7 FMP 2010 | Suplemento Especial del Correo del Orinoco

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2 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010

Más de 300 poetisas y poetas venezo-lanos participarán, junto a más de una treintena de invi-

tados internacionales, en la séptima edición del Festival Mundial de Poe-sía, dedicado a los aportes de las na-ciones que contribuyeron a la gesta emancipatoria latinoamericana.

Mañana toda Venezuela se unirá a la fi estade la palabra con la fuerza de los versos inspirados por la la celebración del Bicentenariode la Independencia.La poesía caminará por las veredas de nuestras barriadas; visitará espacios convencionales, pero también, cárceles. Habrá intérpretes de señas

William Osuna, poeta home-najeado en este ocasión, encabeza la lista de escritores que, junto al Premio Nobel de Literatura, Derek Walcott, expondrán las variantes de la poética en la celebración de nuestro Bicentenario.

Luis Alberto Crespo, presiden-te de la Fundación Casa Nacional de las Letras, a rmó que la elec-ción de William Osuna como ho-menajeado, es un reconocimiento a quien destaca como uno de los mayores exponentes del lenguaje urbano en la poesía. Además, se trata de un poeta representativo de la generación de escritores ve-nezolanos de la década de 1980.

POESÍA PARA LA LIBERTAD “Fundada está mi casa”, el lema

Del 24 al 29 de mayo

La poesía como palabra libertaria irrumpe en la cotidianidad

Con sabor a arepaMás de 300 escritoras y escrito-res participarán en esta esta de la palabra en todo el territo-rio nacional, para mostrar los aportes de nuestros pueblos indígenas y afrovenezolanos. En la cita de Caracas interven-drán representantes de todo el país, entre quienes se cuentan: Duida Maldonado (Amazonas), Aquiles Silva (Anzoátegui), José Manuel Cabesa (Aragua), Luz Marina Almarza (Barinas), Luis Enrique Sánchez (Bolívar), Arturo José Valenzuela (Cara-bobo), Ángel Zapata (Cojedes), Enrique Mendoza Astudillo (Delta Amacuro), Eduardo Vi-loria (Distrito Capital), Carlos Alberto Velasco (Falcón), Jeroh Montilla (Guárico), Orlando Pi-chardo (Lara), Simón Zambra-no Dávila (Mérida), María An-gélica Ascanio (Miranda), Luis José Jiménez (Monagas), Luis Emilio Romero (Nueva Espar-ta), Eva Medina (Portuguesa), Alinson Pino Bellorín (Sucre), Adolfo Medina (Táchira), Hugo Sánchez Carrasqueño (Trujillo), Pablo Sabala (Vargas), Linda López Ortega (Yaracuy) y Julio Jiménez (Zulia).

Lo más importante en el Festi-val Mundial de Poesía es la exal-tación del carácter liberador de la palabra como parte de la cele-bración de nuestro Bicentenario. En esta edición de la esta poé-tica, las invitadas y los invitados del mundo re ejan los aportes de naciones que contribuyeron a nuestra libertad. También pro-moverán la discusión sobre el neocolonialismo en estos tiem-pos. Los participantes de más allá de nuestras fronteras son: Álvaro Miranda (Colombia)Ana Ilce Gómez (Nicaragua)Francois Migeot (Francia)Iván Oñate (Ecuador)Jacobo Rauskin (Paraguay)Jorge Campero (Bolivia)Juan Rodríguez Tobal (España)Pablo Menacho (Panamà)Rei Berroa (Rep. Dominicana)

del Festival, es una frase toma-da precisamente de un poema de Osuna, titulado “1900”, en el que resume el carácter libertario de la palabra. En clave poética se puede hablar sobre la soberanía de nues-tros pueblos. Ese es el espíritu que inspira la cita de este año, que in-daga en los procesos de constitu-ción de nuestras Repúblicas.

Por sus aportes a la lucha por la libertad, países del Caribe anglófo-no y, en especial el pueblo de Haití, cuentan con un sitial de honor en la programación de este festival.

LA POESÍA ESTÁ EN LA CALLELos poetas no sólo tomarán los

tradicionales espacios de la Casa de Bello, el Teatro Teresa Carreño, la Biblioteca Nacional, la Galería de Arte Nacional, la Casa del Ar-tista, el Museo Alejandro Otero, el Centro de la Diversidad Cultural, el Celarg y el Instituto Pedagógico de Caracas; a partir de este año, tendrán al Teatro Municipal como otro escenario ganado para el en-cuentro poético.

La poesía también caminará por las veredas de nuestras barriadas en las voces de los invitados nacio-nales y foráneos que, en espacios populares como Prado de María, El Valle, Carapita, La Pastora, San-ta Rosalía, Macarao, el 23 de Enero y otros, incorporarán la chispa y el ingenio poético popular a esta edición del festival. Desde ya se augura una cohesión entre la poe-sía y el pueblo.

Pero la palabra también tomará espacios no tradicionales, como lo evidencia la incorporación de las personas privadas de libertad quienes protagonizarán una jorna-da especial de lecturas poéticas en el Internado Judicial de La Planta.

Los seres humanos con discapa-cidad tendrán un espacio especial para la expresión y contarán, en la mayoría de los encuentros, con in-térpretes de señas.

También se dispondrá de tra-ductores para las lecturas de textos en las lenguas originarias venezo-lanas.

T/ Heberto Hernández F/ Archivo COCaracas

Rocío Silva Santisteban (Perú)Sigfredo Ariel (Cuba) Vanessa Droz (Puerto Rico)Floriano Martins (Brasil)Mariela Nigro (Uruguay)Pablo Benítez (El Salvador)Derek Walcott (Santa Lucía) Arnold Itwaru (Guyana)Austin Clarke (Barbados)Bill Herbert (Escocia)John Curl (Estados Unidos)Marie-Célie Agnant (Haití)Roger McTair (Trinidad y Tobago)Micere Mugo (Kenia)Marcos Silber (Argentina)Malú Urriola (Chile)Keith Ellis (Jamaica)Edward Baugh (Jamaica)Merle Collins (Granada) Jeanette Amitt (Costa Rica)Gloria Martínez (México)Rosa Chávez (Guatemala)

El mundo en clave venezolana

Esta fi esta de los versospromueve la participacióndel pueblo en el mundo literario

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 3

Re exión, música y poesía caracterizan los libros Sensi-ble Poeta y Corazón Adentro, que presen-

tará el escritor y compositor cu-bano, Luis Manuel Llamo, en la 7ma. edición del Festival Mun-dial de Poesía.

En conversación con el Correo del Orinoco, LLamo explicó que el texto Sensible poeta es una re-copilación que hizo el ministro del Poder Popular para la Cultu-ra, Francisco Sesto, de textos de varios poetas venezolanos; entre ellos, Gustavo Pereira, Carlos Augusto León y Márgara Rus-sotto.

“Viendo el trabajo tan profun-do desde el punto de vista social

Unos 20 poemarios serán presentados durante el Festi-val. Las casas edi-toriales del Estado

venezolano se engalanan para mostrarle al pueblo las publica-ciones de escritoras y escritores nacionales e internacionales.

En el cronograma de activi-dades en Caracas, los bautizos están previstos para los días 24, 25, 27 y 29 de mayo.

El lunes 24 a las 10:00 am, en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, se presentarán las siguientes publicaciones de la editorial El perro y la rana:

El libro de los dones y de los bie-nes, de Rei Berroa; Icaria y con unas pocas, de Juan Manuel Ro-dríguez; Antología, de John Curl; Lectura común, de Luis Alberto Crespo; Escritura conquistada I y II, de Floriano Martins; Anto-logía de Poesía de Puerto Rico, de Vanesa Droz; y Poetas del Caribe inglés, cuya selección estuvo a cargo de Keith Ellis.

Fragmentos de William Osuna, Al otro lado de la ventana II. Anto-logía penitenciaria, y la compila-ción del VI Festival Mundial de Poesía serán bautizados el día martes 25 de mayo a las 11:00 am. Ese mismo día y hora, en

la Casa del Artista, se hará un homenaje al poeta Osuna, con la primera muestra del disco-libro del Festival.

El jueves 27, a las 11:00 am, la Casa de Bello acogerá la presen-tación de Poesía urgente, con tra-bajos poéticos de venezolanos y mexicanos. El viernes 28, a la misma hora, será el turno de La metáfora del silencio, de Luis Feli-pe Bellorín.

El sábado 29, a las 11:00 am, Monte Ávila Editores Latinoame-ricana ofrecerá al público lector los siguientes libros:

Sombra bajo la tierra. Antología poética, de Freddy Ñáñez; Pa-limpsestos de Amberli, de Maribel Prieto; Código Postal 1010, de José Javier Sánchez; Penúltima tarde y otras tardes de Earle Herrera; Ve-cindades, de Carlos Brito; Un lento deseo de palabras, de Manuel Cabe-sa; Genealogía del Bosque; de Julio Borromé; Convocados, de Marcos Silber; El arte perdido de la conver-sación, de Sigfredo Ariel; Lentitud del vino, de Francois Migeot; Hija de perra y otros poemas, de Malú Urriola; y El corazón de la piedra, de Rosa Chávez.

T/ Heberto Hernández F/ Archivo COCaracas

Editoriales bautizarán libros

El verbo poético en las manos

de toda la genteEl Cendis distribuirá el disco gratuitamente

Luis Manuel Llamole puso música

a la poesía venezolanay de lucha de estos poetas, hice una re exión en torno a estos poemas y los musicalicé“, co-menta.

“La poesía no es la única pro-tagonista en este texto. Otra for-ma de expresar, de manera más contundente, los razonamientos de los poetas, es con la música”, comentó el compositor cubano.

Luis Manuel Llamo agregó que la idea de fusionar los ver-sos y la música se debe a su interés por llevar los mensajes poéticos con mucha más fuerza a la población, y de una forma más alegre.

“Queremos que la poesía no sea necesariamente pasiva; es decir, que no se dé solamente a través de la lectura, sino que se pueda convertir en un estribillo y quedar en la memoria de las personas”.

Corazón adentro, el otro libro que presentará como parte de la programación del Festival, ha-bla sobre las diferentes misiones que ha implementado la Revo-lución Bolivariana.

Ambos trabajos serán dados a conocer en parroquias de la Gran Caracas, como Petare y el 23 de Enero.

Los libros de Llamos están acompañados por un disco com-pacto con los poemas musica-lizados. El material fue repro-ducido por el Centro Nacional del Disco, para entregarlo gra-tuitamente en el desarrollo del festival.

“La música que hicimos para estos poemas ya está sonando por la señal de varias emisoras como Radio Nacional de Venezue-la y Alba Ciudad, entre otras”, aseguró el escritor cubano.

T/ Dubraska MoyaF/ Miguel RomeroCaracas

Luis Manuel Llamo, escritor y compositor cubano

“Queremos que la poesía no sea necesariamente

pasiva; es decir, que no se dé solamente

a través de la lectura, sino que se pueda

convertir en un estribillo y quedar

en la memoria de las personas”

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4 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010

Marie-Célie Agnant nació en Puerto Príncipe, Haití, y en 1970 se residenció en Québec, Ca-

nadá, donde ha desarrollado una notable obra como escritora. Luego de ejercer la docencia y la traduc-ción, se dedicó exclusivamente a la literatura. Cultiva los campos de la poesía, el cuento y el teatro. Son obras traducidas al inglés, español, neerlandés y coreano, en las que el mundo de su infancia asoma a sus re- exiones de mujer contemporánea.

La poetisa hatiana refl exiona sobre la mujer contemporánea y las heridas de su pueblo, que han infl uido en su escritura

-Desde mi infancia los libros han ejercido en mí una gran fascinación. Tuve la posibilidad de poder leer, y leí mucho durante mi infancia. Me gustaba esta sensación de perder-me en las historias, esa impresión de viaje y de descubrimientos de mundos lejanos y desconocidos. En la adolescencia, escribía por una ne-cesidad irreprimible. Pero también quería cantar y pintar; me gustaba la música, pensaba en el teatro; lue-go, a fuerza de escribir para decir lo que no se dice, el primer libro llegó y otros siguieron.

-¿Cómo ha in uido en su carrera el hecho de ser mujer en un país como Haití?

-Bueno, primero viví mi infan-cia bajo el régimen de (François) Duvalier, en un país minado por el miedo, la tristeza, el desconcier-to de los adultos, y, sobre todo, el silencio. Esto ciertamente tuvo in- uencia en mi trabajo, porque la

escritura, para mí, viene de muy adentro.

Por otra parte, agrega, “las so-ciedades patriarcales no le hacen dádivas a las mujeres, y Haití en esto no es una excepción. El sitio de las mujeres, esté en el dominio de la escritura o en otro lugar, ha sido siempre negociar. Los hom-bres se consideraron siempre los detentores absolutos del poder de escribir, y tuvieron siempre (esto no ha cambiado mucho) una ac-titud desvalorizante frente al tra-bajo de la mujer. Pero eso no ha impedido que las mujeres tomen

Marie-Célie Agnant advierte sobre la resurgencia de un fascismo

Haití sólo sobrevivirási se acaba el egoísmo

la pluma bastante a menudo para decir claramente sus deseos de cambio”.

-¿Por qué se fue de Haití y cuáles son sus vínculos actuales con su país?

-Me fui de Haití en momentos en que Duvalier todavía estaba en el poder. En aquella época no nos preguntábamos si nos íbamos o no, uno se preguntaba más cuán-do íbamos a irnos. Estábamos to-dos expulsados del país por el mie-do, la represión y el desconcierto frente a un país gobernado por un dictador sanguinario. Parece que no había para todo esto sino una respuesta: huir. Yo resentí durante mucho tiempo de Haití por no ha-berme permitido vivir en su suelo. Viví 20 años sin querer regresar, me decía que sólo regresaría cuan-do los canallas duvalieristas fue-ran diezmados. Con los años ‘90 llegó una esperanza de cambio, y fue en ese momento cuando regre-sé. Después, hice varios viajes, tra-

tando de reconocer ese país dejado a la edad de 16 años, tratando de comprender. Hoy, sólo la tristeza me habita.

-¿Cómo ve el futuro de su país en la actualidad?

-A pesar de ser una isla, Haití forma parte del mundo. Su futu-ro está vinculado con el resto del mundo. Sin cinismo y sin fatalis-mo compruebo (y en esto sólo re-pito lo que dicen otros más pensa-dores que yo) que estamos ante un n de mundo organizado por el

egoísmo y la ceguera de las clases dirigentes y grandes corporacio-nes y multinacionales. Este egoís-mo, que es la piedra fundamental del sistema, administra nuestro planeta y está acabando con los pueblos, su historia, su existencia. Haití vivirá sólo si la humanidad se da cuenta de este hecho y toma las medidas adecuadas para ree-quilibrar el planeta. La literatura, la poesía o cualquier otra forma de expresión, solas, no pueden

cambiar al mundo ni a Haití, por-que si así fuera, Haití no estaría en el estado en que se encuentra. Sin embargo, poetas, escritores y otros artistas que eligen tomar la palabra, deben saber que ésta también es acción, y que pueden escoger callarse.

-¿Para qué sirven entonces los poetas en tiempos desespera-dos?

-Los poetas pueden servir para algo si saben y comprenden que su libertad está vinculada con la de todos los hombres y todas las mu-jeres que no son libres. Como decía Jean-Paul Sartre, “el escritor, hom-bre libre, dirigiéndose a hombres libres, sólo tiene un tema: la liber-tad. No escribimos para esclavos. (…) El arte de la prosa es solidario de un solo régimen o la prosa guar-da un solo sentido, la democracia. Cuando una es amenazada, la otra también. Y no es su ciente defen-derlos con la pluma. (...) La literatu-ra te lanza a la batalla; escribir es

un modo de querer la libertad (…) La libertad concreta y cotidiana”.

-¿Qué opinión le merece el Festival Mundial de Poesía de Venezuela?

-Este Festival representa para mí, primero, un acto de genero-sidad del pueblo venezolano, y la generosidad es una cualidad que coloco por encima de todas las demás. Lo percibo también como un acontecimiento puesto en es-cena por una sociedad que se res-peta, que se considera equilibrada y que comprende la importancia que hay que conceder al arte en estos momentos, cuando la cultu-ra de mercado, la cultura mundial, as xia todo lo que existe gracias a un oscurantismo bárbaro y a la resurgencia de un fascismo que ni siquiera se toma la molestia de en-mascararse.

T/ Maritza JiménezF/ Archivo COCaracas

“Escribir es un modo de querer la libertad”, dice la poetisa

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 5

El poeta francés François Migeot es un embaja-dor de buena voluntad de la poesía venezolana en Francia. Cofundador

del proyecto Correo del Orinoco, que busca “conjugar los horizontes culturales y las disciplinas artís-ticas”, es autor de más de 15 libros –poemarios y ensayos poéticos-; en-tre ellos, una antología de la poesía venezolana.

La obra de José Antonio Ramos Sucre, sin duda una de las más com-plejas aventuras en la poesía venezo-lana, y quizás universal, ya puede ser conocida por el exigente público francés, gracias a la traducción rea-lizada por Migeot, y publicada bajo el título de Le Chant Inquiète (El can-to anhelante), en una coedición entre Monte Ávila Editores y El Taller del Gran Tétras de Francia, con ilustra-ciones de Caribaï Migeot.

Embajador de nuestra literatura en Francia, acaba de traducir la obra de Ramos Sucre al francés; su más reciente poemario, Lentitud del vino, publicado por Monte Ávila, se presentará durante el festival

Migeot explica que la idea de este proyecto surgió cuando Carlos No-guera, presidente de Monte Ávila, le consultó por alguna editorial in-teresada en nuestra literatura. Fue así como, junto con Judith Alvarado (su esposa, traductora y compañera de aventuras editoriales), asumió el riesgo de adentrarse en el universo del gran poeta cumanés, con toda su complejidad simbólica, sus ex-ploraciones lingüísticas e indaga-ciones verbales.

“Después de varios contactos -re-lata- , nalmente el Gran Tétras se entusiasmó, luego de la visita de la entonces gerente de Monte Ávila, Carolina Álvarez, a sus talleres en la montaña del Jura. Finalmente r-mamos el contrato, y le con amos el trabajo de ilustración a Caribaï Migeot, con el resultado de un libro muy bello que presenta una mues-tra rica de la obra de Ramos Sucre.

Pero si la receptividad de la pren-

François Migeot La poesíaes completamente

inútil pero necesaria

Migeot: La poesía insurge contra toda defi nición perentoria del ser humano

sa especializada francesa no ha sido del todo cálida (lo que, según Migeot, no es asombroso, ya que, en general, es una prensa muy ce-rrada a la poesía), ellos mismos se han dado a la tarea de la difusión de esta obra en recitales bilingües que realizan con el joven guitarrista René Lagos Díaz, acompañado de la interpretación de piezas de Agustín Barrios –contemporáneo de Ramos Sucre- y Antonio Lauro.

-¿Hay algún otro poeta venezo-lano en la continuación de ese proyecto?

-Quise abrir esta colección con Ramos Sucre, que es para mí un poeta atípico y muy original y de una calidad de escritura extraor-dinaria. Traducirlo fue un desafío poético. El proyecto del Gran Tétras es mantener esta colección, Entre dos orillas, pero todo depende aho-ra del seguimiento que el editor ve-

nezolano le dará. Por supuesto, los proyectos no faltan...

LA POESÍA COMO FORMA DE RESISTENCIA

François Migeot, nacido en 1949, en la con uencia de los ríos Oise y Sena, es actualmente profesor-investigador de la Universidad de Franche-Comté, después de haber ocupado un puesto similar durante algunos años en Japón.

Ganador del premio de poesía Ilarie Voronca (Ville de Rodez, 1993) y el Gran Premio Universitario de la Novela (Académie de Bourgog-ne, 2000), es autor de más 15 obras. El año pasado, publicó con Monte Ávila Lenteur des foudres, traducido por Judith Alvarado, su esposa y traductora, bajo el título de Lentitud del vino, que será presentado duran-te el festival.

Traductor de poesía, esencialmen-te latinoamericana, su trabajo de es-

critor se centra en la poesía, la prosa poética y la conjunción de las expre-siones artísticas (escultura, pintura, grabado, música, etc); también, en escrituras experimentales adopta-das en el discurso “comunicativo” de la época.

-Usted ha re exionado mucho sobre la idea de un mundo “que ha perdido la idea misma de la poesía”. Eso nos lleva a pensar en el mundo de nuestro tiempo, ex-puesto a tantos riesgos que ame-nazan ya no sólo la existencia del ser humano, sino del planeta mis-mo. ¿Para qué poetas en tiempos de penurias?

-Christian Prigent ha intentado ya responder con pertinencia a esta pregunta con un pequeño ensayo, publicado hace poco por la editorial parisina POL. Haciéndole eco, diría, primero, que desde luego la poesía tiene poco peso frente a una reali-

dad de tales peligros. Los remedios pasan primero por la re exión polí-tica, y luego por la acción que puede emanar de eso. Por otro lado, en un mundo que tiende a uniformarse alrededor de la mercantilización, la poesía corre peligro de desapare-cer, ya que su valor comercial, con-trariamente a las artes plásticas, es ninguno.

La poesía -continúa- “puede exis-tir sólo como forma de resistencia (y esto a menudo ha sido así en la modernidad). Resistencia contra la reducción del lenguaje a la univoca-ción de la ‘comunicación’. Resisten-cia a la instrumentalización del ser humano; resistencia a su reducción a fuerza de trabajo y al estado de consumidor”.

A rma que la poesía “mantie-ne al lenguaje abierto al estado de búsqueda. Insurge contra toda de- nición perentoria del hombre. Es

el lugar de su creación perpetua. In-surge al mismo tiempo contra toda de nición perentoria del mundo. Por ejemplo, contra la que querría hacer creer que la naturaleza del mundo es mercantil. Ella permane-ce como uno de los lugares donde nuestra aprehensión del mundo está recon gurada, donde la expe-riencia humana toma sentido y se da una forma, donde la misma idea del hombre está en el trabajo, donde el pensamiento se elabora en una lengua que hay que recrear. En este sentido es completamente inútil pero totalmente necesaria”.

-¿Tiene todavía sentido la poesía en un mundo sin sentido? ¿Cómo su propia poesía se inscribiría den-tro de esta intención (el sentido)?

-Su sentido es tomar al revés la ideología del utilitarismo. Ella no es útil, no es un instrumento al servicio de algo predeterminado. Nuestro mundo globalizado por el merca-do no está privado de sentido: hace creer que todo su sentido reside en el “crecimiento”, en las transacciones, el provecho y la especulación. La poe-sía, por su gratuidad, su “inutilidad”, mantiene la posibilidad de pensar de otro modo. Debe ser la mala conciencia de este “pensamiento” dogmático que se considera único y unívoco. Ella preserva un espacio donde el lenguaje no es esclavizado al utilitarismo pragmático, sino que se queda abierto a su creatividad in- nita por la cual nos creamos y nos

descubrimos creando. La poesía per-mite dar un sentido en movimiento perpetuo a la ausencia de sentido de nuestra presencia aquí en la Tierra.

T/ Maritza JiménezF/ Judith Alvarado MigeotCaracas

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6 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010

Bien pertinentes son los versos que dicen “Dón-de está todo aquello/ que suponíamos ido y distante/ hace un rato.

/ ¿Dónde están?/ Están aquí”. Sí, están aquí, justo entre las páginas de Miré los muros de la patria mía. Collage preciso de palabras jus-tas que valen en su dimensión de nombrar el mundo y no más. Las Beatrices, las Ofelias y las Pavlo-vas coquetean con la mala calle, con la mala vida y resultan airo-sas al nal de un encuentro con soldados y guerrillas.

De la Gran Historia a los pequeños dramas. Así des lan un Van Gogh, un Gardel, un Bandeira… To-dos bordeando las márgenes de un río, todos bordean-do una barreada; todos cercando un futuro que no es “un instante ni un sitio ni la imagen/ cinematográ -ca de carros en el cielo/ ordenando un camino”.

Decir, decir, decir… El poeta eleva oración a los altos rascacie-los: “ayuden a este pobre mucha-cho/ que en vida/ y en muerte/ se llamó/ y se llamará William Osuna”. Decir, decir, decir… otra vez invoca: “Háganlo hablar…/ Nació para eso”.

La compilación de poemas que recoge Miré los muros de la patria mía (2004), editado por Monte Ávila Editores, sintetiza el sabor del poeta homenajeado del festival, William Osuna

Hay otros rezos que tocan tierra y carne; rezos que piden juerga: “Escucha Dionisius mi boca de alcohol/Anímate de vaso a vida/ Danos la calle”. Y libre de todo, incluso de sí mismo, el poeta se quita la máscara y gri-ta: “Aquel falso rito/ donde cada cual/ se quitaba la cabeza/ y meaba su honda melancolía/ ya no es el mío”.

Labor de actor: “Hicimos los números de la vida/ Una corola

de fuego/ Detrás del corazón”. La-boriosos también fueron los ma-les -”Como un sablazo de amor”-. Se rinden cuentas y a cada uno su moneda: “Duro fue el o cio/ Dura la vida./ En estiércol hundi-mos/ Nuestras ganancias”.

La palabra está desprovista de cualquier rito que no sea el de los objetos. Nombrar resucita. Ha-blar es la elección, no hay lugar de queja: “Con este mundo por prisión elegí/ la baja rama del ahorcado”. Resignación necesa-ria. “No fui avalancha de nada/ Barajo y arrojo mis cartas al ol-vido”.

Poética que se hace con unos cuantos vocablos; señales que se extraen del asfalto: “Escribo en-cerrado a dos o tres palabras/ que siempre se repinten”. ¿Cuál es la tarea? “Buscar/ lo perdido/ siempre ha sido terminar el poe-ma”.

El trabajo con la palabra es perenne, “incesante parto/ joro-ba frustrante/ Poesía”. ¿Joroba frustrante? Imposibilidad del decir versus única posibilidad de decir. “Un poema no sale de esta campana sorda/ ni mucho menos/ de este bostezo angeli-cal/ que teme pudrirse con las palabras”.

Aparece el poema como “su-cias escaleras”. Aparece el poema

como zona oscura, como umbral, “puerta escarapelada”. ¿Y el poe-ta? Con la boca abierta: “trago todo el humo de la ciudad, toda la muerte,/ amarguras…”. Emer-ge el poema. Su presentación: “He aquí la or/ la selva de plás-tico como falso seno/ el río de la convivencia, palabras/ Todo el desgaste de una realidad casi inamovible”.

Estamos ante un Yo en (fren-te) el mundo que se hace y hace cuerpo con unas cuantas latas de aceite y estopas. La identidad surge de saberse en época confu-sa: “Yo entre en la poesía con 500 más de mi generación”.

El hombre cree ser las cosas, estar en ellas… “Me creí dolor/ y me dolí”. Enumeración sorda de lo que no se es: “Linterna/ Fogonero/ burdel/ país…”. Fi-nalmente una luz de conciencia: “Me creí todas las cosas/ mas no pude creerme contento”.

La (sin)razón del hombre muerto por los suyos: “Yo nací/ yo morí/ y resucité al tercer día en el estallido de toda risa”. La (sin)razón del hombre perdido en su propia cuadra: “Lo siento, me he extraviado/ el camino que tomé/ no es el mismo/ que pen-saba seguir”.

El desparpajo de escupir a ple-na luz de día: “Mearse en todas

las puertas del mundo/ incendiar Roma”. De espalda a la tradición y de cara al sol -“No llevaré fue-go de arti cio”-. No se arderá en hoguera falsa, ni en letra hueca, ni en palabra trasnochada: “Oblí-guenme a entender y a seguir los designios/ de este pueblo/ A ser-le el a mis muertos”.

O LA OTRA CALLE…“La verdad sea dicha/ si esta

calle fuera hombre/ dolería”. Esta es la calle-viva de William Osuna. Calle que padece y hace padecer. Su humanización —su dolor— está acompañada de lo impersonal que pueden ser las cosas cotidianas, las cosas del día a día. Pero también esta calle-viva es animal: “gato bocarriba traspasado/ por la luz roja de un bombillo”.

En Miré los muros de la patria mía convergen callejones, además de la voz del pota que se reverbera por las viejas grietas. Una melo-día de los cuarenta acompaña a los poemas y una casa fugaz que se eleva entre las cosas: “Mi casa es un cuento que vuela”. ¿Qué historias trae? ¿De qué mundos habla?

Casa luminosa; “lámpara de aceite que alumbra la estaca de un país que agoniza”. Casa-viva que va a los bares y tiene su sabi-

duría: conocimiento que no se da en la escuela. “Las rocolas que oí están selladas en una habitación desconocida/ tenían más verda-des que el Tao Te Ching”.

Un espacio se va fundando en alguna esquina; haciéndole frente a las pequeñas violencias cotidianas, a la memoria, al ol-vido: “Que venga el silencio, el martillo sereno/ Que arrebató mis trapos”.

La ciudad va apareciendo con un presentimiento a cuestas; es la ciudad de aquellos extraños: “Es la que no me han otorgado/ la que perdí sin poseerla/ la de los otros”. Esta ciudad-otra es lo propio; fracaso implacable: “nada vale”. Mas, es la soñada, espacio arbitrario que va develándose a medida que se niega.

Hablamos de la urbe implaca-ble. Lugar que desgarra la me-moria y, para bien o mal, único rostro del recuerdo. En los es-combros hay una pista del origen de la demolición; de la agonía de las horas, de los días, de los amo-res y de la madre: “Este polvo ur-bano/ es la representación de mi casa destruida/ estas piedras de-molidas/ Me llevan a lo que fui”.

T/ Jacinta AndradeF/ Avelino RodriguesCaracas

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 7

El escritor William Osuna dice que los libros de Ju-lio Cortázar hicieron que él creyera en la poesía. El pasado 6 de mayo, a las

5:00 pm, asistí a una de las clases del taller de poesía que él dicta en la sede de Unearte, en la zona de Be-llas Artes, en la ciudad de Caracas. Al llegar, veo al escritor: Un hombre alto, con sus cabellos ensortijados visiblemente canosos y con lentes que nos hacen pensar que estamos ante una persona que ha desgasta-do su vista en leer y observar.

Después de las normales pre-sentaciones, me invita a tomar asiento justo en la diagonal de su mano izquierda, en primera la. Un aire fuerte entra por los ven-tanales del piso 6. Hay música de tambores, que nos recuerda que nos encontramos en un espacio para las artes.

Comienza la clase. Un joven con rasgos indígenas, sentado a mi derecha, quien después dice con orgullo que está relacionado con el pueblo pemón, recuerda la actividad asignada para hoy. Oja-lá cada venezolano y venezolana se sintiera agradecido y fortaleci-do al decir que descendemos de los habitantes originarios de esta tierra llamada Venezuela.

Entrar en un taller de poesía que comience con la frase “Graciasa Cortázar…” es comulgar con las letras y su mundo fascinante, y si lo dice un poeta como William Osuna, cantor del Guaire, ya es meternos en algo grande

Poco a poco entran algunos es-tudiantes rezagados. Llegan calla-dos. “La gente, cuando viene en silencio, me da miedo”, le lanza Osuna al grupo.

El poeta habla de los pueblos originarios de nuestra América. Habla de los colores de las pieles y se plantea cómo será el color aceitunado de los indígenas del que tanto hablaban los libros de historia de los primeros grados de la escolaridad.

¿Cómo puede caber esa asevera-

En clase de poesía con William Osuna

Gracias a Cortázar

ción en la mente de un niño o niña cuando le dicen que los indígenas son de color aceituna?

Así, con la incitación a re exio-nar, las palabras del creador saltan de un tópico a otro. Siguen una secuencia de pensamiento muy suya. Son imágenes sueltas; frases sin estructuras lineales.

POESÍA DE CUERPO LIBREOsuna se acerca a la ventana y

observa a Caracas, con la mira-da dirigida hacia el lado este de la ciudad. El cielo está límpido y con un color rosáceo. Lo veo transformado en un niño que, con curiosidad, intenta descu-brir algo nuevo.

Entonces, se da vuelta y dice: “El poeta debe transgredir los lí-mites”; sentencia rme que tiene el tono propio de un adulto.

“Un taller de poesía no se hace

de la sapiencia del profesor. El taller es para que el y la estu-diante forme su propio concepto y su verdadero mundo poético”, prosigue el poeta.

Este taller es como un cuerpo libre, asegura. Es un viento que entra y sale por la ventana abier-ta de la imaginación.

“Quiero darle una amplitud a las cosas, es necesario que cada quien uya libre. Quiero repar-

tir el verbo para todos. Que cada quien asuma la realidad como la mira. El gran protagonista es la palabra”, dijo el poeta.

UNA COMUNA DE IDEASLa metodología es simple: se

escoge un tema y se comienza el debate. El alumno o la alum-na pasa a ser el profesor o la profesora. Entonces, el profesor aprende de los alumnos. Es una comuna de ideas. Es un colectivo al servicio de un n común, en el que se aceptan las diferencias individuales y se asumen como propias.

Ya se acercaba la hora de nali-zar el taller, y pensé que todo ha-bía llegado a su n. ¡Pues no!

Un muchacho dice que se sien-te muy bien por ser hombre y que los varones son el objeto de inspi-ración de la creación de las muje-res poetas. Surgió, entonces, una discusión de géneros.

Mis compañeras poetisas le-vantan sus voces en contraposi-ción a semejante aseveración. Fue fascinante ver cómo las féminas deconstruían aquel discurso.

Al nal, Osuna advirtió que la poesía no conoce de sexo ni iden-tidad de géneros.

Estas dos horas que pasé con el poeta William Osuna me de-jaron una sensación de triunfo. Una sensación de conquista. Una conquista de mi identidad como ser individual y como ser social.

T/ Bruno MateoF/ Héctor RattiaCaracas

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En sus letras se vislumbra una ciudad que ama, la ciudad que ha sido testiga de sus batallas ganadas y perdidas; batallas que se

ven re ejadas en su poesía, en la que describe Caracas y sus pasos en ella, los recuerdos que cada lugar atesora desde su infancia. También recuerda a su padre, José Luis Osuna Méndez, y a su madre, Vicenta Emilia Bello Ríos, quienes alimentaron sin saber su acercamiento a las letras gracias a la manera como ellos veían el mun-do.

Recuerdos de su infancia, su primer acercamiento a las letras y su relación amorosa con ellas, su opinión sobre las nuevas generaciones de escritores, la presencia de Aquiles Nazoa en su vida y su consagrado amor a Caracas. Esto y más contó el poeta homenajeado del festival

–¿Cómo fue la infancia de Wi-lliam Osuna?

-La infancia de la que yo pudiera tener un recuerdo más jo es desde los cuatro a seis años. Ese trayecto de mi infancia lo viví montado en un camión de mudanzas, porque mis padres se mudaban mucho. Iba yo por toda la ciudad en un camión con mi padre y algunos de mis hermanos. Soy el cuarto de 11 her-manos; en ese momento yo era el menor. A a los seis años me tocó vi-vir en el caserón donde vivían mis

William Osuna

“No hayuna cosa más enriquecedora que la vida”

abuelos. Era en Los Rosales, parro-quia Santa Rosalía, donde yo había nacido (con la ayuda de una parte-ra). Todos mis hermanos nacieron en clínicas y hospitales, menos yo, que nací en casa de mi abuelo.

–¿Cuáles recuerdos permanecen intactos en su memoria?

-Recuerdo muchos olores. Había un granado en el patio del caserón de mi abuelo, y matas de rosas, mango, guayaba. Todo eso era un olor a naturaleza, mientras jugaba béisbol y por supuesto aprendía a jugar chapita con un palo de esco-ba. Recuerdo que también viví en La Pastora, en Puerta Caracas. Viví en Casalta, en los pequeños blo-ques que estaban construyendo en ese momento, en el año 53 ó 54. Re-cuerdo que ahí vivía, en el piso su-perior, el poeta Aquiles Nazoa, eso lo advertí después. Vale decir que volví a la parroquia Santa Rosalía; luego, viví en el bloque cuatro de El Silencio del que recuerdo el te-rremoto del ‘67. Esos apartamentos son indestructibles.

EL POETA PÁLIDO, EL CINE Y LA VIDA–¿Cómo fueron su época de es-cuela y el descubrimiento de las letras?

-Como a cuadra y media del caserón, quedaba la escuela Gran Colombia donde estudié primaria.Después, estudié en el Santiago Key Ayala, que quedaba de Glorie-tas a Maderero, en una casa muy antigua. Allí tuve un contacto con la poesía por un encuentro con el propio poeta Aquiles Nazoa, quien nos dio una conferencia sobre poe-sía. Me impactó mucho porque era un señor muy delgado, pálido, como solían ser los poetas en aquel tiempo; muy cercano al romanti-cismo. Me impresionó su verbo, su paciencia y su manera de explicar a un grupo de muchachos de trece o catorce años que lo estaba escu-chando una mañana soleada, por-que la conferencia fue en el patio. Ese contacto con la poesía y con el lenguaje me fue seduciendo. Si me preguntan qué es lo que más me ha in uido, yo diría que, además de los libros, de las lecturas, diría que fue el cine. Yo vengo de una parroquia que tenía siete cines. Agoté creo que todas las películas mexicanas y los

comics. Leía muchos suplementos, después pasé a leer algunos libros que estaban en mi casa.

–¿Y qué libros han tenido in- uencia en su poesía?

-En mi casa los primeros libros los trajo mi papá. Recuerdo que él los leía en voz alta. Tengo el recuer-do de mi padre leyendo el Quijote en voz alta y paseándose de un lado a otro. Hacía in exiones en cada párrafo, e indicaba cómo era la pun-tuación y cómo era el párrafo. “Un punto y aparte es una pausa ma-yor, la coma es una pausa menor”. Además, fui muy dado a la conver-sación con amigos, a oír música. De ahí que aparezcan en mis poemas cosas como el bolero, el jazz, el cine, todo eso. La gente piensa que lo que puede in uir a un poeta son sus lec-turas de poesía y yo pienso que lo

que puede in uir es la vida. No hay una cosa más enriquecedora que la vida; qué es lo que te sucede a ti, que eres mi próximo, el otro, y qué es lo que le sucede a ella, qué es lo que sueñas tú.

–¿Cómo se empieza a escribir?-Es una relación amorosa que se

sitúa desde la infancia. Es intere-sante encontrarse con ese reto de una página en blanco, y esta pági-na tiene que llenarse con vocablos, con signos, con imágenes, con me-táforas. Es una relación amorosa que a veces no es muy fácil, a veces tiene sus frustraciones; el produc-to, bien sea poema, bien sea cuen-to, no siempre nos satisface, y en esa no satisfacción viene como un dejo de decepción que dura pocos momentos, porque la misma ter-quedad del escritor -hecha a toda

prueba y a toda fortaleza- es para intentar de nuevo la conquista de esa página.

–¿Cómo ve la nueva generación de escritores dentro del país?

-Soy profesor y doy talleres. Hay muchos jóvenes anónimos que por primera vez están enseñando sus escritos, y uno los lee, y dice: Este nombre algún día saldrá en las pá-ginas literarias. Se espera mucho de estos jóvenes. Además, lo que más me llama la atención es la presencia de la mujer en los talleres de crea-ción; no solamente en el de poesía, sino en narrativa, fotografía, en dra-maturgia. La presencia de la mujer le da una energía a la sociedad. He pensado que esta Revolución que estamos viviendo tiene una ener-gía femenina que ha hecho que el hombre, que estaba muy alienado y

Vida, obras y premiosWilliam Osuna nació en Caracas, en 1948. Ac-

tualmente es presidente de la Fundación Editorial El Perro y La Rana. Es reconocido por su pro-

ducción poética urbana, editor de libros, do-cente universitario y facilitador de talleres de literatura y escritura.

Es el autor de Estos 81 (1978); Mas si yo fuese poeta, un buen poeta (1978); 1900 y otros poemas (1984); Antología de la mala

calle (1990-1994); San José Blues + Epopeya del Guaire y otros poemas; Miré los muros de la

patria mía (2004).Ha sido reconocido con el primer premio Bie-

nal José Antonio Ramos Sucre (1976); Premio Mu-nicipal de Literatura del Distrito Sucre, mención poesía (1984); y el Premio Nacional de Literatura

(2007).

muy entregado a procesos que ha-bía vivido, que le había tocado vivir como la derrota de la izquierda se-sentera y setentera, cambie, porque se ha incorporado la mujer con un brillo, con una lucidez con respecto a su discurso, a su emoción y a su fortaleza.

–Entonces, ¿la poesía recupera sus curvas?

-Sus curvas y sus volúmenes.

LOS AMORES Y SU PASIÓN–¿Qué poema recomienda para conquistar el amor?

-Yo pienso que en el sentido del amor no solamente intervienen las palabras; intervienen los poemas, también interviene la gestualidad e interviene lo que uno tiene como humano, lo que tú puedas dar. No bastan las palabras, tienes que com-

Yo la veo con un inmenso vitral, donde están sus galas, sus momen-tos de esplendor; pero también es-tán sus momentos nefastos y sus momentos oscuros e insoslayables. A mí me gusta esta ciudad, porque no ofrece un crecimiento simétrico, sino asimétrico, en todos sus senti-dos y en todas sus emociones. Cara-cas se vive por instantes y no se vive por zonas de coherencia.

–¿Qué otro lugar puede inspirarle?-A mí me gusta verdaderamente

la geografía de mi país. Me encanta viajar por carretera, ver la geogra-fía, los llanos, los andes, el Orinoco. Mi país es una belleza insondable e in nita. Yo quisiera ser un poeta bucólico y pastoril, pero vengo a ser un poeta caraqueño del smog, de los callejones, de los lugares que me ofrece mi vida de caraqueño. De poeta urbano.

–En el poema del 12 de abril de 2002 hace mención a la postgue-rra. ¿Cuántas guerras ha vivido William Osuna?

-Cuando el 12 de abril, lo que me venía a la mente era lo que les ha podido venir a los poetas de post-guerra perseguidos por el fascismo; es el caso de los poetas españoles, ya que una vez el fascismo tomó el poder de una manera despiadada. Me venían a la mente esas escenas de postguerra, de estar escondidos, clandestino, de estar buscando si-tio donde defenderse, porque vi la bestialidad por televisión, vi como se movía la sociedad. Pese a todas las discusiones que se tenían hasta ese momento, se vivía en democra-cia, y pasamos a tener un rey que se estaba juramentando por su propia cuenta y derogando todos los po-deres. Entonces me sentí como un poeta de postguerra.

–¿Hay nuevo libros en proyecto?Sí. Dos libros. Uno, al que le estoy

buscando un título, pero como dice García Márquez: que uno no debe decir los títulos porque se empava el libro, entonces no lo digo. Espero que esté para diciembre. Hay otro que es sobre historia contemporá-nea, para el año 2011.

T/ Adriana SulbaránF/ Luis FrancoCaracas

probar que esas palabras van a pa-sar a un estado superior y que van a bailar ceñido con ese otro al cual estás enamorando, y a ese baile se-guido se le llama amor, y a ese baile seguido se le llama familia. Yo tengo treinta años de matrimonio y tres hijos: Diego, María Emilia y Santiago, y ellos son frutos de otro tipo de poesía.

–¿Qué le escri-biría en estos momentos a Caracas?

-Caracas, por ser el sitio donde nací, ya es una pa-sión. Es una pasión lingüística, es una pasión de colores.

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Señor Presidentede los Estados Unidosde América

Preste atención: Le digo señor para que se mire

en el espejo, anude su corbata, vea mundos varios y acomo-de sus palos de golf. Afuera arden los potes de basura. Sé que en casa, alguien, quién lo sabe, le ordena el garaje, las herramientas, asegura los peldaños de las escaleras de incendio, refuerza los cables de acero, cuida de sus mapas. Observe: en la calle las man-chas de aceite re ejan el gran circo, los enormes edi cios: pasa el águila americana, los muchachos partieron tem-prano en sus carros de gue-rra, cantan a las estrellas y a un sol rojo de vivo alacrán. Mañana matarán, morirán, regresarán como medalla o bolsa plástica.

Usted no lo percibe en Wall Street está a punto de sonar el martillazo de la ruina. La multitud sabe que el portaviones Arizona naufragará en la tormen-ta que viene, con sus generales y su arsenal nuclear. Ayer lo soñé, usted no reconocía las aguas de su origen, el canto blues, lamentos de algodón en campos de leja-nía, los muchachos del klan blandían sus antorchas por los pasillos de la Casa Blanca; el gang de Jhon Smith arrojaba las cenizas del barrio Chorrillo lejos de las costas de Panamá; en un camión de mudanza se llevaban tierra mexicana: los senadores celebra-ban a dos manzanas del Congre-so de los Estados Unidos los fu-nerales de Puerto Rico, Filipinas y Santo Domingo; en el medio tiempo del Super Bowl, exhibían hasta el in nito los minutos na-les de Allende, los Rockets incen-diaban El Palacio de La Moneda, la escena se repetía y se repetía en pantalla gigante, Doris Day era una linda chica: en el asfalto, quemaban conchas de naranjas, residuos de la vieja Babilonia: la multitud hacía la para fotogra-

arse con el Kennedy, por un dó-lar te prestaba su gorra militar, por varios, detrás de la cortina, te mostraba su cráneo agujerado; a seis manzanas de distancia de ese evento, en las puertas de un teatro abandonado, Abraham Lincoln hacía lo posible: force-jeaba frente a la taquilla, trataba de impedir la venta de boletos, los actores resignados trabajaban para un público ausente.

En el aire giraba la rueda del lucro. Harry S. Truman bailaba polvo de estrellas sobre una nube radioactiva por las noches de Ja-pón. Vagaban los hippies por el país de las inmensas autopistas y del acero. Muchacho, en la radio colocan tu canción. De nuevo ha-

bían perdido la estelar contra la gran maquinaria y los toneles de química.

Alguien lija listones de ma-dera para millones de féretros en los aserraderos de Lousville. No sé quien pondrá los muertos. Us-tedes son de cuidado.

Presidente, le repito, lo de El Chorrillo fue bestial. La humani-dad no olvida, sabe de la masacre contra la población civil en los lu-gares de Hiroshima y Nagasaki.

Resulta difícil comenzar de cero. Ahí se perdió lo humano, por culpa de sus predecesores, los muchachos de mi cuadra llaman a la nación del viejo Whitman, Cri-minalandia: un ejemplo: Guantá-namo surge como consecuencia de

un botín de pirata y gar o, arran-cada a Cuba en 1902, mediante la enmienda Platt, capítulo contem-plado en la constitución de su país; en la actualidad, es una cabina de torturas, criadero de huesos, docu-

mento del horror; ¿quién me dice que respecto a Colombia no sucederá lo mismo? Le obsequio este dato, antes de usted asumir la presidencia plani caban asesinar al Pre-sidente de mí país, no sé si rati ca esa demencial agen-da. Hablo de sus anteceso-res, Jorge doblevé y su secta de skull and bones, es claro.

Si le dije señor, es por principio de familia, costum-bres parroquiales heredadas de mis padres. Espero me-rezca el trato epistolar: nin-gún señor va por el mundo arrojando bombas, destru-yendo ciudades, mutilando niños, quemando arrozales, el trigo y la sed de la gente. Escuche testimonios, la pol-vareda de Gaza, la destruc-ción de Bagdad.

¿Quién gobierna a su país? ¿En qué supermerca-do se abonaron a Colombia? ¿Cuánto les cuesta como instrumento de la guerra?

Colombia no es una ca-rreta de ores y esmeraldas, su música no es el vallena-to ni el porro ni cualquier hermosura que venga de los negros; su música viene

del bosque como chirri-do de sierra mecánica: Luz Marina y Jhon Jairo

dicen que se resume en amores desplazados, besos de viudos y autocines fronterizos. Yo le com-pro golosinas, apuntan ambos, nuestra cosa es de principios; a Colombia la perfumo con esen-cias que recojo en el camino que pasa por Manizales —dice Jhon Jairo. Así le quito ese intenso olor a formol y a tacos de algodón em-papado con sangre recién lavada. Ella me regala su fruta madura, coloca en mis manos piedras pu-lidas, yo le obsequio mi luna de ciego.

En Colombia me mandé a di-señar un smoking con unas telas que le sobraban a Jotamario Arbe-láez, nunca tuve otro igual. Si vie-

William Osuna a Barack Obama:

La Humanidad no olvida ne la guerra, me lo pondré para brindar por la paz con el Mono Rendón. A mí que me busquen en el gajo de Juan Manuel Roca o al sur del Capanaparo, más allá de toda ciencia, horneando pan con Germán Pinto Saavedra: Tu-lia Restrepo, si viene la guerra de seguro no tendrá tus ojos. Me iré con William Ospina por la línea amarilla a fundar patria lejos de la huesera fratricida. Temprano, le caeremos a Rafael del Castillo en su castillo, acompañado de Joe Broderick y Nicolás Suescún. Muy cerca de Álvaro Miranda con su caimán de muelas de oro.

Amo a Colombia, pero le con-diciono mi lado en la cama. Cuan-do se acuesta con esa quijada de burro bajo la almohada, me inva-de cierta incomodidad. Desconfío del Palacio de Nariño y del cár-tel de la guerra. Las oligarquías apátridas se sienten protegidas. Requieren su sheriff, sus bombar-deros Stealthy, sus computadoras parlantes y sus montajes bélicos. Señor Presidente de los Estados Unidos de América y un tantico de Colombia: no me agradan las bases de la guerra.

Si ustedes percibieron a Gra-nada como una amenaza para norteamerica por construir un aeropuerto, no me pida que vea a sus soldados como mansos cor-celes pastando en los campos de manzanas de Jhonny Apples. No sé qué mala idea les ronda a los Chicos; cuando están fuera de casa son capaces de violar a una ametralladora. Necesitan matri-monio y menos drogas. Ahora mismo leo la crónica de sus des-manes.

Venezuela es una nación pací- ca. No lo voy a atiborrar de datos

y fechas heroicas. Lea nuestra his-toria, quiénes fuimos en el siglo XIX, Bolívar, el caso Santander. A lo nuestro, tengo casi la edad de Ambrose Bierce cuando se alistó al ejército de Pancho Villa. Necesito una oportunidad; usted necesita una oportunidad, todos necesita-mos una oportunidad, aún no he escrito mi primer cuento.

P.D. Regrese a casa a mis cinco hermanos cubanos: Fernando, Ramón, Gerardo, Antonio y René.

El poeta le recuerda al mandatario estadounidense que Venezuela

es una nación pací ca

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 11

SERENATA POR EL CHINO VALERA MORASe fueron al Congreso a pronunciarsus discursoshablando de la democracia mientras escondían la rataen el jardín donde crecen sus rosasy yo te observé Víctorsacándole los clavos a la silla del Faraón más alegreque un vacilón de alcobabajándole los pantalones a los diputadosmientras ellos copulaban de retruquecontra un rabo de iguana disecadoy no había audiencia sino un júbilo de piedrasque caían en las actas donde se dejabaconstancia cómo y de qué manera se había emputecido el paísy me dijiste «mira por el ojo de esta cerradura»y vi a los senadores en dormilonataconeando encima de los escritorioslevantando la mano para pedir la palabray no eran palabras las que salían de sus bocassino remolinos de heno que se dispersaban por la salay el más viejo llamaba al orden sosteniéndose los testículoscon tela adhesiva mientras se metían en las uvas podridasde su vino calavera con peluca de anciana en los sótanos

CANTO DE AMORAmo a Norteamérica, Nueva York, Marilyn Monroe, el Greyhound donde Jack Kerouac atravesó el humo y la danza Comanche sobre insondables au-topistas.Quiero ese territorio de piedras. Parado en la gasolinera el sueño de Luther King me llama. Mi deber es evitar la muerte de Malcom X, desenclavar los hoteles de Memphis.América, devuélvele las dos lucas y las 50 perras a Ginsberg.Todo a su tiempo.La trompeta de Miles Davis abrió una grieta en la oscuridad. Miles vestía de punta en blanco. Lucía lustrosos zapatos amarillos. La triste luna de Kentu-cky bajaba por el ghetto como un hilo de sangre.Sálvate Norteamérica, ciudades, Filadel a, Washington. Tus edi cios giran por el aire como catafalcos. De vez en cuando, alguien se arroja contra los tubos de neón. Y no es el poeta Hart Crane.Tu democracia de cables humeantes no lo puede impedir. Guantámano es un misterio. Cazas mexicanos como conejos. El viejo Walt profetizó tu lomo de acero, las cifras de la campana. No le supiste corresponder.William Carlos Williams se fue bajo la lluvia en una carreta mojada. El aire anida peces sobre los árboles. Jimmy Hendrix toca duro la canción nacional, arroja candela por la boca.Me agrada el verbo anarquista de Sacco y Vanzetti, las tonadas de Bob Dylan, la vida en el bosque sin impuesto, guardo en una caja de zapatos las grandes atrapadas de aquellos campocortos que jugaron sobre la tierra roja de Chica-go: el fantasma de la calle 43 es nuestro.Los Hell’s Angels quieren camorra.Detesto el vino de lata. Tengo razones para pensar que alguien les puso una estaca entre las ruedas de la motocicleta.Si el asunto es conmigo que me pasen una guacharaca.La ley patriota nos condenó.Te amo Norteamérica, tienes un descenso de hoja marchita.Nos vemos en la esquina.

Dos poemas inéditosde William Osuna

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12 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010

El escritor repudia los horrores de la injusticia

Derek Walcott restauracon su vozuna historiahecha añicos

Hay hombres que vienen del mar. Derek Walcott nació en la ciudad capital de la isla

de Santa Lucía, Castries, pero su origen trasatlántico es innega-ble. En algunos de sus versos re-cuerda su origen multicultural: “Hay en mí del holandés,/del negro y del inglés./Y: o soy na-die o soy una nación”. Su heren-cia artística y cultural proviene de su madre, descendiente de esclavos negros, quien le legó su pasión por el teatro; a su padre, quien fuera pintor de tez blanca, le debe la rigurosa formación en las artes visuales y la poesía.

El poeta santaluciano, premio Nobel de Literatura 1992, es uno de los invitados especiales del Festival Mundial de Poesía. Su obra destaca por un lenguaje que absorbe todos los estilos de su tradición literaria, y está marcada por su amor a las Antillas

Walcott, sin embargo, habla y escribe sólo en inglés, aunque el patois es común en su poesía y dramaturgia. En todo caso, su dominio del lenguaje ha llega-do a extremos de genio. Joseph Brodsky, premio Nobel de Lite-ratura 1987, lo consideró “el me-jor poeta en lengua inglesa”.

Luego de su infancia en la isla de Santa Lucía, Walcott conclu-yó sus estudios académicos en Jamaica, para después instalar-se en Trinidad y Tobago, lugar que alterna con su residencia en Nueva York. En esta isla an-tillana fundó en 1959, junto con su hermano gemelo Roderick, el Taller Trinitario de Teatro, el cual dirigió hasta 1976. En sus viajes y estares por Estados Uni-dos, impartió talleres y cátedras de poesía en las universidades de Harvard y Boston. Actual-mente, también hace las veces

NDIALLDEDEDD POPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010 invitado

de trotamundos: ofrece lecturas y conferencias en los cinco con-tinentes.

Alejandro Oliveros, poeta y profesor venezolano de literatura de la UCV, dijo que “no puede ser más oportuna la visita de Walco-tt, ahora que acaba de aparecer su última colección de versos, Garzas blancas, con catorce poemas, más o menos largos, con un tema domi-nante, que es uno de los que mejor maneja este nativo de Santa Lucía: los viajes. Se pueden leer piezas sobre lugares tan distantes como Capri o Barcelona, siempre con la elocuencia que lo caracteriza. También es un privilegio la visita de este poeta que, en palabras de José Juan Tablada, está tan cerca de nuestros ojos y tan lejos de nuestras vidas”.

Su obra como dramaturgo es poco conocida entre la gente de habla hispana, así como su faceta de artista visual.

LA MÚSICA DEL LENGUAJEEl acento de Walcott, que acom-

paña su ronca voz de 70 años, es de un tinte británico entrecorta-do; en cada recital, sus poemas se dejan acariciar por la cadencia del canto. Con ojos de mar azul y piel trigueña tostada, da la sen-sación de que el poeta ha estado mucho tiempo mirando el hori-zonte oceánico.

Recientemente, en la univer-

sidad británica de Essex, donde funge de profesor de poesía, Wal-cott ha demostrado que no sólo conoce de rimas y versos, sino también sobre la prosodia inter-na de la frase. De Omeros, su obra magna, el músico Frank Wilson dijo: “...el colorido y el vigor de las imágenes y la resonancia musical del lenguaje parece algo mucho mayor, un concerto grosso con ma-ravillosos ritornelli, deslumbrante como jamás podría llegar a ser la mera prosa”.

ENTRE LA HISTORIA,LA POESÍA Y EL MITO

Para Walcott, la poesía es “la conciencia del pueblo. El cambio que quiere y necesita un pueblo se trans ere a la poesía”, según declaraciones en rueda de prensa durante el reciente Festival Inter-

nacional de Poesía de Granada, en mayo de este año. Él mismo se ha de nido como parte de una estela de poetas caribeños (Saint-John Perse, Aimé Césaire, Henri Corbin) que ha creado una lite-ratura a partir de la tierra y mar que los vio nacer. Walcott, en esencia, ha sentido una profunda responsabilidad al momento de retratar poéticamente a los pes-cadores de Santa Lucía; la cosmo-gonía isleña es creada tal como Alejo Carpentier remarcó, sobre el papel del escritor: se trata de “la tarea adánica de darle a cada cosa su nombre”.

Walcott ha declarado que va-lora el papel de encuentros en-tre poetas, como el Festival de Granada. La amistad con otros autores del mundo “es muy im-portante” para el poeta santalu-ciano, ya que “los poetas siempre son enemigos de la injusticia” y se comunican entre ellos las si-tuaciones políticas y sociales de sus respectivos países.

Profundo conocedor de la his-toria antillana, a rma que “la poesía sobrevive a los dictado-res, a cualquier régimen polí-tico”, dando un papel trascen-dental a la creación artística en conjunción con el devenir histó-rico. Walcott repudia los horro-res de la injusticia y la opresión. La historia de su pueblo es la clave de su obra; la guerra y la

belleza son las constantes del pensamiento teórico y poético de Derek Walcott.

EL ANFITEATRO DEL MAREl quehacer artístico de De-

rek Walcott ha sido galardonado ampliamente. En 1992 recibió el premio Nobel de Literatura y la Orden de la Comunidad Caribe-ña, en virtud de la cual recibe el tratamiento de Honorable. En su alocución de recepción del pre-mio de la Academia sueca, expre-só su particular visión creadora, con el Caribe de fondo: “El arte antillano es esa restauración de nuestras historias hechas añicos, nuestros cascos de vocabulario; así, nuestro archipiélago es el si-nónimo de los pedazos separados del continente originario. Esta es la manera precisa de componer poesía; o mejor dicho: no de com-poner, sino de recomponer”.

Sin embargo, Walcott ha de-mostrado no ser un pan etario de la “deshonra de la ilegitimidad histórica” de su pueblo, sino un transformador de la realidad. Se ha expresado como un antillano universal, sin ambages ni evasi-vas: “Mi nación es la imaginación”. Pero su lugar sigue siendo ineludi-blemente “el an teatro del mar”.

T/ Ernesto CazalF/ Archivo COCaracas

OBRAS DESTACADASEn poesía, los libros que so-

bresalen son Otra vida (1973), Uvas de mar (1976), El reino de la manzana estrellada (1979), El viajero afortunado (1981), Verano (1984), El testamento de Arkansas (1987) y su poema épico Omeros (1990). Su obra de teatro más co-nocida es Sueño en la montaña del mono (1970), junto a su versión inglesa de El burlador de Sevilla (1974), de Tirso de Molina.

Derek Walcott, además de poeta,es dramaturgo, artista visual y profesor

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 13

No es una reescri-tura de la epope-ya homérica. “Ya para eso está el Ulises de Joyce”,

diría Derek Walcott en alguna conferencia. Mas el poeta an-tillano no es del todo inocente de cara a la tradición literaria. Omeros pretende (y logra) tra-ducir la isla de Santa Lucía a la dimensión épica de la forma ho-mérica de hacer poesía, en siete libros. Pero al mismo tiempo, la sazón caribeña se ve signada por la más cruenta realidad: las historias de corrupción, guerra y pobreza en la isla se ven caracte-rizadas en las acciones y decires (a veces nobles; otras no tanto) de los isleños.

Uno de los libros más aclamados de Derek Walcott es, precisamente, Omeros (1994), versionado por José Luis Rivas para Anagrama. El poema es un evidente homenaje a los grandes poetas de la literatura occidental

La multiculturalidad y el pro-ceso colonial se dilatan sobre el horizonte del poema. Tales no-ciones se someten al juicio perso-nal de Walcott; se muestra a los pescadores, a los turistas, a los empleados del restaurante-bar NO PAIN, con todas las suras que cargan por su devenir his-tórico. Pero Walcott no persigue la idea de rechazo o vacío en sus orígenes; más bien mira a Santa Lucía como una luz, una man-cha viviente en el mar que marca una crónica increíble en la histo-ria del mundo, un relato que hay que contar; he allí su dimensión épica. Para el poeta de Santa Lucía, la “Musa de la Historia”, como él mismo dice, debe enalte-cer, no esclavizar, la imaginación del escritor.

POESÍA Y MITOCON SANGRE ANTILLANA

Omeros es un evidente homenaje a algunos de los grandes poetas de la literatu-ra occidental. El creador santalu-ciano así mismo lo ha confesado. Homero, aquel griego ciego, es el que más resalta a la vista. Pero en algunos rincones del texto también se encuentran las som-bras de Virgilio y Dante. A veces, como personajes de forma deli-beradamente irónica: “Homero y Virg son agricultores de Nue-va Inglaterra y el caballo alado escuda su gasolinera”; otras, de manera más simbólica. La for-ma estructural del poema es una creativa versión de la terza rima (una estrofa de tres versos) que usó el poeta orentino para la Di-vina Comedia; por otro lado, al -nal del libro encontramos una isla volcánica llamada Malebolge, vi-sitada por el narrador del poema,

con descripciones y personajes muy pareci-dos a algunas regiones del canto decimoctavo del poema dantesco, pero con el debido tinte caribeño.

Sin embargo, la gala de poetas y personajes épicos y míticos no llega hasta ese nivel del Omeros. Los protagonistas del poema tienen un paralelismo nominal con la épica homérica. Aquiles, Héctor, Helena, Filoctetes, An-tígona, son los más destacables. También hay analogías inciden-tales del imaginario griego: los

Cíclopes que apa-recen como faros,

los pulpos guar-dianes del tesoro

que Aquiles trata de alcanzar, el huracán

que devasta la isla.

Y SE REPITELA INOCENCIA

DEL MEDITERRÁNEOOmeros comienza con

la rivalidad por el amor de una negra criada anti-

llana: “El duelo de esos pes-cadores/era por una sombra y

su nombre era Helena”. El rostro de aquella mujer es de aquellos en que los dioses “consagran toda la belleza de una raza”. Ella ama a Aquiles, pero le deja por Héctor, y un día en que el pueblo (“la isla en otro tiempo/se llamó Helena”) se preparaba para una esta, el amante humillado zar-

pa de Santa Lucía hacia un sueño iniciático y un viaje a través de varios siglos, en el cual encalla a

las orillas de sus orígenes, en la costa occidental de África.

Mientras la odisea de Aquiles el pescador se desarrolla hacia sus raíces, otro personaje clave, el mayor Dennis Plunkett, el blanco colonizador, el eterno marginal en un pueblo que ama, quien avistó cómo “la conjunción homérica/se elevaba como el humo de un ase-dio” en la Santa Lucía de Walcott, sucumbe a la belleza de Helena; por su devoción, asimismo, hace su propio viaje interior: por amor a ella, se convierte en un experto en la historia del lugar, así como en sus batallas.

Mientras la guerra de Troya se traslada a las Antillas por amor a Helena (Albert Camus ensayó curiosamente: “Nosotros hemos exiliado la belleza; los griegos to-maron las armas por ella”), el na-rrador, quien es el ciego Homero/St. Omere/Seven Seas, ha nacido en Santa Lucía pero vive en Bos-ton, y vuelve a la isla a visitar a su madre viuda. Los avatares de los personajes del poema lo sacuden, lo transforman y lo llevan a escri-bir: a lo largo del poema polemiza su papel como poeta y como di-namo de la épica omérica.

Irónicamente, Plunkett cuestio-na el devenir homérico en la his-toria de Santa Lucía, aunque la pregunta se torna retórica (por-que la guerra por la belleza es real): “¿Dónde podría este mundo repetir la inocencia del Medite-rráneo?”

O-MER-OSEl nombre “Omeros” lo pro-

nuncia Antígona en el primer libro del vasto poema. Dice que así lo llaman en griego, mientras ríe y acaricia un pequeño busto del gran poeta griego. Y el narra-dor nos lanza a un viaje de len-guaje y epopeya caribeña, con el calor y los mosquitos, el vejamen y la belleza insólitas, con un sa-bor en la boca que no se quita fácilmente:

“...Dije ‘Omeros’,//Y O era la invocación de la caracola, mer era las dos,/la madre y la mar, en nuestro patuá antillano;/os un hueso gris y el blanco oleaje cuando rompe con estruendo//y esparce su collar sibilante sobre una playa que parece de encaje./Omeros era el crujido de las hojas secas, y los remolinos/que brota-ban a la bajamar como un eco por la boca de una cueva.//El nombre se me quedó en la boca...”.

T/ Ernesto CazalF/ Avelino RodriguesCaracas

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Aparte del deporte, Trinidad y Tobago era, en sus años de infancia, un país con muy pocas

oportunidades para un mucha-cho más interesado en el arte. Quizás algún teatro, al que sólo tenían acceso los jóvenes de la clase media. Pero era también un país amante del cine, y Roger Mc-Tair, que sentía la necesidad de crear, a los 17 años descubrió el cine europeo y se dio cuenta de que no todo era “indios y vaque-ros”.

Vive en Canadá desde 1969, donde ejerce la docencia en escri-tura creativa. Es guionista para radio y televisión, narrador y poeta, y es reconocido como un premiado documentalista empe-ñado en poner de mani esto la realidad de la población negra canadiense.

Representante de Trinidad & Tobago,reside en Canadá desde 1969, donde ejerce como docente, escritor, periodistay cineasta.Sus documentales, enfocados en el tema de las minorías negras canadienses,han recibido importantes reconocimientos

“Históricamente ha existido población negra en Canadá desde 1600, pero mucha gente no asocia a este país con el problema de las minorías raciales”, explica, sobre un tema al que también dedicó muchos artículos como colabo-rador del periódico Caribe y la prensa negra de Toronto.

“En el siglo XIX fueron los chi-

Roger McTair: escritor a tiempo completo

Los poetas son las vocesde las comunidadesnos, miles de los cuales constru-yeron las redes del tren nacional. También hubo asentamientos hindúes y japoneses al oeste. Y, por supuesto, los pueblos indí-genas originarios, reducidos a minorías por el gobierno central canadiense”.

“Pero –continúa- sentía mucha curiosidad por la comunidad ne-gra canadiense, que se veía a sí misma como el Imperio Negro Legalista porque pelearon para los británicos durante la guerra de independencia de Estados Uni-dos y se establecieron después en la costa Este, donde viven todavía sus descendientes. Así que se me asoció con películas que explo-raban la experiencia del Canadá negro”.

En este campo, su carrera abar-ca títulos como It is Not an Illnes (No es una enfermedad), su pri-mera película, lmada en 1979,

nalista en los premios Genies (versión canadiense del Oscar); Home Feeling (Sentimiento hoga-reño), que ganó el Genie y fue proyectada en Nueva York y Ca-lifornia; Hymn to freedom (Himno a la libertad, 1994), Children are not the Problem (Los niños no son el problema), hecha con el Congreso de Mujeres Negras de Canadá en 1991 y Journey to Justice (Viaje a la justicia), su más reciente produc-ción, para la National Film Board, lmada en 2000.

Sus labores como docente a tiempo completo de escritura creativa, para diferentes niveles, en el Colegio Seneca, desde hace 16 años, le quitan más tiempo del que quisiera para escribir poesía. Pero McTair es un poeta también a tiempo completo.

“La poesía es importante para mí. Pienso en poesía siempre, aunque la leo y la escribo cuan-

do tengo tiempo. También amo el cine, y tampoco tengo mucho tiempo para verlo. Pero, como asesoro a escritores en sus guio-nes, de alguna manera mantengo contacto permanente con el cine y la escritura”.

Empezó a escribir a los diez años, y sus intereses literarios lo llevaron a recorrer la poesía latina, la gene-ración Beat norteamericana: Walt Whitman, T.S. Eliot, Dylan Tho-mas y, en general, los poetas ingle-ses de los 50 a los 60. “Leía todo lo que podía encontrar”, a rma.

TAN NATURAL COMO RESPIRAR

Su trabajo poético, al que pare-ce dejar las imágenes del recuer-do y la memoria de su Trinidad natal, evidencia una fuerte in- uencia del cine, pero también,

de la música de jazz, la naturale-za y la geografía trinitarias, y el

carnaval, como una máscara que se cae después de la esta para re-gresar a la realidad social.

Después del carnaval, precisa-mente se titula su libro, en el que pone en escena su convicción de que es importante “escribir de la mejor manera posible lo que ve y observa”.

“Antes creía que uno podía cambiar el mundo. Hoy creo que la poesía apenas puede explorar y testimoniar. Mucha mala poe-sía se ha escrito al servicio de esa idea de cambiar. Reservo mi poe-sía para las cosas poéticas. No es que no tenga conciencia de la si-tuación del mundo, pero creo que hay un lenguaje para la poesía y es importante utilizar ese len-guaje para lo que mejor sé hacer: poesía”.

-¿Entonces para qué poetas en tiempos desesperados?

-La poesía es tan natural como respirar. Estoy interesado en la cultura popular -canciones, bai-les, jazz, blues, canciones folkló-ricas-, y también en esos tiempos estas formas populares continúan porque el pueblo tiene necesidad de crear como tiene necesidad de respirar.

“No hay contradicciones –acla-ra- entre tener conciencia social y escribir poesía. Los poetas no pue-den negarse a la realidad, pero es esencial que no haya retórica en la poesía. La poesía necesita en-contrar un delicado balance que exprese quiénes somos como hu-manos, usando imágenes, ritmos, metáforas, símbolos y sonidos”.

-¿Qué opinión le merece este Festival de Poetas de Venezuela?

Es bueno tener poetas interac-tuando con la audiencia y con otros poetas. Los poetas son las voces de la comunidad. Sus au-diencias puede que no sean ma-sivas, pero ellos hablan y crean, por y para sus comunidades. Si este festival puede inspirar a una persona joven a escribir y a un poco de gente a comprar libros de poemas, entonces habrá sido exitoso”.

T/ Maritza JiménezI/ Manuel LoayzaCaracas

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Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | 15

Hace once años, era difícil creer que Venezuela podía reunir poetisas y poetas de los cinco

continentes, y más difícil aún, que tan excelsos visitantes llegarán a re-citar sus versos en distintas regiones. Desde 2004, la Patria de Bolívar es el epicentro de la poesía mundial, un evento que no es estrictamente de intelectuales, escritores y artistas; se trata de una esta que congrega a todo el pueblo.

El país lleva siete años como epicentro de la poesía mundial, con una masiva participación de las y los jóvenes. Los convocados a la fi esta de la palabra sienten el impulso de escribir y compartir el acto íntimo de la poesíaAunque en Venezuela abundan

los versos de anónimos y reconoci-dos, nunca se había organizado un festival de poesía, y menos, de alcan-ce mundial. “Había unas semanas de poesía que tenían gran mérito, pero a pequeña escala. Se nos ocu-rrió la idea de hacer esto, porque este es un pueblo de poetisas y poetas de los buenos, aparte de los poetas de la vida”, comenta Farruco Sesto, ministro del Poder Popular para la Cultura.

A decir del ministro Sesto, el Festi-val Mundial de Poesía que se celebra en Venezuela es el resultado de un experimento en el que se involucra-ron los escritores Gustavo Pereira, Miguel Márquez, William Osuna y Luis Alberto Crespo, quienes se pre-guntaron si podían convertir en una experiencia masiva el acto íntimo que supone compartir la poesía.

“La respuesta fue una sorpresa -explicó Sesto- la gente no cabía en el

Voces del planeta se unen en un mensaje de solidaridad

Un festival de poesíapara un país de poetas

Luis Alberto Crespo considera que lo másimportante es la participación de los jóvenes

En las seis ediciones del festival, Venezuela ha sido visitada por las siguientes poetisas y poetas :

2004 | Mahmoudan Hawad, Mo-hammed Bennis, Zein El-abdin Fouad, Sandikle Dikeni. Ami-na Baraka, Amiri Baraka, Paul Dutton, Louise Warren, Jorge En-rique Adoun, Ernesto Cardenal, Norberto Codina, Raúl Heano, Floriano Martins. Bei Dao, Abbas Baydoun, Saadi Youssef. Rosa Ali-ce Branco, Nicole Laurent Catrice, José Luis Méndez Ferrín y Lauren Williams.

2005 | Amina Said, Hawad, Koul-sy Lamko, Coceiçao Lima, Toyin Adewale Gabriel, Cliffton Ross, Genny Lim, Ernesto Cardenal, Fer-nando Rendón, Humberto Ak’abal, Kasuko Shiraishi, Xi Chuan, Abdul Hadi Sadoum, Adnan Özer, Issa Makhlouf, Sujata Bhatt, Francine Caron, Michael Augustin, Miguel Anxo Fernan Vello, Tobías Burghar-dt y Susan Hampton.

2006 | Odia Ofeimun, Idris Ta-leb, Nicole Cage-Florentini, Nico-

lás Suescún, Claudio Willer, Saúl Ibargoyen, Leonel Lienlaf, Martín Gamborota, Ángel Zuaznábar, Sam Hamil, Jack Hirschmann, Ali-son Hedge-Coke, Luis Rodríguez, María Baranda, Jorge Cocom Pech, Reynaldo García, David Cortés, Hu Lanlan, Tendo Taijin, Alí al Shalah y Anwar Al-Ghassami, François Mi-geot, Tobías Burghardt, Casimiro de Brito y Mike Ladd.

2007 | Kama Sywor Kamanda, Marcel Kamdjou, Aleyda Queve-do, Elvira Espejo, Julían Malatesta, Marianela Corriols, Mercedes Roffé, Miryam Montoya, Rafael Courtoi-sie, Alex Fleites, Caridad Atencio, Frakétienne, José Acosta, Natalia Toledo, Pedro Marínez Escamilla, Rei Berroa, Adonis, Issa Makhlouf, Nidaa Krory, François Ascal, Milo de Angelis, Ana Rossetti, Garhard Falkner, Niall Binns, Yevgueni Yev-tushenko y Michel Harlow.

2008 | Antonio Goncalves, Rabia Djelti, Breyten Breytenbach, Ta-nella Boni, Daniel Freidemberg, Leopoldo Castilla, Gary Daher, Floriano Martins, Vicente Franz

CRONOLOGÍACecim, José María Memet, Gabriel Jaime Franco, Gonzálo Márquez, Juan Manuel Roca, Amparo Oso-rio, Edwin Madrid, Susy Delgado, Hildebrando Pérez Grande, Aída Párraga, Norberto Codina, Fer-nández Retamar, Claude Pierre, Linton Johnson, Angélica Ortíz, Naim Araidi, Natalie Handal, Adam Özer, Esther Dischereit, Marco Pogacar, Ludovic Janvier, Yolanda Castaño, María Ángeles Pérez López, Brigitta Jonsdottir, Davide Rondoni, Rosa Alice Bran-co y C.K. Stead.

2009 | Pamela Ateka, Rodol-fo Alonso, Ángel Zauaznabar, Antonio Miranda, Paul Dutton, Eduardo Embry, Elizabeth Neira, Jotamario Arbeláez, Martín Salas, Waldo Leyva, Víctor Rodríguez Núñez, Margarita Laso, Otoniel Guevara, Don Paul, Humberto Ak’abal, Irma Pineda, Ernesto Centurión, Lino Bolaños, Julio Cé-sar Pol, Clemente Padín, Hannan Awwad, Ibtisam Barakat, Nadia Záfer Caabán, Dimitris Houliara-kis, András Simor, Claudio Pozza-ni y Lauren Williams.

Festival se hicieron esfuerzos para que participen trovadores y trovado-ras de África, Asia, América, Europa y Oceanía; se armonizaron sus voces en mensajes de solidaridad mundial.

“Los poetas tienen una fraterni-dad que no ha sido quebrantada. Son ellos y ellas quienes han estado al lado de los grandes movimientos transformadores de la conciencia, del espíritu y el lenguaje; por lo tanto, es sin duda la poesía la gran hermana de las transformaciones profundas y de la hermandad entre todos los seres humanos, restaurando todo lo que nos quiebra y todo aquello que nos separa”, explica Crespo.

Los sentimientos a or de piel son parte de las emociones del Festival que incita a los asistentes al atrevi-miento de escribir. Pero, ¿por qué? El ministro Farruco Sesto respon-de: Porque “somos grandes poetas, todos vivimos y sentimos. No hay nadie autómata. Algunas personas descubren que hay una manera de expresar esto a través del arte poé-tico. Otros lo descubren a través de la lectura, pero mucha gente está al margen de eso. No le da importan-cia, pero tiene un poeta y un lector adentro. Con el despliegue del Fes-tival hay miles y miles de personas que ya no ven la poesía como algo ridículo, sino que la disfrutan. Eso es lo que deja el Festival”.

T/ Várvara Rangel HillF/ Avelino RodriguesCaracas

La Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello organiza el evento

Teatro Teresa Carreño en el primer Festival, y ya van seis ediciones. Esto ha sido una cosa extraordinaria; poco a poco lo hemos llevado a todo el país. Vienen invitados internacionales de los cinco continentes. Pero además se suman centenares de poetas de todos los rincones del país”.

Luis Alberto Crespo, además de ser el presidente de la Fundación Casa Nacional de las Letras An-drés Bello, tiene la responsabilidad de organizar el Festival. Cree que “hay un amor por la poesía en la juventud venezolana, que partici-pa activamente, y que no se espera-

ba cuando comenzó a convocarse la poesía universal en Venezuela. Este es uno de los grandes logros en materia cultural del Gobierno Bolivariano”.

IMPULSO POÉTICOEn las pasadas seis ediciones del

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Lunes 24GALA INAUGURALLugar: Teatro Teresa Carreño, Caracas.Hora: 6:30 pm

Participarán las 32 poetisas y poe-tas internacionales y más de 300 invitadas e invitados locales. Esta actividad contará con el apoyo de intérpretes en lenguas originarias y lengua de señas.

FORO-RECITALSOBRE JOSÉ LEZAMA LIMALugar: Casa de la Cultura del municipio Obispos, Barinas.Hora: 10:00 am

La comunidad barinesa está invitada a este evento, que estará a cargo del profesor Raúl García Palma.

BAUTIZO DE ESTÉFERESLugar: Librerías del Sur del Paseo Orinoco, Bolívar.Hora: 3:00 pm

Este libro de Ángel Fuenmayor, impreso por el Sistema Nacional de Imprentas, capítulo Bolívar, será presentado al público del sur del país.

CONVERSATORIO SOBRELA POESÍA FALCONIANALugar: Casa Colombeia, municipio Miranda, Falcón.Hora: 4:00 pm

Se presentará también una obra de teatro y la proyección de la película El esplendor y la espera.

DOS NUEVOS LIBROSDE POESÍALugar: Librerías del Sur, Mérida, Mérida.Hora: 6:00 pm

Stephen Marsh Planchart presenta-rá La duda de Albaratros, de Eduardo Rivero. La Trilogía poética, de Fran-cisco Brazón, será dada a conocer por Leiber López.

Martes 25RECITAL DE POESÍALugar: Internado Judicial La Planta, Caracas.Hora: 10:00 am

Óscar Acosta e Iván Oñate llevarán la explosión poética a los privados de libertad de este centro penitenciario.

HOMENAJE A WILLIAM OSUNALugar: Sala Doris Wells, Casa del Artista, Caracas.Hora: 11:00 am

La Casa Nacional de las Letras An-drés Bello presentará el disco-libro en homenaje al poeta venezolano.

LA POESÍA CONVERTIDAEN CANTOLugar: Casa de la Cultura Carlos Guevara, Achaguas, Apure.Hora: 5:00 pm

Artistas de la palabra rimada se re-unirán para brindar un recital poéti-co al son de nuestra música.

PRESENTAN EL LIBROVI FESTIVAL MUNDIALDE POESÍALugar: Galería de Arte del estado Delta Amacuro.Hora: 6:00 pm

En este bautizo con uirán poetisas y poetas nacionales e internacionales. En homenaje a ellos actuarán Don-ny Sánchez, Eduardo Rivas y Raíces Deltanas.

DIVERSIDAD CULTURALLugar: Auditorio del Instituto Universitario de Tecnología de Los Llanos, Valle de la Pascua, GuáricoHora: 9:00 am

Música, danza y poesía serán los principales protagonistas del acto.

Miércoles 26BOLÍVAR Y EL 19 DE ABRILLugar: Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Caracas.Hora: 10:00 am

El escritor venezolano Gustavo Pe-reira será el encargado de dirigir este conversatorio rico en poesía y en his-toria.

LA REALIDAD DEL COLONIALISMOEN LA POESÍA DE DEREK WALCOTT Lugar: Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Caracas.Hora: 10:00 am

El poeta antillano, premio Nobel de Literatura 1992, ofrece una interesan-te charla para todas y todos.

LA CANTATADEL REY MIGUELLugar: Teatro Municipal de Caracas.Hora: 6:00 pm

Coproducción de la Compañía Na-cional de Teatro y el Teatro Negro de Barlovento.

BAUTIZO de ALAS DEl ENCANTOLugar: Sala regional de la Cinemateca, Amazonas.Hora: 5:00 pm

Libro del poeta José Escobar, publica-ción editada por la imprenta regional de esta entidad sureña del país.

RECITALEN HOMENAJEA WILLIAM OSUNALugar: Sede PSUV de la avenida Industrial, Barinas.Hora: 4:00 pm

Édgar Rubio, Xiomara Ortega y Al-fredo Ramos intervendrán en este tributo al escritor venezolano.

HOMENAJE AL POETA GUAYANÉS RAFAEL GONZÁLEZLugar: Salón Piar del Concejo Municipal de Upata, Bolívar.Hora: 5:00 pm

La actividad estará amenizada por el grupo Babandí. Además, habrá un recital con poetas locales e invitados internacionales.

DEBATE DE IDEASEN TORNO A LA POESÍALugar: Liceo Bolivariano Gilda Ramírez, Monagas. Hora: 2:30 pm

Los poetas Mariella Nigro, de Uru-guay, y Micere Mugo, de Kenia, intercambiarán ideas con estudiantes participantes en talleres literarios.

Jueves 27POESÍA DE LA INDEPENDENCIALugar: Galería de Arte Nacional, Caracas,Hora: 10:00 am

En la celebración del Bicentenario de la emancipación de nuestro país, el poeta Luis Alberto Crespo ofrecerá esta conferencia basada en el libro n° 59 de la colección Clásica de la Fun-dación Biblioteca Ayacucho.

RECITAL EN ANZOÁTEGUILugar: Auditorio Rita Valdivia de Barcelona, Anzoátegui.Hora: 11:00 am

El municipio Simón Bolívar disfru-tará de la declamación de la poeta Marie-C. Agnant, de Haití, y el poeta Keith Ellis, de Jamaica.

PIÑATA LITERARIALugar: Simoncito San Agustín de Loma Linda, Carabobo.Hora: 9:00 am

En este lugar habrá narración oral in-fantil y un conversatorio a cargo de Domingo González.

Viernes 28RECITAL POÉTICO INFANTILLugar: Ateneo de Maracay, Aragua.Hora: 9:00 am

Actividad dirigida a los más pequeños de la casa, cuyo cierre estará a cargo de la agrupación Identidad Musical.

JORNADA POÉTICAPARA TODA LA FAMILIALugar: Ateneo de Valencia, avenida Bolívar Norte, Calle Salom, Carabobo.Hora: 9:30 pm

Desde tempranas horas de la mañana, este será el escenario de diversión para grandes y pequeños. Habrá la presen-tación de títeres La Tarasca; talleres literarios Letra Voladora; y una charla sobre narrativa oral del 19 de abril.

TIERRA FÉRTIL PARA LA POESÍALugar: Sector Las Lajitas, Municipio Ezequiel Zamora, Cojedes.Hora: 3:00 pm

El idioma no será barrera entre el escocés Bill Herbert, el panameño Pablo Menacho y la comunidad de Cojedes, durante el recital que ofrecerán estos invitados interna-cionales.

CONCIERTO POÉTICOLugar: Fundación República de Guariure, Lara.Hora: 9:00 am

Una oportunidad para conocer el Teatro Alirio Díaz, el Movimiento Ecológico y la Escuela de Música Juancho Querales.

LECTURA BILINGÜELugar: Casa Andrés Mata de Carúpano, Sucre.Hora: 3:00 pm

Los poemas de José Antonio Ramos Sucre serán leídos en dos idiomas por parte del francés Francois Migeot y la peruana Rocío Santistevan.

Sábado 29CLAUSURA CARAQUEÑALugar: Sala José Félix Ribas, Teatro Teresa Carreño, Caracas.Hora: 6:30 pm

Con la participación musical de Ce-cilia Todd se despedirá, hasta una nueva edición, la esta de la palabra poética en Venezuela. Esta actividad contará con la participación de intér-pretes de lenguas originarias y len-gua de señas.

MUNICIPIO EZEQUIEL ZAMORA DESPIDE LA VII EDICIÓNDEL FESTIVALLugar: Casa La Blanquera, Sector Cerro San Juan, Cojedes.Hora: 4:00 pm

Recital poético, velorio y esta nal del Festival de Poesía.

SÉPTIMA NOCHE DE LA POESÍALugar: Complejo Cultural Herman Lejter, Guanare, Portuguesa.Hora: 8:00 pm

Cuento, canto y encantos, sólo para noctivagos.

CIERRE EN IMÁGENESLugar: Hotel Turístico Jajó, Sala de Cine Itinerante Pachamama, Trujillo.Hora: 10:00 am

Con el documental Sonetos elemen-tales de Ana Enriqueta Terán se des-pedirá el festival en esta entidad andina.

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SUPLEMENTO ESPECIAL DEL 7MO FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA|Coordinación general|Várvara Rangel Hill • Redacción|Dubraska Moya • Colaboradores|Adriana Sulbarán, Alexis Alvarado, Ernesto Cazal, Heberto Hernández, Jacinta Andrade y Maritza Jiménez Diseño|Arturo Cazal y Mariana Alemán • Fotografías| Avelino Rodrigues, Héctor Rattia y Luis Franco • Ilustraciones|Manuel Loayza • Corrección|Carlos Castro, Nereyvic Guarenas y Pedro Llorente • Impresión|Fundación Imprenta de la Cultura