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Amrica Latina HoyUniversidad de [email protected] (Versin impresa): 1130-2887ESPAA

2005Cristin Parker Gumucio

AMRICA LATINA YA NO ES CATLICA? PLURALISMO CULTURAL YRELIGIOSO CRECIENTE

Amrica Latina Hoy, diciembre, ao/vol. 41Universidad de Salamanca

Salamanca, Espaapp. 35-56
mailto:[email protected]:[email protected]


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Ediciones Universidad de Salamanca Amrica Latina Hoy, 41, 2005, pp. 35-56

AMRICA LATINA YA NO ES CATLICA? PLURALISMO

CULTURAL Y RELIGIOSO CRECIENTEIs Latin America no longer Catholic? Increasing cultural and religiouspluralism

Cristin PARKERGUMUCIOUniversidad de Santiago de Chile [email protected]

BIBLID [1130-2887 (2005) 41, 35-56]Fecha de recepcin: julio del 2005

Fecha de aceptacin y versin final: octubre del 2005

RESUMEN: Estamos en presencia del pluralismo en el campo religioso latinoamericano. Am-rica Latina ya no es catlica en el sentido tradicional del trmino. Han crecido las otras religio-nes entre ellas el protestantismo pentecostal y tambin es notable la presencia de no creyentesy de catlicos a mi manera. Esta transformacin tiene races en la expansin de la educacin,en el acceso a los medios de comunicacin (incluyendo Internet) y en la creciente presencia demovimientos sociales e indgenas. En conjunto, representan un pluralismo social y cultural quepuede servir de base para un avance democrtico en la vida poltica del continente.

Palabras clave: pluralismo, educacin, comunicacin, Internet, catlico, protestante.

ABSTRACT: There is now real religious pluralism in Latin America. Latin America can nolonger be considered Catholic in the traditional sense of the term. Other religions includingpentecostal Protestantism have grown and there is now a notable presence of non believers andof those who define themselves as Catholics in my own way. This transformation has roots inthe expansion of education, in the access to mass media and to Internet, and in the growing pre-sence of new social movements, including indigenous movements. Together, they constitute a socialand cultural pluralism that may provide the bases for greater democracy in political life.

Key words: pluralism, education, communication, Internet, Catholic, Protestant.

ISSN: 1130-2887

DANIEL H. LEVINEPLURALIDAD, PLURALISMO Y LA CREACIN DE UN VOCABULARIO DE DERECHOS34


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CRISTIN PARKER GUMUCIOAMRICA LATINA YA NO ES CATLICA? PLURALISMO CULTURAL

Y RELIGIOSO CRECIENTE37





TABLA IPORCENTAJE DE NO CATLICOS EN AMRICA LATINA

WVS95-97 WCHDB2000 NM2004BRASIL 17,94 13,52 20,03

REP. DOMINICANA 16,52 10,58 11,11CHILE 16,33 22,75 25,04

MXICO 12,13 6,64 11,00

URUGUAY 11,27 29,27 26,60COLOMBIA 11,14 6,85 18,18

PER 10,06 4,21 11,72ARGENTINA 8,80 9,15 10,82VENEZUELA 7,54 5,64 13,97

Fuente: World Value Survey (1995-1997); World Christian DataBase (2004); Nationmaster.com (2004).

Como se observa, los datos del World Value Survey y de la World Christian Data-base coinciden en elevar la tasa de no catlicos por encima del 12% en los pases ana-lizados. La Enciclopedia Nationmaster, por su parte, lo eleva a ms del 16%.

TABLA II

PASES DE AMRICA LATINA. PORCENTAJE DE PROTESTANTES (HACIA 2003)

GUATEMALA 25HONDURAS 17

EL SALVADOR 16CHILE 15BRASIL 15

COSTA RICA 15PANAM 15BOLIVIA 11

ARGENTINA 10ECUADOR 10

REP. DOMINICANA 10PER 10NICARAGUA 10

MXICO 6CUBA 5

VENEZUELA 5COLOMBIA 3PARAGUAY 3URUGUAY 3

Fuente: Censos Nacionales, Brasil, Chile, Costa Rica. Otros: Encuestas y estudios nacionales.

I. INTRODUCCIN1

A fines de la dcada de 1980, Amrica Latina se estaba volviendo protestante. Enla primera dcada del siglo XXI, el crecimiento de esas iglesias alternativas se ha dete-nido o su ritmo se ha hecho lento. Por el contrario, lo que no se puede poner en dudaes que las tasas de crecimiento del catolicismo se han estado revirtiendo sistemtica-mente en los ltimos cien aos. Desde aquello que se defina como un continente cat-lico estamos ahora en presencia de un claro pluralismo en el campo religioso de Amrica

Latina. Qu sentido tiene afirmar que la regin ya no es catlica, cuando la Iglesia Cat-lica todava goza de un espacio privilegiado y su influencia es notoria en la sociedad?Est el catolicismo en declive en Amrica Latina?

Amrica Latina ha dejado de ser catlica en el sentido tradicional del trmino.Las alternativas al catolicismo no han provenido (salvo las excepciones histricas deCuba y Uruguay) del crecimiento de la no creencia y mucho menos del atesmo. Porotra parte, Amrica Latina es ms evanglica slo en forma relativa.

II. DECRECIMIENTO DE CATLICOS E INCREMENTO DE OTRAS OPCIONES RELIGIOSAS

Los pases de Amrica Latina siguen teniendo un espacio privilegiado (y de hecho

conforman una notable proporcin) en el marco del catolicismo mundial. La totalidadde la poblacin catlica de sus 19 pases alcanza a 447 millones de personas, lo querepresenta el 47,98% de los 932 millones y medio de catlicos de los cien pases mscatlicos a nivel mundial (ver Anexo, Tabla I).

No puede afirmarse que Amrica Latina haya dejado de ser catlica y que se hayavuelto protestante. Pero tampoco puede sostenerse que Amrica Latina siga siendocatlica con las caractersticas, el sentido y la significacin que lo fuera hacia princi-pios de siglo XX cuando los catlicos representaban el 92,3% de la poblacin o, msrecientemente, cuando los catlicos seguan manteniendo un porcentaje que se eleva-ba al 89,7% de la poblacin (1970). Las estimaciones para el ao 2000 llevan este por-centaje al 85,06%, correspondiendo a Mesoamrica y el Caribe hispano un 82,3% y aSudamrica un 87,5% (ver Tabla I). Otra fuente, la Enciclopedia Online Nationmas-ter.com, estima un 81,01% de catlicos hacia el ao 2000.

1. Ver al respecto toda la documentacin en http://www.summit-americas.org.


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Los datos de la World Value Survey ponen en evidencia que la situacin de Am-rica Latina dista mucho todava de un panorama de abierto y claro pluralismo religio-so como el que se observa en la vecina Norteamrica pero, al mismo tiempo, est enuna situacin clara de mayor pluralismo que el caso espaol.

III. FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CAMBIO CULTURAL Y EL DEBILITAMIENTODEL CATOLICISMO

Cuatro son los grandes factores que en la trama histrica y estructural de la evo-lucin sociocultural de Amrica Latina, durante este ltimo cuarto de siglo, han influi-do para que el poder y la influencia de la Iglesia Catlica hayan disminuido:

a) La fuerte influencia de la nueva economa que promueve una determinada cul-tura de consumo que es funcional a la difusin de valores contradictorios.

b) La influencia del cuarto poder: los medios masivos de comunicacin y las NTIC(nuevas tecnologas de informacin y comunicacin).

c) Las transformaciones en el campo educacional.d) La emergencia de nuevos movimientos sociales y en especial del movimien-

to indgena.

III.1. Nueva economa, cultura de consumo y religin

Amrica Latina se est incorporando lentamente a la nueva economa y a la cultu-ra del consumo global. Pero lo hace de manera desigual y en forma progresiva. Comose observa en la Tabla III, si bien se ha incrementado del uso de Internet lo cual es unclaro indicador que desde 1990 a 2002 la regin se ha venido incorporando a la eco-noma global y digital, es importante destacar que todava est muy distante de estarplenamente integrada a la nueva economa e internamente se observa mucha desigual-dad de acceso entre pases como Chile y Costa Rica en un extremo y Nicaragua y Para-guay en el otro.

Mas all de la integracin a la nueva economa es un hecho que los modelos dedesarrollo neoliberales en Amrica Latina sobre todo a partir de la dcada de 1990

han venido incrementando el mercado como mecanismo regulador de la economa y,consecuentemente, han reducido la injerencia del Estado. Esto hace que la economade mercado sea ms influyente en la configuracin de la sociedad.

Esta nueva preeminencia del mercado genera condiciones de posibilidad de emer-gencia de creencias, discursos, smbolos y rituales religiosos y espirituales no porqueexista una conexin causal entre actitudes y pautas de consumo y produccin religio-sa o porque se haya desarrollado un mercado de bienes religiosos; sino porque elacceso al mercado y a sus formas de simbolizacin condicionan estilos de vida que, asu vez y en conformidad a las condiciones existenciales de vida, limitan las formas queadoptan las religiones y las espiritualidades grupales y sociales.




Las cifras a nivel mundial que entrega la Enciclopedia Britnica en 1999 indicaque los protestantes de Amrica Latina son un nmero considerablemente menor queaquellos de Europa, frica y Norteamrica; y son casi tantos como en Asia. Los clasi-ficados como otros cristianos (donde presumiblemente se encuentran los pentecos-tales) tampoco son mayora en relacin a otros continentes: hay muchos ms otroscristianos en Asia, frica y Norteamrica. Por ltimo, los ortodoxos y anglicanos deAmrica Latina constituyen una nfima minora en relacin con sus comunidades en elmundo. Lejos est Amrica Latina de haberse convertido en un continente protestante.

Si se analizan los datos por subregiones, se distinguen al menos tres grupos:

a) Pases en los cuales hay una cifra ms elevada de adhesiones a alternativasevanglicas (Brasil, Guatemala, Chile, Honduras, El Salvador, Panam, Cos-ta Rica, Repblica Dominicana, Bolivia).

b) Pases en los cuales hay una elevada presencia de catlicos pero cuyos cam-pos religiosos comienzan a pluralizarse (Mxico, Nicaragua, Ecuador, Per,Argentina,Venezuela, Colombia, Paraguay).

c) Pases en los cuales la menor presencia de adhesiones al catolicismo se debeal incremento del fenmeno de la no creencia (Cuba, Uruguay).

GRFICO IPROTESTANTES, EVANGLICOS Y OTRAS RELIGIONES

Fuente: World Value Survey, 1995-1997.




COLOMBIA

R. DOMINICANA

URUGUAY

VENEZUELA

PER

CHILE

BRASIL

ARGENTINA

MXICO

USA

ESPAA

4,1 6,30,7

6,0 8,91,7

5,4 4,51,3

6,3

6,2 3,3

2,5

9,3 94,5

3,5 14,5

1,9

4,5 3,9 3,7

35,9 18,3

0 ,8 1 ,4

0,9

6,9

0,6

1,1

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0

Protestantes

Evanglicos/otras

Otras


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conversin) y los cambios en las orientaciones de la fe y las creencias pueden ser radi-cales o superficiales, pero en todo caso no obedecen a la moda.

Las interpretaciones corrientes ubican a la cultura de consumo, con su nfasis enel hedonismo, el cultivo de estilos de vida expresivos, el desarrollo de tipos de perso-nalidad narcisista y egosta como la tumba de la religin. Fathertone (1991: 207) no love as:

Ellos, son generadores y regeneradores de todo un conjunto de simbolismos que no es

posible concebirlos como meramente profanos. Lo que s resulta verdaderamente impor-tante es que en la cultura de consumo, lo sagrado puede sostenerse fuera de la religinorganizada.

La bsqueda de autonoma personal muy presente en la transformacin de larelacin de gneros, y por ello ms evidente entre las mujeres se da no slo en mediosacomodados, sino incluso en medios populares. En los medios religiosos se asiste aun mayor protagonismo de los laicos y una bsqueda de personas con sentido religio-so que va sobrepasando las fronteras de las creencias y rituales oficiales de las iglesiasestablecidas.

En nuevos contextos de redefinicin de las adhesiones a experiencias comunita-rias locales, estando ya superadas las referencias colectivas, el resurgir de bsquedas de

dominio espiritual del cuerpo, en un ambiente de mayor sensibilidad por la natura-leza ecolgica y corprea, lleva aparejado un ambiente propio para la proliferacin deespiritualidades sincrticas con componentes msticos, esotricos e incluso mgicos (tipoNew Age).

Pero junto con la ampliacin de una cultura de consumo que tendera a socavarla cultura asctica del esfuerzo y del trabajo incentivando comportamientos egostas yhedonistas, es necesario acotar que se est desarrollando tambin una cultura de con-sumo alternativa que ha sido llamada LOHAS (Lifestyles of Health and Sustainability)y que reivindica productos orgnicos y un estilo de vida ms acorde con el medio ambien-te, la vida sana y la paz. La retroalimentacin entre este tipo de mercados y consumi-dores que buscan un desarrollo alternativo y las corrientes mgico-esotricas quebuscan alternativas a las religiones convencionales es muy clara en muchas grandesciudades como Buenos Aires, Ro de Janeiro, Ciudad de Mxico, Bogot, Caracas, Lima

o Santiago de Chile.

III.2. Las nuevas tecnologas de la informacin (NTIC) y de la comunicaciny su influencia en el campo simblico

Amrica Latina se est incorporando, con algn retraso, a la era global de la infor-macin y la comunicacin. Los medios de comunicacin estn reduciendo los espaciospblicos y estn agrandando los espacios privados. Este proceso est aumentando lainfluencia de los medios de comunicacin de masas en la vida diaria. Los medios estn

TABLA IIIAMRICA LATINA. USUARIOS DE INTERNET POR CADA 100 HABITANTES

PAS 1990 2002CHILE 0 23,75

COSTA RICA 0 19,31REP. DOMINICANA 0 16,03

URUGUAY 0 11,9

ARGENTINA 0 11,2MXICO 0 9,85

PER 0 9,35BRASIL 0 8,22

VENEZUELA 0 5,06EL SALVADOR 0 4,65

COLOMBIA 0 4,62ECUADOR 0 4,16PANAM 0 4,14BOLIVIA 0 3,24

HONDURAS 0 2,52PARAGUAY 0 1,73

NICARAGUA 0 1,68Fuente: Divisin de Estadsticas, ONU (2004).

Se ha dicho que la cultura de consumo (Bell, 1976) generara una tica del con-sumo en contraposicin a una tica del trabajo propia del ethos capitalista, ascticoy puritano (Weber, 1969). En un continente de cultura catlica secularmente refrac-tario de la tica protestante, qu est sucediendo con la introduccin de una cultu-ra de consumo?

Las pautas de consumo que penetraron desde sistemas de marketing norteameri-canos no tienen necesariamente que ser secularizadoras en el sentido que no lo sonen el propio mercado estadounidense. Pero al introducir un estilo de vida ajeno a lasculturas latinas del sur, como por ejemplo el fast fooddeMcDonalds que obedece a

hbitos culturales norteamericanos (Ritzer, 1996), se est modificando pautas de vidadiaria en contextos socioculturales muy distintos a los norteamericanos. Cmo impac-ta esto en las formas religiosas? No de manera directa sino indirectamente al generali-zar una pluralidad de opciones y estilos de vida que legitiman una actitud respecto ala religin que tiende a cuestionar las tradiciones recibidas (la religin de los padres)y, en su lugar, se instala la posibilidad de escoger entre diversas alternativas.

Es cuestionable que las opciones religiosas de los latinoamericanos obedezcan alsistema cmprese, sese y btese de la sociedad de consumo. Los bienes simbli-co-religiosos son variables y pueden sustituirse pero, en general, ello est relaciona-do con decisiones ms fundamentales que afectan la vida de las personas (procesos de


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acortando las distancias en ambientes de ciudades latinoamericanas que por los pro-cesos de urbanizacin de la segunda mitad de siglo XX se transformaron en pocos aosen megalpolis. Sin embargo, los adelantos de la era de la informacin han sido ine-quitativamente distribuidos en Amrica Latina. Si se analizan los datos relativos a laintroduccin de la televisin en los pases de la regin se ve que se trata de un medioextendido y con influencia relevante (Tabla IV)

TABLA IV

TELEVISORES POR CADA MIL HABITANTES

MXICO 244,02CUBA 234,38

ARGENTINA 205,20CHILE 201,08BRASIL 200,51

URUGUAY 229,10ECUADOR 183,34PANAM 172,25

VENEZUELA 166,29PARAGUAY 163,99

COSTA RICA 134,75COLOMBIA 110,17PER 107,70

BOLIVIA 104,81EL SALVADOR 97,73GUATEMALA 95,11

REP. DOMINICANA 88,34HONDURAS 85,45NICARAGUA 62,39

Fuente: http://www.nationmaster.com (2004).

Siendo la media de 392,03 aparatos de TV por cada mil habitantes, en los prime-

ros cien pases del mundo es posible percibir que la ubicacin relativa de los pases deAmrica Latina es baja. Slo cinco pases se encuentran ubicados entre los primeroscien y son Mxico (lugar 85), Cuba (89), Argentina (95), Chile (96) y Brasil (97). Porlo dems, la radio es un medio mucho ms extendido alcanzando las poblaciones rura-les ms apartadas. Por lo mismo, ciertas iglesias misioneras y evangelizadoras, as comola Iglesia Catlica y algunas protestantes histricas, han ampliado considerablementesu presencia y uso de la radio.

La influencia de Internet y de los nuevos medios de comunicacin e informacin engeneral no slo constituye otra herramienta de penetracin religiosa desde las iglesiassino que, adems, posibilita la transmisin de una cantidad de mensajes, narraciones,




mitos, creencias e imgenes desde innumerables pginas web cuya localizacin ya norequiere estar en el mismo pas de Amrica Latina. Es importante anotar que el acce-so a computadores personales se ha incrementado considerablemente estos ltimos aos(ver Tabla V).

TABLA VORDENADORES PERSONALES PER CPITA (2004)

N. EN RANKING 100 PASES PAS PC X 1.000 HABS.36 Costa Rica 154,00

54 Uruguay 102,5357 Chile 90,6467 Argentina 66,0870 Mxico 54,3374 Brasil 46,6976 Venezuela 44,6182 Per 36,9584 Colombia 36,0085 Panam 35,4693 Nicaragua 23,39

98 Ecuador 20,0599 El Salvador 18,54 Bolivia 16,30 Paraguay 11,59 Honduras 10,49 Guatemala 9,34

Fuente: http://www.nationmaster.com (2004).

Todo esto indica que, s i bien hay todava una gran masa de latinoamericanos queno tiene acceso a la globalizacin en sus nuevas tecnologas, al menos hay segmentossignificativos de ellos crecientemente de clase media que s estn en condiciones deinteractuar en y con la sociedad red. De acuerdo a los estudios, son los jvenes los

que ms emplean estos medios.Hoy, los medios de comunicacin estn en su mayor parte en manos privadas, algu-

nos que fueron del Estado han sido privatizados y/o se deben ajustar a las leyes de mer-cado comunicativo y a sus leyes de rating. Esto genera una presin hacia los medios:se incrementan los programas comerciales y se reducen los programas culturales (entreellos, los que hablan de filosofa y religin).

De hecho, la televisin tiende a trivializar una cantidad de temas de fondo. Pero, sibien la televisin trivializa lo sagrado tambin lo reinventa sobre la base de una defini-cin ms amplia de cultura y religin; no como orientaciones doctrinales o intelectua-les, sino como complejos de prcticas simblico-expresivas, afectivas y comprehensivas,


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nuevos movimientos religiosos que en la sociedad del siglo XX no existan o tenan unavida circunscrita a un nmero nfimo de seguidores.

III.3. Las transformaciones del campo educacional y el pluralismo cultural

Desde la dcada de 1980 (y con ms vigor en la dcada de 1990), las reformas edu-cativas han estado transformando los sistemas educativos en Amrica Latina (Rama,

1994; Rodrguez, 2001). El Estado contina apareciendo como un garante del bene-ficio del servicio educativo pero la puerta est abierta para la intervencin del sectorprivado. Ahora, las organizaciones empresariales se estn comprometiendo parcialmentecon la financiacin, la administracin y la promocin de escuelas privadas dado su inte-rs en la calificacin de mano de obra. El resultado es que el campo educativo priva-do ha dejado de ser el cuasimonopolio catlico que fuera desde siempre (ver Tabla VI).

TABLA VI

CRECIMIENTO DE ESTABLECIMIENTOS BSICOS Y MEDIOS, BRASIL (1995-2000)

CATLICOS PARTICULARES ESTATALES1995 1.000 5.000 33.0002000 800 4.500 40.000

Fuente: RICCI (2003).

Bajo las polticas de reforma educativa implementadas a contar de la dcada de 1990,en la mayora de los pases latinoamericanos el peso de la educacin privada se incre-ment (ver Tabla VII).

TABLA VIIAMRICA LATINA Y EL CARIBE. MATRCULA PRIVADA (PORCENTAJE RESPECTO AL TOTAL)

EDUCACIN PREESCOLAR EDUCACIN PRIMARIA EDUCACIN SECUNDARIA1980 1992 1980 1992 1980 199239,9 35,8 13,8 18,4 28,7 30,3

Fuente: UNESCO (1995) y WORLD BANK (1993).

En el mbito de la educacin superior, la oferta de programas educativos en las ins-tituciones particulares se ha expandido notablemente contribuyendo con ello a la for-macin profesional de los latinoamericanos, pero diversificando ciertamente la ofertaeducativa superior. En el caso mexicano, por ejemplo, la participacin de estudiantesinscritos a nivel de licenciatura en instituciones de educacin particular pas del 17%en 1990 al 30,6% en el ao 2001 (SEP, 2003). Como es sabido, este crecimiento ha sidoheterogneo y ha habido crisis que han afectado a los sistemas educativos, pero todoello no ha impedido el progreso educativo general.




es posible comprender cmo los medios masivos hoy reproducen o estimulan conteni-dos religiosos, mgicos o espirituales.

En Amrica Latina, por otra parte, el mundo del deporte y el de la prensa ama-rilla y sensacionalista, si bien no constituyen amenazas a la hegemona de las religio-nes instituidas, s pueden ser funcionales para alimentar creencias heterodoxas. Enotras palabras, hay una influencia relevante de los medios de comunicacin de hoy ysta se refiere al incremento del pluralismo cultural. No obstante la aparente homo-geneidad de la cultura de consumo global, ningn s istema de informacin y de comu-

nicacin global puede erradicar la creatividad. Al contrario, la globalizacin en susparadojas parece estar fomentando la nueva diversidad cultural. Y ello resulta vli-do tambin en relacin al estmulo de la creatividad simblico-religiosa de las masas:nuevos relatos religiosos, espirituales, mgicos, cuasirreligiosos y supersticiosos, sereproducen sin cesar.

Enfrentando la penetracin de la televisin masiva, las iglesias han intentado ase-gurar su presencia en los medios. La Iglesia Catlica tiene varios canales de televi-sin en muchos pases (en formato abierto o por cable). Algunos pertenecen a lasuniversidades catlicas; otros a congregaciones religiosas o a sus instituciones aso-ciadas. Se han desarrollado tambin los canales de televisin de varias iglesias trans-mitidos por el cable. Dado que las iglesias evanglicas no tienen prcticamentetelevisin abierta (quizs con la excepcin de Brasil) su presencia es importante pormedio de programas especiales, generalmente de prdica y de servicios religiosos(incluso tele-evangelistas), difundidos por la televisin abierta o por el cable. Los gru-pos catlicos tambin han hecho la misma cosa para asegurar la presencia en cana-les pblicos donde transmiten misas y programas especiales. Tambin es importantemencionar a los canales de televisin de tipo religioso e internacionales que se trans-miten por el cable tales como EWNTV y Claravisin.

Una situacin diferente se encuentra en la radio. Las radios orientadas religiosa-mente de alcance regional o nacional proliferan en AM o FM. Ellas pertenecen a las igle-sias, a las congregaciones catlicas o bien a diversos grupos y congregaciones evanglicas.Las iglesias generadas por el tele-evangelismo, con sus congregaciones virtuales, hanvenido a constituir una suerte de Iglesia paralela a las comunidades clsicas. Se tratade un fenmeno que es producto de un movimiento paraeclesistico construido sobremegaeventos y los movimientos misioneros transnacionales. Estamos as ante una

forma de desterritorializacin de las iglesias, en tanto ellas se abren a los cdigos dela cultura de masas.Es en la revitalizacin de las religiones carismticas y en los cultos masivos donde

se extiende el fervor colectivo que las masas latinoamericanas, desde sus condicio-nes de supervivencia precaria y amenazada, reviven el sentido del misterio y de lo tras-cendente. Pero la influencia de las iglesias por los medios est en duda. Ello bsicamentepor tres razones principales: a) los agentes religiosos no estn adaptados a los mtodoscomunicacionales; b) est probado que los programas explcitamente religiosos no entu-siasman a las audiencias y c) no est probada su eficacia para generar conversiones.En todo caso, los medios de comunicacin social actan como caja de resonancia de





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aumentado su presencia (principalmente la catlica) pero algunas otras (principalmenteprotestantes y evanglicas) han iniciado recientemente su actividad en este dominio.

Dentro de las instituciones catlicas encontramos universidades apoyadas porel Opus Dei, los jesuitas, los salesianos, los Legionarios de Cristo Rey, los franciscanos,los dominicanos y otros grupos doctrinales e ideolgicos diversos. Muchas universi-dades han sido patrocinadas por las empresas privadas y otros grupos ideolgicos comola masonera han fundado sus propias instituciones desde la dcada de 1980. Desde elpunto de vista que interesa, se destacan tres factores relevantes que son consecuencia

de los procesos que hemos reseado en el campo educacional:a) Las deficiencias en la escolarizacin y el sistema educacional no han sido y

no sern obstculo para que la influencia de la escuela moderna, con los cdi-gos de la modernidad, vaya transformando la cultura de las nuevas genera-ciones. Esto tiene y tendr un impacto decisivo en las creencias y prcticasreligiosas dado que, sistemticamente, los estudios demuestran que el factorescolaridad tiene mayor incidencia en el cambio de creencias y actitudes haciala religin que cualquier otro factor.

b) La pluralizacin de alternativas no slo se presenta como una opcin que seubica al costado de la escuela confesional: de hecho tiende a cuestionar alpropio modelo clsico de escuela confesional mismo.

c) Finalmente, en cuanto a los contenidos y pedagogas de la educacin con-

temporneas, se debe afirmar que la orientacin encaminada a elevar la auto-noma y el protagonismo del educando conlleva una actitud crtica hacia losrelatos y discursos recibidos. Por lo que se estimula no slo la creatividad acor-de con el espritu cientfico de hoy, sino que tambin se deja un espacio parala creatividad en materia religiosa y espiritual que sin duda est impactandoa las nuevas generaciones en su toma de distancia respecto de las iglesias.

III.4. Los nuevos movimientos sociales, el movimiento indgenay el incremento del desafo intercultural

El catolicismo ya no es la religin hegemnica ni monoplica que era hasta la mitaddel siglo XX y para algunos pases hasta fines del siglo XX. Sigue siendo una Iglesia mayo-

ritaria y en la mayora de los pases todava goza de un estatuto (tcito, no legal) de pri-vilegios; pero el campo religioso latinoamericano es ahora plural y sus fronterassimblico-semnticas ya no son cerradas: hay ahora influencias cruzadas que estn modi-ficando constantemente las creencias, rituales, ticas y estticas de contenido religioso,espiritual o mgico.

En este nuevo contexto, la Iglesia Catlica tiene como contendientes en su luchapor la hegemona religiosa y moral ya no solamente a las iglesias de disidentes (comose llamaran en el siglo XIX a las protestantes), ni a la cultura liberal, anticlerical (mitaddel siglo XIX hasta el XX) y luego socialista, anarquista y marxista (inicios del siglo XXhasta dcada de 1970).







En efecto, el nivel educativo general de la poblacin latinoamericana se ha eleva-do sistemticamente durante las dos dcadas pasadas. La proporcin de analfabetismoes ahora mucho ms baja (slo 12% de la poblacin de 15 aos y ms) y la proporcinde matriculacin en los niveles primario, secundario y terciario est aumentando en todoslos pases de la regin. Como se puede observar durante los ltimos veinte aos, hahabido un claro descenso de la poblacin analfabeta mayor de quince aos en Amri-ca Latina y el Caribe segn datos de la CEPAL (1999).

TABLA VIIIAMRICA LATINA Y EL CARIBE. POBLACIN ANALFABETA MAYOR DE QUINCE AOS: 1980-2000

AO PORCENTAJE

1980 18,51985 17,91990 15,61995 13,62000 12,7

Fuente: CEPAL (1999).

La importancia de la escolarizacin queda reflejada en la Tabla IX:

TABLA IXAMRICA LATINA Y EL CARIBE. TASA BRUTA DE MATRCULA EN NIVELES PRIMARIO,

SECUNDARIO Y TERCIARIO (1980-1997)AO PRIMARIA SECUNDARIA TERCIARIA

1980 100,8 48,30 151985 102,10 50,70 16,91990 103 52,60 17,41997 112, 20 63,40 21,1

Fuente: CEPAL (1999).

En cuanto a la educacin superior, en 1950, slo un pas haba podido incorporarun 10% de la poblacin entre 19 y 22 aos; un pas al 8% y la mayora de ellos estabapor debajo del 4%. Pero ya en 1997, la proporcin media de matriculados en la ense-anza superior en Amrica Latina alcanz al 22%.

La mayora de las reformas educativas han tenido un gran impacto en el sistemaeducativo superior: las alternativas se han multiplicado con la oferta creciente de uni-versidades privadas que han complementado el sistema pblico viejo y tradicional. Laeducacin superior se ha desplazado del polo gubernamental al polo del mercadodurante las dos ltimas dcadas. Lo anterior se verifica en especial en pases como Chi-le, Colombia, Brasil y Mxico (Brunner et al., 2005: 118-119). Algunas iglesias han


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Ahora la Iglesia Catlica de Amrica Latina tiene como competencia en su luchapor la influencia en el campo religioso a las iglesias evanglicas y sobre todo a las igle-sias pentecostales y a las de origen independiente, como los mormones, adventistas ytestigos de Jehov; en el campo cultural, a las poderosas influencias de las culturas secu-lares y/o neomgicas (hermetismos, espiritismos, New Age y sincretismos diversos) yde espiritualidades sincrticas de origen cristiano pero que ya no obedecen a la influen-cia eclesial y a espiritualidades de cultos orientalistas. Todas ellas tienen una llegada mul-tiplicada por las NTIC.

Ahora Internet, el chaten muchos casos, la televisin que se instala en el living dela casa y la comunidad escolar en el vecindario, en torno a la cual gira mucha de la vidafamiliar, son los generadores de mensajes cuyo contenido valrico y tico ha escapadociertamente al control de la Iglesia (el prroco perdi irremediablemente su influenciadirecta de antao).

La autonoma de los movimientos sociales surgidos bajo el autoritarismo al ampa-ro de la Iglesia se ha manifestado poderosa en sus consecuencias en el plano religioso:con los procesos de democratizacin, la mayora de sus dirigentes se han alejado de laIglesia y se han vuelto receptivos a contenidos doctrinales liberales (como la acepta-cin del divorcio) y nuevas espiritualidades y creencias sincrticas: donde ciertos ele-mentos del catolicismo social se combinan con neoesoterismos y New Age. Igual cosaparece suceder con las bases que en una enorme proporcin, cuando se declaran cat-licos, lo hacen autodenominndose catlicos a mi manera.

La presencia creciente de los nuevos movimientos indgenas, junto a las reivindi-caciones de derechos para la mujer y las minoras tnicas (afroamericanos, inmigran-tes) y sexuales (homosexuales, lesbianas) que una cultura ambiente mucho ms abiertaestas ltimas dos dcadas ha ido legitimando son un constante desafo a la ortodoxiacatlica. Lo interesante de este nuevo escenario es que ya no estamos ante movimien-tos cuya inspiracin sea laica o irreligiosa.

Por lo mismo, los nuevos movimientos sociales se inspiran en ideologas hetero-gneas y muchos aceptan, conviven o se nutren de forma implcita de teologas (de laliberacin, feminista, ecologista, entre otras) o de espiritualidades (csmicas, ecologis-tas, holsticas, anticonsumistas, antiglobalizadoras) sin que sean bajo ningn punto movi-mientos confesionales o neoconfesionales.

Estos nuevos movimientos sociales se estn desarrollando sobre un nuevo escena-

rio marcado por una interculturalidad. La temtica intercultural hoy en Amrica Latinapuede comprenderse a la luz de varios procesos histrico-culturales, pero principalmentees el resultado del movimiento tnico y social (Bengoa, 2000; Bastida, 2001), del incre-mento de las migraciones y del pluralismo religioso creciente.

Un hecho significativo es lo que se ha llamado el despertar indgena desdefines de la dcada de 1980. Hecho que se ha dado sobre todo en los pases donde haymayor peso histrico, demogrfico y simblico de los pueblos indgenas como Gua-temala, Mxico, Bolivia, Ecuador, Per, Colombia, Chile, y zonas del Amazonas,de Amrica Central y el Caribe. Este despertar indgena ha si gnificado ciertamen-te la revalorizacin de sus propias tradiciones religiosas (Parker, 2002a) lo cual ha




venido a revitalizar un campo religioso distinto y distante de las religiones e iglesiasoficiales.

En fin, conceptos en boga como conflicto tnico, multiculturalismo, inter-culturalidad y cultura mestiza reflejan, entre otros, la contribucin de inmigrantesy grupos tnicos a la diversidad cultural de las sociedades latinoamericanas que siem-pre fueron construidas sobre relaciones interculturales (negadas), pero que otrorafueron autorrepresentadas como sociedades monoculturales: catlicas, apostlicas, roma-nas y occidentales.

IV. TRANSFORMACIONES EN EL CAMPO RELIGIOSO E INTERACCIN CON LOSCAMBIOS CULTURALES

Todas las tendencias analizadas, la influencia del mercado y la nueva economa,los medios de informacin y comunicacin, las transformaciones en el campo educa-tivo y los nuevos movimientos sociales han estado influyendo en la transformacin delcampo religioso generando las condiciones para que los fieles catlicos ya no repro-duzcan en forma tradicional sus adhesiones a la fe recibida de sus padres y busquenotras alternativas.

Las influencias de la sociedad en el declive del catolicismo no han provenido delcampo poltico2 o de los procesos histricos y las crisis de coyunturas que, peridica-

mente desde la crisis de la deuda de la dcada de 1980, han sacudido a todos los pa-ses de la regin. Lo que ha sido un factor relevante en la predisposicin al cambioreligioso en la mentalidad de las masas latinoamericanas han sido transformaciones quehan abierto modos de pensar, de actuar y de sentir: nuevas relaciones con los bienes ysus usos en un mercado que acenta brechas y genera diversidad de estilos de vida, queabre a contactos internacionales, que derriba normas morales tradicionales; mediosde comunicacin que conectan con una gama mucho ms diversa de culturas; mejo-res niveles de escolarizacin y pluralidad mayor de alternativas educativas y manifes-tacin de una sociedad pluricultural, diversa y en movimientos que reivindican derechosy esferas de la vida contrarios a las instituciones y valores tradicionales. En efecto,todas las tendencias de cambio en trminos de las corrientes culturales que hemosanalizado han interactuado con las tendencias de cambio dentro del campo religioso.Se puede anotar, sin pretender ser sistemticos ni exhaustivos, algunas:

a) La liberalizacin del comercio y la mayor movilidad de bienes, servicios y per-sonas, junto a la proliferacin de una abigarrada produccin de bienes sim-blicos, han transformado la cultura de consumo introduciendo pautas, estilosde vida, signos y mensajes diversos y plurales que favorecen el pluralismo delas expresiones religiosas.

2. Este apartado est basado en el aporte efectuado por el autor a Fernando Henrique Cardo-so para la preparacin del informe que present a la XIII Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz de laSierra, en octubre de 2003.


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b) La economa de la informacin y la cultura digital han estado ampliando lagama de oportunidades de interactuar y comunicar signos, smbolos y esti-los ms all del control eclesistico y de los agentes religiosos especializados.Esa nueva economa aparece como funcional a una suerte de desacraliza-cin de mbitos importantes en la vida.

c) El pragmatismo, el consumismo y el individualismo han servido como fac-tor pivote para la generacin de reacciones contrarias que refuerzan espiri-tualidades y adhesiones religiosas que directa o indirectamente procuran

resistir y/o contrarrestar a la sociedad de consumo y sus consecuencias en lavida diaria de los fieles. Lo cual tambin ha favorecido la expansin de creen-cias neoesotricas y nuevas espiritualidades en contradiccin con las iglesiasinstituidas.

d) La ampliacin y mayor cobertura de los medios de comunicacin social hanfacilitado y, en ocasiones, estimulado la penetracin evangelizadora de dis-tintas iglesias evanglicas sobre todo hacia los medios.

e) Tambin la mayor apertura y pluralidad de los medios de comunicacin, suinteraccin con la sociedad global, han facilitado difundir nuevas formas deespiritualidad de la sociedadpost-moderna: la New Age y la penetracin enlos medios de comunicacin de corrientes esotricas.

f) La liberalizacin de la cultura: menor censura, mayor tolerancia, leyes dedivorcio, mayor presencia del feminismo, entre otros, han posibilitado lamayor aceptacin de mensajes, creencias y rituales heterodoxos y una cier-ta desconfianza hacia las instituciones eclesisticas, lo que ha incrementadolas creencias a mi manera.

g) Las reformas educativas, la pluralizacin y privatizacin de las escuelas hanfacilitado la penetracin de diversas confesiones y alternativas no confesio-nales en el campo educativo.

i) El incremento de las tasas de escolarizacin y el mejoramiento de la cober-tura escolar. Las reformas educativas y la modernizacin de la educacinque han modificado la mentalidad de las nuevas generaciones hacindolasms abiertas al cambio y a la diversidad, han legitimado distintas opcionesen el plano religioso y de las espiritualidades.

h) Las propias instituciones eclesisticas se han diversificado ampliando la gama

de iglesias (sobre todo pentecostales/evanglicas) y se ha reforzado la acti-vidad intra y extra misionera, con penetracin de otras instituciones religio-sas como islmicas, grupos orientalistas, entre otros.

En fin, como se ha visto, la mayor movilidad en las migraciones, junto a los nue-vos movimientos sociales, han incrementado una cultura plural donde la intercul-turalidad constituye una realidad diaria. Estos movimientos ya no son irreligiosos ysus programas son plenamente compatibles con opciones religiosas y espirituales delms variado tipo.




Estas nuevas corrientes subterrneas de las que fuesen mal apodadas supersticio-nes o neopaganismos contemporneos se extienden hacia un cuarto y a veces un ter-cio de los catlicos, incluso muchos practicantes. El debilitamiento de la hegemona dela Iglesia Catlica entonces se consuma: asediada por las iglesias evanglicas y misio-neras, socavada por la cultura de consumo y sus variantes, reducida en sus influenciasoficiales en el campo educativo, contestada por los nuevos movimientos sociales, sonahora sus propias filas que desertan. Muchos lo hacen pblicamente y se van hacia otrasiglesias o a engrosar la fila de los creyentes sin religin (ex catlicos que todava se

consideran creyentes pero no en la Iglesia).Pero ahora el catolicismo est siendo amenazado ya no desde el frente o desde elflanco: sino por sus propias bases. Ellas desertan simblicamente y en silencio: cat-lico a mi manera se declaran cuando hay confianza, para indicar que son catlicos peroque no obedecen a lazos de lealtad hacia la institucin eclesistica. En otras palabras,mientras el atesmo se bate en retirada, se incrementa la tendencia al crecimiento defieles cuyas creencias difusas slo reconocen nominalmente su adhesin al catolicismo.Mientras tanto el catolicismo popular, con toda su carga de sincretismo y heterodoxia,sigue expandindose incluso en medios educados y urbanos.

En estas expresiones religiosas se sigue el modelo cambiante de la globalizacin: estnresistindose a las autoridades jerrquicas y estn tejiendo una malla de redes, desarro-llando sus creencias y rituales en un tejido ms horizontal y descentralizado, virtual y real.Es una diversidad religiosa que contesta a las religiones instituidas y racionalizadas, pro-mueve el sincretismo, el pluralismo; las dobles afiliaciones, las interacciones entre reli-giones; las neomagias (hermetismos y misticismos mgico-rituales); los carismticos, loschamanismos tnicos y las ms variadas religiones populares y nuevas espiritualidades.

V. CONCLUSIN: PLURALISMO RELIGIOSO Y PLURALISMO POLTICO?

El nuevo panorama religioso de Amrica Latina, con las notas caractersticas decada pas y subregin, indica que hay un declive del catolicismo y con l una influenciarelativamente menor de la Iglesia Catlica. No estamos ante un continente que sehaya secularizado o que se haya vuelto protestante: estamos ante una realidad marca-da por una tendencia al incremento leve pero constante del pluralismo religioso, fren-

te a una Iglesia Catlica que todava sigue siendo mayoritaria.Desde la umbanda, el candombl, la santera y el espiritismo, pasando por pare

de sufrir, el tele-evangelismo, la teologa de la prosperidad, los metodistas pentecos-tales, el padre Rossi y sus CD, la madre Anglica, y los santos populares como SaritaColonia, Romualdito, Mara Lionza, y la difunta Correa, es una diversidad religiosa quese derrocha en una manifestacin incontestable. Segn Smith (2001):

Los bienes simblicos ofrecidos para el consumo pblico hoy son ms diversos y estnms atractivamente empaquetados que nunca antes. Pero la diversidad siempre ha sidoparte del paisaje espiritual. Y las personas siempre han construido sus convicciones


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El impacto de las distintas alternativas que ofrecen las iglesias en el campo religiososobre el campo poltico no est predeterminado y ser materia de un anlisis especfi-co ver sus interrelaciones. Toda esta transformacin en el campo religioso latinoame-ricano, la menor influencia relativa del catolicismo y el mayor pluralismo, significa un

desafo para la Sociologa y la Ciencia Poltica, que deber evaluar estos cambios en tr-minos de beneficios o dificultades para la gobernabilidad y el desarrollo del sistemademocrtico.

La existencia de un pluralismo religioso creciente podra ser un buen sntoma deavance democrtico. Pero ello ser as en la medida en que las distintas corrientes efec-tivamente promuevan una actitud de tolerancia y ecumenismo y no se encierren en pos-turas integristas o fundamentalistas (como ciertamente es el peligro en algunas de ellas).

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CATOLICISMO Y POLTICA EN EL GOBIERNO

DE KIRCHNERCatholicism and politics under the Kirchner government

Fortunato MALLIMACIFacultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos [email protected]

BIBLID [1130-2887 (2005) 41, 57-76]Fecha de recepcin: julio del 2005Fecha de aceptacin y versin final: octubre del 2005

RESUMEN: Se trata de un estudio histrico y sociolgico de las mltiples relaciones entrereligin y poltica en Argentina mostrando un catolicismo que se presenta con propuestas a nivelsocial, simblico y generador de identidad nacional. Se profundiza en las nuevas tensiones entreel actual gobierno peronista de Kirchner y la institucin catlica por el control de las creencias,los cuerpos y la memoria.

Palabras clave: catolicismo, poltica, religin, identidad, Argentina.

ABSTRACT: The historical and sociological study of the relations between religion and poli-tics in Argentina reveals a Catholicism that presents itself with a project at the social and sym-bolic level, and as provider of national identity. This is accentuated in the new tensions betweenthe current Peronist government of Kirchner and the institutional Catholic church over control

of beliefs, bodies and memory.

Key words: Catholicism, politics, religion, identity, Argentina.

ISSN: 1130-2887




ANEXO IPASES SEGN NMERO DE CATLICOS

LUGAR EN EL RANKING PAS NMERO DE CATLICOS1 Brasil 147.386.0002 Mxico 92.308.9333 Filipinas 73.605.0004 Estados Unidos 63.188.000

5 Italia 57.689.0006 Francia 45.345.000

7 Espaa 39.002.0008 Colombia 38.626.0009 Polonia 34.573.00010 Argentina 33.389.00011 Per 27.372.00012 Alemania 26.694.00013 Venezuela 24.717.00014 Nigeria 16.853.00015 India 16.758.00016 Canad 13.016.00017 Ecuador 12.183.00018 Chile 11.606.00019 Uganda 10.397.00020 Tanzania 10.313.00021 Guatemala 9.551.00022 Angola 9.519.00023 Portugal 9.343.00024 Blgica 7.845.00025 Repblica Dominicana 7.667.00026 Bolivia 7.353.00027 Kenya 7.141.00028 Indonesia 6.359.00029 Hungra 6.264.00030 Cuba 6.205.00031 Austria 5.837.00032 Paraguay 5.346.00033 Honduras 5.334.00034 Australia 5.153.00035 Ucrania 5.141.00036 Nicaragua 5.019.00037 Holanda 4.984.000

38 El Salvador 4.971.00039 Reino Unido 4.669.00040 Madagascar 4.432.00041 Costa Rica 4.253.00042 Camern 4.235.00043 Corea del Sur 4.204.00044 Mozambique 4.187.00045 Burundi 4.084.00046 Irlanda 4.063.00047 Repblica Checa 4.002.00048 Ruanda 3.865.00049 Sudn 3.833.000

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