CÓMO VEO YO EL LÍO DE LA CRISIS

Andoni Luis Aduriz

Nos aguarda un futuro ‘tortilla de patatas’. Lo dice un cocinero acostumbrado a darle vueltas a la olla. Este año se juntó con el filósofo Daniel Innerarity para reflexionar en ‘Cocinar, comer, convivir’. Al chef de Mugaritz, donostiarra del 71, le preocupa lo que se está cociendo.

«Volvemos a los años 60»

JUAN FERNÁNDEZ MADRID

–¿Resumiría la crisis en un tuit?–Vivimos una mutación generada por el ennoblecimiento de la codicia y la inconsistencia de los valores.

–¿Dejaría a sus hijos un verano al cui-dado de Angela Merkel?–¿Por qué no? Ella defiende sus inte-reses con vehemencia, no hay que engañarse. Las dificultades que vivi-mos nos las hemos ganado a pulso.

–¿Con solo 3 euros, compraría salchi-chas Frakfurt o yogures griegos?–En queso de Idiazábal.

–¿Si mañana recibiera una herencia de 300.000 euros, los llevaría al ban-co, los guardaría en el colchón, com-praría una casa, invertiría en Deuda Soberana Española…?–Pagaría mi hipoteca. Si no la tuvie-ra, invertiría en deuda soberana es-pañola. Los intereses que ofrecen ahora es más efectivo que trabajar.

–Reflotar Bankia costará 500 euros por ciudadano. ¿En qué preferiría gastarse antes ese dinero?–Lo invertiría en investigación, edu-cación, emprendizaje y cultura, que son las industrias del futuro y lo que dota de alma a la sociedad.

–¿Le da miedo que el euro desaparez-ca? ¿Cómo cree que le afectaría?–Soy muy optimista, no desaparece-rá. Antes desaparecerá el dólar.

–¿Qué le mosquea más, que le suban 100 euros los impuestos, o que le ba-jen el sueldo 100 euros?–Que suban los impuestos los mis-mos que antes derrochaban los re-cursos en proyectos sin cabeza. No

me importa contribuir, me molesta que no se gestione bien.

–¿Quién nos ha metido en este lío?–Nosotros mismos por poner al man-do a personas más preocupadas por el futuro a cuatro años vista que por el futuro de verdad.

–¿Qué ha entendido y qué no entien-de acerca de la crisis?–No entiendo cómo es posible que se le haya dado voz y voto a la codicia. Lo que he entendido es que ese mar-co de codicia se ha quedado con los beneficios poniendo de avalista a la sociedad.

–¿Qué comenta sobre este tema cuan-do habla con sus amigos?–Que volvemos a los años 60 del siglo pasado. Hemos pasado de salir los puentes de vacaciones a conocer las capitales europeas, a tener que des-empolvar la mesa plegable para ir al campo a comer tortillas de patata.

–¿Tiene familiares directamente afectados por la crisis?–Mi familia está preocupada y ex-pectante, sobre todo los más jóve-nes. Mi madre no tanto. A sus 83 años ha visto de todo y esta acostumbrada a vivir feliz en la austeridad.

–¿Qué es lo más disparatado y lo más acertado que ha escuchado sobre economía en los últimos años?–Lo más disparatado han sido las continuas previsiones que nos han venido ofreciendo los diferentes go-bernantes. Lo más acertado, que esto es una crisis del sistema iniciada por una crisis de valores.

–¿Quién es el héroe de la crisis?–Es ejemplar el aguante de la socie-

dad en su conjunto, los apuntes de solidaridad que se han dado y la osa-día de los emprendedores que que-dan. Los investigadores, el mundo universitario, la gente de la cultura, los médicos... Se merecen una meda-lla por seguir defendiendo lo que creen, a pesar de todo.

–¿Y quién es el villano?–Los responsables de todo esto son los que, sabiendo que hay villanos, no les han sacado una foto.

–¿Lo peor ha pasado o nos esperan tragos más amargos?–Hasta que no asumamos que somos gente sencilla y que tenemos que trabajar con eficiencia y compromi-so, no saldremos de esta.

–¿La crisis le afecta personalmente? –Soy bastante poroso. Obviamente, lo que veo me afecta bastante.

–¿Y económicamente?–Mugaritz es un caso excepcional, trabajamos con clientes del mundo entero, pero vemos que no gastan tan alegremente como antes. Tengo otros proyectos que se han visto bas-tante resentidos.

–¿Ha recortado su presupuesto? –No hemos recortado, de hecho este año hemos invertido mucho más en

creatividad, pero racionalizamos los recursos que tenemos.

–¿Si tuviera 20 años y estuviera en paro, emigraría? ¿A qué país se iría?–Como no hablo ingles, me iría a Chile. Si lo hablara, a Australia o Nueva Zelanda. Allí he visto posibili-dades de hacer cosas. Y si fuese muy osado, me iría a Singapur o China.

–¿Por qué los países del norte de Eu-ropa no se fían de los del sur?–Porque ven que no hemos gestiona-do bien y piensan que en el futuro tampoco lo sabremos hacer.

–¿Qué le ha enseñado la crisis?

–Que los excesos se pagan.

–¿Cómo puede cambiar esto?–Aunque parezca contradictorio, que asumamos nuestras limitacio-nes y que soñemos muy alto.

–¿Vivir esto tiene algo de positivo? –Nos está enseñando que para vivir bien y ser felices no nos hacen falta muchas cosas. Que emprender es al-go delicioso y que la solidaridad y la implicación afloran en los momen-tos decisivos.

–¿Algún chiste sobre la crisis? –Javier, ¿de qué trabaja tu papá? Abogado, señorita. ¿Y el tuyo, Susa-nita? Ingeniero, señorita. ¿Y el tuyo, Mikel? Mi papá baila por la noche en una discoteca gay. ¿Cómo?, pregun-ta la maestra sorprendida. Sí, seño, baila vestido de mujer, con un tanga y los hombres le dan azotes en el tra-sero. A solas con Mikel, la profesora le pregunta: ¿Tu padre realmente hace eso? No seño. Ahora que no hay nadie se lo puedo decir: mi padre es banquero. Pero me daba vergüenza decirlo delante de mis compañeros.

–¿Cómo debería ser mundo mejor? –Sería maravilloso que, en vez de una segunda vivienda, la gente se obsesionara con aprender idiomas, cocina, música, arte, ciencia. H

«Sería maravilloso que la gente se obsesionara con aprender música, idiomas, cocina, arte y ciencia»

Adoni Luis Aduriz medita delante de un plato en el jardín del restaurante Mugaritz, en Errenteria (Guipúzcoa).

XABIER LANDA

24 JUEVES, 9 DE AGOSTO DEL 2012