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Los pueblos indígenas andinos somos aquellos que habitamos estos territorios desde hace veinte mil años, mucho antes de la invasión europea al Abya Yala (continente americano) y de la formación de las actuales repúblicas. La cordillera de los Andes es nuestro hábitat natural, que alberga nuestra gran diversidad: quechuas, aymaras, mapuches, kichwas y muchos más, vivimos en armonía con la Madre Tierra, criándola y dejándonos criar por ella. Nuestra forma de vida se mantiene vigente, porque supimos y sabemos adaptarnos a los climas de las montañas andinas. Conservamos nuestros conocimientos sobre la naturaleza, sí, pero hoy enfrentamos los efectos del cambio climático, que es una consecuencia de la agresión a la Pachamama por la explotación irracional de los bienes naturales. Estos impactos afectan nuestras formas de vida, porque dependemos de nuestros territorios y los bienes naturales que ellos albergan para nuestra sobrevivencia. El cambio climático está provocando desastres: lluvias y sequías intensas en tierras altas con impactos en nuestra salud y economía, haciéndonos cada vez más vulnerables. Las temperaturas aumentan en todo el mundo, producto de la agresión de la industria y su consumo de combustibles fósiles: petróleo, gasolina carbón; así como por la tala y quema de bosques. Todo esto provoca emisiones de los llamados "gases de efecto invernadero": dióxido de carbono, metano y óxido nitroso a la atmósfera. Y eso es lo que calienta al planeta. A nivel global, el aumento total de la temperatura de los últimos 100 años (1906-2005) es de 0.74 ºC. El periodo 1995-2006 representa los 12 años más cálidos desde 1850. En América Latina la temperatura aumentó aproximadamente 1 ºC en Centroamérica y Sudamérica. Este calentamiento desestabiliza el clima, provocando intensas lluvias y sequías, incrementando los desastres naturales, la retracción de los glaciares, el deshielo de las capas polares y la elevación del nivel del mar. Reciprocidad para el Buen Vivir Los pueblos indígenas andinos frente al cambio climático Hijos de la Pachamama 1 Calentamiento Global

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Los pueblos indígenas andinos somos aquellos que habitamos estos territorios desde hace veinte mil años, mucho antes de la invasión europea al Abya Yala (continente americano) y de la formación de las actuales repúblicas. La cordillera de los Andes es nuestro hábitat natural, que alberga nuestra gran diversidad: quechuas, aymaras, mapuches, kichwas y muchos más, vivimos en armonía con la Madre Tierra, criándola y dejándonos criar por ella.

Nuestra forma de vida se mantiene vigente, porque supimos y sabemos adaptarnos a los climas de las montañas andinas. Conservamos nuestros conocimientos sobre la naturaleza, sí, pero hoy enfrentamos los efectos del cambio climático, que es una consecuencia de la agresión a la Pachamama por la explotación irracional de los bienes naturales.

Estos impactos afectan nuestras formas de vida, porque dependemos de nuestros territorios y los bienes naturales que ellos albergan para nuestra sobrevivencia. El cambio climático está provocando desastres: lluvias y sequías intensas en tierras altas con impactos en nuestra salud y economía, haciéndonos cada vez más vulnerables.

Las temperaturas aumentan en todo el mundo, producto de la agresión de la industria y su consumo de combustibles fósiles: petróleo, gasolina carbón; así como por la tala y quema de bosques. Todo esto provoca emisiones de los llamados "gases de efecto invernadero": dióxido de carbono, metano y óxido nitroso a la atmósfera. Y eso es lo que calienta al planeta.

A nivel global, el aumento total de la temperatura de los últimos 100 años (1906-2005) es de 0.74 ºC. El periodo 1995-2006 representa los 12 años más cálidos desde 1850. En América Latina la temperatura aumentó aproximadamente 1 ºC en Centroamérica y Sudamérica. Este calentamiento desestabiliza el clima, provocando intensas lluvias y sequías, incrementando los desastres naturales, la retracción de los glaciares, el deshielo de las capas polares y la elevación del nivel del mar.

Reciprocidad para el Buen Vivir Los pueblos indígenas andinos frente al cambio climático

Hijos de la Pachamama

1

Calentamiento Global

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La Cordillera de los Andes es nuestra casa, una cadena montañosa de 7,250 kilómetros de longitud y 240 de ancho, que se ubica casi paralela a la costa del Pacifico. Posee los glaciares más altos, que originan cuencas hidrográficas importantes como las de los ríos Amazonas y Orinoco. Estos territorios son la cuna de nuestra culturas, que no solo dejaron al mundo un valioso legado cultural y tecnológico, de acuerdo a los pisos ecológicos, sino especies vegetales esenciales para la alimentación del mundo, como la papa, el maíz y otros cuarenta alimentos esenciales.

Esta diversidad biológica es posible gracias a las condiciones ambientales generadas por la combinación de gradientes latitudinales con altitudinales. En la sierra de los países andinos predominan los sistemas de montañas que fluctúan entre 2500 y más de 4500 m.s.n.m. En la región de alta montaña se distingue la zona alto andina (entre 3.000 y 3.500

m.s.n.m.) y la zona de páramos (entre 3.500 y 4.800 m.s.n.m.). En el área de páramo bajo hay bosques y matorrales, con muchos árboles y arbustos; mientras que en la zona de páramo alto la vegetación es discontinua, con mucho suelo desnudo. Los ecosistemas de la subregión andina están expuestos a deslizamientos de tierra y pérdida de hábitats.

Los andes centrales concentran la mayor cantidad de población indígena de Latinoamérica. Los países que conforman la Comunidad Andina (CAN) constituyen una de las zonas más riesgosas y únicas del mundo. Esta región es afectada por intensas lluvias y por secuelas de aluviones e inundaciones asociados a cambios climáticos y a eventos extremos como el fenómeno El Niño.

Paradójicamente, mientras los impactos ambientales crecen sobre las montañas y los conocimientos tradicionales están cada vez más amenazados, más personas que viven en tierras bajas dependen de ellos. El ecosistema de montaña, cuyas características y potencialidades fueron aprovechadas por los indígenas andinos, constituye una fuente natural de agua dulce, biodiversidad y recreación. Los diferentes pisos naturales permiten una alta biodiversidad que asegura la subsistencia de nuestros pueblos. Por ejemplo, el 45% de las especies de papa (más de 5200) y el 30% de oca (más de 400) fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m.

Sin embargo, las montañas están expuestas a diversas presiones de la agricultura, ganadería, minería y carreteras. Los impactos del desarrollo de actividades humanas y del cambio climático pueden llevar a la modificación de los sistemas ecológicos de montaña y a la desaparición de la biodiversidad andina. Los ejemplos son Ecuador y Perú, en cuyos territorios se viene desarrollando un "boom minero" depredador y contaminante.

Nuestras principales actividades son la ganadería y agricultura de autoconsumo con especies adaptadas a los ecosistemas de montaña. Las múltiples variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua, así como la vicuña, alpaca y llama, representan la diversidad de nuestra producción alto andina.

Los cambios en la temperatura del aire en las montañas afectan la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). Por ejemplo, para la producción de papa la

temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10 a 15 ºC, y el crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7 ºC y por encima de los 19 ºC. El aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches afectan la producción agrícola de nuestras comunidades, que constituye una de nuestras principales fuentes de alimentación.

La crianza de camélidos: alpacas, llamas, vicuñas es otro de nuestros medios de subsistencia al proporcionarnos ingresos económicos por la comercialización de su fibra y carne. Las temperaturas frías están afectando la crianza de estos animales, debido a las pérdidas en temporadas de friaje y las dificultades para el pastoreo. En general, se está poniendo en peligro la conservación de la biodiversidad genética de la ganadería altoandina.

En Ecuador existen 13 nacionalidades indígenas, de las cuales 8 se ubican en la amazonía, 4 en la costa y una en la sierra: la Kichwa, compuesta por 13 pueblos que ocupan territorios en 10 provincias ecuatorianas. El 71.7% de la población indígena se concentra en la zona andina. Para la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI), la población indígena es de aproximadamente el 45% del total de la población nacional, que supera los 12 millones de habitantes.

En Colombia, la población indígena representa el 3.43% (1`392,623 indígenas) de la población total. Existen 87 pueblos cuyos territorios se ubican en la selva, las sabanas naturales de la Orinoquía, los andes colombianos, los valles interandinos y la planicie del Caribe. En el Pacífico y la zona andina habita el 80% de la población indígena, pero son escasamente una docena de pueblos, según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Los principales pueblos del área andina son los Barí, Guambiano, Pasto, Nasa, Yanacona, Guanaca, Guane, Muisca, entre otros.

En el caso de Bolivia, la población indígena es de 5'358,681 habitantes, es decir el 66.4% del total de la población, que supera los 8 millones. La población indígena es mayoritariamente quechua (50.3%) y aymará (39.8%), ubicándose principalmente en departamentos del altiplano y organizada en ayllus y markas. El Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) ha iniciado un proceso de restitución de los gobiernos originarios en departamentos como Oruro, La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.

En el Perú hay 8'793,295 indígenas andinos y amazónicos, siendo mayoritariamente quechuas (90.9%) y aymaras (6.9%). En la actualidad hay 5,998 comunidades campesinas reconocidas, cuyos territorios ocupan 14 millones de hectáreas. El referente organizativo nacional de la CAOI es la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI).

Nuestro hogar

Fuente de vida

Nuestros medios de vida

Quiénes somos, cuántos somos

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La Cordillera de los Andes es nuestra casa, una cadena montañosa de 7,250 kilómetros de longitud y 240 de ancho, que se ubica casi paralela a la costa del Pacifico. Posee los glaciares más altos, que originan cuencas hidrográficas importantes como las de los ríos Amazonas y Orinoco. Estos territorios son la cuna de nuestra culturas, que no solo dejaron al mundo un valioso legado cultural y tecnológico, de acuerdo a los pisos ecológicos, sino especies vegetales esenciales para la alimentación del mundo, como la papa, el maíz y otros cuarenta alimentos esenciales.

Esta diversidad biológica es posible gracias a las condiciones ambientales generadas por la combinación de gradientes latitudinales con altitudinales. En la sierra de los países andinos predominan los sistemas de montañas que fluctúan entre 2500 y más de 4500 m.s.n.m. En la región de alta montaña se distingue la zona alto andina (entre 3.000 y 3.500

m.s.n.m.) y la zona de páramos (entre 3.500 y 4.800 m.s.n.m.). En el área de páramo bajo hay bosques y matorrales, con muchos árboles y arbustos; mientras que en la zona de páramo alto la vegetación es discontinua, con mucho suelo desnudo. Los ecosistemas de la subregión andina están expuestos a deslizamientos de tierra y pérdida de hábitats.

Los andes centrales concentran la mayor cantidad de población indígena de Latinoamérica. Los países que conforman la Comunidad Andina (CAN) constituyen una de las zonas más riesgosas y únicas del mundo. Esta región es afectada por intensas lluvias y por secuelas de aluviones e inundaciones asociados a cambios climáticos y a eventos extremos como el fenómeno El Niño.

Paradójicamente, mientras los impactos ambientales crecen sobre las montañas y los conocimientos tradicionales están cada vez más amenazados, más personas que viven en tierras bajas dependen de ellos. El ecosistema de montaña, cuyas características y potencialidades fueron aprovechadas por los indígenas andinos, constituye una fuente natural de agua dulce, biodiversidad y recreación. Los diferentes pisos naturales permiten una alta biodiversidad que asegura la subsistencia de nuestros pueblos. Por ejemplo, el 45% de las especies de papa (más de 5200) y el 30% de oca (más de 400) fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m.

Sin embargo, las montañas están expuestas a diversas presiones de la agricultura, ganadería, minería y carreteras. Los impactos del desarrollo de actividades humanas y del cambio climático pueden llevar a la modificación de los sistemas ecológicos de montaña y a la desaparición de la biodiversidad andina. Los ejemplos son Ecuador y Perú, en cuyos territorios se viene desarrollando un "boom minero" depredador y contaminante.

Nuestras principales actividades son la ganadería y agricultura de autoconsumo con especies adaptadas a los ecosistemas de montaña. Las múltiples variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua, así como la vicuña, alpaca y llama, representan la diversidad de nuestra producción alto andina.

Los cambios en la temperatura del aire en las montañas afectan la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). Por ejemplo, para la producción de papa la

temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10 a 15 ºC, y el crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7 ºC y por encima de los 19 ºC. El aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches afectan la producción agrícola de nuestras comunidades, que constituye una de nuestras principales fuentes de alimentación.

La crianza de camélidos: alpacas, llamas, vicuñas es otro de nuestros medios de subsistencia al proporcionarnos ingresos económicos por la comercialización de su fibra y carne. Las temperaturas frías están afectando la crianza de estos animales, debido a las pérdidas en temporadas de friaje y las dificultades para el pastoreo. En general, se está poniendo en peligro la conservación de la biodiversidad genética de la ganadería altoandina.

En Ecuador existen 13 nacionalidades indígenas, de las cuales 8 se ubican en la amazonía, 4 en la costa y una en la sierra: la Kichwa, compuesta por 13 pueblos que ocupan territorios en 10 provincias ecuatorianas. El 71.7% de la población indígena se concentra en la zona andina. Para la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI), la población indígena es de aproximadamente el 45% del total de la población nacional, que supera los 12 millones de habitantes.

En Colombia, la población indígena representa el 3.43% (1`392,623 indígenas) de la población total. Existen 87 pueblos cuyos territorios se ubican en la selva, las sabanas naturales de la Orinoquía, los andes colombianos, los valles interandinos y la planicie del Caribe. En el Pacífico y la zona andina habita el 80% de la población indígena, pero son escasamente una docena de pueblos, según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Los principales pueblos del área andina son los Barí, Guambiano, Pasto, Nasa, Yanacona, Guanaca, Guane, Muisca, entre otros.

En el caso de Bolivia, la población indígena es de 5'358,681 habitantes, es decir el 66.4% del total de la población, que supera los 8 millones. La población indígena es mayoritariamente quechua (50.3%) y aymará (39.8%), ubicándose principalmente en departamentos del altiplano y organizada en ayllus y markas. El Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) ha iniciado un proceso de restitución de los gobiernos originarios en departamentos como Oruro, La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.

En el Perú hay 8'793,295 indígenas andinos y amazónicos, siendo mayoritariamente quechuas (90.9%) y aymaras (6.9%). En la actualidad hay 5,998 comunidades campesinas reconocidas, cuyos territorios ocupan 14 millones de hectáreas. El referente organizativo nacional de la CAOI es la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI).

Nuestro hogar

Fuente de vida

Nuestros medios de vida

Quiénes somos, cuántos somos

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Porque no estamos hablando de "fenómenos naturales". El calentamiento global es consecuencia directa de la explotación irracional de combustibles fósiles, del saqueo y depredación de la Madre Naturaleza, de la búsqueda de la acumulación de capital a cualquier costo, arrasando con los derechos de los pueblos y de la Madre Naturaleza. Todo esto nos conduce al borde de la hecatombe climática. Los responsables son las empresas multinacionales y los Estados cómplices.

Desde hace décadas los pueblos indígenas hemos advertido que los cambios climáticos confirman el quiebre de la relación armónica entre los hombres y la madre tierra, poniendo en peligro el futuro de la humanidad en pleno. Es todo un modelo de civilización el que está en crisis, aquel que se inició hace 500 años con el saqueo de los bienes naturales para el enriquecimiento y la acumulación de capital, arrasando con 20

mil años de vida armónica entre los pueblos y la Madre Naturaleza. Frente a ello, los pueblos indígenas ofrecemos nuestros conocimientos ancestrales que nos permitieron adaptarnos a los climas de alta montaña y preservar su biodiversidad.

La única alternativa es apostar por un nuevo paradigma civilizatorio, por el Buen Vivir, en armonía entre los pueblos y la Madre Naturaleza.

Los pueblos indígenas somos los más afectados por la pobreza (por dependencia del dinero y el consumismo industrial). Y esto nos hace más vulnerables a los efectos del cambio climático y a la pérdida de nuestros conocimientos tradicionales para el manejo sostenible de los bienes naturales.

La pobreza por necesidades básicas insatisfechas (NBI) en Ecuador alcanza al 87.8% de hogares indígenas, incrementándose esta cifra en las áreas rurales al 95%. Los indígenas sufren deficiencias de saneamiento ambiental, abastecimiento de agua saludable, hacinamiento, capacidad económica, entre otros. Las provincias con mayor porcentaje de población indígena en situación de pobreza son Bolívar, Cañar, Cotopaxi, Chimborazo, Loja y Tungurahua en el área andina.

La pobreza por NBI en los hogares indígenas bolivianos alcanza al 69%, siendo los departamentos más afectados La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí. En el caso del Perú, la pobreza alcanza al 70% de la población andina, donde precisamente se encuentra la mayoría de las comunidades. Del total de hogares pobres en el Perú, el 43% son indígenas, según un estudio del Banco Mundial.

En Colombia hay más de 20 millones de pobres, de los cuales 6 millones son indigentes. Es decir, el 49% de la población es pobre. La disparidad entre los ingresos medios urbanos y rurales es muy alta: el ingreso medio per cápita urbano es más de tres veces el rural. Las zonas rurales, con un 68,2% de la población bajo la línea de pobreza, son más afectadas que las urbanas. Con respecto a las diferencias entre grupos poblacionales, las mujeres son más afectadas por la pobreza que los hombres, y los indígenas y los afrocolombianos tienen los más altos índices de pobreza y extrema pobreza.

54

El calentamiento global tiene responsables: la mayor emisión de gases de efecto invernadero (GEI) proviene de los países ricos, pero son los países pobres los que más sufren los mayores impactos. Allí está el origen de la deuda ecológica con nuestros pueblos.

En el año 2007 las bajas temperaturas afectaron 10 departamentos del centro-sur andino peruano y se extendieron entre los meses de abril y septiembre; precisamente en las regiones que concentran el mayor número de comunidades campesinas.

En Bolivia, durante enero y marzo de 2007 se registraron inundaciones a nivel nacional. Los departamentos afectados fueron Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Beni y Pando. Las inundaciones, deslaves y crecidas de ríos fueron causados por fuertes precipitaciones, acompañadas de friajes y granizadas que afectaron principalmente las zonas del altiplano y valles. Es en el altiplano donde se concentra la mayor población indígena, organizada en ayllus y markas.

En Ecuador, las intensas lluvias han causado inundaciones en provincias de la costa (Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos) y sierra (Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Bolivar, Azuay) afectando la población (500 mil afectados), la infraestructura (carreteras, puentes y sistema de abastecimiento de agua) y la agricultura (102 mil hectáreas dañadas). Las inundaciones en la sierra involucran a pueblos de la nacionalidad kichwa.

La emisión de GEI de la subregión andina en 1997 representó apenas el 1.3% del total mundial de emisiones de CO2). Sin embargo, la CAN ha reportado que a causa del fenómeno El Niño en 1997/1998 el sector productivo (agricultura, pesca, petróleo, entre otros) fue el más afectado con el 48% del valor de los daños, seguido de la infraestructura (carreteras, puentes y viviendas) con el 23% y los servicios sociales representaron el 10% del valor de los daños. Veamos:

* Inundaciones, sequías, deslizamientos, terremotos, epidemias.

País

Período

Número de emergencias

Número de muertos

Número de afectados

Bolivia

19652005 55

1,494

5 millones

Colombia 19062005 125 31,850 9.6 millones

Ecuador 19042005 74 14,135 2.9 millones

Perú

19132005 129

93,543

17.4 millones

*

Señalar a los responsables

Más pobres, más vulnerables

Desastres climáticos

Menos emisiones, pero más impactos

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Porque no estamos hablando de "fenómenos naturales". El calentamiento global es consecuencia directa de la explotación irracional de combustibles fósiles, del saqueo y depredación de la Madre Naturaleza, de la búsqueda de la acumulación de capital a cualquier costo, arrasando con los derechos de los pueblos y de la Madre Naturaleza. Todo esto nos conduce al borde de la hecatombe climática. Los responsables son las empresas multinacionales y los Estados cómplices.

Desde hace décadas los pueblos indígenas hemos advertido que los cambios climáticos confirman el quiebre de la relación armónica entre los hombres y la madre tierra, poniendo en peligro el futuro de la humanidad en pleno. Es todo un modelo de civilización el que está en crisis, aquel que se inició hace 500 años con el saqueo de los bienes naturales para el enriquecimiento y la acumulación de capital, arrasando con 20

mil años de vida armónica entre los pueblos y la Madre Naturaleza. Frente a ello, los pueblos indígenas ofrecemos nuestros conocimientos ancestrales que nos permitieron adaptarnos a los climas de alta montaña y preservar su biodiversidad.

La única alternativa es apostar por un nuevo paradigma civilizatorio, por el Buen Vivir, en armonía entre los pueblos y la Madre Naturaleza.

Los pueblos indígenas somos los más afectados por la pobreza (por dependencia del dinero y el consumismo industrial). Y esto nos hace más vulnerables a los efectos del cambio climático y a la pérdida de nuestros conocimientos tradicionales para el manejo sostenible de los bienes naturales.

La pobreza por necesidades básicas insatisfechas (NBI) en Ecuador alcanza al 87.8% de hogares indígenas, incrementándose esta cifra en las áreas rurales al 95%. Los indígenas sufren deficiencias de saneamiento ambiental, abastecimiento de agua saludable, hacinamiento, capacidad económica, entre otros. Las provincias con mayor porcentaje de población indígena en situación de pobreza son Bolívar, Cañar, Cotopaxi, Chimborazo, Loja y Tungurahua en el área andina.

La pobreza por NBI en los hogares indígenas bolivianos alcanza al 69%, siendo los departamentos más afectados La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí. En el caso del Perú, la pobreza alcanza al 70% de la población andina, donde precisamente se encuentra la mayoría de las comunidades. Del total de hogares pobres en el Perú, el 43% son indígenas, según un estudio del Banco Mundial.

En Colombia hay más de 20 millones de pobres, de los cuales 6 millones son indigentes. Es decir, el 49% de la población es pobre. La disparidad entre los ingresos medios urbanos y rurales es muy alta: el ingreso medio per cápita urbano es más de tres veces el rural. Las zonas rurales, con un 68,2% de la población bajo la línea de pobreza, son más afectadas que las urbanas. Con respecto a las diferencias entre grupos poblacionales, las mujeres son más afectadas por la pobreza que los hombres, y los indígenas y los afrocolombianos tienen los más altos índices de pobreza y extrema pobreza.

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El calentamiento global tiene responsables: la mayor emisión de gases de efecto invernadero (GEI) proviene de los países ricos, pero son los países pobres los que más sufren los mayores impactos. Allí está el origen de la deuda ecológica con nuestros pueblos.

En el año 2007 las bajas temperaturas afectaron 10 departamentos del centro-sur andino peruano y se extendieron entre los meses de abril y septiembre; precisamente en las regiones que concentran el mayor número de comunidades campesinas.

En Bolivia, durante enero y marzo de 2007 se registraron inundaciones a nivel nacional. Los departamentos afectados fueron Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Beni y Pando. Las inundaciones, deslaves y crecidas de ríos fueron causados por fuertes precipitaciones, acompañadas de friajes y granizadas que afectaron principalmente las zonas del altiplano y valles. Es en el altiplano donde se concentra la mayor población indígena, organizada en ayllus y markas.

En Ecuador, las intensas lluvias han causado inundaciones en provincias de la costa (Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos) y sierra (Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Bolivar, Azuay) afectando la población (500 mil afectados), la infraestructura (carreteras, puentes y sistema de abastecimiento de agua) y la agricultura (102 mil hectáreas dañadas). Las inundaciones en la sierra involucran a pueblos de la nacionalidad kichwa.

La emisión de GEI de la subregión andina en 1997 representó apenas el 1.3% del total mundial de emisiones de CO2). Sin embargo, la CAN ha reportado que a causa del fenómeno El Niño en 1997/1998 el sector productivo (agricultura, pesca, petróleo, entre otros) fue el más afectado con el 48% del valor de los daños, seguido de la infraestructura (carreteras, puentes y viviendas) con el 23% y los servicios sociales representaron el 10% del valor de los daños. Veamos:

* Inundaciones, sequías, deslizamientos, terremotos, epidemias.

País

Período

Número de emergencias

Número de muertos

Número de afectados

Bolivia

19652005 55

1,494

5 millones

Colombia 19062005 125 31,850 9.6 millones

Ecuador 19042005 74 14,135 2.9 millones

Perú

19132005 129

93,543

17.4 millones

*

Señalar a los responsables

Más pobres, más vulnerables

Desastres climáticos

Menos emisiones, pero más impactos

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Los pueblos indígenas logramos desarrollar a lo largo de siglos una forma de vida particular y exclusiva adaptada a las tierras altas, que nos diferencia del resto de pueblos. En las montañas, la diversidad ecológica va acompañada de la diversidad cultural.

Los países andinos somos los países más megadiversos del mundo: concentramos el 25% de la biodiversidad del planeta y formamos parte de los 17 países con mayor biodiversidad del mundo. En el territorio de la CAN se concentra el 16,8% de las aves, 10,5% de los anfibios y 10,3% de los mamíferos del total mundial de cada una de estas especies. Esta megadiversidad es posible gracias a la confluencia de los factores geográficos y climáticos que favorecen la existencia de una gran variedad de biomas, ecosistemas y hábitats.

El relieve de los andes, por ejemplo en el Perú, con sus grandes proporciones y desniveles que contraponen las profundidades de los cañones con altas cumbres, permite la existencia de condiciones climáticas diversas, que van desde el clima cálido y húmedo existente sólo en el fondo de los estrechos y hondos valles interandinos de la vertiente oriental a los gélidos y secos climas del altiplano y grandes altitudes. Estas características facilitan la existencia de una gran biodiversidad en lo andes, que forma parte de nuestros conocimientos ancestrales indígenas.

Los diferentes pisos naturales permiten una producción diversificada que asegura la subsistencia de nuestros pueblos. En el ecosistema montañoso, el páramo esta ubicado a lo largo de las partes altas y no arboladas de los andes, funciona como un corredor biológico de diversas especies animales y vegetales. Por ejemplo, el oso de anteojos recorre el corredor de páramos y bosques de neblina desde la Cordillera de Mérida en Venezuela hacia Perú en el sur; el cóndor lo hace sobre el páramo y tierras de cultivo no interrumpidas por áreas urbanas, y el puma se mueve a través del páramo y bosque. La mitad de las plantas que se encuentran en los páramos no se hallan en otros sitios del planeta. Y el páramo sirve como una fuente de germoplasma silvestre de papa cultivada, oca y otros tubérculos. Según el Centro Internacional de la Papa, el 45% de las especies de papa (más de 5200) y el 30% de oca (más de 400) fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m. El calentamiento global impacta directamente a la soberanía alimentaria.

Sin embargo, en diversos lugares, las comunidades locales han terminando talando los bosques alto andinos (quishuares, quinuales, etc.). El avance de la frontera agrícola, el pastoreo intensivo, las quemas frecuentes, la forestación inadecuada y la cacería incontrolada han transformado este frágil ecosistema en un paisaje de pastizales pobres, acentuando la degradación del suelo, que se agrava con el calentamiento global. Los impactos de actividades humanas y del cambio climático modifican los sistemas ecológicos de montaña y pueden llevar a la desaparición de la biodiversidad andina.

Algunos estudios muestran un ligero calentamiento de los andes. En los páramos del norte peruano se observa una elevación de alrededor de 1 ºC de la temperatura. En la costa norte (cuenca del río Piura) se prevé una elevación de la temperatura promedio en 2 ºC y en la sierra central (cuenca del valle del Mantaro, Junín) se prevé un calentamiento de 1 ºC. Y la frecuencia de las heladas ha ido en aumento desde hace 40 años en esta zona.

La pérdida de la biodiversidad de los ecosistemas de montaña tiene efecto directo sobre las condiciones de vida de nuestras comunidades indígenas, pues al carecer de recursos económicos constituía una fuente alternativa de medios de vida y hoy se acentúa la situación de pobreza extrema. Las áreas del ecosistema de montaña que se conservan en condiciones normales generalmente son inaccesibles y la población indígena que las habitamos formamos parte de los sectores más excluidos. La ampliación de la frontera agrícola está llevando a conflictos entre colonos que invaden tierras de indígenas.

Los cambios en los ecosistemas de montaña, la pérdida de la biodiversidad y los efectos en nuestros pueblos indígenas son acentuados por actividades de las industrias extractivas. Este es el caso de Ecuador, Perú y Bolivia, en cuyos territorios se viene desarrollando un "boom minero". Esta actividad no solo remueve la corteza terrestre sino que sus efluentes líquidos y gaseosos contaminan el ambiente, en especial el agua y el aire. Las comunidades indígenas atribuimos los cambios climáticos y la desglaciación en la región Ancash (Perú) al desarrollo de actividades mineras a tajo abierto sobre las montañas.

En el Perú las hectáreas concesionadas para actividades de exploración y explotación minera alcanzaron la cifra de 12.60 millones de hectáreas al finalizar el año 2006. Estas concesiones se dan precisamente sobre tierras de comunidades indígenas y en ecosistemas de montaña, amenazando la biodiversidad y los recursos hídricos. Por ejemplo, en el norte del Perú el proyecto minero Río Blanco amenaza el territorio y desplazamiento de dos comunidades indígenas (Yanta y Segunda y Cajas), y conecta con otras concesiones en el lado del Ecuador; la tala y remoción de más de mil hectáreas de bosques, la contaminación de los recursos hídricos y el hábitat de especies endémicas como el oso de anteojos y los tapires. De concretarse este proyecto, ampliaría la deforestación con la consecuencia de la pérdida de la biodiversidad y sus impactos en la vida de nuestras comunidades.

Finalmente, la calidad y cantidad del agua se verá afectada y se incrementarán los costos de su tratamiento, no sólo para uso en las actividades agrícolas sino para consumo humano de las comunidades indígenas y las grandes ciudades, de las que son proveedoras las montañas.

Los pueblos indígenas y comunidades dependemos directamente del clima para nuestra subsistencia. Nuestra alimentación depende fundamentalmente de los cultivos agrícolas y la crianza de animales, cuya producción depende de las condiciones climáticas. La mayoría de pueblos indígenas de los Andes nos ocupamos principalmente en actividades de ganadería extensiva y agricultura de autoconsumo con especies adaptadas a las características de los ecosistemas de montaña que hemos logrado conservar desde tiempos del Tawantinsuyo. Las múltiples variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua representan la diversidad de los cultivos andinos producidos a diferente altura en las montañas; mientras que la vicuña, alpaca y llama son camélidos sudamericanos propios de las zonas altas de la región andina.

Los cambios en la temperatura del aire en las montañas afectan la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). En la sierra estas condiciones pueden verse afectadas por la escasez o excesos de lluvias y variación de la temperatura. Por ejemplo, para la producción de papa la temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10 a 15 ºC. El crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7 ºC y por encima de los 19 ºC, y unas condiciones frías al momento de su siembra motivan un nacimiento lento. El aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches están afectando nuestra producción agrícola en las comunidades. Esta situación se agrava porque hay una sola estación lluviosa y una pronunciada estación seca en las zonas alto andinas. Las lluvias son cada vez más intensas.

Megadiversidad andina...

... En peligro de desaparecer

Invasión minera

Soberanía alimentaria en riesgo

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Los pueblos indígenas logramos desarrollar a lo largo de siglos una forma de vida particular y exclusiva adaptada a las tierras altas, que nos diferencia del resto de pueblos. En las montañas, la diversidad ecológica va acompañada de la diversidad cultural.

Los países andinos somos los países más megadiversos del mundo: concentramos el 25% de la biodiversidad del planeta y formamos parte de los 17 países con mayor biodiversidad del mundo. En el territorio de la CAN se concentra el 16,8% de las aves, 10,5% de los anfibios y 10,3% de los mamíferos del total mundial de cada una de estas especies. Esta megadiversidad es posible gracias a la confluencia de los factores geográficos y climáticos que favorecen la existencia de una gran variedad de biomas, ecosistemas y hábitats.

El relieve de los andes, por ejemplo en el Perú, con sus grandes proporciones y desniveles que contraponen las profundidades de los cañones con altas cumbres, permite la existencia de condiciones climáticas diversas, que van desde el clima cálido y húmedo existente sólo en el fondo de los estrechos y hondos valles interandinos de la vertiente oriental a los gélidos y secos climas del altiplano y grandes altitudes. Estas características facilitan la existencia de una gran biodiversidad en lo andes, que forma parte de nuestros conocimientos ancestrales indígenas.

Los diferentes pisos naturales permiten una producción diversificada que asegura la subsistencia de nuestros pueblos. En el ecosistema montañoso, el páramo esta ubicado a lo largo de las partes altas y no arboladas de los andes, funciona como un corredor biológico de diversas especies animales y vegetales. Por ejemplo, el oso de anteojos recorre el corredor de páramos y bosques de neblina desde la Cordillera de Mérida en Venezuela hacia Perú en el sur; el cóndor lo hace sobre el páramo y tierras de cultivo no interrumpidas por áreas urbanas, y el puma se mueve a través del páramo y bosque. La mitad de las plantas que se encuentran en los páramos no se hallan en otros sitios del planeta. Y el páramo sirve como una fuente de germoplasma silvestre de papa cultivada, oca y otros tubérculos. Según el Centro Internacional de la Papa, el 45% de las especies de papa (más de 5200) y el 30% de oca (más de 400) fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m. El calentamiento global impacta directamente a la soberanía alimentaria.

Sin embargo, en diversos lugares, las comunidades locales han terminando talando los bosques alto andinos (quishuares, quinuales, etc.). El avance de la frontera agrícola, el pastoreo intensivo, las quemas frecuentes, la forestación inadecuada y la cacería incontrolada han transformado este frágil ecosistema en un paisaje de pastizales pobres, acentuando la degradación del suelo, que se agrava con el calentamiento global. Los impactos de actividades humanas y del cambio climático modifican los sistemas ecológicos de montaña y pueden llevar a la desaparición de la biodiversidad andina.

Algunos estudios muestran un ligero calentamiento de los andes. En los páramos del norte peruano se observa una elevación de alrededor de 1 ºC de la temperatura. En la costa norte (cuenca del río Piura) se prevé una elevación de la temperatura promedio en 2 ºC y en la sierra central (cuenca del valle del Mantaro, Junín) se prevé un calentamiento de 1 ºC. Y la frecuencia de las heladas ha ido en aumento desde hace 40 años en esta zona.

La pérdida de la biodiversidad de los ecosistemas de montaña tiene efecto directo sobre las condiciones de vida de nuestras comunidades indígenas, pues al carecer de recursos económicos constituía una fuente alternativa de medios de vida y hoy se acentúa la situación de pobreza extrema. Las áreas del ecosistema de montaña que se conservan en condiciones normales generalmente son inaccesibles y la población indígena que las habitamos formamos parte de los sectores más excluidos. La ampliación de la frontera agrícola está llevando a conflictos entre colonos que invaden tierras de indígenas.

Los cambios en los ecosistemas de montaña, la pérdida de la biodiversidad y los efectos en nuestros pueblos indígenas son acentuados por actividades de las industrias extractivas. Este es el caso de Ecuador, Perú y Bolivia, en cuyos territorios se viene desarrollando un "boom minero". Esta actividad no solo remueve la corteza terrestre sino que sus efluentes líquidos y gaseosos contaminan el ambiente, en especial el agua y el aire. Las comunidades indígenas atribuimos los cambios climáticos y la desglaciación en la región Ancash (Perú) al desarrollo de actividades mineras a tajo abierto sobre las montañas.

En el Perú las hectáreas concesionadas para actividades de exploración y explotación minera alcanzaron la cifra de 12.60 millones de hectáreas al finalizar el año 2006. Estas concesiones se dan precisamente sobre tierras de comunidades indígenas y en ecosistemas de montaña, amenazando la biodiversidad y los recursos hídricos. Por ejemplo, en el norte del Perú el proyecto minero Río Blanco amenaza el territorio y desplazamiento de dos comunidades indígenas (Yanta y Segunda y Cajas), y conecta con otras concesiones en el lado del Ecuador; la tala y remoción de más de mil hectáreas de bosques, la contaminación de los recursos hídricos y el hábitat de especies endémicas como el oso de anteojos y los tapires. De concretarse este proyecto, ampliaría la deforestación con la consecuencia de la pérdida de la biodiversidad y sus impactos en la vida de nuestras comunidades.

Finalmente, la calidad y cantidad del agua se verá afectada y se incrementarán los costos de su tratamiento, no sólo para uso en las actividades agrícolas sino para consumo humano de las comunidades indígenas y las grandes ciudades, de las que son proveedoras las montañas.

Los pueblos indígenas y comunidades dependemos directamente del clima para nuestra subsistencia. Nuestra alimentación depende fundamentalmente de los cultivos agrícolas y la crianza de animales, cuya producción depende de las condiciones climáticas. La mayoría de pueblos indígenas de los Andes nos ocupamos principalmente en actividades de ganadería extensiva y agricultura de autoconsumo con especies adaptadas a las características de los ecosistemas de montaña que hemos logrado conservar desde tiempos del Tawantinsuyo. Las múltiples variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua representan la diversidad de los cultivos andinos producidos a diferente altura en las montañas; mientras que la vicuña, alpaca y llama son camélidos sudamericanos propios de las zonas altas de la región andina.

Los cambios en la temperatura del aire en las montañas afectan la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). En la sierra estas condiciones pueden verse afectadas por la escasez o excesos de lluvias y variación de la temperatura. Por ejemplo, para la producción de papa la temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10 a 15 ºC. El crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7 ºC y por encima de los 19 ºC, y unas condiciones frías al momento de su siembra motivan un nacimiento lento. El aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches están afectando nuestra producción agrícola en las comunidades. Esta situación se agrava porque hay una sola estación lluviosa y una pronunciada estación seca en las zonas alto andinas. Las lluvias son cada vez más intensas.

Megadiversidad andina...

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Invasión minera

Soberanía alimentaria en riesgo

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En las partes más altas (Perú y Bolivia) las comunidades indígenas nos ocupamos de la ganadería de ovinos (generalmente con bajo valor genético, llamadas "chuscos") y camélidos sudamericanos (llamas, alpacas y vicuñas). En las tierras altas, donde las condiciones climáticas no permiten el desarrollo de la agricultura y ganadería común, la crianza de camélidos constituye el único medio de subsistencia de nuestras comunidades indígenas, son de gran importancia económica por la comercialización de su fibra y carne, así como las pieles que tienen múltiples usos industriales y artesanales, y su "estiércol" es utilizado como fertilizante y combustible.

Se estima que alrededor de 500 mil familias indígenas de la región andina dependemos directamente de la crianza de camélidos sudamericanos. Pero las temperaturas frías están poniendo en riesgo la crianza de estos animales, debido a la muerte de las crías nacidas en temporadas de friaje. El cambio climático está afectando la conservación de la biodiversidad genética de la ganadería altoandina de nuestros pueblos indígenas. Según la FAO, muchas razas en peligro de extinción tienen características únicas que pueden ser útiles para hacer frente a estos y otros problemas en los años venideros. La resistencia a las enfermedades y la adaptación a condiciones climáticas extremas pueden resultar fundamentales para la seguridad alimentaria de las generaciones futuras.

La región andina concentra el 95% de los glaciares tropicales del mundo, cubriendo una superficie estimada hoy en 2,500 km2. El 71% de ellos están en Perú, el 22% en Bolivia, el 4% en Ecuador y el 3% en Colombia. En todos se observa un franco retroceso producto del calentamiento global.

Los pueblos indígenas que habitamos zonas de glaciares somos afectados por diversos peligros durante la época de lluvias (avalanchas, desbordes de lagunas, derrumbes, etc.) y sismos de gran magnitud. Lo más grave es que la pérdida del volumen de nuestros glaciares durante los últimos decenios reduce la disponibilidad de agua para riego y generación eléctrica al disminuir el caudal de los ríos, y sobre todo para el consumo humano.

Los riesgos crecen con las lluvias. Gran parte de los ríos de la Cuenca del Pacífico incrementan su caudal en la época lluviosa, representando un peligro potencial de desborde e inundaciones en las zonas ribereñas. Los desbordes son más severos en las partes bajas de las cuencas hidrográficas.

Es posible que debido a la desglaciación el volumen de agua de los ríos se incremente y permita desarrollar actividades como la agricultura, ganadería y generación eléctrica a corto plazo, pero a largo plazo estas actividades se verán afectadas i r remediablemente por la desglaciación. Gran parte de las comunidades rurales dependen de energía eléctrica generada por el agua.

Alrededor de estas cordilleras y en tierras más bajas habitamos p u e b l o s y c o m u n i d a d e s indígenas cuyas actividades productivas dependen de las c o n d i c i o n e s c l i m á t i c a s , especialmente la agricultura de secano. Generalmente el período lluvioso se inicia en setiembre y culmina en mayo del año siguiente, acumulándose las máximas cantidades durante los meses de verano, a lo que debemos sumar las cantidades a causa de la desglaciación.

Pastores altoandinos

Impactos en la salud

En las zonas altoandinas, al igual que la helada, el friaje que a veces se presenta con nevadas también afecta la agricultura y ganadería, así como la salud de las personas, debido a que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas como bronquitis y neumonías, sobre todo en los ancianos y menores de cinco años. Asimismo, incrementa los casos de ojos irritados y daños en el rostro y cuello por el reflejo de luz solar en la nieve.

Nuestra salud se ve afectada por los friajes, heladas, sequías y precipitaciones. Las Infecciones Respiratorias

Agudas (IRAS) son la principal causa de muerte en las zonas alto andinas, especialmente de niños y ancianos, así como las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS) en las zonas más bajas.

Los EDAS tienen que ver con la cobertura de los servicios sanitarios para las poblaciones rurales en los países andinos. La cobertura del servicio de agua potable en Bolivia y Ecuador sólo alcanza el 37 y 39% respectivamente. Con respecto a la cobertura de saneamiento, el promedio regional para las zonas rurales es de 45%, destacando Colombia, Ecuador y Perú por una cobertura menor al promedio.

Según el Ministerio de Salud peruano, en el año 2004 las heladas ocasionaron a nivel nacional más de dos millones de casos de IRAS no neumónicas en niños menores de cinco años, y más de 31 mil casos de neumonías en este mismo grupo poblacional. En el mismo periodo se reportó la muerte de 410 menores de cinco años a causa de neumonía. En el 2007, las bajas temperaturas afectaron 10 departamentos del centro-sur andino desde abril hasta fines de septiembre.

En Ecuador, las intensas lluvias de enero a marzo de 2008 causaron inundaciones en provincias de la costa (Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos) y sierra (Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar, Azuay), afectando la población (500 mil afectados), la infraestructura (carreteras, puentes y sistema de abastecimiento de agua) y la agricultura (102 mil hectáreas dañadas). Con respecto a la salud, se reporta casos de dengue (clásico y hemorrágico) y hepatitis. Estas lluvias no tendrían relación con el fenómeno de El Niño.

En Bolivia, de enero a marzo de 2007 se registraron inundaciones a nivel nacional. Los departamentos afectados fueron Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Beni y Pando. Las inundaciones, deslaves y crecidas de ríos fueron causados por fuertes precipitaciones registradas desde inicios de año, acompañadas de friajes y granizadas, afectando principalmente las zonas del altiplano y valles. Hubo más de 100 mil familias afectadas, la mitad de ellas indígenas del altiplano, y más de 81 mil hectáreas de cultivos afectados en este periodo. La situación en el 2006 fue similar, se afectó a 39 mil familias, la extensión de cultivos afectados llegó a 163 mil hectáreas y 2100 kilómetros de carreteras; las pérdidas fueron estimadas en 260 millones de dólares. Y hay una recurrente presencia de enfermedades como el dengue y la hepatitis.

A todo esto se añade la aparición de nuevas enfermedades, como la gripe porcina, que alcanzó niveles alarmantes alertados por la Organización Mundial de la Salud. Todo ello producto de las actividades contaminantes y depredadoras que causan el cambio climático y sus impactos en las poblaciones más vulnerables.

En nuestros pueblos indígenas andinos, el tipo de vivienda y el material de que están construidas también son otro factor de vulnerabilidad. La mayoría de viviendas son de adobe, por lo

cual las inundaciones y las lluvias intensas erosionan, humedecen sus bases y finalmente causan el derrumbe de las casas.

Desglaciación: un mundo seco

El Perú es el más afectado por la desglaciación: en un periodo de 27 años la masa glaciar de 18 glaciares se ha reducido de 2,041 km2 en 1970 a 1,595 km2 en 1997, registrándose una pérdida de 446 Km2 (21.8%), afectando las cordilleras del Huagurunchu, Huaytapallana, Raura, Cordillera Central, entre otras, con la consecuente pérdida de más de 7,000 millones de m3, suficientes para abastecer Lima por 10 años (9 millones de habitantes).

En Ecuador el glaciar Antisana, que abastece de agua a Quito, se ha reducido en 133 metros en tan solo tres años; mientras que la superficie de hielo sobre el volcán Cotopaxi se ha reducido en 31% entre 1976 y 1997, pasando de una superficie de 21.2 a 14.6 km2.

En Bolivia, el glaciar Chacaltaya desaparecería el 2015, pues su espesor ha disminuido en 40% y su volumen en 60% entre 1992 y 1998, y su superficie representa hoy el 10% de lo que fuera en 1940.

En Colombia se conoce de la desglaciación de 6 glaciares, variando la perdida de 60 a 85% de su superficie. Cerca de dos millones de personas en 37 municipios se surten del agua que nace en el Parque de Los Nevados, una reserva que en el 2015 se podría agotar, como resultado del rápido proceso de desglaciación que están sufriendo los nevados Ruiz, Tolima, Santa Isabel y el Cisne. De acuerdo con un estudio, en 1850 el área de hielo del Nevado del Ruiz era de de 47.5 kilómetros. En 1959 pasó a 21 kilómetros y ahora su área total es de 10.3 kilómetros.

PERU

ECUADOR

BOLIVIA

COLOMBIA

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En las partes más altas (Perú y Bolivia) las comunidades indígenas nos ocupamos de la ganadería de ovinos (generalmente con bajo valor genético, llamadas "chuscos") y camélidos sudamericanos (llamas, alpacas y vicuñas). En las tierras altas, donde las condiciones climáticas no permiten el desarrollo de la agricultura y ganadería común, la crianza de camélidos constituye el único medio de subsistencia de nuestras comunidades indígenas, son de gran importancia económica por la comercialización de su fibra y carne, así como las pieles que tienen múltiples usos industriales y artesanales, y su "estiércol" es utilizado como fertilizante y combustible.

Se estima que alrededor de 500 mil familias indígenas de la región andina dependemos directamente de la crianza de camélidos sudamericanos. Pero las temperaturas frías están poniendo en riesgo la crianza de estos animales, debido a la muerte de las crías nacidas en temporadas de friaje. El cambio climático está afectando la conservación de la biodiversidad genética de la ganadería altoandina de nuestros pueblos indígenas. Según la FAO, muchas razas en peligro de extinción tienen características únicas que pueden ser útiles para hacer frente a estos y otros problemas en los años venideros. La resistencia a las enfermedades y la adaptación a condiciones climáticas extremas pueden resultar fundamentales para la seguridad alimentaria de las generaciones futuras.

La región andina concentra el 95% de los glaciares tropicales del mundo, cubriendo una superficie estimada hoy en 2,500 km2. El 71% de ellos están en Perú, el 22% en Bolivia, el 4% en Ecuador y el 3% en Colombia. En todos se observa un franco retroceso producto del calentamiento global.

Los pueblos indígenas que habitamos zonas de glaciares somos afectados por diversos peligros durante la época de lluvias (avalanchas, desbordes de lagunas, derrumbes, etc.) y sismos de gran magnitud. Lo más grave es que la pérdida del volumen de nuestros glaciares durante los últimos decenios reduce la disponibilidad de agua para riego y generación eléctrica al disminuir el caudal de los ríos, y sobre todo para el consumo humano.

Los riesgos crecen con las lluvias. Gran parte de los ríos de la Cuenca del Pacífico incrementan su caudal en la época lluviosa, representando un peligro potencial de desborde e inundaciones en las zonas ribereñas. Los desbordes son más severos en las partes bajas de las cuencas hidrográficas.

Es posible que debido a la desglaciación el volumen de agua de los ríos se incremente y permita desarrollar actividades como la agricultura, ganadería y generación eléctrica a corto plazo, pero a largo plazo estas actividades se verán afectadas i r remediablemente por la desglaciación. Gran parte de las comunidades rurales dependen de energía eléctrica generada por el agua.

Alrededor de estas cordilleras y en tierras más bajas habitamos p u e b l o s y c o m u n i d a d e s indígenas cuyas actividades productivas dependen de las c o n d i c i o n e s c l i m á t i c a s , especialmente la agricultura de secano. Generalmente el período lluvioso se inicia en setiembre y culmina en mayo del año siguiente, acumulándose las máximas cantidades durante los meses de verano, a lo que debemos sumar las cantidades a causa de la desglaciación.

Pastores altoandinos

Impactos en la salud

En las zonas altoandinas, al igual que la helada, el friaje que a veces se presenta con nevadas también afecta la agricultura y ganadería, así como la salud de las personas, debido a que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas como bronquitis y neumonías, sobre todo en los ancianos y menores de cinco años. Asimismo, incrementa los casos de ojos irritados y daños en el rostro y cuello por el reflejo de luz solar en la nieve.

Nuestra salud se ve afectada por los friajes, heladas, sequías y precipitaciones. Las Infecciones Respiratorias

Agudas (IRAS) son la principal causa de muerte en las zonas alto andinas, especialmente de niños y ancianos, así como las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS) en las zonas más bajas.

Los EDAS tienen que ver con la cobertura de los servicios sanitarios para las poblaciones rurales en los países andinos. La cobertura del servicio de agua potable en Bolivia y Ecuador sólo alcanza el 37 y 39% respectivamente. Con respecto a la cobertura de saneamiento, el promedio regional para las zonas rurales es de 45%, destacando Colombia, Ecuador y Perú por una cobertura menor al promedio.

Según el Ministerio de Salud peruano, en el año 2004 las heladas ocasionaron a nivel nacional más de dos millones de casos de IRAS no neumónicas en niños menores de cinco años, y más de 31 mil casos de neumonías en este mismo grupo poblacional. En el mismo periodo se reportó la muerte de 410 menores de cinco años a causa de neumonía. En el 2007, las bajas temperaturas afectaron 10 departamentos del centro-sur andino desde abril hasta fines de septiembre.

En Ecuador, las intensas lluvias de enero a marzo de 2008 causaron inundaciones en provincias de la costa (Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Los Ríos) y sierra (Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar, Azuay), afectando la población (500 mil afectados), la infraestructura (carreteras, puentes y sistema de abastecimiento de agua) y la agricultura (102 mil hectáreas dañadas). Con respecto a la salud, se reporta casos de dengue (clásico y hemorrágico) y hepatitis. Estas lluvias no tendrían relación con el fenómeno de El Niño.

En Bolivia, de enero a marzo de 2007 se registraron inundaciones a nivel nacional. Los departamentos afectados fueron Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Chuquisaca, Oruro, Beni y Pando. Las inundaciones, deslaves y crecidas de ríos fueron causados por fuertes precipitaciones registradas desde inicios de año, acompañadas de friajes y granizadas, afectando principalmente las zonas del altiplano y valles. Hubo más de 100 mil familias afectadas, la mitad de ellas indígenas del altiplano, y más de 81 mil hectáreas de cultivos afectados en este periodo. La situación en el 2006 fue similar, se afectó a 39 mil familias, la extensión de cultivos afectados llegó a 163 mil hectáreas y 2100 kilómetros de carreteras; las pérdidas fueron estimadas en 260 millones de dólares. Y hay una recurrente presencia de enfermedades como el dengue y la hepatitis.

A todo esto se añade la aparición de nuevas enfermedades, como la gripe porcina, que alcanzó niveles alarmantes alertados por la Organización Mundial de la Salud. Todo ello producto de las actividades contaminantes y depredadoras que causan el cambio climático y sus impactos en las poblaciones más vulnerables.

En nuestros pueblos indígenas andinos, el tipo de vivienda y el material de que están construidas también son otro factor de vulnerabilidad. La mayoría de viviendas son de adobe, por lo

cual las inundaciones y las lluvias intensas erosionan, humedecen sus bases y finalmente causan el derrumbe de las casas.

Desglaciación: un mundo seco

El Perú es el más afectado por la desglaciación: en un periodo de 27 años la masa glaciar de 18 glaciares se ha reducido de 2,041 km2 en 1970 a 1,595 km2 en 1997, registrándose una pérdida de 446 Km2 (21.8%), afectando las cordilleras del Huagurunchu, Huaytapallana, Raura, Cordillera Central, entre otras, con la consecuente pérdida de más de 7,000 millones de m3, suficientes para abastecer Lima por 10 años (9 millones de habitantes).

En Ecuador el glaciar Antisana, que abastece de agua a Quito, se ha reducido en 133 metros en tan solo tres años; mientras que la superficie de hielo sobre el volcán Cotopaxi se ha reducido en 31% entre 1976 y 1997, pasando de una superficie de 21.2 a 14.6 km2.

En Bolivia, el glaciar Chacaltaya desaparecería el 2015, pues su espesor ha disminuido en 40% y su volumen en 60% entre 1992 y 1998, y su superficie representa hoy el 10% de lo que fuera en 1940.

En Colombia se conoce de la desglaciación de 6 glaciares, variando la perdida de 60 a 85% de su superficie. Cerca de dos millones de personas en 37 municipios se surten del agua que nace en el Parque de Los Nevados, una reserva que en el 2015 se podría agotar, como resultado del rápido proceso de desglaciación que están sufriendo los nevados Ruiz, Tolima, Santa Isabel y el Cisne. De acuerdo con un estudio, en 1850 el área de hielo del Nevado del Ruiz era de de 47.5 kilómetros. En 1959 pasó a 21 kilómetros y ahora su área total es de 10.3 kilómetros.

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El primer tratado internacional relativo al cambio climático fue la Convención Marco de las Naciones Unidas (CMNUCC) de 1992, suscrita por 192 países. Su objetivo fue estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida que las actividades humanas continúen alternado peligrosamente el clima.

Cinco años después (1997), el Protocolo de Kyoto, firmado por 128 países, estableció los objetivos para dichas emisiones. Éstos oscilaban entre -8% y +10% de sus niveles de emisiones de 1990, con el objetivo de reducir las emisiones globales como mínimo en un 5% de los niveles de 1990 durante el período de vigencia de las medidas (entre 2008 y 2012). Además, el Protocolo estableció tres mecanismos basados en el mercado para

Propuestas de la ONU

Los pueblos indígenas nunca fuimos consultados en el proceso de de elaboración de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ni en las negociaciones relativas al Protocolo de Kyoto. En respuesta a esta exclusión, nuestros representantes que asistieron al Octavo Período de Sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco (Nueva Delhi, 2002), declararon:

"Nosotros, los pueblos indígenas, vivimos en zonas vulnerables, donde los efectos del cambio climático son más devastadores. Las formas de vida tradicionales se ven afectadas desproporcionadamente por el cambio

Grandes ausentes

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climático, particularmente en las zonas polares y áridas, los bosques, las tierras húmedas, los ríos y las zonas costeras. Nuestro deber como pueblos indígenas hacia la Madre Tierra nos lleva a exigir que se nos brinden oportunidades adecuadas para participar plena y activamente en todos los procesos y mecanismos de adopción de decisiones a nivel local, nacional, regional e internacional en relación con el cambio climático".

Actualmente los Estados están negociando un nuevo tratado internacional que reemplace al Protocolo de Kyoto después del 2012. Una nueva Conferencia de las Partes se llevó a cabo en Bali en diciembre del 2007, donde 187 países acordaron continuar con estas negociaciones para concluirlas en la reunión que se realizará en Copenhague en diciembre del 2009. Los pueblos indígenas fuimos invitados a la Conferencia de Bali, pero solo como observadores.

La IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala, reunida en Puno, Perú, del 27 al 31 de mayo del 2009, acordó:

“Organizar durante la Convención de Cambio Climático de Copenhague, en diciembre 2009, una Cumbre Alternativa en defensa de la Madre Tierra para presionar por medidas efectivas ante la hecatombe climática, como la consolidación de territorios indígenas, buen vivir y consulta y consentimiento previo, asumidos como estrategias para salvar al planeta".

Permite que los países desarrollados adquieran e intercambien derechos de emisión mediante proyectos aplicados en otros países desarrollados o en países en desarrollo. También permite que entidades jurídicas como empresas y organizaciones no gubernamentales participen en el intercambio de derechos de emisión bajo la responsabilidad de un país que lo autorice. Los intercambios pueden producirse dentro de una misma empresa, a nivel nacional y a nivel internacional.

Permite que los países cumplan parte de las reducciones de las emisiones estipuladas financiando proyectos de reducción de emisiones en otros países. El país que invierte en el proyecto recibe derechos de emisión que pueden utilizarse para cumplir sus propios objetivos

Funciona de la misma forma que la aplicación conjunta, pero se aplica a proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo. El mecanismo para un desarrollo limpio tiene dos objetivos: a) ayudar a las partes a alcanzar el desarrollo sostenible al tiempo que contribuyen al objetivo final de la Convención; y b) ayudar a las partes a cumplir sus limitaciones de emisiones cuantificadas y sus compromisos de reducción.

Intercambio de derechos de

emisión

Aplicación conjunta

Mecanismo para un

desarrollo limpio

lograr esos objetivos: el intercambio de derechos de emisión, la aplicación conjunta y el mecanismo para un desarrollo limpio.

Sólo cuatro países industrializados no han ratificado el Protocolo de Kioto: Estados Unidos (responsable del 36,1% de las emisiones entre los países industrializados en 1990), Australia (2,1%), Liechtenstein (0,001%) y Mónaco (0,001%).

El Protocolo de Kyoto establece compromisos y obligaciones para los Estados. En este marco, los Estados de los países de la CAN han elaborado planes y constituido instituciones para enfrentar el cambio climático, pero ninguno de ellos ha incluido a los pueblos indígenas y sus organizaciones en la formulación de planes ni el diseño de instituciones. En los países de la región, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, las diversas instancias nacionales de concertación sobre el cambio climático no incluyen la

Los Estados nos excluyen

Ratificó la CMNUCC el 25 de julio de 1994 (Ley 1576) y a principios de 1995 creó el Programa Nacional de Cambios Climáticos, adscrito al Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, que es la autoridad nacional responsable de la formulación de políticas e implementación de acciones en materia de cambio climático, gestión de recursos, acciones de adaptación y comercio internacional de carbono con usos sostenibles. En 1999 constituyó el Consejo Interinstitucional sobre Cambio Climático como instancia de diálogo y concertación de los sectores sociales, gubernamentales y no gubernamentales, aunque no incluye representación indígena. Desde el 2002 viene funcionando la Oficina de Desarrollo Limpio, encargada de la evaluación técnica y promoción de proyectos de desarrollo limpio, en el mercado de reducción de emisiones de carbono bajo el Protocolo de Kyoto. Finalmente, ha aprobado la Estrategia Nacional de Implementación de la CMNUCC.

Ratificó la CMNUCC el 22 de marzo de 1995 y el Protocolo de Kyoto el 30 de noviembre de 2001. La autoridad ambiental encargada de actuar con relación al cambio climático es el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En marzo de 1995 ratificó la CMNUCC y en agosto del 2002 creó el Grupo de Mitigación del Cambio Climático, encargado de promover proyectos al Mecanismo de Desarrollo Limpio. En agosto del 2003 creó el Comité Técnico Intersectorial de Mitigación de Cambio Climático, que funciona como instancia consultiva para la aprobación de proyectos de reducción de GEI. Participan diversos sectores, pero no los pueblos indígenas.

Ratificó la CMNUCC el 23 de febrero de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 13 de enero del 2000. La autoridad ambiental es el Ministerio del Ambiente. En 1999 creó el Comité Nacional sobre el Clima "con el objetivo central de establecer una plataforma política y operativa, requerida para el desarrollo, la concertación y la aplicación de estrategias y medidas" para la mitigación y adaptación al cambio climático. También constituyó la Corporación para la Promoción del Mecanismo del Desarrollo Limpio, una fundación de tipo público - privada, con participación de actores vinculados a diversos sectores de la industria, la agricultura y ONGs ambientalistas, pero sin participación de los pueblos indígenas.

Ratificó la CMNUCC el 7 de junio de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 12 de septiembre de 2002. La autoridad nacional designada fue el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), constituido en 1994, que contaba con una Unidad de Cambio Climático y Calidad del Aire encargada de ejecutar acciones referentes al cambio climático. En el 2003 aprobó la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático (DS 086-2003-PCM). El 14 de mayo del 2008 creó el Ministerio del Ambiente (Decreto Legislativo 1013), el cual fusionó el CONAM y el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). El 15 de mayo del 2009, el Ministerio del Ambiente instaló la Comisión Nacional de Cambio Climático, para "unir el trabajo que realizan las instituciones públicas y privadas en la mitigación del cambio climático" en el marco de la CMNUCC. Esta Comisión está integrada por representantes del gobierno central, de los gobiernos provinciales, del sector privado, de los colegios profesionales y de expertos en el tema. Los pueblos indígenas no fuimos invitados a participar.

BOLIVIA

COLOMBIA

ECUADOR

PERÚ

participación de nuestros pueblos indígenas y sus organizaciones representativas. Tampoco lo hacen las instancias internacionales de discusión sobre el tema en el marco de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMCCNU). El acceso a la información y el tratamiento técnico que se brinda al debate sobre el cambio climático son las principales limitaciones para la participación indígena, lo que nos plantea la necesidad de una cooperación desde la perspectiva de la interculturalidad.

Page 11: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

El primer tratado internacional relativo al cambio climático fue la Convención Marco de las Naciones Unidas (CMNUCC) de 1992, suscrita por 192 países. Su objetivo fue estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida que las actividades humanas continúen alternado peligrosamente el clima.

Cinco años después (1997), el Protocolo de Kyoto, firmado por 128 países, estableció los objetivos para dichas emisiones. Éstos oscilaban entre -8% y +10% de sus niveles de emisiones de 1990, con el objetivo de reducir las emisiones globales como mínimo en un 5% de los niveles de 1990 durante el período de vigencia de las medidas (entre 2008 y 2012). Además, el Protocolo estableció tres mecanismos basados en el mercado para

Propuestas de la ONU

Los pueblos indígenas nunca fuimos consultados en el proceso de de elaboración de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ni en las negociaciones relativas al Protocolo de Kyoto. En respuesta a esta exclusión, nuestros representantes que asistieron al Octavo Período de Sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco (Nueva Delhi, 2002), declararon:

"Nosotros, los pueblos indígenas, vivimos en zonas vulnerables, donde los efectos del cambio climático son más devastadores. Las formas de vida tradicionales se ven afectadas desproporcionadamente por el cambio

Grandes ausentes

1110

climático, particularmente en las zonas polares y áridas, los bosques, las tierras húmedas, los ríos y las zonas costeras. Nuestro deber como pueblos indígenas hacia la Madre Tierra nos lleva a exigir que se nos brinden oportunidades adecuadas para participar plena y activamente en todos los procesos y mecanismos de adopción de decisiones a nivel local, nacional, regional e internacional en relación con el cambio climático".

Actualmente los Estados están negociando un nuevo tratado internacional que reemplace al Protocolo de Kyoto después del 2012. Una nueva Conferencia de las Partes se llevó a cabo en Bali en diciembre del 2007, donde 187 países acordaron continuar con estas negociaciones para concluirlas en la reunión que se realizará en Copenhague en diciembre del 2009. Los pueblos indígenas fuimos invitados a la Conferencia de Bali, pero solo como observadores.

La IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala, reunida en Puno, Perú, del 27 al 31 de mayo del 2009, acordó:

“Organizar durante la Convención de Cambio Climático de Copenhague, en diciembre 2009, una Cumbre Alternativa en defensa de la Madre Tierra para presionar por medidas efectivas ante la hecatombe climática, como la consolidación de territorios indígenas, buen vivir y consulta y consentimiento previo, asumidos como estrategias para salvar al planeta".

Permite que los países desarrollados adquieran e intercambien derechos de emisión mediante proyectos aplicados en otros países desarrollados o en países en desarrollo. También permite que entidades jurídicas como empresas y organizaciones no gubernamentales participen en el intercambio de derechos de emisión bajo la responsabilidad de un país que lo autorice. Los intercambios pueden producirse dentro de una misma empresa, a nivel nacional y a nivel internacional.

Permite que los países cumplan parte de las reducciones de las emisiones estipuladas financiando proyectos de reducción de emisiones en otros países. El país que invierte en el proyecto recibe derechos de emisión que pueden utilizarse para cumplir sus propios objetivos

Funciona de la misma forma que la aplicación conjunta, pero se aplica a proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo. El mecanismo para un desarrollo limpio tiene dos objetivos: a) ayudar a las partes a alcanzar el desarrollo sostenible al tiempo que contribuyen al objetivo final de la Convención; y b) ayudar a las partes a cumplir sus limitaciones de emisiones cuantificadas y sus compromisos de reducción.

Intercambio de derechos de

emisión

Aplicación conjunta

Mecanismo para un

desarrollo limpio

lograr esos objetivos: el intercambio de derechos de emisión, la aplicación conjunta y el mecanismo para un desarrollo limpio.

Sólo cuatro países industrializados no han ratificado el Protocolo de Kioto: Estados Unidos (responsable del 36,1% de las emisiones entre los países industrializados en 1990), Australia (2,1%), Liechtenstein (0,001%) y Mónaco (0,001%).

El Protocolo de Kyoto establece compromisos y obligaciones para los Estados. En este marco, los Estados de los países de la CAN han elaborado planes y constituido instituciones para enfrentar el cambio climático, pero ninguno de ellos ha incluido a los pueblos indígenas y sus organizaciones en la formulación de planes ni el diseño de instituciones. En los países de la región, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, las diversas instancias nacionales de concertación sobre el cambio climático no incluyen la

Los Estados nos excluyen

Ratificó la CMNUCC el 25 de julio de 1994 (Ley 1576) y a principios de 1995 creó el Programa Nacional de Cambios Climáticos, adscrito al Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, que es la autoridad nacional responsable de la formulación de políticas e implementación de acciones en materia de cambio climático, gestión de recursos, acciones de adaptación y comercio internacional de carbono con usos sostenibles. En 1999 constituyó el Consejo Interinstitucional sobre Cambio Climático como instancia de diálogo y concertación de los sectores sociales, gubernamentales y no gubernamentales, aunque no incluye representación indígena. Desde el 2002 viene funcionando la Oficina de Desarrollo Limpio, encargada de la evaluación técnica y promoción de proyectos de desarrollo limpio, en el mercado de reducción de emisiones de carbono bajo el Protocolo de Kyoto. Finalmente, ha aprobado la Estrategia Nacional de Implementación de la CMNUCC.

Ratificó la CMNUCC el 22 de marzo de 1995 y el Protocolo de Kyoto el 30 de noviembre de 2001. La autoridad ambiental encargada de actuar con relación al cambio climático es el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En marzo de 1995 ratificó la CMNUCC y en agosto del 2002 creó el Grupo de Mitigación del Cambio Climático, encargado de promover proyectos al Mecanismo de Desarrollo Limpio. En agosto del 2003 creó el Comité Técnico Intersectorial de Mitigación de Cambio Climático, que funciona como instancia consultiva para la aprobación de proyectos de reducción de GEI. Participan diversos sectores, pero no los pueblos indígenas.

Ratificó la CMNUCC el 23 de febrero de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 13 de enero del 2000. La autoridad ambiental es el Ministerio del Ambiente. En 1999 creó el Comité Nacional sobre el Clima "con el objetivo central de establecer una plataforma política y operativa, requerida para el desarrollo, la concertación y la aplicación de estrategias y medidas" para la mitigación y adaptación al cambio climático. También constituyó la Corporación para la Promoción del Mecanismo del Desarrollo Limpio, una fundación de tipo público - privada, con participación de actores vinculados a diversos sectores de la industria, la agricultura y ONGs ambientalistas, pero sin participación de los pueblos indígenas.

Ratificó la CMNUCC el 7 de junio de 1993 y el Protocolo de Kyoto el 12 de septiembre de 2002. La autoridad nacional designada fue el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), constituido en 1994, que contaba con una Unidad de Cambio Climático y Calidad del Aire encargada de ejecutar acciones referentes al cambio climático. En el 2003 aprobó la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático (DS 086-2003-PCM). El 14 de mayo del 2008 creó el Ministerio del Ambiente (Decreto Legislativo 1013), el cual fusionó el CONAM y el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). El 15 de mayo del 2009, el Ministerio del Ambiente instaló la Comisión Nacional de Cambio Climático, para "unir el trabajo que realizan las instituciones públicas y privadas en la mitigación del cambio climático" en el marco de la CMNUCC. Esta Comisión está integrada por representantes del gobierno central, de los gobiernos provinciales, del sector privado, de los colegios profesionales y de expertos en el tema. Los pueblos indígenas no fuimos invitados a participar.

BOLIVIA

COLOMBIA

ECUADOR

PERÚ

participación de nuestros pueblos indígenas y sus organizaciones representativas. Tampoco lo hacen las instancias internacionales de discusión sobre el tema en el marco de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMCCNU). El acceso a la información y el tratamiento técnico que se brinda al debate sobre el cambio climático son las principales limitaciones para la participación indígena, lo que nos plantea la necesidad de una cooperación desde la perspectiva de la interculturalidad.

Page 12: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

En conjunto, los países miembros de la Comunidad Andina han tomado diversas iniciativas sobre el cambio climático. Ecuador, Perú y Bolivia, desde el 2006 vienen implementando el Proyecto Regional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA), financiado por el Fondo Global para el Medio Ambiente, cuyo objetivo es apoyar los esfuerzos regionales para la implementación de medidas de adaptación sobre los impactos previstos por el cambio climático en los Andes.

En Ecuador el PRAA realiza actividades de regulación de la cuenca del Antisana por el proceso de desglaciación y la búsqueda de alternativas de abastecimiento para ciudades como Quito. En Bolivia desarrolla proyectos de gestión de agua de las cuencas de Tuni y Condori, incorporando el impacto por el retroceso glaciar, así como de gestión integral de captación en el altiplano para compensar la pérdida de la disponibilidad de agua causada por el retroceso glaciar en los sectores productivos rurales. Y en el Perú trabaja para mejorar las prácticas de uso de agua en actividades agrícolas y agropecuarias, así como la infraestructura de almacenamiento de agua en cabeceras de cuencas afectadas por desglaciación, por ejemplo el Huaytapallana y sus impactos en la cuenca del río Mantaro.

Planes conjuntos... sin nosotros

1312

Las negociaciones rumbo a la 15 Conferencia de las Partes de la CMNUCC, que se realizará en Copenhague en diciembre del 2009, son una muestra de la lentitud y hasta la perversidad de las respuestas de los países industrializados y del sistema de las Naciones Unidas ante un problema de gran urgencia. Esto demuestra también la falta de voluntad política de los responsables para llegar a compromisos radicales que permitan atacar las causas y revertir los terribles impactos de este fenómeno resultante de un sistema de vida insostenible, cuyos efectos evidencian la

Por ser un proyecto financiado por el Banco Mundial, el PRAA está sujeto a las políticas de salvaguarda de este organismo multilateral, entre ellas la obligación de las instituciones responsables de su ejecución de realizar actividades de divulgación, difusión y consulta pública. Por ejemplo, consultar a los pueblos indígenas (política de salvaguarda OD 4.2027). Sólo Bolivia ha informado sobre la realización de talleres en cuatro municipios (Batallas, Pucarani, Mecapaca y Palca), con partici-pación de autoridades municipales y comunidades.

En la reunión del Comité Andino de Autoridades Ambientales realizada en mayo del 2007 en Santa Cruz (Bolivia), se discutió los avances en la implementación de la Agenda Ambiental Andina 2006-2010. La Declaración de Santa Cruz de la Sierra plantea que la CAN asuma un liderazgo en el tema del cambio climático y haga los esfuerzos para implementar la Estrategia Andina sobre Cambio Climático.

Los pueblos indígenas no participamos en la definición de las prioridades de estas iniciativas regionales. Sin embargo, en el nivel comunitario sí participamos de las actividades del PRAA en Bolivia. Esta experiencia debe ser un referente para futuros proyectos que incluyan la participación indígena en los proyectos sobre el cambio climático, a fin de insertar y valorar en ellos nuestros conocimientos tradicionales sobre el comportamiento del clima en los ecosistemas de montaña.

Por ejemplo, en algunas zonas del Perú, la agricultura es gestionada por nuestros conocimientos tradicionales, los mismos que determinan, de acuerdo al comportamiento del clima, la siembra y la cosecha, y que pueden contribuir a reducir los efectos del cambio climático para garantizar la seguridad alimentaria. Los pueblos indígenas andinos hemos sobrevivido gracias a que logramos "resistir y manejar" el clima de alta montaña. Por tanto, nuestros conocimientos son de gran importancia para enfrentar el cambio climático en las siguientes décadas.

Falsas soluciones...

vulnerabilidad de los pueblos y países empobrecidos históricamente. Por el contrario, se profundizan las desigualdades promoviendo falsas soluciones como son, entre otras, los agrocombustibles, la energía nuclear, los bonos de carbono, las mega-represas y los nuevos ciclos de endeudamiento a los efectos de la mitigación y la adaptación. El Protocolo de Kioto deliberadamente ha dejado de lado las verdaderas soluciones al cambio climático, como son reducir el uso de hidrocarburos, detener la defores-tación y favorecer la agricultura campesina.

Al mismo tiempo, recientes informes publicados por el Consejo de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos subrayan los impactos no solo del cambio climático sino también de medidas como los agrocombustibles sobre los derechos humanos y de los pueblos indígenas.

Lo cierto es que las soluciones que se han presentado en las negociaciones del clima han demostrado ser una verdadera amenaza para los territorios de muchas comunidades y pueblos en todo el mundo, sin siquiera disminuir el cambio climático ni enfrentar sus causas estructurales. Estas amenazas, sumadas a los impactos ya señalados p o r e l c a m b i o c l i m á t i c o , profundizarán las condiciones de empobrecimiento y exclusión. Entre ellas encontramos:

Promocionados como energía renovable, amenazan grandes extensiones de tierra con monocultivos, agrotóxicos, desertificación de la tierra, condiciones laborales inhumanas, amplían la frontera agrícola amenazando aun más los bosques y los ecosistemas sustentables. Adicionalmente, amenazan la seguridad y la soberanía alimentaria de pueblos y naciones enteras, ya que la producción de comida es fácilmente reemplazada por el negocio de la agroenergía. En muchos casos, los agrocombustibles van acompañados de violencia, expropiación del territorio y criminalización de las comunidades afectadas.

Promueven la impunidad ambiental en tanto permiten que los países más responsables por el cambio climático no reduzcan sus emisiones de carbono en sus territorios, sino que trasladen sus obligaciones y responsabilidades a los países del Sur global a través de proyectos o megaproyectos que muchas veces atentan contra los derechos de los pueblos y las comunidades. Es un mecanismo que sólo permite a las empresas transnacionales y los países del Norte comprar el derecho a contaminar a expensas de los pueblos y países históricamente empobrecidos. Peor aun, el comercio de carbono ha dado lugar a nuevos y despreciables instrumentos de obtención de lucro a partir de la contaminación y el cambio climático.

Representa una gran amenaza en tanto la producción de energía es altamente inestable y arriesga la vida del planeta entero.

Como megraproyectos, las represas tienen un impacto muy fuerte en los territorios, generando desplazamiento, pérdida de la soberanía alimentaria y pérdida de grandes ecosistemas.

LOS AGRO-

COMBUSTIBLES

ENERGÍA NUCLEAR

MERCADOS DE CARBONO

REPRESAS

La entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto y sus medidas con el fin de reducir las emisiones de GEI han originado un mercado de carbono. La meta es reducir el 5.2% de las emisiones de GEI entre los años 2008 y 2012 teniendo como base el año 1990. Como hemos señalado, el Protocolo estableció mecanismos de reducción como el Comercio de Emisiones, la Implementación Conjunta y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). El MDL plantea que los países industrializados, para cumplir con las metas de reducción de GEI, pueden invertir en

... Que agravan el problema

proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo y que, además, contribuyan al desarrollo sostenible de los países anfitriones. Las reducciones de emisiones pueden ser cuantificadas y vendidas posteriormente a países industrializados que tienen compromisos de reducción.

Según la CAN, hay un total de 262 proyectos MDL en la región, de los cuales 46 son proyectos forestales, y afirma que hay un interés creciente de empresarios y comunidades en ellos:

Page 13: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

En conjunto, los países miembros de la Comunidad Andina han tomado diversas iniciativas sobre el cambio climático. Ecuador, Perú y Bolivia, desde el 2006 vienen implementando el Proyecto Regional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA), financiado por el Fondo Global para el Medio Ambiente, cuyo objetivo es apoyar los esfuerzos regionales para la implementación de medidas de adaptación sobre los impactos previstos por el cambio climático en los Andes.

En Ecuador el PRAA realiza actividades de regulación de la cuenca del Antisana por el proceso de desglaciación y la búsqueda de alternativas de abastecimiento para ciudades como Quito. En Bolivia desarrolla proyectos de gestión de agua de las cuencas de Tuni y Condori, incorporando el impacto por el retroceso glaciar, así como de gestión integral de captación en el altiplano para compensar la pérdida de la disponibilidad de agua causada por el retroceso glaciar en los sectores productivos rurales. Y en el Perú trabaja para mejorar las prácticas de uso de agua en actividades agrícolas y agropecuarias, así como la infraestructura de almacenamiento de agua en cabeceras de cuencas afectadas por desglaciación, por ejemplo el Huaytapallana y sus impactos en la cuenca del río Mantaro.

Planes conjuntos... sin nosotros

1312

Las negociaciones rumbo a la 15 Conferencia de las Partes de la CMNUCC, que se realizará en Copenhague en diciembre del 2009, son una muestra de la lentitud y hasta la perversidad de las respuestas de los países industrializados y del sistema de las Naciones Unidas ante un problema de gran urgencia. Esto demuestra también la falta de voluntad política de los responsables para llegar a compromisos radicales que permitan atacar las causas y revertir los terribles impactos de este fenómeno resultante de un sistema de vida insostenible, cuyos efectos evidencian la

Por ser un proyecto financiado por el Banco Mundial, el PRAA está sujeto a las políticas de salvaguarda de este organismo multilateral, entre ellas la obligación de las instituciones responsables de su ejecución de realizar actividades de divulgación, difusión y consulta pública. Por ejemplo, consultar a los pueblos indígenas (política de salvaguarda OD 4.2027). Sólo Bolivia ha informado sobre la realización de talleres en cuatro municipios (Batallas, Pucarani, Mecapaca y Palca), con partici-pación de autoridades municipales y comunidades.

En la reunión del Comité Andino de Autoridades Ambientales realizada en mayo del 2007 en Santa Cruz (Bolivia), se discutió los avances en la implementación de la Agenda Ambiental Andina 2006-2010. La Declaración de Santa Cruz de la Sierra plantea que la CAN asuma un liderazgo en el tema del cambio climático y haga los esfuerzos para implementar la Estrategia Andina sobre Cambio Climático.

Los pueblos indígenas no participamos en la definición de las prioridades de estas iniciativas regionales. Sin embargo, en el nivel comunitario sí participamos de las actividades del PRAA en Bolivia. Esta experiencia debe ser un referente para futuros proyectos que incluyan la participación indígena en los proyectos sobre el cambio climático, a fin de insertar y valorar en ellos nuestros conocimientos tradicionales sobre el comportamiento del clima en los ecosistemas de montaña.

Por ejemplo, en algunas zonas del Perú, la agricultura es gestionada por nuestros conocimientos tradicionales, los mismos que determinan, de acuerdo al comportamiento del clima, la siembra y la cosecha, y que pueden contribuir a reducir los efectos del cambio climático para garantizar la seguridad alimentaria. Los pueblos indígenas andinos hemos sobrevivido gracias a que logramos "resistir y manejar" el clima de alta montaña. Por tanto, nuestros conocimientos son de gran importancia para enfrentar el cambio climático en las siguientes décadas.

Falsas soluciones...

vulnerabilidad de los pueblos y países empobrecidos históricamente. Por el contrario, se profundizan las desigualdades promoviendo falsas soluciones como son, entre otras, los agrocombustibles, la energía nuclear, los bonos de carbono, las mega-represas y los nuevos ciclos de endeudamiento a los efectos de la mitigación y la adaptación. El Protocolo de Kioto deliberadamente ha dejado de lado las verdaderas soluciones al cambio climático, como son reducir el uso de hidrocarburos, detener la defores-tación y favorecer la agricultura campesina.

Al mismo tiempo, recientes informes publicados por el Consejo de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos subrayan los impactos no solo del cambio climático sino también de medidas como los agrocombustibles sobre los derechos humanos y de los pueblos indígenas.

Lo cierto es que las soluciones que se han presentado en las negociaciones del clima han demostrado ser una verdadera amenaza para los territorios de muchas comunidades y pueblos en todo el mundo, sin siquiera disminuir el cambio climático ni enfrentar sus causas estructurales. Estas amenazas, sumadas a los impactos ya señalados p o r e l c a m b i o c l i m á t i c o , profundizarán las condiciones de empobrecimiento y exclusión. Entre ellas encontramos:

Promocionados como energía renovable, amenazan grandes extensiones de tierra con monocultivos, agrotóxicos, desertificación de la tierra, condiciones laborales inhumanas, amplían la frontera agrícola amenazando aun más los bosques y los ecosistemas sustentables. Adicionalmente, amenazan la seguridad y la soberanía alimentaria de pueblos y naciones enteras, ya que la producción de comida es fácilmente reemplazada por el negocio de la agroenergía. En muchos casos, los agrocombustibles van acompañados de violencia, expropiación del territorio y criminalización de las comunidades afectadas.

Promueven la impunidad ambiental en tanto permiten que los países más responsables por el cambio climático no reduzcan sus emisiones de carbono en sus territorios, sino que trasladen sus obligaciones y responsabilidades a los países del Sur global a través de proyectos o megaproyectos que muchas veces atentan contra los derechos de los pueblos y las comunidades. Es un mecanismo que sólo permite a las empresas transnacionales y los países del Norte comprar el derecho a contaminar a expensas de los pueblos y países históricamente empobrecidos. Peor aun, el comercio de carbono ha dado lugar a nuevos y despreciables instrumentos de obtención de lucro a partir de la contaminación y el cambio climático.

Representa una gran amenaza en tanto la producción de energía es altamente inestable y arriesga la vida del planeta entero.

Como megraproyectos, las represas tienen un impacto muy fuerte en los territorios, generando desplazamiento, pérdida de la soberanía alimentaria y pérdida de grandes ecosistemas.

LOS AGRO-

COMBUSTIBLES

ENERGÍA NUCLEAR

MERCADOS DE CARBONO

REPRESAS

La entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto y sus medidas con el fin de reducir las emisiones de GEI han originado un mercado de carbono. La meta es reducir el 5.2% de las emisiones de GEI entre los años 2008 y 2012 teniendo como base el año 1990. Como hemos señalado, el Protocolo estableció mecanismos de reducción como el Comercio de Emisiones, la Implementación Conjunta y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). El MDL plantea que los países industrializados, para cumplir con las metas de reducción de GEI, pueden invertir en

... Que agravan el problema

proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo y que, además, contribuyan al desarrollo sostenible de los países anfitriones. Las reducciones de emisiones pueden ser cuantificadas y vendidas posteriormente a países industrializados que tienen compromisos de reducción.

Según la CAN, hay un total de 262 proyectos MDL en la región, de los cuales 46 son proyectos forestales, y afirma que hay un interés creciente de empresarios y comunidades en ellos:

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El caso FACE-PROFAFOR

En 1990 el Directorio de Empresas Holandesas Generadoras de Electricidad constituyó la Fundación FACE (Forest Absorbing Carbon Dioxide Emissions) con el objetivo de plantar 150 mil hectáreas forestales en el mundo, la mitad de ellas en los Andes del Ecuador, entre los 2400 y 3500 metros de altitud, para absorber 35 millones de toneladas de CO2 y mitigar las emisiones de carbono en Holanda. Con tal fin establecieron en 1993 el Programa FACE de Forestación de Ecuador (PROFAFOR), y habrían plantado a al fecha más de 22 mil hectáreas en la sierra.

PROFAFOR no compra tierra ni árboles: invierte en una función singular de los árboles: su capacidad de secuestrar carbono. Establece contratos con comunidades campesinas e indígenas, para lo cual ofrece a las comunidades una suma de dinero como "incentivo" por hectárea plantada: 165 dólares por hectárea a propietarios privados y 130 dólares por hectárea a organizaciones campesinas, lo que resulta discriminador.

PROFAFOR ha sido cuestionado por impulsar plantaciones eligiendo especies exóticas como pino y eucalipto en la sierra. A pesar de ello, continúa trabajando con diferentes comunidades y particulares en 8 provincias de la sierra ecuatoriana, sembrando pino; y ahora está en la costa, en la provincia de Esmeraldas, sembrando teca y eucalipto.

Las plantaciones de especies exóticas introducidas en los Andes del Ecuador, principalmente de pinus radiata, afectan un ecosistema vital para la vida de las comunidades y los usuarios del agua: el páramo. La función más importante de los páramos es el almacenamiento y distribución de agua, siendo la fuente de abastecimiento de agua dulce más importante del país. Las plantaciones de árboles son áreas propensas a incendios y por tanto a la veloz fuga de emisiones, a plagas y con ello a la pérdida de vegetación.

Tampoco resuelven las necesidades específicas de la población local. Por el contrario, hacen que la población local abandone sus prácticas agrícolas y de conservación y que se afecten otros bosques por los desplazamientos de la población. Al privilegiar con las plantaciones el objetivo de producción de madera, se restringen los usos para agroforestería y pastoreo, tradicionalmente realizados por nuestras comunidades.

Los proyectos MDL incluyen actividades relacionadas con las centrales hidroeléctricas, eólicas (viento), gestión de residuos sólidos municipales, sistemas de transporte, uso de agrocombustibles y reforestación y forestación. Estos proyectos no representan una oportunidad real para nuestros pueblos indígenas; por el contrario, son una amenaza por los impactos negativos del desplazamiento de actividades como el pastoreo o la agricultura por bosques, afectando nuestra alimentación y nuestros ingresos.

Otra amenaza es la introducción de especies exóticas (pinos y otros) a gran escala, por los impactos ambientales sobre nuestros territorios indígenas y nuestros conocimientos tradicionales de manejo de los bosques, así como para la seguridad jurídica de nuestros territorios. Por otra parte, los incentivos económicos para la participación de las comunidades pueden afectar la organización y los derechos colectivos, como sucede con las actividades extractivas (minería), que para ganar el respaldo comunal entrega incentivos individuales. En suma, no contribuirían al desarrollo sostenible de nuestras comunidades.

7 proyectos forestales, de los cuales al menos la mitad pretenden forestar valles interandinos en Cochabamba y Chuquisaca que involucrarían a comunidades indígenas.

12 proyectos forestales, dos de los cuales involucran la participación de comunidades.

16 proyectos, de los cuales al menos 6 se encuentran en la sierra, especialmente en provincias como Loja, Azuay, El Oro, Zamora, entre otros, que involucran un área de cerca de 50 mil hectáreas a reforestar, al que debemos añadir las 23 hectáreas forestadas por el proyecto de PROFAFOR.

11 proyectos, ubicándose 4 de ellos en el área andina, principalmente en la región Junín, donde se pretende reforestar más de 20 mil hectáreas. El número de proyectos forestales en el Perú se ha incrementado a 15 hasta marzo del 2008, y además se informa de 86 proyectos energéticos.

BOLIVIA

COLOMBIA

ECUADOR

PERÚ

Aunque el mercado de carbono representa una iniciativa para mitigar los impactos del cambio climático, desde la perspectiva histórica de los pueblos indígenas es un medio por el cual los países responsables de los más grandes volúmenes de emisiones de GEI rehúsan asumir sus responsabilidades de reducirlas y descargan la responsabilidad de absorber las emisiones de carbono a los países en vías de desarrollo. Por tanto, al no enfocarse en las fuentes no son una solución efectiva para el cambio climático.

Los pueblos indígenas nos hemos visibilizado en las últimas décadas como actores políticos. Frente a las amenazas de la globalización neoliberal a nuestros derechos y a la sobrevivencia del planeta, hemos avanzado en la articulación de nuestras organizaciones y en la construcción de propuestas.

Las propuestas de los pueblos indígenas para enfrentar el calentamiento global y sus efectos parten de la perspectiva de los derechos de la Madre Naturaleza y los derechos de los pueblos indígenas: a la autodeterminación, a la identidad, a los territorios, al consentimiento previo, libre e informado.

Nuestro concepto de territorio es integral: comprende suelo, subsuelo, sobresuelo y bienes naturales. Su propiedad y gestión es colectiva. Y nuestros derechos territoriales deben examinarse en un contexto histórico: pasado, presente y futuro.

Nuestras propuestas

Nuestros principios

RELACIONALIDAD: Es decir "todo esta relacionado" en el mundo indígena. Todo está relacionado con todo. Nada existe fuera de la relación. El hombre, la sociedad y la naturaleza constituyen un punto de convergencia de múltiples relaciones y significados cruzados. Los hechos de hoy serán necesariamente las causas de los efectos del mañana: "si destruyes a la naturaleza, más temprano que tarde sufrirás sus consecuencias". Todo lo que ocurre en cada uno de estos ámbitos (hombre-sociedad-naturaleza) repercutirá en el resto.

COMPLEMENTARIEDAD: Todo lo que existe coexiste. Es decir, nada existe separado sino coexiste con su complemento específico. Todo tiene su complemento y entre los elementos complementarios de un todo único ninguno es inferior ni superior a otro. Para los pueblos indígenas el territorio no solo tiene una función productiva, sino espiritual y social y de su supervivencia histórica. De la misma manera, la mujer no es ni inferior ni superior al varón, sino ambos son complementarios y de suma importancia para garantizar la continuidad de la humanidad. Este principio encierra a su vez la inclusión de los opuestos.

DUALIDAD: Todo tiene su pareja. La pareja es el modo natural y único de existir. Son dos fuerzas energéticas en uno mismo que conducen hacia la complementariedad. Así tenemos, por ejemplo, noche y día, luna y sol, abajo y arriba, derecha e izquierda, amargo y dulce, hembra y macho, hombre y mujer, etc. Este principio de dualidad-fertilidad está expresado concretamente en la relación de mutua complementariedad entre el varón y la mujer. Convivencia que no se cierra entre dos sino, más por el contrario, se abre hacia terceros mediante la procreación.

RECIPROCIDAD: Según nuestra cosmovisión indígena, el hombre o la mujer da sabiendo que va a recibir. Todo lo que haga un ser humano, sea bueno o malo, con respecto a otro o a la comunidad, será retribuido y correspondido por ese ser humano o la comunidad. Realizamos periódicamente ritos ("pagos") para obtener favores de la Pachamama, como los que se hacen para la buena cosecha, la protección de los animales, la salud, etc. No es dar interesado. No es un "te doy esto" para que "me des aquello a cambio". Es un "te doy" porque sé que también recibiré de ti. Este principio es una expresión ética que rige las relaciones entre los seres humanos, de los hombres con la naturaleza y del hombre con las divinidades. Este principio moral es uno de los que nos encaminan hacia el equilibrio integral con los seres humanos, con las divinidades y con la madre tierra.

Page 15: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

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El caso FACE-PROFAFOR

En 1990 el Directorio de Empresas Holandesas Generadoras de Electricidad constituyó la Fundación FACE (Forest Absorbing Carbon Dioxide Emissions) con el objetivo de plantar 150 mil hectáreas forestales en el mundo, la mitad de ellas en los Andes del Ecuador, entre los 2400 y 3500 metros de altitud, para absorber 35 millones de toneladas de CO2 y mitigar las emisiones de carbono en Holanda. Con tal fin establecieron en 1993 el Programa FACE de Forestación de Ecuador (PROFAFOR), y habrían plantado a al fecha más de 22 mil hectáreas en la sierra.

PROFAFOR no compra tierra ni árboles: invierte en una función singular de los árboles: su capacidad de secuestrar carbono. Establece contratos con comunidades campesinas e indígenas, para lo cual ofrece a las comunidades una suma de dinero como "incentivo" por hectárea plantada: 165 dólares por hectárea a propietarios privados y 130 dólares por hectárea a organizaciones campesinas, lo que resulta discriminador.

PROFAFOR ha sido cuestionado por impulsar plantaciones eligiendo especies exóticas como pino y eucalipto en la sierra. A pesar de ello, continúa trabajando con diferentes comunidades y particulares en 8 provincias de la sierra ecuatoriana, sembrando pino; y ahora está en la costa, en la provincia de Esmeraldas, sembrando teca y eucalipto.

Las plantaciones de especies exóticas introducidas en los Andes del Ecuador, principalmente de pinus radiata, afectan un ecosistema vital para la vida de las comunidades y los usuarios del agua: el páramo. La función más importante de los páramos es el almacenamiento y distribución de agua, siendo la fuente de abastecimiento de agua dulce más importante del país. Las plantaciones de árboles son áreas propensas a incendios y por tanto a la veloz fuga de emisiones, a plagas y con ello a la pérdida de vegetación.

Tampoco resuelven las necesidades específicas de la población local. Por el contrario, hacen que la población local abandone sus prácticas agrícolas y de conservación y que se afecten otros bosques por los desplazamientos de la población. Al privilegiar con las plantaciones el objetivo de producción de madera, se restringen los usos para agroforestería y pastoreo, tradicionalmente realizados por nuestras comunidades.

Los proyectos MDL incluyen actividades relacionadas con las centrales hidroeléctricas, eólicas (viento), gestión de residuos sólidos municipales, sistemas de transporte, uso de agrocombustibles y reforestación y forestación. Estos proyectos no representan una oportunidad real para nuestros pueblos indígenas; por el contrario, son una amenaza por los impactos negativos del desplazamiento de actividades como el pastoreo o la agricultura por bosques, afectando nuestra alimentación y nuestros ingresos.

Otra amenaza es la introducción de especies exóticas (pinos y otros) a gran escala, por los impactos ambientales sobre nuestros territorios indígenas y nuestros conocimientos tradicionales de manejo de los bosques, así como para la seguridad jurídica de nuestros territorios. Por otra parte, los incentivos económicos para la participación de las comunidades pueden afectar la organización y los derechos colectivos, como sucede con las actividades extractivas (minería), que para ganar el respaldo comunal entrega incentivos individuales. En suma, no contribuirían al desarrollo sostenible de nuestras comunidades.

7 proyectos forestales, de los cuales al menos la mitad pretenden forestar valles interandinos en Cochabamba y Chuquisaca que involucrarían a comunidades indígenas.

12 proyectos forestales, dos de los cuales involucran la participación de comunidades.

16 proyectos, de los cuales al menos 6 se encuentran en la sierra, especialmente en provincias como Loja, Azuay, El Oro, Zamora, entre otros, que involucran un área de cerca de 50 mil hectáreas a reforestar, al que debemos añadir las 23 hectáreas forestadas por el proyecto de PROFAFOR.

11 proyectos, ubicándose 4 de ellos en el área andina, principalmente en la región Junín, donde se pretende reforestar más de 20 mil hectáreas. El número de proyectos forestales en el Perú se ha incrementado a 15 hasta marzo del 2008, y además se informa de 86 proyectos energéticos.

BOLIVIA

COLOMBIA

ECUADOR

PERÚ

Aunque el mercado de carbono representa una iniciativa para mitigar los impactos del cambio climático, desde la perspectiva histórica de los pueblos indígenas es un medio por el cual los países responsables de los más grandes volúmenes de emisiones de GEI rehúsan asumir sus responsabilidades de reducirlas y descargan la responsabilidad de absorber las emisiones de carbono a los países en vías de desarrollo. Por tanto, al no enfocarse en las fuentes no son una solución efectiva para el cambio climático.

Los pueblos indígenas nos hemos visibilizado en las últimas décadas como actores políticos. Frente a las amenazas de la globalización neoliberal a nuestros derechos y a la sobrevivencia del planeta, hemos avanzado en la articulación de nuestras organizaciones y en la construcción de propuestas.

Las propuestas de los pueblos indígenas para enfrentar el calentamiento global y sus efectos parten de la perspectiva de los derechos de la Madre Naturaleza y los derechos de los pueblos indígenas: a la autodeterminación, a la identidad, a los territorios, al consentimiento previo, libre e informado.

Nuestro concepto de territorio es integral: comprende suelo, subsuelo, sobresuelo y bienes naturales. Su propiedad y gestión es colectiva. Y nuestros derechos territoriales deben examinarse en un contexto histórico: pasado, presente y futuro.

Nuestras propuestas

Nuestros principios

RELACIONALIDAD: Es decir "todo esta relacionado" en el mundo indígena. Todo está relacionado con todo. Nada existe fuera de la relación. El hombre, la sociedad y la naturaleza constituyen un punto de convergencia de múltiples relaciones y significados cruzados. Los hechos de hoy serán necesariamente las causas de los efectos del mañana: "si destruyes a la naturaleza, más temprano que tarde sufrirás sus consecuencias". Todo lo que ocurre en cada uno de estos ámbitos (hombre-sociedad-naturaleza) repercutirá en el resto.

COMPLEMENTARIEDAD: Todo lo que existe coexiste. Es decir, nada existe separado sino coexiste con su complemento específico. Todo tiene su complemento y entre los elementos complementarios de un todo único ninguno es inferior ni superior a otro. Para los pueblos indígenas el territorio no solo tiene una función productiva, sino espiritual y social y de su supervivencia histórica. De la misma manera, la mujer no es ni inferior ni superior al varón, sino ambos son complementarios y de suma importancia para garantizar la continuidad de la humanidad. Este principio encierra a su vez la inclusión de los opuestos.

DUALIDAD: Todo tiene su pareja. La pareja es el modo natural y único de existir. Son dos fuerzas energéticas en uno mismo que conducen hacia la complementariedad. Así tenemos, por ejemplo, noche y día, luna y sol, abajo y arriba, derecha e izquierda, amargo y dulce, hembra y macho, hombre y mujer, etc. Este principio de dualidad-fertilidad está expresado concretamente en la relación de mutua complementariedad entre el varón y la mujer. Convivencia que no se cierra entre dos sino, más por el contrario, se abre hacia terceros mediante la procreación.

RECIPROCIDAD: Según nuestra cosmovisión indígena, el hombre o la mujer da sabiendo que va a recibir. Todo lo que haga un ser humano, sea bueno o malo, con respecto a otro o a la comunidad, será retribuido y correspondido por ese ser humano o la comunidad. Realizamos periódicamente ritos ("pagos") para obtener favores de la Pachamama, como los que se hacen para la buena cosecha, la protección de los animales, la salud, etc. No es dar interesado. No es un "te doy esto" para que "me des aquello a cambio". Es un "te doy" porque sé que también recibiré de ti. Este principio es una expresión ética que rige las relaciones entre los seres humanos, de los hombres con la naturaleza y del hombre con las divinidades. Este principio moral es uno de los que nos encaminan hacia el equilibrio integral con los seres humanos, con las divinidades y con la madre tierra.

Page 16: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

La raíz de los conflictos territoriales está en la persistencia del modelo colonial. La autonomía y la libre determinación son la alternativa para que la gestión de nuestros territorios no sea más sometida al cálculo económico y del mercado. Es urgente recuperar nuestra cosmovisión indígena sobre el territorio y la producción para entender otras formas de construir un mundo diverso. Y el respeto a nuestra autodeterminación significa promover el ejercicio de las autoridades originarias, así como el estímulo y formalización de nuestros usos y costumbres, nuestra cultura, nuestra ética.

Esto implica desterrar el lenguaje de marginación y violencia contra los pueblos indígenas y diseñar en cambio políticas públicas interculturales sustentadas en el Buen Vivir, a partir del entendimiento y aplicación de la gestión ancestral de los territorios. Por ejemplo, el control de los pisos ecológicos.

Lo que proponemos es transformar las prácticas indígenas de gestión territorial en políticas públicas. Los programas agrarios, entonces, deben tomar en cuenta la dimensión espiritual de la Pachamama, en la perspectiva del Buen Vivir, la armonía con la madre Naturaleza y la coexistencia entre iguales. En consecuencia, las leyes agrarias no deben dirigirse a crear derechos sobre las tierras, sino a reconocer nuestros derechos ancestrales. Y, en general, todas las normas estatales e internacionales deben tomar en cuenta la visión y territorialidad indígena.

Hablamos también de la deuda ecológica con nuestros pueblos, producto de cinco siglos de saqueo y depredación de la Madre Tierra. Es necesario legitimar y hacer realidad el resarcimiento de los daños materiales e inmateriales. Y sancionar a las empresas y los Estados que continúan vulnerando los derechos humanos, colectivos y ambientales, constituyendo una Corte Internacional de Justicia Climática.

Los pueblos indígenas no pedimos inclusión: exigimos que se nos deje ejercer el derecho a decidir nuestro modo de vida. Por ello, todo diálogo debe sustentarse en la interculturalidad, con intérpretes y no solo traductores. Es indispensable también garantizar el cumplimiento de todo acuerdo suscrito con nuestros pueblos indígenas y sus organizaciones; establecer como requisito el conocimiento de alguna lengua y cultura indígena para la contratación de funcionarios públicos; e instituir sanciones para las empresas y los funcionarios que vulneran los derechos de los pueblos indígenas y de la Madre Naturaleza.

Los Pueblos indígenas, simplemente, demandamos que se nos permita ejercer nuestros derechos, reconocidos en instrumentos internacionales: autonomía y autodeterminación; uso y administración de nuestros territorios y recursos naturales; reconocimiento de la democracia comunitaria, las autoridades originarias y el derecho originario; consulta y consentimiento previo, libre e informado.

1716

Un paso importante hacia estas metas sería que los Estados promulguen leyes marco de Pueblos Indígenas. Bastaría con dar rango de ley orgánica a la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, como lo ha hecho el Estado boliviano. Y en aplicación de la misma, promulgar además una ley de consentimiento previo, libre e informado y otra de preservación y uso de las lenguas originarias.

A partir de estas premisas, nuestras propuestas para enfrentar el cambio climático se resumen así:

Los responsables del calentamiento global deben otorgar fondos a las organizaciones indígenas andinas para financiar el Mecanismo de Desarrollo Limpio y los programas de adaptación.Activa participación y consulta a las comunidades en todos los programas gubernamentales, regionales y globales relacionados con el cambio climático.

l

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Manejo Ambiental

lDeclarar la intangibilidad a las cabeceras de las cuencas, ecosistemas frágiles y valles productivos, y la exclusión de actividades contaminantes y destructivas.

Toda actividad económica debe proteger el ambiente, el hábitat y los derechos consuetudi-narios de los pueblos originarios y comunidades.

Promover una cultura ecológica de conservación y recuperación de los territorios afectados para las presentes y futuras generaciones.

Los Estados tienen la obligación de defender, hacer cumplir y vigilar los derechos sociales y ambientales de nuestros pueblos, en consulta permanente con nuestras organizaciones representativas.

Moratoria a las actividades extractivas y contaminantes

Las actividades extractivas (minería, petróleo, gas) son actividades insostenibles. Generan destrucción en territorio de los pueblos y comunidades; contaminan los recursos naturales, la salud y la vida de las comunidades y poblaciones, no generan empleo masivo y solo benefician a pequeños grupos de poder económico, no pagan impuestos ni aportan al desarrollo comunal ni nacional. Por lo que los Estados deben eliminar las facilidades y ventajas que otorga para el desarrollo de actividades extractivas, el desarrollo de dicha industria debe someterse a la consulta previa e informada a los pueblos y comunidades involucradas.

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Diseño y ejecución de programas, en coordinación con las comunidades, para la conservación del agua y de la biodiversidad andina.Incorporación en la currícula de todos los niveles educativos de estudios de los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas.Suspensión de actividades contaminantes y que provocan el calentamiento global.

En el tema del cambio climático, tres reuniones indígenas han sido vitales: la Conferencia Internacional "Custodia de los Pueblos Indígenas a la Diversidad Cultural: los efectos de la deforestación y de las emisiones de gas en el Cambio Climático" (La Paz, Bolivia, marzo del 2008); la Cumbre Mundial de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático (Alaska, Estados Unidos, abril del 2009); y la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala (Puno, Perú, mayo del 2009). Estos encuentros emitieron las Declaraciones del Qollasuyo, de Ancoraje y de Mama Quta Titikaka, respectivamente. Estos son los acuerdos y propuestas para salvar al planeta que contienen:

Declaración de Qollasuyo sobre Cambio Climático

1. Participación plena y efectiva en el proceso del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Convenio sobre Diversidad Biológica, Áreas Protegidas, entre otros.

2. Establecimiento de un grupo de expertos indígenas sobre cambio climático y conocimientos tradicionales dentro del CMNUCC.

3. Coordinar con las agencias y organismos especializados de Naciones Unidas como el CBD, CMNUCC, UNESCO, FAO, UNICEF, GEF, FPCI, PNUD y otros que se consideren relevantes con el propósito de implementar acciones directas y articuladas sobre cambio climático y Pueblos Indígenas.

4. Que el Foro Permanente recomiende a la Oficina del Alto comisionado de las Naciones Unidas que el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas elabore un informe sobre los impactos del Cambio Climático en los Pueblos Indígenas.

5. Los proyectos y programas relacionados a cambio climático y adaptación deben ser :a. Pleno respeto a los derechos colectivos de los

pueblos Indígenas.b. Consulta efectiva, para obtener el consentimiento

libre, previo e informado.c. Estar sujetos a lineamientos de la Declaración de

Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas y al Convenio 169 de la OIT, así como otros instrumentos relevantes tanto en ámbitos nacionales como internacionales.

d. Deben responder a las necesidades, realidades y prioridades de los pueblos indígenas.

6. La implementación de las políticas del CMNUCC debe estar sujeta a la Declaración ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

7. Flexibilizar y ampliar los mecanismos financieros para que los Pueblos Indígenas tengamos acceso a los fondos de adaptación, creación de capacidades, transferencia de tecnologías y otros.

8. Reconocer y apoyar los programas y estrategias propias de los pueblos indígenas dirigidas a la mitigación y adaptación al cambio climático.

Declaración de Ancoraje (Alaska)

1. Para alcanzar el objetivo fundamental de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático llamamos a que la 15ª reunión de la Conferencia de las Partes apoye una meta obligatoria para la reducción de emisiones en los países desarrollados de por lo menos 45% por debajo de los niveles de 1990 hasta 2020, y por lo menos 95% hasta 2050.

2. Al reconocer las causas esenciales del cambio climático, los participantes llaman a los Estados a que trabajen hacia la reducción de la dependencia en energía de fósiles. Por ende, hacemos un llamado a una transición justa a economías descentralizadas de energía renovable, fuente y sistemas que las comunidades locales tengan en propiedad y bajo su control para alcanzar seguridad energética y soberanía.

3. Presentamos dos opciones para acción:

a. Hacemos un llamado a la descontinuación gradual del desarrollo de combustible fósil y a la suspensión de actividades relacionadas al desarrollo de nuevos combustibles fósiles en territorios indígenas o cerca de ellos.

b. Llamamos a un proceso orientado hacia la posterior descontinuación de combustible fósil sin infringir el derecho al desarrollo de las naciones indígenas.

Page 17: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

La raíz de los conflictos territoriales está en la persistencia del modelo colonial. La autonomía y la libre determinación son la alternativa para que la gestión de nuestros territorios no sea más sometida al cálculo económico y del mercado. Es urgente recuperar nuestra cosmovisión indígena sobre el territorio y la producción para entender otras formas de construir un mundo diverso. Y el respeto a nuestra autodeterminación significa promover el ejercicio de las autoridades originarias, así como el estímulo y formalización de nuestros usos y costumbres, nuestra cultura, nuestra ética.

Esto implica desterrar el lenguaje de marginación y violencia contra los pueblos indígenas y diseñar en cambio políticas públicas interculturales sustentadas en el Buen Vivir, a partir del entendimiento y aplicación de la gestión ancestral de los territorios. Por ejemplo, el control de los pisos ecológicos.

Lo que proponemos es transformar las prácticas indígenas de gestión territorial en políticas públicas. Los programas agrarios, entonces, deben tomar en cuenta la dimensión espiritual de la Pachamama, en la perspectiva del Buen Vivir, la armonía con la madre Naturaleza y la coexistencia entre iguales. En consecuencia, las leyes agrarias no deben dirigirse a crear derechos sobre las tierras, sino a reconocer nuestros derechos ancestrales. Y, en general, todas las normas estatales e internacionales deben tomar en cuenta la visión y territorialidad indígena.

Hablamos también de la deuda ecológica con nuestros pueblos, producto de cinco siglos de saqueo y depredación de la Madre Tierra. Es necesario legitimar y hacer realidad el resarcimiento de los daños materiales e inmateriales. Y sancionar a las empresas y los Estados que continúan vulnerando los derechos humanos, colectivos y ambientales, constituyendo una Corte Internacional de Justicia Climática.

Los pueblos indígenas no pedimos inclusión: exigimos que se nos deje ejercer el derecho a decidir nuestro modo de vida. Por ello, todo diálogo debe sustentarse en la interculturalidad, con intérpretes y no solo traductores. Es indispensable también garantizar el cumplimiento de todo acuerdo suscrito con nuestros pueblos indígenas y sus organizaciones; establecer como requisito el conocimiento de alguna lengua y cultura indígena para la contratación de funcionarios públicos; e instituir sanciones para las empresas y los funcionarios que vulneran los derechos de los pueblos indígenas y de la Madre Naturaleza.

Los Pueblos indígenas, simplemente, demandamos que se nos permita ejercer nuestros derechos, reconocidos en instrumentos internacionales: autonomía y autodeterminación; uso y administración de nuestros territorios y recursos naturales; reconocimiento de la democracia comunitaria, las autoridades originarias y el derecho originario; consulta y consentimiento previo, libre e informado.

1716

Un paso importante hacia estas metas sería que los Estados promulguen leyes marco de Pueblos Indígenas. Bastaría con dar rango de ley orgánica a la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, como lo ha hecho el Estado boliviano. Y en aplicación de la misma, promulgar además una ley de consentimiento previo, libre e informado y otra de preservación y uso de las lenguas originarias.

A partir de estas premisas, nuestras propuestas para enfrentar el cambio climático se resumen así:

Los responsables del calentamiento global deben otorgar fondos a las organizaciones indígenas andinas para financiar el Mecanismo de Desarrollo Limpio y los programas de adaptación.Activa participación y consulta a las comunidades en todos los programas gubernamentales, regionales y globales relacionados con el cambio climático.

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Manejo Ambiental

lDeclarar la intangibilidad a las cabeceras de las cuencas, ecosistemas frágiles y valles productivos, y la exclusión de actividades contaminantes y destructivas.

Toda actividad económica debe proteger el ambiente, el hábitat y los derechos consuetudi-narios de los pueblos originarios y comunidades.

Promover una cultura ecológica de conservación y recuperación de los territorios afectados para las presentes y futuras generaciones.

Los Estados tienen la obligación de defender, hacer cumplir y vigilar los derechos sociales y ambientales de nuestros pueblos, en consulta permanente con nuestras organizaciones representativas.

Moratoria a las actividades extractivas y contaminantes

Las actividades extractivas (minería, petróleo, gas) son actividades insostenibles. Generan destrucción en territorio de los pueblos y comunidades; contaminan los recursos naturales, la salud y la vida de las comunidades y poblaciones, no generan empleo masivo y solo benefician a pequeños grupos de poder económico, no pagan impuestos ni aportan al desarrollo comunal ni nacional. Por lo que los Estados deben eliminar las facilidades y ventajas que otorga para el desarrollo de actividades extractivas, el desarrollo de dicha industria debe someterse a la consulta previa e informada a los pueblos y comunidades involucradas.

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Diseño y ejecución de programas, en coordinación con las comunidades, para la conservación del agua y de la biodiversidad andina.Incorporación en la currícula de todos los niveles educativos de estudios de los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas.Suspensión de actividades contaminantes y que provocan el calentamiento global.

En el tema del cambio climático, tres reuniones indígenas han sido vitales: la Conferencia Internacional "Custodia de los Pueblos Indígenas a la Diversidad Cultural: los efectos de la deforestación y de las emisiones de gas en el Cambio Climático" (La Paz, Bolivia, marzo del 2008); la Cumbre Mundial de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático (Alaska, Estados Unidos, abril del 2009); y la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala (Puno, Perú, mayo del 2009). Estos encuentros emitieron las Declaraciones del Qollasuyo, de Ancoraje y de Mama Quta Titikaka, respectivamente. Estos son los acuerdos y propuestas para salvar al planeta que contienen:

Declaración de Qollasuyo sobre Cambio Climático

1. Participación plena y efectiva en el proceso del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Convenio sobre Diversidad Biológica, Áreas Protegidas, entre otros.

2. Establecimiento de un grupo de expertos indígenas sobre cambio climático y conocimientos tradicionales dentro del CMNUCC.

3. Coordinar con las agencias y organismos especializados de Naciones Unidas como el CBD, CMNUCC, UNESCO, FAO, UNICEF, GEF, FPCI, PNUD y otros que se consideren relevantes con el propósito de implementar acciones directas y articuladas sobre cambio climático y Pueblos Indígenas.

4. Que el Foro Permanente recomiende a la Oficina del Alto comisionado de las Naciones Unidas que el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas elabore un informe sobre los impactos del Cambio Climático en los Pueblos Indígenas.

5. Los proyectos y programas relacionados a cambio climático y adaptación deben ser :a. Pleno respeto a los derechos colectivos de los

pueblos Indígenas.b. Consulta efectiva, para obtener el consentimiento

libre, previo e informado.c. Estar sujetos a lineamientos de la Declaración de

Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas y al Convenio 169 de la OIT, así como otros instrumentos relevantes tanto en ámbitos nacionales como internacionales.

d. Deben responder a las necesidades, realidades y prioridades de los pueblos indígenas.

6. La implementación de las políticas del CMNUCC debe estar sujeta a la Declaración ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

7. Flexibilizar y ampliar los mecanismos financieros para que los Pueblos Indígenas tengamos acceso a los fondos de adaptación, creación de capacidades, transferencia de tecnologías y otros.

8. Reconocer y apoyar los programas y estrategias propias de los pueblos indígenas dirigidas a la mitigación y adaptación al cambio climático.

Declaración de Ancoraje (Alaska)

1. Para alcanzar el objetivo fundamental de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático llamamos a que la 15ª reunión de la Conferencia de las Partes apoye una meta obligatoria para la reducción de emisiones en los países desarrollados de por lo menos 45% por debajo de los niveles de 1990 hasta 2020, y por lo menos 95% hasta 2050.

2. Al reconocer las causas esenciales del cambio climático, los participantes llaman a los Estados a que trabajen hacia la reducción de la dependencia en energía de fósiles. Por ende, hacemos un llamado a una transición justa a economías descentralizadas de energía renovable, fuente y sistemas que las comunidades locales tengan en propiedad y bajo su control para alcanzar seguridad energética y soberanía.

3. Presentamos dos opciones para acción:

a. Hacemos un llamado a la descontinuación gradual del desarrollo de combustible fósil y a la suspensión de actividades relacionadas al desarrollo de nuevos combustibles fósiles en territorios indígenas o cerca de ellos.

b. Llamamos a un proceso orientado hacia la posterior descontinuación de combustible fósil sin infringir el derecho al desarrollo de las naciones indígenas.

Page 18: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

4. Hacemos un llamado a las partes en la CMNUCC a reconocer la importancia de nuestros Conocimientos y Practicas Tradicionales al desarrollar estrategias para responder al cambio climático. Para responder al cambio climático también hacemos un llamado a la CMNUCC a que reconozca la deuda histórica y ecológica de los pueblos, al contribuir a la emisión de gases con efecto de invernadero. Llamamos a que esos países paguen su deuda histórica.

5. Hacemos un llamado al Panel Intergubernamental

sobre Cambio Climático (IPCC), la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, y otras instituciones relevantes a que apoyen a los Pueblos Indígenas para que implementen evaluaciones de cambio climático.

6. Llamamos a los grupos que toman decisiones en la CMNUCC a que establezcan conjuntamente con los Pueblos Indígenas estructuras y mecanismos para la plena y efectiva participación de los Pueblos Indígenas. Específicamente recomendamos que la CMNUCC:a) Organice en forma regular Resúmenes Técnicos a

cargo de Pueblos Indígenas sobre Conocimiento Tradicional y Cambio Climático.

b) Reconozca e involucre en calidad de asesores al Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático y sus puntos focales regionales.

c) Establezca inmediatamente un punto focal indígena en el secretariado de la CMNUCC.

d) Posesione a representantes de los Pueblos Indígenas en los mecanismos de financiamiento de la CMNUCC en consulta con los Pueblos Indígenas.

e) Tome las medidas necesarias para asegurar la part icipación completa y efectiva de comunidades indígenas y locales en la formulación, implementación y seguimiento de act ividades , mit igación y adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático.

7. Todas las iniciativas bajo el Convenio para la

Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) deben asegurar el reconocimiento y la implementación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas, incluyendo seguridad a tenencia de la tierra, propiedad, reconocimiento de titilación de la tierra de acuerdo a formas tradicionales, usos y leyes consuetudinarias y los múltiples beneficios de los bosques para el clima, los ecosistemas y los Pueblos, antes de tomar ninguna acción.

8. Desafiamos a los Estados a que abandonen las falsas

soluciones al cambio climático que impactan negativamente los derechos, tierras, aire, océanos, bosques, territorios y aguas de los Pueblos Indígenas. Estas soluciones incluyen la energía nuclear, represas de gran envergadura, técnicas de

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geoingeniería, "carbón limpio," agrocombustibles, y mecanismos basados en el mercado, como venta de carbono, el Mecanismo para el Desarrollo Limpio y compensaciones forestales. Los derechos humanos de los Pueblos Indígenas a proteger nuestros bosques y los medios de vida basados en los bosques deben ser reconocidos, respetados y asegurados.

9. Hacemos un llamado para un adecuado y directo financiamiento en los Estados desarrollados y en vías de desarrollo para un fondo a ser creado que permita la plena y efectiva participación en todos los procesos del clima, incluyendo la adaptación, mitigación, seguimiento y transferencia de tecnología apropiada de forma que se fomente nuestro empoderamiento, creación de capacidades y educación.

10. Solicitamos firmemente que las agencias apropiadas de las Naciones Unidas faciliten y financien la participación, educación y la formación de capacidades de la juventud indígena y las mujeres para asegurar su involucramiento en todos los procesos internacionales y nacionales relacionados al cambio climático.

11. Hacemos un llamado a las instituciones

financiadoras a que provean seguro contra riesgos para los Pueblos Indígenas, para permitirles recuperarse de eventos climáticos extremos.

12. Hacemos un llamado a las agencias de las Naciones

Unidas a que incluyan respuestas a los impactos del cambio climático en sus estrategias y planes de acción, en particular sus impactos sobre los Pueblos Indígenas, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), y el Foro Permanente de la Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII). En particular, llamamos a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros grupos similares en las Naciones Unidas a que establezcan un grupo de trabajo de los Pueblos Indígenas para que respondan a los impactos del cambio climático en la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria de los Pueblos Indígenas.

13. Hacemos un llamado al Programa de las Naciones

Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) para que lleve a cabo una evaluación rápida de los factores que influencian el cambio climático a corto plazo, específicamente el carbono, en vista a iniciar las negociaciones para un convenio internacional para reducir las emisiones de carbono.

14. Llamamos a los Estados a que reconozcan, respeten

e implementen los derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas, incluyendo los derechos

colectivos a la propiedad tradicional, el uso, acceso, ocupación y titulación sobre tierras tradicionales, aire, bosques, aguas, océanos, hielo del mar y lugares sagrados, así como aseguren que los de rechos a f i rmados en Tra t ados s ean implementados y reconocidos en las estrategia de planificación y las de mitigación sobre el cambio climático. En particular, los Estados deben asegurar que los Pueblos Indígenas tengan el derecho a moverse en un territorio y no ser removidos o asentados bajo fuerza lejos de sus tierras y territorios tradicionales, y que se respeten los derechos de los Pueblos a estar aislados voluntariamente. En el caso de los migrantes debido al cambio climático, programas y medidas apropiados deben responder a s u s d e r e c h o s , e s t a t u s , c o n d i c i o n e s y vulnerabilidades.

15. Llamamos a los Estados a que devuelvan y restauren

las tierras, territorios, aguas, bosques, océanos, hielo de mar y lugares sagrados que fueron quitados a los Pueblos Indígenas, limitando nuestro acceso a nuestras formas tradicionales de vida, y así causándonos el mal uso de nuestras tierras, y exponiendo nuestras tierras a actividades y condiciones que contribuyen al cambio climático.

16. Para proveer los recursos necesarios para nuestra

sobrevivencia colectiva en respuesta a la crisis climática, declaramos nuestras comunidades, aguas, aire, bosques, océanos, el hielo del mar, las tierras y territorios tradicionales como "Áreas de Soberanía Alimentaria," definidas y dirigidas por los Pueblos Indígenas de acuerdo a leyes tradicionales, libres de industrias extractivas, deforestación y producción industrial de comida basada en productos químicos (esto es, contaminantes, agrocombustibles, organismos genéticamente modificados).

Declaración de Mama Quta Ttikaka

1. Defender la soberanía alimentaria, priorizando los cultivos nativos, el consumo interno y las economías comunitarias. Mandato para que nuestras organizaciones profundicen nuestras estrategias del Buen Vivir y las ejerciten desde nuestros gobiernos comunitarios.

2. Rechazar todas las formas de parcelación, privatización, concesión, depredación y contaminación por parte de las industrias extractivas. Exigir la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, público, en lengua propia, de buena fe, a través de

las organizaciones representativas de nuestros pueblos, no solo de los proyectos sino de toda política y norma de desarrollo nacional.

3. Ratificar la organización de la Minga / Movilización Global en defensa de la Madre Tierra y de los Pueblos, contra la mercantilización de la vida (tierras, bosques, agua, mares, agrocombustibles, deuda externa), contaminación (transnacionales e x t r a c t i v a s , i n s t i t u c i o n e s f i n a n c i e r a s internacionales, transgénicos, pesticidas, consumo tóxico) y criminalización de movimientos indígenas y sociales, del 12 al 16 de octubre del 2009.

4. Construir un Tribunal de Justicia Climática que juzgue a las empresas transnacionales y los gobiernos cómplices que depredan la Madre Naturaleza, saquean nuestros bienes naturales y vulneran nuestros derechos, como el primer paso hacia una Corte Internacional sobre Delitos Ambientales. Este Tribunal se instalará los días 13 y 14 de octubre en Cochabamba, Bolivia, en el marco de la Minga Global.

5. Organizar durante la Convención de Cambio Climático de Copenhague, en diciembre 2009, una Cumbre Alternativa en defensa de la Madre Tierra para presionar por medidas efectivas, ante la hecatombe climática, como la consolidación de territorios indígenas, buen vivir y consulta y consentimiento previo, asumidos como estrategias para salvar al planeta.

6. Construir paradigmas de vida alternativos a la crisis de la civilización occidental y su modernidad colonial, a través de un Foro sobre Crisis de la Civilización Occidental, Descolonialidad, Buen Vivir, entre otros, a realizarse en Cusco, del 26 al 28 de marzo del 2010.

Page 19: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

4. Hacemos un llamado a las partes en la CMNUCC a reconocer la importancia de nuestros Conocimientos y Practicas Tradicionales al desarrollar estrategias para responder al cambio climático. Para responder al cambio climático también hacemos un llamado a la CMNUCC a que reconozca la deuda histórica y ecológica de los pueblos, al contribuir a la emisión de gases con efecto de invernadero. Llamamos a que esos países paguen su deuda histórica.

5. Hacemos un llamado al Panel Intergubernamental

sobre Cambio Climático (IPCC), la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, y otras instituciones relevantes a que apoyen a los Pueblos Indígenas para que implementen evaluaciones de cambio climático.

6. Llamamos a los grupos que toman decisiones en la CMNUCC a que establezcan conjuntamente con los Pueblos Indígenas estructuras y mecanismos para la plena y efectiva participación de los Pueblos Indígenas. Específicamente recomendamos que la CMNUCC:a) Organice en forma regular Resúmenes Técnicos a

cargo de Pueblos Indígenas sobre Conocimiento Tradicional y Cambio Climático.

b) Reconozca e involucre en calidad de asesores al Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático y sus puntos focales regionales.

c) Establezca inmediatamente un punto focal indígena en el secretariado de la CMNUCC.

d) Posesione a representantes de los Pueblos Indígenas en los mecanismos de financiamiento de la CMNUCC en consulta con los Pueblos Indígenas.

e) Tome las medidas necesarias para asegurar la part icipación completa y efectiva de comunidades indígenas y locales en la formulación, implementación y seguimiento de act ividades , mit igación y adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático.

7. Todas las iniciativas bajo el Convenio para la

Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) deben asegurar el reconocimiento y la implementación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas, incluyendo seguridad a tenencia de la tierra, propiedad, reconocimiento de titilación de la tierra de acuerdo a formas tradicionales, usos y leyes consuetudinarias y los múltiples beneficios de los bosques para el clima, los ecosistemas y los Pueblos, antes de tomar ninguna acción.

8. Desafiamos a los Estados a que abandonen las falsas

soluciones al cambio climático que impactan negativamente los derechos, tierras, aire, océanos, bosques, territorios y aguas de los Pueblos Indígenas. Estas soluciones incluyen la energía nuclear, represas de gran envergadura, técnicas de

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geoingeniería, "carbón limpio," agrocombustibles, y mecanismos basados en el mercado, como venta de carbono, el Mecanismo para el Desarrollo Limpio y compensaciones forestales. Los derechos humanos de los Pueblos Indígenas a proteger nuestros bosques y los medios de vida basados en los bosques deben ser reconocidos, respetados y asegurados.

9. Hacemos un llamado para un adecuado y directo financiamiento en los Estados desarrollados y en vías de desarrollo para un fondo a ser creado que permita la plena y efectiva participación en todos los procesos del clima, incluyendo la adaptación, mitigación, seguimiento y transferencia de tecnología apropiada de forma que se fomente nuestro empoderamiento, creación de capacidades y educación.

10. Solicitamos firmemente que las agencias apropiadas de las Naciones Unidas faciliten y financien la participación, educación y la formación de capacidades de la juventud indígena y las mujeres para asegurar su involucramiento en todos los procesos internacionales y nacionales relacionados al cambio climático.

11. Hacemos un llamado a las instituciones

financiadoras a que provean seguro contra riesgos para los Pueblos Indígenas, para permitirles recuperarse de eventos climáticos extremos.

12. Hacemos un llamado a las agencias de las Naciones

Unidas a que incluyan respuestas a los impactos del cambio climático en sus estrategias y planes de acción, en particular sus impactos sobre los Pueblos Indígenas, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), y el Foro Permanente de la Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII). En particular, llamamos a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros grupos similares en las Naciones Unidas a que establezcan un grupo de trabajo de los Pueblos Indígenas para que respondan a los impactos del cambio climático en la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria de los Pueblos Indígenas.

13. Hacemos un llamado al Programa de las Naciones

Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) para que lleve a cabo una evaluación rápida de los factores que influencian el cambio climático a corto plazo, específicamente el carbono, en vista a iniciar las negociaciones para un convenio internacional para reducir las emisiones de carbono.

14. Llamamos a los Estados a que reconozcan, respeten

e implementen los derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas, incluyendo los derechos

colectivos a la propiedad tradicional, el uso, acceso, ocupación y titulación sobre tierras tradicionales, aire, bosques, aguas, océanos, hielo del mar y lugares sagrados, así como aseguren que los de rechos a f i rmados en Tra t ados s ean implementados y reconocidos en las estrategia de planificación y las de mitigación sobre el cambio climático. En particular, los Estados deben asegurar que los Pueblos Indígenas tengan el derecho a moverse en un territorio y no ser removidos o asentados bajo fuerza lejos de sus tierras y territorios tradicionales, y que se respeten los derechos de los Pueblos a estar aislados voluntariamente. En el caso de los migrantes debido al cambio climático, programas y medidas apropiados deben responder a s u s d e r e c h o s , e s t a t u s , c o n d i c i o n e s y vulnerabilidades.

15. Llamamos a los Estados a que devuelvan y restauren

las tierras, territorios, aguas, bosques, océanos, hielo de mar y lugares sagrados que fueron quitados a los Pueblos Indígenas, limitando nuestro acceso a nuestras formas tradicionales de vida, y así causándonos el mal uso de nuestras tierras, y exponiendo nuestras tierras a actividades y condiciones que contribuyen al cambio climático.

16. Para proveer los recursos necesarios para nuestra

sobrevivencia colectiva en respuesta a la crisis climática, declaramos nuestras comunidades, aguas, aire, bosques, océanos, el hielo del mar, las tierras y territorios tradicionales como "Áreas de Soberanía Alimentaria," definidas y dirigidas por los Pueblos Indígenas de acuerdo a leyes tradicionales, libres de industrias extractivas, deforestación y producción industrial de comida basada en productos químicos (esto es, contaminantes, agrocombustibles, organismos genéticamente modificados).

Declaración de Mama Quta Ttikaka

1. Defender la soberanía alimentaria, priorizando los cultivos nativos, el consumo interno y las economías comunitarias. Mandato para que nuestras organizaciones profundicen nuestras estrategias del Buen Vivir y las ejerciten desde nuestros gobiernos comunitarios.

2. Rechazar todas las formas de parcelación, privatización, concesión, depredación y contaminación por parte de las industrias extractivas. Exigir la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, público, en lengua propia, de buena fe, a través de

las organizaciones representativas de nuestros pueblos, no solo de los proyectos sino de toda política y norma de desarrollo nacional.

3. Ratificar la organización de la Minga / Movilización Global en defensa de la Madre Tierra y de los Pueblos, contra la mercantilización de la vida (tierras, bosques, agua, mares, agrocombustibles, deuda externa), contaminación (transnacionales e x t r a c t i v a s , i n s t i t u c i o n e s f i n a n c i e r a s internacionales, transgénicos, pesticidas, consumo tóxico) y criminalización de movimientos indígenas y sociales, del 12 al 16 de octubre del 2009.

4. Construir un Tribunal de Justicia Climática que juzgue a las empresas transnacionales y los gobiernos cómplices que depredan la Madre Naturaleza, saquean nuestros bienes naturales y vulneran nuestros derechos, como el primer paso hacia una Corte Internacional sobre Delitos Ambientales. Este Tribunal se instalará los días 13 y 14 de octubre en Cochabamba, Bolivia, en el marco de la Minga Global.

5. Organizar durante la Convención de Cambio Climático de Copenhague, en diciembre 2009, una Cumbre Alternativa en defensa de la Madre Tierra para presionar por medidas efectivas, ante la hecatombe climática, como la consolidación de territorios indígenas, buen vivir y consulta y consentimiento previo, asumidos como estrategias para salvar al planeta.

6. Construir paradigmas de vida alternativos a la crisis de la civilización occidental y su modernidad colonial, a través de un Foro sobre Crisis de la Civilización Occidental, Descolonialidad, Buen Vivir, entre otros, a realizarse en Cusco, del 26 al 28 de marzo del 2010.

Page 20: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

Por acuerdo de la IV Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades

Indígenas del Abya Yala, y en coordinación con un conjunto de

organizaciones del movimiento social y ambientalista, se constituyó el

Tribunal Internacional de Justicia Climática (TIJC), cuya Primera Audiencia

se realizó los días 13 y 14 de octubre del 2009 en la ciudad de Cochabamba,

Bolivia, en el marco de la Minga Global por la Madre Tierra. Al término de la

Audiencia, el TICJ emitió un conjunto de observaciones y recomendaciones

que reseñamos aquí brevemente.

Tribunal Internacional de Justicia Climática

Derechos vulnerados

El sistema económico capitalista ha generado el cambio climático. Los acuerdos internacionales sobre comercio, finanzas e inversiones impulsan la expansión de los sectores industriales de uso intensivo de energía fósil y otros recursos naturales, así como la expansión de la agricultura y ganadería industrial (incluyendo monocultivos). Todas estas actividades liberan grandes cantidades de carbono y contribuyen a la destrucción de bosques que regulan el clima. El Cambio Climático es un Crimen de Lesa Humanidad. Y por su gravedad, es un Crimen de Lesa Naturaleza.

Los grupos más vulnerables son violentados por el Cambio Climático en los siguientes Derechos:

lDerecho a la vida y a la seguridad: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad

2120

Fundamentos del TIJC

La iniciativa de este Tribunal responde a la necesidad de dar respuesta a una ausencia de mecanismos e

instituciones que sancionen los crímenes climáticos a cuyos extremos se ha llegado en estos tiempos. No tiene

carácter estatal vinculante, pues su constitución y funcionamiento no se originan en el poder judicial sino en la

sociedad civil organizada. Sus resoluciones buscan implicaciones éticas y políticas y se proyectan a construir

la fuerza necesaria que interpele a los gobiernos y las entidades multilaterales a asumir sus responsabilidades

en el marco de la equidad y la justicia climática.

Nos inspiramos en las iniciativas de los pueblos para establecer Tribunales Éticos de Opinión, como el Tribunal

Russell (1967), establecido para juzgar y condenar los crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos en

Vietnam y que luego (1974-1976) enjuició los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por

las dictaduras en América así como, en el Tribunal Permanente de los Pueblos, creado en 1979 y que ha

anticipado y respaldado las luchas de los pueblos contra las violaciones de sus derechos fundamentales.

Asimismo nos inspiramos en el trabajo de numerosos tribunales independientes como el Tribunal

Internacional de los Pueblos sobre la Deuda y el Tribunal del Agua.

de su persona." (Declaración Universal de los Derechos Humanos, DUDH, Artículo 3).

Derecho a la salud: "Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental." (Pacto Internacional De Derechos Económicos, Sociales y Culturales, PIDESC, Artículo 12).

Derecho al agua: "El derecho humano al agua otorga derecho a todos a contar con agua suficiente, a precio asequible, físicamente accesible, segura y de calidad aceptable para usos personales y domésticos" (Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Comentario General 15).

Derecho a la alimentación: "Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho

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fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre..." (PIDESC, Artículo 11).

Derecho a un nivel de vida adecuado: 'Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda...' (DUDH, Art. 25).

Derecho a la subsistencia: "En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia." (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, PIDCP, Artículo 1.2 y PIDESC, Artículo 1.2).

Derecho a la libre determinación: "Todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales..." (PIDCP, Articulo 1); "Todos los pueblos t ienen el derecho de l ibre determinación..." (PIDESC, Art. 1).

Derecho a la cultura: "Toda persona tiene el derecho de participar en la vida cultural de la comunidad..." (DADDH, Articulo 13); "No se negará a las personas que pertenezcan a minorías (étnicas, religiosas o lingüísticas) el derecho que les corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural." (PIDCP, Artículo 27) y la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.

Derecho a la propiedad: "Toda persona tiene derecho a la propiedad privada correspondiente a las

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necesidades esenciales de una vida decorosa, que contribuya a mantener la dignidad de la persona y del hogar" (DADDH, Articulo 23); "Toda persona tiene d e r e c h o a l a p r o p i e d a d , i n d i v i d u a l y colectivamente." (DUDH, Articulo 17).

Derecho de libertad de movimiento y residencia: "Toda persona tiene el derecho de fijar su residencia en el territorio del Estado de que es nacional, de transitar por él libremente y no abandonarlo sino por su voluntad." (DADDH, Articulo 8).

Derechos de la Mujer: "Los Estados Partes tendrán en cuenta los problemas especiales a los que hace frente la mujer rural y el importante papel que desempeña en la supervivencia económica de su familia." (CEDAW, por sus siglas en inglés, Artículo 14).

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Page 21: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

Por acuerdo de la IV Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades

Indígenas del Abya Yala, y en coordinación con un conjunto de

organizaciones del movimiento social y ambientalista, se constituyó el

Tribunal Internacional de Justicia Climática (TIJC), cuya Primera Audiencia

se realizó los días 13 y 14 de octubre del 2009 en la ciudad de Cochabamba,

Bolivia, en el marco de la Minga Global por la Madre Tierra. Al término de la

Audiencia, el TICJ emitió un conjunto de observaciones y recomendaciones

que reseñamos aquí brevemente.

Tribunal Internacional de Justicia Climática

Derechos vulnerados

El sistema económico capitalista ha generado el cambio climático. Los acuerdos internacionales sobre comercio, finanzas e inversiones impulsan la expansión de los sectores industriales de uso intensivo de energía fósil y otros recursos naturales, así como la expansión de la agricultura y ganadería industrial (incluyendo monocultivos). Todas estas actividades liberan grandes cantidades de carbono y contribuyen a la destrucción de bosques que regulan el clima. El Cambio Climático es un Crimen de Lesa Humanidad. Y por su gravedad, es un Crimen de Lesa Naturaleza.

Los grupos más vulnerables son violentados por el Cambio Climático en los siguientes Derechos:

lDerecho a la vida y a la seguridad: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad

2120

Fundamentos del TIJC

La iniciativa de este Tribunal responde a la necesidad de dar respuesta a una ausencia de mecanismos e

instituciones que sancionen los crímenes climáticos a cuyos extremos se ha llegado en estos tiempos. No tiene

carácter estatal vinculante, pues su constitución y funcionamiento no se originan en el poder judicial sino en la

sociedad civil organizada. Sus resoluciones buscan implicaciones éticas y políticas y se proyectan a construir

la fuerza necesaria que interpele a los gobiernos y las entidades multilaterales a asumir sus responsabilidades

en el marco de la equidad y la justicia climática.

Nos inspiramos en las iniciativas de los pueblos para establecer Tribunales Éticos de Opinión, como el Tribunal

Russell (1967), establecido para juzgar y condenar los crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos en

Vietnam y que luego (1974-1976) enjuició los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por

las dictaduras en América así como, en el Tribunal Permanente de los Pueblos, creado en 1979 y que ha

anticipado y respaldado las luchas de los pueblos contra las violaciones de sus derechos fundamentales.

Asimismo nos inspiramos en el trabajo de numerosos tribunales independientes como el Tribunal

Internacional de los Pueblos sobre la Deuda y el Tribunal del Agua.

de su persona." (Declaración Universal de los Derechos Humanos, DUDH, Artículo 3).

Derecho a la salud: "Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental." (Pacto Internacional De Derechos Económicos, Sociales y Culturales, PIDESC, Artículo 12).

Derecho al agua: "El derecho humano al agua otorga derecho a todos a contar con agua suficiente, a precio asequible, físicamente accesible, segura y de calidad aceptable para usos personales y domésticos" (Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Comentario General 15).

Derecho a la alimentación: "Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho

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fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre..." (PIDESC, Artículo 11).

Derecho a un nivel de vida adecuado: 'Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda...' (DUDH, Art. 25).

Derecho a la subsistencia: "En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia." (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, PIDCP, Artículo 1.2 y PIDESC, Artículo 1.2).

Derecho a la libre determinación: "Todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales..." (PIDCP, Articulo 1); "Todos los pueblos t ienen el derecho de l ibre determinación..." (PIDESC, Art. 1).

Derecho a la cultura: "Toda persona tiene el derecho de participar en la vida cultural de la comunidad..." (DADDH, Articulo 13); "No se negará a las personas que pertenezcan a minorías (étnicas, religiosas o lingüísticas) el derecho que les corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural." (PIDCP, Artículo 27) y la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.

Derecho a la propiedad: "Toda persona tiene derecho a la propiedad privada correspondiente a las

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necesidades esenciales de una vida decorosa, que contribuya a mantener la dignidad de la persona y del hogar" (DADDH, Articulo 23); "Toda persona tiene d e r e c h o a l a p r o p i e d a d , i n d i v i d u a l y colectivamente." (DUDH, Articulo 17).

Derecho de libertad de movimiento y residencia: "Toda persona tiene el derecho de fijar su residencia en el territorio del Estado de que es nacional, de transitar por él libremente y no abandonarlo sino por su voluntad." (DADDH, Articulo 8).

Derechos de la Mujer: "Los Estados Partes tendrán en cuenta los problemas especiales a los que hace frente la mujer rural y el importante papel que desempeña en la supervivencia económica de su familia." (CEDAW, por sus siglas en inglés, Artículo 14).

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Miembros del Jurado

Casos examinados

1. "Violaciones de los derechos humanos resultantes del calentamiento global por actos y omisiones de los países incluidos en el Anexo I de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)". Presentado por la comunidad Khapi, La Paz, Bolivia.

2. "Víctimas del cambio climático y de la negligencia del Estado Salvadoreño, en comunidades empobrecidas de la zona norte del municipio de Jiquilisco". Presentado por la Asociación de Comunidades Unidas del Bajo Lempa (ACUDESBAL), El Salvador.

3. "FACE PROFAFOR", demanda contra la fundación holandesa Forest Absorbing Carbon Emissions (Bosques para la Absorción de Emisiones de Dióxido de Carbono, FACE) y otros. Presenta Acción Ecológica de Ecuador.

4. "Los impactos climáticos causados por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)", demanda presentada contra los tres miembros de la Coordinación Técnica del IIRSA (el Banco Interamericano de Desarrollo BID, la Corporación Andina de Fomento CAF, y FONPLATA), así como a entidades financieras como el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil BNDES, la Unión Europea, Banco Santander. Presenta la Fundación Puente Entre Culturas, Bolivia.

5. "Violación de los Derechos Humanos, Ambientales, Culturales y Laborales por la implementación de la falsa solución al cambio climático, Agrocombustible-Etanol con base en caña de azúcar en el Valle del Río Cauca". Demanda al gobierno de Colombia presentada por los Cortadores de Caña de Azúcar del Cauca, Colombia.

6. "Niños y niñas con exceso de plomo en sangre en Cerro de Pasco (Perú) por gases y partículas contaminantes", demanda contra la Compañía Minera Volcán S.A. y al Estado de Perú. Presenta la Asociación Civil Centro de Cultura Popular Labor, Cerro de Pasco, Perú.

7. "DOE RUN PERU", demanda contra el gobierno peruano y a la empresa Doe Run Perú, que funde y refina metales, por la contaminación en la región de Junín. Presenta el caso CooperAccion, Perú.

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Derechos del niño y niña: "Todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida... Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño." (Convención sobre los Derechos del Niño, Artículo 6).

Derecho a un medio ambiente sano: "Los seres humanos: Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza." (Declaración de Río, principio 1).

Derecho a la consulta previa: (art 6, 13 y 14, Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT).

Derechos de los Pueblos Indígenas (Establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas).

Derechos a la manifestación pública y libre asociación (PIDCP).

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Los derechos contra el racismo y la discriminación (Establecidos en la Declaración del CERD de las Naciones Unidas y en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial).

Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador".

Derecho al trabajo.

Varias constituciones nacionales.

El TIJC constató que el cambio climático profundiza injusticias existentes, en particular, la discriminación contra los pueblos y naciones indígenas y las mujeres. Esto porque la aplicación del modelo de desarrollo extractivista y exportador -perpetuado por gobiernos y corporaciones transnacionales- está provocando

conflictos sistemáticos y permanentes con los derechos colectivos, el mal uso del territorio y la violación de los derechos de la naturaleza. Asimismo con el Derecho Mayor o Derecho Propio Tradicional de la sabiduría y el conocimiento ancestral indígena para el manejo de todo lo material y espiritual, cuyo cumplimiento garantice el equilibrio de la Pachamama y la permanencia de la vida. Constató, asimismo, que la criminalización y persecución de la lucha social y por la justicia climática se ha convertido en un hecho sistemático y permanente.

Los responsables

La Audiencia puso en evidencia la responsabilidad de gobiernos, instituciones financieras internacionales incluyendo el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, el Fonplata, el Fondo Monetario Internacional, otros bancos, corporaciones transnacionales y otros actores, en promover la expoliación de la Madre Tierra y el cambio climático a través del otorgamiento de créditos, asesoría técnica, condicionalidades y otras políticas que contribuyen a la configuración, imposición y mantenimiento de un modelo de producción y de consumo, llamado de desarrollo, que genera deuda financiera, ecológica y social, y es insustentable.

Esta responsabilidad fue denunciada sobre todo, en relación al diseño e implementación de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que incluye más de 500 proyectos, incluidos la construcción de la carretera bioceánica Santa Cruz-Puerto Suárez, la construcción

de una mega represa hidroeléctrica sobre el Río Madeira, la expansión de la industria minera en el Perú, como en los casos de Cerro de Pasco y La Oroya, y de la agroindustria exportadora en El Salvador. Estos proyectos no sólo contribuyen a la profundización del modelo generador del cambio climático, sino que aumentan significativamente la vulnerabilidad de las comunidades afectadas a sus impactos.

Se constató también el rol de algunos gobiernos, Instituciones Financieras Internacionales, empresas e intereses corporativos en promover y financiar falsas soluciones al cambio climático, incluyendo la implantación en Ecuador del monocultivo de árboles por parte de la empresa holandesa FACE, a fin de generar créditos de carbono para compensar la no-reducción de emisiones en el Norte, y la expansión del cultivo de la caña de azúcar en el Valle de Cauca, de Colombia, para la producción de agrocombustibles. Estas falsas soluciones no sólo conllevan graves impactos sociales y ecológicos, incluyendo el uso indiscriminado de agua, la afectación de ecosistemas estratégicos, el desplazamiento de comunidades, hambruna, enfermedades asociadas a las quemas y uso de agroquímicos y la criminalización de aquellas personas y organizaciones que buscan defender sus derechos y los de la naturaleza, sino que además incrementan la crisis climática al no ofrecer soluciones reales a la crisis energética aumentando las emisiones de efecto invernadero. En estos casos, se ha constatado la poca pertinencia de las llamadas "soluciones de mercado" para resolver los problemas derivados del cambio climático.

Brid Brennan, Coordinadora del Programa Regionalismos Alternativos del Instituto Transnacional (TNI), (Holanda).Nora Cortiñas, integrante de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora (Argentina).

Beverly Keene, Coordinadora de la Red Tricontinental Jubileo Sur (Argentina).

Tom Kucharz, miembro de la Secretaría Confederal de Ecologistas en Acción y de la Campaña "¿Quién debe a quién?" (España).

Alicia Muñoz, Presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) y de la Vía Campesina (Chile).

Ricardo Arnoldo Navarro Pineda, Co fundador del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA-Amigos de la Tierra) (El Salvador).

Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) (Perú).

Joseph Henry Vogel, Catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico-Río Piedras y de la FLACSO-Ecuador (Puerto Rico).

Page 23: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

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Miembros del Jurado

Casos examinados

1. "Violaciones de los derechos humanos resultantes del calentamiento global por actos y omisiones de los países incluidos en el Anexo I de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)". Presentado por la comunidad Khapi, La Paz, Bolivia.

2. "Víctimas del cambio climático y de la negligencia del Estado Salvadoreño, en comunidades empobrecidas de la zona norte del municipio de Jiquilisco". Presentado por la Asociación de Comunidades Unidas del Bajo Lempa (ACUDESBAL), El Salvador.

3. "FACE PROFAFOR", demanda contra la fundación holandesa Forest Absorbing Carbon Emissions (Bosques para la Absorción de Emisiones de Dióxido de Carbono, FACE) y otros. Presenta Acción Ecológica de Ecuador.

4. "Los impactos climáticos causados por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)", demanda presentada contra los tres miembros de la Coordinación Técnica del IIRSA (el Banco Interamericano de Desarrollo BID, la Corporación Andina de Fomento CAF, y FONPLATA), así como a entidades financieras como el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil BNDES, la Unión Europea, Banco Santander. Presenta la Fundación Puente Entre Culturas, Bolivia.

5. "Violación de los Derechos Humanos, Ambientales, Culturales y Laborales por la implementación de la falsa solución al cambio climático, Agrocombustible-Etanol con base en caña de azúcar en el Valle del Río Cauca". Demanda al gobierno de Colombia presentada por los Cortadores de Caña de Azúcar del Cauca, Colombia.

6. "Niños y niñas con exceso de plomo en sangre en Cerro de Pasco (Perú) por gases y partículas contaminantes", demanda contra la Compañía Minera Volcán S.A. y al Estado de Perú. Presenta la Asociación Civil Centro de Cultura Popular Labor, Cerro de Pasco, Perú.

7. "DOE RUN PERU", demanda contra el gobierno peruano y a la empresa Doe Run Perú, que funde y refina metales, por la contaminación en la región de Junín. Presenta el caso CooperAccion, Perú.

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Derechos del niño y niña: "Todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida... Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño." (Convención sobre los Derechos del Niño, Artículo 6).

Derecho a un medio ambiente sano: "Los seres humanos: Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza." (Declaración de Río, principio 1).

Derecho a la consulta previa: (art 6, 13 y 14, Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT).

Derechos de los Pueblos Indígenas (Establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas).

Derechos a la manifestación pública y libre asociación (PIDCP).

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Los derechos contra el racismo y la discriminación (Establecidos en la Declaración del CERD de las Naciones Unidas y en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial).

Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador".

Derecho al trabajo.

Varias constituciones nacionales.

El TIJC constató que el cambio climático profundiza injusticias existentes, en particular, la discriminación contra los pueblos y naciones indígenas y las mujeres. Esto porque la aplicación del modelo de desarrollo extractivista y exportador -perpetuado por gobiernos y corporaciones transnacionales- está provocando

conflictos sistemáticos y permanentes con los derechos colectivos, el mal uso del territorio y la violación de los derechos de la naturaleza. Asimismo con el Derecho Mayor o Derecho Propio Tradicional de la sabiduría y el conocimiento ancestral indígena para el manejo de todo lo material y espiritual, cuyo cumplimiento garantice el equilibrio de la Pachamama y la permanencia de la vida. Constató, asimismo, que la criminalización y persecución de la lucha social y por la justicia climática se ha convertido en un hecho sistemático y permanente.

Los responsables

La Audiencia puso en evidencia la responsabilidad de gobiernos, instituciones financieras internacionales incluyendo el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, el Fonplata, el Fondo Monetario Internacional, otros bancos, corporaciones transnacionales y otros actores, en promover la expoliación de la Madre Tierra y el cambio climático a través del otorgamiento de créditos, asesoría técnica, condicionalidades y otras políticas que contribuyen a la configuración, imposición y mantenimiento de un modelo de producción y de consumo, llamado de desarrollo, que genera deuda financiera, ecológica y social, y es insustentable.

Esta responsabilidad fue denunciada sobre todo, en relación al diseño e implementación de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que incluye más de 500 proyectos, incluidos la construcción de la carretera bioceánica Santa Cruz-Puerto Suárez, la construcción

de una mega represa hidroeléctrica sobre el Río Madeira, la expansión de la industria minera en el Perú, como en los casos de Cerro de Pasco y La Oroya, y de la agroindustria exportadora en El Salvador. Estos proyectos no sólo contribuyen a la profundización del modelo generador del cambio climático, sino que aumentan significativamente la vulnerabilidad de las comunidades afectadas a sus impactos.

Se constató también el rol de algunos gobiernos, Instituciones Financieras Internacionales, empresas e intereses corporativos en promover y financiar falsas soluciones al cambio climático, incluyendo la implantación en Ecuador del monocultivo de árboles por parte de la empresa holandesa FACE, a fin de generar créditos de carbono para compensar la no-reducción de emisiones en el Norte, y la expansión del cultivo de la caña de azúcar en el Valle de Cauca, de Colombia, para la producción de agrocombustibles. Estas falsas soluciones no sólo conllevan graves impactos sociales y ecológicos, incluyendo el uso indiscriminado de agua, la afectación de ecosistemas estratégicos, el desplazamiento de comunidades, hambruna, enfermedades asociadas a las quemas y uso de agroquímicos y la criminalización de aquellas personas y organizaciones que buscan defender sus derechos y los de la naturaleza, sino que además incrementan la crisis climática al no ofrecer soluciones reales a la crisis energética aumentando las emisiones de efecto invernadero. En estos casos, se ha constatado la poca pertinencia de las llamadas "soluciones de mercado" para resolver los problemas derivados del cambio climático.

Brid Brennan, Coordinadora del Programa Regionalismos Alternativos del Instituto Transnacional (TNI), (Holanda).Nora Cortiñas, integrante de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora (Argentina).

Beverly Keene, Coordinadora de la Red Tricontinental Jubileo Sur (Argentina).

Tom Kucharz, miembro de la Secretaría Confederal de Ecologistas en Acción y de la Campaña "¿Quién debe a quién?" (España).

Alicia Muñoz, Presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) y de la Vía Campesina (Chile).

Ricardo Arnoldo Navarro Pineda, Co fundador del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA-Amigos de la Tierra) (El Salvador).

Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) (Perú).

Joseph Henry Vogel, Catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico-Río Piedras y de la FLACSO-Ecuador (Puerto Rico).

Page 24: Reciprocidad para el Buen Vivir.pdf

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Recomendaciones

1. Profundizar el examen de: las causas, impactos y consecuencias del Cambio Climático; la criminal ausencia de respuestas adecuadas y oportunas de parte de los gobiernos de los países desarrollados, corporaciones transnacionales, instituciones financieras internacionales y otros;las falsas soluciones que estos mismos actores ofrecen.

2. Presentar los casos ante los Defensores del Pueblo, el sistema interamericano de derechos humanos, las Fiscalías Generales de la Nación y la Comisión de Derechos Humanos de las NNUU.

3. Exigir a los gobiernos de los países industrializados del Norte la reparación de la deuda climática y ecológica que han venido acumulando históricamente.

4. Exigir con urgencia a los gobiernos:La no-mercantilización de la vida y de la naturaleza y la aplicación del principio de precaución en relación a las "falsas soluciones" al cambio climático.Suspender la participación en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).La no-generación de nuevo endeudamiento como respuesta a la crisis financiera y económica planteada.

5. A todos los Gobiernos que asuman la propuesta presentada en las negociaciones de la CMNUCC, por el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia junto con otros países, referente al reconocimiento y pago de la Deuda Climática y la creación de un Fondo Internacional de Justicia Climática bajo el control democrático y transparente de las Naciones Unidas.

6. Avanzar en la profundización y construcción de una Declaración de los Derechos de la Madre Tierra.

7. Apoyar la propuesta del Presidente Evo Morales de instaurar un Tribunal de Justicia Climática en el sistema multilateral de las NNUU.

8. Iniciar procesos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por crímenes ecológicos y de víctimas de Cambio Climático.

9. A la CIDH, que promueva consultas en las regiones de las comunidades más afectadas por el Cambio Climático, a fin de recopilar las denuncias y avanzar en la sanción de los responsables y medidas reparatorias.

10. A las Naciones Unidas, así como a los Estados, que se investiguen los impactos de la industria extractiva sobre el Cambio Climático.

11. A las Naciones Unidas, que trabajen sobre una Declaración de los Derechos de la Madre Naturaleza.

12. A los Gobiernos, a las asociaciones de abogados y jueces, a las Fiscalías del Estado, al sistema Interamericano y las instancias de la ONU, estudiar las bases legales para juzgar los casos de violaciones de Derechos Humanos por los efectos del Cambio Climático, como Crímenes de Lesa Humanidad.

13. A los gobiernos responsables, que pongan fin a la violación sistemática de derechos y a la criminalización de quienes activan por los derechos humanos y ambientales.

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Recomendaciones

1. Profundizar el examen de: las causas, impactos y consecuencias del Cambio Climático; la criminal ausencia de respuestas adecuadas y oportunas de parte de los gobiernos de los países desarrollados, corporaciones transnacionales, instituciones financieras internacionales y otros;las falsas soluciones que estos mismos actores ofrecen.

2. Presentar los casos ante los Defensores del Pueblo, el sistema interamericano de derechos humanos, las Fiscalías Generales de la Nación y la Comisión de Derechos Humanos de las NNUU.

3. Exigir a los gobiernos de los países industrializados del Norte la reparación de la deuda climática y ecológica que han venido acumulando históricamente.

4. Exigir con urgencia a los gobiernos:La no-mercantilización de la vida y de la naturaleza y la aplicación del principio de precaución en relación a las "falsas soluciones" al cambio climático.Suspender la participación en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).La no-generación de nuevo endeudamiento como respuesta a la crisis financiera y económica planteada.

5. A todos los Gobiernos que asuman la propuesta presentada en las negociaciones de la CMNUCC, por el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia junto con otros países, referente al reconocimiento y pago de la Deuda Climática y la creación de un Fondo Internacional de Justicia Climática bajo el control democrático y transparente de las Naciones Unidas.

6. Avanzar en la profundización y construcción de una Declaración de los Derechos de la Madre Tierra.

7. Apoyar la propuesta del Presidente Evo Morales de instaurar un Tribunal de Justicia Climática en el sistema multilateral de las NNUU.

8. Iniciar procesos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por crímenes ecológicos y de víctimas de Cambio Climático.

9. A la CIDH, que promueva consultas en las regiones de las comunidades más afectadas por el Cambio Climático, a fin de recopilar las denuncias y avanzar en la sanción de los responsables y medidas reparatorias.

10. A las Naciones Unidas, así como a los Estados, que se investiguen los impactos de la industria extractiva sobre el Cambio Climático.

11. A las Naciones Unidas, que trabajen sobre una Declaración de los Derechos de la Madre Naturaleza.

12. A los Gobiernos, a las asociaciones de abogados y jueces, a las Fiscalías del Estado, al sistema Interamericano y las instancias de la ONU, estudiar las bases legales para juzgar los casos de violaciones de Derechos Humanos por los efectos del Cambio Climático, como Crímenes de Lesa Humanidad.

13. A los gobiernos responsables, que pongan fin a la violación sistemática de derechos y a la criminalización de quienes activan por los derechos humanos y ambientales.

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