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Un nuevo tipo de lupino, más nutritivo y conprecios más competitivos, nace para reemplazar

la soja en la industria de alimentos. Marina Parisi

Adiós soja, llega elsúper lupino

L

a escasez de recursos

del mar impulsó a los

acuicultores a reempla-

zar la proteína animal,proveniente de la harina

y aceite de pescado –utilizada en la ali-

mentación de los salmones– por proteí-

nas vegetales. Es aquí donde la soja ha

ido ganando terreno. Pero su creciente

demanda en los mercados mundiales,

especialmente de China, ha elevado su

valor a un punto en que la acuicultura

chilena está buscando nuevas fuentes

proteicas. Y lo mismo ocurre con la

industria de alimentos para humanos

que también utiliza soja.

Haciéndose cargo de esta necesidad, y

tras siete años de investigaciones, el Centro

de Genómica Nutricional Agroacuícola

(CGNA) creó otra proteína vegetal, que

es una nueva variedad de lupino dulce:

la AluProt-CGNA. El proyecto signifi-

có una inversión de US$ 11 millones y

los planes son arribar al mercado a un

precio competitivo.

Los productores de salmón podrían

ser los primeros beneficiarios de esta

nueva proteína vegetal. “El desarrollo

de nuevos insumos agrícolas con alto

contenido proteico, como la AluProt-

CGNA, es una gran noticia para nuestra

industria, debido a que venimos traba-

 jando arduamente en la sustentabilidad

y en el reemplazo de la proteína y aceites

de origen animal (harina y aceite de

pescado) por proteína vegetal para ali-

mentar salmones y truchas”, dice Tomás

Monge, representante de Salmón Chile

de la Región de la Araucanía.

Argentina es el principal proveedor

de soja de Chile. “El problema es quela gran demanda de China por la soja

trasandina ha mermado la capacidad de

procesamiento de la proteína vegetal en

Argentina, lo que a su vez ha afectado los

envíos a Chile”, explica Pablo Leyton,

gerente técnico de Salmofood, empresa

de alimento para salmones.

Si a lo anterior sumamos las com-

plicaciones que están generando los

excesos de lluvias en zonas agrícolas de

Argentina y las escasas existencias en

Estados Unidos, el resultado es que la

harina de soja ha subido considerable-

mente de precio. Desde mayo del 2013

a marzo de este año su valor se elevó

50%, dice el ejecutivo, cotizándose en

US$ 454 los 900 kilos en la Bolsa de

Chicago. “A esta cifra”, dice Leyton,

“hay que sumar unos US$ 150 más de

una prima que también ha subido”.

En síntesis, la dependencia de la in-

dustria chilena del salmón con la harina

de soja argentina, que hoy está cara y

baja en stock, resulta riesgosa.

Pero los reparos no sólo vienen del

lado comercial, sino también desde el

punto de vista nutricional. “Si bien la

harina de soja que estamos suministrando

a los cultivos de salmones tiene un 47%

de proteínas en su formulación, lo cual

es muy bueno, también contiene com-

puestos carbohidratos no nitrogenados,

que pueden causar un efecto nocivo en

los peces”, asegura Leyton. Entre ellos,

la menor eficiencia productiva e infla-

mación en el sistema digestivo, lo que

podría conllevar a una menor absorción

de nutrientes.

Más proteicaEn contenido proteico, que en este

nuevo lupino es de 60%, también es

superior a la soja y a otras variedades

de lupino, que en promedio presentan

El clima y suelode la Región de

la Araucaníafavorecen el

cultivo delnuevo lupino.

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un 36% a 38%. “Esto lo convierte en

el grano con mayor concentración de

proteína vegetal existente en el mundo”,

dice Iván Maureira, doctor especialis-ta en análisis genómico y uno de los

desarrolladores de la variedad. Esta

característica ha sido certificada por

el laboratorio estadounidense Evonic

Degussa y el laboratorio nacional INIA

Remehue de Osorno.

Esta nueva proteína, llamada AluProt,

fue desarrollada en la Región de la Arau-

canía y está en proceso de certificación

por la autoridad sanitaria agrícola, SAG,

dice Maureira. Otro beneficio nutricional

es que tiene concentraciones más altas de

aminoácidos que la harina de soja. Esto

“avala su calidad nutricional premium

y la consolida como un alimento muy

eficiente para el sector acuícola”.

El clima y suelo de la Región de la

Araucanía favorecen su cultivo. Con

ello, se abre la posibilidad de formar un

clúster en torno a este nuevo producto,

encadenando la producción de peque-

ños y grandes agricultores, empresas

transportistas y agroindustriales, los

que podrían agregar valor al producto,

dice Monge.

da por análisis genómico, es

decir, desde sus genes hasta

su expresión en el ambiente

donde se va a producir”, dice.

En su desarrollo se aplicaron genética,

química, análisis genómico, proteómica

–que es el estudio a gran escala de las

proteínas–, procesamiento tecnológico

y agronomía del cultivo para ver su

comportamiento en diversas condicio-

nes, sin necesidad alguna de recurrir

a la transgenia, dice. Por el contrario,

un transgénico es aquel obtenido de un

organismo al cual se le han incorporado

genes de otro.

En el desarrollo de esta nueva pro-

teína colaboraron agricultores, empre-

sas, centros y universidades de países

desarrollados, especialmente en el área

de la genómica y la proteómica, dice

Salvo-Garrido.

Considerando que son cada vez más

los consumidores que están apostando

por una alimentación más saludable,

AluProt no sólo podría competir fuer-

temente con la soja importada, sino que

podría significar un importante punto

de inflexión para el sector de la salud,

hoy abrumado por la elevada incidencia

de pacientes con hipertensión arterial,

obesidad, diabetes y otras enfermedades

crónicas no transmisibles. n

Este súper lupino tam-

bién podría abastecer a la

industria avícola, porcina

y de rumiantes (bovinos y ovejas),

dice Maureira. Incluso alimentos para

mascotas y personas también pueden ser

elaborados con AluProt, atraídos por su

calidad superior a la de la soja.

De hecho, el CGNA ha desarrollado

prototipos de leche de lupino, mayone-

sas, pan con alto contenido proteico y

aislados proteicos, espumantes y espe-

santes a partir de la AluProt. “Se pueden

elaborar una serie de subproductos para

una alimentación más saludable y con

bajo nivel de colesterol”, dice Haroldo

Salvo-Garrido, director de Investigación

y Desarollo del CGNA. “Los alimentos

de origen animal poseen un elevado

índice de colesterol”, explica.

ADN virgenUn producto tan superdotado puedeoler a modificado genéticamente, vale

decir, un cultivo transgénico,

pero no lo es. Salvo-Garrido

asegura que AluProt es com-

pletamente natural. “Lo que

se ha hecho con este producto

es aplicar un mejoramiento

genético moderno, donde la

selección de plantas es asisti-

Genética,química

y análisisgenómico seaplicaron en eldesarrollo de

AluProt.

Salvo-Garrido,del CGNA,

apuesta por eluso de la nueva

proteína enalimentos más

saludables.

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