Antología Para Ella

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UNA MUJER DOMINANTE SOY UN CUERPO EN PUTREFACCIÓN QUE DESPRENDE MIASMAS DE AMOR Y DE LUJURIA, QUE MUERE CON LA CANCIÓN QUE MUEVE A LAS ALMAS EN SUFRIMIENTO POR PENURIAS. TÚ ERES ESA NEGRA TIERRA POSANDO Y ABRAZANDO MI CUERPO CON LA FUERZA DE TODA ILUSIÓN. INSENSATA GRAN PREDICCIÓN QUE EL POETA VOLVIÓ CIERTO CUANDO TU CUERPO ME ENCIERRA. TUS OJOS SON GUSANOS, ¡SÍ!, Y ENTRAN POR MIS (Y TUS) OJOS COMENZANDO A DEVORARME. POR MI PROPIA MUERTE TE VI PONIENDO OFRENDAS A DIOSES ROJOS, ¡QUÉ SE DERRAMEN! ¡EN TI QUIERO VERME! TUS BESOS DESCUBREN A ESTE VIRGEN Y ESCUÁLIDO FINADO QUE ESTÁ ENVUELTO EN TI. TUS OJOS SON GUSANOS, ¡SÍ!, Y EL MAL ESTADO ES EL MEJOR ESTADO. ¡GRACIAS A EROS Y A SUS HUESTES! Mayo del 2011 Ambiente Todo el espacio entre nosotros transcurriendo el tiempo de ti. Ahora nada se siente. Yo sé, mis sentidos mienten porque yo no estoy aquí, viendo te con otros rostros. Toda bondad y tristeza en ojos verdes de Sevilla.

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Poesía

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UNA MUJER DOMINANTE 

SOY UN CUERPO EN PUTREFACCIÓNQUE DESPRENDE MIASMAS DE AMOR Y DE LUJURIA,QUE MUERE CON LA CANCIÓNQUE MUEVE A LAS ALMASEN SUFRIMIENTO POR PENURIAS.

TÚ ERES ESA NEGRA TIERRAPOSANDO Y ABRAZANDO MI CUERPOCON LA FUERZA DE TODA ILUSIÓN.INSENSATA GRAN PREDICCIÓNQUE EL POETA VOLVIÓ CIERTOCUANDO TU CUERPO ME ENCIERRA.

TUS OJOS SON GUSANOS, ¡SÍ!,Y ENTRAN POR MIS (Y TUS) OJOSCOMENZANDO A DEVORARME.POR MI PROPIA MUERTE TE VIPONIENDO OFRENDAS A DIOSES ROJOS,¡QUÉ SE DERRAMEN! ¡EN TI QUIERO VERME!

TUS BESOS DESCUBREN A ESTEVIRGEN Y ESCUÁLIDO FINADOQUE ESTÁ ENVUELTO EN TI.TUS OJOS SON GUSANOS, ¡SÍ!, Y EL MAL ESTADO ES EL MEJOR ESTADO.¡GRACIAS A EROS Y A SUS HUESTES! 

Mayo del 2011

Ambiente Todo el espacio entre nosotrostranscurriendo el tiempo de ti.Ahora nada se siente.Yo sé, mis sentidos mientenporque  yo no estoy aquí,viendo te con otros rostros.

Toda bondad y tristezaen ojos verdes de Sevilla.Me crea felicidad la bellezaviendo gente y no villas.Hoy no descansa mi esterillapues te espero si regresas.

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Agosto del 2011Luciérnagas 

Y entonces cayó todo el dolorhumano en un alma que ahora mepertenecía.

Y pensé en aquello, aquel calorque abrazaba su cuerpo y meensombrecía.

Ella dejó de existirpara estar eternamente.

Diciembre del 2011

Ismos 

Monté en el ave azul y, a través del cielo despejado.Están los zafiros, estabas tú,barroco te había amado.

La princesa oriental nos esperaba.El árbol frutal nos regalaba.

Monté en el verde de tus ojosa través del cuerpo inmaculado:entre selvas de claveles rojosándeme, que te he encontrado. 

La corteza frontal reclamaba que de tanto soñarse cansaba.Septiembre del 2012

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Estilo Juan Ramón 

Un soñar bucólicoen medio del cual te encuentro:

La luna sonríe,la luna se encuentra emocionada.¡Pobre de la luna!Sonríe... y conversa con la almohada.

Las estrellas sonríeny tintinean sus mejillas sonrosadas;felices, las estrellasal espejo líquido lanzan miradas.

Las brisas sonríenen la azul algarabía de la vida;inquietas, las brisasjuguetean con las flores caritativas.

A lo lejos, alguien llora.

Noviembre del 2013

Improvisando #0

"Dijeron que la nochede soledad estaba enfermay que el viento le cantaba sonatas al oído.

Dijeron que la vidayacía sobre la yerba,y que nuestro amorera Cristo fallecido."Abril 2014

Escritor.

Eres catedral en la noche:Al fulgor celeste,Buscando el rostro divino

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Padeces el mal de los pies fríos.

Escritorcillo de palabras fraternasE ideas dilapidadas; Escritorcillo, pura bestia de hombre,Vas sufriendo con las palmas abiertas.

Penitente.

Contando el fuego en el infierno: Es lo que hago y se me pasa el tiempo.El calor siempre ha causado sueño:El calor del infierno es sueño eterno.

Se me pasa el tiempo comiendo fuegoEn esta vida de humo y suciedad;Tomas en tus manos tristeza y humedadDel que no cree en el ayer, ahora o luego.

El infierno es nublado en esta ciudadQue tanto me muestra aquello que no tengo; Mi ciudad de ricos en placer y soledadQue añorarían ser como Tiresias, el ciego.

Medio soneto.

Contenme cielo por el que vivo, ¡vaya pasión por la que te quiero!Contenme desplomándome en el suelo:Vaga pasión que en tí he sentido.

Ya fuere la prisión en que he vivido, La tímida alma en la que espero, Ya sea la pasión en que te entierro…¡Vaya pasión que en ti he sentido!

Mar monótono.

El hastío de la monotoníaAquí entre las manos, De soñar y de beberAl pasar, de Cruz, la vía.Del cosmos de tu anatomía

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Es que parte mi vagar:Ya no hay centro de mi ser,Sólo esta espalda fría.Férrea prisión del falo,Del mañana, el hoy y el ayer; Duro y salado cual la marQue estremece mi espalda fríaPero, como nunca, sólo mía.

Despertar.

Somos el ave de cuatrocientas vocesQue no descanza, Que sigue cantando hacia el alba.

Somos ensueño de la tierra muertaQue no descansa,Siempre despertando hacia el alba.

En la calle.

Mujer de palabras trémulasY miradas superlativas:No me detengas en tu camino de fuego.No me abandones con el ángel de la muerte.

Mujer de sueños: ¡siégalos! Mira que ha llegado el tiempo.En el borde de tu tiempo me detengo,Tempo en el que naces cuatrocientas veces.

Mujer que enciende el camino:No volveremos nunca más.

Camino diario.

Con la amargura tras el amanecerCaminas empapado de sueñoY caminas contra la luz Bajo los torbellinos del florecerY sobre la tierra de los muertos.Con el corazón en las rodillasCortas el cierzo Para despertar a la blanca Luna,

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Después de que, en un lago, soñara contigo.

Proposición indecorosa.

Baja cada noche a mi miradaEntre el cierzo exteriorY lo interno de Amor. Nada cada día en la nadaResarciendo el calor dentro de ti.sonríe poquito de la fortuna sin finy la revelación tras dar arcadas.

Perdido

…y cuando me pierdo en la ciudadNuestro aire lleva, al viento, los amoresCayendo con las hojas para hablar.Nuestra vida se forma de amaneceres;Porque lo que quieren sueñan más, Los que quieren en la noche cobran el habla.

El corte del habla del alba

Es sólo una imagen de tus ojos.El habla del alba en tus ojosEs una esquizofrenia de mí.Pero ¿existe la belleza?¿Podemos algo decir?Eres tan ciertaComo tus ojos y el alba junto a mí.

Fragmento.

Fluyes como el fuegoImprescindible de la vida, Quemándola en cada uno De sus pliegues.

Piensa en este bardoDe la esperanza marchita:

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Cantando en los oterosY en la nieves.

Me gusta mirarte…

Me gusta mirarte y ver cómo eresEn la tristeza detrás de tus ojosY de tu vida, en los pliegues.

En el viento fluyes y al fuego hieres(reviviendo de los cerezos del dolor),Tras la corona de sakuras en tus sienes.

Reina que estremece tras sus pasos breves;Pedazos de sueños te cuelgan de la miradaMientras me gusta ver cómo eres.

Dominado.

Me tomas como flor en la mañana. Como si fuera fruto maduro que crece en ti,En la punta de tus dedos, Alimentándome de la savia de tu voz.

Vivo en la levedad de tu destinoQue desemboca en el obscuro vivir, En la orilla de tus sueñosY en la sonrisa creadora que te diera Dios.

Y todos los días vivo hoyEn tibios y húmedos besos,Tras la obsolescencia de sentir.Me tomas como flor en la mañana.

Preocupación.

Dime Azucena:¿qué es lo que trae tu invierno?Dime qué es el hambre

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Y, en la nariz, los vapores humanos.Quiero creer que el ceño frunciendoViene por la sombra de la tardeY que no nos consideras hermanos.Quiero creer que es externoY que en el tiempo pase,En compasión de los dioses arcanos.Ojalá que nada te haya obscurecido.III

Vívete para morir.Vívete la brisa en las mejillasY sentir tibio el corazón.Porque siguen las piedritas en el alma Y el recuerdo es tu prisión,De la que anhelas el partir.

Vistete de este sentir.Duélete de la muerte de sombrillasY lleva en el cuello mi canción.Sigue y cuenta la historia de tus manosLlevando tu mañana de invitación(llenando cada muerte de vivir).Fantasmas

Fantasmas que buscan el corazónQue no tienen.

Les gusta pisar bellos pueblosRecordando su canción.Fantasmas que juegan y hieren Presos de la sinrazón;Hoy reviviendo su canción:Tambores, campos y sueños negros.Toda la utilidad y posición:Hieren y engañan donde fueren.Los bellos pueblos mueves cerrosY ellos no sueñan otro son.

Epifanía II.

Las flores sueñan contigo

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Confundidas por nuestros días grises.Y huye el cuerpo del cierzo de la flor ardiente que es tu boca,huye el austro despavorido con el latido de tu piel.

La brisa ama contigoEn la obscura confusión que viene con tu adiósY tiembla la tierra por dentro,Arde el suelo bajo las plantas de tus pies.Eres aquel sueño de un sueño:(tu cuerpo) tierra de leche y miel.

James Joyce y Nora Barnacle.

Te toco y el mundo vuelve a ser:Nuestra respiración es realY el latido de ríos bajo tu piel.Y el mundo se vuelve a alcanzar.

Encontrar bajo tu vientre la calma del mar,En tu cálido seno la cuna del bien, ¡Deja que en tus ojos te vuelva a soñar!Y hagamos que el mundo, de nuevo, vuelva a ser.

Fragmento VII

Tu mirada me sabe a otra vida,A tabaco rubio y frío en la ventana.Me suenas a una melodía lejanaCuando atrapan tus dedos mis mentiras.

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Luciérnagas. (Fragmento)

VITus ojos: clara piscinaDonde abreva el ideal.Tu mirada: ¡Un madrigal De Gutierre de Cetina!

Amado Nervo.

Madrigal.

Ojos claros, serenos,Si de un dulce mirar sois alabados,¿Por qué, si me miráis, miráis airados?Si cuando más piadosos,Más bellos parecéis a aquel que os mira,No me miréis con ira,¡Ay tormentos rabiosos!Ojos claros, serenos,Ya que sí me miráis, miradme al menos.

Gutierre de Cetina.

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La poesía es un atentado celeste.

Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausenciaHay la espera de mí mismoY esta espera es otro modo de presenciaLa espera de mi retornoYo estoy en otros objetosAndo en viaje dando un poco de mi vidaA ciertos árboles y a ciertas piedrasQue me han esperado muchos añosSe cansaron de esperarme y se sentaron

Yo no estoy y estoyEstoy ausente y estoy presente en estado de esperaEllos querrían mi lenguaje para expresarseY yo querría el de ellos para expresarlosHe aquí el equívoco el atroz equívoco

Angustioso lamentableMe voy adentrando en estas plantasVoy dejando mis ropasSe me van cayendo las carnesY mi esqueleto se va revistiendo de cortezasMe estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en otras cosas...

Es doloroso y lleno de ternura

Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciaciónHay que guardar silencio Esperar en silencio

Vicente Huidobro.

El poeta a su amada.

Amada, en esta noche tú te has crucificado sobre los dos maderos curvados de mi beso; y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado, y que hay un viernes santo más dulce que ese beso. 

En esta noche clara que tanto me has mirado, la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso. En esta noche de setiembre se ha oficiado mi segunda caída y el más humano beso. 

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Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos; se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura; y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos. 

Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos; ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.

César Vallejo.

Antes del Comienzo.

Ruidos confusos, claridad inciertaOtro día comienza.Es un cuarto en penumbray dos cuerpos tendidos.En mi frente me pierdopor un llano sin nadie.Ya las horas afilan sus navajas.Pero a mi lado tú respiras;

entrañable y remotafluyes y no te mueves.Inaccesible si te pienso,con los ojos te palpo,te miro con las manos.Los sueños nos separany la sangre nos junta:somos un río de latidos.Bajo tus párpados madurala semilla del sol.                                El mundono es real todavía,el tiempo duda:                              sólo es ciertoel calor de tu piel.En tu respiración escuchola marea del ser,la sílaba olvidada del Comienzo.

Octavio Paz

Poema de amorosa raíz.

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Antes que el viento fuera mar volcado,que la noche se unciera su vestido de lutoy que estrellas y luna fincaran sobre el cielola albura de sus cuerpos

Antes que luz, que sombra y que montañamiraran levantarse las almas de sus cúspides;primero que algo fuera flotando bajo el aire;tiempo antes que el principio.

Cuando aún no nacía la esperanzani vagaban los ángeles en su firme blancura;cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;antes, antes, muy antes.

Cuando aún no había flores en las sendasporque las sendas no eran ni las flores estaban;cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,ya éramos tú y yo.

Alí Chumacero1.

La niña de Guatemala.

Quiero, a la sombra de un ala,Contar este cuento en flor:La niña de Guatemala,La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,Y las orlas de resedaY de jazmín: la enterramosEn una caja de seda.

...Ella dio al desmemoriadoUna almohadilla de olor:El volvió, volvió casado:Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andasObispos y embajadores:

1 Ver “Responso del peregrino”.

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Detrás iba el pueblo en tandas,Todo cargado de flores.

...Ella, por volverlo a ver,Salió a verlo al mirador:El volvió con su mujer:Ella se murió de amor.

Como de bronce candenteAl beso de despedidaEra su frente ¡la frenteQue más he amado en mi vida!

...Se entró de tarde en el río,La sacó muerta el doctor:Dicen que murió de frío:Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,La pusieron en dos bancos:Besé su mano afilada,Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,Me llamó el enterrador:¡Nunca más he vuelto a verA la que murió de amor!

José Martí.

Nocturno de la estatua.

Soñar, soñar la noche, la calle, la escaleray el grito de la estatua desdoblando la esquina.

Correr hacia la estatua y encontrar sólo el grito,querer tocar el grito y sólo hallar el eco,querer asir el eco y encontrar sólo el muroy correr hacia el muro y tocar un espejo.Hallar en el espejo la estatua asesinada,sacarla de la sangre de su sombra,vestirla en un cerrar de ojos,acariciarla como a una hermana imprevistay jugar con las fichas de sus dedos

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y contar a su oreja cien veces cien cien veceshasta oírla decir: «estoy muerta de sueño».

Xavier Villaurrutia.

Poema XIV

Juegas todos los días con la luz del universo. Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua. Eres más que esta blanca cabecita que aprieto como un racimo entre mis manos cada día. A nadie te pareces desde que yo te amo. Déjame tenderte entre guirnaldas

amarillas. Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur? Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías. De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada. El cielo es una red cuajada de peces sombríos. Aquí vienen a dar todos los vientos, todos. Se desviste la lluvia. Pasan huyendo los pájaros. El viento. El viento. Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres. El temporal arremolina hojas oscuras y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo. Tú estás aquí. Ah tú no huyes Tú me responderás hasta el último grito. Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo. Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos. Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas, y tienes hasta los senos perfumados. Mientras el viento triste galopa matando

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mariposas yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela. Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí, a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan. Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes. Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote. Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado. Hasta te creo dueña del universo. Te traeré de las montañas flores alegres, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos. Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.

Pablo Neruda.

Inventario galante. (Frangmento)

Tus ojos me recuerdan las noches de verano negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas del cielo negro y bajo. Tus ojos me recuerdan las noches de verano. Y tu morena carne, los trigos requemados, y el suspirar de fuego de los maduros campos. 

Antonio Machado.

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Ausencia

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.Se va mi cara en un óleo sordo;se van mis manos en azogue suelto;se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campanacerrada a cuanto no somos nosotros.Se van mis gestos, que se devanaban,en lanzaderas, delante tus ojos.Y se te va la mirada que entrega,cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:como humedad de tu cuerpo evaporo.Me voy de ti con vigilia y con sueño,y en tu recuerdo más fiel ya me borro.Y en tu memoria me vuelvo como esosque no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmasde tu labor y en tu boca de mosto.Tu entraña fuese y sería quemadaen marchas tuyas que nunca más oigo,¡y en tu pasión que retumba en la noche,como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!

Gabriela Mistral.

Le Regret d´Héraclite.

Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach.

Jorge Luis Borges.

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