Akers 1995 Es tan importante que la vida del profesor y su forma de ver el mundo sean plenamente...
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Es tan importante que la vida del profesor y su forma de ver el mundo sean plenamente cristianos. Este
modelado es manifiesto y también sutil, porque en aquello que el profesor calla y en aquello con lo cual se
sintoniza, habla poderosamente a sus alumnos acerca de qué cosas valen la pena ser tratadas y cuáles son las
cosas que ellos deben considerar importantes.
Akers 1995.
A fin de que el maestro pueda lograr el objeto de su trabajo, debe ser una personificación viva de la verdad, un conducto vivo por medio
del cual puedan fluir la vida y la sabiduría. Una vida pura, resultado de sanos principios y hábitos correctos, debe ser considerada, por lo
tanto, como su cualidad más esencial. CM cap 3 secc l
Los hábitos y principios de un maestro deben ser considerados
como de importancia aun mayor que su preparación literaria. Si es un
cristiano sincero, sentirá la necesidad de tener igual interés en la educación
física, mental, moral y espiritual de sus alumnos. A fin de ejercer la
debida influencia, debe tener perfecto dominio de sí mismo. Su
corazón debe estar abundantemente imbuido de amor hacia sus alumnos,
y ello se notará en sus miradas, palabras y actos. Debe tener firmeza de carácter, y entonces podrá tanto amoldar la mente de sus alumnos,
como instruirlos en las ciencias.
CM cap 10, sec lll
El docente no solamente enseña por lo que dice, sino mucho más por lo
que modela. Y éste es para el docente el mayor desafío: modelar una relación salvadora con Cristo, modelar un crecimiento constante
en la dimensión intelectual, y vivir la vida de Cristo como maestro en la formación de discípulos. Además
tiene el desafío de ser un modelo en salud, disposición alegre y
temperamento equilibrado. Va lo que dijo Gaebelain (1968)"No puede
haber educación cristiana sin maestros cristianos“
Korniejczuk (2004)
Debe haber maestros abnegados, consagrados y fieles, que constreñidos por el amor de Dios y llenos de ternura, cuiden de la salud y felicidad de los alumnos,
y procuren hacerlos progresar en toda rama importante del saber. 2JT
HAY dos clases de educadores en el mundo. La una está compuesta por quienes Dios hace conductos de luz; la otra por
aquellos a los cuales Satanás usa como sus agentes, que son sabios para hacer el mal. La primera contempla el carácter de
Dios y crece en el conocimiento de Jesús. Se entrega completamente a las cosas que producen ilustración celestial, sabiduría celestial, para edificación del alma. Toda capacidad
de su naturaleza queda sometida a Dios; aun sus pensamientos son puestos en cautiverio de Cristo. La segunda está en
connivencia con el príncipe de las tinieblas, siempre alerta para hallar oportunidad de enseñar el conocimiento del mal, y que,
si se le da cabida, no tardará en penetrar en el corazón y la mente.
CM cap 3, secc 1
En la obra educativa de hoy se necesita prestar el mismo
interés personal y la misma atención al desarrollo
individual. El verdadero educador, teniendo presente lo que pueden llegar a ser sus alumnos, reconocerá el valor
del material con el cual trabaja. Sentirá interés
personal por cada alumno y tratará de desarrollar todas
sus facultades. Por imperfecto que sea, se estimulará todo
esfuerzo hecho por armonizar con los principios justos.
Ed 227, 228.
Diferentes estudios hechos sobre la realidad educativa confirman que un factor
determinante para conseguir un sistema educativo de calidad es el profesor. Si deseamos garantizar la calidad de un
sistema educativo, como es en este caso la institución universitaria, tenemos que
asegurar que el profesor sea de calidad. Una calidad que esté garantizada no sólo por su rigurosa formación académica sino también por una sólida preparación en lo
que respecta a su desempeño como docente, puesto que es la actividad que lo
caracteriza en gran medida dentro del plantel.
El docente instruye, en el significado originario del término, es decir, da una aportación fundamental a la estructuración de la
personalidad; educa, según la antigua imagen socrática, ayudando a descubrir y activar las capacidades y los dones de cada uno; forma, según la comprensión humanística, que no reduce este
término a la consecución, por lo demás necesaria, de una competencia profesional, sino que la encuadra en una construcción
sólida y en una correlación transparente de significados de vida.
JUAN PABLO II (2001)
Nuestra atención ahora se dirige a los servicios religiosos. Lo mejor es que los docentes participen
con los alumnos en los cultos. Esto sólo es posible si la escuela está convencida de que no hay educación
cristiana sin docentes cristianos. En una escuela como ésta, el cuerpo docente da la impresión de que Dios
nunca será olvidado.
Gaebelein (1992)
El desafío de la educación cristiana
La educación cristiana es para aquellos que son llamados, para aquellos quienes tienen amor y simpatía por la juventud como lo tuvo Cristo. La educación trata el material más precioso e importante del mundo: las
almas en crecimiento. Gaebelein (1992)
Lo mejor es que los docentes participen con los alumnos en
los cultos. Esto sólo es posible si la escuela está
convencida de que no hay educación cristiana sin
docentes cristianos. En una escuela como ésta, el cuerpo docente da la impresión de
que Dios nunca será olvidado.
Gaebelein (1992)
Mucho más importantes que las técnicas disciplinarias es el espíritu que está detrás de ellas. Las palabras "La letra mata,
mas el espíritu da vida" tienen un sentido muy especial en este caso.
La comprensión paciente, la voluntad a hablar, y sobre todo el tiempo dedicado a dialogar, son los elementos
esenciales de la disciplina cristiana. Los resultados algunas veces implicarán alguna acción drástica, pero aun entonces el
amor cristiano hará su trabajo restaurador y sanador.
Gaebelein (1992)
Si el manejo de cualquier escuela es esencial, con
seguridad es una obligación sagrada y
doblemente importante en la educación cristiana. Pocas cosas causan más
daño a los alumnos y a los docentes que un abismo entre los principios y las prácticas en la vida de aquellos que tienen la
autoridad.
Gaebelein (1992)
La clave para el éxito reside en la visión de la importancia de la
tarea en la captación de la obligación de llevarla a cabo. El desafío es grande, y es sólo para el docente cristiano que busca
primero la gloria de Dios. Tenemos la certeza de que el
Señor a quien servimos nunca falla y que con la ayuda del Espíritu Santo tendremos la
medida de sabiduría y fortaleza que necesitamos para hacer su
voluntad.
Gaebelein (1992)
Los docentes cristianos necesitan
investigar en qué medida el clima de
opinión se ha infiltrado en sus
propias mentes y está tiñendo su propia
enseñanza.Tratándose de
filosofía cristiana no hay medias tintas; es
todo o nada.
Gaebelein (1992)
La gran mayoría de textos están
escritos desde una perspectiva que no considera la verdad de Dios, podemos ver que incluso los docentes cristianos reflejan en alguna
medida el secularismo de
nuestra época. Gaebelein (1992)
El profesor, además de instruir a los futuros profesionales transmitiéndoles el conocimiento más avanzado de su época,
debe ser un investigador, un profesional de las ciencias pedagógicas, es decir, un educador por excelencia, quien ha de
especializarse y desarrollar sus competencias laborales en el proceso docente- educativo que no se limita a lo instructivo
sino que abarca lo educativo y capacitativo, como tres
procesos, cada uno con su propio fin pero integrados en uno solo.
Soriano (2003)
El profesor tiene un papel de importancia central. Idealmente, debería ser
tantoun cristiano adventista consagrado, como un
modelo ejemplar de las gracias
cristianas y una competencia profesional.
UNA DECLARACIÓN DE LA FILOSOFÍA ADVENTISTA DE LAEDUCACIÓN 2001
Entre los principios que debe poseer el docente para garantizar el
aprendizaje en el aula, Perdomo (2000) menciona los siguientes: Dar
la clase con amor, fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza,
templanza, conocimiento, inteligencia, temor a Dios,
aconsejando, con orden, con verdad, para la vida, en paz, con humildad,
con santidad, manifestando lo esencial, con valor, con
mansedumbre, con alegría, con poder, con honestidad, con paciencia, con diligencia, sin ego, con sabiduría.
Sin embargo todos estos principios universales se sintetizan en uno sólo: el ético; por lo cual es imposible dar una clase con ética, y excluir a uno
solo de ellos.
Un docente que “constantemente busca mayores progresos y mejores métodos. Su vida es de un crecimiento continuo. En la
obra de semejante maestro, hay una frescura, un poder vivificante que despierta e inspira a los alumnos.”; ¿es esta la
labor esencial del docente?, una de las más importantes, sembrar semillas en sus alumnos de inquietud por ser mejores
integralmente, se busca ir más allá, deservir más de una milla, de prepararse para la vida, de ser
“ambiciosos”, pero no necesariamente por los bienes económicos, sino por los que se miden con profundas
satisfacciones.
Cantú 2006
El docente se presenta como el eslabón que une al modelo educativo de la institución con
los alumnos esquien que llega en el aula hasta el corazón y la
mente de los estudiantes; de ahí la importancia y la trascendencia de la labor docente en las instituciones educativas, en
donde en gran medida, depende de la formación, capacitación y actualización, el
conocimiento pedagógico adquirido, el dominio de las materias que va a impartir y las
destrezas de comunicación y relación que desarrolle, asimismo, el dominio de las
herramientas tecnológicas en relación con la enseñanza y el aprendizaje.
Cantú 2006
La adquisición de hábitos virtuosos es un desafío que descansa
mayormente en el modelaje. El poder de la vida de un maestro
perdura más allá del tiempo que pasa con el estudiante, y hasta
trasciende la vida misma del docente. Un modelo admirado es
deseable de ser imitado. El estudiante ve en sus maestros
modelos a imitar. Allí se produce el discipulado: docentes y alumnos en
colaboración, en un trabajo conjunto.
Korniejczuk (2004)
El educador en su quehacer diario, tiene el deber de estimular, configurar, ser modelo a imitar, pues de acuerdo a lo expresado
por el Libertador Simón Bolivar: … ¨ El maestro debe ser un hombre distinguido por su educación, por la pureza de sus
costumbres, por la naturalidad de sus modales, jovial, accesible, franco, en fin en quien se encuentre mucho que
imitar y poco que corregir.¨ Estos criterios formarán parte de su pensamiento educativo y ratificarán en diversas circunstancias la necesidad de que los educadores den más importancia a la
formación que a la instrucción.
Ramos (2000)
Ser maestro, educador, es algo más complejo, sublime e importante que enseñar matemáticas, biología,
inglés o lectoescritura. Educar es alumbrar personas autónomas, libres y solidarias, dar mano, ofrecer los propios ojos para que otros puedan mirar la realidad sin miedo. El quehacer del educador es misión y no
simplemente profesión. Implica no sólo dedicar horas sino dedicar el alma. Exige no sólo ocupación, sino
vocación.
Pérez (2003)
Dentro del sistema de educación formal el maestro es el
profesional educativo más influyente en términos de su impacto en las personas en
proceso de maduración. Si el maestro ocupa el centro del
proceso educativo, entonces es igualmente cierto que el maestro cristiano mantiene una posición
central en la escuela cristiana. Con esto en mente, Gaebelein escribió
que ‘no puede haber educación cristiana sin maestros cristianos’
Knight 2002
Las cualidades de un educador cristiano presentadas por Knight (2002) son:
a) En primer lugar, en orden de importancia para el educador cristiano, están las cualidades espirituales. Como resultado deben tener ellos mismos la vida de Cristo y estar poseídos por el Espíritu de Dios. Que exista una relación salvadora personal con Jesús
b) En segundo lugar están las cualidades intelectuales. Los maestros cristianos también serán alumnos que continuamente crezcan en su propio desarrollo mental. Debido a que están inspirados por metas más amplias y motivos más altos, avanzan o necesitan ir mas lejos que el promedio de su profesión.
Las cualidades de un educador cristiano
c) Una tercera área de desarrollo que se debería buscar en los maestros cristianos es la que corresponde a sus cualidades sociales. Uno de los regalos más beneficiosos que los maestros pueden ofrecer a sus alumnos es el del compañerismo en el trabajo y en el juego. El tacto, la paciencia, la simpatía, la comprensión de los problemas de los otros, la habilidad de demostrar un sentido de atención personal, la habilidad de ganar su respeto y confianza, la firmeza cuando sea necesaria, la flexibilidad y la imparcialidad.
d) Una cuarta esfera de cualidades de los maestros es la física. Los maestros cristianos deberían ser individuos que busquen la salud física y el equilibrio en sus propias vidas al seguir las leyes de salud que Dios ha colocado en el mundo natural y que ha revelado en su palabra.
El profesor cristiano aporta a su llamado dos tipos de habilidades especiales, a diferencia de su colega secular que maneja sólo la materia a enseñar:
1. La habilidad para amar a la juventud como Cristo los amó. Esta perspectiva paterno, pastoral del estudiante debe ser la característica en cada contacto profesor-alumno.
2. La habilidad para modelar ante sus estudiantes el proceso de pensar en forma cristiana. Esta es una función profética- que significa pasar cada cosa bajo la crítica cristiana; contrastando la perspectiva temporal con la eterna. Es pensar en dimensiones cósmicas y eternas, esforzándose por examinar cada cosa desde el punto de vista celestial.
Akers 1995.
El papel del profesor cristiano
• Un profesor cristiano es alguien que presenta la verdad de Dios y un guía hacia el descubrimiento de esta verdad por parte de los estudiantes.
• Un profesor, para que sea un buen ejemplo en el ámbito espiritual, debe haber aceptado de manera consciente y deliberada a Jesucristo como su Salvador y Señor personal.
El papel del profesor cristiano
• Un profesor es alguien que da un ejemplo del proceso de aprendizaje, al ser un buscador de la verdad de Dios como es revelada en la Biblia, y al aplicar esta verdad a su propia vida.
• Los profesores tienen que conocer el contenido o la materia que enseñan. y crear condiciones que resultan en el deseo del aprendedor de aprender.
El papel del profesor cristiano
Los profesores deben dar a los estudiantes la oportunidad de producir en sus propias mentes las ideas o verdades, y de volverse
hábiles al aplicar ellos mismos los actos o las habilidades que deben aprender.
Los profesores deben confirmar y evaluar el aprendizaje por medio de la revisión,
repetición, y aplicación práctica, donde sea necesario.
Los maestros necesitan ir más lejos que el promedio de su profesión, buscarán ir más allá de las pautas mínimas
establecidas por las agencias acreditadoras. Los maestros
cristianos serán personas que puedan entender tanto como
comunicar los temas de su especialidad en el contexto
de una cosmovisión cristiana.
Knigth (2002)
Una enseñanza crucial de la enseñanza cristiana es ayudar a
los alumnos no solamente a internalizar el amor de Dios sino
también a externalizarlo. Los maestros, como agentes de
reconciliación, necesitan ayudar a sus alumnos a descubrir sus
propios roles en el plan de Dios para la reconciliación y la
restauración.
Knigth (2002).
El educador cristiano actúa en la sala de clases como ministro de Dios en
el plan de redención. La mayor necesidad de los estudiantes es la de
aceptar a Cristo como Salvador e integrar en su vida los valores
cristianos que lo orientarán a servir al prójimo.
Declaración sobre la Filosofía Adventista de la Educación (2002)
El docente es un guía, maestro, consejero, formador en el proceso de aprendizaje, árbitro, reforzador e inspector de los aprendizajes del estudiante. Junto con
poseer un amplio dominio de los contenidos, debe reunir varias otras características y hábitos personales que le permita ser un modelo digno a imitar