3 las epistolas joanicas

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Primera Epístola de Juan

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Autor : Juan, el apóstol.

Fecha y lugar: Indeterminados. Probablemente desde

Éfeso, hacia finales del primer siglo.


Destinatarios: La Iglesia en general,

ya que no tiene saludos, despedidas u otras alusiones personales; por lo tanto,

pertenece a las epístolas generales.

Llama a los creyentes con apelativos cariñosos como "hijitos míos" y "amados"

Obispado del Apostol Juan

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Propósito: El autor menciona cuatro razones para escribir esta carta a los creyentes:

Para aumentar su gozo (1:4) Para guardarlos del pecado (2:1)

Para advertirles acerca de los falsos maestros (2:26)

Para fortalecer su fe en Cristo y para darles seguridad de la vida eterna (5:13)


Tema Central: Dios es vida, luz y amor

perfecto. Su carácter constriñe a

los creyentes a vivir en santidad y con amor fraternal.

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Palabras Claves

Comunión,

Saber

Amor

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Particularidad. Puede ser llamada la "carta de las certezas".

Comienza con una declaración positiva del conocimiento personal de Cristo (1:1 - 3).

Da un gran énfasis al conocimiento espiritual que los creyentes pueden obtener.

La palabra clave saber" o su equivalente aparece más de 30 veces.

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Perspectiva Literaria Perspectiva Pastoral

Discurso Teológico. La 1era epístola de San Juan podría clasificarse como un sermón o un discurso teológico. Razones:

La ausencia de la mención de autor, destinatario, encabezamiento, saludos y despedida.

Una Carta Pastoral. El cristianismo ha reconocido en este documento una carta pastoral dirigida a las congregaciones de Asia Menor. Presenta: Instrucción y consejos

que las ayudaran a vivir en el testimonio de su fe en Jesucristo «venido en carne» (4.2–3).


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Fecha y lugar de redacción Tradicionalmente se ha admitido que fue escrita en

Éfeso, alrededor de los años 90. Su autor Fue Juan el Apostol, como también de 2 y 3 de Juan.

Relación con el Evangelio de Juan. 1era de Juan está muy cerca del Evangelio según

San Juan, tanto por razones de redacción como por la ternura que transmite.

Comunica un acento cálido tan claramente perceptible en expresiones como «hijitos» o «hijitos míos» (2.1, 12, 13, 18 y 28; cf. Jn 3.33; 21.5) y en los frecuentes apuntes «os escribo» y «os escribo a vosotros» (2.7–26; 5.13).

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PropósitoEl estilo literario es repetitivo.

Los diversos temas, luego de una exposición inicial (1.5–2.29), reaparecen por segunda (3.1–4.6) y aun por tercera vez (4.7–5.12).

Esta insistencia en los elementos temáticos sucede por la inquietud del autor ante la presencia de ciertos elementos extraños que en diferentes lugares estaban perturbando la fe y la comunión de los creyentes.

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No dice el autor cuáles eran las doctrinas ni las personas causantes de su preocupación. Probablemente de las enseñanzas que, bajo el nombre

genérico de «gnosticismo», comenzaban por entonces a infiltrarse en círculos cristianos de Asia Menor.

Lo mismo que el cuarto evangelio, también 1 Juan manifiesta el propósito que persigue su autor. Es un testimonio «tocante al Verbo de vida» (1.1; cf. Jn

1.1), Una confesión de fe escrita «para que vuestro gozo sea

completo» (1.4), «para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios» (5.13. Cf. Jn 20.31).

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Contenido y estructura. Una variedad de expresiones dan carácter a la carta,

Afirma la divinidad de Jesucristo (1.2, 3–7; 2.22–23; 4.2, 8, 14; etc.)Enuncia la filiación divina del creyente (3.1–2, 9–10; etc.)Reprueba la conducta de los «anticristos» (2.18–19, 22; 4.3)Revela que la justicia de Dios se resuelve en el hecho esencial de su amor, demostrado al entregar a su Hijo en «propiciación por nuestros pecados» (2.1–2; 3.5; 4.8–10, 16–17).

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Los «anticristos» de Juan son: falsos profetas que niegan la divinidad de Jesús y

su misión redentora.Juan exhorta a los cristianos a permanecer

en la relación de amor y vida que es la comunión con Dios, concretada en la realidad inmediata del amor fraternal (2.9–11; 3.9–12, 14–18, 23; 4.7–8, 11–12, 16–21).

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Vocabulario y locucionesRecuerdan el lenguaje del cuarto evangelio

Somos llamados hijos de Dios (3.1–2, 10) Somos nacidos de Dios (3.9) Debemos permanecer en Dios (2.24, 27–29; 3.24;

4.7, 16; etc.) El tener al Padre (o tener al Hijo) es poseer la

vida eterna (2.23; 5.12–13).

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Uso de Imágenes literarias. Tanto en la carta y el evangelio se hallan varios conceptos e imágenes, presentados a menudo en forma de antítesis: Luz-tinieblas (1.5–7; 2.8–11; cf. Jn 1.5; 8.12; etc.) Verdad-mentira (1.6, 8; 2.21; cf. Jn 8.44) Vida-muerte (3.14; 5.12; cf. Jn 5.24–25) Hijos de Dios-hijos del diablo (3.10; cf. Jn 8.44).

Es característico de la epístola y del evangelio el uso de la palabra «verbo» para referirse al Hijo de Dios hecho hombre (1.1; cf. Jn 1.1–5,14).

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Intención del autor: A a traves de estas imágenes el autor intenta

explicar en qué consiste el conocimiento que el cristiano tiene de Dios: Dios es amor, y amar es conocer a Dios (4.7–12, 16, 21) con un conocimiento que ha sido revelado en «Jesucristo.

Este es el verdadero Dios y la vida eterna» (5.20).

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Esquema del contenido:

Prólogo: El Verbo de vida

Primer desarrollo temático

Segundo desarrollo temático

Tercer desarrollo temático

• 1.1–4

• 1.5–2.29

• 3.1–4.6

• 4.7–5.12

• 5.13–21Epilogo: El conocimiento de la vida eterna

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Segunda Epístola de Juan

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Destinatarios: La "Señora escogida y sus hijos". Algunos creen que

esto se refiere a una mujer cristiana y su familia que vivían en Efeso; otros que es la personificación de la iglesia y sus miembros. Si la primera suposición es correcta, este sería el único libro en el Nuevo Testamento dirigido a una mujer.

Propósito: La epístola fue escrita aparentemente para advertir a

amigos contra la herejía y la asociación con falsos maestros.

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Palabras Claves: Amor y Verdad

Amor

Verdad


“El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad…. Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor”.

2 Juan 1:1-3

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Fecha y lugar de redacciónEl autor prefiere silenciar su propio nombre e

identificarse simplemente como «el anciano» (v. 1; cf. 3 Jn 1).

Sin aportar señal alguna de identidad, dirige la carta a una cierta «señora elegida y a sus hijos» (v. 1, 5), No existe un consenso claro que corresponda a

una dama y su familia en particular, sino a toda una comunidad cristiana: quizás a alguno de los pequeños núcleos surgidos cerca de ciudad de Éfeso, en la provincia romana de Asia, durante la última década del primer siglo.

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El título de «anciano» («presbítero» en griego) Puede significar tanto que su edad era avanzada

en el momento de redactarla como que era un ministro o dirigente de la iglesia.

Este «anciano» se ha visto tradicionalmente al apóstol Juan, a quien se ha atribuido la autoría de las tres epístolas juaninas.

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Propósito: Prevención. Prevenir a un grupo de creyentes sobre las

enseñanzas de ciertos «engañadores», falsos maestros que andaban predicando doctrinas contrarias a la divinidad de Jesucristo, negando la encarnación del Hijo de Dios y haciéndose acreedores a la calificación de «anticristos» (v. 7).

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Exhortación. Juan exhorta a los cristianos a: Permanecer firmes en la verdad, por cuanto la verdad

permanece en ellos para siempre (v. 1–2, 4). Mantenerse unidos por el vínculo del amor, que es el

mandamiento dado por Dios «desde el principio» (v. 4–6).

A perseverar en la «doctrina de Cristo», pues así el creyente «tiene al Padre y al Hijo» (v. 9), es decir, está en comunión con Dios.

Firmeza en la Verdad

Unidad en amor

Perseverar en la

doctrina

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Salutación (1–3)

Permaneced en la doctrina de Cristo (4–11)

Espero ir a vosotros (12–13)

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Tercera Epístola de Juan

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Destinatario: Gayo. Parece ser que es la misma persona a la cual Pablo se refiere en Romanos 16:23, pero no hay certeza acerca de esto.

Pensamiento clave: La hospitalidad cristiana.

Texto Clave: 1:8

"Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad."

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Contenido Esta carta está dirigida a Gayo, un cristiano de quien se

elogia la hospitalidad con que recibía a los predicadores y evangelistas que visitaban la iglesia de la cual era miembro, «especialmente a los desconocidos» (v. 5–6).

No es posible asegurar que este sea el mismo Gayo mencionado por Pablo en Ro 16.23 (cf. Hch 19.29; 1 Co 1.14), pues ese nombre era entonces bastante común; pero resulta notorio que Pablo y Juan, cada uno de por sí, destacan en alguien llamado Gayo idéntica disposición de generosidad fraternal.

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También se hace referencia en la Tercera epístola de San Juan (=3 Jn) a otros dos personajes: Demetrio y Diótrefes. El autor comparte el buen juicio general que merece el primero, Demetrio (v. 12). En cambio, el segundo es severamente reprochado por las actitudes soberbias y tiránicas empleadas en el ejercicio de su ministerio (v. 9–10).

La despedida (v. 13–15) es semejante a la de 2 Jn. En ambas cartas y casi con las mismas palabras, el autor manifiesta el deseo de visitar pronto a sus lectores y tener la oportunidad de conversar con ellos «cara a cara» (v. 13–14; cf. 2 Jn 12).

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Tres personalidades en contraste –Reflexionemos-

Gayo Diotrefes Demetrio

“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor…”

“Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe …parloteando con palabras malignas …. no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia”.

“Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero”.

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Fecha y lugar de redacción Lo mismo que en 2 Jn, «el anciano» que

escribe a Gayo (v. 1) nos oculta su propio nombre. Pero no cabe duda de que se trata de la misma persona, identificada con el apóstol Juan por la iglesia cristiana de todos los tiempos.

Posiblemente remitió esta carta desde Éfeso al final del primer siglo.

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Salutación (1–4)

Elogio de la hospitalidad de Gayo (5–8)

La oposición de Diótrefes (9–10)

Buen testimonio acerca de Demetrio (11–12)

Salutaciones finales (13–15)

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ESCUELA TEOLÓGICA MANAPROFESORA : JAN MARENGO

FIN DEL CURSO

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Spiritual

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