner orden en susa!ilias* tra'aja'an antes en pereccionarse a s !is!os. Para pereccionarse a s!is!os* ordena'an antes los !o#i!ientos de sus coraones. Para ordenar los!o#i!ientos de sus coraones* torna'an antes su #oluntad perecta. Para tornar su#oluntad perecta* desarrolla'an sus conoci!ientos al !;i!o. Desarrolla'an susconoci!ientos escrutando la naturalea de las cosas. na #e escrutada la naturalea delas cosas* los conoci!ientos alcana'an su !;s alto grado. a'iendo llegado los

    conoci!ientos a su !;s alto grado* la #oluntad se %aca perecta. ?iendo perecta la#oluntad* los !o#i!ientos del coran se ordena'an. rdenados tales !o#i!ientos* todo%o!'re est; eento de deectos. (ras %a'erse corregido a s !is!o* se esta'lece elorden en la a!ilia. einando el orden en la a!ilia* el principado est; 'ien go'ernado.Estando 'ien go'ernado el principado* !uy pronto todo el reino disruta de la pa 3.De'er; reconocerse que %ay aqu una concepcin del papel del so'erano que diieresingular!ente de la idea que de ello se %ace el ccidente !oderno* y que lo con#ierte porotra parte en algo !uy dicil de cu!plir* aunque ta!'i1n le da un alcance !uy dierenteH yparticular!ente se o'ser#ar; que el conoci!iento est; epresa!ente indicado co!o lapri!era condicin para el esta'leci!iento del orden* incluso en el do!inio te!poral.

    Es ;cil a%ora co!prender que la in#ersin de las relaciones entre el conoci!iento y laaccin* en una ci#iliacin* es una consecuencia de la usurpacin de la supre!aca porparte del poder te!poralH 1ste* en eecto* de'e entonces pretender que no eiste ningBndo!inio superior al suyo* que es precisa!ente el de la accin. ?in e!'argo* si 'ien lascosas se presentan as* no llegan toda#a al punto en que las #e!os actual!ente* dondetodo #alor es negado al conoci!ientoH para que as sea* es preciso que los propiosC%atrias %ayan sido desposedos de su poder por las castas ineriores :. En eecto* co!o%e!os indicado anterior!ente* los C%atrias* incluso re'eldes* tienen !;s 'ien tendencia aair!ar una doctrina truncada* alseada por la ignorancia o por la negacin de todo lo quesupera el orden sico* pero en la cual su'sisten aBn ciertos conoci!ientos reales*aunque inerioresH pueden incluso al'ergar la pretensin de %acer pasar a esta doctrinainco!pleta e irregular por la epresin de la #erdadera tradicin. ay aqu una actitud

    que* aunque condena'le con respecto a la #erdad* no est; despro#ista toda#a de ciertagrandea,H por otra parte* t1r!inos co!o los de no'lea* %eros!o* %onor* Kno son*

    /Por ello* la pala'ra melek* que signiica rey en %e'reo y en ;ra'e* tiene al !is!o tie!po* eincluso en pri!er lugar* el sentido de en#iado.

    0Tahio* +O parte* traduccin de P. Cou#reur.

    8En particular* el %ec%o de conceder una i!portancia preponderante a las consideraciones deorden econ!ico* que es un car;cter !uy patente de nuestra 1poca* puede ser considerado co!oun signo de la do!inacin de los "aisyas* cuyo equi#alente aproi!ado est; representado en el!undo occidental por la 'urguesaH y en eecto es 1sta la que do!ina despu1s de la e#olucin.

    9Esta actitud de los C%atrias re'eldes podra ser caracteriada 'astante eacta!ente por ladeno!inacin de lucieris!o* que no de'e ser conundido con el satanis!o* aunque sin dudaentre uno y otro eista cierta conein= el lucieris!o es el rec%ao al reconoci!iento de unaautoridad superiorH el satanis!o es la in#ersin de las relaciones nor!ales y del orden jer;rquicoH

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    en su acepcin original* la designacin de las cualidades que son esencial!entein%erentes a la naturalea de los C%atriasM Por el contrario* cuando los ele!entoscorrespondientes a las unciones sociales de un orden inerior llegan a do!inar a su #e*toda doctrina tradicional* incluso !utilada o alterada* desaparece entera!enteH ni siquierasu'siste el !enor #estigio de la ciencia sagrada* y es el reino del sa'er proano* esdecir* de la ignorancia* lo que se to!a por ciencia y se co!place en su nada. (odo estopodra resu!irse en unas pocas pala'ras= la supre!aca de los $ra%!anes !antiene la

    ortodoia doctrinalH la re'elin de los C%atrias conduce a la %eterodoiaH pero con lado!inacin de las castas ineriores* entra!os en la noc%e intelectual* y es ella lo quedo!ina actual!ente en ccidente* que por otra parte a!enaa con etender sus propiastinie'las so're el !undo entero.

    ?e nos reproc%ar; qui; el %a'lar co!o si %u'iera castas en todas partes* y eletender inde'ida!ente a toda organiacin social deno!inaciones que no con#ienenpropia!ente !;s que a la IndiaH y* sin e!'argo* puesto que tales deno!inacionesdesignan en su!a unciones que necesaria!ente se encuentran en toda sociedad* nopensa!os que dic%a etensin sea a'usi#a. Es cierto que la casta no sola!ente es unauncin* que ta!'i1n es* y ante todo* lo que* en la naturalea de los indi#iduos %u!anos*los %ace aptos para dese!pe

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    Captulo I: NATURALEZA RESPECTIA DE LOS !RA"MANES Y DE LOSC"ATRIAS

    ?a'idura y uera* tales son los atri'utos respecti#os de los $ra%!anes y de losC%atrias* o* si se preiere* de la autoridad espiritual y del poder te!poralH es interesante

    notar que* entre los antiguos egipcios* el s!'olo de la Esinge* en uno de sussigniicados* reuna precisa!ente estos dos atri'utos considerados segBn sus relacionesnor!ales. En eecto* la ca'ea %u!ana puede ser considerada co!o igurando lasa'idura* y el cuerpo de len* la ueraH la ca'ea es la autoridad espiritual que dirige* yel cuerpo es el poder te!poral que actBa. Es* ade!;s* digno de se

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    ran del car;cter !;s eterior y propia!ente terrestre de su uncin* no puede reci'ir elsuyo sino por !ediacin del sacerdocio. Jste* en eecto* dese!pe

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    lo anterior!ente !encionado* que el C%atria no est; %ec%o para el puro conoci!iento= la#a que le con#iene es la #a a la que podra deno!inarse de#ocional* si se nos per!itee!plear tal t1r!ino para signiicar* 'astante i!perecta!ente por otra parte* la pala'ras;nscrita 5hakti* es decir* la #a que to!a co!o punto de partida un ele!ento de ordene!oti#oH y* aunque esta #a se %alle ta!'i1n uera de las or!as propia!ente religiosas*el papel del ele!ento e!oti#o no est; en parte alguna tan desarrollado co!o en 1stas* enlas que colorea con un tinte especial la epresin de la doctrina al co!pleto.

    Esta Blti!a o'ser#acin per!ite ad#ertir la #erdadera ran de ser de estas or!asreligiosas= con#ienen particular!ente a las raas cuyas aptitudes est;n* de !anerageneral* dirigidas so're todo a la accin* es decir* a aquellas que* consideradascolecti#a!ente* tienen en ellas un predo!inio de ele!entos raj;sicos* caractersticos dela naturalea de los C%atrias. Este caso es el del !undo occidental y* por ello* co!o yaen otro lugar %e!os se

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    inter!edio en el que pueden producirse toda clase de conusiones* sin necesidad de%a'lar de ciertos conlictos que ni siquiera seran conce'i'les si el poder te!poral tu#ierarente a s a una autoridad espiritual pura+. No #a!os aqu a in#estigar cu;l es* de las dos posi'ilidades que aca'a!os de indicar*la que corresponde actual!ente al estado religioso del !undo occidental* y la ran deello es ;cil de co!prender= una autoridad religiosa no puede tener la apariencia de lo que%e!os deno!inado una autoridad espiritual pura* incluso aunque posea interior!ente su

    realidadH cierta!ente %u'o un tie!po en el que posey esta realidad* pero Kla posee aBneecti#a!ente a%oraM+/ ?era !uy dicil de responder* pues* cuando la #erdaderaintelectualidad se %a perdido tan co!pleta!ente co!o en la 1poca !oderna* es naturalque la parte superior e interior de la tradicin se %aga cada #e !;s oculta e inaccesi'le*puesto que quienes son capaces de co!prenderla ya no son sino una ni!a !inoraHquere!os* %asta que no se nos de!uestre lo contrario* ad!itir que pueda ser as y que laconciencia de la tradicin integral* con todo lo que ella i!plica* su'sista aBn eecti#a!enteen algunos* por poco nu!erosos que sean. Por otra parte* incluso aunque esta conciencia%aya desaparecido por co!pleto* no por ello dejara de ser cierto que toda or!atradicional regular!ente constituida* tan slo por la conser#acin de la letra al a'rigo detoda alteracin* !antiene sie!pre la posi'ilidad de su restauracin* que se producir; sialgBn da se encuentran* entre los representantes de esta or!a tradicional* %o!'res que

    posean las aptitudes intelectuales requeridas. En todo caso* aunque* por cualquier !edio*tu#i1ra!os a este respecto datos !;s precisos* no los epondra!os aqu pB'lica!ente a!enos de ser o'ligados por circunstancias ecepcionales* y ello porque una autoridad queno es !;s que religiosa es sin e!'argo aBn* en el caso !;s desa#ora'le* una autoridadespiritual relati#aH quere!os decir que* sin ser una autoridad espiritual plena!enteeecti#a* lle#a en s la #irtualidad para ello* que etrae de su origen* y* por ello* sie!prepuede dese!pe

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    No %are!os entonces* en los eje!plos que #a!os a considerar a continuacin*distinciones entre aquellos en los que se trata de una autoridad espiritual pura y aquellosotros en los que puede no tratarse !;s que de una autoridad espiritual relati#aHconsiderare!os co!o autoridad espiritual* en todos los casos* a aquella que social!entedese!pe

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    Captulo : DEPENDENCIA DE LA REALEZA CON RESPECTO AL SACERDOCIO

    "ol#a!os a%ora a las relaciones entre $ra%!anes y C%atrias en la organiacin socialde la India= a los C%atrias pertenece nor!al!ente toda la potencia eterior* ya que eldo!inio de la accin* que es el que directa!ente les concierne* es el !undo eterior y

    sensi'leH pero tal potencia no es nada sin un principio interior* pura!ente espiritual*encarnado en la autoridad de los $ra%!anes* y en el que encuentra su Bnica garantareal. ?e co!prue'a as que la relacin entre a!'os poderes podra ta!'i1n serrepresentada co!o la de lo interior y lo eterior* relacin que* en eecto* si!'olia laeistente entre el conoci!iento y la accin* o* si se quiere* entre el !otor y el !#il*reto!ando la idea que anterior!ente %e!os epuesto al reerirnos tanto a la teoraaristot1lica co!o a la doctrina %indB+. De la ar!ona entre este interior y este eterior*ar!ona que por lo de!;s no de'e en a'soluto ser conce'ida co!o una especie deparalelis!o* puesto que ello supondra desconocer las dierencias esenciales entrea!'os do!inios* resulta la #a nor!al de lo que puede deno!inarse la entidad social* sinpretender sugerir en el e!pleo de tal epresin una asi!ilacin cualquiera entre lacolecti#idad y un ser #i#o* tanto !;s cuanto que* en nuestros das* algunos %an a'usado

    de !odo etra

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    Por otra parte* en la doctrina %indB y en la organiacin social que constituye suaplicacin* y por consiguiente en un pue'lo en el que las aptitudes conte!plati#as*entendidas esta #e en un sentido de pura intelectualidad* son !aniiesta!entepreponderantes e incluso est;n general!ente desarrolladas en un grado que qui; no seencuentre en parte alguna* el lugar que corresponde a los C%atrias* y en consecuencia ala accin* estando su'ordinado co!o nor!al!ente de'e estarlo* se %alla no o'stante !uylejos de ser desprecia'le* puesto que co!prende todo aquello que puede ser lla!ado el

    poder aparente. Por otro lado* co!o ya %e!os indicado en otra ocasin2

    * quienes* 'ajo lainluencia de las interpretaciones errneas que tienen lugar en ccidente* dudaran de estai!portancia !uy real* aunque relati#a* concedida a la accin por la doctrina %indB* yta!'i1n por todas las de!;s doctrinas tradicionales* no tendran* para con#encerse* !;sque acudir a la 7ha%avad;)t(,que* no de'e ol#idarse si quiere co!prenderse su sentido*es uno de esos li'ros especial!ente destinados al uso de los C%atrias y a los cuales%e!os aludido anterior!ente>. &os $ra%!anes de'en ejercer una autoridad en cierto!odo in#isi'le* que* co!o tal* puede ser ignorada por el #ulgo* pero no deja de ser elprincipio in!ediato de todo poder #isi'leH dic%a autoridad es co!o el pi#ote en torno alcual gira todo lo contingente* el eje ijo alrededor del cual el !undo cu!ple su re#olucin*el Polo o el centro in!uta'le que dirige y regula el !o#i!iento cs!ico sin participar en1l6.

    &a dependencia del poder te!poral con respecto a la autoridad espiritual tiene su signo#isi'le en la coronacin de los reyes= 1stos no son real!ente legti!os sino cuando %anreci'ido del sacerdocio la in#estidura y la consagracin* que i!plica la trans!isin de unainluencia espiritual necesaria para el ejercicio regular de sus unciones3. Esta inluenciase !aniesta'a a #eces al eterior !ediante eectos clara!ente sensi'les* y citare!osco!o eje!plo el poder de curacin de los reyes de Francia* que en eecto esta'adirecta!ente relacionado con la consagracinH no era trans!itida al rey por supredecesor* sino que si!ple!ente la reci'a por el %ec%o de la coronacin. Estode!uestra que dic%a inluencia no pertenece propia!ente al rey* sino que le es coneridapor una especie de delegacin de la autoridad espiritual* delegacin en la que* co!o ya%e!os indicado antes* consiste propia!ente el derec%o di#inoH el rey no es pues !;sque su depositario* y* en consecuencia* puede perderla en ciertos casosH por ello* en laCristiandad de la Edad 9edia* el Papa poda li'erar a las personas de su jura!ento deidelidad al so'erano:. Por a

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    atri'utos de 4anus* y se trata'a entonces de las lla#es de los grandes !isterios y de lospeque

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    aplicacin que de 1l as se %ace+* de'e ser relacionada con el Conucianis!o* es ;cilco!prender que en eecto 1ste de'e li!itarse a tal punto de #ista* as co!oeclusi#a!ente se !antiene en el orden %u!ano y social. Indicare!os incluso* apropsito de ello* que* en C%ina* la distincin entre el (aos!o* doctrina pura!ente!etasica* y el Conucianis!o* doctrina social* aun procediendo por lo de!;s uno y otrode una !is!a tradicin integral que representa su principio co!Bn* corresponde !uyeacta!ente a la distincin entre lo espiritual y lo te!poral +/H y de'e!os a

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    siguiente !anera= en lugar de considerar el orden social al co!pleto co!o deri#ando de lareligin* co!o estando suspendido de ella en cierto !odo y teniendo en ella su principio*tal co!o era en la Cristiandad de la Edad 9edia* y tal co!o igual!ente lo es en el Isla!*que a este respecto le es !uy co!para'le* no se quiere %oy en da #er en la religin* a losu!o* sino uno de los ele!entos del orden social* un ele!ento entre los otros y al !is!ottulo que los otrosH es la ser#idu!'re de lo espiritual a lo te!poral* o incluso su a'sorcin*a la espera de la co!pleta negacin de lo espiritual que es su conclusin ine#ita'le. En

    eecto* considerar las cosas de esta !anera induce orosa!ente a %u!aniar lareligin* es decir* a tratarla co!o un %ec%o pura!ente %u!ano* de orden social o !;s'ien sociolgico para unos* o de orden psicolgico para otrosH y* entonces* a decir#erdad* ya no es religin* pues 1sta i!plica esencial!ente algo supra-%u!ano* a alta delo cual ya no esta!os en el do!inio espiritual* siendo en realidad id1nticos en el ondo lote!poral y lo %u!ano* segBn lo que anterior!ente %e!os eplicadoH %ay aqu entoncesuna #erdadera negacin i!plcita de la religin y de lo espiritual* sean cuales puedan sersus apariencias* de tal !odo que la negacin eplcita y pro'ada ser; !enos lainstauracin de un nue#o estado de cosas que el reconoci!iento de un %ec%o cu!plido.As* la in#ersin de las relaciones prepara directa!ente la supresin del t1r!ino superior*incluso la i!plica al !enos #irtual!ente* al igual que la re'elin de los C%atrias contra laautoridad de los $ra%!anes* tal co!o #a!os a #er* prepara e i!pulsa* por as decir* el

    predo!inio de las castas !;s inerioresH y quienes %ayan seguido %asta aqu nuestraeposicin co!prender;n sin de!asiado esuero que %ay en esta relacin algo !;s queuna si!ple co!paracin.

    Po#ta$a $% &'('

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    Captulo I: LA RE!ELIN DE LOS C"ATRIAS

    En casi todos los pue'los* en di#ersas 1pocas* y cada #e !;s recuente!ente a!edida que se acercan a nuestro tie!po* los depositarios del poder te!poral tendieron*co!o %e!os dic%o* a %acerse independientes de toda autoridad superior* pretendiendo no

    o'tener su propio poder sino de s !is!os y separar co!pleta!ente lo espiritual de lote!poral* o incluso so!eter aquel a 1ste. En tal insu'ordinacin* en el sentidoeti!olgico de la pala'ra* eisten grados dierentes* de entre los cuales los !;sacentuados son ta!'i1n los !;s recientes* co!o %e!os indicado en el anterior captuloHlas cosas ja!;s %an llegado tan lejos en este sentido co!o en la 1poca !oderna* y* so'retodo* no parece que* anterior!ente* las concepciones que le corresponden 'ajo di#ersosaspectos %ayan sido ja!;s incorporadas a la !entalidad general co!o lo %an %ec%o en elcurso de los Blti!os siglos. Podra!os repetir especial!ente* a propsito de ello* lo queya en otro lugar %e!os dic%o acerca del indi#idualis!o considerado co!o caractersticodel !undo !oderno+= la uncin de la autoridad espiritual es la Bnica que se reiere a undo!inio supra-indi#idualH desde el !o!ento que esta autoridad es ignorada* es lgico queel indi#idualis!o apareca in!ediata!ente* al !enos co!o tendencia* si no co!o

    air!acin deinida* pues todas las restantes unciones sociales* co!enando por launcin gu'erna!ental que es la del poder te!poral* son de orden pura!ente %u!ano*y el indi#idualis!o es precisa!ente la reduccin de toda la ci#iliacin tan slo a susele!entos %u!anos. curre igual con el naturalis!o* tal co!o indic;'a!osanterior!ente= estando ligada la autoridad espiritual al conoci!iento !etasico ytrascendente* slo ella tiene un car;cter #erdadera!ente so'renaturalH el resto es deorden natural o sico* co!o %aca!os notar en lo que concierne al g1nero deconoci!ientos que es principal!ente* en una ci#iliacin tradicional* patri!onio de losC%atrias. Por otra parte* indi#idualis!o y naturalis!o son 'astante estrec%a!entesolidarios* pues apenas son* en el ondo* !;s que dos aspectos que adopta una sola y!is!a cosa* segBn se considere con respecto al %o!'re o con respecto al !undoH ypodra co!pro'arse* de una !anera !uy general* que la aparicin de doctrinasnaturalistas o anti!etasicas se produce cuando el ele!ento que representa el poderte!poral adquiere* en una ci#iliacin* predo!inio so're el que representa la autoridadespiritual/. Es lo que ocurri en la propia India* cuando los C%atrias* no content;ndose ya conocupar el segundo rango en la jerarqua de las unciones sociales* aunque este segundorango i!plicara el ejercicio de toda la potencia eterior y #isi'le* se re'elaron contra laautoridad de los $ra%!anes y quisieron li'erarse de toda dependencia a su respecto.Aqu* la %istoria aporta una aso!'rosa conir!acin de lo que deca!os antes* que elpoder te!poral se arruina a s !is!o al ignorar su su'ordinacin rente a la autoridadespiritual* porque* co!o todo lo que pertenece al !undo del ca!'io* no puede 'astarse as !is!o* siendo el ca!'io inconce'i'le y contradictorio si carece de un principio

    in!uta'le. (oda concepcin que niegue lo in!uta'le* situando al ser por entero en el1!a Crise du Monde moderne* cap. ".

    2Esta air!acin* sea cual sea la or!a que adopte* no es en realidad* por lo de!;s* sino unanegacin !;s o !enos disi!ulada= la negacin de todo principio superior a la indi#idualidad.

    3tro %ec%o curioso que no pode!os sino se

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    de#enir* oculta en s !is!a un ele!ento de contradiccinH tal concepcin ese!inente!ente anti!etasica* ya que el do!inio !etasico es precisa!ente el de loin!uta'le* el de lo que est; !;s all; de la naturalea o del de#enirH y podra ser ta!'i1nlla!ada te!poral* para indicar con ello que su punto de #ista es eclusi#a!ente el de lasucesinH es necesario ade!;s se

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    cualquiera podra !antener la supre!aca so're las otras* ni* por lo de!;s* en no!'re dequ1 pretendera i!ponerlaH cualquiera* en tales condiciones* puede creer que tiene tantoderec%o al poder co!o cualquier otro* por poco que !aterial!ente disponga de la ueranecesaria para adue

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    Captulo II: LAS USURPACIONES DE LA REALEZA Y SUS CONSECUENCIAS

    A #eces se dice que la %istoria se repite* lo cual es also* pues no puede %a'er en eluni#erso dos seres ni dos aconteci!ientos que sean rigurosa!ente se!ejantes entre sen todos los aspectosH si lo ueran* ya no seran dos* pues* coincidiendo en todo* pura y

    si!ple!ente se conundiran* de or!a que no seran !;s que un solo y !is!o ser o unsolo y !is!o aconteci!iento+. &a repeticin de posi'ilidades id1nticas i!plica ade!;suna suposicin contradictoria* la de una li!itacin de la posi'ilidad uni#ersal y total* y*co!o ya %e!os eplicado en otro lugar con todos los desarrollos necesarios * es esto loque per!ite rec%aar teoras tales co!o las de la reencarnacin y del eterno retorno.Pero otra opinin no !enos alsa es aquella que* en el etre!o opuesto* consiste enpretender que los %ec%os %istricos son co!pleta!ente dierentes entre s* que no tienennada en co!BnH la #erdad es que sie!pre eisten a la #e dierencias en ciertos aspectosy se!ejanas en otros* y que* al igual que %ay distintos g1neros de seres en la naturalea*ta!'i1n %ay* en este do!inio co!o en los de!;s* g1neros de %ec%osH en otras pala'ras*%ay %ec%os que son* en circunstancias distintas* !aniestaciones o epresiones de una!is!a ley. Es la ran de que a #eces se encuentren situaciones co!para'les* y que* si

    se ol#idan las dierencias para no retener sino los puntos de si!ilitud* pueden dar lai!presin de una repeticinH en realidad* ja!;s eiste identidad entre los dierentesperodos de la %istoria* pero %ay correspondencia y analoga* tanto aqu co!o entre losciclos cs!icos o entre los estados !Bltiples de un serH y* as co!o dierentes serespueden pasar por ases co!para'les* con la reser#a de las !odalidades que son propiasa la naturalea de cada uno de ellos* lo !is!o ocurre ta!'i1n en cuanto a los pue'los ylas ci#iliaciones.

    As* co!o %e!os se

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    En Europa encontra!os ta!'i1n* desde la Edad 9edia* una analoga con la re'elinde los C%atriasH la #e!os incluso !;s particular!ente en Francia* donde* a partir deFelipe el er!oso* que de'e ser considerado co!o uno de los principales autores de lades#iacin caracterstica de la 1poca !oderna* la !onarqua intenta casi constante!ente%acerse independiente de la autoridad espiritual* conser#ando no o'stante* por unsingular ilogis!o* la !arca eterior de su dependencia original* puesto que* co!o ya%e!os eplicado* la consagracin de los reyes no era otra cosa. &os legistas de Felipe

    el er!oso son ya* !uc%o antes que los %u!anistas del enaci!iento* los #erdaderosprecursores del laicis!o actualH y es en esta 1poca* es decir* a principios del siglo )I"* adonde es preciso %acer re!ontar en realidad la ruptura del !undo occidental con supropia tradicin. Por raones que sera arduo eponer aqu* y que por otra parte ya %e!osindicado en otros estudios/* pensa!os que el punto de partida de dic%a ruptura estu#o!uy clara!ente !arcado por la destruccin de la rden del (e!pleH recordare!os tanslo que 1sta constitua co!o un lao entre riente y ccidente* y que* en el !is!occidente* era* por su do'le car;cter religioso y guerrero* una especie de rasgo de uninentre lo espiritual y lo te!poral* o qui; incluso este do'le car;cter de'a ser interpretadoco!o el signo de una relacin !;s directa con la uente co!Bn de a!'os poderes2. Lui;se est1 tentado de o'jetar que tal destruccin* si 'ien ue deseada por el rey de Francia*al !enos ue realiada de acuerdo con el PapadoH la #erdad es que le ue i!puesta al

    Papado* lo cual es !uy dierenteH y ue as co!o* in#irtiendo las relaciones nor!ales* elpoder te!poral co!en desde entonces a ser#irse de la autoridad espiritual con ines dedo!inacin poltica. ?in duda se dir; que el %ec%o de que esta autoridad espiritual sedejara su'yugar as de!uestra que ya no era lo que %a'ra de'ido ser* y que susrepresentantes ya no posean plena consciencia de su car;cter trascendenteH ello escierto* y por lo de!;s es lo que eplica y justiica* en esta !is!a 1poca* las in#ecti#as a!enudo #iolentas de Dante a su respectoH pero no por ello deja'a de ser* a pesar de todo*rente al poder te!poral* la autoridad espiritual* y de ella el pri!ero o'tena su legiti!idad.&os representantes del poder te!poral no est;n* co!o tales* cualiicados para reconocersi la autoridad espiritual que corresponde a la or!a tradicional de la que dependen poseeo no la plenitud de su realidad eecti#aH incluso son incapaces de ello por deinicin* yaque su co!petencia est; li!itada a un do!inio ineriorH sea cual sea esta autoridad* siignoran su su'ordinacin con respecto a ella* co!pro!eten con ello su legiti!idad. Esnecesario entonces tener cuidado en distinguir la cuestin de lo que puede ser unaautoridad espiritual en s !is!a* en tal o cual !o!ento de su eistencia* y la de susrelaciones con el poder te!poralH la segunda es independiente de la pri!era* que noconsidera sino a quienes ejercen las unciones de orden sacerdotal o a quienesnor!al!ente estaran cualiicados para ejercerlaH e* incluso aunque esta autoridad* por undeecto de sus representantes* %u'iera perdido co!pleta!ente el espritu de sudoctrina* tan slo la conser#acin del depsito de la letra y de las or!as eteriores enlas que esta doctrina est; en cierto !odo contenida continuara aBn asegur;ndole lapotencia necesaria y suiciente para ejercer #;lida!ente su supre!aca so're lote!poral>* ya que esta supre!aca est; #inculada a la esencia !is!a de la autoridad

    espiritual y le pertenece en tanto que su'sista regular!ente* por dis!inuida que en s3"1ase especial!ente !*6sot&risme de 3ante.

    4"er a este respecto nuestro estudio so're Saint 7ernardH %e!os indicado que los dos caracteresdel !onje y del ca'allero se encontra'an reunidos en san $ernardo* autor de la regla de la rdendel (e!ple* caliicada por 1l co!o !ilicia de Dios* y con ello se eplica el papel queconstante!ente de'i dese!pe

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    !is!a pueda estar* pues la !enor parcela de espiritualidad es inco!para'le!entesuperior a todo lo que depende del orden te!poral. De ello resulta que* !ientras que laautoridad espiritual puede y de'e sie!pre controlar al poder te!poral* ella !is!a nopuede ser controlada por nada* al !enos eterior!ente 6H por etra

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    de centraliacin* del que la 'urguesa de'a por lo de!;s recoger posterior!ente los'eneicios cuando se adue

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    estrec%a!ente localiadas* y* por otra parte* so!etidas a una regla!entacin restricti#aque e!ana'a de la autoridad espiritual* no eran nada en co!paracin con las guerrasnacionales* que %an dese!'ocado* con la e#olucin y el I!perio* en las naciones enar!as+/* y de las que en nuestros das %e!os #isto adoptar nue#os desarrollos !uy pocotranquiliadores para el uturo.

    Por otro lado* la constitucin de las nacionalidades %io posi'les #erdaderas

    tentati#as de su'yugacin de lo espiritual a lo te!poral* i!plicando as una in#ersinco!pleta de las relaciones jer;rquicas entre a!'os poderesH esta ser#idu!'re encuentrasu epresin !;s deinida en la idea de una Iglesia nacional* es decir* su'ordinada alEstado y encerrada en los l!ites de 1steH y la !is!a pala'ra de religin de Estado* 'ajosu #oluntaria!ente equ#oca apariencia* no signiica en el ondo otra cosaH se trata de lareligin de la que el go'ierno te!poral se sir#e co!o de un !edio para asegurar sudo!inioH es la religin reducida a no ser !;s que un si!ple actor del orden social +2. Estaidea de Iglesia nacional #io la lu en pri!er lugar en los pases protestantes* o* !ejordic%o* es qui; especial!ente para realiarla que se suscit el Protestantis!o* pues alparecer &utero apenas ue* poltica!ente al !enos* !;s que un instru!ento de lasa!'iciones de ciertos prncipes ale!anes* y es !uy pro'a'le que* sin ello* inclusoaunque se %u'iera producido su re#uelta contra o!a* las consecuencias %a'ran sido

    tan li!itadas co!o las de !uc%as otras disidencias indi#iduales que no ueron !;s queincidentes sin trascendencia. &a eor!a es el snto!a !;s aparente de la ruptura de launidad espiritual de la Cristiandad* pero no ue ella la que co!en* segBn la epresinde Sosep% de 9aistre* a desgarrar la ropa sin costurasH esta ruptura era entonces un%ec%o cu!plido desde %aca largo tie!po* ya que* co!o %e!os !encionado* su inicio sere!onta en realidad a dos siglos antesH y podra %acerse una o'ser#acin an;loga conrespecto al enaci!iento* que* por una coincidencia que nada tiene de ortuito* se produjocasi al !is!o tie!po que la eor!a* y sola!ente cuando los conoci!ientos tradicionalesde la Edad 9edia se %a'an perdido casi por co!pleto. El Protestantis!o ue entonces* aeste respecto* !;s 'ien un desenlace que un punto de partidaH pero* si ante todo ue* enrealidad* o'ra de prncipes y so'eranos* que la utiliaron en pri!er lugar con inespolticos* sus tendencias indi#idualistas no de'an tardar en #ol#erse contra ellos* puesprepararon directa!ente la #a para las concepciones de!ocr;ticas e igualitariascaractersticas de la 1poca actual+>.

    eto!ando lo concerniente a la ser#idu!'re de la religin con respecto al Estado* 'ajola or!a que aca'a!os de indicar* sera por lo de!;s un error creer que no seencontraran eje!plos de ello uera del Protestantis!o+6= si el cis!a anglicano de Enrique"III es el logro !;s co!pleto en la constitucin de una Iglesia nacional* el propiogalicanis!o* tal co!o &uis )I" pudo conce'irlo* no era otra cosa en el ondoH si tal intento

    1/Co!o en otro lugar %e!os indicado 4!a Crise du Monde moderne* p;gs. +02-+0>5* al o'ligar atodos los %o!'res indistinta!ente a to!ar parte en las guerras !odernas* se ignora por co!pletola distincin esencial de las unciones socialesH 1sta es* por lo de!;s* una consecuencia lgica del

    igualitaris!o.

    12Esta concepcin puede por otra parte realiarse 'ajo otras or!as distintas a las de una Iglesianacional propia!ente dic%aH se tiene de ello un eje!plo de lo !;s nota'le en un r1gi!en co!o eldel Concordato napolenico* que transor! a los sacerdotes en uncionarios del Estado* lo cuales una #erdadera !onstruosidad.

    1>Ca'e notar que el Protestantis!o supri!e al clero* y que* si 'ien pretende !antener la autoridadde la $i'lia* la arruina de %ec%o por el li're ea!en.

    16No considera!os aqu el caso de usia* que es un poco especial y que de'era dar lugar adistinciones que co!plicaran inBtil!ente nuestra eposicinH es cierto que* ta!'i1n all* se

    encuentra la religin de Estado en el sentido que %e!os deinidoH pero al !enos las rdenes!on;sticas %an podido escapar en cierta !edida a la su'ordinacin de lo espiritual a lo te!poral*!ientras que en los pases protestantes su supresin %a %ec%o a esta su'ordinacin tan co!pletaco!o era posi'le.

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    %u'iera triunado* la #inculacin con o!a sin duda %u'iera su'sistido en teora* pero*pr;ctica!ente* los eectos %a'ran sido co!pleta!ente anulados por la interposicin delpoder poltico* y la situacin no %a'ra sido sensi'le!ente dierente en Francia de lo quepodra serlo en Inglaterra* si las tendencias de la raccin ritualista de la Iglesiaanglicana llegaran deiniti#a!ente a pre#alecer+3. El Protestantis!o* en sus dierentesor!as* %a lle#ado las cosas al etre!oH pero no slo en los pases donde se esta'leci*la realea destruy su propio derec%o di#ino* es decir* el Bnico unda!ento real de su

    legiti!idad* y* al !is!o tie!po* la Bnica garanta de su esta'ilidadH segBn lo queaca'a!os de eponer* la !onarqua rancesa* sin llegar a una ruptura tan !aniiesta conla autoridad espiritual* actu en su!a eacta!ente de la !is!a or!a* aunque utiliandootros !edios !;s sutiles* e incluso parece que ue la pri!era en in#olucrarse en esta #aHaquellos de sus partidarios que le rinden una especie de culto* apenas parecen percatarsede las consecuencias que %a entra

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    Captulo III: PARASO TERRENAL Y PARASO CELESTIAL

    &a constitucin poltica de la Cristiandad !edie#al era* co!o %e!os dic%o*esencial!ente eudalH su cBspide resida en una uncin* #erdadera!ente supre!a en elorden te!poral* que era la del E!perador* quien de'a ser con respecto a los reyes lo que

    1stos* a su #e* eran con respecto a sus #asallos. ay que decir* por otra parte* que estaconcepcin del ?acro I!perio era ante todo terica y que ja!;s ue plena!ente realiada*sin duda a causa de los propios E!peradores* que* desorientados por la a!plitud de lapotencia que les %a'a sido conerida* ueron los pri!eros en dudar de su su'ordinacinrente a la autoridad espiritual* de la que sin e!'argo o'tenan su poder* co!o todos losrestantes so'eranos* e incluso toda#a !;s directa!ente+. Fue esto lo que se %acon#enido en lla!ar la querella entre el ?acerdocio y el I!perio* cuyas di#ersas#icisitudes son lo 'astante conocidas co!o para que tenga!os que recordarlas aqu* nisiquiera su!aria!ente* tanto !;s cuanto que el detalle de tales %ec%os i!porta poco paralo que nos propone!osH lo !;s interesante es co!prender lo que #erdadera!ente %a'rade'ido ser el E!perador* y ta!'i1n qu1 es lo que %a podido dar naci!iento al error que le%io to!ar su supre!aca relati#a por una supre!aca a'soluta.

    &a distincin entre el Papado y el I!perio pro#ena* en cierto !odo* de una di#isin delos poderes que* en la antigua o!a* %a'an sido reunidos en una sola persona* ya que*por entonces* el Imperator era al !is!o tie!po Ponti.e> Ma>imus?H no #a!os* por lode!;s* a in#estigar aqu c!o puede eplicarse* en este caso especial* esta reunin de loespiritual y de lo te!poral* pues correra!os el riesgo de perdernos en consideraciones'astante co!plejas/. ?ea co!o uere* el Papa y el E!perador no eran precisa!ente lasdos !itades de Dios* co!o escri'i "ctor ugo* sino !;s eacta!ente las dos !itadesde ese Cristo-4anusque algunas iguraciones nos !uestran teniendo en una !ano unalla#e y en la otra un cetro* e!'le!as respecti#os de los poderes sacerdotal y real unidosen 1l co!o en su principio co!Bn2.Esta asi!ilacin si!'lica de Cristo con 4anus* entanto que principio supre!o de los dos poderes* es una !arca !uy clara de ciertacontinuidad tradicional* de!asiado a !enudo ignorada o negada de ante!ano* entre laantigua o!a y la o!a cristianaH no de'e ol#idarse que* en la Edad 9edia* el I!perioera ro!ano co!o el Papado. Pero esta !is!a iguracin nos orece ta!'i1n la randel error que aca'a!os de indicar* y que de'a ser atal para el I!perioH dic%o errorconsiste en su!a en considerar co!o equi#alentes las dos !itades de 4anus* que en

    1El ?acro I!perio co!en con Carlo!agno* y se sa'e que ue el Papa quien coniri a 1ste ladignidad i!perialH sus sucesores no podan ser legiti!ados de un !odo distinto.

    2Es de notar que el Papa sie!pre %aya conser#ado este ttulo de Ponti.e> Ma>imus* cuyo origenes tan e#idente!ente etra

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    eecto lo son en apariencia* pero que* cuando representan a lo espiritual y a lo te!poral*no pueden serlo en realidadH en otras pala'ras* es el !is!o error que consiste enconsiderar a los dos poderes unidos !ediante una relacin de coordinacin* cuando#erdadera!ente se trata de una relacin de su'ordinacin* puesto que* desde el !o!entoest;n separados* !ientras que uno procede directa!ente del principio supre!o* el otro noprocede de 1l sino indirecta!enteH ya nos %e!os eplicado suiciente!ente so're ello enlo que precede co!o para que %aya a%ora lugar a insistir !;s.

    Dante* al inal de su tratado 3e Monar"hia* deine de una or!a !uy clara las respecti#asatri'uciones del Papa y del E!peradorH %e aqu este i!portante pasaje= &a inea'lePro#idencia de Dios propone al %o!'re dos ines* a sa'er= la elicidad de la #ida presente*que consiste en el ejercicio de la #irtud propia y que se si!'olia por el paraso terrenalH yla elicidad de la #ida eterna* que consiste en el goo de la #isin de Dios* a la que la#irtud %u!ana no puede ascender si no es ayudada por la di#ina lu* elicidad 1sta quenos es dado a entender co!o Paraso celestial. A estas dos elicidades* co!o a dosdistintas conclusiones* se puede llegar por di#ersos !edios. En eecto* a la pri!erapode!os llegar por las ense

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    ?i nos reeri!os a lo que ya %e!os eplicado* se #er; sin diicultad que la distincinque Dante esta'lece entre los dos ines del %o!'re corresponden !uy eacta!ente a lade los peque

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    es esencial!ente suprarracional* luego ta!'i1n supra-%u!anoH y* del !is!o !odo que* apartir del Paraso terrestre* la #a del Paraso celestial deja la tierra para salireallestelle* co!o dice Dante++* es decir* para ele#arse a los estados superiores* igurados porlas eseras planetarias y estelares en el lenguaje de la astrologa* y por las jerarquasang1licas en el de la teologa* las acultades indi#iduales son i!potentes para elconoci!iento de todo aquello que supera el estado %u!ano* y son precisos otros !edios=es aqu cuando inter#iene la e#elacin* que es una co!unicacin directa con los

    estados superiores* co!unicacin que* co!o indic;'a!os anterior!ente* eseecti#a!ente esta'lecida por el pontiicado. &a posi'ilidad de esta e#elacin se 'asaen la eistencia de acultades trascendentes con respecto al indi#iduo= sea cual sea elno!'re que se le d1* ya se %a'le* por eje!plo* de intuicin intelectual o de inspiracin*es sie!pre en el ondo lo !is!oH el pri!ero de estos t1r!inos podr; %acer pensar en unsentido en los estados ang1licos* que en eecto son id1nticos a los estados supra-indi#iduales del ser* y el segundo e#ocar; so're todo esa accin del Espritu ?anto a lacual Dante alude epresa!ente+H podr; decirse ta!'i1n que lo que es interior!enteinspiracin* para aquel que la reci'e directa!ente* ser; eterior!ente e#elacin parala colecti#idad %u!ana a la que se %a trans!itido por su !ediacin* en la !edida en quetal trans!isin es posi'le* es decir* en la !edida de lo que es epresa'le. Natural!ente*no %ace!os !;s que resu!ir aqu !uy su!aria!ente y de una or!a qui; algo

    si!pliicada un conjunto de consideraciones que* si se quisiera desarrollar de !odo !;sco!pleto* nos lle#ara a ciertas co!plejidades y escaparan por otra parte de nuestrote!aH lo que aca'a!os de decir es en todo caso suiciente para el in que actual!entenos propone!os.

    En esta acepcin* la e#elacin y la ilosoa corresponden respecti#a!ente a lasdos partes que* en la doctrina %indB* son designadas con los no!'res de Shruti y deSmritiBH de'e!os seH #er !*6sot&risme de 3ante,p;g. 60.

    1El intelecto puro* que es de orden uni#ersal y no indi#idual* y que religa entre s todos los estadosdel ser* es el principio al que la doctrina %indB deno!ina 7uddhi* no!'re cuya ra epresaesencial!ente la idea de sa'idura.

    1/"1ase !*$omme et son devenir selon le 2'd(nta* cap. +.

    12$ajo este aspecto* podran qui; etraerse ciertas consecuencias del %ec%o de que* en latradicin juda* origen y punto de partida de todo lo que puede lle#ar el no!'re de religin en susentido !;s preciso* ya que el Isla! se relaciona con ella tanto co!o el Cristianis!o* la

    deno!inacin de Thoraho &ey es aplicada a todo el conjunto de los &i'ros sagrados= #e!os enello so're todo una conein con la con#eniencia especial de la or!a religiosa para los pue'los enlos que predo!ina la naturalea de los C%atrias* y ta!'i1n con la i!portancia particular que adoptaen esta or!a el punto de #ista social* %a'iendo entre estas consideraciones* por lo de!;s* laos'astante estrec%os.

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    la etensin de sus posi'ilidades* constituye los peque. &a Shruties la ludirecta* que* co!o la inteligencia pura* que al !is!o tie!po es aqu la pura espiritualidad*corresponde al sol* y la Smrities la lu relejada* que* co!o la !e!oria* de la que lle#a elno!'re y que es la acultad te!poral por deinicin* corresponde a la luna+6H por ello* lalla#e de los grandes !isterios es de oro* y la de los peque Ma>imusse %an !antenido entre los principales e!'le!as del Papado* y* por lode!;s* las sentencias e#ang1licas relati#as al poder de las lla#es no %acen en su!a*as co!o igual!ente ocurre con respecto a otros puntos* !;s que conir!ar plena!entela tradicin pri!ordial. Puede a%ora co!prenderse* aBn !;s co!pleta!ente que por loque antes %a'a!os eplicado* por qu1 estas dos lla#es son al !is!o tie!po las delpoder espiritual y el poder te!poralH podra decirse* para epresar las relaciones entrea!'os poderes* que el Papa de'e guardar para s la lla#e de oro del Paraso celestial* yconiar al E!perador la lla#e de plata del Paraso terrestreH y aca'a!os de #er que* enel si!'olis!o* esta segunda lla#e era a #eces ree!plaada por el cetro* insignia !;sespecial de la realea+3.

    ay* en lo que precede* un punto so're el que de'e!os lla!ar la atencin* con o'jetode e#itar incluso la apariencia de una contradiccin= %e!os dic%o* por un lado* que elconoci!iento !etasico* que es la #erdadera sa'idura* es el principio del que deri#acualquier otro conoci!iento a ttulo de aplicacin en rdenes contingentes* y* por otro* quela ilosoa* en su sentido original* segBn el cual designa el conjunto de talesconoci!ientos contingentes* de'e ser considerada co!o una preparacin a la sa'iduraHKc!o pueden conciliarse a!'as air!acionesM @a en otro lugar nos %e!os eplicadoso're este asunto* a propsito del do'le papel de las ciencias tradicionales +:= %ay aqudos puntos de #ista* uno descendente y el otro ascendente* correspondiendo el pri!ero aun desarrollo del conoci!iento que parte de los principios para llegar a las aplicaciones*cada #e !;s alejadas de 1ste* y el segundo a una adquisicin gradual de este !is!oconoci!iento procediendo de lo inerior a lo superior* o ta!'i1n* si se quiere* de lo eteriora lo interior. Este segundo punto de #ista corresponde entonces a la #a segBn la cual los%o!'res pueden ser conducidos al conoci!iento* de una !anera gradual y proporcionadaa sus capacidades intelectualesH y es as que en pri!er lugar son conducidos al Parasoterrenal* y despu1s al Paraso celestialH pero este orden de ense

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    cualiicados para realiar* conor!e a la ortodoia tradicional !;s rigurosa* todas lasadaptaciones requeridas por las circunstancias de tie!po y de lugarH por ello* talesadaptaciones* cuando son regular!ente eectuadas* son necesaria!ente o'ra delsacerdocio* al que por deinicin pertenece el conoci!ientoprin"ipialH y ta!'i1n por elloslo el sacerdocio puede legti!a!ente conerir la iniciacin real* !ediante laco!unicacin de los conoci!ientos que la constituyen. Puede deducirse de ello que lasdos lla#es* consideradas co!o siendo las del conoci!iento en el orden !etasico y en

    el orden sico* pertenecen a!'as real!ente a la autoridad sacerdotal* y es sola!entepor delegacin* si as puede decirse* que la segunda es coniada a los depositarios delpoder real. De %ec%o* cuando el conoci!iento sico es separado de su principiotrascendente* pierde su principal ran de ser y no tarda en con#ertirse en %eterodooH esentonces cuando aparecen* tal co!o %e!os eplicado* las doctrinas naturalistas*resultado de la adulteracin de las ciencias tradicionales por parte de los C%atriasre'eldesH se trata ya de un ca!inar %acia la ciencia proana* que ser; la o'ra propia delas castas ineriores y el signo de su do!inacin en el orden intelectual* si toda#a* ense!ejante caso* puede %a'larse de intelectualidad. Aqu* co!o en el orden poltico* lare'elin de los C%atrias prepara la #a a la de los "aisyas y los ?udrasH as* de etapa enetapa* se llega al !;s 'ajo utilitaris!o* a la negacin de todo conoci!iento desinteresado*aunque sea de un rango inerior* y de toda realidad que supere el do!inio sensi'leH es

    esto* eacta!ente* lo que pode!os co!pro'ar en nuestra 1poca* en la que el !undooccidental casi %a llegado al Blti!o grado de ese descenso que* co!o la cada de loscuerpos pesados* se acelera sin pausa.

    (oda#a nos queda* en el teto del 3e Monar"hia* un punto que no %e!os elucidado* yque no es !enos digno de se

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    en su plenitud/. El !ar de pasiones es e#idente!ente lo !is!o que las olas de lacodicia* y* en a!'os tetos* se trata igual!ente de la tranquilidad= en eecto* lo querepresenta la na#egacin si!'lica es la conquista de la gran pa2. Jsta puede por lode!;s entenderse de dos !aneras* segBn se reiera al Paraso terrestre o al ParasocelestialH en este Blti!o caso* se identiica con la lu de gloria y la #isin 'eatica>H enel otro* es la pa propia!ente dic%a* en un sentido !;s restringido* aunque aBn !uydierente del sentido proanoH de'e se homini5us 5onae voluntatis, co!o lo %e!oseplicado en nuestro estudio so're !e Roi du Monde.

    26Esto se relaciona con el si!'olis!o de los dos oc1anos* el de las Raguas superioresW y el de lasRaguas inerioresW* que es co!Bn a todas las doctrinas tradicionales.

    23?e podr; ta!'i1n so're ese punto* %acer un paralelo con la ense

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    Cristiandad y de la !anera en que las relaciones de a!'os poderes de'an serconsideradas.

    ?in duda se nos preguntar; la ran de que tal idea se %aya !antenido co!o laepresin de un ideal que ja!;s de'a ser realiadoH lo etra

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    Captulo I)* LA LEY INMUTA!LE

    &as ense

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    autoridad espiritual* no %a'ra ninguna ran para que cesara el desorden una #e se%u'iera introducido en la organiacin socialH pero %a'lar de la esta'ilidad del desordenes una contradiccin en los t1r!inos* ya que no es en su!a* si puede decirse* sino elca!'io reducido a s !is!oH sera co!o pretender encontrar la in!o#ilidad en el!o#i!iento. Cada #e que se acentBa el desorden* el !o#i!iento se acelera* pues se daun paso !;s en el sentido del ca!'io puro y de la instantaneidadH por ello* co!o antesdiji!os* cuanto !;s inerior es el orden de los ele!entos sociales que predo!inan* !enos

    duradero es su do!inio. Al igual que todo lo que no tiene !;s que una eistencianegati#a* el desorden se destruye a s !is!oH es en su propio eceso donde puedeencontrarse el re!edio a los casos !;s desesperados* puesto que la rapide crecientedel ca!'io necesaria!ente tendr; un t1r!inoH y* en la actualidad* Kno co!ienan !uc%osa sentir !;s o !enos conusa!ente que las cosas no podr;n continuar asindeinida!enteM Incluso aunque en el punto en que est; el !undo no sea ya posi'le unenderea!iento sin una cat;stroe* Kes 1sta una ran suiciente para no considerarlo apesar de todoM @* si ello se rec%aara* Kno constituira 1sta una or!a del ol#ido de losprincipios in!uta'les* que est;n !;s all; de todas las #icisitudes de lo te!poral y que*en consecuencia* ninguna cat;stroe podra aectarM Anterior!ente diji!os que la%u!anidad ja!;s %a estado tan alejada del Paraso terrestre de co!o actual!ente loest;H pero* sin e!'argo* no de'e ol#idarse que el in de un ciclo coincide con el co!ieno

    de otroH por lo de!;s* si nos re!iti!os al Apocalipsis* se #er; que es en el l!ite etre!odel desorden* casi en la aparente destruccin del !undo eterior* cuando de'eproducirse el ad#eni!iento de la Serusal1n celestial* que ser;* para un nue#o perodo dela %istoria de la %u!anidad* lo an;logo de lo que ue el Paraso terrestre para aquel queter!inar; en ese !is!o !o!ento/. &a identidad entre los caracteres de la 1poca!oderna y aquellos que las doctrinas tradicionales indican para la ase inal del Qali-@ugaper!iten pensar* sin de!asiado enga

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    Por otra parte* cuando uno se sitBa* co!o %ace!os nosotros* en el punto de #ista delas realidades espirituales* puede esperarse sin tur'acin y durante tanto tie!po co!o%aga alta* pues 1ste es* co!o %e!os dic%o* el do!inio de lo in!uta'le y de lo eternoH laagitacin e'ril tan caracterstica de nuestra 1poca prue'a que* en el ondo* nuestrosconte!por;neos se !antienen sie!pre en el punto de #ista te!poral* incluso cuandocreen %a'erlo superado* y* a pesar de las pretensiones de algunos a este respecto*

    apenas sa'en lo que es la espiritualidad pura. Por lo de!;s* entre aquellos !is!os quese esueran en reaccionar contra el !aterialis!o !oderno* Kcu;ntos %ay que seancapaces de conce'ir esa espiritualidad uera de toda or!a especial* y !;sparticular!ente de una or!a religiosa* y etraer los principios de toda aplicacin acircunstancias contingentesM Entre quienes se erigen en deensores de la autoridadespiritual* Kcu;ntos sospec%an lo que puede ser esta autoridad en estado puro* tal y co!oanterior!ente diji!os* y se dan #erdadera!ente cuenta de lo que son sus uncionesesenciales* sin detenerse en las apariencias eternas* sin reducirlo todo a una si!plecuestin de ritos* cuyas raones proundas le son por otra parte total!enteinco!prendidas* o de jurisprudencia* que es algo a'soluta!ente te!poralM Entreaquellos que quisieran intentar una restauracin de la intelectualidad* Kcu;ntos %ay queno la re'ajen al ni#el de una si!ple ilosoa* entendida esta #e en el sentido %a'itual y

    proano de la pala'ra* y que co!prenden que* en su esencia y en su realidad prounda*intelectualidad y espiritualidad son una sola y la !is!a cosa 'ajo dos dierentesdeno!inacionesM Entre aquellos que %an !antenido a pesar de todo algo del espritutradicional* y no %a'la!os aqu sino para 1stos* ya que son los Bnicos cuyo pensa!ientopuede tener para nosotros algBn #alor* Kcu;ntos %ay que consideran la #erdad por s!is!a* de una or!a entera!ente desinteresada* independiente de toda preocupacinsenti!ental* de toda pasin de partido o de escuela* de todo deseo de do!inacin o deproselitis!oM Entre quienes* para escapar del caos social en que se de'ate el !undooccidental* co!prenden que es preciso ante todo denunciar la #anidad de las ilusionesde!ocr;ticas e igualitarias* Kcu;ntos poseen la nocin de una #erdadera jerarqua*esencial!ente 'asada en las dierencias in%erentes a la naturalea propia de los seres%u!anos y en los grados de conoci!iento a los que 1stos eecti#a!ente %an llegadoMEntre aquellos que se declaran ad#ersarios del indi#idualis!o* Kcu;ntos %ay que tenganconciencia de una realidad trascendente con respecto a los indi#iduosM ?i plantea!osaqu todas estas preguntas es porque per!itir;n* a quienes quieran releionar so'reellas* encontrar la eplicacin de la inutilidad de ciertos esueros* a pesar de lasecelentes intenciones que sin duda ani!an a quienes los e!prenden* y ta!'i1n la detodas las discusiones a las que aluda!os en las pri!eras p;ginas de este li'ro. No o'stante* en tanto que su'sista una autoridad espiritual regular!ente constituida*aunque sea ignorada por casi todos e incluso por sus propios representantes* aunqueest1 reducida a no ser !;s que la so!'ra de s !is!a* esta autoridad tendr; sie!pre la!ejor parte* y esta parte no podra serle arre'atada6* porque en ella %ay algo !;s alto que

    /Pensa!os aqu en el conocido relato e#ang1lico* en el que 9ara y 9arta pueden eecti#a!enteser consideradas co!o si!'oliando respecti#a!ente lo espiritual y lo te!poral* en tanto quecorresponden a la #ida conte!plati#a y a la #ida acti#a. ?egBn san Agustn 4Contra @austum* ))*>->:5* se encuentra el !is!o si!'olis!o en las dos esposas de Saco'= &ia 4 la5orans8representala #ida acti#a* y aquel 4visum prin"ipium5* la #ida conte!plati#a. Ade!;s* en la Susticia seresu!en todas las #irtudes de la #ida acti#a* !ientras que en la Pa se realia la pereccin de la#ida conte!plati#aH y se %allan aqu los dos atri'utos unda!entales de 9elquisedec* es decir* delprincipio co!Bn de los dos poderes espiritual y te!poral* que respecti#a!ente rigen el do!inio dela #ida acti#a y el de la #ida conte!plati#a.

    Por otra parte* ta!'i1n para san Agustn 4Sermo F!III de 2er5is Isaiae* c. 5* la ran est; en lacBspide de la parte inerior del al!a 4sentido* !e!oria y cogitacin5* y el intelecto en la cu!'re de

    su parte superior 4que conoce las ideas eternas que son las raones in!uta'les de las cosas5H a lapri!era pertenece la ciencia 4de las cosas terrestres y transitorias5* y a la segunda la ?a'idura 4elconoci!iento de lo a'soluto y de lo in!uta'le5H la pri!era se reiere a la #ida acti#a* la segunda ala #ida conte!plati#a. Esta distincin equi#ale a la eistente entre las acultades indi#iduales ysupra-indi#iduales* y a la de los dos rdenes de conoci!iento que respecti#a!ente les

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    las posi'ilidades pura!ente %u!anas* ya que* incluso de'ilitada o dor!ida* toda#aencarna lo Bnico necesario* lo Bnico que no pasa. Patiens /uia aeterna* se dice a#eces de la autoridad espiritual* y !uy justa!ente* no porque ninguna de las or!aseteriores que pueda re#estir sea eterna* pues toda or!a no es sino contingente ytransitoria* sino porque* en s !is!a* en su #erdadera esencia* participa de la eternidad yde la in!uta'ilidad de los principiosH y es por ello que* en todos los conlictos queenrenten al poder te!poral con la autoridad espiritual* se puede estar seguro de que*

    sean cuales puedan ser las apariencias* sie!pre es 1sta la que tendr; la Blti!a pala'ra.

    #raduccin$ %& 'leander