AA. VV. Antología poética barroca

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BARROCO. SIGLO DE ORO ESPAÑOL BREVE ANTOLOGÍA FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645) A AMINTA, QUE TENIENDO UN CLAVEL EN LA BOCA, POR MORDERLE, SE MORDIÓ LOS LABIOS Y SALIÓ SANGRE Bastábale al clavel verse vencido del labio en que se vio (cuando, esforzado con su propria vergüenza, lo encarnado a tu rubí se vio más parecido), sin que, en tu boca hermosa, dividido fuese de blancas perlas granizado, pues tu enojo, con él equivocado, el labio por clavel dejó mordido; si no cuidado de la sangre fuese, para que, a presumir de tiria grana, de tu púrpura líquida aprendiese. Sangre vertió tu boca soberana, porque, roja victoria, amaneciese llanto al clavel y risa a la mañana. SONETO AMOROSO A fugitivas sombras doy abrazos; en los sueños se cansa el alma mía; paso luchando a solas noche y día con un trasgo que traigo entre mis brazos. Cuando le quiero más ceñir con lazos, y viendo mi sudor, se me desvía, vuelvo con nueva fuerza a mi porfía, y temas con amor me hacen pedazos. Voyme a vengar en una imagen vana que no se aparta de los ojos míos; búrlame, y de burlarme corre ufana. Empiézola a seguir, fáltanme bríos; y como de alcanzarla tengo gana, hago correr tras ella el llanto en ríos A ROMA SEPULTADA EN SUS RUINAS Buscas en Roma a Roma ¡oh peregrino! y en Roma misma a Roma no la hallas: cadáver son las que ostentó murallas y tumba de sí proprio el Aventino. Yace donde reinaba el Palatino y limadas del tiempo, las medallas

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Barroco

Barroco. Siglo de Oro espaol

Breve antologa

Francisco de Quevedo (1580-1645)

A AMINTA, QUE TENIENDO UN CLAVEL EN LA BOCA,

POR MORDERLE, SE MORDI LOS LABIOS Y SALI SANGRE

Bastbale al clavel verse vencido del labio en que se vio (cuando, esforzado con su propria vergenza, lo encarnado a tu rub se vio ms parecido),

sin que, en tu boca hermosa, dividido fuese de blancas perlas granizado, pues tu enojo, con l equivocado, el labio por clavel dej mordido;

si no cuidado de la sangre fuese, para que, a presumir de tiria grana, de tu prpura lquida aprendiese.

Sangre verti tu boca soberana, porque, roja victoria, amaneciese llanto al clavel y risa a la maana.

SONETO AMOROSO

A fugitivas sombras doy abrazos; en los sueos se cansa el alma ma; paso luchando a solas noche y da con un trasgo que traigo entre mis brazos.

Cuando le quiero ms ceir con lazos, y viendo mi sudor, se me desva, vuelvo con nueva fuerza a mi porfa, y temas con amor me hacen pedazos.

Voyme a vengar en una imagen vana que no se aparta de los ojos mos; brlame, y de burlarme corre ufana.

Empizola a seguir, fltanme bros; y como de alcanzarla tengo gana, hago correr tras ella el llanto en ros

A ROMA SEPULTADA EN SUS RUINAS

Buscas en Roma a Roma oh peregrino! y en Roma misma a Roma no la hallas: cadver son las que ostent murallas y tumba de s proprio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino y limadas del tiempo, las medallas ms se muestran destrozo a las batallas de las edades que Blasn Latino.

Slo el Tibre qued, cuya corriente, si ciudad la reg, ya sepultura la llora con funesto son doliente.

Oh Roma en tu grandeza, en tu hermosura, huy lo que era firme y solamente lo fugitivo permanece y dura!

FINGE DENTRO DE S UN INFIERNO CUYAS PENAS PROCURA MITIGAR, COMO ORFEO, CON LA MSICA DE SU CANTO, PERO SIN PROVECHO

A todas partes que me vuelvo, veo Las amenazas de la llama ardiente, Y en cualquiera lugar tengo presente Tormento esquivo y burlador deseo.

La vida es mi prisin, y no lo creo, Y al son del hierro, que perpetuamente Pesado arrastro y humedezco ausente, Dentro en m propio pruebo a ser Orfeo.

Hay en mi corazn furias y penas; En l es el Amor fuego y Tirano; Y yo padezco en m la culpa ma.

Oh dueo sin piedad que tal ordenas, Pues del castigo de enemiga mano No es precio ni rescate l'armona!

A UNA DAMA TUERTA Y MUY HERMOSA

Para agotar sus luces la hermosura en un ojo no ms de vuestra cara, grande ejemplar y de belleza rara tuvo en el sol, que en una luz se apura.

Imitis, pues, aquella arquitectura de la vista del cielo, hermosa y clara; que muchos ojos, y de luz avara, sola la noche los ostenta obscura.

Si en un ojo no mas, que en vos es da, tienen cuantos le ven muerte y prisiones, al otro le faltara monarqua.

Aun faltan a sus rayos corazones, victorias a su ardiente valenta y al triunfo de sus luces an naciones.

AMOR CONSTANTE MS ALL DE LA MUERTE

Cerrar podr mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco da, Y podr desatar esta alma ma Hora, a su afn ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera Dejar la memoria, en donde arda: Nadar sabe mi llama el agua fra, Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisin ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Mdulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejar, no su cuidado; Sern ceniza, mas tendr sentido; Polvo sern, mas polvo enamorado.

ARREPENTIMIENTO Y LGRIMAS DEBIDAS AL ENGAO DE LA VIDA

Huye sin percibirse lento el da, Y la hora secreta y recatada Con silencio se acerca, y despreciada, Lleva tras s la edad lozana ma.

La Vida nueva que en niez arda, La juventud robusta y engaada, En el postrer invierno sepultada Yace entre negra sombra y nieve fra.

No sent resbalar mudos los aos; Hoy los lloro pasados, y los veo Riendo de mis lgrimas y daos.

Mi penitencia deba a mi deseo, Pues me deben la Vida mis engaos, Y espero el mal que paso y no le creo.

AMANTE AGRADECIDO A LAS LISONJAS MENTIROSAS DE UN SUEO

Ay Floralba! So que te... Dirlo? S, pues que sueo fue, que te gozaba; Y quin sino un amante que soaba, Juntara tanto infierno a tanto cielo?

Mis llamas con tu nieve y con tu hielo, Cual suele opuestas flechas de su aljaba, Mezclaba Amor, y honesto las mezclaba, Como mi adoracin en su desvelo.

Y dije: Quiera Amor, quiera mi suerte, Que nunca duerma yo, si estoy despierto, Y que si duermo, que jams despierte.

Mas despert del dulce desconcierto, Y vi que estuve vivo con la muerte, Y vi que con la vida estaba muerto.CASAMIENTO RIDCULO

Trataron de casar a Dorotea Los vecinos con Jorge el extranjero, De mosca en masa gran sepulturero Y el que mejor pasteles aporrea.

Ella es verdad que es vieja, pero fea, Docta en endurecer pelo y sombrero; Falt el ajuar y no sobr dinero, Mas trjole tres dientes de librea.

Porque Jorge despus no se alborote Y tabique ventanas y desvanes, Hecho tiesto de cuernos el cogote,

Con un guante, dos moos, tres refranes Y seis libras de zarza, llev en dote Tres hijas, una suegra y dos galanes.

CONOCE LAS FUERZAS DEL TIEMPO, Y EL SER EJECUTIVO COBRADOR DE LA MUERTE

Cmo de entre mis manos te resbalas! Oh, cmo te deslizas, Edad ma! Qu mudos pasos traes, oh Muerte fra, Pues con callado pie todo lo igualas!

Feroz, de tierra el dbil muro escalas, En quien lozana Juventud se fa; Mas ya mi Corazn del postrer da Atiende el vuelo, sin mirar las alas.

Oh Condicin mortal! Oh dura Suerte! Que no puedo querer vivir maana Sin la pensin de procurar mi Muerte!

Cualquier instante de la Vida Humana Es nueva ejecucin con que me advierte Cun frgil es, cun msera, cun vana.

A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ

rase un hombre a una nariz pegado, rase una nariz superlativa, rase una alquitara medio viva, rase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado. rase un elefante boca arriba, rase una nariz sayn y escriba, Un Ovidio Nasn mal narigado.

rase el espoln de una galera, rase una pirmide de Egito, Los doce tribus de narices era;

rase un naricsimo infinito, Frisn archinariz, caratulera, Saban garrafal morado y frito.

MEMORIA INMORTAL DE DON PEDRO GIRN, DUQUE DE OSUNA, MUERTO EN LA PRISIN

Faltar pudo su Patria al grande Osuna, Pero no a su defensa sus hazaas; Dironle Muerte y Crcel las Espaas, De quien l hizo esclava la Fortuna.

Lloraron sus envidias una a una Con las propias Naciones las Extraas; Su Tumba son de Flandes las Campaas, Y su Epitafio la sangrienta Luna.

En sus exequias encendi al Vesubio Partnope, y Trinacria al Mongibelo; El llanto militar creci en diluvio.

Diole el mejor lugar Marte en su Cielo; La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio Murmuran con dolor su desconsuelo.

SIGNIFCASE LA PROPIA BREVEDAD DE LA VIDA, SIN PENSAR, Y CON PADECER, SALTEADA DE LA MUERTE

Fue sueo Ayer; Maana ser tierra: Poco antes nada, y poco despus humo, Y destino ambiciones, y presumo Apenas punto al cerco que me cierra!

Breve combate de importuna guerra, En mi defensa soy peligro sumo: Y mientras con mis armas me consumo, Menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

Ya no es Ayer; Maana no ha llegado; Hoy pasa, y es, y fue, con movimiento Que a la muerte me lleva despeado.

Azadas son la hora y el momento, Que a jornal de mi pena y mi cuidado, Cavan en mi vivir mi monumento.

ENSEA CMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA MUERTE

Mir los muros de la Patria ma, Si un tiempo fuertes, ya desmoronados, De la carrera de la edad cansados, Por quien caduca ya su valenta.

Salme al Campo, vi que el Sol beba Los arroyos del hielo desatados, Y del Monte quejosos los ganados, Que con sombras hurt su luz al da.

Entr en mi Casa; vi que, amancillada, De anciana habitacin era despojos; Mi bculo ms corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sent mi espada, Y no hall cosa en que poner los ojos Que no fuese recuerdo de la muerte.

ALGUNOS AOS ANTES DE SU PRISIN LTIMA, ME ENVI ESTE EXCELENTE SONETO, DESDE LA TORRE

Retirado en la paz de estos desiertos, Con pocos, pero doctos libros juntos, Vivo en conversacin con los difuntos, Y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos, O enmiendan, o fecundan mis asuntos; Y en msicos callados contrapuntos Al sueo de la vida hablan despiertos.

Las Grandes Almas que la Muerte ausenta, De injurias de los aos vengadora, Libra, oh gran Don Josef, docta la Imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora; Pero aqulla el mejor clculo cuenta, Que en la leccin y estudios nos mejora.

Luis de Gngora (1561-1627)

Soneto

Ilustre y hermossima Mara,mientras se dejan ver a cualquier horaen tus mejillas la rosada Aurora,Febo en tus ojos y en tu frente el da,

y mientras con gentil descortesamueve el viento la hebra voladoraque la Arabia en sus venas atesoray el rico Tajo en sus arenas cra;

antes que, de la edad Febo eclipsadoy el claro da vuelto en noche obscura,huya la Aurora del mortal nublado;

antes que lo que hoy es rubio tesorovenza a la blanca nieve su blancura:goza, goza el color, la luz, el oro.

A LOS CELOS

Oh niebla del estado ms sereno, Furia infernal, serpiente mal nacida! Oh ponzoosa vbora escondida De verde prado en oloroso seno!

Oh entre el nctar de Amor mortal veneno, Que en vaso de cristal quitas la vida! Oh espada sobre m de un pelo asida, De la amorosa espuela duro freno!

Oh celo, del favor verdugo eterno!, Vulvete al lugar triste donde estabas, O al reino (si all cabes) del espanto;

Mas no cabrs all, que pues ha tanto Que comes de ti mesmo y no te acabas, Mayor debes de ser que el mismo infierno.

A LA MEMORIA DE LA MUERTE Y DEL INFIERNO

Urnas plebeyas, tmulos reales Penetrad sin temor, memorias mas, Por donde ya el verdugo de los das Con igual pie dio pasos desiguales.

Revolved tantas seas de mortales, Desnudos huesos y cenizas fras, A pesar de las vanas, si no pas, Caras preservaciones orientales.

Bajad luego al abismo, en cuyos senos Blasfeman almas, y en su prisin fuerte Hierros se escuchan siempre, y llanto eterno,

Si queris, oh memorias, por lo menos Con la muerte libraros de la muerte, Y el infierno vencer con el infierno.

A UN SUEO

Varia imaginacin que, en mil intentos, A pesar gastas de tu triste dueo La dulce municin del blando sueo, Alimentando vanos pensamientos,

Pues traes los espritus atentos Slo a representarme el grave ceo Del rostro dulcemente zahareo (Gloriosa suspensin de mis tormentos),

El sueo (autor de representaciones), En su teatro, sobre el viento armado, Sombras suele vestir de bulto bello.

Sguele; mostrarte el rostro amado, Y engaarn un rato tus pasiones Dos bienes, que sern dormir y vello.

A una rosa

Ayer naciste, y morirs maana.

Para tan breve ser, quin te dio vida?

Para vivir tan poco ests lucida,

y para no ser ests tan lozana?

Si te enga su hermosura vana,

bien presto la vers desvanecida,

porque en tu hermosura est escondida

la ocasin de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,

ley de la agricultura permitida,

grosero alimento acabar tu suerte.

No salgas, que te aguarda algn tirano;

dilata tu nacer para tu vida,

que anticipas tu ser para tu muerte.

Descripcin de las partes de una dama

De pura honestidad templo sagrado,

cuyo bello cimiento y gentil muro

de blanco ncar y alabastro duro

fue por divina mano fabricado;

pequea puerta de coral preciado,

claras lumbreras de mirar seguro,

que a la esmeralda fina el verde puro

habis para viriles usurpado;

soberbio techo, cuyas cimbrias de oro

al claro Sol, en cuanto en torno gira,

ornan de luz, coronan de belleza;

dolo bello, a quien humilde adoro,

oye piadoso al que por ti suspira,

tus minos canta, y virtudes reza.

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Mientras por competir con tu cabello

oro bruido el sol relumbra en vano;

mientras con menosprecio en medio el llano

mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,

siguen ms ojos que al clavel temprano,

y mientras triunfa con desdn lozano

del luciente cristal tu gentil cuello,

goza cuello, cabello, labio y frente,

antes que lo que fue en tu edad dorada

oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no slo en plata o vola troncada

se vuelva, mas tu y ello juntamente

en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Romance Amoroso

Ciego que apuntas y atinas, Caduco dios, y rapaz, Vendado que me has vendido, Y nio mayor de edad, Por el alma de tu madre Que muri, siendo inmortal, De envidia de mi seora, Que no me persigas ms. Djame en paz, Amor tirano, Djame en paz.

Baste el tiempo mal gastado Que he seguido a mi pesar Tus inquetas banderas, Forajido capitn. Perdname, Amor, aqu, Pues yo te perdono all Cuatro escudos de paciencia, Diez de ventaja en amar. Djame en paz, Amor tirano, Djame en paz.

Amadores desdichados, Que segus milicia tal, Decidme, qu buena gua Podis de un ciego sacar? De un pjaro qu firmeza? Qu esperanza de un rapaz? Qu galardn de un desnudo? De un tirano, qu piedad? Djame en paz, Amor tirano, Djame en paz.

Diez aos desperdici, Los mejores de mi edad, En ser labrador de Amor A costa de mi caudal. Como ar y sembr, cog; Ar un alterado mar, Sembr una estril arena, Cog vergenza y afn. Djame en paz, Amor tirano, Djame en paz.

Una torre fabriqu Del viento en la raridad, Mayor que la de Nembrot, Y de confusin igual. Gloria llamaba a la pena, A la crcel libertad, Miel dulce al amargo acbar, Principio al fin, bien al mal. Djame en paz, Amor tirano, Djame en paz.

Lope de Vega (1562-1635)

XXXI

Yo me muero de amor, que no saba, aunque diestro en amar cosas del suelo, que no pensaba yo que amor del cielo con tal rigor las almas encenda.

Si llama la moral filosofa deseo de hermosura a amor, recelo que con mayores ansias me desvelo cuanto es ms alta la belleza ma.

Am en la tierra vil, qu necio amante! Oh luz del alma, habiendo de buscaros, qu tiempo que perd como ignorante!

Mas yo os prometo agora de pagaros con mil siglos de amor cualquiera instante que por amarme a m dej de amaros.

XXXVII (A UNA ROSA)

Con qu artificio tan divino sales de esa camisa de esmeralda fina, oh rosa celestial alejandrina, coronada de granos orientales!

Ya en rubes te enciendes, ya en corales, ya tu color a prpura se inclina sentada en esa basa peregrina que forman cinco puntas desiguales.

Bien haya tu divino autor, pues mueves a su contemplacin el pensamiento, a aun a pensar en nuestros aos breves.

As la verde edad se esparce al viento, y as las esperanzas son aleves que tienen en la tierra el fundamento... XLIII (A UNA CALAVERA)Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos huesos carne y cabellos, por quien fueron presos los ojos que mirndola detuvo.

Aqu la rosa de la boca estuvo, marchita ya con tan helados besos, aqu los ojos de esmeralda impresos, color que tantas almas entretuvo.

Aqu la estimativa en que tena el principio de todo el movimiento, aqu de las potencias la armona.

Oh hermosura mortal, cometa al viento!, dnde tan alta presuncin viva, desprecian los gusanos aposento XCIV

Yo pagar con lgrimas la risa que tuve en la verdura de mis aos, pues con tan declarados desengaos el tiempo, Elisio, de mi error me avisa.

Hasta la muerte en la corteza lisa de un olmo, a quien dio el Tajo eternos baos, escrib un tiempo, amando los engaos que mi temor con pies de nieve pisa.

Mas, qu fuera de m, si me pidiera esta cdula Dios, y la cobrara, y el olmo entonces el testigo fuera?

Pero yo con el llanto de mi cara har crecer el Tajo de manera que slo quede mi vergenza clara

LXI

Ir y quedarse, y con quedar partirse,

partir sin alma e ir con alma ajena,

or la dulce voz de una sirena

y no poder del rbol desasirse;

arder como la vela y consumirse

haciendo torres sobre tierna arena;

caer de un cielo y ser demonio en pena

y de serlo jams arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,

pedir prestada, sobre fe, paciencia,

y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdader,

es lo que llaman en el mundo ausencia,

fuego en el alma y en la vida infierno.

CXXVI (Sobre los efectos del amor)

Desmayarse, atreverse, estar furioso, spero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengao, beber veneno por licor save, olvidar el provecho, amar el dao;

creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengao; esto es amor, quien lo prob lo sabe.CXXXVII (A LA NOCHE)Noche fabricadora de embelecos, loca, imaginativa, quimerista, que muestras al que en ti su bien conquista, los montes llanos y los mares secos;

habitadora de celebros huecos, mecnica, filsofa, alquimista, encubridora vil, lince sin vista, espantadiza de tus mismos ecos;

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solcita, poeta, enferma, fra, manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya; si velo, te lo pago con el da, y si duermo, no siento lo que vivo.

Soneto de repente

Un soneto me manda hacer Violante;

en mi vida me he visto en tal aprieto:

catorce versos dicen que es soneto,

burla burlando van los tres delante.

Yo pens que no hallara consonante,

y estoy en la mitad de otro cuarteto;

mas si me veo en el primer terceto,

no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,

y aun me parece que entr con pie derecho,

pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy con el segundo, y aun sospecho

que estoy los trece verso terminando:

contad si son catorce, y est hecho