5. ¿Por qué hablar de cultura en clase de español?

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jueves 15 de julio de 2010 EL IBÉRICO www.eliberico.co.uk 8 OPINIÓN La semana pasada hablaba con unos amigos españoles que habían viajado hasta Sudáfrica con motivo del Mundial de Fútbol. También llamé a mis amigos de Alicante y Teruel para intercam- biar opiniones sobre lo que se avecinaba: estábamos a un paso de conseguir la ansiada Copa del Mundo de Sudáfrica. Hasta mi madre, poco aficionada al fútbol, estaba nerviosa y me dijo: “Hijo, estos chicos se merecen ganar la final”. Todos coincidíamos en que en esta ocasión, se respiraba algo diferente entre los aficionados, sabíamos que este grupo de juga- dores era capaz de hacer historia y que lo darían todo por alcanzar la gloria. Después de gozar con el gol de Andrés Iniesta el pasado domingo y ver a tantas personas emocionarse, abrazarse o llorar de alegría me di cuenta de lo que realmente este grupo de personas había conseguido. España lleva muy mala racha, todo el mundo lo sabe. Cualquier dato negativo, bien sea en relación al número de desempleados españoles o a las malas perspectivas de la reforma laboral, se convierten en el blanco perfecto para que la prensa in- ternacional y especialmente la británica, nos haga la puñeta y nos malvenda con algún titular dañino. Razón tienen pero no toda; y algo ha cambiado desde que el pasado domingo nuestros gladiadores le- vantaran la Copa del Mundo. Se respira optimismo, que se entere todo el mundo. España fue durante muchos años una economía a se- guir, un ejemplo para todos y por desgracia, cayó en picado como una baraja de naipes. Pero hemos vuelto, por lo menos así lo han de- mostrado este maravilloso grupo de jugadores de fútbol, que han puesto al país de nuevo, en el cen- tro del mundo. Espírtu de supe- ración, compañerismo, dedicación por el trabajo bien hecho, respon- sabilidad... son sólo algunos de los valores que la Selección Española de fútbol ha sabido transmitir a toda la sociedad española. En la vida, como en el deporte, uno tiene que plantear las situaciones con un punto de optimismo y orgullo que pueden ser claves para salir de una determinada crisis. El domingo estuve en Picadilly y Trafalgar y vi a toda esa gente feliz, orgullosa de ser española, celebrando el tí- tulo con mucha alegría, como si hubiera querido desquitarse de la mala suerte que le ha perseguido desde hace algún tiempo. Estos jugadores se merecen una estatua y un templo, por lo menos; por la felicidad que nos han hecho sentir y porque han puesto a nuestro país de nuevo en el centro de todas las miradas. A partir de ahora la historia de España tiene un antes y un después tras la consecución del título mundial. Conscientes del tirón que la selección española de fútbol ha provocado, tenemos que aprender de sus virtudes y aprove- char la oportunidad de vender- nos de nuevo como un pueblo campeón. ¿Por qué hablar de cultura en clase de español? El ejemplo de la selección internacionalización de las empresas españolas, algunos casos de éxito y otros temas de actuali- dad que integren al alumno en nuestra lengua y cultura. Creo firmemente en la conexión inextricable entre el lenguaje y la cultura. Desde mi punto de vista, aprender un idioma es básicamente aprender otra manera de pensar. El componente cultural, debe considerarse, por tanto, un com- ponente más de la enseñanza del español. La cultura que debemos enseñar a nuestros estudi- antes no tiene que ser una cultura de estereoti- pos sino todo lo contrario, se debe proporcio- nar un mosaico variado y múltiple de ofertas diferentes. La enseñanza del español deberá conceder un papel esencial al componente cultural, como un elemento indispensable dentro la competencia comunicativa. Eso no significa que el profe- sor tenga que convertirse en un especialista de la cultura del estudiante ni en un antropólogo profesional. Basta con tener los ojos abiertos ante las dos realidades, la cultura meta y la de los estudiantes, para así mantener una cierta distancia que le permita realizar una reflexión permanente sobre los aspectos culturales que pueden incidir en la conducta lingüística de sus estudiantes. Entender la cultura es entender como dar vida a una lengua. Un buen profesor es alguien que es capaz de familiarizarse con la cultura, las costumbres y con los procedimientos sociales de los hablantes de otras lenguas. “Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Sólo la cultura de libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La li- bertad que hay que dar al pueblo es la cultura”. Miguel de Unamuno La Unesco, en 1982, declaró: “...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo tras- cienden”. Así pues, la cultura está presente en el len- guaje, las costumbres, la religión, el sistema legal y hasta en la enseñanza en las aulas. Cabe destacar que la cultura española sigue teniendo influencias de todo el mundo en arquitectura, arte y literatura. ¿Quién no está familiarizado con Don Quijote de la Mancha, de Cervan- tes, el segundo libro más traducido del mundo después de la Biblia o ¿Quién no ha oído ha- blar de que el cuadro más caro jamás vendido es un Picasso? Los escritores hispanohablantes como Gabriel García Márquez e Isabel Allende siguen ocupando las listas de “best seller” mun- diales. Desde el punto de vista didáctico, el profesor de español debe hacer uso de fotografías, re- vistas, periódicos, películas y programas de tel- evisión o radio para estimular al alumno y para que conozca mejor algunos aspectos concretos de la cultura española. Es importante hablar sobre el entorno internacional, los deportes, el entorno empresarial español, la gastronomía, la Director y eDitor Paco de la Coba [email protected] Diseño Edgar Izquierdo [email protected] Marketing Angelique Bergé [email protected] colaboraDores Gema Moral Ximena de la Serna Fernando García Zurro Iara M. Bua Mónica Romero Sabela García Cuesta Maite Alvite Buigues Ghaleb el Raiss Cordero Mireia Aliart Laura Rodríguez Beatriz García Izquierdo PubliciDaD [email protected] Dirección Postal De la Coba Media LTD 6th Floor, International House 223 Regent Street W1B 2QD London teléfono 02073366502 07766260231 fax 02075441090 iMPriMe News Fax International (Unit7, Beam Reach Business Park, Consul Avenue, Rainham, RM13 8G) Teléfono +44 (0)20 3006 9000 Los textos de los colaboradores son responsabilidad única y exclusiva de ellos mismos. Las fotografías han sido tomadas de sitios web donde no se requerían derechos de autor. EL IBÉRICO El periódico en español de Londres GRATUITO Mónica Romero Camps [email protected] www.spanishexpress.co.uk Ghaleb el Raiss Cordero

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8 OPINIÓN

La semana pasada hablaba con unos amigos españoles que habían viajado hasta Sudáfrica con motivo del Mundial de Fútbol. También llamé a mis amigos de Alicante y Teruel para intercam-biar opiniones sobre lo que se avecinaba: estábamos a un paso de conseguir la ansiada Copa del Mundo de Sudáfrica. Hasta mi madre, poco aficionada al fútbol, estaba nerviosa y me dijo: “Hijo, estos chicos se merecen ganar la final”. Todos coincidíamos en que en esta ocasión, se respiraba algo diferente entre los aficionados, sabíamos que este grupo de juga-dores era capaz de hacer historia y que lo darían todo por alcanzar la gloria. Después de gozar con el gol de Andrés Iniesta el pasado domingo y ver a tantas personas emocionarse, abrazarse o llorar de alegría me di cuenta de lo que realmente este grupo de personas había conseguido. España lleva muy mala racha, todo el mundo lo sabe. Cualquier dato negativo, bien sea en relación al número de desempleados españoles o a las malas perspectivas de la reforma laboral, se convierten en el blanco perfecto para que la prensa in-ternacional y especialmente la británica, nos haga la puñeta y nos malvenda con algún titular dañino. Razón tienen pero no toda; y algo ha cambiado desde que el pasado domingo nuestros gladiadores le-vantaran la Copa del Mundo. Se respira optimismo, que se entere todo el mundo. España fue durante

muchos años una economía a se-guir, un ejemplo para todos y por desgracia, cayó en picado como una baraja de naipes. Pero hemos vuelto, por lo menos así lo han de-mostrado este maravilloso grupo de jugadores de fútbol, que han puesto al país de nuevo, en el cen-tro del mundo. Espírtu de supe-ración, compañerismo, dedicación por el trabajo bien hecho, respon-sabilidad... son sólo algunos de los valores que la Selección Española de fútbol ha sabido transmitir a toda la sociedad española. En la vida, como en el deporte, uno tiene que plantear las situaciones con un punto de optimismo y orgullo que pueden ser claves para salir de una determinada crisis. El domingo estuve en Picadilly y Trafalgar y vi a toda esa gente feliz, orgullosa de ser española, celebrando el tí-tulo con mucha alegría, como si hubiera querido desquitarse de la mala suerte que le ha perseguido desde hace algún tiempo. Estos jugadores se merecen una estatua y un templo, por lo menos; por la felicidad que nos han hecho sentir y porque han puesto a nuestro país de nuevo en el centro de todas las miradas. A partir de ahora la historia de España tiene un antes y un después tras la consecución del título mundial. Conscientes del tirón que la selección española de fútbol ha provocado, tenemos que aprender de sus virtudes y aprove-char la oportunidad de vender-nos de nuevo como un pueblo campeón.

¿Por qué hablar de cultura en clase de español?

El ejemplo de la selección

internacionalización de las empresas españolas, algunos casos de éxito y otros temas de actuali-dad que integren al alumno en nuestra lengua y cultura. Creo firmemente en la conexión inextricable entre el lenguaje y la cultura. Desde mi punto de vista, aprender un idioma es básicamente aprender otra manera de pensar. El componente cultural, debe considerarse, por tanto, un com-ponente más de la enseñanza del español. La cultura que debemos enseñar a nuestros estudi-antes no tiene que ser una cultura de estereoti-pos sino todo lo contrario, se debe proporcio-nar un mosaico variado y múltiple de ofertas diferentes. La enseñanza del español deberá conceder un papel esencial al componente cultural, como un elemento indispensable dentro la competencia comunicativa. Eso no significa que el profe-sor tenga que convertirse en un especialista de la cultura del estudiante ni en un antropólogo profesional. Basta con tener los ojos abiertos ante las dos realidades, la cultura meta y la de los estudiantes, para así mantener una cierta distancia que le permita realizar una reflexión permanente sobre los aspectos culturales que pueden incidir en la conducta lingüística de sus estudiantes. Entender la cultura es entender como dar vida a una lengua. Un buen profesor es alguien que es capaz de familiarizarse con la cultura, las costumbres y con los procedimientos sociales de los hablantes de otras lenguas. “Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Sólo la cultura de libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La li-bertad que hay que dar al pueblo es la cultura”. Miguel de Unamuno

La Unesco, en 1982, declaró: “...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo tras-cienden”. Así pues, la cultura está presente en el len-guaje, las costumbres, la religión, el sistema legal y hasta en la enseñanza en las aulas. Cabe destacar que la cultura española sigue teniendo influencias de todo el mundo en arquitectura, arte y literatura. ¿Quién no está familiarizado con Don Quijote de la Mancha, de Cervan-tes, el segundo libro más traducido del mundo después de la Biblia o ¿Quién no ha oído ha-blar de que el cuadro más caro jamás vendido es un Picasso? Los escritores hispanohablantes como Gabriel García Márquez e Isabel Allende siguen ocupando las listas de “best seller” mun-diales. Desde el punto de vista didáctico, el profesor de español debe hacer uso de fotografías, re-vistas, periódicos, películas y programas de tel-evisión o radio para estimular al alumno y para que conozca mejor algunos aspectos concretos de la cultura española. Es importante hablar sobre el entorno internacional, los deportes, el entorno empresarial español, la gastronomía, la

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