(6) La Oración Simple

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La oración simple Noviembre 2014 INTRODUCCIÓNA LA COMUNICACIÓN ACADÉMICA

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  • La oracin simpleNoviembre 2014INTRODUCCINA LA COMUNICACIN ACADMICA

  • GeneralidadesLas palabras son las primeras unidades con sentido, pero no hacen ms que evocar una cosa o accin:caenrbolaguacates

    Slo en la oracin llegamos a un enunciado acerca de una cosa o accin:

    Caen del rbol los aguacates maduros.

    La unidad bsica de la comunicacin oral son las oraciones.

    En ciertos casos, las oraciones pueden componerse de una sola palabra:

    Llueve.

  • Concepto de oracinPalabra o conjunto de palabras con que se expresa un sentido gramatical completo (DRAE).

    ORACIN: Sujeto + predicado.(Sujeto en relacin con un predicado).

    Se trata de una relacin tanto sintctica (de enlace gramatical) como semntica (de sentido). No se trata propiamente de una relacin de orden:

    Mara fue a donde su mam.Fue a donde su mam, Mara.Fue Mara a donde su mam.A donde su mam fue Mara.

    Basta que un sujeto y un predicado entren en relacin para que se produzca una oracin. Lo esencial de la estructura de la oracin es, por tanto, esa relacin, la cual est producida por el verbo.

  • Estructura de la oracinTanto sujeto como predicado tienen tambin una estructura:

    ncleo + complementos

    El ncleo del sujeto es siempre un sustantivo, y el del predicado un verbo.Nuestro mejor atleta, corredor de fondo, gansu tercera carrera en abril de este ao.

  • Relacin entre ncleos: concordanciaLo fundamental es la relacin entre ncleos. Perder esto de vista puede ocasionar equivocaciones:El fallo del jurado ser inapelable, y podr declarar desierto el concursosi considera que la labor literaria de los autores presentados no renen los mritos suficientes para ser galardonados.(El ncleo labor no tiene correspondencia con el verbo renen, lo cual fractura la oracin.)La concordancia es el mecanismo fundamentalsimo de la construccin de la oracin. Es ella la que permite orientar el sentido.(Qu pasa, por ejemplo, si en la oracin anterior cambiamos galardonados por galardonada?)A la estructura de la oracin pertenece la relacin sintctica de sus elementos, no el orden en el que se coloquen.

  • Sobre los verbosSlo los verbos crean oracin, pero no todos los verbos pueden hacerlo.

    Comi con gusto toda la ensalada.(Hay un sujeto: l o ella)Comer con gusto toda la ensalada.(No hay sujeto)Comido con gusto.(No hay sujeto)Comiendo con gusto.(No es posible definir quin es el sujeto)

    Para que un verbo cree oracin, tiene que estar en forma personal, es decir, tiene que dejarnos saber claramente un tiempo y una persona.

    Comi l o ella, en el pasado.Como yo, en el presente.Comern ellos o ellas, en el futuro.

  • Formas verbales no personalesCasi todas las formas verbales son personales. Solamente hay tres formas no personales. Tambin son llamados verboides.

    Infinitivo comer, dormir, amarrarNos indica la accin en estado puro, pero no nos deja saber quin la realiza ni cundo. Puede usarse como sustantivo: El amar es dulce.

    Participio comido, dormida, amarradosPuede recibir marcas de gnero y nmero, como los verbos personales, pero se limita a cumplir las funciones de un adjetivo: mujer amada, libro ledo, etc.

    Gerundio comiendo, durmiendo, amarrandoDenota una accin o un estado durativo, pero no clarifica cundo ni quin lo realiza. Para hacerlo, necesita ir ligado a otro verbo, este s personal, que le sirva de principal, en cuyo caso establece una accin autnoma. El boxeador arrincon a su rival golpendolo con ganchos y directos. El gerundio, as, hace el oficio de adverbio.

  • Orden bsico de las relaciones sintcticas: sujetoSUJETO1. Modificadores2. Ncleo3. ModificadoresMi casa de madera, la de Salinas, [es grande].

    Los modificadores del ncleo del sujeto:1) Directos, los que no tienen una palabra que sirva de conexin (artculos, adjetivos):Mi casa [es grande].

    2) Aposicin, los que incluyen sustantivos que se juntan al ncleo para explicarlo o precisarlo:Mi casa, la de Salinas, [es grande].

    3) Preposicionales, que modifican al ncleo mediante una preposicin, que hace de enlace (de, sin, sobre, etc.):Mi casa de madera, la de Salinas, [es grande].

  • Orden bsico de las relaciones sintcticas: predicadoPREDICADO1. Ncleo2. Modificadores o complementos2.1. Directo2.2. Indirecto2.3. Circunstanciales

    [La lechuza] obtuvo comida para sus polluelos luego de muchas horas de bsqueda.

    De los modificadores del ncleo del predicado:1) Complemento directo, en el que recae directamente la accin del verbo:[La lechuza] obtuvo comida para sus polluelos.

    2) Complemento indirecto, el que se beneficia o daa por la accin del verbo ejecutada en el complemento directo:[La lechuza] obtuvo comida para sus polluelos.

    3) Complementos circunstanciales, la o las circunstancias en que se cumple esa accin del verbo (de lugar, tiempo, modo, cantidad, finalidad, causa, instrumento, oposicin, compaa, tema):[La lechuza] obtuvo comida para sus polluelos luego de muchas horas de bsqueda.

  • Orden bsico de las relaciones sintcticasEl Libertador, hombre de genio, dio libertad a cinco naciones tras aos de penurias y glorias.La alteracin de este orden lgico de los elementos de la oracin se da como recurso psicolgico. Dicho de otra forma, el orden de las palabras se gobierna ms por el inters sicolgico que por la estructura gramatical (Martn Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo).Libertad a cinco naciones dio, tras aos de penurias y glorias, el Libertador, hombre de genio.Como recomendaciones generales:Es bueno acostumbrarse a emplear construcciones lgicas.La construccin psicolgica debe estar justificada.Si se utiliza ese recurso, debe mantenerse una justa proporcin (por ejemplo, 4 a 1).

  • Predicado verbal vs. predicado nominalEs importante distinguir entre oraciones con predicado verbal y oraciones con predicado nominal. Este ltimo se compone de oraciones que utilizan los verbos copulativos (ser, estar, parecer, semejar, resultar). El predicado nominal, adems, siempre exige un complemento predicativo.Mi padre est enfermo.Mi padre (sujeto) est (verbo) enfermo (complemento predicativo).

    La gente volva cansada.La gente (sujeto) volva (verbo) cansada (complemento predicativo).La esencia del complemento predicativo es que es complemento tanto del verbo como del sustantivo ncleo del sujeto, y por lo tanto es necesario estar atentos con la concordancia y el sentido.

  • SintagmasComo se ha visto, en la oracin en espaol se puede cambiar el orden de las piezas:El ministro habl al pas.El ministro al pas habl.Habl el ministro al pas.Habl al pas el ministro.Al pas el ministro habl.Al pas habl el ministro.No es posible, en cambio:El habl al ministro pas.oMinistro pas al habl el.

    Cada uno de estos fragmentos que no puede dividirse se llama sintagma. Dependiendo de la palabra que constituya el ncleo, el sintagma adquiere su nombre: nominal (aquellos chicos de azul), preposicional (no creo en los polticos), verbal (Juan est aqu), adjetival (Mara es muy guapa), adverbial (l maneja muy lentamente). La clave est en que no es posible cambiar el orden al interior de un sintagma.

  • Otros ordenamientosLa aposicin va despus del sustantivo del que es complemento (Bolvar, el Libertador).Los complementos preposicionales siguen al sustantivo al que complementan (carro de carreras, rbol de manzanas, instrucciones para el uso, etc.).El irrespeto a esta regla se llama hiprbaton, que es una figura retrica bastante habitual en la poesa:Llora, pues, llora: otros amigos fieles,de ms saber y de mayor ventura,de la estoica virtud en tus odosharn sonar la voz. (Martnez de la Rosa)Orden normal: harn sonar la voz de la estoica virtud en tus odos.Este uso expresivo-esttico se justifica si no existe riesgo de anfibologa (sentido ambiguo) como en los siguientes casos:

    Vendo sombreros para nios de paja.Compro camas para seoras de hierro.

  • Otros ordenamientosPor ltimo, si el complemento del sustantivo ncleo del sujeto es una oracin de relativo, deber ir despus del sustantivo al que complementa, y contiguo de l.El doctor Jos Mara Velasco Ibarra fue designado Jefe Supremo quien regres de inmediato de su exilio para asumir el mando.

  • EJERCICIOConstruir oraciones simples a partir de oraciones complejas

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)Cuntas oraciones hay en este prrafo?

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.18 oraciones y 18 puntos

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  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.18 oraciones y 18 puntos

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.18 oraciones y 18 puntos

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  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.14. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.14. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar.15. En ese momento tambin se encendieron las luces de las postas fijas.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.14. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar.15. En ese momento tambin se encendieron las luces de las postas fijas.16. Las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.14. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar.15. En ese momento tambin se encendieron las luces de las postas fijas.16. Las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante.17. El monstruo errante descenda de los charcos.18 oraciones y 18 puntos

  • La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero, hurg apretando suavemente como si fuese una esponja y no un nio de cinco aos; abri la camiseta y contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin, y el pecho que se abultaba y se encoga como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural; abri tambin la portauela del ropn de dormir, y vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas que se iban agrandando, y al extender ms an las manos not las piernas fras y temblorosas. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar y se encendieron las de las postas fijas, y las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante que descenda de los charcos, ahuyentando a los escarabajos.

    Inicio de la novela Paradiso, de Jos Lezama Lima (1966)18 oraciones y solo un punto seguido

  • 1. La mano de Baldovina separ los tules de la entrada del mosquitero.2. La mano de Baldovina hurg entre los tules de la entrada del mosquitero.3. La mano de Baldovina apret suavemente al nio de cinco aos.4. El nio de cinco aos pareca una esponja.5. Baldovina abri la camiseta.6. Baldovina contempl todo el pecho del nio lleno de ronchas, de surcos de violenta coloracin.7. El pecho del nio se abultaba.8. El pecho del nio se encoga.9. El pecho del nio haca un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural.10. Baldovina abri tambin la portauela del ropn de dormir.11. Baldovina vio los muslos, los pequeos testculos llenos de ronchas.12. Las ronchas se agrandaban.13. Al extender ms an las manos, Baldovina not las piernas fras y temblorosas.14. En ese momento, las doce de la noche, se apagaron las luces de las casas del campamento militar.15. En ese momento tambin se encendieron las luces de las postas fijas.16. Las linternas de las postas de recorrido se convirtieron en un monstruo errante.17. El monstruo errante descenda de los charcos.18. El monstruo errante ahuyentaba a los escarabajos.18 oraciones y 18 puntos