Apología a La Mujer Amante

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Apología a la mujer amante Para leer esto, que no es gran cosa, tomaré muy atrevidame para que se aplique y se entienda: La mente es como un par se abre no sirve para nada. Mis queridas amigas lectoras, quiero dejar claro que ! "#$%&'&(! )L A"! &*#A (&-(#$%A(&A. ic/o esto procedo a seguir escribiendo algo que para el gran conglomerado de personas es indefendible: La a para mí, es una valiente en el amor. Parto de lo siguiente: %odas, absolutamente %! A$, las mujer probabilidad y en la posibilidad de ser la mujer enga0ada o así mism en la amante, si aceptamos la emoci1n y la sensibilidad como posible nuestros comportamientos. 2ueda muc/o m3s f3cil se0alar y sentenciar cuando nos senti emoci1n 1 a un impulso, y ponemos por encima la falsa moral que nos reprimirnos, pero internamente desear lo que nuestra conciencia no p pro/ibido. Aclaro que ésto en ning4n momento es una proclamaci1n a la sinv falta de principios, es m3s bien un llamado a bajar los 3nimos contr que se /abla tan duro, pero que si se anali8a, puede ser cualquiera tan bien paradas en nuestros principios nos sentimos. )l problema es suelo empie8a a quebrarse. unca nos terminaremos de conocer, eso est3 claro. Por eso es f3cil que se siente correcto ante los ojos de los dem3s y apuntar con el d quien /ace algo que no est3 bien visto. Pero, un momento, 6 ien vist 9Por alguien que puede /acerlo e;actamente igual o tiene sentido. se0ale ).%. Para mí la mujer, que a conciencia, decide ser amante, me parece la el juego del amor. Me parece el alfil m3s fuerte y el soldado que me $e pone como carne de ca01n ante una cruel sociedad que le queda f3c ve8de anali8ar, que se indigna con quien se reconoce como 6rebelde7 en lo tradicional y apu0ala a los que no somos /ip1critas, pero eso sí, e;

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Apologa a la mujer amante

Para leer esto, que no es gran cosa, tomar muy atrevidamente una frase para que se aplique y se entienda: La mente es como un paracadas, si no se abre no sirve para nada. Mis queridas amigas lectoras, quiero dejar claro que NO JUSTIFICO EL ENGAO BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA. Dicho esto procedo a seguir escribiendo sobre algo que para el gran conglomerado de personas es indefendible: La amante, que para m, es una valiente en el amor.Parto de lo siguiente: Todas, absolutamente TODAS, las mujeres estamos en la probabilidad y en la posibilidad de ser la mujer engaada o as mismo, convertirnos en la amante, si aceptamos la emocin y la sensibilidad como posibles regentes de nuestros comportamientos.Queda mucho ms fcil sealar y sentenciar cuando nos sentimos ajenas a una emocin a un impulso, y ponemos por encima la falsa moral que nos lleva a reprimirnos, pero internamente desear lo que nuestra conciencia no puede negar: Lo prohibido.Aclaro que sto en ningn momento es una proclamacin a la sinvergencera o la falta de principios, es ms bien un llamado a bajar los nimos contra esas de las que se habla tan duro, pero que si se analiza, puede ser cualquiera de nosotras que tan bien paradas en nuestros principios nos sentimos. El problema es cuando ese suelo empieza a quebrarse.Nunca nos terminaremos de conocer, eso est claro. Por eso es fcil aferrarse a lo que se siente correcto ante los ojos de los dems y apuntar con el dedo acusador a quien hace algo que no est bien visto. Pero, un momento, Bien visto por quin? Por alguien que puede hacerlo exactamente igual? No tiene sentido. A m que me seale E.T.Para m la mujer, que a conciencia, decide ser amante, me parece la ms valiente en el juego del amor. Me parece el alfil ms fuerte y el soldado que merece toda medalla. Se pone como carne de can ante una cruel sociedad que le queda fcil tachar en vez de analizar, que se indigna con quien se reconoce como rebelde en lo tradicional y apuala a los que no somos hipcritas, pero eso s, exigen la verdad.La amante, para m, es una mujer que se reconoce como tal, sin orgullo, pero al mismo tiempo se desconoce al abandonar lo que crea inamovible como son sus principios, y se arriesga a que su reputacin, como dice Arjona, quede reducida a las primeras seis letras de esa palabra, corriendo el riesgo de recibir o no un amor igual al que entrega sin lmites, ni condicionales bajo ningn ttulo que supuestamente lo obligan. Ante la sociedad no est en condiciones de exigir amor y aun as lo entrega y si acaso, lo espera. Eso es de valientes.Reitero. Le estoy hablando a la mujer que se arriesga por sus emociones, pasiones e impulsos racionales, NO A LA QUE SE PONE TAN VALEROSO TITULO SOLO PARA DESTRUIR. Es como si alguien se pusiera un camuflado para inflar un globo.Para la amante que ama sin medida, sin importar el qu dirn puede ser un riesgo, ms nunca ser un pecado, y ustedes, jueces de Dios no son.Mis mujeres, no hablemos muy duro. El engao es de quien lo causa. La mujer por ser amante no significa que no sienta. Puede sentir, y ms que t, que por novia obligas a. La pelcula puede cambiar y ah los gritos, ahogarse. PSDTA: El poder de los tacones, debe fortalecerse.

Alejandra.