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ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico

PRESIDENTEFélix Ares de Blas

VICEPRESIDENTEJosé Mª Bello Diéguez

SECRETARIALuisa Martínez González

TESOREROLuis J. Capote Pérez

DIRECTOR EJECUTIVOJavier Armentia

VOCALESIbon Gabriel Basterretxea Hernández

Teresa González de la FeBorja Marcos

Ferran Tarrasa Blanes

CONSEJO ASESORErnesto Carmena

Jorge FríasSergio Gil

Guillermo HernándezIsmael Pérez

José Mª RediviegoJoaquín SantosCarlos TelleríaAdela Torres

RELACIÓN PARCIAL DE SOCIOSFrancisco Ayala (Biólogo, Universidad de California, en Irvine);David Alvargonzález (Filósofo, Universidad de Oviedo); HenriBroch (Físico, Universidad de Niza); Gustavo Bueno (Filósofo,Universidad de Oviedo); Mario Bunge (Filósofo, UniversidadMcGill); Pedro Caba (Médico, ex vicepresidente de la Organiza-ción Mundial de la Salud); Manuel Calvo Hernando (Presidente deHonor de la Asociación Española de Periodismo Científico -AEPC-); Victoria Camps (Filósofa, Universidad de Barcelona); IgnacioFernández Bayo (Periodista científico); Paul Kurtz (Filósofo, Uni-versidad de Nueva York); Carlos López Borgoñoz (Biólogo); Eus-toquio Molina (Paleontólogo, Universidad de Zaragoza); RamónNúñez (Director de la Casa de las Ciencias de La Coruña); Ernes-to Páramo (Director del Parque de las Ciencias de Granada); JamesRandi (Ilusionista y divulgador científico); Andrés Sanjuán (Biólo-go, Universidad de Vigo); Fernando Savater (Filósofo, UniversidadComplutense de Madrid); Bernat Soria (Científico); Manuel Toha-ria (Periodista científico, director del Museo de la Ciencia PríncipeFelipe de Valencia); Victoria Toro (Periodista científica); AlbertoVirto (Físico, Universidad de Zaragoza); etc.

MANTENIMIENTO PÁGINAS DE INTERNETTeresa González de la Fe y Javier Armentia

ADMINISTRACIÓN DE SISTEMASBorja Marcos

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el escépticoLa revista para el fomento de la razón y la ciencia

DIRECCIÓNFélix Ares de Blas y Alfonso López Borgoñoz

CONSEJO DE REDACCIÓNJoan Alós

Javier ArmentiaJosé Mª Bello Diéguez

José Luis Cebollada GraciaSergio López BorgoñozJesús Martínez Villaro

Pau MundóJuan Soler EnfedaqueFerran Tarrasa Blanes

SECCIONESPrimer Contacto, Javier Armentia

Mundo Escéptico, Sergio López BorgoñozGuía Digital, Ernesto Carmena

De Oca a Oca, Félix Ares de BlasRincón Escéptico, Manuel Calvo HernandoSillón Escéptico, Alfonso López BorgoñozRed Internacional Escéptica, Arturo Bosque

PRODUCCIÓNBorja Marcos y Gustavo Vázquez

MAQUETACIÓN Carlos Álvarez, Javier Armentia

COORDINADOR DE TRADUCCIONESJuan Anguita

ILUSTRACIONES INTERIORESCarlos Álvarez, Joan Gómez, Pedro Mirabet y Ernesto Carmena

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EDITAARP — Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico

IMPRIMEImprenta Baroca

DEPÓSITO LEGALZ—1947—1998

ISSN1139—938X

EL ESCÉPTICO mantiene intercambio expreso de contenidoscon otras publicaciones. Fuera de este margen, queda prohibida lareproducción total o parcial de contenidos por cualquier medio sinprevia autorización de la dirección de la revista.

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Sumario número 22-23Artículos

26 LA FILOSOFÍA TRAS LA PSEUDOCIENCIAMario BungeTodo esfuerzo intelectual, sea auténtico o falso, posee unafilosofía subyacente. La ciencia, por ejemplo, encierra seistipos de ideas filosóficas, ideas que son completamente dife-rentes de las relacionadas con las pseudociencias. La eva-luación de la filosofía subyacente a un campo del saber esuna reveladora manera de efectuar distinciones y juzgar suvalor..

Informe: Homeopatía y acupunturaMalas alternativas

38 ¿POR QUÉ NO CREO QUE LA HOMEOPATÍASEA EFECTIVA?Ferran Tarrasa BlanesBreve compendio de todo aquello que se debería sabersobre la homeopatía, en la que la falta de sentido de estasupuesta forma de terapia queda de manifiesto.

44 NUEVAS APORTACIONES ACERCA DE LAEFICACIA (O INEFICACIA) CLÍNICA DE LAHOMEOPATÍACarlos López BorgoñozEl autor analiza de forma rigurosa un nuevo estudio publi-cado el 27 de agosto de 2005 en The Lancet, el cual, sinduda, se trata de uno de los más completos y claros en con-tra de la práctica de la homeopatía.

50 EL TIMO DE LA HOMEOPATÍAJavier ArmentiaPoco a poco, las aguas vuelven a su cauce, y cada vez sonmás las instituciones públicas y los trabajos de investiga-ción que señalan como la homeopatía es una creenciacuranderil que poco tiene que ver con la medicina.

53 EL VIRUS DE LA DESINFORMACIÓNXavier DuranDiversos ejemplos extraídos de África, nos muestra como elfundamentalismo religioso, los rumores infundados y lassupersticiones más diversas son elementos muy peligrososcuando se trata de prevenir o curar enfermedades.

54 LAACUPUNTURANO PASAUN NUEVO EXAMEN Carlos López Borgoñoz y Alfonso López BorgoñozLa prestigiosa revista médica The Lancet publicaba a ini-cios de marzo pasado un artículo en el que parecía demos-trarse que la acupuntura era igual de eficaz que los fárma-cos, al menos en un caso. Un nuevo análisis hecho con detenimiento, demuestra que, de nuevo, la cosa no es así.

60 EN DEFENSA DE LA SALUD PÚBLICAAlfonso López BorgoñozEl pasado 17 de julio de 2006 se publicaba en el Diari Ofi-cial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), un Proyectode Decreto por el que se pretendía regular las condicionespara el ejercicio de una serie determinada de terapias lla-madas allí “naturales”. Por parte de ARP-SAPC se presen-taron las correspondientes alegaciones.

58 UN ENGAÑO CON CÉLULAS MADRE Félix AresEl autor tiene pocas dudas de que las células madre van ajugar un papel muy importante en la medicina del futuro.Dichas terapias paliarán los síntomas de una enfermedad,detendrán su progreso y/o serán capaces de curarla total-mente. Pero se debe tener muy en cuenta el tiempo verbalen el que habla: el futuro...

60 MANIFIESTO POR UNA SANIDAD QUE PRO-TEJA NUESTRA SALUD SÓLO MEDIANTETERAPIAS DE EFICACIA COMPROBADAARP-SAPCTexto del manifiesto que recoge la parte central de las ale-gaciones presentadas ante la Generalitat de Cataluña elpasado 8 de agosto, con motivo del proyecto de Decreto deesta institución autonómica por el que se pretende regularuna serie determinada de terapias malamente llamadasnaturales.

Fin del informe

66 BUENAS VIBRACIONES Antonio Martínez RonHacia 1880, se patentó el primer vibrador electromecánicocon forma fálica. Durante el siglo XIX, el masaje de clítorisera considerado el único tratamiento contra la histeria, demanera que cientos de mujeres acudían cada día a su médi-co para que les indujera el “paroxismo histérico” hoy cono-cido como orgasmo.

67 EXPERIENCIAS “NO TAN” CERCANAS A LA MUERTEAlberto del Arco, Gregorio Segovia, Alberto Porras-Chavarino y Rodrigo MartínezHoy en día poseemos suficientes datos acerca del funciona-miento del cerebro para desmitificar el significado sobrena-tural de las llamadas experiencias cercanas a la muerte.Estos datos indican que éstas son una consecuencia decómo está organizado nuestro cerebro y de su funciona-miento en determinadas condiciones. .

74 CHAMANISMO, PSEUDOMEDICINAS,ROMANTICISMO Y EL TRIUNFO DE LARAZÓNCarlos A. QuintanaEntre julio y septiembre de 2005 se generó en Argentina unasituación insólita que trascendió a numerosos medios decomunicación masiva: se discutía si a un niño con unagrave dolencia se le debería realizar la única prácticamédica posible para sanarlo o dejarlo morir siguiendo lascreencias de sus padres y de otros adultos de su comunidad.

82 ¿POR QUÉ NO ES PROBABLE UNA VIDABASADA EN EL SILICIO? Pedro MerinoCualquier forma de vida conocida hasta la fecha está basa-da en la química del carbono. Sin embargo, aunque no seconoce ningún tipo de forma de vida extraterrestre, cabepreguntarnos si sería posible, en el espacio exterior, encon-trar vida basada en otros elementos y compuestos químicosdiferentes de aquéllos en los que se basa la existente ennuestro planeta.

86 LA SÁBANA SANTA, ¡VAYA TIMO! Félix Ares De BlasLos debates sobre si el lienzo conservado en Turín —llama-do habitualmente en castellano sábana santa— es o no laverdadera mortaja de Jesucristo se vuelven a menudo apa-sionados y violentos. Dicho de otra forma: irracionales.

90 EL CREACIONIMO, ¡VAYA TIMO!Ernesto CarmenaDirigiéndose a un imaginario amigo creacionista, el autornos trata de explicar las razones por las cuales piensa quelas creencias contrarias a la teoría de la evolución no soncorrectas en absoluto.

94 LOS OVNIS, ¡VAYA TIMO! Ricardo CampoQuien sostenga que ha visto extraterrestres, ha hablado conellos o tiene confirmación de su existencia por medios des-conocidos, es un desvergonzado, un alucinado con afán pro-pagandista o un engañabobos acostumbrado a aprovechar-se de los necios.

96 CIENCIA Y TECNOLOGÍAMiquel BarcelóLa relación entre ciencia y tecnología es mucho más com-pleja de lo que parece a simple vista. En nuestros tiempos,la opinión más habitual suele ser la de dar prioridad alaspecto teórico que es la ciencia y considerar la tecnología,simplemente, como ciencia aplicada. No es ni ha sido siem-pre necesariamente así.

98 HUGO GERNSBACK, CRUZADO ESCÉPTICO Ron MillerDurante los años veinte y treinta del pasado siglo, HugoGernsback empleó sus publicaciones más populares paraluchar en una guerra unipersonal contra la pseudociencia.Cada ejemplar de sus revistas, tales como Science & Inven-tion (Ciencia e Invención), incluía algún artículo desmitifi-cador.

106 LOS RAYOS QUE NUNCA EXISTIERON José Manuel Facal DíazEl presente trabajo pretende indagar en una ilusión científi-ca que no se convirtió en realidad porque jamás existió,aunque sí gozó de una corta pero intensa pseudoexistencia eincluso llegó a ser considerada como ciencia, tal y comohoy en día se consideran los rayos X, la Teoría de la Relati-vidad o la mecánica cuántica. Una aproximación históricaa los indetectables rayos N.

112 ESTUDIO COMPARATIVO DE DISTINTAS TÉCNICAS DE LEVITACIÓN Antoni Escrig VidalAl margen de la ciencia, infinidad de personajes creyeronen o se les atribuyó la capacidad de la levitación. Examina-remos algunos trucos, para ver que todo ello no es tan com-plicado después de todo.

116 ¿ESTOY LEVITANDO... O ME LO PARECE? AGRAUna mujer siente una presencia fantasmagórica, alguienque está detrás de ella y la incomoda. Otra dice que estácolgada del techo, flotando a la vez que viendo su cuerpotumbado. Parecen las clásicas experiencias paranormales.¿Cuántas veces hemos oído testimonios similares con lapretensión de demostrar la existencia de otras realidadesparalelas?

118 ¿¡Y TÚ QUÉ SABES!? (¡PUES ANDA QUE TÚ!) Joan GómezEn la película-documental titulada ¿¡Y tú qué sabes!?,comenta una psicóloga en off: “Una historia en la que yocreo es aquella en la que los indios americanos no vieronlas naves de Colón porque el concepto de nave no existía ensu cerebro”....

120 DESCUIDO DE LA OMISIÓN. LA IMPORTANCIA DE LA INFORMACIÓN AUSENTE Frank R. KardesAunque con frecuencia la información ausente es importan-te, sorprendentemente las personas no son sensibles a lasomisiones (o a las opciones, rasgos, cuestiones o posibilida-des no mencionadas). El descuido de las omisiones impor-tantes tiene consecuencias graves para la toma de decisio-nes..

126 UN FORO MUY ESPIRITUAL Y MUY SUBVENCIONADO Javier ArmentiaDel 23 al 29 de junio se celebró en la ciudad navarra deEstella-Lizarra un acto, el Foro Espiritual Estella 2006 enel que, con apoyo de numerosas entidades públicas, se vol-vió a confundir el rábano con las hojas, y a pretender hacercierto aquel adagio atribuido a diversos intelectuales deque este siglo será espiritual o no será..

130 MANIFIESTO POR LA CULTURA VERAZARP-SAPCLa evolución de la sociedad depende de su cultura y, ennuestros tiempos, buena parte de esta depende de losmedios de comunicación, que deben, por tanto, presentar larealidad de forma correcta, utilizando los hechos y razonan-do a partir de ellos. Sin embargo, cuando se seleccionan loshechos y se mezclan con la finalidad de obtener una conclu-sión, el resultado es manipulación.

Secciones7 EDITORIAL

Félix Ares De Blas

8 PRIMER CONTACTOJavier ArmentiaEl Escorial: Fundaciones nada pías; Astrológico: planetaenano; Televisión basura: El istochnikitimo de Cuatro;Ministra de salud homeopática y Semana de la ciencia enMadrid; La cara de Marte; Un príncipe alternativo; “Enbreve” y “Hace 20 años...”: La Alternativa Racional (LAR)nº 3 y nº4.

22 MUNDO ESCÉPTICO:TERAPIAS CELESTIALES. MEDIOS DE COMUNICACIÓN CON EL MÁS ALLÁSergio López Borgoñoz

72 DE OCA A OCA:SIGO DESCONCERTADO...Félix Ares de Blas

78 GUÍA DIGITALDIOS ES IMAGINARIOErnesto J. Carmena

97 RINCÓN ESCÉPTICO:¿UNA DICTADURA ASTRAL?Manuel Calvo Hernando

134 SILLÓN ESCÉPTICODeconstruyendo a Darwin, de Javier Sanpedro; La Bibliaante la Biblia, de MiltonsAsh: Conviértase en brujo, con-viértase en sabio, de G. Charpak y H. Broch, y Hercólubuso Planeta Rojo, de V, M, Rabolu.(Coordinado por A. López Borgoñoz. Críticas de Félix AresDe Blas; Juan Pablo Fuentes y Alfonso López Borgoñoz)

140 RED ESCÉPTICA MUNDIALArturo Bosque

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Nº 1 'La Mars Global Surveyor le borra la cara a Marte'; 'La verdad oculta tras el código de la Biblia'; 'La cru-zada de la Sábana Santa'; 'Orce: ¿Falta de rigor o fraude?' (número agotado).Nº 2 'El arca de Noé de los seres extraordinarios'; 'De Condon a Sturrock: los ovnis se estrellan con la ciencia';'Ascenso de lo irracional'; 'La Academia de Lagado'; 'El misterio de Rennes-le-Châteaux'. (número agotado).Nº 3 'El relativismo cultural y otros relativismos'; 'La paranoia conspiracionista'; '¡Busque a E.T. en su ordena-dor!'; 'Potenciar la razón'; 'La necesidad de creer'; 'Medicinas alternativas y bioética'; '¿Qué garantía nos da laciencia?'.Nº 4 'Feynman contra la superchería'; 'Astrología en clase'; '5 de mayo del 2000: el día del juicio final'; 'Abusosinfantiles y recuerdos inducidos'; 'La chica con rayos X en los ojos' (número agotado).Nº 5 'Nostradamus volvió a fallar'; 'Cajal y la ciencia (verdadera y falsa)'; 'Enigmas remata a Lorca'; 'Dawkins:sobre lo paranormal'.Nº 6 '¿Se acaba el milenio?'; 'El trasfondo cultural de las abducciones'; 'Una interpretación mecanicocuántica dela homeopatía'; 'El estudio científico de la mente'.Nº 7 'Manifiesto Humanista 2000'; 'El 'efecto Júpiter' y cosas semejantes'; 'Sobre pirámides, majanos y estre-llas';' Magia y tecnología'.Nº 8 'Argumentando a favor de la evolución'; 'Entrevista a Francisco Ayala'; 'Tunguska: el impacto, la hipótesis,el mito'; 'Dogon, un misterio inexistente'; 'Arqueología soñada: la historia de las pirámides de Guímar'.Nº 9 'Templarios con teléfono móvil'; 'El fracaso de la ufología'; 'Recordando peligrosamente'; 'El argumentodel diseño y el principio antrópico'.Nº 10 Extra: 'El fin del hambre en el mundo'; 'Plausibilidad, trascendencia y la epidemia panespérmica'; `Loscaballeros de ninguna parte'; 'Entrevista a John Allen Paulos'.Nº 11 Extra: Informe Especial sobre Historia y Pseudohistoria: 'El Conocimiento de la historia'; '¿Hubo un eclip-se durante la crucifixión de Jesús?'; 'La Atlántida y Laputa'.Nº 12 Extra: Informe Especial: Comunicación social de la ciencia y, además, 'El misterioso mapa de Piri Reis','Astrología: Apuntes sobre la historia y evolución de un mito', y '¿Son compatibles ciencia y religión?'.Nº 13 'Adiós a Stephen J. Gould'; 'El holandés errante'; 'Psicologías alternativas'; 'El mundo después de Darwin'y 'La vuelta al mundo en cinco megalitos (I)'.Nº 14 'El regreso de los visionarios'; 'Bromas útiles'; 'La Gran Pirámide y las otras'; '¿Regresó Houdini despuésde la muerte?'.Nº 15 'Las fabulaciones de Jehová'; 'Por qué salen mal las cosaas: el enigma del Universo resuelto para su como-didad y conveniencia'; Supermercado de adivinos. Modus Operandi de una gran estafa pública'.Nº 16 'Algunos siguen en la Luna'; '¿Por qué es peligrosa la pseudociencia?'; '¿Es capaz el método científico deencontrar eficacia en la acupuntura o en la homeopatía?'; 'Misterios de Moscú'.Nº 17 Extra: Informe Especial: Sobre ética, clones y células madre y, además,'Elegir la verdad'; 'Buenas y malasrazones para creer'; '¿Civilizaciones en el Universo?'. Nº 18 '¿Qué se esconde tras las líneas de Nazca?' '¿Psi animal? Animales prodigiosos', 'Meteoritos: ciencia ysuperstición', '¿Cómo funciona el cerebro? Desmitificando el poder de la mente', 'Cambio climático, ¿origennatural o antrópico?'.Nº 19 Extra: Informe Especial: ¡Fiebre antivacunas! y, además, 'Los caras de Marte', 'El chupacabras tinerfeño','Mundos en colisión', 'La farsa de la Luna'.Nº 20 Extra: Informe Especial: Astrología, un mito estrellado y, además, 'En torno a la génesis de la concepciónpseudocientífica de la energía', 'El argumento de la autoridad', 'Educación, conocimiento científico y creenciaen lo paranormal' e índice alfabético de autores de la revista de la 1 a la 20.Nº 21 Extra: Informe El engaño ¿inteligente?. Creacionismo contra evolución y, además, 'Vuelve el horror deAmityville', 'Manifiesto por la cultura veraz'.

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el escéptico7

El pasado 18 de junio de 2006, desayuné con una noticia terrible: en España, dondese consideraba que el sarampión estaba totalmente erradicado, había vuelto.

La noticia era tremenda por lo que hay detrás de cabezonería y desprecio a la ciencia.Muchos de nosotros tuvimos el sarampión de niños y no la consideramos una enfer-medad demasiado mala. Fiebre, quince días en la cama —sin ir al colegio, lo que siem-pre era de agradecer— y nada más. Pero tuvimos suerte. No siempre el sarampión eratan benigno. Sobre todo por las complicaciones que se podían ocasionar y que se danen pacientes no vacunados.

Entre las infecciones bacterianas que pueden aparecer está, por ejemplo, la neumoníasarampionosa, que es bastante frecuente y llega al 55% de los casos; también sepueden producir infecciones en la garganta y en los oídos que pueden llegar a ocasion-ar la sordera. A veces, otras infecciones han llegado a producir la ceguera del paciente.Otra de las complicaciones, que se da en uno de cada mil casos, es la encefalitisaguda...

En nuestro mundo occidental, hay medicinas y hospitales y, normalmente, no morimosde sarampión, pero en el tercer mundo no los hay y las muertes ocurren. Según laOrganización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2004 murieron por causa delsarampión 400.000 niños menores de cinco años. No es ninguna broma.

En la noticia que comento también se decía que, además del sarampión, tambiénhabían aumentado las paperas y la varicela. La razón: que muchos niños han dejado devacunarse.

Quiero que recuerden que en un reciente número de El Escéptico denunciábamos quealgunos padres estaban dejando de vacunar a sus hijos y que eso podría llevar a unaumento espectacular de los casos de sarampión. Lamento enormemente que nuestrapredicción se haya cumplido.

Lo más triste es que hace tres años se pensaba que el sarampión sería la segunda enfer-medad erradicada del mundo, tras la viruela. Una gran campaña de la OMS preveía sudesaparición en el 2005. El plan, primero derrapó debido a los religiosos islamistas dealgunos países africanos que se opusieron, pues pensaban que las vacunas eran unamaniobra de los Estados Unidos para dejar estériles a sus mujeres (?). Los islamistashicieron sus propias pruebas y vieron que la vacuna era sólo eso: una vacuna, por loque admitieron la campaña de inmunización.

Y ahora, hemos derrapado porque unas pocas personas del primer mundo creen que lasvacunas son perjudiciales; no vacunan a sus hijos, con la complicidad de algún médi-co amigo, y... el resultado es que en España tenemos sarampión.

Para mí es tremendo que no hayamos logrado erradicar del mundo una segunda enfer-medad. Lo hemos provocado los del primer mundo, pero morirán los del tercer mundo.Me explico. Nuestros niños tendrán sarampión, pero nuestro sistema de salud podráatenderles y es muy difícil que mueran o que tengan graves consecuencias; pero cuan-do se contagie alguien del tercer mundo, la cosa será diferente, sin un sistema médicoadecuado podrán morir, quedar ciegos, sordos... Nuestro “derecho a la libertad” pro-duce la muerte de los niños del tercer mundo. Me parece terrible y estoy triste.

¿Y qué tiene que ver esto con el presente número de El Escéptico? Muy fácil, el augede las pseudomedicinas, como la homeopatía, poco a poco van socavando la credibil-idad del sistema médico y crean el caldo de cultivo necesario para que cualquier char-latán diga una bobada, como que las vacunas contra el sarampión causan autismo, paraque la gente se lo crea y deje de vacunar a sus hijos.

Por favor, no me consideren un ingenuo. Ya sé que no vivimos en el mejor de los mun-dos. Ya sé que la “medicina oficial” tiene grandes defectos. Ya sé que hay que contro-larla... Yo soy partidario de una medicina basada en las pruebas. Pero creo que esimprescindible que haya alguien en quien podamos confiar. No tengo ni idea de quiénpuede ser. Pero sí sé quiénes no pueden ser: los partidos políticos que están dando unespectáculo bochornoso. Las asociaciones de médicos que dan cursos de homeopatíay de acupuntura... y cuya única preocupación aparente con las pseudomedicinas es quelas practique un titulado.

Lo triste, lo auténticamente triste, es que no sé quién puede ser. Es un problema quenecesita una solución democrática y urgente.

Félix Ares De Blas

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EL ESCORIAL:FUNDACIONES NADA PÍAS

El fenómeno de las apariciones de Prado Nuevo (El Esco-rial), comenzado el 14 de junio de 1981 por Luz AmparoCuevas sigue gozando de gran popularidad (especialmen-te los primeros sábados de cada mes, cuando se juntanmillares de personas provenientes de todo el país), aunquelos mensajes que presuntamente recibía la vidente de laVirgen María finalizaron en mayo de 2002.

Realmente no hace falta, porque el negocio ya está asen-tado en la Fundación Pía “Virgen de los Dolores”, creadaen 1989 y que actualmente tiene residencias de ancianosen El Escorial y Griñón (Madrid), pero también en Peña-randa de Duero (Burgos) y Torralba del Moral (Soria) y elproyecto de abrir otra en Pesebre (Albacete), lugar denacimiento de la Sra. Cuevas. Inversiones multimillona-rias que se abastecen de las dádivas y herencias de esosancianos, un fenómeno que aunque ha sido denunciado envarias ocasiones, y tuvo oposiciones de algunos de losalcaldes de El Escorial en años pasados, ha seguido cre-ciendo... y creando un entramado de varias asociacionesmás, enmarcadas en la Asociación Pública de Fieles“Reparadores de Nuestra Señora la Virgen de los Dolo-res”, con ramas como la Comunidad Familiar, la Comuni-dad Vocacional y las Hermanas Reparadoras, una asocia-ción reconocida canónicamente por el Arzobispado deMadrid en 1994.

Aunque oficialmente no hay reconocimiento católico deestas apariciones marianas, sí ha existido ese amparo almovimiento religioso de Prado Nuevo. Cabe destacar queel arzobispo Ángel Suquía, que se mostró contrario algrupo mariano al comienzo, en los años ochenta, fue pre-

cisamente quien en 1994 reconoció a la asociación de fie-les en el seno de la Iglesia, y que el actual arzobispo, elcardenal Rouco Varela es quien designa los capellanes queatienden las residencias de la fundación.

A comienzos de junio de 2006 se daba a conocer la crea-ción (en el 25º aniversario del comienzo de las aparicio-nes) de la Asociación “Víctimas de las Supuestas Apari-ciones de El Escorial”. Según informaron a los medios decomunicación a través de su presidente, Juan CarlosBueno, no quieren actuar contra las personas individualesque de buena fe siguen con fervor acudiendo a los rosariosque se organizan, sino “contra los dirigentes de la Funda-ción que regentan las residencias para ancianos”. Ladenuncia de la asociación es que se produce un lucro inad-misible, proveniente de muchos ancianos que han donadotodos sus ahorros a esta Fundación, pero los afectados son“cientos de personas y familias de toda España perjudica-das: padres y madres separados de sus hijos, matrimoniospartidos, hermanos y hermanas sin posibilidad de contac-to..”. Acusan a la organización de las apariciones de actuarcomo una secta, recibiendo las donaciones económicas ycomplicando la vida a quienes intentan dejarla.

Como sucede habitualmente, las apariciones de PradoNuevo constituyen una manifestación de religiosidadpopular, que se ve alimentada con mensajes de los secto-res más radicalmente derechistas de la Iglesia Católica yen torno a la cual aparecen no sólo supuestas fenomenolo-gías paranormales (las propias apariciones de la Virgen,voces y resplandores, imágenes que lloran, el Sol quebaila...), sino, y sobre todo, un entramado que aprovechala credulidad de la gente para medrar económicamente.

Ahora bien, ¿se trata realmente de una secta? Las residen-cias de tercera edad privadas son un boyante negocio enEspaña y numerosas órdenes religiosas, pero también gru-pos empresariales y bancarios, promueven su creación. Enmuchas de ellas, al amparo de una fundación que las diri-ge, se aceptan donaciones y herencias. Según la asocia-ción de víctimas, sin embargo, los 25 casos que actual-mente llevan de víctimas muestran que hay característicascomunes con las sectas, tanto en la captación de adeptos yen la manera en que se incita a la ruptura familiar, comoen el fanatismo que se incita, los mensajes apocalípticos olos movimientos patrimoniales que se han detectado.

Algunas sentencias judiciales han mostrado que “el fana-tismo que rodea la residencia de esta organización no sólono es positivo, sino que resultaría negativo” (según leemosen la web de la asociación de víctimas www.victimasapa-ricionesdelescorial.org) en un juicio de demanda de inca-pacidad, así como las coacciones ejercidas por el presiden-

primer contacto

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Pradonuevo en julio de 1990 (Foto: J.A. Archivo ARP-SAPC)

te de la Fundación Pía. “Ellos creen que están salvando almundo, pero sólo les utilizan como fuente de financiacióny mano de obra gratuita. Son ellos los que cuidan a losancianos en las residencias que tienen. Les tratan como aesclavos”, afirmaba Bueno a El País el pasado 7 de julio.Ellos esperan conseguir más casos y demostrar en los juz-gados estas prácticas.

Mientras tanto, ante el freno de las apariciones, siguen losfieles cantando al amor de los amores.

J.A.

ASTROLÓGICO PLANETA ENANO

El pasado 24 de agosto, la XXVI Asamblea General de laUnión Astronómica Internacional aprobaba mayoritaria-mente una nueva definición de planeta en la que Plutón,descubierto en 1930, dejaba el grupo. Evidentemente,desde el punto de vista de los astrónomos, la nueva cate-goría para cuerpos del sistema solar como Ceres, Plutón, oel más reciente Eris, nombre definitivo de 2003 UB313,planeta enano, no supone ni degradar a estos cuerpos ni

que pierdan en modo alguno el interés que tienen para losexpertos. Pero el debate suscitado en los medios de comu-nicación (especialmente cuando se dio a conocer unasemana antes de la decisión final que un comité de exper-tos proponía no disminuir el número de planetas, sinoaumentarlo a doce) muestra una vez más la necesidad deuna buena cultura científica.

Por otro lado, y dejando aparte que cada vez que se hablade un tema astronómico un buen número de medios optapor confundir a los astrónomos con los astrólogos, una delas implicaciones de la nueva definición es que el planetaPlutón, como tal, dejó de existir. Incorporado inmediata-mente después de su descubrimiento en los años treinta alos horóscopos, se convirtió en uno de los rectores delsigno de Escorpio, como señor de las tinieblas que era enla mitología grecorromana. Algo realmente curioso, por-que el nombre de Plutón —y con él la asociación a sus“poderes” míticos— nació de la sugerencia de una niña de10 años, Venetia Burney (posteriormente Phair), sobrina-nieta del director del Observatorio de Greenwich (ReinoUnido), que fue finalmente aceptada por la Unión Astro-nómica Internacional. ¿Qué influjos nada plutonianoshabría tenido este astro en los horóscopos de haber recibi-do otro nombre?

Además, era una muestra más de la inconsistencia de losastrólogos: antes de que Clyde Tombaugh lo encontrara enel cielo, tras una búsqueda que en el Observatorio Lowellde Flagstaff (Arizona, EEUU) había comenzado treintaaños antes, nunca ningún astrólogo había detectado laausencia de un cuerpo tan importante en los horóscopos(claro es que, la verdad sea dicha, anteriormente tampocohabían detectado la de los gigantescos Urano y Neptuno,por lo que no era un error nuevo). Sin embargo, todo elmundo astrológico comenzó a usarlo, y a explicar cual-quier cosa (como hace habitualmente la astrología) a partir

el escéptico9

Coordinación: Javier Armentia

Pradonuevo en julio de 1990: fieles ante el fresno de laaparición mariana. (Foto: J.A. - Archivo ARP-SAPC)

Los ocho planetas en fila, junto al Sol. No en escala de distan-cias, aunque sus tamaños relativos sí. Nos quedamos sin Plu-

tón. (Foto: UAI. - Archivo ARP-SAPC)

de los aspectos de Plutón con los otros planetas. El descu-brimiento de Caronte, una luna casi la mitad de tamaño deeste planeta tampoco afectó a los astrólogos.

En los últimos años, sin embargo, nuevos objetos trans-neptunianos se han ido incorporando a la lista de poblado-res de esas regiones más exteriores del Sistema Solar, yalguno de ellos, como Quaoar, Sedna o Eris (nombre defi-nitivo del 2003 UB313, que fue decidido unas semanasdespués del fin de la Asamblea de la UAI), resultan sercomparables —incluso Eris es mayor—. Sin embargo, laastrología parecía no tenerlos en cuenta... ¿Dejarán ahoraa Plutón de lado?

Obviamente, la astrología no pierde más prestigio con Plu-tón como planeta enano. No podría hacerlo porque hacesiglos que lo perdió, con el nacimiento de la cienciamoderna. Queda, sin embargo, el negocio. Y no cabe dudade que los astrólogos se adaptarán inmediatamente a lanueva situación. En el diario chileno El Mercurio, el astró-logo Jaime Hales explicaba: “Los escorpiones son y segui-rán siendo plutonianos. Eso quiere decir que tienen lascaracterísticas de ese cuerpo. Son de procesos largos yduraderos como su órbita, viven en la profundidad, en elhielo que quema y con intensidad”.

Por supuesto, lo único que parece que le queda por saberes cómo será el influjo astrológico que inventarán paraEris, que era una antigua diosa griega de la discordia y sisería diferente del influjo que hubiera tenido de habersecontinuado llamando Xena. En ese caso, ¿hubiera sido unanueva rival para el planeta de la Guerra, pero luciendomuslos y bikini?

J.A.

TELEVISIÓN BASURA:EL ISTOCHNIKTIMO DECUATRO

Como ya denunció ARP – Sociedad parael Avance del Pensamiento Crítico públi-camente en su “Manifiesto por la culturaveraz” (que se recoge en este mismonúmero de El Escéptico), y también antelos responsables de la cadena de televi-sión donde se emite, el programa “Cuar-to Milenio” (en Cuatro), de Iker Jiménezes el ejemplo más evidente de una televi-sión basura en la que las ficciones se pre-sentan como verdades, en donde se vistetodo como periodismo de investigación ode sucesos cuando no es más que mani-pulación interesada. Y vale todo, comose pudo ver en la emisión del domingo 11

de junio, cuando Iker Jiménez presentócomo cierta una historia realmente sorprendente: la de uncosmonauta ruso, Ivan Istochnikov, que murió en el vuelode la Soyuz 2 y que literalmente desapareció porque lasautoridades soviéticas borraron todas las pruebas de suexistencia. Un colaborador de Jiménez, Gerardo Peláez,presentaba una investigación realizada por un tal Arena y

Votación sobre la nueva definición de planeta en la XXCVI Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en Praga. (Foto:IAU/Lars Holm Nielsen)

La exposición SPUTNIK en Pamplona. Entre las supuestaspruebas del viaje de Istochnikov se incluía también la cápsula.

(Foto: TRYON - Planetario de Pamplona)

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corroborada por ellos mismos, en la que se descubría laconspiración y se presentaban las pruebas de la misma, asícomo abundante material gráfico del “cosmonauta inexis-tente”, que había sido localizado en subastas de materialprocedente de la URSS que había escapado a la quema yal desastre tras la perestroika.

Pero la realidad es muy terca, y estaba a un buscador dedistancia. Bastaba con que ese equipo de periodistas quese autoproclaman expertos serios hubiera acudido a Inter-net para haber encontrado la verdad sobre el caso Istoch-nikov: nunca existió tal cosmonauta, un personaje de fic-ción creado por el artista, fotógrafo y periodista Joan Font-cuberta (Barcelona, 1995) para su proyecto SPUTNIK, enel que se analizaba la manera en que cuando algo se pre-senta como un contenido informativo, en una exposiciónpública, en un libro, suspendemos el juicio y nos creemossin más. Lo que se trataba de un juego cómplice para refle-xionar sobre la manipulación de la información se convir-tió en las manos de el equipo de “Cuarto Milenio” en unverdadero istochniktimo, un misterio más que ellos pre-tendían resolver. De poco sirvió que la exposición deFontcuberta, creada en 1997 para la Fundación Arte y Tec-nología de Telefónica, y que realizó itinerancia en España(Madrid, Planetario de Pamplona...) y aún se puede verpor el extranjero. Se trata de un proyecto provocador,como otros realizados por Fontcuberta; por ejemplo“Karelia: Milagros&Co.” (2002), es una alucinante expo-sición sobre unos monjes finlandeses que dominan el artede los poderes psíquicos como forma de religiosidad; o“La sirena del Tormes” (2006), en la que presenta unasupuesta investigación paleontológicarealizada en la provincia de Salaman-ca que rescata las verdaderas pruebas(falsas) de la existencia de sirenas enel río Tormes.

¿Tan convincente resultaba el trabajode Fontcuberta? No es la primera vezque alguien se cree como cierto estearte de la manipulación: la propia“Sputnik” fue considerada por JorgeRuiz Morales, director de la revistaTribuna de Astronomía, como algoexcesivo y que podría confundir a lagente. Sin embargo, las pistas quecualquiera encuentra en la propia obrade Fontcuberta, que resultaba ser elcosmonauta en todas las fotos, y cuyonombre era la traducción del propionombre y apellido del autor, los home-najes a las películas de ciencia-fic-

ción, a los tebeos (Tintín, en concreto), a la publicidad (elanuncio del vodka con el astronauta...) y, sobre todo, queen el propio catálogo de la exposición se indicaba deforma sutil “TODO ES FICCIÓN”, permitían al visitantedescubrir el engaño. Y en Internet, desvelar el origen deeste cosmonauta era aún más sencillo. Algo que no dierona conocer en el programa de televisión.

A las pocas horas de emitirse el programa, en numerosasbitácoras y páginas web se hicieron eco de la enormemetedura de pata, y se escribieron cartas de protesta -unavez más-. A los dos días, el propio Fontcuberta era contac-tado por la productora del programa para acudir a explicarla historia, pero el artista declinó: al fin y al cabo, era unode los objetivos de “Sputnik” el que tuviera vida posteriory esa historia pudiera llegar a ser publicada como cierta(algo que ya habían hecho, por cierto, varios periódicosespañoles años antes). La televisión, así, daba nueva vidaa un proyecto siempre activo, y diversos medios de comu-nicación (El Periódico, El Correo...) se hicieron eco de lasdenuncias de los escépticos.

En el siguiente programa, el 18 de junio, Iker Jiménez,lejos de reconocer su error o de pedir disculpas por haberintroducido semejante falsedad -tan notoria- en su espaciode misterio, convirtió las denuncias en avisos de “los ami-gos del programa”, y la metedura de pata en “leyendaurbana cósmica” sobre la que hablarían en el futuro. ElEscéptico ha podido saber que semanas antes de emitir elprograma, el colaborador del mismo Gerardo Peláez sepuso en contacto con un aficionado a los temas espacia-

les para entrevistarle sobre el asuntode los errores de la historia de la cos-monáutica rusa. Esta persona, quedeclinó colaborar en un espacio deeste tipo, le comentó a Peláez que lode Istochnikov era un timo. Sinembargo, siguieron con la historia sinatender ese aviso. ¿No sólo son inep-tos sino que además les importa unbledo la realidad? Parece confirmarse.

El programa “Cuarto Milenio” es unade las estrellas de Cuatro, por lo quecomprobamos, una vez más, que laresponsabilidad de estos atentados noestá sólo en los periodistas pseudo-científicos, sino en quienes no asegu-ran un mínimo de veracidad en la pro-gramación. Algo que seguiremosdenunciando.

J.A.

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MINISTRA DE SALUD HOMEOPÁTICA,SEMANA DE LA CIENCIA EN MADRID Y OTROS MÁS

Se celebraba entre el 29 de abril y el 1 de mayo de 2006en Tenerife el II Congreso Nacional de Homeopatía. No seprodigan estos congresos, pues su primera edición habíatenido lugar en 1929. La irresponsabilidad de un impor-tante sector de la medicina al permitir que este tipo de con-gresos pseudocientíficos cuenten con su aval (una irres-ponsabilidad mayor si pensamos que la primera ponenciadel congreso presentaba soluciones homeopáticas a lagripe aviar...) se vio esta vez amparada por una irrespon-sabilidad de más grado: la de la propia Ministra de Salud,Elena Salgado, que era miembro del comité de honor delcongreso. Un congreso bajo el amparo al completo delColegio de Médicos de la provincia canaria. Una vezmás, no podemos dejar de constatar el absurdo que supo-ne defender una medicina efectiva ya la vez dar cabida en los propioscolegios profesionales a los practi-cantes de falsas medicinas como lahomeopatía.

Y en este caso, el espaldarazo de con-tar con el apoyo (aunque fuera in pec-tore) de la Ministra, agrava todavíamás una situación que, a nuestropesar, se repite por todo el país. Sinsalir de Tenerife, el pasado curso2005-2006 se programaba en laEscuela de Servicios Sociales y Sani-tarios del Gobierno de Canarias un curso de “Introduccióna la homeopatía” que generó una carta, impulsada por JoséMaría Riol, profesor titular de Biología de la Universidadde La Laguna, firmada por numerosos científicos, queconsiguió, al menos, interesar al Parlamento Canario yhacer que la propia Escuela pospusiera unos meses elcurso. En Sevilla, la propia Universidad programaba un“Máster de Homeopatía” que generó un envío masivo decartas al rector, aunque el curso (como sucede, tristemen-te, en otras universidades españolas) sigue ofreciéndoseeste año, como lo ha hecho desde 1995.

¿Semana de la Ciencia?Otro ejemplo se dio en la V Semana de la Ciencia deMadrid, celebrada en noviembre de 2005, uno de los actosde esta semana organizada por la Comunidad de Madridera, precisamente, una mesa redonda sobre la homeopatíaorganizada y patrocinada por los Laboratorios Boiron, unade las principales multinacionales del medicamentohomeopático.

José Antonio Herranz Romero, con todo el apoyo deARP–Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico,dirigió a los organizadores de esta semana un escrito deprotesta (sin obtener respuesta alguna) en el que se expre-saba: “¿Desde cuándo es ciencia la homeopatía? ¿Quérigor tienen sus postulados? ¿Dónde están publicados losresultados de los ensayos que puedan demostrar la efica-cia de sus productos, más allá del efecto placebo? Endefinitiva ¿qué requisito cumple para considerarla comociencia?

El responsable de la inclusión de esta actividad en el pro-grama está contribuyendo muy poco al avance del conoci-miento; más bien al contrario: está abriendo peligrosa-mente una puerta a cierto tipo de prácticas que, si bienestán de moda, no tienen más base que supersticiones ocreencias. Si hoy, con el aval de la Comunidad de Madrid,El Ministerio de Educación y Ciencia y la Fundación

Española de Ciencia y Tecnología, seformaliza como ciencia la homeopa-tía, mañana, con argumentos pareci-dos, lo serán la acupuntura o la refle-xoterapia. Y más adelante tambiénquerrán ser científicos, entre otros,los parapsicólogos, ufólogos o astró-logos”.

Para pesar de todos, no se hizo caso aesa nota, y en los actos de 2006 se havuelto a ver casi lo mismo, sin queparezca que nadie haya hecho grancosa para evitarlo.

Más de lo mismo: Semana de la Ciencia 2006 de Madrid y HomeopatíaEn efecto, en esta última VI Semana de la Ciencia se vol-vía a incluir un acto de publicidad de la compañía homeo-pática Boiron, por lo que ARP-SAPC les envió a los orga-nizadores otra protesta. Al día siguiente, lo cual es de agra-decer, recibimos una contestación a la misma del Sr. Car-los Magro, responsable de comunicación de madri+d y dela organización del acto, idéntica a la que han recibidotambién otras personas que ha hecho su protesta (véase,por ejemplo, el blog de Gluón con leche —gluonconle-che.blogspot.com—).

Atendiendo a la invitación que en ella se nos hacía, JavierArmentia preparó un texto para que, si así lo deseaban, lopudieran incluir en una zona de análisis y debate demadri+d (www.madrimasd.org). Algo que, a la fecha deredacción de estas noticias no se ha producido. Por ellohemos decidido transcribir aquí la nota de Armentia, al

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igual que ya lo hicimos público en bitacorARP (escepti-cos.blogalia.com):

Homeopatía en la VI Semana de la Ciencia deMadrid: por qué es un enorme error.Dentro de los muchos actos que acoge la VI Semana de laCiencia en Madrid, se incluye este año (como ya sucediótambién el año pasado), una conferencia de promoción dela homeopatía patrocinada por una empresa que se dedi-ca a la venta de productos homeopáticos, los Laborato-rios Boiron. Como el año pasado, la Sociedad para elAvance del Pensamiento Crítico, ha ejercido su derechode protesta con una carta a los organizadores de estaSemana, debido a que estamos convencidos de que talacto no sólo incumple los loables objetivos de la convoca-toria general sino que, además de promocionar exacta-mente lo contrario supone publicitar -y dar carta de"seriedad"- a una terapia que ha sido incapaz en casi dossiglos de existencia, de demostrar adecuadamente susbondades, por más que haya sido un negocio que, espe-cialmente en los últimos años, haya gozado de crecientepopularidad y, en nuestra opinión otro grandísimo error,haya sido acogida acríticamente por ciertos sectores de laprofesión médica y farmacéutica, incluyendo sus colegiosprofesionales.

No es el motivo de este escrito plantear un debate sobre lahomeopatía, algo que -comprenderá el lector- requeriríaun texto más extenso. Sin embargo, recomiendo la lecturadel interesante dossier sobre el tema, preparado para ARP- Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico porSabadell, Sanz y Tellería a instancias del Instituto de Estu-dios de la Salud del Departamento de Sanidad y Seguri-dad Social de la Generalitat catalana ("¿Es efectiva lahomeopatía?"), o el más reciente resumen elaborado paranuestra sociedad por López Borgoñoz, con motivo de unareglamentación que en Cataluña podría incluir pseudote-rapias en la sanidad pública ("La falta de eficacia demos-trada de la homeopatía") ante la cual hemos realizadoalegaciones y promovido un "Manifiesto por una sanidadque proteja nuestra salud sólo mediante terapias de efica-cia comprobada". En ellos se puede acceder a numerosasreferencias, como las correspondientes a las revisiones dela Colaboración Cochrane, o las últimas publicaciones enrevistas de referencia en la ciencia médica como "TheLancet". Por supuesto, los partidarios -y practicantes- dela homeopatía aducen contraargumentaciones abundan-tes, pero ellas no pueden soslayar el hecho importante deque, en lo referente a una medicina basada en la eviden-cia, a la demostración terapéutica de la efectividad de lasterapias, la homeopatía suspende si nos ajustamos a loscriterios científicos exigidos a cualquier otra terapia. Lle-gado el caso, comprenderíamos que se suscitaran debates

públicos entre expertos, y debates para el público generalcon expertos y divulgadores, sobre la efectividad de lahomeopatía, por ejemplo, dentro de los actos de unaSemana que pretende acercar al ciudadano los debates dela ciencia, sus avances, los nuevos descubrimientos...

Sin embargo, eso no se ha planteado así, y en dos añosconsecutivos se ha permitido que una empresa (que obvia-mente tiene intereses económicos en la popularización dela homeopatía) incluya actos de promoción acrítica deesta práctica que tantas dudas suscita -por hacer de abo-gados del diablo...-, que conviven con otros cientos deactividades que sí suponen realmente la promoción delconocimiento científico y tecnológico, y que permitenacceder a la importancia que la ciencia y la tecnologíatienen realmente en nuestra sociedad. Como expresába-mos en nuestro escrito de protesta ante la organización (yque se puede consultar en este enlace), estamos convenci-dos de que se trata en un gran error, que además resultamuy perjudicial para los fines de estas iniciativas dentrode la propia convocatoria nacional de la Semana de laCiencia y la Tecnología que coordina la Fundación Espa-ñola para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). En variosgrados:

1. Se trata de un acto de promoción de una terapia que,con los datos en la mano, es pseudocientífica: ni en susbasamentos teóricos ni en sus experimentaciones cumplecon los criterios de la ciencia. Y no se trata de una afir-mación dogmática, sino de la elemental exigencia críticaque hemos de poner a las afirmaciones tan sobrenaturalesque pretende la homeopatía. Esto de admitir la promociónde cualquier pseudociencia es un coladero peligroso, porel que se podría convertir una semana de la ciencia enuna feria del esoterismo más patético.

2. Se trata de publicidad interesada, o con posibles intere-ses económicos: nos parece muy bien, y necesario, que elsector de la investigación pública y privada y el sectorempresarial relacionado con ciencia y tecnología juegue

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un papel activo y principal en las actividades de promo-ción de la ciencia ante el público, como lo es esta VISemana madrileña. Ello no quiere decir que se deba per-mitir a nadie que convierta estos actos en mera publicidadinstitucional o empresarial. Algo que debería ser aplica-ble a todos y cada uno de los actos de la semana y que, eneste del 11 de noviembre, queda patente. Otro coladeroque nos parece peligroso: simple y pura publicidad y noinformación, reflexión y divulgación, que es lo que hacefalta.

y 3. Atenta contra un sector clave y fundamental: lostemas relacionados con la salud pública se han de tomarcon especial dedicación y seriedad, por la trascendenciasocial que tienen. En este sentido, otro peligroso colade-ro, que se puede convertir en peligro para los ciudadanos.¿Qué tipo de sanidad y salud pública se debe promoverdesde una Semana de la Ciencia? Estamos convencidosde que se ha de apostar, en un esfuerzo conjunto de admi-nistraciones, investigación e industria, por aquellas tera-pias efectivas que resuelvan realmente problemas sanita-rios, no por modas o tendencias con éxito popular y eco-nómico.

Por ello, nos parece necesario que, cuanto antes, setomen medidas para evitar algo que ni promociona laciencia ni pretende sensibilizar al público en temas cien-tíficos, y a pesar de ello recibe el amparo de las más altasinstituciones madrileñas. Es un error corregible en cual-quier momento, con una toma de posición pública porparte de los responsables sobre el tema. Es más, creemosmuy necesario ese debate y el conocimiento público delmismo. Quiero hacer mención a lo sucedido el pasadomes de septiembre en el Reino Unido, cuando dentro delfamoso "festival de la ciencia" que organiza la Asocia-ción Británica por el Avance de la Ciencia (BA) incluyóun acto público en el que se promocionaban pseudocien-cias: hubo importantes y relevantes protestas por partede instituciones científicas y el debate llegó a las páginasde los medios de comunicación. (Información sobre estetema en este enlace).

Como sucede ahora con el acto de publicidad homeopáti-ca de Boiron, la preocupación de los críticos a que talesbarbaridades se incluyan en actos populares de cienciaestriba en el error que supone tal promoción y en la con-trapropaganda que supone en una semana cuyo objetivoes "abrir la experiencia científica a la mirada y a la refle-xión del ciudadano". No hace falta aclarar que no se tratade acallar ni la libertad de expresión ni libertad de empre-sa, ni de un ataque de una supuesta ciencia "oficial" con-tra cualquiera que se mueva fuera de sus dogmas. Es elmás fundamental ejercicio del derecho del ciudadano a

exigir responsabilidad de las autoridades públicas, tam-bién -o especialmente- en los temas que atañen a la cien-cia y la tecnología. Quienes amamos la ciencia, todos losque defendemos que sólo el pensamiento crítico nos per-mite avanzar en el conocimiento y en el progreso, debe-mos manifestar públicamente que estos errores no sedeben cometer nunca.

El caso de CataluñaPero el caso más grave es el del Departamento de Salud dela Generalitat de Catalunya, que ha decidido tomar lasriendas de algunas prácticas pseudomédicas e integrarlasen la red sanitaria pública. Y así, se embarca en un proyec-to de decreto por que cual se pone a regular el ejercicio de“determinadas terapias naturales” (presentada el 18 demarzo de 2006 por la Consejera de Salud, Marina Geli, yya lanzada como proyecto de decreto el 17 de julio de2006 por voluntad del gobierno catalán). Ese “Decret pelqual es regulen les condicions per a l’exercici de determi-nades teràpies naturals” no sólo consagra el auge de pseu-doterapias sin fundamento científico, sino que les aplicaun paraguas institucional simplemente alucinante.

ARP – Sociedad para el Avance del Pensamiento Críticopresentó el pasado 8 de agosto unas alegaciones al Depar-tamento de Salud, y promueve un “Manifiesto por unasanidad que proteja nuestra salud sólo mediante terapiasde eficacia comprobada” del que damos noticia más deta-llada en este mismo número de El Escéptico.

En la página Web, www.escepticos.org, se puede accederal mismo y apoyarlo activamente.

Redacción ARP-SAPC

LA CARA DE MARTE

La sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea haobtenido imágenes de la región de Cydonia, en la que seubica la famosa ‘cara de Marte’ que tanto dio de quéhablar hace unas décadas. Después de muchos intentos porfotografiar esa zona del planeta, realizados entre abril de2004 y julio de 2006, frustrados todos ellos por el polvoatmosférico, por la niebla o por la altura, las cámaras de lasonda pudieron por fin captar imágenes de alta resoluciónel 22 de julio. En palabras de Agustín Chicarro, científicode la misión, “las imágenes son verdaderamente especta-culares pues no sólo muestran una visión nueva de un áreafamosa entre los buscadores de mitos espaciales, sino quees un acercamiento a una zona de gran interés para los

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geólogos planetarios y demuestra una vez más la grancapacidad de las cámaras de la nave”.

El mito de la cara de Marte se hizo famoso a raíz de unafotografía tomada en 1976 por la nave Viking 1. En unboletín de prensa, la NASA decía que la formación “pare-ce una cabeza humana”, pero no se trataba de una interpre-tación, sino de una comparación, pues los científicos yahabían hecho la interpretación correcta como una ilusiónóptica causada por el ángulo de iluminación del Sol y porla morfología de la superficie, dando como resultado laimpresión de ojos, nariz y boca. Sin embargo, la cara deMarte fue objeto de grandes especulaciones en todo nues-tro planeta acerca de los posibles orígenes y propósitos dealgunas estructuras artificiales, la más llamativa de lascuales era la cara. Las estructuras que rodean a esta esfin-ge natural, han sido interpretadas por algunos entusiastascomo paisajes artificiales constituidos por algunas pirámi-des e incluso por una ciudad en ruinas. Estas especulacio-nes, que potencian la idea de que el planeta vecino fuealguna vez cuna de una civilización tan avanzada como lade la Tierra, o todavía más, han sido respaldadas pormedio de numerosos artículos de prensa y también en laliteratura de ciencia-ficción y en muchas páginas de la red.

A pesar de todo ello, la interpretación científica ha sidosiempre la misma: la cara es un producto de la imagina-ción humana en una superficie altamente erosionada.Ahora sabemos que tanto la cara como algunas pirámidesy una estructura en forma de cráneo, que se encuentran enla misma región, son naturales, pero Cydonia sigue siendoun sitio de gran interés para los científicos que estudian endetalle la singular geología que da origen a esas llamativasilusiones ópticas.

Antonio Bernal González

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Una vista en perspectiva de la llamada “cara de Marte” localizada en la región de Cydonia. La cara se hizo famosa en 1976 a raízde una fotografía tomada por la sonda americana Viking 1 en la que parecía un rostro humano. Cydonia está localizada en una

latitud de 40,75º Norte y una longitud de 350,5º Este. (ESA/DLR/FU Berlin G. Neukum, MOC)

UN PRÍNCIPE ALTERNATIVO

Comentábamos en nuestro número anterior cómo estabancolaborando en el auge de algunas pseudociencias deter-minadas figuras políticas con pocos conocimientos cientí-ficos, por regla general, y con una cierta creencia en sucapacidad personal para salvar el mundo, como sucede enel caso de George Bush, actual presidente de los EEUU, ysu defensa del creacionismo fundamentalista.

Evaluar bien lo que uno dice, apoyando hipótesis que tie-nen una base sólida y no los productos extemporáneos quebásicamente son fruto de la imaginación de algunos y dela credulidad de muchos (especialmente cuando hablamosde medicina), debiera ser todo un deber, más que una posi-bilidad, especialmente para todos aquellos que ejercen unafunción pública.

Es por ello el manifiesto que se indica en otra parte de estarevista contra un proyecto de decreto de la Generalitat deCataluña para regular una serie de terapias naturales.

Peor, peor que dicho intento de regulación, es la posiciónal respecto del actual príncipe de Gales, cuya ausencia demayores preocupaciones le ha hecho convertirse en undefensor e impulsor del uso de las medicinas alternativasen los sistemas de salud del Reino Unido, país en el que esmuy posible que reine algún día.

Tras el problema planteado por los sectores antivacuna ala sanidad británica durante un cierto tiempo, esta nuevafeliz idea de este hombre inquieto (y tal vez poco activo entareas más dignas de su cargo y de la defensa de los inte-reses de la ciudadanía británica, nos tememos) puede serun nuevo dardo a una medicina de alto desarrollo científi-co y tecnológico que tanto ha hecho por el mundo desdehace muchísimo tiempo.

En ocasiones, parece que para algunos sea una enormeinjusticia el fin del oscurantismo, de la magia y de la auto-ridad de las doctrinas reveladas por boca de no se sabebien quién, así como una ofensa los beneficios que propor-ciona el enorme progreso en la sanidad y en la educaciónen los últimos siglos, fruto de la lucha por la aplicación delmétodo científico y por su enseñanza, separando las cre-encias basadas en la fe (irracionales) de las basadas en lasmejores pruebas disponibles. Claro, que si uno ocupa uncargo en la suposición de que es Dios directamente quienlo ha decidido así, debe ser difícil ser racional en el restode cuestiones en las que uno piensa, sean éstas públicas oprivadas.

Alfonso López Borgoñoz

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en breveCONGRESOS, REUNIONES Y JORNADAS SOBRE PENSAMIENTOCRÍTICO

Entre los meses de agosto a noviembre, se pudo asis-tir, sobre todo en España, a un buen número de activi-dades escépticas que creemos vale la pena recordar,aunque sea brevemente.

Ello es síntoma de que, por suerte, hay mucha genteactiva, con ganas de trabajar y hacer cosas, desdediversos puntos de vista y sensibilidades, con la fina-lidad de llevar el punto de vista crítico a los debatescotidianos de la gente.

Así, además de los eventos que luego indicaremos,entre las actividades realizadas destacan las organiza-das en Sabiñánigo (Huesca) el 7 de junio de 2006, enlas que participaron Arturo Bosque y Juan Soler Enfe-daque, ambos miembros de ARP-SAPC, sobre ‘¿Elpoder de la mente? Engaños y autoengaños’, conmucha gente de público, la cual contó con el apoyo delGrupo Sirio, Agrupación Astronómica de Huesca.

También deben ser mencionadas las dos charlas reali-zadas este año en el Instituto de Figueres (Girona),organizadas por Ernest Vila i Forment (ARP-SAPC),en las que se pudo contar con la presencia como con-ferenciantes de diversos socios de ARP-SAPC comoFerran Tarrasa, Juan Soler, Juan Pablo Fuentes yAlfonso López Borgoñoz. Los alumnos, que llenabanen ambas ocasiones una sala de actos con más ciensillas, disfrutó con los comentarios de los que intervi-

Arturo Bosque en su charla de Sabiñánigo.(Foto: S. Gil)

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nieron y con las habilidades‘mágicas’ de Juan Soler.

Otra actividad que también se deberecordar, fruto de la iniciativa dePatxi Juanicotena (ARP-SAPC),son las tres conferencias dadas en elCentro Cívico Estación Magoria, deBarcelona por diversos miembrosde ARP-SAPC, sobre temas comolas medicinas alternativas, porFerran Tarrasa y Josep Mª Soler,moderada por Juan Pablo Fuentes(29 de septiembre); sobre el diseñointeligente “¿Somos producto de laevolución o del designio divino?”, acargo de Ambrosio García Leal,autor del libro "La conjura de losmachos" (20 de octubre) o la dada

el 17 de noviembre por CarlosLópez Borgoñoz.

Dentro del programa de promociónde la ciencia para escolares “CienciaViva” (www.cienciaviva.net), de laDiputación General de Aragón, conel que viene colaborando desde haceaños ARP - Sociedad para el Avancedel Pensamiento Crítico, JavierArmentia impartió el 8 de noviem-bre, en el I.E.S. Pilar Lorengar deZaragoza, la charla “Ciencia, creen-cias y supercherías”, con una asis-tencia de doscientos estudiantes. Enella planteó la duda razonable antelas afirmaciones que nos venden losmedios de comunicación, defen-diendo el pensamiento crítico y laciencia como la herramienta másobjetiva que ha de ayudarnos en elconocimiento.

SEGUNDO CONGRESOIBEROAMERICANO DEPENSAMIENTO CRÍTICOEN LIMA (PERÚ)

Organizado por el Center forInquiry, CSICOP (Comité para laInvestigación Científica de losSupuestos Hechos Paranormales) yla revista PENSAR, con la colabora-ción del CSPSI-PERU (Comité deInvestigaciones de lo Paranormal, loSeudocientífico y lo Irracional enPerú) y la Revista Peruana de Filo-sofía Aplicada se celebró en Lima,entre el 3 y el 5 de agosto de 2006,una conferencia internacional depensamiento crítico, en la que cien-tíficos, investigadores, periodistas yotros profesionales americanos yeuropeos debatieron sobre el“Impacto social del dogmatismo y elengaño”. Temas como relación entrereligión y ciencia, ética o política,los fenómenos parapsicológicos o

las medicinas alternativas fuerondebatidos en un amplio número depresentaciones celebradas en elAuditorio “Rosa Alarco Larrabure”,de la Biblioteca Central de la Uni-versidad Nacional Mayor de SanMarcos.

La conferencia inaugural, de PaulKurtz, presidente del CSICOP, setitulaba “Hacia una nueva ilustra-ción: defendiendo la ciencia y larazón” en el que defendió una visiónde progreso basada en la razón y laciencia que permite además una pre-ocupación humanista y ética. Elperiodista Alejandro Borgo defendióla necesidad del pensamiento críticofrente a su consideración como un“lujo académico”. Otros temashablaron de las implicaciones de losfenómenos religiosos, y algunasconferencias fueron más específi-cas. Por ejemplo, el profesor deingeniería colombiano Hernán Toropresentó un análisis sobre las ano-malías “ignoradas” del sudario deTurín.

El director ejecutivo de “Afroesta-dounidenses por el Humanismo” yeditor asociado de la revista FreeInquiry, Norm Allen, se preocupabadel impacto social de la religiónsobre los descendientes de poblacio-nes africanas e hispanas. En su pre-sentación explicaba que “Cerca del73% de los brasileños son católicos.Sin embargo, muchos de ellos noestán de acuerdo con el Papa envarios aspectos. Por ejemplo, aun-que el Papa ha condenado el uso delcondón, los católicos brasileñoscomúnmente ignoran sus enseñan-zas sobre el tema. De esta forma,Brasil ha tenido bastante éxito en sulucha contra el sida. El gobiernobrasileño ha distribuido millones decondones gratis por todo el país. En

en breve

Juan Soler haciendo participar al públi-co en uno de sus trucos. (Foto: S. Gil)

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1990, el Banco Mundial predijo queBrasil tendría 1.200.000 casos deHIV/sida para el año 2000. Sinembargo, hoy tiene menos de lamitad de esa cifra.

Los expertos en salud pública creenque una de las razones por las cualesel programa brasileño anti-sida hasido tan exitoso estriba en que lasiglesias no se opusieron firmementea la distribución de condones y, enalgunos casos, la apoyaron. Deforma similar, Uganda ha tenidogran éxito con su programa ABC(Abstinencia, Sé Fiel, Usa Condón).Sin embargo, el programa del presi-dente George W. Bush, basado en lafe, y que sólo propone la abstinen-cia, está más en sintonía con el delVaticano. El gobierno brasileño harehusado ampliamente —y concoraje— a adoptar el programa deBush, a pesar de los fondos estadou-nidenses destinados a Brasil”.

En efecto, religión y política se unena menudo en cuestiones que afectana toda la sociedad. Desde ELESCÉPTICO damos la enhorabuenaa los organizadores de este congre-so, y esperamos que el trabajo depromoción del pensamiento críticoen Hispanoamérica pueda ir cose-chando frutos.

SIMPOSIUM 2006 DELECSO El 9 y 10 de septiembre del pasadomes de septiembre tuvo lugar en laCasa de Cultura de Alfaz del Pi (Ali-cante) un encuentro europeo sobresupersticiones, ciencia y pensamien-to crítico, organizado por el ConsejoEuropeo de Organizaciones Escép-ticas (ECSO) y el Círculo Escéptico(CE). Fueron dos días de conversa-ciones informales, debates y charlasa cargo de un importante plantel deintegrantes del ECSO y del Comitépara la Investigación Científica delas Afirmaciones de lo Paranormal

(CSICOP), representado por BarryKarrr, su director ejecutivo.

El Consejo Europeo de Organiza-ciones Escépticas agrupa actual-mente a dieciséis asociaciones decatorce países europeos, contandoademás como miembros afiliadoscon la israelí ISC y la norteamerica-na CSICOP.

CHARLAS ESCÉPTICASEN BILBAOBilbao acogió el pasado 7 denoviembre por la tarde, el ciclo decharlas Misterios, a la luz de la cien-cia, organizado por la Universidaddel País Vasco (UPV) y coordinadopor Luis Alfonso Gámez, dentro delos actos de la Semana de la Cienciay la Tecnología.

Según su organizador “La activi-dad perseguía fomentar entre lapoblación el pensamiento críticoy la idea de que el método cientí-fico es la mejor herramienta quetenemos para comprender elmundo en que vivimos, así comoadvertir de los riesgos que con-lleva el pensamiento mágico ysupersticioso”. Para ello, la UPV,en colaboración con el diario ElCorreo, el Círculo Escéptico(CE) y el Center for Inquiry (CfI)se programaron cuatro conferen-cias y una mesa redonda a cargo

de reconocidos especialistascomo Agustín Sánchez Lavega,planetólogo de la UPV; EduardoAngulo, biólogo de la UPV; elclimatólogo Jon Sáenz, físico dela UPV y el periodista Mauricio-José Schwarz. El acto se cerrócon una mesa redonda en la queintervinieron Juan Ignacio Pérez,rector de la UPV, y el bioquímicoFélix Goñi, director de la Unidadde Biofísica de la UPV y delConsejo Superior de Investiga-ciones Científicas (CSIC).

¿EL PROGRESO CIENTÍ-FICO AMENAZADO?

Los días 9 y 10 de noviembre,también dentro de los actos de laSemana de la Ciencia, tuvo lugaren la Sala de Actos de la EscuelaPolitécnica Superior de Castell-defels (EPSC) un vasto programade reflexión sobre el mundo de laciencia y las principales amena-zas que se plantean sobre lamisma, titulado “El ProgresoCientífico y sus Amenazas” quefue organizado por la Agrupa-ción Astronómica de Castellde-fels y el Centro de ActividadesAmbientales Cal Ganxo, con lacolaboración de ARP-Sociedadpara el Avance del PensamientoCrítico y con el apoyo del Ayun-tamiento de Castelldefels, de laEPSC (Universidad Politécnicade Catalunya), de Antares y de laFundación Española para laCiencia y la Tecnología(FECYT).

Con más de 80 personas inscri-tas, el gran éxito de las jornadasestuvo tanto en las charlas de losinvitados como en los vivosdebates tras las ponencias, loscuales pueden ser recordados envídeo (mediante streaming), enla página web http://www.anta-res.es/jornadas.

El profesor Mario Bunge(Foto: J. Navarro)

primer contacto

el escéptico19

La actividad tuvo la suerte depoder reunir a 18 expertos, entrelos que destacaba sin duda la pre-sencia de Mario Bunge, el cono-cido filósofo de la ciencia argen-tino que en el año 1982 fue pre-mio Príncipe de Asturias y que enla actualidad es Profesor de Lógi-ca y Metafísica del Departamen-to de Filosofía de la UniversidadMcGill de Montreal (Canadá), elcual dictó una gran primera con-ferencia el viernes 17 sobre polí-tica y escepticismo. Posterior-mente, hubo una Mesa Redondasobre ‘Amenazas contra el dere-cho a la salud’, en la que partici-paron el Dr. Josep Mª CorretgerRauet, pediatra de la AsociaciónEspañola de Vacunología, el Dr.Erik Cobo Valeri, del Departa-mento de Estadística e Investiga-ción Operativa de la UniversidadPolitécnica de Catalunya y el Dr.Roderic Guigó, del InstitutoMunicipal de InvestigaciónMédica de Barcelona. Esta mesafue moderada por Carlos LópezBorgoñoz (ARP-SAPC y AAC).

El sábado 11 la mañana empezócon otra Mesa Redonda, modera-da por Javier Armentia (Directordel Planetario de Pamplona y deARP-SAPC), sobre “Los ataquesal progreso científico: Evolución,creacionismo y pseudociencias”,en la que se pudo contar con elDr. Eustoquio Molina, catedráti-co de Paleontología de la Univer-sidad de Zaragoza; con el Dr.Manuel Moreno Lupiáñez, Pro-fesor del Departamento de Físicae Ingeniería Nuclear de la Uni-versidad Politécnica de Cataluña;con el Dr. Jordi Agustí, Profesorde investigación de la InstituciónCatalana de Investigación y Estu-dios Avanzados e investigadordel Instituto Catalán de Paleoe-cología Humana y EvoluciónSocial de la Universidad Rovira i

Virgili y el Dr. Félix Ares deBlas, Presidente de ARP-Socie-dad para el Avance del Pensa-miento Crítico. Tras ella, y unabreve pausa, vino la segundaMesa Redonda del día, moderadapor Alfonso López Borgoñoz(CAA Cal Ganxo y ARP-SAPC),sobre “Derecho al progreso cien-tífico”, en la que también intervi-no el Dr. Mario Augusto Bunge,Profesor de la UniversidadMcGill de Montreal (Canadá); elDr. Miguel Osset Hernández,bioquímico y expresidente deAmnistía Internacional Catalun-ya, y la Dra. María Casado, Pro-fesora titular del Departamentode Filosofía del Derecho de laUniversidad de Barcelona yDirectora del Observatorio deBioética y Derecho del Parque

Científico de dicha Universidad.

Para acabar, por la tarde del sába-do tuvo lugar una última MesaRedonda, moderada por el Dr.Ferran Tarrasa Blanes (ARP-SAPC), se trató acerca del “Dere-cho a la innovación”, participan-do en ella Alfons Cornella, fun-dador de Infonomía; el Dr. LluísTorner, director del Instituto deCiencias Fotónicas, y el Dr. ArturSerra Hurtado, adjunto de direc-ción de la Fundación i2cat.

Algunas de las ponencias presen-tadas en estas Jornadas, como lade Bunge, titulada “Escepticismopolítico”, están recogidas en labitácora de las mismas:http://www.progresocientifico.blogspot.com.

La mesa sobre el derecho al progreso científico incluía (de izda. a dcha.) a MarioBunge, Alfonso López-Borgoñoz y Miquel Osset. (Foto: J. Navarro)

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Resumen del contenidoEn 1986 se cumplían 10 años de existencia del Comité para laInvestigación Científica de los Presuntos Hechos Paranormales(CSICOP), y la revista recordaba ese decenio que marcaba ennuestro país, además, la consolidación del movimiento escépti-co en torno a Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP),que aún se mantiene como siglas iniciales de esta Sociedad parael Avance del Pensamiento Crítico. La celebración del congresointernacional del CSICOP era uno de los temas tratados.

En un artículo titulado “La hipótesis extraterrestre”, Juan M.Gascón Valldecabres analizaba la idea más popular del mundode la ufología: que se trata de astronaves -platillos volantes- tri-pulados por seres de otros mundos. Desde la metodología cien-tífica, se desmontaba una hipótesis que carece de los requisitosque en ciencia se exigen: “es un sueño a plazo indefinido, unaquimera popular perteneciente al ámbito del conocimiento ordi-nario que le dio la vida, donde no todo es ordinario ni todo esconocimiento, donde predomina la filosofía barata de dar porcierto algo porque parece ser cierto”.

De los ovnis, la revista pasaba a analizar otras cuestiones escép-ticas, como las fantasías paranormales de la isla de Pascua o laactitud de los científicos ante las pseudociencias. “¿Qué hace elmundo científico ante esta situación? Puede decirse que absolu-tamente nada”, escribía Álvaro Fernández, de la AsociaciónEspañola de Científicos. Una situación que, tristemente, segui-mos constatando veinte años después sin demasiados cambios.

Resumen del contenidoEn esa época se comenzaban a incluir en la publicación nuevasfirmas y artículos provenientes de otras publicaciones escépti-cas. La relación con el CSICOP (Comité para la InvestigaciónCientífica de los Supuestos Hechos Paranormales) se había esta-blecido y de esta manera comenzaban a llegar traducciones de lapublicación más importante del pensamiento crítico, The Skep-tical Inquirer, con textos de Paul Kurtz y Philip Klass. Se inclu-ía así un “editorial invitado”, correspondiente al décimo aniver-sario de CSICOP (que ahora, en 2006, cumpliendo 30 años, sereconvertido en CSI -Committee for Skeptical Inquiry, es decir,Comité para la Investigación Escéptica-).

En ese texto, Paul Kurtz, filósofo y presidente del entonces CSI-COP comentaba: “En el enfrentamiento con las extravaganciasde las creencias paranormales durante el último decenio, heencontrado que un hecho sobresaliente emerge: la persistenciade lo que llamo la "tentación sobrenatural", la tendencia de losseres humanos a recurrir al pensamiento mágico y adscribir a looculto, misterioso, escondido y desconocido causas de hechosque ellos no son capaces de comprender. Sin duda, ésta no esuna tendencia reciente en la historia humana; ha estado presen-te a través de la larga evolución de la especie.”

“[...] Y esta ha sido nuestra misión: fomentar un reconocimien-to de los objetivos de la ciencia y, por medio de la presentacióncontinuada de los resultados de nuestros estudios, elevar el nivelde racionalidad de la sociedad. La investigación crítica hademostrado ser el mejor antídoto contra la percepción y concep-ciones erróneas para un número significativo de personas edu-cadas. La tentación sobrenatural puede aplacarse de esta mane-ra.”

Destacaba también un artículo titulado “Los fraudes del Esote-rismo”, escrito por uno de los decanos del escepticismo español,Luis Hernández Franch, que moría ese mismo año conmocio-nando al naciente movimiento escéptico al perder a una personaque ya treinta años antes había mostrado que el pensamiento crí-tico era la única vía para entender esos fenómenos “sorprenden-tes” que, por lo general, aparecían de forma acrítica en losmedios de comunicación. Contaba Hernández Franch entonces:“Hace más de treinta años, publicaba yo unos artículos titulados‘Termine el año sonriendo’. En ellos, hacía balance de las previ-siones que al principio de cada año habían hecho los astrólogos,futurólogos, adivinos, magos, etc. Año tras año, el resultado eradecepcionante. No acertaban nunca, salvo en aquellas ocasionesen que se trataba de hechos que ya se sabía que podían ocurrir”.

Sería interesante poder recuperar estos textos.

Hace20años...

ARIFO, LA ALTERNATIVA RACIONAL (LAR),Nº 3Del Editorial (mayo, 1986):

Supongamos que se da dinero público -insisto, dineromío, tuyo, de todos- para investigar sobre cualquiercosa a alguien que cree que está demostrado quesomos visitados por seres extraterrestres, ¿estare-mos haciendo algo más que perder nuestro dinero?Se supone que un investigador tiene la obligación desaber que una hipótesis científica debe ser predictivay falsable -en el sentido de Popper-. La hipótesisextraterrestre no lo es, por lo tanto hay que concluirque el investigador que crea en ella no será capaz deelaborar hipótesis centíficas en las investigacionesque hagan con nuestros dineros. Por tanto: Tiraremosnuestro dinero.

Recogemos en esta sección algunos párrafos de laspublicaciones editadas por ARP o ARP-SAPC desdehace ya veinte años. En este caso, se tratará de unejemplar doble, el primero de La Alternativa Racional(LAR). Se puede encontrar una versión digital integraen la web de ARP-SAPC:

www.arp-sapc.org/publicaciones/lar3.html

LA ALTERNATIVA RACIONAL (LAR), Nº 4Del Editorial (septiembre, 1986):

En España, nunca nadie ha hablado en contra de losovnis, o de la parapsicología, o de la pseudomedicina.En todos los medios de comunicación sólo se ha pre-sentado el lado crédulo. Una de nuestras labores fuepresentar ‘la otra cara de la moneda’ como elementode reflexión para que, después, cada cual sopesase yvalorase los argumentos, para crear su propia opi-nión. La crítica nunca ha sido bien vista en nuestrareciente historia. Contradecía el orden establecido.No obstante, la crítica juega un papel fundamental enel desarrollo de una sociedad que pretenda madurar.

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Los expertos llegaron a la conclusión de que mien-tras los rezos a espaldas del doliente son inocuos,rezar por un enfermo que ha sido previamente

avisado de las oraciones podría llegar a ser, estadística-mente al menos, perjudicial para su salud.

La ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana) se apre-suró a contestar que, efectivamente, "la oración no tieneefectos mágicos, y que si la evolución del enfermodependiera de la oración, habría que suprimir las medici-nas" añadiendo que la creencia de la "sanación automá-tica" es propia de sectas y no del magisterio de la iglesia,que promueve la oración junto al cristiano que enfermaseriamente, para darle un acompañamiento solidario yespiritual2.

Supongo que esta explicación dela iglesia no debe resultar satis-factoria a los millones de creyen-tes para los que rezar equivale aestar en contacto directo con sudios. Con un dios omnipotente yomnipresente al que no le costa-ría nada, en absoluto, realizar unleve milagro para mejorar lasalud de un familiar o amigo (nodigamos ya manifestar su poder para acabar con el ham-bre o el sufrimiento en el mundo). Al fin y al cabo, si nova a favorecer a sus fieles devotos… ¿para qué naricessirve rezar entonces? ¿Para qué rendirle culto si es indi-ferente a los ruegos o peticiones? ¿Será que acaso es másproclive al castigo de los infieles o a los que no le rindenpleitesía, que a ayudar a sus acólitos?

Sin embargo, otras declaraciones de la institución ecle-siástica recogidas en el periódico argentino La Nación,

llevaban a pensar lo contrario. La oración junto al enfer-mo -decían- renueva al hombre en lo espiritual, le llevaalivio, serenidad. Es fuente de paz y puede ayudarlo asuperar momentos de angustia y desesperación. En estavisión global del hombre, lo espiritual puede llegar aincidir en lo corporal, dada la interacción entre cuerpo yalma.

O sea, que sí. Que lo que "cura" el alma, como entidadmetafísica espiritual no compuesta por átomos, tambiénpuede resultar en un beneficio para el cuerpo. Me resul-ta un argumento curioso éste de decir que, en realidad,rezar sí puede curar, pero no por intervención divina,sino por la propia "interacción" entre el alma y el cuerpo,por el mero "sentirse bien consigo mismo". ¿No es éste

un argumento idéntico al que uti-lizan quienes aducen los supues-tos poderes terapéuticos del pla-cebo? ¿No se suele argüir que lamera convicción de estar toman-do algo que mejora tu saludinfluye en que ésta realmentemejore? ¿Debemos entender(deben entender los creyentes)que rezar equivale a tomarse unlingotazo de placebo? ¿Será por

eso que el estudio es tan concluyente en que rezar nosirve para nada, dada la evidencia de que por mero efec-to placebo no se mejora la salud física de nadie?

Un paralelismo interesante del que se podría sin dudasacar más partido y sobre el que la iglesia debería mani-festarse unívocamente. ¿Orar es hablar con dios, o essimplemente una terapia relajante? ¿Es lícito pedirlemilagros? ¿Cabe la posibilidad de que los realice? Si esque sí… ¿no sería más eficiente pedirle que eliminara

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Mientras los rezos a espaldasdel doliente son inocuos, rezar

por un enfermo que ha sido pre-viamente avisado de las oracio-nes podría llegar a ser, estadís-ticamente al menos, perjudicial

para su salud.

TERAPIAS CELESTIALESMEDIOS DE COMUNICACSergio López BorgoñozBajo el título "No recéis por mí, gracias", Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría de la Universidad deNueva York, publicó un artículo en el diario español El País el pasado 29 de abril de 2006, en el quecomentaba los resultados de un estudio objetivo sobre la eficacia de los efectos curativos de la oración1.La investigación fue llevada a cabo en seis hospitales de los EEUU y publicada por la prestigiosa revistade cardiología The American Heart Journal.

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todos los cánceres o enfermedades terminales de unavez, más que solicitar su intervención en cada uno de loscasos?

LA RELIGIÓN "PODRÍA" SERBUENA PARA LA SALUD Tampoco tardaron en producirsealgunos contra-estudios, recogidospor el periódico argentino Clarín,que analizaban el mismo ámbitopero con conclusiones totalmenteopuestas.

Por ejemplo, y también realizado enlos EEUU, en la Universidad delMississippi, un estudio concluyeque "ir a la iglesia y rezar puede pro-teger a los individuos expuestos alestrés y pueden demorar los efectosdestructivos de la hipertensión".

Otro estudio, realizado por el CentroNacional de Medicina Complemen-taria y Alternativa de EEUU conclu-yó con un comunicado en el queafirmaba que "algunas investiga-ciones anteriores han sugeridoque la religión y la espiritualidadpueden tener un efecto protectorde la salud en el resultado de lasenfermedades".

Al margen de la suspicacia que des-piertan las conclusiones de estosestudios, y sin disponer de datos quepermitan desmentirlas, resulta cier-tamente sorprendente que, por unlado, se pueda realizar un estudiodoble ciego sobre el nivel de hiper-tensión que presentan los creyentespracticantes y compararlos con losque no van a la iglesia o no rezan y,

por otro, que una conclusión tan vaga como la segundaenunciada pueda destacarse sin presentar más datos quela apoyen.

terapias celestiales...

IÓN CON EL MÁS ALLÁ

foto: CICAP

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Sin embargo, en ninguno de los casos parece que laacción terapéutica proceda de la intervención de la enti-dad objeto de culto y devoción. De momento, parece queprefiere que sus poderes permanezcan inadvertidos yadoptar una postura más bien discreta de "vivir y dejarmorir" (parafraseando a Paul McCartney & The Wings).

Por último, merece destacarse la Templeton Foundation,que está interesada en descubrir cómo la combinación dela aplicación del método científico y de teorías propiasdel ámbito espiritual pueden contribuir a mejorar el bien-estar de las personas. Son conscientes de la gran dificul-tad de la investigación, habida cuenta de la complejidadde la naturaleza de la espiritualidad en las grandes reli-giones, culturas e incluso entre los propios individuos,pero ello no les arredra en absoluto, y se han puestomanos a la obra. Esta misma institución es la que ha

financiado con dos millones de dólares (segúnpuede leerse en su web3) el estudio objeto delartículo (por su parte, el gobierno de EstadosUnidos ha invertido más de 2,3 millones dedólares en estudios sobre el rezo desde el año2004), que fue dirigido por Herbert Benson.

Sin embargo, a mi modo de ver, esperaba con-clusiones radicalmente distintas, si tenemosen cuenta el CV del Dr. Benson5 y lo queencontramos en la página web de la Funda-ción, que literalmente expresa: "El Dr. HerbertBenson es un miembro del comité de direc-ción que cree que las evidencias por la efica-cia de la oración intercesora están siendo cadavez mayores" (obviamente escrito antes de lapublicación de las conclusiones del estudio).

En cualquier caso, es de destacar la honradezdel Dr. Benson al no permitir que sus propiasinvestigaciones anteriores y sus creenciasinfluenciasen o tergiversasen los resultadosobtenidos.

ALGUNAS DIOSAS Y VÍRGENES PUE-DEN SER (MUY) DAÑINASA pesar de lo expuesto anteriormente, la reli-gión puede llegar a ser letal para algunos indi-viduos sin necesidad de intervención divina,tal como denuncia el Indian Skeptic en su edi-ción de enero 2006, en la amplia noticia dedi-cada al sacrificio de una niña producido enRanpur (India) con el fin de aplacar a la diosaKaali Puja. Escalofriante suceso, sin duda.

Pero sin ir tan lejos, en nuestra vecina Italia, tan próximaa nosotros en muchos aspectos, las lágrimas de sangre deuna virgen pueden haber sido decisivas para que este paíssea el último en Europa en dotarse del banco de ADNque ayude a desenmascarar criminales y malhechores,según recoge el nº 63 de la revista Scienza & Paranor-male. Resulta que en 1995 (año de diversos milagros per-sonificados en madonnas lloronas) una de ellas, laMadonna de Civitavecchia, comenzó a segregar lágri-mas sangrantes. Cuando la policía se dispuso a confron-tar la sangre con el ADN de los propietarios de la estatua,éstos se lo tomaron a mal, como si se dudara de su testi-monio, razón por la que se negaron a que les fuera extra-ída su propia sangre y llevaron el caso a magistratura, porlo que la creación de este banco deberá esperar a que estainstitución resuelva el caso. Un típico caso "all'italiana"según el mismo redactor admite con humor (aunque

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foto: Indian Skeptic

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podría haberse tratado perfectamente de una "española-da" cualquiera).

Total, que al final, nos quedamos sin saber si es posible(y útil), la comunicación con el más allá, y (en caso deque sí) si es más eficiente la plegaria con recogimiento,acudir a un médium, o la procesión multitudinaria, y si elmartirio propio es percibido como una prueba de buenrollete, o es preferible el martirio ajeno.

NOTAS1. Herbert Benson, Jeffery A. Dusek, Jane B. Sherwood,Peter Lam, Charles F. Bethea, William Carpenter, SidneyLevitsky, Peter C. Hill, Donald W. Clem Jr., Manoj K. Jain,David Drumel, Stephen L. Kopecky, Paul S. Mueller, DeanMarekk, Sue Rollins y Patricia L. Hibberd "Study of theTherapeutic Effects of Intercessory Prayer (STEP) in cardiacbypass patients: A multicenter randomized trial of uncer-tainty and certainty of receiving intercessory prayer" TheAmerican Heart Journal, Volume 151, Issue 4, Pages 934-

942 (April 2006), cuyo resumen es accesible enhttp://www.ahjonline.com/article/PIIS0002870305006496/abstract.2.http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=793750 3. http://www.templeton.org/spirituality_and_health/spiritua-lity_programs.asp4.http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=7937495. El Dr. Benson, autor del estudio que comentaba LuisRojas Marcos, también es jefe de la división de la Medicinadel Comportamiento en el Centro Médico de Beth IsraelDeaconess y Presidente Fundador del Instituto Médico delCuerpo y de la Mente. Ha escrito varios libros sobre el tema,y obtenido resultados diversos en sus investigaciones (enrealidad, manifiestamente contrarios). En su libro "Curaciónsin tiempo, el poder y la biología de las creencias", creyódemostrar, a través de estudios científicos propios y de otrosinvestigadores, el efecto curativo de la fe. "Activar la mentepara curar al cuerpo no es un proceso mítico", llegó a asegu-rar. Su extenso currículo puede verse enhttp://www.mbmi.org/benson/cv.asp donde textualmentepone "Su trabajo sirve como un puente entre la medicina y laespiritualidad, este y oeste, mente y cuerpo, así como entreciencia y creencia."

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Pedro Mirabet

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José López-Rega fue la nocivaeminencia gris durante el decli-ve senil del general Perón y

durante la presidencia de su esposa ysucesora, Isabelita. López-Regahabía sido cantante fracasado, poli-cía, guardaespaldas, autor de un best-seller sobre negocios y estrellas,amor y estrellas, y cosas por el estilo;creía firmemente en lo oculto y prac-ticó la magia negra. López-Rega nosólo creía en la influencia de losastros y en el mundo espiritual, sinotambién en su propia capacidad paraconjurar y manipular a los espíritus.En una ocasión intentó transferir elalma del difunto Juan Perón a sutorpe sucesora, Isabelita. Sin embar-go, dicha tarea resultó estar más alláde sus facultades (ver, por ejemplo,Martínez, 1989).

ALópez-Rega no se le conoce por suaportación a la filosofía. Sin embar-go, al igual que todo el mundo, sos-tuvo ideas filosóficas concretas.Entre éstas se hallaban los mitosancestrales sobre el alma inmaterial,la posibilidad de la cognición para-

normal y la existencia de seres sobre-naturales. Estas creencias sustenta-ron su convicción de que era capazde influir en el comportamiento de lagente mediante el puro poder de lamente, así como de contactar conpoderes más elevados. A cambio,dichas creencias y prácticas le confi-rieron la autoconfianza, el prestigio yla autoridad necesarios para perpe-trar sus siniestras maniobras políti-cas. Entre otras, fue el organizadordel escuadrón de la muerte que llevóa cabo innumerables asesinatos ysesiones de tortura de sus rivalespolíticos durante el periodo com-prendido entre los años 1973-76, en

los que gozó de las mayores cotas depoder político. Así, el Brujo, comoera conocido popularmente el Minis-tro de Bienestar Social, contaba conel respaldo de mitos filosóficos mile-narios.

Todo esfuerzo intelectual, sea autén-tico o sea falso, posee una filosofíasubyacente y, en concreto, una onto-logía (una teoría sobre el ser y eldevenir) y una gnoseología (una teo-ría del conocimiento)1. Por ejemplo,la filosofía relacionada con la biolo-gía evolutiva es el naturalismo (omaterialismo) junto con el realismognoseológico, una visión según lacual el mundo existe por sí mismo ypuede ser investigado. Por contra, lafilosofía subyacente al creacionismo(tanto el tradicional como el “cientí-fico”) es el sobrenaturalismo (laforma más antigua de idealismo),además del idealismo gnoseológico(que implica indiferencia por laspruebas empíricos).

Sin duda alguna, la mayoría de loscientíficos, así como la mayoría de

La mayoría de los cientí-ficos, así como la mayo-ría de los pseudocientífi-cos, no son conscientes

de defender ningunaconcepción filosófica.Además, les disgusta

que se les diga que lo hacen.

Mario Bunge, Profesor de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) y Premio Príncipe deAsturias de Comunicación y Humanidades en 1982

Todo esfuerzo intelectual, sea auténtico o falso, posee una filosofía subyacente. La ciencia, porejemplo, encierra seis tipos de ideas filosóficas, ideas que son completamente diferentes de lasrelacionadas con las pseudociencias. La evaluación de la filosofía subyacente a un campo delsaber es una reveladora manera de efectuar distinciones y juzgar su valor.

LLAA FFIILLOOSSOOFFÍÍAATTRRAASS LLAA

PPSSEEUUDDOOCCIIEENNCCIIAA

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los pseudocientíficos, no son cons-cientes de defender ninguna concep-ción filosófica. Además, les disgustaque se les diga que lo hacen. Y lamás popular de las filosofías de laciencia respetables de hoy en día, larepresentada por los positivistas lógi-cos y los seguidores de Popper, afir-ma que ciencia y filosofía se hallanmutuamente disociadas en vez deconverger. Sin embargo, esta visiónes errónea. Nadie puede evitaremplear gran cantidad de conceptosfilosóficos tales como realidad, tiem-po, causalidad, azar, conocimiento yverdad. Y, de vez en cuando, todosreflexionamos sobre problemas filo-sóficos, como la naturaleza de lavida, la mente, los objetos matemáti-cos, la ciencia, la sociedad y el bien.Además, la neutralidad resulta peli-grosa, pues enmascara falacias filo-sóficas en las que podrían caer losauténticos científicos, disuadiéndo-les del uso explícito de herramientasfilosóficas en sus investigaciones.

Dado que no existe consenso sobrela naturaleza de la ciencia, y no diga-mos sobre la pseudociencia, indaga-ré en las filosofías que acechan trasel psicoanálisis y la psicología com-putacional.

1. CIENCIA: LA AUTÉNTICA YLA FALSANos interesaremos tan sólo por lasciencias y pseudociencias que dicentener relación con los hechos, tantode tipo natural como social. Así pues,no nos ocuparemos de la matemáti-ca, excepto como herramienta parala exploración del mundo real.Obviamente, este mundo se puedeexplorar tanto de manera científicacomo acientífica. En ambos casos,semejante exploración, como cual-quier otra actividad humana delibe-rada, comporta cierta aproximación,es decir, un conjunto de conjeturasgenerales, un bagaje de conocimien-to sobre las cuestiones a explorar, y

un objetivo, así como un medio ométodo de trabajo.

En cierto sentido, las conjeturasgenerales, el conocimiento disponi-ble sobre los hechos a explorar y elobjetivo, dictan conjuntamente losmedios o el método a emplear. Deese modo, si lo que vamos a explorares la mente, si la hemos concebidocomo entidad inmaterial y si nuestroobjetivo es la comprensión de losprocesos mentales tal como se hacíaen el pasado, el camino más corto esla libre especulación. Dado lo idea-listas que resultan esas conjeturassobre la naturaleza de la mente, seríaridículo pretender confirmarlasmediante la exploración del cerebro.Pero si, por el contrario, se consideraque los procesos mentales son proce-sos cerebrales, y si el propósito es la

comprensión de los mecanismossubyacentes a los fenómenos menta-les, entonces es imprescindible elmétodo científico, particularmenteen su faceta experimental (ésta es labase filosófica de la neurocienciacognitiva). Es decir, el que un cientí-fico estudie o no el cerebro paraentender la mente depende funda-mentalmente de su filosofía más omenos tácita sobre la mente.

En general, se suele iniciar unainvestigación escogiendo un ámbitoo dominio de hechos (D); luego seconstruye (o se da por sentado) algu-nas suposiciones generales (G) sobreéstos, se reúne un corpus (C) con elconocimiento disponible sobre loselementos contenidos en (D), sedecide sobre el objetivo (O), y, envista de lo anterior, se determina el

La filosofía tras la pseudociencia

La filosofía subyacente mueve laspseudociencias. (Skeptical Inquirer)

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método de estudio (M) adecuadopara (D). Por tanto, un proyecto deinvestigación arbitrario (p) se esbo-zará mediante el siguiente quinteto:p=(D, G, C, O, M). La función deesta lista es mantener el hilo de lofundamental al encuadrar definicio-nes posteriores.

La investigación científica de unámbito de hechos (D) supone queéstos son materiales, legales y escru-tables, a diferencia de lo inmaterial(particularmente, de lo sobrenatural),que ilegal o inescrutable; la investi-gación se basa en un cuerpo dehallazgos científicos previos (C); asi-mismo se realiza con el objetivoprincipal de describir y explicar loshechos en cuestión (O) con ayudadel método científico (M). A su vez,este último se puede describir breve-mente con la siguiente secuencia:elección del conocimiento de fondo;definición del (de los) problema(s);solución provisional (por ejemplo,hipótesis o técnica experimental);ejecución de pruebas empíricas(observaciones, mediciones o expe-rimentos); evaluación de los resulta-dos del ensayo; corrección eventualde los pasos anteriores y nuevos pro-blemas aportados por el resultado.

Contrariamente a la creencia amplia-mente extendida, el método científi-co no excluye la especulación: tansólo pone orden en la imaginación.Por ejemplo, no basta con producirun ingenioso modelo matemáticosobre algún dominio de hechos delmodo en el que suelen hacerlo loseconomistas matemáticos. La con-sistencia, la sofisticación y la bellezanunca son suficientes en la investiga-ción científica, el producto final de lacual, supuestamente, debe ajustarse ala realidad, o sea, ser verdadero enalguna medida. A los pseudocientífi-cos no se les acusa de ejercer su ima-ginación, sino más bien de dejarsearrastrar por ella. El lugar para la

especulación desenfrenada está en elarte, no en la ciencia.

El método científico presupone que,en principio, cualquier cosa puedeser objeto de debate y que todo deba-te científico debe ser válido lógica-mente (aun cuando no puedan invo-carse de forma explícita principios oreglas lógicas). Este método tambiénencierra dos ideas semánticas clave:el significado y la verdad. Los dispa-rates no se pueden investigar; portanto, no pueden ser declaradoscomo falsos (imagine calcular omedir el tiempo necesario para volarde un lugar a otro empleando la defi-nición del tiempo de Heidegger,como “maduración de la temporali-dad”). Asimismo, el método científi-co no puede ponerse coherentementeen práctica en un vacío moral. Ahíinterviene el ethos de la ciencia bási-ca, lo que Robert K. Merton (1973)caracterizó como universalismo,altruismo, escepticismo organizadoy comunismo epistémico (compartirel método y los hallazgos).

Por último, hay otras cuatro caracte-rísticas distintivas en toda cienciaauténtica: mutabilidad, compatibili-dad con el grueso de los conocimien-tos precedentes, intersección parcialcon —al menos— alguna otra cien-cia y control por parte de la comuni-dad científica. La primera condiciónderiva del hecho de que no existeninguna ciencia “viva” sin investiga-ción, y la investigación suele enri-quecer o corregir el fondo de conoci-mientos. En suma, la ciencia se vamodificando, es eminentementemutable. Por el contrario, las pseudo-ciencias y sus ideologías de fondo ose hallan estancadas (como la parap-sicología), o cambian bajo la presiónde grupos de poder o por efecto dedisputas entre facciones (como hasido el caso del psicoanálisis).

La segunda condición podríamos

redefinirla así: para que una ideamerezca la atención de una comuni-dad científica, no puede ser ni tanobvia ni tan extravagante que rompa(aunque sea parcialmente) con losconocimientos previos. La compati-bilidad con dichos conocimientos esnecesaria, no sólo para depurar lasespeculaciones, sino también paracomprender la nueva idea y poderevaluarla. Efectivamente, la validezde una hipótesis o de un diseño expe-rimental está parcialmente determi-nada por su grado de conformidadcon los conocimientos previos razo-nablemente consolidados (por ejem-plo, se pone en cuestión la telequine-sia por el hecho de violar el principiode conservación de la energía). Lohabitual es que los principios de laspseudociencias se aprendan en unospocos días, mientras que los de laauténtica ciencia pueden llevar todauna vida, aunque sólo sea por elvoluminoso bagaje científico en queestán basados.

La tercera condición, la de usar o ali-mentar otras áreas de investigación,deriva del hecho de que la clasifica-ción de las ciencias genuinas es, dealgún modo, artificial. Por ejemplo,en lo relativo al estudio de la pérdidade memoria, ¿se trata de psicología,neurociencia o ambas cosas? ¿Y quédisciplina investiga la distribución dela riqueza? ¿La sociología, la econo-mía o ambas? Debido a estas super-posiciones e interacciones parciales,el conjunto de todas las cienciasconstituye un sistema. Por el contra-rio, normalmente, las pseudocienciasestán aisladas.

La cuarta condición, el control porparte de la comunidad científica,puede explicarse de la manerasiguiente. Los investigadores no tra-bajan inmersos en un vacío social,sino que experimentan los estímulose inhibiciones de sus compañeros detrabajo (aunque no los conozcan per-

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sonalmente). Toman prestados pro-blemas y descubrimientos, y pidenque se les critique; y si tienen algointeresante que decir, reciben opinio-nes, hasta sin haberlas solicitado. Talinteracción de la cooperación con lacompetencia es un mecanismo degeneración de problemas y de con-trol y difusión de los resultados; con-vierte la investigación científica enuna empresa que se auto-cuestiona,auto-corrige y auto-perpetúa. Estohace del logro de la verdad algo

menos característico de la cienciaque la capacidad y la voluntad paradetectar y corregir errores (al fin y alcabo, el conocimiento cotidiano estálleno de trivialidades bien confirma-das que no han surgido de la investi-gación científica).

Lo antedicho se refiere a las caracte-rísticas más destacadas de la auténti-ca ciencia, sea la natural, la social ola biosocial (puede leerse más al res-pecto en Gardner 1983, Wolpert

1992, Bunge 1998a y Kurtz 2001).Por el contrario, el tratamiento pseu-docientífico de un dominio dehechos viola al menos una de lascondiciones antes descritas, autopro-clamándose, al mismo tiempo, comocientífico. Dicho tratamiento puedeque sea contradictorio o que conten-ga ideas poco claras. Puede queasuma como reales hechos imagina-rios, tales como las abducciones alie-nígenas o la telequinesia, los genesautorreplicantes y egoístas, o lasideas innatas. Puede postular que loshechos en cuestión sean inmateria-les, inescrutables o ambas cosas.Puede que carezca de base en hallaz-gos científicos previos. Puede llevara cabo operaciones empíricas pro-fundamente erróneas, como el test dela mancha de tinta, o no haber inclui-do grupos de control. Puede que fal-sifique resultados de pruebas o,incluso, que prescinda totalmente derealizarlos.

Por otra parte, las pseudociencias noevolucionan o, si lo hacen, sus cam-bios no provienen de investigaciónalguna. Se hallan aisladas de otrasdisciplinas, aunque, ocasionalmente,se entremezclen con otras pseudo-ciencias, como atestigua la astrologíapsicoanalítica. Y, lejos de agradecerla crítica, lo que intentan es consoli-dar la creencia. Su propósito no es labúsqueda de la verdad sino la per-suasión: simular llegadas, sin salidasy sin viajes. Mientras que la cienciaestá llena de problemas, y cada unode sus hallazgos trae consigo proble-mas nuevos, la pseudociencia secaracteriza por la seguridad. En otraspalabras, la ciencia engendra másciencia, pero la pseudociencia esestéril, puesto que no genera proble-mas nuevos. En resumen, el princi-pal problema de la pseudocienciayace en que su investigación es obien profundamente defectuosa obien inexistente. Esa es la razón porla cual la especulación pseudocientí-

La filosofía tras la pseudociencia

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fica, contrariamente a la investiga-ción científica, no ha proporcionadoni una sola ley sobre la naturaleza ola sociedad.

Hasta aquí una descripción somerasobre la ciencia verdadera y la cien-cia falsa. Apliquemos nuestro análi-sis ahora a un par de interesantescasos recientes: la química física y laneuropsicología.

2. DOS CASOS: LA AUTO-ORGANIZACIÓN Y EL SUB-CONSCIENTE.Nuestro primer ejemplo es el trata-miento de los sistemas auto-organi-zados; conjuntos complejos que con-siguen autoensamblarse en ausenciade fuerzas externas. La auto-organi-zación, la morfogénesis biológica enparticular, es un proceso maravillosopero apenas comprendido. No es deextrañar que haya sido objeto demuchas especulaciones pseudocien-tíficas, adornadas de expresionesrimbombantes pero vacías, como“fuerza constructiva”, “entelequia”,“élan vital”, “campo morfogenéti-co”, “autopoiesis” y otras por el esti-lo. Todos esos factores se suelen con-siderar como algo inmaterial y, portanto, fuera del alcance de la física yla química. Y ni se han descrito endetalle ni han sido objeto de experi-mentación en laboratorio. Por tanto,hablar de dichos factores es pura ver-borrea, la mera agitación de una vari-ta mágica.

Por el contrario, la aproximacióncientífica a la auto-organización espráctica, pero también imaginativa.Veamos un ejemplo reciente de estaaproximación: la obra de Adams,Doic, Keller y Fraden (1998). Unoscoloides, diminutas varitas y esferas,fueron suspendidos aleatoriamenteen tubos capilares de vidrio sellados;luego se dejaron a merced de suspropios sistemas y se observaronbajo el microscopio. Las varitas eran

virus y las esferas, bolas de plástico;a los primeros se los cargó negativa-mente y a los últimos, positivamente.Tras algún tiempo, la mezcla se sepa-ró espontáneamente en dos o másfases homogéneas. En función de lascondiciones experimentales, unafase podía consistir en capas de vari-tas que se alternaban con otras deesferas, o las esferas podían ensam-blarse en columnas.

Paradójicamente, estas variacionesde segregación se explican por larepulsión entre partículas cargadas—lo cual, intuitivamente, evitaría laaglomeración de partículas con lamisma carga—. Y la igualmenteparadójica disminución de entropía(el incremento del orden) se explicaobservando que la aglomeración dealgunos coloides viene acompañadade un aumento de la entropía transla-cional del medio. En cualquier caso,el proceso global puede explicarseen términos estrictamente naturalis-tas. Al mismo tiempo, los autoresadvierten de que sus resultados noconcuerdan con la teoría pertinente—ni tampoco, por supuesto, con nin-gún sistema físico general—. Talausencia de conclusión perfecta escaracterística de la auténtica ciencia,a diferencia de la pseudociencia,donde todo está prefabricado desdeel principio.

Un segundo ejemplo se halla en elestudio del inconsciente. Se ha escri-to mucho sobre el particular, lamayoría desde el terreno especulati-vo, desde que Sócrates dijera sercapaz, mediante un hábil interrogato-rio, de descubrir el conocimientomatemático implícito en un jovenesclavo analfabeto. Gracias al bestseller de Eduard von Hartmann, DiePhilosophie des Unbewussten(1870), el tema ya era popular en1900, cuando Freud propuso susextravagantes fantasías por primeravez. Entre otras cosas, Freud entroni-

zó el inconsciente y le adjudicópoderes causales que supuestamenteintervenían en cantidad de fenóme-nos inexplicados, como los lapsuslinguae y el mítico complejo deEdipo. Pero, por supuesto, jamás, nia él ni a ninguno de sus seguidores seles ocurrió aproximarse a esta mate-ria de manera experimental.

El estudio científico de los procesosmentales inconscientes comenzóhace un par de décadas, con el estu-dio de pacientes con doble personali-dad y visión ciega2 Desde entonces,diversas técnicas de visualización delcerebro, como el escáner PET y laresonancia magnética funcional, hanhecho posible discernir si una perso-na siente o sabe algo incluso antes deque sepa que lo siente o que lo sabe.Además, esas técnicas permitenlocalizar tales procesos mentales deuna manera no invasiva. Tenemos unejemplo en el trabajo de Morris,Öhman y Dolan (1998), que, comono es de extrañar, no cita ningúnestudio psicoanalítico. Veámoslo.

La amígdala es el minúsculo órganocerebral que siente emociones tanbásicas y ancestrales como el miedoo la ira. Si sufre algún daño, la vidaemocional y social de una personapuede quedar gravemente limitada.La actividad de esta amígdala sepuede monitorizar mediante un escá-ner PET; este aparato permite alinvestigador detectar las emocionesdel sujeto e incluso determinar enqué lado de la amígdala se ubican.No obstante, dicha actividad neuronalpuede que no alcance el nivel de con-ciencia. En tal caso, tenemos que acudiral escáner cerebral.

Por ejemplo, si a un sujetohumano normal se le muestrabrevemente un rostro enojadocomo estímulo principal, einmediatamente se le enseña unamáscara inexpresiva, dirá haber

malas alternativas

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visto esta última, pero no recorda-rá haber visto la anterior. Sin embar-go el escáner nos cuenta una historiadistinta. Nos revelará que, si el rostroenfadado ha sido asociado a un estí-mulo ‘aversivo’ como ruido blancode alta intensidad, el estímulo princi-pal activará la amígdala, aun cuandoel sujeto no recuerde haberlo visto.Resumiendo, la amígdala “conoce”cosas que el órgano de la conciencia(sea el que sea o dondequiera que seencuentre) no conoce. Los psicoana-listas podrían emplear este mismométodo para medir la intensidad delodio de un hombre hacia su padre.Pero no lo hacen, porque no creen enel cerebro: su psicología es idealistay, por tanto, no cerebral. Encontrarámás información sobre este tema enla sección 4.

El número de ejemplos de pseudo-ciencia abarca hasta donde quera-mos. La astrología, la alquimia, laparapsicología, la caracterología, lagrafología, la “ciencia” de la crea-ción, el “diseño inteligente”, la“ciencia” cristiana, la rabomancia, lahomeopatía y la memética general-mente se consideran pseudociencias(ver por ejemplo Kurtz 1985, Randi1982, y The Skeptical Inquirer). Porcontra, que el psicoanálisis y la psi-cología computacional sean cienciasfalsas no está tan ampliamente acep-tado. Es por lo que las examinaremosen la sección 3. Pero en primer lugarechemos un breve vistazo a la filoso-fía y veremos que parte de la mismatambién es falsa.

3. LA FILOSOFÍA: PROCIEN-TÍFICA Y ANTICIENTÍFICA.La caracterización de la investiga-ción científica descrita anteriormentecomprende ideas de seis tipos: lógi-cas, semánticas, ontológicas, gnose-ológicas (concretamente, metodoló-gicas), éticas y sociológicas. Deforma más específica, encierra lanoción de consecuencia lógica y de

coherencia lógica; las nocionessemánticas de significado y de ver-dad; los conceptos ontológicos dehecho real y de ley real (patronesobjetivos); los conceptos gnoseoló-gicos de conocimiento y prueba; elprincipio de la honradez intelectual,y la noción de comunidad científica.

¿Y por qué es esto así? Pues porquela investigación científica es, enpocas palabras, la búsqueda honradadel saber auténtico sobre el mundoreal, concretamente sobre sus leyes,con la ayuda de medios tanto teóri-cos como empíricos —en concreto,el método científico— y porque atodo cuerpo del saber científico se lesupone una coherencia lógica, ydebe ser sujeto de discusión racio-nal, en el seno de una comunidad deinvestigadores. Todas las expresio-nes en cursiva se dan en discursos(metacientíficos) sobre cualquierciencia basada en hechos (empírica).Y la disciplina encargada de diluci-dar y sistematizar los conceptoscorrespondientes es la filosofía. Enefecto, la filosofía es el estudio de losconceptos y principios más funda-mentales y multidisciplinarios. Porlo tanto, se supone que los filósofosdeben ser generalistas y no especia-listas. Y algunos de nosotros asumi-mos a veces la ingrata tarea de some-ter a juicio las credenciales de algu-nas creencias o ideologías pseudo-científicas.

En la actualidad, las diferentesescuelas filosóficas tratan los com-ponentes filosóficos de la cienciaantes mencionados de manera muydiferente; algunas escuelas los igno-ran por completo. Recordemos bre-vemente cuatro ejemplos contempo-ráneos: existencialismo, positivismológico, popperianismo y marxismo.

El existencialismo rechaza la lógicay, en general, la racionalidad; adoptauna ontología extremadamente

superficial, casi ininteligible e inclu-so ridícula; y no necesita semántica,epistemología o ética. No sorprendeque haya carecido de impacto algunoen la ciencia (excepto, de forma indi-recta y negativa, por su degradaciónde la razón y su apoyo al nazismo).Tampoco sorprende que no hayaproducido ninguna filosofía inteligi-ble (y, mucho menos, estimulante)de la ciencia.

Por el contrario, el positivismo lógi-co defiende la lógica y el métodocientífico, pero no posee una semán-tica defendible; ni tampoco unaontología que trascienda el fenome-nalismo (“sólo hay apariencias”); sugnoseología sobrevalora la induc-ción y malinterpreta o infravalora lateoría científica, a la que consideraun mero resumen de datos, tampocoposee una ética más allá del emoti-vismo de Hume. Como era de espe-rar, el positivismo lógico malinter-preta la física relativista y la cuánticaen lo concerniente a operaciones delaboratorio, en vez de considerar laexistencia objetiva de entidades físi-cas en ausencia de observadores (ver,por ejemplo, Bunge 1973). No obs-tante, el positivismo lógico es cienti-ficista y, por tanto, muy superior a laanticiencia característica del postmo-dernismo.

El popperianismo ensalza la lógicapero rechaza la mera idea de hacersemántica; no contiene ningunaontología más allá del individualis-mo (o atomismo, o nominalismo);valora la teoría hasta el punto de con-siderar el experimento sólo comouna vía para probar hipótesis; sobre-valora la crítica, infravalora la induc-ción y prescinde de la evidenciapositiva. No posee ninguna ética másallá de las premisas de Buda, Epicu-ro e Hipócrates de no producir nin-gún daño. No obstante, el popperia-nismo tiene el mérito de haber defen-dido una interpretación realista de las

la filosofía tras la pseudociencia

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teorías físicas y de haber devaluadoel inductivismo. Pero Popper prime-ro infravaloró y luego aceptó la bio-logía evolutiva, aunque malinterpre-tándola, exclusivamente como la eli-minación de las inadaptaciones; seopuso al monismo psiconeuronalinherente a la psicología biológica;rechazó la concepción materialistade la historia, adoptada por la escue-la historiográfica más avanzada —lade Annales—; y defendió la microe-conomía neoclásica, que —comoexpondré más adelante— es pseudo-científica a la vez que conceptual-mente difusa, e inmune a la falsifica-ción empírica.

En cuanto al marxismo, ha presen-tado algunas ideas revolucionariasen ciencias sociales, concretamen-te la concepción materialista de lahistoria y la centralidad del con-flicto social. Sin embargo, el mate-rialismo marxista es estrechamen-te economicista: infravalora elpapel de la política y la cultura (enconcreto, de la ideología). Ade-más, el marxismo, siguiendo aHegel, confunde la lógica con laontología. Por lo tanto, adolece deuna escasa lógica formal; su onto-logía materialista se difumina traslas penumbras románticas de ladialéctica tales como el principiode unidad de los contrarios; sugnoseología es el realismo inge-nuo (la “teoría del conocimientocomo reflejo”), que no deja sitio ala naturaleza simbólica de lasmatemáticas o de la física teórica;idealiza los conjuntos sociales endetrimento de los individuos y susaspiraciones legítimas, exagera elimpacto social de la percepción yadopta la ética del utilitarismo, queprescinde de la investigación des-interesada, por no hablar delaltruismo. No sorprende que, alhallarse en el poder, los filósofosdel materialismo dialéctico sehayan opuesto a algunos de los

descubrimientos científicos másrevolucionarios de su época: lalógica matemática, la teoría de larelatividad, la mecánica cuántica,la genética, la teoría sintética de laevolución y la neuropsicologíapost-pavloviana.

En resumen, ninguna de esas cua-tro escuelas encaja con la filosofíainherente a la ciencia. Mi propues-ta es que cualquier filosofía capazde comprender y promocionar lainvestigación científica reúne lascaracterísticas siguientes (Bunge,1974-1989):

— Lógica: Coherencia interna ycumplimiento de las reglas de lainferencia deductiva; aceptaciónde la analogía y la inducción comomedios heurísticos, sin afirmar apriori la validez de los argumentosanalógicos o inductivos.

— Semántica: Teoría realista delsignificado como referencia pro-puesta (denotación) —y a diferen-cia de la extensión— unida al sen-tido o la connotación. Y una con-cepción realista de la verdad fácti-ca [acerca de hechos] como ade-cuación de una proposición a loshechos a los que se refiere.

— Ontológica: a) Materialismo (naturalismo):Todas las cosas reales son materia-les (poseen energía) y se ajustan aalgunas leyes (causales, probabi-lísticas o ambas). Los procesosmentales son procesos cerebrales ylas ideas en sí mismas (aunquesean verdaderas o útiles) son fic-ciones. b) Dinamicismo: Todos los objetosmateriales se hallan en flujo. c) Sistemismo: Toda cosa es un sis-tema o un componente (potencialo real) de un sistema.d) Emergentismo; Todo sistematiene propiedades (sistémicas o

emergentes) de las que los compo-nentes carecen.

— Gnoseológica: a) Realismo científico: Es posibleacceder al conocimiento de la reali-dad, al menos de forma parcial y gra-dual, y se supone que las teoríascientíficas representan partes ocaracterísticas del mundo real, aun-que sea de forma imperfecta. b) Escepticismo moderado: el cono-cimiento científico es tanto faliblecomo mejorable. Sin embargo, algu-nos hallazgos —por ejemplo, queexisten átomos y campos, que lasideas no existen más allá del cerebroy que la ciencia vale la pena— sonadquisiciones firmes. c) Empirismo moderado: Todas lashipótesis fácticas se deben poderprobar empíricamente y tanto laspruebas positivas como las negativasson indicadores de su valor de ver-dad. d) Racionalismo moderado: El cono-cimiento progresa mediante conjetu-ras y razonamientos lógicos, combi-nados con la experiencia. e) Cientificismo: Todo lo que es posi-ble saber y merece la pena saber seconoce mejor de manera científica.

— Ética: Humanismo secular: Lanorma moral suprema es “persiguetu propio bienestar (biológico, men-tal y social) y el de los demás”. Estamáxima prescribe que la investiga-ción científica debe satisfacer tantola curiosidad como la necesidad yabstenerse de causar daños innecesa-rios.

— Sociológica: Socialismo epistémico:La labor científica, aunque sea arte-sanal, es social, por cuanto se ve unasveces estimulada y otras inhibida porcompañeros de trabajo y por el ordensocial del momeno; y el árbitro (pro-visional) no son las autoridades insti-tucionales, sino la comunidad deexpertos. Cada una de dichas comu-

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nidades prospera con los logros desus miembros y eso facilita ladetección y corrección de errores(atención: estas ideas están muylejos tanto del pensamiento mar-xista que defiende que las ideasson emitidas y eliminadas por lasociedad, como de la visión cons-tructivista-relativista de que los“hechos científicos” son construc-ciones sociales locales, esto es,meras convenciones de la comuni-dad o de la tribu).

Mi planteamiento es que los princi-pios filosóficos antes expuestos sontácitamente satisfechos por las cien-cias maduras o “duras” (física, quí-mica y biología); que las cienciasinmaduras o “blandas” (psicología yciencias sociales) satisfacen algunosde ellos; y que las pseudocienciasviolan la mayoría de ellos. En defini-tiva, que el cientificismo es coexten-sivo con la buena filosofía.

Además, la razón por la que las pseu-dociencias se parecen a la religión,hasta el punto de que algunas son unsustituto de ésta, es que compartenuna filosofía, el idealismo filosófico,que no debemos confundir con idea-lismo moral. Ciertamente, la pseudo-ciencia y la religión postulan entida-des inmateriales, habilidades cogniti-vas paranormales, así como una éticaheterónoma. Paso a explicarlo.

Cada religión posee su núcleo filosó-fico, y las filosofías inherentes a lareligión comparten los siguientesprincipios idealistas: a) Ontología idealista: Existen enti-dades espirituales autónomas, comolas almas y las deidades, que no seajustan a ninguna ley científica. b) Gnoseología idealista: Algunaspersonas poseen habilidades cogniti-vas que escapan del ámbito de la psi-cología experimental: la inspiracióndivina, la perspicacia innata o lacapacidad de percibir entidades espi-

rituales o profetizar sucesos sin laayuda de la ciencia. c) Ética heterónoma: Todo el mundose halla sujeto a poderes sobrehuma-nos inescrutables e inamovibles, ynadie tiene la obligación de justificarsus creencias mediante experimentoscientíficos.

Los tres componentes filosóficoscomunes para religión y pseudocien-cia están en desacuerdo con la filoso-fía inherente a la ciencia. Por tanto,las tesis de que la ciencia es una ide-ología más, y que no puede entrar enconflicto con la religión porqueambas abordan problemas distintos,de maneras distintas pero mutua-mente compatibles, son falsas (mássobre religión y ciencia en Manner yBunge 1996).

4. LOS CASOS DEL PSICOANÁ-LISIS Y DE LA PSICOLOGÍACOMPUTACIONAL¿Comparten el psicoanálisis y la psi-cología computacional los rasgosfilosóficos que, según veíamos en lasección 3, caracterizan a las cienciasmaduras?

El psicoanálisis viola la ontología yla metodología de toda cienciagenuina. Ciertamente, sostiene queel alma (“mente”, según la traduc-ción estándar al inglés de las obras deFreud) es inmaterial y que puedeactuar sobre el cuerpo, como semuestra en los efectos psicosomáti-cos. Sin embargo, el psicoanálisis no

supone ningún mecanismomediante el cual una entidad inma-terial pueda alterar el estado deotra material; simplemente afirmaque se da el caso. Además, esaafirmación es dogmática, puestoque los psicoanalistas, a diferenciade los psicólogos, no realizan nin-guna prueba empírica. Concreta-mente, ningún psicoanalista hamontado jamás un laboratorio. Elpropio Freud diferenció enfática-

mente el psicoanálisis tanto de la psi-cología experimental como de laneurociencia.

Para conmemorar el primer centena-rio de la publicación de La interpre-tación de los sueños, de Freud, elInternational Journal of Psychoa-nalysis publicó un informe realizadopor seis analistas de Nueva York(Vaughan et al., 2000), que supuesta-mente informaron de la primera prue-ba experimental del psicoanálisis enun siglo de existencia. En realidad, nose trató de ningún experimento, pues-to que no se contó con ningún grupode control. Por lo tanto, aquellosautores no tenían derecho a concluirque las mejoras observadas se debie-ron al tratamiento; pudieron haberocurrido simplemente de formaespontánea. Así pues, los psicoanalis-tas no emplean para nada el métodocientífico, puesto que no saben dequé se trata. Al fin y al cabo, no tie-nen formación científica; en elmejor de los casos son médicosgeneralistas.

El psicoanalista francés JacquesLacan —un héroe del postmodernis-mo— admite esta idea y sostiene queel psicoanálisis, lejos de ser una cien-cia, es simplemente una prácticaretórica: “l’art du bavardage”. Alfinal, dado que los psicoanalistassostienen que sus conclusiones sontanto reales como efectivas sinhaberlas sometido al ensayo experi-mental o a pruebas clínicas rigurosas

la filosofía tras la pseudociencia

Dado que los psicoanalistassostienen que sus conclu-

siones son tanto realescomo efectivas sin haberlassometido al ensayo experi-mental o a pruebas clínicas

rigurosas, difícilmentepuede afirmarse que proce-dan con la honradez intelec-

tual por la que se suponedeben regirse los científicos.

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difícilmente puede afirmarse queprocedan con la honradez intelectualpor la que, se supone, deben regirselos científicos (aunque ocasional-mente cometan deslices). En suma,el psicoanálisis no está cualificadopara considerarse una ciencia. Con-trariamente a la creencia general, noes siquiera una ciencia fallida, pues-to que prescinde del método científi-co e ignora los contraejemplos. Setrata simplemente de charlataneríapsicológica.

La psicología computacional afirmaque la mente consiste en una serie deprogramas informáticos que en prin-cipio pueden implementarse en cere-bros o en máquinas, —o quizá inclu-so en fantasmas. Así, esta popularescuela adopta la visión funcionalis-ta de que la materia no tiene impor-tancia, tan sólo importa su función.Esta visión está fomentada por onto-logías idealistas, donde la cienciasólo investiga cosas concretas avarios niveles: la física, la química,la vida —pensante y no pensante—o lo social. Además, los computacio-nistas cometen una petición de prin-cipio al dar por sentado que ciertosprocesos mentales son actos compu-tacionales. No tienen ninguna pruebade que todos los procesos mentalessean computacionales; se limitan aaseverar esa tesis.

Pero esta tesis es falsa, puesto que nilos procesos emocionales ni los cre-ativos son algorítmicos, y solamentelo son una fracción de los procesoscognitivos. Por ejemplo, no puedehaber ningún algoritmo para laactuación espontánea, para plantearproblemas originales, para formularhipótesis originales, para conformaranalogías fructíferas o para diseñarartefactos originales, como algorit-mos, máquinas u organizacionessociales radicalmente nuevos. Efec-tivamente, todo algoritmo es un pro-cedimiento para realizar operaciones

de un tipo específico, como la clasi-ficación, la suma y el cálculo devalores de funciones matemáticas.Por el contrario, los descubrimientoscientíficos originales no pueden serdeterminados con precisión anticipa-damente, por eso es necesaria lainvestigación.

En resumen, la psicología computa-cional es acientífica porque ignoralas pruebas negativas y porque sedesentiende de la materia de lamente: el cerebro que crea el pensa-miento. Consecuentemente, se aíslaa sí misma con respecto a la neuro-ciencia y a la ciencia social y el ais-lamiento disciplinar es un indicadorfiable de la falta de cientificidad. Elsecreto de su popularidad reside notanto en sus hallazgos sino en lapopularidad de los ordenadores, enque no requiere ningún conocimien-to de neurociencia y en la fantasía deque los enunciados del tipo “X cal-cula Y” poseen capacidad explicati-va, mientras que, de hecho, éstassolo enmascaran nuestra ignoran-cia sobre los mecanismos neurona-les (recordemos que no hay expli-cación verdadera sin mecanismo yque todo mecanismo es material;ver Bunge 2006)

Valga lo dicho como muestra depseudociencia. El tema de su filoso-fía subyacente es fascinante y vasto,y básicamente inexplorado (ver, sinembargo, Flew 1987). Pensemos tansólo en los múltiples reductos depseudociencia que se refugian en laciencia, como por ejemplo el princi-pio antrópico, el intento de diseñaruna teoría del todo, el discurso sobrela información en bioquímica, eldogma de la biología “todo-está-en-los-genes”, la sociobiología humana,la psicología evolucionista (pura-mente especulativa) californiana ylos modelos de teoría de juegos apli-cados a la economía y a la cienciapolítica. Al analizar un error flagran-

te en la ciencia, casi siempre seencuentra un gazapo filosófico.

5. CASOS FRONTERIZOS:PROTO- Y SEMI-Todo intento no matemático de clasi-ficar cualquier conjunto de elemen-tos se topará, probablemente, concasos fronterizos.

Las principales razones de tal vague-dad son, por una parte, que los crite-rios de clasificación son, en sí mis-mos, imprecisos o que el objeto encuestión contiene sólo alguna de lascaracterísticas necesarias para situar-lo en una casilla determinada. Recor-demos el caso del ornitorrinco, elmamífero que pone huevos.

En cualquier caso, en el terreno de laciencia encontramos multitud de dis-ciplinas, teorías o procedimientosque, lejos de caer claramente dentrodel rango de lo científico o de lo queno lo es, pueden denominarse comoproto-científicas, semi-científicas ocomo ciencia fallida. Echemos unbreve vistazo a dichos casos.

Una proto-ciencia, o ciencia emer-gente, es obviamente una ciencia instatu nascendi. Si sobrevive, puedeconvertirse llegado el momento enuna ciencia madura, una semi-cien-cia o una pseudociencia. En otraspalabras, cuando se dice que una dis-ciplina es una proto-ciencia, esdemasiado pronto para decidir si escientífica o acientífica. Ejemplos: lafísica previa a Galileo y Huygens, laquímica anterior a Lavoisier, y lamedicina antes de Virchov y Ber-nard. Todas esas disciplinas madura-ron deprisa y se convirtieron en ple-namente científicas (podemos llamarcientíficas a la medicina y la ingenie-ría aunque se trate de tecnologíasmás que de ciencias).

Una semi-ciencia es una disciplinaque comenzó como ciencia y es con-

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siderada normalmente como tal, aun-que no reúna todas sus característi-cas. Mi opinión es que la cosmolo-gía, la psicología y la economía sonsemi-ciencias. En efecto, la cosmo-logía todavía está repleta de especu-laciones que contradicen sólidosprincipios de la física. Aún existenpsicólogos que niegan que la mentesea un producto del cerebro y otrosque consideran los sistemas neurona-les como funciones mentales “secun-darias” o “mediadoras”. Y, porsupuesto, muchos de los llamadospremios Nobel de economía (quede hecho son premios del Banco deSuecia) se otorgan a inventores demodelos matemáticos que no tienenningún reflejo en la realidad econó-mica —de entrada porque ignoranla producción y la política— o adiseñadores de políticas económicasque perjudican a los pobres. Losmodelos de teoría de juegos, pro-puestos por Thomas C. Schelling,que ganó un premio Nobel en 2005,son un ejemplo destacado. En uno deellos diseñó el bombardeo estratégi-co de la población civil vietnamita.El mismo teórico descubrió tambiénque los afroamericanos se segregansolos: “se sienten más cómodos entrelos de su propio color” (Schelling1978: 138-139).

En ciertos casos es difícil saber sialgo es científico, semi-científico opseudocientífico. Por ejemplo, lagran mayoría de los físicos del sigloXIX consideraban que el atomismoera una pseudociencia, dado quesolamente producía evidencias indi-rectas en pro de la hipótesis atómica.Peor aún, ya que no existía ningunateoría concreta acerca de los átomosen sí mismos, el atomismo era muydifícil de comprobar, y tan sólo lo eramediante predicciones de mecánicaestadística. Pero la teoría se convirtióen científicamente respetable casi deforma súbita como consecuencia dela teoría de Einstein sobre el movi-

miento browniano y la confirmaciónexperimental de la misma por Perrin.Tan sólo los positivistas más conser-vadores, como Ernst Mach, se opu-sieron al atomismo hasta el final.

Otro ejemplo: la teoría cuántica essin duda un paradigma del éxito de laciencia de alto nivel. Pero la interpre-tación de Copenhague de esta teoríaes pseudocientífica, puesto que sitúaal observador en el centro del univer-

so, ya que supone que todos los suce-sos físicos son consecuencia de pro-cesos de laboratorio. El que esta tesissea descaradamente falsa se demues-tra por el hecho de que la teoría esválida para las estrellas, que porsupuesto son inhabitables, y porqueno contiene ningún postulado quedescriba a los observadores (mássobre el tema en Bunge 1973, Mah-ner 2001).

La teoría de cuerdas es un tema sos-pechoso. Parece científica porqueaborda un problema abierto que es ala vez importante y difícil, como laconstrucción de una teoría cuánticade la gravitación. Por esta razón, yporque ha estimulado las matemáti-cas, está atrayendo a los cerebrosjóvenes más brillantes. Pero la teoríapostula que el espacio tiene seis osiete dimensiones en vez de tres,solamente para garantizar la cohe-rencia matemática. Dado que esasdimensiones extra no son observa-bles y que la teoría se ha resistido ala confirmación experimental duran-te más de tres décadas, tiene visos deciencia-ficción o, al menos, de cien-cia fallida.

El caso de la frenología, la “cienciade las protuberancias craneales”,resulta instructivo. Proponía unahipótesis materialista, comprobable,según la cual todas las funcionesmentales eran funciones cerebraleslocalizables con precisión. Pero envez de ensayar experimentalmenteesta excitante hipótesis, los frenólo-gos la explotaron exitosamente enferias y otros lugares de entreteni-miento: iban por ahí palpando el crá-neo de la gente y diciendo haberlocalizado los centros del altruismo,del amor a la progenie, de la imagi-nación y cosas por el estilo. La apa-rición de la neurociencia modernapuso fin a la frenología.

El descrédito de la frenología arrojódudas no sólo sobre el localizacio-

nismo radical, sino también sobre losintentos científicos de cartografiar lamente dentro del cerebro. En concre-to, los dispositivos de imagen cere-bral inventados a lo largo de las tresdécadas pasadas fueron recibidoscon escepticismo al principio, por-que el mero hecho de intentar locali-zar procesos mentales sonaba a fre-nología. Pero estas nuevas herra-mientas han demostrado ser muyfructíferas y, lejos de confirmar lahipótesis frenológica (un módulopara cada función), han propiciadomuchos nuevos hallazgos, entre ellosque todos los subsistemas del cere-bro están interconectados. Si unaherramienta o una teoría conduce adescubrimientos importantes, nopuede ser pseudocientífica, puestoque uno de los signos de la pseudo-ciencia es el de estar construida alre-dedor de una vieja superstición.

Finalmente, un aviso de cautela. Lamayoría de nosotros desconfiamosde teorías o herramientas radical-mente nuevas y esto ocurre por algu-na de estas dos razones: por la iner-cia intelectual o porque es necesariocuestionar a todo recién llegado para

la filosofía tras la pseudociencia

Antes de emprender preci-pitadamente un proyecto

de investigación, analíceloen busca de presupuestos

filosóficos endebles.

el escéptico 36

asegurarnos que no es un impostor.Pero debemos evitar confundirambas razones. A los curiosos lesgustan las novedades, pero sólomientras que éstas no amenacen condesmantelar su esquema de conoci-mientos

6. PSEUDOCIENCIAYPOLÍTICALa pseudociencia es siempre peligro-sa porque contamina la cultura y,cuando concierne a la salud, la eco-nomía o la política, pone en riesgo lavida, la libertad o la paz. Pero, porsupuesto, la pseudociencia esextraordinariamente peligrosa cuan-do goza del apoyo de un gobierno,una religión organizada o grandescorporaciones. Nos bastará un puña-do de ejemplos para ilustrar estepunto.

Algunos legisladores estadouniden-ses invocaron la eugenesia, propues-ta en sus inicios por científicos bien-intencionados y por intelectualesprogresistas, para presentar y apro-bar leyes que restringieran la inmi-gración de gente de “razas inferio-res” y condujeran a la institucionali-zación de miles de niños considera-dos mentalmente débiles. La políticaracial de los nazis se justificómediante la misma “ciencia” y con-dujo al asesinato o la esclavitud demillones de judíos, eslavos y gitanos.

La sustitución de la genética por lasdescabelladas ideas del agrónomoTrophim Lysenko, que disfrutó de laprotección de Stalin, fue la responsa-ble del espectacular retroceso de laagricultura soviética y, lejos de con-ducir a mejoras, originó una severaescasez de alimentos. La misma dic-tadura sustituyó la sociología por elmarxismo-leninismo, cuyos fielesseñalaron la injusticia de los malesde las sociedades capitalistas pero senegaron a estudiar los problemasigualmente graves del imperio sovié-tico. La consecuencia fue que esos

problemas empeoraron y ningúnanalista social soviético previó elsúbito colapso del imperio.

Los casos más recientes de la cone-xión de la pseudociencia con la polí-tica son los relativos al cambio cli-mático, investigación con célulasmadre, “diseño inteligente” y protec-ción de la fauna por parte del actualgobierno de los Estados Unidos.Tales interferencias están destinadasa tener un impacto negativo en laciencia, la medicina y el medioambiente. El último caso de apoyode un gobierno a la pseudociencia esla decisión del ministro de sanidadfrancés de eliminar de una Web ofi-cial un informe que decía que la tera-pia cognitiva-conductual es másefectiva que el psicoanálisis (Frenchpsicoflap 2005).

CONCLUSIÓNLa pseudociencia está tan cargada defilosofía como la ciencia. Sin embar-go, la filosofía inherente a una deellas es perpendicular a la que seatrinchera en la otra. En concreto, laontología de la ciencia es naturalista(o materialista), mientras que la de lapseudociencia es idealista. La gnose-ología de la ciencia es realista, mien-tras que la de la pseudociencia no loes. Y la ética de la ciencia es tan exi-gente que no tolera los auto-engañosni los fraudes que plagan la pseudo-ciencia. En suma, la ciencia es com-patible con la filosofía procientíficaesbozada en la sección 2, mientrasque la pseudociencia no lo es.

Pero, ¿y qué más da?, puede que sepregunte el lector. ¿Para qué sirve elejercicio de patrullaje fronterizo arri-ba citado? Respuesta: puede ayudarcomo advertencia de que un proyec-to de investigación inspirado en unafilosofía errónea probablemente fra-casará. A fin de cuentas, esto es todolo que podemos hacer cuando eva-luamos una propuesta de investiga-

ción antes de contar con todos losdatos: comprobar si el proyecto estrivial o, peor aún, contrario al “espí-ritu” de la ciencia, por lo que podríamerecer el infame premio IgNobel(Bunge 2004). Lo mismo se puededecir, a fortiori, de la evaluación dela investigación en curso. Por ejem-plo, en la actualidad, la física de par-tículas rebosa de sofisticadas teoríasmatemáticas que postulan la existen-cia de entidades extrañas que nointeractúan perceptiblemente, o no lohacen en absoluto, con la materiaordinaria y, como consecuencia, sona buen seguro indetectables (algunade esas teorías llegó incluso a postu-lar que el espacio-tiempo tiene diez uonce dimensiones en vez de las cua-tro reales). Como esas teorías estánen contradicción con el grueso de lafísica y violan el requisito del análi-sis empírico, podemos calificarlas depseudocientíficas aunque lleven ron-dando un cuarto de siglo y aparezcanpublicadas en las revistas más seriasde física.

Segundo ejemplo: Todos los estu-diantes de económicas y gestiónempresarial deben estudiar microe-conomía neoclásica. Sin embargo, esimprobable que usen dicha teoríapara abordar ningún problema eco-nómico en la vida real. La razón desemejante inutilidad es que algunosde los postulados de la teoría sonabiertamente irreales y otros, excesi-vamente difusos, luego difícilmentecomprobables. En efecto, la teoríasupone que todos los actores delmercado son libres, mutuamenteindependientes, perfectamente bieninformados, igualmente poderosos,inmunes a la política y completa-mente “racionales”, o sea, capacesde elegir la opción que con mayorprobabilidad maximizará la utilidadesperada. Pero el mercado real estápoblado de individuos y empresasque poseen una información imper-fecta y, lejos de ser completamente

el escéptico37

libres, pertenecen a redes sociales o amonopolios. Además, la utilidad encuestión está mal definida, pues es elproducto de dos cantidades que secalculan de manera subjetiva en vezde basándose en datos firmes, comola probabilidad del suceso en cues-tión y la correspondiente utilidad delagente (la mayoría de las veces, no seespecifica la forma precisa de la fun-ción de utilidad. Y, cuando se especi-fica, la elección no se justifica empí-ricamente). Milton Friedman (1991)se jactó de que, en su actual forma,esta teoría era como “vino viejo enbotella nueva”. En mi opinión, el

hecho de que la teoría haya permane-cido intacta durante más de un siglo,pese al significativo progreso deotras ramas de la ciencia social,constituye un claro indicador de quees pseudocientífica (más en Bunge1998b).

Moraleja: antes de lanzarse a un pro-yecto de investigación, analícelo enbusca de presupuestos filosóficosendebles, como la creencia de que lasofisticación matemática suple a laciencia de los hechos, de que elmanejo de símbolos indefinidospuede maquillar la indefinición con-

ceptual o a la falta de apoyo empíri-co, o que pueden existir sonrisas (opensamientos) sin cabeza.

Resumiendo, dígame qué filosofía esla que utiliza (no la que profesa) y lediré lo que vale su ciencia. Y dígamequé ciencia es la que usa (no con laque dice estar de acuerdo) y le diré loque vale su filosofía.

NOTAS1. El término inglés “epistemology” y el español “epistemología”tienen significados diferentes. La traducción más correcta (y es laque se ha optado en el presente texto a partir del texto original delDr. Bunge en inglés) de la primera sería “gnoseología” o sea teoríadel conocimiento (sea científico, común o cualquier otro), en tantoque “epistemología” equivale en español sólo a “filosofía de laciencia”, es decir, ontología, gnoseología, axiología, metodología,etcétera, de la ciencia. En castellano, la “epistemología” estaríaincluida en la “gnoseología”, en tanto que en inglés, “epistemo-logy” equivale a gnoseología. De todos modos, mucha gente utili-za “epistemología” de un modo ambiguo, unas veces queriendodecir gnoseología y otras, filosofía de la ciencia. La confusión es,en el fondo, un anglicismo producto de nuestra dependencia cultu-ral. El Diccionario de la RAE ayuda algo en la clarificación, aun-que al final veremos que no del todo. Así, en él, “epistemología”sería la “doctrina de los fundamentos y métodos del conocimientocientífico”. Sin embargo, si se busca “gnoseología” encontramosque en tanto que su primera acepción es “teoría del conocimiento”(en general), su segunda acepción es “epistemología”. Inclusosuponiendo que para los académicos de la RAE el principio deidentidad no sea válido (o sea, para ellos, aparentemente, gnoseolo-gía = epistemología, pero epistemología = gnoseología, lo cual esbastante discutible), desde nuestro punto de vista, su prescripciónva contra lo que el uso sugiere, ya que en todo caso sería al revés,dado que casi nadie usa gnoseología como epistemología, en tantoque mucha, mucha gente usa epistemología como gnoseología(además de como filosofía de la ciencia, que es la acepción correc-ta) [Nota del Corrector].2. La visión ciega es una dolencia consistente en que el pacienteve, pero no es consciente de ello [N. del Corrector].

REFERENCIAS- Adams, Marie; Dogic, Zvonimir; Keller, Sarah L. y Fraden, Seth.1998. “Entropically driven microphase transitions in mixtures ofcolloidal rods and spheres”. Nature 393: 249-351. - Bunge, Mario. 1974-1989. Treatise an Basic Philosophy, 8 vols.Dordrecht, Holland/Boston, Reidel-Kluwer. - Bunge, Mario. 1978. Filosofía de la física. Barcelona: Ariel.- Bunge, Mario. 1998a. Philosophy of Science, 2 vols. NewBrunswick, N.J., Transaction Publishers.

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Traducción de Jesús M. Villaro, del origi-nal de Mario Bunge “The Philosophybehind Pseudoscience,” Skeptical Inqui-rer, Julio/Agosto, 2006. Corrección deRafael González del Solar. Publicado contodos los permisos.

la filosofía tras la pseudociencia

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el escéptico 38

¿POR QUÉ NO CREOQUE LA HOMEOPATÍASEA EFECTIVA?Ferran Tarrasa Blanes

malas alernativas

el escéptico39

¿Por qué no creo que la homeopatía sea efectiva?

¿Qué hace alguien normalmentecuando se siente enfermo? Gene-ralmente, irá a ver a un médico.¿Por qué? Porque un médico sesupone que es la persona más cua-lificada para estudiar los síntomasque presenta, realizar todas lasexploraciones necesarias paradeterminar conexactitud qué estáafectando a susalud, administrarsustancias de pro-bada efectividaden estos casos—o intervenir de

manera más enér-gica, realizandouna operación—,y llevar a cabo el seguimiento dela evolución del paciente. Si sedecide a administrar alguna sus-tancia al paciente, ¿cómo sedetermina que esa droga en par-ticular tiene altas posibilidadesde ser eficaz?

Desde siempre se ha conocido laimportancia del llamado efectoplacebo en un proceso de cura-ción. El efecto placebo es un efec-to no específico consistente en lacuración (de forma aparente oreal) de una enfermedad mientrasla misma se está tratando con undeterminado remedio, indepen-dientemente del tipo de tratamien-to que se siga. Paracelso ya adver-tía en el siglo XVI “Ha de saberseque la voluntad es un poderosoayudante de la medicina”. Enmuchos casos la simple confianzadel paciente en el médico puedeparecer que produce una curacióny, a veces, ni siquiera esta confian-za es necesaria.

Por lo tanto, si se pretende deter-minar el efecto de una nueva drogasobre una enfermedad se haceimprescindible eliminar los posi-bles sesgos que se pueden introdu-

cir en una curación por diferentesfactores; esto puede realizarsemediante un ensayo o test de dobleciego.

Imaginemos un grupo de pacientesbastante homogéneo en cuanto aedad, hábitos, historial clínico, etc.

que padecen unamisma enferme-dad y —sin queellos lo sepan—dividámoslo endos, Grupo A yGrupo B, porejemplo. Llame-mos a la nuevadroga que preten-demos estudiar

Droga I y obtengamos una sustan-cia totalmente inofensiva y sinefectos terapéuticos como, porejemplo, cápsulas con agua desti-lada o pastillas de lactosa; llame-mos a esta sustancia Droga II.

En un ensayo doble ciego se admi-nistra a uno de los grupos, ponga-mos el Grupo A, una de las dosdrogas, digamos la Droga I, mien-tras que al Grupo B se le adminis-tra la Droga II (el placebo); perode manera que ni los pacientes, nilos médicos que los tratan sepan aqué grupo pertenece cada uno, niqué drogas les están siendo sumi-nistradas.

Concluida la experiencia, se reú-nen los datos de los dos grupos yse analizan para determinar si elporcentaje de curaciones en elGrupo A, para el que se empleó laDroga I, es mayor que en el Grupo

B, al que se suministró la sustanciainocua, la sustancia placebo oDroga II. Si esto es así, y sedemuestra así en otros ensayossimilares realizados sobre otrosgrupos, se concluye que la Droga Ies eficaz contra esa enfermedad.

De todos modos, ¿por qué se pro-ducen curaciones en el Grupo B, sisólo se le está administrando unasustancia totalmente inocua? Elloes debido a muchas razones. Dire-mos algunas.

Por una parte, tenemos el hechode que el simple tratamiento, aun-que sea con una sustancia inútil,puede ayudar a activar los meca-nismos de defensa del propioorganismo (si la gente lleva unavida sana, es más fácil que se curede determinadas dolencias deforma natural), por otra partetenemos el hecho de que muchasenfermedades tienen componentespsicosomáticos o de sugestión(algunas, pueden incluso no sertales enfermedades, sino sóloparecer que lo son) y, finalmente,tenemos el hecho de que un grannúmero de enfermedades presen-tan un cierto período de remisión;la enfermedad aparece, progresa ydespués desaparece, aunque no serealice ningún tratamiento. Estaintroducción puede parecer algoextensa pero será muy útil a lahora de discutir algunos puntosrelativos a la homeopatía.

La homeopatía se originó en Ale-mania a principios del siglo XIX.Samuel Hahnemann (1755-1843)publicó en 1810 un voluminosolibro titulado Organon, en el quedesarrollaba y exponía toda ladoctrina conocida como homeo-patía y es esa misma homeopatía,siguiendo básicamente los mismosprincipios expuestos en Organon,la que se sigue practicando

La Ley de los Infinitesi-males nos dice que,cuanto más pequeña

sea la dosis, máspoderoso será el efec-

to de la sustancia.

La Ley de Similia aseguraque una sustancia curaráuna cierta enfermedad si,suministrada a una per-sona sana, provoca los

mismos síntomas, o sín-tomas muy parecidos, alos que produce dicha

enfermedad.

el escéptico 40

malas alternativashoy en día. Los dos pilares básicosde la homeopatía son la Ley deSimilia y la Ley de los Infinitesi-males. Veamos ahora con calmacómo son de ridículos estos dosprincipios fundamentales.

La Ley de Similia asegura que unasustancia curará una cierta enfer-medad si, suministrada a una per-sona sana, provoca los mismossíntomas, o síntomas muy pareci-dos, a los que produce dicha enfer-medad. De esta ley, o supuesta ley,deriva el nombre de homeopatía:homois “similar” y pathos “sufri-miento”, en griego. Para ser unode los principios básicos de lahomeopatía no deja de ser bastan-te sorprendente. Si alguien sufreuna intoxicación por arsénico, ¿securará administrándole más arsé-nico? Yo diría que no. De todosmodos, dado que cualquier sustan-cia puede emplearse como unremedio homeopático, ¿cómo sesabe que síntomas produce unasustancia determinada? SegúnHahnemann se debía realizar unproceso de prueba. Se debía admi-nistrar a una persona sana cantida-des cada vez mayores de esa sus-tancia hasta que aparecieran losprimeros síntomas de intoxica-ción, dichos síntomas debían com-pararse con las enfermedades cata-logadas y, si eran parecidos a lossíntomas de alguna enfermedad,esa sustancia pasaba a considerar-se útil para el tratamiento de dichaenfermedad.

La Ley de los Infinitesimales nosdice que, cuanto más pequeña seala dosis, más poderoso será elefecto de la sustancia. Los efectosde la sustancia se potencian con ladilución de la misma; cuanto másdiluida esté la sustancia, máspoderoso será su efecto. Los reme-dios homeopáticos se preparansiguiendo diluciones decimales.

Se parte de una cierta cantidad dedisolución, se extrae una décimaparte y, a dicha fracción, se le aña-den nueve décimos de agua desti-lada; se agita la nueva mezclaresultante y se repite el procesovarias veces hasta llegar al gradode dilución deseado. Son muyhabituales grados de dilución de1/1.000.000 o 1/10.000.000 y, enalgunos casos, se llega a grados dedilución tan extremos que la pro-babilidad de encontrar algunamolécula de la supuesta sustanciaactiva en el preparado final esinferior al 50%. Si la sustancia noes soluble en agua, puede molersemuy finamente y mezclarse conlactosa, siguiendo un proceso dedilución similar, pero empleandola lactosa en lugar de agua destila-da. Un compuesto que es práctica-mente agua destilada o lactosadebería resultarnos familiar, no esmás que un placebo, ¡como los quese emplean en los ensayos clínicosdoble ciego! Del mismo modo queen nuestro Grupo B había pacien-tes que se curaban, algunos de lospacientes que acuden a un homeó-pata se curarán, ¿significa eso quelos remedios homeopáticos sonefectivos? Después de lo explica-do en la introducción, vemos quela respuesta es un NO rotundo.

En el siglo XIX la medicina noestaba muy desarrollada, se basabaen principios erróneos y los reme-

dios que se suministraban solíanser muy agresivos y no muy salu-dables en muchos casos, incluyen-do por ejemplo las sangrías entresus prescripciones habituales. Coneste panorama, no es extraño quela homeopatía tuviera un ciertoéxito. Suministrando remediostotalmente inocuos, al menos nohacía empeorar la salud delpaciente y, en algunos casos, éstepodía superar la enfermedad ycurarse por sí solo, de una maneramucho más satisfactoria que con laintervención de la medicina de laépoca.

Sin embargo, hoy en día la situa-ción es radicalmente diferente, lamedicina y la farmacología actua-les son disciplinas que se rigen porel método científico y han conse-guido éxitos sin precedentes. Porotra parte, ningún preparadohomeopático ha superado nuncaun ensayo a doble ciego realizadocon un mínimo de garantías contrael fraude o el engaño1.

Después de todo lo dicho cabe pre-guntarse, ¿por qué la homeopatíasigue siendo popular? ¿Cómo selas arreglan los homeópatas parajustificar lo injustificable?

Un punto que suele destacarse amenudo es que la medicina trataenfermedades, mientras que lahomeopatía trata enfermos. Searguye que la medicina sólo mirade atacar los síntomas de las enfer-medades, mientras que la homeo-patía trata al paciente como untodo (sea eso lo que sea).

Por supuesto, esto es un disparate,porque, si bien es cierto que haycasos en que se prescriben medici-nas para eliminar o mitigar los sín-tomas (la más típica sería la aspiri-na), se olvida que esto no constitu-ye la norma. Por ejemplo, la medi-

Para Benveniste, unhomeópata, el agua teníauna especie de "memo-

ria", por lo que podía rete-ner la estructura de un

anticuerpo, de modo que,aunque éste ya no estu-viera presente, el agua

podía desencadenar unareacción parecida en los

leucocitos.

el escéptico41

¿Por qué no creo que la homeopatía sea efectiva?

cina dio un paso de gigante con eldescubrimiento de los antibióticosy, precisamente, una sustanciacomo la penicilina lo que hace esatacar la raíz del problema, en nin-gún caso los síntomas.

Por su parte, ¿qué hace la homeo-patía? Estudia los síntomas delenfermo y administra en cantida-des infinitesimales una sustanciaque, en grandes cantidades, provo-ca esos mismos síntomas en unapersona sana, ¡en otra persona!¿Quién pone, pues, más énfasis enlos síntomas? Además, y en cual-quier caso, yo diría que con esteproceder no se trata al pacientecomo un individuo único o comoun todo.

Otro punto que se destaca de lahomeopatía es que las disolucio-

nes infinitesimales que prescribesólo incluyen productos naturales.Esta es una falacia que se podríaaplicar a un montón de “medicinasalternativas”. Parece que los pro-ductos naturales son per se benefi-ciosos, pero se olvidan de que lanaturaleza está llena de venenos ytoxinas de origen vegetal o animalpotentísimos. Los antibióticosempleados por la medicina —nopor la homeopatía— tienen su ori-gen en un producto natural pero noolvidemos que los productos natu-rales están expuestos a la contami-nación; por lo tanto la purificaciónde estas sustancias, o su síntesisartificial, representa un gran pasohacia adelante.

La Ley de los Infinitesimales violalos principios establecidos por lamedicina, la farmacología, la físi-

ca o la química, ¿cómo la justifi-can los homeópatas? Hanhemannpensaba que, a medida que la sus-tancia perdía propiedades “mate-riales” —debido a las sucesivasdiluciones—, iba ganando en pro-piedades “espirituales”. Hoy endía, las propiedades “espirituales”han sido reemplazadas por energí-as misteriosas o por vibraciones deno se sabe qué; ningún culto pseu-docientífico actual sería tal si nomencionara energías que no pue-den detectarse ni poner de mani-fiesto, y la homeopatía no es nin-guna excepción.

Con relación a esto será interesan-te destacar el caso del Dr. Benve-niste. Benveniste encabezaba unartículo publicado en el año 1988en Nature, en el que parecía esta

el escéptico 42

malas alternativasblecer que una disolución muydiluida de un cierto anticuerpopodía desencadenar una reacciónen leucocitos humanos.

Lo sorprendente era que “muydiluido” significaba, en este caso,una dilución de ¡una parte entre10120! Esto significaba que noexistía ni un solo anticuerpo en ladisolución final. ¿Cómo lo expli-caba Benveniste? Para él, el aguatenía una especie de “memoria”.Podía retener la estructura del anti-cuerpo, de modo que, aunque ésteya no estaba presente, el aguapodía desencadenar la reacción enlos leucocitos. Parecía que esteestudio daba una cierta credibili-dad a la Ley de los Infinitesimales;sin embargo, habría que advertirprimero que ese estudio estaba, enparte, subvencionado por unaimportante empresa francesa deproductos homeopáticos.

Por supuesto, esto por si mismo nodesacredita la investigación reali-

zada, pero un equipo enviado porNature al laboratorio de Benvenis-te demostró que los experimentosestaban estadísticamente mal con-trolados, que no se habían tomadomedidas para eliminar causas deerror sistemático y que, en defini-tiva, no existía una base sólidapara las afirmaciones que se reali-zaban en el artículo.

El experimento sólo fue reproduci-do por un equipo israelí... ¡curiosa-mente, la persona encargada derealizar el recuento de leucocitosque habían reaccionado era lamisma! Parece, pues, que la Leyde los Infinitesimales sigue sinconfirmación experimental y siguecontradiciendo todas las leyesconocidas de la física y de la quí-mica.

La homeopatía es un culto médicoque se aprovecha de la ignoranciade la gente para prescribir reme-dios inútiles y, además, cobrar porello. La salud de las personas es

algo demasiado delicado comopara permitir que se juegue conella y es por ello que, al igual quelos “productos milagro”, los pro-ductos homeopáticos deberíandesaparecer de las farmacias.

NOTAS1. Carlos López Borgoñoz (2002-2003) "La colaboración Cochrane ylas medicinas alternativas. ¿Es capazel método científico de encontrar efi-cacia en la acupuntura o en la homeo-patía?" El Escéptico, Págs. 30-35. Nº16, Invierno-Primavera.

La materia no es infinitamente divisible. Un hecho como éste, tan básico y conocido por todos, fue firme-mente establecido por la química a principios del siglo XIX. La indivisibilidad última de la materia, conjun-tamente con las extraordinarias diluciones empleadas por la homeopatía, configuran una combinaciónmortal para esta última. Y este hecho se relaciona con un número conocido como número de Avogadro.

Cuando los químicos del siglo XIX realizaron las primeras mediciones de los pesos atómicos, (realmen-te, más bien habría que hablar de masas atómicas), éstas sólo podían referirse al peso de algún otroátomo que se empleaba como patrón o referencia. Es decir, se calculaban pesos atómicos relativos, perono era posible dar un valor para el peso absoluto de un átomo, o una molécula, expresado en gramos,por ejemplo. El estándar que emplearon los químicos para determinar los pesos atómicos relativos sebasaba en asignar al átomo de oxígeno un peso de 16 unidades. Con esta escala de medida, un átomode hidrógeno pesaba 1,008 unidades o un átomo de nitrógeno pesaba 14,007 unidades. Es obvio que,si vamos reuniendo átomos de oxígeno, esta colección de átomos pesará más y más, hasta llegar a valo-res macroscópicos. Así pues, una pregunta lícita podría ser, ¿cuál es el número de átomos de oxígenoque es necesario reunir para que lleguen a pesar, precisamente, 16 gramos? (Es decir, para que pesenuna cantidad de gramos numéricamente igual a su peso atómico). Ése es el número de Avogadro, (enhonor al químico italiano Amadeo Avogadro).

La homeopatía es un“culto” médico que seaprovecha de la igno-

rancia de la gente paraprescribir remediosinútiles y, además,

cobrar por ello.

EL NÚMERO DE AVOGADRO Y LA HOMEOPATÍAFerrán Tarrasa Blanes

el escéptico43

¿Por qué no creo que la homeopatía sea efectiva?

A una colección de átomos, moléculas, iones, etc., que contenga ese número de elementos se le deno-mina mol, y esa colección pesará, precisamente, una cantidad de gramos que numéricamente será iguala su peso relativo. El valor del número de Avogadro fue calculado, por primera vez, por Johann JosephLoschmidt, en 1865, asignándole un valor de 6·1023 elementos/mol.

La definición actual de mol es ligeramente distinta, ya que el número de Avogadro, actualmente, se basaen el isótopo 12 del carbono, al cual se le asigna un peso exacto de 12. Esta definición de mol sería:"Cantidad de sustancia de un sistema que contiene tantas unidades elementales como átomos de car-bono existen en 0,012 kilogramos de carbono-12 puro; la unidad elemental debe especificarse y puedeser un átomo, molécula, ion, electrón, fotón o incluso un grupo especificado de tales unidades"2. Segúnesta definición, el número de Avogadro es igual ahora a 6,022·1023 elementos/mol.

Y, ¿qué tendrá que ver esta pequeña historia del número de Avogadro con la homeopatía? ¡Pues todo!El número de Avogadro nos permite conocer el número de moléculas contenidas en una cierta masa deuna sustancia cualquiera, y esto impone un límite para las diluciones sucesivas de esa cantidad inicialde sustancia. Una dilución excesiva, llevada más allá de ese límite, supondrá que en la disolución finalno habrá ni una sola molécula de la sustancia inicial, (o, más bien, la probabilidad de encontrar una solamolécula de la sustancia inicial en una parte cualquiera de la disolución será extraordinariamente baja).¿Cómo se supone que un preparado tan diluido, que no contiene ni rastro de la supuesta sustancia acti-va, pueda tener un efecto terapéutico?

Por ejemplo, el azúcar corriente, la sacarosa, tiene un peso molecular de 342, esto significa que en 342gramos de sacarosa existen 6,022·1023 moléculas de sacarosa. Así pues, si diluimos en agua destilada342 gramos de sacarosa empleando un grado de dilución superior a una parte entre 6,022·1023 (comopodría ser una parte entre 1024 o más), ¡¡existen muchas probabilidades de que en una parte cualquierade la disolución final no encontremos ni una sola molécula de la sacarosa inicial!!

Por ejemplo, si la disolución original era de 1 molar (1 mol por litro de disolvente, o lo que es igual 342 gde sacarosa por litro de agua), tendremos que en una dilución superior a 15 CH (que es una parte entre1030), prácticamente se elimina la sacarosa del agua.

Si, como experimento mental, se piensa por un momento que el número de Avogadro es 100, todo aúnse entiende más fácilmente. Aquí, una concentración de 1 molar indicaría 100 moléculas de sacarosa enun litro de agua:- En este caso, para conseguir una disolución de 1 CH (una parte entre cien) en un litro de agua, preci-saríamos extraer la décima parte (igual a 1 centilitro ó 10 cm3) de la disolución inicial de 1 molar. Ese cen-tilitro, posteriormente, lo deberíamos mezclar con 99 centilitros (990 cm3) de agua. destilada.- En promedio, ese litro de disolución 1 CH tendría una sola molécula de azúcar (porque el grado de dilu-ción 1/100 se corresponde con el número de Avogadro y, por ello, con el número inicial de moléculas deazúcar, que sería igual a 100 en 1 litro, al tener la disolución inicial una concentración 1 molar).- Es por ello que, finalmente, una parte cualquiera de la disolución final de 1 CH tendrá muy pocas pro-babilidades de contener ninguna molécula (ya que, en promedio, habría una sola por cada litro).

La cuestión se vuelve más compleja cuando sabemos que las diluciones homeopáticas suelen ir muchomás allá de este límite, con lo que la contradicción con hechos firmemente establecidos es obvia.

Los preparados homeopáticos están tan diluidos que no contienen ni una sola molécula de la supuestasustancia activa.

¿Algún voluntario para curarse con agua destilada?

2. Diccionario de términos científicos y técnicos. McGraw-Hill Inc - Marcombo (1981).

el escéptico 44

La ciencia tiende a la honra-dez. Este sorprendente prin-cipio, en general saludable,

es utilizado a menudo como armaarrojadiza para intentar sacudirlos cimientos que la sustentanpor bienintencionados investiga-dores, pero generalmente porparte de farsantes con inconfe-sables intereses.

Valga como ejemplo de esta situa-ción el reciente escándalo que haestallado en Corea con las publica-ciones de Hwang Woo-suk, unfamoso investigador, con relacióna sus estudios acerca de la clona-ción de células humanas. A pesardel complejo sistema de revisiónde las más prestigiosas revistas,éstas se encuentran inermes ante elpuro engaño. Pueden evaluar lavalidez de los modelos experimen-tales o el diseño de los ensayos clí-nicos y también valorar el alcanceclínico de los hallazgos, pero difí-cilmente pueden apercibirse cuan-do la estafa es consciente.

La experimentación en ciencias dela salud es, por definición, másdifícil de reproducir que en el casode otras ciencias experimentales;las muestras biológicas enseñanreacciones no exactamente prede-cibles y los ensayos clínicos son

-sencillamente- demasiado cos-tosos como para ser reproducidoscon el fin de comprobar los resul-tados antes de la publicación. Sen-cillamente, en la mayoría de casosdebemos creer los resultados apor-tados por los autores del estudio.

Por otra parte, la ciencia (y muyespecialmente en el caso de lasciencias de la salud) no puede sus-traerse a un principio general de lalógica que nos impide demostrarnegaciones. Un científico honradopuede experimentar y no encontrareficacia, pero de ninguna manerapodrá demostrar ineficacia, ya queno puede negarque los resulta-dos de la investi-gación, bajo cir-cunstancias dife-rentes, puedantambién ser dife-rentes. O, senci-llamente, tieneque aceptar que tal vez la malasuerte le ha impedido encontrar losansiados resultados positivos.Podemos acotar estadísticamentela probabilidad, pero nunca podre-mos demostrar la ineficacia.

Se puede encontrar más informa-ción acerca de este principio, apli-cado a las ciencias de la salud, en

el texto de D. G. Altman y J. M.Bland "Absence of evidence is notevidence of absence"1, donde seexpone que:

"Los ensayos clínicos aleatoriza-dos y controlados que no handemostrado una diferencia signifi-cativa entre los tratamientos quehan sido comparados son a menu-do llamados 'negativos'. Este tér-mino implica equivocadamenteque el estudio ha demostrado queno hay diferencia, mientras quegeneralmente lo que se ha demos-trado es sólo una ausencia de prue-bas acerca de que haya una dife-

rencia. Y esas sonafirmaciones bas-tante diferentes".

Viene esto acuento en rela-ción con una crí-tica que a menu-do reciben las

publicaciones científicas, desdeforos escépticos, al revisar temasrelativos a la eficacia clínica de lasterapias pseudocientíficas, a vecestambién denominadas "comple-mentarias" o, peor aún, "alternati-vas".

En efecto, estas publicacionestienden a la honradez. Muchas

Podemos acotar esta-dísticamente la probabi-

lidad, pero nuncapodremos demostrar laineficacia. Y es que noes lo mismo no demos-

trar eficacia, quedemostrar ineficacia.

NUEVAS APORTACIONESACERCA DE LA EFICACIA (OINEFICACIA) CLÍNICA DE LAHOMEOPATÍA

Carlos López Borgoñoz

malas alternativas

el escéptico45

veces, desde prestigiosas institu-ciones científicas, se ha dedicadotiempo y esfuerzo a revisar y eva-luar la eficacia clínica de muchasde estas terapias, con un resultadosin duda decepcionante en su con-junto. Desgraciadamente, los efec-tos terapéuticos de las terapiasmilagrosas sencillamente no seobservan al aplicar los métodosmodernos de investigación clínica.

Sin embargo, muy a menudo, lasconclusiones de dichos estudiosson consideradas "tibias" por quie-nes se alinean con posiciones

escépticas, al no denunciar concontundencia la falsedad y la inefi-cacia de dichas terapias. Losescépticos piensan que esas con-clusiones pueden ser tomadas, porla ignorancia de quienes las lean,como una especie de duda razona-ble acerca de la validez de prácti-cas pseudocientíficas.

Y es que no es lo mismo nodemostrar eficacia, que demostrarineficacia.

Por poner un ejemplo, si un trata-miento es eficaz para curar a uno

de cada diez pacientes de unadeterminada enfermedad, necesi-taremos estudios con cientos depacientes para poderlo demostrar;si diseñamos un estudio con unamuestra que resulta demasiadopequeña, no seremos capaces deencontrar la eficacia que buscába-mos, lo que de ninguna forma seráconsiderado una prueba de inefica-cia. Las conclusiones del estudioen muchas ocasiones nos animarána seguir investigando.

Y es que, como decíamos al prin-cipio, la ciencia tiende a suponer lahonradez. Aunque el objeto deestudio sea la homeopatía, elinvestigador difícilmente conclui-rá en la ineficacia del tratamiento,lo que desgraciadamente dará áni-mos a los investigadores bienin-tencionados a seguir trabajando ya los farsantes a seguir ofertandomagia, aprovechándose del dolorajeno. Al fin y al cabo, ¿alguienes capaz de encontrar un estudioque diga que la homeopatía esineficaz?

Veamos como ejemplo la revisiónCochrane de A. J. Vickers y C.Smith sobre el "Oscillococcinumhomeopático para la prevención ytratamiento de la influenza* y delos síndromes parecidos a lainfluenza"2, podemos encontrar lassiguientes conclusiones de losrevisores:

"Conclusiones de los autores:Aunque prometedores, los datosno son lo suficientemente sólidoscomo para hacer una recomenda-ción general del uso del oscillo-coccinum como tratamiento deprimera línea en la influenza y enel síndrome parecido a la influen-za. Se requiere investigación adi-cional, pero con tamaños de mues-tra grandes. Las pruebas actualesno avalan un efecto preventivo de

...acerca de la eficacia (o ineficacia) de la homeopatía

el escéptico 46

los fármacos homeopáticos simila-res al oscillococcinum, en lainfluenza y los síndromes pareci-dos a la influenza".

¿Nos parece demasiado "benevo-lente"? Si nos fijamos en estasotras revisiones, en las que se estu-dia la eficacia de la homeopatía endemencia, primero, y en asma,después, apreciamos más la natu-raleza del problema:

1) Conclusiones de los autoresDebido a la falta de pruebas, no esposible realizar comentarios sobreel uso de la homeopatía en el trata-miento de la demencia. No estáclara la magnitud de la prescrip-ción homeopática para las perso-nas con demencia, y por lo tanto esdifícil efectuar algún comentariosobre la importancia de realizarensayos en este área3.

2) Conclusiones de losautoresNo hay suficientes pruebaspara evaluar de forma fiableel posible papel de la home-opatía en el asma. Ademásde ensayos aleatorios senecesitan datos observacio-nales para documentar losdiferentes métodos de pres-cripción homeopática y laforma en que responden lospacientes. Esto ayudará aestablecer en qué medida laspersonas responden a un"paquete de atención" enlugar de a la intervenciónhomeopática sola4.

Si no tenemos datos, si notenemos investigación decalidad, no podemos afir-mar nada. No podemos afir-mar que la terapia es eficaz,desde luego, pero tampocolo contrario. Un científicohonrado sólo puede respon-

der a la pregunta que se plantea enel estudio: ¿Se puede demostrar laeficacia del tratamiento? Y aunquela respuesta sea negativa, esonunca significará que en el futuro,en caso que se obtengan nuevosdatos, se pueda demostrar lo con-trario.

Aunque la Biblioteca Cochrane5

nos ofrezca hasta diecisiete revi-siones de tratamientos homeopáti-cos sin encontrar resultados favo-rables6, no conseguiremos encon-trar algo parecido a una denuncia.

Este hecho, que habitualmente nosparece saludable, nos resulta irri-tante al considerar la cantidad depersonas que resultan estafadascon mayor o menor intencionali-dad, teniendo en cuenta que "nin-gún mecanismo de acción de lasdiluciones ultramoleculares utili-zadas en homeopatía es explicablesegún los conceptos científicosactuales"3.

THE LANCET SALTA ALRUEDO...Un nuevo estudio publicado el 27de agosto de 2005 en The Lancet7

(ver su editorial al final del artícu-lo de Javier Armentia, en estemismo dossier) planteó comohipótesis principal que la eficaciaobservada en la homeopatía eracompatible con la de los placebos.Para ello emplearon una nuevaestrategia, basada en estudiarexhaustivamente la calidad com-

La experimentación enciencias de la salud es,por definición, más difí-cil de reproducir que enel caso de otras ciencias

experimentales

malas alternativas

el escéptico47

parada de las publicaciones dehomeopatía frente a las de la medi-cina convencional.

Los autores revisaron exhaustiva-mente diferentes bases de datos entodo el mundo, hasta encontrarciento diez ensayos clínicos dehomeopatía, que compararon conotros tantos ensayos de medicinaconvencional, evaluando la cali-dad de ambos grupos de estudioscon el fin de determinar si los ses-gos presentes en unos y otros podí-an ser considerados de la mismamagnitud y por lo tanto igualmen-te "creíbles".

Los comentarios vertidos en laintroducción del artículo, así comosus conclusiones, son en este casodemoledores y sí parecen colmarlas expectativas más escépticas, enlo que supone una excelente herra-mienta de uso cotidiano en lalucha contra la irracionalidad. Laventaja de este magnífico estudio,no en vano publicado en The Lan-cet, es que no sólo es útil para des-terrar la creencia en la eficacia dela homeopatía, sino para reflexio-nar en relación con la calidad delas publicaciones científicas, ayu-dándonos a extraer mejores con-clusiones de nuestras lecturas críti-cas en cualquier especialidad.

Sin ir más lejos la introducciónexpone que:

"La homeopatía es una terapiaalternativa o complementariausada ampliamente, aunque con-trovertida. La premisa básica esque lo similar cura a lo similar(similla similibus curantur) esdecir que las enfermedades puedenser tratadas por substancias queproducen las mismas señales y sín-tomas en un individuo saludable.La preparación de remedios invo-lucra la dilución en serie, normal-

mente en una magnitud que nopermanece ninguna molécula de lasustancia original, y una agitaciónvigorosa entre las diluciones (lapotenciación). Durante este proce-so se cree que la información de lasustancia es transferida diluida alsolvente, lo que a la luz del cono-cimiento actual parece inverosí-mil. Muchas personas asumen porconsiguiente que cualquier efectode la homeopatía se debe a efectosplacebo no específicos".

Y las conclusiones del estudio noson menos concluyentes:

"Nuestro estudio ilustra poderosa-mente la interacción y el efectoacumulativo de diferentes fuentesde sesgos. Reconocemos que esimposible demostrar un negativo,pero hemos mostrado que los efec-tos vistos en los ensayos con con-

trol de placebo de la homeopatíason compatibles con la hipótesisdel placebo. Por el contrario, conmétodos idénticos, encontramosque los beneficios de la medicinaconvencional difícilmente pue-dan ser explicados por efectosinespecíficos".

Sin duda se trata de uno de losestudios más completos y agresi-vos en contra de la práctica de lahomeopatía. ¡Pero de ningunaforma los autores pueden sustraer-se a la imposibilidad lógica dedemostrar la ineficacia!

Los dos grupos de ensayos clíni-cos fueron comparables en cuantoal tamaño medio de las muestras,en cuanto a la calidad de los estu-dios (se encontraron varios buenosensayos sobre homeopatía), encuanto a las patologías estudiadasy en otras características.

Sin embargo, las diferenciasempezaron a encontrarse al consi-derar el grado de homogeneidadde los resultados, que resultó sermayor en el grupo de estudioshomeopáticos.

Eso significa que la mayoría deestudios encontrados fueron posi-tivos, tanto en el caso de las tera-pias convencionales como en el delas homeopáticas, pero que, mien-tras que en el caso de las terapiasconvencionales existía una grandispersión en el grado de eficacia(lógicamente unas terapias puedenser muy eficaces, mientras queotras pueden ser sólo marginal-mente eficaces, cubriendo todaslas posibilidades), las terapiashomeopáticas mostraron una dis-persión mucho menor. Es como siel grado de eficacia de todas ellas,para todas las enfermedades, fuerasimilar. Esas diferencias entrelas terapias convencionales y las

Si no tenemos datos, sino tenemos investiga-

ción de calidad, nopodemos afirmar nada.

No podemos afirmarque la terapia es eficaz,desde luego, pero tam-poco lo contrario. Un

científico honrado sólopuede responder a la

pregunta que se planteaen el estudio: ¿Se

puede demostrar la efi-cacia del tratamiento?

Sin duda se trata deuno de los estudios

más completos y agre-sivos en contra de lapráctica de la homeo-patía ¡pero de ningunaforma los autores pue-

den sustraerse a laimposibilidad lógica dedemostrar la ineficacia!

...acerca de la eficacia (o ineficacia) de la homeopatía

el escéptico 48

homeopáticas tienen una proba-bilidad muy baja de ser debidasal azar y resultan desde luegosorprendentes.

Igualmente se encontraron dife-rencias en cuanto a la lengua depublicación y a la calidad de laspublicaciones. Mientras que el53% de los resul-tados de homeo-patía se publica-ron en inglés, el88% de los estu-dios de medicinaconvencional lofueron en esa len-gua. Igualmente,los estudios dehomeopatía fue-ron publicados en revistas noincluidas en MEDLINE -medli-ne.cos.com-, que es la principalbase de datos de revistas científi-cas sobre ciencias de la vida y bio-médicas del mundo, con casi oncemillones de registros.

¡Curiosamente los resultados posi-tivos en ensayos clínicos eran másabundantes, en ambos grupos, enlas revistas publicadas en otrosidiomas distintos del inglés y enrevistas no incluidas en MEDLI-NE!

Los ensayos más pequeños mos-traron una mayor tasa de resulta-dos positivos que los grandes, enambos grupos. Ello no puede justi-ficarse en términos estadísticos ymás bien parece responder a unsesgo de publicación.

Lo anterior quiere decir que pare-ce que (con una cierta lógica)aquellos proyectos que requierenmás inversión, más tiempo y másesfuerzo personal, que cuidanmejor el diseño, son publicadoscon mayor frecuencia sea cualsea el resultado de los mismos.

Por ello, tienen unas mayoresgarantías.

Estos resultados, como decimos,son aplicables a la totalidad de laspublicaciones científicas y soncoherentes con anteriores hallaz-gos en ese mismo sentido que lle-van a las instituciones como Coch-

rane a utilizarh e r r a m i e n t a sestadísticas queintentan cuantifi-car dichos sesgos(funnel plot8),aunque describir-los sería objeto deotra publicacióncomplementaria aésta.

Así, los autores de la publicaciónde The Lancet asumen que:

"Los efectos observados en losensayos homeopáticos con controlde placebo podrían ser explicadospor una combinación de deficien-cia metodológica y su publicaciónsesgada. Recíprocamente, noso-tros postulamos que los mismossesgos no pudieron explicar losefectos observados en los ensayoscon control de placebo compara-bles de la medicina convencional.Nuestros resultados confirmanestas hipótesis: cuando los análisisse restringieron a los ensayosgrandes de mayor calidad no habíaninguna prueba convincente deque la homeopatía fuera superioral placebo, mientras que para lamedicina convencional permane-cía un efecto importante. Nuestrosresultados, entonces, sostienen lahipótesis que los efectos clínicosde la homeopatía, pero no aquéllosde la medicina convencional, sedeben a efectos no específicos".

Es decir, efectos no relacionadoscon el tratamiento homeopático.

Ni la duración del tratamiento, nila comparación entre distintostipos de homeopatía, ni ningunaotra variable, fue capaz de alterarel resultado de la comparación, loque permite recomendar a losautores:

"En lugar de hacer más ensayos decontrol de placebo de homeopatía,los esfuerzos de las futuras inves-tigaciones deben enfocarse en lanaturaleza de los efectos del con-texto y sobre el lugar de la homeo-patía en los sistemas de cuidado dela salud".

Es decir, en establecer hasta quépunto una colaboración estrechacon el médico, la confianza en elmismo y un entorno adecuado,pueden favorecer un mejor estadode los pacientes en múltiples pato-logías y enmascarar los resultadosde ensayos clínicos, especialmentesi estos son pequeños y mal dise-ñados.

NOTAS:1. “Randomised controlled clinicaltrials that do not show a significantdifference between the treatmentsbeing compared are often called‘negative’. This term wronglyimplies that the study has shown thatthere is no difference, whereas usual-ly all that has been shown is anabsence of evidence of a difference.These are quite different state-ments”, British Medical Journal,1995; 311: 485.2. Revisión Cochrane traducida enLa Biblioteca Cochrane Plus, 2005Número 4. Oxford: Update Soft-ware Ltd. Disponible en:www.update-software.com (tra-ducida de The Cochrane Library,2005 Issue 4. Chichester, UK: JohnWiley & Sons, Ltd).3. McCarney R, Warner J, Fisher P,Van Haselen R. “Homeopatía para lademencia”. Revisión Cochrane tra-

¡Curiosamente losresultados positivos enensayos clínicos eranmás abundantes, en

ambos grupos, en lasrevistas publicadas enotros idiomas distintosdel inglés y en revistas

no incluidas en MEDLINE!

malas alternativas

el escéptico49

ducida en La Biblioteca CochranePlus, 2005 Número 4. Oxford:Update Software Ltd. Disponibleen: www.update-software.com(traducida de The CochraneLibrary, 2005 Issue 4. Chichester,UK: John Wiley & Sons, Ltd).4. McCarney RW, Linde K, Las-serson TJ. “Homeopatía para elasma crónica”. Revisión Cochranetraducida en La Biblioteca Coch-rane Plus, 2005 Número 4.Oxford: Update Software Ltd.Disponible en: www.update-soft-ware.com (traducida de The Coch-rane Library, 2005 Issue 4. Chi-chester, UK: John Wiley & Sons,Ltd).5. Accesible en español enwww.cochrane.org/spa/index.htm yen inglés en www.thecochraneli-brary.com -y www.cochrane.org-. 6. Se pueden consultar en español enwww.update-software.com/clib-plus/clibplus.asp?Country=Espana.7. Aijing Shang, Karin Huwiler-Müntener, Linda Nartey, Peter

Jüni, Stephan Dörig, Jonathan A.C. Sterne, Daniel Pewsner, Mat-thias Egger “Are the clinicaleffects of homoeopathy placeboeffects? Comparative study of pla-cebo-controlled trials of homoeo-pathy and allopathy” (“¿Los efec-tos clínicos de la homeopatía sonefectos placebo? Estudio compara-tivo de ensayos con control de pla-cebo de la homeopatía y alopa-tía”). The Lancet; vol. 366, revista9487, de 27 de agosto de 2005:págs. 726–32.8. Un funnel plot (trama de embu-do) es un método gráfico que per-mite investigar los sesgos depublicación cuando se realiza unmeta-análisis. En cada estudio quese realiza, el efecto que se encuen-tra se pone en relación con elnúmero de personas incluidas en elmismo (tamaño de la muestra). Enprincipio, la distribución de lospuntos en ese gráfico debería seren forma de embudo (como una Vinvertida), siendo la dispersión

mayor a medida que el tamaño dela muestra disminuye (lógicamen-te, la estadística indica que cuantosmás pacientes tiene un estudio,menos error debe tener y la medi-da de ese error se traduce en unalínea horizontal; si se ordenan losestudios por número de pacientesde arriba a abajo, obviamentedeben formar un embudo, o unaV). Una asimetría en la forma delembudo indica que esos estudiostienen carencias (por ejemplo,estudios no publicados o no identi-ficados por la estrategia de investi-gación) y que tal vez exista unsesgo en la publicación. * Nota de los editores: Influenzaes una palabra de origen italianocon la que también se puededesignar a la enfermedad que seconoce muchísimo más habitual-mente en español como gripe. Sellama así porque en la Inglaterradel siglo XVII se pensaba que lagripe era debida a la influenciade los cometas.

...acerca de la eficacia (o ineficacia) de la homeopatía

el escéptico 50

Se puede decir más alto, perociertamente no mucho másclaro. Me refiero al comenta-

rio editorial del número de 27 deagosto de 2005 (volumen 366, nº9487) de la revista The Lancet, titu-lado “El fin de la homeopatía” (quese reproduce al final). En él se indicacómo durante demasiado tiempo haexistido una actitud de mirar haciaotro lado en lo que respecta a lahomeopatía, pero que ahora ya exis-tían puntos que aportaban luz desdefuentes poco esperables, como elComité sobre Ciencia y Tecnologíadel Parlamento británico1, que dio aconocer en el año 2000 un informesobre medicinas complementarias yalternativas en el que recomendabaque “cualquier terapia que realiceafirmaciones específicas de ser efec-tiva para tratar enfermedades especí-ficas debería aportar las pruebas deque eso es así por encima y más alládel efecto placebo”. También seindica en dicho editorial cómo tam-bién el gobierno suizo, tras un ensa-yo de cinco años de duración, ha eli-minado ahora la cobertura en susseguros a los tratamientos homeopá-ticos y de otras cuatro especies com-plementarias porque no cumplen los

criterios de eficacia y relación efecti-vidad/coste.

Se hace referencia en el ya mencio-nado editorial de The Lancet a unmeta-análisis publicado en dichomismo número (pp. 726-732), titula-do: “Are the clinical effects of homo-eopathy placebo effects? Comparati-ve study of placebo-controlled trialsof homoeopathy and allopathy”, ydebido a la pluma de A. Shang, K.Huwiler-Müntener, L. Nartey, P.Jüni, S. Dörig, J. A. Sterne, D. Pews-ner y M. Egger), en el que los auto-res concluyen que los efectos clíni-cos de la homeopatía son compati-bles con el efecto placebo, no yendomás allá del mismo.

Que la homeopatía puntúe bajocuando se compara con la alopatía enla evaluación sistemática de AijingShang y colegas no es sorprendente.De mayor interés es el hecho queeste debate continúe a pesar de 150años de resultados desfavorables3.

Cuanto más se diluyen las pruebas afavor de la homeopatía, mayor pare-ce su popularidad.

No es nada nuevo: este tipo de con-clusiones ha sido sistemática desdehace mucho tiempo. Igualmente,desde hace mucho tiempo se puso enevidencia que la homeopatía es unacreencia curanderil que poco tieneque ver con la medicina: parte de unafilosofía y conceptos sobre la salud yla enfermedad que nada tienen quever con lo que conocemos de la etio-logía de las enfermedades; utilizafórmulas místicas (principalmente elprincipio de similitud) que nunca hajustificado; y un largo etcétera4.

Como se comenta en el artículo deThe Lancet, lo relevante no es eldebate sobre las inexistentes pruebasde la efectividad de la homeopatía,sino su gran popularidad. Una popu-laridad que le proporciona un incom-prensible derecho de pernada frentea otras prácticas médicas. Me expli-co: la Ley del Medicamento españo-la, así como las normativas europeasy en muchos otros países, permitenla autorización y consiguientecomercialización de medicamentoshomeopáticos sin necesidad de pro-

malas alternativas

EL TTIIMMOO DE LA HOMEOPATÍA

Javier Armentia

La homeopatía es unacreencia curanderil

que poco tiene que vercon la medicina.

el escéptico51

bar su efectividad. El Real Decreto2208/1994 de 16 de noviembre “porel que se regula los MedicamentosHomeopáticos de uso humano defabricación industrial”5 permite lacomercialización y distribución demedicamentos homeopáticos sinindicación terapéutica aprobada(artículo 5): es decir, sólo hay queasegurar la inocuidad, no que sirvanpara algo.

La complacencia con que trata la leya la homeopatía no es un hecho ais-lado: los mismos colegios médicosapoyan secciones en las que estapráctica tiene cabida y sólo se preo-cupan por la práctica homeopáticarealizada por quienes no están cole-giados en ellos. La misma ministradel ramo, Elena Salgado, se ha deja-do ver recientemente (abril de 2006)como miembro del Comité de Honoren el II Congreso Nacional deHomeopatía celebrado en Tenerife,hecho que ha sido aireado por lospartidarios de esta pseudomedicinapara conseguir un respaldo que notienen cuando se establecen evalua-ciones basadas “en la evidencia” (unrecorrido por los numerosos infor-mes de la colaboración Cochranesobre terapias homeopáticas deja unclaro sabor a que nos están tomandoel pelo, por muchas ministras queganen para su causa6).

Los medios de comunicación reco-gieron ampliamente los resultadosdel estudio de The Lancet durante lassiguientes semanas, pero no vi queentraran en las cuestiones fundamen-tales: ¿Por qué esa impunidad parauna práctica sin utilidad terapéuticademostrada? ¿Por qué es amparadapor las leyes que deberían proteger-nos contra los productos ineficaces—y, por ende, potencialmente peli-grosos aunque solo fuera por el peli-gro de ser tomados en sustitución deuna terapia efectiva—? ¿Por qué loscolegios médicos y demás institucio-

nes que deberían velar por unacorrecta práctica médica son no yacondescendientes con la homeopatíay sus practicantes, sino que constitu-yen un sistema de amparo y promo-ción de la misma? Finalmente (noporque no haya más preguntas indig-nadas, sino por que no es cosa deseguir, que ya se entiende lo quedigo), ¿qué hace la homeopatía enlas oficinas de farmacia?

Por su parte, los homeópatas descali-ficaron el meta-análisis de The Lan-cet simplemente diciendo que larevista recibía subvenciones deempresas farmacéuticas que son, cla-ramente, rivales de los homeópatas.Curiosa argumentación, que más que

nada pone a las claras la vinculaciónde los homeópatas con sus empresas,que también son farmacéuticas yconstituyen asimismo un negocio, nolo olvidemos. El principal grupo deelaboración de productos homeopá-ticos, los laboratorios Boiron, decla-ra en su propia web que las ventasmundiales de medicamentos sólorepresentan el 0,3% del mercado far-macéutico.

Pero la escala mundial es poco repre-sentativa del negocio que se traenentre manos: ellos mismos recono-cen que sólo en Francia tienen unacifra de negocio anual de 300 millo-nes de euros y afirman tratar al 40%

El timo de la homeopatía

el escéptico 52

de la población. Las acusaciones deBoiron a la publicación tienen másque ver con el negocio que podríanperder si se cuestiona de una vez portodas la validez de la homeopatía.Acusar de “lobby” antihomeopáticoa todo aquél que pone en duda lasafirmaciones homeopáticas es unantiguo recurso, aunque muy pococientífico.

NOTAS1.- Select Committee on Science andTechnology of the United Kingdom Par-liament, www.parliament.uk/parliamen-tary_committees/science_and_techno-logy_committee.cfm.2.- Ver news.bbc.co.uk/hi/spanish/scien-ce/newsid_4189000/4189642.stm3.- “Grandes estudios de homeopatía nomuestran diferencia entre el placebo y

los remedios homeopáticos. Mientrasque en los tratamientos convencionalessí se puede observar un efecto” MatthiasEgger, Universidad de Berna —Suiza—(BBC Mundo.com de 28 de agosto de2005, news.bbc.co.uk/hi/spanish/scien-ce/newsid_4189000/4189642.stm).4.- Es recomendable leer el monográficosobre homeopatía que prepararon CarlosTellería, Víctor J. Sanz y Miguel ÁngelSabadell: “¿Es efectiva la homeopatía?”(disponible en http://www.arp-sapc.org/articulos/homeopatia) paraARP-Sociedad para el Avance del Pensa-miento Crítico. Ello permite aclarar queestos comentarios no son prejuicios, sinoconclusiones bien documentadas científi-camente.5.- Real Decreto 2208/1994, de 16 denoviembre, por el que se regula losmedicamentos homeopáticos de usohumano de fabricación industrial. (BOEn. 284 de 28/11/1994, Págs. 36299 a

36301, disponible enwww.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=1994/26202&cod-map=.6.- Carlos López Borgoñoz: “La colabo-ración Cochrane y las medicinas alterna-tivas. ¿Es capaz el método científico deencontrar eficacia en la acupuntura o enla homeopatía?” El Escéptico, Págs. 30-35. Nº 16, Invierno-Primavera 2002-2003.

<<Que la homeopatía salga tan mal parada al ser comparadacon la alopatía en la revisión sistemá-tica de Aijing Shang y sus colegas nocausa ningún tipo de sorpresa. Lo quesí resulta interesante es que el debatesiga vivo, aún después de 150 añosde hallazgos desfavorables. Cuandomás se diluyen las pruebas a favor dela homeopatía, mayor parece supopularidad.

Durante demasiado tiempo se haadoptado hacia la homeopatía unaactitud políticamente correcta basadaen el “laissez-faire”, aunque existenahora nuevos datos que nos ilustransobre el tema desde fuentes inusua-les. El comité parlamentario británicode ciencia y tecnología, editó un infor-me acerca de la medicina alternativa ycomplementaria en el año 2000.Recomendaba que “cualquier terapiaque realice afirmaciones específicasde ser efectiva para tratar enfermeda-des específicas debería aportar las pruebas de que eso es asípor encima y más allá del efecto placebo”. Yendo un paso máslejos, el gobierno suizo, tras cinco años de debate, ha retiradorecientemente el reembolso público de la homeopatía y deotras cuatro terapias complementarias al no haber demostra-do eficacia y beneficio bajo criterios de coste-efectividad.

En su comentario, Jan Vandenbroucke nos ofrece una inter-pretación filosófica del estudio de Shang. Otro filósofo dequien podría haber hablado es de Kant, quien nos recuerdaque vemos las cosas no como son, sino como somos nos-otros. Esta observación es también cierta para los consumido-

res de preparados para la salud, quienes pueden ver a lahomeopatía como una alternativaholística a un modelo de medicinaenfocado hacia la enfermedad yguiado por la tecnología. Es la acti-tud de los pacientes y la de los pro-veedores la que engendra una con-ducta dirigida hacia la búsqueda deterapias alternativas que genera unaamenaza mayor a la atención médi-ca convencional –y el bienestar delos pacientes– de lo que lo hacen fal-sos argumentos de supuestos bene-ficios obtenidos a partir de absurdasdiluciones.

Seguramente, los tiempos para aná-lisis selectivos, informes sesgados ode una profundización en la investi-gación para perpetuar el debate dela homeopatía versus la alopatía hanpasado ya. Ahora los médicos nece-sitan ser valientes y sinceros con suspacientes acerca de la falta de efica-

cia de la homeopatía, y también con ellos mismos acerca delas carencias de la medicina moderna para satisfacer lasnecesidades de atención personalizada de nuestros pacien-tes>> (Editorial de The Lancet, vol. 366, revista 9487, de 27 deagosto de 2005)

Portada de la revista e imagen de su web con la editorial“The end of homoeopathy”, publicada en The Lancet; vol.366, revista 9487, de 27 de agosto de 2005, accesible enwww.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140673605671498/fulltextprinter. (The Lancet).

Acusar de “lobby” anti-homeopático a todoaquel que pone en

duda las afirmacioneshomeopáticas es un

antiguo recurso, peropoco científico.

EL EDITORIAL DE THE LANCET

malas alternativas

el escéptico53

Un juez de Malí ha condenado a cinco líderes deuna secta musulmana por haber realizado unacampaña para impedir la vacunación de niños de

la población de Tandio contra la polio. Hay que señalarque no fue sólo una campaña informativa, sino que seprodujeron amenazas de muerte a trabajadores sanita-rios. Los dirigentes de la secta afirmaban que sólo Diospuede dar o quitar una enfermedad. En África ha habidocasos parecidos, con los planteamientos más diversos.En el norte de Nigeria se produjo un boicot a la vacuna-ción oral contra la polio por los rumores de que era unacampaña occidental para esparcir el virus del sida entrela población.

Quizás no es del todo atribuible a estas campañas, peroel hecho es que la polio se ha vuelto a extender por variospaíses africanos y asiáticos. Esto demuestra que los fun-damentalismos religiosos, los rumores infundados y lassupersticiones más diversas son elementos muy peligro-sos cuando se trata de prevenir o curar enfermedades. Esigual si se intenta difundir la idea que el preservativo noevita el contagio del virus del sida o que es inmoral utili-zarlo, como si se quieren vender ideas pseudocientíficasde otros tipos y por otras razones.

No hace mucho, en la Conferencia Nacional del Sida enSudáfrica, la ministra de Sanidad, Tshabalala-Msimang,afirmó que una dieta con ajo, patata africana y aceite deoliva es útil contra este síndrome. La misma ministranegaba hasta hace poco los efectos positivos de los fár-macos antiretrovirales, pero ahora se limita a recordarcontinuamente sus efectos secundarios.

En este caso, junto con otras posibles razones, está eldeseo del gobierno sudafricano de ahorrar los muchosmillones que costaría repartir gratuitamente estas medi-cinas. La ONG Treatment Action Campaign consiguióque los tribunales obligaran a dicho gobierno a distri-buirlas. Sin más remedio, el ejecutivo empezó elreparto, pero de manera muy lenta y con las incursio-nes anticientíficas de la ministra, apoyada por algu-nos médicos -como el alemán Matthias Rath, juzgadopor promover falsos tratamientos-.

En Sudáfrica hay unos nueve millones de seropositivos,es decir, de personas que tienen el virus del sida, aunqueno hayan desarrollado la enfermedad. Sin tratamiento,muchos de ellos acabarán por sufrir esta enfermedad. Enotros países africanos, el número absoluto de infectadoses menor, pero la proporción dentro de la población esmucho más elevada. Esto provoca unas reacciones encadena que comportan una pérdida de una buena parte dela población activa en la franja de edad de máximo ren-dimiento, un abandono de las tierras (o la necesidad decultivarlas con personas demasiado jóvenes como paraque ya tengan los conocimientos suficientes), un elevadí-simo número de niños huérfanos, una gran carga para lasmujeres -a menudo abuelas- que deben cuidarse de éstos,la imposibilidad de que las tierras del marido difuntopasen a las viudas, a causa de ciertas leyes o tradiciones...

En conjunto, un gran drama económico, social yhumano. Evitar la expansión del sida requiere, en pri-mer lugar, dejar de lado dogmas religiosos y supersti-ciosos -el hecho de no utilizar preservativo aceleranotablemente la difusión del virus- y dar ayudas paraque en estos países se puedan repartir los fármacos quepueden mejorar la calidad de vida de los enfermos yretrasar o incluso evitar que los seropositivos lleguen asufrir el síndrome -entre éstos, muchos niños que yanacen con el virus que les ha transmitido su madre-. Elajo, el aceite de oliva y las patatas pueden formar partede una excelente dieta, pero querer otorgarles algunapropiedad contra el virus del sida no sólo es frívolo,sino, en estas circunstancias, profundamente obsceno.

NOTA*El presente artículo, que reproducimos con el consentimientoexpreso del autor, fue publicado originalmente en catalán en la revis-ta El Temps, el 21 de junio de 2005 (pág. 42). Traducción de Anna Vollmer Torrubiano

EL VVVVIIIIRRRRUUUUSSSS DE LADESINFORMACIÓN

Xavier Duran

Los fundamentalismos religiosos, losrumores infundados y las supersticio-nes más diversas son elementos muypeligrosos cuando se trata de prevenir

o curar enfermedades.

el escéptico 54

La prestigiosa revista médica The Lancet 1 publica-ba a inicios de marzo pasado un artículo en el queparecía demostrarse que la acupuntura era igual

de eficaz que los fármacos, al menos en un caso. El obje-tivo del estudio publicado, como el de otros tantos, eracomprobar la eficacia de la acupuntura en la prevenciónde los ataques de migraña (y no en el tratamiento de lamisma, como se reflejó en algunos medios de comunica-ción).

LAS RAZONES DE UN ESTUDIOLa migraña afecta a un elevado porcentaje de individuosen edad laboral, ocasionando un alto impacto socioeco-nómico. La prevención de esta dolencia es muy impor-tante en términos globales, ya que sólo en nuestro país,según se señala en la página Web del programa PALM

(Plan de Acción en la Lucha contra la Migraña,www.programapalm.org), el 12% de la población lapadece, estando clasificada por la Organización Mun-dial de la Salud en el año 1997 como una de las enfer-medades que más problemas causa entre la población.Se calcula que sus efectos ocasionan en España unosdos millones de euros de pérdidas anuales a las empre-sas.

Por ello, aunque se consideraba que los tratamientoshabituales para paliar sus efectos parecían mostrar unaceptable grado de eficacia, valía la pena intentar la bús-queda de nuevas alternativas más económicas y sinefectos secundarios. Como consecuencia, unos investi-gadores alemanes no dudaron en tratar de aplicar elmétodo científico a la evaluación de la acupuntura comoterapia antimigraña, especialmente atendiendo a los

malas alternativas

¿PARECIDA EFICACIA OLA ACUPUNTURA NO PASACarlos López Borgoñoz y Alfonso López Borgoñoz

el escéptico55

"esperanzadores" resultados de anteriores estudios, quenosotros no conocemos.

La novedad de este estudio es que no sólo comparabaacupuntura y el tratamiento médico habitual, sino queincorporaba también en el estudio "falsa acupuntura"como sistema de control.

Los resultados parecieron asombrosos, ya que no mostródiferencias sustanciales en la eficacia de ninguno de lostres tratamientos. Para los autores "Los resultados del tra-tamiento para la migraña no diferencia entre los pacien-tes tratados con la falsa acupuntura, con la verdadera ocon las terapias estándar".

Según Hans Christoph Diener, del Departamento deNeurología de la Universidad Duisburg-Essen, de Essen-Alemania-, que había coordinado el trabajo, "estosresultados son sorprendentes, ya que demuestran que noconocemos tan bien como pensamos los mecanismos deacción de los tratamientos empleados en la migraña ytodavía resulta difícil explicar por qué en algunos casosson eficaces y en otros pacientes se acumulan los fraca-sos terapéuticos"2.

¿REALMENTE FUE UN RESULTADO SOR-PRENDENTE?Sin embargo, con una lectura algo más sosegada deltexto, se veía que lo que ciertamente se decía era que eraniguales de eficaces en el tratamiento de la prevención delas jaquecas tanto las terapias normales, como la llama-da acupuntura buena (hecha según unos ciertos estánda-res) y como la llamada acupuntura falsa (aplicada sinnada que ver con la manera habitual de usar esa técnica),que había sido utilizada como sistema de control (place-bo) de los resultados en ese estudio.

Dado ello, en realidad, la única conclusión posible eneste caso, obviamente, habría sido decir que ninguno de

los tres métodos (ni los fármacos actualmente disponi-bles y sometidos a control, ni la acupuntura buena ni laacupuntura 'mala') fue especialmente eficaz para este tipode tratamientos.

No obstante, el titular de la prensa ante la noticia habíasido que: "La acupuntura y los fármacos son igual de efi-caces en el tratamiento de las migrañas", lo cual si bienes correcto en su literalidad, no deja de ser falso comoresumen que pretende encerrar una 'moraleja' como vere-mos.

Es más, curiosamente, en algunos medios se destacó la"sorprendente eficacia de la acupuntura falsa", lo querepresenta una curiosa obstinación en "creer" que no sólofunciona la que algunos dicen que es eficaz (sin haberlodemostrado) tras miles de años de práctica y estudio, sinoque también funciona la falsa, aquella que elige al azarlos puntos en los que se clavan las agujas, sin estudiosprevios ni tradiciones ni nada. Se ve que basta con clavaragujas, sea donde sea y como sea.

Pero no se rían, veremos en breve que ésa es también laopinión del grupo de estudiosos alemanes que efectuaronel estudio.

UNA CRÍTICA Y UNA RÉPLICAA LA CRÍTICALa crítica acerca de que los resultados mostraban inefica-cia más que otra cosa fue también la opinión de StephenL. Black, en un artículo que fue publicado en la mismarevista un par de meses después 3. Black se quejaba deque la manera de presentar las conclusiones por los auto-res no había sido la adecuada, ya que si dos tratamientosno mejoran el resultado del placebo (falsa acupuntura),es que ambos no sirven, lo cual es mejor que decir que

IGUAL INEFICACIA?UN NUEVO EXAMEN

¿Parecida eficacia o igual ineficacia?

el escéptico 56

ambos funcionan igual y que, por lo tanto, era cada espe-cialista el que debía decidir cuál usaba (como declaróDiener a la prensa2).

Sin embargo, Black, tras criticar el método de estudio yseñalar que en realidad lo que éste demostraba era que laverdadera acupuntura era más efectiva que el resto, aca-baba su escrito con un giro en favor de la acupuntura "Enresumen, se puede afirmar que es un silogismo el rompe-cabezas del informe de Diener y de sus colegas. Si, comoindican, la acupuntura buena no es mejor que la mala, ysi ni una ni otra han demostrado ser mejores que no efec-tuar ningún tratamiento, entonces no han demostradoque la acupuntura buena sea eficaz. Afortunadamente, enlugar de eso, sus resultados demuestran que la acupuntu-ra buena es mejor que la mala, lo que permite establecerla eficacia de este tratamiento."

El comentario era contestado en el mismo número deLancet Neurology por el propio Diener, tras señalar alinicio de su respuesta -y a modo de excusa ante la reper-cusión en los medios de comunicación de su trabajo- quela interpretación de la prensa quedaba fuera de su con-trol, que si bien es cierto, no lo es menos que en elloinfluyó su forma de presentar el estudio.

Así, el autor alemán respondía a Black diciendo que él nocreía que el haber demostrado un porcentaje de eficaciainferior al 50% en todos los casos fuera el resultado de la

ineficacia de los tres tratamientos sino, al contrario, de laeficacia de todos ellos debido a la dificultad de este tipode estudios. Para él (¡tal como antes hemos indicado quedefendía la prensa!) "Nuestro estudio muestra que la acu-puntura es efectiva, pero que no importa si la misma selleva a cabo de acuerdo con las reglas chinas o si las agu-jas son aplicadas en puntos que no son propios de la acu-puntura".

Es decir, según Diener, la teoría china de la acupunturade fondo quizás no es correcta, pero el clavar agujas sísirve contra la migraña tanto como los fármacos, se cla-ven éstas donde se claven. Tras ello, hacía una defensa desu estudio y del método riguroso utilizado, el análisis delcual -ciertamente- debe ser la base para poder enjuiciarsu trabajo y para ver qué conclusiones es posible extraerdel mismo.

NUESTRA CRÍTICAAL ESTUDIOComo hemos visto, tanto para Black como para Dienerel ensayo clínico efectuado es relevante. Para nosotrostambién, pero en sentido completamente contrario. Fijé-monos en su diseño:

1) ¿Qué hubiéramos interpretado en el caso de compa-rar sólo el tratamiento habitual con la acupuntura ver-dadera?Evidentemente, que la acupuntura verdadera es igual deeficaz que el tratamiento habitual, es decir, que era efi-caz, ya que la terapia habitual parecía venir avalada porresultados publicados en anteriores estudios.

De todos modos, si hubiera ocurrido algo así ello hubie-ra exigido también un nuevo trabajo de evaluación (otroensayo clínico dirigido por otro grupo de investigación),dado que resultados extraordinarios también requierenpruebas extraordinarias.

2) Pero... ¿qué es lo que debemos interpretar en estecaso en concreto?Al incluir, correctamente, los estudiosos un nuevo pseu-dotratamiento de control en la comparación, que sabe-mos objetivamente que no es eficaz (acupuntura falsa), silos otros dos tratamientos muestran la misma tasa de efi-cacia que esa terapia errónea, sólo podremos y debere-mos interpretar que… ¡tampoco son eficaces!

Sobre este último punto, queremos indicar al lector quelo que aduce Diener sobre que la acupuntura falsa es tanbuena como la otra -y que ambas curan- no se puededemostrar mediante este estudio, ya que desde un puntode vista procedimental, esto no estaba incluido en las

malas alternativas

el escéptico57

bases del diseño del mismo, debido a que la falsa acu-puntura actuaba como placebo (por propia decisión delos autores), por lo que se requeriría un tercer estudio conotro placebo diferente para poder demostrar la validez yeficacia de ambas.

Para que el lector lo entienda bien, es como si probandoun fármaco, se diera a unos yeso y a otros el principioactivo que se desea experimentar, y que la conclusión delautor (ante un resultado de su investigación que diera queambos tienen el mismo efecto) fuera que el fármaco pro-bado y el yeso son efectivos y curan de modo semejante,en vez de decir que ninguno de ello cura realmente.

La acupuntura falsa no tiene ningún efecto terapéuticodemostrado. Jamás. Al ser elegido su uso en este ensayoclínico por esta razón (y no otra) como sistema de con-trol de las otras dos terapias que se trataba de evaluar (laacupuntura ortodoxa y los fármacos habituales), la tasa-no muy alta pese a lo que dicen Black o Diener- deprevención de la migraña que se obtuvo en los pacien-tes tratados -ya sea mediante éste o por cualquiera de losotros dos procedimientos- no se puede atribuir desde unaperspectiva metodológica -y por tanto científica, talcomo el mismo Diener tal vez reconocería- a la acción deninguna de las tres terapias analizadas, sino que debe serdebido a otras causas como, por ejemplo, a curacionesespontáneas o a cambios en la percepción de los pacien-tes sobre su propio dolor de cabeza.

CONCLUSIÓNSe olvida frecuentemente el porqué de la necesidad decomparar con un placebo los tratamientos en los queintentamos demostrar eficacia clínica; si lo hacemos, esporque el placebo es un control negativo, del que esta-mos seguros que no tiene eficacia.

La duda no está sobre el placebo, que estamos seguro deque no va, sino que la tenemos con relación al tratamien-

to que probamos (el cual puede ser eficaz o no, y por esolo comparamos gastándonos un montón de esfuerzo ypresupuesto). Si se sospechara que la sustancia que seusa sí sirve, ésta no serviría como placebo y la prueba noserviría para nada.

Cuando el tratamiento que se prueba y el placebo mues-tran la misma tasa de eficacia, es absurdo sorprendersedel elevado efecto del placebo, ya que el verdaderohallazgo es la falta de eficacia del tratamiento que some-temos a prueba.

Por ello, y como conclusión, encontramos destaca-ble que:

- La acupuntura no ha demostrado eficacia en la preven-ción de la migraña.

- El correcto diseño de los estudios es esencial para obte-ner conclusiones acertadas. La comparación de trata-mientos ineficaces con tratamientos que también lo son -pero que son tenidos por eficaces- nos lleva a errores, yaque la igualdad de resultados se interpreta como eficaciaen ambos grupos.

- La comparación con controles negativos arroja muchainformación, cuando es éticamente posible. Es muyimportante estar bien seguros de la eficacia de los trata-mientos antes de considerarlos como estándar de compa-ración de los siguientes, abandonando la comparacióncon placebos.

- El tratamiento habitual para la prevención de la migra-ña, en este caso, tampoco ha demostrado eficacia.

- La tendencia a "creer", puede producir una sobrevalo-ración injustificada de los tratamientos esotéricos o pseu-docientíficos, en contra de toda lógica.

NOTAS1. H. C. Diener, K. Kronfeld, G. Boewing, M. Lungenhausen, C. Maier, A. Molsberger, M. Tegenthoff, H. J. Trampisch,M. Zenz, R. Meinert (del GERAC Migraine Study Group) "Efficacy of acupuncture for the prophylaxis of migraine: amulticentre randomised controlled clinical trial" Lancet Neurology - Vol. 5, Issue 4, April 2006, Pages 310-3162. DiarioMedico.com, de 6 de marzo de 2006, accesible en http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/espe-cialidades/neurologia/es/desarrollo/624989.html .3. Stephen L Black "To the point: acupuncture and migraine" Lancet Neurology - Vol. 5, Issue 5, May 2006, Pages 382-3831) 4. H. C. Diener "To the point: acupuncture and migraine - Author's response" Lancet Neurology - Vol. 5, Issue 5, May2006, Page 3832)

¿Parecida eficacia o igual ineficacia?

el escéptico 58

Tengo muy pocas dudas de que las células madrevan a jugar un papel muy importante en la medi-cina del futuro. Dichas terapias en algunos casos

paliarán los síntomas de una enfermedad, en otros casosdetendrán su progreso y en otros serán capaces de curar-la totalmente.

Pero les ruego que tengan en cuenta el tiempo en el queestoy hablando: en el futuro. Pienso que el plazo paraobtener resultados realmente sorprendentes está en unintervalo temporal comprendido entre los doce y losveinte años. No estoy hablando de un futuro remoto, deciencia-ficción, sino de algo relativamente próximo.Pero, en cualquier caso, del futuro.

Lo malo de crear expectativas en medicina es quecuando uno sufre una enfermedad grave, sobre todosi es mortal o degenerativa, es capaz de hacer cual-quier cosa por tratar de salvarse. Y siempre quealguien anhela algo, hay desaprensivos que tratan desacar provecho de ello, con verdades a medias, conmentiras o con auténticos fraudes.

La salud es algo de lo que más anhelamos y en conse-cuencia es un campo abonado a los aprovechados detodo tipo.

Sobre las células madre hay una enorme expectativa, y talcomo he dicho al principio, creo que los resultados seránespectaculares... en el futuro. Pero en este momento yahay desaprensivos que están abusando de la confianza delos enfermos para sacarles dinero.

El día 28 de agosto de 2006 en la Web de la BBC daban lavoz de alarma, en un artículo titulado: Cuidado con lascuras “milagrosas”1, y se decían cosas como las siguientes:

— Según un grupo de expertos y científicos británicos, lasterapias de células madre ofrecen muchas esperanzas a losenfermos.

— Pero clínicas en varios países del mundo están ofre-ciendo terapias contra enfermedades degenerativas comola esclerosis múltiple y Parkinson sin tener fundamentocientífico.

— El grupo médico que reúne a los principales expertosen investigación de células madre del Reino Unido haceestas afirmaciones en una carta abierta publicada en elperiódico The Times.

— Señalan que algunos pacientes han viajado al extran-jero y pagado hasta 18.000 dólares estadounidenses paraobtener tratamientos médicos no disponibles en el ReinoUnido.

El problema, denunciado en el Reino Unido, se estádando en todo el mundo, como alertaba en dicho mismoartículo el doctor José López Barneo, profesor investiga-dor del Departamento de Fisiología Celular de la Univer-sidad de Sevilla: “Tengo pacientes que han recibido infor-mación sobre supuestos tratamientos que se hacen en diver-sos países, como Corea o China, para enfermedades comoParkinson o esclerosis lateral amiotrófica, basados en célu-las madre (...). Pero estos tratamientos no han sido proba-dos y pueden ser muy peligrosos, afirma el investigador”.

Por mi parte quisiera señalar que los ensayos clínicos noson un capricho; son absolutamente imprescindibles. Entodas las nuevas terapias hay que estudiar muy a fondolos posibles efectos secundarios: infecciones, rechazopor parte del sistema inmunológico, reacción alérgica, ocáncer,...

malas alternativas

UN ENGAÑO CON CÉLULAS MADREFélix Ares

Señala la Web de la BBC que algunospacientes el Reino Unido han viajado alextranjero y pagado hasta 18.000 dóla-res para obtener tratamientos médicos

no disponibles en el Reino Unido.

el escéptico59

En el caso de las células madre quiero detenerme unmomento en el peligro de cáncer. Todos sabemos queéste se produce por un crecimiento incontrolado de célu-las. Muchos de los tratamientos con células madre exi-gen alterar sus patrones de crecimiento. Un error y en vezde una cura obtenemos un cáncer.

Muchas de las enfermedades neurodegenerativas securarán mediante células madre que produzcan nuevasneuronas; pero les ruego que piensen por un momento enel hecho de que hay que crear un cierto número de neu-ronas; unas pocas más o unas pocas menos no tendráconsecuencias graves; pero si empiezan a crearse (repro-ducirse) incontroladamente lo que habremos conseguidoes un cáncer. Por lo tanto, no se trata sólo de inducir a lascélulas madre a producir neuronas, hay que tener losmecanismos para que dejen de hacerlo. Hay que inducirla producción de neuronas pero las justas, ni muchas, nipocas. Estaremos en el filo de la navaja. Y habrá que verqué ocurre a largo plazo. Por eso son imprescindibles laspruebas clínicas, que, lamentablemente, llevan su tiem-po. Para el que tiene la enfermedad es muy duro esperar,pero no nos queda más remedio que hacer las cosas dedi-cando a cada fase los tiempos adecuados.

Estoy convencido que llegaremos a tener un control per-fecto, pero tal vez—esperemos que no sea así—esté muylejos en el tiempo, y en las próximas décadas debamosconformarnos con ciertos márgenes de error. Los pacien-tes tendrán que elegir sabiendo cosas similares a ésta:“aplicando esta terapia, la posibilidad de curarse es del90%, de que no ocurra nada (ni mejora ni empeoramien-to) un 5%, un 3% de que se produzca un rechazo y unempeoramiento leve, y hay un 2% de que se produzca uncáncer mortal”.

Otro ejemplo puede ser el de la diabetes. Todos estamosconvencidos de que las células madre van a solucionar elproblema; pero debemos ser conscientes de lo complejoque es. En primer lugar hay que lograr células que pro-duzcan insulina; pero, además, hay que conseguir que serenueven cuando mueran y un mecanismo de control que

pare la producción de insulina cuando ya no sea necesa-ria. No se trata tan sólo se hacer que las células pro-duzcan insulina; hay que lograr todo un sistema deregulación tremendamente complejo, que debe fun-cionar milimétricamente.

En todas las terapias, adelantarse y no pasar por todas lasfases que exige la buena praxis médica, es poco ético;pero en este caso todavía lo es más. Ha habido conflictos“morales”, ha habido rechazos por parte de un grupo dela sociedad, ha habido engaños (Hwang Woo-suk)... Unfracaso que produjera la muerte de algunos pacientespodría echar por tierra el trabajo de muchos investigado-res y las esperanzas de muchos enfermos. Así que no mequeda más remedio que recomendar paciencia.

En una entrevista realizada a López Barneo por la agen-cia Europa Press, el 8 de octubre de 2006, nos decía:“Soy muy cauto y en mi trabajo siempre voy de las ratasal mono y de éste, al paciente, esa es mi experiencia... enMedicina, hay que incentivar a la población, pero tam-bién hay que ser muy cauto, ya que en el caso concretode la investigación biomédica, se juega con las esperan-zas de los pacientes y creo que el obtener éxito con enla terapia celular utilizando células madre es muyincierto; ya veremos”... “Igual hay suerte y se aplicaen poco tiempo, pero puede ser que haya mala suertey se tarden décadas.”

Quiero acabar con la frase que dijo López Barneo en laentrevista de Europa Press que estoy citando: “Mi conse-jo a cualquier paciente que reciba noticias de estas tera-pias ‘milagrosas’ es que de inmediato lo consulte con sumédico para que obtengan información precisa sobreellas”. Añadiendo de mi cosecha que hoy por hoy, sialguien le ofrece una terapia con células madre en paísesexóticos, y que cuesta un riñón, no le quepa la menorduda de que se trata de un timo.

NOTA:1. El artículo de la BBC está en: http://news.bbc.co.uk/hi/spa-nish/science/newsid_5294000/5294980.st

Un engaño con células madre

Según López Barneo: “Mi consejo a cualquierpaciente que reciba noticias de estas terapias‘milagrosas’ es que de inmediato lo consultecon su médico para que obtengan informa-

ción precisa sobre ellas”.

“Ninguno de estos grupos, que afirmanllevar a cabo estos tratamientos, hanhecho publicaciones contrastadas enrevistas de calidad ni han hecho estu-dios pilotos con pacientes” (Dr. José

López Barneo, Universidad de Sevilla)

el escéptico 60

El pasado 17 de julio de 2006 se publicaba en elDiari Oficial de la Generalitat de Catalunya(DOGC), de la mano del Departamento de Salud de

esta institución autonómica, un nuevo Proyecto de Decre-to por el que se pretendía regular las condiciones para elejercicio de una serie determinada de terapias llamadasallí “naturales” (como si clavar agujas lo fuera), como sonla acupuntura y otras terapias orientales afines (como lamoxibustión, el tuina y el chi-kung), las terapias de crite-rio naturista (como la naturopatía y la naturopatía con cri-terio homeopático), las terapias manuales (como la kine-siologia, la osteopatía y el shiatsu) y las técnicas manuales(como la reflexología podal, el drenaje linfático, los quiro-masajes, la diafreoterapia, la espinología y la liberaciónholística de estrés con técnicas de kinesiologia)1.

Pese a que conocíamos algo el proyecto de decreto ante-rior, también publicado en el DOGC el pasado 21 demarzo de 2006, y pese a que aquel primer proyecto yahabía sido comentado ampliamente y con preocupación enalgunos blogs2, hemos de reconocer que no fue hasta lapublicación de una nota a mediados de julio en el diariocatalán La Vanguardia y otra en El Periódico de Catalun-ya, en la que se trataban diversos aspectos relacionadoscon el nuevo borrador de Decreto, cuando algunos miem-bros de ARP-SAPC vimos claro que también nosotrosdebíamos dejar constancia explícita de nuestra posturaacerca de la exigencia de que las autoridades sanitariascatalanas (y las de todo el mundo) regularan siempre lostemas de su competencia atendiendo, primordialmente, aun criterio de eficacia comprobada (tal como exige elcódigo deontológico de los médicos) y no a otros interesesque poco o nada tienen que ver con la defensa de la saludpública (ya sea en el caso de supuestas prácticas terapéu-ticas de orígenes diversos y sentido confuso o en el casode terapias fruto de la ciencia médica cuya eficacia no estébien acreditada).

Es por ello que, de forma ciertamente apresurada (por loque nos dejamos muchas cosas en el tintero), redactamosun pliego de alegaciones que fueron presentados el pasa-do 8 de agosto3.

Por desgracia, dada la época y dadas las prisas, no pudimosestudiar con el detalle que hubiéramos deseado las alegacio-nes presentadas por el Colegio de Médicos de Barcelona(COMB) al proyecto de Decreto anterior (aunque según se

indica en la Web de dicho Colegio —www.comb.cat—, elactual proyecto de 17 de julio seguía una parte importante delas alegaciones presentadas por ellos4), ni la nota de pren-sa hecha pública al respecto por la Organización MédicaColegial el 3 de abril de este año5, en la que se escribía conrespecto al proyecto que esta asociación se veía “en lanecesidad de rechazarlo total y rotundamente, por enten-der que su aplicación puede representar un riesgo sanita-rio de primera magnitud.”

Pese a ello, creemos que no había un excesivo solapa-miento entre nuestro texto y el de ellos, ya que los suyosinciden más en cuestiones profesionales de quién debe lle-var a cabo los tratamientos (y dónde y en qué condiciones)y no entran tanto en la ineficacia en sí de las prácticas a laque aludimos nosotros, lo cual, por otra parte, es una lás-tima, aunque quizás se deba esa carencia en las alegacio-nes de dichos colectivos médicos a la práctica de muchasde estas terapias por médicos colegiados con titulaciónoficial.

En este punto cabe recordar lo que escribía el médico JoséMaría Soler6 hace un par de años acerca de que “Entre lassecciones colegiales del Colegio Oficial de Médicos deBarcelona hay tres que son las siguientes: ‘MédicosHomeópatas’, ‘Médicos Acupuntores’ y ‘Médicos Naturó-patas’(...)”, incumpliendo ello el articulo segundo de sucódigo deontológico que indica que “los médicos (...)deben cuidar de la calidad y eficiencia de la práctica médi-ca”, dado que es el principal instrumento para la preserva-ción de la salud.

Fruto también de la acción fue el largo manifiesto7, pre-sentado el 3 de agosto, que adjuntamos, el cual recoge laargumentación básica presentada en nuestras alegaciones,y cuya posibilidad de firma sigue abierta. En el momentode escribir este texto, y con casi un centenar y medio defirmas en el mismo, aún no sabemos si alguna de nuestrasalegaciones —o las de otros posibles colectivos— serántenidas en cuenta en el decreto definitivo. En elmomento de escribir estas líneas, no nos consta que alnuevo proyecto se le hayan presentado más alegacio-nes que las nuestras.

En cualquier caso, cabe estar atentos, dado que, desgracia-damente, nos tememos una oleada en toda España degenerosos proyectos de decreto, que traten de regular unas

malas alternativas

EN DEFENSA de laSALUD PÚBLICAAlfonso López Borgoñoz

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prácticas que no sólo no han acreditado beneficios para lasalud, sino que en muchos casos, puedan ponerla en graveriesgo.

NOTAS1. Edicte de 6 de juliol de 2006, pel qual se sotmet a informació pública elProjecte de decret pel qual es regulen les condicions per a l’exercici dedeterminades teràpies naturals. Diari Oficial de la Generalitat de Catalun-ya, DOGC núm. 4677 - 17/07/2006.2. Como, por ejemplo, en Por la boca muere el pez, de JavierArmentia (javarm.blogalia.com) o en el Golem Blog, de Ángel(golemp.blogspot.com).3. El pliego entero de condiciones es accesible en la direcciónborgonoz.googlepages.com/alegaciones.4. Las alegaciones del COMB son accesibles en la parte de servicios jurídi-

cos de su Web y en www.comb.cat/cat/juridics/assessoria/atach/INFOR-ME%20COMB%20TERÀPIES%20NATURALS,2.pdf.5. “La Organización Médica Colegial rechaza el Poyecto de Decreto de laGeneralitat sobre Terapias Naturales y advierte del riesgo que para la saludde los ciudadanos tendría su puesta en marcha” OMC, 3 de abril de 2006,accesible en www.cgcom.org/notas_prensa/2006/06_04_03_terapias_natu-rales.htm.6. Publicado en El Escéptico Digital (Boletín electrónico deCiencia, Escepticismo y Crítica a la Pseudociencia), Edición2004, Número 10, de 1 de junio de 2004 (digi tal .e l -escep-t ico.org/ leer.php?id=1836&autor=683&tema=9) .7. Publicado originalmente en borgonoz.blogspot.com/2006/08/manifiesto-por-una-sanidad-que-proteja.html, pero que también es accesible en la webwww.arp-sapc.org.

En defensa de la salud pública

El Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunyapublicó el pasado 17 de julio de 2006 un Proyecto deDecreto por el cual se iniciaba el camino para la regula-ción del ejercicio de unas determinadas terapias, dada lavoluntad explícita del Gobierno de la Generalitat de reco-nocer y regular su ejercicio como actividades orientadas alfomento y protección de la salud y el bienestar de las per-sonas.

Entre las mismas estaban la acupuntura y otras terapiasorientales afines (como la moxibustión, el tuina y el chi-kung), unas terapias llamadas naturistas (como la naturo-patía y la naturopatía con criterio homeopático), diversasterapias llamadas manuales (como la kinesiologia, la oste-opatía y el shiatsu) y diferentes técnicas llamadas manua-les (como la reflexología podal, el drenaje linfático, losquiromasajes, la diafreoterapia, la espinología y la libera-ción holística de estrés con tecnicas de kinesiologia—).

La cuestión es que estando de acuerdo en la necesidad deproteger la salud de las personas, así como de fomentar susalud y bienestar (como no podía ser de otra manera) losabajo firmantes no estamos de acuerdo en el método ahoraempleado para ello, que es dando entrada a estas “tera-pias” cuya eficacia jamás ha sido demostrada y especial-mente cuando ello debe servir, tal como se indica literal-

mente en el proyecto de decreto, para iniciar un preocu-pante —por poco regulado en los aspectos concretos decomprobación de eficacia—, proceso de reconocimientode la utilización de otras terapias diferentes de las de lamedicina que el decreto llama “convencional” o “alopáti-ca” (y que es la que se utiliza en la sanidad pública, la quese enseña en las universidades y la que se estudia y traba-ja en los laboratorios de investigación más avanzados),dada la creencia del legislador —no fundamentada en eltexto en ningún caso— de que la sinergia de ambas produ-cirá una mejora del bienestar de las personas.

Lo que nos preocupa a nosotros, y creemos que tambiéndebiera ser lo único que debiera importar a las autoridadessanitarias, en realidad, es el hecho que hay terapias o tra-tamientos cuya eficacia ha sido comprobada (reiterada-mente) y otras cuya eficacia no lo ha sido (también reite-radamente), pudiéndose decir de ellas en muchos casosque se ha demostrado su falta de eficacia. No importa sison convencionales, alopáticas o de ningún tipo. ¿Estáprobado que curan? ¿Y en qué dosis? ¿Y con cuales con-traindicaciones?

Si cualquier terapia se demuestra que cura, sea la que sea,será incorporada de forma rápida por la medicina en nues-tros hospitales. Y ello, tal como se viene haciendo desde

MANIFIESTO ‘POR UNA SANIDAD QUE PROTEJANUESTRA SALUD SÓLO MEDIANTE TERAPIAS DE

EFICACIA COMPROBADA’Arp-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico

El presente manifiesto es un resumen del total de alegaciones (verlas todas enborgonoz.googlepages.com/alegaciones) presentadas ante la Generalitat de Catalunya el 8 de agosto de2006 [con el Nº 0336E/146.030/2006] por miembros de ARP-SAPC en contra del “Projecte de Decret pelqual es regulen les condicions per a l’exercici de determinades teràpies naturals” (IP-DOGC 4677 de17.7.2006) del Departamento de Salud de la comunidad catalana.

el escéptico 62

hace mucho tiempo gracias al duro y riguroso trabajo dehombres y mujeres amantes de las mejoras reales en lacalidad de vida de sus semejantes, con la mente siempreabierta para la aceptación de las mejores prácticas segúnéstas les eran indicadas por sus estudios, sin importar supaís de procedencia ni de trabajo, ni su cultura, ni su reli-gión, ni sus preferencias sexuales, ni su filosofía ni suscreencias políticas.

Es por todo ello, y porque:

a) La base de las terapias llamadas naturales que son obje-to de este proyecto de decreto contradicen las de la física,la química, la biología, la farmacología, la medicina, etc.,tal como no se ha podido refutar que éstas funcionan y talcomo se va demostrando experimentalmente continua-mente. b) Tampoco su práctica ha demostrado jamás eficaciacuando se han hecho ensayos clínicos controlados serios,como se puede comprobar por todos los publicados.v) Suponen un riesgo para la salud pública el validar porla autoridad sanitaria tratamientos inadecuados e inefica-ces a patologías concretas, especialmente cuando las mis-mas se aplican por personal sin los conocimientos sanita-rios adecuados y sin que se hayan estudiado sus contrain-dicaciones, D) No existe en el proyecto de decreto un mecanismo devalidación objetivo previo de las terapias llamadas ‘natu-rales’ que aquí se regulan (y de las futuras), más allá de laopinión de los miembros de diversas comisiones.

Que SOLICITAMOS que:

NO se proceda a la aprobación del presente proyecto dedecreto por el que se regulan las condiciones para el ejer-cicio de determinadas terapias naturales, como mínimo,hasta que:

Se presente públicamente a la comunidad científica y a laciudadanía, por la comisión encargada de su redacción, losensayos clínicos, investigaciones científicas rigurosas olas mínimas pruebas necesarias que acrediten que las tera-pias naturales que se pretende reconocer son eficaces, pre-cisándose que las mismas tengan un nivel de evidenciaigual al exigido a las terapias que en el texto del presenteproyecto se denominan como convencionales, alopáticas uoficiales. El estudio de las mismas permitirá que la comu-nidad científica pueda ejercer de forma responsable sulabor técnica de control de las decisiones políticasmediante la crítica de los ensayos e investigaciones apor-tadas.

Se proceda a la creación, en lo que respecta a la aproba-ción de terapias o productos curativos, de un mecanismode aprobación riguroso y lo más objetivo posible sobre labase de ensayos clínicos controlados que sigan los proto-

colos que se deben seguir para otras terapias o productosfarmacológicos, tal como se acepta en la comunidad cien-tífica internacional.Se redacte, en lo que respecta en concreto a las personasque tendrán la autorización para ejercer dichas terapias,una regulación tal que permita establecer de forma claralas contraindicaciones de cada una de estas terapias, lasdosis eficaces de sus aplicaciones y acreditar que en nin-gún caso podrán perjudicar la salud pública, ya sea por laacción de la propia terapia, como por la omisión del usode terapias ‘oficiales’ (demostradamente más eficaces) aloptar el paciente por otras terapias. No basta sólo con pro-hibir que los prácticos prohíban medicamentos recetadosdesde la sanidad pública.Se avale de forma científica la eficacia y seguridad de lostratamientos que se pretende regular y legitimar, al mismonivel que los de la medicina llamada ‘oficial’, para podergarantizar siempre a los enfermos las mejores opcionesdisponibles para su curación.En el caso hipotético de que fuera imposible atender lasolicitud de no aprobar el decreto hasta que se cumplan lascondiciones antes citadas:

a) Que se modifique el proyecto de decreto, y en el mismose trate únicamente del mecanismo mediante el cual sepuedan llegar a aprobar las diferentes formas de terapiadel tipo que sea.b) Que sea posible discutir de forma pública y abierta porla comunidad científica dicho mecanismo de comproba-ción en sí a partir del borrador que se redacte, para que nopase como ahora, que se tratan de regular terapias sinhaber pasado por ningún mecanismo de control previo desu eficacia real (lo que contradice el espíritu del artículo2.2 del propio proyecto de decreto).c) Que una vez superadas las pruebas de eficacia aproba-das en dicho mecanismo, se regule la práctica de las quelas hayan superado, sin que se aprueben de manera previaterapias ni técnicas que no hayan pasado por dicho con-trol.En el segundo caso hipotético de que también fuera impo-sible atender las solicitudes a), b) y c) (y no porque este-mos de acuerdo en ningún caso con dicha imposibilidad,sino sólo para rebajar el impacto del decreto):

d) Rogaríamos que al menos se tomaran las medidas nece-sarias para minimizar el impacto negativo del proyecto dedecreto, como, por ejemplo:d.1) Impidiendo que los centros terapéuticos cuya acciónse base en las terapias ‘naturales’ descritas en este decreto(u otras) usen ningún tipo de distintivo del Departamentode Salud de la Generalitat de Catalunya (ni de ningunootro) en su publicidad, en su puerta, en su papelería, quepueda inducir al error de la ciudadanía, tal como los queahora se pretenden aprobar (art. 16, por ejemplo), hacién-doles creer que la Generalitat avala la eficacia de las tera-pias que allí se hacen. No se debería poder poner el logo

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ni sello del Departamento de Salud ni de la Generalitat enningún caso (deben ser prácticas reguladas como mucho,pero no avaladas ni recomendadas). Recordemos que tam-poco los abogados ponen en sus puertas el sello y logoti-po del Departamento de Justicia de la Generalitat. d.2) En toda su publicidad e impresos debería apareceruna clara advertencia de que estas prácticas están regula-das por la Generalitat, pero su eficacia no está reconocidani avalada por la misma, y que las autoridades sanitariasrecomiendan el uso de la medicina llamada ‘oficial’ parael tratamiento de cualquier problema relacionado con lasalud.d.3) Hacer campañas publicitarias recomendando el usosólo de las terapias científicas acreditadas aceptadas en lasanidad pública.e) En cualquier caso, se deberá proceder de formaurgente a definir exactamente los mecanismos científi-co-técnicos de evaluación y aprobación de las nuevasterapias que en el futuro se quieran regular y se debe-rán aplicar las mismos también a las terapias llamadas‘naturales’ en este decreto antes de su aprobación, paraunificar criterios y verificar la calidad de las mismasde cara a la salud pública.

Castelldefels, 3 de agosto de 2006

Listado de personas que apoyan este manifiesto001. Alfonso López Borgoñoz, Arqueólogo, Co-Director de‘El Escéptico’ , Castelldefels. 002. Félix Ares De Blas, Doctor en Ingeniería, Co-Director de‘El Escéptico’ y presidente de ARP-Sociedad para el Avancedel Pensamiento Crítico, San Sebastián 003. Javier Armentia Fructuoso, Astrofísico, director del Pla-netario de Pamplona 004. Ferran Tarrasa Blanes, Doctor en Ingeniería Industrial,Barcelona 005. Juan Soler Enfedaque, Vilanova i La Geltrú 006. Sergio López Borgoñoz, Antares S.L. , Barcelona 007. Ernest Vila i Forment, Médico cardiologo (CAP AltEmpordà - Clinica Santa Creu), Figueres 008. Juan Antonio Gabaldón Domínguez, Decano del ColegioOficial de Químicos de la Comunidad Valenciana, Valencia 009. Guillermo Hernandez Peña, Programador de Aplicacio-nes, Query Soft, S.L. 010. Albert Solé Benet, Estación Experimental de Zonas Ari-das - CSIC, Almería. 011. Alberto Rodríguez Calvo, Vicerrectorado de Investiga-ción e Innovación, Universidad de Santiago de Compostela 012. Eloy Anguiano Rey, Doctor en Ciencias Físicas, Profesortitular de la Universidad Autónoma de Madrid 013. Gilberto Marquina Reyes, Las Palmas. 014. Francisco Mercader Rubio, Jefatura de Tráfico de Barce-lona 015. Ramon Ordiales Plaza, Estación Experimental de ZonasAridas - CSIC, Almería. 016. Fernando Rubilar,

017. Miguel Ángel Pérez Oca, Alicante. 018. Xavier Martinez y Sanchez de Neyra, Biólogo 019. Jesús M. Landart Ercilla, Licenciado en Ciencias Mate-máticas 020. Carlos Alvarez Fernández, Oviedo. 021. Montserrat Sierra Hernández, 022. Elisenda Font, Matemática, Catedrática de secundaria,Barcelona 023. Saúl Blanco Lanza, Biólogo, Área de Ecología, Univer-sidad de León 024. Teresa González de la Fe, catedrática de Sociología,Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y Directora del Ins-tituto Universitario de Ciencias Políticas y Sociales (Universi-dad de La Laguna) 025. Tito de Quintanilla y Mendoza, Empresario jubilado 026. Joan Abellàn i Gómez, Contable/Administrativo 027. Basilio Ruiz Cobo, Profesor Titular Departamento deAstrofísica de la Universidad de La Laguna e Instituto deAstrofisica de Canarias, La Laguna 028. Julia López Borgoñoz, Antares, S.L., Barcelona 029.José Pérez Giner, IBM Global Services, Castelldefels 030.Anna Vollmer Torrubiano, Arqueóloga, Barcelona 031.Guillermo Pérez López, Estudiante, Castelldefels 032.Víctor Castelao López, Informático, Barcelona 033.Aure Valentín Solari, Bióloga, Infonomia, Barcelona 034.Carlos López Borgoñoz, Biólogo, Barcelona. 035.Jorge Javier Frías Perles, profesor de Informática 036. Josep Pujols Puigdesens 037. Antonio Rodríguez Sierra, Consejería de Medio Ambien-te, Junta de Andalucía, Los Palacios (Sevilla). 038. José Vicente Arlandis Ortolá, profesor de Matemáticas deSecundaria, Valencia 039. Gustavo A. Vazquez Gomez, Vigilante de Seguridad 040. Mª Teresa Giménez Barbat, Antropóloga y escritora,Tarragona 041. Josep March, Médico 042. Arcadi Espada Enériz, Periodista 043. Andrés Carmona Campo, profesor de Educación Secun-daria. 044. Xavier Mamano Bauzà, Matemàtic, Coordinador de pro-jectes de informàtica de l’Ajuntament de Castelldefels 045. Ismael Pérez Fernández, Ingeniero Técnico de telecomu-nicaciones, Torrejon de Ardoz. 046. Ambrosio García Leal, Biólogo, Barcelona. 047. Ismael Garcés García, Orientador Laboral - Centre deSuport a l’Economia de Castelldefels (Ajuntament de Castell-defels). 048. Joan Mercader Boixaderas, Biólogo, Vic. 049. José López Garijo. Ingeniero Agrónomo 050. Rafael Menéndez-Barzanallana Asensio, Químico, Pro-fesor Universidad de Murcia 051. José Ángel Morente Valero, Barcelona 052. Lluís Pérez Lozano, Estudiante de Sociología en laFacultat de Ciencies Econòmiques de la Universitat de Barce-lona, El Prat de Llobregat. 053. David Sánchez Gómez, veterinario. Alicante

En defensa de la salud pública

054. David Revilla López, Ronin Estudios, Barcelona 055. Santiago Díez Alpuente, Fisioterapeuta, Manises 056. Abel Bayo Pino, Psicólogo, Mollet del Valles 057. Jose Ramón Brox López, Benalmádena 058. Fernando Paño Crespo, Físico, Zaragoza. 059. Javier López Molero, Funcionario del Estado 060. Josep Català Medina, Doctor en Biología, Ingeniero Quí-mico, Periodista, Director de AC Tecnopress, Cabrils 061. Francisco García Navarro, Doctor en Ciencias Quími-cas. Profesor de Física y Química de secundaria, Barcelona 062. Rosa María García Santanach, Psiquiatra y Psicóloga,Barcelona 063. Alberto Marín Sanguino, Licenciado en Biología, Uni-versidad de La Laguna 064. Inés García Álvarez de Toledo, Oviedo. 065. Sergio Gil Abán, Centro de Reforma San Jorge, Zarago-za 066. Gerardo García-Trío San Martín, corrector profesional,Vigo. 067. Rubén Villoria Serrano, Infografista, Tripoly Digital,Madrid. 068. Ángel Manuel Felicísimo Pérez, Escuela Politécnica,Universidad de Extremadura, Cáceres. 069. Pedro Luis Moratilla González, Zaragoza, 070. Ernesto José Carmena Riesco, Licenciado en Biología,Madrid. 071. Paula Gómez del Valle y Gómez, Maestra de EducaciónEspecial (PT), A Coruña 072. Germán Pérez-Gándaras, Inst. de Inv. Marinas CSIC,Vigo 073. Enrique Gabriel García Martínez, Jefe de Servicio deNeumología, Hospital Universitario “San Cecilio” de Grana-da. 074. Antonio Bravo López, Auxiliar administrativo de la Uni-versidad Autónoma de Madrid 075. Angel Luis Martín Martín, Ingeniero Técnico de Teleco-municaciones, Madrid 076. Pedro A. Carrasco Ponce, Informático, IVER Tecnologí-as de la Información S.A., Valencia. 077. Fernando García Luque, Técnico informático, presiden-te de “Cosmos” grupo de astronomia de Mataró. Mataró (Bar-celona). 078. Emilio Suárez García, Hospital Universitario de Valme,Sevilla. 079. Graciano Ramos Flecha, Ldo. Biología, Armunia-León. 080. Gurutze Imaz Garmendia, profesora de biología, Gipuz-koa. 081. Luis Carrasco Urbano, Consultor TIC, Barcelona. 082. Iván Esteban Salcedo Guarde, Estudiante de CienciasAmbientales, Almeria.083. Carlos Sáenz de Ynestrillas Vera, Madrid.084. Patricia Jacas Escrivá de Romaní, Bibliotecaria, Barcelo-na.085. Gonzalo De Pedro Quijano, Arquitecto, Pontevedra. 086. Salvador Navarro Beltrán, Catedrático de Matematicasde Educación Secundaria, Instituto Beatriu Fajardo de Men-

doza, Benidorm.087. Alfredo Rodríguez Pérez, Médico Rehabilitador de laUnidad de Aparato Locomotor de la Fundación Hospital deCalahorra.088. Daniel Arjona Rubio, Periodista del diario ‘El Mundo’,Madrid.089. Ángel Suárez Vázquez, DPNY Communications, Agen-cia de Publicidad, Palma de Mallorca.090. José María González Fernández, Enfermero, HospitalCarlos Haya, Málaga.091. Carmen Borgoñoz Palazón, Castelldefels.092. José Luis Hermoso de Mendoza Salcedo, químico, Sevi-lla.093. Owen Wangensteen Fuentes, Bioquímico Clínico, Hos-pital Vall d’Hebron. Barcelona.094. Carlos Fuertes López-Casero, Ldo. en Farmacia, Bilbao.095. Óscar Alonso Toledo, Ingeniero de Telecomunicaciones,Mailgráfica Publicidad Directa, S.L., Cascante (Navarra)096. Marisol Collazos Soto, Terapeuta ocupacional, Murcia.097. Pablo Velasco Pazos, Departamento de Genética Vegetal,Misión Biológica de Galicia (CSIC), Pontevedra.098. Tomás Manzaneque García, Estudiante de IngenieríaIndustrial, Toledo.099. Alfonso López Alonso, Castelldefels.100. José Maria Soler Insa, Médico neurólogo del Hospital deManresa.101. Patxi Juanicotena Mata, trabaja en Telefónica, Barcelona.102. Manuel Pita Trasancos, Informático, A Coruña.103. José Ramón Fernández Monge, Empleado de Banca,Soria.104. Carlos Chordá Navarro, Profesor de Ciencias en Secun-daria, Colegio Escuelas Pías de Tafalla, Navarra.105. Ángel Luis Pascua Olmedo, Licenciado en CienciasAmbientales, Madrid106. Miguel Machado, licenciado en Filosofía, Oviedo.107. Sergio Bulat Barreiro, Salou.108. Fernando Martínez Montes, profesor de Filosofía en elInstituto de Educación Secundaria “Universidad Laboral” deGijón.109. Francisco Agustín Marín Sánchez, Licenciado en Física,Sevilla.110. Pau Boet Verge, Filósofo, documentalista, monitor ymúsico, Aiguafreda.111. Enrique P. Mesa García, IES Federica Montseny, Fuenla-brada.112. Luis Javier Capote Pérez. Profesor Asociado de DerechoCivil de la Universidad de La Laguna. Magistrado Suplente dela Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.113. Mara Parellada, Psiquiatra, Hospital GU Gregorio Mara-ñón, Madrid.114. Margarita Miramontes Castro, Profesora de Biología yGeología de Enseñanza Secundaria y Bachillerato,Centro de trabajo: IES Auga da Laxe, Gondomar (Ponteve-dra).115. Francisco Colomer Sanmartín, Observatorio Astronomi-co Nacional, Alcala de Henares.

nombre de la sección

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116. Josué Belda Martinez, Elda.117. Ángel Polo Romo, Ceuta.118. Sergio Molina Martínez, Yunquera de Henares.119. Recuerdo Aranda López, enfermera, Hospital 12 deOctubre, Madrid.120. Antoni Colomar Colomar, Ingeniero Técnico de Teleco-municación, Sant Cugat del Vallès.121. José Carlos Pérez Cobo, Profesor Titular de Fisiología enla Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco,Vitoria.122. Jacinto Paredes Fontan, Doctor en Ciencias Físicas,Girona.123. Pablo Arias Cabal, Universidad de Cantabria. Instituto dePrehistoria, Santander.124. Jorge González Durán, Director Preuniversitario NewLondon, Montevideo (Uruguay).125. David Gozalo García, funcionario del Gobierno Vasco,Bilbao.126. Javier Díaz de Argandoña González, Dr. Ingeniero Indus-trial, Profesor titular de escuela universitaria del Dpto. de Físi-ca Aplicada I, Universidad del País Vasco, Vitoria.127. Prudencio José Riquelme Perea, Profesor del Departa-mento de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia.128. Jaime de Frutos Gordo, Farmaceútico, Segovia.129. Juan Manuel Vera-Fajardo Belinchón, médico, Zuazo deCuartango (Alava)130. Jordi Soriano Giménez, Licenciado en Informática, IndraSistemas SA., Centelles.131. Jesús Castro Rodríguez, Psicólogo y gerente del GrupoGP de Servicios Psicológicos, Santa Cruz de Tenerife.132. Teresa Chordá Navarro, Administrativa, Gobierno deNavarra133. Miguel Ángel Joga Elvira, IES Camps Blancs, Sant Boide Llobregat.134. Gloria Vallverdú Roque: Diplomada en Enfermería yBióloga, Sant Cugat del Vallès.135. David Soriano Giménez: Ingeniero en Informática, SantCugat del Vallès.136. José Luis Aguilar Piñal, Trabajo: Laboratorio Municipalde Sevilla, Sevilla.137. Julio Eduardo Rodríguez Berjillos, Ayuntamiento deSevilla, Servicio de Informática, Sevilla.138. Capilla Ramírez Estébanez, IES “Europa”, Rivas-Vacia-madrid.139. Diego Castañeda Frei, Barcelona.140. José Luis Ferreira García, Profesor Titular, Departamen-to de Economía, Universidad Carlos III de Madrid.141. Andrés Carmona Campo, Profesor de Educación Secun-daria, Alcázar de S. Juan (Ciudad Real). 142. Fernando Martínez Sáez, Licenciado en Física y doctoren Matemáticas, Profesor Titular de Universidad, UniversidadPolitécnica de Cataluña, Barcelona.143. Joan Bayó Sanchez, Licenciado en Bioquímica y enCiencias Biológicas, Facultativo del laboratorio de ADN de laPolicia de la Generalitat-Mossos d’Esquadra.144. Marcelo Molina Varela, Navalcarnero.

145. José Antonio Herranz Romero. Madrid.146. Rosario Castro García, IES Monterroso, Estepona.147. Jesús Torres Castro, Doctor en Física, Dpto. de Física,Facultad de Ciencias de la Universidad de Córdoba.148. José Manuel Fernández Pérez. Conservatorio MúsicaJerez de la Frontera.149. Jordi Meseguer Morales, Empresario, FEVIFRED, S.L.,Barcelona.150. Joaquín Cabrera Rodríguez. Licenciado en Medicina.Médico Especialista en Oncología Radioterapica. Cáceres.151. Pedro Caba Doussoux Medico especialista en CirugíaOrtopedica yTraumatología; Hospital 12 de Octubre Madrid.152. Noelia Barral Seijas. Licenciada en Biologia. A Coruña.153. Marcial Carballido Porta. Licenciado en Biologia. ACoruña.154. Adolfo Rodriguez Pérez, General Motors España, Zara-goza.155. Jordi Guillaumes i Pons, Ingeniero de sistemas, Barcelo-na.156. José Ra. Portillo Fernández, Doctor, Dpto. MatemáticaAplicada 1,E.T.S. Ing. Informática - Universidad de Sevilla.157. Gregorio Morales Santiago, Ingeniero Técnico de Tele-comunicación,Valladolid.158. Alberto Matallanos Mena, estudiante universitario,Madrid.159. María Isabel García Peña, Licenciada en Geografía eHistoria, Archiverade la Junta de Andalucía, Huelva.160. María Dolores Cárdenas Luque, Licenciada en matemá-ticas. Formadora yprogramadora, El Vedat de Torrent, Valencia.161. Pedro Gimeno Fortea, Programador, El Vedat de Torrent,Valencia.162. Miguel Ángel Cárdenas Luque, Valencia.163. Miguel Cárdenas Ortiz, Mecánico, Valencia.164. María Dolores Luque Miranda, Auxiliar de enfermería,Valencia.165. Roser Llop Grifo, Profesora de Filosofia en el IES Miral-camp deVila-real, Castellón.166. Luis Ruiz Noguez, Ingeniero Químico, Ciudad Satélite(México).167. Carlos Quintana, Laboratorio de Arqueología, Universi-dad Nacional de Mar del Plata (Argentina).

el escéptico65

el escéptico 66

Hacia el año 1880, cansado de masturbarmanualmente a sus pacientes, el doctorJoseph Mortimer Granville patenta el

primer vibrador electromecánico con forma fáli-ca. Durante el siglo XIX, el masaje de clítoris esconsiderado el único tratamiento adecuado con-tra la histeria, de manera que cientos de mujeresacuden cada día a su médico para que lesmasajee la zona y les induzca a un “paroxismohistérico”, hoy conocido como orgasmo.

La histeria, supuesta enfermedad que losgriegos habían descrito el “útero ardiente”, seconvierte en una especie de plaga entre lasmujeres de la época. Cualquier compor-tamiento extraño – ansiedad, irritabilidad, fan-tasías sexuales – es considerado como un clarosíntoma y la paciente es enviada inmediata-mente a recibir un masaje relajante. A finales delXIX la cantidad de mujeres que acuden a la con-sulta es tal, que a los médicos se les acaba porcansar la mano y empiezan a inventar todo tipo deartefactos que les ahorren el trabajo.

La variedad de vibradores de aquella época es abru-madora, muchos modelos funcionan con corrienteeléctrica, otros lo hacen con baterías o gas, incluso sediseñan algunos que funcionan a pedales (hay queimaginarse al médico pedaleando como Marco Pan-tani para proporcionarle a su paciente su correspondi-ente ración de alivio histérico). Los aparatos tienenvelocidades que van desde 1.000 a 7.000 pulsacionespor minuto y los precios pronto empiezan a ser ase-quibles para su uso doméstico. Modelos como el“Barker Universal”, el “Gyro-Lator” o la “MiracleBall” comienzan a comercializarse a través de losperiódicos de tirada nacional. “La vibración es lavida” – rezan algunos anuncios – “Porque tú, mujer,tienes derecho a no estar enferma”.

En muchos catálogos femeninos el vibrador se pub-licita como “instrumento para la tensión y la ansiedad

femenina”. Su uso se promociona como una forma demantener a las mujeres relajadas y contentas. “Lavibración proporciona vida y vigor, fuerza y belleza”– dicen los anuncios – “El secreto de la juventud seha descubierto en la vibración”. Su comercializaciónllega a tal extremo que algunos modelos incluyen unrecambio adaptable que convierte el vibrador en unabatidora.

Pese a lo que nos pueda parecer hoy, en aquellos añosla aplicación del vibrador sobre el clítoris es tenidapor una práctica exclusivamente médica. En la con-cepción androcéntrica de la época, al no haber con-tacto con el interior de la vagina, se considera que nohay contacto sexual. Los problemas y los tabúesempiezan más tarde, a partir de 1920, cuando losvibradores aparecen en las primeras películaspornográficas. A partir de ese momento, el vibradorempieza a perder su imagen de instrumento médico ya adquirir connotaciones negativas, hasta quedarsecon el carácter algo turbio que tiene en nuestros días.

BBuueennaass VViibbrraacciioonneessAntonio Martínez Ron- www.fogonazos.blogspot.com-

malas alternativas

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Este es el relato "ideal" de loque el psiquiatra Raymond A.Moody bautizó como expe-

riencias cercanas a la muerte(ECM)1. Tomado de su popular libroVida después de la vida (1976)2, eneste relato aparecen, según él, loselementos más recurrentes que sedescriben en este tipo de experien-cias, como son: sensaciones de paz yquietud; viajes a través de un túnel;experiencias fuera del cuerpo físico;encuentros con seres queridos que yahan fallecido; o la revisión panorá-mica de la vida propia. En este libro,

Moody, recopila y analiza testimo-nios como éste, narrados a posteriori(a veces incluso años después de laexperiencia) por individuos que bienpor accidente, o bien como conse-cuencia de alguna enfermedad, hanestado cerca de la muerte, o inclusofueron resucitados después de serdeclarados clínicamente muertos.

¿Por qué se producen las ECM?¿Tienen algún significado? El autorexpone varias de las teorías, natura-les y sobrenaturales, que tratan deexplicar estas experiencias y, aunque

no se decanta por ninguna de ellas,deja el "misterio" encima de la mesay termina el libro diciendo: "Si lasexperiencias del tipo que he discuti-do son reales, entonces tienen pro-fundas implicaciones en lo que cadauno de nosotros hacemos en nuestrasvidas. En ese caso sería cierto que nopodemos comprender plenamenteesta vida hasta que sepamos algo delo que hay más allá". Desde entoncesha habido muchas investigaciones yse ha escrito mucho acerca de lasexperiencias cercanas a la muerte3,que inevitablemente se han contagia-

Un hombre está muriendo, y oye que su doctor le declara muerto. Comienza a escuchar unzumbido desagradable y al mismo tiempo siente que se mueve por un túnel largo y oscuro.A continuación se encuentra fuera de su cuerpo físico, viendo su propio cuerpo desde fuera

y observando, como un espectador, al médico que intenta resucitarlo. Al rato se sosiega y empie-za a acostumbrarse a su extraña condición (...). Otros vienen a recibirlo y ayudarlo. Ve los espíri-tus de parientes que ya habían muerto, y aparece ante él un espíritu amoroso y cordial, un ser lumi-noso. Este ser le pide que evalúe su vida. En determinado momento se encuentra aproximándosea una especie de barrera o frontera, y descubre que debe regresar a la Tierra. El momento de sumuerte no ha llegado todavía. Está inundado de intensos sentimientos de alegría, amor y paz.Finalmente, se reúne con su cuerpo físico y vive (...).

EXPERIENCIAS "NO TAN"CERCANAS A LA MUERTEAlberto del Arco y Gregorio Segovia (Depto. de Fisiología, Facultad de Medicina,Universidad Complutense de Madrid); Alberto Porras-Chavarino (Unidad Médica,Pfizer, Madrid) y Rodrigo Martínez (Hospital Nacional de Parapléjicos, Unidad deNeurología Experimental, Toledo)*

el escéptico 68

do del misterio que, ya de por sí,rodea al fenómeno de la muerte.Las ECM describen una realidad,diferente de la que podemos consta-tar y contrastar, que sugiere que lamuerte biológica no es el final denuestra existencia y, por tanto, ali-mentan diferentes tipos de creenciassobrenaturales acerca del significadode la vida en la Tierra o la existenciade Dios. De hecho, muchos conside-ran que las experiencias cercanas a lamuerte son un argumento en favor dela existencia de un ente espiritual(llámese alma) que sobrevive des-pués de la muerte y que es capaz desepararse del cuerpo físico y tenerconciencia de esa otra realidad en laque nos veremos inmersos, a buenseguro, después de morir4. De estamanera, la muerte se convierte en unpuro tránsito, un nacimiento a otravida más espiritual. Amodo de ejem-plo, podemos citar el libro de la psi-quiatra Elisabeth Kübbler-Ross titu-lado La muerte: un amanecer5,donde describe el tránsito entre lavida y la muerte como un nacimien-to a otra existencia. O también ellibro del cardiólogo Michael Sabomtitulado Light and Death, dondeinterpreta, a la luz de la Biblia, lasECM como una experiencia espiri-tual que ocurre durante el proceso enel que morimos6.

A nuestro juicio, y aparte de factorespsicológicos que puedan condicionarlas narraciones de las ECM (e.g.,creación de falsasmemorias)3,4, elmisterio de las mis-mas y su relacióncon el mundo de loespiritual vienedado por dos moti-vos principales:por un lado, porquese considera queson una característica específica delproceso de morir, ya que aparente-mente sólo ocurren en la cercanía de

la muerte, o incluso después de lamisma; y por otro, debido al conteni-do de estas experiencias, interpreta-das como la existencia de un enteespiritual capaz de visionar una rea-lidad "más allá" de la muerte.

Sin embargo, hoy en día, poseemossuficientes datos acerca del funcio-namiento del cerebro para desmitifi-car el significado sobrenatural deestas, y otras7, experiencias. Estosdatos indican quelas experienciascercanas a la muer-te son una conse-cuencia de cómoestá organizadonuestro cerebro yde su funciona-miento en determi-nadas condiciones.

Pero empecemospor el principio.¿Estuvieron real-mente muertos lossujetos que describen una ECM? ¿Esposible tener algún tipo de experien-cia (percepción o recuerdo) despuésde muerto?

LA MUERTE SE DEFINECOMO MUERTE CEREBRALDurante muchos años ha habido unintenso debate acerca de cómo defi-nir la muerte para fijar unos criteriosconcretos que permitan concluir, sinerror posible, que un individuo está

realmente muerto8.

Actualmente se defi-ne como muerte elcese permanente oirreversible de lasfunciones críticasdel organismocomo un todo, loque incluye el con-

trol cerebral de la respiración y la cir-culación, la regulación neuroendo-crina y homeostática, y la conciencia

(lo que requiere la actividad tanto dela corteza cerebral como de áreassubcorticales).

En definitiva, la muerte es igual a lamuerte cerebral. Todo esto nos llevaa dos conclusiones fundamentales:

1.- La muerte es un proceso irrever-sible y, por tanto, nadie puede habermuerto realmente y regresar a lavida. ¿Cómo es esto compatible con

los testimonios demuerte clínica yresurrección? Esposible que en lamayoría de loscasos se trate deun mal diagnósti-co de muerte. Lospacientes que des-criben una expe-riencia cercana a lamuerte podríanhaber estado enuna condición de"muerte aparente"

o, de forma más estricta, de "vidamínima", en la que el proceso demuerte todavía no habría comenza-do9. Estos casos de "muerte aparen-te" se dan en pacientes que, porejemplo, sufren paradas cardiorres-piratorias durante unos minutos.También pueden ser casos de pacien-tes en estado vegetativo, donde nohay muerte cerebral, en los que semantienen funciones autónomas (i.e.respiración, circulación), y el meta-bolismo cerebral se reduce hastael 50%8.

2.- La muerte cerebral implica pordefinición el cese de las funcionescerebrales, lo que significa que no esposible ni la percepción de ningúnestímulo externo o interno, ni la con-ciencia de uno mismo, ni tampoco,por supuesto, la consolidación dememorias de ninguna experien-cia4,9,10. Esto último es muy importan-te, ya que incluso en una situación de

Muchos consideranque las experienciascercanas a la muerteson un argumento enfavor de la existenciade un ente espiritual(llámese alma) que

sobrevive después dela muerte.

Poseemos suficientesdatos sobre el cerebro

para desmitificar el signi-ficado sobrenatural delas experiencias cerca-nas a la muerte, ya queéstos indican que las

mismas son una consecuencia de cómoestá organizado nuestro

cerebro y de sufuncionamiento en

ciertas condiciones.

el escéptico69

Experiencias “no tan” cercanas a la muerte

de "muerte aparente", si el daño cere-bral asociado a ella es muy extremo,el funcionamiento de áreas del cere-bro relacionadas con la memoria,como el hipocampo (y la amígdala),estarían seriamente comprometidas,por lo que sería imposible el recuer-do de cualquier experiencia10.

En resumen, podemos afirmar que,si un sujeto ha experimentado deter-minadas percepciones o sentimien-tos, y es capaz de recordarlos, signi-fica que su cerebro estaba aún activo(aunque su actividad pudiera estaralterada) y, por tanto, no había muer-te cerebral. Dicho de otro modo, lasexperiencias que describen estosindividuos no se corresponden con el"otro lado".

EXPERIENCIAS CERCANAS ALA MUERTE Y ALTERACIO-NES EN LA FUNCIÓN CERE-BRALLas experiencias cercanas a la muer-te no se perciben como meras aluci-naciones o sueños, sino que se vivencomo reales, teniendo, en algunoscasos, un efecto muy profundo sobrelas vidas de las personas que lasexperimentan3,4.

La pregunta es: ¿podemos percibircomo real, en determinadas circuns-tancias, algo queno lo es? La res-puesta es sí. Lapercepción con-siste en procesosneurofisiológicospor los que toma-mos concienciadel mundo quenos rodea11. Bre-vemente, estosprocesos incluyendesde la recogidade información por los órganos delos sentidos, según las distintasmodalidades sensoriales (oído, vista,olfato, gusto, tacto), hasta el procesa-

miento complejo de dicha informa-ción sensorial en áreas de la cortezacerebral que se denominan asociati-vas y que reciben, además, informa-ción de tipo motor y afectivo. Estasáreas asociativas son precisamentelas que se encargan de interpretar larealidad como un todo global y con-tinuo en el tiempo. Si se produce una

alteración en laactividad de estasáreas, un sujetopuede percibir una"realidad ficticia",fuera de contextoespacial y/o tem-poral.

Esto es lo que nosdemuestran losnumerosos casosclínicos en los que

una disfunción de estas áreas cere-brales, causada por algún tipo delesión en el cerebro (una hemorragiacerebral, un tumor, una crisis epilép-

tica), altera el modo en el que el cere-bro interpreta y construye la realidaddel mundo que nos rodea y de nos-otros mismos. Algunos ejemplos deestos casos clínicos han sido descri-tos en libros de divulgación como losescritos por los neurólogos OliverSacks12 o Vilayanur S. Ramachan-dran13.

Entre ellos cabe destacar la sorpren-dente historia de "El hombre que secayó de la cama", donde se relata elcaso de un paciente que no reconocesu propia pierna como suya y, en suafán de empujarla fuera de la cama,termina él mismo continuamente enel suelo. O los casos de pacientes quesufren epilepsia en el lóbulo tempo-ral. Estos sujetos pueden sentirsefuera del cuerpo físico, tener la sen-sación de conocer lugares en dondenunca han estado (déjà vu) o tenerexperiencias místicas.

Pero lo más interesante es que este

Las experiencias cerca-nas a la muerte no ocu-rren sólo en circunstan-cias límite, cuando seestá cerca de perder la

vida y, por tanto, no sonuna característica espe-

cífica de la muertecomo proceso.

el escéptico 70

tipo de alteraciones no sólo se dan encircunstancias patológicas sino quepueden ocurrir también tras la admi-nistración de determinadas drogas o,incluso, pueden ser provocadas avoluntad (por ejemplo, mediantemeditación). De hecho, diferentesestímulos, entre los que se encuen-tran la hipoxia cerebral o la migraña,o la administración de drogas comola ketamina, el LSD, el cannabis o lamescalina, son capaces de inducirmuchos de los elementos de lasECM, desde la sensación de estarfuera del cuerpo hasta la visión deltúnel4,10. Esto nos lleva a una impor-tante conclusión: las experienciascercanas a la muerte no ocurren sóloen circunstancias límite, cuando seestá cerca de perder la vida y, portanto, no son una característica espe-cífica de la muerte como proceso.

En situaciones reales de cercanía a lamuerte, como las paradas cardiorres-

piratorias, y desde el punto de vistaneurofisiológico, uno de los meca-nismos desencadenantes de las expe-riencias cercanas ala muerte podríaser la reducción delaporte de oxigeno(hipoxia) al cere-bro3,10. Junto a lahipoxia, cambiosen las concentra-ciones de neuro-transmisores ymensajeros quími-cos (también alte-rados por las dro-gas mencionadas anteriormente),como las endorfinas, podrían provo-car una alteración en la función cere-bral.

Como ha sugerido la doctora SusanBlackmore, es probable que no todoslos elementos descritos en las expe-riencias cercanas a la muerte tengan

la misma causa orgánica y que dis-tintos elementos correspondan condiferentes alteraciones en la activi-

dad de áreas cere-brales específicas,implicadas en lapercepción de larealidad4. Por ejem-plo, cambios en laactividad de lacorteza temporalpodrían producirla sensación deestar flotando fueradel cuerpo; la acti-vación de los cir-

cuitos que forman el hipocampo serelacionaría con la recuperación dememorias autobiográficas; y la sen-sación de túnel y la luz brillante seexplicarían por la hiperactividad delas neuronas de la corteza visual.

En apoyo de esta idea están los estu-dios de estimulación cerebral realiza-

Si una noche, en laoscuridad más absoluta,oímos el sonido de cas-cos de un animal que

corre golpeando el asfal-to, cabe la posibilidad

de que sea un unicorniou otro animal mítico...,

pero lo más probable, lomás seguro, ¡es que sea

un caballo!

el escéptico71

dos por el doctor Michael A. Persin-ger mostrando que los elementosprincipales de las ECM pueden serinducidos y reproducidos en indivi-duos normales y sanos por medio dela aplicación de estimulación magné-tica sobre la corteza cerebral10.

Es cierto que las experiencias que seobtienen mediante estimulacióncerebral no son idénticas a las ECM,pero hay que tener en cuenta que lasprimeras se dan en situaciones neu-tras de laboratorio y mediante unestímulo controlado, mientras quelas ECM ocurren normalmente encontextos traumáticos y medianteestímulos más difusos.

DE POSIBILIDADES Y PROBA-BILIDADESEn un programa de televisión, refi-riéndose a la multitud de pruebas queavalan la teoría de la evolución,Richard Dawkins dijo algo así comoque, si una noche, en la oscuridadmás absoluta, oímos el sonido decascos de un animal que corre golpe-ando el asfalto, cabe la posibilidad deque sea un unicornio u otro animalmítico..., pero lo más probable, lomás seguro, ¡es que sea un caballo!

Teniendo en cuenta todo lo mencio-nado acerca de cómo funciona elcerebro, y parafraseando a Dawkins,cabe la posibilidad de que las ECMindiquen la existencia de un alma ocualquier otra entidad espiritualcapaz de visionar una realidad "másallá" de la muerte..., pero lo más pro-bable, lo más seguro, ¡es que reflejenalteraciones en la actividad de nues-tro cerebro!

Nota:* Para saber más sobre pseudoneurocien-cias, verwww.piramidescerebro.blogspot.com.

BIBLIOGRAFÍA1.- Skepdic.com [página web en internet].The Skeptic´s Dictionary, Robert Todd

Carroll [última actualización 12/04/06]. Dis-ponible en skepdic.com/nde.html2.- R. A. Moody. Vida después de la vida.EDAF S.A., Madrid, 1984.3.- C. C. French. “Near-death experiences incardiac arrest survivors”. Progress in BrainResearch, 150, 351-367, 2005.4.- S. Blackmore. “Near-Death experiences:In or out of the body?” Skeptical Inquirer16, 34-45, 1991.5.- E. Kübler-Ross. La muerte: un amane-cer. Luciérnaga S.A., Barcelona, 1989.6.- M. Sabom. “The shadow of death”.Christian Research Journal 26 (3), 2003.7.- A. Del Arco, G. Segovia, A. Porras y R.Martínez. “¿Cómo funciona el cerebro?Desmitificando el poder de la mente”. ElEscéptico 18, 50-55, 2005.8.- S. Laureys. “Death, unconsiousness andthe brain”. Nature Reviews Neuroscience 6,899-907, 2005.

9.- E. De Renzi. “Lazarus´ Síndrome”. En:Mind Myths. Exploring popular assump-tions about the mind and brain (Ed. S. DellaSala). John Wiley & sons, 1999.10.- M. A. Persinger. “Near-death experien-ces and ecstasy: a product of the organiza-tion of the human brain”. En: Mind Myths.Exploring popular assumptions about themind and brain (Ed. S. Della Sala). JohnWiley & sons, 1999.11.- F. Mora. Cómo funciona el cerebro.Alianza Editorial, Madrid, 2002.12.- O. Sacks. El hombre que confundió a sumujer con un sombrero. Anagrama S.A.,Barcelona, 2002.13.- V. S. Ramachandran y S. Blakeslee.Phantoms in the brain. Quill, William Mor-row, New York, 1998.

Experiencias “no tan” cercanas a la muerte

el escéptico 72

Hace unos días me reunía a tomar un café conocho personas conocidas. Todas ellas contítulo universitario y entendidas en el sistema

financiero. Charlando, salió el tema de la homeopa-tía. Se me ocurrió mencionar que curaba exactamen-te lo mismo que cualquier otro placebo y recibí unmontón de críticas: "intolerante", "intransigente","fascista"...

Yo no me metí con nadie, no dije que no curara... sim-plemente dije que curaba lo mismo que un placebocualquiera y la reacción fue que los ocho se pusieronen mi contra.

La más virulenta fue una persona a la que conozcodesde hace más de treinta años. Hace unos veintetuvo un cáncer y hace unos diez tuvo otro diferente.Es decir, la medicina "oficial" y "mala" le ha curadopor dos veces de sendos cánceres que hace cincuentaaños eran mortales; pero no sé por qué eso no cuentademasiado, lo que de verdad cuenta -al menos paraella- es que la homeopatía, a veces, cura.

No entiendo esa doble vara de medir. La medicina"oficial" cura, de forma demostrada, de muchasenfermedades que hace sólo unos pocos años eranmortales; pero lo único que se cuenta de ella son losfracasos o lo que todavía no puede curar. La homeo-patía puede parecer que cura, a veces, enfermedadesrelativamente leves; pero la gente admira la homeo-patía y odia la "medicina oficial".

En una conversación entre amigos, salió eltema de la homeopatía. Se me ocurrió men-cionar que curaba exactamente lo mismoque cualquier placebo y recibí un montónde críticas: "intolerante", "intransigente",

"fascista"...

De los ocho, tres iban al acupuntor, otros tres (o cua-tro) al homeópata y uno a un extraño "médico" delsur de Francia que todo lo cura limpiando el colóncon sesiones maratonianas de lavativas, pues segúndicho médico -que tiene un título oficial francés-

todas las enfermedades proceden de la podredumbreque se produce en el colón. Limpiándolo regularmen-te, se eliminan las enfermedades. Estoy absolutamen-te sorprendido de que los colegios de médicos france-ses no digan nada. Estoy sorprendido de que ante bar-baridades de ese tipo no se pueda quitar el título demédico a nadie.

Hubo una chica que se mostró ligeramente a mi favor,lo que no impidió que me dijera, en tono de reproche:"pero la medicina también se equivoca". Aquellaperogrullada me desconcertó del todo. Yo no habíadicho nada de cuántas veces curaba la medicina "ofi-cial", yo no había dicho que fuera infalible y, muchomenos, había dicho que los médicos oficiales eransuperhombres que nunca se equivocaban... simple-mente había estado escuchando durante algo más dedoce minutos lo que decían de la homeopatía; escu-ché pacientemente sin decir nada -la verdad es queme costó estarme callado- y, cuando me preguntaronmi opinión, dije lo que ya os he comentado, que enlos ensayos hechos como se debe, es decir a dobleciego, la homeopatía curaba lo mismo que la sustan-cia placebo usada como control. Es decir, no curaba.Y eso lo consideraron un ataque personal, un insulto,y a mi un fascista intolerante. Y, al parecer, eso queyo había dicho significaba una defensa acrítica de lamedicina "oficial" y de todos los médicos.

Después me atacaron con que las empresas farmacéu-ticas se quieren forrar, que son inmorales, que nosvenden medicinas caras en vez de sistemas naturales,etc., etc. Es evidente que estoy parcialmente deacuerdo con ellos en algunas de estas afirmaciones.

Por ejemplo, que la mayoría de las empresas farma-céuticas se quieren forrar es obvio: para eso los accio-nistas ponen dinero: para ganarlo. Es obvio. Y no mecabe la menor duda de que no todas son un dechadode moralidad.

Y soy consciente de que muchas se inventan enfer-medades; me explico, algo tan natural como la meno-pausia se le llama enfermedad y se venden un mon-tón de medicinas para "curarla". También soy cons-

de oca a oca

SSSSiiiiggggoooo ddddeeeessssccccoooonnnncccceeeerrrrttttaaaaddddooooFélix Ares de Blas

En una conversación entre amigos,salió el tema de la homeopatía. Se meocurrió mencionar que curaba exacta-mente lo mismo que cualquier placeboy recibí un montón de críticas: "intole-

rante", "intransigente", "fascista"...

el escéptico73

ciente de que estas empresas investigan mucho mássobre las enfermedades que pueden dar dinero, esdecir, las que afectan a muchas personas del primermundo, que sobre las enfermedades tropicales queafectan a muchos millones de personas, pero pobres.Por ejemplo, la malaria.

De todo eso soy consciente y por eso sé que hay exi-gir un fuerte sistema de control independiente. Poreso debemos exigir que el sistema de investigaciónsobre fármacos se complete con centros cuyo objeti-vo no sea el beneficio económico sino el beneficio delas personas. Por eso estoy dispuesto a que parte demis impuestos vayan a ese tipo de centros de investi-

gación. Por suerte, laboratorios deese tipo ya hay, financiados porfundaciones, universidades, esta-dos, etc.

Que un laboratorio homeo-pático cobre un pastón poragua destilada o glucosaestá bien visto. Que una

empresa farmacéutica cobrepor una medicina que se

sabe que funciona, se ve deun modo fatal.

Otra vez lo que me desconcierta esla doble vara de medir. Que unlaboratorio homeopático cobre unpastón por agua destilada o gluco-sa está bien visto, a pesar de que noha pasado la criba de los controlesque se exigen a los productos far-macéuticos. Sin embargo, que unaempresa farmacéutica cobre poruna medicina que tiene todas lasbendiciones de los organismos decontrol y que se sabe que funciona,eso está visto de un modo fatal.

Que conste que no estoy diciendoque no haya abusos dentro delmundo farmacéutico, que no hayafraudes, que no haya mentiras, queno haya intentos de falsificarinvestigaciones, que los hay.... y sino hay muchos más es porque lossistemas de control, pese a susimperfecciones, funcionan bastan-te bien. Estoy diciendo que no

todos los laboratorios son malos; que los hay honra-dos, que quieren ganar dinero con medicinas quecuran de verdad, que tienen un código ético, quecumplen todas las normas,... y que hacen avanzar lamedicina porque ganan dinero. No veo el ganar dine-ro como el gran diablo.

Pero lo auténticamente desconcertante para mí es queganar dinero con medicinas homeopáticas, vendiendoagujas de acupuntura y máquinas para hacerlasvibrar... o con lavativas absurdas, eso no les parecemal.

Sigo absolutamente desconcertado.

Sigo desconcertado

el escéptico 74

Julián Acuña, de tres años deedad, y sus padres, Crispín yLeonarda, pertenecen a la etnia

guaraní Mbya, y viven en la aldeaPindó Poty en plena selva de la pro-vincia de Misiones (Argentina),cerca del límite con Brasil. Duranteun recorrido programado, un agentesanitario se percató del mal estado desalud del niño, por lo que fue deriva-do al Hospital de El Soberbio y luegoal de la ciudad de Posadas (capitalprovincial) donde le fue detectadauna cardiopatía congénita. Hasta estasituación llegó al no poder ser resuel-ta su dolencia por los rituales y póci-mas del opyguá (chamán o curande-ro) de su pueblo.

Tras dos días de internamiento elpequeño fue retirado del hospital porlos padres y llevado nuevamente a sualdea sin tener el alta médica. Debi-do al riesgo de salud que implicabaesta acción los médicos dieron cuen-ta a la Justicia, lo cual es una prácti-ca común en estos casos. La jueza defamilia de Posadas, Marta Alegre,ordenó que una comisión oficial se

trasladase hasta la aldea para quedevolviesen al niño al hospital con elfin de proteger su salud. Al cabo deun mes, y debido a la complejidad desu estado, Julián fue derivado alHospital de Niños Ricardo Gutiérrezde la ciudad de Buenos Aires para sersometido a una intervención quirúr-gica de alta complejidad.

Inmediatamente la familia Acuña seopuso al tratamiento médico debidoa que Alejandro Benítez, el caciquede la aldea Pindó Poty, tuvo un sueñopremonitorio "Tupá (Dios) me mos-tró que dentro del corazón de Juliánhabía una piedra, y cuando los Yuruá(blancos) lo operaban para sacársela,

enseguida se moría"1. Es de destacarque el señor Benítez tuvo esa revela-ción después de conocer que el niñotenía una cardiopatía que involucra-ba tumores (aunque no piedras).Basándose en ese sueño, el Consejode Ancianos, Guías Espirituales yCaciques de la Nación Mbya Guara-ní, que preside Pablo Villalba, autori-zaron la medicina natural guaraní yrezos a Tupá y formaron un grupo depresión para que el niño no fueraoperado.

Una decisión relativamente simplepara intentar salvar la vida del niñopronto se transformó en una discu-sión compleja acerca de los derechosindígenas, la diversidad cultural, losderechos humanos y las medicinastradicionales.

Curiosamente, el estado argentino,representado por la jueza Alegre ypor el Hospital Gutiérrez, fue puestoen el papel del villano porque estabaabusando de los "débiles indígenas"al sostener el único modo conocidopara que Julián tuviera alguna espe-

CHAMANISMO, PSEUDOMEDICINAS,

ROMANTICISMO Y EL TRIUNFO DE LA RAZÓN

Carlos A. Quintana, Asociación para la Difusión del Pensamiento Racional de Mar del Plata -www.adepensar.cjb.net-

“Pero dado lo grave de la enfermedad, y la poca eficacia que históricamente tuvieron las terapéuticas divinas, noparece razonable dejar a Julián solo en manos de un dios, por ancestral que éste sea.” (Leonardo Moledo)

Una decisión relativa-mente simple para inten-

tar salvar la vida delniño pronto se transfor-

mó en una discusióncompleja acerca de losderechos indígenas, ladiversidad cultural, los

derechos humanos y lasmedicinas tradicionales.

Entre julio y septiembre de 2005 se generó en Argentina una situación insólita que trascendió anumerosos medios de comunicación masiva: se discutía si a un niño con una grave dolencia sele debería realizar la única práctica médica posible para sanarlo o dejarlo morir siguiendo las cre-encias de sus padres y de otros adultos de su comunidad.

el escéptico75

ranza de vida. Su cardiopatía era tangrave que irremediablemente iba amorir en poco tiempo si no se le ope-raba; a pesar de ello, la fuerte oposi-ción de los jerarcas guaraníes y degrupos ambientalistas retrasó laintervención durante varios meses.La negativa de los padres, basada enel oportuno sueño premonitorio delcacique Benítez, causó que en elHospital Gutiérrez se realizaranacciones médicas para sostener lavida del niño sin operarle y que setratara el caso en el Comité de Bioé-tica, incluso con la presencia delopyguá Pablo Villalba.

Para ayudar a Julián, este guía espiri-tual supremo de los Mbya Guaraní

sólo se limitó a organizar un rezoritual, el tangará, dentro de su tem-plo, el opy. Es de destacar que Villal-ba es un anciano que pudo llegar alos 105 años graciasa que los "médicosblancos" le efectua-ron un bypassdurante una opera-ción que, en sucaso, no involucra-ba conflictos cultu-rales.

Estos sucesos ocu-rrieron en un momento en que lascomunidades indígenas "están enproceso de reconstrucción de autori-dades ancestrales. Ellos están decidi-

dos a luchar por el respeto a su cos-movisión, sus derechos preexisten-tes", según comentó Mariano Antón,el director de Asuntos Guaraníes de

Misiones.

Antón se preocupópor cuidar al niñosin que sus padresy sacerdotes se sin-tieran agredidoscul tura lmente ,pero se encontróen un clima quevulneraba los lími-

tes razonables del relativismo cultu-ral, ya que, en opinión de este autor,el respeto por las prácticas ances-trales no está sostenido por un argu-

Chamanismo, pseudociencias, romanticismo...

La jueza Alegre basó sudecisión en que la medi-cina tradicional no ayu-daría al niño y que enArgentina la salud esresponsabilidad del

Estado antes que de losfamiliares o de la comu-

nidad de origen.

Fotografía de varios chamanes haida, de la web Haida: Children of Eagle and Raven, www.civilization.ca/aborig/haida/haindexe.html

el escéptico 76

mento que justifique su predominiofrente a la vida.

En este contexto difícil los médicosevaluaron la posibilidad de que elniño fuera tratado por algún métodoque no implicara la operación1, perosu estado de salud hacia mediadosdel mes de septiembre era crítico yfinalmente la jueza Alegre autorizóla intervención2. Los padres insistíanen regresar a El Soberbio, en Misio-nes, para intentar curarlo con losmétodos de la comunidad PindóPoty o al Hospital de Posadas, por-que considerabanque allí hay mejo-res 'energías espiri-tuales' "Queremoscurarlo con losrezos de nuestroopyguá y si semuere es porque lodecidió Ñamandú(Dios)"3. Pero lamediación deMariano Antón, yla explicación deque Julián se moriría si no lo opera-ban, finalmente lograron que lospadres aceptaran de mejor talante laorden de la jueza. La doctora Alegrebasó su decisión en que la medicinatradicional no ayudaría al niño y queen Argentina la salud es responsabi-lidad del Estado antes que de losfamiliares o de la comunidad de ori-gen.

La intervención duró cinco horas eimplicó un equipo de once médicosde élite de la cardiología pediátricade América Latina, encabezado porAndrés Schlichter, jefe de cirugíacardiovascular del Hospital Gutié-rrez, quien debió retirar varios tumo-res que obturaban casi totalmente elcorazón. "No cabe duda de que estechico no tenía ninguna posibilidadde sobrevivir si no se le operaba",expresó el cardiólogo4,5. La interven-ción fue un éxito pero el doctor Car-

los Cánepa, director del hospital, selamentó porque "el postoperatoriosería más difícil por el estado de des-nutrición con que Julián llegó al hos-pital": el niño tenía casi la mitad delpeso que le correspondería por suedad6. Finalmente, el pequeño regre-só a su provincia durante el mes denoviembre7.

Apesar de toda la situación que llevóa que se le salvara la vida a Julián, adiferencia de lo que ocurrió con susotros dos hermanos fallecidos, algu-nos jerarcas guaraníes todavía consi-

deraban que todoesto supuso unaviolación de susderechos. Durantela operación, elanciano Benítez sequejó porqueJulián fue sacado"por la fuerza" desu comunidad, porlo que aseguró quehay "discrimina-ción" contra los

guaraníes, y durante las dos semanasprevias a la intervención variosmiembros de la comunidad PindóPoty reclamaron "respeto" por susculturas y sus tradiciones.

Sin embargo, no existió, por parte dequienes representa-ron al Estado, uncuestionamiento omenoscabo por lacultura o las tradi-ciones indígenas;por el contrario, serealizaron ingentesesfuerzos para queun integrante de la etnia guaraní con-servara la vida, tras fracasar los ritua-les y la "medicina tradicional".

Julián habría sido excluido realmen-te si, desde el Estado, se hubieraalentado su discriminación por serindígena, y que el cuidado de la salud

de los integrantes de su comunidadse basara sólo en el curanderismo yen sus rituales tradicionales, y que ladel resto de los argentinos se basaraen el uso de la medicina que se ense-ña en las universidades.

Es de resaltar el coraje cívico y elhumanismo de varios actores de estecaso, tanto del agente sanitario quedetectó el problema, de los médicosde Posadas que alertaron acerca de laausencia del niño, de la jueza quegeneró el marco legal para que final-mente fuera operado, como de losmédicos del Hospital Gutiérrez.

Estos últimos fueron los que plante-aron un ejemplo de ética y solidari-dad ya que, tras el pequeño, habríansido los más expuestos si la interven-ción hubiera fallado. Desde el princi-pio aclararon que se trataba de unaoperación de "alto riesgo", y que elniño podía fallecer en el intento, peroque sin ese tratamiento se moríaindudablemente. Los médicos bus-caron el modo de tratarlo sin "abrirleel pecho", de solicitar un intérpretepara comunicarse con los padres, delidiar con la presión de los jerarcasindígenas, con la de los medios y delas agrupaciones ambientalistas,cuando sólo debían concentrarse enel asunto de salud.

Esta operación quecomprendía abrir elcorazón mientrasse irrigaba externa-mente de sangre alniño, era marcada-mente arriesgadapor lo que era pro-

bable que el niño muriera en la salade cirugía. Posiblemente los médicosse enfrentaron a un dilema: ¿abando-nar al pequeño a una muerte segurapero respetando, en apariencia, sucultura milenaria? ¿o intentar curarlomediante la medicina científica, aúna riesgo de su vida? Sabían que si la

No existió, por parte delos representantes delEstado, un menoscabo

de las tradiciones indíge-nas; por el contrario, se

realizaron ingentesesfuerzos para que unintegrante de la etniaguaraní conservara lavida, tras fracasar losrituales y la "medicina

tradicional".

Este caso debería serparadigmático acercadel peligro social del

pensamiento irracionalcomo el argumento

milenarista, el principiode precaución o el relati-

vismo extremo.

el escéptico77

operación fracasaba, además deltrauma de perder a un paciente, esta-rían en el centro de las críticas y delas acusaciones protagonizadas porindigenistas, ecologistas y curande-ros por la muerte de Julián.

Y seguramente sería un caso para-digmático que retrasaría el cuidadode la salud en las zonas marginadasde Argentina. Entre tanto, un repre-sentante de la Nación Guaraní, Jeró-nimo Duarte, dijo que"si falla la medicinaoccidental sería unadecepción muy grandepara las comunidades" yque la confianza perdidadifícilmente se podríavolver a recuperar8.Finalmente, y a pesar delas presiones, no preva-leció la opción mágica.

Durante este procesorondaron ideas irracio-nales esgrimidas poralgunos de los actoresinvolucrados, y si bienno se precisaron explíci-tamente, sus afirmacio-nes permiten referirse aconceptos que, aunquevigentes, son perjudicia-les para nuestra socie-dad. En este caso, elrelativismo culturalextremo se combinó conel milenarismo y con elprincipio de precaución(tan invocado por losambientalistas para dete-ner el progreso científicoy tecnológico).

La mala interpretación del relativis-mo cultural llevó a que se discutierael uso de la "medicina tradicionalguaraní" o de la "medicina blanca"como si fueran opciones igualmenteválidas. Por temor a transgredir eldiscurso políticamente correcto

nadie hizo manifiesta la idea de quela medicina tradicional guaraní sóloes un conjunto de creencias carentesde valor curativo mientras que la"medicina blanca" no existe. En todocaso se trata de la medicina "a secas"o, siendo redundante, la medicinacientífica. Muchos de los actores delcaso confundieron el respeto a la cre-encia de las tradiciones guaraníescon el respeto a la salud y de la vida.Es decir, consideraron que la fe en un

determinado suceso es suficientepara su ocurrencia en la realidad, lasalud de Julián en este caso. La con-fusión de los aspectos tangibles de larealidad con los metafísicos escomún entre quienes practican disci-plinas esotéricas, lo cual en últimainstancia trata de la incapacidad para

diferenciar lo real de lo imaginario.La intervención de grupos ambienta-listas radicales y del imaginario NewAge incorporaron el argumentomilenarista, es decir, que las prácti-cas curanderiles indígenas deben serrespetadas sólo por el criterio de anti-güedad, lo cual es arbitrario ademásde infundado. El dejar librado a susuerte a un niño moribundo sólo porser indígena nos remite a la teoría delbuen salvaje de Rousseau9, que afir-

ma que todo tiempoanterior a la industriali-zación fue mejor, por loque la medicina chamá-nica debería ser suficien-te para curar a Julián. Sinembargo, la capacidadcurativa de las "medici-nas tradicionales" o"medicinas indígenas"es pobre, de hecho elpropio Julián tambiéncorrió riesgo de vida porsu estado de desnutri-ción, a pesar de la "sabi-duría ancestral". Losrituales divinos no curany abandonar a un enfer-mo a esta "terapéutica"es criminal, mientras quehacerlo basado en sucondición de indígena esdiscriminatorio.

En este contexto, el prin-cipio de precaución, invo-cado por un sueño premo-nitorio, se manifestó aler-tando que no se debíausar la "medicina blan-ca" porque sería perjudi-cial para un integrante de

una comunidad indígena. Indepen-dientemente de las imposturas másburdas, estas ideas tienen ciertoarraigo en parte de la intelectuali-dad argentina por la vigencia delas modas New Age. Pero también apartir del prestigio del escritor Ernes-to Sábato que, aunque colaboró con

Chamanismo, pseudociencias, romanticismo...

el escéptico 78

la dictadura militar vernácula másferoz* y afirmó que "la inteligenciano sirve para nada", suele ser consi-derado como un pensador progresis-ta. Su ensayo La Resistencia10 posi-blemente haya jugado algún rol enquienes aceptaron la falacia milena-rista y la de precaución infundada yen el ánimo de los que actuaron con-tra el tratamiento médico del niño.Ese ensayo romántico reivindica lasvirtudes del pasado e impugna elprogreso, la tecnología y la medici-na, acusando a los médicos de feti-chistas de las máquinas. ¡Hasta lasreflexiones de un supuesto pensadorde vanguardia sostenían un climadesfavorable a la ciencia! Mientras

tanto, las acciones de algunos ecolo-gistas remiten a las ideas del anarco-ambientalista John Zerzan, quiendefiende el regresoa la vida del paleo-lítico con argumen-tos basados enconocimiento cien-tífico, pero que esusado tendenciosa-mente, tergiversa-do y deliberada-mente mal inter-pretado11. Básica-mente Zerzan pro-pone "un futuroprimitivo" es decir regresar al modode vida previo a la agricultura, sin

importarle que en esos tiempos losniños morían por patologías menoscomplicadas que la que tuvo Julián.

El argumento milenarista, el relati-vismo mal interpretado, el desprecioromántico a la medicina y el princi-pio de precaución llegaron al ámbitooficial: el mismo día que la juezaautorizó la intervención quirúrgica,la Defensora de Menores e Incapa-ces, Ernestina Storni, promovió judi-cialmente una acción de 'Protecciónde Persona' del pequeño de origenguaraní. Esto comprendía la posibili-dad que el niño no fuera operadoporque "esta delicadísima situación,en la que nos encontramos con pau-tas culturales de largo arraigo, mere-ce respeto para una comunidad y suscreencias que deberán ser atendi-das"12. Las instituciones indígenas,sus abogados y sacerdotes, las agru-paciones ambientalistas y también ladefensora oficial no pudieron inter-pretar que no era sensato confiar enuna creencia, por más antigua, tradi-cional o indígena que fuera, para tra-tar la grave enfermedad del niño,sobre todo conociendo la ineficacia ylos resultados adversos a la salud quehan tenido las practicas chamáni-cas13.

Este caso debería ser paradigmáticoacerca del peligro social del pensa-miento irracional, como el argumen-

to milenarista, elprincipio de pre-caución o el relati-vismo extremo.Estas premisas deli r r ac iona l i smoreciente podrían serincluidas en laagenda de debatede las asociacio-nes escépticas (talcomo propone eleditorial de El

Escéptico n° 16 con algunas versio-nes del ecologismo) en tanto que las

El incidente del niñoguaraní también debe-

ría servir como referen-cia de un problema

resuelto con éxito alser analizado desde unpunto de vista despro-visto del componente

supersticioso y deideas mágicas, y enca-rado con coraje social.

el escéptico79

imposturas no se encuentran sola-mente en prácticas incultas como laquiromancia, el espiritismo o el tarot.

El incidente del niño guaraní tam-bién debería servir como referenciade un problema resuelto con éxito alser analizado desde un punto de vistadesprovisto del componente supers-ticioso y de ideas mágicas, y encara-do con coraje social. Tanto los médi-cos de Misiones, como los de Bue-nos Aires, hubieran estado más dis-tendidos excusándose por "razonesde conciencia" y dejando que lospadres llevaran al niño a morir en laselva. La jueza pudo seguir un cami-no similar. Pero decidieron confiaren la medicina científica, basada enlas pruebas y no en las creencias, yconsideraron a Julián como un ciu-dadano argentino pleno y que debíandefender su vida a pesar de las falsasacusaciones de discriminación y a lafuerte exposición del "choque cultu-

ral". Esta vez las predicciones mile-naristas, los argumentos anticientífi-cos y el pensamiento mágico fueronsuperados por el conocimiento cons-truido con la razón y el esfuerzohumano.

NOTAS1,- Página 12, 12-08-05. "ParaJulián, la cirugía puede esperar". 2,- Clarín, 16-9-05. "La Justiciaintervino para que los médicos ope-raran a un chico guaraní".3,- Misiones on Line 12-09-05."Autorizarían el traslado del niñombya a Misiones".4,- Clarín, 17-09-05. "Mejora elchico guaraní operado".5,- Página 12, 16-09-05. "Los guara-níes aceptaron el bisturí de los blan-cos".6,- La Prensa, 16-9-05. "El niño gua-raní con 2 tumores cardíacos fueoperado con éxito".

7,- Clarín, 25-10-05. "Dan de alta albebé guaraní operado". 8,- Misiones on Line, 15-09-05,"Afirman que si la medicina blancafalla, sería una gran decepción paralas comunidades guaraníes".9,- Rousseau, Jean-Jacques, 2001.Discurso sobre las artes y las cien-cias. Ed. El Ateneo.10,- Sábato Ernesto, 2000. La Resis-tencia. Seix Barral.11,- Zerzan John, 1994. Future pri-mitive and other essays. Autonome-dia (New Autonomy Series).12,- El Diario Digital, 20-10-05."Promueven "protección de persona"para niño guaraní internado en laCapital Federal".13,- Página 12, 19-8-05. "Julián".* Nota del Editor: Ignoramos desdela redacción a qué colaboración deSábato se refiere exactamente elautor.

Chamanismo, pseudociencias, romanticismo...

Ilustración de Joan Gómez

el escéptico 80

Y para eso tenemos www.godisimaginary.com, unsitio web dedicado exclusivamente a esa tarea. Dioses imaginario y la oración es superstición pura, repi-ten machaconamente los anónimos autores. Lo mues-tran de innumerables formas; desde la imposibilidadlógica de ser omnisciente, omnipotente y perfecto almismo tiempo, hasta los errores garrafales de laBiblia. Lo muestran incluso con un sencillo y demo-ledor video explicativo sobre plegarias y herradurasde la suerte (www.godisimaginary.com/video.htm).

El texto citado al principio pertenece a la prueba 33,titulada "contempla la crucifixión". En godisima-ginary.com encontraremos 50 "pruebas" (en reali-

dad, argumentos) contra la religión y sus pretensiones. Aéstas hemos de sumar las de otro sitio web siamés, entre-lazado con el anterior: www.whywontgodhealampute-es.com ("por qué Dios no va a curar a los amputados,punto com"). El estilo de las explicaciones es extremada-mente simple y directo, reiterativo, apropiado para perso-nas sin demasiada formación y para niños y adolescen-tes. Exento, por tanto, de florituras dialécticas y profun-didades filosóficas, pero no de ironía y sentido delhumor.

¿De qué dios estamos hablando? Casi siempre, del diosdel cristianismo en sus diferentes versiones. Varias de las"pruebas" del sitio se refieren a la figura de Jesús. Elresto de las religiones tienen apariciones escasas, aunquela mayor parte de los argumentos cristiano-céntricos pue-den ser traducidos a otros credos. Tampoco se trata eneste sitio web de esos dioses "descafeinados", reconstrui-dos e impersonales, a veces llamados "dioses de los filó-sofos". No; se trata del dios real. Bueno, quiero decir, deldios que es real, al menos, para la mayoría de los creyen-tes. El dios que te da un alma, te juzga, te lleva a la otravida, escucha tus oraciones, etcétera.

¿Y por qué tanto empeño en hacer ver a los creyentes quesu objeto de adoración es pura fantasía? Según los auto-res de www.godisimaginary.com, la religión es responsa-ble de múltiples "disfunciones sociales". Véase para ellola Prueba 24. Estadísticamente, la alta religiosidad en lassociedades democráticas (con los Estados Unidos a lacabeza), se correlaciona con altas tasas de homicidio,mortalidad juvenil, enfermedades de transmisión sexual,embarazo prematuro y aborto, etc. Asimismo, los paísescon menor fervor religioso y abundancia de ateos sonprecisamente aquellos con mayor nivel educativo y espe-

guía digital

"Esos malvados humanos ahí en la Tierra... odio lo que hacen. Tanto pecado...

Como soy omnisciente sé exactamente lo que hacen y comprendo exactamente por qué cometen cada pecado. Yaque los he creado a mi imagen y he programado personalmente la naturaleza humana en sus cerebros, soy el autordirecto de todos esos pecados. En el instante mismo en que los creé, sabía exactamente qué iba a ocurrir con cadauno de los seres humanos cada nanosegundo y durante toda la eternidad. Si no me hubiera gustado lo que iba a resul-tar, simplemente podría haberlos creado de otro modo. Y, como soy perfecto, sé exactamente lo que hago. Pero igno-ra todo eso. Odio a toda esa gente que hace exactamente lo que yo, con toda perfección, he designado que hagan,sabiendo que lo harían desde el momento en que los creé. ¡LOS ODIO! Intenté matar a todos los humanos y anima-les durante el diluvio, pero eso, ciertamente no solucionó el problema.

De modo que esto es lo que voy a hacer. Inseminaré artificialmente a una virgen. Ella dará a luz a una versión encar-nada de mí mismo. Los humanos acabarán crucificando y asesinando a mi yo encarnado. Eso, por fin, me hará feliz.Sí; me envío a mí mismo ahí abajo y hago que los humanos me crucifiquen, eso me satisface. Me siento mucho mejorahora".

Demostrarle a un creyente (o, a veces, a un agnóstico) que Dios no existe es tarea difícil, por no decir imposible. Esmucho mejor utilizar experimentos científicos, analizar las contradicciones, incoherencias y absurdos de la religión,para probar que Dios cumple todas las características de los seres de la fantasía... y carece de cualquiera de los ras-gos de los seres reales.

Ernesto J. Carmena

Dios es imaginario

ranza de vida, aquellos donde los salarios están mejorrepartidos, donde la igualdad entre sexos está másavanzada, donde hay menos homicidios y donde seayuda más al tercer mundo. En este punto, www.godi-simaginary.com no está siendo cuidadoso: ¡está dandopor supuesto, sin justificación apropiada, que esascorrelaciones estadísticas corresponden a relacionescausa-efecto!

La página propone la acción, la difusión, propagar lapalabra. Declamar "Dios es imaginario; la plegaria espura superstición" a la mínima oportunidad que se nospresente. Pretende servir como punto de partida de unagran campaña propagandística basada en el pensamientocrítico. El objetivo: invertir la proporción de creyentes yateos en el mundo y convertir la religión en algo extrañoy minoritario. Dado el enorme poder del adversario,semejante empresa puede sonar absurda e imposible de

lograr, pero -argumentan- también lo parecía que lasmujeres tuvieran derecho al voto hace ya algunos años, ysu campaña también fue ridiculizada al principio. Y fijé-monos en cómo han cambiado las cosas con el tabaco,dicen. Antes, casi todo el mundo fumaba como carrete-ros y lo hacía en todas partes.

¿Y si mañana rezar se convierte en algo tan mal vistocomo hoy el fumar en los EEUU? ¿Estamos ante unosingenuos o ante unos auténticos precursores?

“A medida que la gente examina abiertamente el hechode que 'Dios' y 'Alá' son completamente imaginarios, elmundo se va convirtiendo en un lugar mejor. Quienescreen en la religión parecen cada vez más y más necios.Al final, la religión se convierte en una actividad margi-nal y sin sentido.”

el escéptico81

Dios es imaginario

el escéptico 82

¿Las primeras respuestas a esta cues-tión las encontramos en relatos fan-tásticos, algunos de los cuales hanllegado a mediados del siglo pasadoal cine y la televisión1. En todos ellosse han propuesto formas de vidadiferentes, intentando sustituir loselementos más comunes de la nues-tra por otros análogos, basándose ensus propiedades químicas. Planetasalejados podrían contener lagos deamoníaco líquido que hiciera las fun-ciones del agua en la Tierra o maresde sulfuro de hidrógeno (mal llama-do ácido sulfhídrico) donde nacierauna vida utilizando el azufre en lugardel oxígeno.

De todas estas formas de vidaalternativas, propuestas por lasmentes más imaginativas, inten-tando —justo es admitirlo— argüirrazones científicas, la que más adep-tos ha encontrado siempre es aquéllaen la que el átomo de carbono seremplaza por el de silicio.

Puesto que se podría escribir muchosobre las formas de vida alternativas,en este artículo me referiré única-

mente a ésta última e intentaré expo-ner las razones por las que resultaríaaltamente improbable una vida basa-da en el silicio.

Antes de que se me acuse de huma-no egocéntrico incapaz de admitiralgo diferente de lo ya conocido yestablecido y, por ende, de científicode mente estrecha, debo puntualizaruna idea básica, bien admitida ydemostrada, sobre la que basaré misargumentaciones. Ésta no es otrasino que en todo el Universo, porgrande que éste sea, rigen las mismasleyes de la Física y, por extensión, dela Química. Esto es, que aunquenuestro todavía desconocido extrate-rrestre los llame por otro nombre, los

elementos químicos que puedan con-formar la materia conocida serán losmismos: estarán formados por lasmisma partículas subatómicas y seregirán por los mismos principiosque conocemos en la Tierra.

No olvidemos que los seres vivoscontienen en su mayor parte agua, esdecir, átomos de hidrógeno y de oxí-geno. Sin embargo, para que la vidaexista en la Tierra es necesaria la pre-sencia de compuestos de carbono. Elcarbono puede combinarse con elhidrógeno para formar compuestostan sencillos como el metano (CH4)y otros con un gran número de áto-mos como el nonacontatrictano(C390H782). Compuestos con estruc-turas más complejas ya sea en núme-ro de átomos, en estructura o enambos son capaces de almacenarenergía (como las moléculas de ADPy ATP) o información (como elADN, a la sazón protagonista deldenominado “dogma central” de laBiología). Dichos derivados de car-bono, a la par que estables, son sufi-cientemente reactivos como parapoder ser modificados por los seres

Cualquier forma de vida conocida hasta la fecha está basada en la química del carbono; de ahí, incluso, que adicha rama de la Química se la denomine Química Orgánica, por su relación con los organismos vivos. Sin embar-go, aunque no se conoce ningún tipo de forma de vida extraterrestre (al menos cuya existencia haya sido proba-da a través de métodos científicos más allá de cualquier duda razonable), cabe preguntarnos si sería posible, enel espacio exterior, encontrar formas de vida basadas en otros elementos y compuestos químicos diferentes deaquéllos en los que se basa la existente en nuestro planeta.

¿¿ PP OO RR QQ UU ÉÉ NN OO EE SS PP RR OO BB AA BB LL EE UU NN AA VV II DD AABB AA SS AA DD AA EE NN EE LL SS II LL II CC II OO ??

Cabe preguntarnos sisería posible, en el

espacio exterior,encontrar formas de

vida basadas en otroselementos y compues-tos químicos diferen-tes de aquéllos en losque se basa la existen-te en nuestro planeta.

Pedro Merino, Departamento de Química Orgánica, Universidad de Zaragoza, [email protected]

el escéptico83

vivos en pos de su supervivencia.Todas estas propiedades son únicaspara los compuestos derivados delcarbono. Ningún otro elemento aglu-tina todas ellas por sí mismo2.

El compuesto más parecido, en prin-cipio, al carbono es el situado inme-diatamente debajo de él en la tablaperiódica, lugar que corresponde alsilicio. ¿Qué ocurriría entonces siintercambiamos el silicio por el car-bono y dejamos todo lo demás comoestá? El silicio también es capaz deformar largas cadenas consigo

mismo o con otros elementos comoel oxígeno (¿quién no ha oído hablarde las siliconas?). También, al igualque el carbono, el silicio es capaz decombinarse tanto con hidrógenocomo con oxígeno, por lo que podríaformar compuestos alternativos a loshidrocarburos y al dióxido de carbo-no, respectivamente. Entonces, ¿cuá-les son las razones para el título deeste artículo?

Si queremos entender por qué lasrazones expuestas anteriormente noson suficientes para defender una

posible vida basada en el silicio,debemos hacer un análisis muchomás detallado de las comparacioneshechas anteriormente. Si hemos depreguntarnos si la vida basada ensilicio existe, también deberíamospreguntarnos por qué no existe aúncuando el silicio es el segundo ele-mento químico más abundante en laTierra (y mucho más abundante queel carbono).

Es cierto que el silicio, al igual que elcarbono, es capaz de formar enlacesconsigo mismo: incluso tiene lamisma valencia (cuatro) por lo que eltipo de estructuras que puede formarson las mismas que las del carbono.Eso es porque ocupa la posicióninferior al carbono en la tabla perió-dica y eso quiere decir que compartemuchas de sus propiedades quími-cas. Por ejemplo, al igual que el car-bono, el silicio puede formar cuatroenlaces con sendos átomos de hidró-geno, formando así el silano (SiH4).Otras propiedades químicas, en cam-bio, precisamente por estar en la filainmediatamente inferior de la tablaperiódica, son muy diferentes. Unade ellas es el tamaño. El átomo desilicio tiene ocho electrones más queel de carbono y su radio atómicomide 0,118 nanómetros (nm) encomparación con el del átomo decarbono que es de 0,077 nm. Esadiferencia de radio atómico se tradu-ce en una mayor distancia de enlacequímico entre átomos de silicio(0,250 nm) que entre átomos de car-bono (0,154 nm) y , por ello, el enla-ce silicio-silicio es sólo la mitad defuerte (energía de enlace3: 327kJ/mol) que el enlace carbono-carbo-no (energía de enlace: 607 kJ/mol),así que las cadenas complejas de sili-cio no tendrían la estabilidad sufi-ciente para formar estructurascomplejas compatibles con la vida.Por otra parte, la gran afinidad

¿Por qué no es probable una vida basada en el silicio?

Una recreación del “Hombre de Silicio” para la portada de «Redención no contesta»en la obra de ciencia ficción “La Saga de los Aznar” de G.H.White, donde se describeuna raza de estas criaturas. www.silente.net

el escéptico 84

del silicio por el oxígeno va en con-tra de una vida basada en el primero4.El dióxido de silicio no es soluble enagua, mientras que el dióxido de car-bono sí que lo es y la energía de enla-ce silicio-oxígeno es mucho mayorque la del enlace carbono-oxígeno5.

Por sí mismas, todas estas razonesson ya suficientes para justificar porqué el carbono se encuentra presenteen todas las formas de vida de la Tie-rra y el silicio sólo forma rocas (algu-nas de ellas de gran belleza, desdeluego, pero siempre inanimadas).

Pero hay más razones por las que elsilicio no es, en absoluto, compara-ble al carbono. Los enlaces que elcarbono puede formar consigomismo pueden ser sencillos o múlti-ples (dobles y triples). En términosquímicos eso es fundamental para lareactividad de los compuestos que,siendo muy estables, pueden reac-cionar químicamente con otrasmoléculas para transformarse encompuestos diferentes siempre ycuando se den las condiciones ade-cuadas. El silicio, por el contrario,sólo forma enlaces sencillos consigomismo y ni siquiera son suficiente-mente estables para mantener la inte-gridad de moléculas grandes.

El carbono también puede formarestructuras cíclicas, bien sólo conátomos de carbono (como el bence-no) o en combinación con otros ele-mentos (como en los carbohidratos).El silicio no forma compuestos cícli-cos. Es demasiado grande para ello ylas estructuras cíclicas serían tremen-damente inestables.

Es en la combinación del elementoclave (carbono o silicio) con los áto-mos que forman la molécula másimportante de la Tierra (el agua)donde encontramos las mayoresdiferencias. Los compuestos forma-dos por carbono e hidrógeno (hidro-

carburos) son estables en presenciade oxígeno, pero bajo determinadascondiciones pueden combinarse conél para formar otros compuestos,incluyendo dióxido de carbono yagua en una reac-ción que es la basede la producciónenergética de nues-tro planeta. Por elcontrario, los com-puestos formadospor silicio e hidró-geno (silanos) seinflaman espontá-neamente en presencia de oxígeno,por lo que su reactividad es difícil-mente controlable y dichos com-puestos serían de dudable existenciaen un mundo con abundante oxíge-no. Podemos intercalar átomos deoxígeno en las cadenas de silicio ytendríamos siliconas. Éstas sonmucho más estables, es cierto, por loque podrían formar estructuras máscomplejas que serían también muyresistentes6. Sin embargo, dichasestructuras serían, precisamente porsu alta estabilidad, difícilmentetransformables en otras sustancias.Por último, los derivados de siliciomás estable son aquéllos que, ade-más de combinarse con oxígeno, lohacen con cationes metálicos, for-mando silicatos, compuestos dema-siado estables para ser modificadospor un ser vivo.

Desde luego podemos pensar quetodos estos problemas quizá fueransolucionables en un entorno determi-nado y adecuado, pero ¿cuál deberíaser ese entorno?. Desde luego tendríaque tener una abundante fuente de

silicio (de lo contrario, una vidabasada en silicio tendría bastantesproblemas). Pero también necesitaríauna cierta diversidad de otros ele-mentos básicos como hidrógeno,

oxígeno, azufre yfósforo. Y, enton-ces, si tenemosesos elementos yagua, ¿qué evitaríaque se formara lavida basada en elcarbono?

En definitiva, lavida en la Tierra se debe a una seriede pequeñas coincidencias (si esposible llamarlas así) que establecenunas condiciones idóneas para que seproduzca. El simple intercambio deun átomo por otro es algo demasiadosencillo como para que se puedapensar en una alternativa y que todofuncionara de la misma forma. Porcitar un solo inconveniente, habríatambién que pensar en otro mediodisolvente, análogo al agua de la Tie-rra, que fuera el complemento idealde los compuestos de silicio. Y todoello, a su vez, en un mundo que pro-porcionara unas condiciones muyparticulares (no necesariamenteiguales a las de la Tierra). Encontraresas condiciones es muy difícil perodada la magnitud del Universo quizáno imposible.

Lo que sí resulta bastante impensa-ble es que la vida extraterrestre, siexiste, sea en su base molecular (ysólo en ella, ya que no tratamos aquíacerca de sus posibilidades intelec-tuales) muy diferente a la de la Tie-rra. En tal caso, debería ser comple-tamente distinta a la vida que cono-cemos. Mediante una visión soñado-ra de la Química podría parecer posi-ble, pero todas las evidencias apun-tan en la dirección opuesta, por loque su existencia cae definitivamen-te en el terreno de la especulación. Yello porque, como he comentado

El silicio sólo formaenlaces sencillos con-sigo mismo y ni siquie-

ra son lo suficiente-mente estables comopara mantener la inte-gridad de moléculas

grandes.

Lo que si resulta bastan-te impensable es que la

vida extraterrestre, siexiste, sea en su base

molecular muy diferentea la de la Tierra.

el escéptico85

al principio de este artículo, lasleyes de la Naturaleza que rigen en laTierra son las mismas para el restodel Universo.

NOTAS1. Uno de los más conocidos es un episo-dio de la serie Star Trek en el que tienenque enfrentarse a una especie de vida basa-da en el silicio denominada Horta, nativadel planeta Janus VI y descubierta por laFederación en 2267 gracias al oficial cientí-fico Spock de la nave Enterprise.2. Efectivamente, la posibilidad de combi-narse para formar un gran número de com-puestos es única en el carbono. En la tablaperiódica hay más de 110 elementos cono-cidos. Si exceptuamos el carbono, se cono-cen más de 50.000 posibles compuestosquímicos, combinación del resto de los ele-mentos, conocidos como compuestos inor-gánicos. Sin embargo, cuando incluimos elcarbono, el número de compuestos ascien-de a más de seis millones, y eso que en esenúmero no se incluyen los compuestos degran complejidad directamente relaciona-

dos con los seres vivos, esto es, proteínas,carbohidratos y ácidos nucleicos. Sólo ellosya son también varios millones, lo que haceque la proporción entre compuestos inorgá-nicos y orgánicos sea ciertamente pequeña.3. Datos para moléculas diatómicas en fasegaseosa a 273 K. La distancia de enlace C-C en el carbono elemental (grafito) es de0,143 nm. En el silicio elemental es de0,235 nm.4. Una prueba adicional la encontramos enJúpiter. Con una atmósfera rica en hidróge-no no se ha observado la presencia de sila-no en el planeta, donde a pesar de la abun-dancia de hidrógeno todo el silicio seencuentra en forma de óxido de silicio(comúnmente denominado sílice o arena).Otros estudios han revelado la presencia desilicatos en meteoritos y comentas y, sinembargo, no se ha encontrado ningún rastrode silanos o siliconas, por lo que la presen-cia de compuestos de silicios que conten-gan hidrógeno es altamente improbable.5. Para los que tengan conocimientos deQuímica hay que añadir, además, que elsilicio cuando se combina con el oxígenopara dar lugar al dióxido de silicio (el com-ponente mayoritario de la arena) forma una

estructura tridimensional de gran estabili-dad muy parecida a la del diamante. Existeotra gran diferencia entre el carbono y elsilicio en su combinación con el oxígeno.Mientras que el silicio lo hace a través deenlaces sencillos, el carbono forma enlacesmúltiples con el oxígeno que, lejos deaumentar su estabilidad, favorece su reacti-vidad química, fundamental, entre otrascosas, para la fotosíntesis.6. El extraterrestre de la película Alien: eloctavo pasajero, y sus sucesivas secuelas,tenía como fluido sanguíneo un ácidocorrosivo que el ser vivo podía soportarprecisamente por tener tejidos de silicona.Esta idea fue copiada de la serie Star Trek,ya que el organismo Horta secretaba unácido muy corrosivo para moverse a travésde la roca (ver nota núm. 1). En cualquiercaso, resulta difícil pensar cuál sería sufuente de alimentación que contuvieraabundante silicio y cómo su metabolismolo transformaría en siliconas en el espacioexterior donde no hay oxígeno... por men-cionar sólo un par de incongruencias cientí-ficas en relación con esa hipotética formade vida.

¿Por qué no es probable una vida basada en el silicio?

el escéptico 86

EL SUDARIO DE CADOUINCadouin es una villa de Périgord,uno de los lugares de Francia dondemejor se come, y además con unaexcelente relación entre calidad yprecio. Está situada entre las locali-dades de Bergerac y Sarlat. La villase desarrolló en torno a una abadíacisterciense fundada en 1115.

En el siglo XII era práctica comúnque los monasterios e iglesias impor-tantes tuvieran reliquias. Es más, nose podía fundar ninguna nueva igle-sia sin sus correspondientes reli-quias. La más significativa de la aba-día de Cadouin era nada menos queel santo sudario que había cubierto lacara de Cristo, tal como se cuenta enel Evangelio de San Juan.

Una reliquia tan importante habíallevado a numerosos peregrinos aCadouin durante la Edad Media,pero en 1866 las peregrinacioneshabían decaído mucho. Los peregri-nos se concentraban especialmente

en tres días del año: 15 días despuésde Pascua, Pentecostés y el 8 de sep-tiembre, fechas en que se llevaba acabo la ostensión —palabra rara,pero se dice así— del santo sudariopúblicamente y la reliquia era lleva-da en procesión.

El 5 de septiembre de 1866, tres díasantes de la ostensión habitual, fue undía especial pues monseñor Dabert,obispo de Périgueux, quiso relanzarel peregrinaje del santo sudario, paralo cual llenó el día de actos religio-sos, y uno de ellos fue el traslado dela reliquia desde el cofre que lo habíaalbergado a otro mucho más lujoso ydigno de su importancia. El nuevorelicario es impresionante y en laactualidad puede verse en el Museodel santo sudario, en la sala capitulardel claustro de la abadía de Cadouin.

El obispo tuvo éxito en su intento derelanzamiento de la peregrinación. Apartir de ese día, y hasta 1934, losperegrinos que marchaban a ver el

santo sudario fueron en aumento,ayudados sin duda por la mejora delos transportes.

La abadía de Cadouin fue fundadapor el anacoreta Gérard de Salles. Ensus orígenes, ni la abadía ni el eremi-ta pertenecían a ninguna orden, peroen 1119 ambos pasaron a formarparte de la poderosísima orden delCíster.

No sabemos exactamente cuándollegó el santo sudario a la abadía. Laprimera mención es de 1214: Simonde Monfort ofrece la cantidad de 25libras del Périgord para mantenerencendida una lámpara que debíaarder día y noche delante del santosudario.

¿Cuál era su origen? No hay datoshistóricos, pero un documento de

La Sábana Santa¡VAYA TIMO!

Félix Ares de BlasLos debates sobre si el lienzo conservado en Turín —llama-do habitualmente en castellano sábana santa— es o no laverdadera mortaja de Jesucristo se vuelven a menudo apa-sionados y violentos. Dicho de otra forma: irracionales. Alautor no le gustaría que eso ocurriese con este libro. En éldefiende que la sábana turinesa es de origen medieval y quepor ello no puede ser la auténtica mortaja de Cristo. Este librono es una obra ni a favor ni en contra de los cristianos ni delcristianismo: trata simplemente de poner las cosas clarassobre una falsa reliquia medieval. Explicar qué son hechos,qué son hipótesis plausibles y qué son auténticas idiotecesno puede ser malo ni para la ciencia ni para la fe.

Reproducción, con todos los permisos, delcapítulo primero de La sábana santa ¡vayatimo!, de Félix Ares, publicado en la colec-ción “¡Vaya timo!”, de Editorial Laetoli,2006 (10 euros).

el escéptico87

1135 señala que había sido descu-bierto en el transcurso de la primeracruzada, iniciada en 1097, por elobispo de Le Puy, quien lo confió auno de sus capellanes, quien al morirse lo dejó a su vez a un monje delPérigord. La reliquia quedó deposita-da en una iglesia cercana a Cadouin.Al sufrir un incendio, los monjes dela abadía que habían acudido a sofo-carlo descubrieron que el santo suda-rio milagrosamente no se había que-mado. Se llevaron el lienzo a su aba-día y, para poder estar cerca de él, elpárroco de la iglesia incendiada(ahora sin iglesia) ingresó en laorden del Císter y en la abadía deCadouin.

Del siglo XIII procede un documen-to de un monje de Trois-Fontanes, enla diócesis de Lieja, en el que se aña-den algunos datos. Fundamental-mente dice lo mismo, pero propor-ciona más detalles. Por ejemplo, queel santo sudario fue descubierto enAntioquía —la primera cruzadallegó a esa ciudad en 1097— en unrecipiente de plomo y cerca de lasanta lanza.

No creo que haga falta advertir queestos relatos se crearon en gran partepara demostrar la propiedad indiscu-tible de tan importante reliquia porparte de la abadía. Se duda que refle-jen la realidad, pero no de que a par-tir del siglo XIII hubo grandes pere-grinaciones para ver el santo sudario,que atraía no sólo a los habitantes dePérigord sino a numerosos peregri-nos.

Para evitar el pillaje durante la Gue-rra de los Cien Años, en la época delGran Cisma de Occidente, el abad deCadouin Bertrand de Moulins deci-dió transportar el santo sudario aToulouse en 1392. Los tolosanostuvieron la reliquia en gran estima,tanto que cuando los de Cadouinpidieron que les devolvieran su santo

sudario, se negaron a hacerlo. Hubie-ron de esperar a 1455 para recuperarlo que era suyo, y lo hicieron de unmodo digno de una película deHollywood.

La abadía de Cadouin envió a cuatromonjes a cursar estudios a Toulouse.Además de estudiar las asignaturasde su carrera, los monjes hicieronotro tanto con las protecciones delsanto sudario. Así que lograronduplicar las llaves del relicario y undía entraron, lo abrieron y se larga-ron con él a todo correr hastaCadouin. El retorno de la reliquia demodo tan espectacular aumentó supopularidad, pero el lienzo sufrióuna serie de incidencias que resulta-ría muy prolijo enumerar aquí. Enresumen, temiendo que los tolosanoshicieran algo parecido a los monjesde Cadouin, el abad se llevó el sud-ario a la abadía cisterciense de Oba-zine, en el Limousin. Pero cuandolos de Cadouin se la reclamaron, losde Obazine hicieron oídos sordos.

¡Era demasiado valiosa para devol-verla sin más!

En 1482, Louis XI se interesó por lareliquia. Los monjes de Cadouin fue-ron a hablar con él para exponer sucaso y lograron que se la devolvie-ran. Pero no sólo eso, pues el rey per-mitió numerosos mercados y feriasen el pueblo para relanzar su econo-mía. Y así fue. Mercados, ferias yuna importante reliquia eran un fuer-te atractivo para el turismo de laépoca.

Los peregrinos eran muy numerososy hacían donativos cada vez másimportantes. Quiero señalar dos deellos, pues pueden mostrarnos la uti-lidad del sudario. Los habitantes deSaint-Austremoines ofrecen aCadouin “diez libras de cera, enhonor de N. S. J. C., de la Virgen ydel santo sudario para que cese lapeste”. La villa de Condom ofrece uncáliz con la inscripción “cáliz ofreci-do al santo sudario a fin de que sushabitantes sean librados de la peste”.Estas ofrendas muestran que losperegrinos creían en el poder protec-tor y curativo del santo sudario.

En 1643, el nuevo obispo de Sarlatefectuó su primera visita pastoral a ladiócesis. Al llegar a la abadía deCadouin, el prior le presentó docu-mentos sobre el pasado esplendor dela abadía, y en especial el pergaminoque cuenta cómo llegó el santo sud-ario hasta allí y los 2.000 milagrosatribuidos al mismo. El obispo, mon-señor Lingendes, llevó a cabo unproceso verbal que atestiguaba laautenticidad de la reliquia y escribióuna carta pastoral destinada a relan-zar el culto del santo sudario deCadouin.

Durante la Revolución Francesa, en1790, los monjes fueron dispersados,pero el sudario se salvó gracias a queel alcalde de Cadouin lo escondió en

La Sábana Santa ¡VAYA TIMO!

A partir del siglo XIIIhubo grandes peregri-naciones para ver elsanto sudario, queatraía no sólo a los

habitantes de Périgordsino a numerosos

peregrinos.

En el siglo XII era prác-tica común que los

monasterios e iglesiasimportantes tuvieranreliquias. No se podíafundar ninguna nueva

iglesia sin ellas. Lamás significativa de laabadía de Cadouin era

nada menos que elsanto sudario.

el escéptico 88

su casa. Y el 8 de septiembre de1797 volvió a ser ostendido.

Las peregrinaciones continuaron,aunque fueron decayendo. Casicon seguridad, el renacimientodel culto a la Virgen, que hizofuror en toda Francia, no fueajeno a la disminución de pere-grinos en Cadouin. El culto alsanto sudario era todavía vigoro-so y atraía a una multitud de fie-les, pero se echaban de menos losmuchos peregrinos procedentescon anterioridad de toda Europa yhasta de América.

Monseñor Georges, obispo dePérigueux de 1849 a 1860, donóotra reliquia de la pasión a la igle-sia abacial de Cadouin: unsupuesto trozo de la cruz de Cris-to, con certificado de autentici-dad. Las dos reliquias se hallabancustodiadas en una capilla prote-gida por una verja de madera.

El 29 de junio de 1866, Nicolas-Joseph Dabert, obispo de Péri-gueux y Sarlat, se dirigió a los fie-les de su diócesis por medio deuna carta pastoral de 36 páginasen la que decía que el siguiente 5de septiembre se celebraría unaceremonia para trasladar el lienzoa un nuevo relicario digno de eseprecioso monumento de nuestraredención. También se refería a laimportancia de las peregrinacio-nes e invitaba a los fieles a acudira Cadouin el día señalado. Mon-señor Dabert reafirmaba oficial-mente, y sin ningún género dedudas, la autenticidad de la tela.

El 5 de septiembre de 1866 serealizó el traslado, que fue todoun éxito. Marie-Anaïs Beaure-gard, que estuvo en la ceremo-nia y la describió en su libroGuía del peregrino, nos diceque, a pesar de que se había

calculado en 6.000 el número deperegrinos, creía que esta cifra eramuy baja.

Aunque no conozcamos el númeroexacto de peregrinos sí sabemos quemonseñor Dabert tuvo éxito en suintento. A partir de ese momento,aumentaron las peregrinaciones alsanto sudario de Cadouin. Cuandollegaban, los peregrinos podíanencontrarse al fin a pocos centíme-tros de un trozo de tela que era testi-monio de la resurrección de Cristo.

Durante el tiempo en que el lienzoestaba expuesto, un monje recogíalas medallas, estampas y demásobjetos que los peregrinos le entrega-ban y hacía que tocasen el santo sud-ario. De ese modo, parte de las pro-piedades milagrosas del lienzo setrasladaban al objeto con el quehabía estado en contacto.

Tras el relanzamiento del peregrinajea Cadouin, se elevaron algunasvoces que criticaban la autenticidadde la reliquia. Según un libro de 1870del vizconde de Gourges, el sudarioera el mismo que había visto el obis-po de Périgueux Arculphe en el año670. Inmediatamente apareció otrolibro crítico con las ideas del vizcon-de. El nuevo libro era del condeRiant y en él afirmaba que la falta dedatos entre 670 y 1210 (aproximada-mente) hacía dudoso que el objetofuera el mismo visto por Arculphe.

Sólo era una duda, así que nada pasóhasta 1903. En esa fecha, el canóni-go Ulysse Chevalier publicó un artí-culo de 115 páginas sobre la sábanade Turín en el Boletín de historia

Diversos datos permitie-ron a Francez afirmar que

el tejido procedía del Egipto fatimí y había sido confeccionado hacia 1100.

Vista al claustro de la Abadía de Cadouin. (Archivo)

Vista de la Abadía de Cadouin. (Archivo)

Portada de la Abadía de Cadouin. (Archivo)

el escéptico89

eclesiástica y arqueología religiosade la diócesis de Valence, y en él pro-porciona algunos datos reveladoressobre el sudario de Cadouin. Pido alos lectores que recuerden este nom-bre, Ulysse Chevalier, pues volvere-mos a hablar de él.

Chevalier consideraba falsa la sába-na de Turín —obra, según él, pintadapor un artista del siglo XIV— ydecía que, de los 40 lienzos quehabía estudiado, entre los muchosque pretendían ser la auténtica mor-taja de Cristo, sólo había dos media-namente creíbles: uno de ellos era elsudario de Besançon y el otro el deCadouin. Añadía también queAdrien de Longpérier había leído enel de Cadouin un verso del Corán yque, por ese y otros datos, la conclu-sión era que se trataba de un voilemusulman.

Tras la publicación del artículo, elobispo de Périgueux, monseñorDelamaire, se vio obligado a consul-tar con un experto en tejidos anti-guos. Su diagnóstico fue digno de laSibila: si el lienzo posee pruebas his-

tóricas de autenticidad, nada impideconsiderarlo del siglo I. Una formaespléndida de lavarse las manos. Asíque el tema quedó zanjado y lasperegrinaciones continuaron hasta1933.

En esta fecha, el jesuita J. Francezpreparaba una obra sobre los lienzossepulcrales de Cristo y pidió fotosdel de Cadouin para estudiar el tejidoy comparar su trama con la del sud-ario de Turín. Cuando recibió lasfotos, Francez descubrió que en eltejido podía verse la estrella copta deocho puntas, perteneciente a unacomunidad cristiana egipcia muyposterior a la época de Cristo. Estehecho, más sus conocimientos texti-

les, le hicieron sospechar que el lien-zo era de origen egipcio fatimí. Pidiómás fotos y en ellas encontró, ade-más, un texto cúfico.

Francez envió las fotos a un expertoen escritura antigua árabe, GastonWiet, director del Museo Árabe deEl Cairo, y lo que éste encontró fuedefinitivo: un texto en el que aparecela expresión árabe garante de losjueces. Esta fórmula no se usó hastael año 1078 de nuestra era: por tanto,el sudario de Cadouin era un tejidomusulmán, probablemente del sigloXII, tal como había afirmado Cheva-lier 30 años antes.

Gracias a nuevas fotos, Gaston Wietfue capaz de encontrar más frases,como Mahoma es el enviado de Diosy otras que hacían referencia a perso-najes concretos, por ejemplo a Abu-l-Qasim Schahanschal, quien ejerciósus funciones de 1094 a 1121. Portanto, la fabricación de la tela debíasituarse entre esas fechas. Esos yotros datos le permitieron a Francezafirmar que el tejido procedía delEgipto fatimí y había sido confeccio-nado hacia el 1100.

El año 1934, las peregrinaciones aCadouin fueron suspendidas por elobispo y desde entonces la villa tuvoque aprender a vivir sin la inyeccióneconómica de las ostensiones delsanto sudario. Hoy día puede visitar-se en Cadouin el Museo del santosudario. Allí se puede ver su último yexquisito relicario. Una obra excep-cional.

Merece la pena apoyar a un puebloque aceptó el veredicto de la cienciacon resignación. ¿Podemos decir lomismo de Turín? Recuerden que,para Chevalier, el lienzo de Cadouintenía muchas más probabilidades deproceder del siglo I que el de Turín.

La Sábana Santa ¡VAYA TIMO!

El año 1934, las peregri-naciones a Cadouin

fueron suspendidas porel obispo y desde

entonces la villa tuvoque aprender a vivir sinla inyección económicade las ostensiones del

santo sudario.

el escéptico 90

¿SÓLO UNA TEORÍA?

"Este libro de texto contiene materialsobre evolución. La evolución es unateoría, no un hecho, acerca del origende los seres vivos. Este material debeser abordado con una mente abierta,estudiado con precaución y conside-rado de un modo crítico".

Esta advertencia figuraba en unapegatina que las escuelas de CobbCounty (EEUU) tuvieron que adhe-rir obligatoriamente a los libros deBiología. Los funcionarios del Con-sejo de Educación apaciguaban deeste modo a 2.000 padres de alum-nos, creacionistas devotos, quieneshabían protestado indignados porquela evolución se explicaba en loslibros como si fuera un hecho. Algo,por otra parte, perfectamente normal:

transcurría el año 2002. La evolu-ción, entendida como parentesco ytransformación de los seres vivos, esconsiderada un hecho por toda lacomunidad científica mundial desdehace aproximadamente 125 años.Las pruebas que presentaron Darwiny otros científicos que le siguieronresultaron abrumadoras.

"Bueno, es una teoría. Es una teoríacientífica solamente, y en los últimosaños ha sido cuestionada en elmundo de la ciencia; es decir, lacomunidad científica ya no cree quesea tan infalible como en otros tiem-pos". Esta perlita la soltó RonaldReagan, una de esas agudas lumbre-ras que el pueblo estadounidenseelige de vez en cuando como presi-dentes. Los creacionistas -Reagan loera- insisten hasta la náusea en que laevolución es una teoría y no unhecho, afirmación más falsa que uneuro con la cara de Pedro Picapiedra.La evolución es tan hecho como laesfericidad de la Tierra o su giro alre-dedor del Sol (lo siento por los chi-

flados de los geocentristas y terrapla-nistas). Es tan hecho como el movi-miento de los continentes, los ele-mentos químicos, la fotosíntesis, laatracción gravitatoria, la circulaciónde la sangre o los anillos de Saturno.La evolución es uno más entre cente-nares de hechos con los que trabajala ciencia.

La aclaración de Gould¿Y qué es un hecho desde el punto devista científico?

Recuerda que en la ciencia no haydogmas, contra lo que puedan soste-ner las personas de mentalidad dog-mática (que no conciben otras alter-nativas intelectuales) y tambiénalgún que otro pedante postmoderno.Un científico de pura cepa siempre

ELCREACIONISMO¡VAYA TIMO!

Ernesto Carmena

En este texto, el autor, se dirige a un imagi-nario amigo creacionista al que trata de expli-car las razones por las cuales piensa que lascreencias contrarias a la teoría de la evolu-ción no son correctas en absoluto.

Reproducción, con todos los permisos,del capítulo quinto de El creacionismo...¡Vaya Timo!, de Ernesto Carmena,publicado en la colección "¡Vaya timo!",de Editorial Laetoli, 2006 (10 euros).

Para Gould un hechocientífico era algo

"confirmado hasta talpunto que sería perver-so no aceptarlo provi-

sionalmente".

el escéptico91

admitirá la posibilidad de estar equi-vocado con respecto a esos hechos...pero querrá ver pruebas muy contun-dentes en contra de ellos, precisa-mente porque las pruebas que le lle-varon a aceptarlos como tales eranterriblemente contundentes. StephenJay Gould, paleontólogo y genialdivulgador, escribió un ensayo clási-co, imprescindible, titulado "La evo-lución como hecho y como teoría".En él definió el hecho científicocomo algo "confirmado hasta talpunto que sería perverso no aceptar-lo provisionalmente".

Y añadió algo doloroso para vos-otros: "Supongo que las manzanaspodrían empezar a flotar mañana,pero semejante posibilidad no mere-ce igual tiempo de dedicación en lasclases de Física".

Del mismo modo, tampoco mereceincluirse en las clases de Biología laposibilidad de que las especies hayansido creadas mediante un chasquidode los dedos de Dios.

A Stephen Jay Gould le teníais hastael hueso occipital de tanto manipularsus citas y mentir sobre sus declara-ciones. No le dejasteis en paz hastaque murió. En su ensayo explicó quellamamos evolución a dos cosas muydistintas: al hecho de la evolución ya la teoría de la evolución. La teoríaexplica cómo y por qué se produce elhecho. La teoría es prácticamentedesconocida salvo para los muy leí-dos: el hecho forma parte de la cultu-rilla general. La teoría evoluciona yestá sujeta a continua revisión y con-frontación con otras teorías rivalesen la comunidad científica. Loshechos, dice Gould, no salen volan-do mientras los científicos discuten.

¿En qué consiste la trampa crea-cionista, aparte de negar el hechocientífico evolutivo? Pues en sacarprovecho de una confusión gene-

ralizada que vosotros mismos ayu-dáis a sostener.

En primer lugar, tenemos la confu-sión entre hecho y teoría. Los mediosde comunicación, y en ocasionestambién los científicos, ya sea porignorancia o por lapsus, escribenconstantemente teoría cuando seestán refiriendo al hecho. Por ejem-plo: "Según la teoría de la evolución,los organismos se relacionan por unaascendencia común". O también:"La teoría de la evolución afirma queno había humanos hace 65 millonesde años".

También se confunde entre la Teoríade la Evolución propiamente dichacon multitud de teorías o hipótesismenores sobre parentesco ("la teoríade la evolución nos dice que elArchaeopteryx es el primer ancestrode las aves"); sobre anatomía o adap-tación ("según la teoría de la evolu-ción, las plumas surgieron a partir deescamas de reptil deshilachadas"); o,incluso -¡y esto ya es el colmo!-sobre la edad de los fósiles ("según lateoría de la evolución, el camarónfósil Antrimpos tiene una edad de150 millones de años"). En realidad,la dichosa teoría se ocupa de losmecanismos generales de la evolu-ción, no de los casos concretos, ymucho menos de todos esos detallesanatómicos y cronológicos acerca demillones de especies diferentes. Noes su misión. Tampoco lo es estable-cer el árbol genealógico de los seresvivos. Eso corresponde a otras dis-ciplinas y métodos de la biología.Quien mucho abarca, poco aprieta.

"Sólo una sinfonía"Finalmente, y aquí radica el meollodel asunto, tenemos la confusiónentre dos significados diferentes dela palabra "teoría": el significadopopular del hombre de la calle, y elsignificado de la ciencia o de la filo-sofía de la ciencia.

En lenguaje popular, "teoría" es untérmino casi peyorativo. Una teoríaes una suposición, generalmentebasada en poco más que intuicionespersonales no demasiado fiables.¿Tienes una teoría? Pues seguramen-te estarás pensando chorradas. Teoríaes lo opuesto a un hecho, o algo muyinferior a un hecho. Las personasprácticas van directamente a los"hechos"; las personas fantasiosastienen teorías.

En la ciencia, la cosa cambia total-mente: teorías y hechos son categorí-as totalmente diferentes. No tienesentido compararlas para ver cuál delos dos queda mejor parado. Loshechos pueden ser complejos, peroson datos "brutos" del mundo. Lasteorías son sistemas que explican,interpretan y esclarecen los hechos;nos dicen cómo y por qué ocurren. Elsentido peyorativo del término teoríaqueda fulminado en la ciencia:podría decirse que construir teoríastan magníficas como la de la Relati-vidad, la Mecánica Cuántica, la Tec-tónica de Placas, la Teoría Sintéticade la Evolución o la Teoría Atómicaes el mayor logro y el objetivo másambicioso de la investigación cientí-fica.

Por tanto, la afirmación de que lateoría de la evolución es "sólo unateoría" carece de sentido para uncientífico con la cabeza bien amue-blada. ¿Cómo que sólo? ¿Te parecepoco? Sería como decirle a unmúsico que la Novena sinfonía de

Los medios de comuni-cación, y en ocasionestambién los científicos,ya sea por ignorancia o

por lapsus, escribenconstantemente teoría

cuando se están refirien-do al hecho evolutivo.

El creacionsimo ¡VAYA TIMO!

Beethoven es "sólo una sinfonía".¡Se quedaría perplejo!

Más que una hipótesis: la posturade la Iglesia CatólicaEl papa Karol Józef Wojtyla, autoa-podado Ioannes Paulus PP. II (unnombre mucho más fetén), o JuanPablo II, como todos sabemos, sedirigió en 1996 a la Academia Ponti-ficia de las Ciencias. Tituló su men-saje con una obviedad que ya habíanrepetido otros predecesores suyos:"La verdad no puede contradecir laverdad". El papa tenía en una manolos dogmas de su religión y, en laotra, los descubrimientos de la cien-cia, y ambas cosas se contradecíanmutuamente en algunos puntos...Probablemente pensó, "bueno, loprimero es la Suprema Verdad reve-lada por Dios, o sea, que es cierto pornarices; respecto a lo segundo, losdescubrimientos científicos, vaya,molaría bastante poder decir quetambién son verdad, aunque sólofuera por cuestión de marketing".

¿Qué tiene que hacer un papa moder-no en estos casos? Pues ser muyambiguo. El citado mensaje de JuanPablo II es citado en multitud de tex-tos como un ejemplo de apertura dela Iglesia católica porque, según afir-

ma, "hoy [...] nuevos conocimientosllevan a pensar que la teoría de laevolución es más que una hipótesis".

Más que una hipótesis, ¡guau! ¡Quémaravilla! Si no fuera porque decireso es como no decir nada (todas lasteorías científicas son mucho másque hipótesis). Cualquiera, inclusoun creata como tú, puede elaborardiez, quince, veinte, mil hipótesiscientíficas al día. Es un buen ejerci-cio para los niños: pedirles queinventen hipótesis. Ahora bien, pro-ducir una teoría requiere muchísimomás trabajo; es harina de otro costal.¿Acaso el papa lo ignoraba? Meextraña mucho.

A continuación, Karol se mete en unbarullo del copón. Una lectura atentadel texto nos obliga a deducir que nose estaba refiriendo a la teoría de laevolución, sino al hecho. El hechoevolutivo de que las especies estánemparentadas y se transforman conel tiempo, eso es lo que el papa con-sidera "más que una hipótesis".

Afirma, justo después, que una teoríaes una elaboración "metacientífica"(¿y por qué no, simplemente, "cientí-fica"?), que "prueba su validez en lamedida en que puede verificarse" y

"se mide constantemente por elnivel de los hechos". Bueno.

Luego dice que conviene hablar delas teorías (en plural) de la evolu-ción. Eso es correcto hasta ciertopunto, pues actualmente los cientí-ficos no tienen mucho donde esco-ger: trabajan una sola teoría de laque se discuten aspectos importan-tes, pero que globalmente carecede rivales dignos de mención.

Y finalmente encontramos el tru-quito: esas diferentes teorías de laevolución tan misteriosas sebasan, según este papa, en distin-tas filosofías... que podrían ser de

tipo "materialista" o de tipo "espiri-tualista". ¿Cómo demonios puedeexistir una teoría científica espiritua-lista? ¿Acaso una revista profesionaladmitiría un trabajo en el que semencionaran almas inmortales osoplos divinos? ¿Podría esa teoría"medirse por el nivel de loshechos"?

¿Quizá se refería a ideas (que no teo-rías científicas) como las del padreTeilhard de Chardin? Este jesuita seimaginaba la evolución biológicacomo un desarrollo inexorable delos seres vivos hacia la espirituali-dad. En el futuro, todos convergiría-mos en un "punto omega" que seríaalgo así como la unión plena conDios. Teilhard de Chardin -¡vaya porDios!- era un poquito hereje y fuedenunciado por la Congregaciónpara la Doctrina de la Fe, que no esotra cosa que un nombre actualizadopara la vieja Inquisición.

Según dijo Juan Pablo II"nuevos conocimientosllevan a pensar que la

teoría de la evolución esmás que una hipótesis".

el escéptico 92

Volviendo al hilo: no existen, ni pue-den existir en la ciencia teorías quese basen en filosofías espiritualistas.Pero Karol, que en paz descanse,concluye: "las teorías de la evoluciónque, en función de las filosofías enlas que se inspiran, consideran que elespíritu surge de las fuerzas de lamateria viva, o que se trata de unsimple epifenómeno de esta materia,son incompatibles con la verdadsobre el hombre".

Y yo me pregunto, ¿acaso se ocupa lateoría de la evolución de esos asun-tos? ¿No es más bien la neurobiolo-gía la que estudia y explica la mentehumana, y su relación con la materiagelatinosa pero tangible del cerebro,sin necesidad de acudir a ningunafuerza fantasmagórica? ¿No son lapsicología moderna y la etología lasque comparan constantemente nues-tra conducta con la de los animalesque los católicos consideran inferio-res? ¿Yqué hay de la paleoantropolo-gía y la arqueología, que estudian elsurgimiento de las capacidades sim-

bólicas, el altruismo, la compasión yla superstición religiosa en los huma-nos primitivos? ¿Por qué el Papa dis-para contra la teoría de la evolución,que al fin y al cabo se ocupa de meca-nismos generales? Los casos concre-tos y complejos, como la aparicióndel hombre y de "su espíritu", han deexplicarse mediante otras muchasdisciplinas, además de la teoría de laevolución. ¿No será que Su Santidadno entendía el concepto de teoría yconsideraba la evolución del mismomodo que los creatas más burros, esdecir, como una "doctrina" materia-lista y no científica que abarca prácti-camente todo?

La Iglesia católica -lo sabemos porése y otros textos y declaraciones-acepta el hecho evolutivo. Pero,dado que no admite explicacionesque involucran exclusivamente pro-cesos naturales, rechazará cualquierhipótesis sobre el origen del hombreque se enmarque en la teoría sintéti-ca de la evolución o cualquier otrateoría evolutiva científica.

La Iglesia católica, digámoslo claro,no tolera la teoría de la evolución.¿Está del lado de la ciencia? ¡Tururú!

Es difícil interpretar escritos visco-sos y ambiguos como el citado men-saje de Juan Pablo II, pero la verdades que no me dan ninguna sensaciónde simpatía o apertura mental hacialos resultados más sublimes de lainvestigación científica: las teorías.Que, por su propia naturaleza, estány estarán siempre libres de espíritus,fantasmas o ángeles. Y libres delpesado de Dios.

El creacionsimo ¡VAYA TIMO!

La Iglesia católica acep-ta el hecho evolutivo.

Pero rechaza cualquierhipótesis sobre el origen

del hombre que seenmarque en la teoría

sintética de la evolucióno cualquier otra teoría

evolutiva científica.

el escéptico93

el escéptico 94

Quizá te haya dado la impre-sión, o se pueda deducir detodo lo que te he contado,

que la investigación escéptica delmito de los ovnis es innecesaria, oque más vale no tener contacto algu-no con quienes manipulan y aprove-chan la credulidad de las gentes paradifundir productos de calidad defi-ciente, diseñados para quien estádispuesto de antemano a aceptarcualquier absurdo.

Pues no, esa impresión no es deltodo acertada. Por supuesto, ésta essólo mi opinión: si consideras quemerece la pena dedicar el tiempo aotra cosa más útil, estimulante,amena, o científicamente provecho-sa para nuestra sociedad, a la vistade las informaciones vistas hastaaquí, estás en tu derecho. Por miparte, no voy a tratar de convencer-te de que esta maraña de especula-dores estúpidos, alucinados y char-latanes desvergonzados —que sehacen pasar por investigadores devanguardia— oculta algún fenóme-no cuya existencia sea clave para el

desarrollo de la humanidad o para lamejor comprensión de la naturaleza.

Éste no es, desde luego, el principalenigma de la ciencia, puesto que, siasí fuera, sería en la actualidad laprioridad máxima de los científicos,y tal cosa dista mucho de ser cierta,como puedes comprobar hojeandolas principales publicaciones cientí-ficas y divulgativas del planeta. Portanto, ¿qué nos queda?

Nos queda un puñado de enseñanzasinteresantes sobre nuestra capacidadpara idear rumores y difundirloshasta que cobran vida propia, suje-tos a partir de entonces a una espe-cie de lucha por la existencia en elreino de las modas culturales. Eneste sentido, el mito de los ovnis seha convertido en una especie exito-sa: ¡más de 60 años resistiendo lacrítica y la completa ausencia depruebas! Una gran colección deanécdotas y relatos, de testigosconocidos, desconocidos o inexis-tentes, deriva en un alucinantemuestrario de interpretaciones erró-

neas convertidas en documentospseudoprobatorios: trivialidadeselevadas al rango de enigmas porobra y gracia del sector misteriosode la industria cultural, de escritoresque huyen de la crítica y el análisisracional como el agua del aceite, yque, además, se han preocupado porconstruir una retórica para justificarsu labor y hacerse las víctimas.

Ni los extraterrestres ni sus interme-diarios, los contactados, han aporta-do conocimiento alguno distinto delo ya sabido por la ciencia contem-poránea. Al contrario, muchas desus especulaciones se han reveladofalsas y disparatadas, como las deAdamski sobre ruinas de ciudadesen la cara oculta de la Luna, graciasa la exploración espacial. Sólo que-dan obviedades y advertenciasmorales, algunas de ellas extrema-damente puritanas y ridículas.

LLLLOOOOSSSS OOOOVVVVNNNNIIIISSSS¡VAYA TIMO!Ricardo Campo

Reproducción, con todos los permisos,del capítulo quinto de Los ovnis... ¡VayaTimo!, de Ricardo Campo, publicado enla colección "¡Vaya timo!", de EditorialLaetoli, 2006 (10 euros).

El autor de este libro afirma, dirigiéndose a unamigo, que quien sostenga que ha visto extrate-rrestres, ha hablado con ellos o tiene confirma-ción de su existencia por medios desconocidos,y se permita ilustrarnos sobre sus rasgos físicosy su temperamento, como si de perros o gatosse tratara, es un desvergonzado, un alucinadocon afán propagandista o un engañabobosacostumbrado a aprovecharse de los necios.

el escéptico95

Los ovnis ¡VAYA TIMO!

Los ovnis, aun sin la fuerza de anta-ño, son un ingrediente más de la cul-tura popular. Se han vuelto algo nor-mal. Por ejemplo, no hay entrevistaperiodística a un astrónomo que nohaga referencia en algún momento ala posibilidad de vida extraterrestrey en la que, a continuación, no apa-rezcan los ovnis, porque éstos yaquélla están conectados en la men-talidad popular como si fueran lomismo. ¿Quién puede negar la pro-babilidad de existencia de vida enotros planetas que posean el medioambiente adecuado? Hoy en día,nadie que esté informado científica-mente lo hará. Sin embargo, hay unenorme trecho desde la mera posibi-lidad de vida a la presencia de alie-nígenas inteligentes en la Tierra.

Esto no parece importarle mucho ala mayor parte de los periodistas, yel científico entrevistado puede sen-tirse relajado en ese momento ydejar volar su imaginación. Losfabricantes de enigmas aprovecha-rán esas declaraciones para dar porbuenas ante los creyentes sus absur-das especulaciones. La mente pocoeducada funciona así, presta a darpor bueno lo que nos agrada o con-firma nuestras creencias previas —que viven calentitas y seguras ennuestra cabeza, al margen de cual-quier intento aclaratorio por parte delos “negadores profesionales”.

Nuestra percepción de las cosas estásiendo modelada de continuo, comosi fuera plastilina, por los fenóme-nos del exterior: lo que vemos, escu-chamos y leemos. La literatura deciencia-ficción y las películas deextraterrestres han servido de propa-gadores de esa gran familia cósmicaque al parecer nos visita. Los pro-pios relatos de quienes aseguranhaber tenido visiones maravillosasen los cielos o haber sido raptados(o abducidos) por seres de grandescabezas, ojos almendrados y peque-ños cuerpecillos —aunque hay casitantas constituciones corporales

como testigos— han cumplido tam-bién un papel importante en la per-vivencia de la leyenda, gracias alenorme poder de difusión de losmedios.

En el escenario ufológico nosencontramos con múltiples teoríascontradictorias, todas ellas con pre-tensión de verdad. Para unos, sonnaves de origen extraterrestre ofenómenos inexplicables (no séqué significa esto, ya que definiralgo negativamente —algo que estodo aquello que no es X, Y, Z...—equivale, como dijo un conocidohumorista, a intentar inventar laradio en colores dando brochazosal aire). Para otros, proceden delinterior de la Tierra. Los de inspi-ración más ocultista aseguran quevienen de otros “planos” de la rea-lidad. Y para los contactados, sonrepresentantes del gran Consejode Ancianos estelar.

Al margen de esta barahúnda dealocados crédulos encontramos aun colectivo de estudiosos quepretende entender racionalmenteesta creencia, buscar explicacio-nes sencillas, naturalistas y racio-nales y realizar interpretacionessensatas, lejos de la estafa siste-mática en que consisten los miste-rios dispensados por los grandesmedios de comunicación.

En definitiva, Arturo, ahora conta-mos con las mismas pruebas de laexistencia de platillos volantes quehace casi 60 años: ninguna. Afirma-ciones extraordinarias, novedades

impactantes, libros sensacionalesque prometen el no va más de lossecretos: repetición, año tras año, delas mismas mentiras refutadas tiem-po atrás. Todo esto forma parte delmito de los ovnis. ¿Hay algo realdetrás de esta miseria intelectual?No somos nosotros quienes esta-mos en la obligación de aportarpruebas —salvo en los sucesosque, afortunadamente, consiga-mos explicar, como es lógico—:quienes hacen esas afirmacionesalejadas de lo habitual son quie-nes deben aportarlas. Lo contrarioes dar gato por liebre.

A cambio, en lugar de pruebas tene-mos palabrería: sí pero no, tal vez,no se puede descartar, es necesariauna “mente abierta” y sentir la“magia”... Pamplinas, Arturo: todomenos pruebas. ¿No despierta lasuspicacia de cualquiera el que, antesupuestos hechos, no se nos ofrezcamás que retórica vacía de estilopublicitario y escenarios incompro-bables o inaccesibles?

Extrañas energías que no puedenmedirse; seres como el yeti, el bigfoot o el monstruo del lago Ness queno dejan una sola pista de su exis-tencia, ni siquiera un resto de excre-mento gracias al que poder averi-guar su dieta; platillos estrellados delos que no se conoce un solo frag-mento que analizar en laboratoriosindependientes; fenómenos “para-normales” que producen vergüenzaajena; interpretaciones absurdas —einnecesarias— que no pueden serpuestas a prueba, como la presenciade seres extraterrestres en la Anti-güedad... Todo son excepciones ysalvedades para poner a buen recau-do la creencia en determinada mara-villa para parvularios. Ovnilandia yParanormalandia son provinciascontiguas del país del más allá delsentido común.

El mito de los ovnis seha convertido en unaespecie exitosa: ¡másde 60 años resistiendola crítica y la completaausencia de pruebas!

el escéptico 96

Los críticos escépticos repetimosincansablemente la palabra prueba.Pruebas, pruebas, ¡queremos prue-bas de esas afirmaciones! “¡Hágaloo cállese, señor Geller!”, le dijo encierta ocasión el mago y escépticoJames Randi a un famoso dobladortelevisivo de cucharas, incapaz derepetir sus hazañas ante la mirada deun crítico experto conocedor de lostrucos básicos de la magia y el ilu-sionismo. La capacidad de fuga dela mayoría de los platillistas y otrasespecies asilvestradas es tal que, enocasiones, parece inútil pedirdemostraciones. Pero no, no es unapetición inútil ni injustificada: quienhace una afirmación inverosímil,Arturo, debe saber que está en laobligación de presentar las pruebascorrespondientes, o de indicar sinrodeos ni salvedades cómo otraspersonas pueden llegar a ellas. Pero,como imaginarás, las pruebas nollegan... Volvemos a encontrar a loscharlatanes de lo oculto haciéndoselos locos una y otra vez, cuando nopillándose los dedos en la mismapuerta por enésima ocasión, confia-dos en que nadie va a rebuscar en lodicho o escrito...

Quizás estoy pidiendo peras alolmo. Ese mundo de rumores, sos-pechas y conspiraciones actúa amodo de muralla para los menosexigentes a la hora de practicar elpensamiento racional, y carece desentido exigir racionalidad puestoque ésta puede hacer desaparecer elansiado misterio. ¿Qué les quedaríaentonces? Muchísimas personas quehan abrazado el “pensamiento mági-co” no necesitan pedir pruebas: yahan aceptado de antemano lasupuesta realidad de un fenómeno.En este terreno abonado para ocul-tistas, sectarios y sinvergüenzas, lasfallas de la educación obligatoriason explotadas por tales personajesempleando unos pocos recursos dis-cursivos, aunque el trabajo de tra-garse la píldora lo realiza por enteroel propio creyente.

De esta forma han transcurrido casiseis décadas desde el inicio de la“era de los platillos volantes”: uncajón de sastre en el que es imposi-ble encontrar algo de orden y confir-mar los relatos de los testigos en losepisodios más llamativos. Tal cir-cunstancia es muy sospechosa:cuantos más testigos haya habido deun fenómeno de apariencia extraña,más fácil será hallar la causa que loprodujo. En cambio, aquellos suce-sos que sólo cuentan con uno o dostestigos son los que pasan por serlos casos estrella, los irresolubles.Ésta es una falsa impresión: yavimos más arriba, al tratar de lasprincipales causas de confusión, quetambién en los testimonios explica-dos algunos testigos ofrecen versio-nes inverosímiles, totalmente aleja-das de lo realmente ocurrido? ¿Quégarantía tenemos de que en estasocasiones un testigo en solitario nohaya tergiversado involuntariamen-te su observación en el momento derecordarla y ponerla en palabras? Elmundo cerrado en sí de la ufologíaes, con frecuencia, irritante, precisa-mente por ese espíritu de capillita dequienes satisfacen su curiosidad conel primer cuento chino que llega asus oídos, y la complacencia igno-rante subsiguiente en conservar lamitología del misterio, de lo noexplicado, del algo habrá, elementosbásicos de la creencia. El seguidormedio de estas paparruchas pareceincapaz de airear su cabeza y ponera prueba los mandamientos no escri-tos del buen amante de lo paranor-mal: sentir el placer de que el miste-rio deje de serlo, de que lo no expli-cado sea resuelto, de ver si realmen-te hay algo meritorio científicamen-te en la botica ufológica. Se conten-tan con alimentarse unos a otrosmediante programas de radio yrevistillas en los que lo fundamentalno se cuestiona jamás, como unareligión intocable.

A pesar de todo ello, la ufología hacambiado. Ahora es una paranoia

más entre otras, con la historia alter-nativa y los planetas encantados a lacabeza, entre otras falsificaciones.Pero la estructura emotiva y socialse reproduce, como pasa con laparapsicología: se trata de gentejoven que piensa que aquí se estájugando algo importante para lahumanidad, un secreto procedentede los cielos, unos poderes y mani-festaciones ignorados, o un pasadodesconocido que no es como nos lohabían contado.

Quiero, por último, Arturo, transmi-tirte que es divertido hacer pregun-tas, tratar de explicar lo que se nospresenta como un enigma o hechoen apariencia inexplicable. Lo estú-pido es conformarse con lo primeroque uno oye, con la teoría del primervividor que tenemos la mala suertede encontrarnos en el curso de nues-tra búsqueda de respuestas. Quierotransmitirte que el afán por lo miste-rioso en sí es una senda equivocadaen la que nos engañamos o nosengañan, un terreno improductivoen el que muchos se acaban estan-cando, y que lo auténticamente inte-ligente es hacer todo lo posible paraque los misterios dejen de serlo, quelo no explicado está ahí para queapliquemos nuestro entendimiento—o el de quien nos pueda echar unamano— y el enigma se desvanezca.Y para que nos demos esa funda-mental satisfacción que sentimos losseres humanos cuando, a pesar delos desvergonzados que visten larealidad con gasas y terciopelosabsurdos, somos capaces de demos-trar la auténtica naturaleza y las cau-sas de un fenómeno o creencia queparece un desafío a nuestro libre jui-cio.

Llámalo como quieras: escepticis-mo, pensamiento crítico, raciona-lidad... Me acuerdo de cuando,hace años, desmontabas los jugue-tes para ver cómo eran por dentro:se trata de seguir haciéndolodurante toda la vida.

Los ovnis ¡VAYA TIMO!

el escéptico97

El deseo de un conocimiento completo es una ilu-sión tentadora y engañosa, así como el sello distin-tivo de muchas variedades de pseudociencia. Ali-

menta incontables leyendas y antiguos mitos sobre el ori-gen y la naturaleza del mundo y trata de desterrar la inse-guridad de la ignorancia y de proveer un cuadro delmundo completamente interconectado, en el que losseres humanos desempeñan un papel significativo, peroeliminan la turbadora idea de lo desconocido.

Para John D. Barrow, profesor de astronomía de la Uni-versidad de Sussex (Reino Unido) y autor de libros dedivulgación de gran interés, el deseo de una explicacióncompleta y sin fisuras contamina a la mayoría de losejemplos de ciencia 'excéntrica'. "Cuando alguien meenvía por correo su explicación de la arquitectura delUniverso derivada de la geometría de la gran pirámide, o

de la cifra de la Cábala -escribe Barrow en su libro Impo-sibilidad. Los límites de la ciencia y la ciencia de loslímites (Gedisa, 2000)-, suele exhibir una serie de carac-terísticas: será enteramente un trabajo de explicación, nohabrá predicciones, ni ensayos de prueba de su correc-ción y nada existe fuera de lo que abarca. No es elcomienzo de un programa de investigación. Más allá dela refutación, siempre es la última palabra".

Este deseo de asociar todas las cosas es una profundainclinación humana. No se trata de una nueva moda quellegó con el procesador de textos. Su más famosa mani-festación antigua se encuentra en la labor de la secta pita-górica, que mezcló la matemática con el misticismo.Pensaban que el número era el principio unificador delUniverso, de modo que cualquier cosa que se pudieranumerar estaba esencialmente vinculada con otras cosascon el mismo número.

Esta inclinación unificadora es un subproducto de unimportante aspecto de nuestra mente, una de las caracte-rísticas definitorias de nuestro nivel de inteligencia auto-rreflexiva. En un momento de la historia cultural de lahumanidad, esta visión prestó servicios que el avance delconocimiento científico ha hecho no sólo innecesariossino claramente perjudiciales y negativos.

Como dice Barrow, si uno está a merced del viento o lalluvia, es de gran ayuda personificar esos impredecibleselementos como rasgos de carácter de un dios de la tor-menta. Aún hoy, muchos intentos espurios de explicar elmundo que nos rodea ostentan este sello distintivo. Loshoróscopos, por ejemplo, buscan crear un determinismoque vincula a las personalidades humanas con las orien-taciones de las estrellas. Es extraño que muchos habitan-tes de las modernas democracias no sientan escrúpulosde estar, quizás, bajo una supuesta dictadura astral quepueda planificar todos sus pensamientos y acciones.

Foto: Portada de la versión original en inglés del libro Imposibilidad.Los límites de la ciencia y la ciencia de los límites, de John D. Barrow.(Oxford University Press, 1999)

Es extraño que muchos habitantesde las modernas democracias no

sientan escrúpulos de estar, quizás,bajo una supuesta dictadura astral

que pueda planificar todos sus pen-samientos y acciones.

¿UNA DICTADURAASTRAL?Manuel Calvo Hernando

rincón escéptico

el escéptico 98

La relación entre ciencia y tecnología es muchomás compleja de lo que parece a simple vista.En nuestros tiempos, la opinión más habitual

suele ser la de dar prioridad al aspecto teórico que esla ciencia y considerar la tecnología, simplemente,como ciencia aplicada.

No es ahora -ni ha sido siempre- necesariamente así.

Debería estar claro que la rueda fue un invento tecno-lógico anterior al descubrimiento de la teoría delrozamiento que justifica teóricamente su funciona-miento. Éste es un ejemplo evi-dente de cómo la tecnología puedepreceder a la ciencia. Para acercar-nos más a nuestros días, es tam-bién conocido que la máquina devapor fue descubierta y utilizadamucho antes (unos cincuentaaños) que la ciencia termodinámi-ca que explica su funcionamiento.

En realidad, el ser humano siem-pre ha creado artefactos, a vecescomo aplicación de conocimientoscientíficos previos pero, mucho más a menudo, sim-plemente en su actividad de homo faber que utiliza suingenio para fabricar herramientas, a menudo porprueba y error. Una vez inventada la herramienta, eléxito de un artefacto (rueda o máquina de vapor) hallevado a estudiar el por qué de su funcionamiento ya ampliar el campo del conocimiento teórico.

Las cosas parecen haber cambiado. En las postrime-rías del siglo XX, también se da el caso contrario:muchas veces la tecnología punta ya no procede deartefactos sencillos como la rueda, sino de la aplica-ción de conceptos complejos y sofisticados de laciencia (como pasa por ejemplo con la energía nucle-ar o el aprovechamiento del efecto túnel de la mecá-nica cuántica). Hoy, prácticamente no hay cienciabásica que no recurra a la utilización de un complejoaparato tecnológico (superaceleradores de partículas,telescopios como el Hubble, etc.) y, a menudo, tam-poco existe nueva tecnología sin una reflexión teóri-

ca previa. Se habla ya de unificarlos dos campos, ciencia y tecnolo-gía, y denominarlos tecnociencia,como hiciera el filósofo belga Gil-bert Hottois, quien formuló el tér-mino por primera vez en la décadade los ochenta.

En esa compleja relación entre laciencia y la tecnología, la tecnolo-gía es la que tiene peor imagen:Einstein es mucho más respetadoque Oppenheimer, aunque ambos

sean los responsables de que la bomba atómica hayasido posible.

A veces, ante la crítica excesivamente fácil a la tec-nología, suelo sorprender a mis estudiantes pregun-tándoles "¿cómo llamar al ser humano que no usa tec-nología?" Mi respuesta, casi una broma, suele ser

CIENCIAY

TECNOLOGÍAMiquel Barceló

En esta compleja relaciónentre la ciencia y la tecno-logía, la tecnología es laque tiene peor imagen:Einstein es mucho más

respetado que Oppenhei-mer, aunque ambos sean

los responsables de que labomba atómica haya sido

posible.

el escéptico99

"chimpancé", ya que el serhumano ha usado siempre tecno-logía e incluso algunos antropó-logos y paleontólogos, comoEudald Carbonell, suelen refe-rirse a la tecnología como el ele-mento central del proceso dehominización (debo aclarar quehay un error en esa respuestaque he dado antes, ya que loschimpancés, como tantos prima-tes, también usan tecnologíaaunque, evidentemente, sin elgrado de sofisticación a quehemos llegado nosotros).

Ese erróneo miedo generalizadoa la tecnología, esa absurda con-traposición entre tecnología yhumanismo, aparece (tambiénpara criticarla por su estrechezde miras) en algunos relatos clá-sicos de la mejor ciencia-fic-ción. Pienso ahora en un relatocomo es La rueda (The Wheel)de John Wyndham, publicado en1952 en la revista Startling Sto-ries. En él se describe un mundoen el que, a causa de las desgra-cias bélicas que el abuso de latecnología ha traído, se ha prohi-bido toda tecnología e inclusouna de las oraciones ritualesfinaliza con la petición: "Líbra-nos de la rueda". La rueda, lasimple rueda, está prohibida y seconsidera un invento del demo-nio... Hasta que, como no podíadejar de ocurrir, un niño inventade nuevo la rueda (por prueba y error, sin teoría delrozamiento previa...) ante el espanto general. Hacemás de cincuenta años, en 1952, tal vez era posible

ser más inge-nuo de lo quehoy somos,incluso tras elestallido, en1945, de esaatrocidad lla-

mada bomba atómica que tanto hizo reflexionar atodos. Por eso el abuelo del niño, que acabará sacrifi-cándose por él, le explicará cosas evidentes: "ningún

descubrimiento es bueno o malo hasta que los hom-bres hacen que lo sea", y le asegura que "lo malo noes la Rueda... es el miedo".

Lo malo no es la tecnología, sino el miedo a la mismay, sobre todo, el negarse a controlarla de manera ade-cuada.

Ciencia y tecnología

Lo malo no es la tecnolo-gía, sino el miedo a la

misma y, sobre todo, elnegarse a controlarla de

manera adecuada.

Portada del número 35 de Nueva Dimensión (agosto de 1972), dedicado a John Wyndham,donde se publicaba el relato La rueda de John Wyndham. (Cortesía del autor).

Publicado con permiso del autor, este texto ya ha sidopublicado, en una versión más reducida, en la revistaAstronomía núm. 79, de febrero de 2006.

el escéptico 100

Cuando Poptronics (Poptró-nica), una de las revistaseditadas por Gernsback

Publications, publicó recientemen-te un artículo defendiendo laabsurda teoría de que las grandespirámides de Egipto eran en reali-dad radios gigantescas, HugoGernsback seguramente se revol-vió en su tumba, como mínimoasombrado, sino horrorizado.Mucho antes de James Randi y elCSICOP, este editor nacido enLuxemburgo, y fundador de unlinaje casi interminable de revistaspopulares, había luchado una larga(y en su mayor parte solitaria)

batalla contra las pseudocienciasde todo tipo, desde la astrología ylas curas milagrosas, al espiritua-lismo y cualquier otro tipo de“embaucadores”. Empleó el poderde sus revistas inmensamentepopulares para avanzar en su cru-zada, siempre dispuesto a respal-dar con cantidades considerablesde dinero sus propias creencias.

Gernsback nació en 1884, emi-grando a los Estados Unidos conapenas veinte años y trayendo conél una pasión inagotable por cual-quier cosa relacionada con la elec-trónica y la radio. En 1906 ya ven-día equipos de radio para el hogar,y dos años más tarde fundaríaModern Electrics (EléctricosModernos), el primero de un largolinaje de revistas que llevarían sunombre como editor.

Fue en esta revista donde apareciópor entregas su novela de ficción

científica Ralph 124C41+ (1911-1912), una pésima historia desdeel punto de vista literario, siendoapenas poco más que un catálogode las maravillas científicas y tec-nológicas que Gernsback esperabaencontrar en el siglo XXVII, peroque alcanzaría la fama por su des-cripción precisa del radar.

Modern Electrics evolucionóhacia el Electrical Experimenter(El Experimentador Eléctrico),donde aparecería la columna regu-lar de “Las aventuras científicasdel Baron Munchausen”, escritaspor Gernsback de forma anónima.Convencido de que la ciencia-fic-ción era el medio ideal para que laeducación científica pudiera llegaredulcorada y sin esfuerzo a suslectores, Gernsback se aseguró deincluir historias y seriales de fic-ción científica en la mayoría de losnúmeros de dicha publicación y desu sucesora, Science & Invention.

H U G OGERNSBACKC R U Z A D OE S C É P T I C ORon Miller

Durante los años veinte y treinta del pasado siglo, el editor de revistas y "padre de la ciencia-ficción" Hugo Gerns-back empleó sus publicaciones más populares para luchar en una guerra unipersonal contra la pseudociencia.Cada ejemplar de sus revistas, tales como Science & Invention (Ciencia e Invención), incluía algún artículo desmi-tificador, o pruebas para comprobar las supuestas capacidades psíquicas o de los más extraordinarios artefactosmedicinales, ofreciendo considerables recompensas monetarias para cualquiera que llegase a realizar una demos-tración con éxito.

Hugo Gernsbackempleó sus publicacio-nes más populares para

luchar en una guerraunipersonal contra la

pseudociencia.

Entre ellas aparecían la continua-ción de las aventuras del barónMunchausen, así como reimpre-siones e historias originales deautores como Ray Cummings,Clement Fezandie, y AbrahamMerritt. Al comprobar la entusias-ta respuesta a un número especialde Science & Invention dedicadoa la “ficción científica” (agosto1923), Gernsback anunció susplanes para una nueva revistadedicada en exclusiva a las histo-rias científicas, que recibiría elnombre de Scientifiction.

Sin embargo, no sería hasta casitres años después que el proyectopudo despegar con la aparicióndel primer número de AmazingStories (Historias Asombrosas).Se trató de la primera revista enpublicar exclusivamente lo quemás tarde sería conocido comociencia-ficción. Aunque conformea los estándares actuales, la mayo-ría de la ficción científica publica-da en el viejo Amazing es casiinsoportablemente didáctica, chi-rriante y, en demasiadas ocasio-nes, casi analfabeta, la mayoría delas historias fueron escritas bajo elestricto puño de hierro de Gerns-back cuyo primer mandamientoera que la ciencia-ficción teníacomo labor prioritaria la de sereducativa, siendo las restantesconsideraciones secundarias en elmejor de los casos, si es que lle-gaban a tenerse en cuenta. Larevista consiguió una populari-dad fabulosa.

Pilar importante del intenso interésde Gernsback por hacer llegar asus lectores los fundamentos de laciencia moderna fue su no menosentusiasta campaña contra laspseudociencias. Le preocupaban laastrología, el espiritualismo, lasmáquinas de movimiento perpetuoy, muy especialmente, los reme-

dios curalotodo. Página tras pági-na (incluso volúmenes enteros enocasiones) de Science & Inventiony de sus revistas hermanas estuvie-ron dedicadas a desinflar las cura-ciones pseudocientíficas milagro-sas, tales como el “neurofonóme-tro” del Dr. Rogers. Rogers res-pondió inmediatamente deman-dando sin éxito a la revista RadioNews (Noticias de la Radio) por unmillón de dólares. Gernsback tam-bién atacó al Dr. Abrahms “defama eléctrica”1 y al “Radio Ener-gizador de Salud” del Dr. Farnam.

En el número de octubre de 1928,Gernsback incluyó como artículo

principal uno donde denunciabael “Montaje Ionaco”. Manufactu-rado por la compañía Iona deGaylord Wilshire, el tratamientoIonaco empleaba un “cinturón”electromagnético (que, en pala-bras de Gernsback, “asemejabamás que nada un collarín de losque se ponen a los caballos”),cuya supuesta utilidad era la demagnetizar el hierro existente enla sangre de su portador con el finde curarlo de cualquier dolencia,desde la acidosis al vértigo. Obtu-vo un gran éxito, y la compañíaIona tenía sucursales en SanFrancisco, Los Ángeles, Seattle,Portland, Denver, y Kansas City

Hugo Gernsback, cruzado escéptico

el escéptico101

el escéptico 102

(todas en los EEUU). Inclusopublicaba un periódico de cuatropáginas bajo el título de I-On-A-Co News.

El artilugio en sí era bastante sim-ple, estaba compuesto de un anillode bucarán de unos 45 centímetrosde diámetro, donde se enrollaban1.122 metros de hilo de cobreenvuelto en algodón, todo ello a suvez cubierto con cinta, felpa y unaimitación de cuero. Una vezconectado a cualquier enchufe delhogar, una pequeña lámpara sujetajunto al cinturón empezaría a bri-llar, gracias a la corriente inducidapor un gran electroimán. “Se supo-ne que las personas crédulas”,comentaba Gernsback, “debenpensar que eso evidencia una fuer-za misteriosa”. Tras conectar elcinturón a la bombilla, debía colo-carse en la cintura del paciente,donde se suponía que el efectomagnético lograría curar casi cual-quier cosa. El cinturón Ionaco noestaba limitado a los sufridoreshumanos, sino que también teníausos veterinarios.

La literatura que acompañaba alcinturón no era nada tímida a lahora de elogiar sus efectos, ni sereprimía lo más mínimo en susexplicaciones pseudocientíficas,“todo lo cual suena como purabasura a los oídos del hombre deciencia. En el panfleto se incluyentambién unas pocas declaracionespor parte de científicos reputa-dos... son declaraciones de todosconocidas; pero lo cierto es que lospasajes pertinentes han sido deli-beradamente citados fuera de con-texto para engañar al ingenuo...”

Como ejemplo de todo este sinsen-tido fatuo, lean atentamente elsiguiente párrafo, tomado textual-mente del folleto de Wilshire titu-lado “El Atajo para la Salud”:

“Además, Ionaco no sóloactúa indirectamentecomo catalizador a travésdel hierro, sino que tam-bién lo hace directamen-te, ya que el electro-mag-netismo en sí mismo esun catalizador que induceal metabolismo. En nin-gún sitio puede compro-barse eso mejor que enlas maravillosas curasdebidas a la luz solar, yrecordemos que la luz noes otra cosa que un fenó-meno electromagnético.El flujo magnético delIonaco actúa directamen-te sobre la estructuraelectrónica del hierromolecular existente en elsistema y parece restaurarla acción catalíticacorrecta en las situacio-nes patológicas. El resul-tado es que tiene lugar la oxida-ción de forma normal, lo queexplica los maravillosos resultadosterapéuticos del empleo del Iona-co”. Por descontado, todo lo ante-rior es una completa tontería, y notiene el menor apoyo en la reali-dad.

Gernsback sabía perfectamentepor qué el cinturón Ionaco parecíafuncionar en muchos casos, a juz-gar por las páginas de testimoniosentusiastas que se incluían. “Loque los crédulos parecen incapacesde meterse en la cabeza, es que el

98 por ciento de las curaciones seapoyan normalmente en la ‘fe’, yque ellos se habrían curado igualde rápido por la mera ‘imposiciónde manos’ o la ingestión de ‘pasti-llas edulcoradas’, si su fe hubierasido suficiente”.

No satisfecho con manifestar suspropias opiniones sobre la inutili-dad del cinturón Ionaco, Gerns-back acompañaba su artículohaciéndose eco de un informe delDepartamento para la MejoraEmpresarial de la ciudad de Seat-tle condenando sin paliativos elproducto Ionaco, así como de dis-tintas declaraciones al respecto demédicos y científicos. Gernsbackdescubrió que muchos de los testi-monios elogiosos publicados porla compañía Iona no eran lo queparecían. A modo de ejemplo, sedirigió a un tal Dr. Arbunthnot,citado por la empresa Iona asegu-rando que “su maltrecho cuello securó al instante” cuando utilizó el

Pilar importante delintenso interés de

Gernsback por hacer lle-gar a sus lectores los

fundamentos de la cien-cia moderna fue su no

menos entusiastacampaña contra las

pseudociencias.

el escéptico103

aparato. Pues bien, el Dr. Arbunth-not explicó a Gernsback que, todolo contrario, “le hubiera funciona-do igual de bien frotarse con lapata izquierda de un conejo”. Enotros casos, también localizadospor Gernsback, ¡los testigos nisiquiera sabían que hubieran nece-sitado el cinturón!

“Claro está”, señala Gernsback,“que el Ionaco no se ha construidopara curar, sino para vender”. Y sevendía bastante bien, a pesar de suelevado precio de 58,50 dólares(65 si se pagaba a plazos). Era unverdadero filón para la empresaIona, ya que el Departamento parala Mejora Empresarial de Seattleestimaba que el coste del cinturónsería apenas de 5,75 dólares, yGernsback logró hacer uno igualgastando sólo 3,50 dólares.

HUGO CONTRA LA ASTRO-LOGÍAGernsback se mostraba particular-mente escéptico hacia las preten-siones de la astrología. Así, dedicósu ensayo mensual en el númerode octubre de 1926 de la revistaScience & Investigation a “El timode la astrología”. “Cualquierapodría pensar”, comienza, “que enesta época ilustrada, como nosgusta llamar a la presente, las ton-terías astrológicas deberían haberdesaparecido de la faz de la Tierrahace mucho tiempo. La realidad esjusto la contraria...”. Gernsbackcontinúa señalando todos los fallosy discrepancias de la astrología,críticas sobre las que “los astrólo-gos permanecen en silencio”.

A pesar de la evidente falta de efi-cacia de la astrología y de sucarencia de cualquier base científi-ca, los “astrólogos y casi-astrólo-gos” consiguen todavía “aprove-charse de las almas crédulas cuyonivel de inteligencia, como norma,

no es demasiado elevado; o bien,de aquellas tan supersticiosas quesu razonamiento se ve gravementeafectado”. “... No se engañen a símismos”, pedía a sus lectores,“uniéndose a esa clase de mortalessimplones capaces de decirte contoda soltura que se dejaron hacerel horóscopo, ‘sólo para divertir-nos un rato, claro’, mientras insis-ten en que saben que es una tonte-ría. En su interior, realmente pien-san quizá haya algo de verdad enello, después de todo”.

Negándose a descartar la astrolo-gía como una moda inofensiva,Gernsback la condena por supotencial para provocar gravesdaños, no siendo uno de los meno-res la estafa al público de grandescantidades de dinero, pues, poraquel entonces, los astrólogos lle-gaban a pedir honorarios hasta de300 dólares por sesión (una canti-dad considerable para mediados delos años veinte).

Como el Asombroso Randi, Gerns-back siempre estaba dispuesto arespaldar sus palabras con dinero.En el caso de la astrología, mantu-vo una oferta permanente de 6.000dólares para “todo aquel astrólogoo adivino que sea capaz de prede-cir tres sucesos importantes de unanaturaleza tal que él no tuvieseningún control sobre el resultadode los mismos. Debe describir poradelantado y con detalle cada

suceso, dando su situación y resul-tado, o incluso el número de vícti-mas si el suceso en cuestión fueseun accidente. Otros 1.000 dólaresserán pagados a cualquier astrólo-go o adivino que elabore treshoróscopos perfectos, precisos,detallados y libres de contradiccio-nes, sobre la vida de tres personascon los únicos datos de las inicia-les de su nombre y el lugar y fechade su nacimiento, que les seránproporcionados por esta oficina”.

Durante meses, la postura de larevista contra la astrología inundóla sección de cartas al director conlas críticas de los creyentes, y eldesafío de Science & Inventionsfue repetidamente vituperado enlas revistas astrológicas de laépoca, tales como Science andAstrology. Gernsback se pregunta-ba: “Un grupo de astrólogos ase-gura que nadie puede cumplir porcompleto las condiciones impues-tas en nuestra oferta... Me pregun-to porqué”.

Pese a lo anterior, durante losquince meses en que se mantuvo eldesafío, miles de astrólogos yseguidores procedentes de todoslos rincones del mundo contesta-ron al mismo, tratando de elaborarcon éxito los horóscopos de lastres personas seleccionadas por larevista.

Nadie parece haber intentado el otrodesafío, el de la predicción de algúnsuceso importante, y ninguno de loshoróscopos coincidían entre sí. Nosólo se contradecían entre ellos einternamente, sino que fueron uná-nimemente incapaces de describir alas tres personas escogidas. Gerns-back se comportó con integridad, nosólo publicando textualmentemuchos de aquellos horóscopos,sino que al terminar presentó a suslectores la descripción correcta de

"Cualquiera podría pen-sar", escribió en 1926,

"que en esta época ilus-trada, como nos gusta

llamar a la presente, lastonterías astrológicas

deberían haber desapa-recido de la faz de la Tie-rra hace mucho tiempo.La realidad es justo la

contraria..."

Hugo Gernsback, cruzado escéptico

el escéptico 104

los individuos en cuestión, paraque éstos juzgasen por si mismoslo precisos que habían sido losastrólogos.

“Y así damos por concluido elConcurso Astrológico de los 6.000dólares”, declaraba la revista, “conla esperanza de que alguna vezesta proto-ciencia pueda volverselo suficientemen-te científica comopara facilitari n f o r m a c i o n e sprecisas... El temaes interesante,incluso diríamosfascinante, perono contiene lamenor pizca deverdad”.

HUGO CON-TRA LOS FANTASMASGernsback no se mostraba menosgentil con el espiritualismo, tanpopular en los años veinte delpasado siglo, y dedicó numerososartículos, algunos de ellos firma-dos por el mago Dunninger (presi-dente del “Comité de Investigacio-nes Psíquicas” organizado por larevista), para desmitificarlo. Oca-sionalmente, Dunninger alcanzaríala portada con un artículo en pro-fundidad desenmascarando aalgún médium, tales como la seño-rita Amelia Bosworth, de Portland(Oregón). Otra extensa serie deartículos sería escrita por EdwardMerlin, “espiritualista reformado”,que hasta entonces se había gana-do la vida realizando un montónde sesiones espiritistas sin proble-mas. Edward se mostraba tajanteen que “jamás se ha producidoalgo que pueda calificarse demanifestación espiritual, y todoslos médiums que cobran por traba-jar son fraudulentos”. Los artícu-los de Merlin (profusamente ilus-trados con fotografías de como

realizar los trucos) se dedicaban aexplicar los artilugios y técnicasempleadas por los médiums yespiritistas.

De forma similar sus desafíos a laastrología y a los inventores chala-dos, la revista ofrecía una recom-pensa de 1.000 dólares para cual-quier evidencia de un verdadero

fenómeno sobre-natural. A lamisma, Joseph F.Rim añadió otros10.000 dólares, ylo mismo hizoDunninger, con-virtiendo el botefinal en unosasombrosos (parala época) 21.000dólares. Por todolo que sé, este

dinero permaneció tan segurocomo cualquiera de los otros pre-mios ofertados por Gernsback.

HUGO CONTRA LOS PSEU-DOCIENTÍFICOSLa naturaleza de Science & Inven-tions atraía a todotipo de inventores,desde el sincero ya menudo talento-so mecánico afi-cionado, al chala-do cuyas inven-ciones desafiabantodas las leyesconocidas de lafísica, la matemá-tica, y la química. “Los editores”,se quejaba la revista, “han recibidomiles de diseños diferentes demáquinas de movimiento perpe-tuo, y han recibido cientos de car-tas y circulares solicitando finan-ciación para la construcción de taltipo de ingenios”.

Si ellos recibían una cantidad taningente de correspondencia sobre

la construcción de máquinas demovimiento perpetuo seguramentedebían existir muchos miles depersonas recibiendo propuestassimilares, casi siempre acompaña-das de solicitudes de fondos.

Temiendo que muchos de sus lec-tores pudieran perder su dinero deesta forma, Gernsback ofreciótambién un desafío a los defenso-res de las máquinas de movimien-to perpetuo: “Basta con que vengay nos muestre –sólo nos muestre–un modelo que funcione, y ustedrecibirá 5.000 dólares”. Nunca sepresentó un ganador.

Gernsback estaba dispuesto aenfrentarse a cualquier inventorque respaldase una máquina pseu-docientífica. Por ejemplo, dedicóvarias páginas del número deMarzo de 1928 de la revista Scien-ce & Invention al “Konzentradorde Pensamientos”, un artilugio quepara Gernsback “se llevaba el pre-mio” entre todas las estafas cientí-ficas por él investigadas. “Almenos, en los demás aparatos exa-

minados”, escribeGernsback conasombro, “siem-pre podía quedaren alguien unaremota dudasobre que ‘pudie-ra haber algo decierto en todoesto’... Pero el‘Konzentrador de

Pensamientos’, un artilugio de ori-gen alemán... es, sin la menorduda, el más ridículo timo que hallegado jamás a nuestras costas.Porque el Konzentrador realmenteno hace absolutamente nada...”

Aún así, el propio Gernsback norenunciaba en ocasiones a engañara sus propios lectores... siemprecon las mejores intenciones. El

Gernsback ofreció tam-bién un desafío a los

defensores de lasmáquinas de movimien-to perpetuo: "Basta conque venga y nos mues-tre -sólo nos muestre-un modelo que funcio-

ne, y usted recibirá5.000 dólares".

Gernsback siempre esta-ba dispuesto a respaldarsus palabras con dinero.En el caso de la astrolo-gía, mantuvo una oferta

permanente de 6.000 dóla-res para todo aquel astró-logo o adivino que fueracapaz de predecir tressucesos importantes.

el escéptico105

Science & Inventions de Septiem-bre de 1927 asombró a sus suscrip-tores cuando les presentó, impávi-do, un informe sobre un supuestocientífico alemán llamado Dr.Kowsky que habría tenido uncompleto éxito al inventar un“anulador gravitatorio”. Tanimportante era este supuesto des-cubrimiento que Gernsback llegó adedicarle la portada, ilustrada conuna atractiva rubia sentada lángui-damente en un columpio suspendi-do sólo de un enorme cubo blanco.Ilustrada con diagramas y fotogra-fías de la máquina y su inventor, lahistoria, contada con una verosi-militud minuciosa, nos informabade todos los detalles en torno aldescubrimiento (incluyendo losnombres de numerosas autorida-des y varias revistas prestigiosas)de que los cristales de cuarzosometidos a una corriente de altafrecuencia perdían peso. Y en talmedida que, de hecho, un cristalde gran tamaño podría elevar unpeso de más de diez kilos. Llegabaa incluir una foto para demostrar-lo.

El número siguiente explicabatodo el montaje. Había sido toma-do, según admitía Gernsback delnúmero del día de los Inocentes deuna revista alemana. Si sus lecto-res hubieran examinado con cuida-do las fotografías, explicaba,habrían comprobado que ningunode los equipos eléctricos presentestenían el menor sentido. Además,se habrían dado cuenta de que elcable que supuestamente conecta-ba el cristal de cuarzo al peso, ¡nisiquiera tocaba a éste último!. “Lamoraleja”, recordaba Gernsback asus lectores, “es que nunca debencreerse todo lo que vean, sino pen-sar por ustedes mismos, porque deotra forma jamás tendremos laseguridad de lo que es cierto y delo que no”.

NOTAS1. Véase el artículo “The King ofQuacks: Albert Adams, M.D.”por J. D. Haines, aparecido en elSkeptical Inquirer, mayo/junio2002.

REFERENCIASClute, John y Peter Nicholls.1995. The Encyclopedia of Sci-

ence Fiction. Nueva York: St.Martin´s Griffin.Moskowitz, Sam. 1957. Explor-ers of the Infinite. Cleveland(Ohio): World Publishing Co.ublicado originalmente en inglesen la revista Skeptical Inquirer(noviembre/diciembre, 2002).Traducido por Luis R. GonzálezManso. Diciembre 2004.

Hugo Gernsback, cruzado escéptico

el escéptico 106

PRIMER CONTACTO

El presente trabajo pretende indagar en una ilusióncientífica que no se convirtió en realidad porquejamás existió, aunque sí gozó de una corta pero

intensa pseudoexistencia e incluso llegó a ser consideradacomo ciencia, tal y como hoy en día se consideran losrayos X, la Teoría de la Relatividad o la mecánica cuánti-ca.

A lo largo de las páginas que siguen intentaré realizar unaaproximación a los indetectables rayos N, ubicarlos en sucontexto y avanzar alguna explicación por la que la creen-cia en los mismos permaneció tanto tiempo como auténti-ca ciencia cuando los rayos en realidad ni existieron ni, porello, nunca pudieron hallarse. Espero explicarles esta para-doja.

BREVE RESUMEN EPISTEMOLÓGICOHay autores que sostienen que la ciencia es una especie de“consenso”, un concepto difícilmente definible pero queviene a decir que nada hay objetivo a nuestro alrededor y

que las investigaciones científicas obedecen más a un“ponerse de acuerdo” los científicos, que a algo que exista“fuera de nosotros”. No obstante, la ciencia es todo menosconsenso, en el sentido de que todo lo afirmado debe sercomprobado o rebatido por cualquiera que desee hacerlo,exista consenso o no.

En este sentido no hay opiniones científicas en el sentidoque se da a las opiniones artísticas, sino modelos aproxi-mados del Universo basados en pruebas científicas. Pode-mos discutir si el Guernica es un buen cuadro o simple-mente una tomadura de pelo, pero la discusión sobre si laTierra gira alrededor del Sol es, simplemente, estéril.

Por supuesto, el valor de una teoría científica no es abso-luto, ni mucho menos, dado que se trata de modelos siem-pre mejorables. El Calórico, el Flogisto y la Teoría de laGravitación de Newton fueron modelos que luego hansido superados o completados por otros que explican máso mejor el Universo. No obstante, durante el tiempo en quefueron útiles, fueron ciencia.

El caso estudiado aquí, los Rayos Blondlot, es al tiempoigual y diferente que los arriba mencionados. Es igual enel sentido de que tal modelo fue descartado tras no poderaportar pruebas convincentes sobre la existencia de losrayos, pero es diferente en el sentido de que no fue unaconstrucción teórico matemática, sino que el engaño vino

LOS RAYOS QUENUNCA EXISTIERONJosé Manuel Facal Díaz

"Mantener que los molinos de viento son gigantes, mientras se están observando y tocando, constituye sin dudaalguna la mayor de las locuras. Ahora bien, vistos a lo lejos, a enorme distancia, el imaginar, el pensar, e inclusoel llegar a creer que pudieran ser gigantes... es, contrariamente, el mayor de los pensamientos, es la última basesobre la que se apoya toda la ciencia" Harvey, "El detective y la doctora" (They might be giants) 1.971, film."El problema de la ciencia es establecer la distancia a la que se puede garantizar que los molinos de viento noson gigantes" (Josep P. All, Autobiografía)"Pero, ¿tú crees que la ciencia es algo más que lo que hay en los libros?." (Francisco Lorenzo, en una conversa-ción personal)"Declaraciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias" (Carl Sagan)

Para Kelvin (1824-1907), la física “eramás un tema de ajustar los decimalesde las medidas que de la existenciade nuevas preguntas y respuestas”.

Pero en modo alguno fue así.

el escéptico107

dado porque se detectó experimentalmente algo que noexistía, análogamente a algo que sucedió posteriormenteen los años ochenta del siglo XX: la Fusión Fría.

CONTEXTOEl contexto histórico: la guerra franco prusianaVale la pena detenerse un momento en la historia, dado quegran parte de este tipo de problemas fue acrecentado porlas tensiones derivadas de una guerra.

Alrededor del año 1870 Prusia buscaba la unificacióngeneral de los estados alemanes en torno de sí, y Franciatenía intenciones de anexionarse Luxemburgo, todo ello enmedio de presiones de los diversos estados europeos. LaGuerra franco-prusiana, declarada por Francia y ganadapor Prusia, fue un conflicto que tuvo lugar desde julio de1870 hasta mayo de 1871.

Los cambios políticos en Francia fueron enormes, y entreellos estuvo el derrocamiento del emperador francésNapoleón III (1808-1873) y la vuelta de la nación a unaRepública.

Con el Tratado de Frankfurt (Hesse), Otto von Bismarck(1815-1898), además de generar la unificación alemana,impuso unas inmensas reparaciones dinerarias a Francia,al tiempo que se anexionaba las provincias de Alsacia yLorena, ricas en minas de carbón. En Lorena estabaNancy, su capital, la ciudad de René Prosper Blondlot.

Hasta 1918, fin de la Primera Guerra Mundial, Alsacia yLorena no volverían a Francia. Durante todos esos años sellevó sobre estas regiones un programa de germanización,que se tornaría de afrancesamiento tras la Primera GuerraMundial. Vale la pena recordar que Francia las volvió aperder y recuperar durante la Segunda Guerra Mundial.

El contexto científicoA) La radiaciónDurante el siglo XIX se hicieron notables aportaciones a lafísica, especialmente a la termodinámica, lo que motivó elfamoso comentario en 1898 de William Thompson (LordKelvin, 1824-1907) de que la física “era más un tema deajustar los decimales de las medidas que de la existencia de

nuevas preguntas y respuestas”. Pero en modo alguno fueasí. Haremos un pequeño resumen de aquella época.

Para comenzar, los experimentos de Albert AbrahamMichelson (1852-1931) sobre el éter y el estudio de lasrelaciones entre la materia y la energía se encargarían deanular tal creencia, dando lugar a sendas revolucionescientíficas.

En 1900 Max Kart Ernst Ludwig Planck (1858-1947)introdujo la cuantización de la energía que daría lugar a lamecánica cuántica. Por su parte, Albert Einstein (1879-1955) propuso en 1905 la Teoría de la Relatividad en su‘’Electrodinámica de los cuerpos en movimiento’’.

En ese momento faltaba una formulación teórica. A finalesdel citado siglo se conocía bastante sobre la radiación delcuerpo negro, y científicos como Wilhelm Wien (1864-1928) y Heinrich Rubens (1865-1922), habían hecho enMunich medidas de la radiación emitida por tales cuerpos,pero la expresión empírica de Wien, dada en 1896, no seajustaba a la realidad para frecuencias bajas.

John William Strutt Rayleigh (1842-1919) y James Hop-wood Jeans (1877-1946) lo intentaron con el electromag-netismo clásico, pero sólo consiguieron justificar bien losresultados a baja frecuencia; las frecuencias altas continua-ban sin explicación, todo ello era un problema conocido ensu momento como la catástrofe del ultravioleta.

En el año 1900, Planck propuso, auspiciado por LudwigEdward Boltzmann (1844-1906), la cuantización de laenergía, es decir, la idead de que los intercambios energé-ticos entre radiación y materia ocurren de forma disconti-nua, en forma de cuantos y proporcional a la frecuencia dela radiación. Esto ajustó la teoría a los datos experimenta-les. Al mismo tiempo, Albert Einstein (1879-1955) aplicóla teoría para la explicación del efecto fotoeléctrico. Todoello justificó lo que la teoría clásica de radiación no podíaexplicar: que la energía fuese independiente de la intensi-dad de la radiación, detalle ya observado por HeinrichRudolf Hertz (1857-1894) y también por Philip EduardAntón von Lenard (1862-1947).

Posteriormente, mediante el estudio de espectros, se llega-ría dentro de un inmenso mar de dudas a la formulación dela mecánica cuántica alrededor de 1925, teoría todavíasujeta a debate.

B) Los rayos XEn 1895, Wilhelm Konrad Roentgen (1845-1923) des-cubrió los rayos X, lo que le valió el Premio Nobel en1901. Tales rayos, un tipo de radiación electromagnéti-ca muy penetrante (longitud de onda desde 10 nm hasta

Los rayos que nunca existieron

El Calórico, el Flogisto y la Teoría dela Gravitación de Newton fueron

modelos que luego han sido supera-dos o completados por otros que

explican más o mejor el Universo. Noobstante, durante el tiempo en que

fueron útiles, fueron ciencia.

el escéptico 108

0,001nm), se produce bombardeando un material con elec-trones de alta velocidad.

El diseño experimental inicial se realizaba con el tubo deWilliam Crookes (1832-1919), una ampolla de vidriosometida a un vacío parcial y con dos electrodos. En él,cuando una corriente eléctrica traspasa el gas, éste se ioni-za y los iones positivos golpean el cátodo y expulsan elec-trones del mismo. Estos electrones, que forman un haz derayos catódicos, bombardean las paredes de vidrio del tuboy producen Rayos X.

Los rayos X encontraron una inmediata utilidad en lamedicina. En el año 1899, el dentistaEdmund Kells tomó una de las prime-ras radiografías dentales, con objetode verificar si un conducto estabaobstruido. Vale la pena comentar quesu vida fue un tanto curiosa: experi-mentó él mismo con los rayos, perdióuna mano por ello, experimentó paramejorar las radiografías, perdió la otray finalmente se suicidó.

En definitiva, fue la época de las radiaciones: Roentgenhabía descubierto los rayos X en 1895, Becquerel laradioactividad en 1896 y en 1900 ya se habían identifica-do los rayos alfa, beta y gamma.

LOS RAYOS BLONDLOTY fue justo en época cuando ocurrió un caso realmenteespectacular en 1903, en la ciudad de Nancy. René ProsperBlondlot (1849-1930), notable científico que había traba-jado anteriormente en experimentos de doble refracciónbajo campos eléctricos intensos y también en medidas dela velocidad de propagación de los impulsos eléctricos, yademás ganador por tres veces del Premio de la Academiade Ciencias de París, dijo haber descubierto un nuevo tipode radiación, los rayos N.

Y tras él, varios de los mejores científicos de la épocagarantizaron con multitud de artículos que así habíasido, cuando de hecho los rayos jamás habían llegado adetectarse.

La ilusión de los rayos BlondlotTal radiación extraña provenía de losexperimentos de Blondlot de polari-zación de los rayos X producidosmediante una chispa eléctrica a travésde un prisma de cuarzo, en un intentode demostrar que tales rayos eranondas. Razonó que si la luz pasaba através del plano de polarización, la

chispa tendría diferente intensidad que si no lo hacía y portanto los rayos serían ondas. En resumen, que si se poníaun trozo de un material en una determinada dirección, severía sobre una pantalla una radiación más intensa que siel trozo estaba en una posición diferente.

Pero cometió un error de bulto: creyó descubrir un tipodesconocido de radiación que era capaz de incrementar laluminosidad del haz emitido por una chispa eléctrica. Afir-mó ver un aumento de la luminosidad producida en la pan-talla, lo cual implicaba un nuevo tipo de radiación. Enotras palabras, si iluminaba con una linterna, le cabía espe-rar ver la luz de ésta; de aparecer otro tipo de luminosidad,

debía estarse ante un nuevo tipo deradiación.

Blondlot era un científico honesto, yse preguntó si influiría su visión, ypara eliminar el componente subjeti-vo comprobó la luminosidad utilizan-do una fotografía o un compuesto quí-mico fluorescente. Pero en realidad elproblema era que, al final, la interpre-

tación del aumento de la luminosidad en la fotografíadependía de sus ojos y su cerebro, y la ilusión se seguíaproduciendo. En esencia, lo que se trataba era de determi-nar el mayor o menor oscurecimiento en una placa, y sibien la diferencia entre ver algo o no ver nada es clara(caso de los Rayos X), entre diferentes tonos la compara-ción es muy difícil.

Si a ello añadimos que el revelado era hecho por las mis-mas personas que realizaban los experimentos el engañocuajó totalmente.

Imaginemos que yo sé qué placas deben estar más oscuras;incluso sin intentar engañar, dejaré que se revelen durantemás tiempo, o las mantendré más bajo la luz… o cualquiercosa que ayude a mi conclusión.

Y ello constituye un error extraordinario, comparado al delos médicos que probaban un nuevo medicamento y sabí-an qué producto de los administrados no era el placebo, loque motivó la instauración del método del doble ciego entales experimentos.

Características de los rayosBlondlotDurante su corta existencia (1903-1906) los rayos de Blondlot parecie-ron tener propiedades “extrañas”. Nodeja de ser curioso cómo los libros deciencia tratan este tema: dado que losrayos no han existido nunca, ahora se

Fue la época de las radiacio-nes: Roentgen había descu-bierto los rayos X en 1895,Becquerel la radioactividad

en 1896 y en 1900 ya sehabían identificado los rayos

alfa, beta y gamma.

Si se ponía un trozo de unmaterial en una determina-

da dirección, se veríasobre una pantalla una

radiación más intensa quesi el trozo estaba en una

posición diferente.

el escéptico109

ven sus raras propiedades con ciertoaire de condescendencia ante el errorde Blondlot. Los juicios desde estaposición son difíciles de justificar,dado que los grandes descubrimientosse caracterizaron precisamente poraportar propiedades realmente extra-ñas (mecánica cuántica, Teoría de laRelatividad,…).

Entre las propiedades más extrañasestaba su producción. La radiacióndel Blondlot provenía de los rayos X, pero luego se afirmóque también venían del Sol, de algunos metales calentadosy del cuerpo humano incluso cuando estaba muerto. Ade-más, aumentaban la agudeza visual de las persona y serví-an para verificar la eficacia de los medicamentos usadospara el corazón, dado que éste era un emisor. Lo mismopara las contracciones del parto.

Atravesaban casi todo tipo de materiales, excepto el agua,la sal gema y la madera cuando estaba verde. Excitabancompuestos químicos pero al rociarlos con cloroformodesaparecía tal efecto.

El aluminio se reveló como un material que refractaba losrayos N.

Becquerel pensó que podían transmitirse por cable y otrospropusieron usarlos para tomar radiografías.

Con todo, en algunos experimentos que no parecían fun-cionar porque los materiales en cuestión disminuían laintensidad de la descarga eléctrica en lugar de aumentarlaBlondlot propuso ad hoc la hipótesis de que existían rayosN1, rayos negativos.

La cegueraEn esos tres años gran partede los científicos francesesvivieron en una pura ilusión.Hasta 1906 tales rayos fueronobservados y constatados por120 científicos, con más detrescientos artículos y tesisdoctorales. Sólo Blondlotescribió 26 artículos. Esto constituyó un caso histórico deceguera —o, mejor, de hipervisión múltiple—. Para hacer-se una idea, vale la pena pensar ahora mismo en la home-opatía y todo lo que se ha escrito... ¿qué sucederá en elfuturo con este tipo de descubrimientos inexistentes?

Muchos científicos llegaron a visualizar los rayos, aunqueéstos nunca tuvieron existencia como tales. Entre quienes

respaldaban a Blondlot, estaban gran-des físicos como Antoine Henri Bec-querel (1852-1908), con nada menosque diez artículos, y del lado contrariofiguraban, entre otros, Kelvin y Croo-kes.

Este efecto de fe ciega, de ver lo quequeremos ver, de ninguna manera esuna anécdota. Este tipo de cuestionesaparecen cada cierto tiempo. Lapoliagua fue un caso de ceguera: Fed-

yakin, en el año 1962, haciendo experimentos de conden-sación en capilares, observó un líquido parecido al aguapero más denso y que se congelaba a unos 50ºC bajo cero,pero tras muchos artículos describiendo sus propiedades,en 1971 se comprobó que era simplemente agua contami-nada con el cuarzo de los capilares.

Otros ejemplos que podrían citarse son la fusión fría dePons y Fleischmann, o la del elemento 118 o, simplemen-te, algunos experimentos pseudocientíficos como la visiónremota o el doblamiento de metales, donde también hanincurrido en grandes errores físicos notables.

Pero volvamos a los rayos N. Ya entonces, un físico ale-mán, Heinrich Rubens, no había logrado reproducir losresultados del francés, y en el Reino Unido tampoco podí-an repetir los experimentos con resultados. Ello logró quedurante este período aparecieron ciertas tensiones entre loscientíficos franceses y los británicos y alemanes, dado queestos últimos eran en general incapaces de atrapar losrayos N.

Mientras tanto, la Academia de Ciencias le había otorgadoel premio Leconte a Blondloten 1904, con un jurado inte-grado entre otros por Becque-rel y Jules Henri Poincaré(1854-1912). Poincaré, segúnalgunas versiones, tenía seriasdudas y redactó la concesióndel premio casi sin nombrarlos rayos N (Poincaré era tam-bién de Nancy y la influenciade ello en la concesión del

premio no debió de ser pequeña). Entre otros detalles, ser-vía para adjudicarle la paternidad de los rayos a Blondlotante otros científicos, e incluso ante un espiritista queanunciaron haberla descubierto años antes.

En septiembre del año 1904, el tema se debatió en la Uni-versidad de Cambridge, en un congreso internacional defísica, y a instancias de Rubens se decidió invitar a un

Los rayos que nunca existieron

En esos años gran parte delos científicos franceses

vivieron en una pura ilusión.Hasta 1906 tales rayos fue-ron observados y constata-dos por 120 científicos, conmás de trescientos artículos

y tesis doctorales.

Robert Wood era una persona algoextraña para su época, un desmitifica-dor especializado en desenmascarar alos espiritistas (su afición favorita) y altiempo un excelente físico. Trató losrayos N como lo que él consideraba

que eran: un engaño.

el escéptico 110

experto norteamericano, presente en el congreso, paraaclarar la situación.

El final de los rayos NEn realidad, recapitulemos, en los experimentos se tratabade detectar el mayor o menor brillo en una pantalla, perolo que realmente sucedía era que los científicos aceptabancomo cierto aquello que creían que aparecía cuando sesuponía que debía aparecer, un tipo de ilusión conocidapor todos los oculistas cuando un paciente con unas cata-ratas avanzadas “ve” sus propias manos agitadas ante susojos o pinta sus labios con un espejo delante. Si alguienpudiese demostrar de alguna manera la no detectabilidadde los rayos, el tema estaría resuelto.

El final vino provocado por un cazaembusteros —y ade-más en este caso profesor de física— llamado RobertWilliam Wood (1868-1955), experto en óptica, espectros-copia y fotografía de la Johns Hopkins University(EEUU). Éste había intentado reproducir los experimentosen su país, pero no había conseguido hacerlo. Se fue aFrancia a trabajar con Blondlot y no consiguió ver enmodo alguno los rayos N.

Robert Wood era una persona algo extraña para su época,un desmitificador especializado en desenmascarar a losespiritistas (su afición favorita) y al tiempo un excelentefísico. Al igual que hacía contra otras muchas pseudocien-cias, optó por el camino más expeditivo y trató los rayos Ncomo lo que él consideraba que eran: un engaño.

Para empezar se presentó hablando en alemán, a pesar deque hablaba francés, para poder escuchar las conversacio-nes entre Blondlot y su ayudante M. L. Wirtz (que con eltiempo ha llegado a ser considerado como el único culpa-ble… aunque no hay pruebas claras de ello). Posterior-mente quitaba piezas importantes en los aparatos del expe-rimento.

Durante todo el tiempo que Wood estuvo en Nancy, elequipo francés fue incapaz de mostrarle pruebas experi-mentales de la existencia de los rayos. En una experiencia,por ejemplo, Wood ponía y quitaba su mano delante delemisor de rayos y el equipo de Blondlot decía cuándo elemisor era tapado… pero no coincidían las observaciones

con el movimiento de la mano. Blondlot hasta llegó a argu-mentar que se necesitaba cierto entrenamiento visual delque Wood carecía.

Al final Wood usó un método drástico para comprobar lafiabilidad del experimento, un sistema no carente de lógi-ca si bien puede tacharse de deshonesto. No obstante, a mijuicio este tipo de inmoralidad es preferible a una teoríainútil. Veamos un ejemplo en otro ámbito antes de seguircon los rayos N.

Un caso parecido aconteció cuando varios investigadoresadmitieron que un par de jovencitos movían cosas a distan-cia, mediante telequinesia, sin ningún tipo de control expe-rimental. Los investigadores también veían que habíaobjetos que cambiaban de lugar, pero en gran parte era,como Blondlot, porque creían en lo que hacían y el rigorexperimental no era el correcto.

Al final se descubrió que los “psíquicos” eran magos yestaban engañando a los investigadores, quienes no habíanprevisto controles exhaustivos a pesar de ser avisados pormagos profesionales.

Todo el engaño fue perpetrado por un mago experimenta-do, James Randi, quién cansado de avisar que los contro-les de los parapsicólogos no eran correctos, no le quedómás remedio que organizar este espectáculo. Yo estoy deacuerdo con él.

Wood lo tuvo fácil. Los experimentos de Blondlot se rea-lizaban en la oscuridad, para observar la poca luz emitidapor una pantalla fosforescente. Todo lo que hizo Wood fuecoger un prisma de aluminio —pieza crucial del experi-mento— y metérselo en el bolsillo. El equipo científicosiguió viendo el efecto de los rayos sobre un círculo fosfo-rescente.

Tras comprobar que el protocolo experimental no teníagarantías porque dependía de la visión de los investigado-res (y por ello de las ilusiones de sus cerebros más que dealgo constatable objetivamente), Wood publicó sus resul-tados en Nature y los rayos Blondlot se vinieron abajo.

La hipótesis más probable era que Blondlot no engañabacuando hablaba de sus rayos, pero el experimento carecíade controles y las mismas personas que realizaban el expe-rimento contrastaban los resultados, algo que nunca debehacerse.

Al final se retó a Blondlot a descubrir dónde se hallaba unemisor de rayos N si se le suministraban dos cajas idénti-cas y cerradas, una con un supuesto emisor de rayos N yotra sin él. Blondlot rehusó y eso fue el fin.

Blondlot seguramente no engañabacuando hablaba de sus rayos, pero elexperimento carecía de controles y las

mismas personas que realizaban elexperimento contrastaban los resulta-

dos, algo que nunca debe hacerse.

el escéptico111

No obstante, los rayos N se siguieron utilizando para ilus-trar un libro sobre el fascismo. Esto mueve a reflexión pro-funda, y el impacto de la ciencia en el desarrollo políticomerecería una investigación aparte. El libro en cuestiónapareció cuando ya no existían oficialmente los rayos N.Jörg Lanz von Liebenfels escribía para la revista Ostara,que contaba también con un pintor de acuarela llamadoAdolf Hitler. El libro contaba historias de unos arios (dio-ses) y su relación con los humanos inferiores. Entre lasparticularidades que tenían los arios estaba la posibilidadde ver con los rayos N...

CONCLUSIONESQuizás hoy pueda parecer raro que grandes científicospuedan cometer un error de este tipo, pero en modo algu-no lo es.

En primer lugar porque se aceptó mayoritariamente elargumento de autoridad de los grandes científicos. Hoy endía sucede lo mismo cuando se analizan los artículos cien-tíficos para ser publicados: se ha demostrado que las deci-siones de publicación de un artículo dependen de la uni-versidad y del autor del mismo.

Vale aquí la pena repasar la historia reciente donde dos psi-cólogos enviaron artículos ya publicados por ciertas revis-tas, pero cambiando los nombres de las universidades y delos autores. Las revistas rechazaron ocho artículos que pre-viamente habían aceptado y publicado. Esto prueba que lacapacidad de reflexión, sin duda, se ve interferida por loque deseamos o creemos.

A mi juicio, más curioso y extraño me parece que, sabien-do que este problema existe, las grandes revistas no hayanhecho nada para evitarlo, algo así como que se envíen losoriginales sin firmar. Eso sí es extraño.

En segundo lugar, por la competencia entre científicos. Alo largo de la historia esta competencia llevó a descubri-mientos que resultaron ser falsos o burdas falsificacionesespecialmente en medicina y biología.

Finalmente, en aquel contexto histórico posterior a la Gue-rra Franco Prusiana, algunos autores proponen la tesis deque un descubrimiento científico revitalizaría la imagen deFrancia, más todavía si se tiene en cuenta que los rayos Xeran un descubrimiento alemán y que en ese momentogran parte de Alsacia y Lorena era territorio alemán.

Las ideas en este caso no son claras para los diferentesautores, ya que unos tienden a pensar en problemas entrenaciones mientras que otros prefieren pensar en un simplecaso de autoengaño (con la aquiescencia de reputadoscientíficos) mezclado con un intento de notoriedad y con

la idea de que se está en el camino correcto y por lo tantoincluso se permite alguna trampa.

Lo curioso de este caso es que nunca se llegó a clarificar latesis del engaño. Ha habido muchos intentos de falsifica-ción en la historia de la ciencia, pero la inmensa mayoríase han descubierto. En este caso, hasta el descubridorWood pensaba que Blondlot era honesto y su ayudanteWirtz el culpable… pero nunca se ha llegado a demostrar.

BIBLIOGRAFÍA— Asimov, Isaac: Más allá de cualquier lugar. Barcelona: Edi-ciones B, 1993. ISBN:84-406-3300-9.— Di Troccio, Federico: Las mentiras de la Ciencia. Madrid:Alianza Editorial, 1997.— Feyerabend, Paul K. Contra el Método. Barcelona: Ariel,1981.— Gardner, Martin. La ciencia, lo bueno, lo malo y lo falso.Madrid: Alianza Editorial, 1988.— Gille, Bertrand: Introducción a la Historia de las Técnicas.Barcelona: Crítica, 1999.— Kuhn, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas.Madrid: Fondo de Cultura Económica, 1975.— Marina, José Antonio: La inteligencia fracasada. Teoría ypráctica de la estupidez. Barcelona: Anagrama, 2005.— Mumford, Lewis: Técnica y Civilización. Madrid: AlianzaUniversidad, 1992.— Randi, James. The Truth about Uri Geller. New York: Pro-metheus Books, 1975. — Randi, James. Fraudes Paranormales. Gerona: Tikal Edicio-nes, 1994.— Rodríguez Arias, Enerio(http://www.psicologiacientifica.com/publicaciones/biblioteca/articulos/ar-enerio01.htm).— Sánchez Gómez, José L.: “Algunos aspectos de fundamenta-ción de la Mecánica Cuántica un siglo después”, en RevistaEspañola de Física, 2003, vol.17, n.1.— Sánchez Gómez, José Luis: “La interpretación de la TeoríaCuántica, un debate permanente”, en Revista Española de Físi-ca, 2000, vol. 14, n. 1.— Sánchez Ron, José Manuel: “La cuantización de la Física(1900-1927)”, en Revista Española de Física, 2000, vol.14, n.1.— Segura, Simon. Manual de Historia Económica Mundial yde España. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces, 1992.— Sokal, Alan; Bricmont, Jean. Imposturas Intelectuales. Bar-celona: Paidos, 1999.— Stuewer, Roger H.: Historia y física (http://gric.univ-lyon2.fr/Equipe2/coast/ressources/ICPE/espagnol/PartB/B3.htm).— Thomas, Hugh: Una historia del Mundo. Barcelona: Grijal-bo, 1982.— VVAA “El siglo XX, II. Las ciencias físicas”. En HistoriaGeneral de las Ciencias, vol.6. Barcelona: Orbis, 1988.— VVAA Atlas Histórico Mundial. Madrid: Istmo, 1997.

Nunca se llegó a clarificar la tesis del engaño

Los rayos que nunca existieron

el escéptico 112

Cuando Dédalo y su hijo Ícaro quedaron atrapa-dos en la isla de Creta, constataron que suúnica vía de escape era por el aire. Prestos,

empezaron a construirse unas alas pegando plumascon cera. Advertido Ícaro de no acercarse demasiadoal Sol, quedó extasiado por la nueva sensación devolar y no hizo caso del peligro. Y la cera se derritió,despegándose las plumas…

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha tenido elansia de volar, de superar sus limitaciones físicas.Mitos como el de Ícaro así lo corroboran.

Científicos renacentistas como Leonardo da Vinci, apartir de la observación del vuelo de los pájaros, cre-aron fallidos artilugios con el propósito de elevarsedel suelo. No lo consiguieron. La humanidad tendríaque esperar a los hermanos Wright para ver su sueñohecho realidad.

Pero, al margen de la ciencia, infinidad de personajescreyeron en o se les atribuyó la capacidad de la levi-tación. Como por ejemplo la famosa Teresa de Ávilaque, en plenos ataques de éxtasis, padecía una extre-mada sensación de ligereza, manifestando diversostestigos presenciales que en realidad levitaba.

También en el siglo XVII, el italiano José de Cuper-tino, alcanzaba similares trances, realizando múlti-ples levitaciones; alguna portando una pesada cruz.Muy acertadamente (sic) ahora es el patrón de losaviadores. Pero no sólo los dioses intervienen. Elmédium victoriano Daniel Dunglas Home, con laayuda de los espíritus, también logró repetidamentela proeza de volar por los aires. Y mediante técnicasde meditación avanzada, los lamas tibetanos han

obtenido dicha capacidad. Más reciente (pleno sigloXX) es la aparición de la rusa Nina Kulagina que conel simple poder de su mente era capaz de mover yhasta levitar objetos. Existen varias grabaciones enlos que se ponen de manifiesto sus extraños poderes.

Pero, ¡ay!, la prosaica realidad se impone. Todo es unfraude. La percepción de levitación existe. Sí, peropor causas naturales, aplicando fuerzas de maneradisimulada y/o creando una mera ilusión óptica. Estebreve artículo tiene la intención de comparar unaserie de métodos que utilizan los magos profesiona-les para elevar pequeños objetos e incluso, a ellosmismos, pero sin llegar a desvelar ningún secreto.

PRINCIPIOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOSTodos los efectos de levitación que se mostrarán en elsiguiente apartado se basan en ocultar el medio desustentación del objeto o persona que aparentementelevita. Podemos, por cuestiones de falta de estabili-dad, descartar el uso de imanes o electroimanes. Lasolución está en otra parte, en la utilización de mate-riales resistentes y prácticamente invisibles en unascondiciones ambientales apropiadas (iluminación,color de fondo, etc.). Estos materiales, dependiendode su tamaño y de sus características mecánicas(resistencia a la tracción, flexión y elasticidad) servi-rán para realizar uno u otro efecto. Por tanto, hay que

ESTUDIO COMPARATIVO DE DISTINTAS TÉCNICAS DE LEVITACIÓNAntoni Escrig Vidal

Levitar; Dicho de una persona o deuna cosa: elevarse en el espacio sin

intervención de agentes físicos cono-cidos (Diccionario de la Real Acade-

mia Española)

el escéptico113

tomar en consideración cuestiones aparentementeinocuas como la capacidad reflectante del artilugiosiendo, en algunos casos, necesario pintarlo con unpigmento adecuado.

En otras ocasiones, como en el caso de la autolevita-ción (donde se produce la levitación del propiomago), mayoritariamente se trata de un efecto óptico.Una ilusión que depende del ángulo de visión delespectador y de la pericia del mago, cuyo propiocuerpo/vestimenta oculta el medio de sustentación,pudiendo ser éste desde un artilugio mecánico hastael uso del propio pie del mago.

En cambio, en magia de grandes escenarios, como enel caso de los famosos vuelos de David Copperfield,la levitación consiste en la aplicación de técnicas másaparatosas, llegando incluso a la combinación devarias de ellas (David usa un determinado y volumi-noso artilugio, controlado por un equipo de colabora-dores, en la situación de vuelo libre en el escenario yotro muy distinto cuando vuela dentro de una cajatransparente cerrada).

Otra cuestión fundamental, constituye la misdirectiono movimiento de distracción en el que el mago acti-va, cambia o hace desaparecer el truco, ya que notodas las técnicas son completamente limpias, esdecir, que el mago es perfectamente examinable alfinal de la actuación. También es necesario conside-rar el reset, el tiempo que se tarda, una vez finalizadoel efecto, en volver a las condiciones iniciales con lafinalidad de repetirlo. Aunque este factor no tienemucha importancia en las actuaciones de escenario,donde no se suelen repetir los trucos, es vital para losmagos que actúan en la calle (muy corriente en losEstados Unidos), donde tienen que repetir los trucosuna y otra vez.

El ángulo y la distancia en que se sitúan los especta-dores es un factor primordial ya que no existe ningúntruco de levitación que sea efectivo para cualquierángulo a cualquier distancia. No es baladí que DavidCopperfield reserve siempre unos determinadosasientos en los teatros en que actúa1.

TÉCNICAS DE LEVITACIÓN— EFECTO BALDUCCICreador: Popularizado en los EEUU por David Blai-ne.Efecto: Con el espectador situado a la izquierda delilusionista, éste empieza a levitar unos 5 centímetros,

mostrando uno de los pies.Escenario: Cualquier escenario es posible, inclusoen la calle.Preparación previa: Ningún tipo de preparaciónprevia. Reset: InmediatoDificultad: Baja, una vez dominados los ángulos.Ángulo/Distancia: Muy sensible al ángulo de visióndel espectador. Es indicada la presencia de un/a ayu-dante para verificar que el público esté correctamen-te situado, siendo conveniente un número muy redu-cido de espectadores.Limpieza: Una vez finalizado la ilusión, es comple-tamente examinable.Precio: No se detalla precio. Se encuentra fácilmen-te por Internet.

— KING RISINGCreador: Corey King.Efecto: El ilusionista, después de quitarse la chaque-ta y cubrirse brevemente con ella los pies, se elevaunos cinco centímetros del suelo mostrando ambospies. El espectador se sitúa a la izquierda del ilusio-nista.Escenario: Cualquier escenario es posible, inclusoen la calle. Preparación previa: Ningún tipo de preparaciónprevia. Reset: Unos diez segundos.Dificultad: Alta. Requiere dos movimientos de dis-tracción al comienzo y al final del truco, siendo muyrecomendable la utilización de una chaqueta. Máscomplejo que el efecto Balducci, pero con mejoresresultados finales.Ángulo/Distancia: Mejora los problemas de ángulodel efecto Balducci, pudiéndose mostrar los dos pieslevitando.Limpieza: Aunque no utiliza ningún artilugio,requiere un cierto movimiento de distracción para sercompletamente examinable.Precio: 19,95 $

— WILD LEVITATIONCreador: No especificado. Comercializado por Pen-guin Magic.Efecto: El ilusionista se quita la chaqueta y la man-tiene enfrente de él mostrando sus pies. A los pocossegundos, empieza a levitar hasta unos 15 centíme-tros. Cuando ya ha descendido, en pocos segundos yapuede quitar la chaqueta y mostrar sus piernas.Escenario: Cualquier escenario es posible, inclusoen la calle.

...distintas técnicas de levitación

el escéptico 114

Preparación previa: Ningún tipo de preparaciónprevia. Reset: Unos cinco segundos.Dificultad: Muy baja.Ángulo/Distancia: Los espectadores han de estarsituados frente al mago. Para un mejor efecto, la dis-tancia tiene que ser superior a 2 m.Limpieza: Buena. Precio: 27,16 €

— CRISS ANGEL LEVITATIONCreador: Criss AngelEfecto: El ilusionista se sitúa delante de una escalerao nivel con cierta altura y levita lentamente hasta lle-gar al nivel. Pueda levitar en frente o de espaldas alespectador.Escenario: Es imprescindible la existencia de escale-ras o objetos a los que se ha de subir.Preparación previa: Se requiere la confección delgimmick o truco. Reset: Unos cinco segundos.Dificultad: Media-alta.Ángulo/Distancia: Muy sensible al ángulo. Losespectadores tienen que estar situados detrás o delan-te del ilusionista.Limpieza: Los pantalones no son examinables.Precio: 100 $ el DVD explicativo. Los materialesutilizados para confeccionar el truco cuestan aproxi-madamente 125 $.

— THE HOUSE o NO STRINGS ATTACHEDCreador: Ray CooperEfecto: Se pide prestado un pequeño objeto (un bille-te, una moneda, …) dejándolo en una mano. Seguida-mente el objeto empieza a levitar pudiéndose pasar lamano por encima y por debajo del objeto. El ilusio-nista se puede alejar del objeto y éste permanece levi-tando. Cuando el ilusionista acaba su actuación puedeser completamente registrado.Escenario: En interiores con paredes oscuras. Hayque cuidar la iluminación, pudiendo ser necesario eluso de un rotulador. Se puede realizar al aire libresiempre que hayan árboles, farolas, semáforos o edi-ficios cercanos. Preparación previa: El principal handicap. Necesi-tas aproximadamente de 2 a 5 minutos para preparareste truco. Reset: InmediatoDificultad: Baja. En una hora de práctica los resulta-dos son aceptables.Ángulo/Distancia: No importa el ángulo. La distan-

cia tendría que ser superior a 2 metros.Limpieza: Indiscutiblemente el mejor en limpieza.Un diez. Precio: 23,96 €

— THE ELEVATION BOXCreador: Steve FearsonEfecto: El ilusionista introduce los pies dentro de unacaja abierta por la parte superior. Seguidamente, alapretar los botones de una consola conectada a lacaja, el mago empieza a levitar dentro de la caja. Aco-plándose con una correa la caja en sus hombros, tantola caja como el mago levitan.Escenario: Apto únicamente para actuaciones en unescenario. Preparación previa: Requiere construcción previade la caja con materiales de uso común.Reset: InmediatoDificultad: Baja. Los únicos puntos delicados son elmomento de entrar y salir de la caja. Es convenienteun movimiento de distracción al entrar y un salto parasalir.Ángulo/Distancia: Aconsejable una distancia supe-rior a los 10 m.Limpieza: No es en absoluto examinable.Precio: 29,95 $

— ZERO GRAVITYCreador: Mike Bent.Efecto: El ilusionista, sin ninguna cubierta, empiezaa levitar unos 8 cm mostrando ambos pies.Escenario: Puede realizarse rodeado de personas.Preparación previa: Se necesita fabricar el truco,estropeando los zapatos. Reset: Requiere unos diez segundos.Dificultad: Alta. Requiere cierta práctica y equili-brio.Ángulo/Distancia: Pueden mostrarse ambos pies pordelante y por detrás.Limpieza: Los zapatos no son en absoluto examina-bles. Precio: 20,00 $ (instrucciones de montaje del truco)

— FLOATING DOLLAR BILLCreador: Penguin MagicEfecto: El ilusionista puede hacer levitar un billete ouna tarjeta de crédito. Escenario: Apto para actuaciones en un escenario. Preparación previa: Muy rápida.Reset: InmediatoDificultad: Baja.

el escéptico115

Ángulo/Distancia: La distancia ha de ser superior alos 2 m.Limpieza: No es en absoluto examinable. Requiereun movimiento de distracción para deshacerse deltruco.Precio: 7,99 €

— FLOATING CIGARRETTECreador: Steve FearsonEfecto: El ilusionista se presenta con un cigarrilloencendido en los labios. Coge el cigarrillo con unamano y éste empieza a levitar. Une las manos for-mando una 0 pasando el cigarrillo entre ellas. Final-mente, el cigarrillo vuelve a los labios del ilusionista.Escenario: No es aconsejable realizarlo al aire libre(por motivo de las corrientes de aire).Preparación previa: Conviene usar laca en el cabe-llo para evitar movimientos delatores. Reset: Pocos segundos.Dificultad: Alta, debido a la complejidad de losmovimientos.Ángulo/Distancia: Cualquier ángulo, distancia apartir de 5 metros.Limpieza: No es en absoluto examinable.Precio: 19,95 €

— RISING CARD DECKCreador: Penguin MagicEfecto: Se muestra una baraja y un espectador esco-ge libremente tres de las cartas sin que el ilusionistalas mire. Éste las deposita en la baraja, mezclándola.Al poco rato las dos primeras cartas elegidas sobresa-len de la baraja. Se deposita la baraja en su caja ysobresale la tercera carta.Escenario: Apto para actuaciones de cercaPreparación previa: Ningún tipo de preparaciónprevia.Reset: Inmediato.Dificultad: Muy baja. El artilugio, disimulado en labaraja, hace todo el trabajo.Ángulo/Distancia: Ideal para magia de cerca,pudiéndose efectuar completamente rodeado.Limpieza: La baraja no es examinable. Puede sernecesaria alguna técnica de cambio de baraja.Precio: 7,96 €

CONCLUSIONESNo ha sido mi intención, en ninguna de las fases deescritura de este modesto análisis, revelar los trucosde los ilusionistas. Esta profesión me merece el máxi-mo de los respetos y mi admiración por ella ha

aumentado a medida que iba desvelando para míalgunos de sus secretos, secretos admirables por susencillez y elegancia. Al contrario de lo que se suelepensar, los mejores trucos son los más simples deconcepto.

Un punto y aparte lo constituyen los distintos movi-mientos que pueden ser necesarios para obtener elefecto adecuado. Para ello, muchas horas de prácticason inevitables.

Recomiendo firmemente a todo interesado en apren-der la realización de estas técnicas, representativaspero no exhaustivas, a las páginas electrónicas descri-tas en el siguiente apartado.

WEBS CONSULTADAS— www.crissangel.com: Web personal de Criss Angel,una auténtica estrella en los EEUU. Creador de un espec-tacular método de autolevitación.— www.downloadmagic.com: Web personal de SteveFearson, mago profesional y creador de efectos para gran-des estrellas (David Copperfield). Se puede encontrar tru-cos de todo tipo: levitación de cartas, autolevitación, des-aparición de cartas e incluso de personas.— www.ellusionist.com: Tienda de ilusionismo virtualdonde se puede adquirir en exclusiva la levitación KingRising.— www.penguinmagic.com/europe: Una de las mejorestiendas de magia por Internet. Todo tipo de trucos con crí-ticas no sesgadas y videos demostrando el efecto. Al com-prar un efecto tienes derecho a participar en un foro priva-do donde se detallan mejoras y ampliaciones del métodooriginal.— www.youtube.com: Página dedicada enteramente a todotipo de videos enviados por los internautas. Existen infinidad dearchivos con efectos de levitación.

AGRADECIMIENTOSAgradezco enormemente a Juan Soler Enfedaque y a JuanManuel Sánchez Ferrer los valiosos consejos para la realizaciónde este breve artículo.

NOTA1. Nota de los editores: La verdad es que a nosotros nos ha picadola curiosidad. Entendemos que el autor no haya querido desvelarlos trucos pero, hablando de David Copperfield y de sus vuelos,creemos que no revelamos nada si comentamos que en un episo-dio de Los Simpsons toda la familia va a un circo (indudablemen-te se refieren a “Le Cirque du Soleil”, aunque lo llaman de otromodo) donde, en un momento dado, se ve que eligen a un volun-tario que, misteriosamente, vuela por la carpa, a lo David Copper-field. Entonces la madre dice: “no entiendo por qué siempre eligenvoluntarios con cables en la espalda”.

...distintas técnicas de levitación

el escéptico 116

Una mujer siente una presencia extraña, fantasma-górica, alguien que está detrás de ella y la inco-moda. Otra mujer dice que está colgada del

techo, que está flotando a la vez que viendo su cuerpotumbado. Parecen las clásicas experiencias paranorma-les. ¿Cuántas veces hemos oído testimonios similarescon la pretensión de demostrar la existencia de otras rea-lidades paralelas? Realidades en las que existen seresextraños, un más allá de la muerte o, en último término,poderes sobrenaturales de la mente.

Estudios recientes realizados por neurocientíficos handemostrado que la estimulación de áreas específicas delcerebro puede provocar este tipo de experiencias para-normales de manera “natural”. Durante varios años elneurólogo Olaf Blanke ha llevado a cabo una serie deexperimentos de estimulación eléctrica en pacientes epi-lépticos que iban a ser sometidos a una operación quirúr-gica, dirigida a eliminar el foco epiléptico.

Del más reciente, publicado el pasado mes de septiembreen la revista Nature1, se han hecho eco diferentes perió-dicos, nacionales e internacionales2. En estos estudios sellevó a cabo la estimulación eléctrica en la corteza parie-to-temporal izquierda (giro angular) del cerebro de unapaciente de 22 años. Durante los distintos episodios deestimulación la joven que era tratada relató la presencia

de una persona extraña y desagradable cerca de ella. Estapersona “inexistente”, que describió como hombre yjoven, se colocaba justo detrás de ella, imitaba sus postu-ras y, en algún caso, pretendía interferir con la tarea queestaba realizando. La “ilusión” desaparecía cuando cesa-ba la estimulación eléctrica en su cerebro.

En experimentos similares realizados por el Dr Blankehace unos años3, se estimulaba la corteza parieto-tempo-ral derecha de una mujer de 42 años (ver la Figura 1).Durante la estimulación, esta mujer describía cómo sesentía flotando y veía su propio cuerpo desde arriba tum-bado en una cama. Estaba experimentando una “expe-riencia fuera del cuerpo”, que al igual que en el casoanterior, desaparecía cuando su cerebro dejaba de serestimulado.

La percepción de nuestra realidad, tanto interna comoexterna, depende del funcionamiento de áreas específi-cas de nuestro cerebro. En primer lugar, la informaciónobtenida por los órganos de los sentidos, como la visión,el oído o el tacto, es inicialmente procesada en áreas sen-soriales primarias. Posteriormente, otras áreas corticalesde procesamiento multisensorial se encargan de integrartoda esta información y así construir una visión coheren-te del mundo. Precisamente, la corteza parieto-temporal(giro angular) es una de estas áreas de procesamiento

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¿Estoy levitando...o me lo parece?AGRA www.piramidescerebro.blogspot.com

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el escéptico117

multisensorial, implicada en diferenciar lo propio de loajeno, e integrar la información referente a la posición denuestro cuerpo en el espacio y su estado emocional.

Según los autores del citado estudio1, la estimulacióneléctrica de esta área cerebral está modificando su activi-dad y, por tanto, está alterando la integración de la infor-mación sensorial referente al cuerpo de la paciente. Debi-do a ello, la paciente no es capaz de discriminar la infor-mación que corresponde a su propio cuerpo y sufre la ilu-sión de que hay otra persona “pegada” a su cuerpo einteraccionando con ella. Esta misma sensación ha sidodescrita en pacientes con enfermedades psiquiátricascomo la esquizofrenia. De hecho, según el propio DrBlanke, estos hallazgos pueden ser de gran importanciapara entender mejor determinadas manifestaciones psi-quiátricas como la paranoia y la persecución. Estos expe-rimentos también pueden ayudar a conocer mejor la neu-robiología de la percepción consciente de nuestra indivi-dualidad.

Aparte de la estimulación eléctrica realizada de maneracontrolada en el laboratorio, los cambios producidos enla actividad de nuestro cerebro, bien sea por razonesfisiológicas o patológicas, a consecuencia de la ingestión

de determinadas drogas, privación sensorial, hipoxia,alteraciones del flujo sanguíneo cerebral, o inclusomeditación y yoga, también pueden provocar este tipoexperiencias “extrañas” como las experiencias fuera delcuerpo o las llamadas experiencias cercanas a la muerte,(ECM, ver un artículo sobre este tema en este número deEl Escéptico).

Estos estudios de estimulación eléctrica son, por tanto,una prueba más de que muchos de los fenómenos consi-derados paranormales no tienen una causa sobrenatural yson probablemente alteraciones de la percepción de larealidad. En último término, son consecuencia del inten-to de nuestro cerebro de dar sentido al mundo que nosrodea.

BIBLIOGRAFÍA1.- Arzy S, Seeck M, Ortigue S, Spinelli L, Blanke O. “Induction ofan illusory shadow person”, Nature 443: 287 (2006). Ver también elcomentario publicado en este mismo número de Nature: Hopkin M“Brain electrodes conjure up ghostly visions”.2.- Blakeslee S. “Out of body experiences? Your brain is to blame”,New York Times, 3 de octubre de 2006. Este artículo se puede encon-trar traducido en El País, “Cuando el cerebro hace levitar”, 10 deOctubre de 2006.3.- Blanke O, Ortigue S, Landis T, Seeck M. “Stimulating illusoryown-body perceptions”, Nature 419: 269-270 (2002).

¿Estoy levitando o me lo parece?

el escéptico 118

En la película-documental titulada ¿¡Y tú quésabes!?, comenta una psicóloga en off: “Una his-toria en la que yo creo es aquella en la que los

indios americanos no vieron las naves de Colón porqueel concepto de nave no existía en su cerebro. Los indiosno veían las naves, pero el chamán apreciaba el movi-miento del agua desplazada [...supongo que se refiere alparticular movimiento del agua que provocaban los bar-cos a su alrededor...] y acudió a la costa todos los díashasta que al fin pudo ver un barco a la distancia. Cuandotransmitió su hallazgo a la gente de su comunidad [...lohizo tocando con su dedo la frente de una india conexpresión de zombi...], todos lograron ver las carabelas.Eso demuestra que la mente crea la realidad”.

Lo único que me demuestra la conclusión a la que llegala susodicha psicóloga —con una falta total de análisis—es que si tengo que ponerme en manos de algún colegasuyo, seré muy escrupuloso con sus antecedentes menta-les antes de poner los míos en sus manos.

Igual que quien imaginó esa historia fantástica, yo tam-bién escribo cuentos, pero sin esperar que nadie se loscrea. Sólo pretendo que mi posible lector desconecte unrato de la realidad, ofreciéndole un mundo imaginariorepleto de situaciones y lugares extraños, que difícilmen-te experimentará en nuestro Universo, donde ciertassituaciones sólo cabe contemplarlas o a través de nuestrailimitada imaginación, o soñando, o por una carenciatotal de pensamiento crítico o con la mente drogada.

Pero el creador de ese disparatado cuento pretende quenos la creamos y, sorprendentemente, lo consiguiónada menos que con una supuesta profesional de la quecualquiera esperaría (por su especialización) una pro-funda capacidad de análisis. Pero cuando la “psicólo-ga” relató esta increíble historia, escuché alucinado unmurmullo de aprobación de gran parte del público queasistía a la proyección. Esto contuvo mis ganas de reír-me ante las barbaridades que escuchaba, ya que por

respeto a la mayoría me contuve y me dediqué a anali-zar el asunto en silencio.

Así, si me encuentro contemplando el mar y en el hori-zonte aparece una cosa que no se corresponde con nadade lo que haya visto hasta ahora, es sensato pensar que lavería igualmente aunque el concepto de esa cosa no exis-tiera en mi mente. Siempre, claro está, que fuese corpó-rea como lo eran las naves de Colón, pues mis ojos, aligual que una simple máquina fotográfica, enviaríanautomáticamente y sin capacidad de elección, la imagende esa cosa incomprensible a mi cerebro nada más verla.

Por lo tanto el chamán de la película, si no era miope,o estaba deslumbrado por el Sol, o tenía un colocónde peyote o cualquier otro alucinógeno, tenía quehaber visto algo. Naves como tales quizás no, puesese concepto no existía tal vez en su mente, pero —almenos— éstas las debería haber interpretado, porejemplo, como islas flotantes, o icebergs a la deriva,o monstruos marinos, o mágicas aves de múltiplesalas blancas desplegadas al viento, o encontradoalguna similitud con cualquier criatura de la ricamitología de sus ancestros, o cualquier otra cosa,siempre que ese indio perteneciese a nuestra especie,

¿¿¿¿¡¡¡¡YYYY TTTTÚÚÚÚ QQQQUUUUÉÉÉÉ SSSSAAAABBBBEEEESSSS!!!!????((¡¡PPUUEESS AANNDDAA QQUUEE TTÚÚ!!)) Joan Gómez

Entrada en castellano a la web de la película ¿¡Y tú qué sabes!? (Whatthe bleep do we know!?), interpretada por Marlee Matlin y dirigida por M.Vicente, B. Chasse y W. Arntz, en el año 2004. (Captured Lihgt & Lord ofthe Wind Films)

Igual que quien imaginó esa historia fan-tástica, yo también escribo cuentos,

pero sin esperar que nadie se los crea.

el escéptico119

pues de lo que no carece precisamente el ser humanoes de imaginación.

No tenemos más que recurrir a las miríadas de objetosextraños y multicolores que son y han sido avistados ennuestros cielos, pues aunque el concepto de esas formasno existan en nuestras mentes, pues no parecen aviones,ni pájaros, ni nubes, nuestra mente los interpreta parapoder asimilarlos, como otros objetos que conoce: plati-llos, puros habanos, u óvalos, y siempre los ve en elmismo instante en que se cruzan en el plano de su visiónsin tener que esperar varios días para enfocarlos, comoesa “psicóloga” intenta hacernos creer que le sucedió alindio de pacotilla.

Pobre de Colón y sus marineros si hubiesen tenido queesperar tres días más dentro de sus barcos después de sularga y dura travesía, a que el chamán corto de vista sedecidiese a enfocarlos. Imagino a la tripulación hacién-dole señales y gritando: “¡Eh, que estamos aquí, hidepu-ta! ¡Pardiez, se está haciendo el loco! ¡Vive Dios queahora mismo desciendo de la carabela y le asesto doshostias que van a hacer que su testa asimile el barco deuna vez y hasta la jodida madre que me parió en un solofotograma!” (no creo que utilizasen un lenguaje máscomedido, unos rústicos marineros que hubiesen tenidoque soportar una situación tan surrealista como esa).

A todo esto, ¿Por qué tenía que ser únicamente un cha-mán cegatón el que les descubriese? ¿Durante esos tresdías no pasó por esa playa ningún indio que no fuese

miope a pescar o a refocilarse con su india? ¿Cómo nopudieron ver los indígenas precolombinos aquellosobjetos materiales, que por más extraños que fuesenestaban construidos con madera y lona, hasta que elseñor chamán no se decidió a darles un toque, tipo ETsobre sus frentes? ¿Es que el chamán tenía derechos deautor sobre todo lo raro que apareciese por sus mares?

La conclusión que saco del cuento y de los comentariosde esa parapsicóloga iluminada es que piensa que lagente (así como esos pobres indios) no es capaz de vernada sin su imprescindible ayuda “espiritual”, puessólo ella y los de su casta (chamanes miopes incluidos)son capaces de llegar a comprender y transmitir loincognoscible. Que somos como la india zombi de lapelícula, vaya, que permanece en la inopia hasta que elMaestro de turno no le “abre los ojos”.

Si mantuviese “mi mente abierta” aceptaría sin escrú-pulos cualquier idea que me echasen, pero le tengo

demasiado respeto a mi pobre pero apreciada materiagris, como para desorientarla con tantos despropósitos,sin pasarlos antes por el cedazo del pensamiento crítico.Quien quiera que mi mente acepte sus ideas, que se locurre.

De niño, ya creí en todo lo que se me ponía por delantepor fantástico que fuese, y me siento satisfecho de haber-lo disfrutado, pero a medida que fui creciendo (en todoslos sentidos), a la fantasía le dejé un respetable lugar enmi mesa de trabajo para ofrecérsela a los niños, que es aquien les corresponde.

Ahora disfruto aprendiendo de nuestro maravilloso uni-verso del que tanto nos falta por aprender y comprender.Pero no tengamos prisa. Paso a paso se hace camino. Sinos precipitamos en sacar conclusiones porque sus res-puestas no nos satisfacen, sólo confundiremos la realidadcon nuestros anhelos, y caeremos en una búsqueda des-esperada de soluciones mágicas e imaginarias, que a lalarga no nos llevarán más que de una frustración a otra;de una psicóloga-parapsicóloga, a un chamán de cuentosde hada.

¿Y tú qué sabes?...¡Pues anda que tú...!

La conclusión que saco de esa parapsi-cóloga iluminada es que piensa que lagente no es capaz de ver nada sin su

ayuda "espiritual", pues sólo ella y losde su casta son capaces de llegar a

comprender lo incognoscible.

Hadas soñando. Se precisa bastante más que unamera creencia para considerar cualquier afirmacióncomo científica. (J. Gómez)

el escéptico 120

Cuando Sherlock Holmes (en “La estrella deplata” —The Silver Blaze—) pidió al Dr. Wat-son que considerase el “curioso incidente” de

la noche anterior, en el que estaba implicado unperro, Watson respondió que no había sucedido nada.“Ese fue el incidente curioso”, observó Holmes.Dicha pista permitió a Holmes deducir que el asesinodebía haber sido alguien familiar a la víctima, dadoque el perro no había ladrado cuando apareció el ase-sino. La mayoría de la gente hubiera pasado por altoese importante indicio debido a que la mayoría de lagente, como Watson, presta poca atención a las cosasque no ocurren —a las no-ocurrencias— (Ross,1977).

Lo que no sucede es importante también en otrassituaciones. Al formar sus creencias sobre causas yefectos, las personas normalmente se centran encasos en los que la causa y el efecto ocurren de formacercana.

Los estudios con grupos de control que impliquen laausencia de la causa tienden a ser descuidados aúncuando tales grupos son esenciales para establecer lacausalidad. De hecho, la inclusión de grupos de con-trol en el diseño de experimentos no logró una popu-

laridad generalizada hasta la publicación del Sistemade Lógica de John Stuart Mill en 1887. Los científi-cos no reconocieron la importancia crítica de ungrupo de control hasta fechas relativamente recientesde la historia de la ciencia porque incluso los cientí-ficos son notablemente insensibles a la ausencia deuna propiedad (tal como la ausencia de una causa).

Otro ejemplo sorprendente de la dificultad que expe-rimenta la gente cuando intenta pensar sobre los quepodríamos llamar no-incidentes es evidente en la his-toria del cero. Los símbolos numéricos aparecieronpor primera vez hacia el 3400 a.C. Sin embargo, nohubo un símbolo del cero hasta muchos siglos des-pués, cuando los matemáticos comenzaron a usar elcero para sustituir los espacios en blanco como formade distinguir entre números 1, 10, 100, 1000, etc.(Ifrah, 1985). El cero sirvió como un mera forma deayuda a la representación y no fue usado como sím-bolo para la nada o la ausencia de cantidad hasta el800 d.C. A los antiguos matemáticos les costó milesde años desarrollar el concepto crucial de cero.

En la vida cotidiana, los consumidores normalmentetoman decisiones basándose en aspectos minúsculosde productos descritos en anuncios y otros materiales

DESCUIDO DE LA OMISIÓNLa IMPORTANCIA de la

INFORMACIÓN AUSENTEFrank R. Kardes y David M. Sanbonmatsu

Aunque con frecuencia la información ausente es importante, sorprendentemente las per-sonas no son sensibles a las omisiones (o a las opciones, rasgos, cuestiones o posibilida-des no mencionadas). El descuido de las omisiones importantes tiene consecuencias gra-ves para la toma de decisiones.

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promocionales sesgados (Kardes, 2002). ¿Por qué lagente desea tomar decisiones basadas en fragmentosde información proporcionada por fuentes claramen-te partidistas? Las personas están acostumbradas ausar cualquier evidencia que esté disponible —porescasa que sea— a costa de otra información que lospersuasores no mencionan (Sanbonmatsu, Kardes,Houghton, Ho y Posavac, en prensa).

El descuido de lo que se omite (la insensibilidadhacia las opciones, rasgos, cuestiones o posibilidadesno mencionadas) es especialmente problemático dadala naturaleza del mundo. La cantidad de informaciónusada para describir las diversas alternativas —talescomo diversos candidatos políticos, demandantes detrabajo, acusados, bienes de consumo, productos parala salud o posibles resultados de decisiones— nor-malmente varía de forma importante según las situa-ciones. Los informes, las charlas, las entrevistas, losanuncios y la cobertura mediática proporcionandiversos niveles de detalle sobre diferentes alternati-vas. Algunas alternativas se discuten largamente,mientras que otras sólo se describen brevemente. Enalguna medida, casi todo está descrito en términos deevidencia limitada, incompleta o fragmentaria.

CREENCIA Y EVIDENCIALa investigación sobre el descuido de lo que se omiteha mostrado que la gente a menudo no es capaz dedetectar la ausencia de información que no esté pre-sente aunque sea importante, y esto la lleva a formar-se creencias sólidas sobre la base de pruebas débiles(Sanbonmatsu et al., 1991, 1992, 1997). Las creen-cias sólidas son creencias completamente extremas(altamente favorables o altamente desfavorables pesea que las pruebas disponibles sean sólo moderada-mente favorable o desfavorables) y que se mantienencon un alto grado de confianza. Por lo general, lagente se forma unas creencias más extremas cuandoestá disponible más información en vez de menos(por efecto del tamaño del conjunto: ver Anderson,1891). Sin embargo, cuando las personas son insensi-bles a lo que se omite, se forman creencias extremassin tener en cuenta lo poco que se sabe sobre un tema(Sanbonmatsu et al., 1991, 1992, 1997, en prensa).

Por ejemplo, las personas deberían hacer evaluacio-nes más favorables de una cámara fotográfica cuandola cámara ejecuta bien ocho atributos en vez de sólocuatro. No obstante ello, cuando los consumidoresdesconocen, o conocen poco, sobre cámaras, tienenactitudes favorables hacia la cámara elegida de modo

similar, sin tener que ver la poca o mucha informa-ción que se les ha presentado (Sanbonmatsu etal.,1992). Sólo el pequeño subconjunto de consumi-dores que son grandes conocedores de cámaras tienenactitudes más favorables cuando la cámara elegida sedescribe por los ocho (frente a los cuatro) atributosfavorables.

Resultados similares se observan en los juicios porinferencias (aquellas valoraciones que van más alláde la información que se ha proporcionado: ver San-bonmatsu et al., 1991). Las inferencias de los consu-midores fueron más extremas y se mantuvieron conmayor confianza cuando recordaban poco que cuan-do recordaban mucho; con frecuencia las personasson más confiadas cuando están más erradas. Cuandolos consumidores tuvieron que inferir la durabilidadde la bicicleta inmediatamente después de leer su des-cripción, se dieron cuenta que no había ningunainformación sobre dicha cuestión y, por ello, hicieronunas inferencias moderadamente favorables sobre loque la bicicleta podía llegar a durar. Sin embargo,cuando los consumidores hacían la inferencia sobrelo que podía llegar a durar una semana después deleer la descripción, éstas eran extremadamente favo-rables y se mantenían por ellos con confianza. Esteresultado se observó aún cuando los tests de memoriarevelaron que después de una semana la gente olvidala mayor parte de la información que se le ha presen-tado. Es decir, las inferencias de los consumidoresfueron más extremas y se mantenían con mayor con-fianza cuando recordaban poco que cuando recorda-ban mucho (el efecto recordar menos e inferir más).En otras palabras, las personas a menudo son másconfiadas cuando están más erradas.

Las inferencias también están influidas por las creen-cias sobre la fortaleza de la relación entre la informa-ción presente y la ausente. Cuando la informaciónpresente y la ausente están muy relacionadas, la gentepuede hacer inferencias sobre información no men-cionada que están basadas en la información presen-tada.

Las inferencias de los consumidoresfueron más extremas y se mantuvie-

ron con mayor confianza cuandorecordaban poco que cuando recor-

daban mucho; con frecuencia las per-sonas son más confiadas cuando

están más erradas.

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Por ejemplo, muchos consumidores asumen que elprecio y la calidad están muy relacionados (la calidadcrece cuando el precio crece: tienes lo que pagas).Consecuentemente, los consumidores infieren que unalto precio es señal de gran calidad. Sin embargo, espoco probable que los consumidores intenten hacerinferencias sobre un atributo ausente si no se dancuenta de que la información está ausente. Cuando sepresenta una gran cantidad de información sobre unproducto y se presenta una pequeña cantidad sobreotro, los consumidores son menos sensibles a lainformación ausente cuando el producto descrito conmayor cantidad de información se presenta en primerlugar en vez de en segundo lugar (Kardes y Sanbon-matsu, 1993). Por tanto, es menos probable que lagente haga inferencias y es más probable que prefie-ra los dos productos igualmente cuando el productodescrito por la mayor cantidad de información se pre-senta primero.

PRESTAR ATENCIÓN A NADALos resultados de la investigación publicada por San-bonmatsu, Kardes y otros colegas sugiere que el des-cuido de la omisión tiene lugar porque la informaciónausente no parece tan importante como para prestaratención. En la medida en que esto es cierto, el des-cuido de la omisión se reduce cuando se refuerza laimportancia de la información ausente. Esto puedecomprobarse manipulando variables de motivación yde contexto que incrementan la sensibilidad a lasomisiones y conducen a juicios más adecuados. Sehacen juicios más moderados cuando la gente es sen-sible a las omisiones debido a un aviso explícito deque la información proporcionada es incompleta(Sanbonmatsu el al., 1992), debido a que tienen nive-les muy altos de conocimiento previo sobre el objetoo la cuestión elegida (Sanbonmatsu et al., 1991,1992) o debido a procesos de comparación en los queresulta completamente obvio que algunos objetos sedescriben mediante una gran cantidad de informaciónmientras que otros se describen mediante una canti-dad pequeña (Sanbonmatsu et al., 1997, en prensa).Los juicios moderados son más exactos que los jui-cios extremos cuando la información es limitada(Griffin y Tversky, 1992), se actualizan más rápida-mente cuando se dispone de nueva información(Cialdini, Levy, Herman y Evenbeck, 1973) y sonmás justificables ante uno mismo o ante otros (Lernery Tetlock, 1999, Shafir, Simonson y Tversky, 1993).

Aunque, generalmente, las creencias son más razona-bles cuando las personas son sensibles a las omisio-

nes, tal conciencia es muy difícil de fomentar. Confrecuencia y de forma típica, la gente no presta aten-ción a las omisiones. La investigación sobre la ten-dencia a aprender más rápidamente cuando un rasgoo símbolo distintivo está presente en vez de ausenteha mostrado que la gente encuentra muy difícil apren-der que la ausencia de un rasgo es informativa (New-man, Wolff y Hearst, 1980).

Incluso cuando la presencia o ausencia de un rasgo esinformativa por igual, la relación entre el rasgo pre-dictivo y el suceso deseado (por ejemplo: comida,agua, respuesta positiva) se aprende más rápidamen-te cuando el rasgo está presente que cuando estáausente. El efecto del rasgo-positivo es tan ubicuoque se ha observado tanto en humanos como en palo-mas, ratas, gatos y monos, y los niños y los animalesmás jóvenes nunca aprenden que la ausencia de unrasgo es informativa (Newman et al., 1980).

La investigación sobre el efecto del árbol de fallos(fault tree) también muestra que es extremadamentedifícil hacer que la gente sea sensible a las omisiones(Russo y Kolzow, 1994). Un árbol de fallos es unalista de posibles razones para el fracaso de un sistema(por ejemplo, una lista de posibles razones de por quéun automóvil no arranca o una máquina funcionamal). Muchos gerentes creen que un árbol de fallos esun dispositivo útil para resolver problemas, queayuda a los empleados ocupados a identificar másrápidamente la causa de un problema. Es más fácilconsultar una lista que pensar sobre todas las cosasque pueden ir mal desde el principio. Los árboles defallos se usan normalmente para problemas en siste-mas complejos, tales como los dispositivos que seusan en los aviones y en las plantas de energía nucle-ar. Sin embargo, cuando las personas usan los árbolesde fallos, sistemáticamente subestiman la probabili-dad de que la causa principal del problema pueda seruna alternativa no listada. Este resultado se observasin que importe si se incluyen muchas o pocas posi-bilidades en el árbol de fallos (siendo análogo alresultado de que las creencias extremas se formansin que importe el que se presenten muchos opocos atributos en la descripción de un producto;ver Sanbonmatsu et al., 1992).

La información omitida tampoco se toma en cuentaen la paradoja de Ellsberg (descubierta por el famosoeconomista que asesoraba al presidente Nixon): laspersonas prefieren apostar sobre probabilidadesconocidas que sobre probabilidades desconocidas

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(Fox y Weber, 2002). La mayoría de la gente es indi-ferente entre rojo y negro cuando apuestan a si unabola roja o negra será extraída de un recipiente com-puesto por la mitad de bolas negras y la mitad debolas rojas. La mayoría de la gente también es indife-rente entre rojo y negro cuando apuestan a sacar unabola roja o negra de un recipiente con bolas rojas ynegras con una distribución desconocida. Sin embar-go, cuando se les pide elegir entre los dos recipientes,la mayoría prefiere apostar al recipiente con la distri-bución 50/50 que al recipiente con la distribucióndesconocida. Lo mismo que en el caso de los contex-tos comparativos (por ejemplo, los contextos de jui-cios que implican descripciones de más de un pro-ducto) se incrementa la sensibilidad hacia los atribu-tos no presentes (por ejemplo, Sanbonmatsu et al.,1997, en prensa), también sucede que los contextoscomparativos (esto es, contextos de elección queimplican más de una jugada) incrementan la sensibi-lidad hacia las probabilidades no presentes (Fox yWeber, 2002).

RAZONAMIENTO DE CAUSA Y EFECTOLas personas son insensibles a los casos no presentes(así como a los atributos, rasgos, posibilidades y dis-tribuciones de probabilidad ocultos), lo que hace difí-cil estudiar la relación entre dos variables (por ejem-plo, X e Y, nubes y lluvia, medicina holística y buenasalud). La gente a menudo enfoca sobre los casos quesuponen la presencia de ambas variables e ignora loscasos que implican la ausencia de una o ambas varia-bles (para una revisión de la estimación de covarian-

za, ver Gilovich, 1991 y 1997; Nisbett y Ross, 1980;Sanbonmatsu, Posavac, Kardes y Mantel, 1998).

Estadísticamente, las cuatro celdas de la tabla de con-tingencia de 2 (X presente o ausente) por 2 (Y presen-te o ausente) son igualmente importantes (ver Tabla1). Sin embargo, la mayor parte de las personas secentran exclusivamente en la celda X presente/Y pre-sente. Esto puede llevar a ver relaciones que no exis-ten. Por ejemplo, si un gran número de personas quetoman medicinas holísticas gozan de buena salud (Xpresente/Y presente), mucha gente concluirá que lasmedicinas holísticas son beneficiosas.

Esta conclusión no está garantizada, sin embargo,dado que un gran número de personas que tomanmedicinas holísticas no gozan de buena salud (X pre-sente/Y ausente), un gran número de personas que notoman medicinas holísticas disfrutan de buena salud(X ausente/Y presente) y un gran número que notoma medicinas holísticas no disfruta de buena salud(X ausente/Y ausente).

Al intentar evaluar la exactitud de sus creencias, laspersonas se centran más en las pruebas que las apo-yan que no sobre las que no lo hacen (para revisionesdel sesgo de confirmación, ver Gilovich, 1991, 1997;Nisbett y Ross, 1980; Sanbonmatsu, Posavac, Kardesy Mantel, 1998). Aunque este sesgo es más pronun-ciado cuando las personas quieren proteger sus creen-cias, ocurre incluso cuando intentan ser objetivas.

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Las pruebas que apoyan la ocurrencia de un resultadoesperado es digna de atención y memorable. La evi-dencia que no apoya el que no suceda un resultadoesperado es ignorada o descontada como casual.

Consiguientemente, las creencias tienden a ser nota-blemente resistentes a las pruebas y perseveran lasque son erróneas sobre psicología, negocios, derechoy medicina. Por ejemplo, mucha gente cree en la ESP(percepción extrasensorial) y la persuasión sublimi-nal a pesar de la falta de pruebas científicas sobreestos fenómenos. Los inversores siguen creyendo quepueden superar el mercado de existencias aún cuandolos más sofisticados modelos matemáticos (por ejem-plo, la regresión no lineal o la teoría del caos) sonincapaces de hacerlo. Los jurados creen que sus vere-dictos no están influidos por pruebas inadmisibles, apesar de las pruebas a favor de lo contrario, y lospacientes gastan millones en medicinas holísticasinútiles, en clínicas de laetril1, en cirujanos psíquicosy sanadores por fe (Gilovich 1991).

La gente es tan insensible a tantos tipos diferentes deomisiones que desarrollar procedimientos efectivospara eliminar sesgos es desalentador. Pese a ello, lainvestigación sobre este tema sugiere que quizás noes necesario animar a las personas a pensar sobreomisiones específicas (Sanbonmatsu et al., 1997). Envez de ello, con sólo incrementar la conciencia de quealgo está ausente, incluso si no se sabe bien qué es,puede mejorar los juicios y la toma de decisiones.Después de leer una gran cantidad de información (envez de una pequeña cantidad) sobre un tema irrele-vante (por ejemplo, semillas de soja), los consumido-res hacen evaluaciones más moderadas y apropiadasde un producto descrito brevemente (por ejemplo, uncoche o una cámara). Detectar las omisiones noespecificadas ayuda a las personas a reconocerque sus juicios están basados sobre pruebas limi-tadas o débiles.

Una forma de reducir el grado en el que las personassobrestiman la importancia de la información presen-tada es estimularlas a considerar una gama amplia deatributos pidiéndoles que evalúen dos productos des-critos por diferentes dimensiones de atributos. Otromodo es pedirles ordenar la importancia de cada atri-buto de una lista grande de atributos antes de pedirlesque lean una breve descripción de un producto.

Para resumir, los juicios inapropiadamente extremosy sostenidos de forma confiada se forman cuando las

personas sobrestiman la importancia de la informa-ción que se les ha presentado y subestiman la impor-tancia de la información que se les ha omitido. Essorprendente que las personas se centren tan rápida-mente y tan fuertemente sobre la información que seles ha presentado, dado que la presencia o ausenciade información sobre un atributo no tiene influenciasobre la importancia objetiva del mismo (por ejem-plo, los litros por kilómetro que consume un vehícu-lo es un atributo siempre importante aunque no seproporcione información sobre este dato en unamarca de coches específica). Este efecto es tan fuerteque la información presentada puede realmente inter-ferir con la capacidad para pensar sobre la informa-ción no mencionada. Mientras más se centra la gentesobre la información presentada, más difícil puedeser tomar en cuenta los atributos que no fueron inclui-dos en una descripción del producto.

Nuestras mentes pueden haber evolucionado paraprocesar los estímulos que nos encontramos, no losestímulos que no nos encontramos. La presencia deun predador es un suceso relativamente raro querequiere atención y acción inmediatas. Por el contra-rio, la ausencia de un predador es un suceso corrien-te que no origina interés inmediato. Dado que losestímulos encontrados con escasa frecuencia son másinformativos, es más eficiente centrarse sobre estímu-los encontrados en vez de sobre estímulos ausentes.Sólo si se aprende un gran número de asociaciones deestímulo-resultado se hace innecesario desarrollar unsistema que controle la ausencia de relaciones entreestímulos y resultados (Newman et al., 1980). Conse-cuentemente, las asociaciones entre cosas que ocurrerse aprenden con más facilidad que las asociacionesque implican cosas que no ocurren.

Las personas están acostumbradas a hacer juicios ytomar decisiones basadas en cualquier informaciónque encuentran. Sin importar cuánta y qué informa-ción se use, el descuido de la omisión es común por-que la información ausente no es sobresaliente, laspersonas sobrestiman la importancia de la informa-

Mientras más se centre la gentesobre la información presentada, másdifícil puede ser considerar atributos

que no han sido incluidos en unadescripción del producto.

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ción ya disponible y la información presentada inter-fiere con la capacidad de pensar sobre la informaciónausente. Es tan importante pensar críticamente sobrelo que no sabemos como sobre lo que sabemos.

NOTA1. Nota de redacción: El laetrile, letrile, laetril,amigdalina o nitrilosida (o vitamina B17) es unasustancia elaborada normalmente a partir de semi-llas de albaricoque (es.wikipedia.org/wiki/Vitami-na_B17), por ciertas falsas inferencias, se empleacomo fármaco ‘alternativo’ contra el cáncer en algu-nas pseudoclínicas mexicanas. En una de ellasmurió en el año 1980 el conocido actor estadouni-dense Steve McQueen mientras era tratado. Su usoestá comúnmente restringido por una posible apari-ción de toxicidad por el cianuro

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Traducción de Mª Teresa González de la Fe, deloriginal “Omission neglect: the importance ofmissing information”, Skeptical Inquirer, Marzo-Abril, 2003, que publicamos con todos los permisos.

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Del 23 al 29 de junio se celebró en la ciudadnavarra de Estella-Lizarra un acto, el ForoEspiritual Estella 2006 (www.foroespiritual.org)

en el que, con apoyo económico y auspicio de nume-rosas entidades públicas, se vuelve a confundir elrábano con las hojas, y a pretender hacer cierto aqueladagio atribuído a diversos intelectuales —habitual-mente a André Malraux, aunque posiblemente vienedel teólogo Karl Rahner— de que este siglo seráespiritual o no será.

Desde luego, si la espiritualidad es patente de corsopara el “todo vale”, el foro de Estella fue todo unéxito. En la declaración de principios, los organizado-res afirmaban: “Tras un tiempo de predominio mate-rialista el ser humano vuelve a encarar cuestionesimpostergables, reafronta su condición trascendente.Indagar, reflexionar, explorar juntos sobre nuestrodestino real, sobre la razón última de nuestra existen-cia en la Tierra, sobre nuestros horizontes colectivos,sobre nuestra vocación de eternidad… es el primerobjetivo del Foro. Estella-Lizarra es un alto en el

camino, un parón en medio del diario trajín que tan amenudo elude las preguntas fundamentales.”

No sorprende este discurso, habitual en numerosasmanifestaciones de los últimos años (lo hace la pro-pia Iglesia Católica), en el que se asume la existenciade un periodo en los últimos decenios “de predomi-nio materialista”. Cualquier análisis de la popularidadde las diferentes confesiones religiosas, movimientossectarios de corte espiritual o el enorme mercado quelas diferentes alternativas “para la mente y el espíri-tu”, nos permitiría concluir precisamente lo contrario,que casi nunca el materialismo —como una toma deposición a favor de una visión no espiritual de la rea-lidad— ha estado tan oscurecido por los irracionlis-mos más abusivos. Evidentemente, este discursoparte de una asunción tácita de que el materialismo esequiparable o responsable de la situación económico-social, sin querer reconocer que el mundo en quevivimos tiene más de herencia de “los de siempre”,que además de enriquecerse han financiado los cre-dos que consideraban adecuados.

UN FORO MUY ESPIRITUAL

Y MUYSUBVENCIONADO

Javier Armentia

(www.foroespiritual.org)

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Discusiones filosóficas e ideológicas aparte, el ForoEspiritual se componía de numerosos actos: talleres,actividades públicas, mesas redondas, conferencias yun sinfín del más variado repertorio espiritual queuno puede encontrar actualmente en el mercado. Porsupuesto, los organizadores le daban un toque común.“El Foro aspira a contribuir a encontrar pautas y líne-as de interacción entre las diferentes tradiciones espi-rituales y religiosas. Consideramos que este tipo deeventos comienzan a ser una demanda social. El ciu-dadano pide una mayor comprensión y vivencia de ladiversidad espiritual.” Organizado por la FundaciónAlalba (“Fe, Diálogo y Encuentro”), asociación nava-rra con sede en Zubielki (Navarra), el Foro contabacon el apoyo del Ayuntamiento de Estella y deAUDIR, Asociación Unesco para el Diálogo Interreli-gioso UNESCO-CAT, que ya coorganizó el Parla-mento de las Religiones del 2004 en Barcelona, otraactividad de promoción de la espiritualidad más acrí-tica. Una de las cabezas más visibles de la organiza-ción es Koldo Aldai, casi omnipresente en todos losforos espirituales españoles, pero también conocidoperiodista promotor de las más variadas terapiasalternativas, de un ecologismo un tanto holístico ydel habitual conglomerado que a menudo se ha deno-minado “nueva era”. Colaborador de numerososmedios, es uno de los más activos periodistas delramo de las pseudociencias (aunque sus intereses sonmucho más amplios). Un buen ejemplo del tipo depensamiento que choca frontalmente con cualquiermovimiento de corte racionalista o defensor del pen-samiento crítico.

Los invitados de este foro constituían un granadorecorrido por todos los tipos de espiritualidad (auto-proclamada espiritualidad, diríamos): desde religio-sos católicos, algún profesor de Deusto, organizacio-nes cristianas como el Foro Gogoa —que aúna enNavarra un sector del catolicismo nacionalista vascode corte progresista—, o de movimientos como el dela ciudad espiritual de Auroville (en Pondicherry,India, creada en los pasados años sesenta por la SriAurobindo Society de Mira Alfasa, viuda del gurú SriAurobindo Ashram, y que sigue siendo una de lasmás famosas ciudades tecno-espirituales del últimosiglo) al amplísimo conglomerado de asociacionesque beben de los más variados conceptos espirituales—habitualmente de la mano de sus respectivosgurús— y prosperan en una Europa en la que todo loque tenga el marchamo del Oriente o de la espiritua-lidad alternativa a las religiones “de libro” tiene éxitocomercial. Así, diversos tipos de budismo, hinduis-mo, los más variados vedantas, se asociaron a movi-

mientos que también vienen de otras tradiciones espi-rituales, como la siempre colorista fe Baha'i disiden-te del islamismo y varias otras. A ello se unía, tam-bién en la programación, la no menos amplia tradi-ción de eco-espiritualismo, con gentes que venían demovimientos ecologistas transformados a esa especiede panteísmo de la madre tierra, aparte de la habitualración, imprescindible siempre, de representantes delchamanismo y otros espiritualismos sudamericanos.Un cóctel explosivo por la unión de todos los creyen-tes del mundo. Y en el que, además, cabían persona-jes y asociaciones bien sospechosas de querer algomás que elevar el alma humana, digamos que por laparte del bolsillo del cuerpo correspondiente. Así,asociaciones como Ananda Marga (Senda de la Feli-cidad Perfecta) o Brahma Kumaris (que tiene la Uni-versidad Espiritual Universal —o Mundial, según lasfechas—) aparecen mentadas en más de un informesobre sectas (la primera de ellas llegó a ser ilegaliza-da y expulsada de la India por el gobierno de IndiraGandhi en 1975).

Una de las “estrellas” del Foro Espiritual fue el pam-plonés Emilio Fiel (autollamado “Miyo” —de “miyo”—) que tiene ahora un montaje de ecochamanis-mo en el que, como es habitual, todo parece valer poraquello de alentar la llama espiritual. Comenzó Fielcon un ashram en Lizaso (Navarra) donde budismo,yoga y cualquier “técnica espiritual” tenían cabida, afinales de los años setenta. Primero el grupo se llama-ba Sadhana y tenía un fuerte carácter mesiánico entorno al gurú Fiel. Los avatares le llevaron a fundar laComunidad del Arco Iris, recogiendo a desencanta-dos de la militancia izquierdista que abrazaban laespiritualidad oriental como alternativa. Esa

Un foro muy espiritual y muy subvencionado

Imagen del ritual de la clausura del Foro de Estella. (www.foroespiritual.org)

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Asociación Arco Iris vivió complejos procesos enuna época en que la política lo complicaba todo, des-apareciendo y reapareciendo con diferentes nombres.Posteriormente le volvemos a ver convertido de gurúen chamán mezclando tradiciones orientales conotras diversas espiritualidades... Como siempre, todovale.

A Fiel se le ha vinculado en diversos informes conlos movimientos sectarios, al igual que a otrosponentes invitados por la organización del ForoEspiritual. Así, Guillermo Elvira Vallejo, del Institu-to Sathya Sai de Educación en Valores Humanos,representa el movimiento originado por Sathya SaiBaba, un indio que afirma ser la encarnación de Kris-hna y que como gurú ha sido acusado de formar unasecta destructiva en la que el abuso sexual siempreha estado presente. El responsable de la Federaciónde Asociaciones Racionalistas de la India, BasavaPremanand siguió de cerca el movimiento de estegurú concluyendo: “Sai Baba sólo es un capo de lamafia, que tima a la gente y se enriquece”. Las dife-rentes adscripciones del movimiento Sai han sidodenunciadas también dentro de los informes sobresectas de diversos países europeos, como Bélgica,Alemania o Francia (se puede ampliar la informa-ción en el artículo de L. Enrique Márquez “Sri Sath-ya Sai Baba, ¿decadencia y caída de un imperio reli-gioso?” El Escéptico, Págs. 42-47. Nº 10, Otoño-Invierno 2000).

Lo mismo podemos decir de la presencia, encubiertacomo suele pasar bajo el amparo de otros nombres,de la llamada secta Moon o Iglesia de la Unifica-ción. Entre los ponentes se encuentra ArmandoLozano, director de la Federación Interreligiosapara la Paz Mundial, responsable también de los“moonies” en España. La amplia trayectoria de estemovimiento religioso-sectario fundado por SungMyung Moon a mediados de los años cuarenta y enel que hábilmente se mezcla una especie de discursorelacionado con un cristianismo sincrético, contoques de budismo y confucionismo, así como conun anticomunismo feroz que le hizo muy popular enlos años setenta y ochenta, aparte de un conglomera-do empresarial denunciado en numerosos países porprácticas bastante oscuras. En España pasó por fasesde gran popularidad.

Sobre sectas y el encuentro de EstellaDebemos hacer notar que la calificación de “secta”tiene dos componentes. En primer lugar, tenemosuna acepción más bien arbitraria o demográfica, yque hace referencia a grupos no demasiado numero-sos que se autoproclaman religiones o movimientosreligiosos o espirituales. ¿Quién o qué concede elestatus de religión? ¿El tiempo, el número de fieles?En segundo lugar, tenemos una acepción relacionadacon los efectos de despersonalización o “adicción” alas mismas: en este sentido muchas adscripcionesconsideradas religiones tienen también un clarocarácter sectario. No hay una frontera bien definida,e incluso el término “secta destructiva” tiene bordesmuy difusos, marcados a menudo por la interpreta-ción judicial de las actividades, principalmente eco-nómicas, de estos grupos y, a veces, por cuestionesrelacionadas con el abuso de menores.

La respuesta ante el fenómeno sectario es diferenteincluso en países de la Unión Europea (UE), aunquealgunos informes como el realizado por el diputadoconservador Richard Cottrell para el ParlamentoEuropeo en 1984 fueron considerados de referenciapara políticas de diversos países, al menos duranteunos años. Posteriormente este informe fue abando-nado, siendo sustituido en la UE en 1999 por el Info-me sobre Actividades Ilegales de sectas dirigido porAdrian Nastase, para el Consejo de Europa.

La cuestión, siempre peliaguda, estriba principal-mente en cómo encajar los derechos a la libertad reli-giosa dentro de las limitaciones a la actuación degrupos que se autoproclaman religiosos. En cual-quier caso, en este Foro Espiritual Estella 2006 había

Algunas páginas web se hicieron eco de la noticia de “La Razón” (www.solidaridad.net)

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una amplia representación de ese difuso borde. ¿Ino-centes, culpables, sospechosos? Evidentemente, paralos organizadores, estas cuestiones ni siquiera existí-an. Será que el amparo de los dioses todo lo cubre.

Un foro desaforadoEn cualquier caso, y durante los días de celebracióndel foro, se podían ver en el Paseo de los Llanos,cerca del centro de la ciudad del Ega, bailes, cánticose invocaciones en un altar de piedra que se instaló.Las mesas redondas, conferencias y talleres comple-taban un total de 200 actividades según los organiza-dores. En el análisis de la Fundación Alalba se dice:“Pecamos en el tamaño, en la dimensión del diseñodel Foro Espiritual Estella 2006 y pedimos reiteradasdisculpas a quienes, viniendo desde bien lejos, no sesintieron debidamente atendidos. Probablementeacertamos en el propio diseño. Programamos másallá de nuestras posibilidades organizativas y econó-micas, pero sentimos que atinamos con el formato deencuentro vivencial.”

Según comentaban los organizadores del Foro Espi-ritual Estella 2006, ni siquiera con la generosa apor-tación de tanta entidad pública se ha conseguido cua-drar el presupuesto. El sarao consiguió un déficit de20.000 euros que ahora intentan corregir con aporta-ciones de los amantes de la causa espiritual. Leshonra, eso sí, que en su propia web hayan colocadoun informe de gastos e ingresos. En él podemosconocer que el Ayuntamiento de Estella aportaba18.000 euros, y la asociación Teder (Centro de Des-arrollo Rural de Tierra Estella, entidad de la Manco-munidad de Montejurra, sindicatos y del consorcioturístico para la promoción económica de la comar-ca) a través de un proyecto Leader Plus en el queaportan fondos la Unión Europea, el gobierno espa-ñol, el Gobierno de Navarra y las administracioneslocales, por una cantidad de 25.257 euros. Caja Eus-kadi aportaba 450 euros adicionales. Los ingresospor entradas fueron de 13.400 euros solamente (lacuota de inscripción para la semana entera era de 50euros), lo que origina ese déficit frente a unos gastostotales de algo más de 77.000 euros.

Tras el cierre del foro, la organización anunció sudéficit que ha sido parcialmente cubierto por des-cuentos en los pagos y aportaciones de los seguido-res: a día de hoy siguen debiendo 12.000 euros. Aun-que no sean descabelladas las cantidades, lo cierto esque siempre queda la pregunta de por qué las admi-nistraciones públicas subvencionan este tipo de actoscon tanta alegría... ¿El Foro Espiritual es realmente

un acto de promoción de la ciudad de Estella-Lizarrao del entorno rural de la comarca en que se realizó?Una pregunta que los ciudadanos siempre deberíanhacer a sus gobernantes: los criterios de estas sub-venciones.

El único medio de comunicación que ha hecho men-ción al tema económico ha sido La Razón. El 3 dejulio de 2006 este periódico titulaba “La UE financiaun foro de sectas en Navarra” (escrito por Sara Mar-tín), donde se hacía mención a la adscripción dealgunos ponentes a movimientos sectarios como losMoon o Sathya Sai (los seguidores de Sai Baba). Nopodemos, eso sí, dejar de hacer notar que tratándosede un periódico de adscripción católica tan funda-mentalista como La Razón las críticas tienen unsesgo evidente.

En cualquier caso, el cuestionamiento se mantiene:¿por qué las administraciones públicas emplean eldinero de todos los ciudadanos en este tipo de actos?Desde ARP-Sociedad para el Avance del Pensamien-to Crítico se ha denunciado siempre este tema, en lotocante a actos proselitistas de todo tipo, especial-mente cuando se apoya en ellos las pseudociencias olos sectarismos. Es triste constatar que, en el fondo,todos esos danzantes que pretendían recoger energí-as místicas de la milenaria ciudad del Camino deSantiago, estaban dilapidando una vez más fondospúblicos que deberían emplearse con criterios algomás razonados —y razonables—.

El Foro Espiritual Estella 2006 ha pasado y los tres-cientos asistentes han dejado la ciudad. Queda elaltar y un árbol plantado que los organizadores que-rían como símbolo de un movimiento interreligiosopor la paz mundial, el habitual y autocomplacienteregodeo de quienes lo organizaron y la constataciónde que las entidades públicas siguen dando su apoyoinstitucional y económico a casi cualquier cosa.

Por su parte, el creciente movimiento de espirituali-dad, las “redes de luz” y demás misticismos quedesde la nueva era al orientalismo, pasando por casicualquier manifestación que abandere lo irracional,siguen gozando de buena salud y de las más altasprebendas. Y las escasísimas críticas que encontra-mos, vienen precisamente de los sectores que en estepaís han tenido un casi total monopolio del “sectorespiritual”. Algo que precisaría una reflexión másprofunda que la que permiten estas líneas.

Un foro muy espiritual y muy subvencionado

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Parece que existe consenso en afirmar que "no todovale" en la guerra por las audiencias de los medios decomunicación, pero recientemente estamos viendo

cómo programas pseudocientíficos en los que se niega quehayamos ido a la Luna, se afirman poderes paranormalessin ninguna demostración o se manipulan los datos de losestudios históricos, se presentan como contenidos veraces,informativos o documentales. "En este país tan carente deformación científica, con una clara pérdida de cultura en lapoblación y con una carencia crónica de programas dedivulgación del conocimiento entretenidos, la existencia deeste tipo de programas no sólo no incrementa la culturamedia de la gente sino que la disminuye a través de datoserróneos o de especulaciones absurdas", alertan los tres-cientos firmantes del Manifiesto por la Cultura Veraz.

Promovido por la Sociedad para el Avance del Pensamien-to Crítico, este manifiesto ha sido suscrito por más de tres-cientas personas de muchos ámbitos: destacan investigado-res científicos, periodistas y divulgadores científicos, perotambién profesores, estudiantes, y profesionales de nume-rosos ámbitos. Un amplio espectro social de personas pre-ocupadas por este tipo de manipulación del conocimien-to."La evolución de la sociedad depende de su cultura y, ennuestros tiempos, buena parte de esta depende de losmedios de comunicación, que deben, por tanto, presentar larealidad de forma correcta, utilizando los hechos y razonan-do a partir de ellos. Evidentemente, los razonamientos rela-tivos a la política, a las actuaciones de los gobiernos y, engeneral, los hechos relativos a la sociedad, son incompletosy su análisis suele llevar incorporado un cariz subjetivo quedepende de la persona que hace el análisis. Sin embargo,cuando se seleccionan los hechos y se mezclan con la fina-lidad de obtener una conclusión, el resultado es manipula-ción."

El manifiesto cita como ejemplo el programa "Cuarto Mile-nio", del recientemente creado canal de televisión Cuatro:"Un canal que nace con vocación de formar e informar nopuede ni debe tener este tipo de programas. Si un locutordel canal afirma, en el transcurso de un mismo programa,que el hombre nunca llegó a la Luna, que el Apolo 11 detec-tó un ovni en su viaje a la Luna y que en los alunizajes sedescubrieron construcciones alienígenas, no sólo no debe-ría tener ningún tipo de crédito sino que debería ser elimi-nado inmediatamente de la programación." El problema,sin embargo, afecta también a otros canales televisivos (esnotable el caso de la serie "Phenomena" de la TelevisiónAutonómica Canaria, en la que se afirman las más sorpren-

dentes fenomenologías paranormales sin aportar nunca unbalance racional de ellas). E igualmente sucede en numero-sos programas de radio.

Los firmantes abogan por un control de calidad en losmedios de comunicación que permita el asesoramiento enestos temas por expertos y separar "los hechos de las opi-niones o especulaciones propias del presentador del progra-ma o de la sección correspondiente ", así como por que, ensu compromiso con la cultura veraz, eliminen de su progra-mación estos contenidos pseudocientíficos.

Este manifiesto es una alerta que ha promovido la Sociedadpara el Avance del Pensamiento Crítico. "Defendemos lanecesidad y el derecho de los ciudadanos a una culturaveraz y a una crítica racional que debería ser la base de loscontenidos informativos de los medios de comunicación",ha expresado Félix Ares de Blas, presidente de la misma.Esta asociación, desde hace veinte años, mantiene una deci-dida apuesta por esos contenidos, con actividades para elmundo escolar y publicaciones como El Escéptico.

MANIFIESTO POR LA CULTURA VERAZ

La evolución de la sociedad depende de su cultura y, ennuestros tiempos, buena parte de esta depende de losmedios de comunicación, que deben, por tanto, presentar larealidad de forma correcta, utilizando los hechos y razonan-do a partir de ellos. Evidentemente, los razonamientos rela-tivos a la política, a las actuaciones de los gobiernos y, engeneral, los hechos relativos a la sociedad, son incompletosy su análisis suele llevar incorporado un cariz subjetivo quedepende de la persona que hace el análisis. Sin embargo,cuando se seleccionan los hechos y se mezclan con la fina-lidad de obtener una conclusión, el resultado es manipula-ción.

Cuando hablamos de otro tipo de conocimientos, como loshistóricos, los técnicos o los científicos, la actitud ante loshechos cambia: la ciencia, la tecnología, la historia o la lin-güística se basan en el análisis sin prejuicios de los hechos.Pero, de igual forma que el análisis debe realizarse sin pre-juicios tampoco debe hacerse desde la especulación: losmétodos planteados por las distintas ramas del conocimien-to han permitido, permiten y permitirán que nuestro cono-cimiento crezca.

En los últimos años hemos ido descubriendo cómo muchosmedios se desviaban hacia la manipulación política, hacia

POR UNA CULTURA VERAZARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico

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programas pseudocientíficos que no sólo no aportan cultu-ra a la población sino que la proveen de datos o análisismanifiestamente erróneos o contrarios a los hechos conoci-dos, de los que se deducen teorías evidentemente falsas.Estas falsas especulaciones basadas en datos seleccionadosy manipulados son una de las fuentes de la incultura.

La mayoría de los medios de comunicación han caído en lacreación de programas o secciones pseudoculturales opesudocientíficas: secciones de ocultismo o astrología, pro-gramas o documentales pseudocientíficos, en los que no sesalva ninguna de las ramas del conocimiento. Así, asistimosa programas que manipulan la historia, periódicos que danpábulo a las predicciones de los astrólogos -no sólo en sec-ciones sino en artículos- pseudohistoriadores que falsean ose inventan datos para obtener beneficios, programas tele-visivos que con el fin de crear un misterio son capaces deobviar la realidad.

En este contexto es en el que nació hace breves fechas unanueva televisión, Canal 4. Muchas personas esperábamosun canal que no cayese en estos vicios comunes en lamayor parte de los medios de comunicación. Sin embargo,hemos podido comprobar que no sólo no es así, sino que eneste canal aparecen varios programas pseudocientíficosplagados de mentiras, datos falsos o especulaciones surrea-listas. Uno de ellos está dirigido por una de las figuras másgrandes dentro de la pseudociencia actual, Íker Jiménez,que centra su programa en el desconocimiento. Hemosvisto cómo inventaba datos o los interpretaba aprovechán-dose del desconocimiento o del conocimiento manipulado.

Es comprensible que una nueva cadena necesite presentarprogramas que atraigan y conserven a su público, pero estono debe de hacerse a cualquier precio: el fin nunca ha jus-tificado los medios. Un canal que nace con vocación de for-mar e informar no puede ni debe tener este tipo de progra-mas. Si un locutor del canal afirma, en el transcurso de unmismo programa, que el hombre nunca llegó a la Luna, queel Apolo 11 detectó un ovni en su viaje a la Luna y que enlos alunizajes se descubrieron construcciones alienígenas,no sólo no debería tener ningún tipo de crédito sino quedebería ser eliminado inmediatamente de la programación.

En este país tan carente de formación científica, con unaclara pérdida de cultura media en la población y con unacarencia crónica de programas de divulgación del conoci-miento entretenidos, la existencia de este tipo de programasno sólo no incrementa la cultura media de la población sinoque la disminuye a través de datos erróneos o de especula-ciones absurdas. La finalidad de este mundillo de lo miste-rioso, lo paranormal, la ciencia o la medicina "alternativas"necesita de una población desinformada para obtener deella lo que pretende: beneficios económicos.En estos programas habría que recordar el principio de eco-nomía que enunció Hume hace mucho tiempo y que puederesumirse como: "las afirmaciones extraordinarias necesi-

tan pruebas extraordinarias". ¿Qué significa esto? Pues quesi en uno de estos programas se afirma haber visto unavaca, no hace falta aportar prueba ninguna pues es un hechocotidiano; si se afirma haber visto una vaca corriendo a 60km/h, es necesario aportar pruebas porque probablementeesa vaca tenga el récord de velocidad vacuno; y si lo que seafirma es haber visto una vaca volando por sus propiosmedios, hay que aportar pruebas extraordinarias que respal-den tal afirmación. Así se ha comportado siempre el avan-ce del conocimiento.

Una frase para la reflexión sería: "el conocimiento os harálibres".

Por estos motivos este manifiesto pide a los medios decomunicación:

1. La eliminación de programas pseudocientíficos.2. La creación de programas culturales entretenidos: de his-toria, ciencia, tecnología o cualquier otra rama del saber.3. La eliminación de secciones basadas en la superstición:astrología, cartomancia o cualquier otra.4. El asesoramiento o supervisión en materias relaciona-das con el conocimiento por parte de expertos externos eindependientes en las correspondientes materias.5. Que se separen los hechos de las opiniones o especu-laciones propias del presentador del programa o de lasección correspondiente.

Por una cultura veraz

Firmantes (a 16 de febrero de 2006) - 502 -

1. Miguel Aballe Caride (Dr. en Ciencias Físicas, Investigador Cientí-fico del CSIC, Ex-Vicepresidente de la Asociación Española de Cien-tíficos)2. Manuela Abella Cruz (Maestra)3. Joan Abellán i Gómez (Contable)4. Xosé Afonso Álvarez (Investigador, Universidade de Santiago deCompostela)5. Manuel Aguilar Gutiérrez (Documentalista TVE)6. Emilio J. Aleixandre (Médico)7. José María Alfaya González (Funcionario Municipal)8. Pedro Almendral Manzano (Radiofísico)9. Juan Carlos Alonso de Mena (Profesor de Enseñanza Secundaria)10. Jorge Alonso Prado (Ingeniero Técnico Industrial)11. Beatriz Alonso Prieto (Estudiantes de Historia en Madrid y Co-Administradora de "Arqueología para Todos")12. Joan Alòs i Marquès (Técnico Informático)13. Jorge Alsina Álvarez (Empleado de banca)14. José Álvarez Castro (Profesor)15. Carlos Álvarez Fernández (Diseñador gráfico)16. Carlos Javier Álvarez González (Profesor Titular de Universidad(Psicología), Universidad de La Laguna)17. Raúl Álvarez González (Estudiante)18. José Hermenegildo Álvarez Martínez (Cartero)19. Sergio Alvariño Primo (Ingeniero de Telecomunicaciones)20. David Amador Moreno (Maestro)21. Juan Carlos Amengual Argudo (Profesor Titular de Universidad enel Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Univer-sitat Jaume I)

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22. Rafael Anabitarte Pérez (Jubilado)23. Xermán Anca Rico (Economista)24. Mª Amparo Andrés Hernández (Maestra y profesora de inglés)25. Eloy Anguiano Rey (Doctor en Ciencias Fïsicas, profesor Titular,Escuela Politécnica Superior, Universidad Autónoma de Madrid)26. Juan Anguita Acosta (Licenciado en Ciencias Físicas, Profesor deEnseñanza Secundaria)27. José Manuel Antón Paredes (Licenciado en Historia)28. Daniel Aranda López (Técnico de Sistemas)29. Juan Luis Aranda López (Técnico Microinformática)30. Xabier Arcelus Domínguez (Periodista)31. Fernando Arenas Mena (Enfermero)32. Félix Ares de Blas (Doctor en Ingeniería, Presidente de la Sociedadpara el Avance del Pensamiento Crítico, Director de Miramón Kutxaes-pacio de la Ciencia, divulgador científico)33. Juan José Arevalillo Doval (director de empresa de traducción yprofesor universitario de Traducción e Interpretación)34. José Vicente Arlandis Ortolá (Profesor de enseñanza secundaria)35. Xosé-Lois Armada Pita (Arquéologo)36. Javier Armentia Fructuoso (Astrofísico, director del Planetario dePamplona, duivulgador científico)37. Manu Arregi Biziola (Profesor de Bachillerato)38. Raúl Arroyo Morales (Técnico Auxiliar Sanitario)39. Dani Asenjo Escolar (Informático)40. María Jesús Azagra Rey (Enfermera, Instituto de Salud Pública)41. Iñaki Azkue Landa ()42. José Alberto Baeza Herrera (Estudiantes de Ciencias Ambientales)43. Cristóbal Banda Sánchez (Tenedor de libros)44. Manuel Barbero Vizcaíno (Funcionario)45. Carmen Barco Díaz (Secretaria)46. Eduardo Barón Holczer (Escritor)47. Ismael Barros Barros (Estudiante de Informática)48. Berta Bello Diéguez (Maestra)49. José María Bello Diéguez (Arqueólogo, Director del Museo Arqueo-lógico de La Coruña)50. José Damián Benavent Plá (Administrador de sistemas)51. Pedro M. Benítez Gamero (Informático)52. Fernando Benito Domínguez (Profesor de Enseñanza Primaria)53. Jorge Alfredo Berdiñas Torres (Licenciado en Biología y Profesor deSecundaria)54. Óscar Bermejo García (Peatón, Consultor ambiental)55. José Luis Bernardo Delgado (Ingeniero Técnico de Telecomunica-ciones)56. Luis Blanco Álvarez (Profesor de Educación Secundaria)57. Fernando Blanco Bregón (Psicólogo, Investigador en PsicologíaExperimental)58. Saúl Blanco Lanza (Biólogo)59. Óscar Blanco Varela (Empresario)60. Manuel Bonino Medina (Músico, profesor de Composición del Con-servatorio Superior de Música de Canarias)61. Arturo Bosque Foz (Ingeniero Técnico y Jubilado)62. José Luis Bravo Hernández (Licenciado en Matemáticas, Ingenie-ro I(D)63. Antonio Bravo López (Auxiliar Administrativo)64. Alejandro Briones Barrera (Astrofísico)65. Ximo Brotons (Profesor de Filosofía de IES)66. Margarita Brotons Orgaz (Técnico en grabados en meta, comercialde ventas)67. José Ramón Brox López (Estudiante de Telecomunicación y Mate-máticas)68. Ernesto Roberto Brú Márquez (Doctor en Químicas, Profesor deSecundaria)69. Alejandro Calle Martín (Programador)70. Manuel Calvo Hernando (Periodista, Presidente de Honor de laAsociación Española de Periodismo Científico)71. Antonio Calvo Roy (Periodista)72. Juan Ángel Camacho Granados (Informático)73. Carlos Campos Acero (Sindicalista)74. Toni Camps Durán (Periodista)75. Abelardo Canalejo Quiles (Licenciado en Psicología)76. Luis Javier Capote Pérez (Profesor de Derecho Civil)77. Francesc Caravaca Ribera (Bioleg)78. Enrique Cardona Perelló (Auxiliar administrativo)79. Juan José Carmena Ayuso (Profesional de la Informática)80. Ernesto José Carmena Riesco (Infografista)81. Andrés Carmona Campo (Profesor de Ética y Filosofía en Educa-

ción Secundaria y Bachillerato)82. Manuel Caro Terrón (Publicitario)83. Alfredo Carrión Pareja (Diplomado en Enfermería)84. Francisco Javier Castilla Pueo (Parado)85. Fulgencio Castillo Castillo (Funcionario)86. Alen Castrillón Franco (Vendedor)87. Xosé Castro Roig (Traductor, corrector y presentador de televisión)88. Francisco Catalá Ferriol (Profesor de Instituto de Biología y Geolo-gía)89. Josep Catalá Medina (Biólogo Molecular, Ingeniero Químico, Perio-dista)90. José Luis Cebollada García (Químico, profesor)91. Tania Cedeño Benavides ()92. Miguel Ángel Chana Bernabé (Ingeniero de Sistemas Telemáticos)93. Carlos Chordá (Profesor de Ciencias, Divulgador científico)94. Luis Fernando Colomer Queipo (Economista, Jefe de Servicio de laGeneralitat Valenciana)95. Francisco Colomer Sanmartín (Astrónomo Titular, ObservatorioAstronómico Nacional)96. Evaristo Colomina Climent (Doctor en Ciencias Empresariales, Pro-fesor de la Universida de Alicante)97. Esteban Comamala (Veterinario)98. M. Luz Congosto Martínez (Informática)99. Enrique M. Coperías (Periodista)100. Fernando Pedro Cossío Mora (Dr. en Ciencias Químicas, Cate-drático de Química Orgánica de la Universidad del País Vasco)101. Francisco Javier Costa Rico (Músico y Diplomado en CC. Empre-sariales)102. Pablo Couto Souto (Estudiante)103. Luis Felipe Crespo Foix (Dpto. de Ingenieríade Sistemas y Auto-mática, Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz)104. José Manuel Cruz Arriaza (Informático)105. Ramón Cullell Puig (Guía de la Patagonia)106. Félix de Azúa (Profesor de Universidad)107. Juan de Gorostidi Colás (Ingeniero de Montes)108. Francisco Antonio de la Cruz Pérez (Instalador Electricista)109. Guillermo de la Peña López (Conservador-Restaurador deArqueología)110. Pilar de la Peña Minguell (Traductora y Correctora)111. Antonio De la Peña Santos (Arqueólogo)112. Raúl de la Torre Martínez (Médico y estudiante de Historia)113. Salvador de los Arcos Velázquez (Músico)114. Luis Carlos de los Ojos Lorenzo (Técnico en Emergencias Sanita-rias)115. Gonzalo de Pedro Quijano (Arquitecto)116. Tito Augusto de Quintanilla y Mendoza (Jubilado comercio)117. Fernando del Álamo Castellanos (Ingeniero Industrial)118. Rodolfo del Moral (Técnico comercial)119. Miguel Ángel Del Río (Documentalista)120. Francisco Delgado de la Mata (Licenciado en Ciencias Físicas,monitor de planetario)121. Miguel A. Deza Oliveros (Técnico especialista en medios audiovi-suales)122. José María Díaz Alonso (Estudiante)123. Mercedes Díaz del Río de Larratea (Administrativa)124. Antonio Díaz Díaz (Programador)125. María Luz Díaz Guerrero (Psicóloga)126. Víctor Díaz Pascual (Licenciado en Ciencias Físicas)127. Enrique Díes Cusí (Doctor en Arqueología)128. Santiago Díez Alpuente (Fisioterapeuta)129. Alberto I. Díez Gago (Graduado Social y Astrónomo amateur)130. Andrés Domeña Cantos (Estudiante (Literatura))131. Ángeles Domínguez Llorente (Documentalista e Historiadora)132. Carlos Javier Duarte Duarte (Profesor de Español para extranje-ros, Universidad de Málaga)133. Alexandra Ecuvillon (Astrofísica)134. José Antonio Encina Galán (Extrusor)135. Pedro Pablo Enguita Sarvisé (Profesor)136. Antoni Escrig Vidal (Profesor de Tecnología)137. Arcadi Espada Enériz (Periodista)138. Iñigo Espada Méndez (Administrativo)139. José Antonio Esteban Benavides (Ingeniero Industrial)140. Ana Etchenique Calvo (Relaciones Institucionales de CECU (Aso-ciación de Consumidores))141. Antonio Falero Fernández (Profesor de Matemáticas, Física y Quí-mica en la enseñanza privada)

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142. José-Luis Félez Soriano (Jubilado)143. Santiago Fernández Barrero (Director Gral. de 'Desarrollo Huma-no e Inteligencia Artificial SL')144. Ignacio Fernández Bayo (Periodista científico)145. Jesús Fernández Delgado (Informático)146. Jorge Fernández Domínguez (Programador)147. Javier Fernández Hierro (Biólogo)148. Susana Fernández Martín (Maestra)149. José Ramón Fernández Monge (Director de Área de Medios yTecnología - Banca)150. Jesús Fernández Pérez (Farmacéutico)151. Fernando Fernández Quiñones (Mozo de supermercado)152. Lucía Fernández Ramón (Periodista)153. Luis Alberto Fernández Vallejo (Trabajador Social)154. Isabel Cristina Ferreira (Secretaria de la Federación InternacionalAtea)155. Miguel Ángel Ferrero Garrote (Profesor de Enseñanza Secunda-ria)156. Vicent Francesc Ferrís Escartí (Maestro)157. Reyes Fidalgo González (Psicóloga)158. Joan Fisbein (Informático)159. Enric Vicent Flors Ureña (Arqueólogo)160. Elisenda Font Campdelacreu (Catedrática de Bachillerato)161. Jorge Javier Frías Perles (Profesor de Informática)162. Fernando Frías Sánchez (Abogado)163. José Manuel Fuentes Fernández (Empleado de Telefónica)164. Juan Pablo Fuentes López (Analista Programador)165. Juan Antonio Gabaldón Domínguez (Químico)166. Pablo Galera Pérez (Estudiante)167. Juan José Galindo Muñoz (Ingeniero en Electrónica)168. Rafael Gallego Romero (Técnico de Sonido, Estudiante de Psico-logía)169. Noemí Gañán Segovia (Traductora)170. Pablo Garaizar Sagarminaga (Administrador de Sistemas y Profe-sor en la Universidad de Deusto)171. Juan Antonio García Amado (Catedrático de Universidad, Área deFilosofía del Derecho, Universidad de León)172. Ramón García Esparta (Licenciado en Biología, ControladorAéreo)173. María Isabel García García (Maestra)174. Nuria García Martínez (Técnico)175. María Belén García Medina (Bióloga)176. Luis Fernando García Moreno (Profesor de Secundaria)177. Francisco García Navarro (Profesor de Física y Química)178. Jorge García Rojas (Becario FPI en el Instituto de Astrofísica deCanarias)179. Ignacio Garmendia Murillo (Desarrollador de Software)180. Carlos Gentil González (Químico, Profesor de Enseñanza Secun-daria)181. Sergio Gil Albán (Maestro de Taller de Centro de Reforma)182. Mª Teresa Giménez Barbat (Escritora)183. Vicente Giménez Vicente (Trabajador autónomo)184. Fernando Gimeno Bellver (Investigador, Universidad de Zarago-za)185. Juan Manuel Gimeno Illa (Profesor universitario de Informática)186. Salvador Giner de San Julián (Sociólogo, Catedrátido Emérito,Universidad de Barcelona)187. Jorge Ginés García (Geólogo estructural -Royal Holloway Univer-sity of London-)188. Christian Glaría Murillo (Licenciado en Ciencias Físicas, Profesorde Enseñanza Secundaria)189. Ildefonso Gomariz Abril (Estudiante de Ingeniería de Telecomuni-cación)190. Guillermo Gómez Bodin (Educador)191. José Gómez Castaño (Analista programador en ADIF (Administra-dor de Infraestructuras Ferroviarias) y Consultor Informático)192. Paula Gómez del Valle y Gómez (Maestra en Educación Especial)193. Juan Pablo Gómez González (Estudiante de Física)194. Ascensión Gómez Mesa (Diseñadora gráfica)195. Carola Gómez Santos (Ingeniera Técnica Industrial)196. Emilio González Bort (Director de Astroseti.org)197. Eduardo González de la Fe (Controlador de Circulación Aérea)198. Teresa González de la Fe (Profesora de Universidad)199. Alicia Marina González Korzeniewski (Psicóloga)200. Gregorio González Moreda (Periodista)201. Juan José González Plaza (Estudiante de Biología)

202. Francisco González Vílchez (Doctor en Medicina, Cardiólogo)203. Nieves Gordón Arce (Periodista, Planetario de Pamplona)204. Jokin Gortari Arbona (Empresario de Hostelería y Alcalde delAyuntamiento de Orbara -Navarra-)205. Francisco Gotusso Aguirre (Estudiante)206. Alberto Granados Orcero (Funcionario de la Seguridad Social)207. Antonio Grañena Marín (Consultor medioambiental)208. Isabel Grosso Salamanca (Estudiante de Filología Inglesa)209. Jorge Guadalupe Gómez (Ingeniero Técnico de Telecomunica-ción, Soporte de Grandes Sistemas Informáticos)210. Juan José Guerrero González (Informático)211. David Guerrero Moreno (Ciudadano)212. Yeray Gutiérrez Cedrés (Informático)213. José Antonio Harranz Romero (Personal Laboral del Ministerio deDefensa)214. David Hasting (Traductor)215. Eduardo Heras de los Ríos (Informático)216. Antonio Heras Tébar (Enfermero)217. Óscar Hermida López (Estudiante de Ingeniería en Informática ydel Ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas)218. Lluis Hernàndez Catà (Ingeniero Químico)219. Pedro J. Hernández González (Profesor de Secundaria)220. Guillermo Hernández Peña (Programador de aplicaciones)221. Antonio Hernández Sánchez (Analista/Programador)222. Marta Herrera i Vilchez (Transitaria)223. Rubén Herrero Illana (Estudiante de Física)224. Miguel Huertas Fernández (Gestor de Calidad)225. Ignacio Iribarnegaray García (Estudiante de Filología Inglesa)226. Ricardo Irimia Martínez (Ingeniero de Telecomunicaciones)227. Ander Izeta Permisán (Biólogo celular)228. Luis Carlos Izquierdo Rodríguez ()229. Vicente Jiménez Cruz (Diplomado en enfermería)230. Mateo Jiménez Martínez (Mecánico)231. Francisco José Jiménez Pascual (Ingeniero de Telecomunicacio-nes)232. Fernando Jiménez Sánchez (Profesor Titular de Ciencia Políticade la Universidad de Murcia)233. Enrique Joven Álvarez (Doctor en Ciencias Físicas, Instituto deAstrofísica de Canarias)234. Guillermo S. Kurtz Schaefer (Arqueólogo, director de museo)235. Ismael Labrador Sánchez (Periodista)236. Jesús M. Landart Ercilla (Licenciado en Matemáticas e Ingeniero)237. Antonio Larrosa Jiménez (Licenciado en Matemáticas, Informáti-co)238. Juan Latorre Bernal (Actor)239. Fernando R. Lavandeira Suárez (Gestor Cultural y EducadorSocial)240. José Luis Laviña Fernández (Ingeniero Industrial)241. Alicia Lázaro Cadena (Músico)242. Imanol Lazcano Ruiz (Analista de sistemas)243. Edmon Levon Agop (Estudiante de 2º de Bachillerato y 1º deGrado Superior de Violín)244. Rafael Linde Ruiz (Licenciado en Historia por la Universidad deGranada)245. Francisco Javier Llanos Lopez (Estudiante de Ingeniería TécnicaIndustrial)246. Roser Llop Grifo (Profesora de filosofía)247. José Luis Lojo Sánchez (Ciudadano y Médico)248. Jesús López Amigo (Arquitecto Técnico)249. Alfonso López Borgoñoz (Licenciado en Prehistoria e Historia Anti-gua)250. Sergio López Borgoñoz (Gerente de empresa)251. José López Garijo (Ingeniero Agrónomo)252. Manuel López Gómez (Parado)253. Francisco López Hernández (Licenciado en Farmacia, Biblioteca-rio de la Universidad Carlos III de Madrid)254. Román López Lozano (Médico)255. Daniel López Marijuán (Profesor de Enseñanza Secundaria)256. Javier López Molero (Funcionario del Estado)257. Eloísa López Moreno (Periodista)258. Juan López Páez (Biólogo)259. Ángel R. López Sánchez (Astrofísico, Instituto de Astrofísica deCanarias, Universidad de La Laguna)260. Borja López Vázquez (Ingeniero Industrial)261. Ana María Luna Bueno (Informático)262. Carlos Luna Mota (Estudiante de Matemáticas)

Por una cultura veraz

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263. Juan Lupión López (Consultor Informático)264. David Luque Ruiz (Departamento de Psicología Básica, Universi-dad de Málaga)265. Óscar Macho Ibáñez (Estudiante de físicas, monitor de planetario)266. Antonio Mampaso (Astrofísico)267. Gregorio Ramón Manglano Valcárcel (Abogado y Estudiante deHistoria en Madrid)268. José Antonio Manrique Martínez (Estudiante de Física y Coordi-nador de actividades y divulgación del Grupo Universitario de Astrono-mía de la Universidad de Valladolid)269. Claudi Mans (Catedrático de Ingeniería Química, Universidad deBarcelona, divulgador científico)270. Tomás Manzaneque García (Estudiante)271. David Marcos Gómez (Estudiante de Física)272. Agustín Marín Sánchez (Físico, Concejal del Ayuntamiento deMairena del Alcor (Sevilla))273. Alberto Marín Sanguino (Biólogo)274. Guillem Marpons Ucero (Informático)275. José Antonio Márquez Gallegos (Funcionario FF.CC.SS. del Esta-do)276. Ignacio Márquez Pérez (Asesor Fiscal - Contable)277. Jesús Martín Alloza (Informático)278. Valeriano Martín Manrique ()279. Julia Martín Ortega (Investigadora, Universidad de Córdoba)280. Juan A. Martínez de la Fe (Jubilado)281. Luisa Martínez González (Bibliotecaria)282. Carlos Martínez Gorriarán (Profesor de Filosofía, Universidad delPaís Vasco)283. Carlos Martínez Mojer (Diseñador de videojuegos)284. José Enrique Martínez Poquis (Psicólogo, Director de cooperativade servicios sociales)285. Xavier Martínez Sánchez de Neyra (Biólogo)286. David Martínez Vecinana (Ingeniería de Sistemas)287. Jesús Martínez Villaro (Técnico Auxiliar de Laboratorio)288. Alberto Matallanos Mena (Estudiante)289. David Mateos García (Ingeniero Informático)290. Juan Carlos Mejía Macías (Estudiante de física - Coordinador delGrupo Estudiantil de Astronomía de la Universidad del Valle -Cali,Colombia-)291. Ricardo Mellid González (Programador, Licenciado en CienciasFísicas)292. Luis Jorge Mellid González (Informático)293. David Mencía Sanz (Maquinista de FEVE, Ingeniero TécnicoIndustrial)294. Rafael Menéndez-Barzaballana Asensio (Profesor de la Universi-dad de Murcia)295. Francisco Mercader Rubio (Funcionario)296. Pedro Merino (Químico)297. Enrique P. Mesa García (Profesor de Secundaria: Ética y Filoso-fía)298. Francisco Minero Caston (Ingeniero Técnico Industrial)299. Francisco Miñarro Poyato (Empresario de Hostelería)300. Eustoquio Molina Martínez (Profesor de Paleontología de la Uni-versidad de Zaragoza)301. Enrique Montero Montero (Físico, profesor de la Universidad deCádiz)302. Raúl Mora Merchán (Técnico de Audiovisuales y Estudiante deBellas Artes)303. Juan Mora Merchán (Analista Programador)304. Jesús María Mora Muñoz (Ingeniero de Sistemas)305. Víctor Moral Palomino (Programador)306. Alberto Morales Díaz (Estudiante de Ingeniería Electrónica)307. Alberto Morales Ruiz (Ingeniero Técnico Industrial)308. Raquel Morata Pérez (Traductora)309. Pedro Luis Moratilla González ()310. Luis Moreno Martínez (Ingeniero de Telecomunicación)311. Pablo Moreno Olalla (Estudiante de Informática)312. Rafael Moreno Olie (Biólogo, Grupo de Terapia Génica del Institutde Recerca Oncologica de Barcelona)313. José Ángel Morente Valero (Informático)314. Mº Caridad Moreta Santos (Licenciada en Psicología)315. José Miguel Moya Rangel (Estudiante de Informática)316. Laura Munoa Salvador (Traductora médica)317. Manuel Muñana Cabello (Informático)318. Francisco Muñoz de Escalona (Doctor en Economía, CientíficoTitular del CSIC)

319. Francisco Muñoz Martínez (Doctor en Ciencias Biológicas)320. Adolfo Muñoz Muñoz (Químico, Profesor de Secundaria)321. Emilio Muñoz Ruiz (Bioquímico, Doctor en Farmacia, Profesor deInvestigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas)322. Pepa Naranjo Gutiérrez (Consultora)323. Juan Luis Naranjo Mora (Diseñador de páginas web)324. Carmen B. Navarrete Navarrete (Estudiante de doctorado, Beca-ria del Centro de Referencia Linux)325. Rubén Navarro Garri (Ingeniero en Informática, Técnico de Siste-mas de la Agencia Valenciana de Salud)326. María Ángeles Navarro Girón (Licenciada en Filosofía)327. Fernando A. Navarro González (Traductor médico)328. Jesís María Navarro López de Alda (Análisis de Energía Eólica)329. Antonio Navas Bermúdez (Pintor)330. Pablo Núñez Crespí (Ingeniero Técnico Aeronáutico)331. Ana Nuño López (Editora, Reverso Ediciones)332. José A. Oliván Usieto (Neurólogo)333. Carlos Olmedo ()334. José Miguel Olmedo Bellido (Profesor de Física y Química)335. Florencio Ordás Bitrian (Profesor)336. Ramón Ordiales Plaza (Ingeniero en Informática)337. Iosu Ostériz Aranguren (Economista, Auditor de Cuentas)338. Marcos Palomo Arroyo (Ingeniero en Geodesia y Cartografía)339. José Pardina Cancer (Periodista)340. Jacinto Paredes Fontán (Doctor en Ciencias Físicas)341. Miriam Paredes González (Administrativo)342. Manuel Parra Palacios (Químico Industrial)343. Rubén Pascual Pérez-Alfaro (Médico oftalmólogo)344. Manuel Pastor de Rojas (Químico)345. Claudio Pastrana (Profesor de Astronomía y Ciencias de la Tierray el Espacio)346. Lorenzo Miguel Pastrana Castro (Bioquímico, Laboratorio de Bio-tecnoloxía, Vicedecano de la Facultad de Ciencias de Orense)347. Eduardo Paternina Gonzalo (Ingeniero)348. Ernesto Xosé Paz Caínzos (Estudiante y Becario para la Promo-ción de Actividades Culturales de la Universidad de A Coruña)349. Xosé Paz Caínzos (Estudiante y Becario para la Promoción deActividades Culturales de la Universidad de A Coruña)350. Javier Pedreira (Informático)351. Alberto Perán Rex (Biólogo)352. Eusebio Perdiguero (Biólogo Molecular, Investigación del Centrode Regulación Genómica)353. Txema Pereira Otiñano (Jefe de TIC en empresa industrial)354. Blanca Pérez (Sus labores)355. José Ramón Pérez Agüera (Profesor Ayudante de Universidad,Dept. De Sistemas Informáticos y Programación, Facultad de Informá-tica, Universidad Complutense de Madrid)356. José Carlos Pérez Cobo (Profesor Titula de Universidad de Fisio-logía, Facultad de Farmacia, Universidad del País Vasco, PeriodistaCientífico)357. Ismael Pérez Fernández (Programador)358. Álvaro Pérez Ferra (Estudiante)359. Lourdes Pérez Garrote (Adminstrativa)360. Carlos Pérez López (Estudiante de Telecomunicaciones)361. Lluis Pérez Lozano (Estudiante de Sociología)362. Emilio Pérez Millán (Médico)363. Guillermo Pérez Morogrrón (Dibujante)364. Gonzalo José Pérez Muñoz (Ingeniero Aeronáutico)365. Miguel Ángel Pérez Oca (Escritor)366. Enrique J. Pérez Olivares (Estudiante)367. Alfonso Eduardo Pérez Orozco (Periodista)368. Xavier Pericay Hosta (Escritor)369. Julio Plaza del Olmo (Licenciado en Ciencias Físicas)370. Victor Pliego de Andrés (Catedrático de Historia de la Música)371. Álvaro Pons Moreno (Profesor de Universidad)372. Yasna Pool Narrias (Empresaria)373. Ellen Popper (Corresponsal)374. Víctor Portillo Fernández (Biólogo)375. José Ramón Portillo Fernández (Matemático)376. Francisco M. Pulido Pastor (Funcionario)377. Antonio Quesada Quesada (Profesor de Enseñanza Secundaria)378. Capilla Ramírez Estébanez (Profesora de Ética y Filosofía)379. María Reyes Ramírez González (Licenciada en Filosofía)380. Juan Antonio Ramiro Oter (Economista)381. María del Carmen Ramón Campos (Funcionario)382. Mª Ángeles Ramos Díaz-Pabón (Programadora)

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383. Antonio J. Real Gata (Funcionario)384. Antonio Mª Rebollo García (Médico Especialista en Cirugía Gene-ral)385. José Manuel Reigosa Gago (Jefe de Proyectos de Software I(D)386. Jesús Reseco Fernández (Presupuestos y Control Gombert)387. Antonio Rex Pérez (Conductor)388. Enrique Reyero Pantigoso (Ingeniero de Telecomunicación)389. Enrique Reyes Sánchez (Licenciado en Ciencias Físicas)390. Inmaculada Riaza Hernández (Ama de casa con estudios)391. Josep Antoni Ribes Bonet ()392. Marc Ribo Gomis (Astrofísico)393. José María Riol Cimas (Doctor en Ciencias Biológicas, ProfesorTitular de Universidad (Bioquímica), Universidad de La Laguna, Tene-rife)394. Arturo Ríos Reyes (Administrativo)395. Rafael Robles Loró (Profesor)396. Álvaro Rodríguez Alberich (Estudiante de Historia)397. Gabriel Rodríguez Alberich (Informático)398. Alberto Rodríguez Calvo (Técnico de Gestión de la Investigación,Universidad de Santiago de Compostela)399. Carlos Rodríguez Casaseca (Informático)400. Juan Ignacio Rodríguez de León (Informático)401. Juan Antonio Rodríguez García (Geólogo, Técnico Superior deInvestigación y Laboratorio. Instituto Geológico y Minero de España)402. Inés Rodríguez Hidalgo (Doctora en Astrofísica, Profesora delDpto. de Astrofísica, Universidad de La Laguna, Instituto de Astrofísicade Canarias403. Miguel Rodríguez Marco (Delineante, Astrónomo aficionado)404. Araceli Rodríguez Ortega (Educadora Social)405. Aniceta Rodríguez Palacio (Jubilada)406. Héctor D. Rodríguez Rodríguez (Técnico en Informática)407. José Manuel Rodríguez Sánchez (Estudiante de Psicología)408. Antonio Rodríguez Sierra (Biólogo)409. Antonio Rodríguez Silva (Ingeniero Superior en Informática yMaestro de Primaria)410. Rafael Román Sesto (Periodista)411. María Luisa Romana García (Profesora de Lingüística Aplicada yde Traductología, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid)412. José María Romera (Profesor de Lengua y de Literatura, escritor,articulista)413. Javier Romero Aranda (Informático)414. Federico Romero Portilla (Revisor y Traductor)415. José A. Rovira Tolosana (Jefe de Negociado de Junta de Distrito)416. Roberto Ruber Ginés (Ingeniero Químico y Músico)417. Jaun Mari Ruiz (Músico, Profesor del Conservatorio Superior deMúsica de Navarra)418. Ángel Ruiz Camuñas (Astrofísico)419. Basilio Ruiz Cobo (Doctor en Ciencias Físicas, Profesor Titular delDepartamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna, Investi-gador en el Insituto de Astrofísica de Canarias)420. Ana Ruiz Echauri (Periodista)421. Angel Antonio Ruiz González (Funcionario del Estado)422. Pablo Ruiz Múzquiz (Consultor Informático)423. Javier Sáinz Romero (Informático)424. Julián Salas Camarero (Técnico de Sistemas Informáticos)425. Fidel Salas Vicente (Ingeniero Superior Industrial)426. Iván Esteban Salcedo Guarde (Estudiante de Ciencias Ambienta-les)427. Carolina Salinas Pardo (Documentalista)428. Dolores Salinas Villanueva (Doctora en Sociología, Sexóloga,Profesora de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid)429. Diego Saló Buñuel (Diseñador Gráfico)430. Ester Samper Martínez (Estudiante de Medicina)431. Pablo Sáncez López (Programador Informático)432. Víctor Sancha Vázquez (Estudiante de Bachillerato)433. Pedro Sánchez Arjona (Licenciado en Física)434. Juan Manuel Sánchez Ferrer (Profesor de Física y Química preu-niversitaria)435. Francisco Javier Sánchez Herrera (Astrofísico)436. Asunción Sánchez Justel (Licenciada en Ciencias Físicas, Direc-tora del Planetario de Madrid)437. Miguel Sánchez Prieto (Médico especialista en Cirugía Ortopédi-ca y Traumatología, Hospital Universitario Neurotraumatológico deJaén)438. Juan Antonio Sánchez Sisternes (Director de franquicias)439. Eugeni Sans Farré (Ex-mecánico)

440. Antonio Santana Santana (Administración Municipal)441. José Manuel Santo Tomás (Limpiador)442. Alberto Sanz Sánchez (Técnico de I(D sector agroforestal)443. Luis Sarasúa García (Politólogo)444. Rafael Sartorio Maulini (Catedrático de Filosofía, IES Benicarló,Castelló)445. Fernando Savater (Profesor de Filosofía)446. Serafín Senosiain Erro (Director de Editorial Laetoli)447. Manuel Serra Ballús (Auxiliar Sanitario)448. José Serramia del Prisco (Ingeniero)449. Daniel Serrano Avilés (Estudiante de Ciencias Físicas)450. Montserrat Sierra Hernández ()451. Agustín Silgado Herrero (Profesor de Enseñanza Secundaria)452. Juan Santiago Silva Grimaldo (Estudiante de Psicología Organi-zacional)453. Juan Soler Enfedaque (Maquinista de Renfe)454. Carlos Soler González (Estudiante de Medicina)455. José María Soler Insa (Médico Neurólogo, Profesor de PatologíaNeurológica de la Fundació Universitaria del Bages (Univ. Autónomade Barcelona))456. Erik Stengler (Astrofísico y Divulgador de la Ciencia en el Museode la Ciencia y el Cosmos)457. Ángel Suárez Vázquez (Publicitario)458. Carlos Taberneiro Rodríguez (Especialista Sociocultural)459. Juan Tapia Benítez (Técnico electrónico)460. Ferran Tarrasa Blanes (Ingeniero Industrial)461. Jacobo Tarrio Barreiro (Ingeniero en Informática)462. Manuel Toharia Cortés (Meteorólogo, Periodista, Divulgador cien-tífico, Director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia)463. José-Juan Toharia Zapata (Informático)464. Francisco Torner (Biólogo Marino, Oceanografic, Valencia)465. Inma Torrell Blanquer (Administrativa)466. Jesús Torres Castro (Físico)467. Miguel Torres Gascón (Llicenciat en Ciéncies Físiques)468. Iván Tubau (Catedrático de periodismo cultural, UAB)469. Francisco Tudela Caballero (Funcionario de prisiones)470. José Félix Uribarri Jaureguizar (Jubilado)471. Claudio Andrés Uribe (Comerciante)472. Santiago Urréjola Madriñán (Doctor en Ciencias Químicas)473. Felipe Valladolid Gonzalo (Comerciante)474. Jesús Vaquero Higueras (Estudiante de Ingeniería Informática)475. Pablo J. Vayón Ramírez (Sus labores)476. Enrique Miguel Vázquez Martínez (Diseñador Gráfico)477. Alfonso Vázquez-Monxardín Fernández (Arqueólog, Catedrátidode Lengua y Literatura Gallega)478. Pedro Vega Lerín (Arquitecto)479. Miguel Ángel Veganzones Bodón (Ingeniero Superior en Informá-tica)480. Enrique Vegas Rioja (Informático, Licenciado en Histoeia)481. Pedro Velarde Mayol (Profesor de Universidad, UPM)482. Pablo Velasco Pazos (Doctor en Ciencias Biológicas, Misión Bio-lógica de Galicia (CSIC))483. Javier Vélez Elvira (Ingeniero de Telecomunicación)484. Francesc Verdú Carbo (Informático)485. Mercedes Viana Jiménez (Profesora de Enseñanza Secundaria)486. Pablo Vicens Hualde (Arquitecto)487. Victor Vicuña Peñafiel (Trabajador siderometalúrgico)488. Miquel Vidal López (Administrador de Sistemas. Instituto de His-toria de la Ciencia (CSIC))489. Ernesto Vila Forment (Médico cardiólogo)490. Jordi Vila Mas (Ingeniero)491. Nuria Vila Vila (Licenciada en Pedagogía)492. Pere Viladot (Jefe del Programa de Actividades del Museu deCiències Naturals de la Ciutadella, Barcelona)493. Jordi Villa Chicano (Veterinario)494. Alfonso Villar Camacho (Maestro)495. Rubén Villoria Serrano (Infografista)496. Alejandro Virgós Müller (Técnico Intermedio en Prevención deRiesgos Laborales)497. Francisco José Viturrro Barreiro (Empleado de banca)498. Francisco Vizcaíno Díaz (Técnico de Comercio Exterior)499. Antonio D. Vizcaíno Gómez (Ingeniero de Telecomunicación)500. Juan Pablo Yakubiuk de Pablo (Arquitecto)501. Jesús Zorita González (Abogado)502. Pablo Zurro Núñez (Técnico de Climatización)

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DECONSTRUYENDOA DARWINJAVIER SAMPEDROColección Drakontos. EditorialCrítica, 296 páginas. Barcelona,2002.Tal como su título indica, en estelibro Javier Sampedro defiende queel darwinismo no es suficiente paraexplicar la evolución. Insiste en quela selección natural es la fuerza queproduce la adaptación fina pero tam-bién dice que hay otros mecanismosque pueden influir en los grandescambios.

Y no se confundan, no intenta darherramientas a los Creacionistas —oa los partidarios del Diseño Inteli-gente—, sino explicar otros meca-nismos, además de la selección natu-ral, que pudieran influir en la evolu-ción de las especies. Los mecanis-mos de los que habla son completa-mente naturales. Y me atrevería adecir que, en contra de lo que piensael autor, perfectamente darwinianos.

Me ha sorprendido lo magnífica-mente bien que está escrito y lasexcelentes referencias bibliográficas.No en vano Sampedro es especialis-ta en genética y periodista científicodel diario español El País.

Si no he entendido mal, él consideracuatro puntos importantes en los quedifiere de la selección natural.

— Evolución modular: La evolu-ción es muy vaga y una vez que seha creado un mecanismo completo—genético— que funciona, sereutiliza entero para otra cosa.Bueno, dicho así parece un galimatí-as; el autor pone el ejemplo de losgenes Hox. Estos genes son crucialespara el desarrollo del animal. No esun sólo gen, sino que es toda unabatería de los mismos que funcionansincronizadamente, haciendo que losanimales tengan una cierta estructuradesde la cabeza hasta la cola. Lasecuencia de ADN de estos genescodifican una secuencia de 60 ami-noácidos de las proteínas Hox, cuyafunción es unirse a las zonas regula-doras de otros genes (genes downs-tream) para activarlos o reprimirlos.Todo ese bloque: genes Hox, proteí-nas Hox, gradiente de concentraciónde proteínas y genes downstream esun “módulo“ que debe ir junto y que,de hecho, van juntos en todos los ani-males. Y no sólo eso, ese conjuntoduplicado y ligeramente mutado seutiliza para crear otras estructuras delos animales. La evolución conservael bloque entero, aunque a veces loduplica, triplica, etc.

— Efecto Baldwin*: Una vez que secrea el cerebro, puede ocurrir queciertos elementos “culturales“ sehagan genéticos. El fenómeno fuedescrito por James Mark Baldwin enun artículo de 1902. Un ejemplo, elaprendizaje se basa en la plasticidaddel cerebro. Aprender tiene una ven-taja evolutiva, por tanto la selecciónnatural favorece la aparición deestructuras de aprendizaje. Otroejemplo, el lenguaje. Partimos dehomínidos que empiezan a hablar. Ellenguaje da tantas ventajas reproduc-toras a sus poseedores que son losque más descendencia dejan y, por

un mecanismo de selección natural,las estructuras de lenguaje avanzanmuy deprisa.

— Simbiosis eucariota: La biólogaLynn Margulis, la primera esposa delfamoso Carl Sagan, piensa que lacélula eucariota (la que tiene unnúcleo diferenciado) nació de la sim-biosis de varias bacterias. Una deellas dio origen al núcleo, otra a lasmitocondrias, otra a los cloroplastos,etc. Aunque inicialmente contó conmucha oposición, hoy en día haymuchos biólogos que la admiten.Aquí no hubo una evolución lenta yprogresiva a partir de mutaciones deuna letra cada vez en los genes. Fueun efecto de azar, hubo la enormesuerte de que varias bacterias seuniesen.

— ADN extraterrestre: Aquí Sampe-dro sigue a Francis Crick. La idea esque el código genético es muy com-plejo y que es como es, pero quepodría haber sido de otro modo. ¿Porqué no hay seres vivos con otroscódigos genéticos?

Esa pregunta es difícil de resolver.La respuesta clásica es que los nue-vos seres vivos tenían tantas ventajasque acabaron con los anteriores; peroeso es raro, siempre hay algunaexcepción. Siempre queda algúnrepresentante de lo anterior en algúnnicho concreto. Sin embargo, en laTierra todos los seres vivos utilizanel mismo código genético con unaspequeñas variantes (hasta donde yosé hay 19 códigos genéticos ligera-mente diferentes; por ejemplo, elcódigo de las mitocondrias es muyparecido, pero no igual al delnúcleo). Es difícil explicar las cau-sas de la desaparición de los otroscódigos.

Crick —y Sampedro siguiéndole—lo que plantea es que esa dificultad sesoluciona si pensamos en que la vida

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en la Tierra procede el espacio exte-rior. En el lugar de donde procedehay muchos códigos genéticos ymuchos tipos de vida, pero aquí —anuestro planeta— sólo ha llegadouno.

Más o menos éste es el resumen delo más importante —desde mi puntode vista— del libro de Sampedro.

A mi me extraña un poco la visióntan negativa que tiene Sampedro delos evolucionistas. Dice que noadmiten nada más que la evolucióngradual y la mutación de una letracada vez. Sampedro es genetista y yono, así que no dudo que él sabe másque yo, pero no deja de ser una afir-mación sorprendente. Siempre hepensado que en la evolución habíamutaciones de una letra, pero tam-bién había duplicaciones de gruposde genes completos (por ejemplo, losdiversos tipos de hemoglobinahumanas proceden de duplicacionesde los genes de la hemoglobina),inversiones (se ponen las letras alrevés), mutilaciones de genes que losinactivan, unión de genes que lesconfieren nuevas propiedades, retro-virus que dejan sus genes dentro delhuésped, retrovirus que cogen genesde un huésped y se lo pasan a otro,..Y por supuesto, yo pensaba quehabía casualidades con gran poten-cialidad, por ejemplo, que dos bacte-rias se unieran. El que posteriormen-te esa unión prosperase o no depen-dería de su utilidad reproductiva ysería la selección natural la encarga-da de que se perpetuase o desapare-ciera. Yo pensaba que todo eso for-maba parte del darwinismo, pero mehe enterado de que no es así.

Ni que decir tiene que duplicación decromosomas significa reutilizar gru-pos de genes (¿módulos?).

El efecto Baldwin, en caso de existir,es claramente darwiniano: de una

propiedad existente en el cerebro sepotencia por selección natural si esútil para la reproducción del indivi-duo. ¿O no?

Por fin llegamos a la teoría de laPanspermia (ADN de origen extrate-rrestre). Siempre había pensado quela teoría era una idiotez. Simplemen-te se trasladaba el problema del ori-gen de la vida a otro sitio. Es la pri-mera vez que leo algo con un ciertosentido: las ideas de Crick de que laexistencia de un sólo código ADN enla Tierra sería más fácil de explicarsi el origen es extraterrestre.

Insisto en que es la primera vez queleo algo coherente en relación con laPanspermia; que sea coherente nosignifica que sea verdad.

Concluyendo, un libro muy bienescrito, con ideas a veces un tantoextrañas** pero que merece la penaleerse con detenimiento.Félix Ares De Blas

Notas* El libro de Baldwin: James M.Baldwin, Development and Evolu-tion (New York: Macmillan,1902). **Hay otras críticas que leer enhttp://paleofreak.blogalia.com/histo-rias/5611.

LA BIBLIA ANTE LABIBLIATOMO I. PRÓLOGO. PRE-SENTACIÓN. ANTIGUOTESTAMENTO. PENTA-TEUCO.MILTON ASHEdiciones Libros en Red, 2005.646 páginas.

ELHORROR ALDESCUBIERTOHay muchos libros famosos quemuy poca gente ha leído. Puede que

todos conozcamos a Ulises, pero LaOdisea no goza de muchos lectores(y no digamos el Ulises de Joyce). Elaño del Quijote seguramente habrásupuesto la venta de muchos ejem-plares... que habrán ido a descansarplácidamente en los estantes de loscompradores. Pero el mayor bestseller de todos los tiempos, el libroque está traducido a más de 2.300idiomas (incluido el klingon), es sinduda el que menos personas hanleído entero: la Biblia.

Quien sí lo ha leído con una exhaus-tividad digna de elogio es el autor deeste libro, editor desde hace muchosaños de la página web El horror(www.elhorror.net) que se definecomo: “Site de ayuda para cristianosvíctimas de su religión, para quevean cómo se les engaña, y de desen-mascaramiento de los fraudes bíbli-cos y cristianos”.

Fruto de su investigación —y de losmuchos datos recopilados para suweb— es este libro, primer tomo deuna serie de siete dedicados a: “...unacrítica a la Biblia cristiana desde elGénesis al Apocalipsis, prácticamente

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versículo a versículo, todo con elfin de que el lector pueda compa-rar, dejando en sus manos la deci-sión de si ese libro contiene o no‘verdades’...”

El mayor acierto del volumen es quetodo el material que presenta estáobtenido de la Biblia o de los comen-tarios de los Padres de la Biblia. Esdecir, para hacer una buena crítica dela Biblia no hace falta echar mano delas modernas teorías científicas,poner en duda la existencia de Dios ocuestionar la fe religiosa: con el pro-pio texto de la Biblia es suficiente.

En este primer tomo se analiza elPentateuco, los cinco primeros librosdel antiguo testamento. Se sabe quelos textos están construidos a partirde dos tradiciones diferentes, así queno es extraño que se incurran enmuchas contradicciones, ya desde elprincipio: “...a imagen suya, a ima-gen de Dios lo creó, macho y hembralos creó” (Génesis, 1, 27), peroluego: “No es bueno que el hombreesté solo. Voy a hacerle una ayudaadecuada” (Génesis, 2, 18).

Aunque del relato del Génesis mipreferida es ésta: “El día quecomieres del fruto prohibido, mori-rás”. (Génesis, 2, 17) y, más tarde,“El total de los días de la vida deAdán fue de novecientos treintaaños, y murió” (Génesis, 5, 5). ¿Enqué quedamos?

Además de las muchas contradiccio-nes, los textos recogen la escasa cata-dura moral de muchos protagonistasde la Biblia; incestos, asesinatos,orgullo... Todos conocemos la histo-ria del arca de Noe, a quien Diossalvó del diluvio universal ya que:“Ésta es la historia de Noé: Noé fueel varón más justo y cabal de sutiempo. Noé andaba con Dios”(Génesis, 6, 9). Veamos, sin embar-go, lo que hace este buen hombre

una vez pasado el diluvio: “Noé sededicó a la labranza y plantó unaviña. Bebió del vino, se embriagó yquedó desnudo en medio de su tien-da. Vio Cam, padre de Canaán, ladesnudez de su padre y avisó a susdos hermanos afuera. Entonces Semy Jafet tomaron el manto, se lo echa-ron al hombro los dos y, andandohacia atrás, vueltas las caras, cubrie-ron la desnudez de su padre, sinverla. Cuando despertó Noé de suembriaguez y supo lo que habíahecho con él su hijo menor, dijo:¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo desiervos sea para sus hermanos!”(Génesis, 9, 20-25).

¡Menos mal que era el más justo ycabal de su tiempo! Por verle desnu-do maldice a toda su descendencia...Pero al fin y al cabo se trata de per-sonas humanas, seguro que Diostiene otro talante ¿no? Por supuesto:“Nadab y Abihú, hijos de Aarón,tomaron cada uno su incensario, lespusieron fuego, les echaron inciensoy ofrecieron ante Yahvé un fuegoprofano, que él no les había manda-do. Entonces salió de la presencia deYahvé un fuego que los devoró ymurieron delante de Yahvé” (Levíti-co, 10, 1-3). Este castigo no es porblasfemar, ni por quebrantar un man-damiento; es sólo por hacer unaofrenda a destiempo. Había que ircon cuidado...

Si examinamos las reglas que Diosimpone a su pueblo no debería sor-prendernos: “Quien maldiga a supadre o a su madre, será muerto”(Levítico, 20, 9); “Si un varón seacuesta con otro varón, como se hacecon una mujer, ambos han cometidouna abominación; han de morir”(Levítico, 20, 13; 18, 22); “Moisésdijo a Aarón y a sus hijos: No llevéisla cabeza desgreñada, ni rasguéisvuestras vestiduras, así no moriréis,ni la ira de Yahvé se encenderá con-tra toda la comunidad... no os apar-

téis de la entrada de la Tienda delEncuentro, no sea que muráis... nobebáis vino ni bebida que puedaembriagar, ni tú ni tus hijos, no seaque muráis” (Levítico, 10, 6-9; 21, 10).

Como bien dice MiltonAsh, Yahvélo hace todo a golpe de piedra. Y nocrean que la muerte es lo peor que lepuede pasar a quien desobedezcalas leyes de Dios. Aquí tenemos unacolorida descripción de lo que lepuede suceder a quien se aparta delcreador: “Pero, si no me escucháis;si no cumplís todos estos manda-mientos; si despreciáis mis precep-tos y rechazáis mis normas, nohaciendo caso de todos mis manda-mientos y rompiendo mi alianza,también yo haré lo mismo con vos-otros. Traeré sobre vosotros elterror, la tisis y la fiebre, que osabrasen los ojos y os consuman lavida. Sembraréis en vano vuestrasemilla... soltaré contra vosotros lasfieras salvajes, que os privarán devuestros hijos... comeréis la carnede vuestros hijos y la carne de vues-tras hijas...” (Levítico, 26, 14-39)

Ni en la mejor película gore. Sobretodo esto los comentarios de losPadres de la Biblia suelen ser bastan-te escuetos: “El pasaje refleja unamoral muy primitiva”... Y es que esmuy difícil defender lo indefendible,tanto como encontrar en estos textosal Dios de amor que promulga elcristianismo.

El libro tiene una extensión conside-rable y pensaba que sería pesado deleer, ya que el análisis es integral,pero lo cierto es que no ha sido así.Como las historias de la Biblia sonmás o menos conocidas resulta bas-tante entretenido descubrir las cosasque nadie te había contado o las con-tradicciones entre diferentes pasajes.También puede utilizarse como unaexcelente obra de consulta o leersepoco a poco.

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Un amigo me comentaba que no leveía sentido a un libro cuyo propósi-to era desmontar a la Biblia. Para élera como desmontar el cuento deCaperucita Roja, ya que está claroque se trata de una obra de ficción.En un mundo en el que las caricatu-ras de Mahoma han provocado gra-ves altercados, en el que una obra deteatro de Leo Bassi criticando a laIglesia ha sufrido un atentado, y en elque el Diseño Inteligente intentainfiltrarse en los colegios y universi-dades libros como este son cada vezmás necesarios.Juan Pablo Fuentes

CONVIÉRTASE ENBRUJO, CONVIÉR-TASE EN SABIOGEORGES CHARPAK Y HENRIBROCHEdiciones B, 2003. Trad. NuriaViver Barri (Tit. Or. Devenez sor-ciers, devenez savants, 2002).227 páginas.

DESMITIFICACIÓNSALUDABLE¿Bajo que epígrafe deberían colocar-se los libros escépticos? La agenciaespañola del ISBN clasifica a El

mundo y sus demonios, el clásico delescepticismo de Carl Sagan, en lamateria Historia Universal. El librode Martin Gardner La ciencia, lobueno, lo malo y lo falso pertenece ala categoría de Ciencia y conoci-miento en general. Y el libro que nosocupa, Conviértase en brujo, con-viértase en sabio, tiene una dobleclasificación: la traducción en cata-lán esta clasificada como Cienciasaplicadas. Medicina. Técnica, perola versión en castellano está bajo ladenominación de Literatura en len-gua francesa. Con todo no fue enninguno de estos apartados donde loencontré en la biblioteca de mibarrio, sino en la sección de fenóme-nos paranormales. ¿Un desatino? Enmi opinión, no. Allí deberían estartodos los libros escépticos. Con unpoco de suerte si alguien se lo lleva,por error, quizá pueda ver la luz.

Pese a ser escéptico militante no meparece mal que haya gente que creaen ovnis, fantasmas, telepatías ydemás teorías extravagantes. Tengofamiliares que creen en la homeopa-tía y no les he dado con el garrote.Pero mi tolerancia se acaba cuandofinaliza el terreno de las creencias:¿Crees que es posible latelequinesis? Muy bien, creer es gra-tis. ¿Dices que la telequinesis escientífica? Vengan los datos de losexperimentos que lo demuestran, yaque entre creencia y ciencia hay unagran distancia. La pena es quemuchos no parecen darse cuenta deello.

Si yo le digo a un amigo que en micasa tengo un cocodrilo que habla,lo primero que me dirá será:“vamos a verlo”. Si lo ve, y efecti-vamente parece que hable, seguroque mirará a ver si no hay algúnaltavoz oculto, si el sonido viene deotra fuente, hasta que se de porsatisfecho. Es una cosa tan chocan-te que querría comprobar que no le

estoy dando gato por liebre. Noentiendo por qué, en los fenómenosparanormales, la gente parece sus-pender el juicio. En este contexto,libros como el que nos ocupa sonimprescindibles. Me gustaría citaruna frase de la contraportada: “Enningún caso queremos imponer unaforma única de pensar, ni siquieracientífica; al contrario, somos parti-darios de la duda, el escepticismo yla curiosidad”.

Bajo la hipótesis de partida de que,aprendiendo a engañar, será másdifícil que no nos engañen, el obje-tivo de los autores es que nos con-virtamos en brujos sin dejar de sersabios. Para ello se valdrán devarios caminos. Por un lado, nosexplicarán como muchos de los tru-cos ‘paranormales’ forman partedel acervo de los magos desde hacetiempo (algunos trucos aparecen enlibros del siglo XVI), inclusoaprenderemos como hacer cosasrealmente maravillosas como cami-nar sobre las brasas o transmitir elpensamiento. ¿Sabían que detenerel latido del corazón es fácil de con-seguir con una pequeña pelota en elsobaco? En El mundo y sus demo-nios Carl Sagan explicaba comocon un truco tan sencillo consiguie-ron engañar a multitud de mediosde comunicación australianos.

Por otro lado, aprenderemoscomo puede explicar la estadísti-ca y las descripciones deliberada-mente vagas los aciertos de viden-tes y astrólogos. Si un médiumafirma por televisión que conse-guirá fundir las bombillas en sushogares, el triunfo está asegurado.Sabiendo que la vida media de unabombilla es de mil horas y si con-tamos con un millón de televiden-tes, un simple cálculo estadísticonos permite afirmar que se fundi-rán más de mil bombillas mien-tras dure el programa. Si creamos

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el sillón escéptico

una carta astral lo suficientementeambigua cualquiera podrá versereflejado en ella. Es muy fácil hablarcon aparente profundidad pero sindecir nada.

También aprenderemos que tipos deexperimentos se han hecho parapoder confirmar algunos poderesparanormales (como la radioestesia)y como todos los resultados han sidonegativos. Los zahoríes son un casocurioso; la mayor parte de ellos creensinceramente en sus poderes. Losautores examinaron a bastantes deellos con un sencillo experimento.En un campo se encontraban variastuberías. Por algunas circulaba elagua y por otras no,. Era un experi-mento de doble ciego; ni los experi-mentadores ni los zahoríes sabíanpor dónde estaba circulando el agua.Los resultados son los esperables: elpromedio de aciertos es el mismoque eligiendo al azar.

Por último los autores dan una expli-cación científica a supuestos miste-rios que resultaron no ser tales peroque, a pesar de estar perfectamentecomprendidos, todavía se utilizancomo si lo fueran. El mejor ejemploes el del sarcófago de Arles-Sur-Tech, que produce agua de maneramilagrosa. ¿La mano de Dios enacción? Algo mucho más prosaico,la lluvia y la condensación naturalpueden explicar perfectamente lageneración de agua. El libro conclu-ye con una serie de estudios socioló-gicos realizados en Francia que pare-cen apuntar a un auge del pensa-miento mágico y que da alguna con-clusión sorprendente, como que noexiste relación entre la educación yla creencia en fenómenos paranor-males.

Con la amenidad como bandera yuna recopilación de temas excelente—aunque quizá excesivamente loca-les—, espero que el libro cumpla su

objetivo; desmitificar los pretendi-dos fenómenos paranormales,fomentar el racionalismo y, lo queconsidero más importante, enseñar apensar por uno mismo. Una joya delpensamiento crítico.Juan Pablo Fuentes

HERCÓLUBUS OPLANETA ROJOJOAQUÍN ENRIQUE AMÓRTE-GUI VALBUENA (V. M. RABO-LU)Ediciones Humanidad, PuertoCortés (Honduras)Impreso en Burgos, España(2004)

Lamento decirlo, especialmente enel año siguiente al de El Quijote peroel presente texto niega completa-mente aquello que escribió Miguelde Cervantes acerca de que “No haylibro tan malo que no tenga algobueno”. La presente obra me llegópor correo postal a mediados delpasado mes de junio, y había sidoenviada anónimamente a mi direc-ción por alguien que me recomenda-ba su lectura en una carta fotocopia-da cuyo original había sido escrito a

mano. Francamente, la cosa pintabamal y, sin embargo, fue capaz de ir apeor.

Publicada bajo el pseudónimo de V.M. Rabolu (el V. M. es de ‘VenerableMaestro’), fue escrita por un autorcolombiano, Joaquín Enrique Amór-tegui Valbuena (1926-2000), que fuehasta su muerte uno de los líderes,probablemente el máximo, del lla-mado Movimiento Gnóstico Cristia-no Universal, secta fundada en el año1954 por otro colombiano, VíctorManuel Gómez Rodríguez (V. M.Samael Aun Weor), muerto (o trans-mutado en monje tibetano —no estáclaro, depende de la fuente—) en elaño 1977, a los sesenta años de edad.El motivo del liderazgo de Amórte-gui, que además ostentaba el títulode Juez del Tribunal del Karma, noera pequeño, ya que parece ser que eltal Rabolu, que fue un venerablemaestro del que no tenemos muchamás información, se reencarnó en élen el año 1974.

La razón de haberme leído el librito,y de atreverme a comentarlo aquí, esque pese a ser éste un tipo de lecturasque generalmente reconozco nosuelo frecuentar, sentía una ciertacuriosidad ante la gran cantidad decarteles que inundó algunas ciudadesde España, no sé si muchas, duranteel año 2004 (creo recordar), anuncia-do esta obra y los efectos devastado-res del impacto de un supuesto pla-neta llamado Hercólubus contra elnuestro (bueno, ahora tras la reuniónde Praga de la Unión AstronómicaInternacional tal vez sólo sea un pla-neta enano y no nos debamos preo-cupar tanto...).

Parecía haber mucho dinero detrásde todo el asunto, pero, siendo since-ro, ni mi paciencia ni mi interés meha permitido llegar demasiado lejosen mis averiguaciones, pese a queuna visita por Internet, poniendo en

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cualquier buscador el nombre deAmórtegui o Rabolu, nos permitesumergirnos en un curioso mundode cientos de páginas llenas de men-sajes sectarios —dignos de un estu-dio más amplio— y de luchas entrediferentes grupúsculos de acólitosenfervorizados.

Curioso como soy, pero no muchomás que eso, descubrí por la Rednoticias sobre el autor, sobre sumujer, Olga Gordillo, y sobre la fun-dación que a nombre de su esposo(bueno, del venerable maestro) elladirige (tienen una Web en www.fun-dacionvmrabolu.org). Dicha funda-ción es una entidad sin ánimo delucro dedicada a la “divulgación,defensa y protección de la obra deAmortegui”, con una serie de adver-tencias contra diversas editoriales deBrasil y Alemania que han impresoen España —o siguen distribuyen-do— el presente libro (y otros) sinlicencia, así como contra algunosmiembros de la secta que se hanescindido o algo similar.

Se debe decir que, por lo que parece,un venezolano de origen alemán, lla-mado Johann Conrad Volkenborn,que seguía la secta, traicionó a los

herederos del venerable maestro yregistró la marca V. M. Rabolu yHercólubus o Planeta Rojo, reimpri-miendo la obra sin permiso en nues-tro país, dado que, en su ignorancia,pretendía que ello fuera un negocio.Sin embargo, tras pensarlo mejor, loque nos tememos es que los ignoran-tes lo seamos nosotros y realmente lohaya sido. Pero... ¿cómo puede serque eso sea posible con una obra así?Más allá de las bromas, el mundo delas sectas aterroriza cuando materia-les como éste del que aquí hablamoses capaz de levantar tantas pasionesy generar tantas páginas, publicidad,etc.

Volviendo al libro, en mi paseo porInternet, entre otras, descubrí la Webdel volumen que aquí tratamos, visi-ble en la dirección en www.hercolu-bus.net, en la que averigüé que éstehabía sido escrito sólo un par de añosantes de la muerte de su autor, en elaño 1998, con un gran esfuerzo porsu parte.

La obra, en sí, no empieza mal “LaHumanidad está embelesada con lospronósticos de los falsamente llama-dos científicos, que no hacen sinollenarlas de mentiras, desfigurando

la verdad” y trata de un mundoque va a chocar contra el nues-tro, el cual está habitado (comotodos los demás planetas, porotra parte) por otra humanidadtan malvada como la de aquí(no vale la pena desertar, pues)y tan armados como nosotros,por lo que si la opción fueratratar de desintegrarles, ellos loharían antes con nosotros. Elque avisa no es traidor.

Tras decir eso y hablar de otrasdesgracias, indica el autor alprincipio del siguiente capítuloque sólo habla de Hercólubuspor encima, sin profundizar,‘para no alarmar a la gente’

(sic). Ignoro en lo que estaba pensan-do Amórtegui cuando lo escribió,pero pretender que no se asuste lagente tras anunciar nuestro choquecon otro planeta —cuyos habitantesademás nos podían desintegrar a lamínima— implica una fe en la calmay el alma de esta humanidad pecado-ra de la que probablemente no sea-mos dignos.

Después, vuelve a hablar de trage-dias por nuestros ensayos atómicosen los océanos y, más tarde, noscomenta sus viajes psíquicos porMarte y por Venus, y lo que allí vio yconoció tras encontrarse con unosseres realmente maravillosos, aca-bando todo con sus teorías sobre via-jes astrales y su fórmula para conse-guir el desdoblamiento astral, basadaen recitar dos mantras que permitensalir del cuerpo físico e irse de viajeconsciente por el Universo entero —sin temer a que le quiten a uno lopuntos por exceso de velocidad, locual es una seria ventaja—. Losmantras consisten en la repetición de“la ra s” y “fa ra on”, prolongando elsonido de cada sílaba. Como suena.Pero mejor no lo toquemos más, queasí es la ‘cosa’.

Alfonso López Borgoñoz

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PAÍSES DE HABLA EN ESPAÑOLESPAÑA: ARP- Sociedad para el Avance del Pensa-miento Crítico (ARP-SAPC). Correo-e: [email protected]. Web: www.arp-sapc.org y Círculo Escéptico.Correo-e: [email protected]. Web:www.circuloesceptico.org/ARGENTINA: Contactos: Enrique Marquez, correo-e:[email protected] y Alejandro Borgo, correo-e:[email protected]. Argentina Skeptics. Correo-e:[email protected]. Web: www.argentinas-keptics.com.ar.COLOMBIA: EC. Escépticos Colombia. Correo-e:[email protected]. Web: www.escepti-coscolombia.org.COSTA RICA: IPPEC-CR. Iniciativa para la Promo-ción del Pensamiento Crítico en Costa Rica. Correo-e: [email protected]. Web: www.geocities.com/ippeccr.PERÚ: CIPSI-PERÚ. Centro de Investigaciones de loParanormal, lo Seudocientífico y lo Irracional en elPerú. Correo-e.: [email protected]. Web: www.geo-cities.com/cipsiperu/indice.htmPUERTO RICO: Sociedad de Escépticos de PuertoRico. Correo-e: [email protected]. Web.:www.escepticospr.com.VENEZUELA: AREV. Asociación Racional Escépticade Venezuela. Correo-e: [email protected]: www.geocities.com/escepticosvenezuela.

EUROPAECSO: European Council of Skeptical Organiza-tions. Presidente: Amardeo Sarma. Arheilger Weg 11,64380 Rossdorf, Germany. Tel: (06154)95024. FAX:(06154) 695022. Correo-e: [email protected]. Web:www.ecso.org.ALEMANIA: Gesellschaft zur wissenschaftlichenUntersuchung von Parawissenschaften e.V.(GWUP). Contacto: formulario en la Web:www.gwup.org.BÉLGICA: Comité Para. Correo-e:[email protected]. Web: www.comitepara.be.Studiekring voor Kritische Evaluatie van Pseudo-wetens-chap en het Paranormale (SKEPP). Correo-e: [email protected]. Web: www.skepp.be.DINAMARCA: Netvaerket af uafhaengige danskeskeptikere (Skeptica.dk). Correo-e: [email protected]. Web: www.skeptica.dk.FINLANDIA: Skepsis. Correo-e: [email protected]. Web:www.skepsis.fi.FRANCIA: Cercle Zététique. Correo-e: [email protected]. Web: www.zetetique.ldh.org. Comite Francaispour I'Etude des Phenomenes Paranormaux (CFEPP).Claude Benski. Secretario General: Merlin Gerin.RGE/A2 38050 Grenoble Cedex. Union Rationaliste.Correo-e: [email protected]. Web:www.union-rationaliste.org. Laboratoire de Zététìque.Correo-e: [email protected]. Web:www.unice.fr/zetetique. Association Française pour l'In-formation Scientifique (AFIS). Correo-e: [email protected]. Web: www.pseudo-scien-ces.org. HUNGRÍA: Tényeket Tisztlelok Társasága (TTT).Correo-e: [email protected]. Web: www.hrasko.com/xak-nak.php?docid=10013IRLANDA: Irish Skeptics. Correo-e: [email protected]. Web: www.irishskeptics.net.ITALIA: Comitato Italiano per il Controllo delle Affer-ma-zioni sul Paranormale (CICAP). Correo-e:[email protected]. Web: www.cicap.org/index.phpNORUEGA: Skepsis. Correo-e: [email protected]: www.skepsis.no.PAÍSES BAJOS: Stichting Skepsis. Correo-e: [email protected]. Web: www.skepsis.nl/POLONIA: Biuletyn Sceptyczny. Correo-e: [email protected]. Web:www.amsoft.com.pl/bs/index.html.PORTUGAL: CEPO. Correo-e: [email protected]: www.cepo.interacesso.pt/REINO UNIDO: Association for Skeptical Enquiry(ASKE). Correo-e.: [email protected]. Web:www.aske.org.uk. The Skeptical Inquirer: Correo-e.:[email protected]. Web: www.csicop.org/si. The Skep-tic Magazine. Correo-e: [email protected]. Web:www.skeptic.org.ukREPÚBLICA CHECA: Ceský klub skeptiku Sisyfos.Correo.e: [email protected]. Web: www.sisyfos.cz.RUSIA: Zdravyi Smysl (Sentido común). Correo-e:[email protected]. Web: humanism.al.ru/en.

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