América Latina Refelxiones Críticas

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Won-Ho Kim: profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros, director gerente del Consejo Coreano para América Latina y el Caribe y pre- sidente del Consejo de Estudios Latinoamericanos de Asia y Oceanía. Palabras claves: globalización, modelo de desarrollo, integración, Asia del Este, América Latina. Nota: la investigación reflejada en este artículo contó con el apoyo del Fondo de Investigación 2007 de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros. Traducción de Verónica Mastronardi. La ver- sión original de este artículo en inglés puede consultarse en <www.nuso.org>. América Latina en el siglo XXI Reflexiones críticas desde Asia del Este WON-HO KIM Durante los 60 y 70, América Latina era considerada en Asia como una región de la cual se podía aprender. En los últimos años, sin embargo, los países de Asia del Este han logrado aventajar a los latinoamericanos en casi todas las áreas. Las razones hay que buscarlas en el modelo de desarrollo impulsado en Asia, que cambió a tiempo del crecimiento centrado en el mercado interno al crecimiento orientado a las exportaciones, pero también en la inversión en recursos humanos y en una estrategia internacional que priorizó la integración funcional sobre la retórica. El reciente incremento del precio de las materias primas y los altos índices de crecimiento registrados en América Latina han creado una nueva oportunidad para la región, que tal vez sea la última en mucho tiempo. D urante los 60 y 70, América Latina todavía era considerada en Asia co- mo una región de la cual se podía aprender. Sus abundantes recursos na- turales, su tradición occidental e incluso sus relaciones con Estados Unidos eran envidiadas por las nuevas repúblicas asiáticas, que acababan de salir del régimen colonial y que aún hoy padecen una crisis interna respecto de su identidad. Para Asia, que necesitaba con urgencia establecer vínculos con Este artículo es copia fiel del publicado en la revista NUEVA SOCIEDAD N o 214, marzo-abril de 2008, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.

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América Latina Refelxiones Críticas

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  • Won-Ho Kim: profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Hankuk deEstudios Extranjeros, director gerente del Consejo Coreano para Amrica Latina y el Caribe y pre-sidente del Consejo de Estudios Latinoamericanos de Asia y Oceana. Palabras claves: globalizacin, modelo de desarrollo, integracin, Asia del Este, Amrica Latina.Nota: la investigacin reflejada en este artculo cont con el apoyo del Fondo de Investigacin 2007de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros. Traduccin de Vernica Mastronardi. La ver-sin original de este artculo en ingls puede consultarse en .

    Amrica Latina en el siglo XXIReflexiones crticas

    desde Asia del Este

    WON-HO KIM

    Durante los 60 y 70, Amrica Latina era

    considerada en Asia como una regin de

    la cual se poda aprender. En los ltimos

    aos, sin embargo, los pases de Asia

    del Este han logrado aventajar a los

    latinoamericanos en casi todas las reas.

    Las razones hay que buscarlas en el

    modelo de desarrollo impulsado en Asia,

    que cambi a tiempo del crecimiento

    centrado en el mercado interno al

    crecimiento orientado a las exportaciones,

    pero tambin en la inversin en recursos

    humanos y en una estrategia internacional

    que prioriz la integracin funcional

    sobre la retrica. El reciente incremento

    del precio de las materias primas y los

    altos ndices de crecimiento registrados

    en Amrica Latina han creado una nueva

    oportunidad para la regin, que tal vez

    sea la ltima en mucho tiempo.

    Durante los 60 y 70, Amrica Latina todava era considerada en Asia co-mo una regin de la cual se poda aprender. Sus abundantes recursos na-turales, su tradicin occidental e incluso sus relaciones con Estados Unidoseran envidiadas por las nuevas repblicas asiticas, que acababan de salir delrgimen colonial y que an hoy padecen una crisis interna respecto de suidentidad. Para Asia, que necesitaba con urgencia establecer vnculos con

    Este artculo es copia fiel del publicado en la revista NUEVA SOCIEDAD No 214, marzo-abril de 2008, ISSN: 0251-3552, .

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    los pases polticamente ms influyentes y con las economas ms grandes delmundo, el hemisferio occidental estaba lleno de promesas y posibilidades.

    Sin embargo, a comienzos del siglo XXI el eje de los asuntos mundiales se es-t desplazando hacia Asia, cuyos logros gozan de reconocimiento global, co-mo parte de una transicin de la era del Atlntico a la era del Pacfico y, lti-mamente, a la era asitica. Los factores claves para explicar este cambio sonel fin de la Guerra Fra, en el campo poltico, y el proceso de globalizacin, enel econmico. En este nuevo contexto, los capitales internacionales llegaron alos mercados asiticos como inversiones productivas y tambin como inver-siones de cartera, lo cual gener consecuencias econmicas importantes: eldescenso de los precios de muchos productos debido a la competencia deAsia afect los negocios en otras partes del mundo subdesarrollado y con-tribuy fatalmente al aumento de los desequilibrios globales1. Luego, la cre-ciente demanda asitica de recursos naturales produjo la suba de algunosprecios, lo que afect positivamente a los pases ricos en materia de recur-sos naturales y negativamente a los que carecen de ellos. En los ltimosaos, la economa mundial parece acercarse al riesgo de estanflacin (rece-sin con inflacin) debido a los ajustes macroeconmicos de China, la actualsuba de los precios de los commodities y la depreciacin del dlar2. Pero es-to no debera preocuparnos. Si China pierde su lugar como la gran fbricadel mundo, siempre habr otras Chinas provenientes de Asia, como la India,Vietnam o Indonesia.

    Y Amrica Latina, cul es su lugar en este siglo globalizado? Qu caminodebera seguir? Estas preguntas se relacionan con otras, muy frecuentes en losmbitos acadmicos y tambin entre el comn de la gente: dnde se encon-traba Amrica Latina en la segunda mitad del siglo XX? Por qu Asia logrsuperarla en trminos de desarrollo econmico y social, pese a la abundanciade recursos que existe en Amrica Latina, su situacin de paz e incluso su pro-ximidad geogrfica al mayor mercado del mundo?

    En un intento por proponer una estrategia para Amrica Latina, este artculoexaminar, en primer lugar, los diferentes caminos seguidos por cada regindurante el siglo XX. Ms tarde se analizar la estrategia promovida por Asiaen la actual etapa de globalizacin. A continuacin, se formular una crtica

    1. Para un debate sobre los desequilibrios globales, v. Joost Teunissen y Age Akkerman (eds.): Glo-bal Imbalances and the US Debt Problem: Should Developing Countries Support the US Dollar?, Fondad,La Haya, 2006.2. Costs Rising, China to Export Inflation en International Herald Tribune, 1/2/2008.

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    al modelo de desarrollo latinoamericano desde una perspectiva comparativa,junto con algunas sugerencias acerca de la estrategia que podra seguir la re-gin. Aunque en muchos casos es injusto hacer generalizaciones, la idea esconcentrarse en las tendencias generales y asumir que las sugerencias quese incluyen aqu constituyen una perspectiva crtica formulada desde Asiadel Este.

    El camino asitico

    Asia del Este es la regin del mundo que ms se ha beneficiado del crecimien-to del comercio y la extensin de la globalizacin. Esto tiene varias explica-

    ciones. En primer lugar, el desarrolloasitico fue de naturaleza cooperativa.Japn recuper las bases (fundamen-tals) de su economa al poco tiempo deconcluida la Segunda Guerra Mundial,principalmente gracias a la asistenciaestratgica de EEUU durante la Guerrade Corea (1950-1953). Ms tarde, en

    los 60, los cuatro tigres asiticos (Corea del Sur, Taiwn, Singapur y HongKong) adoptaron una estrategia de industrializacin por sustitucin de im-portaciones, similar a la seguida por Amrica Latina, con la diferencia deque en los 70 se combin con una estrategia de industrializacin orienta-da hacia las exportaciones, con lo cual los pases asiticos lograron ciertaautonoma respecto de los grupos de presin internos. El xito de Japn ylos cuatro tigres se vincul luego, por medio del flujo de capitales, a lasnuevas regiones asiticas emergentes: el sudeste de Asia y China. As, elconcepto de Asia del Este, que incluye el noroeste y el sudeste asiticos, esresultado de una nocin de integracin regional surgida a comienzos delsiglo XXI. En otras palabras, la integracin regional lleg despus del desa-rrollo de cada pas y de la divisin regional del trabajo verificada en laprctica, no antes.

    En segundo lugar, el modelo de Asia del Este parte en buena medida del reco-nocimiento de la existencia de una crisis, en combinacin con un fuerte sen-timiento nacional y un firme liderazgo poltico. Las rivalidades histricas,la Guerra Fra y las tensiones regionales motivaron a los pases asiticos acompetir y superarse entre s. En general, el Estado estaba en manos defuncionarios profesionales reclutados mediante mtodos competitivos,que lograron que la administracin pblica funcionara con eficacia y cierta

    Asia del Este es la regin

    del mundo que ms se

    ha beneficiado del crecimiento

    del comercio y la extensin

    de la globalizacin

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    autonoma3. Aunque el modelo asitico promovi el desarrollo desde el Es-tado, a diferencia del modelo latinoamericano impuls la expansin del sec-tor privado como un segundo pilar para lograr el crecimiento.

    En tercer lugar, el sector privado se atrevi a correr riesgos para desarrollar laindustria nacional. Pese a estar protegido por el Estado, nunca cont con unapoyo garantizado. Las empresas tuvieron que competir con otras, nacionalesaunque no internacionales, desde una etapa muy temprana, y ninguna logrmonopolizar el mercado, pues el Estado nunca lo permiti. Y en una segundaetapa, cuando el Estado promovi la industrializacin orientada a las expor-taciones y brind asistencia tcnica a las empresas al tiempo que liberalizabael mercado, el sector privado respondi con acciones agresivas de promocinde las exportaciones y riesgosas inversiones en el extranjero, condiciones ne-cesarias para sobrevivir en un contexto de liberalizacin.

    En cuarto lugar, a diferencia de Amrica Latina, que se apoy en los recursosnaturales, Asia del Este ha hecho de sus recursos humanos el factor clave deproduccin, gracias a una poltica incentivada en gran medida por la tradi-cin confuciana de valorar la educacin superior y la movilidad social as-cendente, que impuls a los padres a hacer todo lo posible para que sus hi-jos tuvieran una mejor educacin en un contexto sumamente competitivo.Al mismo tiempo, se realizaron inversiones en investigacin y desarrolloque permitieron introducir nuevas tecnologas, como resultado tanto de po-lticas estatales como de iniciativas de las empresas privadas, que implemen-taron programas de capacitacin y recapacitacin e invirtieron agresivamentepara mantener la competitividad.

    Pero este proceso de desarrollo econmico y social no fue acompaado por undesarrollo poltico equivalente. El amiguismo y el favoritismo, junto con lacreacin de esta nueva clase empresarial, acompaaron las historias de xitosy fracasos empresariales. La crisis financiera de 1997-1998 revel el lado oscu-ro del modelo asitico, pero no logr derribar las economas reales ni acabcon las bases del modelo econmico. Todava hoy se mantienen el modelode desarrollo exgeno4, el profesionalismo del Estado y el fuerte sentimiento

    3. Lo que Peter Evans llam autonoma enraizada (embedded autonomy), en referencia a la parti-cipacin exitosa del Estado en la transformacin industrial. Ver P. Evans: Embedded Autonomy:States and Industrial Transformation, Princeton University Press, Princeton, 1995.4. El Financial Times, en su artculo Wrong Lessons from Asias Crisis: The Events of a Decade Ago Lefta Troubling Legacy, del 2/7/2007, interpreta errneamente la consistencia de la poltica de las nacio-nes asiticas en su estrategia de desarrollo orientado a las exportaciones luego de la crisis financiera.

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    nacional. Las iniciativas del sector privado siguen siendo agresivas y los re-cursos humanos y la competitividad nacional siguen siendo importantes. Pe-ro adems los pases de Asia aprendieron de la crisis y reconocieron que unademocracia slida y una sociedad civil activa, junto con una buena adminis-tracin de las corporaciones empresarias y la desregulacin, son elementostan valiosos como la macroeconoma para que el modelo funcione.

    La estrategia de Asia en el siglo XXI

    El mundo globalizado, producto de los grandes cambios polticos y econmi-cos de la ltima dcada del siglo XX, conlleva muchos riesgos desestabiliza-dores. En el orden econmico, se profundizan los desequilibrios entre las eco-nomas de exportacin y las de importacin. La competencia mundial entrepases con diferentes dotaciones de recursos, sin que existan reglas justas pa-ra todos, acenta las diferencias entre el mundo desarrollado y el subdesarro-llado, entre ricos y pobres, entre trabajadores calificados y no calificados. Lacarrera para asegurarse recursos naturales desestabiliza el sistema econmi-co internacional. En el orden poltico, el actual sistema, multipolar o unipo-lar, de corta vida, quiz sea reemplazado por un mundo apolar5.

    Segn una antigua creencia asitica, los peligros y las oportunidades consti-tuyen dos caras de la misma moneda, y la globalizacin no debera ser unaexcepcin. Por eso, la estrategia asitica para el siglo XXI debera aprender delas experiencias de la ltima mitad del siglo pasado, de modo de conservarlas virtudes y evitar los efectos negativos. Y en este contexto, si se introducealgo nuevo, ser la integracin regional. Las economas asiticas han desarro-llado silenciosamente su interdependencia o integracin regional. En un pri-mer momento, la divisin regional del trabajo otorg a China el rol de provee-dor de tierra y mano de obra; Japn, Corea y Taiwn se encargaban del capitaly la fabricacin de partes sofisticadas, el resto de la regin provea otras par-tes y componentes, y el proceso final de produccin se llevaba a cabo enChina. Hoy, la tierra y la mano de obra se concentran en el Sudeste asitico,en pases como Vietnam e Indonesia, y en el sur de Asia, sobre todo en la In-dia. China se ha actualizado tecnolgicamente, por lo que puede fabricarpiezas ms sofisticadas, y tambin funciona como proveedora de capital.Por eso, aunque la integracin poltica y econmica de Asia est muy lejosde los niveles de institucionalizacin alcanzados por los pases europeos y

    5. H.D.S. Greenway: An Asian Century? en International Herald Tribune, 30/1/2008.

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    Nueva Sociedad / Alejandro Agdamus 2008

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    latinoamericanos, la integracin funcional s ha madurado. Es cuestin detiempo para que se formalicen los acuerdos que ya existen de facto.

    En cuanto a la integracin con las economas y los bloques extrarregionales,se trata de un desafo que en Asia es percibido como paralelo a los avances en laintegracin intrarregional, sin prioridad para ninguno de los dos procesos. Lasnegociaciones individuales de tratados de libre comercio (TLC) por parte dediferentes pases asiticos con EEUU, la Unin Europea y algunas nacionesde Amrica Latina son un buen ejemplo de los vnculos construidos fuera de laregin, como as tambin las iniciativas de integracin interregional, como la Coo-peracin Econmica Asia-Pacfico (APEC), que articula a 21 pases, o el EncuentroAsia-Europa (ASEM). Aunque estos proyectos an tienen mucho camino por re-correr, el compromiso de construir una integracin amplia se mantiene firme.

    Sin embargo, pese a estos esfuerzos de integracin regional, la mayora de lospases asiticos no est de acuerdo con la idea de formar su propio bloque.Pero muchos s apoyan la idea de que en el futuro existirn tres grandes blo-ques econmicos: el europeo, el americano y el asitico6. En ese sentido, no escasual el movimiento hacia una profundizacin del regionalismo en Asia delEste, representado por la reciente Cumbre de Asia del Este, en la cual partici-pan los 10 miembros de la Asociacin de Naciones del Sudeste Asitico(Asean)7, junto con China, Japn y Corea. Esta iniciativa parecera seguir elrumbo del abandonado Grupo Econmico de Asia del Este (EAEG), propuestoen 1990 por el entonces primer ministro de Malasia, Mahathir bin Mohamad.Sin embargo, ms all de esos intentos, an no se ha logrado un consenso nise han establecido los compromisos necesarios entre una cantidad suficientede pases como para formar un bloque asitico nico.

    Amrica Latina y Asia: caminos diferentes

    En contraste con Asia, durante la segunda mitad del siglo XX Amrica Latinaha perdido peso econmico y comercial y ha visto tambin debilitarse su in-fluencia poltica. La crisis de la deuda de los 80 y el cambio de modelo de de-sarrollo produjeron gobiernos desintegrados y sociedades divididas. En ge-neral, los pases fueron demasiado cautos y no se comprometieron con unatransformacin real a pesar de algunas iniciativas reformistas audaces, por lo

    6. Entre otros, v. Fred Bergsten: Towards a Tripartite World en The Economist, 13/7/2000. All semenciona el advenimiento de un regionalismo asitico como el cambio ms drstico del sistemacomercial mundial para este siglo. 7. Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Myanmar y Camboya.

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    que la regin no logr explotar lo suficiente su potencial de crecimiento ni ex-plorar seriamente las ventajas cooperativas que brinda la integracin. Amri-ca Latina podra haber crecido a una tasa dos o tres veces ms alta si hubieraconstruido una economa de escala por medio de la liberalizacin y la inte-gracin. Y aunque hubo muchas excusas, sociales, polticas, histricas, eco-nmicas e internacionales, la explicacin radica en una actitud negligenteque deriv en un fracaso evidente.

    El enfoque comparativo ayuda a aclarar los motivos de esta situacin. En pri-mer lugar, los lderes latinoamericanos no fueron capaces de integrar a la socie-dad y unirla detrs de una nueva visin de nacin. En lugar de una nacin uni-ficada por una fuerza slida, solo hubo facciones y fragmentacin. Al mismotiempo, no se hicieron esfuerzos serios por superar el dualismo social. En cam-bio, muchos polticos e intelectuales se concentraron en la falacia del capita-lismo e intentaron construir un Estado de Bienestar al estilo europeo, cuandoen realidad sus pases todava no haban alcanzado el nivel de desarrollo su-ficiente para hacer posible ese deseo. En otras palabras, no reconocieron la im-portante funcin y la responsabili-dad del Estado en la creacin de lainfraestructura esencial para lograrel desarrollo.

    En segundo lugar, se hicieron pocosesfuerzos para educar a la poblacin.La educacin bsica es la mejor in-fraestructura social para lograr el de-sarrollo sostenible y la integracin deuna nacin, pero las estadsticas mues-tran que muchos pases de Amrica Latina invierten ms en educacin superiorque en educacin inicial. Esto implica que, en la mayora de los casos, las polti-cas educativas no apuntan a generar una movilidad social ascendente, lo cualprofundiza el dualismo de la sociedad y el sentimiento de desconfianza en-tre las diferentes clases sociales. Sea cual fuere la causa (la dotacin de factores8

    o las tradiciones sociales), lo cierto es que la falta de inversin en educacinbsica limita el potencial de desarrollo de Amrica Latina.

    8. Thorvaldur Gylfason sostiene que los gobiernos de los pases con abundantes recursos natura-les tienden a confiarse e ignoran la necesidad de mejorar la educacin. Se concentran en exportarrecursos que solo requieren mano de obra de baja calificacin y luego se concentran en industriasbasadas en esos recursos. As, el crculo vicioso contina. T. Gylfason: Natural Resources, Educa-tion and Economic Development en European Economic Review vol. 45 No 4-6, 2001, pp. 847-859.

    La educacin bsica es la mejor

    infraestructura social para

    lograr el desarrollo sostenible

    y la integracin de una nacin,

    pero muchos pases

    de Amrica Latina invierten

    ms en educacin superior que

    en educacin inicial

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    En tercer lugar, el sector privado ha enfrentado el reto de la globalizacin conuna actitud pasiva, sin correr grandes riesgos. Aunque existen algunas com-paas transnacionales latinoamericanas (las multilatinas), en general lasempresas de la regin tienden a protegerse y se limitan a conservar sus mer-cados actuales. La idea de invertir para competir con un rival y vencerlo yla lucha por entrar en nuevos mercados son extraas para la mayora deellas. Aunque hay mltiples causas, la naturaleza subdesarrollada del mun-do empresarial latinoamericano se remonta al legado del proteccionismoimperante durante la prolongada poca de industrializacin por sustitucinde importaciones y, ms atrs en el tiempo, a la tradicin mercantilista feudalde los antiguos imperios de Espaa y Portugal9.

    Finalmente, respecto de la integracin regional, se ha priorizado la retricasobre la integracin funcional. Se enfatiz excesivamente la importancia de laafinidad histrica y cultural entre los pases latinoamericanos, sin siquiera te-ner un plan establecido para la divisin regional del trabajo. En este contex-to, la integracin regional se abord como un objetivo poltico y no como unarealidad econmica. Por eso, pese a que las iniciativas de integracin tienenuna larga historia en Amrica Latina, su alcance real es limitado. La recientecreacin del Banco del Sur es buen ejemplo, pues es resultado de un plan de-finido en trminos aislacionistas e ideolgicos10. En Asia, en cambio, luego dela crisis financiera de 1997-1998 se propuso crear un Fondo Monetario Asiti-co, pero como una institucin complementaria, no independiente, del FondoMonetario Internacional (FMI). La integracin regional debera facilitar unamejor insercin en la globalizacin, no intentar sustituirla.

    Una ltima oportunidad para Amrica Latina

    En los ltimos aos, gracias al aumento de la demanda internacional y el in-cremento de los precios de los commodities, la mayora de las economas deAmrica Latina experiment un crecimiento sin precedentes. Los signos po-sitivos incluyen el actual y creciente supervit de cuenta corriente y el in-cremento de las reservas internacionales, el crecimiento econmico constan-te, junto con tasas de inflacin estables y la reduccin del peso de la deudacomo proporcin del PIB. Pero el crecimiento no es eterno. Ms all de la pros-peridad actual, Amrica Latina debera tener en cuenta la posibilidad de que

    9. Jos Luis Cordeiro: El desafo latinoamericano, 2a ed., McGraw-Hill, Caracas, 2007, p. 251.10. South America Launches Banco del Sur en Financial Times, 11/12/2007; Chvez UrgesWithdrawal of International Reserves from US en International Herald Tribune, 27/1/2008.

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    se produzcan crisis en el futuro, pues la historia ensea que en cualquier mo-mento los equilibrios globales pueden dar paso a nuevos balances, imponien-do nuevos desafos en el frente financiero y comercial.

    Esta puede ser la ltima oportunidad para los pases de Amrica Latina, porlo que es necesario que la aprovechen para las prximas dcadas. La globa-lizacin exige una accin poltica creativa11 y, en ese sentido, ninguna na-cin puede desconocer el sistema de mercado, ni ignorar las corrientes glo-bales de cambio, el nacimiento de nuevas culturas y sistemas de valores. Laestrategia poltica de cada pas debera tener en cuenta las dinmicas de laglobalizacin, pues el costo de no hacerlo es enorme. La ventaja es que el ac-tual crecimiento genera ms posibilidades que nunca para implementarprogramas, por ms costosos que sean, para garantizar el desarrollo soste-nible. Pero para ello los lderes polticos deberan invertir mirando al futu-ro y ser capaces de movilizar a la nacin sobre la base de una visin comnde desarrollo, destinar ms recursos a la educacin bsica y la investiga-cin, implementar polticas de competitividad, tanto en el mbito estatalcomo en el privado, realizar inversiones en infraestructura y en infraestruc-tura social y desarrollar la sociedad civil como un segundo agente de la go-bernabilidad.

    La integracin regional no es suficientepara la prosperidad de los pases deAmrica Latina. Debe ser un espacio pa-ra que cada participante explote al mxi-mo sus posibilidades, pero para ello laintegracin funcional debera preceder a laretrica, y esto solo puede lograrse a tra-vs de la mejora de la infraestructura re-gional y los programas de vinculacinempresarial. Por otro lado, la idea de quees necesario consolidar la integracin re-gional primero para recin despus avanzar en la extrarregional quizs noresponda a los intereses reales de todos los pases de Amrica Latina. Algunos deellos sostienen que es necesario fortalecer el bloque regional para ganar po-der de negociacin internacional. Muchos otros, en cambio, ya han firmadoacuerdos con naciones ubicadas fuera de la regin.

    11. Geoff Eley: Forging Democracy: The History of the Left in Europe 1850-2000, Oxford UniversityPress, Nueva York, 2002.

    La idea de que es necesario

    consolidar la integracin

    regional primero para recin

    despus avanzar en

    la extrarregional quizs

    no responda a los intereses

    reales de todos los pases

    de Amrica Latina

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    En cualquier caso, Amrica Latina no debe dejar pasar la oportunidad de par-ticipar en la integracin extrarregional, para lo cual es necesario acelerar elproceso de creacin de un rea de libre comercio de las Amricas. Cada vezms, las economas de Asia y Oceana consiguen un mejor acceso al mercadoestadounidense que las economas de Amrica Latina, pero esto podra cam-biar. Como la mitad de las economas latinoamericanas ya ha firmado acuer-dos bilaterales de libre comercio con EEUU, no parecen quedar muchas razo-nes para demorar este proceso. Las exportaciones de Amrica Latina haciaEEUU ascienden a 50% del total, mientras que las exportaciones latinoamerica-nas que se dirigen al interior de la regin apenas llegan a 16%. Con estos da-tos a la vista, parece injustificado demorar la integracin con EEUU.

    Por qu contemplar esta posibilidad a la que todo el mundo le teme? EnAmrica Latina todava se ve a EEUU como un pas imperialista, pero habraque subrayar la erosin que en los ltimos aos ha comenzado a experimen-tar su poder12 e intentar comprender la naturaleza de la interdependenciaeconmica del mundo globalizado, donde el bienestar de una nacin depen-de del bienestar de otras. Amrica Latina necesita a EEUU, no como lder, sinocomo mercado para sus productos que debe ser conquistado antes de que lohagan otros. Si los subsidios para la agricultura de los pases desarrolladosson el obstculo real para una mayor integracin comercial, y si es imposiblellegar a un acuerdo, las negociaciones de Amrica Latina con el resto delmundo, por ejemplo con Asia, deberan apuntar a diversificar sus estructurascomerciales y explorar nuevos mercados, para luego encarar estratgicamen-te las negociaciones estancadas con los pases desarrollados, como ya lo hanhecho individualmente algunos pases sabios de la regin.

    12. El deterioro del poder estadounidense es tema recurrente de debate en el Foro de Davos. V.t.American Power: Whos Hiding Under Our Umbrella en International Herald Tribune, 31/1/2008.