7ma. SEMANA - Caminar en El Espiritu - RCC

8/7/2019 7ma. SEMANA - Caminar en El Espiritu - RCC

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SPTIMA SEMANACAMINAR EN EL ESPRITU

Crecimiento en la vida del EsprituOBJETIVO: Dar las pautas necesarias para asegurar un crecimiento real en la vida del

Espritu, evitando que todo quede reducido al entusiasmo de unos das.

INTRODUCCIN

La obra que el Espritu Santo quiere realizar en nosotros no es slo la labor dePentecosts, tal como lo vemos en los Hechos de los Apstoles, es el comienzo de udedicada al Seor, vida en la que no van a faltar dificultades, desalientos y fallos.para nosotros, el recibir una nueva efusin del Espritu Santo, no marca un punto finun nuevo punto de arranque. Es una renovacin de toda nuestra vida, pero una renovacdebe mantenerse y crecer cada da.

San Lucas nos indica en los Hechos de los Apstoles que"los que acogieron su palabra(de Pedro) acudan asiduamente a la enseanza de los apstoles" (Hch 2, 41-42 ). Tambinnosotros tenemos que mantenernos asiduos y firmes en el camino emprendido. Paranecesario apoyarse en tres aspectos fundamentales del crecimiento:

1) la oracin (oracin personal y comunitaria, la lectura de la Sagrada Escriturasacramentos)2) la comunidad (vida comunitaria)3) el servicio (testimonio, evangelizacin, servicio y compromiso cristiano).

I.- La oracin

La importancia de la oracin la descubrimos sobre todo al constatar el lugar que ola vida de Jess: se retiraba a orar (Mt 14, 23; Mt 1, 35; 6, 46; Lc 5, 16; 6, 12;28ss; 11,1), oraba durante la noche (Lc 6, 12), ense a orar a sus discpulos (Lcdespus de su bautismo (Lc 3, 21), or antes de elegir a sus discpulos (Mt 14, 23;13), or antes de su pasin (Mt 26, 36-ss; Mc 14, 32-ss.; Lc 22, 41-ss); or en la(Jn 17), oraba sobre los nios (Mt 19,15).

Por medio del Espritu Santo nosotros nos adentramos en la oracin de Jess. Sannos seala que"Dios ha enviado a vuestros corazones el Espritu de su Hijo que clama:Abba! Padre!" (Ga 4, 6). Y San Juan en el Apocalipsis dice que"el Espritu y la Noviadicen Ven!" (Ap 22, 17). Si verdaderamente nosotros nos dejamos mover por el Espritu d

Jess tambin nosotros haremos como l.


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La vida de oracin presenta distintos aspectos, tanto en su dimensin individualcomunitaria. Si queremos crecer en la vida del Espritu, hemos de intentar crecer enellos:

A) La oracin comunitaria. Hemos tomado contacto con un grupo de oracin, dondehemos descubierto la oracin comunitaria. Si queremos mantenernos en un crecimicontinuo en la vida del Espritu, el primer punto que hemos de tener en cuentmantenernos asiduos a la oracin semanal del grupo. All aprenderemos a vivir cadade nosotros mismos y a ponernos a la escucha del Seor por medio de los hAprenderemos a unirnos a la oracin de los dems, a pedir por sus necesidades, a acon ellos.

Para comprender cada vez ms la oracin comunitaria hemos de tener en cuenta susde fuerza:

a) la presencia de Jess y la apertura al Espritu.Vamos a la oracin a centrarnos enJess por medio de su Espritu. No se trata de hacer unas reflexiones o de ecomo los dems oran, o de hacer nuestra propia oracin personal, sino de potodos ante la presencia de Jess. Cuando entres en la oracin procura centraJess y abrirte al Espritu; a partir de esta presencia de Jess todo lo demsdistinto.

b) la alabanza. Una de las razones principales por las que el grupo se rene esalabar a Dios. Alabar es centrarse en Dios por lo que l es, por el amor queProcura dejar de lado lo que tienes que pedirle y hasta aquello por lo que quiegracias. Repite: "Gloria a ti, Seor!". La alabanza nos centra en Dios y nos hade nosotros mismos.

c) dimensin comunitaria.No se trata de varias personas que se han reunido para hajuntas su oracin personal, sino del Cuerpo de Cristo que, movido por unEspritu, eleva a Dios una misma alabanza. Es una misma y sola oracin la quelevarse entre todos: la oracin de Jess. Procura sentirte profundamente unido alos dems hermanos, reconciliado con todos. Escucha sus oraciones y hazlas tuapyalas. Que ellos oren a travs tuyo y t ores a travs de ellos.

d) escucha de la Palabra de Dios.En la oracin comunitaria debe resonar la Palabra deDios; en primer lugar a travs de lecturas de la Sagrada Escritura, otras veces

por medio de palabras profticas. No dejes que la Palabra de Dios caiga en eDespus de escuchada una lectura, haz silencio y deja que el Seor te hablecorazn. Cuando el Seor habla es l el que marca el ritmo de la oracin.

Aunque la oracin comunitaria en los grupos carismticos es muy espontnea,embargo en lneas generales acostumbra a presentar la siguiente estructura que nosayudar a orientarnos mejor en la oracin:

1 parte: Introduccin: cantos, invocacin. Alabanza. Palabra de Dios.Adoracin. 60-75 min.

2 parte: Catequesis. 10-15 min.

3 parte: Testimonios, compartir y avisos. 15-20 min.4 parte: Oraciones de peticin. 10-15 min.


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No se trata de hacerla objeto de un estudio fro, sino lugar de meditacin y oraciello, sin embargo, es muy conveniente tener una cierta formacin bblica, sobre todosta es impartida con uncin y por personas que han captado su dimensin espirituaestudio nos ayudar a situarnos rectamente para poder escuchar a Dios que nosteniendo en cuenta las caractersticas de algunos gneros literarios y de algunos textdifciles.

Es conveniente que cada da dediquemos un tiempo a esta lectura gratuita de la PalDios, en espritu de oracin.

Podemos emplear para ello diversas formas. A continuacin sealamos tres:

a) Abrir la Biblia al azar. En algunos momentos de oracin puede ser una buena formpero a la larga tiene el inconveniente de que no nos ofrece una lectura orgnica dede modo que puede haber textos que nunca leamos.

b) Leer cada da los textos correspondientes a la Eucaristadel da. Puede ser una granforma para leer la Sagrada Escritura al mismo ritmo que toda la Iglesia. Sobre todo,si no se asiste a misa diariamente.

c) Leer cada da la lectura del Oficio de Lecturas(ciclo bienal). Es quiz una de lasformas ms completas de leer la Sagrada Escritura, al mismo ritmo que toda la Iglesta forma se lee casi toda la Biblia en el plazo de dos aos. Esta forma es vlidapara los que ya escuchan los textos de la Eucarista en la misa diaria.

d) La asamblea eucarstica y el sacramento de la reconciliacin.En el crecimiento denuestra vida espiritual no podemos dejar olvidado el alimento principal, tanto aindividual como comunitario: la asamblea eucarstica. Somos el Cuerpo de Cristo y detenemos que alimentar. A medida que van renaciendo las comunidades cristianas vredescubriendo cada vez el sentido de asamblea, de la comunidad que tiene la Eudominical. Es all donde se encuentra la comunidad en su mxima expresin. De mocon toda razn el Concilio Vaticano II dice que "es la fuente y clmen de todacristiana" (S.C. 10).

La experiencia nos muestra que a medida que vamos descubriendo cada vez mdimensin comunitaria de la vida cristiana, aparece con una luz nueva el sacramentoreconciliacin. Cuando nos vamos acostumbrando a que los hermanos oren por nosot

nuestras necesidades, descubrimos el gran tesoro que es el que el Sacerdote, en nomtoda la comunidad, ore por nosotros, por el perdn de nuestros pecados.


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II.- La comunidadEl crecimiento en la vida del Espritu no es slo una relacin con Dios, sino tam

relacin con los hermanos. San Pablo, en la Carta a los Corintios, dice queDel mismo modoque el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, noobstante su pluralidad, no forman ms que un solo cuerpo, as tambin Cristo. Porque en unsolo Espritu hemos sido todos bautizados para no f ormar ms que un solo cuerpo, judos ygriegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espritu (1Co 12, 12-13).Todoslos que hemos recibido un mismo Espritu, por lo tanto, hemos sido reunidos ecomunin profunda que es el Cuerpo de Cristo, la comunidad cristiana.

Ahora bien, si es verdad que somos el Cuerpo de Cristo"el cuerpo no se compone de unsolo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: Puesto que no soy mano, yo no soy delcuerpo, dejara de ser parte del cuerpo por eso? Si todo el cuerpo fuera ojo, dnde estarael odo? Y si fuero todo odo, dnde el olfato? Ahora bien, Dios puso cada uno de losmiembros en el cuerpo segn su voluntad. Si todos fueran un solo miembro, dnde quedarael cuerpo? Ahora bien, muchos son los miembros ms uno el cuerpo. Y no puede el ojo decira la mano: 'No te necesito!. Ni la cabeza a los pies: 'No os necesito!'. Ms bien losmiembros del cuerpo que tenemos por ms dbiles, son indispensables. Y los que nos parecenlos ms viles del cuerpo los rodeamos de mayor honor. As a nuestras partes deshonestas lasvestimos con mayor honestidad. Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios haformado el cuerpo dando ms honor a los miembros que carecan de l, para que no hubieradivisin alguna en el cuerpo, si no que todos los miembros se preocuparan lo mismo los unosde los otros. Si sufre un miembro, todos los dems sufren con l. S un miembro es honrado,todos los dems toman parte en su gozo (1Co 12, 14-26)

Este texto nos muestra mejor que ninguno la realidad que crea en nosotros elSanto que ha sido derramado en nuestros corazones. Un solo Espritu, un solo Cuerpo.

No siempre es fcil salir de nuestro egosmo y de nuestra formacin individualistaentrar dentro del plan de Dios y de la realidad comunitaria. Pero vale la pena. A mnos abrimos a los hermanos el rostro de Dios se nos va revelando cada vez ms.pensar que Dios se nos ha manifestado en Jess, y Jess es nuestro hermano.

Para irnos adentrando cada vez ms en estadimensin comunitariade la vida en elEspritu es conveniente tener en cuenta una serie de puntos:

a) para que nazca en nosotros esta dimensin comunitaria es necesario que asistamosactos del grupo de oracin, de un modo especial a laoracin semanal. Si perdemos el con-tacto con el grupo, la experiencia que hemos tenido se ir debilitando cada vez ms.

b) procurar entrar cada vez ms enrelacin con los hermanos del grupo. Cuandoconocemos al hermano se nos hace ms fcil compartir sus penas y sus alegras. Atiempo nos damos cuenta de que cada hermano es distinto y que hemos de vencer

egosmo para permanecer abiertos a todos.


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c) si queremos dar dos pasos seguidos en la dimensin comunitaria, hemos devigilarmucho nuestra lengua yeliminar todo rastro de crtica. Santiago en su carta dice que"lalengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua que es uno de nuestros miembros,contamina todo el cuerpo, y encendida por la gehenna prende fuego a la rueda de la vida"(St. 3, 6).

d) en toda comunidad hay una diversidad de ministerios, por lo tanto es necesarcrecer en la dimensin comunitaria aprender aaceptar el discernimiento de los dirigentesdelgrupo y, saberse servir de lasayudas espirituales que en l haya.

Cuando aqu hablamos de comunidad hay que saber entender la dimensin comunque toda verdadera vida cristiana comporta, es decir, nos referirnos a la comunidadsentido ms amplioy eclesial. La llamada a formar parte de una comunidad ms cerrada,unos compromisos concretos y una vocacin especial, no es cosa de todos. Es muy ndarse cuenta de esta distincin para no rechazar la dimensin comunitaria que compvida cristiana como si fuese cosa de unos pocos, o bien pensar que formas cerrcomunidad deben ser la llamada de todo cristiano. El grupo de oracin en principioen el mbito de la comunidad cristiana abierta, sin que esto quiera decir que algunomiembros del grupo de oracin no estn llamados a constituir entre ellos una comunidcerrada y con una vocacin ms especfica.

(Cf. J.M. Martn Moreno,Las relaciones interpersonales en la comunidad cristiana, en"Kononia", nm. 22, pp. 10-13., y X Quncoces,El acompaamiento espiritual, medio decrecimiento, en "Koinonia", nm 27, pp. 17-19)


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III.- El servicioEl crecimiento en la vida del Espritu no puede limitarse a nuestra relacin con

nuestras relaciones dentro de la comunidad, si queremos que nuestro crecimiento esp

comunitario sea real debe convertirse en un servicio a los dems. Jess es para nmodelo, l que no vino a ser servido, sino a servir (cf`. Mt. 20, 28; Mc. 10, 45).en la medida en que sirve. La misma comunidad cristiana no existe para estar cemisma, sino para realizar una misin en medio del mundo, es decir, un servicio.

Este servicio cristiano lo podemos sintetizar en tres puntos, que son en los que canosotros y toda la comunidad debe centrarse si quiere que se realice un verdadero crecel Espritu:

A) TESTIMONIO.

El primer punto a tener en cuenta es la importancia de nuestro modo de vivir.accin primera. La palabra de anuncio del Evangelio slo tiene sentido si se basa en uque corresponde a un intento de respuesta a esta Palabra. Por eso el primer servicirealizar el cristiano es el vivir toda su vida como un autntico cristiano, dando as tla resurreccin de Cristo..

Este testimonio que es la propia vida queda enriquecido cuando compartimos laque Dios realiza en nuestra vida, de modo que confesamos la accin maravillosa de Dmos a los hermanos a la alabanza y les ayudamos a contemplar y esperar esta accien sus propias vidas. Hay cosas que Dios obra en nuestra vida que deben permanecerpero hay otras que pueden ser compartidas para edificacin de todos. Como diceTobas: Es bueno mantener oculto el secreto del rey y es bueno publicar las obras gloriosas deDios. (Tb 12, 11). Para dar este, testimonio de autenticidad es conveniente tener enalgunos puntos:

a) Se da testimonio para gloria de Dios, no para gloria propia;b) Hay que centrarse en la accin de Dios, no en las ancdotas de lo que ha ocurc) Hay que ser breves;d) Hay que discernir qu cosas hay que explicar pblicamente y qu cosas hay que

B) EVANGELIZACIN

El anuncio del Evangelio no puede quedar reducido al testimonio de la propia vidadebe ir acompaado en algunos momentos del anuncio explcito de Cristo.

Con demasiada facilidad dejamos que quede en silencio el mensaje de Jess, bajode que ya todo el mundo conoce el Evangelio, o bajo la costumbre de conservar la b

La propia experiencia nos mostrar que la gente est muchas veces ansiosa de laDios o de una palabra de nimo que les ayude a levantar los ojos hacia arriba. Nofcil encontrar la forma respetuosa y adecuada, pero hay que pedir al Seor esta actien la que se une el respeto con la valenta.

Evangelizar no es anunciar con palabras el mensaje evanglico, sino que es atransformar las personas, las relaciones interpersonales y las estructuras sociales a la


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Evangelio. En este punto hay que tener en cuenta que todo anuncio, toda forma detodo mtodo empleado, lleva una carga cultural determinada y una serie concreta de vaque saber ser muy crtico y muy respetuoso para poder hablar a cada uno segn suayudarle a enfrentarse de verdad a la Palabra de Dios.

No hay que confundir la evangelizacin con la predicacin por las calles, la distrib

folletos o la organizacin de festivales o de retiros. Cada lugar puede necesitar supropios. Lo nico importante es que el anuncio del Evangelio, con toda la realidad dvivencia, se vaya haciendo realidad en cada poblacin.

(Cf. X. Quincoces,Diversas formas de evangelizar hoy, en "Koinonia ", nm. 20, pp. 11 - 13)

C) COMPROMISO CRISTIANO

La vida de seguimiento de Jess supone dejarse mover por su mismo Espritu y, pno vivir para s mismo, sino al servicio de los dems. El Espritu derramado sobcorazones nos hace reconocer en cada persona a nuestro hermano y ponernos a su serv

Esta vida de servicio no est reducida a nuestras acciones, sino tambin a todo elnuestra vida y a todo lo que tenemos. El sentido de todo lo creado es el servicioslo cuando construimos una sociedad en que todas las cosas estn al servicio del hopara su explotacin, estamos respetando realmente el designio creador.

Esta vida de servicio y este sentido cristiano de los bienes no se reduce al mcomunidad cristiana, sino que es vlida para toda nuestra vida. Por eso, nuestro seguiCristo debe transformarse en un verdadero compromiso cristiano que vaya haciendo posivez ms la construccin de una sociedad ms justa y ms fraterna.

(Cf. R. Puidollers,La R. C. y el compromiso socio-poltico, en"Koinonia", nm 6, pp. 9~l 1. yC. Talavera,La dimensin horizontal de la R.C , en "Koinonia", nm 29, pp. 20-22).

Textos para meditar y orar en la semana:

1. Col 3, 12-172 . Rm 12, 13. 1 Tes 5, 12-224. Ga 5, 22-23S. 1 Jn 4, 7-116. Mt 5, 13-167. 1P 3, 15-1

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