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OCTUBRE 2002 SUSTENTO Y CULTURAS REDES REDES Amigos de la Tierra REDES 34 ¿Cómo puede ganarse un video de Cultivando Biodiversidad? Los invitamos a visitar y participar del sitio www.biodiversidadla.org BIODIVERSIDAD EN AMÉRICA LATINA es una iniciativa de Acción por la Biodiversidad con el apoyo de ETC Group y GRAIN BIODIVERSIDAD La revista Allí podrán encontrar desde el Nº15/16 en adelante. Envíenos el relato de una experiencia de trabajo de su comunidad, ideas o reflexiones que quieran compartir con nuestros lectores y... ¡le haremos llegar una copia, sin cargo alguno, de esta recopilación de hermosas experiencias! www.grain.org/biodiversidad está en Internet en el sitio EL CARRUSEL DE LAS CUMBRES LA APROPIACIÓN CORPORATIVA DE LA BIODIVERSIDAD RÍO + 10: LA GRAN TRAICIÓN TOMATE PLATENSE EN ARGENTINA CUADERNILLO: GLOBALIZACIÓN S.A.

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OCTUBRE2002

SUSTENTO Y CULTURAS

REDESREDESAmigos de la TierraREDES

34

¿Cómo puede ganarse un video de Cultivando Biodiversidad?

Los invitamos a visitar y participar del sitio

www.biodiversidadla.org

BIODIVERSIDAD EN AMÉRICA LATINA

es una iniciativa de Acción por la Biodiversidad

con el apoyo de ETC Group y GRAIN

BIODIVERSIDAD La revista

Allí podrán encontrar desde el Nº15/16 en adelante.

Envíenos el relato de una experiencia de trabajo de su comunidad,ideas o reflexiones que quieran compartir con nuestros lectores y...

¡le haremos llegar una copia, sin cargo alguno,de esta recopilación de hermosas experiencias!

www.grain.org/biodiversidad

está en Internet en el sitio

EL CARRUSEL DE LAS CUMBRES

LA APROPIACIÓN CORPORATIVA

DE LA BIODIVERSIDAD

RÍO + 10: LA GRAN TRAICIÓN

TOMATE PLATENSE EN ARGENTINA

CUADERNILLO: GLOBALIZACIÓN S.A.

SumarioEl carrusel de las cumbresErna Bennett 1

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EDITORIAL

ILUSTRACIONES:Gabriela Perrone, Uruguay.

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Agenda - Noticias - Campañas 27

Novedades bibliográficas 28

VOCESDE LOS LECTORES Y LAS LECTORAS

Agradecemos la colaboración de la Sociedad Sueca para laConservación de la Naturaleza (Sveriges Naturskyddsförening).

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Revista BIODIVERSIDAD

REDES-AT

San José 1423

11200 Montevideo, URUGUAY

Tel.: (598 2) 9022355 / 908 2730

Fax: (598 2) 908 2730

C.e: [email protected]

Cuadernillo: Globalización S.A.

Segundo de una serie de cuatro

BIODIVERSIDADSUSTENTO Y CULTURAS

Nº 34 - OCTUBRE 2002

Es una publicación trimestral informativa y de debate sobre diversidad biológica y cultural para el sustento de las comunidades locales.BIODIVERSIDAD es un proyecto conjunto de REDES-AT (Uruguay) y GRAIN (España).Cubre también uso y conservación derecursos genéticos, impacto de las nuevas biotecnologías, patentes y políticas públicas. Incluye experiencias y propuestas sobre la temática en América Latina, y busca ser un vínculo entre aquellos que trabajan por la gestión popular de los recursos genéticos, especialmente las comunidades locales: mujeres y hombres campesinos, indígenas, pescadores, afroamericanos y pequeños productores. La revista invita al envío de colaboraciones, las cuales deben ser remitidas al Comité Editorial para su consideración. Los artículos firmados son de entera responsabilidad de sus autores. Apreciamos la difusión del material aquí recogido, citando la fuente.Favor enviar copia para nuestro conocimiento.

COMITÉ EDITORIAL:Carlos VicenteKarin Nansen

EDITORA:Carmen Améndola

CONSEJO ASESOR:Elizabeth Bravo, Acción Ecológica, Ecuador.Ernesto Ladrón de Guevara, UNORCA, Vía Campesina, México.Freddy Delgado, AGRUCO, Universidad Mayor de San Simón, Bolivia.Germán Vélez, Programa Semillas, Colombia.Nelson Álvarez, Puerto Rico.Silvia Ribeiro, Uruguay.Silvia Rodríguez, Costa Rica.

REDES-AT (Red de Ecología Social)Amigos de la Tierra

Para comunicarse con los editores:

San José 142311200 Montevideo, UruguayTels.: (598 2) 902 2355 - 908 2730Fax: (598 2) 908 2730C.e.: [email protected]

GRAINGenetic Resources Action International

Acción Internacional por los RecursosGenéticos es una ONG internacional consede en Barcelona, España. GRAIN tiene

como política institucional laautoría colectiva de sus artículosy la mayoría de sus publicaciones.Citar como GRAIN.Girona 25, pral, E-08010, Barcelona,España.Tel.: (34-49) 3011381Fax: (34-93) 3011627Internet: http//www.grain.orgC.e.: [email protected]

ONGs y organizaciones populares deAmérica Latina pueden recibir gratuitamentela revista. Comunicarse con REDES-AT.

Impresión: Impresora Editorial Tel.: 924 3919 - Montevideo, Uruguay

Diseño Gráfico: Letraeñe Tel.: 402 4605 - Montevideo, Uruguay

Foto de Tapa: Iván FrancoA los pies de la Catedral de Cuzco, PerúD.L. 294.612/02 - ISSN:07977-888X

La revista BIODIVERSIDAD: SUSTENTO Y CULTURAS publica cuatro números al año. Las ONGs, organizaciones populares e institucionales oficiales de América Latina la pueden recibir gratuitamente, previa solicitud escrita. Para todos los demás suscriptores el costo anual es de U$S25. Favor consultar con la Redacción en REDES-AT sobre forma de pago.

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¿Cómo definiría usted a su organización? (Marque más de una si corresponde).

Otro

Agricultores ______ Campesinos _____ Indígenas ________

ONG _____ Educativa/universitaria _________Investigación _____

Centro de documentación ______ Empresa privada _____

La apropiación corporativa de la biodiversidadKarin Nansen y Alberto Villareal/Redes-AT

Río + 10: La gran traiciónVandana Shiva/Navdanya

Tomate platense en La Plata, ArgentinaJuan José Garat

Debate: Me declaro ecosistémicaCamila Montecinos/Grain

26El agricultor y los transgénicosSinforiano Cáceres Baca/Fenacoop

COMIDA COMUNITARIA

La comunidad San Martín, compuesta por 45 familias, está ubicada en el Cantón Colta, en la Provincia de Chimborazo, Ecuador, a 3335 metros sobre el nivel del mar y tiene una temperatura entre 13 y 18 grados. En los pueblos indígenas y campesinos de la sierra ecuatoriana la comida comunitaria se realiza después de una minga o de un trabajo en común o cuando hay festividades importantes entre las familias o la comunidad. Con esta actividad se demuestra la unidad, solidaridad, reciprocidad, organización, intercambio de productos o alimentos y rescate y valoración de las costumbres y tradiciones. Para realizar la comida comunitaria cada persona o familia lleva su tonga -comida preparada en casa por la familia-, o el alimento que dispone. En la fotografía se pueden ver alimentos y sus derivados para la comida comunitaria, entre ellos:Maíz: tostado, choclo, mote, choclo mote, canguil, maíz tostado con panela de caña.Habas: tostadas -madura o seco y tostadas en un tiesto-, hervidas -cocidas tiernas o verdes-, remojadas -secas y tostadas y después puestas en agua-, habas tiernas peladas y cocidas.Papas: cocidas, cariucho -cocidas con cáscara-, peladas -cocidas y con achiote-.Oca: cocidas y endulzadas.Mashua: cocidas y endulzadas.Cebada: mascha -cebada tostada y molida-.Trigo: mascha -tostado y molido-, mote -trigo maduro cocido-, pan, tortillas y empanadas.Quinua: arroz de quinua, chicha o dulce de quinua -bebida-.Chochos: Cocinados y desaguados.Frutas varias: plátanos y oritos, sandia, piña, naranja, mandarina, manzana, pera y capulí.Animales menores: Cuy asado, o en sopa o locro Entre otras cosas la comida comunitaria se considera como una instancia de: integración de la familia, símbolo de compromiso comunitario, transmisión de conocimientos, demostración de la diversidad de productos alimenticios, sensibilización sobre la utilización de recursos, ritual de reflexión antes de la comida y demostración de amor, cariño y afecto entre los miembros de la comunidad y las familias.

Texto y fotografía enviados por Edwin Chancusig.

Hace más de 15 años se avizoraba que "Nuestro Futuro Común" no era tan común. Se decía: "las empresas multinacionales pueden desempeñar una función importante para el desarrollo sostenible". Confirmado, pero en el sentido contrario. En estos tres lustros, las empresas multinacionales se concentraron más, acumularon más capital, cooptaron el discurso ambiental de la participación y de la sustentabilidad, profundizaron sus alianzas con los Estados y consolidaron su poder en todas las estructuras de negociación internacional. Esa es su lógica. ¿Era posible entonces esperar una suerte de milagro en Johannesburgo? Ha sido peor que tener "el mal de zambito" que pretende caminar pero siempre está en el mismo lugar; se está en términos de poder en estos estrados, más atrás. Los Estados de todos los puntos cardinales, piezas claves en esto, han reformulado su rol en el "desarrollo", más descarnadamente que antes; son árbitros entre las corporaciones y la sociedad civil, eso sí, a favor de las empresas. Sobre estas estructuras de poder, debemos construir y reconstruir urgentemente pensa-miento colectivo, organizador, desde abajo, desde lo local, única garantía para que no nos expropien también la esperanza de nuestra gran certeza: otro mundo es posible.

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El carrusel delas cumbresErna Bennett*

H ace cinco años, en la edición de diciembrede 1996 de Seedling, Camila Montecinosformulaba algunas preguntas contun-dentes y muy pertinentes acerca delpopular y muy debatido principio sui

generis, que para entonces se presentaba comoalternativa al patentamiento de las plantas y animales.En su artículo, ella presentaba datos y argumentosque dejaban en evidencia la fragilidad y el carácterdudoso de los conceptos en los que se fundaba dichoprincipio, y sugería que la opción sui generis quizásfuese un callejón sin salida. Su artículo debería haberestimulado mucha polémica. Pero no la hubo.¿Porqué?

La publicación de ese informe sereno ysobriamente razonado fue seguida de un silencioensordecedor. Fue el tipo de silencio que puedeproducirse al proferir una palabrota irreverente en laiglesia. Todos la escuchamos, pero los buenosmodales nos exigen pretender que no lo hicimos.¿Podría ser ésta una explicación posible del silencioque sobrevino? ¿O esperábamos acaso que losmuchos fantasmas que el artículo revivedesapareciesen por sí mismos si manteníamosdistancia?

Yo fui una de quienes pecamos de silencio enuna situación que reclamaba en cambio un coro devoces y respuestas. Llevé conmigo ese número deSeedling varias veces alrededor del mundo con laintención de responder, pero nunca lo hice. Mepregunto, ¿cuántos más habrán hecho lo mismo?

La historia, sin embargo, no es producto de lasbuenas intenciones sino de las acciones que resultandel debate. Sin debate no hay acción ni soluciones.Pero no podemos seguir ignorando la multitud dedudas que se han acumulado en torno al tema delos sui generis. Dudas que abarcan desde la

(in)eficacia de los sistemas sui generis comocontrapeso al control creciente de la diversidadgenética en manos de grandes empresas, hastacuestionamientos más fundamentales sobre lanoción misma de derechos de propiedad sobre unrecurso común de la sociedad humana. ¿Podríanacaso los sui generis realmente proteger losderechos de los descendientes y herederos de lasgeneraciones anónimas de cuyo trabajo a lo largode los siglos resultó originalmente la variabilidadgenética?

Una historia de apropiación

La urgencia y gravedad del tema de los sui generisestá fuera de duda. Hace cinco años ya lo era, y hoyen día lo es más aún. Al igual que cualquier otroasunto vinculado a los recursos comunes de lasociedad humana, el debate sobre los sui generisversa sobre la expropiación y explotación de la quees víctima una mayoría, en gran parte pobres ycarentes de poder, a manos de una minoría de ricosy poderosos. Los recursos genéticos no son laexcepción a esa regla. La larga batalla por laprotección y la conservación de la diversidad genéticarevela toda la saña de los poderosísimos interesesque están dispuestos a no detenerse ante nada contal de conseguir y mantener el control total sobreesos recursos -en caso necesario mediante elsaqueo, pero cada vez más usando artilugios legalesy diplomáticos-.

* Artículo publicado en la Revista Seedling de Grain, en Juliode 2002. Traducido del original en inglés por Alberto Villareal;versión original disponible en http://www.grain.org

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La fase actual de maniobras corporativas parahacerse de los recursos genéticos de los cultivosagrícolas se inauguró en 1962, con la legislaciónsobre Derechos de Obtentor. Esa ley dotó de derechosde comercialización, no a los fitomejoradores -comosugiere erróneamente el título y sus autores- sino alas empresas que emplean fitomejoradores. Dichamovida marcó el inicio de una ola privatizadoramasiva que transformó por completo en el curso deuna década el mejoramiento vegetal, de una actividady un servicio de carácter sobre todo público a unaindustria fuertemente privatizada y crecientementeatada a gigantescas empresas de agroquímicos.

Esa transformación coincidió con la RevoluciónVerde y la dependencia que ella creó al uso devariedades de gran respuesta (más comúnmente yerróneamente denominadas de ‘alto rendimiento’)entre los agricultores. Tales variedadesincrementaron exponencialmente el empleo defertilizantes y otros insumos sintéticos como losplaguicidas en algunos de los cultivos másimportantes. Al mismo tiempo, la comercializacióncreciente de la agricultura y la competencia que ellaestimuló, generó un aumento importante de lademanda por nuevas fuentes de diversidad genéticaque a su vez promovió un interés cada vez mayoren la explotación de los recursos genéticos. Estastendencias y acontecimientos también ejercieron unainfluencia sumamente negativa en el propiomejoramiento vegetal y todo el medio ambientehumano.

La transición de los derechos de obtentor de los’60 al patentamiento de seres vivos fue apenas uncorto paso, plenamente anticipado. La toma de con-trol corporativo de ese campo de actividad, asociadodesde siempre al sector público y empresas localesrelativamente pequeñas, viene ocurriendo desde los’70 hasta el presente a un ritmo desenfrenado. Afinales de los ’70 y en el correr de los ’80 empezó acrecer la presión en torno al patentamiento y losderechos de propiedad intelectual (DPI), y la batalla-para entonces de alcance mundial- se tornó intensa.En ese período creció también el involucramientode ONGs, al que luego se sumó el empuje de lasorganizaciones de la sociedad civil (OSCs).

Tanto en el ámbito nacional como internacional,los DPI se transformaron en dogma directriz de unmundo crecientemente privatizado. El nexomonetario empezó a gobernar todas las relacionesy el concepto de “servicio público” se atrofióostensiblemente. Los ‘derechos de obtentor’ tienenpoco que ver con los fitomejoradores y menos aúncon sus derechos; en realidad, lo que hacen es

UPOV protege a la industria, no ala agricultura

La Unión para la Protección de las NuevasObtenciones Vegetales (UPOV, por su sigla enfrancés) es un acuerdo multilateral adoptado porpaíses que brindan normas comunes para laprotección de la propiedad intelectual sobre lasnuevas obtenciones vegetales de los fitomejoradoresen al ámbito nacional. Fundada en 1961, la UPOVcreció de seis miembros europeos originales a unaveintena de miembros a inicios de los ’90. Hoy endía cuenta con 50 países miembros.

Gracias a sucesivas revisiones de la ConvenciónUPOV original (en 1972, 1978 y 1991), la protecciónque ella le brinda a los fitomejoradores se asemejacada vez más a la que otorgan las patentes. Enrealidad, la revisión de 1991 pretendía colocar alsistema UPOV prácticamente en igualdad decondiciones con el sistema de patentes.

Los fitomejoradores obtienen grandes derechosbajo UPOV. La Protección de Variedades Vegetales(PVV) que ofrece UPOV le brinda al fitomejorador elcontrol comercial total sobre los materialesreproductivos de la variedad que el o ella hayanmejorado. Eso significa que a los agricultores quesiembren variedades PVV les queda prohibidovender semilla seleccionada de su propia cosecha.Además, cada vez se les imponen mayores trabasa la práctica tradicional de guardar e intercambiarsemillas por fuera del circuito comercial. La PVVtambién implica que los agricultores pagan regalíascada vez que compran semillas. Es más, sólo losproductores que obtengan una licencia especialpodrán reproducir variedades protegidas con destinoa la venta. La legislación UPOV de 1978 contemplados excepciones al monopolio comercial: se lepermite a los agricultores guardar semilla para usopropio, y los fitomejoradores quedan en libertad deutilizar variedades PVV para desarrollar otras másnuevas. Sin embargo, esas excepciones quedanseveramente restringidas bajo la convención UPOVde 1991, que hoy en día es la única de las opcionesUPOV que acepta nuevos miembros.

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atribuirle privilegios comerciales a los empresariosque emplean a los fitomejoradores. Las patentesformalizan y legalizan la apropiación privada de losresultados de las actividades de innovación genética,muchas de las cuales son de origen social. Laspatentes se vienen empleando como una suerte decobertura legitimante del saqueo intelectual ygenético. En sólo una década, los DPI han pasado atener un peso dominante en las políticas y laestructura de pensamiento en el seno de la NacionesUnidas y sus agencias, y su influjo también es con-siderable en las tácticas y estrategias de las ONGsy las OSCs.

Los valores sociales de apego a normas deservicio público y bienestar común cedieron pasorápidamente a otros que justifican una concepciónde derechos de propiedad privada o individual quefueron absorbidos casi sin dolor tanto por las víctimascomo por sus victimarios. La propiedad se transformóen dios y señor. Los dueños de la pelota definieronlas reglas y reubicaron los arcos y metas del nuevojuego. Quienes no se contaran entre los dueños dela pelota no tenían chance, o sentían no tener máschance que aceptar las nuevas reglas.

Negociar con corsarios

En esa época, cuando el concepto de “derechos”-aunque no así su práctica- se había ganado un lus-tre tan bien cultivado que sería del peor gustocuestionar la noción misma de los DPI, algunosconsideraron que la única manera de seguir luchandopor los derechos populares consistía en jugar el juegosegún las nuevas reglas del sistema. Entonces seinventó la idea de “derechos de los agricultores”,suponiendo que así se generaría un espacio dereconocimiento y recompensa de la innovacióncampesina dentro del nuevo sistema de legislaciónfundado en la propiedad.

Dado que algunas ONGs admitieron el principiode las relaciones fundadas en la propiedad, y quelos derechos de los agricultores no cuestionabanfundamentalmente el sistema, el debate sobre ladiversidad genética se institucionalizó. El frente debatalla se trasladó a los salones de conferencias ycomités de los poderosos. Al mismo tiempo, se leshizo creer a los pobres y vulnerables que su causaera objeto de “negociación” y “participación”. Enrealidad, su lucha había ingresado en un terrenominado, plagado de diplomacia tramposa y forcejeoslegales interminables.

El concepto de derechos de los agricultores fueun argumento fundamentalmente errado, propuesto

por algunos que temían confrontar al corsario queya había abordado el bote, porque eso quizás podríaalentar conflictos y desastres. Una manera deproceder más discreta, pensaban, podría ser“negociar” condiciones que le permitiesen al corsariocontinuar con su saqueo y, al mismo tiempo, llegar aalgún tipo de arreglo “justo” que pudiese apaciguara sus víctimas. En pocas palabras, aquellos quepretendían defender a las víctimas del saqueoempuñaron las armas del enemigo; es decir,reconocieron los derechos de propiedad, haciendocaso omiso de la legitimidad o ilegitimidad con quese hubiese adquirido esa propiedad.

Sin embargo, el error persistió y se convirtió en elnudo de lo que Camila denominara el “caos concep-tual” derivado de los intentos por “formular unequivalente de los conceptos básicos del actualsistema de propiedad industrial y pos-industrial, aptopara las comunidades indígenas”. Así proliferó unamaraña de planteamientos en torno a los conceptosde “propiedad intelectual colectiva” y la “distribuciónjusta y equitativa” de los beneficios derivados de suuso. La confusión y el enredo surgen del hecho que,para la mayoría de aquellos cuyos antepasadoscriaron la riqueza genética que hoy persiguen contanto ahínco los ricos y sus poderosas empresas, elconcepto mismo de propiedad les resulta bastanteextraño y ajeno. En su visión, los seres humanossomos los guardianes de la naturaleza y susriquezas, mas no sus propietarios.

Esa visión es característica no solamente de lossistemas sociales no occidentales. Los intentos paradesmantelarla y sustituirla por una cultura fundadaen la propiedad privada datan de siglos atrás. Unejemplo temprano de privatización con métodosengañosos ocurrió en Irlanda en tiempos de lasinvasiones de la dinastía Tudor. En ese momento,los ingleses buscaban (y consiguieron) vencer laresistencia irlandesa con tácticas tramposas,aplicando una política de “rendición y recompensa”.En su calidad de líderes electos por los clanes y enconsonancia con las leyes irlandesas de los Brehon,los jefes irlandeses gobernaban determinadosterritorios en nombre de ciertos clanes, y algunos deesos jefes fueron persuadidos de ceder sus tierras ala Corona inglesa, que después se las devolvió encalidad de propiedad (privada) bajo la legislación (feu-dal) inglesa. La trampa es que esos clanes y susjefes quedaron sometidos al rey inglés cuandoaceptaron esa operación tramposa.

Los principios que honran el servicio público y elbien común sobrevivieron hasta hace poco. En suartículo, Camila señalaba que “los cimientos de

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El acuerdo de la Organización Mundial deComercio (OMC) sobre Aspectos de los Derechos dePropiedad Intelectual relacionados al Comercio(ADPIC, mejor conocido como TRIPS por su sigla eninglés) obliga a todos los países miembros a brindarprotección a la propiedad intelectual sobre lasvariedades vegetales en el ámbito nacional, bien seaa través de patentes o mediante “un sistema sui generiseficaz”, o por una combinación de ambos (artículo27.3(b)). Pocos países disponen de leyes que cedanexplícitamente patentes sobre variedades vegetales,pero otros sí lo permiten en la práctica. Puesto que laspatentes prohiben no sólo la producción o venta delas invenciones que ellas protegen a todo aquel queno sea su titular, sino que también impiden su merautilización, el patentamiento de variedades vegetalesafectaría muy seriamente el mejoramiento vegetal y laagricultura en general.

El acuerdo TRIPS no define exactamente quepodría ser un “sistema sui generis eficaz” para laprotección de la propiedad intelectual de lasobtenciones vegetales. Los países industrializadostenían en mente a UPOV cuando se redactó el acuerdoTRIPS, pero el texto en ninguna parte hace menciónde esa convención. Eso significa que no hayjurisprudencia que indique como determinar la“eficacia” de cualquier sistema sui generis bajo elTRIPS. La Convención UPOV es un acuerdointernacional que fija normas de propiedad intelectualsobre las obtenciones vegetales que dan derechosmonopólicos muy similares a los de las patentes. Esaconvención está sesgada fuertemente en favor de losintereses y condiciones de la agricultura industrializada,y el grueso de los miembros de UPOV son países ricosdel Norte.

Se supone que los 69 países en vías de desarrollomiembros de la OMC deberían haber aplicado elartículo 27.3(b) del acuerdo TRIPS a partir de enerode 2000, en tanto que los 30 países menosdesarrollados tienen plazo hasta enero de 2006 para

implementar esa normativa. Por otra parte, la revisiónprevista de las cláusulas del artículo 27.3(b) delacuerdo TRIPS, que viene llevándose a cabo desde1999, todavía no ha provocado acciones concretasque cambien el Acuerdo, no obstante las propuestasmuy claras que han presentado los países del Sur paramejorarlo.

A pesar de la aparente flexibilidad que brinda lacláusula sui generis del acuerdo TRIPS, la protecciónde variedades vegetales del tipo que ofrece UPOV espresentada cada vez más como la única opción suigeneris válida para el Sur.

Solamente una cuarta parte de los países del Surmiembros de la OMC disponen de leyes de protecciónde las variedades vegetales. De ellos, hay 26 que yase unieron a UPOV -en su inmensa mayoría apenasen los últimos años, como respuesta a las exigenciasdel acuerdo TRIPS-. Otros 25 están en proceso deadhesión, y hay 30 más que supuestamente estánsolicitando asesoría de UPOV sobre la consonanciade sus propios anteproyectos de legislación para laprotección de variedades vegetales con lasdisposiciones respectivas de la UPOV.

¿Qué significa todo esto? País tras país, la opciónsui generis del acuerdo TRIPS se viene reduciendopaulatinamente a normativas tipo UPOV. El motivoprincipal de que así ocurra es la presión directa de lospaíses industrializados que buscan la uniformizaciónmundial de las leyes de protección de la propiedadintelectual -no sólo a través de convenios globalescomo los de la OMC, sino también mediante tratadosy acuerdos regionales y bilaterales sobre comercio einversiones-. Eso acarrea serios riesgos para laagricultura sustentable y los derechos de losagricultores, ya que aceptar las normas UPOV es elprimer paso hacia la aprobación de las patentes sobreseres vivos en toda su dimensión.

Para un recuento detallado de la ubicación de todoslos países del Sur con respecto a UPOV, visite:www.grain.org/publications/pvp-south-upov-en.cfm

TRIPS le da nueva vida a UPOV

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nuestro desarrollo científico actual fueron erigidosbajo el supuesto explícito del conocimiento como unbien común generado para el bien común”. Peroobservaba que “el intercambio [de conocimiento]entre los científicos -componente fundamental paraacelerar la creación de conocimientos- está siendodesmantelado sistemáticamente”, y con él la cienciapública que “se caracteriza por ser de libre acceso,creación libre y por trabajar en función del biencomún”.

El paso siguiente de una oposición consecuentea esas tendencias es rechazar la propiedadintelectual en cuanto tal, afirma Camila. ¿Porqué noha ocurrido así? “¿Porqué “, pregunta ella, “seguimosnegociando pretendiendo limitar los daños mediantela acomodación, aceptando ser gobernados porreglas que sabemos sumamente dañinas? ¿Acasohemos perdido la esperanza? ¿Tenemos miedo?¿Nos sentimos acorralados?”

Ahí se encuentra el meollo del asunto. Somostestigos del colapso de todo un sistema de valores ysu sustitución por otro basado exclusivamente en larelación económica, bajo la presión de un procesode privatización ahora globalizado. Este nuevosistema ya está desgarrado por debilidades ycontradicciones internas, pero nos hallamosacorralados en su seno.

Los derechos de los agricultoresabandonados en el camino

En abril de 2001 fui invitada a participar de unareunión en Spoleto, Italia, que pretendía darle lostoques finales al Compromiso Internacional sobreRecursos Fitogenéticos. Terminó siendo unaexperiencia perturbadora. Siendo ésta la primerareunión intergubernamental en la que participara enno menos de quince años, me resultó un déja vuque me heló la sangre, marcado por los mismosjuegos leguleyos de palabras que escondenobstruccionismo empecinado, y la misma decisiónarrogante de satisfacer los mismos interesesempresariales que se nos habían colado por lasgrandes rendijas de nuestra defectuosa defensa delinterés público en los ’70. La reunión produjo undocumento inofensivo, truncado, salpicado dehermosas palabras. Eso fue lo mejor que pudohacerse en Spoleto.

Más escalofriante aún, sin embargo, fue elconvencimiento evidente de algunos participantes dela reunión que creían que al fin nos acercábamos ala victoria en lo que había sido una guerra de ingenioy nervios, difícil y prolongada. Pero ¿y qué del

acceso?, ¿qué de los ‘derechos de los agricultores’que de todos modos, como observó Camila, “seasemejan cada vez más al concepto de propiedadintelectual, al punto que ahora aparecen siempreaparejados en los documentos oficiales”. El accesosigue sujeto a condiciones que favorecen a lospoderosos, excepto en un número limitado decultivos. Y los ‘derechos de los agricultores’ quedarondeliberadamente abandonados a la ambigüedad ycomplejidad de las interpretaciones nacionales.

¿Qué hay de nuevo en todo esto? Nada. ElTratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticospara la Agricultura y la Alimentación, que finalmentefue aprobado meses más tarde, no aporta nada másque algunos pocos fragmentos de texto entrecorchetes y algo de “espacio para reabrir la discusión”en torno al “tema clave” de los derechos de losagricultores -una decisión que fue aplaudida-.¿Reabrir la discusión? Los ricos y poderososconceden la posibilidad de volver a hablar de todosestos problemas otra vez. Pero decenas de años dedebate no produjeron nada que no esté sitiado poruna maraña infinita de “en caso de”, “peros” y“siempre y cuandos” que constituyen una barrerapermanente al cambio y proporcionan un reducto deprotección para los intereses que se oponen alcambio. Ese es el objetivo de tales juegos infinitosde palabras, que una vez más han logrado suobjetivo.

El Tratado fue descripto como “débil”, pero laverdad es que está lejos de ser débil. Desde susinicios, este acuerdo fue concebido para promoverlos intereses de los poderosos, y eso es lo que haconseguido. Una vez establecidas las reglasfundamentales, ahora era posible firmar alegrementeel Tratado sin mayor riesgo de resistencia hostildesde la base, que de otro modo hubiera quedadovigente en la agenda. Este tratado, fruto de siete añosde negociaciones y aclamado calurosamente por losmedios de comunicación oficialistas, ha sidocatalogado por las organizaciones de la sociedadcivil como injusto, inequitativo y limitado. ¿Podríamosacaso haber esperado otra cosa?

Camila sintetiza así la situación. “El balance decuentas”, afirma ella, “indica un incremento de lasleyes y normas que administran, facilitan y organizanla expropiación de los recursos, en contraste conaquellas destinadas a protegerlos”. Y, enfáticamente,agrega que “lamentablemente, la desviación gradualdel debate hacia alternativas o excepciones dentrodel sistema actual nos ha robado tiempo precioso”.Pero, ¿qué se puede hacer ahora?

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Más allá de buenas intenciones

En ese contexto, una tarea importante es definircuál sistema alternativo puede sustituir al sistemaactual. ¿Se trata acaso de un nuevo sistema de con-trol y reglamentación dentro del actual sistema so-cial?, ¿o apuntamos a un nuevo sistema social?¿Cómo pretendemos definir ese nuevo sistema?¿Cómo pretendemos alcanzarlo? ¿Utilizando quécriterios? ¿Con qué medios? ¿Cuáles modelosestamos en condiciones de proponer?

En lo que se refiere a recursos genéticos, en lasúltimas cuatro décadas no han faltado declaracionesde principio y buenas intenciones. No ha habidoescasez de palabras floreadas, argumentospersuasivos o preocupaciones declaradas. Sin em-bargo, existe y siempre ha existido entre quienestoman las decisiones una gran brecha entre lasdeclaraciones y los hechos -y esas son las fuerzasque gobiernan el sistema social vigente-.

Cuando presentaba sus recomendaciones, laConferencia sobre Recursos Genéticos celebradaen Roma en 1967 declaraba que “se reconoce comoobligación nacional e internacional descubrir yconservar los recursos fitogenéticos del mundo, yponerlos a disposición de quienquiera que accediendoa ellos pueda beneficiar a los seres humanos a nivellocal, nacional o internacional”. No obstante, cuarentaaños después el acceso a los recursos genéticosestá más restringido que nunca antes.

¿Porqué? Porque, en palabras de la Declaraciónde Bogeve de 1987 sobre Biotecnología en Interésde los Pueblos, el uso de dichos recursos “estáinevitablemente asociado a la sociedad en la que segeneró y se usa [la tecnología], y por tanto ella suelereflejar las características sociales de esa sociedad,ya sean éstas justas o injustas”. En otras palabras,no importa cuán iluminada sea la legislación, sueficacia depende del contexto social y de cuántasde sus cláusulas sobrevivan la amputación constantey salvaje de la que son objeto de manos de susadministradores estatales que sirven a los interesesde una minoría poderosa y privilegiada.

Alcanza con una mirada a vuelo de pájaro sobrecualquiera de las cumbres o reuniones internacionalesde las últimas décadas para confirmarlo. Hace cincoaños la Cumbre Mundial de la Alimentación reunió9,800 delegados representando a los gobiernos de186 países, entre ellos a los presidentes y primerosministros de 80 países. Al costo presupuestado de1.2 millones de dólares se le sumaron “contribucionesvoluntarias” de patrocinadores en su mayoríaprivados, que ascendieron a un total de siete millones

de dólares. Se reunieron en Roma para “debatir” elproblema del hambre en el mundo y la seguridadalimentaria. También “participaron” delegados de1,500 ONGs. ¿Participaron? A ellos se lesproporcionó un espacio de cuatro minutos parapresentar una declaración -una séptima parte desegundo para cada una- ante un auditorioprácticamente vacío.

La declaración final de la Cumbre incluía una listade “Siete Compromisos” -entre los que el derecho ala alimentación brillaba por su ausencia- queconstituyó el consenso internacional signado por el“más bajo común denominador”. A pesar de losencendidos llamados de las ONGs en apoyo a un“Octavo Compromiso” que estableciese el “Derechoa la Alimentación” universal -propuesta ésta apoyadapor el Papa Juan Pablo II y muchos oradores en laCumbre- lo único que resultó de ese circo fue unllamado no vinculante a reducir el número dehambrientos en el mundo, de 840 millones a 400millones en el lapso de veinte años. El presidentecubano Fidel Castro describió ese ‘logro’ como unaverdadera “vergüenza”. En la reunión de seguimientocinco años después de la Cumbre, celebrada esteaño que corre sin la participación de los líderes de lamayoría de los países ricos, los delegados reconocieronque ni siquiera esa meta llegaría a alcanzarse.

La participación de las ONGs y las organizacionesde la sociedad civil en esos eventos institucionalesha logrado a todas luces muy poco, y sí ha tenidoefectos negativos. “Nos hemos embarcado”, concluyeCamila, “en un carrusel que nos lleva de reunión enreunión, de Cumbre en Cumbre, convencidos de queel próximo encuentro internacional sin dudaconstituirá una batalla que no podemos perdernos”y hemos “transformado las buenas intenciones enmeras ilusiones”. Haríamos bien quizás en referirnosmás bien a “declaraciones” de buenas intenciones.

El mundo guarda memoria de la Cumbre del G8en Génova en el 2001 por motivos diversos. Loslíderes de algunos de los países más ricos delmundo prometieron una suma de US$ 1,300millones para una campaña contra la epidemia delSIDA, con la esperanza de ganarse la opinión públicay neutralizar la resistencia popular a sus actividadesmediante una demostración de ‘generosidad’hipócrita. Al hacer su promesa sabían muy bien queel costo de una campaña de ese tipo asciende ano menos de US$ 10,000 millones, segúnestimaciones de la ONU. Ya sean nacionales ointernacionales, todas las instituciones del sistemaactual exudan engaño.

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Restablecer nuestros puntos dereferencia

Nada de esto significa que no podamos hacernada, o que no sea más importante que nuncaemprender toda iniciativa válida con renovado vigor.De un lado, corremos contra reloj. De otra parte, laprotesta pública está adoptando mayoritariamentenuevas formas y está probando nuevos caminoshasta ahora no transitados, que no nos atan a lasestructuras institucionales que hasta ahora nosfallaron consistentemente.

Otro mundo está cobrando fuerza sorprendente yreclama nuestra evaluación crítica y participaciónconstructiva. Las derrotas del pasado no deben alimentarel pesimismo, deben más bien reafirmar con mayordecisión el camino a seguir. La sensibilidad crecienteque insiste en el cambio “de abajo hacia arriba” marcauna nueva etapa en el desarrollo del interés por lasuerte de nuestro mundo, sus pueblos y sus recursos.Nos brinda la oportunidad, parafraseando a Camila, de“restablecer nuestros propios puntos de referencia”. Hallegado el momento en que las mayorías sinprivilegios definan las reglas del juego.

Pero ¿podrán hacerlo?, y ¿cuáles son esas reglasdel juego? ¿Cuáles son nuestros puntos de referenciahacia el futuro? ¿Qué principios exactamente estamosbuscando defender, y cómo exactamente habremosde establecerlos y garantizarlos?

Nuestros puntos de referencia principales yaestán fijados y ya han sido ampliamente expresados.Muchas organizaciones de la sociedad civil yaincorporaron la defensa de la biodiversidad y laseguridad alimentaria como elementos centrales desus propias políticas, bajo la influencia del intensofermento global de los últimos años. La resistenciapopular en contra del saqueo legitimado de labiodiversidad mediante el patentamiento de seresvivos, es ya parte de una gigantesca ola de oposiciónpública que está afectando y seguirá afectando demanera creciente a la sociedad civil en su conjunto.

Esa oposición ya no puede ser ignorada como sílo fue en Spoleto en abril de 2001, cuando VíaCampesina presentó un documento de posición ymás de 250 organizaciones de la sociedad civil leremitieron una carta abierta con términos muy fuertesa los delegados oficiales de la reunión. Aun siendoque Vía Campesina representa organizacionescampesinas y grupos de agricultores de todo elmundo, su intervención no fue suficiente para desviarde su objetivo principal a los miembros dominantesen esa reunión, expresado en más de medio siglode encuentros semejantes: afirmar y consolidar el

poder de las grandes empresas y los gobiernos queestán a su servicio.

La experiencia de Spoleto y la más reciente delTratado confirman por enésima vez que jugar el juegosiguiendo las reglas del enemigo no ha producidonada positivo, más que mostrarnos cómo llegamosal punto en el que nos encontramos. Pero no nos hamostrado como salir de allí.

Es necesario un cambio cualitativo en lacorrelación de fuerzas implicadas en esta lucha. Esecambio ya se hace evidente en la contienda actualpor el desarrollo, que enfrenta a los privilegiados ypoderosos del mundo con la inmensa mayoría dedesposeídos y sin poder. Entre éstos últimos haysin embargo una voz que permanece aún sub-representada: la de los científicos, técnicos ygenetistas cuyos oficios y habilidades se encuentrandirectamente al servicio de las grandes empresas.Aún así, entre estos intelectuales hasta ahoraconsiderados como una fuerza social “neutral”,también está creciendo gran preocupación por lasconsecuencias sociales de la aplicación errada y elabuso de sus conocimientos. Esa preocupación seha tornado en duda, y su duda en ira.

Muchos de ellos creen que los cambiostecnológicos de los que ellos son agentes constituyenuna contribución al bien común, o en el peor de loscasos, un mal necesario. Estos intelectualestradicionalmente han optado por mantenerse almargen de cualquier discusión seria sobre lasconsecuencias sociales de su trabajo. En el fermentocreciente de nuestros tiempos, lentamente empiezana darse cuenta que sus propias vidas están tanafectadas por el control que ejercen las grandesempresas sobre su trabajo, como las vidas de lospueblos más pobres y vulnerables. Hay signosinequívocos de una postura de responsabilidad so-cial crecientemente radical. Muchas asociacionesprofesionales y científicas están llamando alrestablecimiento y ampliación del viejo Juramento

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Hipocrático, que fija normas éticas para la prácticamédica que aún son en gran medida respetadas.Algunas de esas asociaciones han adoptadoposturas comprometidas en torno a temas políticosy sociales, rehusándose a trabajar en favor deintereses ética y moralmente insostenibles.

El año pasado, la British Lancet y la US Annals ofInternal Medicine [Anales de Medicina Interna deEE.UU.] publicaron un llamado de variosinvestigadores médicos “a reconocer la necesidadde reafirmar en el contexto de la sociedad modernaactual algunos de los principios planteadosoriginalmente por Hipócrates”. Su llamado vieneacompañado de un enérgico ataque a la corrupciónque “cunde el en el campo de la medicina y dondelos intereses privados son los principales implicados”,y establece una lista de principios fundamentales ycompromisos que reclaman seria consideración.

¿No habrá llegado el momento, acaso, de quelos genetistas y otros que trabajan en las áreas debiodiversidad, biotecnología, mejoramiento vegetaly genética declaren claramente su oposición yresistencia frente al abuso ético y social de susconocimientos y su trabajo?

Sin duda hay señales de un sentido creciente deresponsabilidad social. ¿Acaso responderá al mismorenacimiento que dio origen al movimiento del ForoSocial Mundial?, o ¿estaremos presenciandosimplemente el efecto diferido de prolongadascampañas de ONGs? Podemos estar tentados depensar así, pero las ONGs y las organizaciones dela sociedad civil no pueden ser vistas automá-ticamente como una suerte de punto de referenciamoral y político. Esos grupos no brindan fórmulasmágicas, sencillamente por virtud de su propia

Erna Bennett

Erna Bennett es una de las pioneras de laconservación genética. Mientras trabajaba en laEstación Escocesa de Mejoramiento Vegetalescribió su informe de 1964 alertando sobre lanecesidad de conservar y proteger los recursosgenéticos, titulado “Introducción de especiesvegetales y conservación genética: aspectosgenético-ecológicos de un problema mundialurgente”, que fue ampliamente difundido y traducidoa varios idiomas.

En 1967 empezó a trabajar en la Organizaciónde las Naciones Unidas para la Agricultura y laAlimentación (FAO). Fue asimismo el momento enque coeditó y escribió el primer gran clásico sobrerecursos genéticos, “Recursos genéticos vegetales”,publicado en 1970. Trabajando en la FAO, Ernaempezó a percatarse cada vez más del gravepeligro que corrían los inmensos esfuerzos derecolección y conservación del insustituible ypreciado germoplasma del mundo en los que ellaestaba tan comprometida, al caer en manos depoderosos intereses privados. Ella presenció lasprimeras movidas -primero encubiertas, luegoabiertas y masivas- hacia la privatización de losrecursos genéticos y el papel cada vez máspredominante de las empresas decididas a ganarel control del valiosísimo germoplasma agrícola.Tras muchos años de lucha interna en la FAO paramantener a las empresas fuera del sistema de laONU, Erna eventualmente se vio forzada arenunciar a la ONU en 1982, cuando la influenciaempresarial sobre las políticas de la FAO llegaba alímites intolerables. Desde entonces, ella semantiene activa en éste y otros temas, dictandoconferencias, escribiendo y asesorando, pero fuerade los círculos oficiales.

Erna Bennett no fue la única que luchó porprogramas referidos a la erosión genética enaquellos primeros años turbulentos. Ella recuerdacon gran cariño y afecto a muchos de sus pionerosy compañeros de viaje. Pero “fue esta colorida ydesenfadada revolucionaria irlandesa nacida enUlster, quien primero acuñó el concepto de‘conservación genética’ y le dio sustancia yestrategias a ese término de cara a la comunidadmundial”, tal como lo relataran Fowler y Mooney ensu libro*.

*Shattering - Food, Politics and the Loss ofGenetic Diversity, por Cary Fowler y Pat Mooney,University of Arizona Press, 1990.

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condición. Algunos son radicales, otros sonconservadores. El espectro de sus enfoques es tanamplio como el del mundo que los circunda: desdeaquellos que se han institucionalizado colaborandocon el sistema vigente, hasta otros que lo rechazantotalmente. Poco consuelo entonces para quienesesperan respuestas prefabricadas para los problemas

El Foro Social Mundial

El Foro Social Mundial es un nuevo movimiento internacional para la creación e intercambio de proyectossociales y económicos que promueven los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo sustentable.Tiene lugar en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, y su fecha de realización coincide con el Foro EconómicoMundial financiado por las grandes empresas, que se reúne todos los años en Davos, Suiza, a fin de enero.Desde 1971, el Foro Económico Mundial viene desempeñando un papel clave en la formulación de laspolíticas económicas de los estados más ricos del mundo y los países que dependen de ellos.

que atormentan a nuestra generación. ¿No será másprobable que todo este fermento -que el sistemavigente por el momento pretende no ver- sea un signode una gran oleada de protesta popular contra laarrogancia y el cinismo del poder, donde quiera ycomo quiera que éste se ejercite?

Existe claramente un conflicto de intereses entreel servicio al bien común y la apropiación privadaque no puede ser resuelto con debates elitistas ydistantes, no importa cuán enconadamentedisputados ellos sean. Tampoco puede resolverse através de los cada vez más populares debates asíllamados sin consenso [más conocidos comodiálogos multisectoriales o de partes interesadas],en que los participantes acuerdan no estar deacuerdo. Por contraste, ese conflicto sí podráresolverse en el contexto de la protesta mundial queahora está adoptando formas y estructuras visibles,reales e inmediatas. Es tan solo un primer paso, peroen la dirección correcta. Denota una revuelta dentrodel sistema, y puede nutrirse del movimiento popu-lar que está adquiriendo dimensiones importantespor doquier; esto, a su vez, no puede más quefortalecer nuestra propia batalla en defensa delpatrimonio genético común de nuestras sociedades.

Está llegando el día en que los científicos eintelectuales reconocerán la necesidad de emprenderla acción social y aceptar la responsabilidad socialcomo parte integral de su responsabilidad científica,en lugar que como complemento, y sumen así suvoz y sus acciones a aquellas de millones de otraspersonas. Ese será un día muy esperanzador paraun mundo fatalmente amenazado l

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Río 92 y los intereses empresariales

urante el proceso previo a la Cumbre dela Tierra del ’92, un número importantede ONGs y movimientos sociales quecompartían una visión desde la ecologíasocial y política, decidieron hacerle frente

a las instituciones dominantes que pretendíanresponsabilizar a los pobres y a los países del Sur ysu “explosión demográfica” por la crisis ecológica, yasegurarse así que esta instancia mundial nocuestionara la responsabilidad y el papel por demássignificativo del capital transnacional en la generaciónde esa crisis.

Centro para Nuestro Futuro Común:�todos somos igualmenteresponsables�

Así, el primer paso de esa táctica encubridorafue la pretensión de hacer creer al mundo que lacrisis ecológica era responsabilidad de todos porigual, tanto de las empresas petroleras (que son las

causantes principales del efecto invernadero) comodel consumidor individual que ocasionalmente arrojaal pasto el paquete vacío de una barra de chocolate.

En lugar de cuestionar modelos de desarrollo ylos sistemas de producción y consumo asignandoresponsabilidades claramente diferenciadas adistintos sectores y sujetos sociales, se trataba deimputarle la responsabilidad a las conductas de losconsumidores individuales y sobre todo a los pobresen el Sur, que se reproducen demasiado.

Todos somos igualmente responsables, todosestamos en una misma nave y debemos trabajarjuntos para encontrar soluciones, nos pregonaba elCentro para Nuestro Futuro Común que pretendíaerigirse como visagra entre las organizaciones de lasociedad civil y el proceso preparatorio oficial,fuertemente dominado por los grupos de presiónempresariales.

El �desarrollo sustentable�

Ya aparecía claro que los gobiernos, bajo lasórdenes de sus élites empresariales dominantes, noestaban dispuestos a cuestionar en profundidad losmodelos de desarrollo basados en el crecimientocontinuo (de los que ambos eran sus principalesbeneficiarios).

En consecuencia, se trataba entonces simplementede maquillar de verde las políticas de desarrollo

* Integrantes de Redes Amigos de la Tierra-Uruguay. Estedocumento formó parte de la Separata de la RevistaBiodiversidad “La apropiación corporativa de la biodiversidad.Antecedentes de la Iniciativa de Asociación Tipo II de los PaísesMegadiversos”, editada en agosto de 2002 como material parala Cumbre de la Tierra II.

La apropiación corporativade la biodiversidadKarin Nansen y Alberto Villarea/Redes-AT*

En este trabajo se realiza un breve análisis sobre los principales antecedentes de lasIniciativas de Asociación Tipo II con que la Cumbre de la Tierra II pretende saldar lasresponsabilidades de conservación del medio ambiente y un desarrollo sustentable,aspectos que se remontan a la primera Cumbre de la Tierra celebrada en Río en 1992. Sopena de repetir esa historia reciente, íntimamente ligada a la poca o nula voluntad políticay acción de los gobiernos para frenar la crisis ambiental y social que enfrentamos, losautores fundamentan que es indispensable establecer los nexos entre las �novedosas�propuestas de hoy y las duras polémicas de ayer.

D

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dominante, adjetivándolas ahora de sostenibles osustentables, dando a entender que no secuestionaba el crecimiento sostenido, pero que sele procuraba dar una dimensión atenta a laconservación de los balances ecosistémicos que sonel soporte de la vida en el planeta.

El �sector independiente�

Pero era necesario también darle una expresiónpolítica a ese ‘nuevo’ enfoque del desarrollo, queincorporara la visión encubridora de que todos somosigualmente responsables, y que a la vez sirviera parasilenciar las voces de los inconformes que seempecinaban en señalar al modelo de desarrollo, alas empresas y las élites políticas del Norte y el Surcomo las responsables del problema -o por lomenos marginarlas y estigmatizarlas como ‘des-adaptadas’-.

Surge así entonces, otra vez desde las calderasdel Centro para Nuestro Futuro Común y sus sociosde la Asociación Empresarial por el DesarrolloSustentable (Bussiness Association for SustainableDevelopment), el concepto del ‘sector independiente’como propuesta político-organizativa de laparticipación de todos los actores sociales nogubernamentales en el proceso del ‘desarrollosostenible’ y la Cumbre misma.

Lamentablemente, los conceptos de‘organizaciones de la sociedad civil’ o de‘organizaciones no gubernamentales’ (ONGs)tampoco ayudaban en nada para definir claramenteel perfil del movimiento popular que cuestionaba esadomesticación del diagnóstico y las soluciones parala crisis; al contrario, más bien alimentaban esamisma confusión encubridora.

El llamado sector independiente pretendía reuniren la misma mesa a todas las categorías formalmenteaceptadas dentro de las Naciones Unidas comoGrupos Mayores (Major Groups) acreditados anteel Consejo Económico y Social de la ONU. Era lahora del diálogo social, y no de la confrontación, y sesuponía que Trabajadores, Pueblos Indígenas,Campesinos, Mujeres, Jóvenes, Empresarios yONGs (categoría ésta en la que nos encasillaron alos ecologistas, consumidores, etc.) seríamos la vozunificada de la ‘sociedad civil’ que serviría decontraparte válida de los gobiernos para realizar undiagnóstico y proponer soluciones a los problemasdel medio ambiente y el desarrollo.

El Foro Internacional de ONGs yMovimientos Sociales

Afortunadamente, ese intento de ocultamiento notuvo éxito, al menos durante la Cumbre misma del’92 y en el proceso que condujo a ella. Buena partedel movimiento ecologista y los movimientos socialescomprometidos en el proceso enfrentaron ydenunciaron esta propuesta por entender que el sec-tor empresarial, sobre todo las grandescorporaciones transnacionales, son responsables degenerar la crisis ecológica imponiendo sistemas deproducción y consumo altamente insustentables enfunción de su interés de generar las mayoresganancias posibles en el corto plazo y su apuesta alcrecimiento económico como premisa fundamentalde su existencia.

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Desde un principio se entendió la necesidad demantener una postura independiente y crítica desdelos movimientos sociales y las organizacionesecologistas. Antes que caer en la trampa de pretenderllegar a acuerdos entre intereses tan contrapuestos,como aquellos del capital transnacional y de losmovimientos sociales más afectados por la crisisecológica, se apostó a la consolidación de unmovimiento de ecología social y política crítico, queanalizara y develara las causas de la problemáticasocio-ambiental que amenazaba la vida en el planeta.

El proceso previo a la Conferencia de Ríoprotagonizado por los movimientos sociales, sobretodo del Sur, fue tan rico y participativo ycaracterizado por tal profundidad en el análisis, quelogró poner en el centro del debate las verdaderascausas de la crisis ecológica y social e identificar alos principales responsables.

Agenda Ya Wananchi y tratadosalternativos

El rechazo a la Iniciativa de las Américasimpulsada por el Presidente Bush (padre), y a losCanjes de Deuda por Naturaleza, la denuncia de lailegitimidad de la deuda externa y el reclamo delreconocimiento de la deuda ecológica que el Nortemantenía con el Sur, la identificación de los sistemasde producción y consumo impuestos por lasempresas transnacionales como causantes de ladevastación y degradación de la naturaleza, ladefensa de la seguridad alimentaria y la agriculturasustentable y de los derechos de las comunidadesal acceso y control sobre los recursos, fueron losejes centrales de un activo proceso de crítica ycreación que dio origen a la Agenda Ya Wananchi ycondujo a la formulación de los Tratados Alternativos,en los que por primera vez diversos movimientossociales contestatarios y de la resistencia se unentrascendiendo sus intereses específicos paraconcebir la perspectiva de la sustentabilidad comohorizonte del bien común.

No sería exagerado afirmar que allí se sentaronlas bases de lo que hoy la prensa llama el movimientoanti-globalización, que en realidad lo es contra laglobalización del capital.

Agenda 21, un acuerdo híbrido

La Conferencia de la ONU en Río dio comoresultado la Declaración de Río, la Agenda XXI yuna serie de Convenios, todos ellos productos quereunían visiones y posiciones algunas vecescontradictorias entre sí, donde confluían las recetasde las empresas y propuestas contrapuestasincorporadas allí por la fuerza y presión de losecologistas y los movimientos sociales. Pero a pesarde los esfuerzos de unos y otros, una miradaretrospectiva nos indica que a la postre se impusieronlos intereses empresariales, que han sabidoaprovechar al máximo las ambigüedades y ventanasque consiguieron dejar abiertas en Río para imponermás tarde las pretendidas soluciones de mercadoque aparecían ambiguamente esbozadas en dichosacuerdos.

La Organización Mundial de Comercio yla comercialización de los acuerdosambientales multilaterales

La imposición final de las soluciones de mercado,de las cuales las iniciativas de asociación tipo II sonclaros exponentes, se vio largamente facilitada porla fiebre neoliberal que se apoderó del mundo tras lacreación de la Organización Mundial de Comercio(OMC) y los acuerdos de liberalización comercial queestán bajo su jurisdicción.

La doctrina de la liberalización del mercado yase presentaba en la Cumbre de la Tierra como laúnica capaz de salvar el planeta. La ecoeficiencia yel aumento de la producción con menores insumos,la desmaterialización de la economía a partir deldesarrollo tecnológico y la privatización de losrecursos naturales y su gestión a través del mercadotrataban de imponerse como las solucionesnecesarias para garantizar la sustentabilidad delcrecimiento económico.

La nuevas biotecnologías y en particular laingeniería genética ya se perfilaban como laalternativa al paquete tecnológico de la primer“Revolución Verde”. Esta nueva matriz tecnológicapermitiría el desarrollo de una nueva revolución enla agricultura que diera solución a las limitantes(ambientales y otras más) al aumento de laproducción de alimentos a nivel mundial. Sin analizaren profundidad los nefastos impactos ecológicos,sociales y económicos de la Revolución Verde y sufracaso en dar solución al problema del hambre enel mundo, se intentaba imponer nuevamente unalógica productivista y concentradora que sirviera a

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los intereses de las corporaciones transnacionales.Uno tras otro, los acuerdos ambientales

multilaterales pronto se vieron fuertementepermeados por la fiebre neoliberal y las solucionesde mercado. Así sucedió con el Convenio deBiodiversidad (CDB), cuyas normas sobre acceso,distribución de beneficios y transferencia detecnología constituyen la columna vertebral de lapresión de esos intereses comerciales sobre elconvenio para subyugarlo y someterlo, de hecho, alas normas de comercio internacional de la OMC ylos acuerdos de libre comercio. Otro tanto ocurriócon el Protocolo de Cartagena sobre bioseguridad,que al final terminó legitimando el movimientotransfronterizo regulado de una amplia gama detransgénicos; y con el Protocolo de Kyoto sobre elclima (quizás el ejemplo más claro de la ‘protecciónambiental’ a través del mercado) que creó unmercado de emisiones de anhídrido carbónico eimpuso las plantaciones monoespecíficas de árbolescomo supuestas soluciones al cambio climático;hasta llegar al primer acuerdo ambiental del siglo XXI,el Tratado Internacional sobre RecursosFitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura,que en definitiva rinde homenaje a las normas de laOMC sobre patentes y propiedad intelectual alpermitir de hecho el patentamiento de esos recursos,excepto bajo la forma recibida de los bancos desemillas y la red internacional de centros deinvestigación y mejoramiento genético de cultivos.

Es justo decir que en cada uno de estos casostambién se refleja una pugna aún no completamenteresuelta entre los intereses de protección del medioambiente y de los pueblos que dependen de éstepara su sustento, y los intereses comerciales y delucro de las grandes empresas, que siguen llevandola delantera.

La Comisión sobre DesarrolloSustentable y los �diálogosmultisectoriales�

En el ámbito político-organizativo, el maltrecho‘sector independiente’ de la Cumbre de Río sobrevivióy se levantó como ave fénix en el seno de la Comisiónsobre Desarrollo Sustentable (CDS) encomendadapara velar por la aplicación de la Agenda XXI, a travésde la figura de los ‘diálogos multisectoriales’, quetambién fueron el mecanismo elegido para llevaradelante el proceso preparatorio de la Cumbre deJohannesburgo.

Este mecanismo fue sin dudas muy adecuadopara las empresas transnacionales que vieronfacilitada su tarea de promocionarse como actoresfundamentales para resolver la crisis ambiental, yasí diluir las críticas que recaen sobre ellas por susnefastas acciones que afectan seriamente a lospueblos y al medio ambiente, sobre todo en los paísesdel Sur.

Lamentablemente, a lo largo del procesopreparatorio de la Cumbre Mundial sobre DesarrolloSustentable (CMDS), las ONGs y los movimientossociales comprometidos en ese proceso no llegarona consolidar una posición crítica coordinada paraenfrentar la imposición de una práctica que pretendíagenerar consensos entre actores con interesesclaramente contrapuestos.

Un mundo feliz

Las iniciativas de asociación tipo II son el corolariológico de una estrategia cuidadosamente diseñadapara encubrir a los responsables principales de ladegradación ambiental y la pobreza en el mundo, yensalzarlos como la parte más importante de lasolución a esos problemas.

En efecto, esa iniciativas se perfilan como elmundo feliz resultante de los ‘diálogosmultisectoriales’ del antiguo ‘sector independiente’,capaces de sustituir la acción gubernamental segúnla tónica de los tiempos, que llama a la reorientacióndel Estado hacia funciones meramente policíacas yde mantenimiento de un status quo en poder de losintereses empresariales y corporativos.

Las iniciativas de asociación

Las Iniciativas de Asociación han sido propuestascomo acuerdos del Tipo II que emanarán de laCumbre de Johannesburgo. Estos acuerdos puedenser suscritos por los gobiernos y la sociedad civil -

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incluyendo a las empresas transnacionales- con elobjetivo de implementar la Agenda XXI y darseguimiento a la Declaración del Milenio. En lugarde avanzar en los débiles compromisos políticosadquiridos en la Cumbre de la Tierra en Río de Ja-neiro, los gobiernos se disponen a abandonar su roluna vez más, y dejar en manos privadas y delmercado la gestión de los recursos naturales y lassupuestas “soluciones” a la problemática ambiental.

Este tipo de iniciativas ya han sido promovidasen distintos foros como la Cumbre Mundial de laAlimentación, la Convención de Diversidad Biológica,el Convenio de Cambio Climático y el Banco Mundial,entre otros.

En el marco de la Cumbre de Johannesburgoestas Iniciativas de Asociación se están promoviendocon bombos y platillos ya que por sus característicaslas mismas servirán a los intereses imperantes delcapital transnacional de muchas maneras:

1. sustituirán compromisos políticos que deberíanadoptar los gobiernos;

2. posicionarán a las empresas transnacionalescomo actores fundamentales del DesarrolloSustentable;

3. facilitarán la privatización de la “cooperación”internacional;

4. promoverán la privatización de la naturaleza; y5. afianzarán al mercado como principal

administrador de la naturaleza y sus servicios.

Desarrollamos a continuación cada uno de losaspectos señalados anteriormente.

1. Muchas ONGs y Movimientos Socialesapostábamos a que cumpliéndose 10 años de laConferencia de Río, los gobiernos se dieran cita paracomprometerse en un análisis profundo de las

causas de la continua degradación ambiental y delfracaso del cumplimiento de los acuerdos logradosen Río, y acordar políticas ambientales internacionalesque tuvieran como eje la sustentabilidad, la equidad yla participación, con las que confrontar las políticasde la globalización neoliberal impuestas por la OMC,el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional(FMI).

Muy por el contrario, el proceso preparatorio deJohannesburgo mostró ser una farsa, ya que la granmayoría de los gobiernos no está dispuesta a desafiarlos intereses del capital transnacional que dictaminanlas políticas neoliberales que tanto daño han causadoal planeta y a los pueblos que en él habitan. Huyendoa su responsabilidad de comprometerse a diseñar yacordar políticas que provoquen cambios profundosen los sistemas de producción y consumo a nivelmundial y que reconozcan los derechos de lascomunidades a gestionar su ambiente en formasustentable, y por lo tanto a oponerse a aquellaspolíticas y proyectos que las afecten.

En lugar de asumir de una vez por toda suresponsabilidad de garantizar un marco de políticasadecuado que nos permita caminar hacia un futuromás sustentable, los gobiernos se alían una vez máscon las empresas, supuestamente con el objetivode dar solución a problemáticas como la pobreza yla falta de agua potable y promover iniciativas comoel desarrollo de energías renovables, pero nadahacen para confrontar las devastadoras acciones delas transnacionales y las políticas que las amparany le garantizan derechos especiales para seguircontaminando, destruyendo y atentando contra la vida.

2. Con estas iniciativas las empresas pretendenposicionarse como actores de la sustentabilidad,evitando las incómodas críticas que ONGs,movimientos sociales y comunidades de todo el

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mundo han venido realizando durante muchos años.Las principales responsables de la destrucciónambiental pasan a ser las protagonistas de proyectostendientes a dar supuestas soluciones a lascomunidades más empobrecidas, y afectadas porla crisis social y ambiental. La técnica del maquillajeverde ha alcanzado niveles altos de sofisticación ehipocresía, los cuales serán promocionados en estanueva cumbre.

Estas iniciativas permitirán además que lasempresas ganen terreno en la promoción de losacuerdos voluntarios. Siendo ellas tan concientes ymostrándose tan preocupadas por el medioambiente, nadie puede dudar de su disponibilidad acumplir con acuerdos voluntarios. No hace faltaimponerles normas para regular su accionar, ellassolas sabrán adaptar sus sistemas de producciónpara que los mismos sean limpios y socialmentebeneficiosos.

3. Los países industrializados del Norte nuncacumplieron con uno de sus compromisos de Río,aportar el 0,7% de su PBI para la cooperacióninternacional. En lugar de cumplir con sus compro-misos, que no son nada generosos si consideramosel flujo continuo de recursos del Sur hacia el Norte,los países industrializados tendrán una nuevaoportunidad para hacer caso omiso a los mismos,amparándose en estas iniciativas privadas parafinanciar el “desarrollo” en el Tercer Mundo. Sefortalecerá así un sistema bilateral de cooperaciónprivada, en el que los más fuertes tendrán mayores

posibilidades de control sobre los más débiles.

4. Estas iniciativas nos traen a la memoria laspropuestas de canje de deuda por naturaleza tanpromovidas antes y durante la Cumbre de Río. Unavez más se pretende legitimar la apropiación privadade la naturaleza por parte de las transnacionales.Los acuerdos privatizadores de la naturalezaimpuestos en el marco de la OMC se reforzarán coneste tipo de iniciativas, que posiblemente conduzcana la privatización de recursos vitales como el agua,la biodiversidad para el sustento y de servicios comola energía.

Las empresas transnacionales tienen comomotus la inversión en función de un retornoeconómico, su objetivo principal es la generación delmáximo lucro en el menor tiempo posible, lafilantropía no constituye su razón de ser. Invertir eneste tipo de iniciativas sólo tiene sentido en funciónde un retorno económico y social en términos delegitimación.

5. Siguiendo la lógica de los ajustes estructuralesde reducción del presupuesto público para finessociales y ambientales, estas iniciativas pretendenafianzar la inversión privada en este campo, paralegitimar una vez más al mercado comoadministrador más eficiente y como asignador derecursos. Las empresas privadas asumirán el papeldel Estado de brindar los servicios básicos a lapoblación, y al mismo tiempo podrán apropiarse delpatrimonio nacional l

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a Cumbre Mundial sobre DesarrolloSustentable (CMDS), realizada enJohannesburgo desde el 26 de agostoal 4 de setiembre de 2002, supuestamenteiba a ser la Cumbre de la Tierra II, diezaños después de la primera Cumbre

organizada en Río de Janeiro en 1992.En lugar de ser Río+10, la CMDS se convirtió en

realidad en Doha+10 1. Hace 10 meses la conferenciade Doha fue realizada para salvar las negociacionesde la OMC tendientes a la realización de una nuevaronda amplia de negociaciones comerciales, quehabía fracasado en Seattle en 1999 debido a lasprotestas y la oposición ciudadanas, y el hecho deque algunos países pequeños -que habían sidomarginalizados y excluidos- se retiraron de lasnegociaciones y no dieron su consentimiento a losacuerdos propuestos. El documento deimplementación sobre la CMDS menciona esasnegociaciones de Doha en 46 oportunidades,mientras que la Cumbre de la Tierra de Río solamentees nombrada en una oportunidad. El Proyecto deldocumento de implementación de la Cumbre habíasido introducido de manera antidemocrática por losEE.UU. y la Unión Europea, y luego fue reintroducido

por Sudáfrica con modificaciones muy menores. Nohubo ninguna rebelión por parte de los gobiernos encontra de la sustitución subrepticia de la agenda desustentabilidad de Río por la agenda comercialdominada por las transnacionales y sus interesescomerciales en la OMC.

Mientras las luchas de los pobres del Sur estánvinculadas al acceso y sus derechos sobre losrecursos naturales -agua, tierra y biodiversidad-, ypor tanto son intrínsecamente luchas ecológicas yambientales, la CMDS fue presentada artificialmentecomo si se tratara acerca de la “pobreza”, pero nosobre “el medio ambiente”. Entonces, la globalizaciónfue presentada como la solución a la pobreza, y las

* Navdanya/Research Foundation for Science, Technology andEcologyA - 60, Hauz Khas, New Delhi - 110016, IndiaC.e.: [email protected] [email protected] por Alberto Villareal, del artículo publicado en inglésel 13 de setiembre de 2002. La versión completa de este trabajo,titulado “The Great Betrayal. Why civil society walked and with-drew consent from W$$D”, puede consultarse enhttp://www.vshiva.net

Río + 10: la gran traiciónPorqué la sociedad civil se retiró de laCumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable

por Vandana Shiva/Navdanya*

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decisiones estuvieron orientadas a quitarle a lospobres los recursos que les quedan -por lo tantohaciéndolos más pobres aún, como por ejemplo através de la privatización del agua, el patentamientode las semillas y el despojo de la tierra-, y fueronofrecidas como medidas para “mitigar la pobreza”.Los campesinos sin tierra y los movimientos contrala privatización se manifestaron en las calles a favorde sus derechos ambientales, y los promotores dela globalización del capital no hacían otra cosa queseguir repitiendo su “mantra” de que los pobres nopueden darse “el lujo” de tener su propio capital natu-ral, que necesitan la globalización. Estosglobalizadores se niegan a ver que la globalizacióndespoja a los pobres de sus recursos, convirtiendoestos recursos en propiedad de las grandestransnacionales, que luego venden el agua y lasemilla a altos costos a los pobres, y por lo tanto losempujan a situaciones de mayor pobreza, llegandoincluso al límite de la supervivencia. Durante un de-bate radial y televisivo en el que participé, un vocerode las empresas expresó muy claramente que laimposición de derechos de propiedad privada sobrelos recursos naturales era la primera prioridad. Laagenda principal de la CMDS era la globalización delos “no-sustentables, no éticos, e inequitativossistemas de propiedad”, y el control y uso de losrecursos naturales.

Las grandes empresas transnacionalessecuestraron la Segunda Cumbre Mundial de laTierra y la convirtieron en la “Cumbre de los Dólares”2.

Pero las consecuencias de todo esto van muchomás allá del simple secuestro de una Cumbre. Sonindicativas de tendencias muy peligrosas para lademocracia. La sustitución de acuerdos multilateralesvinculantes (Tipo I) entre los estados, por losacuerdos llamados Tipo II (que serían entre agentesprivados y agentes públicos) no son más que el reflejode la privatización de los estados y la privatizaciónde las Naciones Unidas. Aquellas Naciones Unidasoriginarias, que empezaban diciendo “nosotros, lospueblos...”, se transformaron en Johannesburgo enunas Naciones Unidas cuyo encabezamiento dice“nosotros, las grandes empresas...”. Eso parecía unacasa de remates, donde el planeta Tierra, como tal,estaba puesto a la venta. Para nosotros, participantesy miembros de la sociedad civil, la Tierra y el Mundono están en venta. Por eso es que no dimos nuestroconsentimiento a los resultados de la Conferencia.

La prensa y los medios -e incluso algunasorganizaciones- han reclamado “victorias pírricas” enJohannesburgo, como por ejemplo, que los gobiernosse hayan comprometido a reducir las necesidades

de agua y saneamiento a la mitad para el año 2015,como ya lo habían hecho con el hambre en la FAOaños atrás. Lo trágico de estas supuestas victoriases que simplemente consiguieron prevenir dañosmayores en términos de lo que sea el control y laregulación de las empresas, los acuerdosambientales multilaterales y los derechosreproductivos de la mujer y de salud de la población.

Los gobiernos, en lugar de comprometerse aconservar el agua y defender y respetar los derechosal agua de todos sus ciudadanos se limitaron a ponera la venta el agua -en acuerdos Tipo II, privatizadores-a pesar de que el agua no es propiedad del Estado,sino que es un bien común cuidado y compartidopor las comunidades. La privatización de ese biencomún que es el agua es ilegal, desde el punto devista de la ley natural y la ley moral. Por esto es queexistieron grandes protestas en contra de laprivatización del agua a lo largo de la “Cumbre delos Dólares”.

La degradación moral de las élites gobernantestambién se hizo evidente en la privatización de lavida a través de la biotecnología y las patentes. Laregión de Africa del Sur ha sido víctima de las sequíasy las hambrunas debido al impacto conjunto delcambio climático y los programas de ajusteestructural. El Banco Mundial ha obligado a los paísesa destruir y desmantelar sus programas de seguridadalimentaria. Enfrentados con severas sequías, la faltade seguridad alimentaria está creando condicionespara la existencia de nuevas hambrunas.

La Cumbre Mundial de 2002 en Johannesburgo,organizada 10 años después de la Cumbrie de Ríoque estableció el Covenio de Diversidad Biológica yel Protocolo de Bioseguridad, también fue escenariomercantil para forzar la entrada de la biotecnologíaen Africa. Cientos de agricultores y campesinos yrepresentantes gubernamentales africanoscondenaron la presión de los EE.UU para forzar lautilización de alimentos contaminados genéticamentea través de la ayuda alimentaria. Tal como expresaronrepresentantes africanos, “nosotros, representantes degrupos de la Sociedad Civil Africana de más de 45países, unimos nuestras manos con los gobiernos deZambia y Zimbabwe y sus pueblos, que rechazan losalimentos transgénicos para nuestros hermanos yhermanas que pasan hambre”.

De hecho, no hubo una Cumbre sino varias. Una,fue la cumbre secuestrada -realizada en Sandton, elsuburbio más rico de Johannesburgo-. Para accederal Centro de Convenciones nosotros teníamos quepasar por un gran centro comercial; era un símboloapropiado para una Cumbre que se había convertido

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en un mercado de los recursos naturales del planeta.En una reunión paraoficial de ONG’s reunidas en unlugar denominado Nasrec, y en la escuela St.Stithians, se realizó la Cumbre Mundial de losPueblos; y en Soweto, los niños también realizaronla Cumbre Mundial de los Niños. La gente sin tierra ylos pequeños campesinos tuvieron sus propiasCumbres. Las Cumbres alternativas fueron planifi-cando una agenda para el futuro centrada en la gentey en la tierra. En el centro de tanta corrupción, ellosestaban generando coraje y verdad. En el medio detanta desesperanza, ellos estaban generandoesperanza. En el medio de tanta violencia, estabangenerando no-violencia.

Cuando como sociedad civil nos retiramos delproceso oficial el 4 de setiembre y retiramos nuestroconsentimiento a las propuestas oficiales en curso,lo hicimos en paz, con confianza y con alegría.Fuimos brutalmente asaltados por la policía de la

Notas del Editor:1 Capital de Qatar, en la península arábica, donde se realizó la última Conferencia Ministerial de la Organización Mundial deComercio.2 En inglés la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable se escribe “World Summit on Sustainable Development” y se abreviaWSSD; en el texto original en inglés se hace referencia a que la WSSD cambió y se transformó en “W$$D”.

era del “apartheid”. Entonces recordamos a Ghandi-que también fue asaltado en otro 11 de setiembre-,que en lugar de responder con violencia a la violenciaconceptualizó la no-violencia como el último poderde los débiles y excluidos. Su “Satyagraha” -la “fuerzade la verdad”- fue una repuesta diferente a la de loseventos de setiembre 11 de 2001. Su Satygraha esnuestra inspiración.

El 4 de setiembre, cuando no nos consideramosmás asociados con esta Cumbre, emitimos uncomunicado conjunto como sociedad civilmanifestando nuestra gran preocupación con losresultados de la CMDS; pero también fue unadeclaración de nuestra determinación y compromiso.En ella se establecía: “Nosotros celebramos nuestradecisión común para fortalecer la diversidad de lasculturas humanas y la integridad del planeta Tierra.Afirmanos y reafirmamos que otro mundo es posible”.

Y nosotros, todos, haremos que ello suceda l

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Introducción

a producción hortícola en el “CinturónVerde” de la Ciudad de La Plata, Ar-gentina, tiene los años de la cuidadmisma. Fundada en 1882 para ser lacapital de la provincia más grande dela Argentina y a escasos 60 kilómetrosal sur de la capital del país, en su

proyecto original sus diseñadores no sólo ubicaronlas dependencias gubernamentales, la catedral y losespacios para el arte y la cultura, también pensaronen dónde debían situarse quienes proveyeran deverduras frescas, frutas y leche a los futuroshabitantes. Así nace, junto con la ciudad, laproducción hortícola local, que con el tiempo setransforma en una forma de hacer las cosas, y naceel “quintero”, como se denomina en esta región alproductor de hortalizas. De origen italiano, españolo portugués, y más recientemente de la vecina Bo-livia, supieron junto a su familia crear una culturaalrededor del trabajo en la quinta. Fueron más de100 años a través de los cuales la producciónhortícola produjo y reprodujo las especies mejoradaptadas a nuestra región y a la demanda de losconsumidores de la región y del país.

De esta manera, los conocimientos que traíandesde sus pueblos natales -junto con el trabajo delos técnicos y los trabajadores del campo- crearon através de décadas variedades botánicas adaptadas

al clima y al suelo locales. Por esta razón consideramosa las poblaciones actuales productos de la culturalocal, poblaciones que sintetizan los conocimientosy las experiencias acumuladas por generaciones.

Pero la evolución de la agricultura en general, lasituación económica del país, así como la de lahorticultura en particular, ponen en el centro del de-bate el destino de esos productores familiares y desus producciones tradicionales. Los bajos precios,la oferta tecnológica cada vez más cara, dependientey homogeneizante, y la migración producto de la cri-sis, son algunos de los elementos que generanincertidumbre respecto de lo que vendrá. Y esta cri-sis arrastra consigo algunos componentes quecaracterizaron la producción hortícola local: losproductores, sus semillas, sus insumoscaracterísticos y la organización de la producción.

El tomate platense

Un ejemplo de esta situación es el caso del tomateplatense, producto típico de nuestra región que redujosu presencia en el mercado hasta prácticamentedesaparecer. El tradicional tomate de la zona,variedad botánica caracterizada por su sabor intenso,su forma irregular, achatada, acostillada ofuertemente lobulada, fue reemplazado (como ocurrióen amplísimas áreas de producción hortícola) pormateriales modernos de tomate haceaproximadamente 20 años. Diseñados para unaproducción más intensiva, para una demanda masivae indiferenciada, la difusión los nuevos tomates -producto de selecciones masales, hibridaciones,hasta los modernos “larga vida”- son un ejemplo decomo evolucionó el mejoramiento genético en laagricultura.

Pero recientemente una demanda mássegmentada, una mayor conciencia de lo que

* El Ing. Agr. Juan José Garat es el Coordinador del Proyectopara el Rescate y la Difusión del Tomate Platense. Trabaja conotros colegas en la recuperación de variedades hortícolas lo-cales, y dicta el Curso de Extensión Agropecuaria delDepartamento de Desarrollo Rural de la Facultad de CienciasAgrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata(UNLP), Argentina.C.e.: [email protected].: [email protected]

Tomate platense enLa Plata, ArgentinaJuan José Garat*

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significa la pérdida de materiales genéticos conhistoria y adaptados a climas y suelos determinados,y la perseverancia de productores y técnicos nospone ante el desafío del rescate y la valorización deestas variedades.

La producción de tomate no es originaria niexclusiva de la región platense, pero es en nuestraregión donde los quinteros fueron mejorando yproduciendo una variedad que se hizo famosa entodo el país y que se la conoció como tomateplatense. Se caracterizó por su sabor y hoy sonmuchos los que lo comparan con los nuevosmateriales y recuerdan aquel “tomate con gusto atomate”.

En 1935 Antonio Gentile comienza la historia deltomate platense. “Al tomate platense lo trajo unquintero muy famoso en aquel entonces que sellamaba Papalardo, que no era tomatero, era apieroy coliflorero. Fue a pasear a Italia y vio un tomatehermoso que le llamó la atención, chato con rayanegra...” Este “raya negra” sedujo a los quinteros porel tamaño de los frutos, su resistencia al transporte ysu fácil adaptación al clima y al suelo de la región.

A comienzo de los ´40 ya son muchos losquinteros que se establecen definitivamente en losalrededores de nuestra ciudad y este tomate platensese difunde con más velocidad. Con el correr de losaños el productor, con su empeño y la atención queponía para producir el mejor tomate, fue sintetizandotécnicas que le permitieron, junto con la informaciónque le llegaba desde “afuera” de la quinta, construir

lo que se llama el tomate platense. Este tomate pasaa ser no sólo un producto agronómico sino quetambién es un producto cultural de nuestra región. Yfueron varios los materiales que se difundieron con“nombre propio”: el tomate de los Gentile, el de Prieto,el de los Carcioni, el del Parque (por el ParquePereyra, reserva natural ubicada a 15 kilómetros dela ciudad de La Plata), el de los Alborghetti, etc. Fuela misma selección hecha por los quinteros lo quepermitió estabilizar varias poblaciones adaptadas asuelos y climas de la región, y así el “raya negra”pasó a ser simplemente “platense”.

El Proyecto de rescate

Es en este contexto en que se formula el“Proyecto de Extensión para el Rescate y Difusióndel Tomate Platense”. Presentado ante lasautoridades de la Facultad de Ciencias Agrarias yForestales de la UNLP, fue aprobado en el año 1999.Los objetivos planteados en el mismo fueron lossiguientes:l revalorizar el cultivo de tomate, variedad platense,

como producto cultural de nuestra región;l promover la conservación in situ de las

poblaciones localizadas de tomate platense; yl adopción, por parte de los productores

beneficiarios, de las técnicas de producción ymercadeo desarrolladas y evaluadasgrupalmente.

El trabajo junto con los productores comienza amediados del año 1999, a partir del cual se recuperan6 variedades de tomate platense ya fuera del circuitocomercial, mantenidas en algunos casos sólo parael autoconsumo. La tarea consistió en reunionesgrupales con los productores para acordar una formade trabajo a través de la cual se pudiera lograr unproducto que mantenga las características del viejotomate platense, a la vez que fuera producido conuna baja carga de agroquímicos. Paralelamente seinvolucraron la Municipalidad de la Ciudad de La Plata-declarando de interés municipal su promoción y suproducción-, y dependencias del Ministerio deAgricultura, Ganadería y Alimentación de la Provinciade Buenos Aires, en donde se realizan ensayoscomparativos entre las distintas poblacioneslocalizadas. Estos detalles cobran sentido almomento de que la experiencia se enmarca en unapropuesta de desarrollo local, para la cualreconocemos como básico la confluencia de unadiversidad de actores que reflejen la diversidad deexpresiones locales.

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Algunas conclusiones

La experiencia de la recuperación del tomateplatense como producto típico o tradicional marcaun camino interesante para pensar algunasestrategias de desarrollo rural, en la línea de rescatede la biodiversidad, de la cultura local, etc. Pero ennuestro caso, falta tiempo y trabajo para consolidaralgunos aspectos, tales como una mejor difusión deestos productos; un canal de comercialización par-ticular para productos diferenciados; investigación yexperimentación en el desarrollo de un cultivo conuna menor carga de agroquímicos; y la recuperaciónde técnicas de selección para garantizar la purezade las poblaciones recuperadas.

Luego de casi 3 años de trabajo, la experienciaha sido muy rica en cuanto al reconocimiento de losfactores que posibilitan la recuperación yrevalorización de este tipo de materiales. Y vemosen los dos extremos de la cadena (productores yconsumidores) elementos a considerar en laconsolidación de esta experiencia y en el planteo deexperiencias similares. En este sentido, paragarantizar una conservación in situ genuina, deberánser productores y consumidores quienes acepten yse apropien desde sus lugares de un producto conlas características como las señaladas. Por unaparte, los productores de la región van reconociendolentamente las cualidades (agronómicas y noagronómicas) de este producto. Hay que recordarque por diversas circunstancias fueron los mismosproductores quienes decidieron hace ya dos décadasreemplazar “sus” materiales de tomate platense por

materiales modernos que respondían en esostiempos a determinadas necesidades.

Y por otra parte, vemos que el consumo dealimentos está pasando por una etapa de cambiosinteresantes, y este es un dato a tener en cuenta eneste tipo de trabajos. Hoy la sociedad busca ampliarsus posibilidades de consumo, acceder a alimentosmás naturales, más sanos y con referenciasconcretas sobre su origen y sistema de producción.Así, las cualidades intrínsecas del tomate platense,como producto típico producido con una baja cargade agroquímicos, con más 60 años de reproduccióncontinua en la región son un elemento a rescatar enestas circunstancias.

Actualmente el “Proyecto de Extensión para elRescate y la Difusión del Tomate Platense” haavanzado en la discusión, junto con los productores,de las necesidades que se plantean para producir ydifundir este producto en la región. Y paralelamente,producto de las charlas con los viejos quinteros, sehan localizado poblaciones de otras especieshortícolas, que si bien no han tenido la famaalcanzada por el tomate platense, tienen una historiasimilar y guardan varias de las características quedefinen un producto típico: el brócoli criollo o italiano,el apio “fajado”, el alcaucil “ñato” o el “blanco”, etc.Estas poblaciones tienen décadas de reproduccióncontinua, están adaptados a nuestro clima y nuestrosuelo y son producto de nuestra cultura. Y si noactuamos rápidamente, también corren el riesgo deperderse o, quizás con suerte y sólo con suerte,permanecer guardadas en algún banco degermoplama a la espera de quién sabe que...l

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l 11 de septiembre de 1973 los chilenosdespertamos en medio de un golpemilitar. Con él se inició un períodomarcado por la muerte del que loschilenos aún no nos recuperamos.Murieron nuestros avances demo-

cráticos y de justicia social que, a pesar de todas suslimitaciones y debilidades, permitía que una partemuy importante de los chilenos mirase el futuro conesperanza. Murió mucho de nuestra capacidadartística e intelectual. Murió el poeta Pablo Neruda,producto de un cáncer acelerado por la tristeza.Murieron más de 3000 compatriotas directamenteasesinados en la tortura, los ajusticiamientos y losfalsos enfrentamientos

Desde ese 11 de septiembre, Chile ha sidoreconocido como pionero en la aplicación descamadade este capitalismo salvaje que nos va rodeando yparece encarcelamos. Pero también parece habersido pionero en la inauguración de una era demuertes concretas y simbólicas que desde entoncesplagan al mundo entero.

A partir de algún momento de la década del 70,las autoridades políticas, las autoridades militares y,desafortunadamente, algunas autoridadesacadémicas e intelectuales, nos fueron informandode una serie de muertes súbitas de la más variadaespecie. Primero se nos dijo que había muerto lalucha de clases. Después se publicó la noticia de lamuerte de las ideologías. Rápidamente despuésmurieron el sindicalismo, las revoluciones y el Estadode bienestar. Más adelante le tocó morir a la historiay, fatalmente, le llegó su hora a las utopías. Segúnalgunos, ya murieron también las economías localesy nacionales. Se supone que actualmente estamosa la espera de la muerte de los estados-nación.

Algo misteriosamente contagioso debió causarestas muertes, porque, a pesar de grandes anunciosen contrario, en forma paralela se nos murieron unaserie de referentes sociales que considerábamosfundamentales, tales como los derechos económicosy sociales (salud, educación alimentación, trabajodigno y seguro), la ética de la solidaridad, los ámbitospúblicos, y el control social de la usura. No es quemuchos de ellos hayan sido muy fuertes en realidady quizás eso explique su gran sensibilidad a laepidemia. Pero luego fueron muriendo piezas aúnmás fundamentales, como la sacralidad de la vida,la circulación del conocimiento, el derecho al disenso.

La agricultura, la biodiversidad y el mundo ruralno han logrado escaparse de esta epidemia, sóloque aquí las muertes comienzan a ser tambiéndolorosamente materiales. Miles de familiascampesinas desaparecen cada año; otros tantossistemas de producción, variedades vegetales, razasanimales y especies de uso local hacen lo mismo;una cantidad incalculable de recursos biológicos sedestruyen en el mismo lapso. Lo espiritual e inmaterial

* Investigadora de Grain. Esta es una versión ligeramentemodificada de un artículo ya publicado en Seedling en julio de2002. Los cambios fueron motivados por los comentarios dediversas personas. La esperanza de la autora es que despierteaún más comentarios. C.e.: [email protected]

Me declaro ecosistémicaCamila Montecinos*

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no corre mejor suerte: los sistemas de conocimientolocal y tradicional están bajo el fuego cruzado de losataques privatizadores y las obsesionesmodernizantes, los derechos territoriales sonprisioneros de la soberanía nacional y rehenes dediversas formas de prospección, muchas culturas yreligiones luchan con fuerza para no ser reducidas alas salas de embalsamamiento de los museos.

Es en este contexto de aparente muerte en elque nos toca vivir y actuar. Cambios profundos sehan visto en los últimos treinta años, y muyacelerados en los últimos diez. Tanto, que el centrode las luchas y esfuerzos sociales ha pasado a sermayoritariamente el luchar y trabajar en contra de,mientras que el necesario complemento que le dasentido, el luchar y trabajar por, se ha idodesdibujando o definitivamente desapareciendo. Yano pareciéramos centramos en construir un futuro,sino en resistir para que el futuro que nos espera nosea lo peor. Lo triste y paradójico es que sin lugar adudas son cada vez más los que disienten y nodesean sumarse a la promesas vanas del capitalglobal. ¿Qué pasa entonces que ninguna iniciativade resistencia o de construcción parece llegar a feliztérmino?

Edgardo Morin propone encauzar la acción dentrode lo que él denomina la “ecología de la acción”.“Aquí interviene la noción de la ecología de la acción.En el momento en que un individuo emprende unaacción, cualesquiera que fuere, ésta comienza aescapar de sus intenciones. Esa acción entra en ununiverso de interacciones y es finalmente el ambienteel que toma posesión, en un sentido que puedevolverse contrario a la intención inicial” 1 .

La metáfora que aquí se expresa esextremadamente poderosa. ¿Dentro de qué sistemaestamos dejando “escapar” nuestras acciones? Larespuesta pareciera ser un profundo llamado a lacautela frente a lo que estamos haciendo. Despuésde 20 años de privatización rampante, de pérdidade derechos, de grandes fracasos en nuestrosintentos de inyectar algo de ética y responsabilidadsocial al rumbo que están tomando nuestrassociedades, el no mirar exactamente con qué nosenfrentamos y el no adoptar una cautela crecientees, realmente, una arrogancia peligrosa.

Somos parte de un ecosistema en el que se

espera que conformemos un monocultivo:homogéneos, disciplinados, previsibles y fácilmenteexplotables. Estemos en un ambiente donde lasdinámicas básicas que han sido impuestas son laexpropiación, privatización y concentración de todorecurso y fuente de riqueza o bienestar, donde loúnico que se socializa en forma sistemática son loscostos sociales y ambientales y donde el status quose intentará mantener al costo que sea. No debierasorprendemos, por lo tanto, el que la mayor parte delos grandes esfuerzos que hemos hecho en lasúltimas décadas han sido absorbidos, digeridos,reciclados y nuevamente escupidos al medio comoparte funcional o coayudante de las tendenciassistémicas, especialmente la expropiadora/privatizadora. El ejemplo más reciente es el de losDerechos del Agricultor como parte del Tratado sobreRecursos Fitogenéticos de la FAO: todo contenidodesafiante fue neutralizado, se redujo a losagricultores a meros productores de semillas y seabrió la posibilidad -al menos teórica- quecampesinos deban pagar algo que puedeinterpretarse como una multa o una forma de royalty,deciden poner condiciones al acceso a las semillasque ellos manejan. El artículo 8j del Convenio deBiodiversidad acumula deformaciones similares.Aunque los conceptos allí expresados han servidocomo argumento importante en contra de algunasiniciativas de bioprospección, han servido tambiénsignificativamente para legitimar la bioprospección,ordenar la expropiación de recursos locales y causarprofundas tensiones -y divisiones- al interior decomunidades campesinas y pueblos indígenas.Estos son sólo dos ejemplos en un mar de ellos. Yes ese mar de ejemplos de reversión del significadode los esfuerzos hechos el que nos indica que ya nopodemos refugiamos en las intenciones. Queramoso no, nos vemos en la necesidad de mirar fríamentelos resultados logrados, y buscar los procesos quenos permitan impactos reales una vez que nuestrasacciones se nos “escapen” a este medio devorador.

La metáfora de Morin parece contener en formaimplícita cuatro “corolarios” que nos pueden serviren este esfuerzo. El primero es que no podemoscontinuar inyectando nuestras acciones -que elmismo sistema ha definido como necesarias- enprocesos para su funcionamiento. Es hora, porejemplo, que veamos las reuniones cumbres comolo que son: mecanismos que se saltan (y que buscansaltar) todos los cauces de representatividad política

1 Morin, E., Pensamiento complejo.http//www.lnader.es/-lmisa/complejo6.html

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ciudadana y gobernabilidad, que centralizandecisiones en manos de delegados que noresponden a forma alguna de control social (sinoexclusivamente a sus respectivos poderesejecutivos), y en donde la presencia de unos pocosmiembros de la sociedad civil sirve principalmentepara darle un barniz de legitimidad a procesos queson básicamente no democráticos. Más aún, unaparte importante de los cauces oficiales departicipación de miembros de la sociedad civil haservido para identificar, distraer, neutralizar y/ocontrarrestar las fuentes de disenso. En otraspalabras, es hora que “la participación” sea, al igualque lo fue “la tecnología” tiempo atrás, desnudadade su disfraz de neutralidad y se entienda como loque es: un proceso político que responde en cadacaso a las realidades y objetivos políticos de quieneslo diseñan e impulsan.

Los encuentros de Porto Alegre son claramenteun intento en contrario. Allí vimos distintasexpresiones de movimientos sociales definiendoobjetivos, temas en discusión, planes de acción.Fueron un viento fresco, creativo y esperanzador enun paisaje social que parecía no ofrecer alternativa.Pero Porto Alegre entrega más invitaciones querespuestas. Queramos o no, sigue siendo unacumbre, y sólo podrá cumplir su papel catalizador silo que allí se discuta, construya o comparta reflejeprocesos desde la base, a nivel local. Una cumbresocial no puede ser motor del cambio, sólo puedeser el reflejo de una acción social múltiple,descentralizada e insubordinada. Lo más estimulantede Porto Alegre es haber sido una señal clara de labúsqueda de nuevos cauces y alternativas. Lo másesperanzador, sin embargo, es que esta búsquedaes múltiple. Lo más urgente, es que se refuercetambién a nivel local y regional.

Un segundo corolario es que necesitamosconcentramos en aquellos procesos que puedanalterar la fisiología del sistema. Los objetivos dedesconcentración, descentralización, control socialde los procesos económicos y sociales, y laexpansión de los espacios públicos y colectivos sonelementos centrales de los rumbos que buscamos.No dejan de ser desafíos inmensos. La concentraciónque hoy vemos alrededor no es sólo de riquezas yflujos comerciales, es de prácticamente todas lasformas de poder que determinan los procesos detoma de decisiones, de manejo de recursos, deconstrucción de los territorios, de creación y

socialización de conocimientos, de diseñostecnológicos. A la imprescindible desconcentracióneconómica hay que sumarle, por ejemplo, el apoyoa procesos de pluralismo epistemológico ymulticulturalidad (no sólo interculturalidad), lo queva muchísimo más allá de los procesos“participativos” en la educación o investigación.Estamos hablando de control local de los recursos,lo que implica procesos tecnológicos, productivosy normativos distintos.

Sin lugar a dudas, esfuerzos para lograr lo ante-rior ya están en marcha. Son cientos lascomunidades campesinas e indígenas que hoytrabajan sistemáticamente en reactivar procesospropios de creación de conocimientos, de manejode los territorios, de conservación y desarrollo de labiodiversidad. Nuevas formas de experimentacióncolectiva, el control local de la producción, ymantención y flujo de semillas agrícolas son quizáslos procesos que se han activado (o visibilizado) enforma más rápida y extensa. Lo que hace diez añosera visto como “absurdo” o “demagógico”, hoy cuentacon cientos de ejemplos exitosos.

La multiplicación de procesos similares y laconformación, o recuperación, de los marcospolíticos, sociales y epistemológicos que refuercenestos y otros procesos de autonomía y control so-

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cial local son parte de la tarea que aún queda porhacer. Por ser parte de una sociedad en que losderechos se han visto reducidos a una definicióncada vez más estrecha y circunscrita al derecho in-dividual a expropiar, apropiarse y explotar, laconstrucción y re-construcción de otras visiones delderecho es quizás una de las tareas más urgentes.No podemos seguir discutiendo si la alternativa es elreparto de beneficios, los derechos sui generis o unainterrupción defensiva de todo flujo de recursos yconocimiento, porque ello sólo nos suma al marcoprivatizador y concentrador. Somos parte de unahumanidad cuya historia muestra que los procesosde convivencia social armónica están asociados ala reciprocidad, a derechos y normas colectivas queno constituyen derechos de propiedad, sino quedefinen derechos de goce ligados a clarasresponsabilidades. Mejor aún, somos parte de unahumanidad que a pesar del marco legal arrasadorque hoy se impone a través de la OrganizaciónMundial del Comercio, los Tratados de LibreComercio y otros acuerdos internacionales, siguepercibiendo mayoritariamente que los derechoscolectivos son fundamentales. Esa percepcióndebiera ser nuestra base para re-mirar el derecho yresponder a la visión sesgada, unilateral y mutilantedel neoliberalismo.

La construcción de fisiologías sistémicas distintasnos exige además comprender el funcionamiento detodo sistema social como un todo coherente. Ellonos recuerda una vez más que los problemas de labiodiversidad son los mismos que enfrentan lasagriculturas campesinas, las economías locales, lasculturas indígenas y rurales, los derechos humanosy sociales, la participación ciudadana efectiva, laautodeterminación de los pueblos y... podríamosseguir con una larga lista. La interconectividad denuestras acciones y la integralidad de nuestrosanálisis se nos presenta entonces como unaexigencia.

El tercer corolario de lo expresado por Morin esque nada de lo anterior será efectivo si la acción noes cotidiana, constante e involucra a sectoressociales cada vez más amplios. Hasta la másperturbadora de las acciones no tendrá impacto sobreun sistema si se produce como hecho aislado. Esteha sido un aprendizaje ya viejo, y la conformaciónformal e informal de las muchas redes de ONGs quehoy podemos ver es una muestra de ello. Pero hoyse necesita pasar de redes de ONGs a redes de

movimientos sociales amplios y diversos. Avancesen este sentido ya pueden verse nuevamente en lascumbres sociales de Porto Alegre, en el rechazo alos transgénicos en Brasil, en las campañas de VíaCampesina, en diversos movimientos indígenas.Pero aún estamos lejos de lo necesario, y tenemospor delante un aprendizaje nada fácil. ¿Cómofomentar y hacerse parte de un movimiento socialarraigado en la cotidianeidad? ¿Qué papel debemosjugar las ONGs a medida que vamos aprendiendoque no somos un movimiento social, nirepresentantes de uno, sino uno más de los muchosactores?

El cuarto corolario de lo de Morin es el de lageneración de autopoiesis. Un sistema se estabilizaen el cambio cuando es capaz de generar cambiosque refuerzan el cambio. No tendremos grandescambios en el paisaje social y físico del que formamosparte si no logramos cambiar también el paisajemental. Aquí tenemos nuevamente un aprendizajeya viejo. Hemos tomado parte de muchos y buenosesfuerzos de educación, capacitación, toma deconciencia. Hoy nos vemos en la necesidad deagregarle la insubordinación y diversificación de laimaginación, apuntar a la creación de paisajes men-tales que nos permitan albergar el repoblamiento delmundo con aquello que ha sido declarado muertopor decreto junto a aquello nuevo quenecesariamente irá surgiendo. ¿Así que murieron lasutopías? Pues construyamos algunas nuevas.

Pero lo más esperanzador de la mirada de Morines el recordamos que en un ecosistema las especiesno viven o mueren por decreto de las autoridades overedicto de un especialista. En el monocultivoimperante, el mundo entero pasa a ser maleza oespecie silvestre: aparentemente marginal,aparentemente inviable o inservible, aparentementeinexistente. Pero todo sigue allí, sobreviviendo,evolucionando, creando, en condiciones de repoblary enriquecer al mundo cuando recreamos lascondiciones, cuando somos capaces deindisciplinarnos, cuando aprendemos a ver lo quese niega, cuando junto a la necesaria reaccióncontestataria nos atrevemos también a convertimosen constructores sin pedir permisos ilegítimos.

Por todo lo anterior, me declaro, en el sentido deMorin, ecosistémica. Hasta que alguien encuentreun nombre mejor para el afán ingobernable de ejercerel derecho a construir una vida y no sólo pasarse lavida resistiendo al futuro l

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os agraristas, los líderes gremiales delsector rural, debemos redimensionar lasbanderas de lucha y los ejes dearticulación de los gremios rurales y norurales, y trabajar por la obligación y lanecesidad de conservar y reproducir labiodiversidad.

Los líderes, y los agricultores en general,debemos replantearnos la lucha por el acceso y con-trol de la tierra y sobre los recursos naturales. Sóloluchar por la tierra, significa luchar por la sobrevivencia;pero cuando luchamos por la tierra más lo que ellaentraña (o sea agua, minerales, flora, fauna yrecursos genéticos), nos damos cuenta que hoymuchas tierras valen más por esos recursos que porlo que producen.

El acceso y control sobre los recursos naturales(cada vez más escasos) decidirá sobre la distribuciónde las cuotas de poder -poder para transformar, pararesolver problemas, para mejorar nuestro sistemade vida y construir sistemas productivos más establesen el tiempo-. Esta es una razón del porqué el accesoy control de los recursos naturales es una luchaestratégica.

Los transgénicos son un ejemplo concreto delporqué debemos revisar nuestros enfoques, ampliarnuestra visión, revisar nuestros métodos de lucha, yno perder nuestro rol en la lucha por conservar yproteger la biodiversidad de la cual somos parte.

Los transgénicos no son solamente un problemaecológico, económico y social, sino también son ungran problema político. ¿Por qué? Porque la semillaes la pieza clave de la autonomía, sobrevivencia ysoberanía alimentaria de la producción campesina yde un país.

El control y la propiedad del cuido, la reproducción,conservación y mejoramiento de la semilla y los

sistemas de producción son la esencia de la luchaque nos plantean las transnacionales de labiotecnología y los acuerdos de la OMC.

El control de la semilla facilita imponer un sistemade producción y una tecnología determinada, provocala pérdida de autonomía y capacidad desobrevivencia del agricultor, el sujeto económico,social y político. El control de la semilla es el controldel estómago, control de los sistemas de producción,control de la cultura productiva, o sea lasubordinación del sujeto al atrofiarle el desarrollocultural y económico. Y es también el control delagricultor como sujeto político porque lo transformaen asalariado de la maquila agraria, o en un migrante,en un desempleado vagabundo, en un moribundo, ypotencial presidiario.

Los transgénicos son algo más que semilla uorganismos manipulados genéticamente l

El agricultor ylos transgénicosSinforiano Cáceres Baca*

* Presidente de la Federación Nacional de CooperativasAgropecuarias y Agroindustriales (FENACOOP) de NicaraguaC.e.: [email protected]

L

Managua, 20 de agosto de 2002.

Les envío el presente artÍculo referido a lostransgénicos y su impacto en la vida y el rol delagricultor como sujeto clave de la soberanía yseguridad alimentaria.

Este escrito pretende mostrar un ángulo pocoanalizado del tema de los OMG, y sobre todoexpresar la opinión y la visión que tenemos losagricultores de esta parte del mundo.

Atentamente,Sinforiano Cáceres Baca.

Presidente de FENACOOP

Octubre de 2002 / BIODIVERSIDAD 34 / 27

l A G E N D A l N O T I C I A S l C A M P A Ñ A S l

México: Foro nacional en defensade la medicina tradicional

En setiembre se reunieron en San PedroAtlapulco, Estado de México, representantes decomunidades y organizaciones de médicostradicionales pertenecientes a 31 pueblos indígenasde 20 estados del país, en el “Foro Nacional enDefensa de la Medicina Tradicional”, decretando“moratoria unilateral a toda actividad deinvestigación, exploración o prospección de losrecursos naturales” en sus territorios. Exigieron algobierno federal, moratoria indefinida para laintroducción de maíz transgénico “con independenciadel uso al que se destine”, y que se canalicen fondosfederales al rescate de las semillas nativas de maízque están siendo contaminadas por las transgénicas.Llamaron a todas las comunidades indígenas y alpueblo de México a desacatar las leyes y políticasdel Estado mexicano, actuales o futuras, que intentenrestringir el ejercicio libre de la medicina tradicional.En la declaración final aprobada en la plenariaestuvieron presentes unas 700 personas, tanto deorganizaciones sociales y de médicos tradicionalesindígenas, como de organizaciones no guberna-mentales no indígenas. Durante el Foro parterastradicionales de Chiapas, Michoacán y Oaxacadenunciaron prácticas de esterilización forzada pormédicos del sector salud, vinculados al programaProgresa-Oportunidades.

Por mayor información:[email protected]://laneta.apc.org/mailman/listinfo/maiceros-l

¡Contribución para el ConcursoCultivando Diversidad!

Recientemente hemos recibido un trabajo dePablo Atencio para el concurso titulado “La nuevagranja argentina en Rueda” (Provincia de Santa Fé,Argentina). Pablo menciona que “el proyecto, quehoy es una realidad, se inició hace 7 años, con el finde construir un circuito produciendo animalesdomésticos, cereales y frutas y verduras mante-niendo la biodiversidad. Se empezó casi de cero: loque teníamos eran 11 hectáreas, una casa semi-destruida y un galpón viejo. Lo demás fue testarudezy un objetivo claro”.

Uruguay: oposición civil a laliberación de maíz Bt deMonsanto

Ante el informe elaborado por la ComisiónGubernamental de Evaluación de Riesgos deVegetales Genéticamente Modificados (CERV), querecomienda la autorización para la producción o laimportación con destino al consumo directo del maízBt 810 de la empresa transnacional Monsanto,organizaciones y ciudadanos de la sociedad civiluruguaya se están oponiendo, y presentaron undocumento a varios ministerios cuestionando dichoinforme. La audiencia pública convocada -instanciaque está establecida por ley- para presentar elinforme a la sociedad, fue suspendida, ante el caosy la indignación que las propias autoridades delgobierno provocaron entre los asistentes comoconsecuencia del mecanismo propuesto: unaexposición de la empresa Monsanto (cuando enrealidad la Comisión debería argumentar las razonespara sugerir su aprobación), seguida por preguntasescritas y sin la debida justificación por el público.Entre los asistentes, más de 200 personas, habíarepresentantes de organizaciones de productoresrurales y de trabajadores, docentes de la Facultadde Agronomía, integrantes de diversas organiza-ciones sociales, periodistas y público en general. Elgobierno uruguayo aún no ha tomado decisión alrespecto. Movimientos y organizaciones socialescontinúan en lucha, sumando movilizaciones, ysolicitan: la no autorización de la liberación del eventoMon 810 de maíz; y que se revierta la decisión sobrela liberación del cultivo de soja transgénica. Al mismotiempo, reafirman su decisión de trabajar por un Uru-guay libre de transgénicos.

Por mayor información:Redes - Amigos de la Tierra UruguayC.e.: [email protected]

28 / BIODIVERSIDAD 34 / Octubre de 2002

l N O V E D A D E S B I B L I O G R Á F I C A S l

¿Cómo sistematizar experiencias en agriculturasostenible ?

El antropólogo hondureño Mario Ardón Mejía es el autor de uninteresante trabajo para poder sistematizar experiencias en agriculturasostenible. En la introducción se señala que es necesario “desarrollarmás la temática de sistematización de experiencias en promoción dela agricultura sostenible a nivel de campo..., pues poco o casi nadaexiste sobre información de experiencias que estén sistematizadas;por tanto hay que iniciar por planificar algunos procesos utilizandoherramientas sencillas que ayuden a analizar qué ha pasado y quéestá pasando y a partir de esto, reorientar los procesos desistematización en el futuro. Consideramos a la sistematización comoun proceso permanente de documentación, aprendizaje y acción, quetiene lugar dentro de una iniciativa de desarrollo en agricultura sostenible,con el fin de no dejar perder las experiencias vividas o por vivir, quepermita oportunamente la retroalimentación del proceso y su difusióna diferentes niveles”. La sistematización se considera parte integral delproceso de seguimiento y acompañamiento de estas experiencias. Parasistematizar experiencias, el autor aporta un conjunto de instrumentosmetodológicos, en el marco de la concepción participativa de laeducación popular.

Mario Ardón Mejía (2000). Guía Metodológica para la SistematizaciónParticipativa de Experiencias en Agricultura Sostenible. Publicado por elPrograma para la Agricultura Sostenible en Laderas de América Central(PASOLAC), Serie Técnica 4/2000, Documento No. 266, 50p. San Salvador,El Salvador.

Género y Movimientos Sociales en el Cono Sur

En un reciente trabajo publicado en marzo de este año, cuatroinvestigadoras de Argentina, Chile y Uruguay que participaron en unestudio de Género y Movimientos Sociales patrocinado por la FundaciónHeinrich Böll abordan esta temática. El eje central de la investigaciónestá dado por dos preguntas: “¿de qué manera las reivindicaciones dela mujeres, o lo que podría llamarse agenda de género -si es que se hapodido conformar-, han sido integradas en las agendas de losmovimientos sindicales, ecologistas, de derechos humanos,cooperativistas, campesinos y étnicos?, y ¿de qué modo lastransformaciones recientes han generado espacios, favorables o no,para la articulación entre los movimientos feministas y de mujeres yotros movimientos sociales?” El libro tiene cuatro capítulos, en tres deellos se trata el tema en cada uno de los países del Cono Sur, y elcuarto lo aborda para el conjunto.

Programa Mujer y Democracia en el Mercosur, apoyado por la fundaciónHeinrich Böll (2002). Mundos Paralelos. Agenda de género y movimientossociales en Argentina, Chile y Uruguay. Santiago de Chile, Chile.

El camino hacía unaagricultura sustentable

Este libro reúne, en sus másde 500 páginas, los aportes de 35autores de distintos países. El edi-tor, Santiago Sarandón, señalaque este material tiene por objetivopresentar un documento en españolque contribuya a la comprensión dela agroecología, que al ser unenfoque relativamente nuevo, estáen constante evolución y cambio.El material abarca desde eltratamiento conceptual de la agro-ecología y el desarrollo sustentable,prácticas alternativas de manejopara una agricultura sustentable,manejo de plagas, enfermedadesy malezas, análisis y evaluaciónde agroecosistemas, variosestudios de casos, e inclusivetemáticas poco abordadas, comola educación universitaria sobreeste enfoque y los desafíos de lagestión municipal para unaagricultura sustentable.

Sarandón, S. (2002). Agroeco-logía. El camino hacía una agriculturasustentable. Ediciones CientíficasAmericanas,557p. Bs.As., Argentina.Por mayor información:C.e.:[email protected]